- 1.-mes de
noviembre - 2.-san nicolás de
tolentino,abogado de las almas del
purgatorio - 3.-novena a las animas del
purgatorio - 4.-cien
requiem
Pensemos en procurarles algún alivio del modo que
podamos (…). ¿Cómo? Haciendo oración por
ellos y pidiendo a otros que también oren (…). Porque no
sin razón fueron establecidas por los apóstoles
mismos estas leyes; digo el
que en medio de los venerados misterios se haga memoria de los
que murieron (…). Bien sabían ellos que de esto sacan
los difuntos gran provecho y utilidad.
San Juan Crisóstomo. Hom. sobre la Epistola a los
Filipenses
Se devoto de las almas del Purgatorio. Si no ruegas por
ellas, Dios permitirá que los demás se olviden
después de ti.
Reza por lo menos, tres Padrenuestros por las siguientes
intenciones:
1. Por el alma más abandonada del
Purgatorio.
2. Por el alma que más padece en el
Purgatorio.
3. Por el alma que más tiempo ha de
estar en el Purgatorio.
Reza ahora alguna de las oraciones que
siguen:
ORACIONES POR LOS DIFUNTOS POR LOS
PADRES
Oh Dios, que nos mandasteis honrar a nuestro padre y a
nuestra madre, sed clemente y misericordioso con sus almas;
perdonadles sus pecados y haced que un día pueda verlos en
el gozo de la luz eterna.
Amén.
POR LOS PARIENTES Y AMIGOS
Oh Dios que concedéis el perdón de los
pecados y queréis la salvación de los hombres,
imploramos vuestra clemencia en favor de todos nuestros hermanos,
parientes y bienhechores que partieron de este mundo, para que,
mediante la intercesión de la bienaventurada Virgen
María y de todos los Santos, hagáis que lleguen a
participar de la bienaventuranza eterna; por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
POR UN DIFUNTO
Haced, oh Dios omnipotente, que el alma de vuestro
siervo (o sierva) N. que ha pasado de este siglo al otro,
purificada con estos sacrificios y libre de pecados, consiga el
perdón y el descanso eterno. Amén.
POR TODOS LOS DIFUNTOS
Oh Dios, Creador y Redentor de todos los fieles,
conceded a las almas de vuestros siervos y siervas la
remisión de todos sus pecados, para que por las humildes
súplicas de la Iglesia,
alcancen el perdón que siempre desearon; por nuestro
Señor Jesucristo. Amén.
SAN
NICOLÁS DE TOLENTINO,ABOGADO DE LAS ALMAS DEL
PURGATORIO
Ofrecer el sacrificio por el descanso de
los difuntos (…) es una costumbre observada en el mundo entero.
Por eso creemos que se trata de una costumbre enseñada por
los mismos Apóstoles. En efecto, la Iglesia
católica la observa en todas partes; y si ella no creyera
que se les perdonan los pecados a los fieles difuntos, no
haría limosnas por sus almas, ni ofrecería por
ellas el sacrificio a Dios.
San Isidoro de Sevilla
Sobre los oficios eclesiásticos,
1
Debemos ayudar a los que se hallan en el
purgatorio. Demasiado insensible seria quien no auxiliara a un
ser querido encarcelado en la tierra; mas
insensible es el que no auxilia a un amigo que esta en el
purgatorio, pues no hay comparación entre las penas de
este mundo y las de allí. Santo Tomás ,Sobre el
Credo, 5, 1. c., p. 73
ORACIÓN A SAN NICOLÁS DE
TOLENTINO
¡Oh glorioso Taumaturgo y Protector
de las almas del purgatorio, San Nicolás de Tolentino! Con
todo el afecto de mi alma te ruego que interpongas tu poderosa
intercesión en favor de esas almas benditas, consiguiendo
de la divina clemencia la condonación de todos sus
delitos y sus
penas, para que saliendo de aquella tenebrosa cárcel de
dolores, vayan a gozar en el cielo de la visión
beatífica de Dios. Y a mi, tu devoto siervo,
alcánzame, ¡oh gran santo!, la más viva
compasión y la más ardiente caridad hacia aquellas
almas queridas. Amén
ORACIÓN DE SAN
AGUSTÍN
POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO
Dulcísimo Jesús mío,
que para redimir al mundo quisisteis nacer, ser circuncidado,
desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas,
atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero;
presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes;
escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de
oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado
con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por
burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado
en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándoos
a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. Librad,
Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como
habéis padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio
de las penas en que están; llevadlas a descansar a vuestra
santísima Gloria, y salvadnos, por los méritos de
vuestra sagrada Pasión y por vuestra muerte de
cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar
en la posesión de aquel Reino, adonde llevasteis al buen
ladrón, que fue crucificado con Vos, que vivís y
reináis con el Padre y el Espíritu Santo por los
siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN PARA LAS ALMAS DEL
PURGATORIO
Dios omnipotente, Padre de bondad y de misericordia,
apiadaos de las benditas almas del Purgatorio y ayudad a mis
queridos padres y antepasados.
A cada invocación se contesta:
¡Jesús mío, misericordia!
Ayudad a mis hermanos y parientes.
Ayudad a todos mis bienhechores espirituales y
temporales.
Ayudad a los que han sido mis amigos y
súbditos.
Ayudad a cuantos debo amor y
oración.
Ayudad a cuantos he perjudicado y
dañado.
Ayudad a los que han faltado contra
mí.
Ayudad a aquellos a quienes profesáis
predilección.
Ayudad a los que están más próximos
a la unión con Vos.
Ayudad a los que os desean más
ardientemente.
Ayudad a los que sufren más.
Ayudad a los que están más lejos de su
liberación.
Ayudad a los que menos auxilio reciben.
Ayudad a los que más méritos tienen por la
Iglesia.
Ayudad a los que fueron ricos aquí, y allí
son los más pobres.
Ayudad a los poderosos, que ahora son como viles
siervos.
Ayudad a los ciegos que ahora reconocen su
ceguera.
Ayudad a los vanidosos que malgastaron su
tiempo.
Ayudad a los pobres que no buscaron las riquezas
divinas.
Ayudad a los tibios que muy poca oración han
hecho.
Ayudad a los perezosos que han descuidado tantas obras
buenas.
Ayudad a los de poca fe que descuidaron los santos
Sacramentos.
Ayudad a los reincidentes que sólo por un milagro
de la gracia se han salvado.
Ayudad a los padres que no vigilaron bien a sus
hijos.
Ayudad a los superiores poco atentos a la
salvación de sus súbditos.
Ayudad a los pobres hombres, que casi sólo se
preocuparon del dinero y del
placer.
Ayudad a los de espíritu mundano que no
aprovecharon sus riquezas o talentos para el cielo.
Ayudad a los necios, que vieron morir a tantos no
acordándose de su propia muerte.
Ayudad a los que no dispusieron a tiempo de su casa,
estando completamente desprevenidos para el viaje más
importante.
Ayudad a los que juzgaréis tanto más
severamente, cuánto más les fue
confiado.
Ayudad a los pontífices, reyes y
príncipes.
Ayudad a los obispos y sus consejeros. Ayudad a mis
maestros y pastores de almas.
Ayudad a los finados sacerdotes de esta
diócesis.
Ayudad a los sacerdotes y religiosos de la Iglesia
católica.
Ayudad a los defensores de la santa fe.
Ayudad a los caídos en los campos de
batalla.
Ayudad a los sepultados en los mares.
Ayudad a los muertos repentinamente.
Ayudad a los fallecidos sin recibir los santos
sacramentos.
V. Dadles, Señor, a todas las almas el descanso
eterno.R. Y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz.V. Que en
paz descansen.R. Amén.
NOVENA A LAS
ALMAS DEL PURGATORIO
Rezar la oración del día que
corresponda:
DÍAS
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS
DÍAS
Oh María, Madre de misericordia: acuérdate
de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros
sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les
perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la
admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista
dulcísima y de la de tu Hilo bendito.
Oh glorioso Patriarca San José, intercede
juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del
purgatorio.
V. No te acuerdes, Señor, de mis
pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en
fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia
mis pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en
fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para
ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en
fuego.
Padrenuestro.
V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen eh paz.
R. Amén.
V. Señor, oye mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor.
Oremos. Oh Dios mío, de quien es propio
compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de
tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no
las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus santos
ángeles las tomen y las lleven a la patria del
paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no
padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos
eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
DÍA PRIMERO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que quieres que
tengamos suma delicadeza de conciencia y
santidad perfecta: te rogamos nos la concedas a nosotros; y a los
que por no haberla tenido se están purificando en el
purgatorio, te dignes aplicar nuestros sufragios y llevarlos
pronto de aquellas penas al cielo. Te lo pedimos por la
intercesión de tu Madre purísima y de San
José.
Terminar con la oración final y el
responso.
__________
DÍA SEGUNDO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de
todos tus fieles cristianos que en ti nos unimos como miembros de
un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas
más y más contigo y que nuestras oraciones y
sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de
nuestros hermanos del purgatorio, para que lleguen pronto a
unirse a sus hermanos del cielo.
Terminar con la oración final y el
responso.
_________
DÍA TERCERO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los que pecan
castigas con justicia en
esta vida o en la otra: concédenos la gracia de nunca
pecar y ten misericordia de los que, habiendo pecado, no
pudieron, por falta de tiempo, o no quisieron, por falta de
voluntad y por amor del regalo, satisfacer en esta vida y
están padeciendo ahora sus penas en el purgatorio; y a
ellos y a todos llévalos pronto a su descanso.
Terminar con la oración final y el
responso.
________
DÍA CUARTO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que exiges la
penitencia aun de los pecados veniales en este mundo o en el
otro: danos temor santo de los pecados veniales y en misericordia
de los que, por haberlos cometido, están ahora
purificándose en el purgatorio y líbralos a ellos y
a todos los pecadores de sus penas, llevándoles a la
gloria eterna.
Terminar con la oración final y el
responso.
