Desarrollo: Su Presente y futuro
El mundo ha recorrido desde finales de la guerra
fría largos caminos en búsqueda de la libertad
económica, social, política y cultural,
así como una democracia
duradera, consistente, firme, justa y equitativa, pero en estos
caminos se han ido encontrando fuertes opositores del desarrollo y
la libertad que coartan y cercenan de raíz cualquier
proceso de
expansión de las libertades reales y fundamentales que
poseen los miembros de una sociedad, y peor
aun, atacan indiscriminadamente a los miembros que poseen poca o
ninguna oportunidad de desarrollo dentro de la comunidad. Por
tanto, las instituciones
sociales, las instituciones económicas, los derechos políticos,
los derechos humanos,
la industrialización y el progreso tecnológico ( en
países en vías de desarrollo) se han convertido en
victimas de la
globalización. Esta a pesar de incrementar la eficacia
económica (para algunos), de dar un mayor empuje al
comercio
mundial y a la producción, de ofrecer nuevas oportunidades
a los mercados y
beneficios a los demandantes en precios y
productos
sigue día a día generando pobreza,
tiranía, escasez de oportunidades económicas,
privaciones sociales y estados o grupos represivos
que la rechazan en su totalidad.
La tendencia generada por el modelo de
desarrollo ultraliberal basado en el dinero, las
utilidades y el presupuesto a
puesto en jaque a los gobiernos débiles y un poco
conservadores que rigen en el mundo, además las
incompetentes instituciones estatales y su falta de compromiso
con la sociedad dieron pie para que el proceso globalizador se
implantara con gran fuerza.
Años mas tarde, luego del proceso globalizador, la
desigualdad y la pobreza siguen
siendo el principal factor de deterioro social en los
países del mundo tanto que más de mil millones de
personas en todo el globo se encuentran en la pobreza absoluta, y
otros cientos de millones se hallan desempleadas o subempleadas
además de sometidas a rigurosos excesos de trabajo e
injusticias, a salarios
injustos, a falta de seguridad y al
olvido por parte del estado.
La comunidad internacional demanda un
proceso de desarrollo mundial capaz de disminuir la brecha
existente entre ricos y pobres, también una
unificación de los mercados y de sus organizaciones
para evitar las injusticias, así como una constante
comunicación entre los gobiernos y las
autoridades locales, igual comunicación entre los partidos
políticos y las instituciones ciudadanas y excelentes
sistemas de
educación.
Los procesos de
desarrollo exitosos se pueden notar en países europeos, en
el norte de América, en Algunos países
asiáticos y en Australia, donde hay un completo
entendimiento y una excelente relación entre las
instituciones sociales y gubernamentales con la dinámica globalizadora. Pero estos
países están siendo victimas de su propio invento
ya que de la ultima década hacia el presente se han visto
rodeados de un aumento significativo de la pobreza, la
desigualdad, el desempleo y los
conflictos,
tanto a nivel interno como externo.
Otro aspecto que llama la atención de la actual economía global es
que el ingreso per-capita de las personas no ha aumentado
racionalmente, ya que este ingreso no es lo suficientemente justo
como para poder atender
las emergencias de salud en el mundo que
provocan la muerte al
año de millones de personas, generando así que la
esperanza de vida de miles de millones de habitantes se reduzca
notablemente. De igual forma los desastres ecológicos y el
desgaste constante del medio ambiente
ha repercutido enormemente en las economías de los
países.
La pobreza que azota cada rincón del mundo puede verse
reflejada en la mortalidad prematura de niños,
jóvenes y adultos ( mas que todo en los países
subdesarrollados en los que la asistencia social, sanitaria y de
salud es muy difícil acceder a ella) y en una desnutrición que alcanza niveles realmente
asombrosos; por ejemplo, los países africanos por su
gobierno, mala
administración y su ubicación
geográfica no tienen la posibilidad de una buena alimentación,
afrontando así una morbilidad por razón de las
hambrunas constantes a las que están sometidos y al
analfabetismo
que a la postre los deja sin capacidad de ser alguien en la vida
y tener que remitirse a ser un esclavo del capitalismo y
la globalización.
