Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Colección “Revisión Cultural” (desde 1978) (página 8)




Enviado por Ramon Ramonet Riu



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25

El rey Amalrico en 1163 vio de nuevo una oportunidad
para vengarse del sultán Nuradín de Siria y se
movilizó; para ello reforzó su ejército con
tropas de las órdenes monástico-militares. El
país de los antiguos faraones tenía un poderoso
atractivo para los francos que en vida de Arnau de Torroja
dominaban Palestina como si fuese un apéndice de Europa.
En la primera ocupación de Egipto intervino Arnau de
Torroja siguiendo al Gran Maestre general de la Orden del Temple,
y amigo, Bertrand de Blanchefort . Fue la única
ocupación de Egipto que puede considerarse casí
pacífica, al haber sido solicitada la protección de
los francos, e incluso remunerada espléndidamente, porque
se trataba de frenar la anarquía existente en la populosa
capital fatimí de El Cairo.

El ejército del rey Amalrico de Jerusalén
lo formaban extranjeros a los que se concedía una renta o
un feudo; por lo que el rey tenía a sus órdenes una
cosmopolita tropa formada por caballería ligera de turcos,
arqueros maronitas del Líbano, y una infantería
armenia y siria. En total eran unos veinte mil hombres, de los
cuales sólo unos cientos fueron realmente caballeros a los
que les reforzaron continuamente expedicionarios cruzados que
llegaban de Europa.

Amalrico I lanzó una fuerte ofensiva ocupando El
Cairo con relativa facilidad en 1163, en la cual participó
el Gran Maestre Bertrand de Blanchefort ya nombrado para la
más alta jerarquía (1156-1169) a los pocos
días de morir su predecesor André de Montbard.
Aquella fue la primera campaña importante de los francos
en Egipto, resultando una ocupación relativamente
pacífica en la cual Bertand de Blanchefort fue el
máximo estratega, y aunque no hay ningún documento
que corrobore la estrecha amistad que aviso aquí,
probablemente Arnau de Torroja entonces incluso pudo haber sido
su asistente personal.

Si se dudase que Bertrand de Blanchefort estuvo en la
ciudad de El Cairo en 1163 formando parte del ejército del
rey Amalrico I de Jerusalén, él mismo lo
escribió de su puño y letra el mes de octubre de
1164 al rey Luís VII de Francia, de quien Blanchefort era
amigo desde que desembarcó en Palestina con objeto de
capitanear la Segunda Cruzada, acompañado de su erudita
esposa Leonor duquesa de Aquitania. En el escrito de Bertrand de
Blanchefort al rey de Francia le informaba de su campaña
de Egipto en 1163 (está reproducida en el libro de J.
Mestre Godes "Los templarios" Barcelona 1.999 p. 148-159). Entre
otras cosas le explicó que, estando en Egipto, supieron
que el sultán Nuradín hizo atacar ciudades del
Norte de Siria, por lo cual debieron de salir muchas tropas para
acudir a liberar Antioquía y Tiro. Hayque suponer que para
la defensa de Jerusalén había unos 15.000 infantes
(franys), aparte de la caballería que serían unos
20.000 caballeros más. En cuanto a la orden de Sión
y del Temple, no eran un número importante, pero si las
mejores fuerzas de choque y muy aptos para desplegar la
estrategia de combate idónea.

Tanto en la primera gran la expedición de Egipto,
como después en la veloz ayuda de Antioquía, Arnau
de Torroja debió de luchar junto a su amigo y superior
Bertrand de Blanchefort , siendo quizá su probable
consejero en sus difíciles gestiones y estrategias de
campaña.

Estando junto al río Nilo, durante aquellos meses
de ocupación pacífica de El Cairo, ambos nobles
amigos encontrarían tiempo para poder admirar muy de cerca
el conjunto monumental de las pirámides de Giza en 1163.
Por entonces éstas todavía estaban recubiertas de
pulido mármol blanco y con escritos en toda su superficie.
De ello dejó constancia en 1180 el cronista árabe
llamado Abd el-Latif, añadiendo su opinión
particular que si tales jeroglíficos se hubiesen copiado,
habrían llenado 10.000 pergaminos. De hecho aquellas losas
preciosas de recubrimiento de la más perdurable de las
Siete Maravillas del Mundo Antiguo las hizo arrancar el
sultán Al Qaerá cuando un terremoto devastó
el Cairo en 1356, empleándose todas en restaurar edificios
públicos, primero, y privados después.

Arnau de Torroja al desembarcar en Antioquía
también habría admirado el llamado "pilar de
Pompeyo" de granito color rosado, de 25 m. de altura y 9 m. de
circunferencia (había sido erigido allí en honor
del emperador Diocleciano cuando en 297 d.C. ya era el
único vestigio del muy antiguo templo egipcio llamado
Serapheum). Al llegar los sirios ambos personajes ya
habían salido hacia el norte para liberar las principales
ciudades atacadas en agosto, siendo ayudados en aquella
reconquista por los de Triplo y Antioquía. Es decir, al
atacar los sirios ambos no estaban ya en El Cairo,
paradójicamente por ser los miembros más eficientes
de las fuerzas de choque del los francos, y porque como
templarios deseaban buscar siempre el mayor peligro en las
batallas "para mayor gloria de Dios".

El rey Amalrico I de Jerusalén al llegar a Siria
pidió la paz tan pronto pudo cobrar alguna ventaja, porque
se sintió abrumado por las miles de bajas, y además
los más nobles del país se habían hecho
cautivos, entre los cuales Balduino de Antioquía y
Raymundo de Trípoli. Este último permaneció
encarcelado una década en la prisión de Damasco. En
consecuencia el rey Amalrico I de Jerusalén tomó la
regencia del condado de Trípoli en nombre del muy noble
Raymundo. Allí el rey de Jerusalén no pudo actuar
contra ningún vasallo, ni ordenar la confiscación
de sus bienes, y tampoco podía menguar los privilegios de
la Iglesia, ni los de las órdenes militares; y en cuanto a
las colonias de mercaderes occidentales, éstas se
habían enquistado en el Reino Franco de "Outremer" cual
pequeños Estados independientes. Los reyes de la Ciudad
Santa organizaron una corte según la del estado
francés de donde procedían, nombrándose
todos los cargos a voluntad del rey. El ejército fue la
única institución vital del Reino Franco y estaba
formado por todos los vasallos que tenían algún
feudo.

Bertrand de Blanchefort , además de valeroso
guerrero y estratega, también dejó el recuerdo de
haber sido hombre piadoso y justo. A pesar de ser el Gran
Maestre, cumplía la norma aceptada por todos los
caballeros de la Milicia de Cristo: ser siempre los primeros en
entrar en combate y los últimos en dejar el campo de
batalla. Bertand de Blanchefort reformó en profundidad la
Regla que inicial de los templarios, adaptándola a su
época y concretando las jerarquías de la Orden,
así como disponiendo que ni él ni otro Gran Maestre
pudiesen modificar nada que afectase a la Orden del Templo sin
someterla a la aprobación del Capítulo General.
Como Blanchefort entonces era buen amigo de Arnau Torroja, es
posible que éste incluso le ayudase a mejorar el borrador
de lo propuesto previamente al capítulo. Dicha
redacción de la Norma del Temple fue seguida de otra Regla
Latina escrita por Etienne de Chartres, patriarca de
Jerusalén (1128-1130) y tuvo diversas traducciones
(incluso fue redactada en catalán después del
1267). Aquel año 1163, a pesar del grave cisma del papado,
se celebró el Concilio de Tours, presidido por el papa
Alejandro III, y en cuyas sesiones se trató de la gran
extensión que estaba adquiriendo el catarismo en las
tierras del Languedoc y Gascuña. (también entonces
se empezó a construir la catedral de Notre-Dame de
París).

La ocupación de El Cairo por francos y templarios
en 1163 coincide con la proclamación de una sorprendente
bula papal titulada: Omne Datum Optium, la cual benefició
enormemente las arcas de la Orden doble de Sión y del
Temple. Explícitamente se les autorizaba a quedarse con
los botines de los enemigos vencidos. En la historia de la orden
religioso-militar de los templarios los asuntos económicos
fueron de su máximo interés,… aunque
económicamente en el Reino Franco de Jerusalén no
tuvieron grandes recursos, ya que la Iglesia y los mercaderes de
las colonias occidentales quedaron libres de tributos,
limitándose los reales ingresos a los derechos aduaneros y
a la tierra. Por tal motivo se aprovecharían hasta el
máximo el derecho de botín y de
confiscación.

Para los francos se trató de una ocupación
que les abría a los mercados de Oriente y por parte del
sultán sirio oponente, Nuradín, se trataba de
devolver a la verdadera fe a los musulmanes sunnís de
Egipto. Sucedió que Nuradín cuando atacaba en Siria
a los francos a fin de dividirles, concibió una iniciativa
nunca antes imaginada; él mismo expulsaría a los
cristianos de Palestina empleando el recurso de la "guerra
santa". Aquella iniciativa contra el rey de Jerusalén
hasta entonces había sido inconcebible. Nuradín, no
obstante, tan sólo se limitó a quebrar el flanco
occidental del Reino de Jerusalén con la toma de los
castillos de Paneas, Subeiba y Baniyas, esta última en el
norte de Palestina cuya población había sido
arrasada por él mismo en 1157 sin tomar la fortaleza. Era
la posición más avanzada del Reino Latino, siendo
estratégica por controlar la ruta de Damasco hasta la
costa.

En su segundo intento Nuradín logró
conquistar la fortaleza de Baniyas, y sin temor a despertar las
iras de Bizancio, ocupó también Antioquía.
Además aprovechó para atacar la provincia de
Trípoli, a cuyo castillo acudieron rápidamente los
templarios, entre los cuales probablemente también estuvo
Arnau de Torroja. En dicha campaña, si en un principio
venció Nuradín junto a Biga, después,
gracias a muchos cruzados recién llegados de Europa, lo
derrotaron en la batalla de Harenc, donde perecieron sesenta
caballeros templarios.

Nuradín no se quedó mucho tiempo quieto
porque no le bastaba con gobernar el sur de Siria (el norte
pertenecía Manuel de Bizancio), Alepo y Mosul en
Mesopotamia. El sultán Nuradín de Siria en 1164
había procurado hacer caer en desgracia al visir Shawer
ante el propio sultán de Egipto sin conseguirlo. Al
saberlo Amalrico I, rey de Jerusalén, decidió tomar
ventaja de aquella situación aliándose con el
atemorizado visir Shawer, con quien ya habían tenido
relación antes (y posteriormente en 1167 ambos aún
volverían a ser aliados). En realidad el rey de
Jerusalén en 1164 se lanzó a aquella empresa por
haberlo animado el nuevo Gran Maestre de los hospitalarios
llamado Gilbert d'Assailly. La intención de Amalrico I era
ocupar el país por las armas, y la excusa oficial fue: que
los fatimís de Egipto se habían retasado en el pago
acordado para su protección de El Cairo (60.000 piezas de
oro).

Una vez liberado Bohemundo, príncipe de
Antioquía, el rey de los francos de Jerusalén
Amalrico I estuvo libre de su cargo de regente y decidió
la expansión de su reino conquistando Egipto, pero
entonces el visir Shawer ya había sido otra vez derrocado.
Lo repusieron en su trono por lo cual el gran líder
unificador Nuradín, desde Siria al conocer aquella
campaña de los francos quedó anonadado.

Nuradín, pues, en 1164 envió de nuevo un
ejército para expulsar a los francos de Egipto, donde
guerrearon el rey de Jerusalén y el sultán de
Damasco, uno a favor de un aspirante al trono de visir de El
Cairo y el otro a favor de su contrincante. Nuradín estaba
muy resentido y el mes de mayo de 1164 mandó a Shirkuh, su
mejor general de origen kurdo. Guillermo de Tiro,
contemporáneo de los hechos, lo describió
más bien bajo y entrado en años, siendo
distinguible por un parche en el ojo debido a cataratas. Era un
guerrero vigoroso, capaz, ético y ecuánime, algo
poco común en aquel tiempo. Shirkuh cabalgó
veinticinco días hacia Egipto (abril de 1164), siendo
guiados por varios beduinos que conocían los oasis y
arroyos cercanos al mar Rojo, porque la sed les era más
temida que cualquier enemigo.

El primero de mayo los francos ya estaban ante los muros
de El Cairo. También hacían el camino hacia Egipto
el general Shirkuh y nueve mil sirios, aunque procuraron no ser
descubiertos por temor a retrasar su misión. Siguieron el
río Jordán hasta el Mar Muerto, para
después, atravesando el Sinaí, llegar a las
murallas de Bilbeys, las cuales conservaron después que
fueron tomadas.

También acudió el rey Amalrico I que
salió con otro ejército de Ascalón en la
costa mediterránea. Era el límite máximo del
Reino Franco (cerca de Gaza), y había sido fatimí
hasta que los cruzados la tomaron el mes de agosto de 1153.
Aunque no tenía fuentes, fue el único lugar donde
proveerse de agua potable de un río subterráneo al
hacer la ruta ente Egipto y Mesopotamia. Aquel castillo de los
cruzados garantizaba las comunicaciones hacia el sur, siendo otro
principal de la Orden el de Tiro en el Mediterráneo (norte
de Palestina).

En Egipto y en Siria a partir de dicha ofensiva supieron
a que atenerse, y entonces el sultán Nuradín, el 11
de agosto de 1164, a fin de dividir a los francos, repitió
la estrategia del año anterior y reuniendo todas sus
fuerzas atacó varias fortalezas cercanas a
Alejandría (Panéas, etc.) obligando a Amalrico I a
acudir de nuevo a Siria en su ayuda. Allí los francos
fueron derrotados en la batalla de Harim a pesar de la muy gran
movilización general en toda Palestina. Murieron unos diez
mil de francos y entre los presos figuraban: Jocelin III,
Ramón III, y el joven Bohemundo III que sucedió al
cautivo príncipe Renaud.

El día primero de setiembre del mismo año
el rey de Jerusalén ya estaba preparado para otra
campaña contra Egipto. Con un nuevo ejército
partió de la costera Ascalón, situada entre
Jerusalén y Gaza, ciudad ésta donde una
guarnición de templarios guardaba la frontera desde veinte
años antes. Amalrico I hacía el camino de El Cairo
con los mejores tres mil barones de su reino, y un
ejército de más de 12.000 soldados y otros tantos
jinetes, entre los cuales estaban los caballeros de San Juan del
Hospital. Súbitamente la crecida del Nilo inundó el
asentamiento de toda la armada franca en septiembre de 1164 que
sitiaba Bilbeys (la antigua Pelousa), llave del río Nilo.
Sucedió que los sitiados lograron romper varias presas y
las aguas arrasaron violentamente el ejército franco
obligándoles a retirarse con miles de bajas.

Todavía el día 2 de diciembre de aquel
mismo año 1164 el rey Amalrico I concentró sus
tropas de nuevo en Ascalón, el tradicional punto de
partida hacia Egipto, más convencido que nunca que
merecía la pena apoderarse de las muchas riquezas del
país del sur. Ocupó Bilbeys (ayudado por la orden
de los caballeros de San Juan del Hospital), donde Shirkuh,
estaba atrincherado y mantuvo en su poder tres meses. Amalrico I
asedió dicho castillo hasta que los sirios de
Nuradín fueron incapaces de seguir resistiendo y pactaron
su retirada. REGRESO DE ARNAU DE TORROJA A CATALUÑA (ENTRE
1165 Y 1180)

Como que yo tampoco podría narrar cuanto
aconteció realmente, mi sistema de trabajo
consistirá en analizar el contexto que enmarca los hechos.
No se puede dudar que Arnau de Torroja también fue un
hombre de gran prudencia y místico para los tiempos en que
vivió. Comprensiblemente se sintió atraído
por la gran novedad que fue era formar parte de los monjes
enrolados en una fraternidad a fin de adiestrarlos en el arte de
la guerra. Para alcanzar ser promovido a Gran Maestre incluso
sólo de una determinada provincia, la persona aspirante
debía haber demostrado muchos méritos, pero
también destreza y desenvoltura en cargos de
responsabilidad. Es un hecho que Arnau de Torroja regresó
de Palestina después que hubo hecho allí los
méritos suficientes. Su vuelta a Cataluña no
significa que se desinteresase de cuanto sucedía en Tierra
Santa. Se le desplazó porque fue designado a ser Maestre
provincial tan pronto aquel cargo quedase vacante, lo cual
sucedió en 1165, al cabo de aproximadamente un año.
Era la responsabilidad máxima que fuera de Palestina era
otorgado por las órdenes conjuntas de Sión y del
Temple, y Arnau debió de hacerse cargo de la comandancia
de las tropas y los numerosos bienes templarios en esta orilla
del Mediterráneo. (A Arnau de Torroja en el cargo de
Maestre provincial le sucedió otro noble catalán
llamado Girbert Arnal, quien desempeño dicha dignidad
durante los otros siete años siguientes, según
Laureà Pagarolas "La comunidad del Temple de
Tortosa"-p.351).

Arnau de Torroja consta investido Gran Maestre de las
órdenes de Sión y del Temple para Provenza e
Hispania en 1166, y poco después estaba en la Tortosa
donde había batallado en sus primeros tiempos. En Tortosa
exactamente el día 13 de octubre del año 1166 Arnau
de Torroja compró terrenos para su Orden en Lérida.
El año siguiente consta haciendo el pago de los mismos por
1.200 morabatines de oro, que recibió el rey
catalano-aragonés Alfonso II. Los dos años
siguientes ambos personajes repitieron semejantes transacciones
cada vez por 5.000 morabatines.

A Arnau de Torroja se le encuentra haciendo gestiones
administrativas y asistiendo en actos de burocracia junto a los
soberanos y nobles generosos para con su Orden religioso-militar,
pero ni ello ni las campañas o la simple revisión
de las solicitudes de los voluntarios aspirantes, no le
harían olvidarse de ejercer su influencia en discreto
beneficio de su ciudad natal. El abad de Santa María de
Solsona, seguramente por consejo de Arnau de Torroja, expuso una
propuesta al capítulo de mojes y reunidos en
capítulo tuvieron la iniciativa (insólita en su
tiempo) de abrir una escuela pública, además de la
que funcionaba para educar a los hijos de los nobles y aspirantes
a sacerdotes. Arnau había estudiado de niño en
ella, siendo por ello que lo creo impulsor de la, digamos,
"escuela para pobres", porque había podido saber que ya
funcionaban en las grandes capitales europeas.

Durante aquellos años de proximidad gozosa a su
familia y ciudad, Arnau dejó constancia de haberles
favorecido a todos, porque recíprocamente en 1175 su
sobrino hizo donaciones de bienes a las órdenes de
Sión y del Temple con el propósito de
también él pasar a residir en Palestina. La
donación de Ramón II Señor de Solsona a la
Orden no puede ser ajena al regreso de su tío Arnau de
Torroja. Tanta generosidad sólo podía responder al
hecho emotivo de conocer bien los acontecimientos y las
motivaciones explicadas por un testimonio familiar directo del
que no se dudaba que tenía información completa de
primera mano.

Los miembros del linaje Torroja se distinguieron
más por su diplomático arte que no por su
belicosidad, si bien estuvieron, todos y siempre, allí
donde los intereses de la Corona de Aragón los reclamaban.
Por ello sus firmas aparecen en los sitios de Almería
Tortosa y Lérida. En esta última los hermanos Arnau
y Guillem firmaron el día 9 de agosto de 1151 el acta de
Consagración de la Catedral, junto al obispo de Sant Ruf
d'Avignon, por cierto una comunidad muy relacionada con los
monjes agustinianos de Solsona. Dos años después la
comunidad de monjes de Solsona por influencias de los citados ya
hicieron una reforma interna, redistribuyendo rentas y creando
tres pabordías más la creación de funciones
como: el prior, sacristán,etc. Al menos nueve monjes
hacían vida en común en el edificio de la
canónica y comían en el refrectorio. A la antes
citada comunidad de Sant Ruf d'Avignon hay que tenerla en cuenta,
porque también proporcionaron los picapedreros que en el
Ampurdán gerundense edificaron la iglesia de
Vilabertrán (cerca de Figueras-Ge.), otra comunidad
monacal de la cual, con los años, fue abad superior Pere
de Torroja. Exactamente lo nombraron en 1163, que fue
también el de la consagración del templo
románico de Santa María de Solsona, lo cual hace
evidente unas conversaciones previas de los familiares para
adjudicarlo.

En cuanto a la estructura del templo estrenado, hay que
decir que se le dotó de una magnífica cripta
románica, como la que existe aún en la iglesia de
Sant Esteve d'Olius, a orillas del río Cardener (5 km.
lejos), donde el conde de Urgel acabó teniendo su
castillo-palacio debido a la inseguridad de los muros de su
catedral en Seo de Urgel. Solsona era, de hecho, la sede
episcopal de Urgel, y muchos sus aguerridos condes dispusieron
ser enterrados en la cripta de Santa María de Solsona del
siglo XII. (Durante años intenté concienciar a los
responsables para que lo investigasen, entrando en ella desde el
exterior del ábside de la catedral, dado que hoy
está muy elevada respecto a la carretera que limita el
zócalo a la altura de la cripta). El todavía
más antiguo templo románico tuvo su entrada cara
mediodía, quedando la población muy baja extendida
hacia el sur alrededor de las únicas fuentes del sector
hoy destinado a huertos particulares junto al río Negro,
habitualmente con un ínfimo caudal de agua.

– ÁRBOL GENEALÓGICO DEL
LINAJE TORROJA DE SOLSONA

ECARD +1097 (Hijo del Conde Miró)
= Majença____________Bernat = Valença; Berenguer;
Pere (religioso); Gombau; Guillem; Sicard=Berenguela de
Puigvert___________________________Ramon de Torroja=Ermesenda;
Berenguer; Guillem (obispo de Barcelona); ARNAU (Gran Maestre);
Ponç_________________________________Ramon II de
Torroja=Gaia de Cervera; Guillem; Pere; Berenguer;
Ramon

El arte románico empezó a manifestarse en
Sant Pere de Roda (Cabo de Creus-Ge.) hacia 1022
expandiéndose en abanico muy rápidamente. Su
razón de ser era la veneración de reliquias y
allí habían sido escondidas las del
mismísimo San Pedro Apóstol (abra este enlace). En
el siglo XII que tratamos, el llamado "segundo románico"
talló mejores y mayores piedras en los templos, que
también presentan más amplios claustros y portadas
amplias como la de Santa María de Ripoll, cuya
ornamentación del tímpano es agobiante incluso. En
vida de Arnau de Torroja, en fin, los europeos construyeron
más templos cristianos que nunca.

La habilidad diplomática de los Grandes Maestres
era fundamental para el auge de la Orden. Ellos alternaron
socialmente con el Papa de Roma y los monarcas católicos
europeos. Aunque no tuvieron ni trono ni fronteras, ejercieron un
mayor alcance de poder y estuvieron infiltrados en todos los
estados por donde se distribuyeron. Los condados occitanos
tenían convenida la "paz y tregua" firmada en febrero de
1173 con el regente Guillermo de Torroja por la duración
de una década, en la cual Raymundo de Toulouse se
comprometió a retirarse de Provenza pasado dicho
período. De aquellas interminables luchas entre ambos
condados separados por los Pirineos, a la postre sólo
salió beneficiado el rey inglés Enrique II casado
con Leonor de Aquitania, la hija única heredera de
Guillermo IX, considerado "primer trovador".

Cuando en octubre de 1179 estalló la rivalidad
entre los condes de Barcelona y Toulouse del Languedoc, Arnau no
quedó ajeno a los viajes del soberano catalán con
objeto de que los revolucionarios nobles volviesen a su
obediencia. Allí Alfonso II aceptó la
sumisión jurada del vizconde de Carcasona y Besiers por
unos castillos,… que años después se perdieron al
atacarlos los cruzados, debido a que todos en la bella y muy
tolerante ciudad de Minerba eran herejes cátaros. Pero por
entonces tal ataque aún nadie podía
imaginárselo, y el conde de Carcasona recobró la
tranquilidad. No le preocupaba que su adversario el emperador
"Barbarroja" hubiese sido coronado en Arles el verano anterior. A
la dicha ceremonia tampoco asistió el conde de Provenza, y
en cambio sí que estuvo agasajánolo el conde de
Toulouse del Languedoc.

Cuando falleció el rey de la Corona de
Aragón su hijo heredero tan sólo contaba once
años de edad, por lo que hay que imaginar al obispo
Guillermo, hermano de Arnau de Torroja, manejando los hilos de la
política internacional. Lo hizo muy acertadamente por
tener un muy amplio punto de vista político, gracias a su
contacto regular con su hermano Maestre provincial de las
órdenes de Sión y del Temple, el entonces ya muy
experimentado Arnau. Ambos hermanos procuraron conseguir un
amplio hiterland que incluyese a los más poderosos
estadistas de cada vertiente de los Pirineos, a fin de dominar la
zona intermedia entre Castilla y Francia, para lo cual los
inteligentes Torroja contaron con el apoyo del rey Enrique II de
Inglaterra. Arnau de Torroja debió ceder a los intereses
políticos a pesar de saber que el Plantagenet, ebrio de
poder, creyó poder ejercerlo sobre la Iglesia de Roma,
pero al no conseguirlo (porque se le opuso Tomás Becket en
1164), se separó del bando católico cuando el
pontífice Alejandro III lo excomulgó por asesinar
al arzobispo de Canterbury cuando regresó de su refugio en
Francia. Al pasar los años Arnau fue informado de las
muertes sucesivas de los dos hijos herederos de Enrique II
Plantagenet, pero lo que nunca en su vida habría podido
imaginar es que el trono de Inglaterra finalmente lo heredase el
tercer rebelde hijo Ricardo, principal protagonista en la tercera
Cruzada a Tierra Santa.

En cuanto a su participación en el periodo de
reconquista peninsular, hay que recordar que el peso de
mayoría de estrategia de ataque se confiaron a las
órdenes de Sión y del Temple, y ello lo
recordó poéticamente el trovador Marcabrú
cuando cantaba: En Espaigna, sai, lo Marques E cill del
temple Salamo Sofron lo pes E.l fais de l'orguoill
paganor.

La promesa hecha a las órdenes de Sión y
del Temple en noviembre de 1169 fue de entregarles los castillos
valencianos de Oropesa y Chivert. Se ignora exactamente en
cuantas campañas de la Península Ibérica
pudieron participar entonces las órdenes de Sión y
del Temple en dirección sur. Está documentado que
los templarios recibieron bienes en Horta (1174), en Encinacorba
(1175), y el castillo de Montornés en 1181, así
como la real garantía hecha en marzo de 1182, incluyendo
derechos de señorío en Tortosa, Ascó y
Ribarroja, junto con la mitad del botín real, y lo
recibieron en compensación a la defensa de las fronteras
fluctuantes. En tierra leonesa el rey Fernando II en 1178 dio a
la Orden del Temple el muy maltrecho castillo de Ponferrada como
recompensa de su participación en sucesivas
campañas en Extremadura donde arrebataron a los moros
muchos castillos.

Posteriormente, en tiempos de reconstrucción de
Pons-Ferrata, un noble caballero templario, extraviado cuando
regresaba derrotado de Alarcos (1184), encontró una imagen
de la Virgen Negra dentro del tronco de una encina. Por cierto
que, en tierras leonesas, las encomiendas de la Orden del Temple
estuvieron siempre muy cerca de zonas mineras. Curiosamente mucho
de lo entonces reconquistado fue dado a la órdenes de
Montjoi, fundada en 1173 por el leonés conde de Sarria, y
a la de Calatrava en 1179, pues en el fondo Alfonso II hizo lo
posible para poder prescindir de aquellas tropas
monástico-militares. Todas las demás tropas
podían ser mejor controladas que los templarios,…quienes
por cierto entonces en Tierra Santa, por cuestiones de honor, se
habían alejado del rey de Jerusalén.

Dos Emperadores:
Bizantino y Alemán (Entre 1165 y 1180)

El Imperio bizantino, siendo escisión del romano,
era de religión cristiana. Su emperador Manuel Comneno
(1143-1180), al comprobar que no se hacía caso a su
convocatoria de cruzada contra los griegos, en 1149
expulsó a los normandos de Corfú con ayuda de los
venecianos con quienes comerciaba habitualmente. En 1152 la
situación internacional sufrió un revulsivo cuando
Federico "Barbarroja" fue nombrado rey de Alemania (no
confundirlo con el otomano que siglos después
pirateó por el Mediterráneo). Referente al rey de
Inglaterra, se casó con Leonor de Aquitania, y en Oriente
Próximo se "despertó" el sultán
Nuradín (1146-1174), de origen mazdaita no
musulmán. Éste en 1161 peregrinó a La Meca
para reforzar su autoridad en la conquistada Siria,
después de tomar Damasco sin resistencia (1154). En lo
religioso tuvieron gran trascendencia las muy severas normas que
san Bernardo de Claraval había dictado para dotar de una
regla monástica a los caballeros templarios. Dichas
disposiciones resultaron ser más trascendentes en
Clairvaux (Fr.) que la muerte de tan influyente religioso en
1153. Manuel Comneno en 1158 firmó la paz concluyendo las
campañas bizantinas en Occidente. En 1169 se alió
con los genoveses y con Venecia consolidó un acuerdo
comercial, enviando de forma regular sus galeras al puerto de
Alejandría. En tiempos del Dux Sebastiano (1172-1178)
aún tuvieron trato comercial con Egipto, al cual
período llamaron "Paz firmísima", cuando sus
mercancías eran enviadas asiduamente, porque en
Alejandría los latinos compraban barato y vendían
caro, consiguiendo Venecia un trato especial entre los europeos
hasta tiempos del hijo de Saladino.

El día 10 enero de 1162 el rey Balduino II de
Jerusalén fue asesinado en Beirut. Arnau de Torroja supo
que su viuda era nada menos que la hija del emperador Manuel I
Comneno de Bizancio, el cual avanzó al frente de su
ejército hasta Antioquía recibiendo la
sumisión del príncipe Reinaldo. Poco tiempo
después el rey Balduino III de Jerusalén se
postró igualmente ante el emperador para jurarle lealtad.
Definitivamente el Imperio Bizantino fue la única potencia
occidental capaz de proteger los estados francos de Palestina,
pues el carismático sultán Nuradín de
Damasco los amenazaba, pero así no se atrevió a
atacarlos. La balanza de poderes era muy fluctuante en la
política internacional del dicho periodo, y a partir de
1169 Federico "Barbarroja" aún vio como la antes aliada
república de Venecia, que fue la mayor potencia comercial
del Mediterráneo, se convirtió en su enemiga
irreductible. Manuel de Bizancio por su parte, desde 1170, no
pudo ya contar con las flotas de Génova y Pisa que desde
entonces ya le hacían competencia, ni con la ayuda del
Papa que, para colmo, aquel año se había
reconciliado con "Barbarroja". Bizancio se vio obligada a
comerciar con los musulmanes del Próximo Oriente, a los
que antes había tenido como un mercado
secundario.

Como fuese que cada rey de Jerusalén
reconocía la soberanía imperial de Bizancio, las
alianzas matrimoniales hicieron que el emperador "Barbarroja"
estuviese muy molesto con Manuel Comneno por que había
sometido primero Croacia y después Servia (1172), aunque
en aquella ocasión "Barbarroja" no intervino. Lo que
temió el nuevo emperador de Bizancio no fue a
"Barbarroja", sino el que se consumase la alianza entre Enrique,
hijo del dicho emperador, con Constanza, como finalmente
sucedió.

Federico I "Barbarroja" (1152-1190) participó a
las órdenes de Conrado II de Baviera en la Segunda Cruzada
que fue un fracaso. Al cumplir 30 años heredó el
trono siendo un experimentado diplomático y militar
partidario del Papa (güelfo), por lo cual en 1154
penetró en Italia destruyendo a cuantas ciudades gibelinas
se le oponían. A Roma llegó cuando acababan de
elegir al pontífice Adriano IV (1154-1159), por cierto el
único Papa inglés de la historia, con el cual
mantuvo una tirante audiencia, dado que la Roma paupérrima
que le ofrecía en realidad era una muy ruinosa ciudad a la
cual tan sólo su ejército era capaz de devolver el
orden. Al año siguiente fue coronado en la basílica
de San Pedro del Vaticano. A partir de entonces tuvo la
ilusión de reconstruir el Imperio Romano y al parecer
obtuvo victorias sosteniendo sus talismanes preferidos; en una
mano la Biblia y en la otra la lanza con la que el soldado
Longinos traspasó el pecho de Jesucristo crucificado, la
cual tanta suerte había reportado a Carlomagno. Tan pronto
"Barbarroja" regresó a Baviera supo de que Milán se
le había revolucionado, y en 1158 ya estaba de nuevo
allí con un muy gran ejército que la sitió
por hambre durante dos años.

En vida de Arnau de Torroja los antipapas se sucedieron
en Roma casí con la misma regularidad de los
Pontífices legítimos, éstos residentes
principalmente en la ciudad de Aviñon (Mediodía de
Francia). Empezó con el antipapa Celestino II, quien por
cierto fue un cardenal que en 1124 se sentó en la Silla de
Pedro un sólo día. Tal bicefalia entre Roma y
Aviñón en el gobierno de la Iglesia
católica, lejos de servir de escarmiento, aún se
agravó con la tricefalia que se dio en los siglos XIV y
XV.

El nuevo sucesor en la silla de Pedro, a cuya
elección se había opuesto "Barbarroja", se
llamó Alejandro III (7.9.1159). Su pontificado fue
extraordinariamente largo y para empezar rompió relaciones
con el emperador "Barbarroja", pero como a éste algunos
cardenales lo apoyaban, empezó entre ambos un conflicto de
grandes proporciones con consecuencias políticas. Se
eligió un antipapa llamado Victor IV, y los soberanos del
mudo civilizado tuvieron que elegir en medio de muchas amenazas
de todo tipo.

Entretanto en Jerusalén se vivía
relativamente en paz, pues por su parte el rey Balduino que
padecía lepra, hizo los suficientes pactos para evitar
mayores enfrentamientos con los musulmanes. Al morir y quedar
sólo su heredero Balduinito en manos de un regente, el
peligro fue inminente para quienes vivían bajo
administración de los francos. Justo en el descrito
contexto Arnau de Torroja cobró allí protagonismo
como líder general de la mayor fuerza de choque existente
en el mundo medieval.

ARNAU DE TORROJA ELEGIDO CUARTO "MAESTRE
PROVINCIAL"

Arnau de Torroja es bien evidente que no habría
hecho una tan rápida ascensión dentro de las
órdenes de Sión y del Temple, de no haber contado
con la recomendación de su hermano Guillermo, ex
canónigo de la catedral de Seo de Urgel y obispo de
Barcelona. Guillermo de Torroja fue también un muy gran
diplomático, político y valeroso guerrero, el cual,
como todos los prelados de su tiempo, contaba con sus propios
hombres de armas. El fue sin duda impulsor de la muy
meteórica ascensión de su joven hermano en la
más prestigiosa y temida organización
político-religiosa de la Europa de su tiempo.

Ha sucedido que los historiadores de carrera, al no ser
sus conciudadanos, su persona les interesó tan sólo
relativamente, y confunden lo poco que los documentos antiguos
informan de Arnau de Torroja a veces con algún otro Gran
Maestre, pero aquellos que más afinan consideran Arnau de
Torroja de una innata humildad. Particularmente creo que
debió de ser más bien modesto en su austera forma
de vida, que le impulsaría a un extraordinario
espíritu de sacrificio, porque su hermano Guilermo de
Torroja, y el espíritu de templarios en general, lo
dejaron bien demostrado.

Quedarán pocas dudas de que los hermanos Torroja
estuvieron privilegiadamente superdotados porque nos han dejado
las prueba de sus hechos excepcionales. Así pues, aunque
hayan quedado casí eclipsados por la Historia, no han de
ser ignoradas por más tiempo sus exitosas gestiones de
Estado, cada uno en su especialidad, resultando ambos muy capaces
de mejorar diversos acontecimientos históricos en el curso
de los pocos años que cada uno ostentó un poder
absoluto. Tanto mi biografiado Arnau de Torroja, como su hermano
Guillermo, estaban en el centro de hechos históricos que
conocemos por exposiciones rigurosas y, como diría un
castizo, estando en medio del "baile" ellos supieron muy bien
bailar. A todo ello me complace ser yo, un hijo de Solsona, quien
los reivindique, evitando con mi esfuerzo que haya de ser un
investigador foráneo quien nos lo venga a
explicar.

Al tratar de presentar a mi biografiado Arnau de
Torroja, y una vez expuesto que su "trampolín" ostentaba
la mitra de Barcelona, debo insistir (porque es mi caballo de
batalla) en las muchas cualidades y méritos que se
exigieron a todo caballero templario para merecer el nombramiento
de líder supremo de dicha orden religioso-militar. Ser su
Gran Maestre universal, adviértase que por aquel entonces
aún significaba en realidad: ser la máxima
jerarquía de las dos órdenes conjuntas de
Sión (la madre), y la del Temple de Jerusalén, su
efectivo brazo armado.

En principio es evidente que Arnau había recibido
una educación realmente completa, digna de su noble cuna,
y además contó siempre con la ayuda de un sabio
hermano mayor que por su talento alcanzó los
máximos cargos político-eclesiásticos de su
país. Arnau al enrolarse para ser otro monje con espada,
tal como era preceptivo, entregó su parte de la herencia
sobre el castillo deTorroja a las órdenes de Sión y
del Temple de Jerusalén (1156). Los templarios estaban
entonces instalados ya en el castillo de Gardeny, que aún
existe formando parte de Lérida capital y, por ignorados
motivos, disputaron con los simples monjes del dicho convento. Y
es que la Orden emprendió una muy vigorosa
expansión, e incluso abrieron encomiendas en Tortosa y
Lérida.

Con la aceptación a filas de Arnau de Torroja los
templarios realmente demostraron ser sagaces y astutos, pues no
en vano buscaron entre la flor y nata de los más
modélicos jóvenes voluntarios que había en
Europa, aunque debo recordar que por aquel entonces ya no eran
"caballeros cruzados" pues la Segunda Cruzada ya se había
terminado. Arnau de Torroja debió "quemar" tan peligrosa
etapa iniciática en Palestina, pero no lo vivió
como cuantos le precedieron en las campañas bélicas
de Tierra Santa. Los propiamente cruzados de tiempos antes se
habían enrolado sabiendo que tenían muy poco
porvenir en su país, y porque dieron un crédito
desmesurado a las noticias que se recibían de los que
regresaron a Europa. Muchos otros no regresaron nunca a sus
casas, porque en ellas antes eran pobres de solemnidad, y
permanecieron en Palestina donde se casaron con mujeres sirias y
armenias, o alguna sarracena bizantina, poseyendo allí
incluso tierras. Su descendencia hablaba la lenguas del
país, el cual gracias a ellos se vio enriquecido con la
presencia habitual de niños rubios de tez clara y ojos
azules, aunque los más de este aspecto fueron los hijos de
los kurdos, unos muy duros combatientes quienes, entonces como
hoy, siguen sin tener patria por estar divididos entre muchos
clanes y en cinco países diferentes.

Arnau en Palestina se adaptó bien el prototipo de
los tan temibles caballeros de capa blanca muy bien adiestrados,
quienes luchaban y morían convencidos que hacían la
voluntad de Dios para defender a la buena gente de los infieles
sarracenos. Posiblemente verían su sacrificio como la
coronación de su vida, de forma que si no la
perdían pudieron creer que no habían dado lo
suficiente. De mi biografiado Arnau de Torroja, como dije,
debemos retener, sobre todo, que pudo demostrar haber hecho los
suficientes méritos en Palestina y Egipto en 1163, siendo
por sus gestas en campaña por lo que en 1166 fue nombrado
Maestre Provincial de Provenza e Hispania tres años
después. Puesto que Arnau fue "Magister", se puede
asegurar que sin duda alguna vivió una densa vida de
hiper-actividad y muy gran responsabilidad. Sería toda una
autoridad político-militar de su tiempo a nivel
internacional, cuyas decisiones a menudo costarían muchas
vidas.

La suerte que corrieron los familiares de Arnau de
Torroja en Solsona, aunque residiese muy lejos, le haría
rezar más de lo exigido, porque dada su piedad cristiana
estuvieron siempre en su pensamiento. En esta aproximación
a su persona, dentro de lo posible expongo lo mejor que puedo el
contexto de la época en que vivió, así como
sus muy excepcionales circunstancias, pues todo ayuda para
conocer su mente lo mejor posible. No haría falta decir
que cuando Arnau de Torroja en su vejez ocupó por sus
méritos la más alta jerarquía en las
órdenes de Sión y del Temple, sus problemas
aumentaron, pero si algo tenían claro quienes lo
eligieron, era que los superaría desplegando una bien
demostrada habilidad diplomática.

Antes de ser responsable del Temple en esta orilla del
Mediterráneo, Arnau debió ser bien instruido acerca
de la personalidad de sus predecesores así como de las
circunstancias de la penetración de su Orden en Hispania.
La primera referencia de templarios en Provenza y parte de
España (que incluía la vertiente sur de los
Pirineos) es de 1143, cuando Pere de Rovira se presentó
como "Maestre Provincial de ciertas partes de Hispania",
incluyendo primero Aragón y seguidamente Provenza,
Valencia y las Islas Baleares, ayudándoles la
política expansionista de los catalanes. En Navarra
inicialmente también estuvieron, pero al poco tiempo su
gobernante pasó a ser como una marioneta del rey de
Francia. Un siglo después Provenza y España fueron
provincias templarias distintas. Esteban Belmonte fue Maestre
Provincial del Temple de las dos vertientes del Pirineo
catalán en 1239; pero Raymundo Serra, que lo
sucedió en mayo de 1240 en el gobierno de la Orden en el
Rosellón, Navarra, Mallorca y Valencia, sólo fue
titulado "Maestre de Aragón y Cataluña".

Los dominios del "Domus Templi" en principio se
extendieron de sur a norte de Cataluña con sus principales
encomiendas, o castillos, en Peñíscola, Tortosa,
Miravet, Lérida y Monzón. Este último
castillo que les habían prometido en 1143 no hay
referencias documentales de que fuese templario hasta 1153, pero
luego fue su cuartel general y el paradigma de sus construcciones
militares. El castillo de Miravet les fue prometido a templarios
también en 1143, y el castillo de Alcanadre en 1155, si
bien el cuartel general de templarios en la Corona de
Aragón fue Monzón, allí donde un siglo
más tarde la propia Orden se encargó de la
educación y custodia del rey niño Jaime
I.

En 1156 Aymeric de Torroelles fue Maestre de Tortosa, y
nueve años después lo fue del castillo de Miravet,
junto al río Ebro, adquirido en 1153. Ambos castillos
fueron comandados en 1165 por Guillermo Bernard, luego comendador
de dos jurisdicciones de los templarios en Cataluña. Arnau
de Torroja desde el mes de marzo de 1166 fue Gran Maestre de la
orden del Temple en la Corona de Aragón, ejerciendo su
máxima autoridad tanto para tierras de Provenza como de
España. Dos años despues contribuyó a la
conquista de Caspe, Calambra, Alfambra y Castellote.

Cuando ya mi protagonista era un veterano Maestre
provincial, en 1176 participó personalmente en la
conquista de Cuenca. En 1179 Alfonso II le entregó para la
orden del Temple tierras en Palencia, Tierra de Campos. Asimismo,
el año siguiente templarios obtuvieron castillo de Villel.
Entre los caballeros templarios de capa y espada, hubo
además agricultores, ganaderos, cirujanos y navegantes,
porque llegaron a tener una flota distinguida con una gran cruz
roja en su blanco velamen desplegado. Verlos acercarse inspiraba
tanto miedo a los delincuentes como hoy pueda causar un
guardacostas del ejército, pero siendo aquella insignia
mucho más fácil de distinguir desde una gran
distancia.

Los estatutos de las órdenes de Sión y del
Temple prohibieron al su Gran Maestre imponer criterios sin
someterlos a capítulo. Asimismo debería disponer
siempre de una guardia personal de diez caballeros, lo cual en el
campo de batalla era bien necesario, ya que él
debía permanecer en el centro de la refriega sosteniendo
su estandarte, o "gonfalón", también llamado
Beauceant, diseñado con las mismas
cuadrículas bicolores del tablero de ajedrez, llevando
además otra bandera de recambio plegada.

Los caballeros templarios, en efecto, fueron los
más profesionales de las tropas reales de la Corona de
Aragón. A parte, hacían expediciones propias, tanto
cortas como lejanas, dentro de la Península
ibérica, hasta el punto que se hicieron responsables del
mantenimientos de las zonas fronterizas con el Islam. El gobierno
de la Orden no siguió un patrón líneal, sino
que varió según las inclinaciones personales de
cada Gran Maestre. En cuanto a las tropas que reclutaron aparte
de los nobles, se trató de aventureros y todo tipo de
perseguidos por la justicia así como gente excomulgada
quienes una vez fueron sirvientes de templarios,
automáticamente obtenían dispensa papal.

En realidad a los templarios se los ha idealizado
demasiado y no lo merecen, al menos después de la
separación de las órdenes hermanadas. Su forma de
vida, siendo ejemplo de heroísmo por su fe cristiana,
resultaba ser una pura contradicción. No por su
afán de guerrear como soldados de Jesucristo, sino porque
con el tiempo se contaminaron de las muy rentables actividades
lucrativas; …que les hizo negociar directamente con los
infieles e incluso muchos templarios tuvieron con ellos gran
amistad. Aquella tolerancia ni fue bien entendida en su siglo, ni
lo es todavía hoy a pesar de los beneficios que da nuestra
superior perspectiva.

Aunque tan sólo hicieron campañas
militares en la Península Ibérica, en 1170 no
había provincia del mundo cristiano donde no recibiesen
bienes, llegando a ser tan ricos los Maestres de las
órdenes de Sión y del Temple, que debieron cambiar
su nombre inicial de "Pobres caballeros de Cristo",… y es que
poseyeron tanto, o más, que cualquier otro rey. A fin de
dejar las cosas claras ante la fiebre de reconquista, en 1170
Papa envió una bula al rey de España para evitar
que se redujese la autoridad de los obispos allí donde la
tuviesen.

A la muerte de Arnau de Torroja en 1184
prácticamente la mitad de la extensión de tierra de
la provincia de Tarragona ya perteneció al Temple. Cuando,
como en Tortosa, quedaba una fracción de la ciudad que no
les pertenecía, la compraron en aquel caso a los
genoveses. De la provincia de Lérida heredaron los muy
importantes castillos de Gardeny (hoy forma parte de la capital)
y también Corbins, con numerosas localidades que les eran
satélites. En 1151 Pere de Cartellà era recnocido
"Maestre de las dos Partes"; pero así y todo hubo disputas
entre templarios y el los monjes de Gardeny cuando él fue
comendador.

Los Templarios una vez se separaron de la orden de
Sión (al poco tiempo de haber muerto Arnau de Torroja), ya
no fueron tan "buena gente" y hoy nos ha llegado bien clara las
consecuencias de su mala fama. Aunque no me pueda creer nada de
sus confesiones bajo tortura, porque no pueden tener
crédito alguno, sí que parece obvio que
secretamente pretendieron instaurar un orden capaz de
universalizar un sistema pacífico y tolerante para con
ideologías y credos, regido por nobles y reyes de alto
nivel intelectual y espiritual. Como luego los ingleses, los
nazis y tal parece que la Nueva Era va también por
ahí, templarios pretendieron imponer la sinarquía
universal, basándose en el reino de la razón, de la
caridad y del amor. En definitiva, el Reino de Dios de las
profecías bíblicas, un gobierno basado en la
enseñanza, la justicia y la economía. Hoy resulta
evidente que crearon una multinacional que encerraba ya entonces
la idea embrionaria de la Unión Europea, que socialmente
nos da el actual estado de bienestar envidiado por otros
continentes. Los ciudadanos europeos ya estuvieron desde entonces
representados por tres estamentos sociales, no políticos,
elegidos por sufragio universal, y que ejercerían su
autoridad con poder limitado.

Dichas ideas eran fruto de los tiempos, pues a partir
del año 1000 se empezaron a recuperar de los penosos
siglos cuando los montañeses vivían en obligados
refugios porque los musulmanes no creyeron rentable desocupar us
áreas de refugio al ser muy abruptas. Los prepirenaicos,
como los cántabros y los astures, aunaron esfuerzos
obsesionados con el deseo de recuperar lo que se había
arrebatado a sus abuelos peninsulares. En Europa sabían
que tras varios siglos de descomposición política
se habían recuperado económicamente. Las
dinastías reinantes se consolidaron desarrollándose
la ciencia y la cultura (medicina derecho,etc.).Todo fue posible
gracias a que, establecidos en los grandes llanos, pudieron
cultivar más y mejor, atreviéndose incluso con las
zonas pantanosas, pues entonces los monjes les proporcionaron los
molinos y las norias con que aprovechar mejor el agua de los
ríos.

Lo más notorio de los caballeros templarios para
el pueblo llano, y beneficioso para los peregrinos, que ya
entonces deseaban llegar tanto a Santiago de Compostela como a
Tierra Santa, era la custodia de los caminos. Los resultados se
pueden extrapolar, pues fomentaron el libre comercio y
definitivamente aquello fue el principio del fin del abusivo
sistema feudal, o sea de los señores y sus derechos
ancestrales. Para los comerciantes lo más de agradecer era
que les garantizasen las transferencias de dinero presentando en
destino simples pagarés escritos. Por su experiencia
pronto pudieron prestar dinero a interés incluso a los
soberanos europeos, algunos de los cuales fueron ellos mismos
caballeros templarios. Tal fue el caso del Conde de Barcelona,
Ramón Berenguer III, que murió envuelto en una de
sus capas distinguidas con una gran cruz roja, el máximo
símbolo de la Orden desde 1146. Dicha cruz tenía
los travesaños casí triangulares y unidos en su
vértice. La lucieron en su hábito blanco pegada a
la altura del corazón, y en su capa estaba cosida sobre el
hombro izquierdo. La triangular estructura la obtuvieron del
entonces muy novedoso Árbol de las "Emanaciones de Dios"
de los cabalistas, y del mismo triángulo básico
hicieron la secuencia que les proporcionó un alfabeto
secreto.

Otra indicación de que tuvieron conocimientos de
origen esotérico, fueron sus ayunos. Los templarios
sólo ayunaban estrictamente tres días al
año: el día 24 de junio, festividad de san Juan; el
24 de agosto, san Bartolomé, y 29 de septiembre san
Miguel. Obsérvese que dos de estas fechas coinciden con
los solsticios de verano y de invierno, lo cual ha dado pie a
muchas sospechas acerca de sus más profundas creencias
acerca de la doble personalidad evolucionada del "Precursor":
"INTER NATOS MULIERVM NON SVRREXIT MAJOR JOANNE
BAPTISTA".

Luchas por la
ciudad de "El Cairo" antes y después del
1167

Mientras en el Pirineo catalán la tolerancia
religiosa de los nobles del Languedoc daba empuje a los
detractores del clero católico, hasta el punto que en
dicho año celebraron la investidura del primer obispo
cátaro en Carcasona, en Egipto también se
produjeron grandes convulsiones sociales, de las cuales
regularmente fue siendo informado Arnau de Torroja. Las
circunstancias que él personalmente vivió
allí le hacían dicho escenario muy
próximo.

El visir Shawer de El Cairo pactó con el rey
Amalrico I de Jerusalén que a éste le serían
pagados 100.000 dinares de oro por la protección de la
capital del Nilo los francos. El rey Amalrico se vio obligado a
solicitar del visir Shawer una audiencia para corroborar la
alianza con el propio califa de El Cairo, un personaje
casí inaccesible porque la cabeza visible del país
eran los visires. El comisionado del rey de Jerusalén fue
Hugo de Cesarea, y en aquella ocasión se presentó
acompañado por el caballero Godofredo Fulquerio (Geoffroi
Foulcher), quien desde 1156 ostentaba un alto cargo en las
órdenes de Sión y del Temple. (El templario
Foulcher más tarde, junto con Bertrand de Blanchefort ,
también fue firmante de una concesión real a los
pisanos de Acre a cambio de su ayuda naval contra
Alejandría, según "Eracles", vol.II, p.419-420; y
"Gestes des chiprois", p. 122).

Los cristianos no se dejaron impresionar por el
increíble lujo oriental de la sala, y como se trataba de
garantizar sin lugar a dudas una alianza contra los ayubides del
sultán Nuradín, los comisionados cristianos sin
amilanarse al concluir pidieron al engreído califa que se
quitase su rico guante para estrecharse manos, …Una costumbre
europea que sin embargo resultaba osadísima de pedir nada
menos que a un califa. Lo hizo, y aquella alianza se mantuvo de
forma que el estandarte de la guarnición franca
ondeó mucho tiempo en Alejandría, entonces la
ciudad más preciada de Egipto por su puerto de mar y donde
aún se erguía el faro que fue maravilla
arquitectónica del mundo antiguo.

Debido al peso insoportable del impuesto para recaudar
fondos y pagar a los protectores, los campesinos egipcios se
rebelaban ante sus recaudadores. Cuando el visir Shawer
traicioneramente parlamentó con el sultán
Nuradín buscando que le ayudase a liberarse de tal
compromiso con los cristianos, se quebró la alianza entre
los francos y los egipcios. El rey de Jerusalén
pasó mucho tiempo conformándose con cobrar por su
protección a los egipcios, pero ante los hechos se vio
obligado a intervenir para equilibrar el poder militar en aquella
zona, y con la trivial excusa de no haber cobrado lo pactado, el
rey Amalrico envió a su ejército a ocupar el
país del Nilo en 1167.

Mientras los monjes hospitalarios habían animado
al rey a la campaña que al fin acabó en desastre,
el Gran Maestre Bertrand de Blanchefort rehusó participar
en ella por respeto a la alianza firmada el año anterior.
Por tal negativa Blanchefort también quedó
enemistado con los monjes de la orden del Hospital. Rehusó
apoyar dicha expedición a Egipto porque Fulquerio durante
su visita al Califa, dedujo que una tal campaña
sería catastrófica porque los turcos y otros
musulmanes hasta entonces desunidos, todos juntos irían a
defender Egipto. Ante la negativa de los templarios hubo quienes
explicaron que fue debida a tal campaña
perjudicaría los intereses financieros de las
órdenes de Sión y del Temple en Egipto; …pero
esto a mi entender no podían saberlo sin ver en una bola
mágica el futuro de la Orden. René Grousset
escribió:"Este otoño de 1167 un verdadero
protectorado franco, libremente aceptado e incluso solicitado,
acabó de establecerse en Egipto".

El rey Amalrico I obligó a Shirkuh a retirarse,
pero al año siguiente Nuradín lo envió de
nuevo para mantener contactos con el califa de Egipto. El visir
egipcio Shawer conocía el llamamiento a la "Guerra santa"
de Nuradín y acordó con el rey Amalrico I que
franco-egipcios lucharían aliados y el rey de
Jerusalén además cobraría 400.000 dinares de
oro para vencer a Shirkuh, que en aquella ocasión se hizo
acompañar de su joven sobrino Saladino. Dicho joven poco
podía imaginarse entonces que dentro de dos años
habría ganado un trono en el rico país del
Nilo.

Shirkuh y su ejército acamparon en la orilla del
río Nilo más cercana a las pirámides de la
meseta de Giza. Era evidente la intención de los
contendientes de equilibrar sus respectivos poderes en aquella
rica orilla. Al parecer Saladino convenció a su tío
para enviar como parlamentario ante los francos al hombre
más sabio de su séquito,…pero ellos les
devolvieron su cabeza cortada. Claramente era una ofensa
insoportable, pero se debió a que Amalrico I ya
tenía pensado cómo atravesar el Nilo. Los francos,
protegidos por la noche, subieron en faluas egipcias que les
llevaron sigilosamente a la orilla de poniente del río
donde estaban los de hombres de Shirkuh. Viéndose
sorprendidos, en lugar de presentar batalla los sirios simularon
huir, pero tan sólo hasta que lograron separar a los
francos perseguidores de sus aliados egipcios. Camino de
Alejandría se revolvieron para contraatacar a sus
perseguidores en un lugar que la batalla les era favorable,… y
así fue como con una falsa retirada vencieron los
sirios.

Finalmente en Minya, los franco-egipcios y sirios se
enfrentaron en una gran batalla el día 18 de marzo de 1167
siendo los cristianos derrotados y dispersados, salvando su vida
por muy poco el propio rey Amalrico I. Éste, no obstante
lo sufrido, al verse de nuevo poderoso en su trono de
Jerusalén, enseguida reagrupó sus tropas e
reemprendió el asedio de la costera Alejandría con
ayuda del egipcio visir Shawer, a pesar de que entonces los
egipcias ya no gustaban de aliarse de nuevo con los
francos.

El general sirio también acudió a Egipto
con prontitud para hacerles frente, pero la flota franca
selló el puerto de la capital, cercando a Shirkuh. Pero
sucedió que éste ladinamente se les escapó
del bloqueo naval, yendo a recorrer Egipto llamando a la
sublevación contra el visir Shawer, que ciertamente fue un
traidor contumaz a todos y siempre. Por fin Shirkuh llegó
a El Cairo y tuvo ya fuerza suficiente para firmar un acuerdo de
paz con el rey Amalrico I. Entretanto Saladino el joven sobrino
de Shirkuh había permanecido en Alejandría
resistiendo el asedio en ausencia de su tío general
(resistió desde el día 16 de mayo y durante tres
meses). El asedio fue levantado el primero de agosto de 1167.
Shirkuh y Amalrico I acordaron la retirada conjunta de Egipto con
sus respectivos ejércitos. Durante aquellas semanas
incluso confraternizaron las tropas de ambos bandos. A Saladino
los francos lo admiraron tanto como para nombrarle caballero, y
ciertamente su refinados modales y exquisita elegancia justifican
que incluso saliese de Alejandría con sus hombres y su
autoestima intacta.

EL REY AMALRICO I DE JERUSALÉN,
ESTANDO ALIADO CON BIZANCIO

El fracaso de la Segunda Cruzada (1148), y las
conquistas del sultán sirio Nuradín (1154), no
dejaron más salida al Reino Franco que aliarse con
Bizancio. Una vez establecidas las condiciones por los emisarios,
Amalrico I y Manuel Comneno enviaron a Guillermo de Tiro a
Constantinopla a para sellar el tratado. El mes de marzo de 1162
el emperador de Bizancio había reclamado tierras del sur
de Hungría, que finalmente invadió, pero al
intervenir los francos no se salió del todo con la suya,
pues fueron ellos los que dominaron la frontera con Serbia. El
emperador Manuel de Bizancio, para agradecer la valiosa ayuda
bélica del rey Amalrico I de Jerusalén, le
ofreció regalos suntuosos y una parte del botín de
guerra.

En una de sus frecuentes ausencias de Egipto, en pleno
mes de agosto de 1167, Amalrico salió para salvar la
fortaleza franca de Ascalón. Entonces fue informado de
que, después de dos años de esperarlo, por fin en
Bizancio habían aceptado su solicitud de boda de
conveniencias con una sobrina segunda del propio emperador. Hacia
allí se dirigió pues el rey Amalrico I para
casarse, y lo acompañó en tan solemne acto el Gran
Maestre templario Odón de Saint Amand.

Amalrico I para consolidar su campaña en Egipto
pensó que era idóneo celebrar su enlace con
María Comneno, la cual sus familiares exigieron que fuese
coronada antes de la boda en Tiro, como una forma de garantizarse
que sería efectivamente reconocida como reina, pues si
partía a Jerusalén podía no serlo. Amalrico
accedió a ello porque se trataba de que el emperador
Manuel devolviese la ciudad de Alejandría al reino de
Jerusalén. Al aceptarse las cláusulas, celebraron
con urgencia la boda el día 29 del mes de agosto de 1167.
La alianza entre Bizancio y Jerusalén por fin se
había consolidado.

Los dos emperadores europeos más poderosos de
Occidente, que eran Manuel Comneno de Bizancio y Federico I
"Barbarroja" heredero del Sacro Imperio Romano Germánico,
pelearon uno contra el otro toda su vida por su afán de
proclamarse "heredero exclusivo del antiguo espíritu del
Imperio Romano", pues el vencedor sería el predestinado a
dominar un imperio universal. Sabiendo Amalrico I la dicha
inquietud, se emparentó por un enlace matrimonial con el
emperador Manuel Comneno, de forma que pudo dar alas a su
ambición, pues aunando sus tropas sin duda podrían
invadir militarmente Egipto, país que no obstante el rey
Amalrico I ya poseía en régimen de vasallaje.
Amalrico I salió con otro ejército formado por
4.000 caballeros y más de 6.000 soldados y el 5 de marzo
llegaron a El Cairo para ocuparlo. Simultáneamente
había partido de Siria el ejército de
Nuradín con tropas de elite que se dirigieron a Egipto
para enfrentarse al visir Shawer y a los francos
protectores.

Su fallo fue que, temiendo que le tocase poco
botín del saqueo, Amalrico I se lanzó a la
invasión de Egipto sin esperar la ayuda de los bizantinos,
a pesar de desaconsejárselo los templarios. Hasta el mes
de mayo de 1168 los templarios todavía daban apoyo al rey
de Jerusalén, pero es evidente que el mes de octubre se lo
retiraron. No admitieron el real pretexto de que los
fatimiís se negaban a pagarle el tributo prometido.
Él se justificaba porque decía saber que Shawer
había renovado su alianza con Nuradín de Siria,
…Pero lo que quiso evitar con sus prisas fue que su suegro en
Egipto se quedase con la parte del león. Fue un gran
fracaso. De nuevo en 1168 se repitió.

Aquel verano de 1168 casualmente habían llegado a
Tierra Santa unos muy aguerridos expedicionarios europeos, por lo
que el rey Amalrico se sintió muy reforzado. Los mandaba
el conde Nevers y todos ellos tenían verdadera ansiedad
para matar sarracenos. Los líderes cristianos de la zona
tampoco podían permitir que los sunnís los
envolviesen si llegaban a conquistar los reinos musulmanes
más poderosos de su alrededor. La nueva campaña
contra el país del Nilo empezó cuando el rey de
Jerusalén, sintiéndose traicionado, ordenó
ir contra los fatimiís de Egipto sin la ayuda del conde de
Nevers, ya que éste falleció antes del
embarque.

Así fue como los francos el día 20 de
octubre de 1168 ya estaban los de nuevo en Egipto. Había
zarpado de Ascalón y se apoderaron de Bilbeys donde
repitieron la matanza de Antioquía y Jerusalén en
la Primera cruzada. En efecto, sin motivo se masacró
incluso a los cristianos coptos aquel mes de noviembre de mala
memoria. El rey Amalrico I de Jerusalén había
marchado contra El Cairo buscando una ganancia de millones de
piezas de oro, pero la llegada de Shirkuh a Egipto después
de eludir a los francos, hizo que Amalrico I ni tan siquiera
llegase a ser recibido por el sultán. El visir Shawer jugo
la estrategia de la "tierra arrasada" culpando a los cruzados del
incendio con nafta que el día 13 de noviembre de 1168
arrasó por completo la vecina Fustat, una aldea cercana a
El Cairo (hoy incorporada a la gran metrópoli), la cual
ardió durante 54 días. Amalrico I decidió
regresar a Jerusalén entendiendo que, acusándole
los cairotas de haber sido él el responsable del incendio,
en Egipto nunca después sería bien aceptado, sino
muy odiado. El rey Amalrico I en nada recordaba al soberano
reflexivo que en Alejandría se avino a la retirada mutua
de los dos ejércitos enfrentados.

La historia se repetía, y unas veces
acabarían pactando las retiradas de sus ejércitos,
y en otras ocasiones ambos bandos sufrieron la derrota. Durante
aquellos años Arnau de Torroja seguía los
acontecimientos desde la otra orilla del Mediterráneo.
Dado que las noticias recibidas de Palestina se parecían
tanto, temió incluso que podría ser que le
explicasen con retraso una misma situación. La
única diferencia fue, que por haberse casado el rey
Amalrico I de Jerusalén con una princesa bizantina, en la
última intentona el rey de Jerusalén incluso
contó con la ayuda de la flota del rey de
Bizancio.

Algo debió saber de aquellas catástrofes
humanitarias, ya que en 1169 el cordobés
Maimónides, nacido en la península como él
mismo, siendo por aquellos años el guía espiritual
de la comunidad judía de El Cairo (mientras fue
médico en la corte de un alto cargo adjunto a Saladino),
divulgó un escrito por el que se pedía al rey
Amalrico I de Jerusalén la libertad de sus
correligionarios. Obraba realmente apenado por los miles de
judíos de Palestina que el rey Amalrico I se había
llevado de Bilbeys como cautivos.

Volviendo a cuando Amalrico I preparaba el ataque contra
los fatimiís de Egipto, éstos en aquella
ocasión sí que se habían aliado con el
sultán Nuradín, el unificador de Siria y
Mesopotamia, quien envió a su mejor general para expulsar
a los francos. Amalrico I tenía muy claro que no se
podía permitir la alianza de Bagdad con El Cairo, porque
representaría que Jerusalén quedase aislada entre
dos fuegos. El rey Amalrico I por tal razón estuvo
obligado a regresar a Egipto con su ejército una vez tras
otra con tal de evitarlo. Rompió el círculo vicioso
Saladino, el joven sobrino del general Shirkuh enviado por
Nuradín, cuando decidió obrar por propia
iniciativa,… con tan buena fortuna que le catapultó al
gobierno de Egipto primero, luego al de Siria y acabó
expulsando a los europeos de Tierra Santa.

El año 1169 fue el último de los repetidos
intentos del rey de Jerusalén para hacerse con Egipto. Era
ya el mes de octubre cuando volvió a intentar la
ocupación una vez más, incluso ayudado por la flota
bizantina, pero no tuvo éxito y acabaron los dos aliados
acusándose mutuamente de grandes errores
estratégicos. En efecto, Amalrico I y sus aliados
bizantinos fueron derrotados en la costa de Damieta. El rey
Amalrico I, al no conseguir el botín que esperaba,
abandonó Egipto el 2 de enero de 1169, concluyendo su
cuarta tentativa de invadirlo. La retirada de los francos sin
resultado alguno en Egipto fue interpretado como castigo divino a
su desmesurada ambición. La culpa de la fallida
campaña quedó claro para los historiadores que fue
culpa del general Miles de Plancy, un hombre demasiado interesado
en el dinero; y también se comportaron muy mal los hombres
del conde de Nevers. En especial fue recriminada la conducta del
Gran Maestre de la orden de San Juan del Hospital porque
habría aconsejado al rey para que emprendiese la dicha
campaña. Así fue como el dicho Gran Maestre fue
obligado a dimitir de su cargo y dejó Palestina
avergonzado ante el alud de críticas que recibió y
la deplorable situación financiera en la que sumió
a la Orden de San Juan del Hospital a consecuencia de los costes
militares de la fallida campaña. Aunque tal noticia cueste
de creer, debió ser cierta porque tan alta
jerarquía eclesiástica era un libertino que
presumía públicamente de lo guapa que era su novia.
La historia lo ha culpabilizado del eventual cisma entre las dos
más importantes órdenes
religioso-militares.

Después que Bernard de Blanchefort se negó
a romper dicho pacto, sucedió que, por resentimiento, la
orden de Arnau de Torroja se encerró en si misma y nunca
más fueron tan accesibles como antes,… y mucho menos
para el mismo rey Amalrico I de Jerusalén. Con él
tenían tal enfado que les duró años
superarlo, pues además dicho soberano posteriormente
aún les acusó de ser los responsables de que Irak,
Egipto y Siria hubiesen hecho un frente común contra el
Reino Franco de Jerusalén. El Gran Maestre de las
órdenes de Sión y del Temple, Bernard de
Blanchefort murió el mismo día 2 de enero de 1169
cuando la armada de los francos estaba retirándose de la
costa egipcia. La mayor bajeza del rey Amalrico I entonces fue
acusar al difunto Gran Maestre de haberlo traicionado,…
según decía: por aliarse los templarios con los
egipcios!. El rey sí que traicionó el pacto que
habían acordado los templarios (pues fueron en su nombre)
ante el gran califa de Egipto.

TIEMPO DE ORDENES MILITARES EN PALESTINA
Y EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

La secta de los "hashahashin", vizaries ismaelitas,se
fundó en El Cairo donde tuvieron una logia el año
1004. Según los autores Hammer-Purgstall, los iniciados
ismaelitas adquirieron sus saberes de la prestigiosa Academia
de Heliópolis
en el antiguo Egipto, y tomaron su
nombre de los Hazat, unos sectarios más antiguos que se
proclamaban "Hijos de la Fuerza", pero ésta no era
física sino espiritual. Viene a cuento matizarlo, porque
como toda sociedad esotérica los "hashahashin" tuvieron
prohibido el consumo de drogas, …Que sus enemigos se encargaron
de asociarles hasta el punto de hacer que su nombre se debiese al
consumo de la droga "hashis", a sabiendas de que nada de ello
consta en las crónicas más viejas, ni tan siquiera
en las musulmanas.

La secta de los "hashahashin" interesa a estas
páginas porque al igual que los templarios, buscaron
fomentar el sincretismo filosófico entre la Media Luna y
la Cruz, a fin de conseguir un camino hacia la
pacificación del mundo. Ambas órdenes de caballeros
místico-esotéricos fueron por igual unos muy
valerosos combatientes contra la injusticia. Aun cuando en un
principio se habían enfrentado bélicamente,
después se dieron cuenta de que unos y otros
perseguían el despertar del espíritu humano, motivo
por el cual confraternizaron e incluso se influyeron mutuamente.
Es más, algunos sectarios de los "hashahashin" fueron
admitidos en la Orden del Temple, una generosidad que
repercutió en que, la Regla de la orden receptora (hermana
en espíritu), fuese mejorada con el consiguiente beneficio
para la institución monástico-militar que un
día gobernó el ja envejecido Arnau de Torroja. Con
el paso de los siglos ambas órdenes coincidieron
también en ser aniquiladas por los poderes más
ortodoxos de sus respectivas religiones.

Por otra parte debo recordar brevemente a otras
órdenes militares que también lucharon en Palestina
contra los infieles, empezando por la Orden de Monte Gaudio,
genuinamente de origen hispánico. Lucharon aliados con los
templarios de Palestina entre 1176 y 1178, recibiendo por ello en
recompensa algunos bienes del muy estratégico castillo de
Ascalón en la costa, cerca de Gaza, aquel cuyas aguas
freáticas son inagotables.

En Cataluña muchas órdenes militares
tuvieron importancia fundamental en la creación de los
primeros condados que serían el embrión de la
nación catalana. Lo más poderosa era no obstante la
Orden del Temple, siendo la que participó más
activamente en la Reconquista, llegando a sobrepasar los
límites de la comarca de Teruel en 1170. Por donde los
dichos monjes guerreros se establecían, enseguida creaban
áreas fortificadas de planta rectangular provistas con
muralla almenada, y siempre con subterráneos. Estas
"encomiendas" se llamaban así porque las dejaban al mando
de un caballero comendador responsable. Entre Barcelona y
Mónaco se ha detectado las ruinas de un doble
cinturón defensivo de este tipo de las tales
"encomiendas", y todas ellas estuvieron sujetas al Gran Maestre
universal de la Orden a través de un Maestre
provincial.

Sus establecimientos primeros en Cataluña fueron
creados en: Masdéu del Rosellón (1149),
Palau-Barcelona (1151), Gardeny, Miravet y Tortosa (1156),
Monzón (1163), Corbins (1167), Barbens (1168), y por
último Puig-Reig (1169), porque me limito en lo posible a
los tiempos que vivió mi biografiado. Hay que sospechar
que a él le desagradó saber que algunos soberanos
aceptasen mal la intromisión de las órdenes de
caballería en sus tierras, al extremo que, por desconfiar
de los extranjeros, promoviesen otras órdenes calcadas a
los templarios pero que sólo enrolaban gente
autóctona. Por tal motivo nacieron las órdenes de
Calatrava en Castilla, siendo las últimas fundadas (1175)
las órdenes de: Santiago (Galicia), la de Uclés (en
provincia de Cuenca, y actualmente con renombre de ser el
"Escorial de la Mancha"), y la Orden de Alcántara
(León). En cuanto a la Orden de Montesa, se fundó
con objeto de ser legal heredera de los templarios en la Corona
de Aragón.

MUERTE DEL OBISPO GUILLERMO DE
TORROJA

Al morir violentamente el arzobispo Hugo de
Cervelló, su antecesor en la sede tarraconense, Guillermo
de Torroja fue elegido arzobispo de Tarragona en 1171, periodo
durante el cual al mismo tiempo ejerció también de
co-regente de la Corona de Aragón hasta el día 7 de
marzo de 1175 en que murió. Fue durante sus últimos
años cuando vivió agotadoras jornadas de trabajo
por coincidir con periodos políticamente muy conflictivos.
Todo se le complicaría aún más al morir el
otro co-regente y consejero real, el senescal conde de Montcada
un año antes que él (1174). Desde 1162, y
casí hasta que el rey fue mayor de edad, ambos
habían sido quienes dirigieron los principales asuntos
políticos de Cataluña y Aragón, a cuya
unión de países ambos habían
coadyuvado.

Ni que decir tiene lo mucho que debió de lamentar
el entonces Gran Maestre de las órdenes de Sión y
del Temple para Provenza y España, la muerte de su hermano
arzobispo. Ciertamente no hay nada escrito que permita afirmarlo,
y sin embargo cuan evidente es que, por preparado que estuviese
nuestro hombre, y por cargos que ostentase, lloraría la
muerte de su hermano como cualquiera de nosotros. Quizá
más, porque era bien consciente de que al mismo tiempo
desaparecía el mejor político de la Corona de
Aragón, quedando peligrosamente aparcados muy graves
problemas de Estado, y que si duda Arnau de Torroja como hermano,
como catalán y como templario, siempre puso su
máximo empeño en tratar de beneficiar dentro de sus
posibilidades.

Pronto tendría mayores disgustos para lamentar,
pues al cabo de unos años, en 1181, por primera vez
oficialmente se planificó una campaña militar en
Europa a fin de perseguir a los libre pensadores del Languedoc
que insólitamente estuvo respaldada por el Papa de Roma, a
pesar de que la tal determinación representaba una muy
grave intromisión en los bienes patrimoniales del conde de
Toulouse del Languedoc. Arnau de Torroja entonces, aunque lo
agobiasen los problemas que su alto cargo le acarreaban en la
sede central de las órdenes de Sión y del Temple en
Jerusalén, donde forzosamente él residía,
también debió de lamentar mucho el asesinato de
Ramón Berenguer IV conde de Provenza, y más por
haber ordenado tal magnicidio el dicho conde Raymundo V de
Toulouse. Los antecedentes se remontaban a cuando el rey Alfonso
II, a pesar de su juventud, rápidamente acudió a
Provenza con un ejército para nombrar como legítimo
sucesor de aquel trono a su hermano Sancho. El rey-niño
desplazado resultó quedar muy impotente, pues aunque la
ciudad de Beziers lo apoyaba, no así Montpelier que
apoyó a los Toulosinos. Es más, durante el sitio de
Albaron (Provenza) el Conde de Toulouse encontró la
ocasión para hacerlo raptar, siendo rescatado solitaria y
audazmente por el caballero Bertrán de Baus, quien
huyó con el pequeño Alfonso al galope hasta lograr
atravesar el río Garona, refugiándose en
Arles.

Arnau de Torroja no ignoraba cuan frenéticamente
los regentes y consejeros del rey Alfonso II (quienes ya no
podían contar con la ayuda del obispo Guillermo),
intensificaron la firma de tratados de paz, pero lo que Arnau no
supo nunca fue la destitución de Sancho de Provenza en
1185, porque él murió el año antes,…al
menos en suelo europeo.

Mientras vivió Arnau de Torroja lo sabría
todo referente a los condados catalanes, interesándole
especialmente el que, al fallecer en 1172 el conde Gerardo de
Rosellón sin tener herederos directos, Alfonso "el Casto"
incorporó dicho condado a la Corona de Aragón. (Al
terminar aquel siglo fueron vasallos suyos los condados de Urgel,
Pallars Sobirá y Ampurias). En cuanto a Provenza, aquel
condado que tanto le había costado al Conde de Barcelona
volverla a tener bajo su dominio, resultó que al morir
Alfonso II volvió a dividir el país y las
posesiones al norte de los Pirineos acabaron encomendadas al
procurador general Roger Bernat de Foix, quien contó con
las alianzas de Bearn y Bigorra. Roger de Foix, por suerte, fue
siempre el más fiel aliado de la Corona de Aragón a
pesar de la desidia de Jaime I por las tierras del otro lado de
los Pirineos, …las cuales, leído su testamento, acabaron
perdiéndose otra vez por un mal reparto entre sus hijos
(El historiador aragonés Zurita lo criticó
mucho).

Hubo otros hechos que ya no vivió mi biografiado
y que se refieren a Solsona, su querida ciudad natal. Los
repetidos errores de dividir el reino entre sus herederos fueron
nefastos en cada población. Como si fuese una
maldición debida a tan pésima política, fue
justamente en Solsona, cuna de la familia Torroja, donde Jaime I
sufrió tres confabulaciones de los muchos nobles
catalano-aragoneses a lo largo de su vida. Tras aquellas murallas
se reunieron en su contra los condes de Ampurias, de Foix, etc.
etc., y su propio hijo al frente de los aragoneses, todos ellos
con sus respectivos ejércitos. Se le rebelaron en armas
cada vez (1231-1268 y 1274) capitaneados por el muy poderoso
Ramón Folc, vizconde de Cardona. (Para colmo, fue en
Solsona donde también se reunieron cuantos nobles se
rebelaron contra Pedro I, uno de los hijos herederos de Jaime
I).

Para concluir con los méritos de Guillermo de
Torroja, advertiré que la catedral de Tarragona, que se
comenzó a edificar en el siglo XII, no fue terminada hasta
dos siglos después de morir él. Su firma
quedó recogida en un documento inédito hasta
mediados del siglo XX. (Inexplicablemente estaba en el fondo
archivístico nº 30 de Sant Llorenç del Munt).
Se trata de un pergamino del año 1173 escrito en el
monasterio de Sant Cugat del Vallés que fue estudiado por
mi amiga la investigadora de l'ACA de Barcelona, Sra. Josefina
Font Bayell, y lo presentó en el "Congreso de Historia de
la Corona de Aragón", Vol. II (celebrado del 1 al 6 de
octubre de 1962). El arzobispo Guillermo de Torroja, quien no
debió de hacer el tipo de escritura diferente a la de su
hermano Arnau de Torroja, usaba un tipo de letra cancilleresca
romana, siendo por el tal documento que se revela un ignorado
detalle: El jovencísimo rey Alfonso II no salió de
Catalunya después del mes de septiembre de 1173, o sea que
permaneció en Bacelona hasta que se fue a casar en
Zaragoza a principios del año siguiente.

CATALUÑA ANTES DE QUE ARNAU
PARTIESE HACIA PALESTINA

Arnau de Torroja había vivido la ocupación
de Egipto cuando en 1163 Amalrico I fue requerido para dar
protección al visir depuesto, pero Arnau después ya
no participó en las sucesivas invasiones de los francos al
país de los faraones. Había regresado a Europa en
1164 pues consta compareciendo en varios actos oficiales, como
cuando entregó 1.200 escudos de oro al rey Alfonso II por
ciertas tierras de Lérida, para costear la primera
expedición que el soberano catalano-aragonés hizo
en tierras de Provenza. En agradecimiento a tal campaña,
el arzobispo de Arles en marzo de 1167, le otorgó permiso
para tomar las aguas del río Durance, y Arnau en persona
firmó el documento cuando aquel acto se celebró en
la encomienda que las órdenes de Sión y del Temple
tuvieron cerca de Montpelier (J. Miret Sanç:
"Itinerario del rey Alfonso I de Cataluña, II de
Aragón; en BRDBLB,
t. II (1903.1904, p
262).

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter