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La realidad impuesta por la vía del convencimiento




Enviado por luisom



     

    INDICE:
    Luis Ortega
    Morales

    La Posición Del Ezln
    Los Partidos Políticos Y El Ezln
    El Ezln No Debe Ser Un Partido
    Político

    El Debate
    Soluciones
    El Prd, La Izquierda Mexicana Y El Indigenismo
    Zapatista.

    Luis Ortega
    Morales

    El debate en
    torno a la
    diversidad étnica, a la aceptación de la existencia
    de minorías y la práctica del pluralismo, fue el
    resultado histórico impuesto
    después de cinco siglos de pretender infructuosamente la
    conquista de mesoamérica. El costo fue el
    enfrentamiento con tres fuerzas autónomas: la Iglesia, los
    cacicazgos regionales y los pueblos o comunidades
    indígenas. Guerra a
    sangre y fuego
    contra los pueblos indígenas, principalmente con los
    Yaquis y en la península de Yucatán, son ejemplos
    de los mecanismos utilizados para el sometimiento.

    Los primeros misioneros imaginaron un reino de dos
    repúblicas, la de indios y la de españoles. La
    separación, creían, facilitaría la
    protección y cristianización de los
    indígenas y mantendría su pureza.

    El Estadonación,
    no aceptó la diversidad social y prefirió el camino
    de uniformarla mediante la legislación, la
    administración federal y un poder
    único. La primera exigencia es entonces desaparecer la
    sociedad
    diversa por medio de sometimiento y si era necesario la
    destrucción de las «culturas diferenciadas».
    El fin unificar las «etnias» la lengua, el
    sistema
    educativo, el gobierno y la
    religión.
    En un mismo territorio, la cultura de la
    nación
    hegemónica sustituye a la multiplicidad de culturas
    étnicas.

    De entrada tenemos que decir que los indígenas en
    México no
    son un todo homogéneo que se pueda tratar con una sola
    legislación nacional. El indigenismo y los
    indígenas son una necesidad del estado
    mexicano para unificar sus políticas
    nacionales sobre la diversidad de pueblos marginados. No existe
    por tanto la cultura
    indígena, la marginación indígena o las
    costumbres indígenas. Por el contrario, cada pueblo, cada
    cultura tiene
    su identidad, su
    historia, su
    propia concepción cósmica y su propia resistencia.
    Tendremos que hablar entonces de las políticas
    hacia los distintos pueblos indígenas, porque tan
    distintos son los yaquis de los purépechas como son los
    totonacos de los totziles. El grado de aculturación y
    sometimiento ha sido totalmente distinto en cada caso y el
    resultado histórico en cada momento adquiere
    particularidades tan especiales como para obligarnos a distinguir
    las diferentes políticas
    a aplicar.

    El país está formado por diferentes
    visiones y realidades. Las 52 lenguas diferentes existentes son
    igual número de culturas indígenas, depositarias
    del conocimiento
    antiguo en el territorio nacional, a las cuales debemos reconocer
    la capacidad para crear nuevos conocimientos.

    La diversidad de culturas que integran nuestro
    país, obliga a examinar las relaciones entre el
    conociniento que emerge de todas ellas. En Chiapas la
    redefinición de política, incluida la
    de la ciencia,
    juega un papel
    importante. El conflicto
    actual, muestra que las
    políticas de desarrollo han
    ignorado que México es
    un país formado por una diversidad de grupos
    indígenas, depositarios del conocimiento
    de los antiguos moradores que conservan diferentes grados de
    concebir al universo y al
    hombre
    1.

    Tenemos en México
    diferentes problemáticas indígenas expresadas
    actualmente con movimientos propios, en donde el más
    significativo es sin duda el levantamiento armado y la
    declaración de guerra al
    Estado
    Mexicano del Ejército Zapatista de Liberación
    Nacional, pero que los encontramos en Nayarit, Sonora, Puebla,
    Oaxaca, Guerrero y Michoacán, entre otros.

    Guillermo Bonfil nos ayuda a entender esta
    confrontación histórica entre el México
    profundo y, es decir los llamados comúnmente
    indígenas, aquellos grupos campesinos
    y urbanos cuyas culturas tienen que ver con lo indígena:
    sus ritos, sus fiestas, su alimentación, sus
    valores han
    permanecido inalterables en sus valores
    esenciales, han resistido y resistirán porque eso es
    «lo que realmente somos y lo que realmente tenemos para
    salir adelante». Zapata en su condición de campesino
    supo incorporar al México profundo en el proceso
    revolucionario. El México imaginario, la otra parte de la
    contradicción, es el modelo
    civilizatorio producto de la
    aculturación.

    Tenemos enfrente ahora una exigencia real, sistematizada
    y plenamente difundida y por tanto conocida: el reconocimiento de
    los derechos
    históricos de los pueblos indios plasmados en acuerdos
    políticos y en un proyecto de
    legislación que logra interpretarlos plenamente y hacerlos
    suyos, propios e identificables. Por otro lado, otro proyecto, opuesto
    históricamente, que también se ha re-conocido como
    el impuesto
    históricamente, en indeseable para estos tiempos y un
    obstáculo para la solución al conflicto
    creado con el EZLN.

    El Poder
    Legislativo, negado históricamente en su independencia
    como poder
    autónomo, ha estado incapacitado por más de seis
    años a dar una solución a una guerra justa,
    desatada por los miserables del sur, que reclaman el
    reconocimiento del espacio que se han ganado en la historia como forjadores de
    esta nación,
    con el derecho siempre negado de decidir por su propio futuro y
    el del territorio, el de sus iguales y de quienes conviven con
    ellos. Su presencia en los destinos de México es de
    participación, no-solo de beneficios. Construir un
    México con ellos. Reconocidos como parte integrante,
    realmente existente.

