Los signos escriturales de Ernesto GUEVARA de la SERNA,
el elegido para ser EL CHE, revelan a un sujeto dotado de
actividad mental rápida, capacitado para el examen
profundo y trascendental de los objetos, hechos y circunstancias
externas.-
En la observación de la realidad actúa
rápidamente su juicio discrimintativo, por lo cual separa
lo innecesario, recoge lo aprovechable y sintetiza las
cuestiones.-
Curioso y vivaz, su prodigiosa memoria le
permitía aprender sin dificultad, y aunque sus
exámenes fueron modestos,
aprobados con lo justo, sus compañeros cuentan que a veces
llegaba al colegio y preguntaba qué tema se iba a tratar,
haciéndose dar una explicación somera. Si le tocaba
dar lección se lucía como un erudito.-
Aunque muy dotado intelectualmente, no es un puro intelectual,
porque la acción le solicita demasiado.-
Trátase de un hombre
ordenado y puntual, que se pone a trabajar con agrado cada
día a la hora señalada, y no interrumpe su labor
hasta que llega el descanso.-
Tiene una notable fuerza de
trabajo, y su naturaleza le
permite resistir pocas horas de sueño, lo que hace que su
rendimiento
laboral sea
extraordinario.-
Es constante, ordenado y sistemático. Se consagra
enteramente a la labor que realiza, y su actividad está
bien organizada y dirigida por la razón, distribuyendo y
llevando a cabo su trabajo con regularidad cronométrica, y
según lo decide.-
La dedicación del CHE a la tarea revolucionaria era,
según todos los relatos, tan completa como su forma de
volcarse plenamente en la guerra o su
manera de estudiar cuando era un joven debilitado por el
asma.-
Con dos cargos de alta responsabilidad en el gobierno se sabe
que trabajaba hasta treinta y seis horas de un tirón,
convocando reuniones después de media noche y comiendo
sobre la marcha. El CHE se negaba invariablemente a interrumpir
el trabajo
para comer, porque pensaba que las comidas de negocios
robaban mucho tiempo.
También trabajaba como voluntario en minas,
fábricas y plantaciones de caña, consiguiendo que
su presencia levantase la moral de
los trabajadores.-
Su conducta
está regida por principios
éticos estables y rígidos, propio de las personas
que creen que la verdad no tiene más que un camino.-
Las transgresiones o la traición no le merecían
sino las más severas represalias, y llegó a
ordenar, sin ninguna duda ni la más mínima
señal de pesar, la ejecución sumaria de cierto
número de hombres que fueron descubiertos como traidores o
espías.-
Desde muy joven desarrolló un espíritu de
autocrítica que lo llevaba a examinar cuidadosamente cada
uno de los actos que realizaba, sufriendo penosas decepciones
cuando los resultados no eran los previstos.-
Sus juicios y opiniones son resoluciones firmes tomadas de
antemano, y es un ser en el que quedan fuertemente, y por largo
tiempo, grabadas las sensaciones y las impresiones.-
Denota apego casi obsesivo en los proyectos y en
las ideas. Puede decirse que el sujeto marcha a caballo sobre sus
principios.-
Dos rasgos lo caracterizan: la fuerza y la ambición, que
lo impulsa a conquistar y a dominar. Sus decisiones son
rápidas, y piensa y se mueve con vivacidad. Sabe mandar
porque posee el sentido de la autoridad, y
su atractivo natural le ayuda poderosamente a captar a los
demás. Aunque la sociabilidad es para él un medio
para alcanzar un fin, por lo que suele llegar utilizar a los
otros para lograr sus metas.-
Sus aspiraciones eligen más bien el camino de las
satisfacciones morales o mentales, de la pasión por el
mando, por lo que la ambición se traduce en afán de
regir y dirigir el destino de las cosas o personas,
dándoles nuevo impulso.-
Pese a su respeto por los
demás, por sus bienes y sus
necesidades, el individuo aparece siempre imperturbable en su
modo de opinar y en los fines que se propone.-
Era, en palabras de CASTRO, de ese tipo de hombre que cuando hay
que cumplir una misión
difícil no espera que se la pidan.-
En sus actuaciones pone una nota de buen tono, de prestigio
personal, de
solemnidad y elegancia en los modales. Su exteriorización
es lacónica, y simplifica al máximo sus gestos y su
mímica, ejerciendo un dominio constante
sobre sus nervios y emociones.-
Hablaba con elocución tranquila, sin ademanes ni patetismo
en la inflexión de la voz; sin énfasis ni recursos
oratorios. No repetía sus frases hasta el cansancio como
Fidel en sus largas horas frente al micrófono, pero era
incuestionablemente mas atrevido en sus anuncios: decía lo
que pensaba hacer, sin ocultar demasiado sus objetivos.-
Entre arrogante y soberbio, sabía tocar al adversario con
respuestas mordaces, y, como todos los argentinos, cuando se
sentía perdido, colocaba un chiste. Y ganaba; de alguna
manera siempre ganaba.-
Amante del orden en todos los sentidos,
evita entrar en contacto con personas groseras, moralmente bajas
o maleducadas. Se trata de un hombre sobrio y austero, y su
comportamiento
está exento de todo esnobismo y excentricidad.-
Más que parecerse a ese argentino de ciudad, fuera
porteño, rosarino o cordobés, el CHE era una
réplica del español
republicano de la Guerra Civil, comprometido durante meses con la
misma ropa. Detestaba la manera de ser porteña: "pura
pinta, pura parada". El se había propuesto ser todo lo
contrario. Jamás se le habría ocurrido embutirse en
uno de esos angostos trajes de moda (con tres
botones y el pantalón ajustadito) que uniformaban a los
jóvenes porteños de su edad, ni había
sentido antes afecto por la moda DIVITO (de pantalones altos y
abombachados y grandes solapas).-
Exteriormente apenas vulnerable, se conmueve rara vez y poco
profundamente. La emotividad se halla reducida por el dominio de
sus propias reacciones. El sujeto desea aparecer siempre
imperturbable y dueño de sí.-
Esto no significa que el individuo no tenga sensibilidad, sino
que sus demostraciones afectivas están sometidas al
control de la
razón o de la actitud
consciente.-
Siente un desdén confesado por quienes dan muestras de
vulnerabilidad afectiva y se rigen con demasiada frecuencia por
el corazón.
Todas las manifestaciones de blandura son, en su opinión,
fruto de la debilidad. Sin embargo, en el fondo es un apasionado
que se controla.-
Es el ser del todo o nada. No se reprime.-
En palabras de CASTRO "El CHE era un insuperable soldado, un
insuperable jefe, era -desde el punto de vista militar- un hombre
extraordinariamente capaz, extraordinariamente valeroso,
extraordinariamente agresivo. Si como guerrillero tenía un
talón de Aquiles, ese talón de Aquiles era su
excesiva agresividad, su absoluto desprecio al peligro".-
No sólo es constante en sus acciones, sino
que también lo es en sus promesas y en sus afectos. Obra
en todo con absoluta honradez, y tiene un estricto sentido de la
dignidad.-
Es fiel, pero también rencoroso y terco, y resulta
difícil reconciliarse con él porque no suele
olvidarse de las ofensas.-
La grafía denota, asimismo, algunas alteraciones en el
humor del sujeto, y una lucha contra el cansancio, el agotamiento
y la enfermedad. Si bien la voluntad se mantiene firme a pesar de
las contrariedades y los fracasos sufridos, aflora a las claras
la obstinación sombría del individuo que carece de
energía o de medios para
llegar a los objetivos.-
Téngase en cuenta que resultan objeto de este
análisis grafológico las últimas anotaciones
asentadas en el diario del campaña del CHE, que datan de
los días 06 y 07 de octubre de 1967, jornadas previas a su
captura por los soldados del ejército boliviano el
día 08, época en que el líder
guerrillero se sabía cercado y tenía la certeza de
que las autoridades le estaban preparando una encerrona en
algún lugar del camino.-
Para ese entonces las cosas no tenían buen aspecto y
estaban destinadas a empeorar. El CHE comenzaba a sentir una
seria fatiga, y varios hombres tenían los tobillos, pies y
piernas hinchados. Hacía falta comida y los ya vitales
suministros médicos.
En las filas rebeldes se estaban agotando las últimas
reservas físicas y mentales; los nervios estaban crispados
y habían empezado a brotar mezquinas discusiones.-
A medida que aumentaba el número de enfermos y de heridos,
el CHE se veía obligado a pasar cada vez más tiempo
ocultándose, retirándose una vez tras otra a la
jungla, que se convirtió en algo más parecido a un
infierno que a un refugio.-
Les aquejaba el hambre, la fatiga, heridas de diversa
consideración, y toda una serie de dolencias que se
habían conjuntado para convertirlos en presa fácil
de unos hombres que conocían mejor el territorio.-
El CHE GUEVARA
esta muerto, pero continúa siendo un poderoso
símbolo para los desposeídos y desencantados de
este mundo, sus radicales y sus revolucionarios, y para
aquéllos que siguen cautivados por un hombre que estuvo
dispuesto a pagar el precio
definitivo por la consecución de una visión
altruista de un futuro esplendoroso.-
Se conocieron toda clase de opiniones sobre el CHE luego de
revelarse su muerte, desde
las más comprometidas hasta las más aguadas. Pero
la opinión de sí mismo -es fácil advertirlo-
está contenida en la carta de
despedida a sus cinco hijos: "Vuestro padre ha sido un hombre que
actúa como piensa y, seguro, leal a
sus convicciones".-
Bibliografía
Ciertos pasajes extraidos de "El Che , la
biografía" Hugo Gambini .
Autor:
Claudia Briones