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La Historia de Güines. Cuba. Capítulo 13 (página 2)



Partes: 1, 2

Entre las nuevas inversiones de los últimos
años, sobresale el estadio "Héroes del Mayabeque",
la Escuela Municipal de Artes Circenses, la tienda "Artex", el
Hogar Materno, el Policlínico de Primera Urgencia (PPU),
el Hogar de Ancianos y el acueducto de La Alejandría, el
Contingente "Blas Roca", el Contingente "Francisco
González", reparación de la Unidad del Cuerpo de
Bomberos, nuevas viviendas cercanas a los edificios
múltiples de la Microbrigada, el Hogar
Psiquiátrico, así como varios locales donde se
recauda moneda fuerte libremente convertible o en divisas), como
"Foto-Servi", "El Rapidito", "El Plaza", "Panorama", "La Espiga
de Oro", "Coral Negro", "El Modelo", "La Ópera", "Rumbos",
etc.Tras el secuestro de niño Elián
González, estamos, al igual que toda Cuba, enfrascados en
la Batalla de Ideas. Múltiples Planes de la
Revolución se han ido creando o ampliando para resolver y
mejorar los servicios al pueblo: escuelas de promotores de arte,
de trabajadores sociales, licenciatura en enfermería,
creación de los Jóvenes Club de Computación,
uso masivo de computadoras y televisores en todos los centros
educacionales, profesores emergentes e integrales,
creación de las sedes universitarias municipales y de
grupos electrógenos, el llamado "Pacto Social": venta a
créditos de equipos electrodomésticos, fuerte
vinculación en la arena internacional, sobre todo con los
latinoamericanos, etc.

¿Por
qué con
justicia la Provincia Mayabeque?

Nombres aborígenes abundan en nuestro territorio:
Bija o Vija, Cajunagua, Garaguasí o Guaraguasi,
Guanamón, Guara, Jacán, Jaguey, Omoa o Umoa,
Yamaraguas o Yaguaramas, y otros como
Mayabeque…

Muy acertada la designación de este
toponímico acordado por la dirección de la
revolución para identificar y nombrar la provincia
Mayabeque; se basa en justas y muy merecidas razones
geográficas, culturales e históricas.

Sabido es que nuestro territorio, originalmente
aborigen, fue "invadido", -tras el proceso de descubrimiento,
conquista y colonización-, por los peninsulares
ibéricos.

Entre 1514-1519, la primigenia Villa de San
Cristóbal de La Habana estuvo ubicada en la desembocadura
del hoy denominado río Mayabeque; en su fundación
participó Diego Velázquez acompañado de un
grupo de sus acólitos pertrechados con los siguientes
apellidos: Mejías, Rojas, Melena, Julián, Alvarez o
Álvarez, Angulo, Ávila, Ayala, Bazán,
Borroto, Caro, Castañeda, Cantelar o Castelar, Cepero,
Cuba, Flores, Gómez, González, Hernández,
Herrera, Ledesma, Lovera o Llovera, Maldonado, Martel,
Martín, Martínez, Nieto, Pacheco, Pérez,
Pineda, Quesada, Ramírez, Reina, Rodríguez,
Sánchez, Soria, Sosa, Soto, de la Torre, Vargas, Villaroel
o Villareal, y Zamora, y ninguno de los individuos llevaba el
patronímico "Mayabeque"; la nacida exigua población
fue trasladada en 1519 hacia la amplia bahía de bolsa
llamada hoy de La Habana, que se encuentra al norte.

Es de suponer que al ocurrir el traslado, el mismo no
haya ocurrido en su totalidad, ya que partieron los
representantes más destacados, significativos y necesarios
en el orden jerárquico, militar y administrativo; por
supuesto, los copartícipes, ayudantes y peones, más
los que sencillamente no quisieron irse, quedaron al resguardo de
la ocupación de sus propiedades.

En 1515 los piratas atacaron La Habana norteña,
dañando vidas y haciendas, y destruyendo una amplia
documentación, entre ellas las inscripciones o registros
de propiedades.

Las Actas Capitulares nos informan acerca de la
mercedación del primer hato y corral ocupado en los
terrenos que originalmente fueron pobladas, exactamente por la
desembocadura del río, en la sureña Playa del
Mayabeque; el mismo fue reinscrito o entregado a don
Bartolomé Cepero y Francisco de Ávalos o Avalos, el
8 de marzo de 1559, y tomaba por nombre, -como era usual acorde
con las costumbres de la época-, bautizarlo con el
apelativo del amplio "santoral" católico, y en este caso:
San Pedro; así surgió la denominación de
"San Pedro del Mayabeque" o "de Mayabeque".

