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Cultura del reconocimiento” – interpretación a la filosofía de Enrique Dussel



  1. Introducción
  2. La
    cultura latinoamericana fuera de la historia: visión
    sustancialista y eurocéntrica
  3. La
    cultura latinoamericana dominada y
    excluida
  4. Cultura popular
    latinoamericana
  5. Bibliografía
  6. Anexos

Introducción

Una de las preocupaciones iniciales y constantes de la
labor filosófica del argentino y naturalizado mexicano,
Enrique D. Dussel A.(, ha sido la problemática de la
cultura. Desde sus primeros escritos, en 1964, ha expresado la
importancia de una reconstrucción total de la historia
mundial para "descubrir el lugar de América
Latina
" en el proceso del desarrollo de la humanidad desde
su origen y, con ello, responder a la pregunta acerca del
"origen, desarrollo y contenido" de la cultura
latinoamericana. Ahora bien, sus interpretaciones en torno a esta
problemática han sufrido transformaciones importantes.
Dussel parte de un modelo de análisis sustancialita y
eurocéntrico, apoyado en la obra del filósofo
francés Paul Ricouer, para luego desembarazarse de
él. La crisis y superación de esta visión
será posible gracias a la recepción de la obra del
filósofo y Escritor lituano, nacionalizado francés
Emmanuel Lévinas como también de la
"teoría de la dependencia". En efecto,
será justamente el indio el punto de partida de una
diferente interpretación de la historia: el Otro en su
exterioridad. El devenir de tales transformaciones presenta al
menos tres momentos: a) la cultura latinoamericana "fuera de
la historia de las culturas
", b) la cultura latinoamericana
dominada y excluida, y c) la cultura popular entendida como la
cultura del bloque social de los oprimidos. Nuestro
interés es indicar cómo la cuestión del
reconocimiento o no de la Alteridad está presente en cada
uno de ellos. Para este propósito nos ceñiremos en
la presente comunicación a su obra Filosofía de
la cultura y la liberación
publicada en 2006 y que
reúne la producción dusseliana sobre este
tópico de los últimos cuarenta años. En
efecto, mostrar el devenir interpretativo en torno a la
problemática de la cultura latinoamericana es el
propósito de esta obra. No es la primera vez que aparecen
reunidos en un volumen los trabajos de Dussel en torno a la
filosofía de la cultura. Con anterioridad, una obra
publicada en 1997 y en portugués reunía estos
trabajos: "Oito ensayos sobre cultura latino-americana e
libertação
", que traducido al español,
es: "Ocho ensayos no destructivos sobre la cultura
latinoamericana y la liberación
".

El problema de la cultura es para Dussel un tema central
de su reflexión filosófica. Así una de las
preguntas centrales es la que interroga acerca de quiénes
somos culturalmente. Su interés es entender el origen, el
desarrollo y el contenido de la cultura latinoamericana. Desde
las primeras obras de Dussel, en 1964, ha expresado la
importancia de un replanteo total de la Historia Mundial, para
descubrir el lugar de América Latina. El Otro en su
exterioridad es el origen de una diferente interpretación
de la historia. Es justamente el indio el punto de partida de la
interpretación dusseliana de la Historia.

Para Dussel, es preciso situarse en una visión de
historia universal para desentrañar el sentido de la
cultura latinoamericana. Dicho de otro modo: reconstruir la
historia cultural latinoamericana dentro del marco de la historia
universal. En efecto, es necesario no sólo sobrepasar las
fronteras nacionales sino incluso ciertos límites
históricos productos de una periodización estrecha.
Tales periodizaciones son las propuestas por diversas posiciones
políticas e ideológicas y han sido identificadas
por Dussel en las siguientes: a) revolucionarios, para quienes el
tiempo mítico está ubicado en el futuro; b)
tradicionalistas, para quienes el tiempo mítico
está situado en el proceso de Independencia; c)
colonialistas o hispanistas, quienes sitúan el tiempo
mítico en la conquista de América y d) indigenismo,
quienes lo sitúan antes de la conquista. Este proceso es
entendido hacia 1965 en su ensayo "Iberoamérica en la
historia universal
" como desmitificación. Definido
como la destrucción de los particularismos que impiden la
auténtica comprensión de un fenómeno que
sólo puede y debe ser comprendido teniendo en cuenta los
horizontes que lo limitan (en último término, la
historia universal). Mitificar es, contrariamente, pretender
explicar la historia de un pueblo a partir de algunos hechos
relevantes determinando hechos con un valor absoluto. Así
entonces hay -para Dussel- una conciencia cultural formada a
partir de un relato histórico mitificado.

La cultura
latinoamericana fuera de la historia: visión
sustancialista y eurocéntrica

El modelo teórico a partir del cual Dussel
realiza hacia 1964 sus investigaciones en torno al problema de la
cultura latinoamericana es el modelo ricoeuriano. En efecto, la
influencia del filósofo y antropólogo
francés Paul Ricoeur ha sido determinante en el
interés inicial de Dussel de comprender la cultura
latinoamericana. Las obras de Ricoeur que ejercieron una
influencia determinante fueron: "Civilización
universal y cultura nacional
" publicada en "Historia y
verdad
", y "La simbólica del mal", publicada
en Finitud y culpabilidad, en donde compara la narrativa
prometeica (culturas indoeuropeas) y la adámica (culturas
semitas). Hasta fines de la década del 60, Dussel
permanece en la tradición ricoeuriana, refiriéndose
al filósofo francés Paul Ricouer.

En este primer momento de análisis sobre la
cultura Latinoamérica pueden notarse rasgos
eurocéntricos. A él pertenecen los ensayos escritos
dentro del universo de significación ricoeuriana, como por
ejemplo: "Iberoamérica en la historia universal",
"Cultura, cultura latinoamericana y cultura nacional" y
"Para una filosofía de la cultura,
civilización, núcleo de valores, ethos y estilo de
vida
"[1]. Ensayos previos a la
constitución de la filosofía de la
liberación, i.e., ensayos en los que la metafísica
de la exterioridad aún no era el tema central.

La influencia de Ricoeur se evidencia claramente hacia
1964, cuando Dussel se plantea como objetivo hallar los
fundamentos últimos de los elementos que constituyen la
estructura intencial del mundo latinoamericano. En
términos ricoeurianos, el "núcleo
ético-mítico
". La cultura era entendida como
el contenido valorativo-mítico de una nación o
conjunto de ellas. Para ello es necesario situar a América
Latina en la historia universal. Es decir, no es posible explicar
la historia de un pueblo sin tener el correlato de una historia
universal. En efecto, para Dussel, la historia de América
Latina enmarcada -por así decirlo- en la historia
universal, haría posible tomar conciencia del papel que
nos tocaría desempeñar en la historia universal.
Sin lograr ese cometido, el lugar en la historia de
América Latina y de su cultura no estaría
claro.

Dussel tiene por objetivo -como filósofo- buscar
los fundamentos últimos de los elementos que constituyen
la estructura del mundo latinoamericano. Explicar la estructura
intencional (el núcleo ético-mítico) de un
grupo exige un permanente abrir el horizonte del pasado hacia un
pasado aún más remoto que lo fundamente. Explicar
la historia de un pueblo es imposible sin una historia universal
que muestre su contexto, sus proposiciones, su sentido. Ese
permanente "abrir" impide la
"mitificación" y sitúa al pensador como
ser histórico ante el hecho histórico siempre
continuo e ilimitado.

"Su obsesión era no dejar siglo sin poder
integrar en una visión tal de la Historia Mundial que nos
permitiera poder entender el "origen", el "desarrollo" y el
"contenido" de la cultura
latinoamericana
."[2]

Esta misma obsesión sigue estando presente
aún hoy. En el año 2007 publica el primer tomo de
su "Política de la Liberación" cuyo
subtítulo reza: "Historia mundial y
crítica
". Más adelante, en otro pasaje, dice:
"Para situar y comprender las altas culturas americanas debe
partirse de las organizadas desde el IV milenio a.C. en el Nilo y
Mesopotamia, para después avanzar hacia el Oriente y poder
vislumbrar las grandes culturas neolíticas americanas algo
después de los comienzos de nuestra Era
cristiana
."

Se trata, en efecto, de explicar las conexiones con su
pasado remoto y su futuro próximo. Los tres momentos son:
a) América pre-hispánica, las culturas americanas
que se originaron antes de la Conquista; b)
Hispanoamérica, la civilización que floreció
entre los siglos XVI-XVIII; y c) Latinoamérica,
conglomerado de naciones nacidas en el movimiento emancipador del
siglo XIX.

En "Hipótesis para el estudio de
Latinoamérica en la historia universal
", Dussel
intenta elaborar una historia de las culturas a partir del
núcleo ético-mítico de cada una de ellas. Su
propósito ha sido situar a América Latina en el
proceso del desarrollo de la humanidad desde su origen. En
"Hipótesis para una historia de la Iglesia en
América Latina
" (1967), afirma Dussel que se ve
plasmada una filosofía de la cultura en el nivel religioso
de América Latina. "(…) se trata de una primera
reinterpretación de una historia religiosa desde el punto
de vista de la historia mundial de las culturas
".

La cultura es una de las dimensiones de nuestra
existencia intersubjetiva e histórica. Un complejo de
elementos que constituyen radicalmente un sistema concreto de
significación, i.e., un mundo. La intención
dusseliana consiste en realizar una hermenéutica de la
cultura, i.e., una develación de su significación
oculta.

El discurso interpretativo de Dussel se articula en
torno a una serie de categorías centrales, entre ellas:
"civilización", "ethos",
"núcleo ético-mítico",
"valores", "estilo de vida" y
"cultura". Todas ellas dentro del universo
semántico de Ricouer. Intentemos a continuación un
brevísimo recorrido por las mismas. La categoría de
"civilización" hace referencia a un sistema de
instrumentos inventados por el hombre, transmitido y acumulado
progresivamente a través de la historia de la especie, de
la humanidad entera. La civilización o sistemas de
instrumentos tiene diversos niveles de profundidad: a) la ya dada
a la mano de los hombres: el clima, la vegetación, la
topografía; b) obras propiamente humanas: los caminos, las
casas, las ciudades y todos los útiles incluyendo
máquinas y herramientas y c) útiles intencionales:
las técnicas y las ciencias, que permiten la
invención y acumulación sistemática de los
otros instrumentos exteriores. Todos estos elementos constituyen
un cosmos, un sistema, i.e., posee un sentido. La
civilización es univeralizable. "Todo grupo
social
-afirma Dussel- adopta una manera de manipular
los instrumentos, un modo de situarse ante los
útiles
". Los extremos a partir de los cuales se dan
los modos de situación ante los útiles son: la pura
objetividad de la civilización y la pura subjetividad de
la libertad.

Por su parte, la categoría de "ethos" se
refiere al modo de situarse por parte de un individuo o grupo
humano ante los útiles. "El ethos es en gran parte
incomunicable, permaneciendo siempre dentro del horizonte de una
subjetividad (o de una intersubjetividad regional o
parcial
)". Dichos sistemas no son transmisibles sino
asimilables. Es decir, para vivirlos es necesario, previamente,
adaptarse o asimilarse al grupo que los integra en su
comportamiento. El "ethos" depende del núcleo
objetivo de valores.

El "núcleo ético-mítico"
se refiere al sistema de valores que posee un grupo inconsciente
o conscientemente, aceptado y no críticamente establecido.
Según Ricoeur, es el fondo cultural de un pueblo. Es
entendido como el núcleo creador de las grandes
civilizaciones.

La definición que brindan los filósofos
antes mencionados, acerca de la cultura tiene que ver con el
entramado de las Categorías ya aludidas, se circunscribe
en:

"Cultura es el conjunto orgánico de
comportamientos predeterminados por actitudes ante los
instrumentos de civilización, cuyo contenido
teleológico está constituido por valores y
símbolos del grupo, es decir, estilos de vida que se
manifiestan en obras de cultura y que transforma el ámbito
físico-animal en un "mundo", un mundo
cultural
."[3]

La civilización es universalizable, en tanto que
la cultura sólo puede comprenderse si uno se incorpora a
la comunidad que la vive. La cultura es
intransmisible.

A partir de este marco teórico, Dussel aborda la
cuestión de la cultura latinoamericana. Para nuestro
filósofo, es preciso situarse en una visión de
historia universal para desentrañar el sentido de la
cultura latinoamericana.

"Para situar y comprender las altas culturas
americanas debe partirse de las organizadas desde el IV milenio
a.C. en el Nilo y Mesopotamia, para después avanzar hacia
el Oriente y poder vislumbrar las grandes culturas
neolíticas americanas algo después de los comienzos
de nuestra Era cristiana
."[4]

El origen de nuestra proto-historia debe ubicarse,
según Dussel, en la Mesopotamia del milenio IV a.C. y
así lo expresa:

"Nuestra historia propiamente latinoamericana
comienza con la llegada de un puñado de hispánicos
que, junto a su mesianismo nacional, poseían sobre los
indios una ventaja inmensa tanto en sus instrumentos de
civilización como en la coherencia de sus estructuras
culturales. Nuestra historia latinoamericana comienza en 1492,
por el dominio indiscutido del hispánico de la
tardía Cristiandad medieval pero ya renacentista, sobre
decenas de millones de asiáticos o, de otro modo, de
asiáticos y australoides que desde miles de años
habitan un continente inmenso por su espacio, y terriblemente
corto en su a-historicidad
."

La hipótesis dusseliana respecto de la
interpretación de las culturas nacionales latinoamericanas
es la siguiente: "Aun para la comprensión radical de
cada una de nuestras culturas nacionales e deberá contar
con las estructuras de la cultura latinoamericana, como su
horizonte
." Las estructuras del todo explican la
morfología de las partes. Las "Weltanschauungen",
en español "las ideologías"( concretas,
las estructuras intencionales de la cultura latinoamericana deben
ser buscadas en los símbolos, mitos y estructuras
religiosas.

La cultura
latinoamericana dominada y excluida

El modelo de análisis de la cultura de Ricoeur
era válido para analizar una sola cultura considerada en
sí misma y sin relación a otra, pero no para
analizar el enfrentamiento asimétrico entre varias
culturas (una dominante y las otras dominadas). De allí
que el modelo explicativo del filósofo francés
entre en crisis para Dussel y se torne necesaria su
superación. En efecto, hacia fines de 1960 se conjugan
tres elementos que serán los detonantes de una ruptura en
la reflexión filosófica de Dussel. Nos referimos a:
1) el surgimiento de las ciencias sociales críticas en
América Latina, en particular la Teoría de la
Dependencia; 2) la lectura de la obra del filósofo de
origen lituano, nacionalizado francés, Emmanuel
Lévinas, "Totalidad e infinito" y 3) los
movimientos populares y estudiantiles, en particular el Cordobazo
de 1969 (Argentina). Todo ello confluirá en una nueva
visión sobre la cultura.

"Había entonces asimetrías de
dominación en el plano mundial: a) una cultura (la
"civilización" de Ricoeur), la occidental, metropolitana,
eurocéntrica dominaba y pretendía aniquilar todas
las culturas periféricas, y b) las culturas poscoloniales
(América Latina desde el comienzo del siglo XIX y Asia y
África con posterioridad a la llamada II Guerra Mundial)
escindidas internamente entre 1) grupos articulados a los
imperios de turno, élites "ilustradas", cuyo domino
significaba dar la espalda a la ancestral cultura regional, y 2)
la mayoría popular afincada en sus tradiciones, y
defendiendo (frecuentemente de manera fundamentalista) lo propio
contra lo impuesto desde una cultura técnica,
económicamente
capitalista
."[5]

En el mismo sentido agrega Dussel:

"Se trataba, no de una mera cuestión
terminológica sino conceptual, que permitía
escindir el concepto "substancialista" de cultura y comenzar a
descubrir sus fracturas internas (dentro de cada cultura) y entre
ellas (no sólo como "diálogo" o "choque"
intercultural, sino más estrictamente como
dominación y explotación de una sobre otras). La
asimetría de los actores había que tenerla en
cuenta en todos los niveles
."

La cuestión aparece formulada desde la
dialéctica del opresor/oprimido. Afirma Dussel que previo
a la conquista y a su proceso de exterminio hubo un mundo otro
que el europeo. El mismo fue reducido a un ente a
disposición de la civilización del
"centro" por la lógica de la dominación.
"Lo amerindio es el Otro, negatividad metafísica
negada
." Hacia 1973, puede notarse ya la recepción
del pensamiento levinasiano en la obra de Dussel en
categorías tales como: "Otro", "negatividad
metafísica negada
", "cara-a-cara",
"exterioridad", entre otras.

El amerindio tenía un mundo. El mismo fue
dominado. La exterioridad del amerindio frente al europeo fue
dominada. Lo que constituyó el primer proceso de
alienación en América. El amerindio es
interiorizado en la totalidad hispano-americana y puesto al
servicio del dominador como mano de obra. Esta dominación
es acometida en función de un proyecto histórico.
Ese proyecto no era otro sino el de enriquecer al español
a través del oro y la plata del indio.

La teoría del desarrollo afirmaba que los
países subdesarrollados poseen un modelo económico
defectuoso respecto del modelo económico de los
países desarrollados. De modo que lo que los países
subdesarrollados deben imitar el modelo de los desarrollados y,
por lo tanto, progresar y desarrollarse hasta identificarse con
él. A partir de la década del '60 se empieza a ver
en América Latina los límites de esta
teoría. La primera fase fue la exportadora, el modelo
hacia afuera; la segunda fue la industrialización
sustitutiva de importaciones, el modelo hacia adentro. Sin
embargo entre las décadas del 60 y 70 se produce la crisis
del modelo de desarrollo. Los argumentos de esta crisis provienen
de Raúl F. Prebisch L., André Gunder Frank, Enzo D.
Faletto V., Felipe H. Cardoso, Helio Jaguaribe, Theotonio dos
Santos, Franz Hinkelammert, Samir Amin[6]La
cuestión es planteada de manera tal que los países
desarrollados y los países subdesarrollados no conforman
realidades independientes, antes bien son parte de una misma
totalidad. Los países subdesarrollados constituyen la
periferia de esa totalidad en tanto que los desarrollados
constituyen el centro de la misma. La totalidad es el mercado
internacional con un centro y una periferia. La Teoría de
la Dependencia mostraba la asimetría económica
entre centro y periferia: dos categorías
que pasan a ser centrales para todo posible análisis sobre
la problemática. La tesis fuerte de esta teoría
afirmaba que "la dominación del Norte que condicionaba
el subdesarrollo del Sur
". En efecto, los países del
"centro" desarrollado son desarrollados porque han
usufructuado la explotación de los países
coloniales.

"Esta visión permite rehacer la historia y
descubrir que desde el origen del mundo moderno hay una
injusticia radical
."[7]

La teoría de la dependencia le ha permitido a la
filosofía tomar conciencia de la exterioridad de
América Latina respecto del centro europeo. Una
exterioridad que se asienta en una injusticia. La misma se
inicia, según la tesis dusseliana, con el origen de la
modernidad a partir de la conquista y colonización de
América. La filosofía de la liberación se
constituye como una filosofía crítica de la cultura
y su interés es articularse a los intereses del bloque
social de los oprimidos.

La dependencia desde el punto de vista económico
es:

"Simplemente el hecho de que ciertos países,
en concreto Nord atlánticos, han podido auto expandirse
porque se han apropiado de ciertos bienes de las colonias,
produciéndose así una acumulación originaria
que después se reproducirá, primeramente, con las
grandes industrias del lujo, como son el tejido, el perfume y una
serie de industrias secundarias que reproducen enormemente el
capital. Esta primera acumulación esta bañada con
la sangre del indio, está envuelta en los "cueros de los
esclavos del África", y de los chinos de la "guerra del
opio". Son pueblos enteros los que han sido "cambiados" e
inmolados al dios oro
."[8]

¿Por qué es esto importante para la
problemática de la cultura? Pues porque la lógica
de la dependencia desde el punto de vista económico tiene
su correlato en la dependencia cultural. El hombre moderno
europeo se constituye a partir de la conquista de América.
Ese hombre es previo al ego cogito cartesiano y es
caracterizado por Dussel como "ego conquiro"
("yo conquisto"(). Ese sujeto moderno europeo forma
parte de una cultura particular que niega todo otro
particularismo cultural y se arroga como la cultura universal. En
nombre de ese particularismo sostenido como universal es que se
da el proceso de dominación cultural respecto de la
exterioridad de las otras culturas. La filosofía de la
liberación ha denominado a esta relación como
pedagógica. En el proceso de dominación cultural o
pedagógica, el centro -portador de una cultura imperial-
proyecta, mediante una pedagogía de la dominación,
en la propia conciencia del dominado su cultura como la
única, negando así la cultura del Otro. La
contraparte es el proceso de desvalorización de
su cultura propia que acontece en el colonizado.

En este mecanismo de dominación cultural Dussel
observa los siguientes momentos: a) cultura imperial, en tanto
que la cultura del centro dominador que impone su particularismo
y b) la cultura colonial, la que se desdobla en: b.1) cultura
colonial ilustrada y b.2) cultura popular. Así, pues,
Dussel describe dos proyectos culturales contrapuestos: 1) el
proyecto cultural vigente, de la oligarquía cultural
ilustrada o grupo dominador que se impone a la totalidad del
sistema; y 2) el proyecto de liberación cultural popular,
es el proyecto futuro al que tiende el pueblo
oprimido.

La categoría de "pueblo" es para Dussel
una categoría "interpretativa". En tal sentido,
el pueblo oprimido por el sistema o la totalidad puede ser: a)
toda la "nación" con respecto al
"centro"; b) el trabajador o la clase trabajadora con
respecto a una burguesía ilustrada nacional; c) una
juventud negada en tanto que ella es indeterminación o
"resto escatológico" y que no está
comprometida con el sistema; d) las provincias o lo federal con
respecto a las capitales nacionales.

El rasgo común de estos cuatro significantes es
la "exterioridad". Un momento esencial de la
categoría "pueblo" es su exterioridad. Todos se
sitúan más allá de la totalidad del sistema.
Es desde de esa exterioridad de donde el pueblo crea una
cultura.

"La cultura popular, lejos de ser una cultura menor,
es el centro más incontaminado e irradiativo de
resistencia del oprimido contra el opresor
." Acá se
ve la valoración que Dussel otorga a la cultura popular.
También en el siguiente pasaje:

"Para crear algo nuevo hay que tener una palabra
nueva, la cual irrumpe desde la exterioridad. Esa exterioridad es
el pueblo mismo que parece que está del todo en el sistema
y en realidad es extraño a él
."

Dussel contrapone dos proyectos: uno, el proyecto
cultural vigente y dominante cuyo sujeto es la oligarquía
cultural ilustrada; el otro, el proyecto de liberación
cultural cuyo sujeto es el pueblo concreto y oprimido.

Ahora bien, una crítica recurrente hacia Dussel
tiene que ver con su paternalismo. En efecto, este es evidente al
notar que el proyecto de liberación cultural popular debe
ser pensado estratégicamente por el intelectual
comprometido. Dussel se entiende a sí mismo como un
"intelectual orgánico" del pueblo latinoamericano
oprimido y en camino de su liberación.

Cultura popular
latinoamericana

La cultura popular es para Dussel una cultura de
resistencia y oposición; y, las características de
esta cultura popular latinoamericana son: a)
revolucionaria: contra la cultura proletaria (del
dogmatismo abstracto de la izquierda); b) popular:
cultura nacional (del populismo); c) antiliberal: contra
la cultura conservadora (del liberalismo y positivismo); d)
anti conservadora: contra la cultura conservadora (del
conservadurismo); e) anti ibérica: contra los
hispanistas; f) indigenista: contra el indigenismo
integracionista.

Dussel identifica al pueblo como el bloque social de las
clases oprimidas capaz de llevar adelante el proceso de
liberación. Dicho de otro modo, el pueblo es el sujeto
histórico de la cultura más auténtica: la
cultura popular latinoamericana. Y es identificado como el sujeto
de la liberación. La exterioridad de este sujeto es lo que
no debe perderse de vista al comprender esta
afirmación.

La cultura popular ha sido interpretada por Dussel como
el punto de partida de una liberación cultural posible en
tanto que cultura revolucionaria, teniendo como ejemplo las
revoluciones cubana y nicaragüense.

Los momentos de la experiencia cultural que
señala Dussel son: a) cultura imperial; b) cultura
ilustrada; c) cultura de masas; d) cultura nacional y e) cultura
popular: la noción clave para una "liberación
cultural
".

La categoría de "pueblo" es definida por
Dussel como el sujeto histórico de la cultura
revolucionaria como bloque social de los oprimidos cuando cobre
conciencia subjetiva de su función
histórico-revolucionaria.

"Lo popular, en cambio, era todo un sector social de
una nación en cuanto explotado u oprimido, pero que
guardaba igualmente cierta "exterioridad". Oprimidos en el
sistema estatal, alterativos y libres en aquellos momentos
culturales simplemente despreciados por el dominador, como el
folklor, la música, la comida, la vestimenta, las fiestas,
la memoria de sus héroes, las gestas emancipadoras, las
organizaciones sociales y políticas,
etcétera
."

Dussel había superado la visión
sustancialista de una cultura latinoamericana. Dussel pasa de: a)
una obsesión por "situar" América Latina
en la historia mundial, lo que exigió reconstruir
totalmente la visión de dicha historia mundial a b) poner
en cuestión la visión standard (hegeliana)
de la historia universal: orientalismo y occidentalismo; lo que
implicó una nueva visión crítica de las
culturas periféricas:

"En Occidente, la "Modernidad", que se inicia con la
invasión de América por parte de los
españoles, cultura heredera de los musulmanes del
Mediterráneo (por Andalucía) y del Renacimiento
italiano (por la presencia catalana en el sur de Italia), es la
"apertura" geopolítica de Europa al Atlántico, es
el despliegue y control del "sistema-mundo" en sentido estricto
(por los océanos y no ya por las lentas y peligrosas
caravanas continentales), y la "invención" del sistema
colonial, que durante 300 años ira inclinando lentamente
la balanza económica-política en favor de la
antigua Europa aislada y periférica. Todo lo cual es
simultáneo al origen y desarrollo del capitalismo
(mercantil en su inicio, de mera acumulación originaria de
dinero). Es decir modernidad, colonialismo, sistema-mundo y
capitalismo son aspectos de una misma realidad simultánea
y mutuamente constituyente
."[9]

Bibliografía

  • 1. DUSSEL AMBROSINI, Enrique Domingo:
    "Filosofía Ética de la Liberación.
    Presupuestos de una Filosofía de la
    Liberación". Tomo 1, 3ª edición. 1987.
    Bs.As. (Argentina), Ed. Ediciones La Aurora.

  • 2. DUSSEL AMBROSINI, Enrique Domingo: "1492. El
    encubrimiento del Otro. Hacia el origen del "mito de la
    Modernidad". 1994. La Paz (Bolivia). Ed. Plural
    Editores.

  • 3. DUSSEL AMBROSINI, Enrique Domingo: "Oito
    ensaios sobre cultura latino-americana e libertaçao
    (1965-1991)". 1997. São Paulo (Brasil). Ed.
    Paulinas.

4. DUSSEL AMBROSINI, Enrique Domingo: 1998,
"Autopercepción intelectual de un proceso
histórico".

5. DUSSEL AMBROSINI, Enrique Domingo: "Un
Proyecto Ético y Político para América
Latina".

6. DUSSEL AMBROSINI, Enrique Domingo: 2006.
"Filosofía de la Cultura y la Liberación. Ensayos".
México, Ed. UACM.

7. DUSSEL AMBROSINI, Enrique Domingo:
"Hipótesis para el estudio de Latinoamérica en la
historia universal. Investigación del "mundo" donde se
constituyen y evolucionan las "Weltanschauungen"".
1966.

8. DUSSEL AMBROSINI, Enrique Domingo: "El
humanismo Semita", 1969.

9. DUSSEL AMBROSINI, Enrique Domingo:
"Introducción a una Filosofía de la
Liberación Latinoamericana", 1977.

10. DUSSEL AMBROSINI, Enrique Domingo:
"Liberación Latinoaméricana y Emmanuel
Lévinas". Madrid (España). 1975.

11. GUTIÉRREZ MERINO, Gustavo:
"Teología de la Liberación – Perspectivas".
1971.

12. LÉVINAS, Emmanuel: "La realidad y
su sombra: libertad y mandato, trascendencia y altura. 2001. Ed.
Trotta.

13. RICOEUR, Paul: "Historia y Verdad". 1990.
Madrid (España). Ed. Encuentro.

14. RICOEUR, Paul: "Finitud y Culpabilidad".
2004. Madrid (España). Ed Trotta.

Anexos

  • 1. La Teología de la
    Liberación.

Es una corriente teológica que
nació en el seno de la Iglesia Católica en
Latinoamérica tras el Concilio Vaticano II y la
Conferencia de Medellín (Colombia, 1968). Sus
representantes más destacados son los sacerdotes: Gustavo
Gutiérrez Merino (peruano), quien en 1971
editaría el primer libro sobre el
tema "Teología de la Liberación –
Perspectivas
", Leonardo
Boff (brasileño), Jon Sobrino(español),
Camilo Torres Restrejo (colombiano), Pablo
Richard (chileno), Manuel Pérez Martínez
(español), Juan Luis Segundo (uruguayo) y Gaspar
García Laviana, (español),Leonidas Proaño
(Ecuador).

La "Teología de la Liberación"
intenta responder a la cuestión de cómo ser
cristiano en un continente oprimido, y a preguntas como:
"¿Cómo conseguir que la fe no sea
alienante sino liberadora?". Esta postura se ampara en la
filosofía de Paul Ricouer, Enrique Dussel, Emmanuel
Lévinas, entre otros filósofos, teólogos y
políticos. Muchos sacerdotes y agentes de pastoral
practican y aceptan los supuestos de esta teología en
varios países de América Latina. La Iglesia
católica mantiene una postura cauta frente a la
teología de la liberación. Por un lado, Juan Pablo
II, en una carta al episcopado brasileño y de fecha 9 de
abril de 1986, indicó: "La teología de la
liberación es, no sólo oportuna, sino útil y
necesaria
". Por otro lado, la Congregación para
la doctrina de la fe publicó dos documentos
("Libertatis nuntius", "Libertad del Mensajero"
y "Libertatis conscientia", "Libertad de
Conciencia"
) en los que avisaba del peligro de un uso de
elementos de tipo no compatibles con
el Evangelio.

  • 2. Poema sobre La liberación del
    Hombre.

Siguiendo los Principios del filósofo
francés Paul Ricouer y del Argentino Enrique Dussel;
así como los del Sacerdote peruano Gustavo
Gutiérrez Merino, el suscrito en mi calidad de Doctor en
Filosofía y Humanidades (Ex-Sacerdote Dominicano),
Escritor y Poeta, en Julio de 1982, escribió este poema en
prosa:

A S P I R A C I O N E S

In memoriam, a Ernesto "Che" Guevara de la
Serna;…

Al pueblo de nuestra hermana
República de Cuba; y a los pueblos de Latinoamérica
y El Caribe;…

A nuestros hermanos del Perú
Profundo; ante quien juro que algún día seremos
libres; donde hagamos de nuestro lugar de trabajo, nuestra
trinchera de lucha;…

A mis hijos, Luis Ernesto; a Eduardo Wenceslao; Jorge
Luis, a Carlos Daniel y a Karla Isabel; a Walter Júnior y
Pool Edwards; y, a mi nieta Valeria; con el amor más
profundo, que siento por ustedes;…

El Hombre no sólo tiene hambre de pan, el Hombre
tiene hoy más que nunca, hambre de dignidad.No quiere ser
más un Hombre como número incremento, o una cifra
en el cálculo de todo un proceso económico. Quiere
ser un Hombre en el verdadero sentido, quiere amar, sufrir,
trabajar, desafiar el destino, triunfar o fracasar, pero vivir
humanamente.

El pueblo está hastiado de improvisaciones que le
halagan para mejor explotarlo, que le consulten sobre todo lo que
no sabe, que le pidan lo que no tiene, que le hacen arrodillar
ante lo que no cree.

Pero es hora. Ha sonado en el inexorable reloj de la
historia el momento de terminar con los juegos y de empezar a
planificar científicamente, y hacer un trabajo
político serio. Urge plantear en el horno del mundo las
formas maravillosas que sobrevuelan en los despejados cielos del
ideal. Las aves sagradas de la justicia, el conocimiento, la
belleza, el bien, la felicidad, la paz, aletean en busca de un
pueblo que quieren hacerles nido en los que ellos puedan
habitar.

La liberación del sufrimiento no está en
seguir experimentando a ciegas, y cargar con este gran odio que
terminará por devorar a la humanidad.

La liberación del sufrimiento
está en el conocimiento; y luego vendrá el orden,
la armonía, la risa y las espigas, el taller y el libro,
el amor y la brillante gloria, a dignificar a quienes se atreven
a construir el Estado como templo de un ideal venidero, como
verdadera aspiración.Luis Ernesto(

Dr. Luis Alberto Navarrete Obando

Doctor en Filosofía y
Humanidades

e Investigador Universitario

Trujillo (Perú), 03 de Julio de
1982

(Poema publicado en Monografías en
Setiembre del 2013, conjuntamente con el Poema "Jesús:
Hombre o Espíritu" y otros más).

Cajamarca, 29 de Abril del 2014.

_______________________________________

* Por Dr. Luis Alberto Navarrete Obando; Abogado;
Doctor en "Filosofía y Humanidades", por la Universidad
"La Salle", Barcelona-España; Doctor "Investigación
Universitaria", por la Universidad de La Habana-Cuba; Doctor en
"Ciencias de la Educación Superior y Universitaria", por
la Universidad de Sao Paulo – Brasil; Escritor, Escritor,
Ensayista, y Poeta; Miembro Numerario de la "Sociedad
Latinoamericana Iusfilosófica"; Miembro Numerario de la
"Sociedad de Leyes del Perú"; incorporado como "Honorarium
Member" por la Federal Association of Lawyers of Los Angeles
(EE.UU.); Catedrático Principal en la Escuela de Post
Grado de la Universidad Nacional de Cajamarca; Colaborador en el
Área de Investigaciones de la Universidad Nacional de
Cajamarca; Catedrático invitado de la Escuela de Post
Grado de la Universidad Nacional de Trujillo; Condecorado como
"Doctor Honoris Causa" por la Universidad Nacional de Trujillo
(La Libertad-Perú); Condecorado como "Doctor Honoris
Causa" por la Universidad Nacional Autónoma de
México – UNAM – D.F. México; Ex –
Catedrático de la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas de la Universidad Privada "Antonio Guillermo
Urrelo" (Cajamarca-Perú); Ex – Catedrático de la
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad
Privada "San Pedro" (Cajamarca-Perú); el autor del
presente trabajo de investigación se desempeña en
el dictado de las materias académicas de
"Epistemología de las Ciencias Jurídicas" [el autor
del presente trabajo es creador de esta materia jurídica,
reconocido por la "Scuola della destra dell'università di
Milano" (Milán-Italia)], "Filosofía del Derecho",
"Sociología Jurídica", "Antropología
Jurídica", "Deontología Jurídica y
Práctica Forense", "Investigación
Científica", e "Investigación Jurídica" en
las Universidades antes mencionadas; colaborador de las Revistas
Virtuales: Editor Exclusivo de la UNESCO https://es.unesco.org/?,
http://www.rie@oei.uh.cu, http://www.monografias.com,
http://www.derechoycambiosocial.com,
http://www.derechoypolítica@groups.msn.com; y otras;
colaborador en la elaboración del "Diccionario
Histórico Judicial de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación de México" y en el "Anuario de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación" de dicho país;
colaborador en el "Anuario" (Revista anual) de la Universidad
Nacional Autónoma de México D.F.
(UNAM-México); colaborador en la Revista Anual de la
Universidad de Milán (Italia); colaborador en la Revista
de edición mensual de la Universidad de Barcelona
(España); colaborador en la Revista de edición
mensual de la Universidad de Madrid (España); colaborador
en diferentes Diarios y Revistas especializadas en su país
(Perú); Director de la "FUNDACIÓN PARA EL
DESARROLLO Y BIENESTAR FAMILIAR" – FUNDEBIF,
http://www.fundebif.org.com.pe; Gerente General del ESTUDIO
JURÍDICO CONTABLE: NAVARRETE & OBANDO – ASESORES,
CONSULTORES & ANALISTAS,
http://www.navarreteabogados.org.com.pe,
navarrete_abog@hotmail.com, navarrete_abog@yahoo.com.

Nota.- El autor del presente trabajo es
Columnista periodístico: "Derecho y Sociedad", de
los Diarios "La República", http://www.larepublica.com.pe;
"El Comercio", http://www.elcomercio.com.pe; Diario Oficial "El
Peruano", http://www.elperuano.com.pe; Diario Oficial de
Cajamarca, "Panorama Cajamarquino", de circulación
Regional (Cajamarca),
http://www.panoramacaj@hotmail.com.

® Derechos reservados de Autor, registrado en
INDECOPI; "Derecho y Sociedad", Código de marca
registrada LANO-CPP-1420-P.

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Autor:

Dr. Luis Alberto Navarrete
Obando*

ABOGADO – DOCENTE UNIVERSITARIO –
ESCRITOR

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[1] Me cabe resaltar que en 1995 es declarado
Doctor Honoris Causa por la Universidad Mayor de San
Andrés (Bolivia), donde tuve el privilegio y el honor de
intercambiar una extraordinaria conversación, saboreando
un delicioso café negro, amargo y bien caliente; y
compartir cátedra en la Escuela de Post Grado de la UNAM
– D.F. México en el 2009.

[2] Interpretación Filosófica
pura del Autor, del Contexto Filosófico de Dussel.

[3] Ídem.

[4] Interpretación Filosófica
pura del Autor, del Contexto Filosófico de Dussel.

[5] Ídem.

[6] Traducido por el Autor del alemán
al español.

[7] Interpretación Filosófica
pura del Autor, del Contexto Filosófico de Dussel.

[8] Es de aclarar que entre los mencionados,
algunos son Políticos, otros sociólogos, otros
Economistas; y, otros conjugaban entre 2 o 3 de sus
profesiones.

[9] Interpretación Filosófica
pura del Autor, del Contexto Filosófico de Dussel.

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