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Aborto en caso de violación (página 2)




Enviado por Percy Zapata Mendo


Partes: 1, 2

Antes del nacimiento los movimientos corporales del feto
se realizan en forma masiva. Después del nacimiento el
niño puede flejar las articulaciones de sus brazos y a
partir de entonces cambia la velocidad en el desarrollo de su
conducta motriz. A los tres meses dirige la mano hacia los
objetos y agarra cosas. A los ocho meses desarrolla agarre con
pinza y es capaz de agarrar los objetos utilizando
independientemente el dedo índice y el pulgar. El desarrollo
de las funciones motrices se correlaciona con un mayor grado de
maduración cerebral. Uno de los criterios más
utilizados para determinar el grado de maduración es el
nivel de mielinización cerebral. Kolb y Fantie (1997)
describen una clara correlación entre el desarrollo de las
conductas motrices y lingüísticas y el grado de
mielinización cerebral. La mielinización es un proceso
paralelo al desarrollo de las funciones de las neuronas y aparece
cuando la proliferación y migración celular han
terminado. A los doce meses, por ejemplo, la conducta motriz del
niño le permite caminar de la mano, o lanzar y agarrar
objetos, todo ello asociado con una buena mielinización del
tracto piramidal pero poca mielinización de las áreas
de asociación. De otro lado, el comportamiento motor
más preciso y fino de un niño de cinco años se
relaciona con una mayor mielinización de las áreas de
asociación de la corteza cerebral.

El proceso de mielinización cerebral se inicia unos
tres meses después de la fertilización. Sin embargo, en
el momento del nacimiento sólo unas pocas áreas del
cerebro están completamente mielinizadas, como los centros
del tallo cerebral que controlan los reflejos, porque de ellos
depende la supervivencia. Una vez mielinizados sus axones, las
neuronas pueden alcanzar su funcionamiento completo y pueden
presentar una conducción rápida y eficiente. Los axones
de las neuronas de los hemisferios cerebrales presentan una
mielinización particularmente tardía, a pesar de que
este proceso de mielinización se inicia en un período
postnatal temprano. Las fibras comisurales, de proyección y
de asociación son fibras que alcanzan su completa
mielinización en una época más
tardía.

Las distintas regiones de la corteza cerebral se
mielinizan en etapas diferentes. Las áreas primarias
sensoriales y motrices inician su proceso de mielinización
antes que las áreas de asociación frontales y
parietales; estas últimas solamente alcanzan un desarrollo
completo hacia los 15 años (Kolb, 1995). Se supone que este
proceso de mielinización es paralelo al desarrollo
cognoscitivo en el niño.

El peso cerebral es un índice cuantitativo
utilizado algunas veces para medir desarrollo del sistema
nervioso central. Al año el cerebro ha duplicado su peso, y
a los dos años lo ha triplicado. Con cerca de un kilogramo,
es poco el peso adicional que adquiere durante el resto de la
infancia y la adolescencia. El peso promedio del cerebro de un
adulto varía entre 1300 y 1500 gramos y se correlaciona con
la talla del individuo.

Cualquier alteración en la diferenciación
neuronal puede dar como resultado anormalidades en el desarrollo
cortical y ocasionar retardo en el desarrollo cognoscitivo. Del
mismo modo, lesiones cerebrales tempranas pueden alterar el
adecuado desarrollo cerebral. Mientras más tempranos los
accidentes cerebrales durante el período prenatal, más
grave la lesión, más difícil el tratamiento y peor
el pronóstico. Sin embargo, si el accidente cerebral ocurre
después del nacimiento, cuando las estructuras cerebrales ya
están formadas, las posibilidades de recuperación son
mayores mientras más temprano sea el accidente cerebral
(véase una revisión del tema en Hynd, Morgan, &
Vaughn, 1997).

Lenguaje y desarrollo
cerebral

La producción del lenguaje verbal se inicia de
manera gradual, especialmente entre los dos y tres años de
vida, a pesar de que desde el año ya se producen algunas
palabras y existe algún nivel de comprensión verbal.
Sin embargo, se estima que entre los dos y los tres años se
adquiere cerca del 50% del lenguaje que se poseerá durante
la adultez. Generalmente se observa un desarrollo paralelo entre
el lenguaje y el comportamiento motor. Sin embargo, para
Lenneberg (1967) el desarrollo del lenguaje es independiente del
desarrollo motor. El desarrollo motor de la lengua y los labios
se alcanza mucho antes que el control motor de los dedos y de la
mano; sin embargo, el proceso de adquisición del vocabulario
es un proceso lento y difícil. A pesar de que la
estimulación ambiental es decisiva para el desarrollo
adecuado del lenguaje, la adquisición del lenguaje depende
de un proceso de maduración cerebral. El control de los
movimientos finos y el desarrollo de habilidades simbólicas
son indispensables para un adecuado desarrollo del
lenguaje.

La etapa pre verbal del niño se extiende desde el
nacimiento hasta el inicio del lenguaje. Durante los primeros
tres meses el niño solamente produce llanto como forma de
expresar desagrado. Antes del llanto hay muchas otras
señales que no suelen ser atendidas. El llanto sólo es
una señal tardía De los tres a los doce meses se
presenta la etapa de balbuceo caracterizada por la aparición
de sonidos que el niño repite y práctica. Se ha
considerado que las estructuras subcorticales participan en esta
etapa de balbuceo (Lecours, 1975) mientras que la maduración
de las vías auditivas corticales se ha relacionado con la
repetición de sonidos que aparece entre los cuatro y los
siete meses (Spreen y colaboradores, 1995). Después del
año de vida el niño comienza a producir sonidos de
manera secuencial. En este período se inicia la verdadera
etapa verbal. El comienzo de los aprendizajes articulatorios se
asocia con la maduración de las áreas corticales
anteriores. Entre los 12 y los 24 meses se producen las primeras
palabras, que generalmente se refieren a nombres de objetos. La
estructura de frase se comienza a observar entre los 18 y los 36
meses. A partir de este momento el lenguaje del niño se
desarrolla rápidamente y en poco tiempo se convierte en la
herramienta de comunicación más eficiente. Es
importante anotar que la representación emocional de los
sonidos que aparecen tempranamente en el niño se asocia con
la maduración del hemisferio derecho, que parece tener una
maduración más temprana que el hemisferio izquierdo.
(Joseph, 1985)

El cambio cortical más prominente entre el segundo
año de vida, época de iniciación del lenguaje, y
los 12 años, edad a la que se logra la adquisición
completa del repertorio lingüístico (fonología,
léxico, gramática), es el número creciente de
interconexiones neuronales. Durante este período se reduce
el número de sinapsis y se incrementa la complejidad de las
arborizaciones dendríticas (Kolb & Fantie, 1997). El
desarrollo cortical (engrosamiento y formación de
conexiones) no parece seguir un ritmo uniforme sino que se
presenta por "ráfagas". Estos períodos de
enriquecimiento sináptico se han observado entre los 3 y 4,
6 y 8, 10 y 12, y los 14 y 16 años (Epstein, 1986). El
desarrollo cognoscitivo tampoco sigue una línea uniforme
sino que se presenta en forma de "insights" (Rosselli, cols.,
1997) que bien podrían corresponder a los períodos de
enriquecimiento sináptico propuestos por Epstein.

El desarrollo del lenguaje no constituye un proceso
aislado sino que se encuentra estrechamente ligado al progreso
físico, psicológico y social del niño. Las
interrupciones o distorsiones en este proceso pueden tener
repercusiones importantes en su maduración intelectual y
psicológica. La ausencia de lenguaje antes de los 3
años representa una alteración seria del desarrollo
neurológico y debe ser motivo de preocupación. Sin
embargo, a los tres años aún son normales ciertos
defectos de fluidez y de articulación. El niño completa
su repertorio fonológico hacia los cuatro años de edad,
cuando se alcanza la producción de los sonidos más
complejos en su lengua (Ardila & Rosselli, 1992).

Asimetría cerebral y
desarrollo cerebral

La asimetría cerebral se refiere a las diferencias
en la especialización de las funciones de los dos
hemisferios cerebrales. Esta asimetría es un indicador de
maduración cerebral. Algunos autores han propuesto que
cuando el niño nace existe equipontencialidad funcional en
los dos hemisferios cerebrales, y que la asimetría se
desarrolla de manera progresiva. Es decir, en el niño los
dos hemisferios cerebrales tendrían la potencialidad para
desarrollar el lenguaje, pero a medida que avanza su desarrollo
la representación lingüística se lateraliza en el
hemisferio izquierdo (Hiscock, 1988). De acuerdo con Lenneberg
(1967) la asimetría hemisférica comienza a
desarrollarse en forma paralela con la adquisición del
lenguaje.

Recientemente se ha demostrado cierta asimetría
cerebral en registros eléctricos de niños de sólo
unas pocas semanas de nacidos. En estos niños la amplitud de
los potenciales evocados auditivos ante estímulos verbales
registrados en el hemisferio izquierdo es mayor que la amplitud
registrada en el hemisferio derecho; lo contrario se observa con
los potenciales evocados auditivos desencadenados por notas
musicales. La magnitud de estas diferencias disminuye con la edad
(Molfese & Betz, 1988).

Se han observado ciertos precursores motores de la
lateralización hemisférica en etapas muy tempranas de
la vida. Se observa, por ejemplo, que los bebés recién
nacidos hijos de padres diestros, giran con mayor frecuencia la
cabeza hacia la derecha que hacia la izquierda (Kinsbourne, 1989,
1997). Desde los 18 meses se puede observar una tendencia a la
preferencia manual en niños que van a ser diestros; este
comportamiento precursor de la preferencia manual no se observa
tan evidentemente en niños que van a ser zurdos. La
consistencia en la preferencia manual solamente se logra, sin
embargo, hacia los cuatro años y persiste durante toda la
infancia a menos que existan presiones culturales que obliguen al
niño a utilizar la mano no preferida.

Los mismos métodos utilizados en la
determinación de la asimetría cerebral en adultos han
sido empleados en niños. Las técnicas de
presentación taquistoscópica, audición
dicótica, y reconocimiento táctil han servido para
determinar la presencia de la asimetría cerebral en
niños y se describirán a continuación.

Audición Dicótica

La utilización de la técnica de audición
dicótica, implementada por Kimura en el estudio de la
asimetría cerebral, ha permitido demostrar una superioridad
del oído derecho para discriminar estímulos auditivos
verbales, desde los dos años y medio (Kraft, 1984). La
mayoría de los estudios han encontrado un grado equivalente
de asimetría auditiva entre niños de diversas edades
(Bryden & Allard, 1981). Algunos estudios, sin embargo,
sugieren que la ventaja del oído derecho tiende a hacerse
más frecuente o más pronunciada con la edad (Larsen,
1984). Sin embargo, la gran mayoría de los estudios sobre
audición dicótica en niños son transversales y no
longitudinales. Los estudios longitudinales hasta ahora
realizados no permiten afirmar la presencia de un cambio
correlativo a la edad en la asimetría auditiva observada en
la audición dicótica.

Saxby y Bryden (1984) encontraron que la asimetría
en la audición dicótica varía en dependencia con
la calidad del estímulo. Las tareas de contenido emocional
(reconocimiento de tonos emocionales en la voz) producen una
ventaja del oído izquierdo, mientras que las tareas verbales
lexicales (contenido semántico de la frase) generan una
ventaja del oído derecho. Esta asimetría se ha
observado de manera constante en niños entre los 5 y los 14
años.

Reconocimiento Táctil

En contraste con las técnicas utilizadas en la
modalidad visual y auditiva, los métodos empleados en la
modalidad táctil analizan principalmente información no
verbal. En adultos la mano izquierda parece ser más precisa
en ciertas formas de reconocimiento táctil que la mano
derecha. Este patrón parece desarrollarse diferencialmente
en niños y niñas (Hiscock, 1988).

Los resultados obtenidos en el estudio del
reconocimiento de letras Braille son contradictorios. Algunos
autores han mostrado una superioridad de la mano derecha en los
niños más pequeños y de la mano izquierda en los
niños mayores. La superioridad de la mano izquierda no
parece observarse, sin embargo, sino en niños mayores de 11
años (Hiscock, 1988).

Rose (1984) mostró la superioridad en el
reconocimiento táctil de la mano izquierda en niños de
2 a 5 años, sin observar diferencias entre niños y
niñas. Utilizando técnicas de reconocimiento
diháptico (reconocer dos objetos colocados
simultáneamente en ambas manos) Witelson (1976)
encontró una superioridad de la mano izquierda para el
reconocimiento de formas en niños de 6 a 13 años. Las
niñas mostraron una aparición más tardía de
esta asimetría. Gibson y Bryden (1983) encontraron una
asimetría más evidente en niños que en niñas.
Las diferencias sexuales en el reconocimiento táctil no han
sido, sin embargo, suficientemente consistentes en los diferentes
estudios.

Secuelas cognoscitivas de lesiones
focales

Otro método utilizado para estudiar la ontogenia de
la asimetría cerebral ha sido el análisis de las
alteraciones en las funciones cognoscitivas en niños con
lesiones cerebrales unilaterales. Se han utilizado tres
poblaciones de niños: (1) niños con lesiones focales
adquiridas antes y después de haber desarrollado lenguaje;
(2) niños con hemiplejia; y (3) niños a los cuales se
les ha practicado una hemisferectomía.

En los niños, al igual que en los adultos, es
más frecuente encontrar afasia como consecuencia de lesiones
del hemisferio izquierdo. Se estima que aproximadamente 70% de
los niños con lesiones hemisféricas izquierdas y 7% a
20%% de aquellos con lesiones hemisféricas derechas
presentan afasia (Woods & Teuber 1978). Los niños con
lesiones unilaterales izquierdas presentan, sin embargo, una
recuperación inferior (Kinsbourne, 1989). La afasia infantil
presenta generalmente las características de una afasia
motriz o global y con frecuencia se asocia con mutismo inicial
(Woods, 1985). Las alteraciones en la lectura, la memoria
auditiva y el deletreo se observan con una frecuencia más
elevada en niños con lesiones unilaterales izquierdas (Aram
& Whitaker, 1988; Molfese & Molfese 2002).

Aram y colaboradores (1985) encontraron reducciones
equivalentes en el coeficiente intelectual de niños con
lesiones derechas e izquierdas. La producción y la
comprensión lexical se vieron más reducida en los
niños con lesiones derechas, mientras que la producción
sintáctica estuvo más comprometida en el grupo con
lesión en el hemisferio izquierdo. La reducción en la
fluidez verbal fue evidente en ambos grupos.

La ausencia de hemiinatención (negligencia
hemiespacial) en niños con lesiones cerebrales es una
constante; solamente algunos autores han descrito formas muy
transitorias de hemiinatención (Aram & Whitaker, 1988).
La ausencia de hemiinatención en niños se ha
interpretado como una falta en el desarrollo de la dominancia del
hemisferio derecho para procesos de atención. Sin embargo,
la lateralización espacial ha sido demostrada en niños
de dos a tres años. Stiles-Davis y colaboradores (1985)
encontraron que los niños con lesiones del hemisferio
derecho presentaban una mayor dificultad en tareas viso
construccionales que los niños con lesiones
izquierdas.

La rápida recuperación que presentan los
niños con afasia muestra la capacidad de los hemisferios
cerebrales para compensar el déficit lingüístico.
Si el trastorno afásico ocurre a temprana edad la
recuperación obtenida es mejor. Los niños que presentan
la mayor recuperación son aquellos que inicialmente
demostraban un cuadro de mutismo. De hecho, el mutismo se
encuentra frecuentemente en casos de lesiones cerebrales en
niños. La presencia de componentes de afasia sensorial
(defectos de comprensión y jerga) se correlacionan con un
período de recuperación más prolongado. El factor
edad no actúa de manera aislada sobre el pronóstico de
la afasia, sino que interactúa con otras variables, como la
etiología y el tamaño de la lesión (Woods, 1985).
Durante algún tiempo se supuso que las afasias infantiles
podían presentar una recuperación total. Sin embargo,
este supuesto ha sido seriamente cuestionado recientemente (Aram
& Whitaker, 1988). La ausencia de estudios de seguimiento
hasta la edad adulta no permite en el momento determinar con
suficiente exactitud cómo evoluciona el déficit
cognoscitivo debidos a lesiones en la infancia.

En resumen, las lesiones unilaterales producen
alteraciones neuropsicológicas diferentes, dependiendo de si
la lesión compromete el hemisferio derecho o el izquierdo.
Con una mayor frecuencia las lesiones del hemisferio izquierdo
producen en niños, al igual que en adultos, afasia y
alteraciones en la comprensión y producción
sintáctica del lenguaje, al igual que una reducción en
la memoria verbal. Las lesiones del hemisferio derecho pueden
alterar algunos parámetros del lenguaje, como la
comprensión lexical y la fluidez verbal. El déficit
espacial es más frecuentemente observado en niños con
lesiones del hemisferio derecho. La hipótesis de la
equipotencialidad completa de los dos hemisferios cerebrales, y
el supuesto de que existe una representación bilateral del
lenguaje durante la infancia no están apoyados completamente
por la literatura reciente (Woods, 1985; Kinsbourne,
1997).

2.- Testimonios de mujeres violadas y el
Aborto

CASO 1: Sra. Kay
Zibolsky

"Fui violada a punta de un cuchillo a menos de una
cuadra de mi casa, cuando tenía sólo 16 años. Mi
asaltante desconocido se perdió en la noche, dejándome
herida después de haberme amenazado para que no le dijera
nada a nadie. Por 27 años no lo dije nunca, excepto a mi
esposo muchos años después. Concebí y di a luz a
una niña después de la violación, ella era
preciosa, y es lo único bueno que resultó de
ésta.

Cuando Robin tenía 18 meses la di en
adopción, pero Dios tenía un plan especial y nos
conocimos cuando ella tenía 27 años, después que
mi propio proceso de sanación me había preparado. Sus
primeras palabras para mí fueron: ´caramba me alegro
mucho de que no te hayas hecho el aborto´. Robin
resultó ser una parte importante del proceso de
sanación, y le doy gracias a Dios hoy en día porque no
hice nada en mi juventud por lo cual hubiera tenido que sufrir el
resto de mi vida, a que no le hubiera dado la oportunidad a mi
hija de decirme aquellas conmovedoras palabras. El mal llamado
aborto ´legal y seguro´ la hubiera silenciado para
siempre.

Hoy en día Robin tiene 33 años y está
muy contenta de estar viva, y yo estoy trabajando para ayudar a
otras víctimas, llevándoles la verdad y el poder de
sanación que sólo Jesús da. Dios conoció a
Robin cuando era formada en mi vientre y conoce a todos los
demás que han sido concebidos a través de la violencia
de la violación o el incesto. Aún en estas
circunstancias son todos preciosos para Él, y tienen un
sentido tan importante como el suyo y el mío, si sólo
se les da la oportunidad de probarlo.

El aborto es una segunda violación, pero
más traumática aún porque es un pecado, y la
violación no lo es (para la víctima), y tarde o
temprano tenemos que dar cuenta de nuestros
pecados".

CASO 2: SRA. HOLLY M. DUTTON

"En realidad con todo lo mala que es la
violación, perder al bebé es mucho peor… no importa
cómo haya sido concebido el niño, escoger la vida es la
única manera de salvaguardar la auto-estima de la madre,
así como la dignidad del niño pre
nacido.

Mi aborto provocado a los 17 años no se
debió directamente a la violación que sufrí a los
12, pero fue la explosión de una bomba emocional de tiempo
que había sido activada 5 años antes. Yo fui arrebatada
de mi propia cama y violada a dos cuadras de mi casa por un
extraño. Después de dos horas terribles él me
dejó en mi hogar y retorné a mi cama. Al otro día
yo estaba tan callada y retraída que al contarles a mis
padres lo que había sucedido no me creyeron. Tenía
miedo de someterme a un examen médico, por lo que la
violación no fue reportada y el violador nunca fue
encausado. Puesto que no había podido convencer a mis
propios padres de que estaba diciendo la verdad, pensé que
nadie me creería tampoco y no lo mencioné ni siquiera
al sacerdote de mi iglesia.

Debido a que sentía el deseo de vengarme de mis
padres por no creerme, y mis ataques epilépticos me
impedían tomar drogas, pensé que la única manera
de hacerlo era salir embarazada. En febrero de 1973 a los 17
años al fin lo logré, pero casi inmediatamente me
recomendaron un aborto, el cual me hice cuando tenía dos
meses de embarazo. Lo que siguió fue una pesadilla: el
Síndrome Post Aborto durante 17 años.

Me obsesionaba la culpa, el dolor era abrumador, y
aunque los médicos habían justificado el aborto por mis
ataques de epilepsia todavía me sentía culpable de
haber matado a mi bebé porque mi inmoralidad había
traído esta tragedia. Pensé muchas veces en suicidarme,
pero temía a la muerte por miedo al castigo divino. Con la
ayuda de otras personas, pude encontrar el amor y perdón de
Jesús… el Señor lentamente fue liberándome de
más de 20 años de tensión debida a la
violación y al aborto".

CASO 3: SRA. JACKIE BAKKER

"Cuando tenía 19 años fui violada a punto
de pistola, me sentí sucia, usada y robada de toda mi
dignidad. Menos del uno por ciento de las mujeres que son
violadas salen embarazadas, pero yo fui una de ellas. Primero me
negaba a creerlo, pero mi cuerpo comenzó a sufrir cambios, y
me di cuenta de que ya no podía ocultarlo por más
tiempo: estaba embarazada. Pensé que tenía que haber un
modo fácil para salir de eso.

Recién me habían entrevistado para una
posición en un trabajo, pero más que el riesgo de
perder el trabajo, me preocupaba el tener que dar a luz al hijo
del hombre que me había violado. Cuando mi hermana me
sugirió el aborto me sonó como la solución
perfecta. El aborto todavía era ilegal, pero mi hermana hizo
los arreglos. Conocí a un hombre que me llevó a la
oficina de un médico, pero éste me dijo que no me
podía hacer el aborto porque tenía una infección
tan fuerte en la garganta, que si me llegaba al útero
podía morirme. Por lo tanto, me envió a mi casa y tuve
que vivir con el hecho de que estaba embarazada y seguir
adelante.

Más tarde me encontré un médico que
me ayudó a ver que la vida es valiosa. Comencé a sentir
amor y aceptación por mi bebé, especialmente
después que lo sentí moverse. Me alegré por la
nueva vida que llevaba dentro de mí y casi me olvidé de
cómo había comenzado.

Cuando finalmente se lo dije a mis padres, mi
papá se horrorizó que estuviera embarazada,
especialmente de un violador. Otro médico nos puso en
contacto con la Paternidad Planificada (Institución
Internacional Anti-Vida), donde me dijeron que el aborto era
´la única solución´ y no me ofrecieron
alternativas. Les creí cuando me dijeron que mi pesadilla
pronto acabaría y que podría continuar con mi vida
después del aborto ´como si nada hubiera
sucedido´- Mis padres me hicieron testificar ante el Fiscal
sobre la violación para que pudiera tener un aborto legal,
pero cuando éste fue aprobado ya yo tenía 22 semanas de
embarazo y quería conservar a mi bebé. Sin embargo,
sentí una terrible presión de todos, especialmente de
mis padres, y al fin cedí. Me inyectaron una solución
salina y 18 horas más tarde… di a luz a una pequeña
bebita que estaba totalmente formada y era perfecta… esperaba
que comenzara a llorar y que estuviera viva.

Sentí un vacío que nadie puede llenar al
descubrir que los efectos del aborto continuaron, mucho tiempo
después que los recuerdos de la violación. Por los
próximos tres años experimenté horribles
depresiones y pesadillas. Por el contrario de todo lo que me
habían dicho, era mucho más difícil lidiar con el
aborto que con la violación. La violación fue un crimen
terrible contra mí, una víctima inocente, el aborto fue
la matanza de mi hijo inocente, y yo participé
voluntariamente. Traté de convencerme a mí misma de que
tenía una buena razón para abortar, después de
todo había sido violada, pero el dolor no me dejaba pensar
sobre esto".

CASO 4: SRA. JULIE MAKIMAA

"Mi nombre es Julie Makimaa y si el aborto hubiera
sido legal en 1964 yo no estaría aquí hablando. Fui
adoptada cuando era una bebita en California y criada allí
hasta 1979, año en que mis padres se mudaron al norte de
Michigan. Poco tiempo después me casé y comencé a
buscar los papeles de adopción para encontrar la identidad
de mi madre biológica. Tres años y medio más tarde
nos reunimos y desde entonces tenemos una relación muy
especial. Mi esposo y yo éramos pro-vida antes de que yo
conociera a mi madre, pero por primera vez pensamos acerca de los
embarazos por incesto o violación y si el aborto se
debía permitir en estos casos. ¿Pero cómo
podría yo apoyar el aborto? Verdaderamente estaría
negando mi propia vida, mi propia existencia. Opino que todo
niño tiene un propósito especial en la vida y el
derecho a vivir, ¿qué importa cómo comenzó
nuestra vida?

Verdaderamente hay dos víctimas. Como sociedad
hemos tratado a estas mujeres y a sus hijos como si fueran los
criminales, ¡y esto tiene que terminar! Opino que debemos
ofrecerle nuestra compasión y ayuda a las mujeres y a sus
hijos, y nunca debemos siquiera pensar en el aborto como una
ayuda … muchas mujeres que han abortado un embarazo producto de
una violación, se han encontrado con que los efectos
posteriores del aborto, los cuales son mucho más
devastadores que los del ataque sexual".

CASO 5: SRA. MARY JEAN "DOE"
(ANÓNIMA)

"Yo fui víctima del abuso sexual infantil.
Antes de cumplir los 13 años fui sexualmente abusada por mi
hermano mayor y por un amigo de la familia que era universitario.
A los tres o cuatro meses de haber comenzado el abuso me
faltó la regla… acudí a mi maestra para que me
ayudara y cuando le dije que quizás estaba embarazada (a los
12 años), ni siquiera pestañeó. Me dio un abrazo y
me dijo que fuera a la clínica de Paternidad Planificada y
que uno de mis hermanos mayores me llevara y no se los dijera a
mis padres. Nunca me preguntó quién era el padre ni por
qué yo estaba sexualmente activa a esa edad. Por lo tanto,
mi hermano mayor me llevó a la Paternidad Planificada…
allí nadie me preguntó quién era mi compañero
sexual, nadie expresó preocupación ni asombro, ni
siquiera se interesaron en el motivo por el cual una niña de
12 años podría necesitar una prueba de embarazo.
Sólo me dijeron mucho sobre cómo actuar con
´responsabilidad´ y ´tomar el control de mi
cuerpo´. Alguien me dio un montón de preservativos a la
salida e hizo una broma sobre los colores; rojo, azul, amarillo.
Mi hermano mantuvo silencio todo el tiempo, nadie le hizo una
sola pregunta. Dos días más tarde me llamaron por
teléfono para decirme que la prueba era positiva y que
debía volver el próximo sábado en la mañana.
La persona que llamó nunca utilizó la palabra
´embarazada´ o ´aborto´. No acudí a esa
cita, y la regla me bajó aquella noche.

Recuerdo el horror que sentí cuando me di
cuenta de que me habían hecho una cita para abortar.
Recuerdo también que pensé sobre quién hubiera
pagado la cuenta y por qué ello pensaban que yo era una
persona tan horrible que debía hacerme un aborto… Le doy
gracias a Dios porque la regla me bajó.

La actitud que tiene Paternidad Planificada hacia el
sexo es un grave factor, que impide que se descubra el abuso
sexual de las jóvenes. Si alguien me hubiera mostrado la
más mínima preocupación yo le hubiera dicho la
verdad y le hubiera pedido ayuda. Todos a mi alrededor aceptaban
como normal el que una niña de 12 años pudiera y
debiera estar sexualmente activa (mientras fuera "responsable" y
usara preservativo). El aborto a petición hace más
fácil el que continúe el incesto y el abuso sexual de
los niños. El aborto para las víctimas de incesto
parece compasivo, pero en la práctica es simplemente otra
arma violenta y otro engaño en las manos del que comete el
abuso sexual".

3.- Las cifras infladas del Instituto Guttmacher sobre
el número de abortos en Latinoamérica

Un artículo nuevo en una revista de
investigación médica mexicana desacredita por completo
las cifras de abortos difundidas por el Instituto Guttmacher, en
varios países de América Latina. El estudio
encontró que la metodología no es sólo
científicamente errónea, sino poco
profesional.

La investigación reseñada en el artículo
invalidaría el principal argumento de los promotores del
aborto que dicen que hay una gran demanda de abortos en
América Latina. El Instituto Guttmacher, IPPF, OMS y otras
organizaciones pro abortistas han usado estas cifras infladas por
años para argumentar el acceso al aborto legal en los
países en desarrollo.

Luego de leer el artículo escrito por Elard Koch y
otros médicos y académicos chilenos, uno tiene la
impresión de que los promotores del aborto terminan
creyéndose sus propias cifras. El artículo centra su
análisis en el llamado Informe Guttmacher que estimó
unos 400,400 abortos clandestinos al año en Colombia en el
2008. Koch concluye que el informe de Guttmacher sobreestima las
cifras de abortos provocados en Colombia por un factor de 18. Es
decir que los abortos inducidos en Colombia en el 2008 fueron
más o menos 22,000.

El artículo critica en primer lugar la
metodología del Informe de Guttmacher. Según Koch y
colaboradores, Guttmacher basó sus conclusiones en encuestas
de opinión, sin sustentar las cifras con los datos
sólidos o validarlos con las estimaciones basadas en
métodos epidemiológicos aceptados

Los autores del Instituto Guttmacher estimaron en primer
lugar el número de abortos inducidos en Colombia en el 2008.
Para ello, simplemente fueron a un número de instituciones
médicas seleccionadas por ellos (300 de los más de
1200). No hubo razón específica para elegirlos y
pidieron a los directores de esas instituciones que respondieran
cuestionarios sobre el número de abortos. Estos
cuestionarios no preguntaban por cifras reales de hechos
comprobados, sino sólo sobre estimaciones basadas en el
recuerdo de los médicos. El resultado fue un estimado de
115,325 abortos de los cuales sólo un 19% (21.898) no fueron
inducidos. Tal resultado debería sería alarmante por
eso el artículo de Koch investigó estas
cifras.

Como siguiente paso para estimar el número total de
abortos (incluyendo abortos ilegales), el informe Guttemacher
multiplica los resultados de los abortos inducidos obtenido
anteriormente (93.336 en total) por un factor entre 3,29 y 5,29,
sobre la base de una encuesta a 102 profesionales "que están
bien informados sobre el tema".

De estas 102 personas entrevistadas 47 eran proveedores
de servicios médicos, y 55 eran investigadores, analistas
políticos y defensores de derechos humanos. Para hacerse una
idea de lo objetivamente científico que puede ser este
método de obtención de un coeficiente multiplicador,
Koch lo compara con un político que lanza una encuesta con
índices de aprobación entre los 102 miembros de su
partido. El resultado de esta metodología dio lugar a un
número innecesariamente alarmante de abortos inducidos en
Colombia para el año 2008: 400,400.

La investigación de Koch

Koch y sus colaboradores volvieron a crear las
estimaciones de ingresos hospitalarios por abortos en Colombia en
el 2008, ya sea inducido o no, mediante el uso de métodos
aceptados en el campo epidemiológico. Usaron los conocidos
ratios entre la concepción, el embarazo y los abortos de
Chile (que tiene clase A en el registro de estadísticas
vitales) y las aplicó a los datos oficiales del registro de
estadísticas vitales de Colombia para el año 2008. De
acuerdo con esta estimación, había entre 84,824 y
105,190 abortos en Colombia para el año 2008, de las cuales
aproximadamente sólo el 11% se han sometido a abortos
inducidos

El paso siguiente que Koch y sus colaboradores
utilizaron para estimar el número total de abortos
(incluyendo abortos ilegales) fueron los ratios de España,
un país que no prohíbe el aborto, y también tiene
excelentes registros vitales. Utilizando los ratios de
España en los números de Colombia los resultados fueron
sorprendentes. Para el año 2008 Colombia tenía 21.978
abortos muy lejos de los 400,400 estimados por Guttmacher. El
estudio de Guttmacher sobreestimó el número total de
abortos en Colombia por un factor de 18.

El informe de Guttamcher y estudios similares son
utilizados por los defensores del aborto como una evidencia de la
necesidad del "aborto seguro" en los países que no permiten
la destrucción de la vida humana desde el momento de la
concepción. El informe siempre ha estado convenientemente
disponible en formato de power point en su sitio Web.

El artículo de Koch señala que se han empleado
métodos similares para estimar la demanda de aborto en otros
países de América Latina desde la década de 1990.
Estas cifras no son empíricamente posibles, insiste el
artículo de Koch. Un estudio reciente en la ciudad de
México, también realizado por Guttmacher, estima entre
0,7 y 1 millón de abortos en el año 2006-2007, antes
que las restricciones al aborto fueran cambiadas. Esta cifra
puede haber sido inflada por un factor de 40. Estimaciones
extraoficiales de la demanda real de aborto en la capital de
México es en realidad menos de 20.000 por
año.

El artículo es un aporte muy importante para el
creciente número de estudios sobre el aborto que vienen
cuestionando las estimaciones difundidas por las bien financiadas
organizaciones que promueven el aborto en todo el
mundo.

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Autor:

Percy Zapata Mendo

Partes: 1, 2
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