Las criticas que se hace a la globalización no son
referentes a sus métodos o
a su forma de manejar los mercados, ya que en
si la globalización tiene enormes ventajas para la
sociedad como la tecnología que aporta
a esta, lo que se necesita es que esta sea mas equilibrada,
políticamente regulada y mas justa a la hora de actuar,
que genere conocimiento a
todas las personas ( bien sea en mayor o en menor cantidad, pero
que la genere).
La mayor parte de África, gran parte de América
latina y buena parte de Asia no han
conseguido beneficiarse de la globalización, lo que han
conseguido es retrasarse y distanciarse aun más de las
economías industrializadas ya que esta
globalización produjo mas ventajas para los poderosos y
mas desventajas para los débiles, generando al final un
enorme repudio en estos países por el modelo
neoliberal.
En el ámbito nacional ( Colombia )la
situación no es menos preocupante, el país esta
inmerso en una crisis
económica sin precedentes, ni la historia había
registrado en sus actas tal descalabro económico; por una
parte la inflación no sube de un digito pero no por
eficacia estatal ni por sus exitosos mecanismos, sino por la
escasez de dinero, este
deja de circular diariamente en grandes cantidades o circula tres
veces mas lento de lo normal, por consiguiente ni los oferentes
ni los demandantes tienen con que vender y/o comprar, el sector
bancario no desea prestar a las pymes por temor a
la perdida del capital
imposibilitando un crecimiento
económico a través de ese sector, además
hay enormes fugas de capital del país, la violencia de
los grupos al margen de la ley esta
aglutinando a centenares de personas diariamente en las grandes
metrópolis, creando una congestión económica
por falta de ayudas para estos desplazados y un aumento en los
cordones de miseria, niveles de violencia y brecha entre clases
socioeconómicas medias y altas con las clases
socioeconómicas bajas y los que se encuentran en un estado
de miseria absoluta. Los partidos políticos en el
país pelean por un interés
individual y no un interés colectivo, la burocracia y los
niveles de corrupción
tienden a disminuir pero parece ser un mal de nunca acabar, la
política sigue encaminada por los estrechos caminos de la
ignorancia y de la vista unidimensional, donde siguen creyendo
que
al pueblo hay que darle solo pan y circo debido a su " ignorancia
" ; la innovación y la creatividad
son palabras vetadas para la política y el que las adopte
tiene que retractarse o morir luchando por unas ideas distintas.
No muy lejos se encuentra los medios de
comunicación que con su pesimismo y negligencia
constante frenan el desarrollo
económico del país, de estos no hay un intento
siquiera de utilizar su fuerza ( que es de las fuerzas más
poderosas en el mundo entero) para lograr jalonar un crecimiento
económico en el país.
En fin, el crecimiento económico en el país ha sido
taponado por casi todos los costados, la falta de libertad
económica propicia la falta de liberad política, la
falta de libertad política genera falta de libertad social
y la falta de libertad social alimenta la falta de libertad
económica; también la legislación colombiana
aparece con las manos atadas( al igual que el estado), y
a la sociedad no le alcanzan sus múltiples y descomunales
esfuerzos. Además, el mercado no puede
seguir un curso normal para que por si solo logre distribuir lo
mas justo y equitativo que se pueda los recursos
disponibles, por lo tanto debería emitir reglas claras y
efectivas que direccionen las economías de mercados.
Por si no fuera demasiado, cómo deseamos reestructurar
sociedades y
llenarlas de gloria cuando la subcultura de desorden que hay al
interior de las naciones día a día crece con mas
fuerza, entonces sobre que bases puede haber una
reconstrucción social si hay intolerancia, hay
desigualdad, hay segregación racial o religiosa, hay
sexismo y hay una enorme marginación social que atomiza a
las sociedades y las hace casi imposibles de manejar.
Autor:
Andrés Julián Correa Cortes
Estudiante de Economía y Desarrollo
Universidad
Pontificia Bolivariana – Medellín
Colombia