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¿Hacia el Abismo? Globalización en el Siglo XXI



  1. Introducción
  2. ¿Hacia el abismo?
  3. La
    crisis de la modernidad
  4. Más allá de las
    luces
  5. El
    desafío de la globalidad
  6. El
    surgimiento de la sociedad- mundo
  7. La
    cultura y la globalización en el siglo
    XXI
  8. Sociedad- mundo contra
    terror-mundo
  9. Realismo y utopía
  10. El
    origen está delante de nosotros
  11. ¿Hacia el abismo?
  12. Conclusión
  13. Bibliografía

Introducción

El diccionario de la Real Academia Española
registra la entrada "globalización" entendida como la
"tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse,
alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las
fronteras nacionales". El origen de la palabra es perteneciente
al idioma inglés y su traducción al español
debiera ser "mundialización", aunque este último
término no es muy usado.

Ya sea un término u otro, lo cierto es que este
fenómeno consiste en la integración mundial en
varios ámbitos, pero, primordialmente, el
económico, social, tecnológico, cultural y
político. Es evidente que los avances tecnológicos
en las comunicaciones, así como en las relaciones
diplomáticas y comerciales han acercado a los
países como nunca antes; sin embargo, debemos tener muy
claro que la "globalización" no ha producido solamente
gratas opiniones, sino que hay muchísimas personas en
nuestro mundo que no están de acuerdo con las estrategias
que los defensores del concepto "globalización" utilizan
como medio para conseguir los objetivos que se
proponen.

Dado el hecho de que el libro ¿Hacia el Abismo?
escrito por Edgar Morin consta de diez capítulos, los
abordaré brevemente, pero sin quitarle substancia al mismo
y, finalmente, opinaré acerca del libro en mi
conclusión respecto a su importancia en el campo
profesional, laboral, social y personal.

¿Hacia el
abismo?

Si bien es cierto que la "globalización" ha
traído consigo avances de la ciencia, industria,
tecnología, economía, etc., no menos cierto es que
estos avances han producido también la
proliferación de armas de destrucción masiva,
químicas y biológicas. Asimismo, el progreso
técnico- industrial ha provocado un proceso de
degradación de la biosfera, y todo ello promovido en un
ambiente en el cual prácticamente no existe una
regulación externa ni una verdadera autoregulación,
lo que ha permitido islotes de riqueza, pero también zonas
crecientes de pobreza. Según Edgar Morin, los avances de
la ciencia, la técnica, la industria y la economía
no están regulados por la política, la ética
ni el pensamiento responsable. Añade el autor que:
"paradógicamente, estos avances están
acompañados de múltiples regresiones que pueden
adoptar la fisonomía de una regresión hacia la
barbarie". Luego de Edgar Morin plantear su preocupación
tocante a los beneficios y perjuicios de la llamada
"globalización", el autor manifiesta su inquietud por el
conflicto palestino-israelí, y la corriente antisemitista
y antiislamísta que ha provocado dicho conflicto en el
mundo. Afirma Edgar Morin que si el conflicto continúa,
las olas de antijudaísmo y antiislamismo van a reforzarse,
y la tendencia a interpretar la realidad sobre la base de una
valoración según el interés de cada una de
las partes inmiscuidas, se establecerá un choque de
atrocidades denominado: "Choque de civilizaciones".

El autor plantea finalmente que cuando la humanidad
entra en un caos corre el riesgo de hundirse, pero que ello es
una oportunidad para lo que él llama "metamorfosearse" en
un sistema más rico capaz de resolver su problema. Edgar
Morin termina este tópico con la frase de Heidegger: "El
origen no está detrás de nosotros, sino
delante".

La crisis de la
modernidad

Edgar Morin comienza este tópico
hablándonos del significado de la palabra "moderno". Nos
dice el autor que lo "moderno" es lo reciente; lo antiguo era
considerado el fundamento, el modelo, el principio, y desde esa
perspectiva lo antiguo no podrá ser más que lo
mejor. Lo "moderno" era, por tanto, una degradación
respecto de lo antiguo. Este concepto de lo "moderno" fue lo que
postulaba los pensadores Heidegger y Jacques Rousseau, pero,
finalmente, se impuso la idea de que lo "moderno" era
mejor.

De acuerdo al punto de vista de Edgar Morin, el
torbellino histórico que tuvo lugar a partir del siglo XVI
constituyó la época moderna. Aunque no se dispone
de una fecha exacta, hay unos acontecimientos sobresalientes de
la modernidad, como lo fueron:

  • a) La invención de la
    imprenta.

  • b) El descubrimiento de
    América.

  • c) El descubrimiento por parte de
    Nicolás Copérnico de que la tierra giraba
    alrededor del sol.

Posteriormente, el auge económico, mercantil y,
después, capitalista, fueron características de la
época moderna. Todo esto condujo al establecimiento de una
era planetaria, surgida debido al desarrollo de los intercambios
y la dominación del mundo por parte de la Europa
occidental. No obstante, todas estas evoluciones son, a la vez,
complementarias y contrarias, ya que ninguno de estos llamados
avances logró detener los enfrentamientos entre las
naciones y las religiones, así como los conflictos
ideológicos. Queda claro, pues, que los aspectos de la
modernidad son, según el pensador Edgar Morin,
complementarios y contradictorios
simultáneamente.

Otro aspecto importante de la llamada modernidad es que
la ciencia se sitúa como antagonista a la religión.
Dios, la naturaleza, el hombre y la realidad se convierten en
problemas. A partir del momento en que Dios deja de constituir el
fundamento de toda verdad, los filósofos se ponen a buscar
la base de cualquier idea posible. Se establece la razón
como el ideario que ha de guiar al hombre, y no la fe en un Dios.
Es sobre este nuevo modo de ver las cosas que surgen las figuras
de varios pensadores de la modernidad. Entre ellos tenemos a
Carlos Marx, quien fundó el materialismo científico
(comunismo): se trata de una nueva religión que
salvará al mundo y donde se pregonó la
anulación de la lucha de clases y la dictadura del
proletariado. El tiempo demostró que las teorías de
Carlos Marx no fueron más que utopías. La
modernidad se manifiesta a través de tres grandes
mitos:

Según Edgar Morin, la crisis de la modernidad
apareció en el momento en que la problematización
nacida con la propia modernidad empezó a centrarse en la
modernidad misma. Aquí es que se plantea la gran
ambivalencia de la modernidad, ya que ésta produce nuevos
conocimientos, pero, por otro lado, genera un enorme potencial de
destrucción. Sobre este asunto, Frederick Nietzsche
planteó que la modernidad vivía una crisis de los
fundamentos, pues según él hay que pensar sin
fundamento, y la modernidad se ve a sí misma como la
solución a todos los problemas del ser humano.

Más
allá de las luces

En Más Allá de las Luces Edgar Morin
expresa que la relación antagonista y complementaria entre
la fe y la duda; la razón y la religión, se centra
en Pascal, hombre de fe y duda, de razón y
religión. El siglo de las luces está marcado por
una preponderancia de la razón. Es bien sabido que el auge
de la ciencia favoreció el acceso al saber. Se
restableció el tema de la autonomía de la
razón, ya presente en la filosofía griega.
Asimismo, la ciencia se fundamento, por tanto, sobre una base
empírico-racional iniciada por Descartes, Galileo y Bacon.
De acuerdo con Edgar Morin la razón crítica
desautorizó los mitos y la religión, lo que Edgar
Morin calificó de miope, porque al proceder de esa manera
no se percibiría el contenido humano de los mitos y de la
religión. Esta nueva manera de tratar de entender los
misterios que nos rodean por parte de los defensores de la
razón permitió las teorías
científicas y elaboró un universo totalmente
accesible a la razón, por tanto, la razón, conforme
a este nuevo modo de pensar, guiaría a la humanidad hacia
el progreso; es decir, el futuro sería radiante y el
propio humanismo florecería bajo dos aspectos. A
saber:

  • a)  Se consideraría al hombre como el
    centro del universo.

  • b) Todos los seres humanos tendrán
    derecho a igual dignidad.

