Monografias.com > Filosofía
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Filósofos Cubanos



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Desarrollo
    filosófico latinoamericano
  3. El desarrollo del
    pensamiento filosófico en Cuba y sus principales
    exponentes
  4. Tratamiento de los
    temas filosóficos en Cuba durante la etapa
    neocolonial
  5. El estudio y
    desarrollo de la filosofía en cuba después del
    triunfo de la revolución
  6. Filósofos de
    origen cubano radicados actualmente en el
    exterior
  7. Conclusiones
  8. Recomendaciones
  9. Bibliografía
  10. Anexos

Introducción

La palabra Filosofía, proviene de un
término derivado del griego, que significa "amor
por la sabiduría". Esta definición clásica
convierte a la filosofía en una tensión que nunca
concluye, en una búsqueda sin término del verdadero
conocimiento de la realidad.

Rasgos de la Filosofía:
es posible, ofrecer una descripción de la
filosofía como "saber racional totalizante, crítico
de segundo grado".

La filosofía es una forma de conocimiento que
pretende ofrecer explicaciones de los temas que analiza empleando
la razón y los argumentos racionales (a diferencia de la
fe o la autoridad).

En segundo lugar, la filosofía es un saber de
tipo general y totalizante, pues pretende ofrecer respuesta a
cuestiones de tipo general y mantiene siempre una perspectiva
totalizante sobre las mismas.

En tercer lugar, la filosofía es un saber
crítico, pues analiza los fundamentos de todo lo que
considera y nunca se limita a aceptarlos de forma
ingenua.

Finalmente, la filosofía es un saber de segundo
grado, que emplea los datos y contribuciones de las ciencias, que
son siempre un conocimiento de primer grado sobre la
realidad.

La Filosofía tiene un carácter
interdisciplinario e interrogativo; es un saber
eminentemente interdisciplinario, ya que emplea las aportaciones
de diferentes disciplinas científicas y de distintos tipos
de saber, sin limitarse a ninguno de ellos; en este sentido, la
filosofía va más allá de las habituales
especializaciones del saber científico. Este rasgo es una
derivación de su carácter general y crítico.
Debe señalarse que en filosofía posee un gran valor
la actitud interrogativa, y se ha dicho que en ella son
más importantes las preguntas que plantea que aquellas
respuestas que pueda ofrecer: tal consideración es
consecuencia del carácter crítico que caracteriza a
la filosofía.

Aunque suele afirmarse que todo hombre o mujer
es un filósofo, la filosofía ha desarrollado a lo
largo de su historia un conjunto de conceptos y métodos
que conforman una técnica y una sensibilidad conceptual
muy determinada; de ahí que sea necesario destacar el
carácter técnico que posee gran parte del trabajo
filosófico. Es éste un rasgo que no ha hecho sino
aumentar en los dos últimos siglos, cuando el
análisis filosófico se ha visto enriquecido con un
elevado nivel de complejidad, que exige un conocimiento
especializado.

Es evidente que muchos de los
análisis que se realizan en filosofía mantienen una
cierta conexión con la sociedad y la época en la
que esos análisis se han realizado. Sin embargo, muchos de
los problemas filosóficos poseen un carácter
general que sobrepasa el marco histórico y social en el
que han surgido. Esto es lo que explica, en cierto modo, el
carácter intemporal de algunas de las cuestiones
filosóficas más relevantes, como es la pregunta por
el ser, el sentido del cambio, el concepto de sujeto, la
estructura de la trascendencia o el alcance del
conocimiento.

Podemos identificar varias ramas ó
áreas de investigación filosófica
:
ontología y metafísica (análisis
crítico de la estructura de la realidad); teoría
del conocimiento, epistemología o gnoseología

(análisis del origen, estructura y alcance del
conocimiento); lógica (estudio del razonamiento o
argumento válido); ética (teoría de la
acción humana y de sus valores); estética
(teoría de la belleza y del arte); y, por supuesto, la
historia de la filosofía
, en cuanto ésta no se
limita a una exposición de las distintas doctrinas
filosóficas, sino que pretende reconstruir
críticamente determinadas argumentaciones o sistemas
filosóficos. Cabe señalar, asimismo, la existencia
de una variedad de análisis filosóficos de
determinadas ramas de la ciencia o de la actividad humana, que
constituyen áreas especializadas como son la
filosofía de la historia, la filosofía de la
ciencia, la filosofía del derecho o la filosofía de
las ciencias sociales
, entre otras.

Con el desarrollo que ha alcanzado en la actualidad la
humanidad en las diferentes ciencias, cada persona ha alcanzado
un estado de conciencia de si mismo y de la sociedad y se
proyecta en alguna dirección específica del
conocimiento, hace sus propias valoraciones de la vida, su papel
y función en la naturaleza, en la sociedad, de donde viene
y hacia donde se dirige, el porqué de cada cosa, y un
sinnúmero de interrogantes, enfoques, interpretaciones y
explicaciones y teorías.

Cada persona comienza este aprendizaje desde el momento
en que el primero de sus sentidos comienza a relacionarse con el
medio que lo rodea y empieza a captar información del
mismo, y su mente comienza a crear su propio banco de datos,
relaciona todo lo aprendido y empieza a sacar sus propias
conclusiones, el conocimiento libera al hombre de las ataduras de
la ignorancia, como diría el Maestro, "ser culto para ser
libre".

El conocimiento se adquiere durante toda la vida, en
cada momento, siendo la escuela la encargada de proporcionar un
resumen de los conocimientos y logros fundamentales alcanzados en
cada materia, pero depende de la persona el aprovechamiento y uso
que hace de ellos, lo cual constituye un indicador de la cultura
general integral de cada cual.

La enseñanza de la filosofía tiene entre
sus funciones procurar que ésta sea también un
eficaz aporte a la solución mundial del problema de la
convivencia pacífica, en el orden nacional como en el
internacional, para dar mayor énfasis a la tarea que
corresponde a la filosofía en el mundo actual.

Desarrollo
filosófico latinoamericano

El desarrollo de la filosofía en Cuba,
está influenciado de forma inseparable con el desarrollo
filosófico latinoamericano, por un paralelismo
histórico en la etapa colonial.

Cuando en América se inicia la actividad
filosófica, ésta tiene ya en Europa una historia
que comprende varios siglos de vigencia y desarrollo, lo cual
adquiere gran auge con las tendencias en el pensamiento y la
literatura en Europa y en toda América durante el siglo
XVIII previas a la Revolución Francesa, conocido como la
ilustración, que revolucionó el pensamiento
filosófico,
sobre las suposiciones y creencias
básicas comunes a filósofos pensadores de este
periodo, quizá lo más importante fue una fe
constante en el poder de la razón humana.

La época sufrió el impacto intelectual
causado por la exposición de la teoría de la
gravitación universal de Isaac Newton. Si la humanidad
podía resolver las leyes del Universo, las propias leyes
de Dios, el camino estaba abierto para descubrir también
las leyes que subyacen al conjunto de la naturaleza y la
sociedad.

Se llegó a asumir que mediante un uso juicioso de
la razón, un progreso ilimitado sería posible
—progreso en conocimientos, en logros técnicos y sus
consecuencias también en valores
morales—.

De acuerdo con la filosofía de Locke, los autores
del siglo XVIII creían que el conocimiento no es innato,
sino que procede sólo de la experiencia y la
observación guiadas por la razón. A través
de una educación apropiada, la humanidad podía ser
modificada, cambiada su naturaleza para mejorar. Se otorgó
un gran valor al descubrimiento de la verdad a través de
la observación de la naturaleza, más que mediante
el estudio de las fuentes autorizadas, como Aristóteles y
la Biblia.

Al terminar la primera mitad del siglo XIX los
países americanos habían logrado su independencia
política; sin embargo, persistían las ataduras que
subordinaban el pensamiento de los latinoamericanos a su pasado
colonial.

En la búsqueda de la
emancipación intelectual, el venezolano Andrés
Bello, es el primero en declarar una segunda independencia: la
ideológica.

El idealismo y el positivismo aparecen en
América Latina con cierto retraso. Hubo intelectuales que
reflexionaron filosóficamente, aunque su actividad
principal no era filosofar. Su labor filosófica estuvo
siempre supeditada a intereses religiosos o políticos.En
1553 se abre la Universidad de México y surge Alonso de la
Vera Cruz, conocido como el primer filósofo de
América. La corriente filosófica que se impone
es la de la escolástica, es decir, el
aristotelismo.

AMERICANISMOEn 1842, Juan Bautista
Alberdi, argentino, se planteó la posibilidad de una
filosofía latinoamericana auténtica, caracterizando
su obra por su hondo contenido social.

La política, la educación, la
moral, el derecho, la antropología y la religión,
han proporcionado constantemente temas de interés para la
reflexión filosófica.

El positivismo se presenta como el medio
más apropiado para abolir por completo la dependencia
mental.

Sin embargo, la implantación de esta
doctrina no condujo a la anhelada libertad ni propició el
desarrollo para nuestros pueblos, pues la adopción de
modelos ajenos a la realidad social iberoamericana sólo
condujo a nuevas formas de subordinación.

La conciencia de esta dependencia,
así como el interés por cambiar esa
situación habrá de ser el primer paso para superar
la subordinación cultural de los pueblos
americanos.FILOSOFÍA DE LA
LIBERACIÓN

La filosofía en la época de
la independencia de las colonias desaparece como
especulación abstracta, pues ya no puede limitarse a
contemplar la realidad, debe intentar transformarla.Se ha dado el
nombre de filosofía de la liberación al movimiento
que durante los últimos años se ha propuesto
determinar la relación entre el pensar filosófico y
la realidad latinoamericana.Empieza cuando los profesores
pretenden cambiar la forma de enseñar la filosofía,
ya que los exámenes eran una recitación al pie de
la letra de los textos escolares. Sus propósitos son
proporcionar al alumno ideas para utilizar su inteligencia y
reflexionar.

