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El libro de Enoc




Enviado por Francis A. Mota



Partes: 1, 2, 3, 4

  1. Acerca
    de la Obra
  2. Libro
    de los vigías
  3. Las
    Similitudes
  4. Libro
    Astronómico
  5. Libro
    de los Sueños
  6. La
    Epístola de Enoc
  7. Fragmento del Libro de
    Noé
  8. Bibliografía

Enoc descendiente de
Adán, padre de Matusalén, abuelo de Lamec y
bisabuelo de Noé (Gén 5:18-30).
Enoc fue un hombre de notable santidad que
disfrutó de íntima comunión con Dios. Era un
varón que contrastaba con su tiempo. En una época
en que "la maldad de los hombres era mucha en la tierra". Anduvo
con Dios, y desapareció porque Dios se lo llevó.
Por la fe Enoc fue trasladado para no ver la
muerte, y no fue hallado, porque Dios lo trasladó »
En la genealogía que menciona Lucas ocupa un sitio entre
los antepasados de Cristo (Lucas 3:37)

Acerca de la
Obra

El Libro de Enoc
 
ha sido traducido al castellano desde dos
versiones inglesas, editadas por  Robert H.
Charles 
Hedley F. Sparks, y desde la
versión francesa de François
Martin; 
las tres a su vez traducidas de los manuscritos
etíopes, cotejados con manuscritos griegos; corregidas
además estas versiones de acuerdo con losmanuscritos
arameos de Qumrân  (4QEn – 4QEnastr),
editados por  Josef T. Milik,  traducidos al
castellano por Florentino García M.

El libro de Enoc se
encuentra entre los libros intertestamentarios más
importantes. El texto completo existe únicamente en
etíope: pero hay secciones en griego, y se
dispone de fragmentos importantes del original arameo entre los
materiales de los manuscritos de Qumrán
esto contribuyen a aclarar las fechas de estos libros.
Enoc comprende cinco libros: El Libro de los
vigías, las Similitudes
, el Libro
astronómico,
el Libro de los
sueños
, la Epístola de
Enoc
y fragmento del libro de
Noé
, este parecer ser el comienzo de
otro libro, lo incluimos porque aparece en lo manuscrito del
Qumrán.

De los manuscritos de
Qumrán, las secciones más antiguas
son el Libro astronómico, el Libro
de los vigías,
el Libro de los
sueños
, la Epístola de
Enoc y el Libro de gigante. Los
manucristo del Qumrán incluyen fragmentos
de todos estos excepto de las Similitudes,
también proceden fragmentos de un Libro de
gigantes
, prácticamente desconocido, que
probablemente constituía el quinto libro del
Pentateuco de Enoc
el que posteriormente fue sustituido
por las Similitudes.

En el período intertestamentario
Enoc se convirtió en figura popular:
véase (Ecl 44:16; Ecl 44:49; Gén 14:16) (heb.
hebreo); Jubielos 4.14-26; 10.17; y probablemente
la leyenda de Enoc se elaboró en la
diáspora babilónica por oposición a los
sabios antediluvianos de las leyendas mesopotámicas.
Así Enoc se convirtió en el
iniciador del arte de escribir y el primer sabio, que
recibió revelaciones celestiales de los secretos del
universo y las transmitió por escrito a las generaciones
posteriores.

Según el Libro de los
Jubileos
( El Libro de Enoc texto
apócrifo escrito en tono midriático probablemente
en el siglo II a. C. por un judío fariseo; de la
versión hebrea solo se conservan los fragmentos
encontrados entre los manuscritos del Mar Muerto;
la versión mejor conservada es la
etíope.

En la tradición primitiva
Enoc, ocupa un lugar prominente, su
sabiduría científica, adquirida en
viajes a través de los cielos con guías
angelicales. Dicha sabiduría incluía
información astronómica,
cosmográfica, y
meteorológica, como también el
calendario solar de Qumrán. Era
también el profeta de Dios enviado a oponerse a los
ángeles caídos. La tradición
posterior (s.s. siglo(s) II antes de la era cristiana) recalca su
enseñanza ética, y especialmente
sus revelaciones apocalípticas del curso
de la historia del mundo hasta el último juicio. Se lo
identifica con el Hijo del hombre mesiánico (71.14-17), y
algunas tradiciones judaicas posteriores lo identificaban con la
figura casi divina de Metatrón
(Tárgum de Pseudo-Jonatán,
Gén 5:24; Gén 5:3).

Los primeros cristianos tuvieron gran
aprecio por el Libro de Enoc, como lo
atestiguan las epístolas canónicas de Judas (6 y
14-16) y 2 Pedro (2:4), así como la no canónica de
Bernabé y los escritos de Justino
Mártir 
(1001); Atenágoras
(170);
Tatiano (110-172); Irineo, Obispo de
Lyon (115-185); Clemente de Alejandría
(150-220); Tertuliano (160-230);
Lactantio  (260-325) y además los
de Metodio de Filipo, Minucius Felix,
Comodiano 
Prisciliano (m.
385).

Los versículos y apartes
incluidos [entre paréntesis] muy
probablemente no forman parte del
libro, especialmente el "Capítulo
108", 
que expresamente declara ser el comienzo de
otro libro. Sin embargo, se encuentran en varios manuscritos
etíopes o griegos, por lo que han sido incluidos en esta
traducción para que los lectores formen su propio criterio
al respecto.En el respectivo versículo, se citan
adicionalmente referencias a otros libros.

Libro de los
vigías

1 1 Palabras de bendición con
las que bendijo Enoc a los elegidos justos que vivirán en
el día de la tribulación, cuando serán
rechazados todos los malvados e impíos, mientras los
justos serán salvados. 2 Enoc, hombre justo a quien le fue
revelada una visión del Santo y del cielo pronunció
su oráculo y dijo: la visión del Santo de los
cielos me fue revelada y oí todas las palabras de los
Vigilantes y de los Santos y porque las escuché he
aprendido todo de ellos y he comprendido que no hablaré
para esta generación sino para una lejana que está
por venir. 3 Es acerca de los elegidos que hablo y a causa de
ellos que pronuncio mi oráculo: el Único Gran Santo
vendrá desde su morada 4 El Dios eterno andará
sobre la tierra, sobre el monte Sinaí aparecerá con
su gran ejército y surgirá en la fuerza de su poder
desde los alto de los cielos. 5 Y todos los Vigilantes
temblarán y serán castigados en lugares secretos y
todas las extremidades de la tierra se resquebrajarán y el
temor y un gran temblor se apoderarán de ellos hasta los
confines de la tierra. 6 La altas montañas se
resquebrajarán y derrumbarán y las colinas se
rebajarán y fundirán, como la cera ante la llama. 7
Y la tierra se dividirá y todo lo que está sobre la
tierra perecerá y habrá un juicio sobre todos. 8
Pero con los justos Él hará la paz y
protegerá a los elegidos y sobre ellos recaerá la
clemencia y todos ellos pertenecerán a Dios, serán
dichosos y benditos, los ayudará a todos y para ellos
brillará la luz de Dios. 9 Mirad que Él viene con
una multitud de sus santos, para ejecutar el juicio sobre todos y
aniquilará a los impíos y castigará a toda
carne por todas sus obras impías, las cuales ellos han
perversamente cometido y de todas las palabras altaneras y duras
que los malvados pecadores han hablado contra
Él.

1:5 St 2:19; 1:8 4Es
2:35;
1:9 Dt 33:2; Judas 14-15

2 1 Observad todas las cosas que
ocurren en el cielo, cómo las luminarias del cielo no
cambian su ruta en las posiciones de sus luces y cómo
todas nacen y se ponen, ordenadas cada una según su
estación y no desobedecen su orden. 2 Mirad la tierra y
presta atención a sus obras, desde el principio hasta el
fin, cómo ninguna obra de Dios sobre la tierra cambia, y
todas son visibles para vosotros. 3 Ved las señales del
verano y las señales del invierno, cómo la tierra
entera se llena de agua y las nubes rocían la lluvia sobre
ella.

2: 1 Ac 17:26,25 ; 2: 3 Mt
16:3; LC 12:54-57

3 1 Observad y ved cómo todos
los árboles se secan y cae todo su follaje; excepto
catorce árboles cuyo follaje permanece y esperan con todas
sus hojas viejas hasta que vengan nuevas tras dos o tres
años.

4 1 Y otra vez observad las
señales del verano, cómo en Él el sol quema
y rescalda y entonces sobre la superficie ardiente de la tierra
buscáis sombra y refugio del ardor del sol, sin encontrar
forma de marchar ni por el suelo y ni por las rocas, a causa del
calor.

5 1 Observad y ved todos los
árboles, cómo en todos ellos despuntan las hojas
verdes y los cubren y todos sus frutos son para adorno y gloria,
Ensalzad y considerad todo estas obras y sabed cómo el
Dios vivo, el que vive eternamente, Él ha hecho todas esas
cosas. 2 Cómo todas sus obras prosiguen de año en
año hasta siempre y todas le obedecen sin alteraciones y
todo pasa como Dios lo ha estatuido. 3 [Y ved como los mares y
los ríos de igual forma cumplen y no cambian sus tareas,
según los mandamientos de Él.] 4 Pero, vosotros
cambiáis sus tareas y no cumplís su palabra y en
cambio la habéis transgredido y habéis ultrajado su
grandeza con palabras altaneras e hirientes de vuestra boca
impura. Duros de corazón, ¡no habrá paz para
vosotros! 5 Por ello maldeciréis vuestros días y
los años de vuestra vida se perderán; pero los
años de vuestra destrucción se multiplicarán
como una maldición eterna, y no habrá misericordia
ni paz para vosotros. 6 En esos días vuestros nombres
significarán maldición eterna para todos los justos
y en vosotros serán malditos todos los malditos y por
vosotros jurarán todos los pecadores y malvados. 7 Para
los elegidos habrá luz, alegría y paz y
heredarán la tierra, pero para vosotros impíos
habrá maldición. 8 Y entonces la sabiduría
se dará a los elegidos y vivirán todos, y no
pecarán más ni por olvido ni por orgullo, sino que
en cambio los que sean sabios serán humildes. 9 No
transgredirán más ni pecarán el resto de su
vida, ni morirán por el castigo o por la ira divina, sino
que completarán el número de los días de su
vida. Su vida será aumentada en paz y sus años de
regocijo serán multiplicados en eterna alegría y
paz por todos los días de su vida.

5:7 Sal 37:11; Mt 5:4

6 1 Así sucedió, que
cuando en aquellos días se multiplicaron los hijos de los
hombres, les nacieron hijas hermosas y bonitas; 2 y los
Vigilantes, hijos del cielo las vieron y las desearon, y se
dijeron unos a otros: "Vayamos y escojamos mujeres de entre las
hijas de los hombres y engendremos hijos". 3 Entonces Shemihaza
que era su jefe, les dijo: "Temo que no queráis cumplir
con esta acción y sea yo el único responsable de un
gran pecado". 4 Pero ellos le respondieron: "Hagamos todos un
juramento y comprometámonos todos bajo un anatema a no
retroceder en este proyecto hasta ejecutarlo realmente". 5
Entonces todos juraron unidos y se comprometieron al respecto los
unos con los otros, bajo anatema. 6 Y eran en total doscientos
los que descendieron sobre la cima del monte que llamaron
"Hermon", porque sobre él habían jurado y se
habían comprometido mutuamente bajo anatema. 7 Estos son
los nombres de sus jefes: Shemihaza, quien era el principal y en
orden con relación a él, Ar'taqof, Rama'el,
Kokab'el, -'el, Ra'ma'el, Dani'el, Zeq'el, Baraq'el, 'Asa'el,
Harmoni, Matra'el, 'Anan'el, Sato'el, Shamsi'el, Sahari'el,
Tumi'el, Turi'el, Yomi'el, y Yehadi' el. 8 Estos son los jefes de
decena.

6: 2 Gn 6:1-4

7 1 Todos y sus jefes tomaron para
sí mujeres y cada uno escogió entre todas y
comenzaron a entrar en ellas y a contaminarse con ellas, a
enseñarles la brujería, la magia y el corte de
raíces y a enseñarles sobre las plantas. 2 Quedaron
embarazadas de ellos y parieron gigantes de unos tres mil codos
de altura que nacieron sobre la tierra y conforme a su
niñez crecieron; 3 y devoraban el trabajo de todos los
hijos de los hombres hasta que los humanos ya no lograban
abastecerles.

4 Entonces, los gigantes se volvieron
contra los humanos para matarlos y devorarlos; 5 y empezaron a
pecar contra todos los pájaros del cielo y contra todas
las bestias de la tierra, contra los reptiles y contra los peces
del mar y se devoraban los unos la carne de los otros y
bebían sangre. 6 Entonces la tierra acusó a los
impíos por todo lo que se había hecho en
ella.

7: 4 Sal 14:4; Mi 3:3; 7: 5 Jr 12:4 ; 7: 6
Gn 6:5-11,13; Ap 12:16

8 1 Y 'Asa'el enseñó a
los hombres a fabricar espadas de hierro y corazas de cobre y les
mostró cómo se extrae y se trabaja el oro hasta
dejarlo listo y en lo que respecta a la plata a repujarla para
brazaletes y otros adornos. A las mujeres les
enseñó sobre el antimonio, el maquillaje de los
ojos, las piedras preciosas y las tinturas  2 Y entonces
creció la mucho impiedad y ellos tomaron los caminos
equivocados y llegaron a corromperse en todas las formas. 3
Shemihaza enseñó encantamientos y a cortar
raíces; Hermoni a romper hechizos , brujería, magia
y habilidades afines; Baraq'el los signos de los rayos; Kokab'el
los presagios de las estrellas; Zeq'el los de los
relámpagos; -'el enseñó los significados;
Ar'taqof enseñó las señales de la tierra;
Shamsi'el los presagios del sol; y Sahari'el los de la luna, y
todos comenzaron a revelar secretos a sus esposas. 4 Como
parte de los hombres estaban siendo aniquilados, su grito
subía hasta el cielo.

6: 4 Ex 3:7-9

9 1 Entonces Miguel,
Sariel, Rafael y Gabriel observaron la tierra desde el santuario
de los cielos y vieron mucha sangre derramada sobre la tierra y
estaba toda llena de la injusticia y de la violencia que se
cometía sobre ella. 2 Considerando esto, los cuatro fueron
y se dijeron: "el grito y el lamento por la destrucción de
los hijos de la tierra sube hasta las puertas del
cielo".

3 Y dijeron a los santos del cielo: "Es
ahora a vosotros a quienes las almas de los hijos de los hombres
suplican diciendo 'llevad nuestra causa ante el Altísimo,
nuestra destrucción ante la gloria majestuosa y ante el
Señor de todos los señores' en cuanto a majestad".
4 Y Rafael, Miguel, Sariel y Gabriel dijeron al Señor del
mundo: "Tú eres nuestro gran Señor, el Señor
del mundo, el Dios de dioses, el Señor de señores y
el Rey de reyes; los cielos son el trono de tu gloria por todas
las generaciones que existen desde siempre; toda la tierra es el
escabel ante ti para siempre, y tu nombre es grande, santo y
bendito por toda la eternidad. 5 "Eres tú quien todo lo ha
creado y en ti reside el poder sobre todas las cosas; todo es
descubierto en toda su desnudez ante ti; tú lo ves todo y
nada se te puede esconder. 6 "Tú has visto lo que ha hecho
'Asa'el, como ha enseñado toda injusticia sobre la tierra
y revelado los secretos eternos que se cumplen en los cielos; 7 y
lo que ha enseñado a los humanos Shemihaza, al que
tú habías dado la facultad de gobernar sobre sus
compañeros. 8 "Ellos han ido hacia las hijas de los
hombres y se han acostado con ellas y se han profanado a
sí mismos descubriéndoles todo pecado. 9 "Luego,
estas mujeres han parido en el mundo gigantes, por lo que la
tierra se ha llenado de sangre e injusticia. 10 "Y ahora mira que
las almas de los que han muerto gritan y se lamentan hasta las
puertas del cielo y su gemido ha subido y no puede cesar debido a
la injusticia que se comete en la tierra. 11 "Pero tú que
conoces todas las cosas antes de que sucedan, tú que sabes
aquello, tú los toleras y no nos dices qué debemos
hacerles al observar eso".

9: 5 1Cr 29:10-12, Hb4:13; 9: 9
Gn 6:4,5,11; 9: 10 Ap 6:10; 9: 11 Ha
1:2-4

10 1 Entonces el Altísimo,
Grande y Santo habló y envió a Sariel al hijo de
Lamec. 2 Y le dijo: "Ve hacia Noé y dile en mi nombre,
'escóndete'; y revélale la consumación que
viene, pues la tierra entera va a perecer, un diluvio está
por venir sobre toda la tierra y todo lo que se encuentre sobre
ella perecerá. 3 "En seguida enseña al Justo, al
hijo de Lamec, lo que debe hacer para preservar su alma para la
vida y escapar definitivamente, pues por él será
sembrada una planta y serán establecidas todas las
generaciones". 4 Y además, el Señor le dijo a
Rafael: "Encadena a 'Asa'el de pies y manos, arrójalo en
las tinieblas, abre el desierto que está en Dudael y
arrójalo en él; 5 bota sobre él piedras
ásperas y cortantes, cúbrelo de tinieblas,
déjalo allí eternamente sin que pueda ver la luz, 6
y en el gran día del Juicio que sea arrojado al fuego.7
"Después, sana la tierra que los Vigilantes han corrompido
y anuncia su curación, a fin de que se sanen de la plaga y
que todos los hijos de los hombres no se pierdan debido al
misterio que los Vigilantes descubrieron y han enseñado a
sus hijos. 8 "Toda la tierra ha sido corrompida por medio de las
obras que fueron enseñadas por 'Asa'el, impútale
entonces todo pecado". 9 Y el Señor dijo a Gabriel:
"Procede contra los bastardos y réprobos hijos de la
fornicación y haz desaparecer a los hijos de los
Vigilantes de entre los humanos y hazlos entrar en una guerra de
destrucción, pues no habrá para ellos muchos
días. 10 "Ninguna petición en su favor será
concedida, pues esperan vivir una vida eterna o que cada uno viva
quinientos años. 11 Y a Miguel le dijo el Señor: ve
y anuncia a Shemihaza y a todos sus cómplices que se
unieron con mujeres y se contaminaron con ellas en su
impureza,  12 ¡que sus hijos perecerán y ellos
verán la destrucción de sus queridos!
Encadénalos durante setenta generaciones en los valles de
la tierra hasta el gran día de su juicio. 13 "En esos
días se les llevará al abismo de fuego, a los
tormentos y al encierro en la prisión eterna. 14 "Todo el
que sea condenado, estará perdido de ahí en
adelante y será encadenado con ellos hasta la
destrucción de su generación. Y en la época
del juicio que yo juzgaré, perecerán por todas las
generaciones. 15 "Destruye todos los espíritus de los
bastardos y de los hijos de los Vigilantes porque han hecho obrar
mal a los humanos. 16 "Destruye la opresión de la faz de
la tierra, haz perecer toda obra de impiedad y haz que aparezca
la planta de justicia; ella será una bendición y
las obras de los justos serán plantadas en alegría
para siempre. 17 "En ese tiempo todos los justos escaparán
y vivirán hasta que engendren millares. Todos los
días de vuestra juventud y vuestra vejez se
completarán en paz. 18 "Entonces toda la tierra
será cultivada en justicia y toda ella será
plantada de árboles y llena de bendición. 19 "Todos
los árboles de la tierra que deseen serán plantados
en ella y sembrarán allí viñas y cada una de
ellas producirá mil jarras de vino y cada semilla
producirá mil medidas por una, y una medida de aceitunas
producirá diez lagares de aceite. 20 "Y limpia tú
la tierra de toda opresión, de toda violencia, de todo
pecado, de toda impiedad y de toda maldad que ocurre en ella y
hazles desaparecer de la tierra. 21 "Y todos los hijos de los
hombres llegarán a ser justos y todas las naciones me
adorarán, se dirigirán en oración a
mí y me alabarán. 22 "Y la tierra estará
limpia de toda corrupción, de todo pecado, de todo castigo
y de todo dolor y yo no enviaré más plagas sobre la
tierra, hasta las generaciones de las generaciones ni por toda la
eternidad.

10: 7 Jl 2:22; 10: 12 2P 2:4;
Judas 6
; 10: 13 Ap 20:10

11 1 "Y en esos días
abriré los tesoros de bendición que están en
el cielo, para hacerlos descender sobre la tierra, sobre las
obras y el trabajo de los hijos de los hombres 2 "Y la paz y la
verdad estarán unidas todos los días del mundo y
por todas las generaciones.

12 1 Ante esos sucesos Enoc
había sido ocultado y no había ningún humano
que supiera dónde fue escondido ni dónde
están ni qué le sucedió. 2 El hacía
todas sus acciones con los Vigilantes y pasaba sus días
con los santos. 3 Así, yo Enoc estaba comenzando a
bendecir al Señor de majestad, al Rey de los tiempos, y he
aquí que el Vigilante del gran Santo me llamó a
mí, Enoc el escribiente y me dijo: 4 "Enoc, escriba de
justicia, ve a los Vigilantes del cielo que han abandonado las
alturas del cielo, el eterno lugar santo y que se han contaminado
con las mujeres haciendo como hacen los hijos de los hombres, y
han tomado mujeres y han forjado una gran obra de
corrupción sobre la tierra, y hazles saber 5 que no
habrá para ellos paz ni redención de su pecado. 6
"Y así como gozaron a causa de sus hijos ellos
verán la muerte de sus bienamados y llorarán por la
pérdida de sus hijos y suplicarán eternamente, pero
no habrá para ellos misericordia ni paz".

12: 1 Gn 5:24; Si 44:16; Sb 4:10,11; Hb
11:5

13 1 Luego, Enoc se fue y le dijo a
'Asa'el: "No habrá paz para ti, contra ti ha sido
pronunciado un gran juicio para encadenarte. 2 "No habrá
para ti ni tregua ni intercesión, porque has
enseñado la injusticia y a causa de todas las obras de
impiedad, violencia y pecado que has enseñado a los
humanos. 3 Y avanzando les hablé a todos ellos y todos
temieron y se espantaron y el temblor se apoderó de ellos.
4 Me suplicaron que elevara una petición por ellos para
que pudieran encontrar perdón por sus pecados y que la
leyera en presencia del Señor del cielo.

5 Porque desde entonces ellos no pueden
hablar a Dios ni levantar sus ojos al cielo, debido a la
vergüenza por los crímenes por los cuales fueron
condenados. 6 Entonces escribí su oración con todas
sus peticiones por sus almas y por cada una de sus obras y por lo
que suplicaban todos, que hubiera para ellos perdón y
larga vida. 7 Fui y me senté junto a las aguas de Dan, en
la tierra de Dan, al sur del Hermonín, a su lado
occidental y estuve leyendo el libro donde anoté sus
peticiones, hasta que me dormí. 8 He aquí que me
vinieron sueños y cayeron sobre mí visiones hasta
que levanté mis párpados a las puertas del palacio
del cielo y vi una visión del rigor del castigo. Y vino
una voz y me dijo: "Habla a los hijos del cielo para
reprenderles". 9 Cuando desperté fui a ellos. Todos
estaban reunidos juntos y sentados llorando, en la Fuente del
Llanto que está entre el Líbano y Senir, con los
rostros cubiertos. 10 Conté delante de ellos todas las
visiones que había visto en sueños y me puse a
hablar con palabras de justicia y de visión y a reprender
a los Vigilantes celestiales.

14 1 Este es el libro de las
palabras de la verdad y de la reprensión de los Vigilantes
que existen desde siempre según lo ordenó el Gran
Santo en el sueño que tuve. 2 En esta visión vi en
mi sueño lo que digo ahora con la lengua de carne, con el
aliento de mi boca, que el Grande ha dado a los humanos para que
hablen con ella y para que comprendan en el corazón.
Así como Dios ha creado y destinado a los hijos de los
hombres para que entiendan las palabras de conocimiento,
así me ha creado, hecho y destinado a mí para que
reprenda a los Vigilantes, a los hijos del cielo. 3 Vigilantes:
yo escribí vuestra petición y en una visión
se me reveló que no será concedida nunca y que
habrá juicio por decisión y decreto contra
vosotros, 4 que a partir de ahora no volveréis al
cielo y por todas las épocas no subiréis, 5
porque ha sido decretada la sentencia para encadenaros en las
prisiones de la tierra por toda la eternidad. 6 Pero antes
veréis que todos vuestros seres queridos irán a la
destrucción con todos sus hijos y las riquezas de tus
seres queridos y de sus hijos no las disfrutaréis y ellos
caerán en vuestra presencia por la espada de
destrucción. 7 Pues vuestra petición por ellos ni
la petición por vosotros serán concedidas.
Continuaréis pidiendo y suplicando y mientras
lloráis no pronunciéis ni una palabra del texto que
he escrito. 8 Esto me fue revelado en la visión: He
aquí que las nubes me llamaban, la neblina me gritaba y
los relámpagos y truenos me apremiaban y me
despedían y en la visión los vientos me
hacían volar, me levantaban en lo alto, me llevaban y me
entraban en los cielos.

9 Entré en ellos hasta que
llegué al muro de un edificio construido con piedras de
granizo, rodeado y cercado completamente con lenguas de fuego que
comenzaron a asustarme. 10 Entré por esas lenguas de fuego
hasta que llegué a una casa grande construida con piedras
de granizo cuyos muros. eran como planchas de piedra; todas ellas
eran de nieve y su suelo estaba hecho de nieve. 11 Su techo era
como relámpagos y trueno y entre ellos querubines de fuego
y su cielo era de agua. 12 Un fuego ardiente rodeaba todos sus
muros cercándolos por completo y las puertas eran de fuego
ardiente. 13 Entré en esta casa que era caliente como
fuego y fría como nieve. No había en ella ninguno
de los placeres de la vida. Me consumió el miedo y el
temblor se apoderó de mí. 14 Tiritando y temblando
caí sobre mi rostro y se me reveló una
visión: 15 He aquí que vi una puerta que se
abría delante de mí y otra casa que era más
grande que la anterior, construida toda con lenguas de fuego. 16
Toda ella era superior a la otra en esplendor, gloria y majestad,
tanto que no puedo describiros su esplendor y majestad. 17 Su
piso era de fuego y su parte superior de truenos y
relámpagos y su techo de fuego ardiente. 18 Me fue
revelada y vi en ella un trono elevado cuyo aspecto era el del
cristal y cuyo contorno era como el sol brillante y tuve
visión de querubín.19 Por encima del trono
salían ríos de fuego ardiente y yo no
resistía mirar hacia allá. 20 La Gran Gloria
tenía sede en el trono y su vestido lucía
más brillante que el sol y más blanco que cualquier
nieve; 21 ningún ángel podía entrar verle la
cara debido a la magnífica Gloria y ningún ser de
carne podía mirarlo. 22 Un fuego ardiente le rodeaba y un
gran fuego se levantaba ante Él. Ninguno de los que le
rodeaba podía acercársele y multitudes y multitudes
estaban de pie ante Él y Él no necesitaba
consejeros.23 Y las santidades de los santos que estaban cerca de
Él no se alejaban durante la noche ni se separaban de
Él. 24 Yo hasta este momento estaba postrado sobre mi
rostro, temblando y el Señor por su propia boca me
llamó y me dijo: "Ven aquí Enoc y escucha mi
Palabra". 25 Y vino a mí uno de los santos, me
despertó, me hizo levantar y acercarme a la puerta e
incliné hacia abajo mi cabeza.

14: 1 Ac 2:3

15 1 Y él me
correspondió y me habló y yo oí su voz: "No
temas Enoc, hombre de justo, escriba de justicia; acércate
y escucha mi voz. 2 "Ve y dile a los Vigilantes del cielo que te
han enviado a suplicar por ellos: 'A vosotros corresponde
interceder por los humanos y no a los humanos por vosotros'. 3
'¿Por qué habéis abandonando el cielo alto,
santo y eterno, os habéis acostado con mujeres y profanado
a vosotros mismos con las hijas de los hombres y tomado esposas
como los hijos de la tierra y habéis engendrado hijos
gigantes? 4 'Vosotros que fuisteis santos espirituales viviendo
una vida eterna os habéis manchado con la sangre de las
mujeres y habéis engendrado con la sangre de la carne y
como los hijos del hombre habéis deseado después
carne y sangre como aquellos que mueren y perecen' . 5 "Por eso
yo les he dado a ellos mujeres para que las fecunden y engendren
hijos por ellas y para que así no falten ellos sobre la
tierra." 6 'En cuanto a vosotros, fuisteis primero espirituales,
viviendo una vida eterna, inmortal por todas las generaciones del
mundo; 7 por ello no se os han atribuido mujeres, pues la morada
de los espíritus del cielo es el cielo". 8 "Y ahora, los
gigantes que han nacido de los espíritus y de la carne,
serán llamados en la tierra espíritus malignos y
sobre la tierra estará su morada 9 "Los espíritus
malos proceden de sus cuerpos, porque han nacido de humanos y de
los santos Vigilantes es su comienzo y origen primordial.
Estarán los espíritus malos sobre la tierra y
serán llamados espíritus malos. 10 "Los
espíritus del cielo tienen su casa en el cielo y los
espíritus de la tierra que fueron engendrados sobre la
tierra tienen su casa en la tierra. 11 "Y los espíritus de
los gigantes, de los Nefilim, que afligen, oprimen, invaden,
combaten y destruyen sobre la tierra y causan penalidades, ellos
aunque no comen tienen hambre y sed y causan daños. 12
"estos espíritus se levantarán contra los hijos de
los hombre y contra las mujeres porque de ellos
proceden.

16 1 "Después de la muerte de
los gigantes cuando los espíritus han salidos de su
cuerpo, su carne será destruida antes del juicio.
Serán así destruidos hasta el día de la gran
consumación, del gran juicio en el cual el tiempo
terminará para los Vigilantes e impíos y
seréis totalmente consumados. 2 "Y ahora, a los
Vigilantes, que te han enviado a suplicar por ellos, que en otra
época habitaban en el cielo, diles: 3 'Vosotros estabais
en el cielo pero todos los misterios no se os habían
revelado. No habéis conocido sino un misterio indigno y en
el endurecimiento de vuestro corazón lo habéis
comunicado a las mujeres y por ese misterio ellas y los hombres
han multiplicado el mal sobre la tierra". 4 "Diles pues: 'No
tendréis paz'".

17 1 Después me llevaron a un
sitio cuyos habitantes son como el fuego ardiente, pero cuando
desean aparecen como humanos. 2 Me llevaron a la casa de la
tempestad, sobre una montaña cuya cima tocaba el cielo, 3
y vi las mansiones de las luminarias y los tesoros de las
estrellas y del trueno, en los extremos del abismo donde
están el arco de fuego, sus flechas y carcaj, la espada de
fuego y todos los relámpagos. 4 Luego me llevaron hasta
las aguas de vida y hasta el fuego del occidente, el que
recogió todas las puestas de sol. 5 Llegué hasta un
río de fuego cuyas llamas corren como agua y desemboca en
el gran mar que está al lado del poniente; 6 vi grandes
ríos y llegué a una gran oscuridad y hasta donde
ningún ser carnal camina; 7 vi las montañas de las
tinieblas de invierno y el sitio hacia donde fluyen todas las
aguas del abismo; 8 y vi la desembocadura de todos los
ríos de la tierra y la desembocadura del
abismo.

18 1 Vi los tesoros de los vientos y
vi que con ellos Él ha adornado toda la creación y
los cimientos de la tierra; 2 y vi también la piedra
angular de la tierra y los cuatro vientos que sostienen la tierra
y el firmamento; 3 vi como los vientos extienden el velo del
cielo en lo alto y cómo tienen su puesto entre el cielo y
la tierra: son las columnas del cielo; 4 vi los vientos que hacen
girar y que conducen por las órbitas del sol y de los
astros en sus estancias; 5 vi los vientos que sostienen las nubes
sobre la tierra; vi los caminos de los ángeles; vi en los
confines de la tierra el firmamento en lo alto. 6 Después
fui al sur y vi un sitio que ardía día y noche, en
donde se encontraban siete montañas de piedras preciosas,
tres del lado oriental y tres del lado del mediodía. 7
Así, entre las que estaban en el oriente, una era de
piedra multicolor, una de perlas, y la otra de piedras
medicinales; y las que estaban en el sur eran de piedra roja. 8
La del medio se elevaba hasta el cielo como el trono del
Señor y la parte alta del trono era de zafiro.

9 Yo vi un fuego ardiente, y más
allá de esas montañas 10 está una
región donde termina la gran tierra, y ahí culminan
los cielos. 11 Luego me fue mostrado un profundo abismo entre
columnas de fuego celeste, y vi en él columnas de fuego
que descendían al fondo y cuya altura y profundidad eran
inconmensurables; 12 y más allá de este abismo vi
un sitio sobre el cual no se extendía el firmamento, bajo
el cual no había tampoco cimientos de la tierra; sobre el
que no había ni agua ni pájaros, sino que era un
lugar desierto y terrible. 13 Allí vi siete estrellas
parecidas a grandes montañas, que ardían, y cuando
pregunté sobre esto, 14 El ángel me dijo: "Este
sitio es el final del cielo y de la tierra; ha llegado a ser la
prisión de las estrellas y de los poderes del cielo. 15
"Las estrellas que ruedan sobre el fuego son las que han
transgredido el mandamiento del Señor, desde el comienzo
de su ascenso, porque no han llegado a su debido tiempo; 16 y
Él se irritó contra ellas y las ha encadenado hasta
el tiempo de la consumación de su culpa para siempre, en
el año del misterio".

19 1 Después Sariel me dijo:
" Aquí estarán los Vigilantes que se han conectado
por su propia cuenta con mujeres. Sus espíritus asumiendo
muy diversas apariencias se han corrompido y han descarriado a
los humanos para que sacrifiquen a demonios y dioses, hasta el
día del gran juicio, en que serán juzgados y
encontrarán su final.2 "En cuanto a sus mujeres, las que
fueron seducidas por los Vigilantes, se volverán
sosegadas". 3 Yo Enoc, solo, he visto la visión, el final
de todas las cosas y ningún humano ha visto lo que yo he
visto.

20 1 He aquí los nombres de
los santos ángeles que vigilan: 2 Uriel, uno de los santos
ángeles, llamado el del trueno y el temblor;3 Rafael, otro
de los santos ángeles, el de los espíritus de los
humanos; 4 Ra'u'el, otro de los santos ángeles, que se
venga del mundo de las luminarias;

5 Miguel, otro de los santos
ángeles, encargados de la mejor parte del la humanidad y
del pueblo; 6 Sariel, otro de los santos ángeles,
encargado de los espíritus de los hijos de los hombres que
pecan en espíritu; 7 Gabriel; otro de los santos
ángeles, encargado del paraíso, las serpientes y
los querubines; 8 Remeiel, otros de los santos ángeles, al
que Dios ha encargado de los resucitados.

20: 1 Ap 8:2; 20: 3 Tb
12:15
; 20: 5 Dn 10:13,21, 12:1; Judas 9; Ap 12:7;
20: 7 Dn 8:16, 9:21; Lc:1:19,26) (Gn 3:24; Ex 25:18-22; Ez
10:4-5
; 20: 8 Mt 28:2,5; Mc 16:521 1
Después volví hasta donde todo era
caótico;

2 y allá vi algo horrible: no vi ni
cielo en lo alto ni tierra firme fundamentada, sino un sitio
informe y terrible. 3 Vi allí cuatro estrellas del cielo
encadenadas que parecían grandes montañas ardiendo
como fuego. 4 Entonces pregunté: "¿Por qué
pecado están encadenadas y por qué motivo han sido
arrojadas acá?". 5 Uriel el Vigilante y el Santo que
estaba conmigo y me guiaba, me dijo: "Enoc ¿por qué
preguntas y te inquietas por la verdad?. 6 Esta cantidad de
estrellas de los cielos son las que han transgredido el
mandamiento del Señor y han sido encadenadas aquí
hasta que pasen diez mil años, el tiempo impuesto
según sus pecados. 7 Desde allí pasé a otro
lugar más terrible que el anterior y vi algo horrible:
había allá un gran fuego ardiendo y flameando y el
lugar tenía grietas hasta el abismo, llenas de columnas
descendentes de fuego, pero no pude ver ni sus dimensiones ni su
magnitud ni haría conjeturas. 8 Entonces dije:
"¡Qué espantoso y terrible es mirar este lugar!". 9
Contestándome, Uriel el Vigilante y el Santo, que estaba
conmigo me dijo: "Enoc ¿por qué estás tan
atemorizado y espantado?". Le respondí: "Es por este lugar
terrible y por el espectáculo del sufrimiento". 10 Y
él me dijo: "Este sitio es la prisión de los
ángeles y aquí estarán prisioneros por
siempre".

22 1 Desde allí fui a otra
parte, a una montaña de roca dura; 2 había
ahí cuatro pozos profundos, anchos y muy lisos. Y dije:
"¡Qué lisos son estos huecos y qué profundos
y oscuros se ven!". 3 En ese momento, Rafael el Vigilante y el
Santo, que estaba conmigo, me respondió diciendo:"Estas
cavidades han sido creadas con el siguiente propósito; que
los espíritus de las almas de los muertos puedan reunirse
y que todas las almas de los hijos de los hombres se
reúnan ahí. Así pues esos son los pozos que
les servirán de cárcel; 4 "Están hechos para
tal cosa, hasta el día en que sean juzgados hasta momento
del gran juicio que se les hará el último
día".

5 Vi allí al espíritu de un
hombre muerto acusando, y su lamento subía hasta el cielo,
gritando y acusando. 6 Entonces pregunté a Rafael el
Vigilante y el Santo, que estaba conmigo: "¿De
quién es este espíritu que está acusando que
se queja de tal modo que sube hasta el cielo gritando y
acusando?". 7 Me respondió diciendo: "Este es el
espíritu que salió de Abel, a quien su hermano
Caín asesinó; él lo acusa hasta que su
semilla sea eliminada de la faz de la tierra y su semilla
desaparezca del linaje de los hombres". 8 Entonces
pregunté observando todos los pozos: "¿Por
qué están separados unos de otros?" 9 Me
respondió diciendo: "Esos tres han sido hechos para que
los espíritus de los muertos puedan estar separados.
Así una división ha sido hecha para los
espíritus de los justos, en la cual brota una fuente de
agua viva. 10 "Y así ha sido hecha ésta para los
pecadores cuando mueren y son sepultados y no se ha ejecutado
juicio contra ellos en vida.

11 "Aquí sus espíritus
serán colocados aparte, para esta gran pena, hasta el
día del gran juicio y castigados y atormentados para
siempre quienes merecen tal retribución por sus
espíritus. 

12 "Esta división ha sido separada
para quienes presentan su queja y denuncian su destrucción
cuando fueron asesinados en los días de los pecadores. 13
También ha sido hecha ésta para los
espíritus de los hombres que no fueron justos sino
pecadores, para todos los transgresores y los cómplices de
la trasgresión; que en el día del juicio
serán afligidos fuera de allí, pero no serán
resucitados desde allí". 14 Entonces bendije al
Señor de Majestad y dije: "Bendito sea el juicio de
justicia y bendito sea el Señor de Majestad y Justicia que
es el Señor del mundo".

21: 4 Sal 68:19; Ef 4:9; 1P
3:19,20
; 21: 9 Jn 4:14, 7:38

23 1 Desde allí fui
transportado a otro lugar al occidente, en las extremidades de la
tierra; 2 me fue mostrado un fuego que corría sin descanso
y sin interrumpir su carrera ni de día ni de noche,
permaneciendo constante, mientras tanto. 3 Yo pregunté
diciendo: "¿Qué es esto que no tiene reposo
alguno?". 4 Me respondió Ra'u'el: "La función
de este fuego que corre hacia el occidente es guiar a todas las
luminaras del cielo.

24 1 Y me mostró las
montañas: el suelo entre ellas era de fuego ardiente y
llameaba por las noches. 2 Fui hacia allá y vi siete
montañas magníficas, diferentes entre sí y
de piedras preciosas y hermosas y todas eran espléndidas,
de apariencia gloriosa y bello aspecto: tres por el oriente,
apoyadas una contra la otra; y tres por el sur, una bajo la otra;
y vi cañadas profundas y sinuosas, ninguna de las cuales
se unía a las demás. 3 La séptima
montaña estaba en medio de todas, superándolas en
altura a la manera de un trono, rodeada por árboles
aromáticos, 4 entre los cuales había un
árbol cuyo perfume yo no había olido nunca y no
había perfume similar entre estos ni entre los
demás árboles: exhala una fragancia superior a
cualquiera y sus hojas, flores y madera no se secan nunca, su
fruto es hermoso y se parece a los dátiles de las palmas.5
Entonces dije: ""¿Qué árbol tan hermoso! Es
bello a la vista, su follaje gracioso y su fruto tiene un aspecto
muy agradable". 6 Entonces, Miguel el Vigilante y santo, que
estaba conmigo y que estaba encargado de esos árboles, me
contestó.

Partes: 1, 2, 3, 4

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