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Arquitectura doméstica y decoración de interiores en Argentina: 1860-1936 (página 8)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10

Pero si queremos continuar haciendo comparaciones,
podemos observar como un escritorio cilíndrico de la
residencia Errázurriz Ortúzar – Alvear se
corresponde con otro del Palacio de Versalles. Por lo que queda
clara la influencia francesa, en la decoración de
interiores de Argentina de 1860-1936.

El escritorio a cilindro Luis XVI de Charles-Claude
Saunier (1735-1807), presente en la residencia Matías
Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear
(1859-1935), Argentina. Es muy parecido al escritorio
cilíndrico Luis XV (rococó). Presente en el Palacio
de Versalles, Francia.

Si deseamos seguir haciendo comparaciones. Podemos
entablar una relación entre el Palacio Ferreyra (una de
las obras cumbres del neoclasicismo Belle Époque)
con el Palacio de Versalles. Los autores del proyecto fueron los
arquitectos franceses Paul-Ernest Sanson (1836-1918) y su hijo
Maurice, egresados de la Escuela de Bellas Artes de París;
quienes se destacaron como profundos conocedores de la
tradición arquitectónica francesa de los siglos
XVII y XVIII, especializándose en la realización de
grandes residencias particulares para encumbradas familias
francesas. De hecho, este Palacio Ferreyra es uno de los
más notables construidos dentro de esta tendencia
internacional de recuperación del neoclasicismo
francés de los siglos XVII y XVIII a principios del siglo
XX.

En el dormitorio neo-imperio de la residencia Ferreyra,
se observa el dosel (ornamento que se colocaba formando un techo
sobre la cama, desde donde colgaban las cortinas que brindaban
privacidad).

Si comparamos la cama "Lit bateau" (en forma de
barco, de la época Primer Imperio) presente en la
residencia Errázurriz Ortúzar – Alvear, observamos
que posee doseles (techo con cortinado) al igual que la imagen
del dormitorio neoimperio del Palacio Ferreyra. En dicho
dormitorio de la residencia Matías Errázuriz
Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935)
también observamos la presencia de estufas para
calefaccionar los dormitorios (lo cual se relaciona estrechamente
con el dormitorio del Palacio de Versalles (Cámara de la
Reina).

10.4 – PROCESAMIENTO CUALITATIVO (Parte 4):
Arquitectura doméstica y arte privado de una familia
burguesa paradigmática (Errázuriz –
Alvear):

Sabiendo que también otras familias, de conocidos
apellidos, habitaban con similares características a los
Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) –
Josefina Alvear (1859-1935) (pensemos en las familas: Ortiz
Basualdo, Ocampo, Anchorena, Alvear, Pereyra Iraola, Urquiza y
otros), se analizará en mayor profundidad el caso de la
arquitectura doméstica y el arte privado del "buen vivir"
de una familia paradigmática como lo fueron los
Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) –
Josefina Alvear (1859-1935).

En la residencia de estilo francés, construida a
principios del siglo XX que fue declarada "monumento
histórico artístico" en el año 1998 (con un
valioso patrimonio artístico, contenido en sus
salas).

El inventario actual supera los 4.000 objetos (el
catálogo original se amplió luego por vía de
numerosas donaciones y adquisiciones), que abarcan desde
esculturas romanas hasta creaciones artesanales de
platería contemporánea. El mayor interés de
la colección radica en las pinturas y piezas de artes
decorativas europeas y orientales de los siglos XVI a XIX, muchas
de ellas pertenecieron a la familia Matías
Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear
(1859-1935) (otras no, lo que ha requerido su estudio
segmentado). Poco a poco, a través de los años, los
objetos originales y los llegados posteriormente (debido a
donaciones, de las cuales algunas pertenecían a la familia
y otras no) han ido ocupando sus lugares en diálogo
armonioso con el marco arquitectónico y el refinado estilo
de la decoración)

Actualmente funciona el Museo Nacional de Arte
Decorativo. Dicho Museo se creó en 1937 por la Ley 12351
del Gobierno Nacional que determinó la adquisición
de la residencia y la colección de arte de Don (De Origen
Noble) Matías Errázuriz y Doña Josefina
Alvear (1859-1935) [231]El edificio, excelente
ejemplo del eclecticismo francés difundido en la ciudad de
Buenos Aires a principios del siglo XX, y los muebles de
época, pinturas, esculturas y objetos de arte decorativo
justificaban plenamente la inversión para brindar a la
comunidad un nuevo museo.

Podría decirse, en efecto, que fue planeada desde
un principio, como si se pensara que con el andar de los
años, estaría destinada a ser la cátedra
viviente del buen gusto. Todo cooperó a ello, desde la
selección del arquitecto excepcional y de los decoradores
prestigiosos que colaboraron en su realización, hasta la
distribución misma de sus ambientes, rigurosamente
condicionados a la evolución de los estilos principales, y
hasta el cuidado con que fueron escogidas las obras de arte que
lo ornan, magnífico punto de partida a la cual podemos
denominar como: "eclecticismo estético".

La calidad de diseño y de decoración del
edificio, así como la cantidad, diversidad y riqueza de la
colección existente, constituyeron la base patrimonial del
Museo, que es sin duda el más importante en su tipo en
Sudamérica.

Los planos del edificio fueron encomendados al
arquitecto francés René Sergent (1865-1927), cuyas
obras se inspiran en los cánones artísticos de la
Francia del siglo XVIII.

Sergent supo captar sutilmente lo que forma la esencia
misma de ese período, cuyos edificios armoniosos prestan
admirable fondo, en París, a la Plaza de la Concordia. En
su columnata imponente y en su frontón típico,
recogió las líneas generales que luego
reproduciría, estilizándolas, en la fachada de la
residencia. Sergent (1865-1927) realizó el proyecto en
1911, pero la construcción de la residencia Matías
Errázuriz Ortúzar (1866-1953) y Doña
Josefina Alvear (1859-1935) se demoró hasta 1917
(añadamos, como referencia interesante, que al mismo
tiempo que trazaba las nobles líneas -en 1911- M. Sergent
ejecutaba uno de los edificios más hermosos que ha
levantado en París: el del Conde Moisés de Camondo;
en uno y otro caso el mismo paisajista, M. Achille Duchêne,
inspirado en el gran Le Nôtre, proyectó los
jardines que prestan su verde marco a las dos
residencias).

Sergent (1865-1927), además de la residencia de
Don Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) y
Doña Josefina Alvear (1859-1935), proyectó el
palacio del doctor Ernesto Bosch y su esposa doña Elisa de
Alvear, actual Embajada de los Estados Unidos; la casa de la
familia de Atucha, en la calle Arroyo 1099 y, fuera de la
capital, la Quinta "Sans Souci" de don Carlos Mería de
Alvear, en San Fernando, legada al Arzobispado Metropolitano, y
la residencia de la familia Ferreyra, en la ciudad de
Córdoba.

En todos esos edificios está presente el
espíritu del maestro y, a través de su
interpretación, el arte de los Borbones franceses,
verdaderos reformadores estéticos.

Sergent trabajaba en equipo con un selecto grupo de
decoradores especialistas en interiores y jardines. Para esta
residencia los elegidos fueron H. Nelson, G. Hoentschel, M.
Carlhian y el paisajista A. Duchêne.

Los materiales se trajeron de Europa, los revestimientos
de madera, espejos, mármoles, carpinterías,
fallebas, molduras, llegaban preparados para su directa
colocación en obra, para algunas tareas específicas
como la realización de estucos vinieron artesanos
europeos.

El aspecto externo es sobrio e imponente, inspirado en
el neoclasicismo del siglo XVIII, en especial en las obras de
Jacques A. Gabriel artista de la corte de Luis XV. Los cuatro
niveles son visibles desde afuera, el subsuelo cuyas ventanas se
abren en el basamento, la planta noble comunicada con el
jardín y la terraza por puertas, las ventanas que se abren
encima de esa planta corresponden al nivel de los aposentos, por
encima, detrás de la balaustrada se ven las lucarnas de
ventilación de las áreas de servicios que ocupan la
mansarda.

También fueron de primera línea los
decoradores que proyectaron los ambientes interiores, bajo la
dirección de los señores Errázuriz – Alvear.
Quisieron estos que cada uno de los salones llevara la firma del
artista especializado que más se había destacado
por su conocimiento e interpretación de una época
determinada.

Los salones de la planta principal, destinados a las
recepciones, fueron decorados en diversos estilos franceses
excepto el Gran Hall que se inspira en ambientes del
período Tudor. Mr. Nelson, autoridad en lo que respecta al
Renacimiento, dibujó el Gran Hall de esa época, eje
de toda la casa, cuidadosamente armonizada, al tiempo en que la
proporción del dibujo geométrico del piso,
reducía con sabio criterio las dimensiones inusitadas de
esta habitación.

En los departamentos privados también es evidente
el gusto por la decoración francesa en los estilos Luis XV
o Luis XVI, la excepción la marca el salón decorado
por José María Sert.

Mr. Hoentschel (1855-1915), el primer decorador de su
época, accedió, a pesar de estar retirado, cuando
se le explicó la trascendencia del edificio que se pensaba
realizar en Buenos Aires, a encargarse de la ejecución del
Salón Luis XIV, de mármoles
espléndidos.

Finalmente, Mr. Carlhian tuvo a su cargo los salones del
siglo XVIII de la planta baja, ubicando en ellos las
"boiseries" del Hotel Letellier (11 Rue
Royale
de París) correspondientes al reinado de Luis
XVI (Gran Salón y Escritorio). El Museo Camondo de
París y el Pennsylvania Museum de Filadelfia poseen
"boiseries" del mismo origen.

Los nombres citados: Sergent, Duchêne, Nelson,
Hoentschel, Carlhian, nos sitúan en un nivel de calidad
insuperable. Si agregamos a ellos el del célebre
José María Sert, que decoró y
proyectó, íntegramente, el pequeño
salón de la planta alta, y el hecho de que los
señores Errázuriz – Alvear hayan requerido la
colaboración de uno de los más ilustres artistas
contemporáneos, nos referimos al proyecto de chimenea para
el Gran Hall de la residencia, encargada al gran Rodin, que
desgraciadamente la guerra de 1914 impidió su
realización.

La obra de los artistas más caracterizados de la
decoración en la primera parte del siglo XX, cuando esa
obra, en lugar de seguir las discutibles corrientes
predominantes, buscaba su inspiración en los supremos
temas clásicos; y los historiadores, la lección
viviente de la atmósfera creada por quienes fueron
arquetipos de esa generación cuyo aporte privado
cimentó el progreso cultural y artístico del
país.

Respecto de la familia podemos decir que Josefina Alvear
(1859-1935), argentina, y Matías Errázuriz
Ortúzar (1866-1953), diplomático chileno,
contrajeron matrimonio en la Catedral de Buenos Aires el 23 de
abril de 1897. Durante varios años vivieron en el barrio
de Monserrat, en la zona sur de la ciudad, donde nacieron sus
hijos Matías Mato y Josefina Pepita.

Ambas familias de origen español habían
llegado a América en el siglo XVIII. Los Errázuriz
se establecieron en Chile. Entre sus integrantes hubo
presidentes, políticos, comerciantes y profesores
universitarios de gran influencia en la sociedad
chilena.

Los Alvear, afincados en la Argentina, tuvieron una
destacada actuación en el ámbito político y
social desde la época colonial a fines del siglo XVIII y
principios del siglo XIX. El General Carlos María de
Alvear, abuelo de Josefina, participó en las luchas por
independencia (1816-1820). El Dr. Diego de Alvear, su padre, fue
anfitrión de tertulias y reuniones de gran influencia en
la política argentina de finales del siglo XIX. El primer
Intendente de la ciudad de Buenos Aires en 1880 fue su tío
Torcuato y su primo Marcelo Torcuato, llegó a Presidente
de la República en 1922.

Desde 1906 hasta 1917 Josefina, Matías y sus
hijos residieron en Francia debido a misiones diplomáticas
asignadas a Errázuriz en Europa. Durante estos años
se proyecta y construye esta residencia.

Durante su estancia en Europa, el matrimonio, interesado
en el arte y las antigüedades, adquiere una valiosa
colección de obras de arte europeo y oriental. La mayor
parte de esa colección forma hoy parte del patrimonio del
Museo Nacional de Arte Decorativo. Pues, la residencia
señorial de Errázuriz fue levantada en las primeras
décadas del siglo XX con el propósito de albergar y
exhibir la vartiada colección de sus dueños.
Nacida, pues, con vocación de museo, los salones de la
casa incluían pinturas notables del manierismo
español y del preimpresionismo francés, así
como varios óleos de Sorolla y Sert, conjuntos de muebles
europeos renacentistas y barrocos, los tres tapices gigantes de
Flandes, dos biombos de Coromandel, marfiles, armas, piedras
duras, etc.

De regreso a Buenos Aires, la casa de los Matías
Errázuriz Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear
(1859-1935) se inaugura con una gran fiesta y es centro de una
intensa vida social en los años que residen en
ella.

Entre 1900 y 1920, las mansiones de estilo
francés construidas por familias argentinas cuyas fortunas
provenían de las exportaciones agroganaderas, impulsaron
el desarrollo de los barrios Norte, Recoleta y Palermo de la
ciudad de Buenos Aires.

Josefina falleció en 1935, don Matías y
sus hijos, ofrecieron al Estado Argentino la posibilidad de
comprar la casa junto con la colección de arte, a
condición de que se destinaran a crear un nuevo Museo.
Convertida, la residencia, en Museo de la Nación en el
año 1937.

El proyecto de la residencia fue encargado en 1911 por
el matrimonio Matías Errázuriz Ortúzar
(1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935) a René Sergent
(1865-1927). Este renombrado arquitecto francés no
llegó nunca a nuestro país, pero
diseñó varias residencias para Buenos Aires, entre
ellas otras dos para los hermanos de doña Josefina: la del
Dr. Ernesto Bosch y su esposa Elisa de Alvear (actual residencia
del embajador de los Estados Unidos) y la del Sr. Carlos
María de Alvear -"Sans Souci"- en San Fernando,
actualmente propiedad particular y parcialmente destinada a
recepciones.

En su sobria arquitectura académica, Sergent
respeta los lineamientos estilísticos vigentes en la
Francia de la segunda mitad del siglo XVIII, inspirándose
especialmente en la obra de Ange-Jacques Gabriel (1698-1782),
autor, entre otros, de la öpera y el Petit Trianon
del Palacio de Versalles y de los edificios que conforman la
antigua Place Royale -actual Place de la
Concorde
– en París, todos ellos construidos entre
1753 y 1770.

El edificio es un paralelepípedo con tres
fachadas libres. La que abre a la avenida del Libertador tiene
tres cuerpos; el central se articula en un conjunto de cuatro
columnas corintias monumentales que sostienen un frontón
triangular del más puro estilo borbónico. El
tímpano está decorado con una reproducción
del grupo alegórico "Le bonheur publique" del
edificio de Gabriel (cuyo original realizara el escultor Viseaux
para el Ministerio de marina de París). Las tres grandes
puertas abiertas en el nivel inferior de este pórtico dan
acceso a la terraza y corresponden al Salón de
baile.

Tenemos ante nosotros un modelo acabado de lo que fue la
rítmica nobleza de los edificios franceses levantados bajo
reinado de Luis XVI. Así lo pregonan la gracia de la
columnata coronada por airosos capiteles, la exacta
proporción de la mansarda, la pureza de los grupos de
amorcillos esculpidos y los múltiples motivos de ornato
que, enmarcando las distintas aberturas o equilibrando la
decoración externa, prolongan su acorde de frente en
frente, desde el principal, hasta aquel en la cual se encuentra
la portada, el acceso y hasta el que formaba un sobrio movimiento
alrededor de los cipreses (en el año 1947, dado que
actualmente los cipreses no están más) y de la
fuente de los cisnes, sobre la calle Sánchez de
Bustamante.

La fachada noroeste, recedida sobre Bustamante, se
inspira en una de las del Petit Trianon de Versailles,
de Gabriel. También tiene tres cuerpos: el central
está articulado por cuatro pilastras corintias de orden
gigante y en su base se abren -como en el caso de la fachada
sobre Libertador- tres grandes puertas que dan salida desde el
comedor a la terraza y escalinata sobre el jardín. La
fachada sureste -sobre Pereyra Lucena- es la que nuclea los
accesos, a través de la entrada esquinera sobre Libertador
(aquí se ingresa a la residencia).

Tras cruzar el monumental portón esquinero de
hierro forjado y bronce, estilo Luis XVI, se accede al patio de
honor de la residencia. A un lado se halla el antiguo
pabellón de portería (reciclado en 1991 como
café-restaurante del Museo). En el "parterre" subsiguiente
se destaca la "Fuente de las Tortugas" (restaurada en 1992) y
rodeada por olivos, con los capiteles de mármol blanco
atribuidos a Giovanni Lorenzo Bernini (1598-1680) y que proceden
del Palacio de la Cancillería de Roma. Sobre la reja de la
avenida Libertador, está emplazada "La Culpa", de Luis
Torralba (1903-1983), bronce a la cera perdida donado en
1998.

El cuerpo avanzado que cobija la entrada al edificio es
una edícula de planta circular que oficia al mismo tiempo
de terraza-balcón de la habitación superior (ex
dormitorio de Matías Errázuriz hijo). El
entablamento está sostenido por cuatro pilastras de orden
toscazo y en su interior presenta una bóveda de casquete
esférico. La doble puerta de hierro que franquea la
entrada está coronada por un grupo de cupidos en plomo
fundido y dorado.

El Vestíbulo de entrada es de estilo Luis XVI,
con paramentos moldurados, está revestido totalmente de
símil piedra de París. En el centro se encuentra la
escalera flanqueada por dos basamentos sobre los que están
colocadas las quimeras de piedra y debajo de los cuales se abren
las entradas al subsuelo.

El diseño incluye doce pilastras acanaladas con
capiteles de orden jónico, que sostienen la bóveda
conformada por casetones centrados por rosetas y separados entre
sí por doble fila de entrelazos (o "entrelacs"),
que llevan en los cuatro ángulos exteriores follajes de
hojas de acanto (o "rinceaux"). El centro de la
bóveda que es liso, está enmarcado por una moldura
entrecortada de las mismas hojas, de donde cuelga una importante
linterna de hierro con cuerpo cilíndrico de
cristal.

Sobre el friso, centrando las entradas, se encuentran
dos grupos alegóricos que simbolizan la Música, la
Arquitectura, la Pintura y la Escultura, representadas por cuatro
jóvenes vestidas a la usanza griega y coronadas de
laureles, que sostienen medallones adornados por moños y
guirnaldas de flores. Las paredes laterales llevan arcos en cuyo
centro se encuentran volutas con flores y claves mensuradas. A
cada lado de las puertas se ven cuatro bajorrelieves alusivos a
las cuatro estaciones, que completan el ornato del
vestíbulo.

En el centro se abre la "escalera de honor", de
mármol, flanqueada por dos basamentos sobre los que se han
colocado sendas "quimeras" francesas de piedra, siglo XVI. A
ambos lados se abren entradas a la planta inferior.

En el nivel superior, a ambos lados de la rama
ascendente de la escalera, se han colocado dos importantes
figuras de terracota de tamaño natural, una
"Hamadríade", de Antoine Coysevox (1640-1720) y una
"Bacante con fauno niño", atribuida a j. B. Carpeaux
(1827-1875).

La Escalera de honor vista desde la puerta de acceso de
la Antecámara Luis XVI posee una Bacante y Fauno
Niño.Terracota. Altura 1.98 m. Francia. Siglo XIX: 1870
[232]y una "Hamadríade", terracota de
Coysevox [233]

Los muros y el cielorraso están
íntegramente revestidos en símil piedra
París. El estilo Luis XVI de este ambiente se logró
incluyendo en la decoración pilastras jónicas,
arcos, el techo abovedado y con casetones. Sobre la cornisa
figuras alegóricas le otorgan carácter
neoclásico. La escalera de honor conduce a la planta
principal en la que se encuentran los salones que se dedicaban a
las reuniones sociales.

En la Antecámara Luis XVI, las paredes
están revestidas íntegramente en paneles de roble
encerado, moldurados y tallados (paneles encuadrados por molduras
esculpidas), y las aberturas están coronadas por
guirnaldas de flores y frutas, con lazos y moños de cinta
decorativos. Cada panel y cada puerta están, a su vez,
esculpidas por caídas formadas por hojas de roble y laurel
bellotas. Las hojas dobles de las puertas se abren dentro de
nichos cuya arcatura superior ("dessus de porte") es casetonada y
de doble curvatura (está decorada por casetones
superpuestos centrados cada uno por rosetas esculpidas, en cuyo
centro se encuentran una concha estilizada). Los marcos de las
puertas están formados por cornisas esculpidas con frisos
de "godrons". En el cielorraso se aprecia una claraboya
cuadrada de vidrios con piezas perimetrales curvadas, que
originalmente inindaba el recinto con luz cenital (efecto hoy
reducido por la instalación de un sobretecho
superior).

En el centro "La Noche", mármol de M. Mollet. En
la foto de la derecha puede observarse (a la izquierda) el
retrato de Doña Cornelia Ortúzar de
Errázuriz (óleo de J. Sorolla) con vestido blanco,
abanico y mantilla, debajo un juego compuesto de un
"fascitol" (o gran sofá) [234]de
diez pies de madera tallada del S. XVII y cuatro sillones estilo
Luis XV; le continúa a la izquierda la doble puerta de
acceso al Gran Hall (a la derecha de la misma foto). Donde se
encuentra el acceso a la escalera al primer piso. Existe una
escultura de mármol de Pollet, Joseph Michel-Ange
(1814-1870) deominada "La noche", de Francia, mediados del siglo
XIX [235]

La antecámara es un ambiente que establece
vínculos con otras cuatro salas y con el sector de
escalera y ascensor. La decoración sigue las pautas del
estilo Luis XVI. Las paredes están cubiertas por un
revestimiento de madera de roble con molduras rectas y sobrias,
guirnaldas de flores y frutas sobre las puertas y hojas de roble
y laurel sujetas con nudos chatos, el cielorraso, con claraboya
central, esta decorado con molduras de yeso.

A ambos lados de la entrada al Gran may se exhiben dos
óleos de maestros holandeses: un "Retrato de Caballero" de
Johannes Verspronck (1597-1662) y una abigarrada "Naturaleza
muerta", típica de su autora, Rachel Ruysch
(1664-1750).

Además, a ambos lados de la entrada al Gran Hall
se exhiben dos óleos de maestros holandeses. Un "Retrato
de Caballero" de Johannes Verspronck (1597-1662).

Sobre los paneles principales hay dos grandes retratos
al óleo de autoría del español
Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923), ambos de cuerpo
entero; a la derecha el de "Josefina Alvear (1859-1935) de
Errázuriz Ortúzar (1866-1953)", la dueña de
casa, con vestido de baile en terciopelo bermellón, mangas
de encaje y piel de marta, pintado en 1905.

El Retrato de Josefina Alvear (1859-1935) de
Errázuriz Ortúzar (1866-1953) autores: Sorolla y
Bastida, Joaquín. 1863-1923 [236]Inventario
Nº 315. Óleo sobre tela. Alto: 200 cm, ancho: 120 cm.
Firmado y fechado a la derecha: "J. Sorolla y Bastida, 1905". En
este retrato de cuerpo entero, viste traje de baile de terciopelo
anaranjado, con mangas de encaje y piel de marta, en la mano
izquierda tiene un abanico; lleva tocado de "aigrettes"
blancas (al fondo, un gran sillón barroco italiano, gris y
dorado, cubierto con terciopelo verde pálido).
Donación Matías Errázuriz Ortúzar
(1866-1953).

También existe un Cupido (archivo del museo,
1947). Estatua de mármol del escultor Francés
Pierra Chinard (1756-1813) [237]El dios del Amor
ha sido representado bajo la forma de un adolescente desnudo.
Tiene dos flechas en la mano izquierda; su brazo derecho se apoya
en un arco y a sus pies hay un carcaj. En el tronco de
árbol que se alza a su derecha está la firma del
artista.

El Escritorio luis XVI es una habitación que
sirvió como escritorio, lugar de estudio y entrevistas
particulares del dueño de casa y su decoración
-así como la de la antecámara, el Salón
Regencia y la Sala Luis XVI- fue obra de André Carlhian,
quizás el más famoso decorador francés de
esta época.

Las paredes tienen revestimiento inferior en recuadros
de roble moldurado estilo Luis XVI y paños superiores de
terciopelo rojo del siglo XVII. Los nichos de biblioteca son
repetidos como decoración ilusionista en el dorso de las
puertas de entrada. Sobre cada puerta hay un frontón
tallado con temas afines a la función y el carácter
del local: caduceos, mapamundis, esfera armilar, tirsos de
bacante, hojas de laureles y otros. Los paños sobrepuertas
(o "dessus de porte"), de tierra cocida o yeso patinado
color terracota, ostentan medallones con figuras encuadradas por
guirnalda e intrumentos diversos. Otro paño, sobre la
chimenea, está coronado con motivo ("trumeau") de
hojas de acanto y arcos prolongados por guirnaldas de
flores.

Todos estos elementos provienen, como el revestimiento
del Salón Luis XVI, del Hotel Letellier Nº
11
de la Rue Royale de París.

Puede apreciarse en este ambiente un armario-vitrina
estilo Luis XVI, una "bergère"
[238]de orejas época Luis XV (la madera
esculpida lleva decoración floral, tiene almohadón
y está cubierta de seda marrón y plata), un
sillón de la época Luis XV (de haya encerada
natural y moldurada, de factura provinciana, con almohadón
"rouleau" y "accotoir" de damasco color oro
viejo), y un par de sillones de la época Luis XVI (de
roble natural esculpido, con respaldo cuadrado llamado
"à la Reine", la decoración de los mismos
se compone de "entrelacs" y hojas de acanto, patas
ahusadas talladas en espiral y recubiertos de terciopelo rojo
antiguo). Con un escritorio (archivo del museo, 1947).

Al frente observamos la mesa escritorio de madera de
palo de rosa con bronces cincelados y dorado, revestida en cuero
en la parte superior de estilo Luis XVI; con un sillón
escritorio (giratorio) de madera de haya tallada y cuero de la
época Luis XVI (para el dueño de casa) y un par de
sillones de madera de roble tallada y moldurada de estilo Luis
XVI (para quien visitaba por asuntos de negocio y/o
política al dueño de casa: Don Matías
Errázuriz Ortúzar (1866-1953)). En el fondo, sobre
la estufa puede observarse un reloj de bronce dorado al mercurio
con esfera esmaltada Luis XVI, con dos candelabros a sus lados
(modelo de Claude Michel – Clodion) en bronce patinado y dorado
Luis XVI (de origen francés, S. XVIII). A su costado
derecha un sillón de madera de haya moldurada y esterilada
de la época Luis XV.

En esta foto observamos como ha variado la
decoración respecto de la imagen anterior, dado que
corresponden a fotos de períodos distintos (años:
1947 y 2012). Sobre la repisa de mármol de la chimenea se
aprecia un reloj "pendule borne" del siglo XVIII, de
bronce cincelado, esculpido y dorado al mercurio, con esfera
esmaltada y firmada -en manuscrito- "Gille Laine, Paris", y
coronamiento de laureles, antorcha, arco y carcaj. La
araña es de bronce cincelado y la mesa central,
estampillada J. C. Stumpf, es de palo de rosa, con manijas,
bocallaves y galerías de bronce cincelado. La otra mesa,
puede apreciarse a continuación.

Se observan cambios en las mesas-escritorio, pero en
ambas se ubica arriba la escribanía francesa estilo Luis
XVI, con friso calado y tinteros de bronce, y tapas de
lapislázuli; ejecutada por Gouthière.

Araña, mesa y escribanía son de
época Luis XVI. Una Escribanía de bronce y
lapislázuli estilo Luis XVI, Gouthiere (1732-1813).
Escribanía de lapislázuli. Inventario Nº 618:
Bronce cincelado y dorado. Alto: 8 cm, ancho: 47 cm, profundidad:
24 cm. Época Luis XVI. Legado Mercedes Saavedra Zelaya.
1964 [239]

La decoración del escritorio de Don Matías
Errázuriz Ortúzar (1866-1953) es también de
estilo Luis XVI y en ella se combinan los paneles de roble
tallado y encerado con sectores tapizados en terciopelo
rojo.

Aquí Don Matías disfrutaba sus momentos de
solitaria meditación, rodeado por las pinturas del siglo
XIX, las lacas japonesas y las piedras duras chinas. Por lo que
se se exhiben aquí óleos franceses
preimpresionistas de gran valor, tales como "Vista de la
Ville d´Auvray" y una amplia "Vista de Roma",
ambas de Jean Baptiste Corot (1796-1876). El "Retrato de Abate
Hurel", de Edouard Manet (1812-1883). El "Vaso con rosas", de
Henri Fantin Latour (1836-1904).

A la izquierda el "Retrato del Abbé Hurel",
óleo de Edouard Manet (1832-1883)
[240]Manet y Hurel fueron amigos desde 1860
[241]Inventario Nº 343: Óleo sobre
tela. Alto: 45 cm, ancho: 30 cm. Firmado, fechado y dedicado:
"à mon ami l"abbé Hurel. Manet, 1875".
Francia. Siglo XIX. Ex colección Errázuriz –
Alvear. A la derecha el "Vaso con rosas", óleo de Henri
Fantin Latour (1798-1875). Inventario Nº 338. Oleo sobre
tabla. Alto: 39 cm, ancho: 32 cm. Firmado y fechado arriba y a la
derecha "FANTIN 87". Francia. Siglo XIX. Ex colección
Errázuriz – Alvear.

A la izquierda Eugène Boudin (1824-1898)
[242]"Mañana de niebla en Rouen".
Inventario Nº 339. Óleo sobre tela. Alto: 45.5 cm,
ancho: 65 cm. Firmado y fechado abajo a la izquierda: "Rouen E.
Boudin 44". Francia Siglo XIX. Ex colección
Errázuriz – Alvear.

Jean B. Corot (1796-1875). "Vista de Roma desde el
Tiber". Inventario Nº 342. Óleo sobre tela. Alto: 41
cm, ancho: 74 cm. Firmado abajo a la izquierda: "Corot". Francia.
Siglo XIX. Ex colección Manuel Quintana. Ex
colección Errázuriz – Alvear
[243]

En esta habitación se exhibe un importante
conjunto de "piedras duras" chinas (jade esmeralda, ámbar,
malaquita, ágata, calcedonia, cristal de roca ahumado,
turquesa, cuarzo rosa, amatista y turquesa verde entre otros) de
los siglos XVIII y XIX y una colección de "lacas"
japonesas, en su mayoría del período Tokugawa
(1615-1867). En las vitrinas y biblioteca figuran, asimismo,
obras de renombrados encuadernadores franceses, tales como Louis
Crezévault (1875-1958), Pierre Legrain (1889-1958),
Genevieve Léotard, etc.

El Gran Hall (neoRenacimiento francés). Este es
el salón mayor de la residencia y uno de los más
grandes y espectaculares de su tipo, con casi 20 (m) de largo x
18 (m) de ancho y 10,8 (m) de altura. Fue utilizado para las
recepciones sociales de la familia. En este ambiente, más
que en ningún otro de la casa, es posible advertir el
espíritu ecléctico y refinado del coleccionismo de
los Errázuriz – Alvear, dado que la mayoría de los
grandes objetos que adornan sus muros pertenecieron a la
colección original de la residencia.

La decoración del salón es obra de Nelson
y sigue en general los cánones del Renacimiento
francés en el siglo XVI y principios del XVII (lo
confirman la línea de sus enormes ventanales, las
ménsulas que sostienen la galería superior, esta
misma galería esculpida que por tres lados rodea al Gran
Hall; otras cuestiones como la gran chimenea de
inspiración francesa, que divide uno de los testeros, y
las puertas de paneles labrados). Es de advertir que la singular
disposición de las diferentes aberturas y la existencia de
una galería balcón que vuela sobre dos lados del
recinto obligó al decorador a resolver el equilibrio de
una compleja relación de ejes de simetría no
coincidentes, con el fin de preservar la impresión general
de orden y simetría rigurosa de la composición
resultante. Esta simultaneidad de ejes compositivos diferentes
pero sabiamente integrados en el sistema general permite
compatibilizar la visión del conjunto total con la de las
partes que lo constituyen. Esto es lo que hace que la inevitable
impresión inicial de gigantismo y desmesura ceda paso poco
a poco a la sensación de intimidad, que se logra gracias a
las diversas compensaciones de planos y volúmenes que se
van enhebrando dentro del espacio único. Esa
relación sutil entre lo general y lo particular ha
permitido que la difícil decoración de un recinto
de tales proporciones con piezas de épocas y estilos
diferentes no resulte una aglomeración heterogénea
sino que haya podido conservar un clima de habitación
armoniosa (atmósfera armoniosa).

Gran Hall decorado por Nelson, vista general desde la
entrada, con la escalera helicoidal esquinera y la balaustrada
del primer piso. Al centro conjunto de mesas y sillones del siglo
XVII; a la izquierda gran chimenea y ventanales estilo
Renacimiento francés y biombo Coromandel a la derecha, "El
banquete de Syphax", uno de los tres tapices flamencos. Adentro
de la gran chimenea se encuentra una plancha trashoguera de
hierro forjado negro que ostenta el escudo de armas de la familia
Errázuriz junto con el de la familia Alvear (verdadero
símbolo político-económico de la
época, que caracterizaba a estas familias
poderosas).

Aquí, más que en ningún otro
ambiente de la residencia, es dado compenetrarse del
"espíritu de la época" (para usar un término
de Giedion) que presidió al ordenamiento estético
de la casa y que constituye la regla fundamental en la
presentación de las colecciones que encierra. Objetos que
corresponden a períodos diversos y que van de los muebles
de la Francia de Luis XIII y Luis XIV [244]a los
sitiales italianos y españoles del XVII, a las tallas
góticas, a las pinturas primitivas, al alto biombo y el
brasero chino; donde los mismos alternan con vitrinas donde se
exhiben libros de horas miniados, armas, y obras curiosas de
distintas épocas. El conjunto tiene por magnífico
marco los tapices de Bruselas, la araña de la Virgen
proveniente de la catedral d"Estrées, frente a la
chimenea.

El Gran Hall neoTudor (archivo del museo, 1947), vista
de la pared noroeste hacia la antecámara. En el primer
plano, escalera hacia la antigua sala de esgrima y servicio del
subsuelo. Se aprecian varias pinturas españolas e
italianas, el gran tapiz de "La Batalla de Tessino", la vitrina
con tallas y orfebrería europea y el facistol barroco
francés [245]Es de admirar el delicado
diseño geométrico del piso de parquet de madera,
con su combinación de piezas claras y oscuras,
respectivamente de arce y nogal. Con una obra del Taller
Cornelius Mattens. "El combate de Tessino". Inventario Nº
513. Serie de Escipión El Africano. Cartón de Julio
Romano. Taller Cornelius Mattens. Lana, seda, oro y plata. Alto:
420 cm, ancho: 815 cm. Firmado abajo y a la derecha. Bruselas.
Fines del siglo XVI. Ex colección del Duque de Sexto,
Marqués de Alcañices. Ex colección
Errázuriz – Alvear. "La batalla de Tessino", tapiz del
taller de Cornelius Mattens sobre diseño de Giulio Romano
(Bruselas, fin s. XVI, principio s. XVII)
[246]

Los tres tapices que ocupan el sector más
prominente de cada paño de muro, fueron tejidos a
principios del siglo XVII en los talleres de Cornelius Mattens,
en Bruselas, siguiendo los cartones diseñados por el
arquitecto y pintor manierista italiano Giulio Romano (1499-1546)
sobre aspectos de la vida virtuosa de Escipión el
Africano. Esta serie tuvo un total de trece cartones que contaron
entre los más apreciados y hermosos de su
tiempo.

Los tapices corresponden a: "La batalla de Tessino" (4,2
x 8,15 metros), "La continencia" (4,2 x 5,9 metros) y "El
banquete de Syphax" [247](4,2 x 5,65 metros);
todos ellos con guardas con personajes alegóricos ubicados
en nichos de estilo renacentista. Los tapices están
tejidos, recamados y bordados con hilos de oro y plata sobre
tramas de seda.

Este salón es el más amplio de la
residencia, el único con doble altura y el eje alrededor
del cual se desarrollan todas las actividades de la
casa.

El cielorraso, imita madera y está decorado con
casetones y vidrio emplomado; la estructura de grandes vigas de
hierro está oculta, y de ella cuelgan las cinco grandes
arañas. La galería alta comunica entre sí
los dormitorios y se conecta con la planta baja por medio de una
escalera helicoidal tallada en roble. El parquet tiene un
diseño estrellado que combina maderas de arce y
nogal.

Uno de los muros se abre en tres grandes arcos con
tracerías y vidrio emplomado; en él, la gran
chimenea ocupa la mitad inferior del arco central y los tres
muros restantes están revestidos en símil piedra
París con altas puertas de roble con tallas de grutescos o
con alargados balaustres. Todo el salón está
rodeado por un zócalo de roble tallado con "servilletas
plegadas". Tres tapices flamencos tejidos en Bruselas en el
taller de Cornelius Mattens a fines del siglo XVI, según
los cartones de Giulio Romano, cubren los muros. El mobiliario
está organizado en varios conjuntos de sillones,
banquetas, mesas y arcones. Pinturas góticas y
renacentistas, obras de imaginería religiosa
española, flamenca y alemana, contribuyen a evocar el
siglo XVI.

El Gran Hall tiene sus altas paredes con
papelería inferior de roble y paramentos superiores
símil piedra París, puertas de roble en paneles
labrados y enormes ventanales de tracería
tardogótica con vidrios emplomados.

Los altos ventanales con vidrios de varios tonos, la
decoración del techo, el protagonismo de la chimenea y los
muros cubiertos por tapices y madera, recuerdan algunos salones
ingleses de época Tudor.

En este Gran Hall encontramos una rica variedad de
muebles y objetos (Góticos y del Renacimiento) que van
desde sillones frailero del S. XVII, sillones plegadizos
del S. XV y XVI, sillas y sillones Luis XIII y Luis XIV,
banquetas del S. XVI, sitiales y bancos góticos,
escabeles del S. XVI y XVIII, facitoles Luis
XIV, mesas del S. XVI y XVII, credencias (credenza o
crédence
) del S. XV, braseros del S. XVIII, obras de
artes diversas (pinturas, esculturas, jarras, vasijas,
etc).

Observamos la escalera caracol del Gran Hall
Renacimiento, de acceso a los dormitorios del primer piso.
Tambien se observa el detalle de la carpintería del techo
del Hall. A la izquierda de la escalera de caracol se observa el
Clave estilo Regencia, con caja instrumental italiana del siglo
XVII. Claramente se observan dos, de las cinco, arañas de
bronce, provenientes de la catedral francesa de Estrées y
ejecutadas a la manera de los trabajos flamencos de fines del
siglo XV que iluminan el ámbito; cada una se compone de
dos hileras de brazos de seis luces y terminan hacia abajo en
cabeza de león con una argolla en sus fauces (cada brazo
simula un tallo curvado, ornado de hojas de viña
recortadas y entrelazadas sosteniendo sendos candeleros). Las
cuatro arañas laterales coronan sus ejes con
ángeles arrodillados y la central con una imagen de la
Virgen que, vestida y tocada al modo flamenco, lleva un cetro en
su mando derecha.

El Detalle de la carpintería del techo del Gran
Hall nos muestra el diseño del cielorraso ofrece tableros
cuadrados y profundos casetones, en varios de los cuales se
incluyen paños romboidales de vidrios emplomados
traslúcidos que dejan pasar la luz proveniente de la
claraboya de vidrios (material reemplazado actualmente por chapa
de fibras traslúcida).

Otro detalle de la baranda del pasillo del primer piso
que da acceso a los dormitorios, que rodea al techo del Gran
Hall. Detrás, contra la parede se encuentran un tapiz y
debajo del mismo un arcón de madera de nogal tallada y
moldurada del S. XVII, al costado del arcón sillones
plegadizos de madera de roble tallada y cuero del S. XVI (que no
logran verse en esta fotografía).

El rincón gótico. A la derecha, sobre los
sillones del coro de observa el hachero gótico
(candelabro) de hierro forjado del S. XVI, al lado del cuadro; en
la extremidad de un brazo adherido a la pared presenta una caja
enrejada, dentro de la cual se alza la barra en la que se fija la
antorcha a la gran hacha de cera llamada blandón. A la
izquierda del hachero gótico (candelabro) se encuentra
dentro de la pared "La virgen con el niño", mármol
del siglo XVI. Se encuentra la obra de "La virgen con el
niño", mármol del siglo XVI. España. Imagen
de mármol policromado y dorado, sobre base gótica.
La Virgen está vestida con un rico manto de pliegues
suntuosos, cubierto de ornamentos. Sus cabellos caen en ondas
sobre la espalda. Lleva en brazos al Niño Jesús,
quien está desnudo y tiene en sus manos una paloma
(archivo del museo, 1947).

A la izquierda se observa la sillería del coro de
madera de nogal tallada y moldurada del S. XV, los asientos se
dividen entre sí por diversos elementos decorativos. A la
derecha sillón de madera tallada y cuero del S. XVI,
llamado sillón frailero español, grandes clavos
dorados y calados ornamentan el mueble, el travesaño
delantero esculpido con grifos y en el centro una
decoración de hojas estilizadas (alto: 124 cm, ancho: 66
cm y profundidad: 39 cm).

Una mesa que soporta el "antifonario de coro"
(procedente de Italia, Florencia, hacia 1480; que se observa
dentro de la caja de cristal) de madera de nogal moldurada y
torneada del S. XVII. Otra mesa extensible de madera de roble
taraceada de la época Isabel 1º (1558-1603), donde se
observa el "bulbo de melón"; rodeada de seis sillones de
madera de roble tallada y torneada Luis XIII (se pueden apreciar
las chambranas en "H" o travesaños torneados que unen las
patas de balaustres) tapizados de damasco, con fondo de oro. En
la foto solo se observan tres sillones (de los seis) de madera de
roble tallada y torneada Luis XIII, junto a la mesa inglesa
extensible de roble de la época de Isabel I, que presenta
dos ballestas alemanas del S. XVIII apoyadas arriba. Sobre la
mesa na ballesta [248]arma de madera con
incrustaciones de marfil. Alemania. Siglo XVIII
[249]

El proyecto de boca de chimenea. Auguste Rodin
(1840-1917) [250]Inventario Nº 1462. Bronce
patinado. Alto: 74 cm, ancho: 60,5 cm, profundidad: 19 cm.
Fundido por Alexis Rudier. Francia. Siglo XX. Ex colección
Errázuriz – Alvear. Este modelo de frente de chimenea en
bronce, proyectado en 1913, a pedido de los Errázuriz –
Alvear para reemplazar el que ya estaba encargado; nunca se
llegó a concretar, subsistiendo esta maqueta como ejemplar
único, d egran valor. Los personajes rodinianos que rondan
incesantemente las creaciones del maestro desde su proyecto
inconcluso de "La Puerta del Infierno" (1880) aparecen
aquí en nuevas asociaciones: "la muerte del poeta" y las
"sirenas" en el frontón supeior; Adán y Eva en las
jambas laterales, en actitud de duelo y tamaño
colosal.

La obra de "Jesús con la cruz a cuestas",
óleo sobre tela de Domenikus Theotocopuli -El Greco-
(1541-1662) [251]Inventario Nº 328.
Óleo sobre tela. Alto: 79,5 cm, ancho: 58,5 cm.
España. Siglo XVI. Ex colección Errázuriz –
Alvear. En la obra Jesús aparece de medio cuerpo, coronado
de espinas y llevando la cruz.  Sus manos se apoyan
relajadas sobre el madero, no hay crispación ni gesto de
esfuerzo,  algunas gotas de sangre caen sobre el rostro y el
cuello, pero sin rictus de sufrimiento. Con serenidad camina
hacia el Calvario, sólo sus ojos inundados de
lágrimas y mirando al cielo, nos hablan de dolor. El
ambiente sombrío y tormentoso, las luces que coronan la
cabeza de Jesús, el uso de colores enrarecidos como un
rojo que va del naranja al bordó, o un azul con matices
verdosos, logran una atmósfera trágica y
espiritual. El punto de vista del observador se ubica  bajo,
de modo que la figura adquiere monumentalidad. Esta
impresión se refuerza con otros recursos utilizados por el
artista como las proporciones alargadas y el tamaño
pequeño de  la cabeza  en relación con el
cuerpo voluminoso.

El Comedor (Luis XIV), inspirado en el barroco
francés. Es el antiguo comedor de la residencia utilizado
ocasionalmente para sesiones de la Academia de Letras y para
banquetes oficiales. Su decoración es autoría de
Georges Hoentschel (1855-1915), afamado decorador francés
que moriría poco tiempo después de proyectar esta
sala, claramente inspirada en la Sala de Guardias del palacio de
Versailles.

Está compuesta por rico revestimiento de
mármoles policromos de los Pirineos franceses que combina
pilastras rectas y gruesas consolas (base angosta ornamentada con
tapa de mármol contra las paredes)[252]
redondeadas de mármol rosa salmón de Francia con
zócalos oscuros veteados de "gran campan melangé",
paños centrales de serracolín verdoso de los
Pirineos y molduras de blanco de Carrara. Las puertas de roble
poseen un valioso trabajo de relieve. Tres arañas de
bronce cincelado y dorado, con caireles de cristal, hacen juego
con los apliques que centran los paños.

En esta vista hacia el jardín, con sendas
portaantorchas en los entrepaños y busto de Luis XIV en el
eje del ventanal central. Alrededor de los grandes ventanales
pueden observarse seis sillones de madera de nogal y estilo
Regencia que están tapizados en terciopelo de
Génova verde. En el centro de mesa suele presentarse una
notable sopera de plata cincelada y sobredorada, ejecutada entre
1757 y 1761 por François Thomas Germain, a pedido de la
emperatriz Elizabeth de Rusia para el Palacio Imperial del
Ermitage en San Petersburgo. Dos importantes juegos de té
de plata de fines del siglo XIX, orfebrerías Odiot y
Boucheron, de París, completan el conjunto.

A un costado, sobre un pedestal, el calco en yeso
patinado del busto de Luis XIV de Antoine Coysevox, cuyo original
está en el palacio de Versalles, parece dar fe de la
calidad estilística de esta transculturación
operada a través del tiempo y del espacio.

Una sopera con escudo imperial. Germain, François
Thomas (1726-1791). Inventario Nº 1840. Plata cincelada y
sobredorada. – Epoca Luis XV. Sopera alto: 36 cm, ancho: 45 cm;
'presentoir'. Alto: 8 cm, ancho: 45,5 cm, largo: 60 cm. Ejecutada
en Francia para la Zarina Isabel I de Rusia entre los años
1756 y 1759. Procedencia: Museo Imperial del Ermitage. Ex
colección Paula de Köenigsberg. Legado Mercedes
Saavedra Zelaya, 1963 [253]

La elección del estilo decorativo del
Salón Comedor se vincula con la activa vida social y
diplomática de sus dueños Don Matías
Errázuriz Ortúzar (1866-1953) y Doña
Josefina Alvear (1859-1935) organizaban frecuentes comidas y
reuniones sociales para las que planificaron un entorno suntuoso.
El Palacio de Versalles, escenario cortesano por excelencia, fue
el recuerdo inspirador y el Salón de Hércules el
modelo elegido.

La atmósfera barroca se logró con la
combinación de mármoles de hermosa veta de las
canteras de Carrara y del Macizo Central francés. Los
muros trabajados en varios planos acentúan los efectos de
luz y sombra. Las puertas y los encuadres de las pinturas
tallados en madera con conchas y roléos mantienen el
estilo.

Las escenas de caza, las consolas de mármol Rose
de France con porcelanas chinas y el biombo de Coroman del daban
espléndido marco a las fiestas.

Sobre cada consola hay un óleo sobre tela, obra
de Alfred de Dreux (1810-1860) representando, respectivamente "La
caza del jabalí" y "La caza del siervo".

A eje de los entrepaños que flanquean la puerta
central de las tres que abren al jardín, hay dos
porta-antorchas de tamaño natural, esculpidas en madera en
Francia, a inicios del siglo XVIII.

Alrededor de la gran mesa central hay doce sillas
[254]Luis XV [255]del siglo XVIII,
de nogal claro, tallado y moldurado. Llevan tapicería
"gros point", con motivos de personajes en las reservas de
respaldos y motivos florales en los asientos. El mobiliario del
comedor [256]históricamente fue estudiado
por Siegfried Giedion en La mecanización toma el
mando
(1978).

A la izquierda se exhibe un par de "Perros de
" de la dinastía Chìng iniciada en
1644. Los monstruos de cerámica color turquesa realzada en
verde y ocre, llevan en el dorso un recipiente en forma de
balaustre, destinado a quemar incienso. A la derecha los
"Perros de Fô", sobre la consola, debajo del
cuadro "La caza del siervo".

Juegos de vasos sobre la consola, debajo del cuadro "La
caza del jabalí". El vaso de porcelana con tapa "Perro de
Fô" (al centro de la foto) en biscuit es inventario Nº
690. Alto: 84,5 cm, diámetro: 47,5 cm. Remata la tapa un
"Perro de Fô". China.Epoca Yung-Cheng (1722-1736).
Ex colección Errázuriz – Alvear
[257]

Porcelanas (platos, bol, tazas de caldo o
"écuelle à bouillon", jarras, cremera,
aguamanil y azucarero), "Pâte tendre" de
Sèvres [258]siglo XVIII. El conjunto de
Vincennes incluye una cremera de pasta blanda (pâte
tendre
), con fondo blanco sobre flores: en el Sèvres
figuran varias piezas importantes de pasta blanda: una taza de
caldo decorada en ojo de perdiz y follaje dorado sobre fondo azul
oscuro (o "real") y otra, con fondo ojo de perdiz oro y azul,
decorado con guirnaldas de laurel sobre cinta rayada de oro; un
plato cuadrado, de fondo rosado, reservas decoradas con aves y
follajes, y guirnaldas doradas, de formas ligeramente curvas y
esquinas redondeadas, que perteneció a la condesa Du
Barry; una taza con tapa y bandejilla oval, de fondo azul oscuro,
con reservas decoradas con aves en paisajes, enmarcados por
flores doradas; un par de tazas con asa, de fondo verde y
reservas de fondo blanco con flores y ornamentos dorados, y un
conjunto de tazas de café decoradas por los más
notables pintores de la Manufactura de entonces. En la cuarta
vitrina se exponen porcelanas chinas del siglo XVIII, boles,
tacitas y tetera, así como varias piezas en forma de
tomates, sueltos o agrupados en pirámide.

Taza para caldo, porcelana de Sèvres
[259]decorada con Cupidos y atributos de caza y
flores. Francia, siglo XVIII. Escudilla con plato. Porcelana
 Sèvres – 1768. Francia.  Siglo XVIII. Este
 tipo de tazón con dos asas, tapa y bandeja se
empleaba para servir raciones individuales de caldo. 
Está decorada con cintas que forman lazos, la cinta es
dorada y con capullos de flores en azul oscuro (blue du
roi
) obtenido del cobalto, color descubierto en 1749 por M.
Hellot, químico de la Manufactura de Sèvres. Todo
el fondo está cubierto por una decoración en ojo de
perdiz y los bordes en diente de lobo.  El asa de la tapa
tiene la forma de una rama con yemas y las asas de la escudilla
son dobles y forman una torzada. En Francia se producían
magníficas piezas de la llamada pasta tierna.  En
1753 la Manufactura de Vincennes se trasladó a
Sèvres donde años más tarde se produjeron
verdaderas porcelanas de una pasta nueva que contenía un
44% de caolín y un 40% de feldespato. En la década
de 1760, a raíz del descubrimiento de los yacimientos de
caolín, comenzaron las pruebas con esa arcilla.
 Nuestra pieza esta fechada en 1768 y es probable que en su
pasta esté presente el caolín.

Taza para sopa con plato y tapa. Porcelana de
Sèvres. Inventario Nº 697 a y b. Pasta blanda siglo
XVIII. Fondo azul de cobalto, dorados en relieve realizados por
Baudoin, en las reservas decoración de pájaros y
flores [260]

Taza "trembleuse". Porcelana pasta tierna.
Manufactura de Sèvres – 1768. Francia.  Siglo XVIII.
Esta pieza de pasta tierna tiene en la base las dos eles cruzadas
que identifican a la Manufactura de Sèvres; está
datada con la letra p que corresponde al año 1768 y arriba
de la marca aparece la firma de Chappuis aîné
decorador especialista en flores, pájaros y paisajes que
trabajó entre 1761 y 1787.  El cuerpo de la taza y el
borde del plato llevan una decoración en tonos de azul y
oro con una estilización de las plumas de pavo real. Las
manufacturas de porcelana europeas crearon gran variedad de
modelos para los más diversos usos en la mesa. 
Rápidamente aparecieron tazas especialmente
diseñadas para beber café, té, chocolate o
caldo.  El modo de servir y de tomar estas bebidas dio lugar
a creaciones particulares. La invención de la llamada taza
trembleuse nació de la costumbre de sostener en una mano,
durante la charla,  la taza sobre el plato con el té
o el café. Para evitar que la taza se deslice o se
vuelque  se diseñó un plato con el fondo
hundido en el cual se inserta la taza. Los servicios de mesa
estaban compuestos por platos de diversos tamaños y
recipientes para ensaladas, a los que se sumaban una serie de
fuentes circulares u ovaladas que completaban el conjunto. 
Las trembleuses no formaban parte de estos servicios
tradicionales, por lo cual son piezas muy especiales que rara vez
aparecen en los remates.

A la derecha, sobre las dos puertas falsas del paramento
norte se ha instalado un par de grandes "Perros de
", de cerámica china "tres colores",
dinastía Ming (1368-1644). Estas figuras, macho y hembra,
se colocaban a la entrada de los templos, como guardianes
benefactores.

El Jardín de Invierno (Luis XVI) o Fumoir
(salón de fumar para los caballeros). Situada en la
esquina noroeste del edificio, esta sala se abre como
transición entre el Comedor y el Salón de Baile. Su
decoración, en un puro estilo neoclásico de la
época Luis XVI, es obra de Nelson. Las paredes y el
cielorraso son estucados aquellas en delicados tonos de ocre y
crema, imitando mármol; éste -con un elegante
perfil abovedado- en estuco liso color marfil. En la parte
superior corre un friso decorado con follajes y encima de las
puertas se ven guirnaldas de hojas de roble y bellotas. Los
cuatro sobrepuertas tienen como motivo central un medallón
con una urna distinta en cada uno, todas ellas encuadradas por
cornucopias, ramas de laurel y guirnaldas de roble. Las
arañas y apliques, también de estilo Luis XVI, son
de hierra pintado y dorado y llevan en sus ramas flores blancas
de porcelana antigua de Sajonia.

Par de grandes quimeras (Perros de Fô)
[261]China, cerámica del reinado de Kang-Hi
(1661-1722), son de cerámica verde y amarilla y proceden
del patio de honor de algún palacio chino, pues es
corriente encontrar en ellos parejas de monstruos guardianes como
éstos, mezcla fabulosa de perro y de león. Los
animales fant´sticos reposan sobre bellas bases decortivas
y, en posición ritual, el macho afirma una pata sobre la
bola simbólica -la "perla"- que, de acuerdo con la
leyenda, protege su vida y la hembra en cambio sobre el lomo del
cachorro.

La decoración de este pequeño salón
debía ofrecer un enlace estético entre el
salón Comedor y el de Baile.

La elección del sobrio estilo Luis XVI es
fundamental en cuanto al diseño. El color de los muros
acorde con las maderas de tonos claros y los dorados del
salón Regencia, la textura y las vetas del mármol,
reemplazado en esta sala por estuco, logran una buena
combinación con los revestimientos del comedor.

La Diosa Minerva. Anónimo Romano. Inventario
Nº 52. Escultura de mármol. Alto: 125,5 cm, ancho: 31
cm, profundidad: 26 cm. Roma. Fines siglo I y principios siglo II
después de Cristo. Hallada en excavaciones en la
Vía Appia, ca. 1922 -1923. Ex colección
Ángel Gallardo. Adquisición. 1987
[262]

El Salón de Baile (Regencia). Corresponde al
estilo propio del período Regencia (1715-1723) y su
diseño se inspira en el Salón Oval (o
"boiserie" de música del palacio de los Archivos
de París, antiguo "Hôtel de Soubise"),
decorado por Boffrand hacia 1716 (este palacio, uno de los
más hermosos de París, ha sido utilizado com
documento de reproducciones en diversas oportunidades). El
proyectista fue André Carlhian, que lo
diseñó tomando como base una "boiserie"
traída de un hotel parisino de aquella misma
época.

Este revestimiento, muy ornamentado, ocupa
íntegramente las paredes del recinto y está
compuesto por doce paneles conjugadamente simétricos y
piezas de ajuste que van desplegando la típica continuidad
ondulada del estilo, reforzada por la curvatura de las cuatro
esquinas, que incluyen otras tantas hojas dobles de puertas
curvas, y por la del friso superior, que se recorta en
"rocailles" contra el cielorraso. Los sobrepuertas y
"cartouches" (coronamientos de aberturas y nichos
decorativos) presentan, esculpidos en madera, conjuntos de
instrumentos musicales y armas. Los paneles están pintados
en un tono uniforme color crema, con molduras y tallas doradas a
la hoja.

En los lados largos del recinto se abren, tres a tres,
amplios vanos simétricos que se corresponden: las tres
puertas-ventanas que dan a la terraza (sobre la actual Avenida
del Libertador y los parques de Palermo), y los tres que se les
enfrentan y que están íntegramente revestidos de
espejo. También las puertas dobles corredizas de los
testeros tienen ambas caras revestidas con paneles espejados.
Esta particularidad decorativa, que produce un efecto de
multiplicación al infinito tan propia del barroco y del
rococó, se refuerza por la iluminación puntual de
las siete arañas y los ocho apliques de bronce cincelado y
dorado que llevan caireles de cristal transparente y otros en
forma de gota de color amarista y topacio. Las cuatro puertas
dobles esquineras tienen sus hojas curvas, verdadero alarde de
artesanía carpinteril; dos de esas puertas abren hacia el
Gran Hall, las otras dos (que dan a la actual Avenida del
Libertador) son falsas.

Los típicos elementos decorativos del estilo, que
simplifica la suntuosidad ampulosa del Luis XIV, enriquecen
sobriamente la "boiserie" formando encuadramientos
realzados por "rinceaux" terminados por hojas de acanto
estilizadas.

Los "dessus de porte" y los
"cartouches" son de madera esculpida y dorada formando
composiciones armoniosas integradas por instrumentos de
música, mientras que las que decoran la parte superior de
los vanos que separan y unen los salones de la
"enfilade" representan grupos de instrumentos musicales
y guerreros.

Las plantas curvas son las que mejor se adecuan cuando
se proyecta un salón dedicado a la danza. Este concepto
predomina en esta decoración, todas las molduras, excepto
las verticales, son curvilíneas, el revestimiento de
madera se une al cielorraso con una fuerte moldura ondulante, los
ángulos del salón y la unión de sus muros
con el cielorraso, se basan en líneas curvas.

Esta sala evoca los años de la Regencia (que fue
un "estilo pesado" del período 1715-1723, de
transición del Barroco propio del Luis XIV al
Rococó del Luis XV), por lo cual bien podemos denominarla
de transición del Barroco-Rococó, o
transición entre el boato solemne del Barroco y la
armónica gracia del confort Rococó
[263]

Rococó que en el siglo XIX era solo para el
consumo burgués -preferentemente de la alta
burguesía a la que pertenecía la familia
Matías Errázuriz Ortúzar (1866-1953) –
Josefina Alvear (1859-1935)- [264]como lo
expresó Siegfried Giedion en La mecanización
toma el mando
(1978).

Escribe sobre "El espejo rococó", Piera Scuri, en
la revista Summa Nº 198 (1984). Diciendo que
del Rococó francés, arte de los interiores por
excelencia, un aspecto singular fue la gran cantidad de espejos
usados.

Hay un antecedente de este amplio uso de los espejos, y
se trata de Versalles. La famosa vidriería de Saint Gobain
fue fundada justamente para satisfacer los encargos de espejos de
gran tamaño para el palacio. Versalles resplandecía
de ellos y la galería de los espejos es solo el ejemplo
más famoso. Versalles era el fondo simbólico para
la gloria del reinado, todo debía exaltar la potencia del
más grande soberano de Europa.

Nuevas costumbres y un protocolo más flexible,
permitieron la expresión de una juvenil alegría que
se manifestó en la preferencia por los colores claros, el
uso de la luz y sus reflejos, la generosidad del dorado a la hoja
y los múltiples paños de espejo que no permiten
percibir con exactitud los límites del espacio
real.

En París, los salones del Hôtel del
Príncipe de Rohan-Soubise fueron el paradigma de la
decoración de principios del siglo XVIII y han inspirado
el diseño de esta sala.

Tibor. Porcelana. Familia rosa. China. Época
Chien Lung (1736-1796). Altura 0,65 m. Diámetro mayor 0,36
m. [265]También hay vasos de porcelana
[266]con tapa o "potiches" de porcelana
china. Inventario Nº 645-646. Porcelana "Familia Rosa"
(famille rose). Alto: 132 cm, diámetro: 61 cm. China.
Época Kang-Hi (1662-1723). Ex colección del conde
Bonn de Castellana. Ex colección Errázuriz –
Alvear. Adornan esta sala.

También hay un antiguo clave italiano del siglo
XVII, cuya afinada caja armónica, casi triangular,
está alojada en un mueble francés, época
Regencia, cubierto de laca roja con relieves dorados de escenas
de "chinoiseries", descansando en seis esbeltas patas en consola.
Restaurado en 1998 "in memoriam" de José Clucellas, se ha
vuelto a utilizar periódicamente en recitales de
música de cámara.

El Salón de Madame (Luis XVI). También
aquí la decoración es autoría de Carlhian,
quien utilizó parcialmente "boiserie" de roble,
puertas, herrajes y fallebas de Hotel de la Rue Royale
18
, de París, de puro estilo Luis XVI. El modelado
presenta los elementos característicos: hojas de acanto,
"raies de coeur", "baguettes
enrubannées
" y "godrons". Los contramarcos
están decorados con entrelazados que tienen una amapola en
su centro y terminan en dos consolas en forma de hojas de roble
que sostienen una cornisa esculpida con motivo de
ovas.

Cada puerta tiene un motivo con hojas de acanto y laurel
y las sobrepuertas de yeso blanco presentan una lira con cabezas
de águila, instrumentos musicales, el caduceo de Mercurio
y -en la parte superior- una máscara radiante que
simboliza el sol (dicho de otro modo: los diversos "dessus de
porte
" de yeso representan una lira con cabezas de
águila y distintos intrumentos entre los cuales hay una
trompeta y el caduceo de Mercurio). El encuadramiento de las
puertas lleva los típicos "entrelacs", en cuyo
centro hay una flor de amapola. Las puertas y los herrajes y
fallebas proceden del "hotel" que Letellier ejecutó en la
calle Royale Nº 11 en París, y cuyos motivos
decorativos, así como los de la casa del Nº 13
pertenecen hoy a prestigiosos museos. Una de las
"boiseries" del Nº 11, compañera de la que
se encuentra en esta residencia está ubicada actualmente
en el "grand salon" del Museo Nissim de Camondo de París y
otra del Nº 13 en The Pennsylvania Museum of Art.

La construcción de la célebre Rue Royale
se llevó a cabo como parte del proyecto monumental
emprendido para honrar a Luis XV, monarca reinante a la
sazón, e incluía la Plaza Louis XV, hoy de la
Concordia. El arquitecto Ange-Jacques Gabriel (1698-1782) fue
designado por concurso, en 1753, para realizar su diseño,
y de 1757 a 1770 se levantaron las fachadas de los dos palacios
que se encuentran en su lado norte. Entre ambos y hasta el
emplazamiento reservado a la iglesia de la Magdalena,
corría la Rue Royale, cuyas residencias
debían presentar un exterior uniforme. Su
construcción se llevó a fin gradualmente, bajo la
dirección de los arquitectos Letellier padre e
hijo.

En 1781, Louis Letellier, padre, adquirió los
solares de los números 11 y 13. Era entonces
"architecte du roy et contrôleur des bâtiments de
son domaine de Versailles
". No ha sido posible precisar si
Louis Letellier, que contaba en esa época con 81
años, dibujó la casa, o si se encargaron de su
trabajo su hijo Pierre-Louis o su yerno Jean Caqué,
también arquitecto.

Tras de retirar las "boiseries" citadas, que
fueron reemplazadas en la casa por sus reproducciones en yeso, el
edificio, con sus restantes salas de menor importancia, fue
clasificado por el gobierno francés como monumento
histórico.

Estos revestimientos están reproducidos en la
célebre obra "Les Vieux Hôtels" de
París, que cataloga los edificios más
típicos de la Ciudad Luz.

El salón fue íntegramente puesto en valor
en 1995, reemplazándose con sedas especialmente
traídas de París el entelado del paño
central y los cortinados y pasamanería, así como el
tapizado de los sillones en general. Las dos arañas de
bronce y cristal se inspiran en modelos del Grand
Trianon
de Versalles.

En este salón se exhiben varios importantes
óleos del siglo XVIII.

Cambio de ángulo de la foto del salón de
estar, Luis XVI, decoración de Carlhian. Vista general
hacia el ángulo noreste, con la vitrina de porcelanas
chinas Capucine. Sobre el perímetro, pianoforte y
colección de sillones y muebles franceses del siglo XVIII,
"El Gran Canal", óleo de Marieschi, el tapiz de Charles
Coypel (1694-1752) sobre tema quijotesco y "La Eterna primavera"
de Rodin. En el paño central, entre las dos ventanas que
abren a la avenida del Libertador, se halla encastrado un curioso
tapiz de la Manufactura francesa de Gobelinos que presenta a modo
de cuadro enmarcado dentro del tejido, a "Don Quijote visitado
por la Sabiduría en el momento de su muerte". Pertenece a
la serie de la "Historia de Don Quijote", con cartones originales
de Charles Coypel y con encuadre, guirnaldas y moños de
Tessier.

Sala de estar íntima, revestida con paneles de
madera pintada algunos de los cuales son del siglo XVIII, evoca
la influencia que la reina María Antonieta tuvo en la
decoración Luis XVI.

Este ambiente, con sus confortables sillones, mesas y
secretaires (mesa mas cajones ocultos) [267]del
siglo XVIII, cuyo clima estimula la charla amigable, era el que
prefería doña Josefina Alvear (1859-1935) para
recibir.

La decoración se enriquece con pinturas francesas
de temática galante "El sacrificio de la rosa" de J.H.
Fragonard y "Venus con Cupido" de J.F. De Troy, paisajes
venecianos del siglo XVIII y en lugar de honor "La Eterna
Primavera", un mármol de Rodin que nos recuerda la amistad
que la familia mantuvo con artistas de comienzos del siglo
XX.

Rincón de sillones Luis XVI con respaldo oval y
tapizado original en "petit point" con motivos de flores
y moños sobre fondo rojo junto a la mesa de juego de
caoba. De fonfo el "secrétaire" al lado de los
cortinados del gran ventanal. A la izquierda sillón Luis
XVI con respaldo oval y tapizado original en "petit
point
" con motivos de flores y moños sobre fondo
rojo. A la derecha, "secrétaire"
[268]Anónimo. Inventario Nº 1564.
Marquetería en "bois de rose" y "bois de
violette
", tapa de mármol rojo. El batiente
representa una dama en un jardín, en el cajón alto
hay personajes y paisajes y en las dos puertas inferiores figuras
a caballo. En el interior, hay seis cajoncitos decorados con
"marqueterie" de cubos. A los lados, cubos y medallones
con vasos, bronces cincelados y dorados. Alto: 145 cm, ancho: 93
cm, profundidad: 39 cm. Francia. Epoca Luis XVI. Ex
colección Errázuriz – Alvear.

Escultura de Auguste Rodin (1840-1917)
[269]"La Eterna Primavera". Inventario Nº
1464. Escultura en mármol de Carrara, representando el
típico motivo del beso de la pareja. Alto: 70 cm, ancho:
28 cm, profundidad: 37 cm. Firmado: "A. Rodin". Francia. Siglo
XIX. Ex colección Maurice Masson. Ex colección
Errázuriz – Alvear. Sobre la chimenea se observa la
terracota del "Cortejo de Bacantes".

Chimenea con espejo, reloj y candelabros franceses de
bronce a su costado (de época Directorio, representando
mujeres que sostienen portavelas, modelos Clodion). El reloj es
de base de mármol blanco, friso de bronce cincelado y
dorado al mercurio, y esfera esmaltada firmada L. J. Laguesse, de
Lieja. El zócalo tiene bajorrelieves de cupidos y palomas,
y está flanqueado por dos figuras femeninas -modelo de
Falconet- de bronce dorado que leen y escriben el libro de la
Vida, alegoría del Tiempo. El reloj, con caja y marco de
bronce, se corona con el águile imperial que sostiene
antorchas en sus garras. Esta pieza fue ejecutada especialmente
para el palacio imperial de Gatchina, en San Petersburgo. Sobre
la chimenea se observa la terracota del "Cortejo de
Bacantes".

Michel, Claude –  Clodion (1738-1814). Cortejo de
Bacantes. Terracota. Francia. Siglo XVIII. Este relieve de
terracota en forma de placa muestra a un grupo de seis
alegres  jóvenes en cortejo; están vestidas
con ligeras túnicas y van descalzas. Llevan un tirso -vara
cubierta con hojas de hiedras y vid que simboliza la fecundidad-
una urna humeante, ánforas y canastas con frutos.
 Están acompañadas por un amorcillo que toca
un aulos, flauta con cinco agujeros por tubo. Todos 
participan de una fiesta orgiástica llamada bacanal, que
se hacía en honor a Baco, dios del vino.  Eran
celebradas en los bosques, con danzas y gran cantidad de vino en
medio del bullicio y la  lujuria. El tema de las bacanales
fue abordado con frecuencia por los artistas del Renacimiento y
del Barroco. En la época Neoclásica se reiteran
estos temas, pero se atemperada la sensualidad como se puede
observar en esta pieza. Claude Michel , llamado Clodion,
perteneció a una familia de escultores de la
Lorena.   Estudió en Paris en el taller de
Jean-Baptiste Pigalle. Cuando ganó el Prix de Rome se
trasladó a Italia para estudiar el arte antiguo.  En
esos años Clodion se interesó en el modelado de la
arcilla y creó esculturas de terracota que fueron
consideradas obras de arte y no meros modelos para obras
mayores.  En 1771 regresó a Paris donde
continuó el trabajo en terracota.  Se asoció
con sus hermanos en un taller que produjo obras en estilo
Rococó. Con el tiempo su producción
evolucionó hacia el Neoclasicismo, estilo predominante en
los últimos años del siglo XVIII y principios del
siglo XIX.

Escritorio a cilindro. Saunier, Charles-Claude
(1735-1807) [270]Es de madera de
"satiné" con aplicaciones. Está adornado
de bronces cincelados y dorados según modelo de Delafosse,
que representan hojas de acanto. Tiene seis cajones. Al abrirse,
deja al descubierto cuatro cajoncitos, una bandeja y la tableta
para escribir cubierta de cuero verde. Se trata de una
"píese de maîtrise", de aquellas que los
ebanistas de prestigio realizaban para mostrar (dentro de las
proporciones reducidas) la pureza de su arte. Lleva las iniciales
C. A., coronadas de flores (foto archivo del museo, 1947). Alto:
99 cm, ancho: 92 cm, profundidad: 96 cm. Estampillado:
Charles-Claude Saunier. Francia. Época Luis XVI. Ex
colección Errázuriz – Alvear. El escritorio
[271]fue estudiado por Siegfried Giedion en
La mecanización toma el mando
(1978).

Sécrétaire Luis XVI, con laca
china e incrustaciones de nácar, firmado J. N. Malle
(1733-1784) [272]decorado con paneles de laca
china e incrustaciones de nácar, herrajes de bronce
cincelado y dorado, tapa de mármol blanco. Sobre
él, "Sacrificio de la Rosa", óleo de Honore
Fragonard, fines siglo XVIII.

Fragonard, Jean Honoré (1732-1806). Óleo
sobre tela. Alto: 0,65 m ancho: 0,54 m. Francia. Siglo XVIII
[273]"El sacrificio de la rosa"
[274]una mujer desnuda y junto a ella, tendido en
forma que parte de su cuerpo desaparece en el fondo obscuro, un
genio alado. Sobre un altar que decora un friso de amores, hay
una rosa que el genio quema con su antorcha volcada. Amores
niños vuelan en la parte alta de esta composición
alegórica. Fragonard, Jean Honoré (1732-1806)
[275]Inventario Nº 322. Óleo sobre
tela. Alto: 65 cm, ancho: 54 cm. Francia. Siglo XVIII. Ex
colección Marqués de Forbin-Jeanson (Nº 28 de
su venta). Ex colección C. Santamaría. Comprado por
Matías Errázuriz el 28 de noviembre de 1930, en la
venta de la sucesión de Susana Rodríguez de
Quintana, viuda del ex Presidente de la República, Manuel
Quintana, Nº 46 de dicha venta. Ex colección
Errázuriz – Alvear.

Las Terraza y Jardines. Desde el Salón de Baile
se accede directamente a la terraza que da sobre Avenida del
Libertador y que en su momento abría sobre el verde de los
parques de Palermo, prolongando sin trabas la visión hasta
el horizonte; desde el Comedor se salía al jardín
principal, en la esquina noroeste -hoy Bustamante y Libertador-,
donde la ciudad se iba esfumando en una trama dispersa de casas
viejas y nacientes residencias.

El jardín fue diseñado por el notable
paisajista francés Achille Duchène (1866-1947), que
en la misma época proyectaba el jardín de la
residencia de Moïse de Camondo, hoy Museo de Artes
Decorativas de París. Su trazado es geométrico,
sobre la tradición instaurada por André Le
Nôtre, autor de los jardines de Versalles, e incluía
una fuente con amplio espejo de agua, hoy vacía, y una
calle de altos cipreses, actualmente eliminada.

Estos espacios no se hallan habilitados normalmente al
público.

La obra"Escenas de la Vida de Cristo", tapiz de lana,
Tournai, Francia, segunda mitad del siglo XV. Escenas de la vida
de Cristo. Tapiz de lana y seda. Alto 2,43 m, ancho 4,40 m.
Manufactura de Tournai. Francia. Ultimo cuarto del siglo XV.
En este tapiz reconocemos tres escenas del ciclo de la
Pasión de Cristo: a la izquierda la Última Cena, en
el centro Cristo en la Cruz con María y San Juan
Evangelista y a la derecha la Resurrección. Las tres
escenas se desarrollan sobre un fondo "mille fleur" que
por su tipo podemos relacionar con trabajos de los talleres de
Tournai de finales del siglo XV en los que trabajaban tejedores
errantes provenientes de Flandes. La presencia simultánea
de varias escenas es una característica de
tradición medieval.  El punto de vista es frontal en
la Crucifixión, pero es diferente y bastante más
alto en las otras dos escenas, por eso podemos ver la superficie
de la mesa en la Última Cena y el sarcófago
destapado en la Resurrección.  Se puede suponer que
las escenas originalmente fueron previstas como obras
separadas.

El rapto de Oritia por Bóreas. Manufactura Real
de Beauvais, Francia ca. 1730. Cartón de  René
Antoine Houasse 1645-1710. Guarda perimetral atribuída a
Guy L. de Vernansal 1648-1729. Tapiz de lana y seda – largo 4,96
m  alto 2,75 m. La princesa griega Oritia, hija del rey de
Atenas, es raptada a orillas del río Iliso por
Bóreas, dios del invierno y del viento helado del norte.
Una joven de su séquito intenta retenerla sin
éxito.  Bóreas la lleva al helado reino de
Tracia, donde la hace su esposa inmortal y diosa de los
 vientos helados. René A. Houasse, artista
diseñador de esta escena, fue discípulo de Charles
Le Brun (1619-1690) y participó activamente en la
decoración de los techos de los salones de Venus, Marte y
de la Abundancia en el Palacio de Versailles. La Manufactura Real
de Beauvais fue una tejeduría de tapices fundada por Luis
XIV en 1664.  El ministro J. B. Colbert la instaló en
el norte de Francia que era una zona productora de tapices de
gran calidad. En 1688 René Houasse creó para la
Manufactura de Beauvais los cartones con temas de las
Metamorfosis de Ovidio, serie a la que pertenece este
tapiz.

La Sala Sert. Este ambiente ocupa un lugar único
dentro de los recintos de la residencia y se destaca por su
atmósfera especial y por su curioso estilo decorativo, ya
emparentado con el futuro "art déco". Su autor fue el
renombrado pintor y decorador catalán Joseph maría
Sert (1876-1945), quien así respondió -entre 1918 y
1920- al encargo del joven hijo de Matías Errázuriz
Ortúzar (1866-1953) y Josefina Alvear (1859-1935), quien
usaría el saloncito como lugar de estar y recibo de sus
amistades. El joven dio entonces una muestra clara de su seguro
sentido estético al solicitar al maestro una
creación de tan singular originalidad, especialmente si se
considera que ella estaba destinada a decorar una residencia de
Buenos Aires.

No sólo los paneles denominados "Goyescas" que
animan sus muros, sino estos muros mismos, la chimenea de espejos
-precursora de las que más tarde se multiplicaron
siguiendo los dictados de la moda-, las suntuosas puertas con sus
picaportes de jade chino y las vigas doradas, fueron proyectados
por el artista hace más de veinte años. El estuco
pardo oscuro de los muros, que ya no imita mármol veteado
sino el nuevo "terrazgo", el perfil de la chimenea francesa
revestida de trozos de espejo, la lisura del dorado a la hoja en
las puertas y marcos de pinturas y el cielorraso de fondo negro
"craqulé" y vigas doradas, con cuatro faroles
prismáticos colgantes, conforman una propuesta
absolutamente inédita para la residencia.

Dos influencias se suman en esta rara habitación:
la de Goya, cuyos temas característicos predominan en el
lujo y el dramatismo de los paneles, y la de Serge Diaghilew, el
genial creador de los revolucionarios "Ballets Russes", ricos de
fantasía oriental y de ciencia europea, que tan marcado
sello impusieron a todas las manifestaciones artísticas de
comienzos del siglo XX. Este salón está
incluído en la lista de obras del maestro, recopiladas en
el artículo que escribió sobre Sert, André
Dezarrois, director de la Revue de l"Art, conservador
adjunto de los Museos Nacionales de Francia, en la página
73 del número 278 del tomo L de la citada revista, meses
de julio y agosto de 1926. Sert colaboró en varios
"ballets" para Diaghilew.

Entre otras famosas, Sert es autor de la
decoración de la catedral de Vich, de la capilla
genealógica de los Duques de Alba en el Palacio de Liria
(hoy desaparecida), y del comedor de los Marqueses de Salamanca,
en Madrid; del salón de baile de Sir Philip Sazón,
en Londres; varios salones del castillo de Laversine,
perteneciente al Barón Robert de Rothschild, en Francia;
el Waldorf-Astoria de nueva Cork; una de las salas en la sede de
la Sociedad de las Naciones en Ginebra, y, en Buenos Aires, fuera
de esta sala de la residencia Matías Errázuriz
Ortúzar (1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935), los
techos de la antigua residencia de don Celedonio Pereda (actual
embajada de los Estados Unidos).

Además en esta sala se pueden encontrar varios
"tsuba" (guardasables), del arte japonés del
siglo XVI al XVIII

Matías Errázuriz Ortúzar
(1866-1953) – Josefina Alvear (1859-1935) niño
[276]óleo de Joaquín Sorolla y
Bastidas, 1910. Matías hijo (Mato) está
representado con indumentaria española del siglo XVII, de
terciopelo verde oscuro recamado de plata y cuello de encaje. Con
un mastín a sus pies.

Sert envió asimismo las cuatro animadas pinturas
de clima goyesco, genéricamente llamadas "La Comedia
Humana". En cada una de ellas aparecen biombos de un color
distinto y personajes esquivos. Tres son óleos sobre tela
y la cuarta -sobre la chimenea- es un "eglomizer" u
óleo sobre espejo, que representa un joven disfrazado de
mujer mirándose en un biombo de espejos que multiplica su
imagen.

En el Dormitorio estilo 1º Imperio (1799-1815), se
aprecia la cama lit bateau, con mesa cilíndrica,
una cómoda y sillas Napoleón 1º, dos sillones
de la época Directorio-Consulado, mesa de tocador y
escritorio (coiffeuse-bureau) de fines del siglo XVIII y
principios del siglo XIX. 

El Dormitorio (Primer Imperio francés). El estilo
Imperio tiene larga data, ya Giedion lo describió
[277]como la "devaluación de los
símbolos" [278]El mobiliario es tratado en
el espíritu de una arquitectura autosuficiente. Las piezas
son concebidas a menudo como entidades aisladas, y el mobiliario
pierde su relación con el espacio que lo rodea (Giedion,
1978). Se caracteriza por sus líneas rectas, las molduras
desaparecen, se buscan efectos de superficie. Las maderas
más empleadas fueron la "loupe d´orme"
(olmo), el "érable" (arce) y el
"citronnier" (limonero). Los muebles se adornaban con
bronces cincelados y dorados, los que alcanzaron en dicha
época extraordinaria perfección.

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