Indice
1.
Introducción: ¿Ha dejado de ser moderna nuestra
era?
2. ¿Qué entendemos por
modernidad?
3. ¿Cuáles son las
características esenciales de la post
modernidad?
4. ¿Y la "desconstrucción"
de la modernidad en los países
hispanoamericanos?
5. ¿Cuáles son las
consecuencias de la post modernidad?
6. Conclusión
7. Notas
1. Introducción: ¿Ha dejado de ser
moderna nuestra era?
Hace dos años, las señales del calendario
nos indicaron que íbamos llegando a las puertas de un
nuevo milenio. Pero los acontecimientos nos revelaron que ya
habíamos entrado en él. ¡Tan acelerada es la
velocidad de
nuestro tiempo!
Mirábamos hacia atrás y nos percatábamos de
que ya íbamos transitando en una época diferente al
Siglo XX. El avance de la tecnología revelaba
que, en los países desarrollados, el tiempo había
cambiado. La historia de la humanidad
informaba que, en el último cuarto de ese siglo, se
habían suscitado transformaciones mayores que en toda la
historia del género
humano. ¿Para bien o para mal…? Los analistas, como
testigos de esos cambios, han tomado partido en el debate de las
opiniones: ¡No terminan de ponerse de acuerdo! Para unos,
se trata del fin de la modernidad. Para
otros, de una anti modernidad; para otros más, de una
modernidad diferente a la imperante desde los siglos XIII y XV.
En lo que sí están seguros es que,
mientras dura la discusión, el mundo sigue desarrollando
una nueva imagen: Ya no es
la imagen ostentada en la modernidad. En los países
desarrollados, nuestra era ha dejado de ser moderna. Sin embargo,
en los países de las pequeñas economías,
calificados con el eufemismo de "países en desarrollo"
aun con las persistentes recesiones, tal vez nunca lo han sido
totalmente.
2. ¿Qué
entendemos por modernidad?
La época que, en Europa,
sucedió a la Edad Media. En
los países desarrollados, la modernidad entró
prácticamente en la historia cuando Europa salió de
esa era. La modernidad es originaria de una época
envejecida en el transcurso de la Historia. Como concepto, tiene
sus orígenes en los escritos del escritor latino Flavio
Magno Aurelio Casiodoro (años 480-570 ó 575) Este
escritor fue el primero en emplear la palabra modernus de modus
en el sentido de lo que ha acontecido recientemente. Del
latín fue tomada la palabra con la traducción de
‘moderno’ y con el sentido de ‘hace un momento,
ahora mismo’ y, como adjetivo, con el significado de algo
nuevo que entra en conflicto con
lo antiguo. De la palabra ‘moderno’ derivó la
palabra ‘modernidad’. En el siglo X, la palabra
había sido objeto de controversias en las polémicas
filosóficas y religiosas. Eduardo Valenti Fiol, al
referirse a los elogios y reproches, comenta que, "(…) implica
que los moderni son espíritus abiertos y antirrutinarios,
que gustan estar al corriente de los últimos
descubrimientos o de las teorías
más nuevas, o bien se sobrentiende en él un velado
reproche de ligereza y de aquel amor a la
novedad. (…)" (15:21) Desde el siglo VI, existe conciencia de lo
moderno como idea y, desde el siglo X, como fenómeno
literario. Pero la modernidad, como fenómeno social, no
apareció sino hasta algunos siglos después. Blas
Matamoros dice que " (…) la modernidad puede entenderse como un
plexo de valores que se
organiza a partir del Renacimiento
<<entre los siglos XIII y XV>> y se refuerza con
la
Ilustración (en el siglo XVIII)" (10:24) Entre esos
valores, se afianzó en la racionalidad y la libertad con
base en la ciencia y
la técnica construida por el ser humano. En Europa,
durante la época del Renacimiento, se manifestó en
una nueva estructura
social con grandes cambios científicos, políticos y
técnicos. Sin embargo, en el último cuarto del
siglo XVIII, ya revelaba su decadencia y anunciaba su fin: Como
causas de este fenómeno, se menciona a las revoluciones
francesas, las ideas de los escritores franceses Juan Jacobo
Rousseau,
Francisco María Arouet (Voltaire) y
Carlos de Secondat (Barón de Montesquieu),
la racionalidad de los enciclopedistas y de quienes opinaron que
la presencia de la razón, en la Historia, conducía
a la revolución
y a la transformación de las estructuras
sociales.
¿Qué es ese fenómeno llamado post
modernidad?
La construcción de un mundo diferente al mundo
donde amanecimos ayer. En los años recientes, el tema de
la post modernidad ha sido divulgado en los países. Sin
embargo, puede resultar interesante agregar otras reflexiones
acerca de su esencia, de su geografía y de sus
consecuencias en los países hispanoamericanos.
Al hablar de post modernidad, es necesario hacer referencia al
prefijo ‘post’ con significado de posterioridad en el
tiempo respecto de un acontecimiento. Es obvio que no puede haber
post modernidad cuando no hay modernidad. Esta información, aparentemente baladí,
adquiere importancia cuando se analiza la post modernidad para
los países hispanoamericanos.
Para referir la post modernidad, Jean François Lyotard
recurre a elementos inmateriales. Tomando en consideración
esos elementos, dice: "Postmodernismo indica simplemente un
estado de
alma, o mejor un estado de espíritu. Podría decirse
que se trata de un cambio en la
relación con el problema del sentido: diría
simplificando mucho, que lo moderno es la conciencia de la
ausencia de valores en muchas actividades, si se quiere, lo que
es nuevo sería el saber responder al problema del
sentido." (16:69) Con base en esa opinión, podría
afirmarse que la post modernidad surge como un síntoma de
la caducidad del funcionamiento legítimo de los
fenómenos de la modernidad. Pero… ¿No puede
suceder como una consecuencia de la transformación de las
economías mundiales impulsadas por las naciones
hegemónicas? No es una suposición. En la historia
de la humanidad, las naciones constituidas en centros con
hegemonía han formulado las normas de
comportamiento
económico para las naciones ubicadas en las periferias
tradicionales y consideradas actualmente como naciones de
economías subalternas respecto de las naciones
hegemónicas. Frederic Jameson, profesor de Literatura e Historia de la
Conciencia en la Universidad de
California, asoció la post modernidad con los
fenómenos socioeconómicos surgidos en los
años recientes: Dice que la post modernidad es un
"concepto periodizador" que tiene como función
relacionar los nuevos rasgos formales en la cultura con el
nuevo tipo de vida social y el nuevo orden económico. A
ese fenómeno se le ha llamado "modernización,
sociedad post
industrial o de consumo,
sociedad de los medios de
comunicación o capitalismo
multinacional." (7:167) Este autor se refiere al nuevo momento
del capitalismo desde el boom en Estados Unidos de
América
en los finales de los años 40s y principios de los
50s y en Francia a
partir de la quinta república en 1958.
La post modernidad tiene un carácter
imperativo derivado de la revolución científico
– tecnológica, la
globalización de las comunicaciones
y los mercados y la
competición en los mismos basadas en el progreso
técnico. Al encontrar el origen de la post modernidad en
la economía
mundial, algunos autores han visto una imposición del
sistema
financiero mundial. James Morgan, en el Financial
Times, opinó que el post modernismo
"está orquestado por el Grupo de los
Siete, el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial
y el Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio" en
un sistema de
gobierno
indirecto que involucra la integración de lideres de países en
desarrollo en la red de la nueva clase
dominante." (5:222) Algunos autores, basados en el acontecer
científico y en el pensamiento
filosófico, hacen observar que aún persisten los
modelos y
paradigmas de
tiempos pasados. Con ese criterio, opinan que la llamada post
modernidad no es más que modernidad. Fernando Mires opina
que la "ciencia
moderna es todavía cartesiana" aunque "Descartes se
ha convertido en uno de los chivos expiatorios de la postmodernidad; (11:165) (…) Que la física de Isaac Newton,
en muchos aspectos, está todavía vigente."
(11:166)
Ante la controversia respecto de la legitimidad de la post
modernidad, algunos autores creen que sería más
apropiado hablar de "meta – modernidad" o de "trans –
modernidad" Consideran que la llamada post modernidad trasciende
más que sustituye a la modernidad. Sin embargo, el
concepto de la post modernidad conduce a un nuevo orden
económico: La economía mundial, el sistema
transnacional de producción de bienes y
servicios que
trasciende el sistema característico del capitalismo moderno
traído desde la época de la revolución
industrial.
¿Hubo una anticipación de la post
modernidad respecto del siglo XXI?
Hubo un atraso respecto del siglo XX. La post modernidad nace
cuando muere el siglo. El nombre fue empleado
sistemáticamente, por primera vez, en el año 1971
por Ihab Jassan aplicado a la literatura. De ahí
irradió hacia el campo de las ciencias
sociales, la Filosofía, la Semiología y la
Arquitectura.
Jean François Lyotard, al referir la condición post
modernista dijo: "Designa el estado de
la cultura después de las transformaciones que han
afectado a las reglas de los juegos de la
ciencia, de la literatura y de las artes a partir del fin del
siglo XIX." (8:7) Alejando Serrano Caldera, filósofo
nicaragüense, dijo que la hipótesis de Lyotard consiste en que "el
saber cambia de estatuto al mismo tiempo que las sociedades
entran en la edad llamada postmoderna. Ese paso ha comenzado
cuando menos desde fines de los años 50, que para Europa
señalan el fin de la reconstrucción."
(14:188)
3. ¿Cuáles son
las características esenciales de la post
modernidad?
El concepto de "desconstrucción" de Jacques
Derrida constituye la clave. Algunos autores coinciden en la idea
de la "desconstrucción" de los modelos y paradigmas de la
modernidad. Unos se apoyan en bases filosóficas; otros se
basan en posiciones de naturaleza
económica. Hal Foster dice que "un postmodernismo
resistente se interesa por una desconstrucción
crítica de la tradición" Welmar, referido por Craig
Owens, habla del "impulso general desconstructor". La Post
modernidad es un movimiento de
"desconstrucción" y "desenmascaramiento" de la
razón ilustrada como respuesta al proyecto
modernista y su consiguiente fracaso. Considera que esa
"desconstrucción" expresa: "a) un rechazo
ontológico de la filosofía occidental, b) una
obsesión epistemológica con los fragmentos y
fracturas, y c) un compromiso ideológico con las
minorías en política, sexo y
lenguaje.
(13:14 – 40) Georges Balandier ve el post modernismo como
"un movimiento de desconstrucción, de puesta en piezas de
la jerarquía de los conocimientos y de los valores,
de todo lo que contribuye a una formación de sentido, de
todo lo que ha sido construido en paradigma o en
modelos." (1:139) Giani Vattimo Vigo también fundamenta su
posición en el concepto de "desconstrucción"; pero
no lo hace sobre bases de Filosofía sino de
Economía; relaciona la post modernidad con el sistema
económico – político. Para este autor, "La
post modernidad no es sólo desconstrucción de los
paradigmas de la modernidad, de la concepción moderna del
mundo y de la sustitución del lenguaje moderno por el
postmoderno, sino que es, aunque no lo propongan expresamente y
aunque en algunos casos no lo mencionen los teóricos, la
formación de un nuevo sistema de vida cultural y social;
de una nueva forma de producción, la producción
transnacional, de una nueva organización capitalista, el mercantilismo
corporativo y de una nueva concepción; Estado Nación
a través de la transnacionalización jurídico
– institucional." Si el criterio de la
"desconstrucción es aceptado, se puede compartir la idea
referente a que la caracterización de la postmodernidad
parte de la "desconstrucción" de un modelo de
mundo para construir otro modelo donde se opera el cambio de
la
organización de la economía mundial, de la vida
social, de la ideología, de la política y, con
ellas, la de la cultura y el arte.
La "desconstrucción" de los valores de la post modernidad
implica, fundamentalmente, la creencia en la muerte de
la razón, el afianzamiento del nihilismo y la
sustentación de la teoría
del fin de la Historia. Con esta teoría, se propone la
caducidad de órdenes importantes de la vida de las
naciones: El progreso, la política y las vanguardias
literarias.
La muerte de la
razón. Se anuncia cuando, en la post modernidad, se
empieza a dudar de la razón y se inventa el concepto de
"postracionalidad"; se hace observar cuando los post modernistas
desconfían de la "razón instrumental" tomada, por
la humanidad, como legado de la Ilustración. Al respecto, Josep Picó
dice: " Esta forma de razón afecta e invade toda la vida
social y cultural, abarcando todas las estructuras
económicas, jurídicas y administrativas,
burocráticas y artísticas." (12:189) Habermas,
refiriendo a Weber, destaca
que la modernidad cultural traería la
<<separación de la razón sustantiva expresada
en la religión y la metafísica
en tres esferas autónomas>> que serían
<<la ciencia, la moralidad y el arte>>; ya que el
proyecto de modernidad formulado por los filósofos de la Ilustración
consistía en sus esfuerzos por desarrollar la ciencia
objetiva, la moralidad, las leyes universales
y el arte autónomo de acuerdo con su lógica
interna. (16:191)
La idea de la muerte de la Historia: Ha sido destacada en la
teoría de Francis Fukuyama (un filósofo –
funcionario público al servicio del
Departamento de Estado de Estados Unidos de América en el
Departamento de Política Exterior) Este funcionario toma
algunos conceptos del filósofo Hegel; se basa en
acontecimientos suscitados en Europa Oriental y plantea su
tesis respecto
de que "La historia ha concluido al llegar el espíritu al
reino de la libertad y la necesidad, el que históricamente
corresponde al Estado liberal y a la economía
capitalista." (14:187)
Los conceptos del fin de la Historia y la post modernidad han
sido compaginados en un manual
dogmático editado con signos ocultos por naciones
patrocinadoras de la "transnacionalización". Con respecto
al tiempo pasado, como no es posible destruir esta
categoría, los teóricos de la post modernidad
recurren al silencio. En la actualidad, se cree que la Historia
no se repite aunque, en los territorios ocupados actualmente por
Mesoamérica, los mayas
creían que los acontecimientos se repiten
cíclicamente. Tal vez los sucesos no vuelvan a ser
exactamente como acontecieron en el pasado; pero sus rasgos y sus
elementos superviven y se proyectan hacia el futuro.
La teoría del fin de la Historia ha sido debatida por
pensadores latinoamericanos. Al referirse a ella, Serrano Caldera
cita a Leopoldo Zea con el texto donde
este autor visualiza la secuencia de la Historia: " (…) se ha
iniciado una segunda etapa de la historia
universal, la de la realización de la libertad como
expresión propia del hombre sin
rebajamientos que aplacen su posibilidad. No es así el fin
de la historia, sino el auténtico inicio de la historia."
(19:208)
Una de las críticas post modernas acerca de la Historia,
en opinión de Luis Brito García, puede tener tres
significados: 1. Negación de una lógica en los
procesos
históricos. 2. Negación de la idea de progreso. 3.
Doctrina del fin de la Historia con la tesis referente a que el
cambio social y político se ha detenido. Si se afirma la
negación del progreso, surge una reflexión: La post
modernidad no constituye un progreso genuino de la humanidad en
los países de economías subalternas respecto de las
naciones con hegemonía. Por otra parte, los
acontecimientos en varias regiones del mundo permiten negar el
fin de la Historia. En todo el mundo, y de manera parcial en
Latinoamérica, ha habido sucesos que se
vienen transmitiendo a través del tiempo: Son
acumulaciones históricas.
En oposición a la teoría del fin de la Historia, la
misma da testimonio de la permanencia. Puede ser que el tipo de
Historia oficializada por los gobiernos al servicio de la clase
dominante haya entrado en un estado de crisis; pero
la verdadera historia humana vivirá mientras exista el ser
humano con la conciencia del transcurrir del tiempo. La
teoría del fin de la Historia ha sido compaginada con la
idea de la "desconstrucción" de los modelos y paradigmas
de la modernidad:
Desde el punto de vista de la Filosofía. La post
modernidad propicia el nihilismo. Francisco Umbral dice: "En lo
que ha dejado de creer la post modernidad, precisamente, es en la
especulación filosófica, o metafísica."
(15:179) También reprime la epistemología como base del conocimiento
científico. Al respecto, Albretch Welmer opina que "el
momento de la postmodernidad es una especie de explosión
de la episteme moderna, explosión en la que la
razón y su sujeto como guardián de la "unidad" y
del "todo" saltaban hechos pedazos." (18:18)
Desde el punto de vista de la
comunicación: La post modernidad emite los mensajes de
la muerte de las ideologías y de la lealtad a los valores
existentes y la cotización de los mercados. Para la
emisión de esos mensajes, propugna el relativismo para los
códigos (excepto los del conocimiento
computarizado), por la impersonalizada del emisor, por el
aniquilamiento del destinatario al tener negado su estatuto como
dueño de la razón, por la reducción del
canal al no tener aptitud para transmitir los mensajes
seleccionados.
Desde el punto de vista de la política: La post modernidad
proclama el fin basada en un supuesto: El agotamiento de la
ideología. Con esa visión, concibe la idea de la
agonía del Estado y de la política. Pero…
aquí surge otra contradicción: No obstante la tesis
de la "agonía de los Estados" la post modernidad aboga por
un Estado: El Estado liberal, disfrazado de neo liberal, que
agonizó en el siglo XIX.
Desde el punto de vista del arte: La post modernidad
señala el fin de las vanguardias basada en los criterios
respecto de la estética: Rechazo de la función
crítica del arte. Intenta neutralizar la
canalización de la expresión del pensamiento
filosófico y científico a través del arte;
rechaza los valores de funcionalidad, racionalidad y austeridad
con base en la separación de la razón en el arte.
En el contexto de esas acciones,
surge otra contradicción: Mientras el arte, la literatura,
el cine y
el lenguaje
son víctimas de la "desconstrucción", la realidad
conduce a formas históricas que, en vez de fragmentarse,
se agrupan en modelos de globalización construidos en los centros
hegemónicos en el mundo.
4. ¿Y la
"desconstrucción" de la modernidad en los países
hispanoamericanos?
La teoría de la "desconstrucción" es la
clave. Pero, si el concepto es aplicado a Latinoamérica,
la post modernidad ocasiona dudas para su aceptación. No
se puede "desconstruir" lo que no ha sido construido totalmente.
Tampoco se puede "desconstruir" lo que ya fue derribado. Para
asumir que hay "desconstrucción" es necesario reconocer
que los modelos y los paradigmas de la modernidad están
construidos con los criterios imperantes en los países
donde la modernidad ha alcanzado su máximo desarrollo.
Este no es el caso general de Hispanoamérica.
En la región hispanoamericana, la modernidad sólo
está instalada de acuerdo con los modelos impuestos por los
españoles del descubrimiento y la conquista de las
regiones conocidas actualmente como la América Hispana.
Para los objetivos de
los conquistadores, era necesario asumir que la
civilización importada desde España
vendría a modernizar a los pueblos descendientes, en
muchos casos, de las altas civilizaciones como es el caso de la
civilización maya en Mesoamérica considerados, por
ellos -¡Qué paradoja!- como tribus bárbaras.
Para satisfacer los intereses de la metrópoli,
materializados en "oro, gloria y evangelio", las hordas de
soldados invasores y el séquito de clérigos
medievales, modernizados al estilo europeo, tuvieron necesidad de
desconocer los avances culturales de los pueblos conquistados.
Con ese criterio, los modelos de explotación de la
agricultura,
de la minería y
de la construcción de templos y mansiones para los
conquistadores constituyeron trasplantes de la Edad Media feudal
con un agravante: La relación de producción de
bienes y servicios no fue establecida entre un Señor
Feudal y sus vasallos o Siervos de la Gleba sino entre un
conquistador y sus esclavos. ¿Con qué autoridad
puede llamarse modernidad a este sistema?
Algún tiempo después de la conquista
española, los movimientos independentistas siguieron el
modelo colonial: Los nuevos Estado – naciones fueron
organizados como fuentes de
productos para
el comercio con las potencias coloniales anexadas a la
modernidad. En esas condiciones, la racionalidad, la
universalidad y el progreso, propios de la modernidad estuvieron
al servicio de la metrópoli colonial. Ante esa
situación, si se acepta la existencia de la modernidad,
sólo se puede hablar de la imitación de una
modernidad. Los modelos coloniales todavía no han sido
"desconstruidos" totalmente. Pero tampoco ha sido subsanada la
fractura de la sociedad colonial que dio paso a los Estado
– naciones latinoamericanos.
En la actualidad, en muchos países de la región
hispanoamericana, la modernidad todavía no ha devenido al
nivel de los países industrializados. La Historia de
Hispanoamérica revela procesos de modernización sin
culminar en sociedades modernas. Los progresos sociales han sido
muy escasos: Grandes estratos de la población tienen una calidad de
vida inferior a la que tenían antes en
oposición a una minoría social que incrementa sus
niveles de vida: La distribución del ingreso es injusta.
La pobreza
aumenta. El estrato medio de la sociedad cae en la
pauperización y el estrato de menores ingresos
desciende a los niveles de la pobreza
extrema.
En algunos países de Hispanoamérica, el sector
agrícola todavía tiene subsectores con
características feudales: Mantiene empresas que,
aunque operan en un modo de producción capitalista,
todavía conservan terratenientes con una versión de
Señor Feudal arrastrada desde la Edad Media hasta la
actualidad. En gran parte, el sector industrial no se ha
modernizado para satisfacer los requerimientos de los mercados
externos: Permanece en un estado de industria
incipiente o con características de industria de envase.
No tiene posibilidad de dar lugar a la industria pesada: Todo lo
dicho anteriormente, acontece no obstante la riqueza de recursos
naturales de los países. Con un avance hacia la post
modernidad, algunos países de las pequeñas
economías han importado la industria de maquila
"transnacionalizada" motivada por la baratura de la mano de obra
nacional. El sector comercio está fundamentado en la
exportación de productos primarios y de
materias primas producidas por el monocultivismo o cuasi
monocultivismo (cultivos de pocos productos) En algunos
países, apenas empieza la exportación de productos
no tradicionales.
En las condiciones en que se encuentran los países
hispanoamericanos, con las fisuras del sistema social actual, no
se puede aspirar a una post modernidad genuina. Dentro del modelo
de post modernidad global, los países de economías
subalternas, ubicados en la periferia de los centros
hegemónicos, sólo pueden ser el objeto de la post
modernidad; pero no, los sujetos. Parece ser que la
categoría de sujeto sólo está reservada para
los países constituyentes de centros hegemónicos.
En esas condiciones, también pareciera ser que el
nihilismo de la post modernidad contaminara a los pensadores de
la modernidad y que eliminara la fe en una post modernidad
genuina. Al respecto, Luis Brito García dice: "La
única postmodernidad latinoamericana posible sería
la de ejercer su propia crítica de la modernidad, creando
una versión autónoma y viable de la misma,
equidistante de la imitación dependiente y del mero
rechazo ciego que, en definitiva está condenado a la
derrota." (3:214)
5. ¿Cuáles
son las consecuencias de la post modernidad?
La evolución de la corriente modernista.
Ningún ser humano puede impedir el transcurso del tiempo
real: Aun cuando sostenga la tesis de categoría inventada.
Con apoyo a esta idea, puede afirmarse que todas las corrientes
sociales, técnicas o
literarias se asemejan con los seres vivientes: Nacen, crecen, se
desarrollan declinan y mueren; constituyen el sujeto reflexivo
que actúa en el tiempo. Dentro de la categoría de
corriente, la modernidad no puede constituir una
excepción.
En el devenir histórico, resulta prevista la venida de un
‘post’. Que a este ‘post’ se le
identifique con un nombre es solamente un acto de
distinción dentro del conglomerado de eventos de la
nueva era: No constituye el fundamento de un fenómeno. Lo
principal es la esencia de la post modernidad.
La repercusión en distintos campos. La post modernidad
repercute en el Humanismo en sus
campos fundamentales: En la Filosofía, en la Literatura y
en las otras manifestaciones de la Estética.
Además, en la política.
En la Filosofía: El nihilismo orgánico, la muerte
de la razón, la aniquilación del sujeto y el fin de
la Historia. En un aspecto particular, los críticos han
observado la afección de distintas categorías. El
filósofo nicaragüense Alejandro Serrano Caldera, al
comentar la tesis de la "desconstrucción" de modelos y
paradigmas de la modernidad, se ha referido a la orfandad de
categorías. Al respecto, dice: "No cabe duda que la
desconstrucción es uno de los conceptos claves del
pensamiento posmoderno y en su progresiva disolución nos
deja en la total orfandad de categorías legitimadoras del
saber, la verdad, el espíritu, la libertad. Es la
abolición de los relatos y el fin de la historia como
narración, como sujeto y como acontecer." (14:191)
Otro aspecto es el afianzamiento del nihilismo: Se concreta
cuando la post modernidad propicia la negación de toda
creencia; revive un sistema del siglo XX con su finalidad de
destruir las estructuras sociales de la modernidad. Al referirse
a la post modernidad, Francisco Umbral dice: "En lo que ha dejado
de creer la postmodernidad, precisamente, es en la
especulación filosófica o metafísica."
(15:179) Por otro lado, se pierde los valores propugnados en
épocas anteriores: El concepto de libertad, desde que el
individuo es identificado (no como ser humano) con un
número dentro de la masa social; el de identidad,
cuando el sujeto es "standarizado".
En la estética: El rechazo de la nacionalidad y la
funcionalidad del arte, el rechazo a la función
crítica de las artes. En relación con la
literatura, los seguidores del post modernismo han sustentado un
criterio determinista: A una situación determinada
corresponde una literatura determinada acorde con el tiempo en
que se produce. En la situación modernista, han visto
factores negativos: La incertidumbre, el escepticismo, la
disminución, la discontinuidad, la fragmentación,
la crisis. Ante esa situación, han propuesto el concepto
de "literatura desasosegada" y la reanudación del
género histórico. Como es obvio pensar en
términos de modernidad, no es el renacimiento
del género histórico del siglo XIX. La nueva
narrativa, basada en las formas del pastiche y el collage,
propugna las narraciones de relatos autobiográficos, a
veces, construidos con ironía e intención de
diversión, con personajes sumidos en la inquietud y los
problemas
frente al mundo. En resumen, la post modernidad propicia las
novelas
irónicas con temas cotidianos de tiempos recién
pasados. Para abordar el tema histórico, se basa en la
técnica narrativa de deformar la realidad para presentar
una historia en esperpentos o, al menos, deformada que satisface
los intereses extra literarios de los grupos de
poder
económico – políticos del mundo. ¿No
es este fenómeno un reflejo de la teoría del fin de
la Historia adoptada por los seguidores del post modernismo en
épocas de globalización?
En la política: En los países de las
economías subalternas, los conceptos de Estado –
nación y de soberanía se debilitan -aún
más de lo que están- cuando estos países
abren sus fronteras para dar paso a la globalización de
los mercados alrededor de un centro hegemónico mundial o
regional. El post modernismo propugna la reducción del
Estado a su mínima expresión; sustenta el criterio
que no tiene ideología porque ésta ha muerto. Pero,
en realidad, tiene tendencia hacia la derecha. Considera que los
dirigentes políticos deben ser sustituidos por gerentes o,
es más, por máquinas
computadoras
para tomar decisiones.
