Desde el principio eliminemos conjeturas. A la educación se le
exigen una serie de cambios a partir de factores que los incitan.
Tanto los sistemas
educativos en conjunto, como cada uno de los elementos
involucrados en el proceso, se
ven influenciados por los diferentes ámbitos de cambio, que
deben ser analizados en su totalidad, y a los que se debe
interrelacionar. En principio expondré una circunstancia
especial por la que se puede diferenciar las condiciones propias
del país, luego los diferentes factores que incitan el
cambio,
adicional a todo esto un fenómeno de contradicción
a raíz del mismo y finalmente haciendo una
interpretación sobre los elementos expuestos, una
interrelación, se presentarán en forma estructurada
los principales puntos de cambio de la educación en
Colombia.
Ahora bien; ¿cuáles deben ser los cambios?,
¿Cuál debe ser la posición intelectual de
los protagonistas del cambio? ¿Cuál debe ser la
nueva visión transformadora y dinámica, de la sangre misma de
quienes batallan a merced del ritmo que el mundo
contemporáneo va desencadenando?
La situación completa, que da respuesta a nuestras
preguntas, desata una verdadera "complejidad". De plano
indicaría que lo que se exige es un cambio, no solo por
que en todos los campos de actividad humana se producen
transformaciones (cambios) que apuntan al mejoramiento continuo,
por la importante influencia de factores que suscitan en el marco
de la realidad contemporánea exigencias originadas dentro
de la crisis propia
del mundo moderno, si no que también se halle antepuesta
una problemática característica nacional, a pesar de la
renovación educativa coyuntural, tarea que se demuestra
desde la carta
constitucional de 1991, la ley 30 de 1992,
la ley 60 de 1993 y
la ley 115 de 1994, con todos sus decretos y resoluciones
reglamentarias que le dieron a Colombia piso jurídico para
iniciar una transformación en búsqueda de calidad.
Comencemos por ubicar nuestra problemática característica nacional. El conflicto
armado colombiano, dimensionado en el contexto internacional, por
un estudio comparativo de las características
cuantificables comunes, entra en un nivel de "impacto sobre
algunas variables
económicas y, por esta vía, sobre el crecimiento
económico y el bienestar" (Juan Carlos Echeverri, El
conflicto
Colombiano, Lecturas dominicales, EL TIEMPO, 15 de
Abril de 2001).
Es importante señalar los riesgos
producidos por lo que se denomina: conflicto armado interno, CAI.
De acuerdo al estudio, el CAI es comparable solo con aquellos de
Afganistán, Angola, Sudan y Ruanda. Para mayores
consideraciones y a las ideas con que concluyen los informes, se
indica una persistencia en los sistemas de
violencia, "la
probabilidad
de resolver un conflicto es mayor durante su primer año;
una vez se pasa de este umbral, la probabilidad se
reduce y aparece un fenómeno de persistencia." (Collier
economista británico). El segundo conflicto armado en
Colombia, se inicia en la década del 60, y se intensifica
desde 1984. El fenómeno de persistencia continua hasta
hoy, y con ello su magnitud se intensifica.
Aparte de los efectos económicos iniciados con la
destrucción de capital
físico, humano y social, la descomposición del
mismo orden generada por la inseguridad y
la reducción de la libertad
humana, que produce altos costos, las
variables
económicas de propio crecimiento y desarrollo, el
ahorro, la
inversión, el consumo, el
nivel y la asignación de gasto publico y el déficit
fiscal, se
muestran terriblemente deteriorados. Todo esto apunta a la
pérdida de desarrollo,
traducida en una desviación de la senda del crecimiento de
riqueza.
La educación
debe sobrepasar su posición, dejando de lado la sola
asimilación de las circunstancias, la adopción
de estrategias con
referencia a los acontecimientos, sino que debe cumplir su tarea
como gestora de cambios. El caso particular de jerarquía
nacional tiene que ser asumido como contexto social, primero,
para gestar una educación que comprometa al individuo y a
la colectividad en la formulación y ejecución de
estratégicas que salvaguarden el bienestar social del que
adolecemos, la intensificación para reestructurar la
importante capacidad que requiere un país en el desarrollo
contemporáneo, el crecimiento, el fortalecimiento de la
creación de riquezas.
"Un país sin ideas, es un país a la
deriva, y parece ser que esta es la situación del nuestro,
un país que hoy en día carece de ideas claras,
carece de horizontes y sufre de la falta de puntos de
referencia.", tal fue la visión de Álvaro Mendoza,
hasta entonces Rector de la Universidad de la
Sabana en el XCVI concejo nacional de Rectores en Octubre de 1997
(La universidad
frente al país que queremos), y como lo hizo entonces,
continúa su aporte analizando un punto clave,
"¿qué ocurre aquí donde no pasan las ideas?,
¿Qué sucede en este país donde no circulan
las tesis y las
propuestas?, ¿quiénes en mejores condiciones para
hacerlas circular que nosotros, los hombres de la universidad?" a
lo que agregaría, la fuerza
completa para desentrañar el cambio, y que debe
comprometerse, es el conjunto completo de todos los niveles de
educación, el compromiso directo y conciente de todos sus
actores, y no de fuerzas separadas.
Hasta ahora podemos situar la necesidad por la que el país
completo, en sus características únicas y
especiales requiere a si mismo de una solución particular.
Pero las cosas no terminan aquí, a esta situación
se relaciona también la importante influencia, como lo
habíamos señalado, factores que suscitan exigencias
con respecto a la realidad contemporánea, y dentro de la
propia crisis del
mundo moderno.
Coloquemos en primer plano, por la manera directa en que se
afecta el tipo de educación para el que nos vemos
comprometidos, el conocimiento
científico, y en sí la ciencia y
la tecnología deben asumirse a través
de paradigmas de
renovación, de reorganización del pensamiento,
tal como lo señala Edgar Morín, quien
presentó para 1995 el documento "Siete saberes" , a
través de la UNESCO, dentro del programa
"Educación para un futuro sostenible". (Analizar el
documento hace parte de un importante proceso de
renovación educativa), el
conocimiento que hizo parte, y que surgió a partir de
un paradigma de
reducción-disyunción, convirtió al mismo
conocimiento
científico en una separación de disciplinas, en la
que dicha separación alejó el contexto propio del
conocimiento
en particular. "Debemos saber que todo conocimiento es una
traducción de datos sensoriales
y una reconstrucción mental, … Digamos que el
conocimiento de un dato necesita integrarlo en su contexto
para ser verdaderamente pertinente" (Edgar Morin, Reflexiones
sobre los siete saberes…). El vacío que afronta el
conocimiento como conocimiento pertinente involucra a la
educación, en un esfuerzo por colocar, como lo necesitamos
"un conocimiento capaz de unir las partes al todo y el todo a las
partes" (Morin).
La ciencia y la
tecnología
cambian y se transforman a pasos agigantados, en los que la
educación debe intervenir, contextualizandose frente al
desarrollo, cambiando a la par toda forma obsoleta de
trasmisión del conocimiento, y en la medida que implemente
herramientas
ontológicas, epistemológicas y
metodológicas, que afirmen dicha renovación.
La disposición que de la ciencia se
debe llegar a tener, no solo es de estructura por
medio del saber como un conocimiento pertinente. "…el problema
del riesgo de error y
de ilusión es un problema fundamental que se debe
enseñar a todos los niños y
a todos los ciudadanos"(Morin), "…Es necesario aprender
estrategias
para aprender a enfrentarlas (La incertidumbre), pero no
estrategias que supongan que el medio es estable sino estrategias
que nos permitan ser capaces de afrontar y modificar lo
inesperado a medida que encontramos nuevas
informaciones."(Morin). Tanto error e ilusión, como el
enfrentamiento hacia la incertidumbre, son escaños que del
proceso de aprendizaje en
ciencias se
debe apropiar el educador.
Grandes cambios, nuevas formas de concepción del
ser humano. Otro vacío que "no se enseña en ninguna
parte de manera fundamental: el significado de ser humano.
¿Qué es el ser humano? La condición humana
esta desintegrada" (Morin). Al tiempo que hace
parte de los paradigmas
fragmentarios del conocimiento, el desarrollo
humano llama y pone en la mira la situación en que la
educación debe trabajar. "los centros educativos deben
educar no solo en el saber y en el saber hacer (Profesionalizar y
preparar para el trabajo),
sino que deben desarrollar el ser".(Giovanny La Francesco, la
investigación pedagógica una
alternativa para el cambio educacional, Ed libros y
libros).
El ser humano como individuo, debe ser comprendido desde una
multidiciplinariedad, por ser en sí mismo un ser complejo,
tanto biológico, como social, psicológico, e
incluso cosmológico, en donde la educación sea
capaz de entender procesos de
formación "espiritual,
cognoscitiva–cognitiva–intelectiva,
psicobiológica, socioafectiva y comunicativa"
(LaFrancesco).
