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Las Nuevas Tecnologías y el Turismo




Enviado por Pablo Turmero




    Las nuevas tecnologías y el turismo. El proceso de
    desintermediación en el sector turístico –
    Monografias.com

    Las nuevas tecnologías y el
    turismo. El proceso de desintermediación en el sector
    turístico

    En la actual Sociedad de la Información
    la "red de redes", Internet, se ha revelado como un instrumento
    revolucionario para el futuro del sector turístico, sobre
    todo en el área de la distribución y venta,
    así como en todo aquello que le rodea: búsqueda de
    información, combinación, reserva y compra de
    productos y servicios turísticos. Las nuevas
    tecnologías de la información y de la
    comunicación (TIC´s) han contribuido decisivamente
    al crecimiento masivo del turismo y al aumento de valor de la
    oferta y de la demanda. Como ocurre con cualquier producto
    perecedero, heterogéneo e intangible, en el caso del
    turismo la información forma parte del propio producto
    turístico, como uno más de sus factores de
    producción. Con anterioridad, las empresas
    turísticas ya venían haciendo uso de las nuevas
    tecnologías desde mediados del siglo pasado. En un primer
    momento a través de las CRS´s (Computer
    Reservation Systems
    ), que permitían a las
    compañías aéreas la gestión
    automática de reservas.

    Posteriormente, con la proliferación de diversos
    CRS´s -incompatibles entre sí-, en la década
    de los ochenta se crean los sistemas GDS´s (Global
    Distribution Systems
    ), como sistema global de
    distribución que van a comprender a las diferentes
    compañías aéreas. Hoy en día estos
    sistemas suministran información de forma
    instantánea sobre los diferentes consorcios de proveedores
    de servicios turísticos, compuestos por
    compañías aéreas y cadenas hoteleras. Los
    terminales de estos sistemas están instalados en las
    agencias de viajes, a través de las cuales se realizan las
    reservas y compras de los servicios ofertados por estas
    empresas.

    El turismo electrónico ("eTurismo" o
    "turismo on line") consiste en la virtualización
    de todos los procesos y de la cadena de valor
    turísticos: alojamiento, transporte, ocio, viajes,
    restauración, intermediación y servicios
    complementarios. Este concepto incluye a todas y cada una de las
    funciones del negocio turístico, como son el marketing,
    las finanzas, la contabilidad, la producción, la
    estrategia, la planificación o la gestión. La
    influencia de las nuevas tecnologías de la
    telecomunicación y de la información en el sector
    turístico es de una importancia trascendental a día
    de hoy. Éstas permiten a las empresas
    turísticas:

    a) Tener una presencia global en el mercado
    internacional. Las nuevas tecnologías de la
    información y de la comunicación propician la
    globalización de los mercados turísticos,
    permitiendo el acceso a las principales plazas turísticas,
    pero no sólo eso, sino que también generan la
    posibilidad de acceder a otros productos paralelos, como
    los mapas de carreteras, la información del
    tráfico, los consejos al viajero, la
    meteorología…etc. Al no existir barreras
    geográficas en Internet, los empresarios turísticos
    pueden introducirse en mercados extranjeros sin necesidad alguna
    de presencia física, lo que aumenta su masa potencial de
    clientes. También les permite asociarse con otras empresas
    en cualquier parte del mundo de forma rentable y eficiente, no
    solamente de su mismo sector empresarial, sino también del
    sector de la informática o de las
    telecomunicaciones.

    La presencia en Internet no debe basarse
    únicamente en las oportunidades de negocio on
    line
    , ya que otros factores como la imagen, la publicidad o
    el ofrecer servicios de valor añadido a sus clientes
    habituales ya justificarían suficientemente la
    inclusión en este medio.

    b) Investigar y desarrollar nuevos productos
    turísticos que satisfagan la demanda de determinados
    nichos de mercado, alcanzando una ventaja competitiva a
    través de la especialización y de la
    diferenciación. Esto es posible porque las nuevas
    tecnologías permiten que las cadenas de valor
    añadido sean más flexibles y permiten a los
    consumidores diseñarse su propio producto turístico
    a través de las múltiples combinaciones que
    permiten las TIC´s. Así, las empresas van a poder
    individualizar su producto para cada uno de sus clientes,
    permitiéndoles que seleccionen las características
    que prefieran para dicho producto, y de este modo fijar el
    segmento del mercado en la unidad: en cada cliente
    individual. En este sentido Internet contribuye a identificar a
    los clientes con más exactitud y eficacia a través
    de los datos que los internautas proporcionan voluntariamente en
    sus visitas a las páginas web de estas empresas,
    segmentándose la demanda hacia las diversas áreas
    especializadas de forma automática.

    c) Reducir costes a través de la
    integración de los sistemas operacionales y la
    optimización de la eficacia interna de la empresa
    (mediante redes de Intranet y Extranet); la
    disminución de la plantilla de personal administrativo; la
    reducción de las comunicaciones personales y
    telefónicas; la posibilidad de acceder -por parte de los
    usuarios- a toda la información, que anteriormente
    sólo era posible conseguir a través del contacto
    directo con las empresas turísticas; la disminución
    de la comisión a los intermediarios a través de la
    venta directa desde su página web o a través de
    intermediarios electrónicos; o el diseño de
    procesos que eviten la repetición de tareas. Como ejemplo
    de este ahorro de costes en personal suele ser habitual que los
    propios clientes realicen el trabajo de entrada de datos, lo que
    evitará que lo hagan los empleados de la empresa
    turística. Esta reducción de costes se traslada
    directamente al cliente, presionando a la baja las comisiones que
    cobran por sus servicios tanto las empresas turísticas
    tradicionales como las virtuales.

    d) Flexibilizar precios haciéndolos
    más competitivos y optimizando su producción. Al
    posibilitar las TIC´s la supervisión de las ventas
    en tiempo real, las empresas turísticas pueden reaccionar
    llevando a cabo retoques en la configuración del producto
    o en su precio, o incluso acudir a la publicidad para maximizar
    sus ventas. Las nuevas tecnologías alertan a las empresas
    turísticas sobre posibles excesos en la demanda o en la
    oferta, y dado que el producto turístico por su propia
    naturaleza no es almacenable para un consumo posterior en el
    tiempo, permiten realizar ofertas de última hora
    que eviten que cierta cantidad de este producto quede sin vender.
    Existen incluso empresas especializadas en la venta o subasta de
    este excedente, lo cual permite su eliminación a
    través de terceros sin que ello afecte a la imagen de la
    empresa principal.

    e) Ahorrar tiempo, ya que las TIC´s
    permiten a las empresas turísticas compartir
    información internamente o con sus asociados de forma
    instantánea, aumentando su eficiencia. Pero del mismo modo
    también van a posibilitar que los consumidores
    interactúen recíprocamente con estas empresas,
    realizando confirmaciones y compras de forma inmediata. Al poder
    realizar transacciones con los proveedores de servicios
    turísticos los trescientos sesenta y cinco días al
    año, las veinticuatro horas del día, sin necesidad
    de desplazarse físicamente hasta la oficina de la empresa
    en cuestión, también los clientes maximizan su
    eficacia y valoran de forma muy positiva a las empresas que les
    permiten realizar compras utilizando las nuevas
    tecnologías de la información y de la
    comunicación, lo que supone una ventaja competitiva para
    éstas.

    Sin embargo, la utilización de nuevas
    tecnologías no asegura el éxito. Únicamente
    aquellas empresas que, además de tener una idea clara de
    las necesidades del mercado, creen verdadero valor para sus
    clientes serán capaces de sobrevivir a largo plazo. Las
    principales razones por las que las empresas turísticas
    que dan el salto a las TIC´s fracasan son la incapacidad de
    alcanzar una cuota de mercado e ingresos con suficiente rapidez,
    o bien la imposibilidad de incrementar su capital disponible para
    sufragar las inversiones tecnológicas necesarias.
    Además, en muchas ocasiones un bajo nivel de
    utilización no va a compensar la inversión en
    nuevas tecnologías. Otras causas del fracaso de numerosas
    empresas turísticas se deben buscar en su incapacidad para
    concluir alianzas, reorientar adecuadamente su modelo de negocio
    o controlar sus costes de forma rigurosa. Entre los nuevos
    retos con los que deberá enfrentarse el sector
    turístico está la complejidad creciente de los
    productos y sistemas tecnológicos, las cada vez mayores
    exigencias del consumidor turístico o la existencia de
    sitios web especializados en la comparación de productos
    turísticos, entre muchos otros.

    La incorporación del sector turístico a
    las nuevas tecnologías de la información y de la
    comunicación va a generar una serie de amenazas y
    oportunidades en el sector. Entre las amenazas
    estaría el hecho de que -como se vio- en la sociedad de la
    información ésta es un valor añadido al
    producto que se vende, por lo que en el caso de las agencias de
    intermediación, su potencialidad estará en
    suministrar la información necesaria para decidir con que
    proveedor de servicios turísticos contratará el
    consumidor. Se incrementará el contacto directo entre los
    proveedores de servicios turísticos y el cliente, lo que
    puede afectar negativamente a las empresas de mediación
    turística, es decir, a las agencias de viajes. Este
    fenómeno se denomina "desintermediación" y
    sobre él se incidirá infra. Otra amenaza
    proviene de la disminución de barreras de entrada a la
    nueva competencia debido a la desaparición de las ventajas
    que suponía una red amplia de oficinas, así como de
    los procesos de desregulación que afectan al sector
    turístico en general. La gestión de los recursos
    humanos también se verá alterada por las
    TIC´s, principalmente por la irrupción de nuevas
    formas de trabajo, como el "teletrabajo", o por la
    necesidad continuada de reciclaje laboral. Asimismo, serán
    necesarias grandes inversiones iniciales en tecnología
    para poder ofrecer servicios de calidad al consumidor de
    productos turísticos, además de un adecuado y
    continuo mantenimiento. Será imprescindible la
    especialización para prestar un servicio turístico
    con calidad y rapidez, así como un grado considerable de
    flexibilidad para adaptarse a los cambios que vayan
    produciéndose en el mercado turístico.
    También habrá que tener en cuenta las barreras
    internas, como la idiomática, la cultural o la fiscal;
    así como la insuficiencia de una estructura
    tecnológica adecuada. La falta de contacto físico
    entre vendedor y comprador también puede dar lugar a una
    reducción del importe de las compras on line, ya
    que un vendedor de carne y hueso puede convencer a los
    consumidores para que adquieran productos más caros o
    adicionales. La transparencia de información inherente a
    las TIC´s va a permitir una más fácil y
    rápida asimilación de las nuevas prácticas
    puestas en marcha por las empresas líderes en el sector.
    Esta circunstancia, junto al hecho de que los nuevos competidores
    no están obligados a hacer grandes inversiones en
    inmuebles para entrar en los diferentes mercados, provoca una
    reducción de los márgenes de beneficio en una gran
    cantidad de productos turísticos, tanto en el mercado
    on line como en el tradicional. Además, los
    elevados costes de consecución de nuevos clientes van a
    aconsejar a las empresas turísticas potenciar sus sistemas
    de fidelización. Por último, no hay que
    minusvalorar los recelos e inseguridad que el comercio
    electrónico genera en un porcentaje considerable de los
    consumidores de servicios turísticos. Las transacciones a
    través de la Red plantean una serie de problemas
    jurídicos como son los referidos a su fiscalidad, la
    validez legal de los documentos comerciales electrónicos,
    los derechos de copia y de propiedad intelectual o la prueba de
    identidad de las partes en la compraventa on
    line
    .

    En sentido opuesto, las nuevas tecnologías
    ofrecen una serie de oportunidades a las empresas
    turísticas, ya que la entrada en Internet produce per
    se
    una expansión del negocio que de otra forma
    sería muy difícil de alcanzar para multitud de
    empresas. A ello contribuye el abaratamiento progresivo de las
    nuevas tecnologías, a lo que habría que
    añadir el hecho de que el coste marginal de dar servicio a
    un nuevo cliente es inferior que en la empresa tradicional, lo
    que rentabiliza la inversión inicial si se consigue una
    cartera de clientes considerable. Otra oportunidad está
    -como se ha visto- en la posibilidad de convertir la
    relación con los clientes en algo mucho más
    personal, individualizando el producto turístico hasta
    límites difícilmente alcanzables fuera de la Red.
    También permitirán a las empresas ya establecidas
    utilizar su masa de clientes tradicionales como base para su
    salto a Internet, lo que es sin duda una ventaja competitiva
    sobre las nuevas empresas que surgen directamente en la Red.
    Asimismo, las TIC´s eliminan las barreras
    geográficas, por lo que permiten aumentar la base de
    clientes potenciales que de otra forma no podrían
    contratar los servicios de estas empresas debido al factor
    distancia. Y por último, las nuevas tecnologías van
    a facilitar la oferta conjunta de productos turísticos con
    otros que no lo son. A través de portales la
    empresa turística puede servir de vía de acceso de
    otros productos de comercio electrónico que de otra forma
    verían reducidas sus posibilidades de éxito
    comercial.

    Como consecuencia de lo expuesto, también por
    parte del consumidor de productos turísticos las nuevas
    tecnologías van a reportarle numerosas ventajas, entre las
    que estarían la mayor transparencia de precios, la
    posibilidad de una oferta personalizada, una mejor
    información visual y gráfica (videos, fotos, mapas,
    planos, productos interactivos…etc), inexistencia
    de barreras geográficas y temporales, mayor poder de
    decisión y formación, facilidad para comparar entre
    diferentes productos, ahorro de tiempo, menor necesidad de
    anticipar las reservas y productos más baratos gracias al
    recorte de costes de producción.

    Una vez analizados someramente los pros y
    contras de las nuevas tecnologías de la
    información y de la comunicación aplicadas al
    sector turístico, se puede comprobar como las empresas
    pioneras en la adaptación a estas tecnologías han
    reforzado su competitividad y han aumentado su cuota de mercado,
    mejorando su posición global en el mercado
    turístico; mientras que aquéllas que no sean
    capaces de acomodarse a las nuevas tecnologías
    perderán peso dentro del mercado turístico,
    quedando cada vez más relegadas hasta el punto de poner en
    peligro su propia continuidad. Las empresas turísticas
    deberán desarrollar en este sentido estrategias
    multicanal, que incluyan a todos los intermediarios del
    nuevo turismo electrónico (Internet, telefonía fija
    y móvil, y televisión digital) para poder responder
    adecuadamente a las exigencias del mercado. Los que
    continúen actuando exclusivamente con los intermediarios
    tradicionales (como los sistemas GDS´s o el videotexto)
    irán reduciendo progresivamente su cartera de clientes y
    su valor.

    Por lo que respecta a la importante cuestión ya
    apuntada de la "desintermediación" o
    pérdida progresiva de la cuota de mercado de los
    intermediarios turísticos como consecuencia de la nueva
    situación creada por las TIC´s, habría que
    partir del hecho de que los proveedores de turismo
    (compañías aéreas, cadenas hoteleras y
    empresas de alquiler de vehículos) han dado el salto a
    Internet, permitiendo a los consumidores de productos
    turísticos acceder a sus sistemas de reservas de forma
    directa, o desarrollando sistemas de gestión de
    destinos
    , que les permite agrupar un conjunto de lugares y
    presentarlo como un destino unitario e integrado. La facilidad de
    crear un punto de venta virtual sin necesidad de soporte
    físico alguno ha hecho que cualquier mayorista pueda
    vender sus productos turísticos a los consumidores, como
    un minorista más, sin necesidad de intermediación.
    Incluso los principales sistemas GDS´s (Galileo,
    Sabre, Amadeus, Worldspan),
    después de un periodo de cierto estancamiento, han
    permitido el acceso directo de los consumidores
    turísticos. Además, están surgiendo nuevos
    intermediarios que no son empresas pertenecientes al sector
    turístico, como los portales generalistas o los portales
    verticales ("vortals"), que han creado sus propios
    canales de venta de productos turísticos por Internet.
    Existen incluso los denominados "centros comerciales
    virtuales
    ", que agrupan en un mismo sitio a una pluralidad
    de empresas turísticas para que de esta forma puedan
    llegar a los consumidores, debido a su escaso potencial comercial
    por separado. Estas páginas web son el trampolín
    ideal para tales empresas, que a pesar de aparecer compartiendo
    espacio en la Red mantienen cada una su propia identidad e
    independencia. Entre los productos turísticos que se
    revelan a priori como más proclives a la
    desintermediación estarían aquellos que registran
    una menor diferenciación -por ser mayor su nivel de
    estandarización- y en los que el factor precio es
    determinante, como ocurre en el caso de los billetes de
    avión o de cualquier otro medio de transporte, las
    entradas para museos y espectáculos o el alquiler de
    vehículos.

    Como argumentos a favor de este proceso estaría
    el hecho de que las agencias de viajes añaden poco valor
    al producto turístico, actuando básicamente como
    oficinas de reservas; estos intermediarios únicamente
    manejan la información y gestionan las reservas;
    están sesgadas a favor de aquellos proveedores que les
    proporcionan mejores comisiones o a los que están
    vinculadas; los viajeros experimentados suelen tener mejores
    conocimientos que las agencias de viajes en los mercados
    especializados; utilizar sus servicios es incómodo en el
    caso de las agencias tradicionales, ya que requiere tiempo y
    está limitado a los horarios comerciales; sus comisiones
    incrementan el precio de los productos turísticos; su
    personal carece a menudo de la formación y conocimientos
    adecuados; existe una tendencia al incremento de las vacaciones
    independientes en detrimento de los paquetes turísticos;
    la Red permite a los consumidores realizar la mayoría de
    funciones desde su hogar y, además, los intermediarios
    virtuales ofrecen una gran flexibilidad y posibilidades de
    elección; la re-ingeniería de la industria
    turística (billetes electrónicos,
    compañías de bajo coste, programas de comisiones y
    de fidelización) favorece este proceso de
    desintermediación.

    Pero también existen argumentos que juegan en
    contra del fenómeno de la desintermediación, como
    el hecho de que las agencias de viajes son consejeros
    profesionales y ofrecen valiosos servicios; usan su experiencia
    para ahorrar tiempo a los consumidores; la tecnología es
    difícil de usar y costosa para los particulares; muchos
    consumidores carecen de conocimientos informáticos y,
    además, con el paso del tiempo la mayor complejidad de
    estos sistemas obligará a un mayor nivel de conocimientos
    por parte de sus usuarios; las agencias de viajes ofrecen
    asesoramiento gratuito y añaden valor a través de
    sus consejos; los intermediarios electrónicos atienden
    principalmente el mercado de negocios y son más caros; las
    agencias tradicionales pueden conseguir precios más
    competitivos a través de los canales y acuerdos adecuados;
    proporcionan el contacto humano con la industria
    turística; reducen la inseguridad del viaje si se
    responsabilizan de todos los acuerdos; las transacciones
    vía internet no son aún lo suficientemente seguras
    y esto es percibido de manera negativa por los potenciales
    clientes (de hecho, en numerosas ocasiones los consumidores
    utilizan la Red para buscar información y consultar
    disponibilidades, pero cierran y pagan sus transacciones por
    medios tradicionales).

    Para la mayoría de los autores que han tratado el
    tema, los intermediarios tradicionales no desaparecerán en
    masa, sino únicamente aquellos que no sean capaces de
    adaptarse a la nueva situación, considerando el comercio
    electrónico como otro canal más dentro de sus
    estrategias de comercialización, aprovechando las
    oportunidades que les brinda y aportando necesariamente valor al
    consumidor de productos y servicios turísticos. La
    filosofía de las agencias de viajes debe cambiar
    radicalmente, convirtiéndose en asesores especializados y
    no meras oficinas de tramitación de reservas, haciendo que
    la confianza y el contacto directo con el cliente sean su
    verdadera ventaja competitiva. Las empresas turísticas que
    tendrán más posibilidades de prosperar serán
    las grandes empresas de alcance mundial, que aprovecharán
    la popularidad de su marca y las economías de escala; pero
    también las pequeñas empresas con productos
    especializados, que tienen pocos competidores y entienden su
    producto mejor que las grandes. Actualmente el comercio
    electrónico está dominado por la venta de billetes
    de avión, por lo que las agencias de viajes tradicionales
    conservan en la venta de paquetes turísticos complejos un
    mercado idóneo para demostrar sus conocimientos y
    profesionalidad. Lo que está ocurriendo en realidad no es
    un proceso de desintermediación, sino una
    sustitución de unos intermediarios por otros que obedecen
    a unas categorías y estructuras diferentes, lo que
    demuestra el dato de que en la actualidad la venta de productos y
    servicios turísticos a través de Internet
    está dominada por las agencias virtuales (que son, al fin
    y al cabo, agencias de viajes). La principal amenaza para los
    intermediarios clásicos puede venir más que por la
    distribución directa de los proveedores, por el salto de
    los turoperadores y sistemas GDS´s a la venta minorista a
    través de Internet. Para estos autores el contacto directo
    entre los clientes y su agencia de viajes, que le asesora y
    responde ante eventuales incidencias, seguirá existiendo
    al menos a medio plazo. A pesar de ello, lo que sí es
    evidente es que las TIC´s modificarán el futuro de
    la intermediación turística, lo que se aprecia en
    diversas tendencias actuales como son el hecho de que los
    intermediarios tradicionales están reestructurando sus
    procedimientos para actualizar su oferta, mejorar la
    satisfacción de sus clientes y mantener la competitividad;
    los destinos turísticos desarrollen sistemas regionales
    para mejorar su representatividad, potenciar su imagen y atraer
    reservas directas; o que los proveedores de productos y servicios
    turísticos estén creando sistemas basados en
    Internet para comunicarse directamente con sus clientes. Las
    nuevas tecnologías de la información y de la
    comunicación no van a terminar por tanto con la
    intermediación turística, pero van a provocar
    importantes ajustes en los que se tenderá a acortar el
    canal de distribución, nacerán nuevos tipos de
    intermediarios y desaparecerán los que no sean capaces de
    adatarse a la nueva situación generada por
    éstas.

    BIBLIOGRAFÍA:

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    , Oficina Internacional del
    Trabajo, Programa de Actividades Sectoriales, Organización
    Internacional del Trabajo, Ginebra, 1997.

     

     

    Autor:

    Pablo Turmero

     

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