    Es importante tomar en cuenta la reflexión
    hecha por Martha Rodríguez García en su texto:

    Los sedentarios, al frente de dichos tratados,
    hacían ver que los nómadas siempre eran los que
    solicitaban la paz ante las autoridades militares y los
    pobladores, por lo que se abrogaban la autoridad para
    imponer las condiciones de los acuerdos. En consecuencia, el
    bando que pedía la paz se encontraba en una
    posición de inferioridad frente a su adversario.
    Así, los acuerdos que establecía un tratado
    dependían de la relativa fuerza o
    debilidad con que se medía al indio enemigo; éste
    era el termómetro para otorgar un mayor o menor
    número de concesiones. Las estrategias de
    paz se enfocaron a destruir la cultura del nómada; pero
    también se utilizó al nómada para
    contrarrestar la fuerza de
    otros adversarios como los norteamericanos, para enfrentar a
    otros indios definidos como salvajes y, en más de una
    ocasión, se les pensó, paradójicamente, como
    colonizadores del desierto.*

    Es importante, entonces, tomar en cuenta que la
    cuestión básica que es el reconocimiento de los
    derechos de los
    indios en la legislación fundamental de la
    República, es decir, incorporar a las comunidades y
    pueblos indios como parte de la nación, pero
    también como sujetos del Estado.

    En este marco de auto revisión de nuestro parcial
    desarrollo
    como cultura mexicana, exenta de lo mexica, se nos impone el
    respeto a la
    autonomía cultural de las sociedades
    históricas y la necesidad de abandonar los prejuicios
    discriminatorios y paternalistas que dominan la relación
    del Estado con los grupos
    indígenas.

    LA POSICIÓN DEL
    EZLN

    El EZLN ha emitido cinco comunicados desde la Selva
    Lacandona. En la Primera del 1 de enero de 1994, que es la
    declaración de guerra y basados en el artículo 39
    Constitucional, fue dirigida contra el ejército federal
    mexicano, «pilar básico de la dictadura que
    padecemos»
    , contra el partido en el poder y
    contra el ejecutivo federal «que hoy detenta su jefe
    máximo e ilegítimo, Carlos Salinas de
    Gortari»,
    pidiéndole a los otros Poderes de
    la Nación (
    esta legislatura y los magistrados),
    (que) «se aboquen a restaurar la legalidad y la
    estabilidad de la Nación deponiendo al dictador»

    y se propone: «Avanzar hacia la capital del
    país venciendo al ejército federal
    mexicano».

    Finalmente, declaran: «no dejaremos de pelear
    hasta lograr el cumplimiento de estas demandas básicas de
    nuestro pueblo formando un gobierno de
    nuestro país libre y
    democrático».

    En la Segunda declaración de junio de
    1994
    , dice que debido a que a «este llamado se
    respondió con la política del
    exterminio y la mentira. Los poderes de la Unión ignoraron
    nuestra justa demanda y
    permitieron la masacre
    (y) no supieron cumplir con su
    deber constitucional, permitiendo que el Ejecutivo Federal los
    controlara»
    y que «la Sociedad Civil
    asumió el deber de preservar a nuestra patria, ella
    manifestó su desacuerdo con la masacre y obligó a
    dialogar. Es en la SOCIEDAD CIVIL,
    en quien reside nuestra soberanía
    , es el pueblo
    quien puede, en todo tiempo, alterar o
    modificar nuestra forma de gobierno y lo ha
    asumido ya.

    En la Tercera Declaración de enero de
    1995,
    al ser reconocido «por nacionales y
    extranjeros como fuerza
    beligerante»,
    ordenan una «PRÓRROGA
    UNILATERAL DEL CESE AL FUEGO OFENSIVO … para permitir a la
    sociedad civil
    que se organice (y)
    se pronuncien por asumir un gobierno
    de transición política hacia la
    democracia,
    reiteran su disposición
    a una solución política y
    llaman a la
    sociedad civil
    a un Diálogo Nacional por la Democracia, la
    Libertad y la
    Justicia
    para todos los mexicanos»
    .

    Convoca a una Convención Nacional
    Democrática
    con representación de todos los
    estados de la Federación y de todas las fuerzas patriotas,
    recurriendo a la consulta nacional, de la que emane un
    Gobierno Provisional o de Transición, sea mediante
    la renuncia del Ejecutivo federal o mediante la vía
    electoral
    y desembocar en un nuevo Constituyente, una
    nueva Carta Magna y la
    destrucción del sistema de
    partido de Estado y del presidencialismo en cuyo marco se
    convoque a nuevas elecciones.

    Llamamos -dicen- a la Convención Nacional
    Democrática y al ciudadano Cuuahtémoc
    Cárdenas Solórzano a encabezar este Movimiento
    para la Liberación Nacional, como frente amplio de
    oposición,
    incorporándose a la CONVENCION
    NACIONAL DEMOCRATICA
    si no tienen partido, y al
    Movimiento si militan en alguna de las fuerzas
    políticas de oposición.

    y declara:

    PRIMERO.- Se le retira al gobierno federal la custodia
    de la Patria.

    La Bandera de México, la ley suprema de la
    Nación, el Himno Mexicano y el Escudo Nacional
    estarán ahora bajo el cuidado de las fuerzas de la
    resistencia
    hasta que la legalidad, la legitimidad y la soberanía sean restauradas en todo el
    territorio nacional.

    SEGUNDO.- Se declara válida la Constitución Política de los
    Estados Unidos
    Mexicanos original, expedida el 5 de febrero de 1917,
    incorporando a ella las Leyes
    Revolucionarias de 1993 y los Estatutos de Autonomía
    incluyente para las regiones indígenas, y se decreta el
    apego a ella hasta que se instaure el nuevo constituyente y se
    expida una nueva Carta
    Magna.

    TERCERO.- Se llama a la lucha por el reconocimiento como
    «gobierno de transición a la democracia» al que se doten por sí
    mismas las distintas comunidades, organizaciones
    sociales y políticas, manteniendo el pacto federal
    acordado en la Constitución de 1917, y se incluyan, sin
    importar credo religioso, clase social, ideología política, raza o sexo, en el
    Movimiento para la Liberación Nacional.

    El gobierno nacional de transición a la
    democracia tendría las siguientes características:

    1.- Que liquide al sistema de
    partido de Estado y separe realmente al gobierno del
    PRI.

    2.- Que reforme la ley electoral en
    términos que garanticen: limpieza, credibilidad, equidad,
    participación ciudadana no partidaria y no gubernamental,
    reconocimiento de todas las fuerzas políticas nacionales,
    regionales o locales, y que convoque a nuevas elecciones
    generales en la federación.

    3.- Que convoque a un Constituyente para la
    creación de una nueva Constitución.

    4.- Que reconozca las particularidades de los grupos
    indígenas, reconozca su derecho a la autonomía
    incluyente y su ciudadanía.

    5.- Que vuleva a orientar el programa
    económico nacional, hacendo a un lado el disimulo y la
    mentira, y favoreciendo a los sectores más
    desposeídos del país, los obreros y campesinos, que
    son los principales productores de la riqueza que otros se
    apropian.

    El EZLN observa la posibilidad de tránsito
    pacífico a la democracia y a la libertad que
    se enfrenta a una nueva prueba en el proceso
    electoral de agosto de 1994,

    «trajo la esperanza, en amplios sectores del
    país, de que el tránsito a la democracia era
    posible por la vía electoral. El EZLN se hizo a un lado
    para dar oportunidad de lucha a las fuerzas políticas
    legales de oposición. El 21 de agosto vino a terminar con
    las ilusiones de un cambio
    inmediato por la vía pacífica. Un proceso
    electoral viciado, inmoral, inequitativo e ilegítimo
    culminó en una nueva burla a la buena voluntad de los
    ciudadanos. … Frente a una votación sin precedentes, el
    sistema político mexicano optó por la
    imposición y cortó, así, las esperanzas en
    la vía electoral.»

    La Cuarta Declaración del 1o. de enero de
    1996, señala los problemas y la
    ruta llena de dificultades, incomprensiones y retrocesos del
    Movimiento
    para la Liberación Nacional. La opción del gobierno
    por la solución militar, después del diálogo,
    desatando una gran persecución policiaca y militar que
    tenía como objetivo el
    asesinato de la dirigencia del EZLN. «Decenas de civiles
    inocentes fueron tomados presos por el mal gobierno y
    todavía permanecen en las cárceles en calidad de
    rehenes de los terroristas que nos
    gobiernan.»

    Tres nuevas iniciativas fueron lanzadas por los
    zapatistas como respuesta al éxito
    de la Consulta por la Paz y la Democracia.

    1. Llamó a realizar un encuentro intercontinental
    en contra del neoliberalismo,

    2. a la formación de comités civiles de
    diálogo
    como base de discusión de los principales problemas
    nacionales y germen de una nueva fuerza política no
    partidaria; y

    3. a la construcción de nuevos
    Aguascalientes como lugares de encuentro entre la sociedad civil y
    el zapatismo.

    Constituyó también el Foro Nacional Indígena para
    el diálogo
    iniciado entre las distintas etnias y sus
    representantes

    Se declara el nacimiento del Frente Zapatista de
    Liberación Naciona,
    la nueva fuerza política
    nacional, organización civil y pacífica,
    independiente y democrática, mexicana y nacional, que
    lucha por la democracia, la libertad y la
    justicia en
    México, por un nuevo Constituyente y una nueva
    Constitución. Una fuerza política con base en el
    EZLN.

    Una nueva fuerza política que forme parte de un
    amplio movimiento
    opositor, el Movimiento para la Liberación Nacional, como
    lugar de acción política ciudadana donde confluyen
    otras fuerzas políticas de oposición independiente,
    espacio de encuentro de voluntades y coordinador de acciones
    unitarias.

    Una fuerza política cuyos integrantes no
    desempeñen ni aspiren a desempeñar cargos de
    elección popular o puestos gubernamentales en cualquiera
    de sus niveles. Una fuerza política que no aspire a la
    toma del poder. Una fuerza que no sea un partido
    político.

    Una reforma constitucional en materia de
    derechos y
    cultura indígenas no debe ser unilateral, debe incorporar
    los Acuerdos de San Andrés y reconocer así los
    aspectos fundamentales de las demandas de los pueblos indios:
    autonomía, territorialidad, sistemas
    normativos. En los Acuerdos se reconoce el derecho a la
    autonomía indígena y el territorio, conforme al
    convenio 169 de la OIT, firmado por el Senado de la
    República.

    Es esta la hora del Congreso de la Unión.
    «Después de una larga lucha por la democracia,
    encabezada por los partidos
    políticos de oposición, hay en las
    cámaras de Diputados y Senadores una nueva
    correlación de fuerzas que dificulta las arbitrariedades
    propias del presidencialismo y apunta, con esperanza, a una
    verdadera separación e independencia
    de los poderes de la Unión. La nueva composición
    política de las cámaras baja y alta plantea el reto
    de dignificar el trabajo
    legislativo, la expectativa de convertirlo en un espacio al
    servicio de la
    Nación y no del presidente en torno, y la
    esperanza de hacer realidad el «Honorable» que
    antecede al nombre colectivo con que se conoce a senadores y
    diputados federales. Llamamos a los diputados y senadores de la
    República de todos los partidos
    políticos con registro y a los
    congresistas independientes, a que legislen en beneficio de todos
    los mexicanos. A que manden obedeciendo. A que cumplan con su
    deber apoyando la paz y no la guerra. A que, haciendo efectiva la
    división de Poderes, obliguen al Ejecutivo federal a
    detener la guerra de exterminio que lleva adelante en las
    poblaciones indígenas de México. A que, con pleno
    respeto a las
    prerrogativas que la Constitución Política les
    confiere, escuchen la voz del pueblo mexicano y sea ella la que
    los mande en el momento de legislar. A que apoyen con firmeza y
    plenitud a la Comisión de Concordia y Pacificación,
    para que esta comisión legislativa pueda desempeñar
    eficaz y eficientemente sus labores de coadyuvancia en el proceso
    de paz. A que respondan al llamado histórico que exige
    pleno reconocimiento a los derechos de los pueblos indios. A que
    contribuyan a crear una imagen
    internacional digna de nuestro país. A que pasen a la
    historia nacional
    como un Congreso que dejó de obedecer y servir a uno, y
    cumplió con su obligación de obedecer y servir a
    todos.

    En la Quinta Declaración de la Selva
    Lacandona
    del 19 de julio de 1998, llama especialmente y
    convoca a una

    CONSULTA NACIONAL SOBRE LA INICIATIVA DE LEY INDIGENA DE
    LA COMISION DE CONCORDIA Y PACIFICACION Y POR EL FIN DE LA GUERRA
    DE EXTERMINIO.

    LOS PARTIDOS
    POLÍTICOS Y EL EZLN

    Para el EZLN, como lo dice en su Primera
    Declaración, existe un sistema político de partido
    en el poder que es el monopolio de
    la dictadura, es
    decir, desde él emanan y se reproducen los dictadores. Es
    un partido que se ha eternizado en el poder y «detenta para
    su beneficio el producto del
    trabajo de todos los mexicanos», está sustenetado en
    el presidencialismo, que tiene la cultura del fraude como
    método
    para imponerse e impedir la democracia. Un poder que se sobre
    pone y cuyas raíces posibilitan su mantenimiento
    como tal. Este sistema hace posible la existencia y beligerancia
    de cacicazgos, el poder omnipotente de los ganaderos y
    comerciantes, es el brazo político del crimen organizado y
    el narcotráfico.

    Para el EZLN, el sistema de partido del Estado
    deberá ser destruido y uno de sus pasos será el
    cumplimieno de las demandas presentadas por el EZLN. Por ello,
    «el cumplimiento de los compromisos implica,
    necesariamente, la muerte del
    sistema de partido de Estado. Por suicidio o por
    fusilamiento, la muerte del
    actual sistema político mexicano es condición
    necesaria, aunque no suficiente, del tránsito a la
    democracia en nuestro país». Este
    «espacio» libre y democrático nacerá
    sobre el cadáver maloliente del sistema de partido de
    Estado y del presidencialismo.

    El Partido Revolucionario Institucional, continúa
    su fase de descomposición más aguda al recurrir al
    asesinato como método de
    solución de sus pugnas internas. Incapaz de un
    diálogo civilizado a su interior, el PRI ensangrentaba el
    suelo
    nacional. La vergüenza de ver usurpados los colores
    nacionales en el escudo del PRI sigue para todos los
    mexicanos.

    Un gobierno nacional de transición a la
    democracia pasa necesariamente por la liquidación del
    sistema de partido de Estado y que se separe realmente al
    gobierno del PRI. Por todos los medios y en
    todos los niveles, por la instauración de un gobierno de
    transición, un nuevo constituyente, una nueva carta magna y la
    destrucción del sistema de partido de Estado.

    En la Cuarta Declaración IVseñala que
    «el Partido Acción Nacional, el más fiel
    aliado de Carlos Salinas de Gortari, empezó a mostrar sus
    posibilidades reales de relevar al Partido Revolucionario
    Institucional en la cumbre del poder político y a
    enseñar su vocación represiva, intolerante y
    reaccionaria. Quienes ven con esperanza el ascenso del neopanismo
    olvidan que el relevo de una dictadura no
    significa democracia, y aplauden la nueva inquisición que,
    con careta democrática, habrá de sancionar con
    golpes y moralina los últimos estertores de un país
    que fue asombro mundial y hoy es referencia de crónicas
    policiacas y escándalos».

    «Mientras la verdadera oposición se afana
    en encontrar el centro en una nación moribunda, amplias
    capas de la población refuerzan su escepticismo frente
    a los partidos políticos y buscan, sin encontrarla
    todavía, una opción de quehacer político
    nuevo, una organización política de nuevo
    tipo».

    Llamamos «a quienes entienden que el sistema de
    partido de Estado es el principal obstáculo para el
    tránsito a la democracia en México; a quienes saben
    que democracia no quiere decir alternancia del poder sino
    gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo; a quienes
    estén de acuerdo con que se haga una nueva Carta Magna que
    incorpore las principales demandas del pueblo mexicano y las
    garantías de que se cumpla el artículo 39 mediante
    las figuras de plebiscito y referéndum; a quienes no
    aspiran o pretenden ejercer cargos públicos o puestos de
    elección popular; a quienes tienen el corazón,
    la voluntad y el pensamiento en
    el lado izquierdo del pecho; a quienes quieren dejar de ser
    espectadores y están dispuestos a no tener ni pago ni
    privilegio alguno como no sea el participar en la
    reconstrucción nacional; a quienes quieren construir algo
    nuevo y bueno, para que formen el Frente Zapatista de
    Liberación Nacional».

    EL EZLN NO DEBE SER UN
    PARTIDO POLÍTICO
    .

    Desde que surgió el EZLN se observó la
    posibilidad de la aparición de una fuerza política
    que podría competir con los partidos políticos
    existentes y esta fue más insistente con el llamado del
    propio ejército insurgente a la constitución de una
    expresión política, a partir de la Quinta y
    última Declaración de la Selva Lacandona, pero la
    sorpresa después de la Consulta Nacional convocada
    específicamente para conocer la opinión de la
    Sociedad Civil al respecto, fue que se construía una
    organización política nacional,
    distinta de los partidos políticos actualmente
    registrados: «Una fuerza política cuyos integrantes
    no desempeñen ni aspiren a desempeñar cargos de
    elección popular o puestos gubernamentales en cualquiera
    de sus niveles. Una fuerza política que no aspire a la
    toma del poder. Una fuerza que no sea un partido
    político», que es lo que en la teoría
    clásica de los partidos políticos se denomina,
    partidos antisistema, de oposición no
    institucional.

    El llamado a la Consulta Nacional fue imaginado por el
    gobierno como una derrota política y la deposición
    de las armas. A su vez
    querían que solicitaran su registro,
    entregaran su padrón de afiliados y presentaran su
    Plataforma de Principios,
    Programa y
    estatutos y candidatos para todos los puestos. Se imaginaban que
    podrían ganar las presidencia municipales de los
    municipios chiapanecos en conflicto y
    que con el otorgamientos de su reconocimeinto legal
    termaría la migraña que inició el Primero de
    enero de 1994. La ingenuidad del gobierno salinista, zedillista y
    ahora foxista, de los perredistas e intelectuales del voto
    útil y de muchos otros analistas políticos,
    todavía se mantiene como una alternativa para la
    paz.

    Si nos apegaramos a la teoría
    clásica de los partidos políticos, estos, en
    representación de una clase social, como lo fueron los
    partidos marxistas respecto de la clase obrera, pretenden la toma
    del poder, la realización desde el poder de su plataforma
    programática y la solución de los grandes problemas
    nacionales. Por ello, es posible pensar que algunos partidos
    políticos y el propio
    EZLN, perdieron parte de su sustento programático, al ser
    desplazado el PRI del Poder
    Ejecutivo y de las gubernaturas y al modificarse la
    relación de fuerzas en la representación popular en
    las cámaras, que el Poder
    Legislativo deje de ser instrumento del Ejecutivo y del
    Partido del Estado, ya que estas son demandas que ocupan un lugar
    central en su propuesta programática, que dicen, se
    cumplirán con la toma o el arribo al poder del ppartido
    que representan o bien, en su caso, con el cumplimieno de las
    demandas presentadas por el EZLN, contenidas en la
    Declaración de Guerra del Primero de enero de 1994, a
    saber: «plan del pueblo
    mexicano que lucha por trabajo, tierra,
    techo, alimentación, salud,
    educación, independencia, libertad,
    democracia, justicia y paz. Declaramos que
    no dejaremos de pelear hasta lograr el cumplimiento de estas
    demandas básicas de nuestro pueblo formando un gobierno de
    nuestro país libre y democrático.»

    EL
    DEBATE

    En el nuevo debate
    realizado en torno al problema
    indígena, sobre todo a partir del levantamiento del EZLN
    en Chiapas, han prevalecido algunas líneas de tratamiento,
    a saber:

    a. 500 años de humillación y miseria.
    Desde la conquista y a lo largo de la etapa colonial y del
    México independiente, los indígenas del país
    se han sublevado una y otra vez, su protesta y rebeliones no ha
    cesado. Esta no es la primera gran rebelión en la historia
    de Chiapas, las 2 anteriores (1712 y 1868), fueron ahogadas en
    sangre y han
    sido apagadas con masacres despiadadas.

    b. La explicación oficial, se reduce a la
    inoperancia de las medidas gubernamentales para incorporarlos
    plenamente a la civilización, al sistema y a la modernidad. La
    ayuda oficial a Chiapas y más recursos
    federales a la zona, no ha sido suficiente.

    d. Violaciones impunes de derechos humanos.
    abusos, vejaciones, profunda pobreza, rezagos
    sociales e injusticias, marginación política,
    económica y social, explotación y racismo. Los
    indígenas compiten con los ganaderos, los madereros y
    hacendados por la escasa tierra. Esta
    rebelión es producto La
    rebelión es en contra de los hacendados, del dominio de los
    caciques al servicio del
    PRI y del gobierno estatal, en complicidad con el federa protegen
    los privilegios y abusos que cometen los caciques, los talamontes
    y ganaderos de la región. El mayor Mario dice que los
    indígenas en Chiapas durante los 64 años de poder
    político de un solo partido, se les niegan servicio y
    educación,
    sólo para mantenerlos sometidos

    e. El gobierno debería dejar a un lado su
    posición racista en este asunto. Afirma que los
    indígenas son incapaces de comprender la situación
    del país y que por eso no pueden contar con líderes
    indígenas, por esta razón los líderes son
    extranjeros y los han engañado para que se
    rebelen.

    f. Tendencias mundiales de pauperización de la
    población, exigencia de justicia y
    democracia. Seis entidades del país que contribuyeron en
    mayor medida a la desigualdad nacional fueron, en orden de
    importancia, Oaxaca, Yucatán, Estado de México,
    Veracruz, Chiapas y San Luis Potosí, en conjunto aportaron
    más de la tercera parte del índice de desigualdad
    que en promedio registró el país al término
    de 1992.

    EXPLICACIONES LOCALES

    g. Falta de ayuda y hasta obstaculización, por
    parte del gobierno, de alternativas viables de desarrollo.
    Las enfermedades
    tanto en mexicanos como en guatemaltecos eran infecciones
    adquiridas por contacto directo, seguidas de las que se contagian
    por vía aérea, la desnutrición fue un síntoma
    detectado en población infantil y adulta.

    i. Desplome de los precios
    internacionales de sus principales productos
    agrícolas, café y
    plátano, que originó una cartera vencida de
    productores del campo por más de 700 millones de nuevos
    pesos a la que desde hace 2 años con el consiguiente
    problema del endeudamiento. Son los finqueros los que siempre han
    recibido apoyo técnico y económico de las
    dependencias gubernamentales y de la banca privada. La
    característica común es que los
    campesinos siempre reciban lo mínimo por sus
    cosechas.

    j. Los cambios al artículo 27 constitucional
    pusieron en riesgo la
    tenencia de la
    tierra.

    k. La zona se localiza en la frontera de México
    con América
    Latina, lo cual significa contacto con la pobreza, con
    refugiados y con guerrilleros

    SOLUCIONES

    l. Eliminar todos los rezagos que existen, no solo en
    Chiapas sino en todo el país

    m. Construir un país más
    democrático y una distribución de la riqueza más
    digna

    n. Eliminar las diferencias entre el norte industrial y
    el sur agrario

    q. Acabar con la oligarquía local, democratizar
    la región y mejorar el sistema judicial.

    r. La solución no es fácil porque implica
    el debilitamiento, sino es que el fin, del sistema y del
    PRI.

    t. La única solución es cambiar la
    situación de los indígenas, dotarlos de tierra y
    enseñarlos diversos oficios.

    u. La demanda
    principal es desaparecer todos los poderes corruptos y
    criminales, incluyendo al gobernador y a los presidentes
    municipales.

    Este recuento nos debe servir para valorar objetivamente
    la viabilidad de la posición del gobierno de Fox, en la
    solución del conflicto en Chiapas, en primer lugar y para
    iniciar la solución de las demandas ancestrales de los
    indígenas y los pobres y marginados de este
    país.

    Fox representa a un empresario, neoliberal,
    propagandista, mediático, portador activo de la modernidad primer
    mundista, preocupado por insertar a México en la
    globalidad, participando de su comercio,
    compitiendo en su producción y pretendiendo colaborar en la
    pacificación y democratización del
    mundo.

    Para que eso se logre, es necesario acabar con la pobreza en
    México, lograr una gran confianza para que empresarios
    mexicanos, pero sobre todo extranjeros inviertan en el campo y
    puedan realizar el gran proyecto
    capitalista Puebla-Panamá. De
    esta manera, cada mexicano y mexicana deberá ser un
    importante micro empresario y cada familia
    deberá tener su changarro, su tele y su vocho, para que
    puedan aportar su esfuerzo físico en los millones de
    empleos que se crearán con gusto y por
    México.

    Para Fox, no se trata de construir dos o más
    méxicos, sino uno solo, unido en una gran nación
    capitalista. En este proyecto, los separatistas y sobre todo los
    indígenas autonomistas no tienen cabida. Dividen y
    obstaculizan el desarrollo nacional.

    El pragmatismo
    con el que ha actuado Fox en estos años hasta llevarlo a
    la presidencia de la República, no es ningún
    obstáculo para que acepte las propuestas del EZLN, pero
    eso, de ninguna manera implica la mínima identidad con
    las demandas de otorgamiento de autonomía a las
    comunidades indígenas, de reconocimiento a la soberanía de sus territorios y de independencia
    sus gobiernos. En su ingenuidad, considera la posibilidad del
    aceleramiento en la incorporación de los pueblos
    indígenas a la modernidad, de su
    inclusión plena a la nación y de su
    asimilación total. Es criollo, profundamente
    pragmático y neoliberal.

    De ahí que sea posible que los métodos de
    asimilación cambien por otros menos agresivos, pero que
    finalmente darán el mismo resultado: la imposición
    de la cultura occidental y la destrucción total de la
    diversidad étnica y cultural en nuestro
    país.

    Por ello, la diversidad de posiciones en torno a la
    reforma constitucional federal es una realidad y no podemos
    soslayarla.

