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Cooperativa y Cooperativismo. Una aproximación a sus oportunidades en el comercio interior cubano (página 2)



Partes: 1, 2

Se superan las contradicciones que afectan la
productividad, calidad e innovación en empresas
convencionales: Cuando los dueños de los medios de
producción, administradores y trabajadores de la
cooperativa son las mismas personas y por tanto están en
igualdad de condiciones, se superan las contradicciones que
surgen entre los dueños y los administradores y entre los
administradores y los trabajadores.

Mayor productividad sin concentración de la
riqueza: El hecho de que los medios de producción que
administra una cooperativa estén bajo control colectivo y
no de una sola persona, funcionarios empresariales, permite que
se realicen actividades económicas de escala mediana o
grande al mismo tiempo que se evitan los riesgos sociales
asociados a la concentración de la riqueza

Mayores escalas de producción manteniendo la
flexibilidad: Más aún, la tendencia de las
cooperativas, siguiendo su principio, a la integración
horizontal con organizaciones similares permite combinar las
ventajas de mayores escalas que generan más productividad
y eficiencia en el uso de recursos.

Integración vertical con distribución
más justa del valor agregado: Las cooperativas
están también mejor preparadas para organizarse en
cadenas de valor donde aquellas que comercializan o realizan las
actividades mejor remuneradas por el mercado no se queden con la
mayor parte del valor agregado y no se limite por tanto el
crecimiento de los otros eslabones productivos.

La gestión democrática que debe ocurrir en
las cooperativas es imprescindible para que las personas puedan
desarrollarse como seres humanos plenos, satisfaciendo no
sólo sus necesidades materiales, sino también sus
necesidades espirituales, solidaridad y respeto por los
demás.

Conocimientos y habilidades técnicas: En las
cooperativas, los asociados saben que su desempeño y por
tanto sus ingresos depende de las decisiones que tome la asamblea
o sus representantes, por lo que tienen especial interés
en comprender cómo funciona y cómo podría
funcionar mejor.

Protagonismo en lugar de apatía: asumen una
posición proactiva y creativa ante los asuntos que les
afectan en lugar de esperar que los resuelvan otros.

Responsabilidad hacia otros y hacia la naturaleza: En la
medida que las personas descubran sus otras dimensiones humanas,
además del instinto de supervivencia, y conozcan sus
interrelaciones con otros, buscarán la felicidad en
relaciones más armónicas con otros seres humanos y
la naturaleza. Respetan más el medio por estar
dentro de la comunidad y lo hacen mejor que cualquier empresa
estatal.

Contribuye a la equidad y justicia distributiva: El
reparto de los excedentes de las cooperativas según los
criterios definidos por sus asociados.

Proporciona un empleo más estable: Son una fuente
más estable de empleo porque las cooperativas no pueden
separar a un asociado por razones que sean ajenas a su
comportamiento.

Tienen tasas superiores de supervivencia: Varios
estudios han demostrado que las cooperativas fracasan menos que
las empresas privadas y estatales pues tienen mayor capacidad
adaptativa en épocas de crisis, y aprovechan mejor las
épocas de bonanza para fortalecerse (Birchall y Ketilson,
2009).

Mejor equipadas para contribuir al desarrollo
local:

Las cooperativas son propensas a ser socialmente
más responsables que las empresas privadas, estatales y
los cuentapropistas.

Dado que la lógica de funcionamiento de las
cooperativas no es no es solo la maximización de la
ganancia sino la satisfacción de las necesidades de sus
asociados, ellas son más propensas a internalizar
intereses más amplios que los de sus colectivos de
entorno, no solo mediante acciones comunitarias sino
también orientando sus propias actividades hacia la
satisfacción de necesidades sociales.

Claves para establecer relaciones sociales más
humanas: Las relaciones de asociación y cooperación
que se establecen en empresas gestionadas democráticamente
son un punto de partida imprescindible para generalizar esas
relaciones a nivel social. Si, además de cumplir con sus
principios autogestionarios y obligaciones tributarias, las
cooperativas participaran en espacios de coordinación o
planificación democrática con las comunidades que
impacta con su actividad, ello les permitiría responder a
intereses sociales más amplios y por tanto ser verdaderas
empresas socialistas y se evita la explotación el hombre
por el hombre.

Es importante notar que estas potencialidades de las
cooperativas se derivan en esencia de su modelo de gestión
democrática que les permite articular intereses
individuales con colectivos (comunes al grupo de integrantes de
la cooperativa) e incluso con los intereses sociales de las
comunidades con las que más interactúan. Esta
articulación de intereses (tanto materiales, que no se
limitan a la repartición de excedentes, como espirituales)
provee las fuentes de motivación para aprovechar la
flexibilidad de esas organizaciones para diseñarse de la
manera más efectiva, así como los incentivos para
utilizarlas de manera óptima según sus intereses,
asumiendo los derechos y responsabilidades que ello
entraña. Además del aspecto motivacional, son
conocidas otras ventajas de los modelos de gestión
participativos: decisiones más óptimas, flujo de
información mayor y más confiable, mejor preparados
para la innovación, entre otros.

Retos de las cooperativas en el sector del Comercio, la
Gastronomía y los Servicios.

No sería objetivo referirnos a las
potencialidades de las cooperativas sin mencionar las
limitaciones o deficiencias más importantes que ellas
pueden presentar, sobre todo cuando se les pretende usar como
herramientas para un desarrollo socioeconómico
comprometido con el horizonte socialista. Estas limitaciones de
las cooperativas vienen asociadas a los tres tipos de
organizaciones fundamentales que sirven para caracterizarlas:
cooperativas, pequeñas y medianas empresas y empresas no
estatales. Junto a cada limitación, se proponen medidas
para superarla. Algunas de ellas pueden ser corregidas con la
ayuda de instituciones externas. Otras no son realmente
deficiencias propias de las cooperativas si no de las
políticas de promoción que se emplean y del
contexto en que surgen.

Limitaciones para el desarrollo de las cooperativas como
tales:

Evitar políticas de promoción muy
ambiciosas que no cuenten con la capacidad institucional para
supervisarlas y atenderlas adecuadamente.

No es una tarea sencilla ni rápida lograr una
verdadera gestión democrática, donde la
mayoría de los asociados realmente participen ejerciendo
sus derechos y responsabilidades, sobre todo si estos provienen
de empresas o establecimientos estatales donde no
existía.

Potenciar la limitación hoy existente en la
educación cooperativa sobre valores o actitudes (igualdad,
responsabilidad, solidaridad) y habilidades (tolerancia por
opiniones diferentes, construcción de consensos, trabajo
en equipo) democráticas.

Limitada educación económica y
técnica relevante, de manera que los asociados se sientan
mejor preparados para tomar decisiones acertadas o puedan evaluar
las decisiones tomadas por los directivos, y haya un ambiente de
igualdad de capacidades.

La escasez de utilizar consultorías,
asesorías o mediaciones para resolver conflictos entre los
asociados.

En las políticas públicas que se promuevan
por el sistema del comercio interior la creación, es
importante dar tiempo a que los beneficiarios de esos programas
las conozcan bien.

Debe prestarse atención al relevo generacional,
de manera que los nuevos asociados que remplacen a los que se
retiren entren de manera gradual.

Limitaciones de las cooperativas como Pymes:

Son vulnerables al fracaso si no cuentan con las
condiciones requeridas.

Puesto que generalmente tienen utilidades
pequeñas, requieren acceso al crédito
constantemente. El hecho de que ellas además deben adaptar
sus procesos productivos y de servicios a los frecuentes cambios
en el mercado, sugiere que se benefician significativamente de
capacitación y asesoramiento técnico. En caso de
que no puedan acceder a los insumos requeridos y no cuenten con
medios efectivos de comercialización, también
tenderán a fracasar en un alto grado.

Son vulnerables al fracaso si no diversifican sus
clientes.

Ellas deben buscar tener la mayor variedad de clientes
posibles, aunque enfocándose en los que consideren
más estratégicos. Las alianzas con otras
organizaciones o contratos de compras de instituciones estatales
son bien importantes para su éxito pues les dan cierta
seguridad.

Limitaciones de las cooperativas como forma de propiedad
socialistas.

La mayor autonomía de las empresas no estatales
puede resultar en que, guiadas por la lógica del mercado,
ignoren intereses sociales (precios especulativos, no pago de
impuestos, no calidad de sus productos, contaminación,
explotación de trabajo asalariado,
etcétera).

Promover espacios de coordinación con gobiernos
locales para asegurar que contribuyan a los objetivos de
desarrollo del territorio y no atenten contra ellos. Esto
requiere que los gobiernos locales en primer lugar definan sus
estrategias, y de la manera más participativa
posible.

Lo que se defiende en las cooperativas, es que a pesar
de esa

Autonomía total, pues ellas son perfectas para
garantizar esas

Necesidades, pues en la mayoría de los casos lo
hacen de manera

Local, y se identifican con la localidad o
pueblo.

Un problema en Cuba es que estamos creando las
cooperativas a partir de empresas estatales con los trabajadores
que ya tenían de antes… y entonces vemos que es un
problema que no se identifican con las necesidades
locales… A lo mejor el problema está en la forma de
crearlas, no en las cooperativas propiamente dichas, y sobre
todo, que a partir de esa forma de creación, cuesta mucho
trabajo que en la práctica esas instituciones se
conviertan en cooperativas de verdad…

Roles que
podrían jugar las cooperativas del sector en el nuevo
modelo económico cubano

Según lo expresado en los Lineamientos y
declaraciones oficiales, el nuevo modelo económico
estará compuesto por una mayor variedad y presencia de
formas empresariales no estatales. Se está considerando
además la transferencia de la gestión de unidades
empresariales estatales hacia empresas no estatales vía
arrendamiento como acontece y acontecerá en el
sector.

A pesar de las limitaciones de las cooperativas vistas
anteriormente, los riesgos que su promoción pudiera
generar son menores que si se promueven empresas privadas, e
incluso trabajadores cuenta propistas. Ellas tienen además
potencialidades que no pueden disfrutar las empresas privadas ni
estatales. Como vimos, las cooperativas tienen por lo general
tasas de fracaso menores y son más propensas a articularse
con intereses sociales más amplios que sus pares Pymes no
cooperativas. Además, la mayor parte de los riesgos de la
promoción de cooperativas pueden ser evitados con
políticas correctamente diseñadas e implementadas.
Aunque es cierto que la implementación de políticas
públicas es bien complicada y siempre ocurren
consecuencias no esperadas, los efectos negativos de dar
preferencia a las formas autogestionarias seguramente
serán mucho menos significativos que los de la
expansión de empresas privadas que contratan trabajo
asalariado.

De ahí que las políticas prioricen e
impulsen las cooperativas.

Así, las cooperativas podrían jugar roles
bien importantes, sobre todo si no se les limita a la forma
tradicional en que un grupo de personas tiene propiedad legal
exclusiva sobre los medios de producción, resultando en
una autonomía total. Como ha ocurrido y ocurre en otros
países, la creación de cooperativas podría
ser promovida por el Estado, desde políticas nacionales y
programas de gobiernos locales, hasta decisiones de empresas
estatales de contratar algunas de las actividades que hoy
realizan a cooperativas. Ello debe ser manejado muy para no
interferir en su gestión y eclipse su
conceptualización.

Para ser más preciso, organizaciones
socioeconómicas bajo la figura legal cooperativa
podrían jugar los siguientes roles:

Cooperativas tradicionales de acuerdo a un marco legal
establecido nacionalmente para su creación en todas las
actividades que no están relacionadas con necesidades ni
estratégicas ni básicas; como las que realizan hoy
los trabajadores privados., aunque modificando el actual listado
de actividades permitidas. Estas cooperativas, como los
trabajadores privados, surgirían de forma
espontánea y tendrían una autonomía o
independencia casi absoluta; lo que por supuesto no las
exceptúa de cumplir con el marco legal que se establezca,
ni con las condiciones de los contratos de arrendamiento u otro
tipo que puedan establecer.

Cooperativas de producción de bienes y servicios
relacionados con las actividades principales de la empresa
estatal que realicen actividades que requieren altos grados de
motivación, son difíciles de supervisar, o resulta
más efectivo subcontratar.

Para aquellos casos en que los medios de
producción no son costosos ni la producción
está relacionada con necesidades básicas, se pueden
establecer contratos de arrendamiento según las distintas
situaciones. Cuando se desee proteger una marca reconocida, la
franquicia sería lo recomendable.

Para aquellos casos en que los medios de
producción son costosos y por tanto no resulta
recomendable arrendarlos, la mejor variante sería una
cooperativa múltiple donde la empresa estatal (propietaria
legal de los medios de producción) sea uno los
"participantes" de la cooperativa como proveedor de los medios de
producción, y pueda por tanto asegurar que ellos sean
usados adecuadamente, como pueden ser los casos de los Centros de
Elaboración de Alimentos.

Para aquellos casos en que los bienes o servicios que
producen son básicos, sería recomendable una
cooperativa múltiple donde los clientes o usuarios puedan
asegurar que sus intereses son considerados teniendo a una
organización que les represente (consejo de usuarios o
gobierno local) como uno de los "participantes" de la
cooperativa.

Beneficios de la promoción de cooperativas en la
Gastronomía y los Servicios.

Se puede prever que la promoción de cooperativas
en Cuba tendría los siguientes resultados
positivos:

Aumentar la productividad del sector no estatal y
calidad de sus productos y servicios, sin que aumente la
concentración de los medios de producción, la
explotación de trabajo asalariado, y con mayor equidad en
los ingresos.

Institucionalizar y facilitar las prácticas
autogestionarias que ocurren en pequeñas unidades
empresariales del Estado y podrían resultar en un
funcionamiento más efectivo de las empresas, pues
satisfarían mejor las necesidades de los consumidores y
los trabajadores, y aportarían más al desarrollo
socioeconómico local, no solo por la vía los
impuestos, pudiendo ser bonificadas por sus
resultados.

Reducir la carga sobre el Estado de empresas con
pérdidas o baja efectividad en su gestión. Esto se
lograría transfiriendo su gestión mediante
distintas formas de arrendamiento (usufructo, concesiones,
franquicias) a cooperativas formadas preferiblemente por los
actuales trabajadores de forma voluntaria e informada, y que
dependiendo de las características de sus actividades y
medios de producción podrían ser cooperativas
múltiples de varios establecimiento en una sola
cooperativa. Esto le permitiría al Estado "deshacerse" de
ellas de manera más socializada y efectiva que
transfiriéndolas a trabajadores privados, pues:

Se promoverían relaciones de asociación en
lugar de subordinación entre los trabajadores.

Reduciría el número de trabajadores que
quedarían sin empleo, pues las cooperativas son una fuente
mayor y más estable de empleo.

Se establecerían relaciones contractuales de
arrendamiento más estables con cooperativas.

Sería más fácil controlar que se
cumpla con las condiciones del arrendamiento pues las
cooperativas son mucho más transparentes.

Controlar de manera más efectiva y con menores
costos lo relativo a sus obligaciones fiscales, como a no
participar en el comercio ilícito.

Facilitar la coordinación entre los intereses de
las empresas del sector no estatal, estatales y los intereses
sociales de las comunidades, representados en gobiernos
municipales, consejos populares u otras organizaciones
sociales.

Mediante su operación vis a vis o
"competencia" con las empresas privadas, estatales y
cuentapropistas ya existentes, podrían contribuir a que
mejoren las condiciones de los servicios y su eficacia y
eficiencia.

Mediante su "competencia" con las empresas privadas,
estatales y cuentapropistas ya existentes, y si se
establecen mecanismos y espacios de coordinación en los
contratos de arrendamiento, cooperativas múltiples,
planificación democrática, con gobiernos locales,
podrían reducirse los precios de los bienes y
servicios.

Ayudar a que las personas puedan satisfacer parte de sus
necesidades materiales mediante sus propios esfuerzos.

Permitir que las personas puedan satisfacer sus
necesidades espirituales de desarrollarse plenamente como seres
humanos: autorealización profesional, autoconfianza,
relación armónica con otros y la
naturaleza.

Promover el avance de valores, actitudes y habilidades
democráticas.

Hacer más atractiva la búsqueda de
soluciones colectivas, donde las personas se relacionan como
iguales (con iguales derechos y deberes), en lugar de soluciones
individuales, donde las relaciones son de subordinación y
competencia.

Materializar la concepción de justicia ya
establecida en nuestro país en la cual la fuente principal
de los ingresos de las personas debe ser el trabajo y no la
suerte de contar con recursos obtenidos por otras vías; lo
que implica también una sociedad con altos grados de
igualdad y equidad.

Estos beneficios se obtienen fundamentalmente de la
posibilidad que ofrecen las cooperativas –y otras empresas
gestionadas democráticamente— de combinar las
motivaciones y condiciones requeridas para un desempeño
empresarial efectivo junto con lo necesario para ejercer y
consolidar nuestros valores y nos acercaría al horizonte
socialista.

Ventajas que tiene Cuba para la promoción de
cooperativas en Gastronomía y los Servicios.

Cuba tiene condiciones que otros países no han
tenido para promover las cooperativas y otras formas
autogestionarias. Precisamente porque los cubanos y cubanas hemos
sido expuestos a un discurso y una práctica cotidiana
más solidaria e igualitaria que en otros países
–aunque sin dudas disminuida considerablemente desde los
años noventa–, es probable que la
organización en cooperativas (reales, y por tanto
autónomas) sea más atractiva.

Además, en Cuba ya la mayoría de las
personas está relativamente bien calificada
profesionalmente.

Otra ventaja importantísima con que contamos son
los niveles de confianza y transparencia o extroversión
que nos distinguen de otros países, lo que nos adelanta en
un requerimiento ineludible a la hora de crear una cooperativa:
las personas deben tenerse ciertos niveles de confianza y
empatía. Más aún, como fue mencionado, en
algunas empresas estatales y en algunas empresas "informales", ya
vienen dándose procesos en gran medida autogestionarios
que verían en la cooperativa la forma más natural y
deseable de organización.

Medidas que deberían ser tomadas para promover
las cooperativas en la Gastronomía y los
Servicios.

Para lograr lo anterior se debe tomar un conjunto de
medidas que deberían ser tomadas para promover la
creación de nuevas cooperativas. Realizar una
campaña de educación e información sobre las
cooperativas.

Explicar de forma clara por qué la cooperativa es
una forma "más socializada" y por tanto preferible, en
aquellos casos donde existan condiciones, a la empresa
privada.

La alta dirección del país y del sistema
del comercio interior debería reiterar públicamente
su decisión de promover la creación de
cooperativas, de manera que aquellos que hoy lo obstaculizan no
tengan pretextos para ello.

La realización de un curso mínimo
introductorio a las especificidades de las cooperativas
debería ser un requisito a cumplir por las personas
interesadas en crear o integrarse a esas
organizaciones.

Si el Estado asume el compromiso de promover las
cooperativas, debería apoyar los procesos de
educación que ellas requieren, debido a las
particularidades éticas y organizativas de su
dimensión social.

Se debe Pensar en una ley de cooperativas, y su
reglamento general. Esta Debería ser precedida por un
proceso de consulta, al menos con las cooperativas agropecuarias
y la población en general, lo más abierto posible,
para que la nueva legislación supere las limitaciones de
la ley de cooperativas agropecuarias vigente y el Decreto-Ley de
las No Agropecuarias en experiencias y sea lo más efectiva
posible.

Los funcionarios de instituciones estatales a cargo de
la implementación de las nuevas políticas
públicas relativas a las cooperativas, y en particular los
gobiernos locales, deberían ser capacitados sobre sus
especificidades y ventajas.

Establecer una institución que supervise y apoye
a las cooperativas existentes, así como que facilite su
creación y registro, provea información sobre
ellas, y les sirva de puente entre ellas y con otras
instituciones estatales o no.

Esta institución podría apoyarse en las
universidades para que los profesores y estudiantes brinden
asesorías sobre gestión, contabilidad, estrategia y
especificidades de las cooperativas.

Establecer políticas públicas tributarias
(exención del impuesto sobre la fuerza de trabajo, la
disminución de otros), crediticias (créditos con
intereses más bajos y facilidades para las
garantías colaterales, a través de la
participación del presupuesto del estado) y de
contratación prioritaria por instituciones estatales
(priorizarles en los contratos de compra-venta o arrendamiento)
que privilegien a las cooperativas sobre las otras empresas no
estatales; sin que esto signifique que no deban pagar impuestos,
que no deban repagar sus créditos, o que se les contraten
bienes y servicios de menor calidad.

Promover que los gobiernos locales establezcan espacios
de coordinación con cooperativas y otras empresas no
estatales en su territorio, de manera que estas contribuyan al
logro de sus objetivos estratégicos y a la
satisfacción de necesidades básicas de las
comunidades en sus territorios.

Además, es necesario generar las condiciones
mínimas para el éxito de toda empresa, tales como:
el aprovisionamiento de insumos, incluyendo formas de
importación más flexibles pero sin renunciar a la
sustitución de importaciones y en especial las relaciones
contractuales con empresas estatales; el acceso a crédito,
idealmente en condiciones preferenciales o al menos no

discriminatorias; la comercialización,
facilitando los vínculos más directos entre
productores y consumidores.

Conclusiones

Cuando en Cuba, como en otros países, se buscan
formas de organización empresarial distintas a las
convencionales empresas privadas o estatales, es importante
conocer la organización empresarial alternativa más
difundida en el mundo no la única que ha demostrado su
efectividad y sustentabilidad. El modelo de gestión de las
cooperativas no es una panacea aplicable a todas las
organizaciones, actividades económicas o grupos de
personas, ni que pueda resolver por sí mismo todos los
problemas. Pero sí es una herramienta útil y de
crucial importancia para avanzar en la solución de un sin
número de deficiencias que existen en nuestro país
tanto de carácter económico como cultural y social
y sobre todo en este sector.

Lo más importante de las cooperativas para la
coyuntura cubana actual no es verlas como una forma de propiedad
legal de los medios de producción, sino como un modelo de
gestión empresarial efectivo que articula intereses
individuales, colectivos y potencialmente sociales. Las
cooperativas son una de las formas de organización
empresarial mejor preparadas para lograr simultáneamente
objetivos que parecen irreconciliables pero que es posible
balancear efectivamente: requerimientos económicos con
aspiraciones sociales, y autonomía con responsabilidad
social.

Aunque en el discurso oficial de varios ministros las
cooperativas han sido presentadas como "formas más
socializadas" y que por tanto merecen un tratamiento preferencial
por el Estado, esto está ausente en los Lineamientos.
Ahora que se ha decidido comenzar con los experimentos de
cooperativas en algunos sectores en especial en este, debe
facilitarse que tengan las condiciones mínimas de
éxito y el tiempo que requiere el desarrollo de su cultura
organizacional. Debería también permitirse que
grupos de personas interesadas en crear cooperativas y que logren
el apoyo de sus gobiernos municipales o instituciones estatales,
puedan hacerlo también de forma experimental.

La visión de una Cuba marcada por la presencia de
cooperativas no está solo en las mentes de algunos
académicos idealistas, sino en las de incontables personas
que reconocen los beneficios que traerían para nuestro
país la expansión de cooperativas genuinas de todo
tipo y la consolidación de las ya existentes. Una vez que
se permita la creación de cooperativas como se ha
permitido a los cuentapropistas, muchos grupos de personas van a
estar listos para crearlas y poner en práctica los valores
de solidaridad e igualdad que tan enraizados tienen. Para
aquellos que no tengan la fortuna de contar con financiamiento
(vía ahorro o inversiones de familiares en el extranjero
será la única vía para comenzar un negocio
más productivo y sostenible que el autoempleo. (Camila
Piñeiro 2013)

El éxito del actual proceso de cambios en nuestro
modelo económico será mayor si se reconocen las
limitaciones en el orden estructural y los inconvenientes que ha
traído el centralismo, y la necesidad de incorporar
consideraciones sociales y culturales que garanticen su
éxito, sustentabilidad y prosperidad.

Me permito terminar con una cita de uno de los
pensadores más lucidos del iluminismo francés y uno
de los precursores en vida de la posterior Revolución
Francesa de 1789.

"….Desconfiemos de las costumbres
consagradas por la tradición, la formación y la
sociedad, sometámosla a una crítica continua y
exigente. Porque si la fuerza acaba con el derecho, la costumbre
acaba con la libertad…"

Jean Jacobo Rousseau

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Autor:

Msc. Manuel Prieto
Hechavarría

 

Partes: 1, 2
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