Monografias.com > Religión
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Teología evangelica



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. La
    palabra teología
  3. Teología y
    revelación
  4. La
    teología y la cruz
  5. Los
    primeros teólogos: los apologistas
  6. Los
    periodos clásicos de la
    teología
  7. La
    teología de la reforma
  8. Teología del siglo
    XIX

Monografias.com

INTRODUCCION

La fe es la base de nuestra teología y es partir
de la fe que somos invitados a salir de una condición
contemplativa, limitando nuestra reflexión al conocimiento
y discusión de lo que otros han dicho sobre
Dios.

A través de este curso queremos hacer sentir que
en toda palabra que se diga acerca de Dios, también hay un
lugar para cada uno de nosotros. La Palabra que Dios ha dicho se
va recreando día a día en medio de nuestras
experiencias.

Nuestra tarea es responder a una pregunta inicial
¿Qué es teología?, el curso procura dar a
conocer como se ha respondido a esta pregunta en diferentes
momentos de la historia. Cada una de estas respuestas han
constituido un esfuerzo por hablar de Dios y pensar la fe a la
luz de los desafíos y demandas que han presentado
situaciones concretas.

En este curso se recurre a respuestas históricas
para mostrar el quehacer teológico en diferentes periodos,
aportando algo nuevo. Cuando nos hacemos la pregunta inicial no
podemos prescindir de las respuestas que en otro tiempo se
dieron. Nos formulamos esta pregunta, porque es sumamente
importante saber lo que es la teología, pero a la vez
mucho más importante , experimentar que el quehacer
teológico no es privativo de algunas personas, escuelas o
sistemas, sino de la gente común, en el cada día de
la vida de las comunidades de fe.

Un teólogo muy importante como K. Barth
(1886-1968) reformado suizo, nos hace un aporte en razón
del quehacer teológico en cuatro pasos que se deben
considerar:

1.- La Palabra.-

La Palabra de Dios que hemos recibido, la que por
excelencia está en Jesucristo. La teología existe
porque Dios ha hablado primero.

2.- Los Testigos.-

Son aquellas personas que, en su relación con la
Palabra de Dios revelada, les ha correspondido una
posición única. Son los testigos primarios, por
ejemplo, los profetas, los apóstoles, etc.

3.- La Comunidad.-

La teología florece y se recrea desde el contexto
de la comunidad de fe. En este espacio el teólogo, no anda
preguntando si Dios existe. En la comunidad cristiana el
teólogo preguntara, si la iglesia esta comprendiendo
correctamente la Palabra que ella ha recibido y que ella
proclama.

4.- El Espíritu.-

Es aquel poder que inspira e impulsa todas las cosas en
el ámbito de la Comunidad Cristiana. Este poder es el
Espíritu Santo. La teología debe partir
reconociendo que el Espíritu es la verdad; por tanto, mal
podríamos intentar hablar de Dios en desconexión
con este poder vital.

Tomando en cuenta estas pautas entregadas por el
teólogo suizo, somos llamados a participar de una ciencia
que no es exacta, es la teología. Nosotros, los creyentes
vivimos una experiencia de fe que es única, la
teología es la forma cómo podemos hablar y
articular esa experiencia, de aquel que está tras la
experiencia que es Cristo, y de todas las implicaciones que esta
tiene para la vida diaria, frente al mundo que nos
rodea.

Al mirar esta tarea de hacer teología, nos
percatamos que no somos más que mediadores,
intérpretes y animadores, en el reconocimiento de esta
función, que es el quehacer teológico.

CAPITULO 1 :

LA PALABRA
TEOLOGIA

La palabra teología es una palabra compuesta que
proviene del griego. Teo que proviene del griego ( Theos ) y que
significa Dios y Logía ( logos ) que significa palabra.
Hay quienes también traducen esta última palabra
como conocimiento.

Así que tomando en cuenta esos dos elementos
podemos establecer de manera primaria una definición de la
palabra teología.

Teología es reflexión sobre Dios, sobre
las cosas de Dios, pudiendo ser calificada como el conocimiento
de Dios a partir de la fe.

Esta reflexión o hablar de Dios, significa tener
un lenguaje, un análisis o discernimiento sobre las cosas
de Dios, o mejor dicho sobre aquello que Dios en primera
instancia nos ha comunicado por su Palabra. No está
referida a las cosas abstractas, o que estén más
allá de la historia o más allá de los
límites de este mundo. Por el contrario, la
teología en cuanto a la reflexión toma como punto
de partida lo que Dios nos ha dado a conocer de si mismo.
Porqué nuestro Dios ha actuado y actúa en la
historia concreta de los seres humanos. Esto lo podemos ver con
claridad en el actuar de Dios cuando saca a su pueblo de Egipto,
que es un acontecimiento que se va a celebrar de manera especial
en la historia de Israel. Por otro lado también se muestra
en el acontecimiento de Jesús, su vida, muerte y
resurrección.

Aunque la palabra teología tal como la conocemos
no tuvo su origen en un contexto cristiano y además no
aparece como tal en la Biblia, lo que ella plantea como su
principal actividad implica para nosotros reflexión y
análisis acerca de nuestra fe.

Los profetas por ejemplo, fueron hombres de Dios que
habiendo recibido una revelación especial, la trasmiten y
comunican en términos de la Palabra de Dios, que es
pertinente al momento histórico en que vivía el
pueblo de Israel. ( Oseas 11:1-8)

En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo, sin que
reciba formalmente el calificativo de teólogo, aparece
como una persona que interpreta y trasmite a los gentiles el
mensaje de la cruz y las implicancias individuales y colectivas
que esto significa. ( Gálatas 6:11-17)

Fue en la Grecia antigua donde por primera vez se habla
de teología y de teólogos, en ese contexto
teología significaba tratado de dios o de los dioses, o el
hablar de las cosas divinas.

Entre los primeros teólogos griegos podemos
mencionar la tarea de los poetas , la de los filósofos y
de los políticos.

Tomando en cuenta todos los aspectos, definiremos lo que
podemos llamar una Teología Cristiana de la siguiente
manera:

La reflexión siempre creativa que realizamos para
referirnos a la acción de Dios en la historia de la
humanidad y, en las vidas particulares de los hombres y mujeres.
Es un acto que se hace a partir de una experiencia de fe, desde
una comunidad de creyentes y cuyo propósito es la
búsqueda de sentido y significación para la vida
humana, abogando siempre por un nuevo horizonte de libertad,
siendo una llamada y desafío para la iglesia y para la
sociedad, cada vez que estas no lleven a la vida plena y
abundante a todas las personas, como lo expresa el evangelio de
Juan 10:10.

1.- TEOLOGIA : Reflexión sobre la
acción de Dios.

La teología es esencialmente palabra, palabras
que pronuncian los seres humanos que experimentan la fe, como una
respuesta a la PALABRA, que es la que nos llega desde Dios, que
nos ha hablado de diferentes maneras. (Hebreos 1:1)

Pero la Palabra de Dios no es cualquier palabra,
comparada con la de los hombres, cuando Dios habla se produce un
acontecimiento, es decir son hechos significativos que cambian el
curso de la historia, así como también el de las
vidas particulares.

Este aspecto nos marca un rumbo diferente para entender
este dialogo, de esta manera podemos afirmar que siempre la
teología será una respuesta, una especie de acto
segundo, ya que el acto primero es el actuar de Dios. Romanos
10:17 primero debemos oír su Palabra y después
actuar de acuerdo a nuestra fe.

Ejemplos:

El encuentro entre Dios y Moisés (Éxodo 3)
este reacciona cuando es interrumpido en su apacible trabajo
pastoril, cuando es llamado por Dios. Solo entonces este pastor
de las ovejas de su suegro puede decir su palabra para responder
a la Palabra de Dios.

Los profetas del siglo VI, en momentos especialmente
críticos por los que atraviesa el pueblo de Dios, ellos
tomarán la experiencia del Éxodo y encontraran un
rico motivo teológico para hablar de Dios y de los actos
liberadores que ha hecho en el pasado, los mismos que puede
volver a realizar.

En su Palabra Dios nunca se refiere a aquellos que le
son propios y mas íntimos propios de la persona de Dios y
de los misterios de su divinidad, o de realidades que
jamás seríamos capaces de comprender. En su hablar
Dios se refiere a nuestra historia, a los dolores y tristezas que
son propias de todos los seres humanos y acerca de las
cuáles el nos quiere hablar y aproximarse a
nosotros.

2.- TEOLOGIA : A partir de la fe y de una comunidad
de fe

A partir de esta afirmación decimos que se hace
teología desde la fe, queriendo con ellos significar que
frente a la Palabra dicha por Dios no podemos permanecer
indiferentes. La Palabra de Dios nos provoca, nos interpela, nos
cuestiona, nos desafía. Por tanto, se trata de una palabra
que nos transforma. La fe es aquel don que nos permite acreditar
esa palabra recibida, acreditar en su poder para transformarnos
y, por medio nuestro, también nuestra realidad.

Ahora bien, esa experiencia es vivida
auténticamente no de modo aislado sino que encuentra su
sentido a partir de la participación en el seno de la
comunidad. En este espacio, otros comparten esta experiencia y
nos ayudan a nutrir la fe, a discernir sobre las implicancias de
esa Palabra recibida.

La comunidad es comunidad de creyentes, un lugar "desde"
donde podemos estar en mejor sintonía con Dios y responder
en obediencia a su llamado.

Por medio de la fe recibimos La Palabra, que es la
Promesa de Dios y nos imaginamos la realización de
aquellos que Él nos comunica. Por la fe nos abrimos al
futuro que viene de Dios, por esta misma razón es
válida la definición que nos da el libro de Hebreos
11:1 " Es pues la fe, la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve"

Es entonces doblemente desafiante para el teólogo
reflexionar la fe, pues así podrá escuchar una
palabra, cuyo emisor no podemos ver y, por otro lado, una palabra
cuyo contenido es una promesa.

Un teólogo, llamado Ruben Alves , nos
dice:

Que es a partir de la fe que el teólogo puede
encontrar sentido a este círculo

Para decir lo que existe basta tener ojos y saber
hablar. Para decir lo que no existe, entretanto, es necesario
andar en compañía de Dios; pues solamente Dios
tiene el poder para hablar y hacer existir. Dios es aquel que
llama las cosas que no existen como si fuesen. El es el que tiene
la palabra de poder.

3.- TEOLOGIA : Búsqueda de sentido para la
vida

La Palabra que si bien procede de Dios , no tiene la
pretensión de proponernos temas fuera de la realidad o que
no podamos comprender.

Cuando Dios habla se refiere a la vida de los hombres y
a toda su problemática histórica, y siempre lo hace
con el fin de iluminar la vida en aras de una mejor convivencia
humana.

Lo que Dios creó al principio fue una humanidad,
en donde todos los seres humanos puedan convivir cara a cara, en
permanente armonía entre si y también con la
naturaleza, ese es el gran propósito de Dios.

La teología se ocupará preferentemente de
la Palabra de Dios, en tanto permite dar mayor sentido a la vida
humana en concordancia con la vocación recibida de Dios.
Si para ellos tiene que confrontar la sociedad y la forma en
cómo esta está organizada, lo tendrá que
hacer. Es más, si la propia iglesia no favorece la
realización de la vida humana, también ella
deberá ser confrontada.

En ese sentido, podemos afirmar que : la
Teología, en tanto reflexión habrá de ser
siempre una reflexión crítica ante la sociedad y
ante la iglesia ( Mateo 23:37- 24:2 )

ACTIVIDADES

  • Comente las siguientes afirmaciones:

  • "Conocemos a Dios por causa de Dios"

  • Ni la naturaleza ni la historia son en si mismas
    divinas, ni reflejo absoluto de la voluntad de
    Dios"

"La Teología cristiana reconoce el valor por
excelencia de la Palabra hecha "carne", pero no desestima las
demás intervenciones de Dios en la historia

  • ¿Qué acontecimientos nos llevan a
    preguntarnos acerca de Dios?

  • ¿Cuáles son las posibilidades y
    límites para hablar de Dios?

  • A partir de su experiencia ¿En qué
    cosas concretas ve Ud., una manifestación de los
    hechos de Dios?

  • ¿A partir de qué criterios podemos
    discernir la Palabra de Dios en la actualidad?

  • CAPITULO 2 :

    TEOLOGIA Y
    REVELACION

    Toda ciencia o disciplina tiene un objeto, un asunto
    concreto, que le es propio para el desarrollo de su
    especialidad. La Medicina se ocupa del cuerpo humano, la
    sociología estudia la sociedad y sus diferentes
    niveles de relación, etc. Por su parte la
    Teología trata sobre Dios. Este es su objeto, el
    asunto principal al cual se ocupa.

    Naturalmente que esta precisión en la
    metodología, nos impone de inmediato una serie de
    límites respecto del alcance que puede tener el
    tratamiento del tema.

    El tema que le compete a la teología
    pertenece a la categoría de los que es trascendente,
    infinito, es acerca de lo totalmente otro. Obviamente los
    teólogos, no están en ese nivel, ya que
    nosotros pertenecemos a este mundo, somos seres limitados,
    estamos sujetos al tiempo y al espacio. ¿Cómo
    podemos entonces hablar de Dios?. No existe otra posibilidad
    sino, a partir de la misma iniciativa de Dios, que El tome la
    iniciativa y se aproxime a nosotros y nos comunique algo de
    sí mismo, es decir, conocemos a Dios solo por causa de
    Dios.

    Se le llama Revelación a aquella iniciativa
    divina, por medio de la cual El nos da a conocer una parte de
    si mismo, es asi como podemos conocer parte del misterio de
    Dios. La expresión máxima de esta
    dinámica de la revelación de Dios, se da en la
    vida y obra de Jesús, el verbo hecho carne, que
    habitó entre nosotros. ( Juan 1:14).

    1.- REVELACION DIVINA : en la naturaleza y en la
    historia

    Debido a que los seres humanos participamos tanto de
    la naturaleza como de la historia, digamos inicialmente que
    la fe cristiana descubre vestigios de la revelación
    divina en estos dos ámbitos. Sin embargo, es necesario
    hacer una advertencia teológica: ni la naturaleza, ni
    la historia, son en sí mismas divinas, ni reflejo
    absoluto de la voluntad de Dios. Creador y creación
    representan una determinada relación, pero no se
    pueden confundir entre sí, ya que esto es lo que hacen
    las religiones paganas.

    El Señor es el creador de los cielos y de la
    tierra, pero su ser y esencia, no se pueden reducir o
    identificar a estas expresiones de lo creado.

    El se hace cercano a nosotros en su obra creada,
    pero de todas formas está más allá de
    eso, manteniendo así su característica
    trascendente, El es lo totalmente otro, es el solo santo.
    (Isaías 6)

    El salmista lo declara, "Los cielos cuentan la
    gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos"
    (Salmo 19:1)

    En esta misma línea se puede leer todo lo que
    expresa el Salmo 104, expresiones llenas de reconocimiento y
    alabanza por todo lo que Dios ha creado. El Salmo 8 es otra
    de las expresiones de este mismo tipo, teniendo como
    único propósito exaltar al creador por su
    creación.

    Juan Calvino dice : " Dios de tal manera se ha
    manifestado en esta admirable obra del mundo y cada
    día se manifiesta y declara, que no se puede abrir los
    ojos sin verse forzado a verlo. Es verdad que su esencia es
    incomprensible, de tal suerte que su deidad trasciende todo
    sentimiento humano, pero El ha inscrito en cada una de sus
    obras ciertas notas y señales de su gloria, tan claras
    y tan excelsas que ninguno, por ignorante y mudo que sea
    puede pretender ignorancia."

    La creación nos revela la obra de Dios y, por
    tanto el aspecto cualitativo de El. En la obra creada no
    está el ser en sí de Dios, su esencia, pero si
    su acción salvífica y redentora.

    Similares cosas podemos decir de la
    revelación de Dios en la historia. El escenario de la
    vida humana en donde se realizan los procesos sociales, los
    que a su vez implican vidas individuales, es la
    historia.

    En esa historia Dios se revela mediante poderosos
    actos redentores. Originalmente permitiendo el
    tránsito del caos al cosmos (Génesis 1), de la
    esclavitud a la liberación (Éxodo), y otros
    actos de similar magnitud.

    A pesar de esto, debemos constatar que no toda la
    historia, desgraciadamente, es reflejo de la voluntad de
    Dios. Existen muchos procesos históricos en donde para
    nada están presentes la justicia y la solidaridad. Por
    causa del pecado humano, la historia se ha ido degradando y,
    a veces, lo más recurrente es presenciar lo contrario
    de la acción salvífica y redentora de Dios. No
    obstante esto, continúan existiendo hechos en donde en
    medio de la oscuridad resplandece la acción de Dios.
    Es en aquellos procesos justamente donde el Señor nos
    llama a ser sus colaboradores.

    2.- LA AUTOREVELACION

    Al leer el texto de Hebreos 1:1-2 nos preguntamos
    ¿Qué elemento en la historia es de una
    importancia decisiva para la fe?

    Sin duda que tendríamos que responder, la
    revelación de Cristo Jesús, como el Hijo de
    Dios. En términos teológicos, se trata del
    acontecimiento de la "encarnación" de Dios.

    Este hito en la historia de la salvación lo
    hemos llamado la auto revelación, por cuanto es Dios
    mismo, quien se revela a sí mismo y, en esta misma
    dimensión por tanto, " se da a sí
    mismo"

    Dios, que en tantos tiempos pasados nos habló
    su Palabra por medio de tantos hombres y mujeres,
    según nos testifica el Antiguo Testamento, ahora ha
    resuelto que su Palabra se haga carne y habite entre
    nosotros, en la persona de Jesus el Cristo, es el Emanuel,
    Dios con nosotros. (Mateo 1:23)

    ¿Significa esto entonces que la
    Teología no podrá avalar otras formas mediante
    las cuales Dios habla?

    La teología cristiana reconoce el valor por
    excelencia que tiene la Palabra hecha carne pero, no por ello
    desestima las otras intervenciones de Dios en la
    historia.

    Lo que hace la Teología, en este mismo
    escenario histórico, es reconocer todo aquello, que
    suscita la pregunta y la presencia de Dios, del Mesías
    de Dios. Allí analiza y vuelve a tomar significado
    aquellas otras palabras surgidas desde lo humano acerca de
    Dios para confrontarlas a la luz de la revelación y
    Palabra dicha en Jesucristo.

    Para la teología protestante este punto es de
    importancia vital, y lo sintetizamos en las propias palabras
    de Martín Lutero, quien dice:

    "Y esta es la verdadera prueba por la cual debemos
    juzgar todos los libros: cuando vemos si inculcan o no a
    Cristo. Pues todas las Escrituras nos muestran a Cristo,
    Romanos 3:21 y Pablo no quieren nada sino a Cristo, I Cor.
    2:2. Cualquier cosa que no enseñe a Cristo no es
    apostólica aunque Pedro o Pablo lo enseñen. Por
    otro lado, cualquier cosa que predique a Cristo sería
    apostólica aunque Judas, Anás, Pilatos o
    Herodes lo hayan hecho"

    3.- TEOLOGIA DE LA PALABRA

    Conscientes de que la teología es
    reflexión, meditación, inteligencia de la fe,
    palabra sobre Dios y su acción, debemos insistir que
    la materia prima a la cual ella recurre es la Palabra
    primera. Es decir la Palabra dicha por Dios. Por esta
    razón toda la teología cristiana debe ser una
    Teología de la Palabra, por lo que no se trata de una
    teología sustentada en sí misma, sino que
    acontece porque hay una revelación que antecede y la
    cual proporciona el motivo de su hablar y su
    reflexionar.

    Como señala Paul Ricoeur ( filosofo
    francés ) "La palabra toma múltiples formas en
    el campo de la teología a saber:

    Todas las afirmaciones de los teólogos se
    basan en la convicción de que Dios sale al encuentro
    del hombre como palabra. En ese sentido es que hablamos de
    "Palabra de Dios".

    El testimonio de la primera comunidad cristiana
    constituye una forma de palabra, palabra predicada como lugar
    donde el propio acontecimiento de Cristo es reconocido como
    Palabra.

    A su vez, la predicación actual, es la
    actualización de esta palabra primera o primitiva, en
    una nueva palabra más entendible para nuestro
    tiempo.

    Si hacer teología es hablar, debemos recordar
    que hablar es "decir algo" sobre algo. En este nivel nos
    referimos a la significación frente a la realidad.
    Hablar de Dios a partir de nuestra fe es transformarnos en
    mediadores para iluminar la realidad concreta en la cual
    están insertos los seres humanos.

    Lutero dice : " lo que está por encima de
    nosotros, No nos importa, pero en cuanto se vistió y
    manifestó en su palabra, la cual se nos
    ofreció, si tenemos que ver con El."

    Para hablar de Dios entonces, nuestra primera
    relación con EL consiste en escuchar y no en hablar.
    Lo que somos llamados a escuchar es la Palabra de Dios, la
    que en Cristo Jesús se nos ha pronunciado de la manera
    más elocuente. En la teología no basta nuestra
    intención humana, es necesario que ésta se
    funde en lo que Dios ha hablado. La teología
    podrá ser acto humano, pero en primera instancia es
    acto divino. Tenemos motivos y razones para hablar de Dios,
    pero los tenemos porque el propio Dios nos ha dado esos
    motivos y razones. Si así no ocurriera la
    teología deja de ser tal y se convierte en
    filosofía.

    ACTIVIDADES

    ¿QUE ES REVELACION?

    ¿COMO SE REVELA DIOS HOY?

    LEER EXODO 3: 1-7 MATEO 16: 13-17

    CAPITULO 3 :

    LA TEOLOGIA Y
    LA CRUZ

    En el capitulo anterior se enfatizó la
    importancia de la auto comunicación de Dios en Cristo,
    como el factor determinante y decisivo para hacer
    teología. Ahora nos detendremos en un momento de esa
    manifestación que es considerado clave.

    Se trata de un instante que bien puede llamarse, el
    lente desde el cual debemos acercarnos a mirar el ministerio
    de Jesús. Ese dato que constituye el núcleo
    central para nuestro quehacer teológico es la cruz.
    Así lo entendió Lutero al declarar "solo la
    cruz es nuestra teología", allí estaba el lugar
    privilegiado de la auto revelación de Dios.

    Lutero: "En el Cristo crucificado está la
    verdadera teología y verdadero conocimiento de
    Dios"

    Esto significa que no se trata de un antecedente
    cualquiera, sino del dato que el teólogo habrá
    de saber discernir. La teología se hace desde el punto
    de vista de la cruz. Lutero, en reiteradas ocasiones
    prefirió la expresión " teólogo de la
    cruz", en vez de "teología de la cruz", para poder
    exactamente, realzar el hecho de que tal teología es
    una práctica y no una mera doctrina.

    1.- EL EVANGELIO Y LA CRUZ

    El apóstol Pablo especialmente en I de
    Corintios 1:18-31 es quién mejor expone esta
    importancia fundamental de la cruz. Básicamente el
    trabaja haciendo el juego de opuestos, ejemplificando
    así su opción: "La palabra de la cruz es
    locura" pero, para otros es… poder de Dios.
    Simplemente lo que quiere decir es que para unos la cruz es
    la nada misma, en cambio para otros, lo es todo.

    ¿Qué sentido tiene todo
    esto?

    Con ello, Pablo desea señalar que Dios en su
    revelación no utiliza los medios que los hombres
    esperarían. Los seres humanos a partir de su
    razón, suponen que Dios se tendría que hacer
    presente o comportar como el común de los dioses con
    omnipotencia, siempre triunfador y vencedor. El
    apóstol Pablo quiere precisamente romper con esta
    imagen, con estas categorías atribuidas a Dios y
    demostrar la imposibilidad de conocer a Cristo a
    través de ellas.

    Más importante todavía resulta conocer
    el como se califica esta estrategia divina. Pablo la llama
    "sabiduría de Dios". Se trata entonces, de un
    conocimiento contradictorio de Dios. Se supone que los dioses
    se muestran en grandeza y majestad, y no en la debilidad y la
    vergüenza. Lo curioso e importante de la cruz, es que,
    precisamente en ella está el poder de Dios. Un poder
    que se funda en la debilidad, el abandono, el sufrimiento y
    el dolor.

    Sólo desde allí nos puede salvar
    Cristo y no, como la mente humana lo supondría, desde
    los lugares celestiales, en donde únicamente la paz y
    la belleza estuvieron a su alrededor.

    El conocimiento de Dios en Cristo transgrede los
    criterios que los hombres quieren imponerlo, imaginando
    vías estrictamente divinas y vencedoras. Frente a esto
    hay muchos que quedan estupefactos, no entienden nada, pues
    no se trataría del dios que ellos
    quisieran.

    ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría
    del mundo? (I Cor. 1:20) Exactamente de eso se trata. Dios se
    resiste a cumplir o amoldarse a las expectativas que los
    seres humanos tienen con respecto a Él, Si así
    fuera, no sería Dios.

    2. LA TEOLOGIA DE LA CRUZ

    Lutero comenzó a hablar de la teología
    de la cruz en contraposición de la teología de
    la Gloria. Dice que el teólogo de la cruz, habla del
    Dios crucificado y oculto.

    A partir de estas dos opciones teológicas
    esta lo decisivo del quehacer teológico.

    Con su teología de la cruz, Lutero rechaza a
    quienes mediante su razón pretenden conocer a Dios, al
    Dios glorioso, especialmente en sus cualidades
    metafísicas (Omnipresente, Omnipotente, etc ) Por el
    contrario, Dios aparece en Cristo, vergonzosamente
    crucificado, hecho carne, experimentando dolores y
    sufrimientos.

    Este ocultamiento de Dios, allí en la cruz,
    es un escándalo para la razón. La lógica
    humana esperaría ver a Dios por sobre las limitaciones
    que nos son propias a los seres humanos, jamás
    sometido a ellas.

    Por lo mismo, la razón no puede concebir a un
    Dios que sufre, eso lo deja de ser Dios y lo convierte en uno
    más de nosotros.

    Allí está entonces esa aparente
    contradicción para la mente humana, el conocimiento de
    Dios dado a partir del signo de la cruz, con todo lo que ella
    representa. El hecho de la cruz es como si se nos dijera:
    allí donde menos se piensa que Dios está, puede
    ser el lugar en donde su presencia está escondida,
    contrariando toda expectativa humana.

    Esta lectura teológica sin duda, supone
    también desafíos de carácter
    práctico y un cambio de actitud, especialmente en lo
    que consideramos es nuestro seguimiento de Cristo. Cuando la
    razón humana quiere postergar a Dios exclusivamente a
    lugares trascendentes, asi también la experiencia
    cristiana tiende a entenderse con un sentido casi
    único ene sa dirección.

    Cuando eso sucede, poca importancia tiene la vida
    real y concreta, la historia, nuestra existencia, nuestros
    sufrimientos y contradicciones. La tentación humana de
    querer ser como Dios también se hace presente,
    quisiéramos ser invisibles, gozar de poderes
    espectaculares, etc.

    No es extraño entonces, pretender la
    adoración de un Dios omnipotente, glorioso. Sin
    embargo, paradojalmente, el verdadero conocimiento de Dios es
    la contradicción a todas las especulaciones
    humanas.

    Lutero dice:

    "Fuera, pues, con todos estos profetas que dicen al
    pueblo de Cristo: Paz, Paz, sin que haya paz. Que prosperen
    todos los profetas que dicen al pueblo de Cristo: cruz, cruz,
    sin que haya cruz. Se debe exhortar a los cristianos a que se
    esfuercen por seguir a Cristo, su cabeza, a través de
    penas, de la muerte y del infierno, y así que
    confiesen que entraran en el cielo después de muchas
    tribulaciones, antes que por la seguridad de la
    paz".

    Allí en la cruz, Dios está oculto,
    encubierto bajo su contrario, Por este hecho, todo depende
    ahora de la fe, esta así entendida ( Hebreos 11:1)
    trata de las cosas que no se ven. Por tanto, para que haya
    espacio por la fe, todo lo que es objeto de fe, tiene que
    "estar oculto".

    3. ¿Cuándo ESTA PRESENTE LA CRUZ
    HOY?

    Actualmente se difunde mucho la llamada
    teología de la prosperidad. Básicamente en esta
    teología el concepto de Dios es altamente exitista y
    triunfalista. Se trata de algo así como una apuesta a
    "ganador". A Dios se le concibe como un Super-Todopoderoso,
    monarca celestial, quién a cambio de algunos actos
    humanos estaría presto a favorecer a quienes los
    realizan.

    En verdad, este tipo de expectativas no hacen otra
    cosa sino convertir a Dios en un ídolo
    lunático, déspota e injusto. Frente a tantas
    necesidades humanas este dios aparentemente escucha las
    rogativas de algunos privilegiados, y una inmensa
    mayoría queda siempre en espera.

    Ante este tipo de teología, el "Dios
    crucificado" poco tendría que decir u ofrecer, es
    así como lo opuesto de ese discurso. Esta
    teología de la prosperidad no parte de lo oculto , de
    lo contradictorio, de lo paradójico, sino que parte de
    la racionalidad del éxito. Los dioses están
    ahora para responder desde sus super poderes a peticiones de
    ciertos seres humanos, son lo máximo, todo lo pueden
    todo lo transforman.

    La dramática realidad, de los pobres, los
    excluidos y los que sufren, muestra que esta teología
    de la prosperidad es falsa. Se torna súbitamente
    más pertinente que nunca una teología que parta
    de la Cruz de Cristo, una teología a partir del Cristo
    crucificado. Esta es una teología que no parte desde
    arriba, no es una rifa, cuyo primer premio es el éxito
    económico, lo que ella pretende es descubrir la
    presencia de Dios en el dolor y la miseria. Allí, en
    el reverso de la historia, donde no está el
    éxito, ni la prosperidad, allí donde las
    bendiciones escasean, en ese lugar indeseable, está la
    cruz de Cristo y, desde allí se nos invita a re-pensar
    nuestra fe.

    En otras palabras, la Cruz de Cristo está hoy
    ( como siempre lo ha estado ) en el lugar de los derrotados,
    de los débiles, los sufrientes, los amenazados, los
    perseguidos, discriminados, a todos ellos invita el
    Señor, para dar vida y esperanza. En medio de ese
    dolor, donde habita la contradicción, desde
    allí estamos llamados para hacer teología. (I
    Cor. 2:1-2)

    Para hacer teología desde esta perspectiva
    debemos hacer nuestro el mensaje de Jesús, como lo
    propone Pablo en Filipenses 2:1-8, es allí donde nos
    encontramos con Cristo crucificado que se identifica con
    todos los que sufren discriminación y dolor en medio
    del mundo, es una gran oportunidad y desafío para la
    evangelización.

    ACTIVIDADES

    • La mayoría de las personas permanecen
      presas de las imágenes que han hecho de
      Dios

    • Es necesaria una teología de la cruz que
      parta del Cristo crucificado.

    • Leer Isaías 53 El siervo
      Sufriente

    • ¿Cómo entendemos la imagen del
      Dios que sufre por nosotros?

    • ¿Cómo interpretamos la muerte de
      cruz de Jesús?

    • CAPITULO 4 .

      LOS
      PRIMEROS TEOLOGOS : LOS APOLOGISTAS

      Como hemos explicado en este curso,
      teólogo es aquel que habla de Dios, o que da
      testimonio de Dios en un determinado contexto.

      Hay muchos ejemplos de reflexión acerca
      de Dios, basados en su Palabra.

      Hombres y mujeres en diversos tipos de
      circunstancias dieron testimonio sobre el impacto de la
      Palabra y/o la acción de Dios sobre sus
      vidas.

      Los historiadores fijan en el siglo II de la era
      cristiana el inicio formal del quehacer teológico
      en el contexto de la naciente Iglesia Cristiana. Esa
      función estuvo a cargo de un grupo de hombres
      llamados "Los apologistas".

      La palabra apología significa defensa. A
      mediados del siglo II los cristianos se vieron obligados
      a presentar defensa ( testimonio) de su fe. Primero,
      frente a los adversarios que amenazaban desde fuera, que
      eran el pueblo judío y los paganos., y luego
      contra los adversarios que se manifestaron desde dentro
      de la propia iglesia, los así llamados "herejes" (
      quiénes postulaban doctrinas que no necesariamente
      se ajustaban al pensamiento oficial de la iglesia ) En
      ese discurso apologético, sin renunciar a su fe,
      los cristianos concedieron un lugar especial a la
      razón, produciendo una literatura
      apologética de defensa y de ilustración de
      la fe cristiana.

      Diversos fueron los Apologistas entre otros,
      Aténagoras, Anexágoras, Justino. Ellos
      tenían en común el hecho de poseer una
      basta información filosófica, representaban
      la elite ilustrada de la época y en su
      mayoría proveníand e la cultura
      helénica.

      Cuando se convierten al cristianismo se sienten
      motivados a defender la fe y, de modo especial a los
      cristianos, quienes eran objeto de sendas
      acusaciones.

      1.- LA CRUZ DE LOS PRIMEROS
      CRISTIANOS.-

      La carta a Diogneto, de autor desconocido, al
      parecer dirigida a un ilustre personaje pagano y, cuya
      data podría considerarse mediados del siglo II,
      nos parece un documento valiosísimo como para
      ilustrar la vida de los cristianos de aquella
      época.

      Así describe el autor de esa carta, la
      vida que rodeaba a los cristianos:

      "Los cristianos en efecto, no se distinguen de
      los demás hombres, ni por su tierra, ni por su
      habla, ni por sus costumbres. Porque no habitan en
      ciudades exclusivamente suyas, ni hablan una lengua
      extraña, ni llevan un género de vida aparte
      de los demás… Algunos viven en ciudades
      griegas, otros en bárbaras, según la suerte
      de cada uno: siguen las costumbres locales relativas al
      vestuario, a la alimentación y al restante estilo
      de vivir, presentando un estado de vida admirable y sin
      duda paradojal. Habitan sus propias patrias, pero como
      forasteros. Toman parte en todo como ciudadanos y todo lo
      soportan como extranjeros; toda tierra extraña es
      para ellos patria, y toda patria tierra extraña.
      Se casan como todos, como todos engendran hijos, pero no
      abandonan los que nacen. Ponen mesa común, pero no
      lecho. Están en la carne, pero no viven
      según la carne. Pasan el tiempo en la tierra, pero
      tienen su ciudadanía en el cielo. Obedecen a las
      leyes establecidas, pero con su vida sobrepasan las
      leyes. A todos aman y por todos son perseguidos…
      Hacen bien, y se los castiga de muerte, se alegran como
      si se les diera la vida. Por los judíos se les
      combate como a extranjeros, por los griegos son
      perseguidos y, sin embargo, los mismos que los aborrecen
      no saben decir el motivo de su odio. Más, para
      decirlo brevemente, lo que es el alma en el cuerpo, eso
      son los cristianos en el mundo"

      Lease Filip. 3:20, Hebreos 11:13-16, 13:14,
      Romanos 8:12-13 Tito 3:1, I Cor. 4:10-12, 2da. Cor.
      6:9-10

      Esta célebre definición muestra el
      carácter vulnerable de los cristianos de ese
      tiempo. A juicio de algunos, Celso por ejemplo, se
      trataba de "un montón de gente inculta, de
      costumbres perniciosas, charlatanes e impostores" ( Ver
      Mateo 5:11-12 ). Pero, sobre todo, queda claro a
      qué cosas quedaban expuestos en forma frecuente
      los cristianos.

      Por eso se tornó urgente la
      aparición de un interlocutor que perteneciendo al
      cristianismo fuera capaz de presentar una "defensa" de la
      fe. Estos fueron precisamente los Apologistas.

      2.- UNA TEOLOGÍA
      CONTEXTUAL

      Podemos afirmar que la teología de los
      Apologistas fue de tipo contextual. Ellos fueron capaces
      de responder teológicamente a los desafíos
      de la época. El ejercicio de estos hombres bien
      puede ser considerado como una predicación del
      evangelio a la cultura. Las ideas y conceptos
      básicos del Cristianismo cuya cuna había
      sido el ambiente judío, se filtran ahora a la
      cultura griega, a fin de que puedan ser re-significados
      en ese contexto cultural.

      ¿Qué elementos gatillaron este
      proceso de inculturación? Atenágoras uno de
      los Apologistas, sostiene que había tres
      acusaciones contra los cristianos:

      • a) Ateísmo

      • b) Canibalísmo

      • c) Incesto

      La primera de estas acusaciones fue
      quizás la que significó un mayor costo para
      los cristianos, entre las tres acusaciones esta era la
      que más pesaba. Los interesados en menoscabar a
      los cristianos hacían pensar que ellos
      sostenían que "no existe Dios" . Contrariamente a
      estas falsas imputaciones Atenágoras dice que los
      cristianos reconocen a "un solo Dios, hacedor de este
      mundo" a un dios hacedor y padre de todo este universo,
      como afirma Platón. Justino, por su parte dice
      algo parecido:

      "Nosotros damos culto al hacedor de este
      Universo… honramos también a Jesucristo,
      que ha sido maestro en estas cosas y que para ello
      nació… a quién tenemos en el segundo
      lugar, así como al Espíritu
      profético…"

      Todo parece indicar que el ateísmo de los
      primeros cristianos era muy particular. Ellos eran
      considerados ateos, respecto a los ídolos, a los
      dioses del imperio , es decir frente a aquellas falsas
      divinidades que reclamaban veneración y ofrenda.
      La misma carta a Diogneto, en su parte II se refiere a
      este asunto, usando para ello argumentos
      sorprendentes.

      "Verifica no solo con los ojos, sino
      también con la razón, cual es la substancia
      o la forma de los así llamados y supuestos dioses.
      ¿Uno de ellos no será una piedra, semejante
      a la que pisan nuestros pies? ¿El segundo bronce,
      ni siquiera superior a los metales fundidos para nuestro
      uso? ¿El tercero no será madera
      además podrida? ¿No son todos ellos de
      materia corruptible? Es a esto que denomináis
      dioses… y enteramente a ellos os parecéis.
      Por este motivo odias los cristianos, pues no los
      consideran dioses"

      Como podemos apreciar, esta teología
      está en directa relación con situaciones
      vitales de la época. Hay que mirarlas
      retrospectivamente.

      Quizas nos pudieran parecer un tanto
      extrañas, pero la situación que rodeo a los
      cristianos del siglo II se convirtió en
      provocación a tal punto que, no sólo
      motivó la inmediata resistencia natural, sino
      también creó los mecanismos para
      reflexionar la fe y resistir argumentando.

      3.- EL VALOR DE LA TEOLOGIA
      APOLOGETICA.-

      Hay quienes han criticado la Teología
      Apologética. No se puede negar que ellos fueron
      los que comenzaron un cambio de grandes
      dimensiones.

      La Teología del Antiguo Testamento es
      básicamente histórica, se reflexionaba
      allí sobre los grandes hechos de Dios en la vida
      del pueblo hebreo. Aquella teología no se fundaba
      en la necesidad de pensar la fe, más bien en la
      necesidad de interpretar la acción de
      Dios.

      Ahora, los apologistas comienzan una
      teología diferente, se trata de una
      teología preferentemente argumentativa, sin mucha
      referencia a la realidad inmediata como escenario de la
      acción de Dios y los sujetos implicados en
      ella.

      A pesar de ello, el papel de estos hombres no
      puede ser obviado en la historia de la Teología.
      Se exponen dos razones fundamentales:

      Partes: 1, 2

Página siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter