Monografias.com > Educación
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Trastornos de la Conducta: La Hiperactividad




Enviado por Rahimi Romero Borges



  1. Introducción
  2. Desarrollo
  3. Características esenciales
    íntimamente asociadas a la
    hiperactividad
  4. Conclusiones
  5. Bibliografía

Introducción

El hombre desde que nace es un individuo, pero
aún no es una personalidad. La personalidad no es algo
dado al hombre, sino que se forma y se desarrolla como un reflejo
individual del conjunto de relaciones sociales y de las
condiciones históricas sociales de vida. El hombre nace
como individuo y sólo mediante un proceso de desarrollo
condicionado histórico socialmente, gracias a la
actividad, en el proceso de comunicación con los
demás deviene la personalidad. Se reconoce personalidad
aquel individuo que ha alcanzado un determinado nivel de
desarrollo psíquico, es decir, aunque toda personalidad es
un individuo no todo individuo es una personalidad.

La personalidad significa que no solo adaptarse al medio
y actuar sobre él, sino también influir de manera
activa sobre el medio, transformándolo y en la misma
medida influir sobre sí mismo transformándolo. Es
decir ser personalidad significa haber aprendido a actuar, a
conducirse con respeto hacia los demás de manera apropiada
al desarrollo histórico-social alcanzado por la humanidad.
Es por esto que podemos decir en modo de resumen que la
personalidad no es más que un sistema de formaciones
psicológicas de distintos grados de complejidad que
constituyen el nivel regulador superior de la actividad del
individuo.

El siguiente trabajo investigativo tiene como objetivo
valorar los trastornos de la conducta y dentro de este la
hiperactividad.

Desarrollo

Entendemos como trastorno de la conducta como un
trastorno del comportamiento, que muchas veces se diagnostica en
la infancia, y que se caracteriza por comportamientos
antisociales que violan los derechos de los demás y las
normas y reglas sociales apropiadas para la edad. Los
comportamientos antisociales pueden incluir la irresponsabilidad,
el comportamiento transgresor (como ausentarse de la escuela o
escaparse), la violación de los derechos de los
demás (como por ejemplo robar) y, o la agresión
física hacia los demás (asalto o violación).
Estos comportamientos a veces son concomitantes; sin embargo,
puede suceder que se presente uno o varios de ellos en forma
aislada, sin los demás.

Dentro de las principales causas de niños y
adolescentes fundamentalmente encontramos que se considera que
las condiciones que contribuyen al desarrollo de un trastorno de
la conducta son multifactoriales, lo que significa que muchos
factores contribuyen a la causa. Los exámenes
neuropsicológicos demuestran que los niños y
adolescentes que sufren trastornos de la conducta parecen tener
afectado el lóbulo frontal del cerebro, lo cual interfiere
con su capacidad para planificar, evitar los riesgos y aprender
de sus experiencias negativas. Se considera que el temperamento
de los niños tiene una base genética. Los
niños y adolescentes de "carácter difícil"
tienen mayor probabilidad de desarrollar trastornos del
comportamiento. Los niños o adolescentes que provienen de
hogares carenciados, disfuncionales o desorganizados tienen mayor
probabilidad de desarrollar trastornos de la conducta. Se
comprobó que los problemas sociales y el rechazo por parte
de sus compañeros contribuyen a la delincuencia. Existe
también una relación entre el bajo nivel
socioeconómico y los trastornos de la conducta. Los
niños y adolescentes que manifiestan comportamientos
delictivos y agresivos tienen perfiles cognitivos y
psicológicos característicos en comparación
con niños que tienen otros problemas mentales y con los
pertenecientes a grupos de control. Todos los factores que
posiblemente contribuyen al desarrollo del trastorno influyen en
la interacción de los niños y adolescentes con los
demás.

La mayoría de los síntomas que se
manifiestan en los niños con trastornos de la conducta
también se producen en los niños que no sufren este
trastorno. Sin embargo, estos síntomas se presentan con
mayor frecuencia en los niños con trastorno de la
conducta, e interfieren en el aprendizaje, en la
adaptación en la escuela y, algunas veces, en las
relaciones con los demás.

A continuación se enumeran los síntomas
más comunes de los trastornos de la conducta. Sin embargo,
cada niño puede experimentarlos de una forma diferente.
Existen cuatro grupos principales de comportamientos que pueden
incluirse en esta clasificación:

  • Conducta agresivaLa conducta
    agresiva causa o amenaza un daño físico a los
    demás y puede incluir:

  • Comportamiento intimidante

  • Amedrentamiento

  • Peleas físicas

  • Crueldad con los demás o con los
    animales

  • Uso de armas

  • Acciones de someter a otra persona a la
    relación sexual, la violación o abuso
    deshonesto

  • Conducta destructivaSe pueden incluir
    los siguientes tipos de conducta destructiva:

  • Vandalismo, destrucción
    intencional de la propiedad

  • Incendios intencionales

  • Engaño:Entre los
    comportamientos de engaño se pueden
    incluir:

  • Mentira

  • Robo

  • Hurto en tiendas

  • Delincuencia

  • Transgresión de reglasEntre
    las transgresiones de las reglas habituales de conducta o de
    las normas adecuadas para la edad, podemos citar las
    siguientes:

  • No asistir a la escuela

  • Escaparse

  • Hacer bromas pesadas

  • Hacer travesuras

  • Iniciar la actividad sexual precozmente

Los síntomas de los trastornos de la conducta
pueden parecerse a los de otros trastornos médicos o
psiquiátricos. Siempre consulte al médico de su
hijo para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica el
trastorno de la conducta?

Por lo general, los psiquiatras u otros profesionales de
la salud mental diagnostican los trastornos de la conducta en
niños y adolescentes. Una historia detallada del
comportamiento del niño por parte de los padres y
maestros, las observaciones clínicas del comportamiento
del niño y, algunas veces, los exámenes
psicológicos, contribuyen a realizar el
diagnóstico. Los padres que observen síntomas de
trastorno de la conducta en sus hijos pequeños o
adolescentes pueden colaborar buscando evaluación y
tratamiento tempranos. El tratamiento a tiempo puede evitar
problemas futuros.

Además, el trastorno de la conducta a menudo se
manifiesta junto con otros trastornos de la salud mental, que
incluyen trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, de
estrés postrauma, abuso de drogas, trastorno de
déficit de atención con hiperactividad y trastornos
del aprendizaje, lo que aumenta la necesidad de un
diagnóstico y un tratamiento tempranos. Consulte al
médico de su hijo para obtener más
información.

Tratamiento para el trastorno de la
conducta

El tratamiento específico para los niños
que sufren trastornos de la conducta será determinado por
el médico de su hijo basándose en lo
siguiente:

  • La edad de su hijo, su estado general de salud y sus
    antecedentes médicos

  • La gravedad de los síntomas de su
    hijo

  • La tolerancia de su hijo a determinados medicamentos
    o terapias

  • Las expectativas para la evolución de la
    condición

  • Su opinión o preferencia

El tratamiento puede incluir:

  • Abordajes cognitivo
    conductuales
    El objetivo del tratamiento cognitivo
    conductual es aumentar la capacidad del paciente para
    resolver los problemas y sus habilidades para comunicarse,
    así como promover técnicas para controlar los
    impulsos y la ira.

  • Terapia familiarGeneralmente, la
    terapia familiar tiene como objetivo la introducción
    de cambios dentro del sistema familiar, como por ejemplo,
    mejorar la capacidad de comunicación y fomentar la
    interacción entre los miembros de la
    familia.

  • Terapia de grupo con paresLa
    terapia de grupo con pares a menudo se centra en el
    desarrollo de las habilidades sociales e
    interpersonales.

  • MedicaciónSi bien no se consideran
    eficaces para los trastornos de la conducta, pueden
    utilizarse medicamentos si se presentan otros síntomas
    o trastornos que responden al medicamento.

Prevención del trastorno de la
conducta en la infancia

Como en los casos de trastorno con conducta
oposicionista y desafiante (ODD), algunos expertos creen que en
la manifestación del trastorno de la conducta ocurre una
secuencia de experiencias relacionadas con el desarrollo del
niño. Esta secuencia suele comenzar con prácticas
de crianza ineficaces, seguida por fracasos escolares y
relaciones problemáticas con los compañeros. Son
experiencias que a menudo producen un estado de ánimo
depresivo y que los llevan a involucrarse con un grupo de amigos
rebeldes. No obstante, otros opinan que muchos otros factores,
como el maltrato en la infancia, la susceptibilidad
genética, un historial de fracasos escolares, daño
cerebral y, o experiencias traumáticas, pueden influir en
la manifestación de un trastorno de la conducta. La
detección y la intervención tempranas en las
experiencias negativas familiares y sociales pueden interrumpir
la secuencia de experiencias que conduce a comportamientos
más perturbadores o agresivos.

Ligado a todo esto encontramos diversos problemas de
conducta de los cuales pueden ser resueltos por el profesor.
Entre estos encontramos los más comunes como la
Agresividad, el Retraimiento y la Hiperactividad.

El reconocimiento de la reacción de la
hiperactividad no es difícil cuando cerca de los
cinco años se observa de manera persistente y recurrente
por lo menos la mitad de los síntomas
siguientes:

  • Actividad continua y sin objeto

  • Corta capacidad de atención

  • Mucha distractibilidad

  • mucha excitabilidad :emociones lábiles
    (pasando del llanto a la risa en el espacio de
    minutos).

  • impulsos incontrolados

  • mala concentración

  • indiferencia al peligro y al dolor

  • poca respuesta a la recompensa o al
    castigo

  • destructibilidad; agresividad; mentiras, robos,
    berrinches

  • constantes choques con cuanto le rodea

  • propensión a los accidentes: torpeza,
    coordinación motora deficiente

  • problemas de lenguaje

  • estrabismo

  • dificultad de percepción; problemas
    audiovisuales

  • predominio mezclado de la derecha y la izquierda
    (por ejemplo: diestro con las dos manos y zurdo con las dos
    piernas).

  • irregularidad en la etapa de desarrollo (ejemp.
    Empezar a andar si haber gateado, etc.)

  • "poca limpieza" al dibujar, colorear,
    escribir

  • incapacidad de completar algo
    espontáneamente, necesidad de continuos
    recordatorios

  • incapaciadad de ejecutar actividades
    coordinadas

  • sociabilización deficiente; falta de respeto
    hacia las necesidades o propiedades de los demás;
    incapacidad de hacer amigos, conducta conflictiva

  • trastornos de sueño

  • necesidad de supervisión constante

Para hacer el diagnóstico es indispensable que se
agrupen muchos de estos síntomas.

La hiperactividad es el más aparente de los
trastornos de la conducta, no solo se trata de una inquietud
reconocible, sino de un verdadero estado de movilidad permanente.
En la edad escolar son los maestros quienes lo detectan y con
bastante razón, si se considera que los niños
hiperactivos interfieren la buena marcha del grupo ya que puede
molestar a sus compañeros, hablan constantemente y gritan
en los momentos más inadecuados, dando a la
impresión de expresar un estímulo interior
incontrolable.

Características esenciales
íntimamente asociadas a la hiperactividad

LA FALTA DE ATENCIÓN

Las actividades atencionales no se hallan
suficientemente desarrolladas. El niño hiperactivo se
mueve por que no puede estar quieto, concentrado en algo. Una
falta de maduración de los mecanismos neurológicos
de la atención podría estar implicada en este
problema. Los profesores se dan cuenta de la falta de
atención planteando las siguientes frases descriptivas:
poca capacidad de atención y escaso interés. Los
psicólogos dicen que el niño es incapaz de
persistir en las tareas abstractas. No escuchan relatos de cierta
duración y cambian con frecuencia de actividad.

LA DIFICULTAD DE APRENDIZAJE:

Aproximadamente un tercio de los niños
hiperactivos presentan una marcada deficiencia en el aprendizaje
y un porcentaje de entre el 40 y 50% evidencian un obstinante
retraso académico. Habitualmente se considera que existe
una dificultad de aprendizaje cuando se da una clara discrepancia
entre la edad mental del niño y/o su edad
cronológica y el rendimiento académico que
cabría esperar de su edad. Las dificultades de aprendizaje
suelen apreciarse normalmente con referencia a las tres
áreas de procesamiento de la información: la
respuesta, la integradora y la expresiva. Estas dimensiones del
aprendizaje se designan empleando el término
"perceptivo-cognitivo". Ejemplos de trastornos
perceptivo-cognitivos son: que el niño tenga dificultades
para retener palabras habladas, frases o letras, y para
reproducir dibujos.

Como regla general, los niños hiperactivos con
dificultad de aprendizaje experimentan una gran dificultad en
captar las ideas abstractas, aunque pueden desarrollar con
éxito labores concretas. Frecuentemente, padecen problemas
con los fonemas; pueden identificar las letras pero son incapaces
de pronunciarlas correctamente. Su deletreo es con frecuencia
pobre. A menudo suman muy bien, con los dedos pero lo hacen
difícilmente con el papel. En resumen, tienen problemas y
dificultades para incorporar la información nueva y
aplicarla al dominio de las ideas.

LOS PROBLEMAS DE CONDUCTA.

La mala conducta es notable en del 80% de los
niños hip. Las dificultades de conducta ocurren de manera
más sobresaliente, durante las horas escolares.

FALTA DE MADUREZ.

Casi todos los niños hip. Operan a un nivel menos
sofisticado que sus compañeros de igual edad. Esto ese
refleja en sus deseos, su particularidad de elegir amigos
más jóvenes, sus intereses, sus dificultades de
adaptación a los cambios que se produzcan en su medio
ambiente, sus frecuentes explosiones de mal genio y su escasa
tolerancia a las frustraciones. Los dibujos que hacen de las
personas son simplistas, incluso teniendo en cuenta los problemas
viso motores que muchos de estos niños presentan. Muestran
una ligera tendencia al llanto fácil. Permanecen
más tiempo hablando como bebés y son más
miedosos.

CARACTERÍSTICAS MENORES AQUELLAS MENOS
ASOCIADAS CON LA HIPERACTIVIDAD

  • Impulsividad

  • Dificultades con los compañeros

  • Baja autoestima

Los indicadores de hiperactividad
según la edad del niño

  • De 0 a 2 años. Descargas
    clónicas durante el sueño, problemas en el
    ritmo del sueño y durante la comida, períodos
    cortos de sueño y despertar sobresaltado, resistencia
    a los cuidados habituales, reactividad elevada a los
    estímulos auditivos e irritabilidad. 

  • De 2 a 3 años. Inmadurez en
    el lenguaje expresivo, actividad motora excesiva,
    escasa conciencia de peligro y propensión a sufrir
    numerosos accidentes. 

  • De 4 a 5 años. Problemas de
    adaptación social, desobediencia y dificultades en el
    seguimiento de normas. 

  • A partir de 6 años. Impulsividad,
    déficit de atención, fracaso escolar,
    comportamientos antisociales y problemas de adaptación
    social.

Para reconocer los síntomas de la hiperactividad
en niños es necesario ante todo no confundir a los
niños caprichosos o rebeldes como hiperactivos; la
mayoría de estos casos son simples problemas de
disciplina. Durante los dos primeros años de vida, algunos
de los síntomas de hiperactividad más notorios
tienen que ver con problemas del sueño. Cuando despiertan
sobresaltados, suelen rechazar los cuidados habituales que un
niño recibe en esas ocasiones. Los niños
hiperactivos son muy irritables, incluso ante muestras de afecto
o complicidad.

Entre los 2 a los 3 años, los síntomas de
hiperactividad en bebés que pueden presentarse tienen que
ver con una inmadurez en su lenguaje expresivo. Estos
niños pueden tener una actividad motora excesiva, aunque
tienen una baja conciencia del peligro, lo que los enfrenta a
muchos accidentes. Hasta los 3 o 4 años, los
síntomas de hiperactividad infantil son confusos, ya que
pueden presentarse también en quienes no padecen esa
condición. Por esta razón resulta necesario esperar
que el niño haya cumplido al menos 4 años para
poder diagnosticar correctamente la hiperactividad.

Otro de los síntomas comunes es la
distracción. A los pequeños les cuesta prestar
atención cuando se les está hablando, y
concentrarse al recibir indicaciones de cómo realizar una
tarea. Esto puede generar problemas en el ámbito escolar,
por la dificultad para seguir ciertas órdenes y tareas. La
impaciencia es otro de los síntomas de hiperactividad en
los niños. Les resulta difícil esperar a que sea su
turno para participar de distintas actividades compartidas con
otros niños. Esto puede generar problemas de
socialización con sus pares, ya que se puede convertir en
un hábito molesto que irrite a los
demás.

Los niños con hiperactividad suelen aburrirse
rápidamente de los juegos y actividades. Esto
también genera problemas de socialización, porque
no les permite compartir y disfrutar actividades colectivas. La
dificultad para obedecer órdenes o seguir patrones de
conducta es uno de los síntomas más comunes que
primero descubren padres y docentes.

De todos estos síntomas se desprenden diversas
complicaciones en el aprendizaje, que resultan en bajos
desempeños escolares. Así, los niños
hiperactivos tienen problemas para escribir y dibujar, con
torpeza motriz aparente; también se ofuscan al tener que
memorizar y generalizar informaciones.

Los niños hiperactivos actúan
impulsivamente sin considerar las consecuencias, además
siempre están moviendo manos y pies, o se mecen
continuamente. En cualquier caso que noten algunas de estas
conductas será conveniente recurrir a ayuda profesional
adecuada.

Consecuencias en la familia con un
niño hiperactivo

Los padres suelen definir a un hijo hiperactivo como
inmaduro, maleducado y gamberro. Sus comportamientos generan
conflictos en la familia, desaprobación y rechazo. Son
irritantes y frustrantes en cuanto al éxito educativo de
los padres, y algunos niños tienden al aislamiento social.
Este trastorno ya se detecta antes de los 7 años y unos
tienen síntomas más graves que otros. Una cosa que
hay que tener en cuenta, es que si los padres riñen
exageradamente al niño hiperactivo, pueden estar
fomentando un déficit de autoestima por su parte (sobre
todo si lo critican por todo lo que hace) y realimentan el
trastorno, ya que el pequeño acabará por no
esforzarse por portarse bien, pues verá que siempre acaban
regañándole haga lo que haga.

El tratamiento de la hiperactividad infantil depende, en
gran medida, de cada caso concreto, pero existen distintos
tratamientos que debéis conocer. Primero, el tratamiento
farmacológico. Se basa en estimulantes que ayudan al
pequeño a concentrarse. Además, pueden recetarse
sedantes si se observa en el niño algún tipo de
rasgo destructivo

El segundo de los tratamientos es el tratamiento
psicoterapéutico. Éste ayudará al
pequeño a mejorar su ambiente y su integración en
el colegio a través de técnicas de
modificación de la conducta. Este tratamiento es muy
útil porque, además de aportar beneficios al
niño, mejorará el ambiente en el hogar familiar y
os ayudará a vosotros, los padres, a hacer frente a la
situación.

Por último, se puede recurrir al tratamiento
cognitivo, también denominado de autoconstrucciones. A
partir de él, se planean una serie de tareas a realizar
por el niño. Así, el pequeño aprende a
planificar sus actividades, a concentrarse, a mejorar su lenguaje
interno y a observar los resultados positivos que se obtienen
cuando se ha terminado por completo una actividad.

Conclusiones

  • 1. Los maestros deben ser pacientes y
    tolerantes con este tipo de estudiantes, deben darles la
    posibilidad de ser activos en las clases y lograr que se
    motiven por el contenido del aprendizaje, esto además
    ayuda a la concentración de su atención, a su
    tenacidad y a una mejor asimilación de los
    contendidos.

  • 2. La educación de la personalidad es un
    proceso complejo y muy diverso, por lo cual el trabajo
    educativo no debe ser igual para todos y debemos ante todo
    caracterizar la personalidad de cada alumno para así
    poder influir positivamente en su
    educación.

  • 3. Resulta de gran importancia por parte del
    maestro la atención a la diversidad, a niños
    con factores de riesgos posibilitando el desarrollo hacia una
    vida más plena y lograr gradualmente actitudes
    cotidianas para enfrentar en el futuro un mundo impregnado
    por los avances científicos y tecnológicos y a
    la ves cumplir con el fin de la Escuela Primaria: "Lograr un
    niño con una formación integral fomentado desde
    los primeros grados".

Bibliografía

  • Abikoff, H. Y Klein, R.G. (1987) Cognitive training
    in treatment of hyperactivity in children. Archives of
    General Psychiatry. Vol. 44(3), Mar. Pp. 196-297.

  • Asher, Michael J. (1991), Self-instructional
    training for teachers and other professionals working with
    attention deficit-hyperactive disorder children. Dissertation
    Abstracts International, Vol. 51(7-B), Jan,
    p.3552.

  • Bandura A. (1986) Regulation and cognitive
    processes. Developmental Psychology, 25, 729-735.

  • Barkley, Russell A. (1987) Poor self-control in
    preschool hyperactive children., Journal of Abnormal Child
    Psychology. Vol. 21(6), Jun, p.176-180.

  • Barkley, Russell A., Karlsson, Jennifer. Strzelecki,
    Eve. Murphy, Jerome V. (1984) Effects of age and ritalin
    dosage on the mother-child interactions of hyperactive
    children. Journal of Consulting & Clinical Psychology:
    1984, Vol. 52(5), Oct, p.750-758.

  • DSM-III (1995) Diagnostic and Statistical Manual of
    Mental Disorders

  • DuPaul, George J., Barkley, Russell A.(1993)
    Behavioral contributions to pharmacotherapy: The utility of
    behavioral methodology in medication treatment of children
    with Attention Deficit Hyperactivity Disorder. Behavior
    Therapy: Vol. 24(1), Win, p.47-65.

  • Ericksson, K.A. y Simón, H. (1980) Verbal
    reports as data. Psychological Review , 87,
    215-251.

  • Fariñas, G. Y Hernández, I. (1993)
    Psicoballet. Método Terapeútico Cubano.
    Facultad de Psicología. Universidad Autónoma de
    Puebla. México

  • Fine, Stuart y Johnston, Charlotte. (1993) Drug and
    placebo side effects in methylphenidate-placebo trial for
    attention deficit hyperactivity disorder. Child Psychiatry
    & Human Development: Vol. 24(1), Fal, p.25
    -30.

  • Flavell, J.H. (1979) Metacognition and cognitive
    monitoring. American Psychologist. 34, 906-911.

 

 

Autor:

Rahimi Romero Borges

Marco A Alba
Fernández

Maybis Báez
León

Especialidad: Lic en Educación
Primaria

Facultad: Educación
Infantil

Año: 3er CRD

Universidad de Ciencias
Pedagógicas

Félix Varela

Villa Clara

Curso

2012-2013

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter