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Oraciones a la Virgen de los Dolores




Enviado por scorpiko



    1. rosario de los siete dolores de la
      santísima virgen maría
    2. novena a nuestra señora de
      los dolores
    3. oración conclusiva para
      todos los días
    4. letanías de los dolores
      de maría santísima
    5. corona de los siete
      dolores
    6. las siete
      gracias

     

    ROSARIO DE LOS SIETE DOLORES DE LA
    SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

     En el nombre del Padre y del Hijo y
    del Espíritu Santo. Amén.

    Acto de
    contrición

    Pésame Dios mío y me arrepiento de todo
    corazón
    de haberos ofendido. Pésame por el infierno que
    merecí y por el cielo que perdí, pero mucho
    más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan
    bueno y tan grande como vos. Antes querría haber muerto
    que haberos ofendido; y propongo firmemente no pecar más y
    evitar todas las ocasiones próximas de pecado.
    Amén.

    Primer dolor: La
    profecía de Simeón

    "Simeón, después de bendecirlos, dijo a
    María, su madre: Este niño será causa de
    caída y elevación para muchos en Israel;
    será signo de contradicción, y a ti misma una
    espada te atravesará el corazón"  (Lc.  
    2,34)

    Padre nuestro, siete (7) Ave María y
    Gloria.

    Segundo dolor: Exilio de
    Jesús en Egipto

    "El ángel del Señor, se apareció en
    sueños a José y le dijo: Levántate, toma al
    niño y a su madre y huye a Egipto y
    permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a
    buscar al niño para matarlo" (Mt. 2,13)

    Tercer dolor: Jesús
    permanece en Jerusalén

    "Al verlo sus padres quedaron maravillados, y su madre
    le dijo: Hijo mío, ¿por qué nos has hecho
    esto?, piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados.
    Jesús le respondió: ¿por qué me
    buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de las
    cosas de mi Padre? (Lc. 2,48-49)

    Cuarto dolor: María en el
    camino de la Cruz de Jesús

    "Una mujer
    levantó la voz en medio de la multitud y dijo:
    Felíz el seno que te llevó y los pechos que te
    amamantaron! Jesús le respondió: Felices más
    bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican" (Lc.
    11,27-28)

    Quinto dolor: María junto
    a la cruz de Jesús

    "Junto a la cruz de Jesús estaba de pie su madre
    y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás,
    y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al
    discípulo a quien El amaba, Jesús le dijo: Mujer,
    ahí tienes a tu hijo" (Jn. 19,25-26)

    Sexto dolor:
    María recibe a Jesús bajado de la
    cruz

    "José de Arimatea, que era discípulo de
    Jesús, pero secretamente, por temor a los judíos,
    pidió autorización a Pilato para retirar el cuerpo
    de Jesús. Pilato se la concedió, y él fue a
    retirarlo" (Jn.19,28)

    Séptimo dolor:
    La sepultura de Jesús

    "José compró una sábana,
    bajó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en ella
    y lo depositó en un sepulcro cavado en la roca.
    Después, hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro"
    (Mc. 15,48).

      

    NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LOS
    DOLORES

    Oración introductoria
    para todos los días

    En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
    Santo, Amén.

    Dios nuestro, que quisiste que la Madre de tu Hijo
    estuviera a su lado junto a la cruz, participando en sus
    sufrimientos, concede a tu Iglesia que,
    asociada con María a la pasión de Cristo, merezca
    también participar en su gloriosa
    resurrección.

    Virgen Santísima de los Dolores, míranos
    cargando nuestra cruz de cada día. Compadécete de
    nuestros dolores, como nosotros nos compadecemos de los tuyos, y
    acompáñanos como acompañaste a tu Hijo
    Jesucristo, nuestro Señor, en el camino doloroso del
    Calvario. Eres nuestra Madre y te necesitamos. Ayúdanos a
    sufrir con amor y
    esperanza, con paciencia y aceptación, para que nuestro
    dolor, asociado al tuyo y al de tu Hijo, tenga valor
    redentor  y en las manos de Dios, nuestro Padre, se
    transforme en gracia para la salvación del
    mundo.

    (Se hace la lectura
    correspondiente a cada día. Luego se medita brevemente el
    texto
    evangélico, tratando de descubrir los sentimientos de la
    Virgen de los Dolores y de llenarse de compasión. Se
    presentan al Señor, en profundo silencio, los propios
    sufrimientos y los del mundo entero, pidiendo la gracia de que
    ellos no nos aparten de él y se termina con la

    oración
    conclusiva
    .)

    Primer día:
    MARÍA DA A LUZ A
    JESÚS EN UN PESEBRE

    "José, que pertenecía a la
    familia de David, salió de Nazaret, ciudad de
    Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la
    ciudad de David, para inscribirse con María, su
    esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en
    Belén, le llegó el tiempo de
    ser madre; y María dio a luz a su Hijo
    primogénito, lo envolvió en pañales y
    lo acostó en un pesebre, porque no había
    lugar para ellos en el albergue". (Lc. 2,4-7)

    Segundo día:
    MARÍA ESCUCHA AL ANCIANO
    SIMEÓN

    "Su padre y su madre estaban admirados por lo que
    oían decir de él. Simeón,
    después de bendecirlos, dijo a María, la
    madre: 'Este niño será causa de caída
    y de elevación para muchos en Israel; será
    signo de contradicción, y a ti misma una espada te
    atravesará el corazón'…" (Lc.
    2,34-35)

    Tercer día:
    MARÍA HUYE A EGIPTO

    "Después de la partida de los magos, el
    Angel del Señor se apareció en sueños
    a José y le dijo:  'Levántate, toma al
    niño y a su madre, huye a Egipto y permanece
    allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a
    buscar al niño para matarlo'. José se
    levantó, tomó de noche al niño y a su
    madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció
    hasta la
    muerte de Herodes". (Mt, 2, 13-15)

    Cuarto día:
    MARÍA BUSCA A JESÚS PERDIDO EN EL
    TEMPLO

    "Sus padres iban todos los años a
    Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Cuando el
    niño cumplió doce años, subieron com
    de costumbre, y acabada la fiesta, María y
    José regresaron,  pero Jesús
    permaneció en Jerusalén sin que ellos se
    dieran cuenta. Creyendo que estaba en la caravana,
    caminaron todo un día y después comenzaron a
    buscarlos entre los parientes y conocidos. Como no lo
    encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de
    Él. Al tercer día, lo hallaron en el Templo
    en medio de los doctores de la Ley,
    escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y
    todos los que lo oían estaban asombrados de su
    inteligencia y sus respuestas. Al verlo, sus
    padres quedaron maravillados y su madre le dijo: 'Hijo
    mío,  ¿por qué nos has hecho
    esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos
    angustiados'. Jesús les respondió:
    '¿Por qué me buscaban? ¿No
    sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi
    Padre?'. Ellos no entendieron lo que les decía.
    Él regresó con sus padres a Nazaret y
    vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas
    cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en
    sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y
    de los hombres". (Lc. 2,41-52)

    Quinto día:
    MARÍA SUFRE PORQUE LOS PARIENTES DE
    JESÚS NO LO COMPRENDEN

    "Se acercaba la fiesta judía de las Chozas,
    y sus hermanos le dijeron: 'No te quedes aquí; ve a
    Judea, para que también tus discípulos de
    allí vean las obras que haces. Cuando uno quiere
    hacerse conocer, no actúa en secreto; ya que
    tú haces estas cosas, manifiéstate al mundo'.
    Efectivamente, ni sus propios hermanos creían en
    Él. Jesús les dijo:  'Mi tiempo no ha
    llegado todavía, mientras que para ustedes cualquier
    tiempo es bueno. El mundo no tiene por qué odiarlos
    a ustedes; me odia a mí, porque atestiguo contra
    él que sus obras son malas. Suban ustedes para la
    fiesta. Yo no subo a esa fiesta, porque mi tiempo no se ha
    cumplido aún'…" (Jn. 7,2-9)

    Sexto día:
    MARÍA AL PIE DE LA
    CRUZ

    "Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre
    y la hermana de su madre, María, mujer de
    Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la
    madre  y cerca de ella al discípulo a quien
    Él amaba, Jesús le dijo:  'Mujer,
    aquí tienes a tu hijo'. Luego dijo al
    discípulo: 'Aquí tienes a tu madre'. Y desde
    aquel momento, el discípulo la recibió en su
    casa". (Jn. 19,25-27).

    Séptimo día:
    MARÍA VE A JESÚS MORIR EN LA
    CRUZ

    "Entonces Jesús, dando un gran grito,
    expiró. El velo del Templo se rasgó en dos,
    de arriba abajo. Al verlo expirar así, el
    centurión que estaba frente a él,
    exclamó: '¡Verdaderamente, este hombre
    era Hijo de Dios!. Había también allí
    algunas mujeres que miraban de lejos. Entre ellas estaban
    María Magdalena, María, la madre de Santiago
    el menor y de José, y Salomé, que
    seguían a Jesús y lo habían servido
    cuando estaba en Galilea; y muchas otras que habían
    subido con Él a Jerusalén". (Mc.
    15,37-41).

    Octavo día:
    SELPUTURA DE JESÚS Y SOLEDAD DE
    MARÍA

    "Al atardecer, llegó un hombre rico de
    Arimatea, llamado José, que también se
    había hecho discípulo de Jesús, y fue
    a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús.
    Pilato ordenó que se lo entregaran. Entonces
    José tomó el cuerpo, lo envolvió en
    una sábana limpia y lo depositó en un
    sepulcro nuevo que se había hecho cavar en la roca.
    Después hizo rodar una gran piedra a la entraad del
    sepulcro, y se fue. María Magdalena y la otra
    María estaban sentadas frente al sepulcro". (Mt.
    27,57-61).

    Noveno día: EL
    DOLOR DE MARÍA SE CONVIERTE EN
    ALEGRÍA

    "Las mujeres que habían venido de Galilea
    con Jesús siguieron a José, observaron el
    sepulcro y vieron como había sido sepultado.
    Después regresaron y prepararon los bálsamos
    y perfumes, pero el sábado observaron el descanso
    que prescribía la Ley. El primer día de la
    semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los
    perfumes que habían preparado. Ellas encontraron
    removida la piedra del Señor Jesús. Mientras
    estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron
    dos hombres con vestiduras deslumbrantes. Como las mujeres,
    llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista
    del suelo,
    ellos les preguntaron: '¿Por qué buscan entre
    los muertos al que está vivo? No está
    aquí, ha resucitado. Recuerden lo que Él les
    decía cuando aún estaba en Galilea Es
    necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de
    los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer
    día'.
    Y las mujeres recordaron sus palabras".
    (Lc. 23,55; 24,1-8).

    ORACIÓN CONCLUSIVA PARA TODOS LOS
    DÍAS

    Junto a la cruz de su Hijo la Madre llorando se ve, el
    dolor la ha crucificado, el amor la
    tiene en pie.

    Quédate de pie, de pie junto a Jesús, que
    tu Hijo sigue en la cruz.

    Cruz del lecho de los enfermos, de los niños
    sin un hogar, cruz del extranjero en su patria, del que sufre en
    soledad.

    Cruz de la injusticia y miseria de los marginados de
    hoy; cruz de tantas falsas promesas y de la
    desesperación.

    Cruz del abandono de amigos, del olvido y de la
    traición; cruz de la amenaza y del miedo, la tortura y la
    prisión.

    Cruz de los que sin esperanza sufren sin saber para
    qué; cruz de los enfermos del alma, de los que perdieron
    la fe.

    – Ruega por nosotros, Virgen de los Dolores.

    – Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y
    gracias de nuestro Señor, Jesucristo.

    Padre de todo consuelo, Dios de infinita misericordia y
    bondad, que nos diste a María como Madre y Modelo de
    cristiano, acrecienta nuestra fe, fortalece nuestra esperanza y
    enciende nuestra caridad, de tal modo que seamos signo del gran
    amor que tienes para con todos.

    Tú conoces mejor que nadie nuestros sufrimientos
    y dolores, te pedimos que si es tu voluntad nos libres de
    ellos.

    Pero, sobre todo, queremos pedirte que ni ellos, ni
    nada, ni nadie puedan separarnos jamás de tu amor, ni
    quitarnos las ganas de vivir.

    Te presentamos nuestra oración por medio de
    Jesucristo, Señor Nuestro, tu Hijo e Hijo de María,
    la Virgen Dolorosa, Él vive y reina contigo y el
    Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
    Amén.

     

    LETANÍAS DE LOS DOLORES DE
    MARÍA SANTÍSIMA

    Señor, ten piedad de nosotros.

    Cristo, ten piedad de nosotros.

    Señor, ten piedad de nosotros.

    Cristo, óyenos.

    Cristo, escúchanos.

    Dios, Padre celestial, ten piedad de
    nosotros.

    Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de
    nosotros.

    Dios, Espíritu Santo, ten piedad de
    nosotros.

    Santa Trinidad y un solo Dios, ten piedad de
    nosotros.

    Santa María

    Ruega por nosotros

    Santa Madre de Dios

    Ruega por nosotros

    Santa Virgen de las Vírgenes

    Ruega por nosotros

    Madre crucificada

    Ruega por nosotros

    Madre dolorosa

    Ruega por nosotros

    Madre lacrimosa

    Ruega por nosotros

    Madre afligida

    Ruega por nosotros

    Madre abandonada

    Ruega por nosotros

    Madre desolada

    Ruega por nosotros

    Madre privada de Hijo

    Ruega por nosotros

    Madre traspasada por la espada

    Ruega por nosotros

    Madre abrumada de dolores

    Ruega por nosotros

    Madre llena de angustias

    Ruega por nosotros

    Madre clavada a la cruz en su
    corazón

    Ruega por nosotros

    Madre tristísima

    Ruega por nosotros

    Fuente de lágrimas

    Ruega por nosotros

    Cúmulo de sufrimientos

    Ruega por nosotros

    Espejo de paciencia

    Ruega por nosotros

    Roca de constancia

    Ruega por nosotros

    Ancora del que confía

    Ruega por nosotros

    Refugio de los abandonados

    Ruega por nosotros

    Escudo de los oprimidos

    Ruega por nosotros

    Derrota de los incrédulos

    Ruega por nosotros

    Consuelo de los míseros

    Ruega por nosotros

    Medicina de los enfermos

    Ruega por nosotros

    Fortaleza de los débiles

    Ruega por nosotros

    Puerto de los náufragos

    Ruega por nosotros

    Apaciguadora de las tormentas

    Ruega por nosotros

    Auxiliadora de los necesitados

    Ruega por nosotros

    Terror de los que incitan al mal

    Ruega por nosotros

    Tesoro de los fieles

    Ruega por nosotros

    Inspiración de los profetas

    Ruega por nosotros

    Sostén de los apóstoles

    Ruega por nosotros

    Corona de los mártires

    Ruega por nosotros

    Luz de los confesores

    Ruega por nosotros

    Flor de las vírgenes

    Ruega por nosotros

    Consuelo de las viudas

    Ruega por nosotros

    Alegría de todos los Santos

    Ruega por nosotros

    Cordero de Dios que quitas los pecados del
    mundo,

    perdónanos Señor

    Cordero de Dios que quitas los pecados del
    mundo

    escúchanos Señor

    Cordero de Dios que quitas los pecados del
    mundo

    ten piedad de nosotros.

    Oración

    Oh Dios, en cuya Pasión fue traspasada de
    dolor el alma dulcísima de la gloriosa Virgen y
    Madre María, según la profecía de
    Simeón; concédenos propicio, que cuantos
    veneramos sus dolores y hacemos memoria
    de ellos, consigamos el feliz efecto de tu sagrada
    Pasión.

    Tú que vives y reinas por los siglos de los
    siglos.

    Amén

     

    CORONA DE LOS
    SIETE DOLORES

    El camino para penetrar en los sufrimientos del Hijo es
    penetrar en los sufrimientos de la Madre. Cardenal J. H.
    Newman.Rezar despacio, meditando estos dolores:

    1º Dolor La profecía de Simeón
    en la presentación del Niño
    Jesús
    .

