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Fundamentos para la formación socio-humanista del arquitecto




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    Fundamentos para la formación
    socio-humanista del arquitecto.

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Fundamentos filosóficos e
    históricos

    3. Lo socio-humanista y la
    arquitectura

    4. Lo socio-humanista en la
    formación del arquitecto

    5. Consideraciones
    Finales

    1.
    Introducción

    El término socio-humanista o
    socio-humanístico, tal como aparece en documentos de la
    producción teórica y en planes de
    estudio de la carrera de arquitectura,
    integra dos elementos: la condición humana y a la vez el
    carácter social de su existencia. El
    presente trabajo trata de lo socio-humanista en relación
    con la arquitectura y la formación del arquitecto, y es
    parte de un trabajo de investigación que se desarrolla para
    fortalecer esta dimensión de la formación del
    profesional; tiene el objetivo de
    profundizar en la conceptualización del tema, y analizar
    cómo se concibe en la formación del arquitecto en
    particular. Estos problemas
    están presentes en el panorama educativo a nivel
    internacional, por ejemplo en la Declaración Mundial sobre
    la Educación
    Superior en el Siglo XXI, en las misiones y funciones de
    la
    educación se quiere "..contribuir a proteger y
    consolidar los valores de
    la sociedad, velando
    por inculcar en los jóvenes los valores en que
    reposa la ciudadanía democrática y proporcionando
    perspectivas críticas y objetivas a fin de propiciar el
    debate sobre
    las opciones estratégicas y el fortalecimiento de enfoques
    humanistas"
    En relación con la enseñanza de la arquitectura, tanto a nivel
    nacional como internacional se observan preocupaciones en este
    asunto, por ejemplo en la I Bienal Iberoamericana de Arquitectura
    e Ingenieria Civil
    se cuestionó la "…calidad humanista
    del profesional " que estamos formando. Lo anterior se refiere a
    la formación del individuo: a cualidades, valores,
    actitudes, a
    nivel personal y
    profesional; pero si analizamos la arquitectura como objeto,
    también encontramos la necesidad de enfocar la
    creación de esta con enfoque socio-humanista.

    2. Fundamentos
    filosóficos e históricos

    Los individuos no pueden entenderse fuera del contexto
    social en el que viven, tal como afirmó uno de los
    fundadores de la sociología moderna, Emile Durkheim. Este
    trabajo tiene sus fundamentos filosóficos en la teoría
    del desarrollo
    social, donde se definen bien las leyes del mismo y
    la dialéctica individuo-sociedad. Por supuesto que esto se
    da históricamente, y con el desarrollo de
    la sociedad evolucionaron también las teorías
    y concepciones referentes al humanismo y a lo
    social; el término humanismo ya se menciona en la
    antigüedad por Cicerón, y existe una evolución de las ideas sobre el hombre y la
    sociedad hasta los postulados del marxismo.
    En relacion con lo social, la sociedad se caracteriza por un
    sistema de
    relaciones que se establecen entre los individuos y grupos con la
    finalidad de constituir cierto tipo de colectividad; el materialismo
    histórico rechazó el término sociedad en
    general, para referirse a las sociedades
    históricamente determinadas en un tiempo y espacio
    dados. Sociedad implica formas de convivencia de los seres
    humanos entre si y con el entorno, interacciones con el
    propósito de satisfacer necesidades materiales y
    espirituales. Lo social según Bagú se da como el
    modo en que los hombres se relacionan entre sí.
    El humanismo en filosofía se refiere a la dignidad y el
    valor de la
    persona, el
    valor de lo humano. La ideología del humanismo es un conjunto de
    concepciones sobre el respeto a la
    dignidad humana, por el bienestar y el desarrollo multilateral de
    las personas, por crear condiciones de vida social favorables. El
    pensamiento
    humanista como reflexión filosófica acerca del
    hombre y su
    esencia está presente en corrientes filosóficas,
    artísticas y psicológicas tanto marxistas como no
    marxistas; en el siglo XX por ejemplo, el filósofo no
    marxista Martín Heidegger, precursor de la fenomenología y el existencialismo, afirmó que el humanismo
    consiste en reflexionar y velar por que el hombre sea humano y no
    inhumano o bárbaro, es decir, fuera de su esencia.
    El Humanismo en lo filosófico y literario-cultural se
    identifica como el movimiento que
    surgió en Europa en
    el
    Renacimiento durante siglos XIV y XV, con importantes figuras
    como Dante y Petrarca. Ideales humanistas fueron expresados por
    Giovanni Pico della Mirandola, en Oración, obra que trata
    sobre la dignidad del ser humano, y la invención de la
    imprenta a mediados del siglo XV significó un impulso
    mediante las ediciones de los clásicos. En Italia se
    desarrolló en la literatura y el arte, y en Europa
    Central con figuras como Reuchlin y Melanchthon penetró en
    la teología y la educación. Uno de los
    más importantes en Francia fue
    Erasmo de Rotterdam. El Renacimiento se
    caracterizó por reconocer el valor del hombre en su
    plenitud y reconocerlo en su mundo, que es el de la naturaleza y la
    sociedad; y el Humanismo fué, en esta época, la
    doctrina que sustituyó al escolasticismo como
    filosofía principal en Europa, también fué
    basamento de la Reforma en que se gestó el protestantismo,
    y todo este devenir histórico del sistema medieval
    abrió el camino para el crecimiento del capitalismo
    moderno.
    En su evolución posterior, el humanismo burgués se
    expresó en obras de los enciclopedistas del siglo XVIII y
    en los ideales de la Revolución
    Francesa: "libertad",
    "igualdad",
    "fraternidad" , que resumían la aspiración de los
    hombres a desarrollar su "auténtica naturaleza", a
    despojarse de servidumbres y opresión. No obstante, este
    humanismo burgués como es conocido tiene limitaciones,
    pues se daba en una sociedad dividida en clases y en la que
    predominan valores de individualismo; resulta muy difícil
    en la práctica evitar los antagonismos entre los
    propósitos humanistas de realizar la "auténtica
    naturaleza humana", y por otra parte la realidad de la vida
    social.
    En los siglos XIX y XX el humanismo tiene conexión con
    tendencias filosóficas y artístico-literarias como
    el existencialismo (Dostoiesvky, Sartre). Los
    enfoques y doctrinas humanistas se presentan hoy, con sus
    particularidades, en áreas como la educación, en la
    psicología, en el basamento
    ideológico de partidos
    políticos, grupos religiosos y organizaciones
    sociales diversas.
    El humanismo en la época del surgimiento de las doctrinas
    del socialismo y el
    marxismo en el siglo XIX se replantea la esencia humana no sobre
    bases metafíscas e ideales, sino en corespondencia con un
    sistema social que garantice la plena liberación del
    individuo de las condiciones que originan desigualdad y
    explotación. Es por tanto una concepción nueva
    cualitativamente, como resultado de un proceso
    histórico y dialéctico de la humanidad en busca de
    la expresión y realización de los valores
    humanos en su plenitud.
    Algunas ramas del conocimiento
    consideradas hoy como humanísticas son: la Antropología, la Filosofía, la
    Historia y el
    Derecho. También existe una agrupación de
    disciplinas científicas que tienen como objeto de estudio
    al hombre, denominadas ciencias
    humanas, y comprenden una diversidad de estudios en lo
    biológico, psicológico, sociológico etc,
    estas son:
    Anatomía
    Antropología (física, estructural y
    social)
    Antropometría
    Arqueología
    Demografía
    Ecología
    humana
    Ergonomía
    Etnografía
    Etnología
    Etología
    Fisiología
    Lingüística
    Parapsicología
    Patología
    Psicoanálisis
    Psicología
    Psicología social
    Psiquiatría
    Sociología.
    Estas tienen diferente grado de desarrollo como ciencias, y
    diferentes objetivos y
    métodos;
    también difieren en la manera en que se pudieran vincular
    a la arquitectura y por tanto a lo curricular para la
    formación del arquitecto. Desde los años 60 y 70,
    caracterizados por tendencias cientificistas y
    metodológicas del diseño
    en países desarrollados, se publicaron trabajos sobre
    relaciones de estas ciencias con los problemas del entorno, se
    hicieron eventos y fueron
    de interés
    por instituciones
    como la Environmental Design Research Association

    3. Lo socio-humanista y la
    arquitectura

    La arquitectura y el entorno espacial construído
    tienen una connotación humanística y social de modo
    que edificar se considera una dimensión del ser humano; se
    afirma que entre los primeros actos de civilización
    están la producción de instrumentos de trabajo y la
    construcción de la morada o el espacio
    habitable.
    La esencia de la arquitectura es la creación del espacio
    (arquitectónico y urbano), que debe constituir el ambiente
    adecuado para las actividades humanas según un sistema de
    condicionamientos diversos (tecnológicos,
    ecológicos, etc). Por otra parte la relación
    arquitectura-contexto histórico se investiga mediante el
    análisis integral de los sistemas
    arquitectónicos y urbanos; por ejemplo esto se evidencia
    en estudios sociales como los de Engels en el siglo XIX, en los
    que se explican las infrahumanas condiciones del medio habitable
    del proletariado inglés,
    lo que se menciona según Sennet como: "..las terribles
    ciudades industriales de Inglaterra…".
    En la conceptualización del tema una cuestión sobre
    lo humanístico y la arquitectura es cómo se ha
    concebido la relación hombre-arquitectura. Aquí se
    destaca la escala humana,
    que significa relaciones del edificio respecto al hombre como
    referencia, algo que no se manifiesta en el aspecto funcional o
    utilitario totalmente sino más bien con sentido
    estético. Esto va desde Grecia con la
    escala humana en el Partenón, hasta el Modulor, sistema de
    proporciones ideado por el arquitecto Le Corbusier en 1951 basado
    en la sección áurea, que se rige por las medidas de
    una figura humana. Lo anterior permite distinguir entre el
    edificio a escala humana, y el edificio a escala monumental como
    sucede en Roma, donde lo
    esencial son las funciones sociales de la arquitectura y la
    escala no será la humana, sino la que expresa la grandeza,
    el dominio y el
    poder del
    imperio. También en Roma se señala a Vitruvio,
    quien establece una relación hombre-arquitectura de tipo
    antropomórfica: según la teoría de la
    mímesis de Aristóteles, Vitruvio relaciona los
    órdenes arquitectónicos y el cuerpo humano,
    así por ejemplo se establece la correlación entre
    las partes de la figura humana y las de una columna en
    arquitectura; estas y otras concepciones similares sobre la
    relación hombre-arquitectura, comunmente sustentadas en
    posiciones filosóficas idealistas y/o religiosas han
    trascendido hasta el sXX, por ejemplo Bragdon en un texto sobre
    estética de la arquitectura relaciona
    teorías antropométricas con planos y elevaciones de
    edificios.
    Con el cristianismo
    en sus inicios, en el templo se alcanza una fusión de
    la escala humana de los griegos y el espacio interno de los
    romanos con el fin de la función
    social expresada en el culto religioso.
    En el Renacimiento el ideal humanista en la arquitectura se
    manifiesta en términos espaciales, en ejemplos
    significativos como San Lorenzo se evidencia que el hombre,
    observador en el espacio, lo "mide" fácilmente y asimila
    sus leyes; con Bruneleschi se afirma: "..ya no es el edificio
    quien posee al hombre, sino es el hombre mismo que aprehendiendo
    la simple ley del espacio,
    posee el secreto del edificio"; esto es trascendente para el
    pensamiento moderno en la arquitectura, o sea la idea del
    control del
    hombre sobre el espacio y no a la inversa.
    El Movimiento Moderno en el sXX, con la corriente del funcionalismo
    proclamó lo utilitario y la estandarización, por
    ejemplo en la vivienda la aplicación de estos principios
    responde a satisfacer necesidades sociales masivas; y la
    corriente de la arquitectura orgánica atiende
    particularmente, además de lo funcional, a la
    psicología del hombre. Su trascendencia es la
    contribución a la humanización de la arquitectura,
    de lo que es un ejemplo paradigmático el proyecto del
    sanatorio de Paimio (Finlandia 1929-1933) del arquitecto Alvar
    Aalto diseñado al servicio del
    bienestar humano, de la calidad de
    vida.
    En el campo de la teoría del arte, y analizando la
    relación hombre–arquitectura, cabe mencionar una
    interpretación de tipo fisio-psicológica de la
    arquitectura basada en la teoría del Einfuelhung,
    según la cual se produce la extensión del propio yo
    (del arquitecto o del usuario de la obra) en los elementos
    arquitectónicos, siendo una manera de humanizar el
    edificio por la identificación del hombre con la forma
    arquitectónica.
    Todo lo anterior expresa la evolución de la
    relación hombre–arquitectura, desde las concepciones
    basadas en leyes de la belleza, hasta la época moderna
    donde podemos citar uno de los maestros de la arquitectura del
    siglo XX, F.L.Wrigth, cuando afirmó que el arquitecto
    construye "..para la vida que se vive dentro de la
    construcción", afirmación de un sentido humanista
    legítimo; pero también esta idea se pudiera
    contraponer con lo expresado por otro de los maestros, Le
    Corbusier, quien enfoca el tema en una perspectiva social
    realista de acuerdo a la época, develando una
    contradicción entre los ideales humanistas como
    aspiración de la arquitectura, y la sociedad capitalista:
    " El siglo XX no ha construído para el hombre, ha
    construído para el
    dinero".
    La arquitectura es una creación humana, y por tanto un
    componente de la sociedad y la cultura, pero
    en el mundo actual, con
    la
    globalización y el hegemonismo ideológico del
    capitalismo, se divulga, se persuade o sencillamente se impone
    desde los centros de poder esquemas y patrones ajenos al contexto
    socio-cultural de nuestros países. En relación con
    los valores de cultura e identidad,
    Martín del Campo reflexiona acerca de la creación
    actual y afirma que "..la práctica cotidiana de la
    arquitectura avanza hacia el desastre, dilapidando sus tesoros
    culturales y sociales, poniéndose al servicio de la
    voracidad especulativa vigente.", según este autor,
    "habitarse a sí mismo" en un punto crucial de la
    Arquitectura que tiene que ver con una ética de
    la profesión: "..¿Cuándo me topo con
    arquitectura auténtica?: Cuando encuentro un trabajo
    constructivo que le da al hombre su lugar".
    Por otra parte en relación con lo tecnológico y
    económico, lo socio-humanista de la arquitectura no tiene
    estrictamente una relación causal directa con el nivel de
    desarrollo, pues: "…los países que supuestamente tienen
    un alto grado de civilización, de organización civil, de leyes que procuran
    que el hombre pueda habitar en ciudades limpias y bien trazadas
    son los que generan las tendencias actuales de la arquitectura
    deshumanizada, el espacio hostil, y la
    incomunicación."
    En nuestra realidad, la deficiente concepción de
    edificios, espacios y conjuntos
    urbanísticos son ejemplo de la necesidad de crear el
    espacio o ambiente humanizado. Considerando la
    satisfacción del ser humano como esencia de la
    arquitectura, el mexicano José Villagrán,
    decía que las formas de Arquitectura poseen cuatro
    dimensiones correlativas a las del hombre: la dimensión
    física, la dimensión biológica, la
    psicológica y la del espíritu o de la cultura, por
    lo cual la esencia de la Arquitectura está en "construir
    espacios habitables por el hombre contemplado en su compleja
    integridad sustancial". En forma más sintética
    decía que "Arquitectura es el Arte de construir la morada
    integralmente humana"
    En la producción teórica sobre arquitectura y
    diseño hay conocimientos relativamente recientes que
    resultan de interés, estos son diseño ambiental, y
    ambiente humano, el segundo expresa que el ambiente en que
    existimos es una resultante dada por la interacción
    dialéctica de un medio físico y un medio
    socio-cultural. El diseño ambiental será por tanto
    la acción de proyecto integral sobre todos los componentes
    del ambiente humano, y de aquí se infiere que la
    formación socio-humanista del arquitecto puede ser de
    hecho un factor que coadyuva al diseño del ambiente
    humano.
    Por otra parte, en la época contemporánea un fuerte
    basamento conceptual para la formación socio-humanista
    tiene que considerar la teoría del Desarrollo
    Sustentable, o pudiera ser más apropiado la
    expresión Desarrollo
    Humano Sustentable, concepción que integra los
    aspectos incidentes en el desarrollo social teniendo en el centro
    al ser humano. En el caso de esta carrera, el enfoque en sistema
    deberá estudiar la relación entre la naturaleza, el
    ser humano y la arquitectura, de acuerdo a las realidades de hoy:
    "La relación entre la naturaleza, el ser humano como ser
    social y la Arquitectura como parte de la sociedad y la cultura,
    debe convertirse en un sistema integrativo e interactivo,
    tendiente a lograr la felicidad (el bienestar, la seguridad
    física y sanitaria, la libertad, democracia,
    equidad, justicia
    social y progreso) de todos los seres humanos; en y con un
    ambiente interactuante, protegido de cualquier contaminación y con un equilibrado
    aprovechamiento de los recursos
    naturales que garantice indefinidamente la vida en el
    planeta, bajo las condiciones antes mencionadas." En resumen, lo
    humano es una de las dimensiones básicas de la
    sustentabilidad.

    4. Lo socio-humanista en
    la formación del arquitecto

    En relación con la arquitectura y su
    enseñanza, los autores que tratan el tema hacen propuestas
    de cambios en los contenidos y estrategias de
    enseñanza, así como rasgos que deben caracterizar a
    la institución donde se forman los arquitectos,
    según Salas Jáuregui un rasgo que debe ser
    predominante es "profundizar el vínculo universidad-sociedad, desde la perspectiva de
    atender las demandas de las clases mayoritarias". En la escuela de
    arquitectura se propone que el alumno adquiera los conocimientos
    y habilidades para enfrentar los problemas de la ciudad, en
    beneficio de las mencionadas clases mayoritarias. Tiene
    importancia para la formación socio-humanista el hecho de
    que la tarea del arquitecto adquiere su dimensión en la
    medida de que toma conciencia de su
    papel
    histórico, de la arquitectura y el entorno
    construído, lo que implica su ubicación en una
    etapa concreta del desarrollo social, es decir, cuando se
    implican aspectos ideológicos, políticos y
    culturales.
    Sobre la formación del profesional, hoy la crítica
    de autores extranjeros va dirigida contra la formación
    excesivamente prágmática y tecnológica que
    proporcionan algunas escuelas de arquitectura, que se orientan
    demasiado a formar expertos en ramas como la informática, el negocio de los bienes
    raíces etc, y que consideran la historia, la ética
    o la dinámica social como asuntos que no hay que
    tomar con interés pues no brindan gran "utilidad".
    En lo planteado por autores nacionales, se aborda el tema en
    general y en algunos casos sobre carreras técnicas
    en particular; Ramos Serpa sobre la formación humanista
    plantea que " …esta representa la elaboración y
    apropiación por parte del sujeto, a través de la
    vida curricular, de una concepción integral acerca de la
    naturaleza, del hombre y de la sociedad…". Arana y Armenteros,
    la denominan formación socio-humanista, y la definen como
    "…conocimiento del valor de la vida humana, autoconocimiento
    como hombre." y explican que esta se sustenta en la
    relación individuo-profesión-sociedad, a
    través de la actividad del estudiante: académica,
    laboral e
    investigativa.
    La formación socio-humanista se puede potenciar tanto en
    el aspecto curricular como en el proceso docente educativo en
    toda su extensión; aquí es importante la
    educación del profesional en valores. Se considera que en
    la carrera deban existir contenidos que eduquen en determinados
    valores; estos pudieran ser valores generales como la igualdad y
    el sentido de justicia, pero existen otros más
    específicos; por ejemplo pudieran ser asociados más
    directamente con la profesión del arquitecto la creatividad
    (para la actividad de diseño) y la cooperación
    (para el trabajo en
    equipos). A partir de esto pudiera preguntarse ¿qué
    contenidos son los que educan en valores?; al respecto Viviana
    González plantea que el valor se puede dar en contenidos,
    pero sólo en aquellos que toquen fibras afectivas. Este
    enfoque psicopedagógico trata sobre el aspecto subjetivo
    de los valores, que se manifiestan como motivos de la
    actuación y se convierten en reguladores de la conducta.
    En investigación sobre enseñanza de las
    ingenierías en España,
    Pérez Vázquez plantea que "..parece que las
    caracterísicas personales, valores, y
    actitudes se desarrollan lentamente", y trata sobre el valor que
    encierra un objeto, fenómeno o actitud, donde
    interviene un proceso individual y otro a nivel social. Como
    categoría, se subdivide en
    aceptación-preferencia-convicción. La
    consideración de estos es importante para el
    propósito de la formación socio-humanista del
    profesional, y estos subniveles se explican de la siguiente
    manera:
    -Aceptación del valor: el alumno se halla en
    posesión de una opinión (un conocimiento), lo
    acepta, lo considera correcto.
    -Preferencia por el valor: trata de identificarse con el valor,
    lo desea, se somete a el.
    -Convicción: se halla en posesión del valor, trata
    de cultivarlo y profundizarlo. Tiene elevado grado de certeza, no
    cambia fácilmente de opinión.

    Para la escuela de hoy como institución social,
    educar en valores de dimensión humana y valores sociales
    es de alta importancia. En Estados Unidos
    por ejemplo, L.Shapiro menciona investigaciones
    que demuestran como un aspecto cognoscitivo, el llamado
    Coeficiente de Inteligencia
    (CI) se ha incrementado comparativamente en el tiempo, con un
    "salto" desde que fué medido por primera vez (esto se
    conoce como Efecto Flynn), pero contradictoriamente las
    capacidades emocionales y sociales de las nuevas generaciones
    parecen disminuir. Los trágicos hechos de violencia y
    criminalidad que en esa sociedad involucran a niños y
    adolescentes
    demuestran una tendencia a la deshumanización y
    enajenación del individuo, fenómeno que tiene en
    ese contexto específico muchas causas: el impacto negativo
    de la
    televisión, el cine y otros
    medios de
    comunicación, el incremento de los divorcios, el
    sistema de valores que predominan en esa sociedad y la
    disminución del papel y la autoridad de
    la escuela como institución social. Nuestra sociedad no
    está ajena a influencias nocivas y a condicionantes, ya
    sean globales o internas, que tienen un impacto negativo y
    plantean desafíos al sistema educativo. De lo anterior se
    infiere que un problema actual a enfrentar en la educación
    está dado porque una enseñanza orientada
    sólo a desarrollar el nivel de conocimientos
    científico-tecnológicos, las habilidades, la
    inteligencia y el desarrollo cognoscitivo, no implica que
    necesariamente el individuo esté plenamente formado, que
    sea portador de valores humanos y asuma una actitud social de
    compromiso en las diversas facetas de su vida personal, familiar,
    profesional etc.
    Otro aspecto muy relacionado con la formación
    socio-humanista es lo interdisciplinario, Aguirre Cárdenas
    ha tratado el asunto a partir de que la arquitectura se presenta
    como modelo de
    interdisciplinariedad de tres áreas del conocimiento:
    Humanidades, Artes y Ciencias.
    La demanda social
    al sistema educativo y la respuesta que se brinda a la
    formación del profesional en este sentido, se refleja en
    diferentes planes de estudio de arquitectura y documentos afines,
    que ilustran cómo se plantea la educación
    socio-humanista del ingeniero y el arquitecto en lo
    curricular.
    En España, como anecedente histórico se observa que
    los planes de estudio de 1875 y 1896 incluían en el Tercer
    Curso una materia:
    Estudio de los edificios bajo el punto de vista de su fin social.
    La Universidad Politécnica de Madrid organiza todos los
    años unas "Jornadas de Humanidades para Ingenieros y
    Arquitectos". En un documento de la Junta de Directores de las
    escuelas de arquitectura de España, se resumen criterios
    comunes a todos los planes de arquitectura del país; se
    observa el interés por contenidos de tipo socio-humanista,
    que se enuncian como contenidos sobre ciencias humanas
    relacionadas con la arquitectura, se plantea: La capacidad para
    comprender las relaciones entre las personas y las creaciones
    arquitectónicas, y la capacidad de comprender la
    profesión en su función en la sociedad, elaborando
    proyectos que
    tengan en cuenta factores sociales. Aunque el plan de la ETSA
    la Coruña, España, establece la formación
    del arquitecto de modo más orientado a lo
    tecnológico, pero plantea que deberá tener
    "conocimientos acertados de historia y de teoría de la
    arquitectura, así como de las artes, tecnologías y
    ciencias humanas relacionadas".
    En Estados Unidos, universidades caracterizadas por gran
    especialización como la de Yale conciben una
    formación científico- técnica que se
    complementa con el estudio de Humanidades. Berkeley incluye
    asignaturas de Etica, Relaciones
    Humanas y Comunicación Oral y Escrita.
    En el ámbito de Latinoamérica, en México la
    Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto
    Politécnico Nacional imparte como materias del Area
    Socio-Humanística: Metodología de la Investigación,
    Economía,
    Estructura y
    desarrollo de México, Sociología, Relaciones
    Humanas, y Administración. El conjunto de estas
    pretende un perfil profesional comprometido y consciente de sus
    responsabilidades para con su entorno social, y para él
    mismo. El Plan de estudios de Arquitectura en la Universidad
    Autónoma de Guadalajara, considera aspectos relacionados
    con el enfoque socio-humanista del arquitecto: contar con
    capacidad creativa, tener sensibilidad artística,
    habilidad para el dibujo y
    disposición hacia la cultura en general.
    En Perú, el plan de estudios de arquitectura en la
    Universidad Nacional Federico Villarreal concibe la
    educación del arquitecto en tres aspectos: el pensar, el
    hacer, y el sentir. El último implica comportamiento
    adecuado, actitudes éticas, humanas, intelectuales,
    sociales, que comprenden la responsabilidad del profesional ante la sociedad y
    ante si mismo
    Lo humanístico se plantea vinculado con la
    profesión: el planeamiento, los
    fenómenos bio-psico-sociales de la persona humana como
    usuario de la arquitectura, el habitat (problema de vivienda como
    asignatura representativa), y se plantea como complementario en
    el área de humanidades: el arte, el civismo, lo
    socio-político, lo deportivo. Se afirma que el proceso del
    conocimiento tiene diferentes componentes, uno de ellos el
    ideológico-social, donde el estudiante debe captar
    elementos axiológicos de la profesión y en base a
    ellos logrará comportamientos de compromiso. En las
    asignaturas se observan las que tratan la dimensión
    socio-humanista:
    El plan de estudios de arquitectura en la Universidad Central de
    Venezuela
    plantea que la función en la arquitectura incluye aspectos
    utilitarios, pero además estéticos y éticos,
    se expresa que un requisito primordial de la formación
    debe ser la capacidad de reflexionar autónomamente
    respecto al mundo y a su propia disciplina, de
    modo que el arquitecto "…se expresa a través de su
    intervención en la realidad concreta".
    En Argentina, la
    Universidad de Buenos Aires se
    propone como objetivo formar arquitectos aptos para
    diseñar, programar, dirigir y construir los edificios y
    espacios necesarios para albergar las actividades del hombre en
    sociedad, satisfaciendo las necesidades y aspiraciones que
    ésta demanda y se define un modelo de profesional que se
    desempeña en la esfera privada, en forma individual, o
    integrando equipos de
    trabajo en estudios de arquitectura.

    La formación socio-humanista desde el encargo
    social en Cuba:
    El plan de estudios de arquitectura se despliega a partir del
    Modelo de Profesional; según la metodología para el
    diseño de planes de estudio estos se fundamentan en tres
    elementos principales: los objetivos (para qué), los
    contenidos (el qué), y los principios organizativos del
    proceso docente educativo (el cómo).
    El primero de los componentes, los objetivos, tienen un papel
    decisivo en la génesis del Modelo del Profesional pues se
    conforman según:
    -el análisis del encargo social
    -la Revolución
    Científico-técnica
    -las exigencias de la producción y los servicios
    De lo anterior se derivan los conocimientos, habilidades, valores
    sociales, y rasgos de la
    personalidad. Los aspectos anteriores
    son los que permiten determinar cómo debe ser el
    profesional y las tareas que debe realizar, lo que constituye la
    esencia del modelo del profesional. Con algunas semejanzas se
    observa este modelo en planes extranjeros revisados, aunque
    también se dan algunos que van directamente al mercado de
    trabajo, y desde aquí organizan contenidos curriculares,
    lo cual a nuestro criterio no se debe confundir, o sustituir, en
    lugar del modelo del profesional.
    Los elementos del Modelo del Profesional de la Carrera de
    Arquitectura que tienen implicación en la formación
    socio-humanista: En la Estrategia de
    Perfeccionamiento del plan, los elementos de interés para
    la formación socio-humanista son el enfoque del desarrollo
    económico y social sustentable, fortalecer la
    conceptualización de la actividad proyectual, estructurar
    el proceso docente sobre la base del protagonismo estudiantil, la
    formación cultural como vía para incrementar la
    calidad de la Arquitectura y el Urbanismo, la adopción
    de una forma de pensamiento integrador que combine lo
    socio-humanístico, lo medio-ambiental, lo
    económico-empresarial y de conservación y
    protección del patrimonio,
    promover la
    motivación hacia la profesión, y la
    ética en el desempeño, promover la excelencia, incluir
    en la enseñanza los requerimientos del cliente y la
    participación de la población, aumentar el
    conocimiento de las Bellas Artes como influencia en la
    calidad de diseño, distribuir contenidos de
    formación humanística, formación
    económico-empresarial, educación
    ambiental, e instrumentación legal de la
    profesión.
    Los rasgos que deben caracterizar al graduado, de acuerdo con las
    exigencias de la sociedad (encargo social), el sostenido
    desarrollo de la ciencia y
    la técnica (Revolución
    Científico-Técnica) y las características de
    la economía y la cultura nacionales (estado de la
    producción y los sevicios), en relación con la
    presente investigación son: amplia formación
    humanística, poseer de un sistema de valores
    éticos, estéticos, cívicos y
    patrióticos, conciencia económica, medio-ambiental,
    de pertenencia cultural, capacidad de comunicación y autoaprendizaje.
    En las indicaciones metodológicas y de
    organización, los elementos de interés sobre la
    formación humanística: se parte de la personalidad
    del profesional que se desea formar, la que se conforma dentro y
    fuera de lo curricular. Por tanto serán importantes los
    aspectos generales:

    El rescate de la historia.
    El rescate de un ambiente de respeto y cultura
    universitarios.
    El rescate de la exigencia entre los docentes y hacia los
    estudiantes.
    El perfeccionamiento del trabajo educativo.
    El logro de la excelencia (en la actividad académica,
    laboral e investigativa).
    Dentro de la enseñanza: métodos creativos que
    propicien la iniciativa, la contextualización
    histórica y dialéctica del objeto de estudio.
    De lo anterior se pueden derivar las siguientes acciones:
    Actividades ligadas a la cultura de la profesión:
    conferencias generales de la profesión, talleres, mesas
    redondas, eventos.
    Desarrollar el trabajo de historia de la Carrera en la
    Facultad.
    Incluir en las asignaturas aspectos de la historia y la cultura
    de la profesión (cultura técnica), así como
    la obra de maestros o profesores (de diferentes épocas y
    lugar).
    Medir o controlar los objetivos educativos del modelo.
    Incorporar normas de
    convivencia académica y de relaciones
    interpersonales docente-alumno, alumno-alumno,
    docente-docente.

