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Colección “Revisión Cultural” (desde 1978) (página 21)




Enviado por Ramon Ramonet Riu



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25

Los templarios supieron que la epopeya etíope del
siglo XII, titulada "La Gloria de los Reyes", (Kebre
Negest
) escrita en Axum, donde no sólo se menciona la
reina de Makeda (Saba), sino que explica que el Arca de la
Alianaza
llegó allí el año 642 a.C.,
vía la comunidad judía de Elefantina (Nilo medio,
Egipto), pasando por el lago Tana en el norte de Etiopía,
el cual forma triángulo equilátero con las ciudades
de Lalibela al norte, y Axum al sur. Lo apoya el que el Arca no
consta en la lista del botín de Nabuconodosor cuando, en
el año 586 a.C., saqueó Jerusalén. El rey
Josías se cree que pudo haberla ocultado en el siglo VI
a.C. en los subterráneos debajo del templo. También
se lee en el "Libro II de los Macabeos" que
Jeremías la escondió supuestamente en una gruta del
monte Nebo, a 150 km. lejos de Jerusalén, límitrofe
con Jordania. En "I Reyes" (14:26) se informa que el rey Roboam,
cinco años después de morir Salomón, se
llevó todos los tesoros para evitar que cayesen en manos
del faraón Sissac. En la Biblia consta que aún
estaba en Jerusalén cuatro siglos despué de morir
Salomón y su hizo Menlic. El hecho de buscarla en
Etiopía demuestra que en Jerusalén el Arca de
la Alianaza
los templarios en Jerusalén nunca la
hallaron.

DIÁSPORAS, EXODOS, EXPULSIONES Y MIGRACIONES
JUDÍAS

Fueron varias las migraciones del pueblo hebreo al norte
de los montes Pirineos. Además, es notable la afluencia de
personajes históricos en tierras de Septimania. En el
año 12 de nuestra Era, Roma exilió allí al
hermano de Herodes Antipas, Aquelao, tetrarca de Galilea y de
Perea, que se fue a vivir al barrio judío de Vienne, cerca
de Lyon, en Francia. Unos veintiocho años después,
a Herodes Antipas lo mandaron al exilio a la misma zona,
castigado al desatarse graves disturbios debidos a la gratuita
decapitación de san Juan Bautista.

Cuando el año 63 de nuestra Era, Judea
pasó a ser una provincia de Roma, también muchos
judíos emigraron a la zona sur de las Galias y al norte de
la provincia Tarraconense previendo la caída de Massada
(72 de nuestra Era). Los romanos obviamente trataron de cortar de
raíz otra sublevación del nacionalismo de los
zelotes y eliminaron sistemáticamente a los grupos
nacionalistas, como los defensores de Jerusalén y de otras
ciudades importantes. Entonces debido al miedo emigraron muchos.
Según el judío Flavio Josefo, que trabajó
como escritor en Roma, en su libro "Las guerras de los
judíos" murieron casi un millón y medio de personas
emigrando a Damasco, Alejandría. Aquellos judíos
que no emigraron, se distribuyeron por Oriente.

Leyendas muy antiguas informan de que unas tribus de
judíos descendientes de un rey divino, antes de nacer
Jesús de Nazaret huyeron de Palestina y se refugiaron en
algunas regiones de Grecia. Desde Grecia, pasaron a la isla de
Sicilia, a los Alpes y remontaron los ríos Rhin y Danubio.
La zona que se asentaron la llamaron Austrasia, y
comprendía las actuales Francia, Bélgica y partes
de Suiza y Alemania, aunque sobresalían los de la zona
entre Moisson, Mosa y Somme en Lorena. Por ello los
francos siempre han reclamado su ascendencia de un pueblo semita
emigrante. De la tribu de Benjamín en el siglo V
nació la tribu de los sicambros, que pacíficamente
ocuparon las regiones de abandonadas por los romanos. Del pueblo
sicambro se supone nacida la dinastía merovingia. Era
finales del siglo V, y se los encuentra también en el
siglo VI.

Antes del año 200 de nuestra Era, los
judíos preferentemente emigraron a Italia y a
España, vía África del norte. La
diáspora judía aún se incrementó
debido a la caída del Egipto y de los griegos en Siria.
Aquí interesan aquellos que optaron por asentarse en Lyon
y Burdeos, entre los años 500-600, concentrándose
entre Narbona y Marsella.

Allí los judíos de
Zaddoki-Melquisedec debieron de llevarse bien con los
descendientes de otros judíos, ayudando a los reyes
francos merovingios que derrotaron a los visigodos en
Vouillé, cerca de Aquitania en 510, perdiendo así
sus dominios en las Galias. Añadiendo los territorios
visigodos de Gascuña, Languedoc, Provenza, los
príncipes judíos formaron el principado de
Septimania, y de su estirpe salieron los primeros condes de
Barcelona, desde Wifredo I hasta el rey Martín "el
Humano".

Arnau de Torroja en el siglo XII fue bien informado de
los avatares de un secreto linaje sagrado que vivía en
clandestinidad. Algo ya sabría, porque en la región
de Septimania (la Cataluña francesa actual) desde el siglo
VIII era legal la religión judaica y, por ejemplo, en
Solsona, ciudad natal de la familia Torroja, había dos
"calls", o barrios, de manera que, cuando Arnau aún era
niño es de suponer que ya se habría hecho explicar
su diferente estatus social,…pero lo hicieron los profesores
religiosos que le educaron. Tanto Barcelona como Gerona, Ampurias
y otras ciudades, tuvieron muy influyentes comunidades
judías desde tiempos de los romanos. La mayor tolerancia
se dio en el Languedoc, donde Arnau de Torroja desde 1166 fue
Maestre provincial de la Orden del Temple cuando los
judíos aún ostentaban cargos públicos en su
capital Toulouse.

Una de las primeras crisis de los judíos europeos
la sufrieron después de la predicación de las dos
primeras cruzadas a Tierra Santa, porque los que se enrolaban
para luchar allí, durante el camino perdían el
control, de modo que por los pueblos que pasaban muchos inocentes
pagaron con su vida el que sus antepasados crucificaran a
Jesucristo. Es más, se creía un acto de
devoción católica el hecho de robarles sus cosechas
y sus bienes.

JEREMÍAS EMIGRÓ A IRLANDA,
LLEVÁNDOSE EL ARCA

Según estudió en la Biblia el investigador
Martín Brennan y lo presentó en su obra "The
Boyne Valley Vision":
Dios en C. 588 A.C. ordenó al
bíblico profeta Jeremías desarraigarse (de
Jerusalén) y plantar (en Irlanda) refiriéndose
simbólicamente a llevar hasta allí a la hija del
rey Zedequías vencido por los babilonios. Aquella joven
princesa, descendiente del linaje del rey David, se llamaba
Teia-Tephi, que se traduce como ramita tierna,
simbolizándola mediante un alto cedro).

Una vez que la costa mediterránea ya no
presentaba peligro para embarcarse, Jeremías tomó
los tesoros de Dios y a la princesa con otros acompañantes
para dirigirse a Irlanda, vía Gibraltar, pero antes fueron
primero a la ciudad de Mizpah y luego a Tanis, en
Egipto.

Jeremías se había embarcado con otras
cuatro personas. Uno de ellos llamado Baruch que murió en
la "Edad del Hierro" en Gibraltar (donde se conservan diversos
vestigios de contactos con Palestina), por lo cual
Jeremías y sus tres acompañantes llegaron a Irlanda
en 583 a.C.. El dicho periplo se ha podido descifrar de la
segunda piedra a la izquierda de la que fe su tumba, por su parte
interior.

El grupo de Jerusalén llegó a Irlanda
donde, poco después de su llegada, Teia-Tephi se
casó con Eochaidh, en Tara, el día 21 de junio del
año 583 a.C. Pero no el periplo de la princesa lo que hace
interesante este insólito viaje, sino el hecho de que el
profeta Jeremías además también
habría puesto a salvo en la "Isla del Destino" el Arca
de la Alianza
del Templo de Salomón, y además
el Trono de Israel, conocido hoy como la Piedra del Destino (o
piedra de Betel de Lia).

En Loughcrew, el llamado túmulo T,
aún conserva jeroglíficos que reproducen
gráficamente en símbolos el dicho viaje a Irlanda
del profeta bíblico Jeremías. Fue nombrado rey, y
como tal parece ser que gobernó Irlanda durante 40
años con leyes muy suaves. Jeremías, al morir en
fecha 21 de septiembre del año 581 fue enterrado en la
tumba de Loughcrew, descubierta en 1873, siendo desde entonces
llamada Ollamh Fodhla, porque fue como Jeremías era
conocido en su nueva patria de adopción. Posteriormente en
el siglo IV d.C. sus retos pasaron al túmulo de New
Grange.

Por la traducción de aquellos símbolos
también se esclarece por fin el motivo de que en Brithem
(Brehon) todavía hoy se basa en la Torah (Ley Judaica), la
cual incluye el gozo Brito, que en lenguaje hebreo significa
"alianza". La Ley de Brithem, alude a la Ley del la Alianza, lo
que tal vez esconda la idea del Arca de la Alianza,
desaparecida misteriosamente de Jerusalén. En cuanto a la
traducción de los jeroglíficos de la piedra una vez
descifrada, se creó una confusión adrede, con
objeto de ocultar que muchos irlandeses, católicos desde
siempre, tienen ascendencia hebrea. Para confirmar la ascendencia
israelita irlandesa es aconsejable leer el libro "El O'Neills
de Ulster".
Por otra parte también se defiende con
buenos argumentos que cierto descendiente de los emigrados
hebreos habría sido enterrado adaptando su tumba dentro de
uno de los grandes monumentos megalíticos de la zona (Ver
más abajo un mosaico de tres fotos).

TRIÁNGULO SEGUNDO: VÉRTICE
1 LOS DESPOSYNI SE EMPARIENTAN

La ciudad de Jerusalén no era importante bajo la
tribu de Benjamín. Aquella tribu después del rey
Saul fue gobernada por mujeres, y se especula si cuando el rey
Salomón decidió casarse con una princesa egipcia
quizá fuese para acreditar su dinastía con
legítima "sangre divina". Leyendas populares de Palestina
recuerdan que antes de nacer Jesús de Nazaret, unas tribus
de judíos descendientes de un rey divino huyeron de
Palestina y se refugiaron en regiones de Grecia.

De la tribu de Benjamín en el siglo V
nació la tribu de los sicambros. Desde Grecia, pasaron a
la isla de Sicilia, a los Alpes y remontaron los ríos Rhin
y Danubio. La zona donde se asentaron la llamaron Austrasia, y
comprendía las actuales Francia, Bélgica,
además de regiones de Suiza y Alemania, donde los
sicambros pacíficamente ocuparon las regiones de
abandonadas por los romanos. Del pueblo sicambro de finales del
siglo V se supone nacida la dinastía merovingia, y
aún se los mencionaba en el siglo VI. Los sicambros que
más destacaron fueron los de Lorena, entre la zona de
Moisson, Mosa y Somme, debido a lo cual los francos
siempre han reclamado su ascendencia de un pueblo semita
emigrante. La clave está en que el Sur de Francia fue la
zona donde los emperadores romanos expedían a los
desterrados; y como prueba está la tradición que
recuerda el paso por la Galia meridional nada menos que el rey
Herodes Antipas y Poncio Pilato, después que perdieron la
gracia ante el emperador.

Los visigodos de las Galias se habían retirado al
sur de los Pirineos empujados (507) por los francos de origen
germánico, pero resistieron los de la romana Galia
narbonense, que luego fue parte de la Septimania. En el
departamento del Aude actual ya había cristianos
en la segunda mitad del siglo III, lo cuales en el siglo IV ya
crearon el obispado de Narbona y el año 587 el de
Carcasona. En el Aude los católicos resistieron
las diversas incursiones musulmanas. Los reyes Pipino y
Carlomagno, uniendo ambas fuerzas hicieron posible, no
sólo que los cristianos y los judíos luchasen
contra los musulmanes en el sur de Francia, sino que allí
conviviesen en paz. Fue con el paso de muchas décadas que
los cristianos se expandieron, y lograron tener iglesias en cada
pueblo y ciudad apareciendo entonces los primeros
monasterios.

Las monarquías merovingias dominantes en Europa
estaban emparentadas con algún miembro del linaje directo
de los herederos de Jesús, los "desposyni", o
sea, unos judíos marginados. Todos los esfuerzos para
cortar sus sucesiones fallaban y la única manera que la
Santa Sede del Vaticano podía establecer su
posición suprema era tomando el control de la estructura
monárquica. Para ello el papa Zacarías
redactó un falso documento escrito 400 años antes,
que dijo haber encontrado firmado nada menos que por el emperador
romano Constantino. Hoy consta en las enciclopedias como: "La
mayor falsificación del mundo"; pero al ser publicado ya
no se permitía dudar de que el Sumo pontífice era
el exclusivo representante elegido personalmente por Jesucristo
en la tierra. Solamente el papa tenía la energía y
la autoridad nombrar reyes y reinas como subordinados suyos.
Hallazgos semejantes no eran raros, pues ya el rey Josías
de Judá ya identificó un viejo pergamino que
revolucionó las creencias de los antiguos
judíos.

De entre los reyes visigodos Clodoveo fue el más
popular, y tal vez el más importante. Gobernó entre
los años 482 y 511, y tras vencer en 486 al duque
galorromano Siagrio, arrasó con lo poco que por entonces
ya quedaba en las Galias de la herencia del Imperio Romano.
Después, todo le fue bien al bueno de Clodoveo, hasta que
a su esposa Clotilde quiso vestir los hábitos religiosos.
Tal circunstancia tuvo una inmensa importancia. Durante aquellos
años en la convulsa Europa el catolicismo no era el gran
protagonista religioso-político, sino que triunfaba el
arrianismo cuya creencia sobre Jesús era muy similar a la
que se nos ofrece en los textos gnósticos: Jesús
habría sido un maestro extraordinario, pero que
sólo era, nada más y nada menos, que un hombre:
"Cristo -afirmaban- ha sido creado por el Padre, luego no es
eterno y es diferente a Él. O sea, que Jesús para
un arriano no era Dios, y lo defendían diciendo que
Él mismo lo adoraba llamándole "Padre".

Como la esposa cristiana de Clodoveo tenía por
confesor al monje Remy (que luego fue santo, lo mismo que la
reina Clotilde), en la Santa Sede de Roma consiguieron que la
reina, aleccionada por el fraile, convenciese a su esposo
Clodoveo de que debía convertirse al catolicismo bajo la
siguiente condición: La Iglesia dominaría en lo
político-religioso. Clotilde tuvo éxito y en un
solo día aquel rey arriano pasó a ser cual un
"Nuevo Constantino", siendo nombrado heredero legítimo del
Sacro Imperio Romano.

Clodoveo victorioso en la batalla de Vouillé
(507), dominó el territorio franco hasta los Pirineos.
Conectó entonces con la descendencia del Nazareno, que
gobernó el reino de Septimania de forma autónoma
-entre Nimes, Narbona y los Pirineos– hasta la
irrupción de los árabes en el siglo VIII. La
dinastía se mezcló con la sangre merovingia,
resultando que los descendientes davídicos tendrían
derechos sobre el trono francés. Tras la muerte de
Clodoveo, el año 511, otros reyes merovingios se
sucedieron, siendo tal vez el más notable Clotario I. Pero
hay que seguir con la historia para entender los desenlaces
finales que habrán de sorprender a los historiadores del
mundo en los tiempos venideros.

En su momento defenderé la ascendencia de aquella
familia originaria de la Septimania, un Principado
Davídico, habitado y gobernado por judío
semi-autónomos, que actualmente se llama Midi, en el sur
de Francia, incluyendo siete grandes ciudades: Narbona,
Carcasona, Lodève, Nimes, Magalona, Agde y Tolouse.

Es la misma zona donde siglos después se desarrolló
el catarismo, porque los occitanos desde mucho antes ya
habían convivido ejemplarmente con ideas de origen
oriental.

No resulta tan extraño cuando se sabe que ya
acogió hebreos desde el éxodo de la diáspora
del año 70, cuando el futuro emperador Tito Vespasiano
hizo reunir en aquella zona a todos los ciudadanos deportados de
Jerusalén. Aquel principado judío con lo siglos
tuvo la necesidad de ser encubierto entre los historiadores
católicos, motivo por el cual su localización y
reciente estudio en el sur del País Galo concluye
considerándolo "el secreto mejor guardado de la
historia".

Es un hecho que la historia se ocupa también de
lo que se cree verdadero sin serlo. Su dignidad está en
negarse a confundir lo real con lo imaginario, pero a veces no
hay más remedio que artísticamente se rellenen las
lagunas con verosimilitudes, dependiendo de si son o no
abrumadoras las probabilidades. Hasta que no fallecen los viejos
profesores, por comodidad corporativa los esquemas
históricos falsos se perpetúan convencionalmente,
sabiendo que se presentan sesgados y erróneos y que
antaño estuvieron sujetos a los intereses
político-religiosos dominantes. Me acuerdo de don
Marcelino Sainz de Sauntuola, descubridor de las pinturas de
Altamira (1875), quien se gastó una fortuna para darlo a
conocer y murió como un impostor. Un ejemplo más
cercano en mi país natal es el caso del investigador del
catarismo Jordi Ventura Subirats, a quien personalmente le
escuché quejarse de que, habiendo escrito él tres
decenas de libros de historia, no constaba en las listas
oficiales de escritores catalanes. Fue demoledor para mí,
porque con sólo tres autoeditados ya lo notaba. En fin,
lean a Jean Chesmau "¿Hacemos tabla rasa del
pasado?"
(Ed. 1976), donde concluye que la historia es
demasiado importante para dejársela a los historiadores en
nómina.

Salvo honrosas excepciones, para ser historiador hoy no
se necesitan grandes habilidades. Tienen los hechos a mano. No
ejercitan la imaginación más que para glorificar a
los poderes político-financieros, quienes a su vez lanzan
anatemas contra quien intente criticarlos. Es defraudador, pero
tal es el "gran triunfo" intelectual de la burguesía, que
tiene al historiador como su funcionario fiel y eficiente, porque
su miseria consiste en aceptar exigencias y de paso les evita
discurrir. Lo critico, porque yo practico la
interpretación de los documentos antiguos y acorralo la
evidencia gracias a muchos años de trabajo libre y
altruistamente;… y si puedo también presento mis
vivencias.

LOS MEROVINGIOS DEL SUR DE
FRANCIA

En el siglo I los judíos helenizados del Sur de
Francia rendían culto a la negra imagen de la diosa
egipcia Isis, pero aceptaron bien a los setenta y dos exiliados
seguidores de Jesús que llegaron por mar hasta la costa
provenzal. Entre muchos famosos santos se encontraba María
Magdalena con su irresistible faceta de portadora del recipiente
sagrado, tal como era distinguida toda gran sacerdotisa de la
Antigüedad. Ya en Mesopotamia se veneraba el vaso con el
cual se ungía al "elegido" (el Mesías en arameo, y
Cristus en griego). Una diosa era la faceta femenina de la
divinidad, y los templarios, a falta de esposas, sería
lógico que se entregasen con fervor a la veneración
de María Magdalena, de la cual tuvieron una exacta
visión. El beneficio inmediato fue ser capaces de
"cultivar su mitad femenina". Muchos hombres, al no tener en
cuenta tal compensatoria necesidad humana, ignoran que su
descuido es la causa de muchos divorcios.

Los reyes merovingios serían descendientes de
santa Sara (Sara-Tamarh), que para la gnosis medieval
fue la presunta hija de Jesucristo y María Magdalena.
Después de la Crucifixión madre e hija llegaron al
sur de Francia, donde se supone que fueron bien acogidas por la
bolsa de etnia judía en aquel sector. Después
probablemente aquellos vástagos, hijos o nietos, de santa
Sarah-Tamar, habrían sido iniciadores de la saga de reyes
merovingios,…los de largas cabelleras, aquellos que en las
Galias presumieron mucho de reinar por derecho divino.

Los reyes francos al testar dividían su reino
entre sus descendientes masculinos, promoviendo varias guerras
fratricidas. Si el reino de Clodoveo I había sido durante
cierto tiempo relativamente pacífico, la situación
fue muy diferente bajo sus sucesores. La reina viuda Clotilde fue
maltratada por su marido Alarico con quien se había vuelto
a casar. Era el rey de Septimania, pero ello no impidió
que los hermanos de Clotilde se unieran para invadir Narbona
(531) y vengarla. Seguidamente arrebataron a los visigodos la
Septimania del norte de los Pirineos. A pesar de que la herencia
familiar se reunió de nuevo en Lotario (558-561), al morir
volvió a dividirla entre sus herederos que no pararon de
disputar entre si. Fue el mismo periodo cuando reinó el
despiadado Kilperico de Neustria, al cual san Gregorio de Tours
describió como "…Peor que Nerón y Herodes
juntos
". Aquella estirpe de reyes merovingios eran mucho
más rudos y salvajes y en ellos se inspiró la obra
"Los Nibelungos" recordando cuando el año 870 los vencidos
visigodos emigraron a Hispania. No agradaban a la Santa Sede,
puesto que incluso al obispo de Tours (Fr.) lo martirizaron
cruelmente.

Se considera a la dinastía de reyes francos del
siglo VII el eje de la civilización occidental, pero los
beneficios otorgados inicialmente por Clodoveo a la Iglesia los
anularon sus sucesores, ya que hubo varias guerras fratricidas.
En 607 los monasterios fueron saqueados y destruidos, empezando
una etapa culturalmente muy obscura para la Historia. Superadas
las guerras por el dominio del reino Franco, Clotario II fue el
único superviviente. Comenzó entonces un
período de paz carácterizado por un apogeo de la
vida monástica bajo el reino de Dagoberto (629-639). Su
sucesor Dagoberto II, nacido en 651, fue raptado por un mayordomo
de palacio llamado Grimoald, quien afirmó que el heredero
había muerto y maniobró para hacerse con el poder.
Sin embargo, cometió el error de dejar con vida a su hijo
pequeño, que también era heredero,
confiándoselo al obispo de Poitiers quien lo envió
a un monasterio irlandés. Al crecer aquel niño
terminó por casarse con una princesa celta llamada
Matilde, la cual sólo parió hijas y además
murió en 670 en el tercero de los partos. Dagoberto II
llegó de nuevo a Francia y recuperó el reino que le
fue arrebatado. Se casó en segundas nupcias con Giselle de
Razés, región próxima a
Rénnes-le-Château, donde el príncipe
montó su cuartel general a la espera de recuperar la
corona, por lo cual de nuevo hablamos del Languedoc, no lejos de
dónde toda esta historia deja escapar sus antiguos y
sorprendentes misterios con cuentagotas.

Con su nueva esposa Dagoberto II tuvo otras dos hijas y,
por fin, nació el varón que ansiaba como heredero:
Sigisberto. Lo malo fue que sus enemigos, entre los principales
la Santa Sede del Vaticano, buscaban su perdición. La muy
resentida nobleza estaba representada por el mayordomo de palacio
(eufemismo para designar a su general con máximo poder
militar). Sucedió que siendo rey merovingio Childerico II,
su mayordomo era el vigoroso Pipino el Breve, quien, con un golpe
de mano se hizo con el trono (751). No obstante a dinastía
merovingia continuó en la clandestinidad porque el
heredero, que era el joven Sigiberto IV, insisto en recordar que
logró escapar de la matanza y encontró refugio en
Rennés-le-Château (Aude), la antigua capital de los
visigodos.

Antes de hacerse con el poder el ilegítimo
Pipino, prudentemente sondeó la opinión del Sumo
pontífice Esteban II, y al fin decidió dar un golpe
de mano quitando el poder al merovingio Childerico II,
erigiéndose aquel mayordomo en rey de los Francos.
Después, el Sumo pontífice en persona fue a pedir
ayuda a Pipino, al cual coronó el 28 de julio del
año 759 en Soissons (Fr.). El papa declaró que
Pipino había sido escogido para reinar desde el seno
materno…y reinaría por la gracia de Dios, resaltando las
semejanzas entre Pipino y el rey David. Su coronación (la
primera de los reyes francos) reinstauró la primitiva
alianza entre el trono y el altar, iniciada bajo el emperador
Constantino, en la Roma del siglo IV. Con la coronación de
Pipino terminó la dinastía merovingia de los
francos en el país Galo, quedando en rey Pipino
comprometido en la defensa de Roma contra ataques de los
lombardos. Los carolingios, en fin, habían conseguido ser
emperadores de pleno derecho.

El rey Pipino hizo alianzas con la Santa Sede de Roma,
ayudando a la Iglesia católica-romana a guerrear contra
paganos tanto en Alemania como en Lombardia, sucediéndolo
Carlomagno. Poco se puede añadir a lo que fue el emperador
Carlomagno para Europa, tanto durante su vida como para la
posteridad, incluso para nuestra sociedad actual. Carlomagno
acabó sus días siendo monje, algo bastante
común entre los mandatarios que con ello se quisieron
hacer perdonar sus pecados. Veamos cómo dicha
sucesión de grandes reyes permitieron un principado
judío en la mitad sur del actual Estado
francés.

La saga de los judíos descendientes del rey David
en Francia fueron llamados príncipes Nasí, y
merecen ser recordados. Los llamaré Supremos nasí
porque todo cargo inferior también se llamó
nasí. En el siglo IX la estirpe de Guillermo de Gellone,
conde de Toulouse del Languedoc (755-812), según algunos
historiadores fue primo de Carlomagno, cuya hija Kunigunda, en
779 se casó con dicho Guillermo I de Toulouse, hijo de
Makhir David-Teodoric I de Septimania y Alda Martel; es el mismo
que al morir subió a los altares (Saint Guilhem, o
Wilherm
).

Guillermo I acompañó a Carlomagno en su
expedición a Hispania hacia el año 778, pero al
habérselo nombrado santo católico se creo -y
aún mantiene- un conflicto de su personalidad entre los
historiadores, por haber sido hijo de Makhir David-Teodoric I, un
"Rey de Reyes" procedente de Bagdad, que entonces era la
máxima sede del Islam, quien al enlazar por matrimonio con
la regia casa pipinido-carolingia les traspasó a ellos y a
sus sucesores la necesaria legitimidad para reinar, no solo en
Francia, sino también en Jerusalén donde vivieron
los reyes del "Pueblo Elegido". Todo obedecía a una
estrategia de Pipino "el Breve", pues había asesinado al
rey legítimo y usurpado su poder. Después de
adoptar a Makhir David-Teodoric I pudieron actuar por "Derecho
divino", como si los galos fuesen un nuevo Pueblo Elegido por
Dios, dando a sus reyes poder para el gobierno de toda la
cristiandad.

A san Guillermo I le sucedió su hijo Bernardo
como Supremo príncipe (nasí) de los judíos
de Septimania; una línea de sangre que recibieron la
mayoría de reyes de Europa, incluidos los de
Cataluña, por su parentesco con el conde Ramon Berenguer I
de Barcelona. En Francia fue donde mejor se ha estudiado los
linajes privilegiados, y así en el siglo X, Hugues de
Plantard, descendiente directo tanto del rey Dagoberto II como de
Guillermo I, fue padre de Eustaquio (Eustache), primer conde de
Boulogne. Un nieto de éste fue Godofredo de
Bouillón, duque de Lorena y conquistador de
Jerusalén en la Primera Cruzada, cuyo asedio
comenzó un día 14 de julio del año 1099
(como vaticinando la actual fecha de la fiesta nacional
francesa), si bien Jerusalén fue tomada el día
siguiente.

De Godofredo nació una dinastía que hizo
remontar sus orígenes a la orden religiosa fundada por los
descendientes del Rey David sobre "la Roca de Sión". El
rey Godofredo no regresó a Francia porque consideró
Palestina su legítimo patrimonio familiar, recuperado
gracias al apoyo y empeño de cierto abad de la Orden de
Sión (1099).

PROSPERIDAD DE LOS JUDIOS DE
NARBONA

Pepino "el Breve" fue derrotado por los musulmanes a los
ocho años de haber instaurado la dinastía
carolingia. La población judía acudió en su
ayuda e incluso le abrió las puertas de Narbona para
protegerlo. En recompensa Pepino después nombró la
capital la primera "ciudad-estado" del principado judío de
Septimania. Se trató de un reino independiente gobernado
por condes de ascendencia judía Además de estarles
realmente agradecido, les concedió tantos privilegios
porque aquella zona sureña le serviría de
"colchón" contra los musulmanes de la frontera. De hecho,
ocuparon las dos vertientes de la cordillera pirenaica, desde el
Atlántico hasta el Mediterráneo, siendo por ello el
origen de la Marca Hispánica.

El príncipe judío que debería
gobernar la Septimania, se consiguió que, además,
fuese descendiente de la Casa de David. Se llamaba
Natronai-Makhir, exilarca de los judíos en Bagdad y un
erudito que, habiendo sido relevado de su cargo político
en Bagdad, su califa lo envió a Septimania, accediendo a
la solicitud que le hacían los pipinido-carolingios.
Natronai-Makhir al llegar aceptó el nombre Teodoric,
añadiéndolo al que tenía como
príncipe judío descendiente de la línea de
David. Es más, al enviudar, tomó como esposa a
Alda, hermana de Pepino III.

En agradecimiento al nombramiento de Septimania a la
categoría de Principado, los rabinos de Narbona
correspondieron nombrando a Carlomagno, hijo de Pepino: Sucesor
davídico del Sacro Imperio Romano, y Carlos el Grande lo
confirmó estado permanente en 791. Además
acordó con el emir de Córdoba (812) que fuese
respetado dicho principado judío entre sus dos reinos. Con
los años se consolidó y engrandeció
después de las muchas victorias en el sur de los Pirineos
del gran Guilllermo de Toulouse l, hijo de Natronai-Makhir. En
este tiempo, el principado de Narbona era una muy extensa
área desde el río Ródano (Rhona)
hasta los montes Albères, incluyendo Nimes y el
Rosellón al norte de los Pirineos, y por el sur, los
condados catalanes de Girona, Vic (Osona), Barcelona, Urgel,
Pallars y Ribagorza.

Natronai-Makhir murió en 793. Su nieto Bernat de
Septimania fue el príncipe Supremo nasí del sur de
Francia, y de toda Cataluña hasta tierras del río
Ebro. El principado de Septimania aumentó de
categoría y pasó a ser un reino judío,
manteniéndose floreciente hasta el final de la
dinastía pipínido-carolingia.

Makhir David-Teodoric, al enviudar se casó de
nuevo con Alda Martel de Autun, hermana del rey
–ilegítimo- Pipino "el Breve", por lo cual le
sería latinizado su nombre Makhir David por el de Thierry
"d'Autun", condado que gobernó entre 771 y 812. En fin,
este príncipe (Supremo nasí, titulo judío
que se traducía entre los judíos como rey) de
Septimania, fue al mismo tiempo duque de Toulouse del Languedoc y
consul de Narbona. De hecho Makhir David-Teodoric aún se
casó por tercera vez, por lo que su estirpe, todos
descendientes legítimos del rey David, dejaron en el
País Galo tres ramas oficiales y otras dos encubiertas.
Una hija de Makhir David-Teodoric fue Berta de Toulouse, la cual,
gracias a casar con el rey de Italia, hijo de Carlomagno,
años después propició el restablecimiento de
la línea Rex-Deus, al aceptar que su hijo fuese
nombrado Supremo nasí.

Carlomagno en 791 lo confirmó como un estado
permanente, y además acordó con el emir de
Córdoba (812) la legalidad de dicho principado
judío entre sus dos reinos. Concedió plenos
derechos a los judíos de su imperio, resultando
equiparables socialmente a los cristianos, otorgándoles
permiso para poder celebrar su mercado un día que no fuese
sábado, como era normal. Es más, los judíos
podían hacer préstamos a interés
contraviniendo la norma de la Santa Sede, que sólo
años después lo concedió a la Orden del
Temple siendo el principal motivo de su enriquecimiento. El
heredero de Carlomagno perseveró en beneficiarlos debido a
lo cual llevó el apodo de "Pío" (Luís o
Ludovico "el Piadoso").

Ahora bien, tantos privilegios merecieron una repulsa
del pontífice Esteban III a Pipino en el año 768,
pues la concesión de aquella provincia como un
arrendamiento hereditario era contraria a la política de
la Santa Sede. El pontífice Esteban III escribió su
descontento en una bula que envió el año 768 al
obispo Eriberto de Narbona y a los nobles de Septimania, en la
cual se lamentaba de los privilegios que los emperadores Pipino y
Carlomagno concedieron a los judíos, por ejemplo, el de no
pagar cargas fiscales, y para colmo eran beneficios que
podían ser heredados. Jamás una "Tierra de Dios" se
podía dar a perpetuidad a los judíos, aunque lo
hubiese autorizado su antecesor en la silla de Pedro.

El principado judío se consolidó y
engrandeció por las muchas victorias en el sur de los
Pirineos del gran héroe Guillermo I (Guilhelm) de
Toulouse, hijo de Natronai-Makhir. Entonces el principado de
Narbona abarcaba desde el río Ródano, que desemboca
en el Mediterráneo, hasta los montes Alberes, incluyendo
comarcas enteras del norte de los Pirineos, y por el sur,
Guillermo I gobernó los condados catalanes de Girona, Vic
(Osona), Barcelona, Urgel, Pallars y Ribagorza.

Cuando Natronai-Makhir murió en 793, su nieto
Bernardo I de Septimania fue el príncipe nasí del
sur de Francia y en Cataluña conquistó hasta
más al sur del río Llobregat. El principado de
Septimania aumentó de categoría y pasó a ser
un verdadero reino judío, manteniéndose hasta el
final de la dinastía pipínido-carolingia.
Septimania fue, durante varios siglos, una especie de coraza que
tuvieron los francos gracias a los príncipes
judíos, para contener, e incluso contraatacar, a los
invasores musulmanes del Sur de los Pirineos. Después
volvieron, pero ya sólo serían breves intrusiones
de saqueo a la ciudad de Barcelona, la cual debió ser
protegida por castillos a la entrada del río Llobregat,
por ejemplo, el de Mataranya y su satélite la Torre Roja
de Viladecans. En litoral mediterráneo, durante el siglo
XII la frontera pasó de las costas de Garraf, hasta las
dos orillas del río Ebro, gracias a que los templarios
tuvieron castillos que desde Monzón (Huesca) hasta Tortosa
distribuyeron sus castillos para ser cual "llave de paso"
fluvial.

TRIÁNGULO SEGUNDO: VÉRTICE
2 ARNAU DE TORROJA PEREGRINÓ A COMPOSTELA

Defender que mi admirado paisano del siglo XII
peregrinó a Santiago de Compostela para visitar la
supuesta tumba del Apóstol, tiene un trasfondo muy bien
fundado. En el confesionario se imponía como penitencia a
los nobles, pues al fin todo peregrinaje significa precisamente
penar. Otra cosa es que fuese solo o acompañado de su
hermano el obispo Guillermo. Santiago de Compostela era el mayor
polo de atracción para los cristianos de su tiempo, pues
allí acudieron peregrinos de todo el mundo hasta que no se
resolvió si sería Roma o Santiago el principal
centro el cristianismo.

La peregrinación es una de las figuras de la
iniciación, y llegar hasta "Tierra Santa" es, en sentido
esotérico, lo mismo que la "búsqueda de la Palabra
Perdida", o la del "Santo Grial". Negarle a Arnau de Torroja el
tan esforzado desplazamiento sería conocerle mal, dado el
gran auge de peregrinos de toda Europa que hacían la Ruta
Jacobea. Desde que fuese el Cid Campeador a postrarse ante el
sepulcro del Apóstol, luego hicieron la
peregrinación tanto reyes como emperadores, prelados y
mendigos, y todos, como Arnau de Torroja, se quedarían
sorprendidos por el furor de la actividad picapedril a lo largo
de cientos de kilómetros, de lo cual son buena muestra las
catedrales que jalonan la ruta hasta el Finisterre; por cierto,
muchas de ellas promovidas por la Orden del Temple.

Ante la empresa que para el obispo de Barcelona
Guillermo de Torroja representó planificar la futura
catedral románica, tenía sobrados motivos para
viajar hasta el Finisterre. Debía aprender el modelo de
templo que estaban erigiendo en Santiago, entonces considerado el
mayor de toda Europa. Se trataba de que Barcelona se consolidase
como la capital de Catalunya (se conservan restos
arqueológicos de su primera catedral y del Palacio
Condal). Arnau de Torroja, que probablemente viajó a
Santiago con su hermano, fue contemporáneo del maestro
Mateo, aunque durante su visita tan sólo vería
terminada la llamada catedral vieja, que corresponde a la actual
cripta, pues se empezó en 1075 y se terminó 1178.
Su entrada está justo bajo el Pórtico de la Gloria
de la catedral de Santiago, que luego el pontífice
Alejandro III consideró Ciudad Santa.

Cuando las peregrinaciones a Roma eran preferidas a las
del lejano Jerusalén, la Iglesia católica
"cristianizó" el camino de peregrinación a Santiago
de Compostela gracias al milagroso "descubrimiento" de la tumba
del apóstol. Probablemente, al ser nombrado Maestre
Provincial de la Orden del Temple Arnau de Torroja también
habría encontrado motivos para de nuevo volver a Santiago
de Compostela, ya que la rápida expansión de la
Orden del Temple hacía imperiosa la creación de
nuevas encomiendas. Por el litoral mediterráneo las
crearon hasta en el castillo-santuario de la Vera-Cruz, en
Caravaca de la Cruz (Murcia), y también las tuvieron cerca
del cabo Estaca de Vares en Galicia. En mi paso por la zona supe
que en la isla Coelleira, (en el municipio de O Vicedo,
que vigila la entrada de la ría de Viveiro),
existió un antiguo monasterio dedicado a san Miguel, el
cual sirvió de refugio a 38 caballeros templarios.
Tenía un castillo con foso marino, y en el siglo X ya
estuvo habitado por otros monjes benedictino. Según la
tradición, en la isla Coelleira fueron degollados 36
caballeros de la Orden del Temple cuando huían del rey de
Francia, y uno de los que logró escapar nadando hasta la
costa se llamaba Guillelme. La autoría de la dicha masacre
la reconoció en su testamento Gonzalo Bernardo de
Quirós, un conde asturiano vasallo de Fernando III, puesto
que dejó previamente encargadas 36 misas: "Por las
almas de los templarios que hice degollar por orden del rey en
una sola noche en la isla Coelleira".

Desde Normandía a Galicia, los templarios
supieron situar bien sus encomiendas jalonando las principales
vías de comunicación, incluidas las
marítimas, gracias a lo cual al abrigo del Temple muchos
peregrinos costearon la ruta hasta Santiago por el litoral
cantábrico. En vida de Arnau de Torroja el peregrinaje a
Santiago se hizo mucho más cómodo y seguro que
cuando la ruta aún pasaba por la costa de Álava y
Asturias. Mi biografiado debió de pasar ya por el camino
interior. Si se editó la guía llamada "Codex
Calixtinus
" fue porque los caballeros templarios
hacían bien su trabajo de alejar a los bandidos. Fueron
entonces más garantes de los desplazamientos viarios de lo
que fueron las autopistas para el siglo XX. Proteger a los
peregrinos, después de todo era su misión
principal.

Historiadores como Enrique Cal Pardo, y Carlos Pereira
Martínez investigaron la presencia en Galicia de
caballeros templarios: Los encontraron en: Ponferrada, en
Ourense, en San Fiz do Hermo (Guntín), Lugo, Vilar de
Donas, Melide, pero también con importantes posesiones y
atalayas marítimas en: A Guarda, Vigo, Illa de San
Simón, Pontevedra, Coia, Canido; Muxía, Muros,
Malpica, Laxe, A Laracha;
el muy importante asentamiento de
Burgo de Faro, en A Coruña, Ferrol, San
Sadurniño, Caaveiro,
y el que particularmente me
pareció más interesante de todos:
Betanzos, y no por la gran personalidad del Gran Maestre
Andrade "O Bó", sino porque aquella ría
colateral a la de Coruña ofrecía antaño muy
buen refugio a toda una flota. ¡Era más
idónea que el puerto de La Rochele (Francia)! Por una
donación del rey Alfonso IX de León, en Betanzos
los templarios construyeron una encomienda con convento, que fue
matriz de la actual población.

Hay recogidas dos leyendas, una a cada lado del
océano Atlántico, que pudieron ser conocidas por mi
ilustre biografiado. Entre las tribus cherokees del
estado de Georgia el "Mito del hombre blanco" era ancestral, y
creo que debe estar relacionada con los dos viajes que desde las
costas de las Islas Británicas realizó el
príncipe Madoc. Al regresar a Galicia reveló con
detalle sus descubrimientos fantásticos y se volvió
a embarcar hacia poniente para no regresar jamás. Para las
mentes más despiertas quedó abierta la posibilidad
de que cuanto les había explicado el príncipe y su
tripulación fuese cierto. Con el tiempo los templarios
pudieron pensar tener oculta en la ría de Betanzos su
flota, por ser uno de los puertos más seguros del mundo,
aunque hoy no sea ya navegable.

SIMBOLISMO RELIGIOSO

La Edad Media era rica en simbología por el
simple hecho de que, al no saber leer, el pueblo se ilustraba
viendo imágenes pintadas y esculpidas en la piedra. Era un
realismo mágico (para las creencias) y a la vez
fantástico (para la imaginación). Los colores negro
y rojo de la Orden del Temple simbolizaron tanto la luz como el
sacrificio. Para recordarlo llevaron colgada una cinta bicolor
alrededor de sus cuellos, de forma que evocaron la frase del
inicio del canto Magnificat: "Exaltemos a la Madre
de Luz".
Por influencia de la Isis egipcia, dedujeron que
Maria, como Señora de la Luz, tuvo su piel oscura, como
todo lo que no sea el sol (Cristo es nuestra Luz y Sol que vence
la oscuridad).

Debe ser tenido en cuenta que, entonces y siempre, no
hace falta que algo sea verdad, sino que bastA con que se crea
que lo es. En aquel tiempo los cátaros presentaron su
"Iglesia pura", capaz de ser una alternativa a la
católica-romana, porque había un centenar de
evangelios, igual de antiguos, que fueron despreciados por
haberse escrito con espíritu librepensador
(gnósticos), los cuales diferían de los cuatro
aceptados. El clero estaba en impostura total, y sólo lo
acreditaba el hecho de que acogía a los hijos segundones
de la nobleza. En pocas palabras, en el norte de los Pirineos
vivieron tan plenamente fascinados por el catarismo, que incluso
los católicos cuando hizo falta los
defendieron.

Para poder mejor situarnos en la mentalidad del siglo
XII, recuérdese que la sociedad vivió obcecada
entre la supersticiones y los milagros, temerosos tanto del
demonio como del "mal de ojo", por todo lo cual se fabricaron
amuletos protectores, y llevaban también talismanes
propiciadores de buena suerte. Es más, hasta un cerdo fue
acusado formalmente de regicidio. Se había introducido
entre las patas de un caballo, por cuyo tropiezo cayó el
príncipe Felipe, hijo del rey Luís VI. Si tales
juicios esperpénticos se realizaron en el siglo XVII, que
no sucedería dentro de una sociedad paupérrima en
el siglo XII, de mayor incultura y abusos señoriales.
Así pues, la Orden del Temple, metafóricamente,
puede compararse a la visión de una isla de gente
concienciada en un mundo donde se manipulaba la razón de
forma mucho menos sofisticada que en nuestro tiempo;…sin contar
la gran desinformación de las masas por los medios de
comunicación.

Ciertamente hoy padecemos de otro tipo de lastres, y me
disgusta que la ciencia institucional esté encasillada por
paradigmas convencionales. Algunos de los problemas fundamentales
permanecen ignorados, tratados como si fuesen un tabú, o
relegados en el último lugar de la agenda. Lo padecen
todas las ramas de la ciencia, pero desde mi punto de vista es
mayor en los estudios de Historia y de Arqueología. Para
ésta, por ejemplo, numerosos vestigios procedentes de un
pasado inadmisible, consiguen que los actuales eruditos en
nómina permanezcan impasibles. Ellos siguen respetando los
dogmas, porque se enquistan en corporativismos a pesar de ver
como se resquebrajan los amarres que antaño los
justificaban ante una ciudadanía sin información ni
cultura. En cuanto a la Historia, es bien sabido que la escribe
el vencedor y la manipulan los intereses económicos. La
verdadera Historia creo que no recordará los nombres de
los actuales licenciados, y en cambio su peor juez serán
sus propias conciencias.

Además de tener su propio alfabeto, los
templarios adoptaron la costumbre de encriptar de alguna forma
sus mensajes, siendo llamado Alefato hebreo, porque llegó
a Europa vía los gnósticos cristianos de Egipto y
Palestina. Era parecido al Código Pesher,
aplicado a los manuscritos del Mar Muerto. Con ello, tras una
inocente narración los iniciados esenios pudieron ser
alertados de asuntos graves sin ser descubiertos. Les
debió de parecer muy novedosa idea, pero ya existía
el método Abraxas para encriptar escritos
secretos, el cual fue inventado varios siglos antes de nuestra
Era, y su origen fue oriental. Consiste en sustituir cada letra
por otra, empezando por la primera que, siendo una A se convierte
en la Z, según descubrió H.Shonfield.
También tuvo éxito la substitución de letras
llamada Código Cesar, por ser practicado por Julio
Cesar.

La transmisión de los secretos de la Orden del
Temple, aunque se restringió a unos cuantos máximos
iniciados es evidente que se salvó. La prueba más
fehaciente de su continuidad, la constituye una donación
manuscrita del siglo XVII en la que la reina de España,
Mariana de Austria, concedió doscientos escudos al prior
de la Orden del Temple fray Pablo Inglés.

LA PATA DE OCA

Un símbolo templario muy iniciático es la
Pata de Oca, cuyo diseño se observa a lo largo de todo el
Camino de Santiago, al punto que se cree que identifica los
lugares de preferencia de la Orden del Temple y sus tumbas. Por
el solo hecho de presentar un Crucificado colgando de sus
muñecas, el gráfico simbolismo de la Pata de Oca
nos informa, ante todo, que los caballeros templarios
reflexionaron basándose en la realidad sin atender a las
dogmáticas suposiciones.

La idea de la Pata de Oca parece haber sido copiada del
Disco de Festos (Grecia), adaptándolo al también
llamado Camino de San Jaime. Gracias al paisaje y la
meditación, quienes lo han hecho a pie pueden pensar que
es mediante aquel cambiante paisaje que todo lo mejor de este
mundo se nos anticipa para estimularnos a merecerlo. La
inspiración simbólica de la Pata de Oca, más
que al gráfico diseño de la pata del animal que
evoca, para los templarios tuvo que ver con las tres estrellas
del "Cinturón de Orión", de la constelación
El Cazador.

La Pata de Oca les sirvió de inspiración
para su famosa cruz patente (la paté, griega), la cual les
fue otorgada por el Sumo pontífice el día 27 de
abril de 1147 con motivo de partir a la Segunda Cruzada. Antes en
su Regla no se la mencionaba. Superponiendo el símbolo,
invertidas una respecto a la otra, incluso surge el diseño
de la estrella de seis puntas rodeada con membrana. Los sepulcros
de piedra que presentan su tapa decorada con una Pata de Oca en
cada extremo, se consideran que allí fue enterrado
algún caballero templario. (véase mi
investigación sobre "El anillo de Moisés
descifrado").

El Codex Calixtinus (guía de ida y
vuelta del s. XII) que se guardaba en la catedral de Santiago de
Compostela, y considerado el más valioso del mundo, en
muchos sentidos, ha desaparecido de donde lo guardaban el mismo
día que escribo esta noticia aquí. En cuanto a su
trasfondo, se cree que fue, más que una guía, la
clave de la Obra alquímica". Los templarios transformaron
concretas indicaciones en el popular Juego de la Oca, al ser un
animal símbolo de sabiduría. Los templarios
mediante dicho juego enseñarían una ruta de
peregrinación simbólicamente "descafeinada"
mediante sesenta y tres casillas enroscadas en espiral y catorce
ocas, intercaladas entre la primera y la última ¿Se
referían a viajar de una encomienda a otra, o se
referían a sus iglesias en el camino? Las casillas mismas
representaban las etapas; Así como la famosa frase:
"de oca a oca, y tiro porque me toca", informaría
de haber concluido una peregrinación con éxito
gracias a pasar de una encomienda a otra. No obstante su
secretismo, se advierte que la imagen del puente también
se refirió a ir de un albergue a otro, así como que
cada pozo del tablero de juego evocó las depresiones de
los peregrinos al transitar a pie por "el Camino". No fue un
juego relajante para los templarios, puesto que tenían
prohibido jugar a los dados y ajedrez.

En Cataluña he visto el símbolo Pata de
Oca en la iglesia de Barberà de la Conca, decorando la
rodilla izquierda de una imagen de la Virgen y el Niño del
siglo XII. Fue cuando el juego llamado Jardín de la
Oca
hacía furor, relacionado con mujeres que peinaban
sus largas cabelleras rubias con un peine de oro. Se decía
que eran unas guapísimas, "xanas", "lamias", y
hasta "mouras", pero su común defecto era tener
una pata de oca. Desde el Antiguo Egipto que se relaciona tal
símbolo con el principio y final de toda vida, ambos
incluidos en el Juego de la Oca.

En Puente la Reina (Navarra) la Orden del Temple hacia
el año 1130 edificó la Iglesia de Nuestra
Señora de los Huertos y un albergue muy necesario para
atender a los peregrinos. En 1142 los templarios allí ya
tuvieron una encomienda. Su importancia quizá fuese por
recordar el simbolismo que le dieran a la forma la letra Y
griega; o quizá por estar la población llamada
Puente la Reina, ubicada equidistante de "Campo-de-Estelas" y
Marsella, ya que allí tienen los montes "de
l"Etoile",
que tiene forma de estrella.

Un Cristo sin cruz es venerado en un ábside de la
iglesia del Crucifijo en Puente la Reina (Navarra) en el donde se
reúnen los cuatro caminos de Santiago para ser uno solo.
El pueblo, con un esbelto puente románico, se
construyó en el siglo XII allí donde confluyen el
camino "Francés" procedente de Somport, y el Camino
Navarro procedente de Roncesvalles. El Salvador se presenta con
sus brazos en forma de letra uve (V) para formar la
simbólica pata de oca. Lo he visto también grabado
encima de una calavera en una piedra del Languedoc, exactamente
en la pared de la casa de la Rue des Grans Ducs de Foix.
El Cristo sin cruz de los templarios remite al "hombre iluminado"
según su frase: "Ponte un objetivo digno y
alcanzarás la luz". Los masones lo expresaron diferente:
"Abre los brazos de tu compás y trabaja en la
rectitud".
Actualmente un dibujo invertido de la dicha pata
de oca dentro de un círculo se ha convertido en
símbolo universal de paz.

En la iglesia templaria de Palma de Mallorca
encontré un par de semejanzas con el Cristo de la Iglesia
del Crucifijo en Puente la Reina, y son: la cruz del Crucificado,
y los pies del mismo. Además, ambas cruces están
llenas de tallos, florecientes brotes, como jóvenes ramas
del Árbol de la Vida. En el caso de los pies, los
especialistas les atribuyen el significado de:"Aquel que
caminó y buscó finalmente la liberación". La
cruz de la Iglesia del Crucifijo es más peculiar que la de
Palma de Mallorca, por tener la forma de pata de oca, tan
importante para los templarios porque de ella nació tanto
su cruz pectoral, y también su alfabeto secreto, con
muchos símbolos en forma de letra V.

No voy a extenderme en explicar su secreto alfabeto, ni
su relación con el árbol de la cábala que en
su parte superior sostiene invertido el triángulo de su
alfabeto básico. A mi no me gustan las cábalas,
fruto de la tradición hebrea que tanto se divulgó
en el siglo XII, aunque reconozco sus implicaciones de doctrinas
judías, árabes y hasta los neoplatónicos. Lo
mismo diré del tarot (una especie de "chuleta" (Ars
notoria
) para los dualistas que insisten en remontarlo al
Antiguo Egipto; y menos del Abaxas. Entretenerme en ello
sería un no acabar. Es más, por mucho que Arnau de
Torroja lo conociese, aquí ni tan siquiera me
extenderé en referir su apreciación por la cruz
pentagonal, imprescindible para situar los polos de la Tierra
cuando la estrella Venus (MM) cruza por el cielo estrellado con
precisión cada ocho años. El pentágono
sólo vale para los dos opuestos polos de una esfera hecha
de hexágonos. La sabiduría simbólica
está en la Estrella de David. La vi discretamente grabada
en piedra de una casa vecina a la iglesia de Lugo, y en el
pórtico de Santa María de Azougue,
significando que allí trabajaron unos canteros que se
llamaban "Hijos de Salomón" cercanos a la Orden del
Cister. En fin, hay temas por los que yo no paso.

Haré una breve alusión a la cruz
patriarcal de doble travesaño (el de arriba sería
para el INRI), aunque en realidad sea de origen oriental. En
España son famosas las veneradas en Caravaca de la Cruz
(Múrcia), la de Estella (Navarra), la de Ponferrada
(León) la de la catedral de Valencia y la de Betanzos (A
Coruña), donde la llaman Benbibre. Con todo, como
catalán me quedo con la de Bagá
(Barcelona).

Una "Pata de oca" mirando en dirección contraria
a la otra, me recuerda que los templarios copiaron de los
caballeros musulmanes el cabalgar por parejas, dado que juntos se
complementaron como almas gemelas haciéndose responsables
el uno del otro. Lo corrobora el que los templarios decorasen su
sello con dos jinetes montado un mismo caballo, pues por razones
estratégicas pudieron defenderse mejor en combate. Los
capitanes de una batalla tuvieron montura propia; siendo varias
las que tuvo todo Gran Maestre del Temple, quien en el campo de
batalla cabalgaba un brioso corcel oriental.

NUESTRA SEÑORA DE EUNATE
(NAVARRA)

El templo que en Jerusalén se presenta aún
con una cúpula dorada semicircular, fue construido para
proteger la peña que (conectada con el "Centro de la
Tierra"), sigue siendo venerada por tres religiones
monoteístas en la explanada del Templo de
Jerusalén. En recuerdo de la misma, en todas partes donde
se asentaron los templarios, copiaron su forma octogonal porque
les recordó la belleza de la simetría y lo
fundamental de la sabiduría. La Cúpula de la
Roca,
de Jerusalén, fue para ellos mejor referencia
que el también circular templo de Agripa en Roma (150
d.C).

En sus construcciones religiosas los templarios
utilizaron conocimientos de sus trascendentales ritos para que,
ordenado tales espacios, fuesen capaces de pasar de las tinieblas
a la luz; o si se prefiere, de lo perecedero/físico, a lo
espiritual (al menos en el plano astral). La iglesia más
iniciática construida por indicación de los
templarios en Hispania, es la segoviana llamada "de la Vera Cruz"
(porque en su magnífica cripta se guardó una
astilla de la cruz de Cristo antes de ser depositada en
Zamarramala). Como símbolo de Jesús prefirieron,
sin lugar a dudas, la figura del indefenso cordero pascual,
decorando con su ternura dentro y fuera de sus templos, como
aparece, debajo, en esta foto del que tuvieron en Palma de
Mallorca.

Los símbolos y mitos aunque no deben tomarse al
pie de la letra, ofrecen un espíritu que cuesta describir.
Si hoy se ven degradados a publicitar productos comerciales, es
porque no se puede dudar de su gran utilidad, en especial cuando
se trata de inocentes plafones para ordenar el tráfico. En
la Orden del Temple tuvieron símbolos propios muy
peculiares, empezando por dejar imágenes pintadas o
esculpidas del cordero Agnus Dei. Aunque lo
identificasen como Juan Bautista, fue el símbolo cristiano
que evoca la humildad de Jesús y la enseñanza
evangélica. Por cierto, la Ley Mosaica establece que el
Cordero Pascual debe ser atravesado por dos palos en
cruz para asarlo al fuego y luego comerlo ceremonialmente.
Atención a este diseño. Yo al menos lo
estudié exhaustivamente por su antigüedad e
implicaciones en otra de mis investigaciones.

Presento las explicaciones bíblicas acerca el
Cordero Pascual en el Anexo, al ocuparme del hermano
eclesiástico de Arnau de Torroja, pues creo que
también este símbolo debió de ser muy de su
gusto. Guillermo de Torroja fue muchos años Señor
de Viladecans (Barcelona), y debió de traspasar a sus
feligreses aquella devoción, pues incluso hoy día
utilizan el "Agnus Dei" para decorar los cristales de la
parada de los autobuses municipales.

La orgiva carácterística del arte
gótico ya se construyó precozmente en Inglaterra y
Normandía y también en Armenia en vida de Arnau de
Torroja. Un ejemplo más cercano, fueron los casi
verticales nervios de la bóveda de Nuestra
Señora de Eunate
(atribuida al Temple en el siglo
XII). El nombre Eunate significa en vasco "cien
puertas", sugerido por los muchos arcos que rodean tan bella
iglesia octogonal, hoy aislada y rodeada de campos de cultivo.
Entre los símbolos grabados en las columnas de su entrada,
hay un bastón de forma espiral (abacus), parecido
a la las plumas de Amón, dios egipcio del "sol
nocturno".

Aquella zona de Navarra fue muy apreciada por la Orden
del Temple, a juzgar por las iglesias que incluyen arte
islámico y simbolismo esotérico mediante elementos
arquitectónicos hispano-árabes. La ruta de
peregrinación hacia Santiago de Compostela a partir de
Puente la Reina (que está a 3 km. de Nuestra
Señora de Eunate
), sigue jalonada por los templos
románicos de: Torres del Río, Castrogeriz, y
Villalcazar de Sirga. Sus construcciones octogonales fueron
preferencia de los templarios, quienes previnieron en ellas un
lugar de meditación elevado para que el neófito
pudiese velar sus armas la noche antes de hacer su juramento.
Santa María de Eunate conserva sólo la
escalera de acceso al mismo, añadida al muro
exterior.

Exterior es también allí su claustro,
aunque no es tan insólito como parece, pues imitó
el de la Cúpula de la Roca de Jerusalén. Aunque en
Eunate se presente hoy descubierto, sirvió como
deambulario procesional, la cual idea los monjes templarios
copiaron viendo las ceremonias de los sufíes de Palestina.
Allí se celebraron rituales recorriendo el espacio
exterior al templo ¿Como lo hizo el rey David ante el
Arca? Sí,…pero antes lo experimentaron los celtas, y
antes aún los primitivos constructores de dólmenes
y cromlechs de la prehistoria europea. Me remito a un ritual
medieval que en Francia efectuó incluso el obispo de
Chartres, al evolucionar danzando dentro de la mayor y más
iniciática catedral del mundo. En la decoración del
citado templo gótico no se dio puntada sin hilo, y no me
refiero a la simbología habitual, como por ejemplo: las
columnas son los apóstoles, sostén de la Iglesia;
pues aquí trato de aspectos que llevan más
allá de la belleza de edificios. Se trata del alma de las
personas.

Construir un techo siempre es el principal problema de
cualquier edificio. El vasto plan de construir en suelo galo
catedrales sabiamente dispuestas sobre una muy región
entera, imitando la disposición en el cielo de las
estrellas de la constelación Virgo (Isis), se gestó
a partir de 1160 siendo Gran Maestre Arnau de Torroja. Otros
conocimientos que se practicaron en el siglo XII nos
extrañan debido a nuestro actual orgullo, olvidando que
siendo superiores deberíamos ejercer de humildes. Por
ejemplo, emplearon como pararrayos, puntas de hierro en sus
edificios cubiertos, porque ya las hubo en el techo del Templo de
Salomón de Jerusalén.Es más, ya los egipcios
de la antigüedad los usaban en los templos de sus
divinidades.

El
Baphomet

Con su símbolo llamado Bafomet los templarios
recordaban al Precursor, decapitado por el rey Herodes cuando
estaba encarcelado. Evocando a san Juan Bautista pudo tratarse
del símbolo del "hombre completo", si se tiene en cuenta
que Jesús dijo de él que: "No ha había otro
hombre nacido de mujer que fuese mayor que él". El
Precusor gozaba de la sabiduría divina, y la
compartía por el "bautismo de agua", de cuya
inmersión salían todos renacidos en espíritu
(o fuego, porque se repitió el día de
Pentecostés).

Arnau de Torroja, por haber conocido bien las ideas de
los herejes "mandeanos" (quienes, como la secta de los
"nusayries", eran seguidores de Juan Bautista),
debió de opinar que la fea cabeza Bafomet sería
como el demonio "socrático" que cada persona lleva en su
interior. Es decir, no se opondría a la divinidad, pero
debe ser controlado porque de lo contrario se es víctima
de las propias pasiones. Un símil en la religión de
la Roma clásica sería la figura de Jano, con dos
rostros, simbolizando el inicio y el final de la obra merecedora
de un digno empeño. Ahora bien, el culto al cráneo
es ancestral, y siempre habrá dudas acerca de cual pudo
ser su origen.

Si al nombre Bafomet se le aplica el código de
sustitución de letras llamado Atbas (conocido
desde cinco siglos a.C.), se obtiene la palabra sabiduría.
María Magdalena y la palabra sabiduría, fueron
sinónimos para los gnósticos y ocultistas, por su
convencimiento de que la primera divinidad universal era femenina
y se veneró en todo el mundo durante cientos de miles de
años. Los fundadores de la Orden del Temple lo
tendrían en consideración, así como debieron
atender a cuantos les explicaban que Jesús en realidad
había sido un hereje dentro del judaísmo. Lo
dignificó Saulo de Tarso al convertirse a la fe cristiana;
y lo hizo sin que los demás apóstoles sospechasen
lo más mínimo de su plan, que al fin
institucionalizó a la Santa Iglesia
Católico-Romana.

Cuando Godofredo de Bouillon en Tierra Santa
conoció las ideas de los seguidores del Precursor (entre
los cuales Jesús de Nazaret), insitucionalizó la
Orden de Sión, con la convicción de que el
espíritu humano tiene supremacía sobre la carne.
Así se pretendió explicar que los grandes maestres
de dicha orden adoptasen el sobrenombre de "Juanes",
ignorándose si con ello, además de recordar a san
Juan Bautista, querían remontarse a Oannes, "el
dios-pez" de Sumer.

El Baphomet, una ruda forma de cabeza humana barbuda,
les recordaría la sabiduría heredada, por
corrupción de la palabra Abufiamet. Es
verosímil su adoración a dicha cabeza cortada,
porque en numerosos capiteles de sus templos se presentan
cornudas cabezas con muy feo aspecto. Quizá
evocarían a la Síndone, así llamada la
Sabana Santa de la catedral de Turín (It.), pues
estando plegada mostraría sólo el dibujo de una
cabeza ¿O quizá el Baphomet fue un referente a la
"cabeza parlante" inventada por el pontífice Silvestre II?
Aquella que contestaba "si o no" mecánicamente, sin
necesidad de esconder interiormente a ningún
vocero.

Referente a la sábana llamada Síndone,
dudo que Arnau de Torroja la conociese, ni tampoco el lienzo de
la Santa Faz de la Verónica, guardado en la catedral de
Oviedo (Asturias). Inicialmente fue llamado Tetradyplon,
por sus cuatro pliegues, y posteriormente Mandylion cuando fue
enviada dicha reliquia a la ciudad de Edesa para curar al rey
Abgar V (según transcribió Eusebio de Cesarea en el
siglo IV). Desapareció de Constantinopla el día 12
de abril de 1204, y cuando de nuevo apareció casualmente
fue en Lirey, diócesis de Troyes -Corte de Champagne-,
justo en el mismo bosque selvático de preferencia de los
antiguos druidas de Francia. Allí fue también donde
por primera vez se reunieron los nueve primeros promotores de la
Orden del Temple.

Por haber sido cortadas son cabezas famosas, tanto la
del dios egipcio Osiris como la del gigante Goliat, pero ninguna
como la de Juan Bautista reclama tantas veces la autenticidad en
muchos templos de diferentes religiones. Se resalta la forma de
la cabeza en algunas iglesias, y personalmente puedo constatar
que hasta bien entrado el siglo XXI, he visto una gigantesca
cabeza de san Juan Bautista colgando debajo del órgano de
la catedral de Barcelona (Ahora está en el Museo
Marés
, al otro lado de la calle).

La catedral de Amiens, que fue construida para guardar
reliquias, dentro de un rico relicario custodia también la
presunta auténtica calavera momificada del Precursor,
traída de Constantinopla por Gualterio de Sarton en 1206.
De ser ello cierto, no entiendo como hay gente empeñada en
seguir buscándola en tierras de Siria. En Flandes
también es venerada la cabeza del Precursor clavada por su
nuca a un relicario. Está en la vieja iglesia templaria de
Anzeghem. Otras están en la iglesia de Saint
Merry
de París, con aspecto de busto cornudo. No es
extraño que las orejas sean puntiagudas, pues como toda
pluma sobre la cabeza de los indios pieles rojas, siempre se
evocó, igual que en todas partes, disponer de
conexión directa con la divinidad celestial.

Los templarios veneraron varios santos decapitados, como
santa Eufemia y santa Úrsula, y todo ello sirvió
para acusarles de unas ceremonias de magia negra que
empleó cráneos humanos, quien sabe con que objeto.
En la iglesia románica de los templarios en Palma de
Mallorca, iniciado en el siglo XII durante el período
musulmán (Almudaina de Gomara), siguen en su sitio dos
capiteles con cabezas del tamaño de un puño pero en
máximo relieve, ambas sobre las columnas de cada lado de
la entrada. Por ser propiedad particular nadie ha roto aún
las dos cabezas del tamaño de un puño que
sobresalen por encima de cada columna del arco de
entrada.

En los templos de Cantabria los templarios esculpieron
en capiteles caras barbudas flanqueando a las Tres Marías.
En Palencia la iglesia circular de Vallespinoso (Aguilar del
Campo) dos personajes barbudos aparecen entre motivos vegetales y
sostienen dos llaves. He visto cabezas semejantes esculpidas
cerca de una estrella de seis puntas y una cruz de
Jerusalén en Penya-roja de Tastavins, cerca de la
ciudad de Tortosa (comarca de Mataraña-Tarragona). Las
cabezas humanas adornando templos de la Orden del Temple, decoran
muchos templos de los Pirineos. Al arte románico me remito
a continuación para revelar una "Estrella de David"
subliminalmente oculta en el rostro más famoso del
Museu Nacional d"Art de Catalunya (Barcelona). Aunque al
arte románico catalán en el siglo XII tuvo
preferencia por el Cristo-Rey triunfante ¡incluso
estando crucificado!, obsérvese el saludable aspecto de
"El Pantocrator" que se pintó en la iglesia de
Santa María de Tauhll (Pallars Sobirà).
Así de subliminal, e invisible, siempre se ha mostrado el
rito del "Matrimonio Sagrado" (Hieros Gamos) de los
gnósticos y de los herejes cátaros.

Continuando con los antiguos enclaves templarios de la
Península Ibérica, hay un Bafomet en la iglesia de
Nuestra Señora de la Asunción
(Ráfaels-Teruel), y otro en en la iglesia de Santo
Bartolomé de Ucero (
Río Lobos, a 53 km. de
Soria), donde además se rememora el Arca de la
Alianza
con los enigmáticos Tabotat, siempre
sobre montados de un rostro humano. En la antes citada iglesia
navarra Santa María de Eunate una piedra muestra
un rostro esculpido con el típico "Tercer Ojo" de los
hindúes, situado en mitad de su frente, para indicar que
el iniciado en la Orden había alcanzado la
revelación. En los capiteles de Eunate es curioso el hecho
que se presenten muchos temas a pares. Por cierto, un capitel de
la entrada NW. hay esculpidas dos cabezas humanas, de enormes
ojos abiertos, y con grandes barbas enrolladas formando cuatro
espirales ¿Simbolizando haber superado el "laberinto" de
la vida? En tiempos de Arnau de Torroja se deseaba que los nobles
también tuviesen su vía alternativa para alcanzar
la Verdad pura, y con ello hacer posible su renacimiento,
superando los tiempos cuando sólo estuvo reservado a los
clérigos. Son tan numerosas las esculturas templarias con
el mismo tema, que en la iglesia de Aldea (Gran Canaria) llegaron
a esculpir una roca entera con forma de cara humana, y cerca suyo
una cruz templaria.

En Ucero, los relieves de cabezas se agrupan en
número de cuatro, y remiten al nombre de Dios, por las
letras empleadas para escribir sus anagramas, tanto los
cristianos como los musulmanes, debido a las influencias
asimiladas por los templarios durante su misión en
Palestina. Se creía que las cabezas cortadas revelaban una
sabiduría que las personas somos incapaces de descubrir
sin ayuda. Simbolizaban una clase de vida intermedia entre Dios y
los humanos, y quizá por ello Julio Cesar en la antigua
Roma guardó la cabeza cortada de Pompeyo. Guillermo de
Malmesbury, en la Edad Media, estimuló la
imaginación literaria cuando presentó a los
europeos el culto a las cabezas cortadas; tanto, que se
creyó que el papa Alberto Magno tenía una que era
capaz de emitir sonidos imitando la voz humana.

Cuando los templarios gritaban "Selah" durante
su ritual presidido por el Baphomet, quizá
rememoraban la la palabra judía femenina "Shiloh"
que era un antiguo lugar sagrado cercano a Jerusalén, cuyo
nombre aparece en el Antiguo Testamento relacionado con el
Mesías. Otros lo han interpretado como el nombre oculto
del bautismo relacionado con Mahoma por omisión de su
parte central, o sea, "Baph(tismoMah)omet". Su raiz
griega "Baphe", significa tintura por inmersión,
y "Meté-os" es alusión al espíritu,
por lo cual sería el "bautismo espiritual". Para los
gnósticos, remite a la sabiduría heredada, por ser
corrupción de la palabra "Abufiamet".

Dejando a parte el descifrado obtenido
aplicándole los códigos Abraxas o el
Atbash,
hay estudios sibilinos que agotan -y agotan al
profano como yo- el simbolismo de la palabra BA-PHO-MET. Hay que
invertir dos veces sus sílabas, obteniéndose
entonces abreviaciones de múltiple adaptación. Por
ejemplo, después de la doble inversión de
MET-PHO-BA, resulta: TEM-OHP-AB, que por lo visto
significa: Templi-Omnium paces- Abas" (El dios del templo de la
paz entre todos los hombres).

Los templarios, además de venerar la cabeza
Baphomet, también hicieron rituales a la Santa Sangre, en
una ceremonia remontable a tiempos anteriores a la
división de los cristianos, debida a las diversas formas
de interpretar el mensaje redentor de Jesucristo (a parte de los
triunfantes "paulinos"). De tales antecedentes, la Iglesia de
siglos posteriores no quiso recordar nada; le repugna, como
también el hecho de que a veces las prisas para ir al
campo de batalla obligasen a los caballeros a asistir a la santa
misa sin desmontar de sus cabalgaduras.

LA LETRA TAU (T)

La letra griega Tau está relacionada con el Ankh,
la cruz ansada del antiguo Egipto, y es la forma de la cruz sobre
la cual fue crucificado Jesús, porque tal era la norma
entre los romanos desu tiempo. Es un símbolo que se
destaca de entre los muchos dibujados sobre las setenta
láminas de diferentes metales y tamaños que se
descubrieron en Jordania en el año 2006. Están muy
corroídas, gracias a lo cual se pudieron fechar en el
siglo I. Lo que ya se ha descifrado avisa de la llegada de un
Mesías, y podrían llegar a ser un revulsivo para la
historia del cristianismo. No se trata de rollos, como era norma
de los judíos (Torah), sino formando un libro cuyo lomo
está cosido también con tiras de metal.

Antes de centrarme en la Tau recordaré que cruces
de muchas formas ya existían en todas partes del mundo
desde siglos antes de que Jesús hubiese nacido. Los
templarios tuvieron permiso del Sumo Pontífice para
decorar su hábito blanco cosiendo una cruz Paté, o
de Malta, sobre su hombro izquierdo y también en su capa.
También ocupaba la parte curva superior de un escudo con
perímetro almendrado pues abajo terminaba en punta. En el
siglo XII aquella cruz de cuatro grandes brazos iguales,
repartidos sobre un espacio cuadrado, era un símbolo
extraño para los cristianos europeos. Los templarios cien
años después llegaron a tener diez variantes para
distinguir regiones y jerarquías. Eran más comunes
las llamadas "griega" y la "patriarcal" pero aquí me
referiré a la que tuvo forma de vara de Moisés, o
sea la letra T, como una muleta del siglo XX.

La Tau era la marca de Yahvé que los antiguos
kenitas llevaron sobre sus frentes desde siglos antes de
que Moisés se les uniese en su llegada a la
península del Sinaí. Es la última de las 22
letras del alfabeto hebreo, y de su relación con el 69
resulta el número 3,1415 (Pí), lo cual según
el Zohar informa, convierte al 69 en un número divino. La
Tau debió de ser aquel trazo mágico pintado sobre
las puertas de los hebreos, luego guiados por Moisés fuera
de Egipto, con objeto de que el "Ángel exterminador"
pasase de largo y respetase sus vidas aquella noche
fatídica de la Pascua judía.

El trazo de la Tau no fue original de la Orden del
Temple, pues se la encuentra en el norte de Europa simbolizando
al dios Thor (por su martillo), siendo más interesante
aún la forma que aparece en el arte egipcio. La sostiene
en su mano el dios Toth (luego fue llamado Hermes y
también Mercurio) como símbolo de equidad pues la T
es también el diseño de los dos brazos de la
balanza con que se pesaba el alma del faraón difunto.
Sólo quitando de encima de la letra T el círculo
que distingue la cruz ansada egipcia, conocida como la "Cruz de
la vida", ya se obtiene el símbolo básico de la
Orden del Temple ¿Acaso les estorbaba el círculo
del sol (Ra) que era llamado
"Dios-de-la-cara-única?

De forma natural, la letra T, variante secreta de la
cruz templaria (que usaron una decena de variantes, y acabaron
dando un color diferente para cada orden), decora la espalda de
los escarabajos, siendo para los antiguos egipcios un
símbolo de transformarse-renacer ("jeper" en los
jeroglíficos). La simbología egipcia no tiene
desperdicio, y traspasa los siglos subliminalmente. Más
que ninguna otra esfinge del mundo antiguo, la colosal de Giza
antaño simbolizaba la unión del gobernante de turno
con la religión institucional. A la esfinge
simbólica entre los hebreos la substituyó el
león rampante que decora aún tantísimos
blasones heráldicos; el cual remite al bíblico Rey
de Reyes vía el heroico san Guillermo I de Gellone (Fr.),
aunque actualmente la nobleza lo ignore.

A mi, que resido en Barcelona, me complace admirar como
aún es recordado el antiguo símbolo Tau, muy grande
y de piedra, emplazada en lo más alto de la "Fachada
del Nacimiento"
del templo de la Sagrada Familia. Debo
reconocer, no obstante, que aún gozo mucho más
levantando mis ojos al techo de la gran nave de dicho templo,
situándome en el centro del deambulatorio alrededor del
ábside, para ver iluminada la subliminal cruz convencional
que Antonio Gaudí diseñó empleando todo el
techo de su obra más universal. Su impacto aumenta por el
esplendor luminoso provocado por decenas de claraboyas,
símbolo de los santos de la Iglesia.

En el castillo de Ponferrada (León), donde los
templarios tuvieron un imponente castillo, es donde la letra Tau
es más visible; y también en Santa María
del Naranco
(Oviedo). Su diseño difiere de la cruz
tradicional, porque los templarios fueron reacios a recordar el
instrumento con que Cristo fue martirizado. Por ejemplo, su "Cruz
de Malta" la miraban más como un símbolo de
equidad, que como cruz de tormento. La llamada Tau, para mi
aún tiene más alicientes añadidos. Con dicho
trazo se forma el género femenino en el lenguaje
kármico y en los idiomas semíticos, pues derivan de
la misma fuente común que dio el berebere, el
etíope y el libanés. Me interesó estudiar el
misterio de Rennés-le-Chateâu (Aude-Fr.) porque
está basado en las letras TET, que tanto en hebreo como en
egipcio vienen a dar la idea de un embrión. Intenté
verificarlo por la vía del valor numérico de cada
letra y resultó la palabra ombligo, lo cual me
inquietó porque está situado en el centro de la
"geografía" del cuerpo humano.

Las cosas del mundo tiene valor por la utilidad que se
les da, y yo puedo dar fe de que la enfermedad bien utilizada
resulta beneficiosa. Viene a cuento, por el hecho de que la letra
Tau fue un símbolo útil, pues sirvió a los
templarios para distribuir en el siglo XII los continentes del
mundo conocido: Asia encima, y Europa y Africa a cada lado del
trazo vertical. Lo basaron en el diagrama T-O, siendo la O la
forma circular del mapamundi, y la T separaba las tres porciones
de una geografía que siempre tuvo Jerusalén en el
cruce de líneas central, y el norte magnético a la
izquierda. Era una idea clásica que en siglo XI
presentó primero san Isidoro de Sevilla
("Etimologías") para dibujar sus mapamundi. Si no
se conservaron más Mapas T, fue porque
incluían dibujos de caballeros templarios. Dado que la
Orden fue anulada en 1313, y los caballeros con suerte escaparon
de ser detenidos, se llevaron muchos de sus tesoros y
también sus libros. Otros documentos quizá los
destruyesen los mismos templarios. No sería
extraño, pues se sabe que, tanto el faraón Tutmosis
III y Quetzalcoat en Mélico, ambos hicieron destruir todo
el arte plástico y escritos referentes a sus
predecesores.

Al presentar la letra Tau de los alfabetos hebreo y
griego, se nos remite al Apocalipsis de san Juan (7:2-3), donde
es el símbolo de Cristo, o el sello del Dios vivo. En fin,
según el libro de Ezequiel (Cap. IX), siempre la Tau es un
símbolo protector para los cristianos, puesto que se
atribuyó a Moisés, simbolizando la cruz de Cristo,
pero sin el cartel INRI sobre su cabeza. El símbolo de la
cruz cristiana inicialmente fue la "Cruz Ansada" Ankh,
significando vida universal oculta en todas las cosas, y
también la continuidad de la vida en el "más
allá". Según los expertos, Joshua, el
nombre griego de Jesús, procedería de la forma de
la cruz ansada, la cual es muy parecido a los símbolos del
origen del universo y de la vida que tuvieron las tribus de los
Dogón en África. Por extraño que
parezca, dicha tribu, negroide y analfabeta, también
inventaron otros conceptos utilizados en el Antiguo Egipto. La
francmasonería medieval, para recordarla trazaron la forma
semicircular del ábside, igual en todas las plantas de las
iglesias cristianas con lo que siguen mostrando la forma de la
Tau; y quizá el símbolo del grado del Arco Real que
sería la "Triple Tau", del estandarte judío de las
tribus de Rubén y Judá. Enlazadas las tres letras
Tau, conjuntaban la idea de unir tres poderes: El poder real, el
sacerdotal, y el don profético.

TRIÁNGULO SEGUNDO: VÉRTICE
3 DIVAGACIONES SOBRE EL SANTO GRIAL

El Grial se buscó en todas partes y siempre, por
tratarse de la búsqueda de uno mismo. Todos debemos
afrontar las grandes preguntas de la humanidad, empezando por
cómo nos comportaríamos en determinadas
circunstancia. Hay que conocerse y marcarse metas para alcanzar
un superior nivel de conciencia, después de haber logrado
olvidar el lastre que nos lo impida. Muchos han de tenerlo
difícil, porque el planeta Tierra, visto desde el planeta
Júpiter, no ofrece ni un punto de luz, por lo cual parece
obvio que poco ha de importarle al cosmos si hay vida o no en
nuestro mundo. El caso es que la hay; y además conciencias
humanas muy loables y otras incluso enternecedoras. A mi me basta
con creer que ni el "Cosmos" -ni nada- podría dar aquello
que no tiene: Mi conciencia, por ejemplo; y lo escribo muy
humildemente.

Volviendo ya al Santo Grial, su visión
física más difundida fue el cáliz de la
Última Cena; finalmente, el año 1218, adoptado por
la Iglesia en el rito de la "transubstanciación", como
contenedor idóneo de la Sangre de Jesucristo crucificado.
Durante los doce primeros siglos el cristianismo ignoró el
cáliz Grial, y también la descendencia de
Jesús y de María Magdalena. Era considerada una
idea peligrosa, por blasfema, y habría significado la
muerte de quien osase exponerlo.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25
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