Monografias.com > Religión
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Los Diezmos, ¿En la Ley o fuera de la Ley?



    EL SANTO MANDAMIENTO DEL
    DIEZMO

    "Pues de Él se da
    testimonio: TU ERES SACERDOTE PARA SIEMPRE SEGÚN EL ORDEN
    DE MELQUISEDEC" (Hebreos 7:17).

    Partamos este curso con la pregunta: Según lo que
    usted sabe o piensa, ¿Cuál es el principal
    ministerio actual de nuestro Señor Jesucristo?.
    ¿Intercesor? ¿Abogado? ¿Cabeza de la
    Iglesia? ¿Dador de dones ministeriales? ¿Cuidador y
    Protector de del pueblo de Dios? ¿Buen Pastor?, todo esto
    es correcto, pero hay más y mayor todavía. La
    Biblia dice que Jesús es Sumo Sacerdote según el
    orden de Melquisedec, esto quiere decir que todos sus otros
    ministerios se fundamentan en este, este conocimiento tiene un
    gran significado para nosotros. El ministerio sacerdotal es la
    más grande expresión ministerial del hombre para
    con Dios y permite el fluir de las mayores bendiciones desde el
    trono del Señor para Su pueblo.

    Comprender esto será de mucha bendición
    para comprobar el origen del mandamiento del diezmo porque
    aún sin serlo, un mandamiento, fue practicado como un
    principio espiritual antes de la ley. El gran Sumo Sacerdote
    ahora entronado en los cielos dijo: "Yo he venido para que tengan
    vida y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10) y
    además Pedro agrega: "pues su divino poder nos ha
    concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante
    el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su
    gloria y excelencia" (2ª de Pedro 1:3). Lo que tenemos que
    hacer es comprender bien el ministerio sacerdotal para luego
    saber la forma de Dios para bendecirnos y hacernos
    prósperos.

    Antes de la ley de Moisés surge la figura de
    Melquisedec y esta es su breve biografía: dos veces se
    menciona a Melquisedec en el Antiguo Testamento, en
    Génesis 14:18 y en Salmos 110:4. Fue un antiguo rey y
    sacerdote "del Altísimo" Génesis 14:18.
    Después de una batalla salió al encuentro de
    Abraham para ofrecerle bondadosamente pan y vino. Como rey de
    justicia y de paz, Melquisedec se convirtió en eterno
    representante y cabeza del más excelso orden del
    sacerdocio levítico, y el libro de Hebreos presenta a
    Cristo como Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec.
    La Biblia dice de él: "Porque este Melquisedec, rey
    de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, el cual se
    encontró con Abraham cuando éste regresaba de la
    matanza de los reyes, y lo bendijo, y a quién Abraham le
    entregó el diezmo de todos los despojos, cuyo nombre
    significa primeramente rey de justicia, y luego también
    rey de Salem, esto es, rey de paz, sin padre, sin madre, sin
    genealogía, no teniendo principio de días no fin de
    vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote
    a perpetuidad. Considerad, pues, la grandeza de este hombre a
    quién Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del
    botín" (Hebreos 7:1-4).
    Aquí hay una gran
    lección, significa que ni el ministerio sacerdotal, ni el
    principio del diezmo fueron establecidos por la ley.

    Cuando Abraham obtuvo una impresionante victoria sobre
    cuatro reyes, poderosos en su época, le sale al encuentro
    Melquisedec, Sumo Sacerdote del Altísimo. El patriarca
    entendió que toda victoria y toda provisión
    provienen de Dios, que si fue posible lograr tan grande victoria
    con un puñado de sirvientes fue porque el Dios
    Altísimo estuvo con él concediéndole una
    victoria que ni lógicamente ni militarmente parecía
    posible. Ahora él por gratitud y reconocimiento al
    Señor debía adorarle pero no bajo el impulso de una
    ley que lo obligara a hacerlo bajo castigo sino por una actitud
    que nació de un corazón agradecido. Bajo este orden
    o principio Abraham presentó a Dios los diezmos de todo lo
    que poseía. Y aquí surge una interrogante,
    ¿por medio de qué Abraham reconoce que Dios es
    digno de ser adorado por la provisión de victoria?, con
    sus diezmos, por supuesto. Nadie puede proclamar a los cuatro
    vientos que ama al Señor y que cumple con sus mandamientos
    si no lo está haciendo también con los diezmos y
    las ofrendas.

    Ahora sabemos que la Biblia dice que Jesús el
    Señor es Sumo Sacerdote según el orden de
    Melquisedec. Si Abraham en reconocimiento de la calidad de
    sacerdote del Dios Altísimo le entrega los diezmos de
    todo, ¿por qué no lo habremos de hacer nosotros con
    Cristo si pertenece a ese mismo orden para siempre?
    ¿Porqué no lo reverenciamos, adoramos, y le
    ministramos con el diez por ciento de todo lo que poseemos, de la
    misma forma que lo hizo Abraham? El hombre y la mujer que no
    quiere diezmar, buscará miles de excusas para no hacerlo,
    sin darse cuenta que está actuando neciamente revelando
    que tiene un mal en su vida que es el amor al dinero, raíz
    de toda enfermedad, calamidad, pobreza y maldición. No
    tiene importancia si ganas poco o mucho, si eres un obrero o un
    profesional. El principio sacerdotal de Cristo y del diezmo sigue
    siendo el mismo.

    Como hijos e hijas de Dios se tiene que formar en
    nosotros la conciencia de un diezmador, y esta
    conciencia se forma por medio del conocimiento de la Palabra de
    Dios y por la idea siempre latente de que toda provisión
    material y espiritual vienen de arriba, vienen de Dios, por eso
    reiteramos en este estudio que la actitud de diezmar y ofrendar
    nace antes de la ley. Primero fue Abel con su ofrenda de lo
    más gordo de su ganado, luego Noé cuando
    salió del arca y ofreció sacrificios de lo
    más limpio, y como hemos dicho, también Abraham y
    por estos ejemplos de vida en Jacob se forma una conciencia de
    diezmador, de tal modo que cuando él vive una experiencia
    sobrenatural con el Señor expresa: " He hizo Jacob
    voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este
    viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para
    vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová
    será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por
    señal, será casa de Dios; y de todo lo que me
    dieres, el diezmo apartaré para ti".
    Jacob no
    estaba bajo la ley. La decisión de diezmar no surge en
    respuesta a una obligación, fue una respuesta a Dios al
    prometerle lo mismo que se le prometió a Isaac y a Abraham
    (Génesis 28:13,14). El Señor nuestro Dios nos ha
    prometido cielo nuevo y tierra nueva, nos ha prometido moradas
    eternas que Jesús fue a preparar para cada uno de
    nosotros, también nos prometió una ciudad
    celestial, la nueva Jerusalén; es más, la Biblia
    dice que "cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni
    han subido a corazón de hombre, son las que Dios ha
    preparado para los que le aman
    " (1ª de Corintios 2:9),
    o sea, que no hay punto de comparación entre las promesas
    hechas a los patriarcas y las hechas a nosotros. Si los que
    recibieron promesas temporales de parte del Señor
    respondieron con una conciencia de un diezmador, ¿no
    deberíamos hacer lo mismo nosotros siendo que las promesas
    dadas son eternas? La conciencia de un diezmador permite ver en
    los diezmos la libertad que nos ha dado el Señor,
    además de vivir una eternidad más allá de la
    muerte. El diezmo es una mínima parte que se debe dar al
    Señor por tanta bendición que cada día nos
    entrega.

    Precisamos entender que el diezmo y la ofrenda van
    más allá de la vida misma del diezmador,
    expresó el salmista: "yo fui joven, y ya soy viejo, y
    no he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando
    pan
    " (Salmos 37:25) ¿de donde sale la
    convicción del salmista?, de la confianza en las promesas
    y fidelidad de Dios: " y ponedme ahora a prueba en esto, dice el
    Señor de los ejércitos, si no os abriré las
    ventanas del cielo, y derramaré sobre vosotros
    bendición hasta que sobreabunde. Por vosotros
    reprenderé al devorador, para que no os destruya los
    frutos del suelo; ni vuestra vid en el campo será
    estéril, dice el Señor de los ejércitos. Y
    todas las naciones os llamarán bienaventurados, porque
    seréis una tierra de delicias, dice el Señor de los
    ejércitos" (Malaquías 3:10-12). No necesitas
    preocuparte de nada cuando tu relación con el Señor
    está correcta. Y la relación correcta al diezmar y
    al ofrendar se expresa a través de la actitud al hacerlo.
    Hay buena y mala actitud. Diezmar y ofrendar debe ser un estilo
    de vida, un constante ministrar al Señor por sus dones
    generosos, por su provisión constante, por su amparo y
    protección siempre. Y nuestra actitud al diezmar y
    ofrendar se debe ser con satisfacción, con placer;
    "cada uno dé como propuso en su corazón; no
    con tristeza, ni por necesidad
    , porque Dios ama al dador
    alegre
    " 2ª de Corintios 9:7. Así es la mente y
    la conciencia del diezmador y del ofrendador entendiendo que Dios
    honra a los que le honran.

    ¿Y que del dinero? A medida que
    ha pasado el tiempo el hombre ha debido buscar diversas formas
    para adquirir los bienes que necesita, y en la actualidad el
    papel moneda es la principal manera utilizada para comprar, si
    bien es cierto el dinero existe desde tiempos muy remotos,
    también en la actualidad existen otras formas como las
    tarjetas de crédito, los cheques, y otras formas de
    mercadeo que antes no existían. Pero no importa como se
    expresa el dinero, es dinero igual. Cuando una persona diezmaba
    al sacerdote bajo la ley, dice la Escritura que si el lugar le
    quedaba muy distante para llevar los animales y los productos de
    la tierra debía convertirlos en dinero y traerlos al
    sacerdote levita.

    Muchos hoy en día se asombran de saber que el
    pueblo de Dios, los judíos, son muy ricos y poderosos
    económicamente. Esto se debe única y exclusivamente
    a la fidelidad de ellos en dar los diezmos de todos sus bienes,
    es una forma de vida. Y por supuesto el Señor, fiel a sus
    promesas los bendice. ¿Y como desatar esta
    bendición
    ? El Señor Jesús nos ha
    prometido una vida abundante y esto se debe interpretar tanto en
    el sentido espiritual como material; si conocemos que a
    través de la oración, el estudio de la Palabra, de
    la asistencia fiel a los servicios en la Casa de Dios, del ayuno,
    etc; desatamos sobre nosotros toda bendición espiritual,
    es a través de los diezmos de todo y de las ofrendas como
    desatamos toda bendición material sobre nosotros, no hay
    otra manera bíblica. ¿Podrá Dios bendecirlo
    si usted reprende todo espíritu de pobreza y miseria, o de
    escasés, si no tiene conciencia de diezmador y de
    ofrendador?. La llave para abrir las puertas de los graneros del
    cielo es el diezmo y la ofrenda. Hay personas que se retiran para
    orar y pedir y solo pedir, esto es un espíritu
    egoísta operando; está bien orar y pedir pero lo
    que desatará el poder será dar a Dios.

    Hay un principio que es necesario conocer: el
    principio de las manos vacías
    .

    Éxodo 24:15-18; 25:1. Moisés sube al monte
    para recibir de Dios la ley y una serie de mandamientos para el
    pueblo, y cuando se encontraba más espiritual que nunca el
    Señor lo primero que le pide es una ofrenda. Hay hijos e
    hijas de Dios que dicen creer en Él y servirle y sin
    embargo no diezman y ni ofrendan como lo ha mandado. Cuando se
    allegan a la iglesia o al templo lo hacen con las manos
    vacías: "Tres veces al año se
    presentarán todos tus varones delante del Señor tu
    Dios en el lugar que Él escoja: en la fiesta de los panes
    sin levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los
    tabernáculos; y no se presentarán con las manos
    vacías delante del Señor
    ". (Deuteronomio
    16:16). La Iglesia Primitiva era esa clase de Iglesia. Su
    prosperidad fue tan grande que traían el producto de la
    venta de sus bienes a los apóstoles. Lo daban todo. Ese
    fue el pacto que hicieron con el Señor, no estaban
    obligados a hacerlo pero como tenían conciencia de dar, lo
    hacían con gozo porque creyeron en la provisión de
    Dios. Proverbios 3:9,10: "Honra al Señor con tus
    bienes, y con las primicias de todos tus frutos; entonces tus
    graneros de llenarán con abundancia, y tus lagares
    rebosarán de mosto
    ".

    El obrero es digno de su salario: Dice
    1ª de Timoteo 5:17,18; "Los ancianos que gobiernan
    bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que
    trabajan en predicar y enseñar. Pues la Escritura dice: No
    pondrás bozal al buey que trilla, y digno es el obrero de
    su salario
    ". El termino "honor" en el griego es
    equivalente a "salario". Entonces tenemos que la Biblia nos dice
    que los pastores que administran bien, que hacen su trabajo como
    corresponde, sean tenidos dignos de doble honor o doble salario.
    "No pondrás bozal al buey que trilla" es el ejemplo dado
    por el apóstol. El buey que trabajaba en la trilla
    debía tener libertad para comer lo que quisiera del campo
    mientras trillaba. La forma que Dios ha provisto para sostener al
    ministro que administra y enseña la Palabra es por el
    diezmo y las ofrendas. Recuerde que el diezmo es antes de la ley
    y que fue ratificado por nuestro Maestro y Ejemplo a seguir,
    "Mas ¡ay de vosotros, fariseos! Que diezmáis
    la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto
    la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin
    dejar aquello
    " (Lucas 11:42).

    El argumento que mencionaremos ahora y que se enlaza con
    lo que acabamos de estudiar, nos dará mayor claridad para
    comprender que no diezmar ni ofrendar nos pone lejos de las
    bendiciones de Dios. Supongamos que la ley del diezmo, como la
    excusa que utilizan los que no quieren diezmar, sea solo para el
    Antiguo Testamento, ¿Cómo interpretamos estas
    palabras del Señor Jesús?, "no
    penséis que he venido para abolir la ley o los profetas;
    no he venido para abolir, sino para cumplir. Porque en verdad os
    digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se
    perderá ni la letra más pequeña ni una tilde
    de la ley, hasta que toda se cumpla. Cualquiera, pues, que anule
    uno solo de estos mandamientos, aun de los más
    pequeños, y así lo enseñe a otros,
    será llamado muy pequeño en el reino de los cielos;
    pero cualquiera que los guarde, y los enseñe, este
    será llamado grande en el reino de los cielos
    "
    (Mateo 5:17-19). Esto quiere decir que si hemos establecido en
    nuestro corazón el señorío de Cristo,
    seguimos su ejemplo. Y el ejemplo a seguir del Señor es en
    todo. Si Él pudo cumplir con la Palabra de Dios, nosotros
    también podemos porque seguimos sus pisadas.

    Cerraremos este curso aprendiendo de la eternidad
    del diezmo
    , el más grande misterio financiero de
    las Escrituras. Todo diezmo lleva una dirección; si usted
    diezma, en algún momento su diezmo llegará al cielo
    y golpeará las puertas de las grandes bodegas que se
    abrirán para fluir provisión sobre usted, porque el
    que recibe su diezmo le da dirección en razón de la
    cobertura a la que estamos sujetos todos. Si usted entrega sus
    diezmos a su pastor, este aparta el diezmo de su diezmo y lo
    entrega a su cobertura, esta cobertura aparta el diezmo para
    entregarlo a su propia cobertura, y así sucesivamente. A
    esto se le llama la "eternidad del diezmo". Si un Pastor recibe
    los diezmos de su congregación, la bendición no se
    detiene ahí porque él también diezma, si
    así no sucediera, el mismo no podría ser bendecido
    ni prosperado por Dios porque no está cumpliendo. Dios no
    hace acepción de personas.

    La persona que siempre anda buscando excusas para
    posponer sus diezmos y ofrendas es la misma que caminará
    bajo maldición en todo lo que haga. La Biblia dice que
    primeramente debemos buscar el Reino de Dios y su justicia y
    entonces todas las demás cosas serán
    añadidas. Apresúrese en demostrar la gratitud por
    todo lo que ha dado su Señor, hágalo como lo hizo
    Abraham, como lo hizo Jacob, como lo hacen millones de cristianos
    en todo el mundo, porque han entendido que diezmar es dar a Dios
    ¿o es mejor decir devolver? una pequeña parte en
    comparación a lo que Él nos da durante nuestra
    vida.

     

     

    Autor:

    Pr. Oscar Olivares Dondero

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter