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Dictadura militar Argentina




Enviado por miguelrevainera



Partes: 1, 2

     

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Proceso de reorganización
    nacional

    3. Los Desaparecidos
    4. La guerra de las
    Malvinas

    5. Conclusión, y fin de
    la dictadura

    6.
    Bibliografía

    1. Introducción

    Cuando recordamos la dictadura militar
    que vivimos en la Argentina,
    pensamos en los desaparecidos, la plata dulce, la guerra de
    Malvinas, etc., Lo que mucha gente no sabe, es que estos
    hechos y muchos más fueron piezas de un macabro
    rompecabezas destinado a reformar, o reorganizar a la Argentina,
    para volver a convertirla en un país agro-exportador con
    participación política restringida
    a una élite. Los hechos destacados anteriormente son los
    resultados de las medidas tomadas para convertir a este
    país altamente movilizado y con el ingreso muy distribuido
    en una granja productora de materias primas
    de riqueza concentrada.
    Estado
    Terrorista y modelo
    económico neoliberal fueron las dos caras de una misma
    moneda: el ejército se encargó de destruir
    físicamente las bases de apoyo y resistencia de
    los sectores progresistas, sindicatos y
    organizaciones
    de izquierda, y Martínez de Hoz se ocupó de acabar
    con sus fuentes de
    alimentación: el Estado
    Benefactor y la industria. Y
    "si la industria sobrevivía a su ataque, era probable que
    lo lograse en bloques aún más concentrados".
    Quizás el análisis de tan vasto tema sea un tanto
    utópico dentro de las limitaciones de una monografía, hoy nos queda la
    sensación de que el Estado terrorista ha pasado, y no hay
    perspectivas de que vaya a volver, pero sus consecuencias
    están entre nosotros: dependencia, caída del
    salario real,
    desocupación, concentración
    económica, desindustrialización, y por
    último una de las más profundas heridas sufrida en
    el corazón
    mismo del pueblo argentino, los más de 30.000
    desaparecidos, 30.000 ciudadanos de esta tierra
    condenados, torturados, y muertos sin ningún tipo de
    juicio justo, aunque todos sabemos que la tortura y demás
    tormentos no son justificados bajo ningún punto de vista,
    menos por pensar diferente como lo fue, quizás la gran
    causa de la mayoría de estas desapariciones; Gran
    testimonio de estos ilícitos a gran escala, es decir
    en el ámbito nacional, lo encontramos en las paginas del
    informe de la
    CONADEP, en donde encontramos información relevante sobre los diversos
    modos de secuestro y
    tortura de personas, los centros clandestinos de
    detención, testimonio de las víctimas etc. Es decir
    todos los componentes de esta sangrienta máquina, que aun
    hoy nos cuesta comprender lo que en nuestro país
    produjo.
    A continuación, talvés sea necesario ubicarnos de
    modo temporal, tomando como arista la cuestión
    económica y tratar de fijar dos aspectos del contexto
    global, el contexto internacional y el nacional

    Contexto Internacional

    Desde la segunda posguerra el mundo vivió dos
    décadas de bonanza económica que hicieron creer que
    el crecimiento sostenido indefinido era posible. El consenso
    keynesiano imperante en el momento permitía una alta
    redistribución hacia los sectores de bajos recursos,
    necesario para poder consumir
    la gran cantidad de productos
    generados por el fordismo.

    Sobre fines de la década del ‘60 y principios del
    ‘70 se empezó a frenar este ritmo de crecimiento, y
    el mundo se sumó en una recesión, sacudido por
    crisis
    múltiples: energética, de productividad,
    del Estado Benefactor, etc. El capitalismo
    debió transformarse para fortalecerse y surgió un
    nuevo patrón tecnológico-productivo, que a su vez
    provocó una mayor concentración de capitales
    necesaria para afrontar estas transformaciones. Es en esta
    época en que comienza a agrandarse la brecha entre ricos y
    pobres, contrarrestando el efecto de acercamiento de las
    décadas pasadas. Los sectores conservadores toman fuerza
    cuestionando la ineficiencia del Estado distribucionista y
    así ascienden los gobiernos de Margaret Tatcher en el
    Reino Unido y Ronald Reagan en EEUU.
    A mediados de la década del ‘70, el mundo industrial
    enfrentaba dos problemas: la
    sobreabundancia de petrodólares, producto de la
    crisis del petróleo
    de 1973, y el exceso de stock por la recesión mundial.
    Alguien encontró la solución: se concederían
    préstamos a bajo interés a
    los países periféricos para que comprasen
    mercaderías importadas. Desde 1975 hasta 1981 la deuda externa de
    América
    Latina creció un 25% anual, representando en 1982 el
    80% del PBI de la región.
    Además de destruir con las importaciones
    gran parte de la industria nativa, el producto de la deuda
    externa fue una mayor dependencia de los países deudores
    con respecto a sus acreedores, que cada vez con más poder
    pudieron decidir y vetar las políticas
    económicas periféricas que no convenían a
    sus intereses. También las multinacionales; Jacqes
    Maisonrouge, ex-presidente de la IBM, afirma "¿cómo
    puede un gobierno nacional
    establecer un plan
    económico con un mínimo de confianza, si un Consejo
    Directivo reunido a ocho mil kilómetros puede estar
    modificando la política de compras o de
    producción de un modo que debe afectar
    fundamentalmente la vida económica de un
    país?".

    Contexto Nacional
    Desde la muerte de
    Perón
    el 1º de julio de 1974 y la asunción de su esposa
    María Estela Martínez bajo la conducción
    derechista de López Rega, el país se fue sacudiendo
    cada vez más. El frente peronista se fracturó y la
    actividad guerrillera se consolidó y agrandó. Los
    Montoneros decidieron "volver a la resistencia" clandestina,
    abandonando definitivamente la esfera legal, acercándose
    cada vez más al ERP y al
    terrorismo
    político, cuyas víctimas muchas veces eran civiles
    que no integraban el gobierno ni las fuerzas de seguridad.
    A principios de 1976, cada cinco horas se cometía un
    asesinato político y cada tres estallaba una bomba.
    Además de la violencia
    política reinante, la inquietud obrera se estaba
    generalizando de nuevo. A pesar de que las huelgas estaban
    prohibidas, importantes sectores del movimiento
    obrero recurrieron a ellas, así como a marchas de hambre,
    trabajo a reglamento y manifestaciones callejeras, en un esfuerzo
    destinado a cambiar la política
    económica del gobierno. Con una inflación mayor
    a la de Alemania en el
    período 1921-1922, y al borde de la cesación de
    pagos internacionales, el gobierno constitucional había
    perdido el control de las
    variables
    claves del manejo económico.
    Ante el caos económico, político y social, las FFAA
    lideradas por Videla actuaron sagazmente, sin intervenir hasta
    que la situación empeoró hasta tal punto que los
    civiles fueron a golpear las puertas de los cuarteles. Así
    probaron la absoluta falencia del régimen constitucional y
    lograron que la opinión
    pública apoyase o se resignase nuevamente ante la
    opción militar.
    Se puede decir que el golpe del 24 de Marzo fue, a grosso modo,
    la reacción militar al período abierto con las
    grandes movilizaciones populares de fines de la década del
    ‘60 (Cordobazo, etc.) ante la incapacidad de las gestiones
    peronistas para neutralizarlas. Ya que la evolución de estas luchas no
    pretendía sólo provocar la caída de un
    gobierno, sino más bien, y fundamentalmente, transformar
    las relaciones socio-económicas del país y reubicar
    a la Argentina en el plano internacional, ésta no fue una
    intervención militar como tantas en la historia
    argentina contemporánea. Esta vez las FFAA y sus
    aliados decidieron que el "problema argentino" era estructural,
    por lo que aplicaron soluciones
    estructurales

    2. Proceso de
    reorganización nacional

    Es imposible dividir de forma seria los objetivos,
    acciones y
    efectos logrados por el Proceso, ya que no hay
    reorganización económica sin reorganización
    política y cambio de
    mentalidad cultural, (y viceversa). Por lo tanto, para una mejor
    comprensión teórica y coherencia explicativa,
    diferencié los aspectos políticos de los
    económicos y de los socio-culturales. Es importante
    aclarar que la interrelación que hay entre los tres
    aspectos es tal que se hace indispensable comprender
    correctamente a los tres para tener una sólida idea de lo
    que el Proceso de Reorganización Nacional significó
    para el país. Pero antes de ir al detalle de estos tres
    aspectos conviene hacer una breve reseña de los hechos,
    protagonistas, y como se proponían lograr sus
    objetivos
    El 24 de marzo de 1.976, la Junta de los Jefes (integrada por el
    Gral. del Ejército Jorge Rafael Videla, el Almirante
    Emilio Eduardo Massera de la Marina y el Brigadier Orlando
    Ramón
    Agosti de la Aeronáutica), se hizo cargo del poder y
    comenzó el Proceso de Reorganización Nacional.
    El caos económico, las luchas facciosas, la muerte
    presente cotidianamente, la acción de las organizaciones
    de las guerrillas, y el terror sembrado por la Triple A (Alianza
    Anticomunista Argentina, organización de Derecha , que de una forma
    "simbólica" estaba a favor y apoyando al ejército,
    pero que en realidad su fin era el de tomar el poder enemigo y
    político luego de acabar con la subversión),
    crearon las condiciones para la aceptación de un golpe de estado
    que prometía restablecer el orden y asegurar el monopolio
    estatal de la fuerza.
    Estas fuerzas se guiaban por los hechos, los cuales les
    resultaban amenazantes, y se prepararon para defender su
    territorio. De esta manera pusieron en marcha las siguientes
    "operaciones de
    aislamiento" :
    Las realizadas por los grupos
    paramilitares que logran aislar a las organizaciones armadas de
    su base social. El más importante, por la frecuencia y la
    envergadura de sus acciones, fue la "Triple A", que tenía
    asesoramiento político y participación directa en
    la formación militar.
    Los secuestros, que eran la forma en la que el régimen
    constituía sus prisioneros. Consistía en la
    detención ilegal de personas buscadas, sin orden judicial,
    con la cooperación de la policía del lugar, y sin
    informar a la familia del
    destino del secuestrado. Las familias de los secuestrados que
    buscaron asesoramiento jurídico para encontrarlos,
    descubrieron que eso también era "peligroso", (entre 1.976
    y 1.978 desaparecieron 107 abogados defensores).
    El terror que se provocaba en la sociedad,
    reforzado por la propaganda del
    régimen militar que culpaba a las familias por la
    actividad "subversiva" de los prisioneros. Otro dato es que casi
    un 35% de los familiares sólo hicieron la denuncia de la
    desaparición ante la CONADEP (creada recién en
    1.984), es decir, que unas 3.000 familias esperaron
    aproximadamente 6 años para denunciarlos.
    Los campos de concentración (contabilizados alrededor de
    340 centros clandestinos de prisioneros en todo el país),
    donde se los torturaba y hasta se los asesinaba. Gracias a la
    liberación de unos 1.000 prisioneros , que lograron irse
    al exterior, fue que pudo obtenerse más información
    sobre lo que ocurría dentro de estos campos de
    concentración. Éstos, fueron principalmente "campos
    de tortura prolongada y sistemática", ya que el exterminio
    se hacía casi siempre fuera de ellos, en los llamados
    "traslado de prisioneros". Se calcula que por cada detenido eran
    necesarias alrededor de 10 personas, lo que serían 100.000
    miembros directamente comprometidos con la fuerza y el proceso de
    aniquilamiento. El 1% de los desaparecidos fueron denunciados por
    personal
    subalterno de las Fuerzas Armadas o de seguridad.

    Aspecto político durante el proceso
    La situación de la Argentina a mediados de los ‘70
    era muy particular: el proletariado gozaba de una
    situación económica y política
    considerablemente positiva, tomando en cuenta variables tales
    como la participación del salario en el ingreso nacional
    (que llegó a su punto más alto en la historia argentina en 1973,
    cuando el salario participaba de la Renta Nacional en un 45%) y
    la incidencia de los sindicatos y otras agrupaciones obreras en
    el poder político. En suma, el país estaba muy
    movilizado políticamente; las guerrillas eran sólo
    la porción más radicalizada de todo el espectro
    social que directa o indirectamente apoyaba cambios en la
    estructura
    socio-económica de la Argentina.
    Las FFAA asumieron el poder con el objetivo de
    "terminar con el desgobierno, la corrupción
    y el flagelo subversivo". Pero hay que examinar con
    detención qué es la "subversión" para estos
    hombres para comprender su accionar sobre la sociedad argentina.
    Videla dijo alguna vez que "un terrorista no es
    sólo el portador de una bomba o una pistola, sino
    también el que difunde ideas contrarias a la
    civilización cristiana y occidental". Aclarando más
    el panorama, el entonces gobernador de la provincia de Bs. As.,
    general Ibérico Saint Jean, declaró: "Primero vamos
    a matar a todos los subversivos, después a sus
    colaboradores; después a los indiferentes y por
    último a los tímidos".
    El esquema político-institucional que las FFAA
    querían aplicar necesitaba de un modelo político
    que evitara la
    organización y los reclamos sociales y que
    desmantelara las estructuras
    gremiales, por lo tanto entre las primeras medidas de gobierno se
    encontraron la suspensión, por tiempo
    indeterminado, de las actividades políticas y gremiales de
    todo orden. Se intervino la CGT, la CGE, las 62 organizaciones y
    la Cruzada de la Solidaridad.
    Luego se eliminó el fuero sindical, se suspendió el
    derecho de huelga y se
    prohibió, en forma absoluta, la actividad de los partidos
    de izquierda, como ser: Comunista Revolucionario, Socialista de
    los Trabajadores, Política Obrera, etc. Se depuró
    la administración
    pública de agitadores mediante la Ley de
    Prescindibilidad y se intervinieron todas las asociaciones
    gremiales.
    Se comunicó a la población que "será severamente
    reprimida toda manifestación callejera; […] que todas
    las fuentes de producción y lugares de trabajo estatales y
    privados, a partir de la fecha serán considerados de
    interés militar", y que "se expulsará del
    territorio nacional a extranjeros que afecten la paz social". Por
    el comunicado Nº 19 se informó a la población
    que serían recluidos por tiempo indeterminado todos
    aquellos que "difundieran actos, palabras o imágenes
    de personas o grupos considerados subversivos o terroristas".
    También se sacó de circulación a la prensa
    política: Nuevo Hombre,
    Nuestra Palabra, Tribuna Popular, Posición Nacional, etc.
    Si no eran cerrados directamente, eran "advertidos" e insinuados
    para que discontinúen su trabajo, como fue el caso de la
    revista
    Sucesos del Partido Intransigente, o de Cuestionario,
    revista que por entonces dirigía Rodolfo Terragno.
    La noche anterior y el mismo día del golpe, los militares
    ocuparon los principales complejos fabriles con listas negras en
    las manos. Allí comenzó la cacería de toda
    una generación de dirigentes medios y
    activistas de base que fueron secuestrados, torturados y
    asesinados en la clandestinidad. Aquí reside una de las
    claves del Proceso de Reorganización Nacional: este
    conjunto social de individuos movilizados políticamente
    tarda décadas en aflorar nuevamente. Si a esto le sumamos
    el implante del miedo y el "no te metás", no es
    difícil entender la posterior desmovilización de la
    sociedad.

    Aspecto económico durante el proceso
    El plan económico de Martínez de Hoz puede
    sintetizarse en los siguientes puntos:

    • Rebaja de un 40% en los salarios,
      comparados con el quinquenio anterior.
    • Reformas a la Ley de Contrato de
      Trabajo y eliminación de las convenciones
      colectivas.
    • Establecimiento de una creciente regresividad en el
      sistema
      impositivo, mediante el aumento de los impuestos
      indirectos (IVA, etc.)
      y la disminución de los indirectos (ganancias,
      riqueza).
    • Eliminación de las retenciones a las
      exportaciones agropecuarias y de los subsidios
      a las exportaciones no tradicionales.
    • Progresiva reducción de los aranceles
      a la importación.
    • Apertura total a los capitales extranjeros: igual
      trato al capital
      nacional que al extranjero y reducción de los plazos
      de entrada y salida de dichos capitales.
    • Liberación de los mercados
      de cambio y financiero.
    • Reducción del gasto
      público a través de la
      racionalización del empleo y
      la privatización de empresas
      nacionales.
    • Presupuesto Nacional: Aumento en Defensa y
      Seguridad y reducción en Educación, Salud y
      Vivienda.
    • Política de transferencias del Estado hacia
      los grupos económicos, mediante los mecanismos de
      estatización de la deuda privada, la Ley de Promoción industrial y las
      políticas de compra del Estado.

    El sistema
    financiero tuvo un rol fundamental en la ubicación y
    reasignación de recursos en contra de los asalariados y a
    favor del sector más concentrado del capital. "La reforma
    financiera acabó con una de las herramientas
    del Estado para la transferencia de recursos entre sectores: la
    regulación de la tasa de
    interés, la existencia de crédito
    a tasas negativas y la distribución de este subsidio según
    normas y
    prioridades fijadas por las autoridades". Las altas tasas de
    interés superaban por mucho a las de ganancia (por
    producir), por lo que "ninguna actividad era rentable ni
    podía competir contra la especulación".
    Una de las consecuencias más características del PRN fue la
    concentración de capital, la cual se estimuló a
    través de la estatización de la deuda privada, la
    implementación de las leyes de
    promoción industrial y la política de compras del
    Estado.
    Los resultados de estas políticas fueron:

    • Aumento de la especulación en detrimento de
      la producción
    • Desindustrialización
    • Deuda externa
    • Concentración económica
    • Institucionalización de la
      inflación
    • Caída del salario real
    • Deterioro de los servicios
      públicos
    • Incremento en los niveles de pobreza

    Con respecto al segundo punto, a mediados de la
    década del ‘70, las exportaciones de manufacturas
    habían alcanzado por primera vez en la historia
    económica nacional el 50% de las ventas totales
    del país, pero la industria no pudo superar la
    pérdida de su protección, la competencia de
    las importaciones, el encarecimiento del crédito, la
    supresión (o "reubicación") de los mecanismos de
    promoción industrial y la reducción del nivel
    adquisitivo de la población. El nivel industrial
    cayó un 20% en los primeros cinco años.
    Para marzo de 1981 "existía una férrea
    concentración industrial, una fuerte capitalización
    del campo, la comercialización de los granos estaba en
    manos de grandes empresas cerealeras y el Estado argentino estaba
    endeudado en más de 17.000 millones de dólares, a
    los que se sumaba un endeudamiento ‘privado’ -por
    parte de las empresas residentes en el país- de casi
    12.5000 millones de dólares. En total, una deuda bruta, al
    31 de marzo de 1981, de 29.587 millones de dólares." Queda
    claro que la apertura económica de Martínez de Hoz
    significó abrir el mercado interno a
    la competencia exterior, y no expandir la producción local
    con destino al mercado externo.
    La brecha tecnológica que en los veinte años
    anteriores se había reducido, volvió a ensancharse
    de manera irreversible. "Al final de la transformación que
    condujo Martínez de Hoz, el poder económico se
    concentró de tal modo en un conjunto de grupos
    empresarios, trasnacionales y nacionales, que la puja corporativa
    y la negociación ya no fueron siquiera
    posibles"

    Aspecto sociocultural durante el proceso
    El objetivo de la acción antisubversiva de los militares
    era clara: no sólo se debía exterminar a los
    guerrilleros, sino que se debía acallar a la sociedad
    toda, mediante un bombardeo psicológico destinado a romper
    los lazos de solidaridad que unían a la sociedad para
    instalar el individualismo y el "sálvese quien pueda".
    Esto se logró mediante diversas acciones:
    Desaparecidos: Mientras que la dictadura
    chilena tiraba al río a las víctimas del Estado
    terrorista para que todos los vieran, el proceso militar
    argentino inventó una nueva figura jurídica. La
    "desaparición" de una persona llevaba a
    sus familiares y amigos a una situación de incertidumbre,
    inacción y temor por lo que sus propias acciones pudieran
    causarle al detenido-desaparecido, en caso de que éste
    estuviese con vida. O sea, había temor a que la denuncia,
    la búsqueda y la movilización de sus seres queridos
    causaran daño al desaparecido, si este se encontraba con
    vida.
    Programa
    económico de especulación y
    desindustrialización: Buscó romper con la
    tácita alianza de las clases medias con las bajas.
    Represión cultural: Censura y promoción de la
    autocensura, quema de libros,
    violencia contra profesionales de relevancia social (periodistas,
    párrocos populares, psicólogos, abogados,
    educadores, escritores, actores, etc.)
    El sistema educativo fue reformado para que encajara con el
    régimen y su programa: Listas de antecedentes en los
    ingresos a las
    facultades, represión en los establecimientos,
    modificación del sistema pedagógico, etc. Se
    prevenían "futuros subversivos" retrasando el aprendizaje de
    la lectoescritura hasta tercer grado (sólo "podían"
    aprender 13 letras por año) y prohibiendo la enseñanza de la teoría
    de los conjuntos en
    matemáticas. A los universitarios,
    demasiado grandes para reformarse, se los reprimía y
    exterminaba.
    La inserción de "terror" es comentada por Victor de
    Gennaro en un debate
    organizado por el diario Página/12 con motivo del
    vigésimo aniversario del golpe militar: "[…] Hubo un
    proyecto
    sistemático de meternos el terror en cada célula, en
    cada hueso, para que no nos acordemos de lo fundamental que
    significa querer ser, con autodeterminación, defensores de
    un proyecto nacional y popular. Querían quebrarnos esa
    capacidad de construir lo nuestro, ese derecho que tenemos a ser
    poder en nuestro propio país. Había que quebrar esa
    capacidad, había que imponer un modelo económico,
    social y cultural del sálvese quien pueda. Para sobrevivir
    había que mentir, había que desconocer la identidad, el
    de al lado era un peligro, era alguien que comprometía,
    había que pensar nada más que en uno, como si esa
    fuera la opción."

    No fue sólo miedo lo que provocó el
    individualismo, aunque este fue su ingrediente fundamental. La
    censura y la autocensura (se emitían avisos televisivos
    con la frase "El silencio es salud" como consigna) se combinaron
    con la nueva doctrina liberal impuesta desde el Estado. La
    ideología del "sálvese quien pueda"
    se acreditaba en el dinero
    fácil que las actividades especulativas proveían.
    El que producía, quebraba, el que "invertía" en la
    bicicleta financiera se salvaba. Al crecimiento industrializado
    colectivo, en el cual todos los sectores recogen los frutos del
    progreso, se oponía un nuevo modelo de "quita de
    ganancias" individualista, en el cual el progreso era personal y
    a costa de los demás. La "economía imaginaria"
    de la plata dulce y el "deme dos" sumado a la represión en
    todos los ámbitos de la vida civil, lograron romper muchos
    lazos de solidaridad que había en la comunidad.
    "Aunque los salarios y los beneficios de los industriales eran
    muy bajos, la prensa se hallaba amordazada y los sindicatos
    acobardados, gran parte de la población encontraba solaz
    en la especulación y la compra de artículos
    importados baratos". Si no, ¿cómo se explican las
    tristemente célebres frases "algo habrá hecho",
    "por algo será" y "no te metás" en una sociedad que
    no muchos años antes veía con algo de
    simpatía y mucho de esperanza las acciones guerrilleras
    que, al menos en sus prédicas, querían "cambiar el
    mundo"?
    La sociedad argentina, acostumbrada a hechos como estos
    sólo publicados a través de las crónicas de
    otros países, tenía miedo, miedo de saber, de tener
    algún tipo de información, de estar enterado de
    algo.
    "El silencio es salud", siniestra ironía escrita en
    carteles, para anunciar en un lugar donde se cometían
    aberraciones, en busca de quebrar el silencio heroico de las
    víctimas.
    La sociedad ya no sólo extrañaba el hecho de poder
    votar, sino también el de poder decir lo que pensaban,
    tener ideales políticos diferentes a los impuestos. A
    cambio de estas privaciones, tenían constantes
    amenazas.
    De la manera en que se presentaban los hechos, parte de la
    sociedad decidió exiliarse, ya sea por razones
    políticas o laborales, en el exterior o, en otros casos,
    en las provincias.
    En el plano educativo, la censura y la mentira también
    estaba presente. Los libros eran "transparentes",
    frívolos, en ellos no existían la mezquindad ni el
    crimen. Así mismo, la música también
    estaba reprimida los actos de protesta y los cantos populares
    estaban titulados en su totalidad como "subversivos".
    El 80% de los ciudadanos argentinos que entre 1.976 y 1.983
    cursaban la escuela
    secundaria, no recuerda sobre su vida social y/o salidas
    estudiantiles, tampoco las canciones que escuchaban ni los cantos
    populares de protesta.
    El 17,4%, que pertenecía a la clase alta, parecía
    haber vivido en otro planeta, aislados del mundo.
    El 3,6% prefiere no opinar del tema, por miedo a nuevos actos
    represivos.
    La gente conocía la verdad de lo que estaba ocurriendo,
    pero la violencia había llegado a tal grado que se
    sentían intimidados y no se animaban a hablar. Luego de
    los 2 primeros años fue evidente que la política
    económica no funcionaba y empezó a notarse cada vez
    más el problema de los desaparecidos. Fue allí
    cuando la sociedad, el pueblo argentino, se volvió en
    contra de los militares.
    Una concluida esta modesta y pequeña síntesis
    de los aspectos más importantes de la dictadura o mejor
    dicho del Proceso de Reorganización Nacional, por
    último no me queda más que centrarme en una de las
    consecuencias más dañinas para el presente y futuro
    de nuestra sociedad, como lo fue el tema de los desaparecidos y
    todo lo que ello significa para nosotros, aunque no debemos
    olvidar otro hecho, quizás de igual relevancia como lo fue
    la guerra de las
    Malvinas,
    comprendiendo esto de todos modos he decidido centrar mi foco de
    investigación sobre el primero de los
    temas. Haciendo especial mención al tema de los
    desaparecidos; las madres y abuelas de plaza de mayo; la
    apropiación ilegal de niños y
    por último hacer una breve reseña de la guerra de
    las malvinas.

    3. Los
    Desaparecidos

    Los secuestros se realizaban generalmente a altas horas
    de la noche por una patota (que en "ocasiones especiales" eran
    más de 50).
    Entraban al domicilio de la persona señalada
    (generalmente, antes había un "apagón"), se
    apoderaban del señalado, lo tabicaban (le vendaban los
    ojos), se los encapuchaba y lo torturaban delante de sus hijos
    (que después, eran dejados con algún vecino,
    familiar o solos; en otras ocasiones eran llevados con sus padres
    a los centros clandestinos, para que después sean
    adoptados por algún represor).
    Luego, eran introducidos en vehículos (generalmente dentro
    de automóviles correspondientes a la marca Ford,
    modelo Falcón, de color verde),
    parte de ellos conseguidos en los operativos de secuestro, como
    botín de guerra.
    De allí partían hacia alguno de los centros
    clandestinos. Y pasaban a ser miles de hombres, mujeres y
    niños de distintas edades y ocupaciones, integrando una
    categoría dentro de la población de carácter
    "tétrico" llamado "los desaparecidos".
    Los represores secuestraban a los que consideraban "subversivos"
    :

    1. Los que ayudaban en las villas-miseria
    2. Los que tenían como objetivo una mejora en
      los salarios
    3. Los miembros de alguno de los centros
      estudiantiles
    4. Los periodistas que demostraban su desacuerdo con
      los represores, y hacia la represión; y eran capaces
      de demostrar su oposición a los hechos en un
      artículo periodístico, etc.
    5. Los psicólogos y los sociólogos, por
      pertenecer a profesiones "sospechosas"
    6. Las monjas y/o sacerdotes que llevaban sus
      enseñanzas a las villas-miserias
    7. Los amigos de cualquiera de todas estas personas,
      los amigos de éstos amigos, etc.

    Todas en su mayoría inocentes de cometer actos
    terroristas, o siquiera de compartir con alguien, o pertenecer a
    grupos que combatían esta guerrilla.
    Massera integró las brigadas operativas de secuestros,
    presenció torturas e interrogatorios, en apoyo a la
    formación del "grupo de
    tareas". En la inauguración del mismo, ordenó:
    "-responder al enemigo con la máxima violencia, sin
    trepidar en los medios".
    De esta manera se convierte en "cero", su nombre de guerra. Junto
    con el poder de Massera, creció el poder de algunos
    oficiales navales hasta llegar a la jurisdicción del
    Estado, como en el caso del contraalmirante Chamorro y el
    capitán Acosta Ambone, jefe de inteligencia
    del G.T. 3.3. éste último decía ser "el
    dueño de la vida y la muerte" o "como Dios".
    Uno de los centros del poder político en la Armada fue el
    campo de concentración de la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), que empezó a
    funcionar en marzo de 1.976, y aunque tuvo cambios
    políticos y distintas formas de represión, se
    clausuró en noviembre de 1.983, unos días antes de
    asumir el gobierno constitucional.
    Por allí pasaron casi 5.000 detenidos -desaparecidos, y
    junto con el "Campo de mayo", fue uno de los mayores centros
    clandestinos de tortura.
    Antes del golpe militar de 1.976 ya existían los centros
    ilegales de detención: "la escuelita de familia" y la
    Jefatura General de Policía en Tucumán, entre
    otros
    La base del poderío de la ESMA no fue sólo
    político sino también material: -obtuvieron grandes
    sumas de dinero
    mediante el "botín de guerra". Hasta se montó una
    inmobiliaria en Belgrano, a raíz de los inmuebles ocupados
    y adquiridos por torturas y falsificación de documentos.
    El campo de concentración funcionó en el Casino de
    Oficiales de la ESMA, un edificio de 3 pisos, con un altillo
    grande y un sótano. En el 3er piso y en el altillo se
    alojaba a los detenidos- desaparecidos, en habitaciones sin
    ventanas llamadas "capuchas".
    En la planta baja estaba el Salón Dorado o "el dorado",
    donde de instaló la sección de inteligencia del G.T
    3.3 (el acceso a ese sector era restringido como la
    sección de "los jorges", oficinas de algunos oficiales del
    grupo). En el sótano estaban la enfermería, un laboratorio
    fotográfico y varias salas de torturas.
    Los interrogadores torturaban salvajemente a los secuestrados
    atados a elásticos metálicos. Con la picana
    eléctrica, los golpes brutales, el ""submarino seco", el
    "submarino mojado", y los simulacros de fusilamiento, buscaban no
    sólo obtener información sino destruir a los
    detenidos –desaparecidos física y
    psíquicamente.
    El oficial Alfredo Astiz ha tenido un papel
    importante en esta última dictadura. Secuestró a
    ancianos y adolescentes,
    mujeres embarazadas, a las monjas francesas Domon y Duquet ; Se
    infiltró en el grupo de Madres de Plaza de Mayo y
    familiares que se reunían en la Iglesia Santa
    Cruz y se ganó el desprestigio ante la opinión
    pública internacional. Hasta 1.983 siguió
    trabajando en tareas de inteligencia.
    A mediados de 1.979 llegó a Buenos Aires la
    Comisión Interamericana de Derechos Humanos
    (CIDH). Ante las pruebas
    acumuladas sobre la ESMA, se prefirió neutralizar la
    visita del CIDH a la escuela. Algunos prisioneros fueron
    trasladados a una quinta en el norte de Buenos Aires, otros a una
    isla en el Tigre donde permanecieron un mes aproximadamente. Casi
    60 prisioneros políticos estuvieron en una isla cercana al
    río Paraná, llamada "El Descanso".
    Entre 1.980 y 1.983 se trasladaron a la ESMA prisioneros de otros
    campos de concentración, que tenían determinados
    oficios o profesiones, para montar un servicio de
    impresiones y falsificación de documentos.
    El G.T. 3.3 tenía 3 tareas específicas:

    1. Inteligencia : donde se planeaban las operaciones,
      se concentraban los efectivos antes de salir y se analizaba
      la información obtenida por medio de torturas y la
      represión.
    2. Operaciones : realizaba lo que planeaba
      "inteligencia"
    3. Logística : mantenía el campo de
      concentración y administraba las finanzas
      propias y del "botín de guerra".

    En resumen, la tortura funcionó como un elemento
    relevante en la metodología empleada. Los centros
    clandestinos de detención fueron concebidos para poder
    practicarla impunemente.

    Las madres y abuelas de plaza de mayo
    En abril de 1.977 un grupo de madres, que se conocieron durante
    los trámites para buscar a sus hijos desaparecidos,
    decidió juntarse un día por semana en Plaza de
    Mayo. Así nacieron las "Madres de Plaza de Mayo", un
    símbolo de la resistencia popular argentina a la dictadura
    militar.
    Los militares no las atendieron nunca, y desde entonces hace 20
    años que siguen reclamando por sus hijos.
    Estas madres también sufrieron la represión. No
    sólo cayó su fundadora, Azucena Villaflor de
    Vicenzi, sino 14 personas más en un mismo operativo, entre
    las cuales estaban las monjas francesas Leonie Reneé
    Duquet y Alice Domon. Este acto fue protagonizado por Astiz (el
    "ángel de la muerte") , junto con una prisionera
    colaboradora que fingió ser su hermana.
    De esta manera logró infiltrarse en este grupo, y se
    ganó la confianza de las madres cuando simuló, un
    jueves en Plaza de Mayo, enfrentar a la policía.
    Decía tener un hermano secuestrado y llamarse "Gustavo
    Niño". Así fue seleccionando sus víctimas,
    secuestradas entre el 8 y 10 de diciembre de 1.977. Algunos ex-
    prisioneros de la ESMA cuentan que la monja Domon, mientras era
    brutalmente torturada, se preocupaba por la suerte de "Gustavo".
    Horas después comprobó que "Gustavo" era
    Astíz y ese aparente joven luchador, un asesino.
    A pesar de personajes siniestros como estos las madres y abuelas
    lograron conformar un grupo que con mucho esfuerzo y casi sin
    ningún apoyo del estado, a logrado recuperar a muchos de
    los niños de los desaparecidos con sus familiares directos
    e incluso en muchos casos con sus padres biológicos,
    recuperando la identidad genuina de éstos en beneficio de
    ellos mismos y de la sociedad toda

    La Apropiacion De Niños
    Durante el Golpe de Estado perpetuado por las Fuerzas Armadas se
    llevó a cabo una política de terror y
    avasallamiento de los derechos sociales e
    individuales del pueblo de la República Argentina. El
    saldo de este accionar fue la desaparición de miles de
    personas.
    Esta metodología aberrante también se
    ensañó con los hijos de los prisioneros, algunos de
    corta edad, otros nacidos en los centros clandestinos durante el
    cautiverio de sus padres.
    Luego de 13 años de ejercicio de la democracia, se
    espera obtener Verdad y Justicia. Poco
    se ha conseguido.
    En un fallo dictado el 9 de diciembre de 1.985, la Cámara
    Federal analizó este tema, y al respecto
    afirmó:
    "La posibilidad de que el personal a quien se mandaba a
    domicilios particulares a cometer delitos de la
    apuntada gravedad se apoderara sistemáticamente de
    bienes en su
    propio beneficio fue necesariamente prevista y asentida por
    quienes dispusieron tal modo de proceder. La enorme
    proporción de casos e que ellos, tuvo lugar, y el hecho de
    que se les otorgara igual tratamiento en cuanto a la impunidad de
    sus autores confirma esta inferencia.
    No es posible, en cambio, hacer extensivo este razonamiento a
    otros delitos como la sustracción de menores cuya
    comisión se ha demostrado sólo en forma ocasional
    únicamente se han verificado las sustracciones de los
    menores Felipe, Martín y María Eugenia Gatica".
    Por aplicación de este criterio, el Tribunal
    absolvió del delito de
    sustracción de menores a los Comandantes a quienes se les
    había imputado este delito.
    Esta injusta decisión impulsó a diversos grupos de
    la sociedad civil,
    especialmente a las Abuelas de Plaza de Mayo, a realizar una
    búsqueda de menores desaparecidos. Como resultado se
    conocieron centenares de casos de menores secuestrados con sus
    padres o nacidos en centros clandestinos de detención.
    Recientemente, en un juicio administrativo promovido contra el
    Estado Nacional para que informa sobre la suerte de los
    desaparecidos, fue encontrada en un organismo militar la prueba
    de la existencia de un documento titulado : "Instrucciones sobre
    procedimiento
    a seguir con menores de edad hijos de dirigentes políticos
    o gremiales cuando sus progenitores se encuentran detenidos o
    desaparecidos" (proveniente del Ministerio del Interior en abril
    de 1977).
    Con esta prueba, cayó el fundamento conceptual del fallo
    de la Cámara en materia de
    sustracción de menores, pues la sola existencia de tales
    "instrucciones" demuestra que este accionar existió y fue
    previsto por los autores del plan criminal, tal como el fallo lo
    admitió sólo para el simple robo de cosas.
    Los que se apropiaron de estos menores desaparecidos, usaron dos
    caminos supuestamente legales para borrarles la identidad y su
    historia familiar:
    a ) o fueron adoptados como hijos propios
    b ) o fueron adoptados con adopción
    plena, la que en nuestro país borra el vínculo con
    la familia de sangre y el menor
    pasa a
    integrar la familia adoptiva.
    Esto obliga a actuar en dos planos jurídicos, luchando
    contra la impunidad: una causa penal para demostrar que ese
    menor
    anotado como propio o adoptado es el hijo de un desaparecido y
    luego, la causa civil para anular la adopción plena. Esto
    hace que las causas sean diferidas en el tiempo, que los
    apropiadores renueven sus trabas para evitar que se encuentren a
    esos niños, y que continúen gozando de la impunidad
    que han tenido y tienen a 21 años del golpe militar.
    Se debe destacar, además, que estos "individuos" cuentan
    con la complicidad de muchos funcionarios que vienen desde el
    proceso militar y siguen integrando el poder judicial
    como si nada hubiera pasado.
    Se juzgó a los militares pero no a sus cómplices, a
    los jueces que denegaban el hábeas
    corpus sabiendo su origen; a los médicos que
    controlaban las torturas y atendían los partos en campos
    clandestinos de detención y regalaban el bebé o se
    quedaban con él; a los psicólogos que violaban el
    secreto profesional y sacaban información a los detenidos
    que se quebraban; A los curas que utilizaban la confesión
    para sacar información o que admitían la tortura
    "una o dos horas nada más", pero se oponían a la
    violación como forma de tortura porque era inmoral.
    El plano judicial de este tema es el más difícil de
    sobrellevar, ya que la prescripción de las causas aparece
    como un obstáculo importante. Esto se ve claramente en el
    fallo que presentó la Corte Suprema de Justicia de la
    Nación,
    en Diciembre de 1.995:
    "En consecuencia, atento a lo establecido por el art.62, inc.2do
    del Código
    Penal y la fecha de comisión de los hechos, se advierte
    que han transcurrido el máximo de duración de las
    penas previstas por los arts. 139, inc.2do y 146 del
    Código Penal, por cuya razón la prescripción
    de la acción se ha operado y así debe declararse,
    por cuanto aquel instituto jurídico en materia penal opera
    de pleno derecho por el mero transcurso del plazo
    pertinente."

    El voto en disidencia dice: "En primer lugar, cabe
    señalar que en autos no se ha
    operado la prescripción de la acción penal. En
    efecto, dado que una de las conductas típicas previstas en
    el art. 146 del Código Penal reprime a quien "retuviere" a
    un menor de 10 años, resulta evidente- dado el
    carácter permanente del delito- que dicha conducta
    habría continuado produciéndose mucho
    después del acto inicial de sustracción ocurrido
    con posterioridad al 22 de junio de 1.976 y antes del 23 de marzo
    de 1.977, lo que lleva a concluir, en principio, que en el caso
    no se habría operado el citado plazo de
    prescripción."
    Las Abuelas de Plaza de Mayo han elevado este caso a la CIDH
    (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), sosteniendo
    que: "la gravedad de la decisión de la Corte radica en que
    el fallo no es sino el punto final para la búsqueda de
    nuestros nietos y la impunidad para los apropiadores de ellos,
    temas que habían sido expresamente excluidos de las
    llamadas leyes de Punto Final y Obediencia Debida."
    Según testimonios, se logró conocer cómo
    eran tratadas las mujeres embarazadas que eran secuestradas:
    cuando llegaban a la ESMA, eran tiradas en colchonetas en el
    suelo,
    encapuchadas y boca abajo. No se salvaron de las torturas pese a
    su estado.
    Al principio, cuando faltaban pocos días para el
    alumbramiento, eran llevadas a una pieza con ventanas
    herméticamente cerradas; recién ahí le
    sacaban los grilletes, que eran vueltos a poner cuando iban al
    baño.
    Eran atendidas por un médico del Hospital Naval, un
    enfermero de la ESMA, y ayudadas por otras prisioneras. Una vez
    nacida la criatura la madre era "invitada" a escribir una
    carta a sus
    familiares, a los que supuestamente les llevarían el
    niño.
    Inmediatamente la secuestrada era "trasladada", mientras el
    bebé quedaba en la habitación atendido por otras
    embarazadas. Luego se lo llevaban.
    Desde que la embarazada llegaba ya se sabía cuál
    sería el destino de su hijo y el suyo: a ella le esperaba
    el TRASLADO, y a su pequeño la seguridad de que nunca
    conocería su verdadera historia, y menos a su verdadera
    familia.
    En el mes de julio de este año, el ex marino Scilingo
    reveló el "modus operandus" del horror, ante la
    Cámara Federal de Buenos Aires. "Alegando razones
    humanitarias" la Armada habría dispuesto que las
    embarazadas detenidas deberían dar a luz, pero para
    evitar que los mismos niños se contaminasen con ideas
    extremistas, éstos se darían en adopción a
    familias "normales": marinos o allegados a ellos que, a
    través de haber tomado contacto con el Grupo de Tareas
    3.3.2, habrían expresado el deseo de adoptar un
    niño.
    El procedimiento que se llevaba a cabo era el siguiente: el
    entonces director de la ESMA, contralmirante Rubén
    Chamorro, el jefe del G.T. 3.3.2, capitán de navío
    Jorge Vildoza, y el jefe de Inteligencia, capitán de
    fragata Jorge Acosta, resolvían a quién
    correspondía el futuro del bebé, todo con el visto
    bueno de quien ejercía la conducción directa del
    Grupo, el Comandante en Jefe de la Armada, almirante Eduardo
    Massera.
    Jorge Luis Magnasco, que hasta hace pocos meses trabajaba como
    obstetra en el Sanatorio Mitre de donde ya fue despedido, y sus
    asistentes Aldo Clemente Chiappe, Alberto Arias Duval, Carlos
    Octavio Capdevilla y Raúl Sanchez Ruiz, fueron
    responsables de la acta de nacimiento que se realizaba ya con el
    nombre de la madre adoptiva.

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