    5. Consideraciones
    Finales

    En la conceptualización general de lo
    socio-humanista para la formación del profesional, se
    resumen las siguientes consideraciones:
    -Lo humanista, según antecedentes históricos y como
    concepción filosófica sitúa al hombre como
    centro de interés. Este es el enfoque
    antropocéntrico tradicional que tiene concordancia con la
    exaltación de la "verdadera naturaleza del hombre", se
    expresa en ideales de dignidad humana, bienestar y felicidad,
    concepción en su momento hizo abstracción de
    condiciones sociales que conforman la realidad en que se
    desenvuelve la existencia humana. Hoy en día el
    significado de lo humano se entiende en lo físico,
    biológico, síquico, cultural, social,
    histórico.
    -Lo humanista considerado en una dimensión
    artístico-literario-cultural y referido a la cultura
    clásica greco-latina, herencia del
    Humanismo del Renacimiento.
    -El término socio-humanista entendido como la
    relación indisoluble individuo-sociedad, (ej.
    arquitecto-sociedad). La dialéctica de la existencia del
    individuo en el contexto social espacio temporal; su desarrollo
    integral en conexión con lo social. Esto expresado en lo
    epistémológico según la teoría del
    Pensamiento Complejo, significa entender la complejidad humana de
    manera que el desarrollo o formación del individuo
    significa: desarrollo de la autonomía individual, de la
    participación social y del sentido de pertenencia con la
    especie humana. En el aspecto
    psicológico-pedagógico, resulta importante entender
    el asunto según el enfoque histórico-cultural de
    Vygostky.
    -Para la educación humanista en general, según
    Fernández D, consideramos válido el enfoque
    siguiente: a) características externas de una
    educación humanista: a.1) desarrollar la capacidad de
    reflexión, indagación, autoconocimiento, a.2)
    cultivar no solo el pensamiento racional, también la
    imaginación, favorecer la inconformidad y la inventiva y
    a.3) formación ética, el individuo abierto a
    mejores posibilidades, a la excelencia personal y profesional; b)
    las características externas: permanente diálogo
    con la realidad nacional, un humanismo situado en el contexto
    histórico, de enfoque social –popular, con
    proyección al futuro y al cambio
    social.
    En la conceptualización más específica,
    orientada a la arquitectura:
    -Lo socio-humanista se da en contenidos de ciencias humanas y/o
    de Ciencias
    Sociales y Humanidades relacionadas con la profesión,
    que le sirven de apoyo por ejemplo: la antropometría y la
    sociología aplicadas a la arquitectura. En esto se
    diferencian las llamadas ciencias humanas como un conjunto muy
    amplio y heterogéneo de ciencias que estudian el hombre y
    la sociedad, de las llamadas Humanidades que tienen un perfil
    delimitado según la clasificación tradicional del
    conocimiento por ramas: biológicas, técnicas,
    sociales y humanísticas, etc. Humanidades tambien se
    identifica con carreras "de letras": lenguas, historia del
    arte, literatura, etc, y en este caso se ven como un
    complemento de formación cultural general.
    -Lo socio-humanista en un enfoque holístico, de modo que
    se integran en sistema concepciones y teorías que
    representan los problemas y el pensamiento esencial de la
    época. Por ejemplo la formación socio-humanista del
    arquitecto de hoy debe integrar lo ambiental, que en esta
    profesión se da en una relación
    hombre-naturaleza-arquitectura, basada en la sustentabilidad. En
    una consideración ética de lo anterior afirmamos
    que lo humano incluye la protección del medio ambiente
    y asumir la responsabilidad humana (del arquitecto en este caso)
    por su deterioro. Por otra parte y según este enfoque
    holístico de lo socio-humanista, el profesional ha de
    tener una formación axiológica, económica
    etc más allá del modelo de ciencias técnicas
    seguido hasta el momento, por poner un ejemplo: en lo relativo a
    la socialización del profesional deberá
    formarse en relaciones sociales e interpersonales con apertura a
    diferentes formas pensamiento, respeto a las diferencias, y
    formación de una actitud que favorezca la armonía
    social.
    -La formación socio-humanista en la relación
    arquitectura-sociedad debe entenderse también como un
    enfoque que enfatiza la necesidad de crear arquitectura (objeto
    de la profesión) que contribuya a la calidad de vida de la
    población. Por tanto este concepto: calidad
    de vida (con enfoque de racionalidad, sustentabilidad)
    deberá integrarse a la formación ética del
    arquitecto.
    -Por último, lo socio-humanista en la formación de
    valores humanos y sociales, asumiendo que como ciudadano que
    realiza cualquier profesión técnica o de otro tipo,
    se aspira a educarlo en un conjunto de valores que armonicen su
    formación personal y profesional con una convivencia y
    actuación eficaz en la sociedad.
    -El análisis del modelo del profesional del plan de
    estudios, y la profundización en las exigencias actuales
    de la socieded en el contexto espacio temporal, así como
    la proyección de futuro, esclarecen acerca de un modelo
    ideal de individuo que debe formarse o desarrollarse en el plano
    personal, profesional y social.
    a)-influencia de la sociedad hacia la arquitectura: necesidades
    sociales, cambios sociales, nuevas
    tecnologías, expresa condicionantes a la
    arquitectura
    -de la arquitectura hacia la sociedad: cumple una función
    social, es satisfactor de las necesidades
    b)-influencia del hombre hacia la arquitectura: la crea, la
    conserva.
    -de la arquitectura hacia el hombre: factor que le aporta calidad
    de vida
    c)-interacción individuo – sociedad
    d)-arquitectura como componente de la cultura.

    Enfoque de la arquitectura como disciplina
    humanística:
    La arquitectura es un satisfactor de necesidades humanas y
    manifestación de la cultura en un momento histórico
    concreto,
    podemos considerar y proponemos como arquitectura socialmente
    adecuada o apropiada aquella que armonice los aspectos mediados
    por los principios del desarrollo sustentable.
    Por último, consideramos que la formación
    socio-humanista del arquitecto debe lograrse mediante un proceso
    pedagógico que atienda y trabaje adecuadamente en los
    niveles: (a)desarrollo
    personal, (b)social, y (c)desarrollo profesional; y con un
    enfoque integrador que armonice la formación
    técnica, estética y ética.

     

     

     

     

     

    Autor:

    Elio Pérez Ramírez
    Arquitecto, Máster en Educación
    Superior

    Profesor de Proyecto Arquitectónico
    Departamento de Arquitectura
    Universidad de Camagüey, Cuba

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