    1. El PRI se ha redefinido como "un partido progresista,
    de clara vocación nacionalista; una organización
    política de centro izquierda"1 , y pregona en su
    Programa de
    acción "que los pueblos indígenas participen con
    plena libertad en las tareas nacionales", un "reconocimiento
    efectivo del carácter
    pluricultural de las comunidades indígenas y "las libre
    determinación en torno a sus usos y costumbres", la educación
    intercultural y bilingüe, el ejercicio de la
    ciudadanía plena, el acceso a la justicia y el
    respeto a su
    dignidad, reconocimiento del orden consuetudinario
    indígena, defensoría pública especializada,
    "mantener, preservar y perfeccionar su lengua, sus
    tradiciones civiles y religiosas, sus costumbr4es, sus
    prácticas, su cultura, sus sistemas de
    convivencia y el orden" , "creación del municipio
    indígena mediante el instrumento legal correspondiente,
    consulta a las comunidades indígenas.

    2. Por su parte el presidente Ernesto Zedillo en su
    iniciativa plantea que "No hay ni ha habido contradicción
    entre las justas demandas de los pueblos indígenas y los
    principios
    fundamentales del orden constitucional", que las reformas de 1992
    que consagra la diversidad pluricultural de la nación fue
    insuficiente, que preservando la soberanía, la unidad nacional, la vigencia
    de la Ley y de las instituciones,
    se fundamenta en la igualdad de
    todos los mexicanos ante la Ley y los órganos
    jurisdiccionales, reconociendo la preservación y el libre
    desarrollo de las culturas indígenas, proponiendo "la
    integración del municipio con
    población mayoritariamente indígena no como un tipo
    diferente de municipio". "Para que estos sujetos puedan acogerse
    a los derechos derivados de la soberanía, requieren de
    categorías precisas como las de nacionalidad y
    ciudadanía"

    3. El Partido Acción Nacional reivindica a las
    "comunidades indígenas como sujetos de derecho (…)
    aceptándolas con sus características, peculiaridades y formas
    propias de organización para el trabajo,
    la
    educación, lenguas y prácticas religiosas".
    "Deben gozar de autonomía expresada y ejercida en el
    ámbito municipal, dentro de una organización
    federal…" "La autonomía municipal, que se define por la
    capacidad de las comunidades para elegir en forma directa sus
    autoridades, manejar libremente su hacienda… ."

    4. La diversidad cultural, debe ser alojada en un
    auténtico sistema federal, que reconozca la
    autonomía de las comunidades indígenas dentro del
    Estado mexicano, dentro de un orden solidario y
    subsidiarios"

    Ante estas propuestas de reformas constitucionales de
    las dos minorías más grandes en el Congreso de la
    Unión, las observaciones del Ejército Zapatista
    quedan sujetas a la determinación de éstas, a
    saber:

    a). Reformar el Artículo 27 constitucional. En el
    sentido de que "La tierra es
    de quien la Trabaja" y "Tierra y
    Libertad"

    b). Desarrollar una política de verdadera
    sustentabilidad que preserve las tierras, los territorios y los
    recursos
    naturales de los pueblos indígenas

    c). Situación, Derechos y cultura de la Mujer
    Indígena, la construcción de una nueva sociedad
    nacional, con otro modelo
    económico, político, social y coyuntural, que
    incluya a todos y todas las mexicanas.

    EL PRD, LA
    IZQUIERDA MEXICANA Y EL INDIGENISMO ZAPATISTA.

    La postura que han asumido una parte importante de la
    izquierda mexicana, incluyendo el zapatismo y el PRD, toma en
    cuenta la realidad emergida a partir del 2 de julio de 2000. Las
    demandas de destrucción del sistema de partido del Estado,
    el sufragio efectivo y el pluralismo, son hechos que se palpan
    claramente aunque expresen inconsistencias e inexactitudes. La
    alternancia política, que no es la democracia plena, pero
    si se expresa en ella. Los debates parlamentarios y el papel de los
    partidos políticos han transcurrido por serias
    transformaciones que llegan a cuestionar la existencia de los
    partidos más importantes. La crisis del PRI
    y del PRD es cada día más evidente y al parecer su
    solución implica una transformación en su papel
    histórico y su redefinición como partidos. El
    partido del gobierno y en el gobierno hoy ya no lo es y su
    tránsito hacia la oposición se resiste a aceptar su
    nuevo papel. Es de tal magnitud su crisis que la
    voces más fuertes expresan con plenitud la tragedia de la
    derrota. Los cacicazgos regionales de Tabasco y Yucatán,
    los senadores y diputados otrora cabezas de grupo,
    también derrotados, insisten en la restauración del
    antiguo régimen y en su ilusión de
    recuperación, se convierten en los defensores más
    fervientes del pasado, del autoritarismo presidencialista, del
    dispendio presupuestario y de los favores del sistema a la clase
    política priísta. Son estos los portadores del
    conservadurismo que impiden todo tipo de reformas que destruyan
    al sistema político presidencialista y centralista. Se
    oponen a la democratización de las instituciones,
    a la independencia de los poderes, a la rendición de
    cuentas y a la
    fiscalización presupuestaria. Promueven reformas
    regresivas en materia
    electoral para disminuir la autonomía de un organismo
    autónomo y ciudadanizado como el IFE o bien para impedir
    que el Poder Judicial
    actúe con independencia y con resoluciones apegadas a
    derecho.

    Para los priístas incomprendidos por esta necia
    realidad, acostumbrados a modificar las normas, instituciones,
    resoluciones y presupuestos
    de acuerdo a su conveniencia, culpan a estas instituciones de sus
    derrotas y se colocan ajenos a entramado que construyeron con
    meticulosidad y que los ha derrotado en toda la línea. Su
    negativa a asumirse como responsables de su propia derrota,
    contrasta con su irresponsabilidad y desfachatez de exigir al
    nuevo gobierno y a los gobiernos no priístas medidas que
    ellos jamás aplicarían y demandan soluciones que
    jamás aceptaron a problemáticas y crisis de las
    que son directa, total y únicos responsables.

    El PRD por su parte, derrotado también, pero por
    su ausencia histórica, ha mostrado su incapacidad para
    asumir plenamente la representación y continuidad de las
    luchas y movimientos sociales y políticos de la izquierda
    mexicana. El abandono de los espacios de lucha en las calles,
    centros de trabajo, de vivienda y de estudio que con tanto
    sacrificio conquistaron los forjadores del movimientos social y
    político de izquierda, ha dejado vacía la esperanza
    en el futuro. El Partido Político es hoy para este
    movimiento nacional de la izquierda solo un cascarón para
    la lucha legal e institucional, propio para la competencia de
    espacios de poder, de tráfico de influencias, de
    representación popular y de beneficios económicos
    individuales. Por ello, el movimiento estudiantil reivindicativo,
    el sindicalismo
    oposicionista, el movimiento urbano popular emergente, el
    movimiento campesino agrarista y sobre todo las luchas de
    mujeres, indígenas, jóvenes, indocumentados,
    discapacitados y ese conjunto de expresisones tan amplias y
    complejas que llenan una y otra vez con su significado la
    historia del país que queremos, no encuentran en los
    partidos politicos ni en las organizaciones de
    la sociedad civil desorganizada, una traducción de enlace
    y entendimiento que los justifique
    políticamente.

    En su momento, los frentes de coordinación de la lucha social, jugaron un
    papel de enlace entre las grandes organizaciones de
    la sociedad civil que lograban expresarse independientes,
    conformando grandes movimientos reivindicativos nacionales, y se
    encontraban en cada paso con los partidos de izquierda, que hasta
    se sentían manipulados. Hoy la sociedad civil los busca y
    como siempre los necesita y no los encuentra, allí, en su
    origen y desenvolvimiento.

    El futuro de México está en la
    transformación de las instituciones y en los sujetos de
    estos cambios, no en si mismas. Por ello, sí es de amplia
    notoriedad que la izquierda partidaria haya minimizado su
    presencia en los movimientos sociales nacionales y vea como el
    objetivo
    central influir en las instituciones. Esta lógica
    de la negociación parlamentaria y partidista, de
    los emplazamientos políticos a los presidentes,
    gobernadores y funcionarios públicos, permite modificar
    acuerdos, leyes,
    reglamentos, presupuestos y
    las medidas de gobierno, siempre al margen de los electores,
    ciudadanos o de sus movimientos reivindicativos.

    La separación paulatina, pero conciente de la
    izquierda partidaria de los movimientos sociales, ha significada
    a su vez un alejamiento de su fuente natural de retroalimentación teórica,
    política y programática. Su renovación
    natural oposicionista y progresista es truncada
    históricamente y se refleja en la respuesta cansada y
    desconfiada de sus cuadros envejecidos, todavía en las
    direcciones partidarias. La juventud no es
    su virtud. La frescura de las ideas está donde siempre, en
    el movimientro social, lleno de jóvenes coreando las
    consignas zapatistas que no reparan en la existencia de los
    partidos políticos que en otros tiempos los hubieran
    adoctrinado.

    Por ello no resulta novedoso que el PRD se identifique
    con las demandas del Ejército Zapatista de
    Liberación Nacional. Siempre se ha manifestado en su
    favor, pero desde la fría tribuna de la cámara de
    dipútados, desde la impersonal y distante comunicación de los medios
    electrónicos, esperando influir en las medidas del nuevo
    gobierno de la alternancia.

    El apoyo del PRD al movimiento indígena zapatista
    es de solidaridad no de
    participación plena, es de identificación con sus
    demandas, por su vocación principista y
    programática, no de compromiso histórico. Por ello
    es posible encontrar en el fenómeno del zapatismo dos
    caras del PRD, no opuestas pero si distantes, la asumida
    institucionalmente que le permite opinar desde fuera del
    movimiento, sin compromiso y con posibilidades de deslindarse de
    cualquier responsabilidad, por un lado y la de sus
    militantes de base, comprometidos y en el activismo, sin apoyo
    oficial y a veces en contra de los dirigente. No resulta
    extraño, entonces, que en el Comité Ejecutivo
    Nacional, en los comités ejecutivos estatales y en otros
    niveles de dirección intermedia, entre algunos
    diputados y regidores locales existan voces contrarias al
    movimiento zapatista, apagadas por la postura oficial nacional,
    que bien quisieran modificar la Ley de la CoCoPa, que impiden la
    discusión y la posición pública o que
    intencionalmente evitan el contacto con el movimiento.

    En este reencuentro del PRD con la realidad y con su
    realidad fuera del movimiento real, se exige una
    reconsideración de inclusión y reinserción
    con las demandas y expresiones del movimientos social y sus
    actores. Uno de ellos, el más importante y nacional, es el
    indigenismo zapatista que ya es ahora el zapatismo indigenista,
    estudiantil, juvenil, femenil, etc.

    El PRD, hoy la única alternativa partidaria de
    izquierda, tiene la gran oportunidad de reencontrarse con sus
    principios
    fundacionales y con el movimiento social nacional, participar
    -con el compromiso histórico que hoy necesita el
    país-, en el resurgimiento de la insurgencia popular que
    hará realidad el cambio
    democrático.

     

     

     

     

    Autor:

    Luis Ortega
    Morales
    luisom[arroba]prdleg.diputados.gob.mx

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