Este segundo aspecto es el que le da paso a la
emancipación, y en 1789, mediante la revolución
francesa, se declaran los derechos del hombre; empero Rousseau
advierte que la razón por sí misma sólo
tiene un carácter abstracto y casi inhumano, a lo que
Voltaire, sarcásticamente dijo de Rousseau: "Quiere
hacernos andar en cuatro patas".

Por otro lado, y según Edgar Morin, la laicidad
se sobrepuso a la religión y los maestros fueron los
presentadores de este nuevo mensaje: "El progreso es impulsado
por el desarrollo de la razón, la ciencia y la
educación". A pesar de lo aquí expresado, Edgar
Morin plantea la gran paradoja del progreso, pues éste
concibió también la bomba atómica;
así como la degradación de la biosfera, lo que
tendría consecuencias nefastas para toda la
humanidad.

El desafío
de la globalidad

Edgar Morin comienza este tópico señalando
que la economía es una ciencia social
matemáticamente más avanzada, pero es
también social y humanamente la más atrasada, pues
se ha alejado de las condiciones sociales, históricas,
políticas, psicológicas y ecológicas que son
inseparables de las actividades económicas. Añade
que la economía tiende a ver las cosas desde un punto de
vista conceptual abstracto y compartimentado, lo que le impide
ver la relación de una parte con el todo. De hecho, el
pensamiento que postula la "globalización" y su argumento
principal que es el desarrollo, es como ya dije, compartimentado
y parcelario. Esto permite a los especialistas de la
"globalización" a ser más competentes en sus
ámbitos de estudio, pero la lógica a la cual
obedecen, que es artificial, ignora, oculta o disuelve todo lo
que es subjetivo, afectivo, libre y creador. Además, las
posibilidades de pensar y el derecho al pensamiento son
rechazados por el principio mismo de la organización de
los conocimientos científicos.

Edgar Morin nos exhorta a pensar en términos
planetarios, la política, la economía, la
democracia, la ecología, etc.; es decir, que busquemos
siempre la relación de inseparabilidad entre todo
fenómeno que nos rodea.

Finalmente, el autor nos sugiere que debemos reformular
el pensamiento respecto al concepto de la "globalización"
y que éste debe ser:

  • a) Que una lo que está disjunto y
    compartimentado.

  • b) Que sea un pensamiento que vaya a la
    raíz de los problemas.

  • c) Que sea un pensamiento
    multidimensional.

  • d) Que sea un pensamiento sistémico que
    conciba la relación entre el todo y las
    partes.

El surgimiento de
la
sociedad– mundo

La "globalización" que comenzó en el
año 1990, es la etapa actual de una era planetaria que se
inició en el siglo XVI con la conquista de las
Américas y la expansión de las potencias de Europa.
Este proceso estuvo marcado desde sus comienzos por la
depredación, la esclavitud y la
colonización.

La "globalización" de la década del 1990
fue acentuada por la caída del totalitarismo
soviético y el fracaso de las economías estatales
burocratizadas. Esto favoreció un empuje
democrático en todos los continentes y una
expansión del mercado, lográndose un liberalismo
económico. Asimismo, el capitalismo se vitalizó
debido a la expansión informática; la
economía mercantil invadió todos los sectores del
quehacer humano, lo que permitió el fenómeno que
conocemos como la "globalización". Continúa
diciéndonos Edgar Morin que la "globalización"
tecnoeconómica puede ser considerada como el nacimiento de
la infraestructura de un nuevo tipo de sociedad: La
Sociedad-Mundo.

A partir del advenimiento de la sociedad-mundo, la
economía es mundial, pero le faltan las restricciones de
una sociedad organizada (leyes, derechos, controles), y las
instituciones mundiales actuales, como lo es el FMI son incapaces
de llevar a cabo las más elementales
regulaciones.

Aunque la sociedad-mundo se encuentra en una etapa
embrionaria, es en este preciso momento en que se deberían
dar los pasos para el establecimiento de una "política de
la humanidad", en la que se ayude a las personas menos
favorecidas , sufridas y miserables ,de modo que dicha
política humanitaria se transforme en una política
de justicia para todos los que habitan en el planeta tierra, y no
como lo es al presente donde la desigualdad, la injusticia y las
represiones y abusos de poder son la orden del
día.

La cultura y la
globalización en el siglo XXI

De conformidad con la visión de Edgar Morin, en
el siglo XXI continuaremos viendo procesos antagónicos
culturales y, en ocasiones, complementarios. A saber:

a) La expansión a escala planetaria de la esfera
de las artes, la literatura y la filosofía.

b) La degradación y pérdida de diversidad
debido a la estandarización.

c) El desarrollo de un folclore planetario.

No obstante, Edgar Morin prevé un retorno a los
orígenes, y la regeneración de las
singularidades.

Como detalle de suma importancia tocante a este
tópico, la llegada del cine, de la prensa de masas y,
más tarde, de la radio y de la televisión, se
comercializó la cultura; sin embargo, la industria
cultural no puede eliminar la originalidad de la individualidad:
"Eso que llamamos talento". Así que, en lo perteneciente a
la industria cultural, hay un conflicto constante y una
complementariedad permanente entre lo individual, lo original, la
creación y el producto estandarizado. Cabe notar que a
pesar de la defensa que pueda existir para preservar la identidad
cultural y ética, lo cierto es que los encuentros y
mestizajes culturales son necesarios para que una cultura pueda
crecer. A manera de ejemplo, la creación artística
se nutre de influencias y confluencias.

Sociedad- mundo
contra terror-mundo

La mundialización tecnoeconómica ha
permitido la mundialización terrorista y ésta se ha
transformado en una amenaza mundial debido a la
"globalización". Ahora bien, entiendo prudente aclarar la
definición "terrorismo", la que se suele usar para
identificar a ciertos grupos que según las leyes de los
estados son grupos que actúan al margen de la ley, y con
violencia indiscriminada. Pero esta definición es muy
simplista cuando se aplica a las formas violentas de resistencia
nacional que carecen de medios para expresarse
democráticamente. En consecuencia, podemos entender que la
violencia de Estado que golpea a un pueblo, y también a
quienes se le resisten, es, en sí misma, una violencia de
terror promovida por el Estado mismo que pregona respetar las
leyes. Por tanto, hay que reconocer en toda su complejidad no
sólo los actos terroristas que se le atribuyen, por
ejemplo, al islam, sino a las potencias dominantes, incluyendo a
los Estados Unidos de América, y a la propia
mundialización, reconociendo las contradicciones que se
les achacan a estas potencias mundiales cuando se usa el
término "terrorista". En este asunto hay mucha
hipocresía mundial (observación del estudiante
).

A manera de ejemplo, Estados Unidos suscita aspiraciones
de libertad y económicas, así como un sentimiento
de solidaridad occidental; pero, por otro lado, su
dominación provoca innumerables humillaciones, un complejo
de inferioridad técnica (mundo del Sur) y un complejo de
superioridad cultural (Europa), a los cuales, tanto el uno como
el otro, despiertan animosidad.

Las consecuencias nefastas de la liberación del
mercado mundial, el crecimiento de las desigualdades y las
múltiples crisis económicas agravan la animosidad.
Otro asunto que agita y crea una gran animosidad mundial es el
conflicto palestino-israelí. Esta cuestión se ha
convertido en una de grandes confrontaciones no sólo de
Oriente Medio, sino también de las relaciones
Islam-Occidente. Tal vez la garantía al Estado de Israel
de su reconocimiento como nación por parte de la comunidad
árabe, a lo que se niegan, podría garantizar la paz
en esa región del mundo.

En cuanto a los Estados Unidos se refiere, éste
se ve a sí mismo como la policía mundial y, en
muchísimas ocasiones, es ambivalente en su proceder. Si
los Estados Unidos quiere verdaderamente contribuir a la paz
mundial deberá modificar su pensamiento y cambiar su
máxima de que: "todos somos americanos", por todos somos
hijos y ciudadanos de la tierra".

En conclusión, las naciones que lideran la
política y economías mundiales deben reconocer sus
ambivalencias y contradicciones, para que todos los ciudadanos de
este planeta podamos participar de "una sociedad-mundo versus un
terror-mundo".

Realismo y
utopía

La llamada era moderna ha visto el surgir de
fenómenos utópicos, todos ellos con la
intención de "salvar al mundo" de los mitos y de la
religión. Entre los fenómenos más conocidos
se encuentran el nazismo y el comunismo y, por qué no
mencionarlo, la "globalización" sin control (punto de
vista del estudiante). Estas utopías crearon sus
mártires, sus héroes, sus verdugos y sus
perseguidores, y se fundaron partiendo del falso principio de que
eran la única concepción realista de la
historia.

Es por ello, que la crítica a los intentos
utópicos son necesarias, pero no menos necesaria es la
crítica a lo que llamamos "realidad". ¿Dónde
está la realidad? El presente tiene un rostro que, en
muchas ocasiones, no se alcanza a comprender y es, a veces,
incierto. Todo lo que parece sólido, todo lo que
aparentemente funciona, puede desbaratarse delante de nuestros
propios ojos. La panacea de la "globalización", y el
desarrollo que se alcanzaría por medio de ella, no se ha
logrado hasta el presente. La idea de que el progreso
determinista, mecánico, calculador, autoritario y dirigido
por ciertos países, ha sido destruida.

Con la situación aquí descrita es muy
probable que se produzca un retorno turbulento del pasado, y esto
es preocupante. Para que podamos diagnosticar lo real en la
actualidad, tenemos que rechazar el "realismo" que carezca de
toda importancia, según el cual hay que adaptarse a lo
inmediato, al orden establecido, y a aceptar la victoria del
vencedor. Los defensores de la "globalización" deben
comprender y aceptar que en la "realidad" humana cohabitan lo
imaginario, lo mitológico y lo afectivo. No todo puede ser
cifras, cantidades y estadísticas. Para que encontremos la
verdadera "realidad" es necesario entender que lo político
no puede ponerse totalmente del lado de lo económico y
olvidar la carne y la sangre de vida. ¡Somos humanos, no
máquinas! Lo subjetivo se debe tomar en cuenta cuando se
toman decisiones, pues lo subjetivo es parte también de la
"realidad".

El origen
está delante de nosotros

Según Heidegger: "Nuestro origen no está
detrás de nosotros, sino delante". Esta paradoja la
podríamos interpretar diciendo que nos encontramos
próximos a un nuevo comienzo o que nos encontramos al
final de lo que hemos llamado "historia"…pero,
¿Qué es historia? La historia no está unida
por su naturaleza a la humanidad. La historia empieza a partir de
la formación de ciudades, pueblos, los estados y los
imperios. La historia tiene que ver con el origen de la
civilización, pero también de las guerras y los
conflictos que acompañan al ser humano. El pensador
Fukuyama decía: "Nos encontramos en el fin de la historia,
porque hemos llevado a cabo todas las posibilidades humanas y
sociales: la democracia parlamentaria y la economía
liberal. Por otro lado, el pensador indú-catalán
Raimon Panikkar se preguntaba si podía haber algo
más allá de la historia. Si lo hay,
sentenció, entonces este nuevo comienzo significa:
¡recomienzo!

Lo cierto es que la cita de Heidegger toma todo su
sentido: para que se produzca un nuevo comienzo (según
planteado por Panikkar) , una nueva evolución, hace falta
que la fuerza de generación y regeneración,
incluidas ya en la naturaleza misma del ser humano, ya sea como
individuo o ser social, se despierten y se desplieguen.
Según Edgar Morin, en las sociedades existe un gran
potencial creador. Pero éste está inhibido debido a
que la propia sociedad se ha especializado, normalizado,
ritualizado, burocratizado y endurecido; de ahí que Edgar
Morin plantee que el individuo tiene que despertar y
desplegarse.

Está claro que lo que pomposamente se ha
denominado "desarrollo" conduce a la degradación de la
biosfera, la cual, retroactivamente, conduce a la
degeneración de las civilizaciones humanas. Concluye Edgar
Morin diciéndonos que: "Cuando un sistema es incapaz de
tratar sus problemas vitales y fundamentales, o bien se
desintegra, o bien encuentra en sí mismo la capacidad de
segregar una metamorfosis; es decir, de crear un metasistema
nuevo y más rico.

¿Hacia el
abismo?

En este último capítulo Edgar Morin nos
dice que es el momento de retomar el título inicial,
"¿Hacia el Abismo?" Aquí el autor afirma que el
planeta está recubierto de estados-naciones de todos los
tamaños, lo que tiene sus razones históricas, pero
que a la vez, impide y hace imposible un gobierno mundial que
trate los problemas vitales y mortales a los que se enfrenta la
humanidad. Añade el autor de "¿Hacia el Abismo?"
que el Estado-nación es necesario para la diversidad
humana y, a la vez, es un obstáculo para la unidad humana.
Continúa diciéndonos que los procesos motores de la
dinámica planetaria son ambivalentes; es decir, que
producen tanto el mejor como el peor de los casos. En cuanto al
desarrollo y su alegado componente de crecimiento, su
ambivalencia se ha vuelto "formidable". Este es otra cara de la
mundialización económica que carece de
regulación. De acuerdo con Edgar Morin, el desarrollo es
producto y productor del proceso incontrolado:
ciencia-técnica-economía-beneficio, que, a la vez,
aporta diversas desventajas y prejuicios que nos conducen al
abismo.

Cabe preguntarnos si la mundialización
económica ha aportado más prosperidad que miseria o
más miseria que prosperidad. "Los indicadores
cuantitativos no son en absoluto fiables", indica Edgar Morin.
Varios ejemplos de que la mundialización no es la panacea
de los siglos XX y XXI son los problemas que esto ha creado. A
saber:

  • a)  Los gastos en energía
    fósiles.

  • b) El efecto invernadero.

  • c) La polución.

  • d) El calentamiento
    climático.

  • e) La desaparición de miles de
    especies.

  • f) La contaminación
    ambiental.

  • g) Etcétera

Todos estos problemas, entre otros, amenazan con la
subsistencia de la vida misma.

Aparte de lo aquí indicado, el conflicto
palestino-israelí, así como el poco entendimiento
entre el Islam y el Occidente parecen de nunca acabar.

Conclusión

La burocracia de Estado, el apoyo irresponsable de
diversos gobiernos, los avances en las comunicaciones mundiales,
el incremento en el intercambio comercial; la necesidad por parte
de algunas naciones de insumos, materia prima y fuerza de trabajo
con que éstas no cuentan, facilitó la llegada de lo
que se conoció como "globalización". Los defensores
de este fenómeno mundial alegan que la causa principal de
la "globalización" lo fue el generar un desarrollo y
crecimiento en la mayoría de las naciones para con esto
disminuir la pobreza extrema y tener así un beneficio
bueno para la comunidad. Este último argumento no es del
todo cierto, ya que si bien la "globalización" ha logrado
beneficios, por otro lado, ha traído perjuicios, como lo
son la degradación de la biosfera y la gran brecha entre
ricos y pobres.

El pensador y autor del libro "¿Hacia el Abismo?
Globalización en el Siglo XXI, Edgar Morin, reflexiona
sobre el fenómeno de la "globalización" y advierte
sobre el peligro de un desarrollo sin regulaciones y controles.
Este propone la creación de una sociedad-mundo compuesta
de un ciudadano mundial, así como una entidad mundial que
vele por los intereses de todos las partes; todo ello
surgiría mediante lo que el pensador Edgar Morin
llamó una metamorfosis social que nos salvaría del
caos mundial que se avecina.

Desde mi punto de vista el libro de Edgar Morin debe de
ser obligatorio para todo estudiante de Administración de
Empresas, ya que el mismo logra crear conciencia y
responsabilidad sobre los recursos limitados con que contamos en
el planeta tierra; asimismo debemos tener presente que no tenemos
otro lugar para vivir y que nuestras acciones del presente
repercutirán para bien o para mal a las generaciones
futuras.

Bibliografía

LIBRO: Morin, Edgar/ "¿Hacia el
Abismo? Globalización en el Siglo XXI/ Pardós,
Barcelona, España 2010/ Traducción de Alvaro Miguel
Malaina Marin

 

 

Autor:

William Martinez Martinez

Atlantic International University

Monografias.com

A New Age for Distance
Learning

ESSAY ON

TOWARDS THE ABYSS? GLOBALIZATION IN THE
TWENTY-FIRST CENTURY

BACHELOR OF

BUSINESS ADMINISTRATION

HONOLULU, HAWAII

FALL 2014

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