El perdón en la Teoría Biomática

El amor: poder sanador del
perdón

"Cuando nos queda en la vida un espacio para el
ejercicio del asombro y estamos dispuestos a crear y construir
algo nuevo, asumimos voluntariamente el maravilloso riesgo de
mirar con otra mirada el universo de la salud humana". Carvajal
(1995:97)

Hoy en día para nadie es un secreto que la
conciencia es un factor que influye en la salud que, como indica
Dossey (2004:12-13) "los pensamientos y las emociones afectan
no sólo nuestro cuerpo sino los cuerpos de otros, en la
distancia, sin su conocimiento".

Por esta razón, se plantea la necesidad de
realizar una propuesta diferente en todos los ámbitos que
tengan alguna relación con la convivencia entre seres
vivos, donde la emocionalidad/espiritualidad/ambiente/conciencia
esten implicadas en esa convivencia. Porque de acuerdo con lo que
Dossey (2004:433) expresa "los humanos somos un
terrible caos, más que cualquier otra forma de vida.
Padecemos una desdicha crónica, angustia y descontento;
somos incapaces de apoyarnos en el momento, así que
siempre miramos hacia el pasado o el futuro." Es como si
intentáramos recobrar la memoria de dónde venimos y
hacia dónde vamos, lo que no nos permite disfrutar de los
que tenemos y menos de lo que hacemos.

En esta misma línea es que hoy más que
nunca, es imprescindible lo que Dossey (2004:170) denomina
"un tipo de conciencia participativa" en la cual todos y
cada uno y cada una de los y las ciudadanas se sientan plenas
(os), incorporadas (os), parte de todo y de todos.

Pero tal propuesta no es posible y mucho menos
realizable si no se tiene deseo, voluntad, actitud, conocimiento,
pero sobre todo conciencia de quién somos y los que
queremos. Ahí considero, es donde está el "quid" de
toda esta situación, donde se nos agota el hecho de que el
perdón sea el primer paso para una mejor vida,
circunstancia, o para dar una mirada diferente o amorosa a una
situación o vivencia que marcó negativa o
dolorosamente nuestra vida, se denota que en definitiva,
éste, es el punto de partida, pero no el de llegada.
¡Algo hace falta!

Ese punto de llegada, esa meta, es lo que se debe
construir, hacia donde se deben encaminar todas las
emociones/intenciones/acciones, todos los momentos/espacios
dirigidos hacia ese fin. Esto porque según Fromm, citado
por Dossey (2004:388) "el creador debe renunciar a retenerse
como si fuera un objeto y comenzar a sentirse a sí mismo
únicamente en el proceso creativo; paradójicamente,
si puede experimentarse a sí mismo en el proceso, se
libera. Trasciende las fronteras de su propia persona, y en el
momento exacto cuando siente que "yo soy", también siente
que "yo soy tu", soy uno con todo el mundo".

Por lo tanto, es en ese proceso de "re-hacerse", de
"auto-fortalecerse", de "auto-sanarse", de tomar fuerzas
día con día a pesar de las circunstancias y
adversidades que la vida cotidiana nos presenta, es donde estriba
nuestra propuesta, esto porque sabemos que al desarrollarse una
red de interrelaciones en la cual la conducta de cada Bioma
aprendiente está determinada internamente. Dicha conducta
es, para el otro, fuente de más
emociones/intenciones/acciones y puede calificarse de
significativa en el contexto colectivo (Varela y Maturana, 1998,
p.115).

En este sentido, afirma Castells, (2001:15), "las
redes tienen extraordinarias ventajas como herramientas
organizativas debido a su flexibilidad y adaptabilidad
características fundamentales para sobrevivir y prosperar
en un entorno que cambia a toda velocidad". Por esta
razón, al tomar en cuenta la emocionalidad, el contexto y
al validar la historia de cada Bioma aprendiente simple y
complejo, es posible construir una sociedad más
consciente.

Hacia el punto de
llegada

Ante tal reto, se considera necesario un
"reencantamiento del mundo". En palabras de Dossey (2004:172)
"las fuerzas que ayudan a tal reencantamiento vienen de
campos tan diversos como la biología, la física, la
ciencia cognitiva, la medicina y la teoría de la
información". Además de nuestro esfuerzo como
Biomas aprendientes creativos que estamos listos y listas para
abandonar antiguas clasificaciones y para reconocer que la vida,
en particular la propia y única, está llena de
nuevas posibilidades, que solo hay que tomarlas, sin miedo, sin
angustia.

Son estas posibilidades impregnadas de perdón,
amor, solidaridad, entrega, ternura, sentido, humor, esperanza y
conciencia las que crean, recrean y fortalecen nuestra
corporeidad/ espiritualidad/ambiente y permiten que podamos
alcanzar una nueva dimensión que dé esperanza a
nuestra humanidad, como especie en un momento/espacio donde el
horizonte se observa un poco sombrío.

Al respecto Dossey (2004:359) señala que
"durante las últimas décadas, se han acumulado
pruebas de que las intenciones mentales y conscientes pueden
provocar sucesos no sólo en el cuerpo, sino también
en "el mundo exterior", y que tales sucesos pueden fortalecerse
con el amor". Por lo que si las sincronicidades
actúan como espejos de los procesos internos de la mente y
toman la forma de manifestaciones externas a partir de
transformaciones interiores, podríamos decir entonces que
¡vamos por buen camino!, ¡iniciamos con el
perdón!, ¡vamos de la mano con el amor!

Según Peat, citado por Dossey (2004: 174)
"las sincronicidades, están comúnmente
asociadas con periodos de transformación. "Es como si esta
reestructuración interna produjera resonancias externas o
como si una ráfaga de "energía mental" se propagara
externamente al mundo físico", por eso es que cuando
somos conscientes realmente de que ¡nada está
separado de nada! Todo es una unidad.

Por lo tanto, es desde esta consciencia, que nos damos
cuenta que ¡la sanación del mundo solo es posible
sanándonos a nosotros mismos! Es desde nuestro ser interno
que inicia el proceso, no es desde afuera, no es desde el
otro/otra, es desde mi-misma/ (o). La verdad, la respuesta a las
interrogantes está y ha estado siempre en nosotros y
nosotras mismas. Es ahí donde debemos iniciar ese proceso
de búsqueda, de transformación, de
evolución, de autosanación.

Sanación
más allá de la salud

Pero ¿qué vamos a entender por
sanación?, ¿por qué el concepto de salud no
llena las expectativas? Será acaso que de una u otra forma
denota la fragmentación existente entre salud- enfermedad,
vida –muerte, luz – oscuridad; y contradice el
continum del que hemos venido hablando en el nuevo
paradigma? ¿Es necesaria una inteligencia curativa como la
que plantea Dossey? ¿Por qué nos es tan
difícil alcanzar un equilibrio entre nuestras
emociones/intenciones/acciones/? Para este autor, "La
"inteligencia curativa" necesita un equilibrio entre razón
e intuición, entre intelecto y sentimiento. Pero para
alcanzar ese equilibrio, debemos crear: un espacio para el lado
no racional e intuitivo de la mente". Dossey
(2004:380).

Podríamos reflexionar que para crear este espacio
debemos darle cabida al amor, porque, como señala Dossey
(2004:373): "El amor es útil en la sanación.
Alivia el dolor y el sufrimiento, además en ocasiones
establece el escenario para el mejoramiento físico y la
cura […] un beneficio mucho mayor es que el amor
proporciona las pruebas de quienes somos. El amor desenmascara la
ilusión del aislamiento. Subsume (más no erradica)
la individualidad y hace posible la experiencia de una conciencia
colectiva y unitaria. A través del amor vemos que en
algún nivel la conciencia humana no es local; no limitada
a puntos específicos en el espacio como cerebros y
cuerpos, o a momentos específicos en el tiempo como el
momento presente. En este sentido, de alguna manera, somos
infinitos, eternos, inmortales y uno solo".

.Siempre en esta línea, Maturana
(1988) señala que el amor es la emoción que
constituye el dominio de conductas donde se da la operacionalidad
de la aceptación del otro como un legítimo otro en
la convivencia, y es ese modelo de convivencia la que connotamos
cuando hablamos de lo social, de lo comunitario.

Esta expresión del autor, es verdadera en nuestra
praxis cotidiana, porque cuando aceptamos al otro tal cual es,
con sus defectos, forma de ser, ideologías, hábitos
¡cuáles sean!, es cuando realmente podemos decir que
amamos, sin críticas, sin máscaras. De manera que
si ésta interacción no se da, no es posible que
haya respeto, por lo tanto, si no hay aceptación mutua en
un espacio abierto para las coordinaciones de acciones, es decir
para que se dé la relación Yo – Otro, no es posible
tampoco que surja un nosotros. Pero como sabiamente indica
Carvajal (1995:12) "Aunque tengamos mil máscaras
encima y nos digamos muchas mentiras, no podemos ser ni
más ni menos de lo que somos. Es decir, si en esa
convivencia no hay sinceridad, verdadera comunicación y
aceptación del Otro como un verdadero otro, no es posible
un conexión amorosa y mucho menos
armoniosa.

Según David Bohm, (citado por Dossey 2004),
existe el mundo manifiesto o explícito con cosas y sucesos
que constituyen la vida cotidiana, es decir
en-relación-con cada ser aprendiente. En esta
dinámica, varios estratos permanecen ocultos, a los cuales
designa como del orden implícito, de manera que en el
terreno implícito, todo, incluso la conciencia, se
encuentra envuelto y en contacto con todo lo demás.
Podríamos decir entonces que es precisamente desde el
orden implicado donde el amor y por ende el perdón,
podrían hacer su trabajo.

El amor y el
perdón como elementos sanadores de los Biomas
aprendientes

Interpretando las ideas que aporta Carvajal, (1995:111)
intuimos que la sanación implica actitudes frente a la
realidad percibida de la vida. "Se sana la conciencia
restableciendo su flujo a través de la vertiente objetiva
del cuerpo y de la vertiente subjetiva de las emociones y la
mente."

Desde la Teoría Biomática, lo anterior se
explica como corporeidad/espiritualidad/ambiente, lo cual
sustentamos en Carvajal, (1995:111) quien indica: "Se sana la
vida cuando conseguimos que el alma tome posesión del
instrumento de su personalidad y que el hombre actúe en su
cuerpo como el alma que es. La sanación es una medicina
universal, más subjetiva que objetiva, más en el
camino de la conciencia que en el de la ciencia experimental,
más cercana de la intuición que al intelecto,
más próxima al arte que a la
tecnología."

La sanación es el proceso donde se conservan,
mejoran y evolucionan las interrelaciones del ser, esto es,
personales y comunitarias, es decir, como Bioma aprendiente
simple o complejo. Ahora bien, las interrelaciones del ser
implican factores corporales (fisiológicos,
bioquímicos, genéticos, entre otros), factores
espirituales, (éticos, morales, emocionales,
estéticos, mentales, psíquicos, el alma, entre
otros) y factores ambientales (entorno cultural, social,
económico, político, natural, cósmico, entre
otros). De ahí la importancia de la relación
corporeidad/espiritualidad/ambiente.

Partimos del principio que el mundo no está hecho
de partes separadas, el ser humano vive en un universo de
relaciones. Al respecto Carvajal (1999:66) señala que
"la red que nos comunica es invisible pero evidente; lo
físico le habla a lo mental, lo emocional también
escucha y habla, todos se pueden comunicar con todos". De
manera que hasta una alegría pierde su sentido y su
contenido si no la podemos comunicar, de ahí que, como
indica Carvajal (1995:78), "la enfermedad es con
frecuencia un grito contenido, un intento desesperado de llamar
la atención cuando las vías del lenguaje humano,
verdaderos canales del amor, se han obstruido".

Ante esta realidad, es necesario realizar esfuerzos para
construir nuevas redes de relaciones e interrelaciones que
permitan que los canales del amor no se obstruyan para que haya
un constante fluir armonioso, de manera que en cada una de las
redes de intercambio de experiencias expresadas por los Biomas
aprendientes, emerjan emociones/intenciones/acciones que deriven
en relaciones amorosas, tiernas, sensuales, conciliadoras, con un
gran sentido de la vida y el entorno, que facilite la
con-vivencia entre seres aprendientes y creativos.

Por eso, como señala Levinstein (2006:13), es
necesario "dar un salto cuántico hacia la libertad y
la trascendencia, dejar atrás las ataduras de la materia
caótica y destructiva para cobijarse en los brazos
amorosos del creador".

Esto porque estamos de acuerdo que "los modelos que
tenemos del mundo determinan realmente en alguna medida lo que
vemos, con lo cual el ideal de objetividad científica se
vuelve un tanto ilusoria". Dossey (1995:33-60) Además
de que no conocemos las cosas tal cual son, porque construimos la
realidad a partir de las impresiones de nuestros sentidos, y es
desde esta realidad que al ser exterior, puede ser todo lo
contrario a lo que nosotros creemos que es.

Por lo que, de acuerdo con Carvajal (1995:111) "se
puede curar la enfermedad física, pero si no se han sanado
las actitudes frente al mundo, no se ha sanado la vida. Se sana
la conciencia restableciendo su flujo a través de la
vertiente objetiva del cuerpo y de la vertiente subjetiva de las
emociones y la mente". De manera que está en nuestras
manos sanar nuestras actitudes, frente al mundo, frente a los
otros, para que esto se refleje en nuestra
corporeidad/espiritualidad/ambiente.

Por lo tanto, cierro esta reflexión, citando a
Carvajal (1995:152) quien señala: "El amor es
una conquista permanente que se manifiesta hacia los demás
cuando somos capaces de amarnos a nosotros mismos y a al
prójimo como a ti mismo. Para amarnos se hace
indispensable que nos aceptemos y nos comprendamos; sólo
entonces es posible practicar el amor. Quien comprende, no juzga.
Quien no juzga, perdona. Quien es capaz de perdonar puede
reconstruir la red de relaciones en la que el amor y la
comprensión son actitudes que sustentan la
vida".

Referencias
bibliográficas

• Carvajal, J. (1995) Un arte de
  curar. Aventura por los caminos de la
  Bioenergética. Ed. Norma Colombia.

• Castells, M. (2001) La galaxia internet.
  Reflexiones sobre internet, empresa y sociedad. Editorial
  Areté. Barcelona. España

• Dossey, L. (1999) Tiempo espacio y
  medicina. Ed. Kairós

• Dossey, L. (2004) El poder curativo
  de la mente. La salud más allá del cuerpo.
  Alamah

• Levinstein, R. (2006). El perdón, una onda
  Cuántica de libertad. México. D.F.
  Editorial Panorama.

• Maturana, H y Varela, F. 1998. De máquinas
  y seres vivos. Autopoiesis. La organización de lo
  vivo. 5ª edición. Editorial universitaria.
  Chile

Autor:

Lilliana Marín
Badilla

Costa Rica

Educación, salud y vida

Séptima promoción

Doctorado en Educación
con

Énfasis en Mediación
Pedagógica

Universidad La Salle

Costa Rica – Setiembre de 2011