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Caso clinico hipertensión arterial



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Marco
    teórico
  3. Antecedentes personales
  4. Antecedentes familiares
  5. Anamnesis de la enfermedad
  6. Actividad del TENS
  7. Conclusión
  8. Bibliografía
  9. Anexos

Introducción

El Programa de Salud Cardiovascular (PSCV) es una de las
principales estrategias del Ministerio de Salud para contribuir a
reducir la morbimortalidad asociada a las ECV, a través
de, pesquisa, diagnóstico, tratamiento y seguimiento
oportuno, de la población adulta y adulta mayor en Chile.
Este "nace" el 2002 producto de la reorientación de los
subprogramas de Hipertensión arterial (HTA) y Diabetes
(DM), cuyo principal cambio fue incorporar el enfoque de riesgo
cardiovascular (CV) global en el manejo de las personas bajo
control, en lugar de tratar los factores de riesgo en forma
separada.

Siendo la hipertensión arterial la enfermedad
asociada a tasas de morbilidad y mortalidad considerablemente
elevadas, por lo que se considera uno de los problemas más
importantes de salud pública, especialmente en los
países desarrollados, afectando a cerca de mil millones de
personas a nivel mundial.

La definición de hipertensión arterial
apunta al aumento de la fuerza ejercida por la sangre en su paso
por las arterias, producto del daño estructural del
sistema arterial (pérdida del tono y elasticidad de las
paredes internas de las arterias).

La hipertensión arterial corresponde a la
elevación persistente de la presión arterial sobre
límites normales, que por convención se ha definido
en PAS 140 mmHg y PAD 90 mmHg. La presión arterial es una
variable continua, por lo tanto no existe un punto de corte para
definir el umbral bajo el cual los valores de PA son
normales.

La PA tiene una relación muy estrecha, continua y
graduada con el desarrollo de ECV, infarto agudo al miocardio
(IAM), insuficiencia renal, enfermedad arterial periférica
y todas las causas de muerte cardiovascular. Esta
asociación es más fuerte para la presión
arterial sistólica que para la diastólica. La
relación continua de presión arterial y riesgo
cardiovascular aumenta progresivamente, de tal manera que el
valor óptimo de presión arterial sería
115/75 mmHg.

La HTA es uno de los cuatro factores de riesgo mayores
modificables para las enfermedades cardiovasculares, junto a las
dislipidemias, la diabetes (aproximadamente el 60% de los DM tipo
2 son hipertensos) y el tabaquismo.

La prevalencia mundial de HTA en el año 2000 se
estimó en 26,4%. Para el año 2001 se le atribuyen
7,6 millones de muertes prematura (13,5% del total) y 92 millones
(6% del total) de años de vida saludables perdidos
(AVISA*).

La HTA es el principal factor de riesgo para enfermedad
cerebrovascular (ECV) y enfermedad coronaria. Se le atribuye el
54% de las ECV y 47% de la enfermedad cardíaca
isquémica.

En Chile la primera causa de muerte es la enfermedad
isquémica del corazón, seguida de ECV (48,9 y 47,3
muertes por 100 mil habitantes, respectivamente).

Los niveles elevados de presión arterial producen
cambios estructurales en el sistema arterial que afectan
órganos nobles, tales como cerebro, corazón,
riñón, determinando las principales complicaciones
de esta enfermedad, que en orden de frecuencia son: ECV,
enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca,
insuficiencia renal y ateromatosis periférica.

Es una enfermedad asintomática y fácil de
detectar; sin embargo, cursa con complicaciones graves y letales
si no se trata a tiempo. Es por esta razón que se
eligió este tema para la selección del caso
clínico a investigar, dando a conocer los antecedentes de
una paciente que acude periódicamente a sus controles
producto de esta patología al CESFAM de Santa Rosa,
además se pondrá en conocimiento su
patología, epidemiología, signos y síntomas,
tratamiento y forma de pesquisas, además de la prevalencia
local y nacional de dicha patología, la educación
entregada al paciente con respecto a una buena
alimentación, actividad física diaria, etc. y por
sobre todo no dejar sus controles y tratamiento
farmacológico, ya que la hipertensión arterial es
una enfermedad que debe ser tratada continuamente para evitar
riesgos o problemas severos irreversibles.

La familia cumple un pilar fundamental en la
mejoría y evolución de la enfermedad de los
pacientes crónicos, razón por la cual se
consideró relevante incluir un genograma y ecomapa para
conocer las redes de apoyo que presenta el paciente.

OBJETIVOS

Analizar cómo influye la hipertensión
arterial en la calidad de vida de una usuaria adulta de 59
años del Centro de salud Santa Rosa, integrando de forma
holística los conocimientos y destrezas adquiridas durante
la formación.

  • Describir la patología que afecta a un
    paciente con hipertensión arterial

  • Ayudar en el autocuidado de la paciente entregando
    información con respecto a su patología para
    mejorar y/o rehabilitar su salud.

  • Promover adherencia del usuario al programa de salud
    cardiovascular, a su tratamiento y controles.

Marco
teórico

3.1 Definición de la
patología

Hipertensión Arterial

La hipertensión arterial es el aumento de la
presión arterial de forma crónica. Es una
enfermedad que no da síntomas durante mucho tiempo y, si
no se trata, puede desencadenar complicaciones severas como un
infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que
se puede evitar si se controla adecuadamente. Las primeras
consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias,
que se endurecen a medida que soportan la presión arterial
alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse
dificultado al paso de sangre a su través. Esto se conoce
con el nombre de arterosclerosis.

La tensión arterial tiene dos
componentes:

– La tensión sistólica es el
número más alto. Representa a tensión que
genera el corazón cuando bombea la sangre al resto del
cuerpo.

– La tensión diastólica es el
número más bajo. Se refiere a la presión en
los vasos sanguíneos entre los latidos del
corazón.

La tensión arterial se mide en milímetros
de mercurio (mmHg).

Corresponde a la elevación persistente de la
presión arterial sobre límites normales, que por
conversión se ha definido en PAS>140mmhg y PAD>
90mmhg. La presión arterial es una variable continua, por
lo tanto no existe un punto de corte para definir el umbral bajo
el cual los valores de PA son normales.

Las lecturas de la presión arterial generalmente
se dan como dos números. Por ejemplo, 120 sobre 80
(escrito como 120/80 mmHg). Uno o ambos de estos números
pueden estar demasiado altos y es ahí cuando se
diagnostica hipertensión.

  • La presión arterial normal es cuando mide
    menos de 120/80 mmHg la mayoría de las
    veces.

  • La presión arterial alta
    (hipertensión) es cuando la presión arterial es
    de140/90 mmHg o por encima la mayoría de las
    veces.

  • Si los números de la presión arterial
    están entre 120/80 y 140/90 o superior, pero por
    debajo de 140/90, esto se denomina
    prehipertensión.

  • Si el paciente es prehipertenso será
    más propenso a padecer presión arterial
    alta.

En el 90 % de los casos la causa de la HTA es
desconocida, por lo cual se denomina «hipertensión
arterial esencial o primaria», con una fuerte influencia
hereditaria. Entre el 5 y 10% de los casos existe una causa,
condición o enfermedad directamente responsable de la
elevación de las cifras tensionales. A esta forma de
hipertensión se la denomina «hipertensión
arterial secundaria» que no sólo puede en ocasiones
ser tratada y desaparecer para siempre sin requerir tratamiento a
largo plazo, sino que además, puede ser la alerta para
localizar enfermedades aún más graves, de las que
la HTA es únicamente una manifestación
clínica.

Por ejemplo, la presión sanguínea elevada
puede ser causada por un estrechamiento de la aorta
(coartación de la aorta), por enfermedades de los
riñones que involucran estrechamiento (o estenosis) de la
arteria renal, o por ciertos trastornos endocrinológicos
(ej. Enfermedad de Cushing).

3.2 Epidemiología

Datos recientes del Estudio Framingham del
Corazón sugieren que aquellos individuos normotensos
mayores de 65 años de edad tienen un riesgo de por vida
aproximado de 90% de tener hipertensión arterial. Desde
los años 1980, el número de pacientes no
diagnosticados ha aumentado de 25% hasta un casi 33% en los
años 1990, la prevalencia de insuficiencia real
aumentó de menos de 100 por millón de habitantes
hasta más de 250 por millón y la prevalencia de
insuficiencia cardiaca congestiva se duplicó.

3.3 Clasificación de la hipertensión
arterial

La presión arterial se expresa con dos medidas,
la presión arterial sistólica y diastólica,
como por ejemplo 120/80 mmHg. La presión arterial
sistólica (la primera cifra) es la presión
sanguínea en las arterias durante la sístole
ventricular, cuando la sangre es expulsada desde el
corazón a las arterias; la presión arterial
diastólica (el número inferior) es la
presión en la diástole, cuando el corazón se
relaja y la presión arterial cae. (anexo
1)

Las guías clínicas del manejo de la
hipertensión arterial clasifican la hipertensión en
fases o estadios (anexo 2), que tendrán distinto
pronóstico y tratamiento. Estas clasificaciones se
obtienen haciendo la media de las lecturas de la presión
arterial del paciente en reposo tomadas en dos o más
visitas. Los individuos mayores de 50 años se clasifican
como hipertensos si su presión arterial es de manera
consistente al menos 140 mmHg sistólica o 90 mmHg
diastólica. La hipertensión es un factor de riesgo
cardiovascular; el tratamiento antihipertensivo irá
enfocado a reducir el riesgo cardiovascular global, por lo tanto,
al instaurar el tratamiento se tendrán en cuenta,
además de las cifras de presión arterial, la
presencia de otros factores de riesgo cardiovascular, como
enfermedad renal o cardiovascular establecida, diabetes o
síndrome metabólico.

La presión arterial medida en consulta puede ser
mayor a la presión arterial que una persona tiene
normalmente, fenómeno que se conoce como
hipertensión de delantal blanco. Las guías NCGC-127
del National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE)
británico,14 del 2011 tienen en cuenta este
fenómeno e incluyen las cifras de la monitorización
ambulatoria de la presión arterial (MAPA) y de la
automedida de la presión arterial (AMPA) por encima de las
cuales consideran a la población hipertensa.

El JNC (The Seventh Report of the Joint National
Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of
High Blood Pressure) definió como prehipertensión a
la presión arterial comprendida entre 120/80 mmHg y 139/89
mmHg. La prehipertensión no es una enfermedad, sino una
categoría que permite identificar personas con alto riesgo
de desarrollar hipertensión. Esta cifra puede variar de
acuerdo al sexo y edad del paciente.

La hipertensión sistólica aislada se
refiere a la presencia de una presión sistólica
elevada conjuntamente con una presión diastólica
normal, una situación frecuente en las personas de edad
avanzada.

La hipertensión se clasifica como resistente o
refractaria en sujetos tratados con al menos 3 fármacos
antihipertensivos a dosis plenas, uno de ellos diurético,
con un adecuado cumplimiento de la medicación
antihipertensiva, es decir si la medicina convencional no reduce
la presión arterial a niveles normales.

La hipertensión al ejercicio es una
elevación excesiva de la presión arterial durante
el ejercicio. El rango considerado normal durante el ejercicio
para los valores sistólicos es entre 200 y 230 mmHg. La
hipertensión al ejercicio puede indicar que el individuo
tiene riesgo de desarrollar posteriormente hipertensión en
reposo.

La lectura de la tensión sistólica tiene
predominio sobre la diastólica después de los 50
años, siendo al revés previo a esa edad. Antes de
los 50 años de edad la presión arterial
diastólica es un potente factor de riesgo de
cardiopatía, mientras que la presión arterial
sistólica lo es después de los 50 años de
edad.

  • Etiología

Se desconoce el mecanismo de la hipertensión
arterial más frecuente, denominada "hipertensión
esencial", "primaria" o "idiopática". En la
hipertensión esencial no se han descrito todavía
las causas específicas, aunque se ha relacionado con una
serie de factores que suelen estar presentes en la mayoría
de las personas que la sufren. Conviene separar aquellos
relacionados con la herencia, el sexo, la edad y la raza y por
tanto poco modificables, de aquellos otros que se podrían
cambiar al variar los hábitos, ambiente, y las costumbres
de las personas, como: la obesidad, la sensibilidad al sodio, el
consumo excesivo de alcohol, el uso de anticonceptivos orales,
profesiones estresantes y un estilo de vida muy
sedentario.

Se ha notado que en sociedades económicamente
prósperas, estos factores aumentan la incidencia de
hipertensión con la edad.

Muchos factores pueden afectar la presión
arterial, como: Qué tanta cantidad de agua y sodio existe
en el organismo, el estado de los riñones, del sistema
nervioso o los vasos sanguíneos, los niveles de diferentes
hormonas en el cuerpo, etc.

  • Sobrepeso

Los individuos con sobrepeso están más
expuestos a tener más alta la presión arterial que
un individuo con peso normal. A medida que se aumenta de peso se
eleva la tensión arterial y esto es mucho más
evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. La
frecuencia de la hipertensión arterial entre los obesos,
independientemente de la edad, es entre dos y tres veces superior
a la de los individuos con un peso normal. No se sabe con
claridad si es la obesidad por sí misma la causa de la
hipertensión, o si hay un factor asociado que aumente la
presión en personas con sobrepeso, aunque las
últimas investigaciones apuntan a que a la obesidad se
asocian otra serie de alteraciones que serían en parte
responsables del aumento de presión arterial.
También es cierto, que la reducción de peso hace
que desaparezcan estas alteraciones.

  • Sodio

Aproximadamente un tercio de la población
hipertensa se debe al consumo de sal, porque al aumentar la
ingesta de sal se aumenta la presión osmótica
sanguínea al retenerse agua, aumentando la presión
sanguínea. Los efectos del exceso de sal dietética
depende en la ingesta de sodio y a la función
renal.

  • Genética

cuando se transmite de padres a hijos se hereda una
tendencia o predisposición a desarrollar cifras elevadas
de tensión arterial. Se desconoce su mecanismo exacto,
pero la experiencia acumulada demuestra que cuando una persona
tiene un progenitor (o ambos) hipertensos, las posibilidades de
desarrollar hipertensión son el doble que las de otras
personas con ambos padres sin problemas de
hipertensión.

La hipertensión arterial es uno de los trastornos
más complejos con un componente genético asociado a
la aparición de la enfermedad. Se han estudiado a
más de 50 genes que podrían estar involucrados con
la hipertensión.

  • Sexo

Los hombres tienen más predisposición a
desarrollar hipertensión arterial que las mujeres hasta
que éstas llegan a la edad de la menopausia. A partir de
esta etapa la frecuencia en ambos sexos se iguala. Esto es
así porque la naturaleza ha dotado a la mujer con unas
hormonas protectoras mientras se encuentra en edad fértil,
los estrógenos, y por ello tienen menos riesgo de padecer
enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, en las mujeres
más jóvenes existe un riesgo especial cuando toman
píldoras anticonceptivas.

  • Edad y raza

Al transcurrir los años y según los
aspectos de la enfermedad, el número de fibras de
colágeno en las paredes arteriales aumenta, haciendo que
los vasos sanguíneos se vuelvan más rígidos.
Al reducirse así la elasticidad, el área seccional
del vaso se reduce, creando resistencia al flujo sanguíneo
y como consecuencia compensadora, se aumenta la presión
arterial. La hipertensión arterial aumenta la probabilidad
de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque
cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal
y la muerte temprana.

Se ha observado que la renina, secretada por el
riñón y asociada a la aldosterona, tiende a tener
un rango de actividades más amplio en los pacientes
hipertensos. Sin embargo, la hipertensión arterial
asociada a un bajo nivel de renina es frecuente en personas con
ascendencia negra, por lo tanto, los individuos de raza negra
tienen el doble de posibilidades de desarrollar
hipertensión que los de raza blanca, además de
tener un peor pronóstico.

Existe un riesgo más alto de sufrir
hipertensión arterial si:

  • Es afroamericano.

  • Es obeso.

  • Con frecuencia está estresado o
    ansioso.

  • Toma demasiado alcohol (más de un trago al
    día para las mujeres y más de dos para los
    hombres).

  • Come demasiada sal en la dieta.

  • Tiene un antecedente familiar de hipertensión
    arterial.

  • Tiene diabetes.

  • Fuma.

  • La mayoría de las veces no se identifica
    ninguna causa de presión arterial alta, lo cual se
    denomina hipertensión esencial.

  • La hipertensión causada por otra
    afección médica o medicamento se denomina
    hipertensión secundaria y puede deberse
    a:

  • Enfermedad renal crónica.

  • Enfermedades vasculares: Coartación de aorta,
    Vasculitis, Enfermedades vasculares del
    colágeno

  • Trastornos de las glándulas suprarrenales
    (feocromocitoma o síndrome de Cushing).

  • Embarazo (preeclampsia).

  • Medicamentos como píldoras anticonceptivas,
    algunos medicamentos para el resfriado y medicamentos para la
    migraña.

  • Estrechamiento de la arteria que suministra sangre
    al riñón (estenosis de la arteria
    renal).

  • Hiperparatiroidismo

  • Drogas y toxinas

  • Apnea del sueño

  • Signos y síntomas

La mayor parte del tiempo, no hay síntomas. En la
mayoría de las personas, la hipertensión arterial
se detecta cuando van al médico o se la hacen medir en
otra parte.

Debido a que no hay ningún síntoma, las
personas pueden desarrollar cardiopatía y problemas
renales sin saber que tienen hipertensión
arterial.

La hipertensión es asintomática (conocida
como el asesino silencioso), pero se debe estar alerta si se
presenta:

  • Dolor de cabeza

  • Sangramiento nasal

  • Sudoraciones

  • Pulso rápido

  • Respiración corta y cansancio

  • Mareos

  • Vómitos

  • Confusión

  • Ahogo

  • Alteraciones visuales

  • Sonido de zumbido en los oídos

  • Rubor facial

  • Forma de pesquisa

El proceso de pesquisa se realiza a través de la
detección de sujetos con cifras de presión
elevadas, en una toma aislada de presión.

Se sugiere medir la presión arterial a toda
persona que consulta, y según los valores condicionar
futuras determinaciones.

Debe cuidarse del efecto del delantal blanco, para lo
cual puede recomendarse la toma de presión en el hogar u
otros ambientes o aún llegar al monitoreo de
presión de 24 horas.

Una vez detectadas las personas con cifras elevadas se
debe proceder a la confirmación o no del
diagnóstico mediante un control seriado de presión
arterial (diagnostico)

Los factores de riesgo para desarrollar
hipertensión incluyen: la obesidad, diabetes,
sedentarismo, antecedentes familiares de hipertensión
arterial y una dieta rica en sal.

3.7 Diagnostico

La única manera de detectar la
hipertensión en sus inicios es con revisiones
periódicas. Mucha gente tiene la presión arterial
elevada durante años sin saberlo. El diagnóstico se
puede realizar a través de los antecedentes familiares y
personales, una exploración física y otras pruebas
complementarias.

La correcta medición de la PA es clave para el
diagnóstico, tratamiento y seguimiento, por lo que
adquiere gran importancia la capacitación de los
profesionales en la correcta aplicación de la
técnica estandarizada.

Ante la detección de valores elevados de
presión arterial en una medición casual, consulta o
control de salud, la persona adulta tendrá acceso a un
perfil de presión arterial realizado por un profesional o
técnico de salud capacitado en la Técnica
Estandarizada de Medición de la presión
arterial.

3.7.1 Intervención recomendada para sospecha
diagnostica

Perfil de presión arterial

El perfil considera dos tomas de presión arterial
en un lapso no superior a 15 días, además de la
toma de PA inicial (basal). En la primera visita se
deberán realizar dos mediciones en el mismo brazo, con un
intervalo mínimo de 1 a 2 minutos entre cada una. Si las
mediciones de presión diastólica (PAD) difieren en
más de 10 mmhg, repetir hasta tener dos valores
estabilizados, es decir, con menos de 10 mmhg de diferencia. El
valor definitivo será el promedio de los dos valores de
presión sistólica (PAS) encontrados y el promedio
de los dos valores de presión diastólica
estabilizados. Después se debe determinar la
presión arterial en el otro brazo siguiendo las mismas
consideraciones.

En la segunda visita, realizar la medición en el
brazo que obtuvo el valor más alto en la primera visita.
El promedio de las cifras estabilizadas de las dos visitas
permitirá clasificar la etapa de la hipertensión.
Se clasificará como hipertenso a personas cuyo promedio de
mediciones sea mayor o igual a 140/90 mmHg. Si hay evidencias de
daño de órgano blanco o los valores de PA son
iguales o superiores a 180/90mmhg, referir de inmediato a
médico para su evaluación.

Para realizar la medición PA, las personas deben
estar en reposo al menos 5 minutos, evacuar vejiga en caso
necesario y al menos 30 minutos si han realizado ejercicio
físico intenso, han fumado, tomado café o
alcohol.

Posteriormente se debe seguir el flujograma de sospecha
y confirmación diagnóstica de hipertensión
arterial. (anexo 3)

3.7.2 Intervención recomendada para
confirmación diagnóstica

Una vez confirmada la HTA, se procede a
evaluación con exámenes, para precisar
estratificación de riesgo.

Evaluación Diagnóstica y
Etapificación

  • Control de enfermera: anamnesis y examen
    físico de enfermería que incluye
    medición de peso, estatura y circunferencia de
    cintura.

  • Exámenes básicos de
    laboratorio:
    hematocrito, creatinina plasmática,
    examen completo de orina, glicemia, uricemia, perfil
    lipídico, potasio plasmático.

  • ECG obligatorio en personas > 50
    años y/o en hipertensos en etapas 2 y 3 y/o en
    pacientes con antecedentes personales de enfermedad
    cardiovascular, independiente de la edad.

  • Control por médico con
    exámenes.

  • Consulta Especialidad: sospecha de HTA
    secundaria; refractariedad verdadera al tratamiento;
    complicación asociada significativa.

  • Tratamiento

El tratamiento se basa en los siguientes
puntos:

  • a) Recomendaciones

  • Bajar de peso: En pacientes con un
    índice de masa corporal superior a 27, se debe indicar
    bajar de peso. Una reducción incluso de sólo 5
    kg puede reducir la presión arterial en pacientes con
    sobrepeso.

  • Actividad física: La actividad
    aeróbica regular (ej. caminar 30-45 minutos a paso
    rápido por lo menos 3 veces a la semana) disminuye la
    presión arterial y el riesgo cardiovascular global. Se
    debe desaconsejar el ejercicio isométrico (pesas)
    debido a que puede provocar una elevación importante
    de la presión arterial. Todo ejercicio debe iniciarse
    en forma graduada (tanto en tiempo como en
    intensidad)

  • Consumo Moderado de Sal (sodio):
    Existe una alta correlación entre el consumo de sal y
    la incidencia de hipertensión. La excesiva sal en la
    dieta causa retención de líquidos y aumento de
    TA.

  • Consumo Moderado de Alcohol: No más de
    30g/día en hombres o 15g/día en mujeres. Una
    ingesta diaria mayor estos valores se acompaña de la
    elevación de la presión arterial.

  • Dejar de Fumar: Este solo hecho reduce la
    morbimortalidad cardiovascular. Se ha demostrado que el
    cigarro produce una elevación transitoria de la
    presión arterial probablemente a través de la
    estimulación adrenérgica. El mensaje de dejar
    de fumar debe ser claro y repetido en cada encuentro con el
    paciente y esta forma de actuar ayuda a dejar de fumar. Al
    año de dejar de fumar disminuye en un 50% el riesgo
    cardiovascular.

  • Reducir el consumo de café y bebidas
    estimulantes

  • Consumo de Potasio: La ingesta elevada de
    potasio pareciera proteger contra el desarrollo de la
    hipertensión y mejorar cifras de presión en
    pacientes hipertensos. Se recomienda una ingesta adecuada de
    potasio, preferentemente aumentando el consumo de frutas,
    verduras y pescados (algunas frutas y verduras ricas en
    potasio: jugo de naranja natural, pasas, ciruelas, tunas,
    kiwis, espinacas, porotos granados, palta).

  • Reducir el estrés: Tratar de evitar
    factores que causen estrés e igualmente pueden ensayar
    meditación o yoga.

  • b) Tratamiento farmacológico ( Anexo
    4)

La medicina actual para la hipertensión puede
ayudar a la mayoría de las personas a controlar la
presión arterial sin peligro. Son fáciles de tomar
y sus efectos secundarios, si se presentan, tienden a ser de poca
importancia.

Para tomar la decisión de iniciar tratamiento
farmacológico, se debe considerar la magnitud de la
presión arterial, la presencia de otros factores de riesgo
cardiovascular, y la presencia de daño de órganos
blanco (ver tabla 5). Si las medidas no-farmacológicas
fueron insuficientes para lograr la normotensión o si el
paciente presenta una hipertensión etapa 1 con
repercusión orgánica, diabetes asociada a la
hipertensión o una hipertensión en etapa 2 o 3, se
indicará tratamiento farmacológico.

Existen varias familias de hipotensores, las de uso
más frecuente son: diuréticos, b -bloqueadores,
inhibidores de la enzima convertidora (ECA), bloqueadores a
-adrenérgicos, bloqueadores de canales del
calcio.

  • DIURETICOS: Sirven para que los
    riñones eliminen el exceso de agua y sal del
    organismo. Así, la cantidad de líquido de la
    sangre disminuye y la presión arterial disminuye.(
    Hidroclorotiazida, Furosemida, espironolactona)

  • BETABLOQUEANTES (b- bloqueantes): Ayudan al
    corazón a latir más lentamente y con menos
    fuerza. Entonces el corazón bombea menos sangre por
    los vasos sanguíneos y la presión arterial
    disminuye.( Propanolol, Atenolol)

  • INHIBIDORES DE LA ECA: Impiden que el
    organismo produzca una hormona llamada angiotensina II. Por
    lo general, esta hormona hace que los vasos sanguíneos
    se estrechen. Los inhibidores de la CEA lo impiden y la
    presión arterial disminuye. ( Enalapril, Captopril,
    Losartan)

  • BLOQUEADORES DE LOS CANALES DEL CALCIO:
    Impide que el calcio entre en las células del
    músculo cardiaco y de los vasos sanguíneos.
    Esto hace que los vasos sanguíneos se relajen y la
    presión arterial disminuya.( Nifedipino, Nifedipino
    retard)

  • ALFABLOQUEADORES: Disminuye los impulsos
    nerviosos que contraen los vasos sanguíneos.
    Así, la sangre puede circular más libremente y
    la presión arterial disminuye.( Doxazosina)

  • ALFABETABLOQUEANTES: Disminuye los impulsos
    nervioso de la misma forma que los alfabetabloqueadores
    además de que los latidos del corazón sean
    más lentos. (metildopa, clonidina)

  • INHIBIDORES DEL SISTEMA NERVIOSO: Aumentan
    los impulsos nervioso del cerebro para relajar y ensanchar
    los vasos sanguíneos. Esto hace que la presión
    arterial disminuya.

  • VASODILATADORES: Relajan los músculos
    de las paredes de los vasos sanguíneos. Esto hace que
    la presión arterial disminuya.( AAS)

3.9 Prevención

Si bien no es posible eliminar por completo la
hipertensión, varias acciones son muy útiles y
necesarias para prevenir su aparición y para evitar el
empeoramiento de los síntomas:

  • incrementar la actividad física
    aeróbica;

  • mantener un peso corporal dentro de los
    estándares correspondientes a la edad y la estatura,
    según el sexo, lo que debe estar acorde con el IMC
    correspondiente;

  • reducir al mínimo el consumo de alcohol: al
    día no deben consumirse más de 30 ml de etanol,
    que equivale a 720 ml (2 latas) de cerveza; 300 ml de vino
    (dos copas; un vaso lleno contiene 250 ml); 60 ml de whisky
    (un quinto de vaso), en los varones; en las mujeres, la
    mitad;

  • reducir el consumo de sodio, hacer la
    suplementación de potasio;

  • consumir una dieta rica en frutas y vegetales;
    lácteos bajos en grasa con reducido contenido de grasa
    saturada y total;

  • privarse de todo tipo de tabaco (cigarro, pipa,
    habano, etc.), y

  • controlar la glicemia (sobre todo si la persona
    padece diabetes).

  • El AUGE (Anexo 5)

Beneficiarios de 15 años y más que sean
hipertensos o con indicios de presión arterial alta y
constante.

El régimen GES , o también conocido como
Auge, prioriza determinadas condiciones o problemas de salud y
les otorga legalmente 4 garantías: acceso, oportunidad,
calidad y protección financiera al paciente.

Dichas garantías, que son derecho para los
asegurados y obligaciones para FONASA, deben cumplirse cada vez
que se diagnostiquen alguno de los problemas de salud
incorporados en el Plan y se cumplan los demás requisitos
que para cada patología se establece.

Fonasa ofrece atención garantizada de
Diagnóstico y Tratamiento:

  • a) Diagnóstico:

  • Dentro de 45 días, desde la primera
    consulta con presión arterial mayor o igual a 140/ 90
    mmHg, para confirmar o descartar el diagnóstico.
    También acceso a evaluación integral que
    incluye exámenes de orina y sangre.

  • b) Tratamiento:

  • Inicio con medicamentos, si el médico
    lo indica, dentro de 24 horas, desde la
    confirmación diagnóstica. De no requerirse
    medicamentos, se garantiza consulta y educación con
    una enfermera o nutricionista.

  • Dentro de 90 días, desde la
    derivación según indicación
    médica, acceso a evaluación con
    especialista.

Garantía de protección financiera: copago
máximo a cancelar

  • Para tratar este problema de salud, los
    beneficiarios de los tramos A y B de FONASA no pagan por
    ninguna atención garantizada

  • Como FONASA fija protección financiera
    adicional para el AUGE, tampoco pagan, por ninguna
    atención garantizada incluida en este problema de
    salud, aquellos beneficiarios PRAIS y quienes tengan 60
    años y más, independiente de su tramo.
    Será gratis también para los menores de 60
    años de los tramos C y D.

(*) Si la atención garantizada se otorga en el
nivel secundario, los beneficiarios menores de 60 años, de
los tramos C y D, pagan como máximo el 10% y 20%,
respectivamente.

3.11 Crisis hipertensiva

a. Definición

Es la situación clínica derivada de un
alza de la presión arterial (PA), que obliga a un manejo
eficiente, rápido y vigilado de la presión
arterial, ya sea por los riesgos que implican las cifras
tensionales por sí mismas o por su asociación a una
condición clínica subyacente que se agrava con
ascensos discretos de la presión arterial.

Se distinguen:

Urgencia hipertensiva, es la situación
clínica en que la elevación brusca y
sintomática de la PA debe ser controlada en forma
rápida, pero no inmediata (en días). En general, no
hay riesgo vital. Las causas más frecuente de urgencia HTA
son:

_ Hipertensión con PAD > 130 mm Hg no
complicada

_ Hipertensión asociada a:

a) Insuficiencia cardiaca sin EPA

b) Angina estable

c) Crisis isquémica transitoria

_ Hipertensión severa en trasplantado

_ Urgencias de manejo intrahospitalario

_ Infarto cerebral

_ Pre-eclampsia con presión arterial
diastólica > 110 mm Hg

No constituye una crisis hipertensiva la HTA con cifras
tensionales elevadas, PAD >110 mmHg y <130 mmHg, sin
síntomas y sin amenaza de daño a corto plazo de
órganos blanco. Frecuentemente estos pacientes consultan
al Servicio de Urgencia con síntomas inespecíficos,
que coexisten con la HTA pero no son producidos por ella, tales
como epistaxis, vértigo paroxístico benigno,
cefaleas tensionales o migraña. En estas situaciones, como
la HTA se autolimita espontáneamente, puede ser peligroso
su manejo agresivo en el Box de Urgencia. Existen por otro lado
situaciones que elevan compensatoriamente la PA, en las cuales,
la reducción brusca de la PA puede agravar la
alteración primaria, como en ECV isquémica o
hemorrágica y la isquemia placentaria.

Emergencia hipertensiva, es la situación
clínica en que la PA es de tal magnitud o, las
circunstancias en las que la hipertensión se presenta son
de tales caracteres, en que la vida del paciente o integridad de
los órganos vitales están amenazados, lo cual
obliga a su control inmediato, en minutos u horas.

Causas de emergencia HTA:

  • Hipertensión asociada a:

  • Insuficiencia ventricular izquierda aguda

  • Insuficiencia coronaria aguda

  • Aneurisma disecante de la aorta

  • HTA severa más síndrome
    nefrítico agudo

  • Crisis renal en la esclerodermia

  • Hemorragia intracraneana

  • Hemorragia sub aracnoidea

  • Traumatismo encéfalo craneano

  • Cirugía con suturas arteriales

  • Encefalopatía
    hipertensiva-Hipertensión maligna

  • Eclampsia

  • Feocromocitoma en crisis hipertensiva y otros
    aumentos de catecolaminas

  • Crisis hipertensiva post:

  • supresión brusca de clonidina

  • interacción de drogas y alimentos con
    inhibidores de la MAO

  • cocaína

b. Evaluación clínica
inicial

En esta etapa hay que diferenciar urgencia de emergencia
(Anexo 6) en base a historia de HTA, manejo y adherencia,
presencia de daño de órganos blanco, ingesta de
fármacos/drogas (prescritas, ilícitas),
síntomas y signos sugerentes de compromiso progresivo de
órganos blanco (Angina, disnea, signos
neurológicos).

c. Tratamiento de las emergencias hipertensivas
(Anexo 7).

La elección de los fármacos para el
tratamiento de una emergencia hipertensiva depende del
órgano blanco y la presentación clínica. En
estos casos es necesario reducir de manera inmediata las cifras
tensionales1 y su tratamiento debe de ser en un hospital de
segundo o tercer nivel de atención. Entre los medicamentos
más comunes encontramos: Labetalol.

d. Tratamiento de las Urgencias Hipertensivas (Anexo
8)

En esta situación el manejo es ambulatorio, con
antihipertensivos por vía oral (Tabla 8). Es importante
tranquilizar al paciente y controlarlo periódicamente. Es
una situación en que se debe educar con mayor
énfasis al paciente en su enfermedad, en lo que implica
riesgos y en su prevención.

Los medicamentos a utilizar comúnmente
son:

Captopril: 25 mg oral, repetir por vía
sublingual según necesidad. El inicio de acción
ocurre en 15 a 30 minutos y la duración de su efecto es de
6 a 8 horas. Debe emplearse con precaución en caso de
depleción de volumen o estenosis bilateral de arterias
renales, al igual que en caso de creatininemia mayor a 3 mg/dL o
kalemia mayor de 5.0 mEq/L. Su uso está formalmente
contraindicado en embarazo.

Clonidina: 0,1-0.2 mg oral, repetir cada hora 0,2
mg hasta dosis total de 0,6 mg. El inicio de acción ocurre
en 30 a 60 minutos y la duración de su efecto es de 8 a 16
horas. Puede producir hipotensión o

Los pacientes con emergencia hipertensiva deben ser
derivados a un Servicio de Urgencia para que, en caso de
confirmarse la situación, se proceda a su admisión
inmediata y manejo apropiado.

Antecedentes
personales

  • NOMBRE: E.S.N

  • EDAD: 59 años

  • FECHA DE NACIMIENTO: 23 Agosto
    1954

  • SEXO: Femenino

  • ESCOLARIDAD: Enseñanza
    media completa

  • DOMICILIO: Antifil #
    145

  • ESTADO CIVIL: Casada

  • PREVISION: Fonasa B

  • DIAGNOSTICO: Hipertensión
    Arterial

Antecedentes
familiares

5.1 GENOGRAMA

Monografias.com
Monografias.com

Familia nuclear biparenteral ampliada Ca:
cáncer

HTA: hipertensión arterial

DM: diabetes mellitus

5.2 Ecomapa

Monografias.com

Anamnesis de la
enfermedad

6.1 Anamnesis Remota

Partes: 1, 2

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