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Colección “Revisión Cultural” (desde 1978) (página 19)




Enviado por Ramon Ramonet Riu



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Bajo el liderazgo de Arnau de Torroja los los templarios
fueron un bloque monolítico de fervorosos guerreros que le
obedecieron con devoción incondicional, lo cual mi docto
biografiado consiguió por combinar un trato delicado con
su fuerte carácter. Sus decisiones siempre estarían
justificadas porque sabía que guerreaba para vencer y no
para matar, de forma que, perdonando al vencido, se alejaba el
deshonor para ambos. Al ser además monjes con una fe
inquebrantable, los templarios fueron disciplinados y valientes.
Incluso cuando atacaban con furor a sus enemigos, al cabo de un
rato todos podían ser respetuosos con sus adversarios y
llegar a emocionarse ante los necesitados y los
pobres.

Procurando una regeneración universal, primero
instruyen a las personas enseñándoles oficios, y
después les enseñarán como regular de forma
ordenada y buena administración. En una segunda etapa,
inculcaron a la gente su religión pero dejaron que
conservasen las raíces de sus creencias paganas más
ancestrales. Debido a sus relaciones con infieles, se puede
incluso hablar de una Orden del Temple bipolar, aunque
éstos parezcan opuestos a los defensores de la fe. Una
frase del templario Gaucerand de Montpezat parece avisarlo: "Los
templarios tenemos tres artículos que nadie
conocerá jamás, excepto Dios, el diablo y los
maestres". Su estandarte de batalla (el beauceant) fue
diseñado mitad blanco y mitad negro, que alude al color de
las cuadrículas bicolores del tablero de ajedrez, el cual
alcanzó a decorar los suelos de sus templos y la tienda de
campaña del Gran Maestre en el campo de batalla. Por dicha
frase de Montpezat se entiende que los dos dioses "Creadores del
mundo" que eran opuestos, fueron simbolizados por los cuadrados
blancos-negros, llegándose a embaldosar igual el suelo de
las logias masónicas de todo del mundo. El simbolismo
llegó al extremo de que el gran maestre representase para
la tropa: el palo que sostenía el estandarte bicolor. Por
cierto, para ver hasta el punto en que los caballeros templarios
afirmaron sus creencias, recordaré que si en plena batalla
era atacado el portaestandarte bicolor, le estaba incluso
prohibido defenderse golpeando con él a un
enemigo.

Las corrientes esotéricas manejan, y hacen
accesible a quien se esfuerce en aprender, un saber oculto capaz
de explicar la razón última de la existencia. Al
fin proclaman que la Tierra no es un regalo eterno sino una
parcela de valor temporal. Sucede no obstante que los poderes
fácticos en su afán por perpetuarse, son ajenos a
la búsqueda de la realización colectiva y se nos
trata de desinformar creando confusión mediante la TV y
entretenimientos infantiloides. En la antigüedad las
personas tenían mentes más libres, aunque es verdad
que a millones de sabios les costó la vida.

Desde el siglo IV se habrían adoptado entre los
cristianos ciertos ritos hebreos, y los templarios potenciaron
las fiestas solsticiales del fuego, que son las tan celebradas
fiestas de la luz, o sea, las de San Juan y Navidad, debido a que
casi todas las culturas antiguas celebraron fiestas a sus dioses
astronómicos el día 25 de diciembre. Nada
maravilloso de la vida de Jesús falta en los misterios del
dios Dumuzi de los asirio-babilónicos, pero
reclamaría mayor atención de los templarios el que,
concretamente al dios sol se asociaron las divinidades paganas
llamadas: Horus, Osiris, Adonis, Atis, Krisna, Apolo, Baco y el
dios redentor Mitra, cuyos numerosos seguidores en Roma
celebraban el triunfo del "Sol invictus" el día
25 de diciembre bebiendo la sangre del toro sacrificado. Desde el
ritual del fuego de las brasas, hasta el cirio pascual y las
lámparas de las iglesias, se rememora aún,
inocentemente, el Fuego Sagrado (o sea, "Pascual"). Quiero
entender que a Arnau de Torroja, en cambio, le interesaría
mucho más el hecho que en cada vida humana existan dos
fuegos: el que ilumina y da vida, y el otro que, careciendo de
claridad, quema.

La preocupación por las proporciones y el enfoque
del los templos es tan universal y eterna que ha de reflejar algo
real de la cúpula celeste, y la Gran Pirámide de
Giza parece confirmarlo por la orientación de sus
orificios. Ese misterio es lo que nos lleva a valorar en los
conocimientos astronómico-astrológicos de los
templarios en el siglo XII. Otra cosa es que hoy lo entendamos
debidamente. Para quien no lleve las imprescindibles
"herramientas" psíquicas, es simple arquitectura o dibujo,
pero otros en cambio, ante un mismo templo serán incapaces
de trasponerse a la simple percepción visual.

Los templarios cuando superaron ideas y dogmas
convencionales, lo plasmaron mediante la arquitectura
gótica, porque sus templos se apoyan en el suelo con un
mínimo esfuerzo gracias a transmitir el peso propio a los
muros laterales. El estilo gótico estuvo inspirado en la
forma del huevo, pues copiaron las proporciones creando los arcos
apuntados y parabólicos. Toda cáscara de huevo
resiste y es bonita, empezando a consolidarse al contacto con la
atmósfera. La parte alargada del huevo de gallina forma
una parábola en su segmento que está configurado
por el Número de Oro (F=1,6180339), cuya
presencia está incluida sobre todo lo que tiene
relación con la vida.

En sólo dos siglos a partir del nacimiento de
Arnau de Torroja, en Francia había más de dos mil
cien abadías en construcción y también casi
un centenar de catedrales que serían terminadas de
construir en arte gótico. La primera manifestación
meridional fue la abadía de Villelongue en 1180; aunque
sin duda, la principal obra del arte gótico en Francia fue
la catedral de Chartres (Eure-et-Loire) que se incendió
por segunda vez poco después de morir Arnau en Verona
(It.). Tiene la gran nave más alta de todas las
catedrales, lo que permite disponer dos hiladas de ventanas
adornadas con 186 vitrales. En aquel templo se resaltó lo
femenino, tanto por la cantidad de imágenes de santas,
como por el tema de sus vitrales de impacto lumínico
especial, siendo el más antiguo el que representa a la
Virgen de Azul, cumbre de la metáfora cósmica
expresada mediante el color azul, siendo la única vidriera
salvada del incendio de 1137.

La denominación Arte gótico, procede de la
palabra "argot" que es la jerga codificada peculiar entre los
constructores medievales iniciados, capaces de superar las
técnicas constructivas anteriores. Haré una
comparación mediante una metafórica Regla de Tres:
El templo gótico es al románico, lo que éste
fue respecto a los templos visigóticos. Ha trascendido que
al trazar las plantas de las catedrales góticas se basaron
en dibujos hexagonales con forma de panal de miel, supuestamente
como el dibujado por el propio rey Salomón cuando
planificó su templo de Jerusalén, a pesar de que
tuvo planta rectangular. Se especuló que los
albañiles de los siglos XII y XIII habrían sabido
interpretar un cálculo mágico inventado por los
constructores del Antiguo Egipto, donde la fuerza venía
dada por cierta palabra que pronunciaba un sacerdote en el
transcurso de un ritual. Posteriormente aquellas hermandades de
constructores especializados formaron gremios donde se
juramentaban para preservar sus normas en arquitectura
práctica. Hoy puedo desvelar que su gran secreto fue
ocultar una forma de rostro gigantesco conformado por la
perspectiva de los fileles sobre las ojivas y bóvedas de
crucería. Tal era la razón de elevar los techos
hasta 40 m. de altura. Se cumplía con ello la promesa de
que la cara de Diós estaba en la catedral. Lo
desarrollé extensamente en mi obra tan pronto lo
descubrí: "Bovedas góticas ofrecen imagen de
rostro humano"
(2013) cuando lo anuncié al mundo:
http://webspace.webring.com/people/or/ramonetriu/gotico-enigmatico.html

Todo sería poco para ser aplicado a la
magnífica catedral de Chartres al reconstruirla. Por
milagro el incendio no afectó la espaciosa cripta, que
quedó intacta con la famosa imagen de Virgen Negra,
considerada muy milagrosa desde antes de nuestra Era. Lo que en
dicha catedral los fieles aún hoy verifican es que la
ignorancia hace vivir apegado al suelo, mientras que el
conocimiento dota de alas para elevarnos hasta las más
altas bóvedas. De todo cuanto se escribe en los libros
espirituales, cada uno creerá, según su fe, si
remiten a la mentira, o bien a la Verdad (que no es la realidad,
aplicable ésta tan sólo a las cosas).

Arnau de Torroja quizá no vio materializados los
grandes alardes arquitectónicos del arte gótico,
aunque sí pudo admirar en maquetas los estudios previos a
la evolución de los arcos ("nervios"), por entonces tan
sólo aplicados en las techumbres en los templos
románicos, con vocación de convertirse en joyeros
pétreos y servir para la unión de dos
simbólicos mundos: el mundo inferior y el mundo superior.
La naturaleza dual del individuo antes ya se había
simbolizado mediante dos triángulos equiláteros
invertidos uno respecto al otro, y al mismo tiempo enlazados y
superpuestos.

Los iniciados que sabían interpretar los dibujos
y relieves de los templos, también pudieron transmitirse
conocimientos mediante simples cuentos de éxito entre la
gente vulgar. Las aves que en algunos capiteles (Sant Cugat
del Vallès, o san Cucufate
) simbolizan para quien
está informado notas musicales, y representan el alma, o
el pensamiento. Un libro abierto esculpido en un capitel, parece
ser la Sagrada Biblia, pero para un iniciado
gnóstico es una invitación a buscar la
sabiduría, pues los cabalistas de todos los tiempos
entienden que las "Sagradas Escrituras" son textos con
tantas interpretaciones como lectores. Mucho tiento con la
sabiduría, que es una palabra que pronto está
dicha, pero antaño se la consideró santa y en
Constantinopla le dedicaron un templo con cúpula
grandiosa. Se llama Santa Sabiduría Divina (s.
IV), el cual fue reformado por el emperador Teodosio II el
año 404, y después de un incendio se volvió
a reconstruir en el 532 por Justiniano, emperador del Imperio
Romano de Oriente.

En cuanto a la relación de los templarios del
siglo XII con los antiguos ocultistas, san Bernardo
justificó que los caballeros templarios y del Templo de
Salomón mostrasen una receptiva actitud para con los
estudiosos judíos, pues escribió más de
veinte tratados sobre el bíblico "Cantar de los
Cantares"
atribuido al rey Salomón. Para los
ocultistas el número siete estuvo en concomitancia con las
notas musicales. Algo que el griego Pitágoras ya
utilizó para curar enfermedades. Arnau de Torroja
debió de ser informado que grandes iniciados habían
experimentado que era reflejo de proporciones cósmicas, y
unos más que otros creyeron poder comunicarse con Dios. La
idea no es banal, y ha llegado muy vigorosa a nuestro mundo
cartesiano. En 1866 Jean Sudre, un francés que fue
condecorado por defender un lenguaje puramente musical,
creó el "Sol-re-sol". Mediante las siete notas
él fue capaz incluso de definir a Dios (Lo llamó
do-mi-sol), y al diablo (sol-mi-do).

En lo referente a la música mi biografiado
debió de entonar los cantos gregorianos, e incluso
aprovechar, mejor que los granjeros del nuestros días, sus
beneficios espirituales. Hacía siglos que a los monjes
autosuficientes habían observado que los animales de sus
granjas que los escuchaban cantar polifónicamente, les
daban mucha y mejor leche que las demás. Es el llamado
"Efecto Mozar", y no sería difícil defender que
decoraron muchos muros de sus templos combinando la
armonía y las matemáticas. Cierto que los egipcios
de las grandes pirámides ya los aplicaron los
números Pi y Phi, pero habían sido
olvidados, siendo ambos redescubiertos en el siglo XII aunque
mantenidos en secreto, tal como hizo el griego Euclides. Ambos
números fueron definitivos para dar belleza y resistencia
a los templos de nueva planta. El soporte matemático es
más efectivo aún que el musical al buscar la
belleza de la lógica. Europa sufrió un gran lastre
en el hecho de que, en el siglo XII, los números
árabes en muchos lugares aún estaban prohibidos, y
la arquitectura se nutre de ellos.

Para concluir acerca de los beneficios múltiples
de los sonidos fenoméricos, yo mismo lo experimenté
inesperadamente en mis investigaciones durante mi juventud
mientras estaba midiendo el interior de uno de los mayores
dólmenes megalíticos de toda Cataluña. Por
su impacto acústico pude luego sospechar de la oculta
funcionalidad de los agujeros expresamente abiertos en algunos
gruesos megalitos, concluyendo que sus constructores
ingeniosamente trataron de que el fuerte viento arrancase sonidos
al totem-toro (reproducido con su comunitario esfuerzo en
piedra). Cabe esperarlo de quienes durante milenios desarrollaron
una general fascinación por la estampa natural de "Bos
Primigenius",
una inmensa molen que lo representa, de forma
inequívoca, muy gráficamente en la vertiente norte
de la montaña de Montserrat en Cataluña (a
sólo 40 km. de las playas de la ciudad de
Barcelona).

LA CEREMONIA DE INICIACIÓN: NORMAS
HABITUALES

El momento cumbre de la vida de Arnau de Torroja fue la
ceremonia de su investidura como miembro de pleno derecho,
experimentándolo como su consagración a una nueva
existencia. Se le recordó que sólo tendría
derecho a pan y agua, a un ropaje pobre, a una cama muy sencilla,
a vivir casi en la miseria y a realizar duros trabajos que en su
caso fueron casi siempre de gobierno.

Patrullar sin posibilidad de rehuir el combate si no
eran superados tres veces, fue el batallar la actividad principal
de aquellos monjes con espada, que hacía votos
canónicos, aunque mantenían su condición de
seglares. Además del celibato, incluyeron los voto de
pobreza y obediencia, lo cual copiaron de las sectas esenias. San
Pablo, aunque no condenó el matrimonio, consideró
el monacato un estado superior al celibato, porque el monje,
estando libre de preocupaciones familiares, podría
entender mejor los asuntos de Dios, que era justamente lo que mi
paisano deseaba. Toda religión pretende la unión
con la divinidad. Incluso los humanistas hindúes, con sus
malabarismos posturales, por ridículos que parezcan,
también buscan la unión con lo trascendente del
cosmos. Los templarios animaron a buscar la experiencia interna,
por ser ahí donde reside Dios, como si cada alma fuese la
propia "montaña" a escalar. La búsqueda interior,
también llamada "la demanda", fue divulgada en Europa por
los templarios, y después se le hizo eco de ello el
alemán Wolfram von Eschenbach en su "Parzival".
La escolástica desde su nacimiento estuvo separada por un
abismo de la filosofía sufi, porque éstos gestan
ideas activas, lo cual nunca logró ni el sabio Ramon
Llull, ni Francois Bacon, etc..

El fanatismo surge de concentrarse demasiado y siempre
en lo mismo, tal como hacen los actuales científicos. Para
alcanzar verdades es básico un desapego intelectual y
emocional según lo dicta el exigible equilibrio de toda
vida. Lo demuestra el funcionamiento del universo, y Arnau de
Torroja en tierras de Palestina descubrió que allí
dispusieron de las primeras tablas sobre el movimiento de los
astros, porque los caldeos las habían elaborado de quienes
residieron en la antigua Mesopotamia. En la Península
Ibérica se divulgaron cien años más tarde; y
es que los templarios fueron además cual una red de
intercambio de ideas filosóficas. Quizá los
únicos beneficios de las Cruzadas fuesen sólo
ésto, y la difusión de los principios caballerescos
aprendidos de los árabes, ya que sirvieron para moldear
las normas de toda la caballería europea. En efecto, pues
los beneficios comerciales son muy discutibles.

Teniendo en cuenta que se ha escrito muchísimo
sobre los caballeros del Temple sin datos verificables, siempre
quedaran incógnitas por resolver y el verdadero ritual de
ingreso en la Orden es una de ellas, si bien existen escritos
sobre el particular más o menos fiables. Por la noche, a
la luz de los cirios de la iglesia, todo aspirante pasó un
examen ante el Tribunal de Doce Hermanos Mayores. El candidat
debía presentarse muy humilde, y se le explicaba su
futuro:

"… No ingreses en la Orden para conseguir riquezas
ni honores, ni tampoco por que creas que vas a situarte en un
plano mas alto rodeado de comodidades. Se exigen tres cosas: La
primera es dejar atrás los pecados del mundo; la segunda
vivir para el servicio de Nuestro Señor; y la tercera que,
además de vivir pobremente, harás penitencia por la
salvación de tu alma. Durante toda la vida, desde hoy en
adelante, ¿quieres servir a la Orden? ¿Estás
dispuesto a renunciar para siempre a tu libertad obedeciendo todo
lo que el comandante disponga en todo momento?".
A todo ello
debía responder afirmativamente el aspirante.

A continuación el Maestre con su mano sobre los
Evangelios decía: "En el caso que alguno de vosotros
conociera una o varias causas por las que este hombre no
mereciese ser un hermano nuestro, que lo declare…"..

Superado el trámite, si de nuevo aceptaba, todavía
el Maestre le preguntaría otras intimidades y, si superaba
las expectativas, se le concedía poder realizar sus
votos.

He abreviado el ritual, porque si para los simples
guerreros se les hacía velar sus armas una noche ante el
altar, a los templarios y otros monjes debían pasarla
encaramados a los "árboles de la vida" que era el
mini-habitáculo del centro de la bóveda, la cual
sustenta un pilar central. Entre el hueco entre las nervaduras
del techo tal espacio permitía al aspirante meditar en la
trascendencia que tendría la opción de pertenecer a
la Orden que le había anticipado sus secretos. El
arquitecto Gaudí construyó varios de esos "hongos"
huecos, aunque tapiados, siguiendo modelo de los templos
románicos del Rosellón y la Cerdanya (Fr). Hay una
muestra de "hongo" en la cueva que hay ante la recepción
del Parque Güell de Barcelona.

Después en ceremonia que reunía a toda la
hermandad, el Maestre procedía a la bendición de su
espada, seguida de un buen golpe, o espaldarazo dado con ella,
para simbolizar una herida. Para concluir tan antiguo
procedimiento de iniciación, seguidamente recibiría
un humillante bofetón en pleno rostro, pues evocaba:
Herida y muerte ritual, necesaria para su renacimiento a una vida
nueva superior, o sea, la separación del joven de su
mundo. Un aspirante a "Hijo de Dios" debe aquilatar su alma si
quiere que su espíritu domine el cuerpo físico. Lo
había escrito san Pablo en su "Carta a los
Efesios"
(4,22), pues la idea era de transmutarse a una vida
superior al modo de los míticos griegos Castor y
Polux.

A través del ritual se creaba una alianza
indisoluble entre todos los miembros de la caballería y su
acatamiento a un mismo sistema de valores. No obstante hoy
entendemos al revés las enseñanzas básicas
de las ancestrales ceremonias iniciáticas. Por ejemplo, en
el mundo griego, los famosos "Misterios de Eleusis" se iniciaba
al aspirante para que no creyese en los llamados "dioses
mayores", desvelando al neófito que habían sido
simples mortales que habrían protagonizado alguna
hazaña especial. Cicerón, que superó dichas
pruebas, informó que el desengaño llegaba hasta el
punto de asegurarle al iniciado el que ningún rey hubiese
subido nunca al cielo. Con tales ritos se restablecía la
veneración sencilla, pues ya entonces habría
degenerado de tal como se habían enseñado en su
primera institución. En efecto, quien no se esfuerce no
podrá ser científico, pero si al interesado se le
sube a la "cima de la montaña", se le puede ayudar
haciendo desarrollar cuanto de bueno tiene desde su nacimiento,
puesto que todos tenemos un idéntico origen. Si no podemos
ver el oxígeno que es tan imprescindible, y es algo
físico ¿no admitirá la existencia de algo
espiritual que le dio la vida?

Por último se le entregaría el manto de
los templarios, adornado con una cruz y una espada. Una vez los
había recogido, el maestre provincial y el capellán
le daban el beso de la fraternidad y rezaban en común tal
como hacen todas las órdenes religiosas. Los templarios,
como los cátaros, entenderían que el buen
aprendizaje consiste en evitar repeticiones. Después, en
lugar de repartir lo ganado con la fuerza, ellos tratarían
de compartir las conquistas del corazón, porque el
cristianismo es el recuerdo de un amor.

Era costumbre de los caballeros templarios rezar juntos,
con lo cual consolidaban "el espíritu de unión"
tanto como si estuviesen en el campo de batalla. Como Arnau era
monje, ante las mayores dificultades hay que imaginarlo postrado
serenamente, en soledad, esperando la iluminación ante el
sagrario, precisamente por tener conciencia de la
indefensión e impotencia de la humana condición.
También era capaz de analizar los asuntos que le
perturbaban como los gnósticos, pero lo que lo
carácterizaría sería su capacidad de
acción. Los maestros de mi admirado paisano, y él
mismo, evitarían rezar en exceso, porque ello
podría repercutiría en frenar el que la
"semilla-idea" implantada en la propia mente diese buenos frutos.
En cambio, dado su espíritu de mística entrega, es
posible que convirtiesen su respiración en pura
oración. En estos temas las actitudes ostentosas son
absurdas ante la Ley Divina latente en cada persona.

Tan sólo comían sólo dos veces al
día, y lo hacían todos juntos, casi en silencio,
pues escuchaban al fraile que leía el Nuevo
Testamento
. Como todos ellos eran jóvenes que
debían estar en forma para combatir, se alimentaban bien
dentro de la moderación, pues ante todo les era imperioso
evitar padecer anemia. Comerían quizá con
remordimientos, aunque hoy día, además de sus
razones, el comer poco lo podemos justificar mejor. Una excesiva
ingesta de calorías reduce la calidad de vida, porque el
oxígeno que da energía a nuestras células,
al electrizarlas en la reacción metabólica,
también daña precioso material
genético.

SABERES DE UN GRAN MAESTRE DE SION Y DEL
TEMPLE

Arnau de Torroja estudió en Cataluña lo
básico de la clase nobiliaria, o sea, el llamado
Trivium, consistente en las asignaturas de
gramática, retórica y lógica. También
aprendió historia, que entonces tenía como
protagonista central a Carlomagno, aunque obviamente se
remontaría a las invasiones de los musulmanes hasta las
ciudades francesas de Tours y Poitiers, allí donde el
año 732 el ejército de Abderrahman fue vencido por
Carlos Martel, hijo de Pipino II de Heristal. (Su hijo + en 758,
fue padre de Carlomagno). Después, por fin la Galia
quedó asegurada para los cristianos gracias a la
presión bélica de Guillermo de Orange para
apaciguar a los rebeldes vascones y a los musulmanes de
Al-Andalus.

Posteriormente Arnau de Torroja también
estudió idiomas y música, así como se
interesó por las técnicas militares, la
astronomía y la astrología y muchas cosas
más sobre las cuales yo no tengo competencia. Lo que
sí le debió de fascinar fue la Genealogía y
la Historia, y por su militancia en la Orden del Temple le
interesaría la antigua arquitectura sagrada de Egipto y
Grecia: Todo rito de fundación de un templo seguía
la sombra del sol al salir en días, clave a fin de
vincular el astro rey con el templo, la tierra y el cielo. En la
iglesia de Troyes (Fr.), cercana al lugar donde nació el
fundador de los temparios, se escondió tras los arcos y
bóvedas el número 888, según estudió
exhaustivamente Jean Hani. También defiende que el tal
número además es el valor total de las letras del
nombre de Jesús, y para colmo el número 888, que
forman tres lazos en circulo, también alude al libro
"Apocalipsis" del apóstol san Juan que fue escrito en
clave.

Arnau no se debió de contentar con aprender los
saludos árabes "as-salam alaikum", o "Allahu
akbar"
porque su afán de conocimientos debió
aconsejarle dar prioridad a poder entenderse con los enemigos.
Puede que incluso supiese que, como es de toda lógica,
aquel primer libro escrito en árabe diese diferentes
significados a muchas de las palabras escritas. Por otra parte,
no es probable que Arnau de Torroja aprendiese el alfabeto
glagolítico, por muchos templarios croatas que estuviesen
bajo sus órdenes.

Entre 1150 y 1180 los templarios fueron adquiriendo mas
propiedades en los barrios periféricos de
Jerusalén, y fue justamente en vida de Arnau de Torroja
cuando fue restaurada Notre-Dâme-du-Mont-Zion,
motivo por el cual aquel magnífico techo gótico
abovedado que pasa por ser el muy dignísimo
Cenáculo, allí donde los grupos de turistas
alcanzan la catarsis incluso cuando se trata de otras religiones
o los muy lejanos peregrinos japoneses. Son unas bóvedas
que ya nos parecen muy normales, pero que no obstante tuvieron
gran importancia para los templarios entre los siglos XII y XIV,
porque la gran cantidad de catedrales góticas que
edificaron, las habría estimulado elevarlas hasta una tan
inusitada altura, cubriendo la gran nave de sus iglesias, la
necesidad de alcanzar la mayor prespectiva. En efecto, la gran
altura de sus arcos de crucería tuvieron la función
de sugerir una imagen de rostro de varón muy de acuerdo
con lo que se espera después de rezar piadosamente en una
catedral. Les recomiendo mi obra:"Bóvedas góticas:
Ofrecen una imagen de rostro", donde repaso el periodo de su
florecimiento y también quién pudo haber sido su
promotor en los templos religiosos del sur de los
Pirineos.

La sede central de los caballeros templarios de
más categoría para su Orden, estaba anexa a la
iglesia de Nuestra Señora de Sión, en
Jerusalén, allí donde Arnau de Torroja,
además de aprender los asuntos prioritarios
específicos de su Orden y la jerarquía que se
esperaba que mereciese, aprendería con urgencia la
historia y la geografía regional, y también la de
los paises europeos donde los templarios tenían previsto
establecerse. Estudió con ahínco, obviamente
empezando por el mismo edificio donde se alojaba en
Jerusalén; no sólo se consideraba el lugar de la
Dormición de la Virgen María, sino
también el Cenáculo; y por
añadidura, también se trata del lugar donde
está enterrado el rey David.

Arnau de Torroja en la "Casa Madre" de Jerusalén,
Nuestra Señora del Monte Sino, durante su
iniciación aprendería ante todo que la conquista de
Jerusalén había costado mucha sangre y vidas de
caballeros cruzados, dadas las devastadoras ventajas de movilidad
que dominaban los jinetes musulmanes. En efecto, los musulmanes
suplían con astucia el coraje desenfrenado del
ejército cristiano, abigarrada mezcolanza de nobles
caballeros de Flandes y Lorena, normandos, catalanes y
provenzales, renanos y normandos, sicilianos, todos ellos
evolucionando sobre el terreno al son de las trompetas en los
lugares de reunión donde se habían alzado pendones
ondeantes al viento. Era un ejército de místicos
guerreros de Dios, aventureros, ilusos y bandoleros que, muy
inconscientemente, habían cabalgado a través de
países desconocidos, ciudades enemigas, caminos
extraños y ríos salvajes.

A todos, al llegar les fue imperioso aprender
rápidamente las orientales estratagemas de combate, no
siempre éticas. Después quizá incluso les
enseñasen lo escrito por Euclides en su libro "Los
Elementos",
en vigor aún después de pasados
2500 años. Fue en el siglo XII cuando las
matemáticas dieron el gran salto de emplear el numero cero
(un número vacío) que los árabes copiaron de
la sabiduría hindú. Los templarios fueron la correa
de transmisión a través de la Península
Ibérica de lo dicho, y mucho más que sería
exhaustivo tan sólo de citar.

Pero la evolución que me interesa desarrollar es
principalmente dilucidar el crecimiento intelectual que
adquirió Arnau, hasta entender que la capacidad de
aprender es la única "prueba de vida", y la clave es la
capacidad de sorpresa. Arnau aprendería rápido;.. y
aún más: desaprendió, en el sentido de solta
lastre dogmático. Fue muy evidente para aquellos
jóvenes caballeros, más que para nuestros
intelectuales de hoy, que la Iglesia católica podía
ser acusada de haber añadido indebidamente durante siglos
nuevas doctrinas a las dictadas por al Iglesia primitiva,
otorgándose tal poder por autoproclamarse la "Verdadera
Esposa de Jesucristo", cuando era ya muy evidente entonces que lo
había sido María de Magdala, una rica noble
señora de Palestina.

Según la Wikipedia, la etapa de gobierno de Arnau
de Torroja en la Orden del Temple, al cual presentan como Arnaud
(suponiendo que murió con más de setenta
años), estuvo marcada por los enfrentamientos de todo tipo
que se libraron entre los caballeros templarios y los
hospitalarios en Outremer: Arnau de Torroja
aceptó la mediación del papa Lucio III y del rey
Balduino IV para poner fin a dichas luchas fratricidas. En 1184
la situación política en Palestina empeoró
porque Reinaldo de Châtillon, actuando por su cuenta
asoló los territorios musulmanes de Transjordania. Para
apaciguar los ánimos, fue entonces que mi biografiado
desplegó su gran sagacidad política, negociando una
tregua con el líder Saladino, el mayor enemigo de los
francos, nada menos cuando éste ya estaba decidido a
vengar sus traicioneras y sanguinarias incursiones.

Dado el carácter pacificador de mi admirado
biografiado, siempre deseoso de conciliar enemistades, puedo
presentarlo como una de las personas más comprometidas en
elevar el término Imperio a su máxima
expresión. En teoría, dicho plan permitiría
"revitalizar la sociedad, gracias a la proyectada
federación de estados autónomos bajo la
dirección de un único poder espiritual y un solo
poder político"
(Guillaume Mollat "Dictionaire
d'Histoire et Geographie eclesiastique…",
París
1.953; Vol. XII; col.115-1129 – p. 129. Un solo monarca soberano
para todos los súbditos que sería elegido por los
misteriosos principios de la Ley Divina, y que aceptarían
todos los cristianos, judíos y musulmanes. Un solo pueblo,
o sea, una confederación de todos los gobiernos implicados
en el nuevo orden mundial.

Los templarios en Outremer fueron respetados
por los musulmanes que eran la comunidad principal; y más
en Jerusalén, donde los cristianos tenían
dieciséis iglesias. Los habrían aceptado peor si
hubiesen sido ateos, pero para la mentalidad de los tiempos de
Arnau de Torroja la fe era de primera necesidad y más en
aquella parte de mundo donde un ateo resultaba inconcebible. Es
algo que mal podemos entender los que la vivimos hoy como una
opción personal, ya muy superados los siglos cuando la fe
era un lujo. Los esquemas mentales del medioevo eran diferentes,
porque su simbología no se limitaba a las marcas
comerciales, sino a iconos de un camino espiritual. La capa de
cada caballero templario simboliza dos alas plegadas, y remiten a
la naturaleza celeste de quien ha merecido la inmortalidad y vive
para ayudar a sus semejantes. Sus espuelas le recordaban su
obediencia, etc.. La gente del siglo XII podía imaginarse
sin dificultad un mundo (incluso todo el cosmos) amurallado como
lo estaba cualquier burgo donde vivían dominados por la
inflexible autoridad eclesiástica, dado que incluso
asistir a la santa misa era obligatorio;… y pagar la entrada
con especies, también. A la plebe se les advertía
que el mundo de la farándula fomenta la disipación,
y para colmo, siempre vivían atemorizados por las
enfermedades y mutilaciones que podían sufrir el
día siguiente.

Si a todo lo dicho lo consideramos cual una línea
de trazo horizontal, la intromisión de la Orden del Temple
representó el travesaño vertical en el esquema de
una cruz. No me refiero sólo a lo espiritual sino a su
capacidad de copiar lo bueno de donde lo descubrían. En
sanidad tuvieron donde fijarse. En 1154 Damasco había dos
hospitales, y en cada uno de ellos unos administradores que
llevaban registros. Los médicos acudían todas las
mañanas, examinan a los enfermos y ordenaban que se
preparen las medicinas y alimentos para curar. Conocían
los efectos antibióticos de la tela de araña,
porque realmente cura, al contener algo de penicilina natural. La
planta llamada aloe y la miel también hacían
milagros. No se puede ignorar que en el siglo XI el sabio Avicena
escribió un "Canon de medicina" que se difundió
tanto en Asia como en Europa. Hasta la intervención de las
órdenes de caballería europeas, la verdad es que
los cruzados enfermos y heridos carecieron de atención
médica eficaz, no tuvieron ni cirujanos, y sólo
aquellos que sobrevivieron fueron penosamente evacuados hasta la
isla de Salermo (It.).

Templos con
simbolismo geométrico-matemático

Continuando con los conocimientos mínimos que
hemos de suponerle a Arnau de Torroja, tanto antes como
después de haber sigo Gran Maestre del Temple, hay
obviedades sobre las que no me detendré por ser materia de
los novelistas, por ejemplo, la descripción del castillo
de Miravet a orillas del río Ebro, donde sus antecesores
tuvieron su residencia y Arnau de Torroja no sería
diferente. Ahora bien, sería inutil encasillarlo en las
funciones administrativas, porque eran tiempos de extraordinaria
movilidad para cualquier noble, y más para un gran
mandatario de la más exitosa orden
monástico-militar, la cual no paraba de fundar encomiendas
en su imparable expansión. El sistema era práctico;
permanecían doce en el sitio y los demás se iban
para fundar una nueva "sucursal", tal como hacían los
monjes del Cister.

Debo referirme mínimamente a la
construcción de recintos militares y empalizadas
defensivas, porque mi biografiado tuvo referencias novedosas
respecto a las construidas en el centro de Cataluña
durante su pasado inmediato, siendo más exactas que las
que hoy puedan tener nuestros arquitectos e
ingenieros.

Hasta la expansión de la orden benedictina no se
superaron definitivamente las defensas construidas con troncos, a
fin de poder detener a los musulmanes al infiltrarse en tierras
del sur del Solsonés, allí donde Arnau de Torroja
nació. Creció viendo construir numerosas murallas y
fosos. Antes del siglo X en los condados pre-catalanes se
defendían construyendo con materiales lígneos
(troncos de árboles, etc.); siendo los prototipos de los
luego ya edificados en piedra por razones de estrategia militar
de los siglos medievales. El monaquismo transformó las
normas para crear la sobria arquitectura del arte
románico, la construcción de puentes, el canto
gregoriano, etc., y sobre todo los conocimientos de
Platón, Aristóteles y Pitágoras. Éste
último conoció la geometría sagrada en el
antiguo Egipto durante las dos décadas que él
vivió en Alejandía. A él se debe la estrella
pentagonal, su icono de curación, pero también se
trató de una geométrica alusión
simbólica a la armonía entre cuerpo y
alma.

La geometría sagrada debió de ser uno de
los conocimientos que los templarios descubrieron en Tierra
Santa, y en secreto lo heredaron las hermandades precursores de
la masonería. Dichos maestros constructores en piedra se
llamaron simbólicamente "Hijos de Salomón", y su
misión fue perpetuar unas enseñanzas para elevar
templos donde reunirse los creyentes para aprender ciertas normas
esenciales. El diseño octogonal fue la estructura
preferida para edificar los primeros oratorios de la Orden del
Temple. Es poco sabido que las iglesias de los templarios
estuvieron conectadas con sus encomiendas fortificadas por
subterráneos, dado que cualquier templo religioso era
inatacable y no hacía falta que fuese defendida, al ser
considerada por todos los europeos una "tierra sagrada" desde
tiempos ancestrales. Además, bastaba que un fugitivo
pisase su entorno, para evitar ser ajusticiado mientras
permaneciese en la llamada "sagrera".

Acerca del saber astronómico-astrológico
de sus iniciados de élite, aunque en su tiempo pudieron
ser consideradas cual ciencias académicas, como era el
caso de la alquimia, etc., no lo comentaré por
desagradarme el tema. Tal vez Arnau de Torroja debió de
creer que Jesús de Nazaret había muerto en fecha
del día siete de abril del año 30 pasadas las tres
de la tarde. Particularmente no creo en directrices
cósmicas a pesar de que se utilizasen para planificar el
mapa urbano de la ciudad de Washington (USA). En cuanto a sus
conocimientos de geografía, superó la creencia que
Jerusalén era el centro del mundo, porque probablemente
Arnau, en 1173, supo de las ideas del eminente geógrafo
judío Benjamín de Tudela.

Dejando a parte el que todas las iglesias cristianas
europeas construyeron sus ábsides en dirección
Este, porque es donde está ubicada la ciudad de
Jerusalén, el arquitecto Violet-le-Duc supuso que los
templarios construyeron templos en forma de rotonda imitando el
llamado "la Cúpula de la Roca" de la ciudad "Tres
veces santa". El creó el mito que hizo olvidar que existen
planificaciones de iglesias redondas más primitivas, como
la capilla palatina de la capital de Aquisgrán, la antigua
capital de Carlomagno.

Me interesó que, en el año 762, incluso
toda la ciudad de Bagdad, fundada el año 746, se
construyese en base a las proporciones geométricas de una
rueda, con su centro en el palacio de Harun-el-Rashid, de
ahí que los sufíes, y luego los francmasones,
tuviesen muy en consideración la planta de forma anular.
Entre varios ejemplos prefiero citar la "Orden de la Jarreta",
puesto que copió a llamada Tabla Redonda dos
siglos anterior. Para loar tan útil diseño del que
yo llamo Onutoro, en 2008 escribí un libro
así titulado, el cual es el que me complace más de
toda mi obra.

NUEVAS IDEAS RELIGIOSAS APRENDIDAS EN
TIERRA SANTA

Cuando los templarios se establecieron en Tierra Santa,
los francos dominaban desde el Líbano hasta la
península del Sinaí. Se repartieron en tres partes,
siendo la principal (a parte de Jerusalén, la capital), el
Principado de Antioquía, y los dos condados de Edesa y de
Trípoli. Antioquía era ciudad cristiana, por lo
cual el califa Omar, cuando la conquistó el año
641, empezó a planificar trasladar su capital al El Cairo,
que antes se llamaba Heliópolis (a 7 km. de
distancia).

Los templarios recopilaron ideas y, por otra parte,
cuando fue preciso se esforzaron para aprender. Lo malo
sería darse cuenta de que los católico-romanos
siempre habían sido aleccionados como niños, a
pesar de ser gente madura. Después de tenerlo claro,
pudieron superar las numerosas fórmulas dogmáticas,
para llegar a resolver que: la unidad del Dios viviente se
encarnó en Jesucristo. Para Arnau de Torroja no
significó una revolución, sino su desarrollo hacia
la plenitud. Logró un perfeccionamiento continuo, gradual
y siempre en positivo. Pero para la capacidad que le supongo,
debió de alarmarle la inmadurez espiritual de todas las
personas y en todos los tiempos y latitudes. Él, que se
conocía bien porque se había reconstruido, supo que
toda idea de Dios sería inexacta, y mantuvo grandes
reservas para con todo aquel que le garantizaba el presentarle a
Dios. En general, los templarios primero apostaron por la
conciencia y después por el Sumo pontífice de Roma,
por entender que la conciencia es la voz de Dios en el hombre, y
viceversa: Con-ciencia, es la voz del hombre comprometido con la
divinidad en ese tiempo cíclico, o sea,
religioso.

Al intentar penetrar en sus creencias y conocimientos no
insistiré en lo referente a sus jerarquías y la
férrea disciplina de los monjes con espada, porque fueron
verdaderamente la "Milicia de Cristo". Al menos debió de
ser tan austera como la de la orden cisterciense,
añadiendo el rigor militar, por ser los templarios un
cuerpo altamente disciplinado. Pero si marcaré una
diferencia, porque han sido muchos los grupos elitistas que
siempre buscaron acaparar conocimientos fiables y rescatar la
sabiduría de los antiguos. Fue la rigidez de su disciplina
fundacional lo que evitó que los templarios se perdiesen
en una espiritualidad enmarañada.

Al menos en el siglo XII todos los templarios
sentían una gran devoción por su Gran Maestre, el
cual siempre se les presentaba acompañado de un par de
consejeros por si debía tomar decisiones rápidas en
muchas y muy diversa responsabilidades, tales como problemas en
sus castillos y encomiendas, traslados de tropas y animales,
rentes y reclutamientos, atención a los heridos, etc. En
prevención de la ausencia del Gran Maestre el mando
recaía en el mariscal, y bajo éste actuaba un
senescal que tenía cuidado, además de lo dicho, de
que no faltasen nunca los avituallamientos necesarios. En el
campo de batalla quien encabezaba la caballería pesada del
Temple era su jefe del estado mayor del ejército, pero
seguía instrucciones del Gran Maestre que en el caso de
Arnau de Torroja, sería prever antes del combate tener
garantizado el suministro de agua y víveres. Cierto que
entonces era muy generalizada aquella idea de los iluminados:
Poco importa el número de combatientes cuando se cuenta
con el apoyo de la divinidad; lo cual obviamente les haría
sufrir graves derrotas, pero Arnau de Torroja nunca hubiese
podido tomar en serio dicha frase. Antes diría, como los
árabes: "Confía en Alá, pero ata tu
camello
". Al fallecer, quizá porque tanta impostura
le agobió demasiado, la pérdida de Jerusalén
resultó inevitable, y poco después los francos, con
todas sus tropas subsidiarias, perdieron Palestina.

A nivel simbólico, el Pedro de los templarios y
calatravos se identifica con el "Anciano de la Cábala", es
decir, el Baphomet, la sabiduría agnóstica
que –igual que el catarismo- buscaba la salvación
por la iluminación capaz de encontrar en el propio
interior el espíritu liberador. Los caballeros del Temple,
al abrazar la doctrina petrina, se hicieron "Pedros",
por lo cual en sus ceremonias iniciáticas se humillaban
como san Pedro apóstol, y quizá también
negasen tres veces a Jesucristo. Ahora bien, siguieron
enseñanzas del "Evangelio del Amor", venerando a
Juan Bautista, cuya festividad celebraban -según la
Inquisición- ejecutando prácticas de
brujería. Fueron incontables las víctimas de la
ignorancia intolerante.

La advocación del apóstol Pedro más
venerada por los templarios fue el que había llevado la
pesada cadena conservada en la iglesia San Pedro ad
Víncula,
en Roma, cuando estuvo en prisión,
como Juan el Bautista. Uno y otro se asocian al signo de la Tau a
la cual convencionalmente le dieron un valor de 400. Para los
hebreos amantes de la cábala ("árbol de la
vida
" para la mística judía), la letra Tau es
el símbolo del nombre de Dios y de toda la Humanidad, pues
la simiente divina anima la Creación y a Dios mismo, final
de todas las cosas. Lo dicho valió para los templarios y
gnósticos de antaño, pero no para mi, pues mi idea
de Dios no disminuye si se retira todo el universo visible, sin
ni tan sólo dejar ni un punto de luz en todo el negro
firmamento.

Arnau de Torroja en su paso por Siria se
admiraría al conocer las ideas monoteístas de los
drusos, con culto y liturgia especial. Aunque se remitían
al mismo rito de iniciación por inmersión que
predicó el Precursor en el río Jordán, era
un aprendizaje gradual y esotérico. Los drusos se
tenían por fanáticos religiosos, habiéndose
hecho escuchar en Turquía y en Egipto donde son venerados
por los ismaelitas. Lo que era inaceptable de los drusos para
Arnau de Torroja, era su pretensión de que Dios se hubiese
reencarnado ¡unas diez veces!. Ni queriendo asociar lo que
ofrecen las religiones principales, ello sería imposible
para nadie; y aun así, los templarios le
enseñarían que se debía procurar hacer
congeniar todas las religiones en una de sola. Existen pruebas de
que la Crucifixión, y posterior resurrección, etc.,
ya la habrían experimentado antes de Jesús, el dios
griego Dionisio, el egipcio Osiris, y otros.

Otro cosa que debió de resultarle sorprendente a
Arnau de Torroja, era que el pensamiento de los palestinos fuese
su búsqueda del "eje del ser", cuando lo importante para
cada ser humano es entender que la clave de la eterna
búsqueda es el amor al prójimo. Los cristianos lo
supieron por los apóstoles; aunque los ebonitas, siendo
ellos descendientes directos de los cristianos que en
Jerusalén seguían a Santiago, fueron considerados
herejes tan pronto como triunfó la predicación de
Pablo de Tarso. Arnau de Torroja supo que el problema se
acabó bajo Teodosio el Grande, pero con su
prohibición y todo, era muy evidente que Jesús no
era cristiano porque nació, vivió y murió
como hebreo y sólo pretendió dar nuevas
perspectivas a la Ley de Moisés. Había revelado
verdades interiores con palabras simples. Además, si lo
llamaron Rabí (maestro) era porque estaba casado, y de
hecho lo estuvieron la mayoría de sacerdotes y
pontífices romanos hasta prohibirlo en el Concilio de
Letrán (1123). A Arnau y al resto de templarios la idea de
un redentor casado no les sorprendió tanto como a los
católicos del siglo XXI. Algo que hoy me extraña a
mi, es que a Jesucristo se le presente en la imaginería
católica sosteniendo un libro en su mano derecha, a pesar
de enseñar que nunca escribió nada.

Los caballeros de la Orden del Temple, después de
excavar el subsuelo más sagrado de Jerusalén,
hallaron manuscritos coptos, arameos y hebreos, en los que
figuraban evangelios distintos a los cuatro canónicos. La
doctrina de Jesús era fiel a la ley mosaica. Por otra
parte, un Mesías resucitado ya existía en el
judaísmo anterior al cristianismo, y simplemente se
adoptó la leyenda judía para dar forma al dogma de
la Resurrección. Los mandeístas y los templarios
creyeron que la persona divina de Jesús que presentaban
los evangelios autorizados nunca existió, pues el
verdadero habría sido, según ellos, un luchador
revolucionario completamente distinto del oficial. Obviamente
dentro de la Orden del Temple esta doctrina secreta nunca
trascendió del seno reducido núcleo de iniciados
que buscaron la salvación por el conocimiento, y de tales
creencias, tanto en Heliópolis como en Alejandría,
aún se conservan dibujos que lo revelan. Además,
los simbólicos Reyes Magos (sólo citados por el
evangelista Mateo para explicar una profecía sobre una
estrella indicadora del nacimiento de Cristo) fueron la clave
para que sus lectores egipcios empezasen a referirse a la diosa
Isis en relación con el nacimiento de su hijo Horus. Y
todo está representado mediante la inocentísima
estrella del Pesebre,…independientemente de que la gente poco
informada dibujen dicha estrella con tan sólo cinco
puntas. ¡La verdad, ni teme ni ofende!

Hubo varios presuntos Mesías entre las sectas del
judaísmo, pero el reconocimiento entre la Orden del Temple
de un "Hijo de Dios" era impensable para el judaísmo
ortodoxo temeroso de Yahvé. Fue así, a pesar de
saber la veneración por otros dioses nacidos de una madre
virgen, entre los cuales: Osiris, Dionisio, Attis, Adonis,
Zagreus, Tamuz, Vishnú. Platón y Pitágoras
no ignoraron que la mayoría de los citados fueron hijos de
una virgen. También la madre del emperador romano Augusto
tuvo un embarazo milagroso, pues, según escribió
Suetonio, el dios Apolo se unió a ella bajo forma de una
serpiente. Durante los primeros siglos los cristianos
literalistas procurarían evitar tales referencias de vidas
y circunstancias paralelas a la de Jesús de Nazaret, con
la excusa de que: los paganos eran incultos, incluyendo los que
planificaron y construyeron la gran pirámide de
Giza.

Los templarios secretamente respetaban ciertas
peculiaridades de cualquier filosofía monoteísta
cuando los enriquecía espiritualmente, porque son valores
que pueden aumentar gracias al conocimiento. No tienen nada que
ver con los valores de los siglos industriales cuando
floreció lo científico-técnico; o bien en la
actualidad cuando la economía de los países se basa
en fomentar los bienes materiales que, a cambio de confort, nos
alejan de nuestros verdaderos intereses. Dejando a parte que toda
persona cultivada se planteará las mismas preguntas
eternas, el hecho de sustituir la buena dirección por otra
de mala, acabará repercutiendo en que la sociedad futura
lo pague muy caro; y no sólo por culpa de las guerras. Los
templarios procuraron esforzarse en superar los malos tiempos que
vivían, como nosotros, cuando, zarandeados por las
tempestades, nos reconforta la seguridad de que volverá a
salir el sol un día u otro. Somos creyentes por
naturaleza, y la religión es la base de toda estructura
mental. Pero si superásemos los valores que
psíquicamente compartimos, adoptando reglas de pensamiento
menos dogmáticas, los occidentales podríamos
afrontar mejor los problemas de convivencia a todos los niveles.
Es lo que cabe seguir esperando del destino de la humanidad
futura. Metafóricamente; la llave no está en
utilizar la mente; la puerta que tratamos sólo se abre a
través del corazón.

Al formar parte de tan prestigiosa y aguerrida orden
monástico-militar todos los templarios aumentaron su
autoestima. Primero dejaron a parte sus complejos, frivolidades y
envidias que agitan el corazón humano; y después
fueron idóneos receptores de superiores ideas orientales,
bien informadas, a pesar de que dejaban a Jesús como otro
iluminado más, por mucho que le reconocieran como "Vocero
de Dios. Admitían en Él la "sabiduría
divina", como lo hicieron sus primeros seguidores
contemporáneos. Jesús de Nazaret fue un iluminador
bueno, generoso y guía espiritual insuperable, siendo, al
fin, la base de la devoción por Él que debieron de
sentir los sabios de Sión y del Temple; y lo mismo
debió de opinar Arnau de Torroja, el catalán
más internacionalmente influyente de todos los tiempos
entre los dos extremos del mar Mediterráneo. En efecto, mi
biografiado sigue siendo, en el siglo XXI, el catalán que
ostentó un cargo militar más universal, el cual
desempeñó espiritualmente comprometido con la fe
católica. Ello no le impidió capitanear a 30.000
monjes-guerreros, nobles e hijos de nobles en plena juventud, que
eran la flor y nata de la sociedad europea del siglo
XII.

Los caballeros de Temple renunciando a su
individualidad, siguieron a sus jefes con fe ciega, de acuerdo
con lo prometido en su ritual de iniciación después
de velar sus armas en ayunas, y sin nudo alguno que les atase a
su vida pasada ni a la tierra. Sus altos dignatarios es evidente
que, superada aquella enorme carga terrenal, pudieron ser casi
tan racionales como Platón. Arnau de Torroja
comprobó que en Palestina las ideas que los
pitagóricos habían heredado de los egipcios de
Alejandría, seguían vigentes, incluyendo el culto
al dios Dionisio, el cual tanto recuerda las circunstancias
maravillosas de la vida de Jesucristo. Por cierto, a
imitación de san Pedro capaz de negar tres veces a
Jesucristo, los templarios incluyeron el tal reniego en su
ritual, siendo en realidad la puerta a los conocimientos secretos
de la Orden. Se enseñaba a creer más en la
humanidad de Cristo que en la divinidad de
Jesús.

La utópica unidad doctrinal de la Orden del
Temple los presenta muy capaces de comunicar con organizaciones
militares orientales similares; así se explicaría
que viviesen influidos por los gnósticos y luego
simpatizando con los cátaros. Éstos descubrieron
que el cristianismo era una fábula urdida por san Pablo y
sus discípulos, ya que sin sus epístolas no
habría existido el Cristo que les presentaban los cuatro
evangelios autorizados, dejando a parte que cuando san Mateo
escribió dos versiones, ya fuese destinado a cristianos o
bien a los judíos gnósticos que buscaron la
salvación a través del conocimiento. La Iglesia los
falseo, ocultado la verdad. Los templarios que pasaron por
Jerusalén durante el siglo XII contactaron con los lugares
que conservaban la tradición de la estancia de la Sagrada
Familia por aquellas ciudades egipcias, y conocieron la
opinión al respecto de diversas sectas judías,
islámicas y cristianas, entre ellas las llamadas "de san
Pedro" y de "san Pablo". A consecuencia de tales contactos, la
vox populi de los europeos creyó que los
templarios, y posteriormente otros heterodoxos como los
cátaros seguidores de la doctrina sanjuanista, eran
semejantes a los mandeanos, unos extraños fieles
cristianos.

Los templarios al abrazar la doctrina de los seguidores
de san Juan, paralelamente admitieron las de la iglesia
petrista. Al fin harían congeniar creencias de
petristas y juanistas, seguidores de Juan
Bautista. Los mandeanos eran llamados nazarenos,
compiten con los sábeos y donatistas, que son una
secta cristiana de origen antiquísimo. Su ventaja
está en que actualmente siguen hablando un lenguaje
derivado del arameo, por lo cual es la única
religión gnóstica que ha sobrevivido. Es evidente,
pues, que el cristianismo en sus orígenes careció
de un criterio unificado, hasta el punto de utilizar
iconografía de la religión egipcia de la que
heredó muchas cosas. En efecto, no hubo homogeneidad de
criterios. Unos creían que Jesús era Dios, y otros
lo consideraban un médium de la divinidad. Por otra parte,
unos eran seguidores del Precursor y otros de María
Magdalena; otros hubo que rechazaban a Jesucristo, o su cruz, y
otros negaban su muerte creyendo que se habría crucificado
a un hermano gemelo de Jesús. Incluso los primeros padres
de la Iglesia reconocían que Jesús tuvo hermanos,
tal como aún lo recuerdan algunas iglesias cristianas
actuales, e incluso pintores y escultores de la categoría
de Leonardo da Vinci, pero no la Iglesia
católico-romana.

Los templarios compartieron también el secreto
del linaje descendiente de Jesús con la secta judía
"Lámpara tapada". Su norma de vida y
búsqueda espiritual recordaba mucho a la que tuvieron los
asesinos creados por el gran maestro sufi Hasan Ibn
Sabbah,
residente en el castillo de Alamut (significa
"Nido de águilas"). Hasan predicaba fusionar el
cuerpo y el espíritu (hermetismo), y durante treinta y
cinco año dirigió a los ismaelitas "Hijos de la
Luz
". Era un rey-sacerdote residente en la alta
montaña, aunque dispuso de una gran biblioteca
esotérica, por lo cual en 1090 se consideró directo
representante del enigmático Preste Juan.

En cuanto al "Rey del Mundo", ya citado en la "Primera
Parte", era un líder de dudosa localización, del
que se dijo que había enviado tres maravillosos regalos al
emperador Federico II, recordando con ello que él reinaba
en Agharta como descendiente de los Reyes Magos que se
postraron ante el Niño-Dios en un pesebre. Tal
sería el motivo de que la Santa Sede de Roma enviase
emisarios a Etiopia a fin de tratar de saber quien se trataba.
Entonces el país era gobernado por un Negus (emperador),
al cual los católicos llamaron prieste. La
primera noticia sobre dicho Presbyter Joannes "Rey del
Mundo", la proporcionó en 1145 Otón de Frisinga,
siendo transmitida en el siglo XIV por Juan de
Hildesheim.

Para localizar tan fantástico reino, y al mismo
tiempo las fuentes del río Nilo, el príncipe
Enrique, a la vez Gran Maestre de la Orden de Cristo en Portugal,
envió sus naves al continente africano sin resultado.
Posteriormente fue misión encargada a Don Pero da
Corilhao, quien desapareció, aunque pasadas unas
décadas se dijo que vivía con honores en la corte
del Preste Juan.

Pablo Villarrubias publicó en 2007 "El
fantástico reino del Preste Juan",
incluyendo textos
de las misiva que con idéntico contenido fueron enviadas
en 1165 por el enigmático Preste Juan a los máximos
soberanos europeos. Y ahí surge la especulación de
si los habrían redactado los propios templarios de
Occitania a fin de aunar voluntades ante el enfrentamiento que se
prevenía contra el sultán sirio Nuradín; un
conflicto que ya presenté en este libro con
anterioridad.

INFLUENCIA DEL SIMBOLISMO SUFI ENTRE LOS
TEMPLARIOS

Los templarios, por el hecho de haberse enrolado para
guerrear en la lejana Palestina, durantre el siglo XII estaban
preparados para aceptar cambios en su modo de pensar, empezando
por renunciar a beber cerveza. Al menos el ínfimo sabor de
la fabricada en Palestina (sólo 2º) respecto a la de
Flandes, les facilitó renunciar a un tan gran
vehículo de relación social. Más en serio,
su verdadero deseo de cambio fue el deseo de redescubrir a un
Jesucristo en estado puro y podían esperarse sorpresas. Es
obvio que ansiasen una verdad alternativa, dado que en Europa los
sacerdotes vivían en contradicción con lo que
predicaban.

Los templarios se rigieron por una jerarquización
piramidal, siendo su jefe supremo y supervisor general, Gran
Maestre residente en Jerusalén. Los miembros de
élite, o sea, el llamado "Capítulo General" de la
orden del Temple, se reunían cada cinco años. Todos
los maestres fueron portavoces de sus dirigentes supremos, o
colegio invisible de sabios en la sombra, la llamada Orden de
Sión. Arnau de Torroja fue Gran Maestre de ambas
órdenes, la militar y la esotérica, hasta su muerte
en octubre de 1184 (porque su liderazgo fue vitalicio); y
también fue su representante ante las instituciones y
estamentos del orbe cristiano, así como el guía
espiritual de los caballeros y demás mandos
jerárquicos a sus órdenes.

Cuando los templarios se establecieron en Tierra Santa
entraron en contacto con diversas sectas, no sólo
cristianas, sino también judías, islámicas y
sufistas. Los primeros grandes maestres de las órdenes de
Sión y del Temple estuvo el reconocimiento de que los
sabios sufíes sabían más de la vida real del
Jesús de los evangelios de lo que la iglesia
católica era capaz de enseñar. Allí se
decía que los cuatro evangelios del Nuevo
Testamento
estaban escritos después del año
150, y que además no eran los únicos evangelios
existentes. Para colmo, se imponía el sabio criterio de
entender que se trataba de relatos deficiente, novelados
poéticamente.

Tener fe era una heroicidad, porque además
Eusebio de Cesarea dejó escrito que sólo una
décima parte de los Cuatro Evangelios era verdad (F. Conde
Torrens: "El grupo de Jerusalén y Simon: Opera
magna
" (Revista "Año Cero" nº 7-192 –
año XVII, ps. 66 a 71). Para colmo, en Palestina los
caballeros templarios debieron de ser informados de que en la
literatura rabínica se presentaba a Jesús como un
bastardo Galileo, hijo de un soldado romano llamado Pantera. Se
lo califica de mago que aprendió sus trucos de los
egipcios durante las décadas que vivió allí.
La reacción de los judíos fue lapidarlo al
descubrirle sus trucos. No admitían ni que Cristo nunca
fuese crucificado, basándose en el hoy olvidado
"Segundo libro de Seth" (s. III).

Los templarios supieron que el libro Talmud de
los judíos incluía una burlesca parodia de la vida
de Jesús de Nazaret titulándola Toledot
Josuah
, en la cual podía ser cierto que el
Señor llevaba en sus carnes un tatuaje egipcio. De ello
habló incluso san Pablo (Gálatas; 6:17),
evitando decir que se trata de una parodia burlesca de los
judíos sobre la vida de Jesús. También son
mucho más extensas las referencias acerca de la estancia
de la Sagrada Familia en Egipto. Y en cuanto al Corán, el
libro más sagrado del Islam, informa de muchos detalles
complementarios de la vida de Jesús. Lo hizo
también Mani (+276), un carismático líder
religioso de Bagdad (capital cultural del Islam), quien
recibió apodos semejantes a los del Mesías, y
además el título de Timonel, que fue el cargo
supremo de la Orden de Sión. Mani fue el primero que
llamó a Jesús "Hijo de la Viuda", como se siguen
llamando en el siglo XXI los masones de todo el mundo.

Con lecturas semejantes, los templarios de Palestina
tuvieron motivos para dudar de lo aprendido en el catolicismo, y
lo que resolviesen es obvio que debieron de mantenerlo en
secreto. Hoy es un secreto a voces que, especialmente el
evangelio de san Marcos, recuperó algunas fuentes egipcias
y su cosmología sagrada pasaría al Nuevo
Testamento. El problema no es éste; sino que utilizamos
muy mal el referente divino que las personas de todas partes
necesitamos.

Arnau de Torroja en Tierra Santa admiró que,
según la creencia de los sufíes, el pleno
desarrollo espiritual requería el paso por tres fases de
preparación que servían para recordar al aspirante
su naturaleza sin la prisión del ego. Las tres fases
sufíes básicas entonces eran: Vida-Muerte,
Amor-Guerra, Naturaleza-Dios. Los sufíes expresaron sus
experiencias mediante poemas, oraciones, himnos, etc.., pero
previamente se exigían unos procesos que transmutaban la
conciencia del aspirante o neófitoTras superar sus dudas,
cada individuo podría contribuir a la remodelación
altruista de su comunidad.

Referente a la geografía, en 1154 el
musulmán al-Idrisi confeccionó un mapamundi muy
perfeccionado. Dejando a parte los avances científicos,
porque serían interminables, cuando Arnau de Torroja
llegó a Palestina lo que le sorprendió de aquellos
monjes con espada fue que le impusieran unas enseñanzas
que procuraban dilatar las fronteras de su fe, y para empezar se
le invitase a ser tolerante con los dogmas de otras religiones
monoteístas. Por ejemplo, según el profeta de
Alá, Jesús subió a los cielos igual como lo
había hecho Elías. Es decir, escuchó los
argumentos que negaban la muerte de Jesús en la cruz
(Sura; 4-157).

Arnau de Torroja estuvo en Palestina cuando era bien
sabido que los primeros cristianos habían tenido luchas
entre ellos para imponer sus diferentes criterios. Fuese cierto o
no, con tales informaciones se socavó la moral y la fe de
los cruzados. Mi biografiado debió escuchar todo tipo de
argumentos en favor y en contra de su fe, siendo deber de sus
superiores esclarecérselo con el mayor detalle. O sea, que
también recibió muchas informaciones
complementarias, a las cuales llamaré "malas influencias",
dado que al menos estaban en contraposición a la
excelencia de virtudes de los
católicos-apostólicos-romanos.

Mi biografiado debió de escuchar anonadado aquel
cuento que posteriormente fue varias veces remodelado para
expresar bellamente la superioridad del islamismo: "La semilla
del sufismo fue sembrada en tiempo de Adán. Germinó
en tiempo de Noé. Brotó en tiempo de Abraham.
Inició su desarrollo en tiempo de Moisés.
Alcanzó su madurez en tiempo de Jesús; siendo en
tiempo de Mahoma cuando produjo vino puro". Otra sorpresa para
Arnau de Torroja sería darse cuenta de algo tan simple
como que Jesús no habría jamás realizado el
milagro de las bodas de Canaan si no hubiese sido su propia
boda,… con su seguidora María de Magdala. Por mucho que
se la haya intentado rebajar llamándola su
compañera, novia, o lo que se quiera, hay hechos
incuestionables. Los dirigentes de la Orden del Temple sí
lo creyeron posible.

Aquellos sufies, comparables a lo que la
masonería europea fue siglos después, en el
Corán se presentaban cual jóvenes valientes y
justicieros y unos "guerreros durmientes de la caverna". Exentos
de fanatismo religioso, simplemente esperaban instaurar un Rey
del Mundo!. Cuando en el siglo XII algunos templarios regresaban
a Europa inseminaron las mentes de la nobleza con ideales
altruistas de los virtuosos sabios sufíes de Hassan
(nizaríes), sin preocuparles que a veces el clero
católico quedaba muy mal parado. Quedaba claro lo
íntima que es la individualidad en asuntos de fe. Como
dijo un erudito romántico: "Cada persona debe alcanzar
su propio Montserrat".

El budismo y la búsqueda del "hombre superior"
había calado entre los sufies, ya que creyeron que pueden
haber muchos nudos pero siempre son de la misma cuerda, o que:
"Si estás presente ante Dios, estarás ausente
ante los hombres y viceversa".
Para Arnau de Torroja fue
sorprendente saber que la más noble caballería del
Islam concedía a su miembros libertad de pensar más
allá del resto de su Orden, con tal que se mantuviesen
siempre generosos con los creyentes. Le resultó
fácil entender que eran caballeros superiores a los
católicos europeos como él. Obvio es decir que
copiaron muchas de sus ideas, e incluso sus hábitos color
rojo y blanco, color éste que simboliza la pureza
espiritual del que conoce los secretos de la naturaleza. El color
blanco luego se incluyó en la Regla del Temple
(artículo 17), significando que se había abandonado
la vida en la oscuridad y podrían ser reconocidos por el
Creador. Lo más trascendente fue que aceptaron los ritos
de iniciación ajenos, puesto que los templarios aún
no tenían idea de que el maestro oficial ofreciese un
cáliz al neófito aspirante para que bebiese un
sorbito de vino.

En la mente de Arnau de Torroja sólo un soberano
habría podido hacer una semejante invitación,.. y
no mediante un cáliz. La religión católica
tardó mucho más en aceptarlo en sus ágapes
rituales cuando cada uno asistía con su plato a la
ceremonia, a pesar de que en la Biblia se lee: "Toma el
contenido y no su contenedor
", y tantas otras sabias frases
originarias de India y Persia, que llegaron a Palestina
vía Babilonia, donde las habían escrito los rabinos
judíos deportados. En tiempos de Arnau de Torroja en
Mesopotámica reinaban con esplendor los soberanos
selyúcidas, con influencia sobre dos millones de
creyentes ajenos al cristianismo y a las cruzadas. Para colmo,
los templarios debieron combinar sus creencias con la
religión egipcia y la bizantina, haciéndolo con
sinceridad, pues para cualquier espíritu puro es
fácil entender que: "Como es arriba, así es
abajo".

Si Arnau de Torroja u otro cristiano hubiese pretendido
imponer su fe de modo tan intransigente como sucedía en
Europa, a su negación habrían añadido que:
Tras una aparente ofensa puede haber una bendición
disfrazada. Claramente entendieron, él y todos los
sinceros de corazón, incluidos los sufíes, que
quienes recomienden tal o cual vía de salvación
serán unos ignorantes. Es por ello que no sería
extraño que Arnau de Torroja conociese incluso algunas de
las ideas que en el siglo XXI nos parecen muy avanzadas. No digo
la ya superada velocidad de la luz, sino por ejemplo, a la
Teoría de las Supercuerdas, aunque tuviese en el
siglo XII otro nombre referente a la vibración general,
porque es el cómo todo se explica en el universo de diez
dimensiones. En el siglo siguiente, el XIII, al menos los modelos
cosmológicos que son su fundamento ya se presentaron al
mundo hebreo traducidos de un antiguo original escrito en arameo.
En "El Zhoar "constaba, en fin, que de las diez
dimensiones imaginadas al tratar de explicar la unidad de fuerzas
del universo, intuitivamente al menos, seis de ellas
actuarían como una de sola. Así consta en el libro
"El Zhoar completo", el texto fundacional del primitivo
misticismo reservado a los judíos más
eruditos.

Arnau de Torroja escuchó siempre decir que "La
paz del mundo empezaría con la paz en Jerusalén",
lo cual sigue siendo hoy válido, pues la zona está
amenazada de nuevo por la perpetuo afán de levantar el que
ya sería el Tercer Templo, del cual ya se ha puesto
simbólicamente la Primera Piedra. (El Primero fue
reconstruido por Nehemías en 445 a.C., y el Segundo por
los romanos el año 70 de nuestra Era). Incluso des del
día 8 de abril del año 2008 los judíos ya
disponen de una vaca roja, tal como les exige la tradición
para celebrar el ritual de la fundación ("Primera
Piedra"). Si se hace habrán disturbios, lo cual
sería un lástima ahora que los judíos
ortodoxos fieles a los orígenes de su fe, aquellos que
llevan cintas rituales de oración (filacteras)
cuando pasean por Jerusalén, al fin se han congraciado con
los habitantes del barrio musulmán que los ocuparon en el
año 632. Creen que una vez terminado el Tercer
Templo
de Jerusalén descenderá el
Mesías para morar en su interior. Arnau de Torroja era un
hombre pragmático y pudo dudarlo, precisamente por saber
que las divinidades siempre se han creído aliadas por toda
clase de iluminados en su eterno afán de poder.

Por otra parte, admiraron de los judíos el ellos
se considerasen un pueblo de sacerdotes que deben dispersarse por
todo el mundo; y la prueba está en que, sin respetar
fronteras humanas, también los templarios adoptaron
idéntica conducta. Además, les tenían gran
respeto al haber sido el primer pueblo de la historia que lucho
por su fe, tal como ellos. Los valerosos templarios recordaban
aquella frase de los Macabeos: "Dios acudirá en ayuda de
los fanáticos de la fe". Confraternizaron con los
judíos, y no sólo en Palestina, sino también
en Castilla, defendiendo en el siglo XII a los místicos
cabalistas cuando corrieron serios peligros por el acoso de los
cristianos más fanáticos.

Los sanjuanistas,
seguidores de San Juan "El Precursor"

La verdadera religión de los dos primos, Juan y
Jesús, sería la egipcia. "Yo soy el Alfa y el
Omega, el principio (arjé) y el fin (télos)"
(Apocalipsis
: 21, 6). Pero esta frase del Señor
esconde que de los dos, el Maestro inicialmente lo fue san Juan
el Bautista, del cual Jesús afirmó que no
había otro hombre más importante de entre los
nacidos de mujer.

La secta cristiana llamada "de San Pedro y de San Juan",
eran llamados mandeístas y tenían al
Precursor por el Mesías esperado, y no a Jesús.
Entre las dos sectas, petristas y juanistas, los
templarios consideraron la doctrina de los seguidores de Juan,
pero asimismo simpatizaron con la de los seguidores del
extraño líder Pedro, que fue un hombre de de
doctrina y no de acción, y lo obedecían los grupos
de zelotes seguidores del Bautista. Ambas sectas, aunque
eran muy distintas, coincidían en oponerse frontalmente a
los paulistas, es decir, a la iglesia católica romana, la
cual al fin se impuso a los petristas y a los juanistas.
Para los templarios (por no decir la Orden de Sión),
Jesús de Nazaret había sido un lider de los zelotes
seguidores de san Juan Bautista, los mismos que acabaron
expulsando a los romanos de Jerusalén;…aunque, cuando
éstos regresaron el año 70, arrasaron la ciudad y
los hecharon (la diáspora).

La Orden de Sión fue siempre claramente
sanjuanista, o sea, siguieron una doctrina que modernas
investigaciones anteponen cronológica y doctrinalmente a
las de Jesús. Bernardo de Claraval fue uno de los
iluminados por dichos conocimientos, y en tal contexto se
inscribiría la creación de la Orden del Temple:
Como un instrumento "terrenal y visible" de la Orden de
Sión para influir en la Historia. Para ellos Juan
sería superior, y Jesús tan sólo el "segundo
Cristo". Aún hoy san Juan Bautista también llamado
Precursor, fue proclamado "el Mesías" por una secta
sanjuanista que conservó sus enseñanzas puras, sin
ser alteradas por el posterior cristianismo. La orden de los
hospitalarios, que sigue estando dedicada a san Juan Bautista,
lleva él hábito negro. Los lazaristas, que
fueron su orden filial, al separarse de los caballeros
hospitalarios, llevaron como señal simbólica una
cruz verde. Todos estaban consagrados a la defensa de los Santos
Lugares.

Para los sufíes el "Bautismo de fuego" era
considerado más sabiamente: "Padre del conocimiento", que
es lo mismo que "Bautismo de sabiduría" (Abufi
hamat
). La idea del bautismo de fuego evoca el bautismo por
inmersión, que primero aplicó en el río
Jordán san Juan Bautista, llamado el Precursor. Lo
continuaría uno de los más grandes profetas de la
religión de Mandeo (que fue el influyente creador de una
secta de Irán/Irak), cuyos fieles aún siguen siendo
devotos de Juan Bautista, a quien siempre llamaron "Buen
Pescador". Eran semejantes a los que en Occidente fueron
conocidos como "cofradía de los justos", los mandeanos que
se presentaron como discípulos del egipcio dios Thot. Su
conocimiento espiritual secreto, o "gnosis", imponía el
ritual del bautismo en los ríos de Eufrates y Tigris.
Mahoma los llamó "baptistas",
permitiéndoles seguir en el islamismo a pesar de que su
culto incluye la astrología y la magia.

Los templarios hicieron rituales a la Santa Sangre en
una ceremonia remontable a tiempos anteriores a la
división de los cristianos, la cual fue debida a las
varias formas de interpretar el mensaje redentor de Jesucristo.
El libro "Hechos de los Apóstoles" refiere la pugna entre
la Iglesia Primitiva, fiel a Jesús "el Nazareno", y el
cristianismo predicado a los gentiles por San Pablo. Los
templarios, dado que no se apoyaron más en el joven Saulo
de Tarso que blandió la espada como ellos, llevan a pensar
que no comulgaron con su idea del Cristo. Por otra parte,
creyeron que los nazareos, sadoquitas y sicarios
seguidores de Jesús, eran todos pseudónimos de
zelotes. Cuando la localidad de Nazaret aún no
existía, se ya autodenominaban "nazarenos" los
seguidores de la Iglesia de Jerusalén
primitiva.

JESÚS DE NAZARET Y JUAN BAUTISTA FUERON AMBOS
ESENIOS

Jesús (Yoshua) simpatizó tanto
con los esenios como con los zelotes, y se lo asoció
siempre con dichos fanáticos cuando regresó de
Egipto, porque ellos estudiaban lo divino de la naturaleza. Por
precaución se procuró que la biografía de
Jesús agradase a los romanos, para lo cual se le
presentaba como un judío tradicionalista denigrado como
los esenios. Su tradición secreta recuerda que
Jesús fue uno de sus iniciados en los misterios que
durante milenios habían sido perfeccionados por los
esenios que en Egipto tenían reputación de
terapeutas. Su "Hermandad Blanca" quizá fundada Tutmosis
III en el templo de Luxor, casi adjunto al de Karnak. Por ella el
faraón Tutmosis III, tendría el mérito del
haber plantado la semilla del más antiguo "cristianismo".
Así lo creí después de haber analizado el
símbolo grabado en un ancestral anillo, hecho de hierro
meteórico, que quizá pudo haber sido del dicho
faraón y después, el mismo anillo, habría
pertenecido a sus sucesores hasta llegar a Moisés y a
Salomón.

Hubo intrigas políticas interesantes entorno a la
persona de Jesús "el zelote". Primero habría sido
preferido por Tiberio, pero después eligió a
Herodes de Filipo para ser el tetrarca de Galilea, con lo cual se
terminó la amistad de Tiberio con Pilato. Por tal motivo
éste se lavó las manos enviando a Jesús ante
Herodes. Lo dicho se deduce del redescubierto Evangelio de Pedro
y también del de Lucas (23,12-13, 31), así como del
de Juan (6:15). Es un hecho que la iglesia copta de Egipto
tendría sus motivos para negar la divinidad de
Jesús desde el año 451 (concilio de Calcedonia), y
pensaron igual los islamistas que los invadieron en el siglo
VII.

En el siglo XII admitir que Jesús era un esenio
era un acto de valentía y revela que en la personalidad de
Arnau de Torroja se combinaron la intrepidez y el control que
siempre domina el carácter de los genios. En el siglo XXI,
en cambio, el mismo sumo pontífice Benedicto XVI
sorprendió al orbe católico cuando proclamó
que Jesús fue esenio. Lo habían afirmado siglos
antes Ernest Renán en Francia, y en 1770 el rey Federico
"el Grande". Era una forma de explicar el hecho del celibato
supuesto en Jesús de Nazaret, a quien se presenta
habitualmente vestido de blanco.

Los esenios fueron una secta apocalíptica formada
por solteros, vegetarianos, a la que Juan Bautista sí que
estuvo muy unido. De entre sus adeptos, Jesús, que era su
primo, salió al mundo con la exclusiva misión de
acoger en su persona el Cristo cósmico,…que así
habitó entre nosotros. Vivían aislados del resto de
la sociedad en Gedi, a orillas del mar Muerto, y estudiaban todo
el día la ley Mosaica, a pesar de lo cual en el año
164 a.C. habían sido despreciados por los judíos
que regresaron del cautiverio de Babilonia, porque allí
éstos enriquecieron los textos bíblicos originales.
Los samaritanos también los aceptaron mal, después
de verse rechazados cuando querían colaborar con ellos en
las obras de la reconstrucción del Templo que vio
Jesús. Tenían ideas diferentes, empezando por el
hecho de que en Babilonia, a falta de templo, los judíos
deportados se habían reunido en lugares determinados
llamados "sinagogas", que fueron su primer centro de
oración comunitaria. Aquella idea sería siglos
después recogida por la masonería, al reunirse en
logias adornadas con profuso simbolismo, que incluye un
embaldosado bicolor. Por cierto, después de otra
diáspora, la ordenada por el general Tito en el año
70, los judíos exiliados a Oriente tuvieron influencia
social, y de ellos pudo haber aprendido el profeta Mahoma, ya que
su propio padre era un nazareno. Es por ello que en el sagrado
libro El Corán se tiene en gran consideración a los
profetas y patriarcas bíblicos.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25
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