    Virgen María: por el dolor que sentiste cuando
    Simeón te anunció que una espada de dolor
    atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús,
    y ya en cierto modo te manifestó que tu
    participación en nuestra redención como
    corredentora sería a base de dolor; te acompañamos
    en este dolor. . . Y, por los méritos del mismo, haz que
    seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus
    virtudes.

    Dios te salve, María,…

    2º Dolor La huida a Egipto con Jesús y
    José.

    Virgen María: por el dolor que sentiste cuando
    tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes
    penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al
    poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que
    precisamente había venido a traernos vida eterna; te
    acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos
    del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del
    demonio.

    Dios te salve, María,…

    3º Dolor La pérdida de
    Jesús.

    Virgen María: por las lágrimas que
    derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres
    días buscándolo angustiada; pensarías
    qué le habría podido ocurrir en una edad en que
    todavía dependía de tu cuidado y de San
    José; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los
    méritos del mismo, haz que los jóvenes no se
    pierdan por malos caminos.

    Dios te salve, María,…

    4º Dolor El encuentro de Jesús con la
    cruz a cuestas camino del calvario.

    Virgen María: por las lágrimas que
    derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con
    la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el
    instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era
    creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este
    desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente
    muerte de cruz, después de haber sido azotado como si
    fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de
    espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente
    para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le
    dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la
    frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor
    físico, aún mayor sería el dolor espiritual
    por ser una burla y una humillación tan grande;
    sufrió y se humilló hasta lo indecible, para
    levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este
    dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos
    dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como
    Él lo fue.

    Dios te salve, María,…

    5º Dolor La crucifixión y la
    agonía de Jesús.

    Virgen María: por las lágrimas que
    derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar
    los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y
    luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a
    nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y
    éste era el momento cumbre de su pasión; Tú
    misma también te sentirías morir de dolor en aquel
    momento; te acompañamos en este dolor. Y, por los
    méritos del mismo, no permitas que jamás muramos
    por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la
    redención.

    Dios te salve, María,…

    6º Dolor La lanzada y el recibir en brazos a
    Jesús ya muerto.

    Virgen María: por las lágrimas que
    derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron
    en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la
    hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón
    Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no
    solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por
    quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus
    brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo
    devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos
    hombres y también víctima de nuestros pecados; te
    acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos
    del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como El nos
    amo.

    Dios te salve, María,…

    7º Dolor El entierro de Jesús y la
    soledad de María.

    Virgen María: por las lágrimas que
    derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que
    era creador, dueño y señor de todo el universo, era
    enterrado en tierra;
    llevó su humillación hasta el último
    momento; y aunque Tú supieras que al tercer día
    resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron
    a Jesús por la muerte más injusta que se haya
    podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la
    suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto
    con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó
    nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra
    adoptiva y corredentora, le acompañaste en todos sus
    sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de
    aflicción; te acompañamos en este dolor . . .
    Y, por los méritos del mismo, concédenos a
    cada uno de nosotros la gracia particular que te
    pedimos…

    Dios te salve, Maria,…

    Gloria al Padre .

     

    LAS SIETE
    GRACIAS

    La Santísima Virgen María manifestó
    a Sta. Brígida que concedía siete gracias a
    quienes diariamente le honrasen considerando sus
    lágrimas y dolores y rezando siete
    Avemarías
    :

    1•Pondré paz en sus
    familias.

    2•Serán iluminados en los Divinos
    Misterios.

    3•Los consolaré en sus penas y
    acompañaré en sus trabajos.

    4•Les daré cuanto me pidan, con tal
    que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la
    santificación de sus almas.

    5•Los defenderé en los combates
    espirituales contra el enemigo infernal, y lo protegeré en
    todos los instantes de su vida.

    6•Los asistiré visiblemente en el
    momento de su muerte; verán el rostro de su
    Madre.

    7•He conseguido de mi Divino Hijo que las
    almas que propaguen esta devoción
    a mis
    lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal
    a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados
    todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y
    alegría.

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    "Soy catolico,apostolico y romano…hasta que
    su santidad cambie a la santa sede de Roma"

     

     

    Carlos Goncalves

    Venezuela
    2002

     

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