La visita papal a cuba que
realizara el sumo pontífice el pasado mes de enero del
presente año puede ser interpretada desde múltiples
perspectivas. Es el propósito de este ensayo
disertar sobre las posibles repercusiones de este hecho
histórico, más que sobre la descripción de
los acontecimientos, profusamente reseñados en la prensa nacional e
internacional.
Pareció que la visita del Papa además de
alentar y renovar la fe de los cubanos estuvo orientada hacia
fines eminentemente políticos por demás nada
ingenuos ni retóricos, ello se desprende de la relevancia
que tuvo en la agenda temática del sumo pontífice
la revolución
cubana y el embargo económico que sufre Cuba desde la
década de 1960.
Sobre el discurso del
Papa uno de los asistentes a su visita expresó "Fue un
discurso muy
cauto, muy espiritual, yo esperaba un discurso
más directo, con términos más concretos", en
clara alusión a la fe y a la libertad de la
iglesia
católica en esa isla del caribe. (Diario Hoy.
Página 23. 23/1/98).
Aunado a esto, el Papa condenó por primera vez en
Cuba el
embargo estadounidense a la isla, además de haber
reconocido que "…el guerrillero Ernesto Che Guevara
buscó durante toda su vida ayudar a los
desposeídos.. él enfrentará al tribunal de
Dios…estoy seguro de que
quería servir a los pobres". (El Impulso. Cuerpo A,
página 8. 22/1/98).
Estas impresiones de la audiencia que presenció
su misiva y sus expresiones nada ortodoxas hacia la revolución
comunista, sus héroes y al embargo económico, nos
permiten inferir algunas posibles consecuencias de la visita
papal, más aun considerando la investidura
eclesiástica y "política" de la
autoridad de
donde provinieron.
Así podríamos decir que de algún
modo la visita papal contribuyó a revitalizar y legitimar
el régimen castrista, que tan falto se encontraba de una
"bendición divina". Situación que en otros tiempos
hubiera sido difícil siquiera imaginar.
Castro entonces consiguió hacerse escuchar a
nivel mundial con un discurso
respetuoso pero no menos firme y coherente donde exalto las
conquistas de la revolución
cubana y recordó la criminal conquista española
con toda su carga evangelizadora.
Además de ello el líder
de la revolución
cubana logró legitimar, una vez más ante la
audiencia mundial, la condición de precariedad
económica en la que se encontraba la isla como resultado
del embargo económico estadounidense, no siendo menos
importante aun el pronunciamiento de condena a este bloqueo
comercial que el país del norte impuso a la isla
caribeña desde la década de 1960, recientemente
encrudecido con la Ley
Helms-Burton.
Sobre las consecuencias políticas
y económicas de la visita papal a la isla caribeña
podríamos no solo inferir algunas de ellas sino,
además, citar algunos hechos que con sorprendente rapidez
se suscitaron a escasos días de culminada la visita del
sumo pontífice a Cuba.
Así tenemos que, el día 30 de enero en el
Diario Hoy es publicada la noticia " Empresarios venezolanos
piden el fin del embargo a Cuba". En ella
se recoge la posición de la Cámara
Venezolano-Americana de Industria y
Comercio la
cual se concreta a reclamar el cese del embargo económico
de Estados Unidos
contra Cuba que ya lleva 37 años de fracaso, en la cual
resalta que el vocero de esta cámara expresó
"…creo que la visita del Papa subraya todo eso y demuestra que
deben buscarse otras vías".
Por si fuera poco el mismo día en el diario El
Nacional es publicada la noticia de que Jesse Helms, el mismo
propulsor de la denominada Ley Helms-Burton
en honor a sus precursores, impulsa desde el senado
estadounidense un plan para
suministrar ayuda humanitaria a Cuba y más adelante se
cita la expresión de Roger Noriega, un portavoz de Helms,
que expresa " La realidad es que el embargo no será
levantado y no podrá ser levantado; pero lo que el senador
Helms trata de hacer es encontrar una iniciativa que responda a
la petición del Papa".
Así se constata las grandes y relevantes
repercusiones que están comenzando a ocasionar la visita y
los pronunciamientos que realizará el sumo
pontífice en la isla caribeña. ¿
Quién gano más?, pareciera que hasta los momentos
Castro ha sido quien mejor a capitalizado los esfuerzos de Juan
Pablo II para evangelizar la isla.
Trabajo enviado por:
Heiber Barreto
C.I. 10.776.980
Barquisimeto, Febrero de 1998