La globalización de los modelos sociales y culturales. En
la época actual, no estamos solamente inmersos en un
proceso de
globalización de los mercados y de las comunicaciones, de
la "transnacionalización" de los mecanismos financieros y
de la internacionalización de la producción de
bienes y servicios. Estamos involucrados en un fenómeno
más amplio: La globalización de los modelos
sociales, culturales y educativos transmitidos por las naciones
hegemónicas como paradigmas actuales para la comunidad
humana.
La tendencia a la robotización del ser humano. Los
habitantes del planeta Tierra estamos
viviendo en una cultura tecnológica. ¡Esto es bueno!
Esta cultura, puesta al servicio de la humanidad, puede servir
para elevar a potencia las
capacidades del individuo y, en consecuencia, de la sociedad;
pero… En el caso contrario… Puede constituir la mejor
técnica para "robotizar" al ser humano. Si no se humaniza
a la ciencia y a la técnica, y con ellas, a los procesos
de producción de bienes y servicios, en los
próximos siglos habremos "desconstruido" los modelos y
paradigmas de la post modernidad (en los países en donde
existan) para inaugurar otra nueva era para un planeta de
robots.
¿Cuál debiera ser la posición de
los hispanoamericanos?
Actuar con base en la actitud
investigadora y el sentido crítico sin oponernos a los
cambios originados en la evolución.
a. Dentro de la post modernidad, debemos propugnar una
ciencia y una tecnología al servicio de la humanidad y con
respeto a los
valores
humanos: No los valores humanos al servicio del poder
político universal.
b. Frente al avance de la post modernidad, es necesario
descodificar los signo – claves que pueden estar contenidos
en los escritos. Estudiar, con sentido crítico, las
teoría sustentadoras en general y, de manera especial, la
Filosofía básica de la teoría del fin de la
Historia y del proceso económico mundial.
c. La post modernidad, si es considerada como una corriente
evolutiva, debe reportar beneficios para las naciones con los
descubrimientos científicos y el desarrollo de la
tecnología; pero… ¿Para cuáles naciones?
¿Para las naciones con hegemonía en los centros
económicos o para las naciones de economías
subalternas ubicadas en la periferia de los centros
hegemónicos? Debemos tener claridad respecto de que la
globalización que, en teoría, propugna la
existencia de un solo bloque mundial está formando, en la
práctica, bloques antagónicos que recurren a la
lucha comercial para conquistar a los mercados y para preservar
los mercados cautivos.
- Debiera pensarse una filosofía moral. Esta
Filosofía debiera propiciar la humanización de
los procesos manejados por robots en la producción de
bienes y servicios; humanizar la competencia
entre las naciones hegemónicas provocativas de luchas
por el dominio de los
mercados mundiales: Una Filosofía que restaure la
actitud moral a partir de los problemas confrontados por las
naciones de economías subalternas y de todas sus
secuelas. Entre éstas secuelas, las desigualdades
económicas excesivas en sus estratos sociales y, como
consecuencia, la provocación de violencia y
de guerras
internas. Esta Filosofía no debiera ser producto del
pensamiento aislado de un filósofo o de una
nación. En esta era de la globalización, debiera
idearse una corriente de pensamiento global para un bloque
globalizado de naciones de economías subalternas y
culturas influenciadas por países extranjeros. Dentro de
ese bloque, debiera incluirse a las naciones latinoamericanas
en general y, en particular a las de pequeñas
economías. Para concretar el objetivo,
debiera organizarse congresos de Filosofía –con el
apoyo de otras disciplinas sociales- en el nivel regional; pero
no, congresos para turistas – pensadores sino para
pensadores ejecutivos del Pensamiento: Congresos de
aplicación práctica.
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Autor:
Rafael Pineda Reyes
Guatemalteco , académico de la Facultad de Humanidades de
la Universidad de San
Carlos de Guatemala (Guatemala Centroamérica), Maestro en
Investigación,
Maestro en Docencia Universitaria, Licenciado en Lengua y
Literatura, Economista en el grado de Licenciado por dicha
universidad.