Se comprende desde esta perspectiva como el ser humano adquiere
necesariamente una identidad
terrenal globalizadora, puesta en marcha de un pensamiento
complejo capaz de ver las partes del todo, y el todo en sus
partes, los problemas que
aparecen ahora en el contexto mundial afectan la vida de cada uno
de nosotros, al igual que la participación conciente o no
de cada individuo esta involucrada en la solución, o por
lo menos en la estrategia
adoptada para afrontar la problemática global.
Parece de hecho como una extraña exageración, pero
se debe al vacío que señala Morin, falta una
apropiación de pensamiento reorganizador, de pensamiento
que relacione, para nosotros y para el mismo proceso de
educación. No fuimos educados en el significado del ser,
en la identidad
terrenal, en el conocimiento pertinente, por eso se necesita de
un re-aprendizaje, y la
proyección de un pensamiento de acción manifestado
en realidades concretas.
Adicional a los diferentes factores de exigencia
expuestos, se hallan en niveles de igual importancia, los cambios
frente a modelos
pedagógicos, a las nuevas tendencias administrativas, y al
nuevo orden político, social y económico
internacional.
De la practica real educativa se generan y expresan diferentes
problemáticas que deben ser asumidas, con la necesidad de
construir nuevos modelos
pedagógicos. Las estrategias para realizar los procesos
pedagógicos contemporaneos contextualizados deben abarcar,
tanto la nueva visión del conocimiento, del conocimiento
científico, de los avances que aportan las diferentes
disciplinas que sirven de herramienta a la pedagogía, la problemática del
aprendizaje. Tanto instrumentos ontolólicos,
epistemológicos, y metodológicos, la adopción
de un papel de
invetigación dentro del que hacer docente. Esto se
relaciona también con las nuevas tendencias
administrativas, y el nuevo orden global
contemporáneo.
A nivel administrativo, se debe dar un vuelco total que
reoriente, del sistema actual,
la pedagogía al servicio de
la
administración, a un nuevo sistema, de la
administración de "calidad y
competitividad"(Cornejo), al servicio de
una educación renovadora del cambio. Las administraciones
tradicionales adolecen de calidad total,
planeación estratégica, estructura
organizacional, reingeniería, y modelos de gestión, y debe convertirse en una
"empresa
racional". (LaFrancesco). La marcha en la que las empresas de todos
los sistemas de
producción, con respecto a las disposociones de los
modelos
económicos que se aseguran el paso de liderazgo en
los paises industrializados, adquieren por necesidad, nuevas
dimensiones. Una empresa que
marche con respecto a parámetros de calidad, fortalece las
condiciones de sus "operadores de linea", de su capacidad de
operación a través de "líderes de calidad".
La educación requiere de la adopción de los
parámetros de calidad a nivel del sistema completo, y de
"líderes de calidad", tanto docentes como directivos, y en
si mismos como "operadoeres de linea", comprometidos y
capacitados.
En el plano del nuevo orden político, social,
económico internacional, se corre un riesgo de
extinción frente al ritmo que se impone, y cuya dirección exige una renovación de
los sistemas educativos, de la misma manera que se señala
en el contexto particular Colombiano, como co-gestores del
cambio, y no de sola adaptación.
Rodolfo Llinas nos plantea: "El problema no es solo donde
estará Colombia dentro de 200 o 1000 años, sino
cual será su recorrido dentro de este marco temporal y su
posicionamiento en el panorama humano e
internacional. En el futuro, la velocidad, el
ritmo de cambio y la calidad de creación y
adquisición de sistemas de
información y conocimiento serán en la economía dominantes,
los indicadores
determinantes de los distintos niveles de productividad
inteligente, mediante los cuales se discriminan las expresiones
de creatividad y
bienestar humano… Colombia requiere un nuevo sistema educativo
que fomente las habilidades científicas y
tecnológicas, así como culturales y
económicas". (Colombia al filo de la
oportunidad).
A partir de todos lo ámbitos expuestos, no cabe
duda del compromiso y la tarea que debemos cumplir, educadores e
individuos involucrados en los cambios. Pero a la par, existe un
fenómeno de contradicción frente al mismo cambio,
frente a las mismas exigencias. Lo que ocurre, (nos
podríamos preguntar:¿Existe choque contra el
cambio?),es que a partir de las circunstancias presentadas en el
contexto actual, el cambio educativo en Colombia se generó
como cambio impuesto. "Cuando
los cambios que se dan en educación son impuestos y no
voluntarios y cuando se ejerce la presión de
la autoridad para
lograrlos y no la convicción de la autoridad
epistemológica, lo más lógico es encontrar
resistencia al
cambio y actitudes y
comportamientos negativos frente al mismo. Este es nuestro caso,
en que la ley obliga y los docentes y directivos docentes se
sienten presionados para responder a tareas que no estaban
previstas, no eran incluidas en sus planes y programas
tradicionales, no estaban tenidas en cuenta en sus procesos
instruccionales y para las cuales no se habían preparado.
Esto genera tensión, incertidumbre, inconformidad, rechazo
e indisposición."( Lafrancesco)
La diferencia radical en contraposición al cambio impuesto, es del
rechazo al compromiso. Adicional, y aplicado a nosotros mismos,
"Educar tiene por misión
profunda problematizar y cultivar, y cultivar quiere decir ser
capaz de dar a cada uno, los medios para
que por sí mismo, contextualice, globalice y relacione".
(Morin). Compromiso, problematizar y cultivar. La tarea de
auto-transformación, no es ni será un proceso
acabado, y si la educación exige individuos en constante
re-aprendizaje, es por que requiere llegar a ser "un sistema que
se bucle a si mismo y crear su propia autonomia".(Morin). La
contraposición al cambio, sea impuesto o no, produce
solamente la paralización de un esquema, volver al
tradicionalismo, y en vez de eso promulgar la
conscientización y la adopción de estrategias
consecuentes a las exigencias, sobrepasaria el rechazo y
contagiaría mas la fuerza
dinamizadora de los cambios.
Adopción de un pensamiento reorganizador, relacionador,
puesto en marcha en acciones
concretas frente al cómo. ¿Qué se exige?, la
respuesta en todos los ordenes es cambio. Un cambio propio del
rol nuestro como educadores, cambio que no solo debe reflejarse
en la verbalización, importante por demás, sino que
debe enfrentar la realidad con el compromiso que caracteriza un
cambio voluntario, la misión de
problematizar- crear, y cultivar. Tanto por el hecho de la
situación particular, la crisis que afronta Colombia, y
por los diferentes factores que estructuran la exigencia a los
cambios, frente a la ciencia y a la
tecnología, frente al desarrollo
humano, el significado del ser humano, la identidad terrenal,
frente a un nuevo modelo
pedagógico, un nuevo enfoque administrativo, y un nuevo
orden político, social, económico internacional, la
educación debe adquirir las competencias
necesarias, y cualificarse para las diferentes exigencias, y de
hay el inevitable cambio en los roles de los co-participantes.
Con respecto a todos estos factores de cambio las exigencias, de
principal coyuntura, en la educacación como sistema
completo debe:
- Sobrepasar la simple adopción de estrategias
frente a la situación, sea de jerarquia nacional, como
internacional-globalizadora, para ser gestora de desarrollo,
inpulsora de cambios. - Con respecto a la situación, la
transformación que debe gestar el sistema educativo
colombiano debe llegar al fortalecimietno de las vias de
crecimiento, la producción de riqueza, y la
reconstrucción del bienestar social y
humano. - La incorporación de una visión de
educación que amplifique el orden de crecimiento
intelectual-cognitivo, a través del desarrollo humano,
una educación para el ser humano integral. - Adquirir la
organización de empresa de
calidad, con respecto a los mismos requerimientos, con una
administración dinamizadora al servicio
del desarrollo pedagógico.
Y con respecto a cada uno de los individuos que
participamos en el proceso de cambio con y a las exigencias
generadas, en forma básica el educador que se exige
debe:
- Convertirse en "lider de calidad", para conformar
la empresa
educativa que genere el cambio, y no en un simple obrero que se
amolda al cambio. - "Aprender a aprender", y lograr el re-aprendizaje de
las herramientas
intelectuales, ontológicas, epistemológicas y
metodológicas acordes al cambio de paradigma,
del paradigma disyuntivo al paradigma reorganizador y
relacionador, ajustandose a las nuevas perspectivas de la
ciencia, la tecnología y el conocimiento.
(Adopción de un pensamiento complejo totalizador,
aplicado en el propio que hecer pedagógico).
Autor:
Víctor Javier González Amazo
Universidad de Cundinamarca
Facultad de ciencias de la
educación
Departamento de matemática
y física