Indice
1.
Introducción
2. Responsabilidad y
rol
3. Las empresas y su responsabilidad
social
4. Conclusiones
5. Bibliografía
En diversos ámbitos de discusión se
confunden los conceptos de responsabilidad
social y rol social, considerándose a los
términos responsabilidad y rol como sinónimos.
Esta situación no tendría demasiada importancia, si
no fuera porque en la realidad coadyuva a confundir las funciones que les
cabe en la sociedad, a cada
tipo de organización.
Especialmente esta confución es más gravosa cuando
hay que diseñar políticas
públicas y los programas
correspondientes.
Nuestro país es parte integrante del sistema
capitalista internacional y lo que sucede en el contexto nos
condiciona y pone un marco a cualquier aspiración de
desarrollo de
nuestra sociedad.
Por esa razón, comprender el complejo mundo en que vivimos
y anticipar las tendencias futuras, es una tarea permanente que
deberán asumir de ahora en más los diferentes
actores sociales, desde los gobiernos en sus distintos niveles,
hasta las entidades intermedias, los empresarios en general y
especialmente los entrepreneur, que nuestro país
está necesitando imperiosamente.
En argentina, por
encontrarnos en una economía cerrada (o
semicerrada), no vivimos la transformación que se
operó en el mundo globalizado. No pudimos transitar
conscientemente ese proceso,
paulatino y progresivo. No tuvimos la posibilidad de tener
vivencias propias, de ir aprendiendo concomitantemente con los
hechos. Vivimos aislados de las grandes transformaciones
económicas y fundamentalmente del conocimiento.
Hoy nos corresponde, saltar esas vivencias, ese proceso de
aprendizaje
vivencial, reconocer bruscamente los cambios que se produjeron y
adquirir e internalizar los nuevos conocimientos e incluso los
nuevos paradigmas,
para que en una etapa superior podamos producir nuestras propias
guías de acción, nuestros propios paradigmas,
los que respondan a la sociedad que queremos, a la sociedad que
sepamos construir, a la sociedad que nos ganemos, en definitiva a
la sociedad que nos merezcamos.
Por ello, es necesario la búsqueda de una claridad
conceptual que nos permita el diseño
de políticas
y estrategias
adecuadas a nuestra realidad.
El estado,
concepto y
funciones
Es un órgano de la comunidad, cuyas
funciones son extensas e importantes, aunque limitadas. Suele
supervisar eficazmente los aspectos externos de la vida. Se
diferencia de las demás organizaciones
por ser el único que se halla investido con el poder de
coerción.
En las sociedades
modernas el estado
tiene funciones sociales que podríamos clasificar en: i)
específicas, esenciales, ningún otro organismo
puede desempeñarlas, ii) que puede acometer con mayor
eficacia y que
podríamos decir que son inherentes; iii) funciones que no
se acomadan bien al estado y IV)
otras directamente que es incapaz de ejecutar.
Intentando abstraernos de una posición
filosófica-ideológica, podemos establecer las
siguientes funciones del estado, a efectos de nuestro análisis.
Específicas: son las funciones esenciales, la
creación, conservación y compromiso de un orden y
bienestar general. Así la justicia,
la
educación, la seguridad, el
propender a un desarrollo
integral de la sociedad y del individuo, serán funciones
indelegables.
Funciones que cuadran al estado: en virtud de los medios a su
alcance el estado se
halla mejor preparado para ejecutar ciertas tareas que otras
organizaciones. Ejm: conservación de los
recursos
naturales, conservación y desarrollo de los recursos
personales de la comunidad, apoyar
y estimular a otros organismos, ofreciendo apoyo y cumpliendo
eficazmente las funciones esenciales y las inherentes.
Responsabilidad social
Toda organización, por formar parte de un
sistema social,
tiene obligaciones
ineludibles que afrontar. Responsabilidades que serán de
acción u omisión, materiales o
inmateriales.
Siguiendo a alvarez, podemos afirmar que hoy está aceptada
la concepción de que, además de producir bienes y
servicios,
para asegurar su estabilidad, continuidad y crecimiento las
empresas deben
cumplir objetivos
sociales. Ello no significa que deban encargarse de resolver
problemas
comunitarios puntuales, sino que responderán como
instrumentos para satisfacer las necesidades sociales
Además, los dirigentes y demás integrantes de
las organizaciones deberán amoldar estrictamente su
accionar a la moral y a
la ética
imperantes en la sociedad en la cual actúan.
Rol social
Consiste en las obligaciones
que implica una determinada función (o
posición) social. Es decir, que el rol tiene un carácter
activo, decisivo, determinante. El rol es proveniente de la
división social del trabajo. Por ello, puede afirmarse que
el rol es una responsabilidad
social, pero no toda responsabilidad social conforma el
rol.
El presidente de una nación
posiblemente no cumpla con alguna responsabilidad social que como
sujeto le corresponda, pero será evaluado por la
ciudadanía en su rol de presidente. Clinton seguramente no
cumplió su responsabilidad social de no usar la casa
blanca para determinados fines, pero fue evaluado por los
estadounidenses en su rol de presidente cuando se sintieron
defraudados por el engaño que originó al
principio.
Rol social de las empresas
Las empresas
deberán cumplir con su rol, que está definido por
el conjunto de obligaciones que se derivan de su función en
la
sociedad.
En consecuencia, si la función de las empresas es
económica, su rol deberá ser un conjunto de
obligaciones económicas.
Darle otros roles a las empresas, puede tener dos consecuencias
graves: a) se diluye el rol del estado, en el cumplimiento de sus
funciones específicas e inherentes y b) se impide la
máxima atención en el cumplimiento de la
división social del trabajo, con la consecuente
ineficiencia y/o ineficacia en la función
específica de la empresa.
El mundo globalizado actual, exige un fuerte estado y una empresa
dedicada a full a su cometido esencial. Ello no significa que
cada una de estas organizaciones no cumplan con sus
responsabilidades sociales extra rol.
Roles de las empresas en el entorno actual
Intentar una aproximación a los roles que les corresponden
en el entorno actual a las empresas según su
dimensión, nos obliga primeramente a dejar sentado la
necesidad de la existencia de las organizaciones para las
sociedades
modernas.
Las organizaciones
Convenimos que el ser humano es racional y social, con
necesidades biológicas y sociales, que por su racionalidad
se fija y prioriza fines y objetivos,
aplicando el trabajo
para satisfacer esas necesidades y obtener esos objetivos
La conjunción de las cualidades enumeradas del hombre,
motivó la integración entre ellos, dando origen a las
organizaciones. Entendiendo a ellas como un proceso estructurado
en el cual interactúan personas para alcanzar
objetivos.
Cabe entonces dejar sentado cuáles son las razones que
justifican la existencia de las organizaciones. Consideramos que
basadas en las cualidades de las personas y sus razones
individuales, potenciadas por las razones materiales y
finalmente englobadas en las razones sociales, es consecuencia
lógica
la necesidad de la existencia de las organizaciones.
Las razones individuales se justifican en que al ser el hombre un
individuo gregario necesita relacionarse con otras personas y
disfrutar de las satisfacciones sociales que le proporcionan las
organizaciones. Así actúa en iglesias, clubes y en
empresas económicas, recibiendo un sin número de
variadas satisfacciones como compañerismo, amistad, valores
sociales, sentido de pertenencia, retribuciones monetarias, etc..
Por ello, se afirma que las organizaciones son creadas por y para
el hombre.
Las razones materiales originan que el hombre se
organice para obtener tres cosas que no podría hacer solo:
aumentar su capacidad, reducir el tiempo requerido
para alcanzar objetivos y aprovechar conocimientos acumulados de
generaciones anteriores.
Las organizaciones aumentan la capacidad del hombre,
permitiéndole en esfuerzos organizados obtener beneficios
que solo no podría, además de incrementar su
eficiencia.
Esta eficiencia lleva
a la especialización, permitiendo un círculo
virtuoso de mayor producción (bienes,
servicios y
conocimientos) a más bajo costo.
Paralelamente, surge el intercambio necesario entre las
organizaciones y/o personas.
Esta conjunción de factores permite el llamado
‘’efecto sinérgico’’: el producto
difiere de la suma de las partes. Ese efecto puede ser positivo o
negativo con la existencia de factores (internos o externos) que
potencian o impiden el normal desempeño de las organizaciones. El estudio
de este efecto ha derivado en importantes teorías
como la de los constraint, el sistema de costos abc,
etc.
De este resumido análisis se desprenden las razones sociales
y la necesidad de la existencia de las organizaciones para el
desarrollo de las sociedades modernas.
Consecuentemente, toda organización tendrá un fin,
que estará vinculado con el sistema social al que
pertenece. Puede considerarse que ese fin es la función
que cumple la
organización en la sociedad
En el análisis realizado, puede reemplazarse el
término ‘’organización’’
por el de ‘’empresa’’, sin que varíe su
contenido y sus conclusiones. Utilizaremos en adelante el
último término, ya que el tipo de
organización llamada empresa (cuya
función es económica) es la que nos ocupa en el
presente trabajo.
3. Las empresas y su
responsabilidad social
El argumento de milton friedman
Coherente con sus posiciones conocidas, este economista afirma
que la responsabilidad social de las empresas consiste en usar
sus fuerzas y recursos para
maximizar sus utilidades (hoy, su valor
patrimonial), en un juego
competitivo franco, libre, sin engaños ni fraude, con
respeto a las
reglas establecidas.
Friedman sostiene que los ejecutivos de las empresas no
están en situación de determinar posiciones ni
adoptar resoluciones referentes a la urgencia de los problemas
sociales, ni la cantidad de recursos de una
organización a destinarse para resolver un problema dado
cualquiera. Insiste que de ser así, equivocada e
injustamente se desvían recursos que son de los
accionistas, empleados y clientes.
En otras palabras, su posición es que las empresas deben
dedicarse a producir bienes y servicios con la mayor eficiencia y
dejar la solución de los problemas
sociales a los organismos gubernamentales.
Andrew carnegie y el evangelio de la riqueza
En su obra ‘’el evangelio de la riqueza’’
(1899) andrew carnegie, fundador de u.s. steel, fundamentó
la responsabilidad social de las empresas en dos principios: el de
caridad y el de custodia.
El principio de caridad consideraba que los miembros más
afortunados de la sociedad tenían que ayudar a los menos
afortunados (desempleados, minusválidos, etc), directa o
indirectamente.
El principio de custodia suponía que las empresas y las
personas pudientes son consideradas custodias de los bienes, que
pertenecían al resto de la sociedad. Ello derivaba en el
encargo a las empresas de multiplicar la riqueza de la sociedad,
mediante el uso eficiente de los bienes e inversiones
prudentes.
Pero fue después de la gran depresión,
en la década de 1930, que las empresas comenzaron a
aceptar estos dos principios.
Muchos ejecutivos reconocieron que el poder engendra
responsabilidad. Incluso, las empresas que no apoyaban esos
principios, sabían que si no aceptaban su responsabilidad
social voluntariamente, el gobierno las
obligaría a hacerlo.
Capacidad de respuesta social de la empresa
Robert ackerman sugiere que la capacidad de respuesta y no la
responsabilidad, debería ser la meta de las
tareas sociales de la empresa. Indica que la respuesta de las
empresas ante los asuntos sociales tiene un ciclo de vida
de tres etapas: reconocimiento del problema, estudio y
resolución.
Puede ocurrir que la empresa en algún momento pierda su
iniciativa y el gobierno o la
opinión
pública la obligaran a actuar. Por ello, aconseja a
los gerentes que logren prontamente capacidad de respuesta con el
objeto de mantener el mayor poder de decisión posible
dentro de la empresa.
Otros autores
Peter drucker considera que las empresas deben fijar objetivos en
relación a su responsabilidad social, que deben ser
tangibles y fijados según las condiciones políticas
y sociales que afectan a cada empresa
Alain chevalier afirma que aún cuando se considerara que
las empresas tienen una simple finalidad económica y no se
les reconociera un papel social,
es indiscutible la naturaleza social
de las mismas.
John humble distingue dos tipos de responsabilidades sociales en
las empresas: la externa (contaminación, relaciones con la comunidad,
consumidores) y las internas (condiciones de trabajo, relaciones
interpersonales, motivación, capacitación).
La responsabilidad social en EE.UU. y en Europa
Si bien podría afirmarse que existen dos posiciones en
cuanto a las relaciones de los sectores públicos y
privados, primando en eeuu las grandes empresas ante que el
gobierno federal, e inversamente en países como Alemania,
Francia,
España,
originadas en culturas distintas, es notorio que impuesta o
asumida, las empresas poseen una responsabilidad social que
cumplir y que ella está en relación directa con la
dimensión de las mismas.
Responsabilidad social, un concepto
cambiante
Siguiendo a Alvarez podemos afirmar que hoy está aceptada
la concepción de que, además de producir bienes y
servicios, para asegurar su estabilidad, continuidad y
crecimiento las empresas deben cumplir objetivos sociales. Ello
no significa que deban encargarse de resolver problemas
comunitarios puntuales, sino que responderán como
instrumentos para satisfacer las necesidades sociales.
El aspecto social incide en la planificación y en las decisiones de las
empresas, en el marco del derecho positivo
y de los procesos
sociológicos-culturales.
Estos procesos
socioculturales se dan en dos sentidos: la evolución de la sociedad penetra en la
empresa y el accionar de ella afecta la evolución de la sociedad.
La empresa es un subsistema del sistema sociedad, y como tal
mantiene una relación de interdependencia con los otros
subsistemas de la misma. Por ello, para cada realidad
espacio-temporal es necesario definir los subsistemas
político, social y económico en la sociedad con el
fin de establecer el rol de las empresas según su
dimensión.
Responsabilidad social. Síntesis
El crecimiento de las organizaciones (entre ellas las empresas)
es uno de los rasgos característicos de la historia
contemporánea. Una serie de razones impulsaron la
estructuración de estos amplios conglomerados de recursos
humanos y materiales, que hoy desarrollan la mayor parte de
las tareas de las sociedades humanas. Ello supone que deben
compatibilizarse los objetivos organizacionales con los sociales,
existiendo costos que
originan la existencia de las organizaciones que son soportados
por toda la sociedad (contaminación, ocupación del espacio
ambiental, etc), =a la vez ýue percðben determinadas
ventajas y beneficios de la sociedad a la que pertenece,
conformados por una amplia gama de recursos aptos, tales como
conocimientos, tecnología, inversiones,
servicios de justicia,
seguridad,
etc.
Todo ello fortalece la responsabilidad social, tal vez mayor en
las actuales circunstancias, de las empresas y empresarios de
identificar y aprovechar las oportunidades de negocios que
el mundo globalizado presenta. Función social que le
compete especialmente a empresas y dirigentes, aún sin el
contexto político legal pretendidamente favorable, y para
lo cual deberán estar al tanto de los cambios producidos y
que se avecinan y adaptarse a ellos, renunciando a la actitud
cómoda de evitar
el cambio en vez
de intentar liderarlo (o al menos de adaptarse a él)
Consecuentemente, las empresas aún por razones de
supervivencia deben contribuir al crecimiento y desarrollo de la
sociedad, con relación a su dimensión
económico-social. Para ello, será necesario definir
para cada sociedad y en sus momentos históricos, un
ordenamiento político, social, económico y
jurídico sustentados en un conjunto de valores, que
establezca con precisión los roles de las empresas
según su dimensión.
Responsabilidad social. Una cuestión de
principios
Dos ideas-fuerzas recorren y unifican nuestro enfoque. La primera
es reconocer al hombre (en su integralidad) como centro de las
organizaciones y de la economía. Por
él y para él existen las organizaciones. A su
servicio debe
estar la economía. En la consecución de su
beneficio debe estar el propósito y fin último del
management y de los negocios. Ello
no significa desconocer la economía de mercado porque,
como afirma J.J. LAMBIN: ''esta gestión
implica que la satisfacción de las necesidades de los
clientes..''
(Internos y externos) ''..Debe ser el objetivo
principal de toda actividad de la
organización, no por altruismo, por interés
bien entendido, porque es el mejor medio de lograr sus propios
objetivos de crecimiento y rentabilidad''
La segunda idea-fuerza se
encuentra en el enfoque global, desarrollando pautas de
acción y habilidades para coadyuvar en la toma de
decisiones y en la solución de problemas,. Es decir,
internalizar el enfoque sistémico.
En otras palabras, la administración estratégica y
comunicacional en una economía entrepreneur requiere un
fuerte y profundo enfoque integral del ''sistema negocio''. Ya
que, como afirma gerardo saporosi, no entenderlo lleva a las
empresas a tomar decisiones erróneas y finalmente a
desaparecer.
Roles de las empresas argentinas en el entorno
actual
(y para los próximos 10 años)
De los análisis que anteceden, pueden desprenderse roles
comunes a todas las empresas (aunque el grado de aporte
dependerá de la dimensión) y especiales de acuerdo
al tamaño de las mismas.
Los lineamientos podrían ser:
Roles comunes
- Identificación y aprovechamiento de
oportunidades de negocios - Creación de organizaciones
inteligentes - Desarrollo de tecnologías acordes a los
requerimientos del mundo globalizado - Búsqueda de la competitividad global del país y sus
regiones - Aportes al diseño e implementación de
políticas públicas - Compatibilización de intereses de los factores
de producción (capital,
trabajo, sociedad) - Financiación de la educación, capacitación y entrenamiento
2. Roles de la gran empresa
- Promoción y financiación de la investigación pura y aplicada
- Promoción y financiación de las
pymes en su
red - Inversiones en infraestructura y sectores
bases - Incorporación de financiación
externa - Aporte de tecnología en bienes de
capital
3. Roles de las pymes
- Generación de empleo
- Búsqueda de la innovación y adaptación de
tecnologías productivas - Estructuración en redes para el ciclo
completo producción-comercialización - Individualmente, provisión de bienes y
servicios especializados (para segmentos o nichos de mercado)
Nuestro país es parte integrante del sistema
capitalista internacional y lo que sucede en el contexto nos
condiciona y pone un marco a cualquier aspiración de
desarrollo de nuestra sociedad.
Al hablar de sistema, precisamente, estamos reconociendo que las
partes que lo componen están interrelacionadas, y que
existe un determinado patrón de comporta-miento que afecta
al conjunto.
Por esa razón, comprender el complejo mundo en que vivimos
y anticipar las tendencias futuras, es una tarea permanente que
deberán asumir de ahora en más los diferentes
actores sociales, desde los gobiernos en sus distintos niveles,
hasta las entidades intermedias, los empresarios en general y
especialmente los entrepreneur, que nuestro país
está necesitando imperiosamente.
En la argentina el
sistema económico no cumple con los mínimos
requisitos que se pretenden para cualquier forma de
organización, es decir no garantiza a la población un mínimo nivel de vida
digno, dado que las políticas neoliberales que se
aplicaron luego de la década del ´70 no priorizaron
el interés
común ni buscaron el desarrollo socioeconómico
sostenido e integral del país sino que provocaron una
tercerización precaria de la economía con
desarticulación del aparato industrial, una mayor
concentración económica de todas las áreas
en manos de un puñado de grandes grupos
empresarios y una inserción pasiva y subordinada de la
argentina.
Y de lo que no queda ninguna duda, es que ya nada será
como antes. Pero lo que nos suceda a cada uno de los
países integrantes del sistema capitalista mundial, el
lugar que hemos de ocupar en el nuevo orden económico
dependerá antes que nada, de lo que se haga desde ahora.
Nadie nos regalará el futuro, si nosotros mismos no
luchamos por crearlo.
Pero ese futuro dependerá especialmente de la actividad
privada (y en primer orden de las empresas), ya que al estado (en
sus tres niveles) nada más se le puede pedir, salvo el
iniciar un proceso de reconversión, que por nuestra
idiosincrasia será lento y encumbrado.
En otras palabras, el empresario, y especialmente el emprendedor,
se convierte en el germen fundamental para la
transformación pretendida.
Hay que hacer un gran esfuerzo para que las empresas de escasa
dimensión contribuyan a un adecuado funcionamiento de la
economía. Pero también se debe ser realista en el
sentido de que existen empresas que jamás serán
competitivas, y en consecuencia no deben ser protegidas de
ningún modo.
En argentina, por encontrarnos en una economía cerrada (o
semicerrada), no vivimos la transformación que se
operó en el mundo globalizado. No pudimos transitar
conscientemente ese proceso, paulatino y progresivo. No tuvimos
la posibilidad de tener vivencias propias, de ir aprendiendo
concomitantemente con los hechos. Vivimos aislados de las grandes
transformaciones económicas y fundamentalmente del
conocimiento.
Hoy nos corresponde, saltar esas vivencias, ese proceso de
aprendizaje
vivencial, reconocer bruscamente los cambios que se produjeron y
adquirir e internalizar los nuevos conocimientos e incluso los
nuevos paradigmas, para que en una etapa superior podamos
producir nuestras propias guías de acción, nuestros
propios paradigmas, los que respondan a la sociedad que queremos,
a la sociedad que sepamos construir, a la sociedad que nos
ganemos, en definitiva a la sociedad que nos merezcamos.
Finalmente, utilizando el llamado del prof. Daniel dei en el
xviº encuentro de docentes de administración general, imaginemos un nuevo
horizonte de comprensión de los temas que nos
preocupan..
El aporte no debe evitar la complejidad de los mismos ni la
polémica racional. Más aún, que alentemos un
pensar fuerte y una voluntad decidida entre nosotros para que nos
ayudemos a hacernos cargo del cambio
personal y
profesional que nuestro país, nuestras provincias y
nuestros municipios están necesitando.
Debemos pretender la transformación y fundamentalmente
debemos tener la ilusión de gestar cambios sustantivos,
para que seamos protagonistas en esta nueva economía.
No estamos ante un dilema, del que no podemos esperar si no algo
peor de lo mismo; estamos ante la oportunidad de tomar decisiones
verdaderamente estratégicas sobre nuestro futuro.
Un nuevo enfoque del management no puede surgir de
fórmulas compradas en un mercado en el que el know how es
una mercancía, porque las virtudes no son objeto de
transacciones. Así como nadie puede comprar la autoridad
moral, sino
que ella es un atributo que es reconocido y otorgado por los
otros, la posibilidad de un nuevo modo de gerenciamiento
público y privado debemos buscarla en el despliegue de la
libertad
personal que
somos capaces de promover en el encuentro con quienes nos
acompañan en un mismo proyecto de vida,
de cualquier orden. Un proyecto
compartido para mejorar la calidad de
vida de la comunidad en la que nuestra organización
opera, cumpliendo primera e intensamente con las obligaciones
primigenias (el rol) y luego con las demás obligaciones
sociales.
Alvarez, Hector Felipe; principios de administración; 2ª edición;
ediciones eudecor; córdoba; 2000
Argandoña, Antonio; la empresa y el crecimiento
económico; volumen
crecimiento e inversión de la biblioteca iese
de gestión
de empresas (universidad de
navarra). Barcelona; 1997
Kliksberg, bernardo; el pensamiento
organizativo; 13ª edición; ed. Tesis norma;
buenos
aires.
Lambin, jean-jacques; marketing
estratégico; 2ª. Edición; ed. Mcgraw-hill;
bruselas; 1991
Stoner, james; freeman, edward y gilbert, daniel (jr);
administración; 6ª edición; ed. Prentice-hall
hispanoamericana sa; México;
1996
Autor:
Prof. Dr.cp gualberto j.m. milocco