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La unión europea. Instituciones y políticas comunitarias



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Monografía destacada

  1. Introducción
  2. Antecedentes de la Comunidad Económica
    Europea (1945-1956)
  3. El
    Tratado de Roma y el inicio y desarrollo de la CEE
    (1957-1992)
  4. Instituciones de la Unión
    Europea
  5. El
    Tratado de Maastricht y el inicio de la Ue
    (1992)
  6. El
    Tratado de Niza
  7. El
    Tratado de Lisboa
  8. Actividades económicas
    comunitarias
  9. Ayudas
    de la UE al Tercer Mundo
  10. Los
    padres de la CEE
  11. Documentos, datos básicos de la UE y
    fotografías
  12. Bibliografía
    clásica

  "Europa se basta a
sí misma en orden a la paz y en orden a la guerra, pues
posee gran cantidad de combatientes, de cultivadores de la tierra
y de administradores de las ciudades…También produce los
mejores frutos, que son necesarios para la vida y todos los
metales que están en uso…".

Estrabón: Geografía.
Prolegómenos. Libro II. Cap.V. S.I.a.C.

El emperador Constantino Augusto al Obispo
Hosio.

Que quienes con sentimiento religioso han
concedido en el interior de una iglesia la libertad a sus
esclavos, se considere que la han dado con los mismos efectos
jurídicos que cuando es concedida la ciudadanía
romana… que la libertad se obtenga automáticamente,
el mismo día, sin necesidad de testigo…

Código Teodosiano. IV, 7, 1. S.IV.
d.C.

Carlomagno controló todo el
estamento político, rigiendo casi absoluta mente el
universo conocido. El talento de Carlomagno consistía en
ilustrar a su pueblo haciendo renacer las ciencias y las artes,
estableciendo una administración fija y regular sobre la
base de las leyes, y en pacificar a Eu ropa, sujetando y
civilizando a las naciones bárbaras.

B. Henrion: Historia General de la
Iglesia. LIB. XXIV.

"…Que, ansí, del
engañoso

toro la blanca Europa
confiada,

con rostro temeroso

miró la mar, quaxada

de formas espantables, aunque
osada…

Aprende a ser dichosa;

¿del Iúpiter -no llores- no
vencido

no ves que eres esposa?.

Del orbe dividido,

el tercio gozará de tu apellido
(Europa)".

Fray Luis de León. LVII. Oda
XXVII, LIB. III. Impios.

"Con Europa dividida en
nacionalidades formadas libremente, la paz entre los estados
habría llegado a ser más fácil: los Estados
Unidos de Europa se convirtieron en una posibilidad".

Napoleón Bonaparte. PP. S.
XIX.

Introducción

La Unión Europea no precisa de presentaciones.
Durante más de medio siglo ha aportado estabilidad
política y prosperidad económica a sus ciudadanos.
Ha creado un mercado único sin fronteras y una moneda
única, el euro, y ha reunificado un continente fracturado.
La Unión Europea es una gran potencia económica y
comercial y la principal donante mundial de ayuda al desarrollo a
los países más desfavorecidos. Su número de
miembros ha aumentado, pasando de seis a veintiocho
países, con lo que su población asciende a
más de quinientos cinco millones de personas.

No todos los países europeos son, o desean ser,
miembros de la UE, pero la Unión está dispuesta a
recibir candidaturas de cualquier país europeo
democrático. La UE mantiene relaciones estrechas y
amistosas con todos sus vecinos, tanto en Europa como en las
riberas oriental y meridio nal del
Mediterráneo.

A pesar de su rica diversidad, los países de la
UE están unidos en su compromiso por la paz, la
democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos
humanos. Desean mantener estos valores en Europa y en el mundo,
crear prosperidad y compartirla, y ejercer su influencia
colectiva actuando juntos en la escena mundial.

Con veintisiete Estados miembros y una población
de casi quinientos millones de personas, la Unión Europea
ocupa una gran parte de Europa. Desde su creación, ha
trabajado con el fin de llevar la prosperidad y la estabilidad a
sus ciudadanos. Su actuación y sus políticas nos
afectan a todos, directa e indirectamente.

La Unión Europea pretende ser una sociedad justa
y solidaria, comprometida con el fomento de la prosperidad
económica y la creación de empleo, haciendo a las
empresas más competitivas y dotando a los trabaja dores de
nuevas capacidades.

Con respecto a sus vecinos y al resto del mundo, la UE
trabaja para extender la prosperidad, el progreso
democrático, el Estado de Derecho y los derechos humanos
más allá de sus fronteras. La Unión Europea
es la mayor potencia comercial mundial y uno de los principales
donantes de asistencia técnica y financiera a los
países más desfavorecidos.

La UE nació en los años cincuenta como la
Comunidad Económica Europea con seis Estados miembros
fundadores: Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo
y los Países Bajos. Estos países establecieron una
nueva modalidad de alianza encaminada a gestionar sus intereses
comunes que se basaba esencialmente en la integración
económica. En 1973, se sumaron Dinamarca, Irlanda y el
Reino Unido; en 1981, Grecia; y, en 1986, España y
Portugal. La reunificación de Alemania, en 1990, supuso la
incorporación de los Estados federados de Alemania
Oriental.

En 1992, un nuevo Tratado confirió nuevas
responsabilidades a las instituciones comunitarias e introdujo
nuevas formas de cooperación entre los gobiernos
nacionales, dando lugar a la Unión Europea propiamente
dicha. En 1995, la UE se amplió para incluir a Austria,
Finlandia y Suecia.

En 2004 se adhirieron la República Checa,
Estonia, Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Malta,
Polonia, Eslovenia y Eslovaquia, a los que siguieron Bulgaria y
Rumanía en 2007. Tres candidatos, Croacia, Turquía
y la Antigua República Yugoslava de Macedonia, han
solicitado su adhesión.

Europa ha albergado siempre pueblos y culturas
diferentes. En todos los Estados miembros reside gente procedente
de otros países que normal mente mantienen fuertes
vínculos históricos con el país de acogida.
La UE considera la diversidad étnica y cultural como una
baza, y promueve la tolerancia, el respeto y el entendimiento
mutuo.

La Unión Europea cuenta con 505 millones de
habitantes, lo que representa la tercera población mundial
en orden de importancia después de China y la
India.

La proporción de la población del mundo
desarrollado está disminu yendo con respecto a la del
resto del mundo, pasando del 30% en 1960 al 16% en 2005. En la
actualidad, cuatro de cada cinco personas de este planeta viven
en países en desarrollo. Para apoyar a los países
más desfa vorecidos, la UE promueve activamente el
desarrollo global y es el princi pal proveedor mundial de ayuda
al desarrollo.

Los 505 millones de habitantes de la UE no están
repartidos de forma homogénea en el continente. Algunos
países (y algunas regiones) están más
densamente poblados que otros. El hecho de disponer de una gran
super ficie no entraña necesariamente contar con una
población muy numerosa.

La esperanza de vida en la Unión Europea
está creciendo. La de los nacidos en 1960 era de 67
años (para los hombres) y de 73 años (para las
mujeres). Para los nacidos en 2004, las cifras alcanzan ya casi
los 76 años, en el caso de los hombres, y los 82
años, en el de las mujeres.

A título de comparación, las cifras de las
Naciones Unidas muestran que la esperanza de vida de los nacidos
entre 2000 y 2005 en Somalia, uno de los países más
pobres del mundo, es de 46 años (para los hombres) y 49
años (para las mujeres).

En 1960, la mayoría de las mujeres de la UE
tenían dos o más hijos. En términos
estadísticos, cada mujer tenía más de 2,5
hijos. En 2004, la tasa total de fertilidad se había
reducido a aproximadamente 1,5 hijos por cada mujer. Francia e
Irlanda tienen las tasas de fertilidad más elevadas, algo
inferiores a dos hijos por cada mujer. Las más bajas
(menos de 1,25) se encuentran en la República Checa,
Letonia, Polonia y Eslovaquia.

Con la reducción de la población joven,
está disminuyendo la mano de obra de la UE. Cada vez son
menos los trabajadores que deben sustentar a un número
creciente de pensionistas, como muestra el gráfico.
Está previsto que el número de personas mayores de
80 años represente el 6,3% de la población para el
2025.

Para impulsar el crecimiento de la población
activa, Europa necesita que un número mayor de personas en
edad de trabajar acceda al empleo, que se retrase su
jubilación, que sean más las mujeres que trabajen,
que los trabajadores pongan al día sus capacidades
mediante programas de apren dizaje permanente y que se promueva
una inmigración más dirigida.Huelga decir que
también sería bueno que nacieran más
niños.

La calidad de vida depende de una serie de factores,
como son tener suficiente dinero y gozar de buena salud.
¿Cuánto dinero y salud tienen los europeos? La
respuesta varía de un país a otro.

Para hacernos una idea a grandes rasgos del nivel de
vida material en un país dado, podemos calcular el valor
total de todo lo que produce dicho país en un año
determinado (su producto interior bruto o PIB) y dividir la cifra
resultante por el número de habitantes.

Sin embargo, lo que se puede comprar con la misma
cantidad de dinero varía de un país a otro. Para
que los niveles de vida sean comparables, es preciso tener en
cuenta estas diferencias de poder adquisitivo. Esto se puede
hacer calculando en cada país el precio de una
«cesta» de bienes y servicios que sea comparable y
representativa y expresando el precio resultante no en la moneda
local ni en euros, sino en una moneda común conceptual que
denominamos «estándar de poder adquisitivo»
(EPA).

El EPA elimina las diferencias de los niveles de precios
entre países, de tal modo que la comparación del
PIB por habitante en EPA permite cotejar adecuadamente los
niveles de vida en el conjunto de la UE.

Los niveles de vida en Europa han mejorado notablemente
en el último decenio. De acuerdo con el EPA, que permite
las comparaciones interna cionales, los niveles de vida de la UE
se encuentran entre los más elevados del mundo.

El nivel de vida varía en el seno de la UE. El
PIB por habitante (en EPA) más elevado corresponde a
Luxemburgo y el más bajo a Bulgaria. La UE se está
esforzando por reducir la brecha entre los miembros ricos y los
pobres, consolidar la economía europea, hacerla más
competitiva y crear más puestos de trabajo, para que todos
podamos disfrutar de una mejor calidad de vida. De este modo, el
PIB de los países más pobres que se adhirieron a la
UE a partir de 2004 crece más rápidamente que el
del resto de los Estados miembros.

Los niveles de vida pueden variar también de una
región a otra dentro de un mismo país. En algunas
regiones de la UE, como muestra el mapa, el PIB por habitante en
EPA es inferior al 50% de la media de la Europa de los
Veintisiete. En las regiones más prósperas puede
situarse por encima de dicha media en más de un
25%.

La UE ha creado los denominados Fondos Estructurales a
fin de corregir estas diferencias mejorando el nivel de vida de
las regiones más pobres. Más del 35% del
presupuesto de la UE se utiliza para impulsar las
economías de estas regiones y, a su vez, para reforzar a
la UE en su conjunto.

Si bien los europeos viven cada vez más y de una
manera más saludable, pueden hacer un esfuerzo mayor por
protegerse de las dos principales causas de muerte: las
enfermedades cardiovasculares y el cáncer. A ello puede
ayudar un estilo de vida saludable y activo. El tabaco, una dieta
inadecuada y la falta de ejercicio son factores que aumentan el
riesgo de padecer cardiopatía isquémica, dolencia
en la que las arterias obstruidas o dañadas suministran
una cantidad insuficiente de sangre al corazón.

Estas enfermedades provocan la muerte de más
hombres que mujeres en la UE, y la proporción de la
población afectada varía mucho de un país a
otro. En 2004, Hungría registró la tasa más
elevada de mortalidad por cáncer tanto entre las mujeres
como entre los hombres. Francia cuenta con la tasa más
baja de mortalidad por cardiopatía isquémica
correspondiente a ambos sexos.

El ejercicio físico es bueno para la salud. Una
encuesta del Euroba rómetro publicada en noviembre de 2006
mostró que el 64% de los ciuda danos de la UE realizaban
semanalmente algún tipo de actividad física. En la
cabecera de la lista se situaba Finlandia, donde el 83% de los
encues tados afirmaron participar en actividades recreativas,
deportivas o de ocio que exigían un esfuerzo
físico. A los finlandeses les seguían los neerlan
deses (79%) y los lituanos (78%).

Los menos activos eran los portugueses, seguidos de los
rumanos y los malteses.

En conjunto, el número de hombres que practican
deportes es mayor que el de mujeres, y los más
jóvenes son los que más ejercicio físico
realizan.

Uno de los principales objetivos de la UE es el
desarrollo económico. Durante los últimos cincuenta
años, y en especial desde los años ochenta, se ha
trabajado mucho para derribar las barreras entre las
economías nacionales de la UE y para crear un mercado
único en el que los bienes, las personas, los capitales y
los servicios puedan circular libremente. El comercio
intracomunitario ha crecido extraordinariamente y, al mismo
tiempo, la UE se ha convertido en una gran potencia comercial a
escala mundial.

El producto interior bruto (PIB) de la UE, es decir, la
producción de bienes y servicios, crece a un ritmo
constante. Tras la adhesión de los nuevos Estados miembros
en 2004, el PIB de la UE es ahora superior al de los Estados
Unidos.

En todos los países de la UE, más del 60%
del PIB es generado por el sector de los servicios (que incluye
actividades como la banca, el turismo, el transporte y los
seguros). La industria y la agricultura, aunque siguen teniendo
importancia, han perdido peso económico en los
últimos años.

Si bien el PIB de la Unión sigue aumentando, en
los últimos años su crecimiento ha sido más
lento que el de los Estados Unidos, pero más rápido
que el de Japón.

El mercado único es uno de los mayores logros de
la UE. Ha acabado con las fronteras económicas en Europa y
ha fomentado la competencia, lo que ha dado lugar a la mejora de
la calidad y al abaratamiento de los precios de bienes y
servicios. Algunas de las reducciones de precios más
espectaculares han tenido lugar en los ámbitos del
transporte aéreo y las comunicaciones. Si se toma como
referencia el precio de una llamada telefónica de diez
minutos de duración a los Estados Unidos, puede
comprobarse como en los Países Bajos su precio se redujo
en un 90% entre 1997 y 2006. Los abonados letones, sin embargo,
no han tenido tanta suerte.

Aunque la UE representa solamente el 7% de la
población mundial, sus intercambios comerciales con el
resto del mundo representan aproxima damente una quinta parte de
las importaciones y exportaciones mundiales.

Tan sólo los intercambios comerciales entre los
propios países de la UE representan dos terceras partes de
todo el comercio de la UE, aunque los niveles varían entre
los distintos Estados miembros. El mercado único ha
facilitado mucho los intercambios entre los países de la
UE, ya que los bienes, servicios, capitales y personas pueden
moverse ahora libremente a través de las fronteras
nacionales.

La UE es el principal exportador del mundo y el segundo
mayor importador. Los EE.UU. son su socio comercial más
importante, seguidos de China. En 2005, la UE representó
el 18,1% de las exportaciones y el 18,9% de las importaciones
mundiales.

Asimismo, es también un importante socio
comercial de los países menos desarrollados y la mayor
parte de las exportaciones procedentes de estos países
entran en la UE libres de impuestos o con unos tipos de impuestos
reducidos. Con este acceso preferencial al mercado de la UE se
pretende impulsar el crecimiento económico de los
países más pobres de todo el mundo.

La pobreza sigue siendo un problema mundial, a pesar de
los progresos de las últimas décadas. Más de
mil millones de personas en todo el mundo —una tercera
parte de ellas en el África subsahariana— sobrevive
con menos de un dólar al día.

En su calidad de potencia económica de primer
orden, la UE desempeña el papel que le corresponde a
través del comercio y la ayuda, con el fin de luchar
contra la pobreza en el mundo y promover el desarrollo global.
Trata de utilizar su influencia en la Organización Mundial
del Comercio a fin de garantizar unas normas justas para el
comercio mundial y hacer que la globalización beneficie a
todas las naciones, incluidas las más pobres. Es
también el principal donante mundial de ayuda oficial al
desarrollo.

Los europeos van conociéndose cada vez mejor y
desarrollando un sentimiento común de pertenencia a
Europa, si bien no todos muestran el mismo entusiasmo por la UE.
Muchos de ellos pasan sus vacaciones en otro país europeo,
y cada vez más gente estudia y trabaja fuera de su
país gracias a la libertad de circulación en la UE.
Un gran porcentaje de escolares europeos aprenden al menos un
idioma europeo además del suyo propio.

En una encuesta del Eurobarómetro realizada en la
primavera de 2006, ocho de cada diez ciudadanos de la UE
manifestaron estar bastante o muy satisfechos con su vida, y la
mayoría se mostraron optimistas con respecto al futuro.
Los «muy satisfechos» constituían un 21%,
frente al 23% de la anterior encuesta realizada en el
otoño de 2005.

El número de personas que manifiestan no estar en
absoluto satisfechas se ha mantenido durante la última
década relativamente bajo, situándose en torno al
4%.

Aunque generalmente satisfechos con su vida, los
europeos tienen problemas y preocupaciones. El desempleo sigue
siendo la principal preocupación para muchos ciudadanos de
la UE. En una encuesta realizada en 2006, sólo un 10% de
los encuestados opinaba que el terrorismo era uno de los dos
principales problemas de su país.

Aunque los resultados varían, reflejando la
diversidad de culturas y opiniones en la UE, la encuesta muestra
que los ciudadanos de la UE comparten muchas preocupaciones
comunes.

Respecto a las instituciones de la UE, tres
serían las más importantes:

  • El Parlamento Europeo. Representa a los
    ciudadanos de la UE y es elegido directamente por ellos cada
    5 años.

  • El Consejo de la Unión Europea.
    Representa a los Estados miembros individuales.

  • La Comisión Europea. Defiende los
    intereses de la Unión en su conjunto.

Este "triángulo institucional" decide las
políticas y leyes que se aplican en la Unión
Europea.

Las normas y procedimientos que las instituciones deben
seguir se establecen en los Tratados negociados por los primeros
ministros y por los presidentes de los Estados miembros y
ratificados por sus parlamentos.

En principio la Comisión propone las nuevas leyes
a la Unión , pero son el Parlamento y el Consejo los que
las adoptan.

Otra institución importante es el Tribunal de
Justicia
que vela por el cumplimiento de la
legislación europea, y el Tribunal de Cuentas que
controla la financiación de las actividades de la
Unión Europea.

Además se han creado órganos
especializados para determinados ámbitos técnicos,
científicos o de gestión

Las recientes ampliaciones de la Unión Europea
han unido un continente que estaba dividido, creando una extensa
zona de estabilidad y prosperidad en Europa. Aunque su
adhesión es aún muy reciente, los ciudadanos de los
países que se incorporaron a la Unión a partir de
2004 ya han comenzado a cosechar los beneficios de la misma en
términos de crecimiento económico, movilidad
personal y modernización de infraestructuras previamente
descuidadas.

La UE pretende vivir en armonía con sus vecinos y
apoyar sus esfuerzos en aras de la democracia, la estabilidad y
la prosperidad. Las fronteras exteriores de la UE no
deberían convertirse en una nueva línea divisoria
en el seno de Europa, que separe a la Unión de sus
vecinos: Rusia, Belarús, Ucrania, Moldova y las regiones
del Cáucaso y los Balcanes, al este, y los países
de la ribera oriental del Mediterráneo y del norte de
África, al sur.

El objetivo es desarrollar unas relaciones más
estrechas con cada uno de ellos basadas en el comercio, la
cooperación política y económica,
iniciativas conjuntas en materia de I+D, protección
medioambiental, ciencia y cultura, así como asistencia
técnica. La UE cuenta con acuerdos especiales de
asociación con los países de los Balcanes como
primer paso hacia su adhesión. Los primeros acuerdos de
este tipo se firmaron con Croacia y la Antigua República
Yugoslava de Macedonia, que ahora son candidatos oficiales a su
adhesión a la UE.

He contado con la inestimable ayuda en el Centro de
Documentación Europea de la Universidad de Oviedo, que
generosa y desinteresadamente nos han proporcionado todo tipo de
fuentes y documentos para hacer posible la elaboración de
dicha obra.

Antecedentes de
la
Comunidad Económica Europea
(1945-1956)

Nada más finalizar la Segunda Guerra
Mundial se realizó, por parte de los Aliados, un profundo
análisis ocasionado por el conflicto.

Para el conjunto de los países que habían
participado en la guerra de 1939-1945, tanto en Europa como en
Asia, las cifras de pérdidas humanas son impresionante,
las mayores que una guerra haya producido en toda la historia. En
total se calculan 45 millones, de los cuales más de 35 en
el continente europeo, 20 millones del total de fallecidos en el
conflicto, eran militares y el resto civiles, sin contar 5
millones de judíos asesinado en el Holocausto ocasionado
por los Nazis. Pero esto es sólo una estimación
aproximada , las destrucciones de registros civiles por
bombardeos aéreos, la confusión provocada por los
traslados de población -que imposibilita distinguir entre
fallecido y desaparecidos- y la pérdida de parte de la
documentación han impedido un mayor acercamiento a la
cifra real de los muertos.

Alemania

5.500.000

Francia

600.000

Inglaterra

300.000

Polonia

6.000.000

URSS

22.000.000

Yugoslavia

1.700.000

A pesar de su falta de precisión, estas cifras
aproximadas proporcionan una idea de la sangría
demográfica que significó la Segunda Guerra
Mundial, con un descenso poblacional casi cuatro veces mayor que
el ocasionado por la de 1914-1918. Esta diferencia se explica por
la considerable extensión del teatro de operaciones
bélicas y por la implicación directa de toda la
población en la guerra como efecto de los bombardeos
aéreos. Todo ello agravado porque algunos países
(Japón y la URSS principalmente) no respetaban la
Convención de Ginebra de 1864 sobre prisioneros de guerra,
y por las políticas racistas de exterminio
sistemático llevadas a cabo por el Tercer
Reich.

A estas cifras se deben añadir 35 millones de
heridos y 3 millones de desaparecidos, así como las
víctimas de la subalimentación que sufrían
de enfermedades como la tuberculosis y el raquitismo.
Además, esa hecatombe demográfica tendría
consecuencias a largo plazo; en las pirámides de edades
correspondientes países como la Unión
Soviética, Polonia, Yugoslavia y Alemania, se puede
observar un desequilibrio en los indicadores de edad y sexo, que
representa un notable descenso de la población activa que
afectó de manera inmediata la reconstrucción de
esos países y años después impactaría
sobre el comportamiento del índice de
natalidad.

Al final de la guerra se planteaba en Europa el problema
de las personas desplazadas a causa de las vicisitudes de la
guerra. En tanto que millones de hombres y mujeres vagaban de un
punto a otro del Continente, ex prisioneros de los campos de
concentración nazis que trataban de volver a sus
respectivos países, ex colaboracionistas que esperaban
escapar a las represalias y los castigos y, sobre todo, millones
de personas que abandonaban los territorios anexionados por los
vencedores. Unos 10 millones de alemanes sin recursos expulsados
de Polonia, de Checoslovaquia o de Hungría, fueron
transportados a una Alemania que había perdido 25% de su
territorio, mientras que  cerca de dos millones de checos y
eslovacos ocupaban los territorios abandonados por los alemanes.
En Austria apenas si fueron dejados en sus hogares los
descendientes de colonos alemanes.

En la región del Báltico, la suerte
más cruel la sufrieron los letones, estonios y lituanos,
quienes, deportados a campos de trabajo alemanes durante la
guerra, al terminar ésta fueron llevados a Rusia al tiempo
que su territorio era ocupado por colonos rusos. Siglos de lentos
procesos demográficos fueron barridos en pocos meses; el
mapa desplazamiento de etnográfico de Europa central y
oriental fijado desde la Edad Media fue radicalmente
remodelado.

El panorama de las destrucciones materiales era
también desolador; numerosas viviendas y otras
construcciones fueron destruidas. Las comunicaciones (puertos,
ferrocarriles, puentes y viaductos) y las grandes ciudades
sufrieron los daños mayores. Alemania perdió 20% de
sus viviendas y Gran Bretaña 9%, a causa de los bombardeos
que afectaron también numerosas fábricas. En
Francia, Italia y Alemania, aparte de ciertos sectores como el de
la siderurgia, las instalaciones industriales habían
sufrido menores daños; en las naciones de tradición
industrial lo que impediría la recuperación
sería la falta de materias primas y recursos financieros.
Las destrucciones materiales causadas por los bombardeos
aéreos, sobre todo, tratan de alcanzar, más que
nada, los medios de comunicación, las instalaciones
industriales, etc. En Francia, la producción industrial
desciende en un 55% y la destrucción afecta a 425.000
casas, 3.100 puentes ferroviarios, 6.000 puentes de carreteras.
En Alemania la producción industrial se vio reducida al
40% y la destrucción alcanzó a la cuarta parte de
los inmuebles y a 3.000 puentes ferroviarios.

Pero fue en la Europa oriental donde las destrucciones
alcanzaron mayor magnitud: en la Unión Soviética
17.000 ciudades y 70.000 pueblos fueron arrasados y, en conjunto,
este país perdió más de 20% de su potencial
industrial e incalculables daños en la agricultura y la
ganadería. Polonia quedó arruinada, casi no quedaba
edificio en pie, había perdido más de un tercio de
su capacidad de producción y se encontraba al borde de la
hambruna. En Yugoslavia, pueblos y campos quedaron destruidos y
el país había perdido aproximadamente 38% de su
capacidad productiva.

En el aspecto financiero, los gastos de guerra y las muy
pesadas exacciones monetarias impuestas por los alemanes en los
países ocupados, particularmente en Francia, agravaron el
déficit presupuestario y desencadenaron la
inflación. Además, al finalizar la guerra
apareció una gran masa de billetes atesorados durante el
conflicto, cuya puesta en circulación constituyó
otro factor inflacionario. Todo esto hacía inevitables las
devaluaciones de las monedas, sobre todo en los países
menos desarrollados como Hungría y Grecia. Como
consecuencia de la guerra las monedas europeas caen
originándose un endeudamiento de los Estados y una gran
inflación. La deuda francesa, pasó a ser de 1.679
miles de millones de francos.

Aparte de las destrucciones materiales y los
desplazamientos de población, la guerra trajo consigo la
ruina psicológica y moral, ocasionada por varios motivos:
la utilización sistemática de la tortura por la
Gestapo, la dominación de dictaduras militares y
policíacas, la acentuación de los antagonismos de
clases, la lucha enconada entre colaboracionistas y miembros de
la resistencia. Otro elemento negativo en este sentido fue la
creación de hábitos de violencia y pillaje que
trastornaron incluso el orden interno en países que antes
se habían destacado por el respeto a las leyes y a los
derechos individuales.

Pero el extremo de la ruina moral y psicológica
estaba en los campos de exterminio nazis, descubiertos tras la
derrota alemana y la liberación de las naciones ocupadas.
Se trataba de campos de concentración donde se llevaban a
cabo los increíbles programas de exterminio del
régimen nazi, "fábricas de la muerte" en las que se
intentó la "solución final del problema
judío" y se eliminaba también a los opositores
políticos del nazismo, al tiempo que se ensayaban
experimentos de esterilización y de eliminación de
personas con defectos físicos o retraso mental, con miras
a alcanzar la "pureza étnica" preconizada por las
filosofías racistas alemanas.

Aparte de la terrible huella dejada en los
supervivientes de los campos de concentración, el
conocimiento de aquellas atrocidades provocó un verdadero
trauma moral en la conciencia humana ante el hecho inex plicable
e injustificable de que una barbarie tal se hubiera podido
desarro llar en el mundo civilizado del siglo XX.

La reconstrucción se lleva a cabo
rápidamente gracias a la intervención masiva de los
Estados Unidos que enviaron hacia Europa gran cantidad de
víveres, materias primas, máquinas y los
transportes necesarios. Esta ayuda fue decidida por el presidente
Truman evitando así el aislamiento que había
caracterizado a la política americana de los años
veinte. Esta ayuda se decidió por motivos humanitarios,
para evitar el avance del comunismo en el continente europeo y
también para impedir una grave crisis económica
comparable a la de los años treinta.

Las formas de ayuda americana para Europa fueron las
siguientes:

  • A) Prolongación del
    "préstamo-arriendo" hasta septiembre de 1946. Se
    suministraron 48.400 millones de dólares en concepto
    de "préstamo-arriendo" de los que cinco sextas partes
    fueron para la guerra. En diciembre de 1945 Gran
    Bretaña recibió un préstamo de 3.700
    millones de dólares.

  • B) La UNRRA (United Nations Relief and
    Restauration Adminis tration) fue la ayuda provisional
    otorgada a los Estados más pobres como Grecia,
    Yugoslavia, Italia, etc.

  • C) El Plan Marshall, llamado así por ser
    anunciado por el secretario de Estado, general Marshall, el 5
    de junio de 1947, supuso una inye cción de 14.000
    millones de dólares de los cuales el 80% se dieron en
    concepto de donación y el resto, 20% en
    préstamo. Esta ayuda fue rechazada por la URSS y las
    democracias populares y aceptada por los 16 Estados de Europa
    occidental, excepto España por no tener un
    régimen democrático.

Resumiendo estas cifras, se calcula que los Estados
Unidos destinaron 38.000 millones de dólares en Europa
occidental entre 1945 y 1952.

En plena Segunda Guerra Mundial, tres países,
Bélgica, Holanda y Luxemburgo pactan la supresión
de los derechos de aduana en sus fronteras comunes, además
de fijar tasas comunes para las mercancías provenientes
del exterior de la unión. Esta política de libre
comercio fue inspirada por la derrota de las políticas
proteccionistas implementadas durante los años 1930, tras
la crisis del 29.

El 5 de septiembre de 1944, se firma el tratado en
Londres, en donde los tres gobiernos se encuentran exiliados. La
entrada en vigor del tratado fue prevista para el 1 de enero de
1948, con el ánimo de poder tener un tiempo (tres
años) para la reconstrucción de cada uno de los
países.

El tratado del Unión Aduanera de Benelux,
tenía además como vocación la libre
circulación de personas, de bienes y de
servicios.

La formación final del Benelux resulta de los
estrechos lazos que unieron a Bélgica, los Países
Bajos y Luxemburgo después de la segunda guerra mundial y
los condujeron a hacer las mismas escogencias, que fueron
más allá de la cooperación económica.
Es así como el 17 de marzo de 1948, los tres estados del
Benelux se adhieren a la Unión Europea Occidental (junto
con Francia y el Reino Unido) con el fin de protegerse de la
amenaza alemana. Ese mismo año los estados miembros del
Benelux entran a formar parte de la OTAN.

Rápidamente, Benelux se fue agregando a las zonas
de integración económicas que iban apareciendo, las
cuales eran más amplias que el Benelux y a veces
tenían más ambiciones que él mismo. Es
así como en 1948 entra a formar parte de la
Organización Europea de Cooperación
Económica (OECE), de la CECA en 1951 y de la CEE en 1957;
con la firma de estos tratados el Benelux pierde su razón
de ser.

En los años siguientes, a la finalización
del conflicto, los resentimientos y la desconfianza entre las
naciones europeas, dificultaban una recon ciliación. En
este contexto el Ministro francés de asuntos extranjeros
Robert Schuman sostuvo decididamente la creación de la
Alemania Occidental, resultado de la unión de las tres
zonas de ocupación controla das por las democracias
occidentales, dejando de lado la zona ocupada por la URSS.
Schuman, de origen luxemburgo-alemán, había
poseído las tres nacionalidades (francesa, alemana,
luxemburguesa) durante diferentes etapas de su vida. Esto le hizo
comprender la complejidad de los conflictos europeos.

En 1947, se crea el Comité de Cooperación
de los movimientos euro peístas que convoca el Congreso de
La Haya, el cual se reúne en mayo de 1948 y constituye el
acontecimiento más importante desde el punto de vista de
la integración europea, desde los inicios de tal
pretensión a finales de la Primera Guerra Mundial. De este
Congreso, salió el impulso decisivo para la
creación de la Comunidad Europea, cuyo Estatuto fue
firmado en Londres el 5 de mayo de 1949. En el Congreso de la
Haya se manifiestan dos tendencias que corresponden a una
distinta concepción de la integración
europea:

  • A) Aquella que propugna una cooperación
    de tipo intergubernamental desarrollada por instituciones
    permanentes que no afecten, en absoluto, a la
    soberanía de los Estados. Tal era la postura defendida
    por Gran Bretaña, siendo la base del Consejo de
    Europa.

  • B) La que pretende, por el contrario, una
    integración de carácter federal,
    llegándose a proponer la convocatoria de una Asamblea
    Constituyente europea. A este segundo enfoque responden las
    posturas de Francia y Bélgica y es la base de las
    Comunidades Europeas.

Así nace el concepto de una organización
de tipo supranacional en la cual los Estados ceden competencias
soberanas a favor de las instituciones internacionales. La
postura de Gran Bretaña, la más hostil a la
creación de un vínculo federal, determina que se
forme un núcleo de relaciones más intensas en
Europa y que se empiece a hablar de la Europa de los Seis
constituida por Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Alemania
Federal, Francia e Italia.

El 9 de mayo de 1950, cinco años después
de la rendición del Régimen Nazi, Schuman lanza un
llamamiento a Alemania Occidental y a los países europeos
que lo deseasen para que sometieran bajo una única
autoridad común el manejo de sus respectivas producciones
de acero y carbón. Este hecho, acogido de manera dispar
dentro de los gobiernos europeos, marca el inicio de la
construcción europea, al ser la primera propuesta oficial
concreta de integración en Europa. El hecho es que al
someter las dos producciones indispensables de la industria
armamentística a una única autoridad, los
países que participaran en esta organización
encontrarían una gran dificultad en el caso de querer
iniciar una guerra entre ellos.

Alemania, a través de su canciller Konrad
Adenauer, acoge entusiasta la propuesta. En la primavera de 1951,
se firma en París el Tratado que institucionaliza la
Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA),
concretando la propuesta de Schuman. Alemania, Francia, Italia,
Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo (conocidos como
"los Seis"), logran un entendimiento que favorece el intercambio
de las materias primas necesarias en la siderurgia, acelerando de
esta forma la dinámica económi ca, con el fin de
dotar a Europa de una capacidad de producción
autónoma. Este tratado fundador buscaba aproximar
vencedores y vencidos europeos al seno de una Europa que a medio
plazo pudiese tomar su destino en sus manos, haciéndose
independiente de entidades exteriores. Así, el Plan
Schuman comienza su desarrollo por puntos concretos:

  • La finalidad próxima y fundamental: crear una
    unidad económica.

  • Como finalidad remota: llegar a una
    integración política para lo cual es necesaria
    la realización de la unidad
    económica.

La Comunidad Europea del Carbón y del Acero o
CECA fue un organismo internacional del ámbito europeo que
regulaba los sectores del carbón y del acero de los
estados miembros.

Desde su fundación en 1951, ha sido decisiva para
la historia de la integración europea. Esta comunidad
suele ser considerada como la "semilla" de la actual Unión
Europea (UE), si bien a partir de su fundación, argumentos
y presiones de toda clase se han dado en forma de fuerzas
opuestas que contrastan con quienes han querido una Europa
federal con un solo objetivo predeterminado. Los países
miembros iniciales fueron Francia, Italia, Alemania, y el Benelux
(Bélgica, Holanda y Luxemburgo), quedando en sus inicios
notablemente fuera de él España (sumida en la
autarquía), el Reino Unido y Suiza, como en el mapa se
aprecia. Estos dos últimos países siempre han sido
poco dados a ceder, y aún en la Europa actual son fuerzas
más independientes.

Se extinguió en 2002, integrando sus funciones y
competencias en la Comunidad Europea, hoy sucedida (desde la
entrada en vigor del Tratado de Lisboa el 1 de Diciembre de 2009,
por la Unión Europea).

El objetivo económico del tratado era establecer
un mercado común del carbón y del acero, es decir
suprimir aranceles, subvenciones nacionales o medidas
discriminatorias, para asegurar así la libre competencia
en este sector, obtener precios más baratos y un
abastecimiento sin interrupción.

Durante la elaboración de la CECA se inventaron
las principales instituciones europeas actuales:

  • La Alta Autoridad, primer organismo supranacional,
    compuesta por nueve miembros, es la precursora de la
    Comisión Europea.

  • La Asamblea, compuesta por miembros designados por
    los parlamentos nacionales, es la precursora del Parlamento
    Europeo.

  • Un Consejo de Ministros, formado por ministros de
    los seis integrantes, anuncia el Consejo de la Unión
    Europea.

En mayo de 1952, ya en plena Guerra fría, se
firmó en París un tratado estableciendo la
Comunidad Europea de Defensa (CED), que permitía el
armamento de Alemania Occidental en el marco de un
ejército europeo. Cinco miembros de la CECA ratificaron el
tratado, pero en agosto de 1954, los parlamentarios franceses lo
rechazaron, como consecuencia de la oposición conjunta de
gaullistas y comunistas. Es así que el antiguo Tratado de
Bruselas de 1948 es modificado para crear la Unión Europea
Occidental.

La UEO es una organización europea de
cooperación para la defensa y la seguridad fundada en 1948
por el Tratado de Bruselas. Está constituida por 28
países, que se acogen a cuatro tipos de estatuto
diferentes: Estados miembros, miembros asociados, observadores y
países asociados. De los países de la Europa de los
Quince, diez gozan del estatuto de Estados miembros y los otros
cinco – Austria, Dinamarca, Finlandia, Irlanda y Suecia – tienen
estatuto de observadores. Los seis miembros asociados son
Hungría, Islandia, Noruega, Polonia, República
Checa y Turquía. Por último, los siete
países asociados son: Bulgaria, Estonia, Letonia,
Lituania, Eslovaquia, Eslovenia y Rumania.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

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