Durante las últimas décadas, las
tendencias de mayor influencia en Latinoamérica han sido:
la filosofía cristiana-tomista, el marxismo, el
existencialismo, la filosofía analítica y el
movimiento americanista.En principio, aunque no original, el
liberalismo constituye una de las ideologías más
importantes del siglo XIX. Se constituye en la base para abolir
todo lo que les parece negativo de la época de la colonia.
Se trata de una ideología que no es ni atea ni religiosa,
sino simplemente laica.

En América, esta ideología, que deriva del
pensamiento cartesiano, propone la autonomía de la
razón y se aplica a manifestaciones de filosofía
práctica. Así, el Derecho, sostiene un naturalismo
que defiende los derechos naturales del individuo. Se da la
tolerancia religiosa y se limitan los poderes del
Estado.

La política afirma un contractualismo. Este
deberá tener como base el pacto o contrato social de los
individuos quienes transfieren parte de sus derechos al Estado.
Se estipula la preponderancia de la economía para el
equilibrio de la sociedad. Para ello, el Estado deberá
abstenerse de intervenir y permitir la libre
competencia.

Se impone el positivismo con los postulados de A. Comte.
Se trata de una filosofía optimista que tiene como base el
progreso y poco a poco se encamina a una organización
fundamentada en la psicología, las ciencias naturales y la
observación.

DESARROLLO

El desarrollo del
pensamiento filosófico en Cuba y sus principales
exponentes

Aparejado con el origen y desarrollo de la nacionalidad
cubana, comienzan a destacarse una serie de pensadores
brillantes, que comienzan a actuar y pensar como cubanos, que
buscan un camino, una vía para desligarse del pensamiento
colonial, de la dependencia colonial, y comienzan a generar un
pensamiento filosófico o una filosofía de la
liberación
, de la emancipación y que quedaron
grabados profundamente en nuestra historia.

De esas raíces se nutre nuestra nacionalidad y
forman parte actualmente este árbol inmenso, que cada vez
crece más y que podemos llamar pensamiento
filosófico cubano
.

A continuación expondremos los máximos
exponentes, su vida y su obra que los ha inmortalizado y que nos
llena del más profundo orgullo, de ser cubanos y que ellos
sean nuestros precursores.

1.1 José Agustín Caballero de la
Torre

Nació en La Habana el 28 de agosto de 1762, es
conocido como uno de los más importantes representantes de
la Ilustración Reformista criolla desde los finales del
siglo XVIII y principios del XIX, un movimiento ideológico
que dio comienzo a la reforma de los estudios de la
filosofía en Cuba, introduciendo en sus lecciones de
filosofía, las doctrinas de Locke y Condillac, así
como distintos aspectos de la física de Issac Newton
además de ser el responsable del comienzo de la
transformación cultural e ideológica en la
Isla.

A la edad de doce años de 1774 a 1781
estudió, con premios en todas las asignaturas, en el Real
Colegio. Seminario de San Carlos y San Ambrosio; asumió el
sacerdocio y en 1785 ganó por oposición la
cátedra de filosofía primero interino y
después titular.

Antes de concluir el decenio había obtenido en la
Real y Pontificia Universidad de La Habana los grados superiores
de Licenciado y Doctor en Sagrada Teología. En esta
institución actuó como juez en oposiciones a
cátedras y desempeñó el decanato de la
Facultad de Teología. Del propio Seminario de San Carlos
sería en el futuro Director 1794 y Secretario sustituto
1796. A partir de 1804 y hasta su muerte ocupó la
cátedra de Escritura y Teología Moral.

Fue también maestro de maestros, entre sus
alumnos destacan Félix Varela, José Antonio Saco, y
su sobrino José de la Luz y Caballero. Fue
partícipe en la creación del Papel Periódico
de la Habana (primer periódico publicado en Cuba en el
año 1790 siendo su primer redactor, además de
colaborar en El Observador Habanero. Entre sus obras más
destacadas se encuentran: Philosophia electiva 1944, "Discurso
sobre la Física" 1791, Discurso filosófico 1798,
Las ideas y la filosofía en Cuba 1970.

Poseedor de una obra literaria extensa, en la cual
abarcó desde distintos temas sociales hasta
críticas literarias. También fue un traductor
importante, llevando al español distintas obras en
latín, inglés, y francés. Su labor
intelectual se enmarca en las reformas a la educación de
nivel medio en Cuba y sus notables esfuerzos por lograr una
enseñanza primaria gratuita.

1.2 Félix Varela y Morales

Félix Varela. También conocido como
el Padre Varela. Sacerdote, maestro, escritor, filósofo y
político cubano; el primero que enseñó a los
cubanos a pensar en el patriotismo. Estudió
filosofía y teología en el Seminario de San Carlos
y San Ambrosio y en la Universidad de La Habana. En 1811, ya
sacerdote, ocupó la cátedra de filosofía de
la primera de esas instituciones. Diputado a Cortes de
Cádiz en 1821, en representación de Cuba,
defendió el derecho a la autonomía de los
territorios americanos, propuso la abolición de la
esclavitud en la Isla y la modernización de la
enseñanza. El retorno español al absolutismo
monárquico lo condenó a muerte. Huyó de
España y se estableció en Estados Unidos. Desde
allí se consagró a fomentar el independentismo en
los cubanos. Junto a notables pensadores criollos publica el
Mensajero Semanal (1821-1831), destinado educar y
preparar a la población para empeños
futuros.

Como tendencia filosófica, se opuso al
escolasticismo imperante en el ambiente filosófico de su
tiempo e introdujo la filosofía cartesiana y empirista de
John Locke y Étienne Bonnot de Condillac. En sus
Instituciones de filosofía ecléctica (2
volúmenes, 1812), Varela propone un tipo peculiar de
filosofía que denomina 'filosofía
ecléctica'. Este tipo de filosofía debe estar
fundamentada en la razón y en la experiencia, que son las
únicas fuentes adecuadas del conocimiento. Varela pensaba
que la elevación debe estar libre de los abusos de una
razón que no esté fundamentada de la forma
apropiada.

Félix Varela, el primero que nos
enseñó a pensar, según José de la
Luz y Caballero
, el que nos dio la primera libertad, la del
pensamiento y la primera independencia, la de la razón,
como expresara Fernando Ortiz.

De madre cubana y padre castellano,
Félix Varela, de niño fue llevado a San
Agustín de la Florida donde su abuelo, coronel de
infantería quiso hacerlo soldado, pero al ver los esclavos
encadenados y escuchar prácticas de tiro en un fuerte
dijo: mi designio no es matar hombres, sino salvar
almas.

El Obispo de Espada fue el descubridor y
mecenas de Félix Varela. Primero lo impulsó como
profesor de San Carlos, después autorizó, sin la
edad requerida, que se hiciera sacerdote y por último lo
propuso diputado a las cortes de España, donde
abogó por la abolición de la esclavitud, pero
pronto tuvo que huir de la península llegando a Nueva York
en diciembre de 1823.Siendo muy joven se dedica a la
educación por considerar que es la vía más
adecuada para formar al hombre inteligente y capaz.

Desde 1816 se desempeña como
profesor en la Cátedra de Filosofía en el Seminario
de San Carlos y San Ambrosio, mientras ejerció la
docencia, promovió el cambio radical de interpretaciones
de la sociedad, el pensamiento y las ciencias.

Su filosofía tenía una base
notablemente independentista, promovía el amor a la patria
y a la humanidad. Combatió la esclavitud, defendió
la independencia de América y desde su periódico El
Habanero divulga la idea de que Cuba debía ser libre e
independiente de cualquier potencia. Fue un constante defensor
del pueblo y sus derechos.

Renovó la enseñanza de la
época utilizando el español en sus clases y libros,
en los que abandonó el escolasticismo imperante por la
filosofía electiva e introdujo la experimentación
en el estudio de las ciencias.

Era partidario de que el aprendizaje
siguiera un camino deductivo, para ir poco a poco a la
inducción, o sea de lo general a lo particular. Por ello,
algunos pedagogos cubanos contemporáneos afirman que
Varela se basó en la idea de la globalización de la
enseñanza.

Da mucha importancia a que sus alumnos
aprendan a razonar con sus propias cabezas; lo importante es que
aprendan a pensar y a decidir por sí mismos.

Su discípulo José de la Luz y
Caballero dijo una vez de su maestro:"Mientras se piense en Cuba,
se pensara con respeto y veneración en aquel que nos
enseño a pensar", es por ello que los cubanos se refieren
a Varela como "el que los enseño a pensar".A los 32
años, el 18 de enero de 1821, el Padre Varela inaugura en
el Seminario de San Carlos, lo que resultó ser la primera
Cátedra de Derecho de América Latina. Los
jóvenes de La Habana se apiñan en las puertas y
ventanas donde Varela imparte las clases. Allí se
enseña por primera vez en estas tierras la legalidad, la
responsabilidad civil y el freno del poder absoluto. Allí
se cultiva la semilla de liberación y dignidad humana que
el Padre de las Casas había sembrado siglos atrás.
El mismo Varela llama a estas clases "la Cátedra de la
Libertad y de los Derechos Humanos, la fuente de las Virtudes
Cívicas y la base del gran edificio de nuestra
felicidad".

Aunque solo pudo ejercerla por tres meses,
su contribución al desarrollo del derecho constitucional y
su defensa de los derechos humanos frente al despotismo regio y
la tiranía estatal tuvo una gran repercusión en la
conciencia de la naciente nación cubana. En verdad,
aquella Cátedra de Constitución fue donde el padre
Varela proclamó por primera vez en Cuba el carácter
inalienable y sagrado de los derechos humanos. Allí fue
donde defendió con claridad y valentía el derecho
de los pueblos a tener su libertad y a elegir sus propios
gobernantes. Allí fue en fin donde sembró las ideas
políticas que más tarde habrían de conducir
inevitablemente a la lucha por la independencia de
Cuba.

Fue condenado a muerte por la corona. Ya
para entonces era Félix Varela el más famoso de los
filósofos cubanos, el más profundo de nuestros
pensadores y el más entusiasta y virtuoso de nuestros
maestros.

En su tiempo los criollos llamaron a
Varela, el Padre de la Patria, cuando aún no habían
nacido ni Céspedes, ni Agramante, ni José
Martí.

Sus amigos de habla inglesa le pidieron a
Varela que se hiciera ciudadano norteamericano, pero él
rechazó esa propuesta diciendo: Debo tributo a mi Patria,
no uniéndome a otra. Atentaron contra su vida en dos
oportunidades en Boston y en Filadelfia y cuando se enteró
que a un bandido le habían ofrecido 30 mil pesos para que
lo matara expresó: "a ello opondré mis 30 mil
verdades".

Hoy existen algunos asalariados de Estados
Unidos, dentro y fuera de Cuba, que pretenden profanar la memoria
de este primer cubano, con proyectos anexionistas para que la
nación siga siendo lo que fue antes, un protectorado del
norte revuelto y brutal. A esos el propio Varela responde: "Hay
hombres infames, para quienes las voces Patria y Virtud nada
significan".

Varela formó en las aulas del
Seminario San Carlos a los mejores hombres de su época.
Los frutos de su labor como maestro se muestran en aquellos
patriotas como: José Antonio Saco, Domingo del Monte,
literato y protector de escritores y artistas, y José de
la Luz y Caballero. Heredero de las enseñanzas de estos
hombres y a su vez alumno del Seminario fue también Rafael
María de Mendive, el maestro de Martí.

1.3 José de la Luz y Caballero.

Nació en la Habana el 1800 y muere en
1862.

Destinado por sus padres al servicio de la
Iglesia, comenzó el estudio de la Teología, que
abandonó para seguir el de las Leyes al comprender que no
tenía ninguna vocación para el sacerdocio. Al
llegar a la mayor edad, fue nombrado profesor de Filosofía
en el Colegio Seminario de San Carlos, donde se dio a conocer por
la profundidad de su ciencia. En su actividad
filosófica
se opuso al escolasticismo reinante en la
tradición filosófica cubana de su tiempo, en
línea con el ideario de Félix Varela. Influido por
Aristóteles, Francis Bacon y John Locke, desarrolló
un pensamiento de marcado carácter empirista.
Señaló la importancia de la filosofía como
análisis de los valores, entre los que destaca la
relevancia de la intuición de los valores religiosos. Para
Luz, la verdad religiosa y la verdad filosófica no se
encuentran en conflicto, sino que aparecen como aspectos
diferentes de la única verdad divina.

En el Seminario de San Carlos se graduó de
bachiller en Leyes. Allí conoció a Félix
Varela y Morales, del cual recibió clases así como
de su tío José Agustín Caballero.
Precisamente es en estos años, y a través de sus
experiencias en el Seminario y de sus estudios de las doctrinas
de aquellos enciclopédicos maestros, que profundiza su
proximidad con el espíritu científico renovador del
Siglo XVIII europeo, estudia a filósofos europeos como
Locke, Condillac, Rousseau, Newton y Descartes. Igualmente se
adhiere a las luchas de Varela y Caballero contra la
filosofía y los métodos de enseñanza
escolásticos entronizados en las asignaturas y en los
planes pedagógicos del Seminario y de todos los centros de
enseñanza de la capital y, se vincula a los esfuerzos
culturales, científicos y cívicos del Obispo
Espada.

Al llegar a la mayor edad, fue nombrado profesor de
Filosofía en el Colegio Seminario de San Carlos, donde se
dio a conocer por la profundidad de su ciencia.

En 1824 lo encontramos como director de la
Cátedra de Filosofía del Seminario de San Carlos, a
la cual accede por medio de pruebas de oposición.
Anteriormente, tal responsabilidad había caído en
manos de José Antonio Saco, condiscípulo y amigo
íntimo de Luz, así como en las del maestro Varela,
su creador.

Desde el comienzo de su actividad como Director de la
Cátedra de Filosofía se empeñó en
aplicar a fondo y hasta sus últimas consecuencias los
conocimientos e ideas de su maestro, Félix Varela. Se hizo
famoso no sólo entre sus admiradores, sino también
entre sus detractores, por su fidelidad a la metodología y
doctrinas de Varela, al cual, según sus propias palabras,
citaba casi diariamente y por cuyos textos se guiaba para
impartir las clases.

Utilizó durante su vida varios seudónimos,
entre ellos: "Un Habanero", "El Justiciero", "Un Amante de la
Verdad" y "El Amigo de la Juventud".

En 1818 hizo un viaje por Europa, recorrió
Francia, Inglaterra, Italia y Alemania. Durante su estancia en el
Viejo Continente conoció a intelectuales de gran renombre
como Goethe, Humboldt, Michelet y Walter Scott. Recogió
allí lo más moderno en materia de Pedagogía
y conoció las ideas de Pestaloozi y sus seguidores;
combatió, sin embargo, las ideas de Víctor Coussin,
con quien sostuvo una intensa polémica en el campo
filosófico, entre 1838 y 1840, porque entendió que
su doctrina contribuía a justificar y a perpetuar el
dominio de España sobre Cuba, a la vez que ponía en
peligro los valores nacionales.

A su regreso a Cuba fundó un colegio e introdujo
útiles reformas en la educación primaria de su
país.

En 1836, se distinguió por la polémica que
sostuvo con los partidarios del eclecticismo de V. Coussin,
polémica que le obligó a publicar una
refutación de las ideas de este
filósofo.

Disponíase a marchar a París, para
consultar con los doctores de más fama una enfermedad
grave que padecía, cuando (1844) el general O'Donnell le
persiguió como conspirador abolicionista, y le
acusó de ser amigo del mulato Plácido, causa por la
que Caballero huyó de la Habana, y no volvió
á ella hasta el regreso del citado general a
España.

Fundó el Colegio del Salvador, en enero de 1848,
reconocido en aquellos momentos por la implantación de
métodos modernos de enseñanza, en el que puso a
disposición de alumnos y profesores su biblioteca
particular; allí se impartieron clases especiales de
Filosofía, Alemán y Latín a los alumnos
más destacados, se procuró incluir lo más
avanzado en materia de ciencia con la utilización de
métodos modernos de investigación, y se
intentó infundir a sus discípulos un sentido de
elevación humana.

El deber del Maestro era, para él, habituar a los
alumnos a que pensasen por sí mismos. En ambos colegios
publicó folletos anuales con los exámenes
generales.

Su concepción pedagógica consideraba que
el punto de partida del conocimiento eran la experiencia y la
observación, y que el método experimental,
además de ser el único productivo, era
también el único verdaderamente analítico y
que podía denominarse científico.

Ha dejado escritos un gran número de aforismos y
de pensamientos filosóficos, inéditos, y una
Memoria sobre un Instituto que quiso fundar en la Habana, y no
pudo terminar una obra sobre la filosofía de
Coussin.

1.4 José Antonio Saco

Nació en Bayamo en 1797 y muere en 1879, fue
historiador y político cubano. Fue discípulo del
sacerdote y filósofo Félix Varela.

Estudió Filosofía en el Seminario de San
Carlos de La Habana, con el padre Félix Varela, los cuales
concluyó en 1819 con el título de Bachiller en
Derecho Civil. Ese mismo año matriculó en la Real y
Pontificia Universidad de San Gerónimo de La Habana, donde
obtuvo el grado de Bachiller en Filosofía, en
1822.

Fue uno de los fundadores de la Academia Cubana de
Literatura, por cuya defensa fue deportado según
órdenes del capitán general Miguel Tacón, en
1834,

La decisión de los políticos
españoles de evitar la corriente liberal en Cuba,
motivó la proscripción indefinida de Saco hacia
otros países de Europa.

Durante toda esta etapa, dedicó especial
atención al problema étnico en Cuba, especialmente
en lo concerniente al tráfico negrero, sosteniendo la
tesis de incrementar la población blanca en Cuba, para
evitar que se repitieran los hechos acaecidos en
Haití.

Los años comprendidos desde 1848 hasta 1854, se
caracterizarían en la obra de Saco por el incremento de su
decidida incursión en la campaña contra las ideas y
conspiraciones encaminadas a anexar Cuba a los Estados Unidos, lo
cual motivó el reinicio de su labor en pro del reformismo
liberal, como se evidenció en sus trabajos titulados: La
situación política de Cuba y su remedio (1851) y
Cuestión de Cuba (1852).

1.5 Rafael María de Mendive

Aunque Mendive no destaca por un debate
filosófico documentado, perdurando más bien por su
obra literaria, que también encierra enseñanzas
filosóficas, perdura más por su vocación
como educador y mentor, y es donde se puede valorar su
filosofía de la vida, que fue capaz de inculcar tan
profundamente en Martí, alimentando con ello su
genialidad, y llegando a nosotros a través de su mejor
discípulo.

Es por ello, que debemos incluirlo como precursor de
nuestra filosofía, para lo cual debemos abundar en su
evolución y desarrollo, hasta convertirse en la
personalidad que fue.

En 1834, con 13 años, ingresa en el seminario de
San Carlos, ya poseía buen dominio de la literatura
española, el inglés y el francés. En "San
Carlos", estudió Derecho, Filosofía y latinidad, a
cargo de los más renombrados profesores de la
época. Sus excelentes resultados académicos,
más el apoyo económico de su familia, le
permitieron, ingresar, en 1838, contando con 17 años de
edad, en la Real y Pontificia Universidad de La Habana, donde
culminó la carrera de Derecho en 1844.

A los 23 años de edad, con una sólida
formación académica, decide realizar un prolongado
viaje al extranjero, esta estancia en el exterior, que se
extendió hasta 1852, le resultó altamente
productiva, pues se vincula con figuras de gran renombre
político y literario, tales como Félix Varela,
José Antonio Saco y Domingo del Monte entre otros, los
cuales por diversas razones, contrarias a la política
colonial imperante en Cuba, habían tenido que abandonar la
patria.

A su regreso a la patria, ingresa en la Sociedad
Económica de Amigos del País y colabora con
diferentes publicaciones entre las que se encuentran:
Guirnalda Cubana, Revista Habanera,
Álbum de lo Bueno y lo Bello, el Correo de la
Tarde y el Diario de La Habana
.

Durante sus años de profesor, protector y maestro
de José Martí, su casa era centro de reuniones
literarias y fervor patriótico. Funda el colegio San
Pablo, instalado en su propia casa, en Prado 88, la cual
constituyó, para todos sus discípulos, un seminario
vico donde encuentran calor de hogar. Martí se
forma en las manos de Mendive. Los conceptos fundamentales de la
prédica martiana: amor a la libertad, decoro, dignidad,
prestigio, justicia, preocupación por los humildes, pureza
de pensamiento, eran virtudes atesoradas por Mendive, las cuales
supo transmitir a su discípulo.

Sobre él escribe Martí en carta a Enrique
Trujillo: "Y ¿cómo quiere que en algunas
líneas diga todo lo bueno y nuevo que pudiera yo decir de
aquel enamorado de la belleza, que la quería en las letras
como en las cosas de la vida, y no escribió jamás
sino sobre verdades de su corazón o sobre penas de la
Patria
?…"

Por su muerte, el 24 de noviembre de 1886, José
Martí su más devoto alumno publicó una
semblanza de su maestro en El Porvenir, de Nueva York, el 1 de
julio de 1891.

(…)¿Se lo pintaré preso, en un
calabozo del castillo del Príncipe, servido por su Micaela
fiel, y :sus hijos, y sus discípulos; o en Santander,
donde los españoles lo recibieron con palmas
y :banquetes?; ¿o en New York, adonde vino escapado
de España, para correr la suerte de los cubanos,
y :celebrar en su verso alado y caluroso al héroe que
caía en el campo de pelea y al español bueno
que :no había querido alzarse contra la tierra que le
dio el pan, y a quien dio hijos?; ¿o en
Nassau, :vestido de blanco como en Cuba, malhumorado y
silencioso, hasta que, a la voz de Víctor Hugo,
se :alzó, fusta en mano, contra «Los
dormidos»?; ¿o en Cuba, después de la tregua,
cuando respondía a un :discípulo ansioso:
«¿Y crees tú que si, por diez años a
lo menos, hubiese alguna esperanza, estaría :yo
aquí?» ¿A qué volver a decir lo que
saben todos, ni pensar en que los diez años han
pasado? : Prefiero recordarlo, a solas, en los largos paseos
del colgadizo, cuando, callada la casa, de la luz: de la noche y
el ruido de las hojas fabricaba su verso; o cuando, hablando de
los que cayeron en el: cadalso cubano, se alzaba airado del
sillón, y le temblaba la barba.

1.6 José Julián Martí
Pérez

Martí Nació en La Habana, Cuba, 28
de enero de 1853 y muere en un combate en Dos Ríos, el 19
de mayo de 1895, fue un político republicano
democrático, pensador, periodista, filósofo y poeta
cubano de padres de origen español, fue el fundador del
Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o
Guerra Necesaria. Perteneció al movimiento literario del
modernismo.

El 15 de enero de 1871, fue deportado a España.
Allá comienza a cursar estudios en las universidades de
Madrid y Zaragoza, donde se gradúa de Licenciado en
Derecho Civil y en Filosofía y Letras.

En 1877 en Guatemala trabaja en la Escuela Normal
Central como catedrático de Literatura y de Historia de la
Filosofía.

Entre 1880 y 1890 Martí alcanzaría
renombre en la América a través de artículos
y crónicas que enviaba desde Nueva York a importantes
periódicos: La Opinión Nacional, de
Caracas; La Nación, de Buenos Aires y El
Partido Liberal
, de México. Posteriormente decide
buscar mejor acomodo en Venezuela, a donde llega el 20 de enero
de 1881. Fundó la Revista Venezolana, de la que
pudo editar sólo dos números.

El 30 de noviembre de 1887 fundó una
Comisión Ejecutiva, de la cual fue elegido presidente,
encargada de dirigir las actividades organizativas de los
revolucionarios. En enero de 1892 redactó las Bases y los
Estatutos del Partido Revolucionario Cubano. El 8 de abril de
1892 resultó electo Delegado de esa organización,
cuya constitución fue proclamada dos días
después, el 10 de abril de 1892. El 14 de ese mes
fundó el periódico Patria, órgano oficial
del Partido. Entre 1887 y 1892, Martí se
desempeñó como cónsul de Uruguay en Nueva
Cork

En República Dominicana, donde lo esperaba
Máximo Gómez, firmaron el 25 de marzo de 1895 un
documento conocido como Manifiesto de Montecristi, programa de la
nueva guerra.

El 28 de abril de 1895, en el campamento de Vuelta
Corta, en Guantánamo, junto con Gómez firmó
la circular «Política de guerra».

El 14 de mayo de 1895 firmó la «Circular a
los jefes y oficiales del Ejército Libertador»,
último de los documentos organizativos de la guerra, la
que elaboró también con Máximo
Gómez.

El día 18 de abril, en el Campamento de Dos
Ríos, Martí escribe su última carta a su
amigo Manuel Mercado, ese documento se le conoce como su
testamento político, en un fragmento de la carta
Martí expresa:

"…ya estoy todos los días en peligro de dar mi
vida por mi país, y por mi deber —puesto que lo
entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de
impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan
por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza
más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice
hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que
ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas
han de andar ocultas…"

Su visión política era liberal y
demócrata. Además, su obra política y de
propaganda muestra estas tres prioridades: la unidad de todos los
cubanos como nación en el proyecto cívico
republicano de postguerra; la terminación del dominio
colonial español; y evitar una expansión
estadounidense. Es casi unánime la información
sobre su gran capacidad de trabajo y frugalidad, lo que, siendo
evidente, junto a su palabra persuasiva, le valió
reconocimiento por la mayoría de sus
compatriotas.

En el campo de la poesía sus obras más
conocidas son: Ismaelillo (1882) Versos
sencillos
(1891) Versos libres Flores del
destierro
.

Sus ensayos más populares son: El presidio
político en Cuba
(1871) Nuestra
América
(1891) Cabe también destacar su obra
epistolar, por lo general bien apreciada literaria y
conceptualmente. Se incluye entre sus obras "La edad de oro.
Publicación mensual de recreo e instrucción
dedicada a los niños de América" de la cual fue
redactor (Julio 1889).

Fue precursor del modernismo, junto a Manuel
González Prada (Perú), Rubén Darío
(Nicaragua), Francisco Gavidia (El Salvador), Julián del
Casal (Cuba), Manuel Gutiérrez Nájera
(México), Manuel de Jesús Galván
(República Dominicana), Enrique Gómez Carrillo
(Guatemala), José Santos Chocano (Perú) y
José Asunción Silva (Colombia), entre otros. Es
todavía tema de debate entre los especialistas su
importancia relativa en el modernismo.

José Martí no asume una posición
antirreligiosa, sino que hace críticas a las religiones
establecidas, por sus desviaciones, por el abandono en un momento
de su desarrollo histórico de los principios que la
originaron y de los fundamentos de la religiosidad.

Un pueblo irreligioso morirá, porque nada en
él alimenta la virtud. Las injusticias humanas disgustan
de ella; es necesario que la justicia celeste la
garantice.

Habiendo recibido Martí una educación
religiosa fue capaz de darse cuenta y profundizar en las
diferencias estimadas por las distintas religiones, logró
demostrar a través de su propia experiencia lo necesario
de la conciencia, la razón y la voluntad, elementos que
relaciona con claridad en la actuación del hombre en la
vida, la que siempre concebía relacionada a la honradez,
la justicia y los sentimientos humanos. Las convicciones
religiosas las veía con agrado cuando estaban en defensa
de los aspectos expresados anteriormente, todo lo que fomentara
su limitación y desarrollo constituían un elemento
de freno al pensamiento sano y creador del hombre.

Su influencia en los cubanos es grande. En general es
considerado por sus compatriotas como el principal modelador de
la nacionalidad cubana tal como la conocemos hoy. Su prestigio se
refleja en los títulos que popularmente se le conceden.
«El apóstol de la independencia» y «el
maestro» son los más usados.

1.7 Enrique José Varona

Nace en Santa María de Puerto Príncipe
provincia de Camagüey, el 13 de abril de 1849, cursó
su primera enseñanza en su provincia natal y poco
después en La Habana, fue un escritor, filósofo,
pensador y pedagogo cubano

Su pensamiento filosófico estuvo muy
influido por el positivismo en su versión
hispanoamericana, Varona siguió la filosofía de
Auguste Comte y Herbert Spencer, oponiéndose a todo tipo
de metafísica que no siguió la filosofía a
los fenómenos y no se adecuara al método de las
ciencias naturales. Sus variadas obras tienen un carácter
sistemático y abarcan, sobre todo, la lógica, la
ética y la psicología.

Partes: 1, 2

Página siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter