Indice
1.
Introducción
2. Mitos de la "segunda
vuelta"
3.
Conclusiones
San Luis Potosí es la única entidad
federativa que reconoce en sus leyes electorales
la denominada "segunda vuelta". Cabe preguntarse qué tan
oportuna y válida es ésta figura.
Primeramente debemos cuestionarnos ¿Cómo fue que
surgió? y ¿Cuál es su función?.
En el mundo existen dos sistemas de
gobierno de
influencia democrática: El presidencialismo y el
parlamentarismo; México se
encuentra en el primer supuesto, mientras que Inglaterra,
España
y Francia, en el
segundo. Así como nosotros tenemos la figura del
Presidente Constitucional, aquellos países tienen la del
Primer Ministro, quien ejecuta las decisiones que el parlamento
tome. Ahora bien, el primer ministro es elegido de entre los
miembros del parlamento, obteniendo este nombramiento quien mayor
número de copartidarios tenga, debiendo mantener la
confianza de éstos si desea continuar en el cargo. En
España, por ejemplo, su constitución en el artículo 99 nos
ofrece el procedimiento
tanto para la elección como para el procedimiento de
moción, y de manera implícita da los fundamentos
para la utilización de la figura analizada. La confianza
que el primer ministro no debe violar, no es la referida a las
autoridades electorales, sino a la dignidad que ostenta en el
ejercicio de sus funciones, misma
que será evaluada no sólo por los ciudadanos, sino
por el mismo parlamento.
La razón del argumento anterior, es demostrar la primera
de las razones por la cual el sistema de
segunda vuelta no debe ser aplicado en nuestro país,
independientemente de la entidad federada de la que hablemos.
No debemos utilizarla pues se trata de una institución
atípica para nuestro sistema político –
legal; Aznar, quien fuera primer ministro en España, en
una visita a nuestro país dijo: "Cuando se cambia una
planta de lugar, es necesario hacerlo con todo y maceta". El
mismo J.J. Rosseau en su "Contrato Social"
argumenta que así como hay diversos climas y suelos, y no
puede sembrarse lo de uno en el otro, así tampoco debemos
implantar sistemas electorales o instituciones
que no sean propias de nuestra cultura.
No podemos compararnos con otros países, no por ser
mejores o peores, simplemente porque la realidad que vivimos es
distinta a la de ellos.
Históricamente hablando, la segunda vuelta en el estado de
SLP surge en el año de 1993 en las elecciones municipales
de Cerritos, donde de hecho y fuera de todo margen legal,
Ayuntamiento y grupo
inconforme firman un tratado que entre sus cláusulas se
estipula que luego de una elección, los ciudadanos
decidirían si el ayuntamiento se quedaba al mando o se
generaban nuevas elecciones tras declararse desierto el puesto
presidencial y los edilicios.
Analizando éstas circunstancias, podemos darnos cuenta de
una serie de factores que en influyeron la decisión
tomada: Primeramente podemos darnos cuenta que el grupo
inconforme representó un problema para el ayuntamiento en
cuestión, quien independientemente de los medios se
encontraba ya en el poder. En
éstas circunstancias ambas partes firmaron un convenio
alabado en su momento y aprobado por el Gobernador del Estado; El
resultado fue contundente y no se modificó el
gobierno.
Legalmente hablando, la segunda vuelta está reglamentada
en la Constitución Local, así como en la Ley Electoral
Estatal. La primera, en el artículo 35 trata de establecer
las bases de la segunda vuelta electoral cuando cita "Cuando en
las elecciones para la renovación de los ayuntamientos
ninguna de las planillas de candidatos obtenga la mayoría
absoluta de la votación total válida emitida en el
municipio respectivo, se llevará a cabo una segunda
votación, excepto en los casos que establezca la
ley…"
La legislación estatal en materia
electoral regula con mayor precisión este ítem, al
establecer las reglas y procedimientos de
la elección; es aquí donde da una serie de principios
ilógicos e ilegales que trataremos más
adelante.
Argumentos para la derogación de la
reglamentación de la segunda vuelta electoral en el estado
de San Luis Potosí
1. La democracia
según define el diccionario
larousse es "Régimen político en el cual el pueblo
ejerce la soberanía por sí mismo, sin
mediación de un órgano representativo o por
representantes intermediarios " pero de manera estrictamente
legal, Tena Ramírez
dice que "democracia significa que la voluntad representada en el
orden legal del Estado es idéntica a las voluntades de los
súbditos" y al ser difícil si no imposible que las
voluntades coincidan en su totalidad, la democracia "admite como
expresión de la voluntad general la voluntad de la
mayoría".
Si analizamos de manera estricta esto, nos daremos cuenta que la
segunda vuelta electoral vulnera precisamente al país
debido a que se encuentra consagrada en la Constitución
Política
de los Estados unidos
Mexicanos (CPEUM) que por voluntad del pueblo mexicano se
constituye como República representativa
democrática y federal.
Rosseau ya se había dado cuenta que tomando la palabra en
su sentido estricto, no ha existido ni existirá
jamás una verdadera democracia, pues "…va contra el
orden natural que el mayor número gobierne y los menos
sean gobernados"
De lo anterior se desprende que la segunda vuelta electoral no
tiene razón de ser ni sustento legal pues va en contra
precisamente de aquello que es la voluntad de las mayorías
al no respetarse el sufragio emitido por ellos en unas primeras
elecciones.
2. El sufragio es, dentro de los regímenes
democráticos la forma idónea de expresar la
voluntad personal, sin
embargo es de la suma de estos votos individuales de donde surge
la expresión de la voluntad general y "la diferencia de un
solo voto rompe la igualdad; un
solo oponente destruye la unanimidad".
El mismo sufragio tiene sus principios básicos que le dan
existencia, uno de ellos es precisamente la dignidad consecuente
de la inviolabilidad de la persona humana
quien está dotado de inteligencia y
voluntad libre para utilizarse en los momentos y en las formas
que lo decida con apego a las leyes.
El sufragio como expresión o medio para alcanzar la
democracia se sustenta precisamente en que las minorías se
sujetarán a las mayorías, y éstas no
dependerán de las primeras.
3. Siguiendo en este contexto, las minorías al sublevarse
en contra de la decisión de las mayorías
automáticamente se encuentran fuera del marco legal, pues
el derecho a la revolución
tiene un sustento moral y no
jurídico, sin embargo y aún en estos casos no se
trata de una revolución sino de una rebelión,
razón por la cual los inconformes actúan fuera de
todo límite establecido.
A propósito de la diferencia revolución –
rebelión, "entendemos por revolución la
modificación violenta de los fundamentos constitucionales
de un Estado. Excluimos por lo tanto, del concepto de
revolución las rebeliones, motines o cuartelazos, tan
frecuentes antes en México que tienen por origen querellas
de personas o fracciones y por objeto el apoderamiento del mando,
sin mudar el régimen jurídico existente, antes bien
invocando como pretexto el respeto debido al
mismo"
No podemos hablar, tomando como lineamientos la cita anterior,
que las situaciones que dieron origen a la segunda vuelta son
válidas y por lo tanto englobadas en el término
revolución; De esta manera las situaciones que la
originaron son de corte partidista y con el único fin de
desacreditar a los ganadores en las contiendas
electorales.
2. Mitos de la
"segunda vuelta"
4. "La segunda vuelta se hace necesaria para superar un
resultado de "empate técnico"
En cuanto a éste tópico habrá que
cuestionarse si efectivamente un "empate técnico" rompe
con la función y objeto de las votaciones, y si en
última instancia podría darse un resultado
semejante, es decir, que en la segunda votación los
resultados fuesen igual o más cerrados que en una
primera.
5. "La segunda vuelta es para dotar de mayor legitimidad y
fuerza al
gobernante?
Como anteriormente decíamos, legitimidad es la
relación entre gobernante – gobernado, y no se
manifiesta en el número de votos sino en la
representación que tenga el partido ganador del poder
ejecutivo en el legislativo. Al darse esa situación,
el ejecutivo contará con el respaldo del legislativo y por
ende del electorado.
6. "La segunda vuelta tiende a construir mayorías
gobernantes"
En nuestro país es muy común encontrarnos con
alianzas políticas
entre partidos que tienen poca o nula relación con
respecto a ideologías; estas alianzas son temporales y en
nada benefician la gobernabilidad, mas bien se debilitan y rompen
al tener poder dándose con ello rupturas y divisiones que
la segunda vuelta por objeto, tiene que evita.
7. "La segunda vuelta fortalece el sistema de partidos"
Ni la fortaleza ni la debilidad de partidos, instituciones,
incluso personas, depende del número de vuelta en la que
nos encontremos; la popularidad, simpatía, adherencia y
votación se definen desde la primera votación,
incluso desde antes de ella.
8. "En la segunda vuelta se dota de un mayor respaldo popular al
futuro gobernante"
Esta situación se dio en las elecciones del 2000, donde el
número de electores decreció en casi un 50%. En una
primera vuelta, los resultados de la elección para
Presidente Municipal fueron los que siguen:
103 mil votos para el Partido Revolucionario Institucional
96 mil votos para el Partido Acción Nacional
38 mil votos para el Frente Cívico Potosino
Si en la contienda entre PRI y PAN, el número de
votos emitidos fue de 50 mil, entonces cabe preguntarse
¿Pudo haber ganado Pizzuto esa elección?. De igual
manera, en las elecciones decrece la votación,
razón por la cual debemos plantearnos la posibilidad no
sólo de la conformidad con los primeros resultados, sino
más gravemente el hartazgo de la ciudadanía y el
rechazo de la misma al proceso electoral.
9. "Es recomendable pasar a una segunda vuelta cuando ninguno de
los candidatos logra el 50% más uno de votos"
Como ya habíamos mencionado, la democracia entendida en su
sentido estricto es imposible de llevarse a la práctica,
por esa razón se acepta como mayoría la
opción que cuente con más aceptación
reflejada, y aún cuando la diferencia sea de 1 voto
-obtenga el 1 o el 30 o el 99% del total- tiene ya, ganada la
elección.
10. "La segunda vuelta sólo debe aplicarse en la
elección presidencial"
Aquí debemos retomar la atipicidad del ballotage a nuestro
sistema de gobierno; no es en el presidencialismo mexicano donde
debe emplearse, sino en el parlamentarismo inglés,
español o
francés. Incluso no es en la elección del
presidente donde su objetivo se
refleja claramente, sino en la figura del Primer Ministro o en
los candidatos a congresistas (esto último solamente en
Francia).
Las conclusiones a las que podemos llegar luego de este
breve análisis son diversas:
La segunda vuelta electoral no debe ser utilizada en nuestro
sistema debido a que es una figura atípica, incluida en la
legislación mexicana por la costumbre que tenemos como
país de copiar sin tomar en cuenta las circunstancias para
las que fue creada y sin tomarnos el tiempo de
modificarla para hacerla válida.
En nuestro país se vive una "cultura del miedo" por parte
de las autoridades; Aún cuando los cauces legales le dan
facultades para hacer frente a diversas circunstancias, prefiere
infringir la ley haciendo concertacesiones con el fin supuesto de
no causar percances políticos, económicos y
sociales. Sin embargo pierden el respeto que se les debe
tener.
La democracia implica dos principios fundamentales:
La mayoría es quien decide, y sólo se puede saber
quién tiene ésta por medio del sufragio.
Las minorías deben someterse a la mayoría
Las minorías inconformes, se encuentran al margen de la
ley, aún cuando ésta las apoye
concediéndoles la segunda vuelta electoral.
De no producirse el respeto al voto que los principios
democráticos aducen, se corre el riesgo de
producirse una rebelión de los primeros ganadores en el
caso de que la segunda vuelta cambie la perspectiva.
La segunda vuelta no favorece la gobernabilidad como la exposición
de motivos indica, porque ésta es la relación que
existe entre gobernantes y gobernados, y no depende de la
cantidad de votos sino de la transparencia de las elecciones.
Con referencia a la anterior, la segunda vuelta debe eliminarse y
a su vez fortalecer la seguridad en las
autoridades electorales, partidos
políticos y los demás implicados en los
procesos
electorales, con el objetivo de eliminar las dudas y en
consecuencia de manera natural se harán innecesarias las
segundas vueltas así como cualquier otro recurso con
finalidades semejantes.
La segunda vuelta aumenta el abstencionismo de los
electores, quienes se justifican con argumentos como:
¿Para qué voy, si mi voto no tiene valor?
¿Para qué voy, si siempre ganan los mismos?
¿Y los acuerdos cupulares?
Los políticos son unos "rateros"
Sólo se quieren justificar
Etc.
Las cifras hablan por sí mismas: En las pasadas
elecciones el índice de abstencionismo fue del 50%
aproximadamente.
¿Cómo puede hablarse de igualdad política si
sólo contienden dos partidos? Los votos del resto de los
ciudadanos es infravalorado, lo cual también está
en contra de los principios democráticos.
La segunda vuelta no puede ofrecer certeza pues es posible que
tenga los mismos vicios que en antaño se argumentaban;
igualmente cabe la remota posibilidad de que haya un empate en
ésta.
El mexicano no tiene cultura cívica, por esta razón
no está en condiciones de criticar de manera conciente las
consecuencias derivadas de
estas elecciones.
Como país democrático tenemos un proceso para
elegir a nuestros gobernantes, siendo el medio para ello el voto
popular. En la segunda vuelta se vulnera la capacidad
democrática de nuestro país, además de la
perversión del voto.
Para las problemáticas electorales que enfrenta nuestro
país, se necesitan soluciones
reales y no "de pantalla" como lo es la segunda
vuelta.
Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos
Constitución Política del Estado Libre y Soberano
de San Luis Potosí
Ley Electoral del Estado de San Luis Potosí
Juan Jacobo Rosseau. El contrato social.
Porrúa.
Felipe Tena Ramírez. Derecho
constitucional mexicano. Porrúa.
Ignacio Burgoa. Las garantías
individuales. Porrúa
René Coste. Moral internacional. Herder.
Diccionario pequeño larousse.
Autor:
Lic. Odette Aguilera Barrios I.L.D.
Abogada