__________
DÍA QUINTO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los regalados
en esta vida, que no pagaron por su culpa o no tuvieron bastante
caridad con el pobre, castigas en la otra con la penitencia que
aquí no hicieron: concédenos las virtudes de la
mortificación y de la caridad y acepta misericordioso
nuestra caridad y sufragios, para que por ellos lleguen pronto a
su descanso eterno.
Terminar con la oración final y el
responso.
__________
DÍA SEXTO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que quisiste que
honrásemos a nuestros padres y parientes y
distinguiésemos a nuestros amigos: te rogamos por todas
las ánimas del purgatorio, pero especialmente por los
padres, parientes y amigos de cuantos hacemos está novena,
para que logren el descanso eterno.
Terminar con la oración final y el
responso.
__________
DÍA SÉPTIMO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los que no se
preparan a tiempo para la muerte,
recibiendo bien los últimos sacramentos y
purificándose de los residuos de la mala vida pasada, los
purificas en el purgatorio con terribles tormentos: te
suplicamos, Señor, por los que murieron sin prepararse y
por todos los demás, rogándote que les concedas a
todos ellos la gloria y a nosotros recibir bien los
últimos sacramentos.
Terminar con la oración final y el
responso.
__________
DÍA OCTAVO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, que a los que
vivieron en este mundo demasiado aficionados a los bienes
terrenales y olvidados de la gloria, los retienes apartados del
premio, para que se purifiquen de su negligencia en desearlo:
calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus
deseos, para que gocen pronto de tu presencia, y a nosotros
concédenos amar de tal manera los bienes celestiales, que
no deseemos desordenadamente los
terrenos.
Terminar con la oración final y el
responso.
__________
DÍA NOVENO
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Señor mío Jesucristo, cuyos méritos
son infinitos y cuya bondad es inmensa: mira propicio a tus hijos
que gimen en el purgatorio anhelando la hora de ver tu faz, de
recibir tu abrazo, de descansar a tu lado y; mirándolos,
compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para
pagar por sus culpas. Nosotros te ofrecemos nuestras obras y
sufragios, los de tus Santos y Santas; los de tu Madre y tus
méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y
reciban de tus manos su libertad y la
gloria eterna.Terminar con la oración final y el
responso.
MODO DE PRACTICAR ESTA PIADOSA
DEVOCIÓN
Para hacer este ejercicio, cada uno puede servirse de un
rosario común de cinco decenas, recorriéndolo dos
veces para formar las diez decenas, o sea la centena de
Réquiem.
Se empieza rezando un Padrenuestro y después una
decena de Réquiem en esta forma:
"Dadles, Señor, el eterno descanso y haced
lucir sobre ellas vuestra eterna luz."
En cada cuenta grande se dirá la jaculatoria y
ofrenda siguientes:
JACULATORIA
"Almas santas, almas purgantes, rogad a Dios por
nosotros, que nosotros rogaremos por vosotros para que El os
dé la gloria del paraíso."
OFRENDA
"Padre eterno, os ofrecemos la sangre,
pasión y muerte de Jesucristo, los dolores de la
Santísima Virgen y los de San José, por la
remisión de nuestros pecados, la libertad de las almas del
Purgatorio y la conversión de los
pecadores."
En seguida se rezan la segunda y demás decenas de
Réquiem sobre las cuentas
pequeñas, repitiendo la jaculatoria y la ofrenda sobre
cada cuenta grande. Acabadas las diez decenas, o sea la centena
de Réquiem, se rezará la siguiente
oración:
DE PROFUNDIS
Salmo CXXIX de
David
Desde el profundo abismo de mis penas
a Ti clamo, Señor, de noche y
día;
oye, mi Dios, los incesantes ruegos
de un corazón
contrito que se humilla.
Estén gratos y atentos tus
oídos
a mi voz lamentable y dolorida:
a Ti mis ayes y gemidos lleguen
pues a escucharlos tu piedad se inclina.
¿Si siempre airado tus divinos ojos
sobre las culpas de los hombres fijas,
quién estará confiado en tu
presencia,
confundiéndonos sólo ante tu
vista?
Más la eterna palabra de tu seno
que aplaque espero tus terribles iras;
porque son inefables tus promesas
y con tus gracias al pecador invitas.
Así aunque mi alma acongojada gime
contemplando el rigor de tu justicia,
por tu palabra la indulgencia espera,
de que la hacen culpas tan indigna.
¡Oh pueblo electo! De mañana y
noche,
en todos tus peligros y fatigas,
acógete al Señor con la
confianza
que en su ley soberana nos
intima.
Porque es inagotable su clemencia;
se muestra con los
flacos compasiva;
de todas sus miserias los redime,
y siempre que le claman los auxilia.
Este Dios abrevie el tiempo
en que logre Israel su eterna
dicha
cuando de tus pecados la liberte,
que con tanto rigor la tiranizan.
Encomendémonos ahora a las almas del Purgatorio y
digamos:
¡Almas benditas! nosotros hemos rogado por
vosotros que sois tan amadas de Dios y estáis seguras de
no poderlo más perder: rogadle por nosotros miserables que
estamos en peligro de condenarnos para siempre.
¡Dulce Jesús, dad descanso eterno a las
benditas almas del Purgatorio!
Carlos Goncalves