Indice
1.
Introduccion
2. La Vida
3. Aspecto Fisico Y
Moral
4. Formacion Cultural
5. El Estilo De
Cervantes
6. La Obra De
Cervantes
7. Bibliografia
El contenido de este trabajo presenta a un Cervantes
superado por su propia obra.
Es obvio que la obra del mejor autor español de
todos los tiempos sea más importante que su vida personal, que no
fue muy buena para el propio Cervantes.
La Vida de Cervantes ha sido resumida aquí a unos datos
biográficos básicos en la vida del autor sin entrar
en más detalles que quitarían importancia a lo
verdaderamente principal de Cervantes: su obra.
Por otro lado la vida de Cervantes ha sido muy difícil de
estudiar, pues gran parte de su vida la dedicó a traslados
por toda España y
sus cautiverios le dejaron incomunicado con su propio
país; por no saber, no se sabe ni el lugar en el que
nació, aunque todos los indicios apuntan a Alcalá
de Henares. Las primeras noticias de Cervantes llegan cuando
rondaba las veinte primaveras.
La Obra de Cervantes es cumbre de la literatura española y
por ello se trata aquí de una forma comprensiva para
obtener una imagen global de
cada una de sus creaciones.
Seguramente es su obra la que presenta al Cervantes que se quiere
conocer, el Cervantes autor que escribió El Quijote,
orgullo de España por todo el mundo.
Miguel de Cervantes Saavedra, cuarto hijo de los siete
que tuvieron el cirujano Rodrigo Cervantes y Leonor de Cortinas,
nació en Alcalá de Henares en el año 1547.
No se sabe a ciencia cierta
dónde transcurrió su infancia y
adolescencia,
si acaso en Sevilla o Alcalá, pues las primeras noticias
se refieren a sus estudios en Madrid.
A los veintidós años se embarca para Italia
acompañado del cardenal Acquaviva y en 1571 interviene
heroicamente en la batalla de Lepanto recibiendo heridas en el
pecho y la mano izquierda, de las que se enorgullecerá
hasta su vejez. Su
condición de soldado le lleva a tomar parte en otras
expediciones militares, hasta que, regresando a España, es
apresado, junto con un hermano suyo, por los piratas berberiscos.
Comienza así un periodo de duro cautiverio en Argel, que
se prolonga más de cinco años. Cervantes intenta
evadirse cuatro veces, poniéndose en peligro por salvar a
sus compañeros, y al fin es rescatado por los Padres
Trinitarios, cuando estaba a punto de ser conducido a
Constantinopla. Tiene entonces treinta y tres años. Hasta
aquí su época heroica; de ahora en adelante una
vida gris llena de decepciones.
Se instala en Madrid y al cabo de algún tiempo se casa
con una joven de Esquivias, Catalina de Salazar y Palacios.
Publica su primera obra, La Galatea, y, abandonando el pueblo de
su mujer, se dedica
a recoger víveres para la Invencible. Viaja por diversas
ciudades de Andalucía en el desempeño de su cargo y es encarcelado dos
veces en Sevilla, una de ellas al quebrar el banquero en cuyas
manos había depositado Cervantes los impuestos que
cobraba de Hacienda, y otra al no poder pagar a
ésta ciertos atrasos.
Por fin le vemos en Valladolid. Tiene ahora cincuenta y siete
años. Ha terminado su esforzado ir y venir por las
ciudades españolas, pero no sus desgracias. El asesinato
de un caballero, cometido frente a su casa, da lugar a un nuevo
proceso,
aunque nada puede probarse contra él. Los últimos
años de su vida los pasará en Madrid. Acaba de
publicar la primera parte del Quijote y escribe incansablemente.
Todavía pretende volver a Italia acompañando al
conde Lemos, pero no lo consigue y, a raíz de esto, va
dando rápidamente a la imprenta sus últimas obras:
Las Novelas
Ejemplares, el Viaje al Parnaso, el teatro y la
segunda parte del Quijote.
La muerte le
sorprende el 23 de abril de 1616, pocos días
después de haber escrito la dedicatoria del
Persiles.
Todavía se discute la autenticidad del retrato,
firmado por Juan de Jáuregui, que conservamos de
Cervantes, pero sus rasgos coinciden con los descritos por el
propio autor:
" Este que veis aquí, de rostro aguileño, de
cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres
ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de
plata que no ha veinte años que fueren de oro; los bigotes
grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni
crecidos, porque no tiene sino seis y esos mal acondicionados y
peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los
otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni
pequeño; la color viva, antes
blanca que morena, algo cargado de espaldas y no muy ligero de
pies; éste digo que es el rostro del autor de la Galatea y
de Don Quijote de la
Mancha." (1)
En cuanto a su aspecto moral, hay que
destacar la dignidad y entereza con que supo hacer frente a la
adversidad. Su vida, si la comparamos con las de otras brillantes
figuras de la época, nos causa una impresión
dolorosa, más por la miseria de su etapa adulta que por
los difíciles años de su juventud,
recordados más tarde con orgullo por el propio Cervantes.
Es cierto que la publicación del Quijote le
proporcionó gran fama, pero este éxito
tardío no consiguió paliar sus dificultades
económicas ni le elevó al lugar que merece.
No obstante, Cervantes superó todas las dificultades
gracias a su extraordinaria nobleza de ánimo, a su fe en
los valores
del espíritu y a su inquebrantable optimismo.
Cervantes no fue un escritor inculto. Un estudio atento
de sus obras ha demostrado que conocía a fondo lo
más importante de las doctrinas renacentistas y a los
autores más importantes de su tiempo. Aparte de su
ideología, que se halla en todo de acuerdo
con la del siglo XVI, basta tener en cuenta las constantes
alusiones a Aristóteles, Platón,
Horacio, etc., o a los escritores españoles
contemporáneos, para decir que no ignoraba el pensamiento
humanístico. No hay que olvidar que pasó seis
años en Italia, donde aprendió la lengua del
país, adquiriendo una sólida formación
literaria.
El estilo de Cervantes y sus opiniones sobre el lenguaje
literario responden a la manera de pensar renacentista, es decir,
a la exaltación de lo natural y espontáneo y a la
crítica del disimulo.
Aunque toda su obra se ajusta a este camino, pueden distinguirse
en ella dos estilos:
Uno, muy cuidado y conforme con la prosa de amplios
períodos simétricos del siglo XVI. Esto se puede
observar en La Galatea, el Persiles y algunas narraciones
idealistas.
Otro, sencillo, animado y suelto, que inmortaliza el tipo de
lenguaje
familiar empleado en el Lazarillo. Es la más característica de la expresión
Cervantina y presenta mayor viveza y agilidad con frecuentes
notas de realismo y
humor.
Las poesías.
Cervantes mostró siempre una gran afición a
escribir versos, pero los que compuso no se hallan a la altura de
la prosa. El mismo tenía conciencia de
ello.
El valor de su
producción poética deriva,
más que de la habilidad técnica, de su rica
personalidad y
su aguda visión de las cosas. No constituye un conjunto
esencialmente lírico, pero abunda en matices de
ironía, de gracia o de emoción.
Gran parte de sus versos se hallan intercalados en las obras en
prosa.
En La Galatea encontramos el Canto de Calíope, donde
elogia a diversos poetas contemporáneos;
" A Omero iguala si a escrevir intenta, y a tanto llega de su
pluma el buelo, quanto es verdad que a todos es notorio el alto
ingenio de don Diego Osorio." (2)
En La Gitanilla, el soneto a Preciosa o el romance Hermosita,
hermosita; en el Quijote y el Persiles, varias composiciones en
las que se ve la influencia de Garcilaso. También el
teatro contiene muestras de tipo popular.
Entre las poesías sueltas hay que citar el irónico
soneto Al Túmulo de Felipe II, la Epístola a Mateo
Vázquez, escrita durante su cautiverio en Argel, y dos
canciones a la Invencible, antes y después del
desastre.
El poema más largo es el Viaje del Parnaso, donde pasa
revista, con
tono de alabanza, a los principales poetas de la época,
reunidos ante Apolo.
El teatro.
Comedias en verso.- La producción teatral de Cervantes
corresponde a dos épocas distintas. De la primera
sólo ha llegado hasta nosotros un par de obras, de las
cuales la más importante es El Cerco de Numancia, vibrante
apología del heroísmo español, en la que
intervienen personajes alegóricos.
Esta y otras obras perdidas se hallan dentro del tipo de teatro
humanístico del siglo XVI.
Después de criticar a Lope de Vega, aceptó su
técnica, pues tenía gran éxito. De
aquí nacieron las "Ocho comedias" que publicó junto
con los "Ocho entremeses" (en 1615) y que nunca se
representaron.
Entre ellas destacan Los baños de Argel, El rufián
dichoso y Pedro de Urdemalas. La primera es una comedia de
cautivos donde evoca su cautiverio en Argel. El rufián
dichoso pone en escena la vida de Fray Cristóbal de Lugo.
En Pedro de Urdemalas, el protagonista se ve obligado a renunciar
al amor de Belica
al descubrirse el origen de esta en un ambiente de
pícaros y gitanos.
Las comedias restantes : El gallardo español, La gran
sultana, La entretenida, y las caballerescas La casa de los celos
y El laberinto de amor.
Los entremeses.- Ofrecen un interés
mayor que el de las comedias y son los más logrados de
todo el teatro español. Son breves cuadros populares
escritos casi todos en prosa. En conjunto constituyen un
repertorio de pequeñas obras maestras que acreditan a
Cervantes como el mejor entremesista.
Los dos mejores son El retablo de las maravillas y La guarda
cuidadosa. El primero es una sátira aguda con gran
fuerza
cómica contra las hipocresías sociales; su asunto
coincide con el del cuento de don
Juan Manuel sobre los tejedores que hicieron el paño
mágico; solo que aquí el ambiente es popular y el
paño se sustituye por el retablo de figuras invisibles. La
guarda cuidadosa nos presenta las rivalidades amorosas de un
soldado y un sacristán que termina con el triunfo del
último. Del tema del marido burlado hablan también
La cueva de Salamanca y El viejo celoso.
" Chanfalla. Por las maravillosas cosas que en el se
enseñan y muestra, viene a
ser llamado Retablo de las Maravillas; el cual fabricó y
compuso el sabio Tontonelo, deja de tales paralelos, rumbos,
astros y estrellas, con tales puntos, caracteres y observaciones,
que ninguno puede ver las cosas que en él se muestran, que
tenga alguna raza de confeso, o no sea habido y procreado de sus
padres de legítimo matrimonio."(3)
Dignos de mención son también: El juez de los
divorcios, La elección de los alcaldes de Daganzo, El
rufián viudo y El vizcaíno fingido, (de menor
interés), y de los atribuidos a Cervantes Los dos
habladores.
La Galatea.
Cervantes comenzó su carrera literaria con La Galatea
(1585), novela pastoril
al estilo de la de Montemayor. En ella el autor se limitó
a seguir un género de
moda, sin
añadir nada substancial. La acción es lenta, con
versos intercalados bastante mediocres, y el estilo muy cuidado,
pero desprovisto de la vivacidad de novelas posteriores. No falta
ninguno de los elementos esenciales del género: la
idealización del paisaje, las desventuras sentimentales de
los pastores, los razonamientos sobre el amor
platónico, etc.
" La blanca nieve y colorada rosa, que el verano no gasta, ni el
invierno; el sol de dos
luceros, do reposa el blando amor, y a do estará in
eterno; la voz, qual la de Orfeo poderosa de suspender las furias
del infierno, y otras cosas que vi quedando ciego, yesca me han
hecho al invisible fuego." (4)
El mérito de la obra es escaso. Sin embargo nos revela
aspectos interesantes de la
personalidad de su autor como, por ejemplo, su
devoción por los géneros
literarios e ideas del Renacimiento.
Las Novelas Ejemplares.
Las doce Novelas Ejemplares aparecieron entre la primera y la
segunda parte del Quijote (1613). Su autor afirma en el
prólogo haber sido el primero en componer novelas
originales en castellano; lo
cual resulta cierto teniendo en cuenta que ninguno de los temas
se encuentran en la novelística italiana. En cuanto al
calificativo ejemplares, tampoco puede rechazarse, dado el sano
criterio moral que nos informa los relatos,
diferenciándolos de las narraciones italianas.
Las Novelas Ejemplares pueden agruparse en dos
series:
En la primera predomina la visión idealista, la intriga
complicada con personajes aristocráticos y estilo
elevado.
La segunda presenta una técnica realista, ambiente popular
de escenas de la vida ordinaria y un lenguaje familiar con toques
de humor.
Las novelas del primer grupo son las
que se hallan más cerca de las italianas y las que mayor
éxito alcanzaron en su tiempo. Son relatos escritos con
gran esmero, faltos de viveza y convencionales, p.ej.: El amante
liberal, Las dos doncellas o La española inglesa.
Más interés tienen La Gitanilla y La ilustre
fregona. En ellas destacan el humor y abundantes referencias de
la realidad española de la época.
La Gitanilla nos cuenta los amores de la gitana Preciosa y un
caballero que para lograr su mano decide seguirla,
adaptándose a su misma vida. La obra termina con la boda
de ambos al descubrirse el origen noble de aquélla.
En La ilustre fregona, un joven hidalgo decide convertirse en un
mozo de un mesón de Toledo al enamorarse de la "fregona"
Constanza, con la que al fin se casa, al ser reconocida por un
noble como hija suya.
Al mismo grupo pertenecen la señora Cornelia y La fuerza
de la sangre.
" – Pues por ese buen ánimo que habéis mostrado,
señor don Juan de Cárcamo, a su tiempo haré
que Preciosa sea vuestra legítima consorte, y ahora os la
doy y entrego en esperanza por la más rica joya de mi
casa, de mi vida y de mi alma." (5)
El segundo grupo reúne las novelas más
típicas del arte de
Cervantes. En El casamiento engañoso y El celoso
extremeño, lo importante es la intriga, mientras que en
Rinconete y Cortadillo y El coloquio de los perros, lo de
menos es la intriga y lo mejor la pintura
humorística.
El celoso extremeño es la trágica historia de un viejo ricacho
que muere de tristeza al conocer la infidelidad de su joven
esposa, a quién perdona. Interesa aquí el estudio
de los personajes, el viejo, el seductor, la joven, y la
solución del conflicto.
Abundan las alusiones al ambiente picaresco sevillano.
Rinconete y Cortadillo se refiere a las aventuras de dos pillos y
a su relación con la "cofradía" de ladrones
avecindada en el patio de Monipodio. Aquí, Cervantes, se
limita a ofrecernos, con ágil estilo, el
espectáculo sevillano.
" En el cual dijo Rincón a su guía:
– ¿Es vuestra merced, por ventura, ladrón?
– Sí -respondió él-, para servir a Dios y a
las buenas gentes, aunque no de los muy cursados; que
todavía estoy en el año de noviciado.
A lo cual respondió Cortado:
-Cosa nueva es para mí que haya ladrones en el mundo para
servir a Dios y a la buena gente." (6)
El casamiento engañoso nos narra la historia de un
alférez que, tras un matrimonio desafortunado, va a parar
a un hospital, donde oye El coloquio de los perros. En este
relato, añadido al anterior, el perro Berganza cuenta su
vida a Cipión, lo que sirve de pretexto a una
visión satírica de tipos y costumbres de la
época. Como en las novelas picarescas, Berganza habla de
los ambientes en que se ha encontrado; matarifes, pastores,
estudiantes, gitanos y hasta los locos de un hospital.
En El licenciado Vidriera se expone un conjunto de sentencias
mediante una sencilla trama: Tomás Rodaja se vuelve loco
al ser víctima de un hechizo, e imagina ser de vidrio; pero la
locura le despierto el ingenio y, como don Quijote,
asoma a sus interlocutores con su agudas observaciones. Al fin
recobra el juicio y marcha a Flandes.
" Imaginóse el desdichado que era todo hecho de vidrio, y
con esta imaginación, cuando alguno se llegaba a
él, daba terribles voces pidiendo y suplicando con
palabras y razones concertadas que no se le acercasen, porque le
quebrarían: que real y verdaderamente él no era
como los otros hombres: que todo era de vidrio, de pies a cabeza.
" (7)
Las Novelas Ejemplares inauguran un nuevo tipo de
narración, opuesto el arte de Boccaccio; las del primer
grupo, aportando intrigas originales, y añadiendo procedimientos,
tomados de la novela larga,
para realzar el interés del relato: comienzo de este " in
media res ", oportunas digresiones, conversaciones referidas
textualmente… las del segundo, mas que referirse a la
intriga, lo hace a la descripción de la realidad cotidiana para
expresar una visión original de la vida. Ello nos explica
el gran éxito que obtuvieron, incluso fuera de
España.
El Quijote.
El asunto y los personajes.- La primera parte de El ingenioso
hidalgo don Quijote de la Mancha apareció en Madrid en
1605; diez años más tarde se publicó la
segunda parte.
El hidalgo manchego Alonso Quijano pierde el juicio a fuerza de
leer libros de
caballerías, y tomando el nombre de don Quijote de la
Mancha, decide abandonar su aldea para actuar como caballero
andante en defensa de los débiles. Su dama será
Dulcinea del Toboso.
Su primera salida acaba con la paliza que le propinan unos
mercaderes. Tras el escrutinio de su librería, se lanza de
nuevo en busca de aventuras, en compañía de Sancho
Panza, su escudero. Les suceden, entre otras, la de los molinos
de viento, el encuentro con los cabreros, la del yelmo de
Mambrino y la de los galeotes. Don Quijote se queda en Sierra
Morena haciendo penitencia por su amada; pero al enviar a Sancho
con una carta para
Dulcinea se descubre su paradero y el cura y el barbero consiguen
volverle al pueblo.
La segunda parte nos cuenta la tercera salida del héroe,
quien después de vencer al Caballero de los Espejos, de
enfrentarse a los leones y de bajar a la cueva de montesinos,
llega a la corte de los Duques. Estos se divierten a su costa
hasta que don Quijote se marcha a Barcelona, donde es vencido por
Sansón Carrasco. El bachiller la obliga volver al pueblo y
el héroe obedece. En su casa enferma y muere
después de recobrar el juicio y de renegar de los libros
de caballerías.
" Con éstos iba ensartando otros disparates, todos al modo
de los que sus libros le habían enseñado, imitando
en cuanto podía su lenguaje. Con esto, caminaba tan
despacio, y el sol entraba tan apriesa y con tanto ardor, que
fuera bastante a derretirle los sesos, si algunos tuviera."
(8)
La intención de Cervantes.- Según Cervantes
sólo había escrito el Quijote para poner en el
aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas
historias de los libros de caballerías. Es posible que el
móvil inicial fuese componer una parodia, pero una vez
creado el personaje tuvo que centrarse en él movido por
una intención puramente estética.
Ideal y realidad.- Desde la época del Romanticismo,
suele verse en el Quijote la trágica lucha del hombre que,
impulsado por ideales generosos, choca dolorosamente con la
realidad y fracasa en sus nobles propósitos, recibiendo
como recompensa golpes y palizas.
El humor de Cervantes.- La tragedia de don Quijote es la del
propio Cervantes. Sin embargo su optimismo es invencible:
seguirá creyendo en los valores del
espíritu a pesar de conocer la amargura del fracaso.
El humor de Cervantes equivale, pues, a la sonrisa comprensiva de
quién en el fondo está de acuerdo con lo mismo que
critica. De ahí la frase de Menéndez y
Pelayo, según la cual, " el Quijote no vino a matar un
ideal sino a transfigurarle y enaltecerle".
Valor universal del Quijote.- La trascendencia universal de
nuestra primera novela no viene de que don Quijote y Sancho tomen
determinadas actitudes,
sino de su profunda humanidad. Más que tipos creados
según una intención previa, se parecen a seres
vivos que actúan independientemente de la voluntad del
autor. Si nos vemos reflejados en ellos, es precisamente gracias
a su honda verdad humana.
Exito e
influencia del Quijote.- Obtuvo un gran éxito desde el
momento de su aparición. En vida de Cervantes llegaron a
publicarse dieciséis ediciones y más tarde se le
fue traduciendo a todos los idiomas cultos. Pero cada
época lo ha interpretado de manera diferente: en el siglo
XVII sólo se vió en él un libro muy
divertido, mientras que en el Romanticismo se le consideró
un símbolo de la lucha entre idealismo y
realidad.
Su influencia sobre el género novelesco ha sido decisivo:
los novelistas del siglo XIX como Flaubert, Dickens, Tolstoi,
Galdós, etc., le tuvieron en cuenta, considerando a
Cervantes como el creador de la novela moderna.
El Persiles.
Los trabajos de Persiles y Sigismunda se publicaron
después de muerto Cervantes, quién alcanzó a
escribir la dedicatoria al conde de Lemos tan sólo cuatro
días antes de fallecer.
En esta especie de novela bizantina de aventuras se nos cuenta
las peripecias de los príncipes Persiles y Sigismunda,
quienes, con nombres supuestos, y haciéndose pasar por
hermanos, recorren diversos países septentrionales, y
más tarde España, hasta llegar a Roma, donde se
unen en matrimonio.
Cervantes abandona en su última producción el punto
de vista realista y crea una bella ficción novelesca donde
predominan los héroes, la vida, el amor, la poesía
y el misterio.
El interés supremo de lo novela reside en ciertas
descripciones de imaginarios paisajes con un estilo muy cuidado y
sobre todo en el clima
poético y fantástico en que se desarrolla la
acción.
Notas
(1).- CERVANTES, Miguel de, Novelas Ejemplares, (Madrid, 1983), Prólogo al Lector, pp. 62-63.
(2).- CERVANTES, Miguel de, La Galatea, (Madrid, 1987),
Canto de Calíope, pp. 425-426.
(3).- CERVANTES, Miguel de, Entremeses, (Madrid, 1971),El retablo de las maravillas, pp. 171-172.
(4).- op. cit (2) p. 75.
(5).- op. cit (1) La Gitanilla p. 156.
(6).- op. cit (1) Rinconete y Cortadillo p. 235.
(7).- CERVANTES, Miguel de, Novelas Ejemplares (Barcelona, 1958) El licenciado vidriera, pp. 222-223.
(8).- CERVANTES, Miguel de, Don Quijote de la Mancha, (Barcelona, 1966), cap. II, p. 43.
ARBO, Sebastián J., Cervantes, Barcelona,
Planeta, 4ª ed., 1971.
CANAVAGGIO, Jean, Cervantes, en busca del perfil perdido, Madrid,
Espasa Calpe, 2ª ed., 1992.
CERVANTES, Miguel de, Entremeses, Madrid, Castalia, 1ª ed.
de Eugenio Asensio, 1971.
CERVANTES, Miguel de, La Galatea, Madrid, Espasa Calpe, 1ª
ed. Clásicos Castellanos, 1987.
CERVANTES, Miguel de, Novelas Ejemplares, Barcelona, Juventud,
2ª ed., 1958 /vol. I.
CERVANTES, Miguel de, Novelas Ejemplares, Madrid, Castalia,
2ª ed., 1983.
CERVANTES, Miguel de, Don Quijote de la Mancha, Barcelona,
Juventud, 1966.
Autor:
Tono