Muchos patronímicos de los que llegaron junto a
Velásquez, aparecen después como propietarios de
los terrenos colindantes, tales como: Agama o de la Gama, Cepero,
Hernández, Hevia, López, Martín, Osorio,
Pimienta, de la Rivera, Rojas, Soto, y otros…

A continuación, en el territorio prosiguió
la entrega de otras propiedades en forma

de corrales durante el transcurso del siglo XVI: en 1569
se mercedaron dos: el Yamaraguas a Hernández, que
pasó a Hevia en 1573, y el Bija o Vija, de Rojas, que en
1588 pasó a López. En 1587 el Nuestra Señora
del Rosario se le entregó a Martín. El corral Los
Güines, fue adquirido por Diego de la Rivera el 22 de
octubre de 1598,

Durante el transcurso del siglo decimoséptimo,
prosiguió la obtención de los terrenos
próximos al territorio que nos ocupa: en 1671 Agama o de
la Gama fundó la hacienda San Julián; en 1679, el
corral San Antón fue propiedad de Osorio; Pimienta
había adquirido desde 1633 el Cajunagua; y Soto El Cangre
desde 1629… Así, lentamente prosiguió el
proceso de propiedades, que después se testan, venden,
dividen o fraccionan, etc.

Sabido es también, que nuestro mencionado y
querido río, el mayor de las provincias habaneras,
fonéticamente se confundía con los vocablos
Onicajina o Güinicajina, (que con una amplia gama de
combinaciones, como aparece en los documentos, se escribía
unas veces con "j", con "g", y con "x", y otras terminando o no
con la "l", y en ocasiones con la sílaba tónica al
final o en la penúltima); por otra parte, el prefijo o
apócope de Güinicajina, -en este caso "güini"-,
dio por resultado al nombrado corral Los Güines mercedado a
don Diego de la Rivera el 22 de octubre de 1598

Durante la etapa colonial, los muy variados afluentes y
efluentes de la cuenca hidrográfica del río, tomaba
diversas denominaciones acorde con el sitio, lugar, hacienda o
corral por los cuales transitaba; así, en los anales
aparecen múltiples toponímicos: Bayamo, Bija, Vija
o Rija, Culebra, Mal Potón o Mampostón, de La
Catalina, de los Güines, Ojo de Agua, Yamaraguas, etc.,
etc.

No fue hasta después de mediados el siglo XIX,
cuando el río que desembocaba en la playa llamada de
Mayabeque, en la costa sur de Melena del Sur, tomara el nombre
del "río del Mayabeque", comenzando así a
denominarse en la nomenclatura de la cartografía, con el
patronímico de Río Mayabeque.

Esta amplia cuenca hidrográfica dio lugar al
nacimiento de un amplio territorio que se irradió a lo
largo de la historia colonial, neocolonial y seudo rrepublicana,
que forjó raíces de una común idiosincrasia
y una identidad cultural, que se incrementó y
fortaleció con el nombre de una amplia región tras
el triunfo revolucionario de 1959 en el fragor de la
construcción de nuestra sociedad socialista.

De los once municipios que ocupan territorialmente la
provincia Mayabeque, ocho de ellos están fuertemente
imbricados, y tres han mantenido sólidas relaciones de
todo tipo: corresponden los primeros a Batabanó,
Güines, Jaruco, Madruga, Melena, San José de las
Lajas, Nueva Paz y San Nicolás. Y en los segundos de hayan
Bejucal, Quivicán y Santa Cruz del Norte. Todas
contarán con una digna cabecera capitalina; es
incuestionable que San José de las Lajas posee un amplio
desarrollo de sus fuerzas productivas en diversos planos de la
economía: agropecuario, industrial, y comercial,
además del aspecto cultural y educacional.

Existen muchas expectativas, muy pocas insatisfacciones
y sí muchas satisfacciones. A esta iniciativa decidida de
la nueva división política administrativa le
auguramos rotundos éxitos, ya que gracias a la misma se
incrementará el

control, la inspección, la fiscalización,
la desagregación más equitativa de los
presupuestos, uso más racional de las personas
capacitadas, nuevas fuentes de ingreso, incremento de la fuerza
de trabajo con múltiples posibilidades además de la
necesaria optimización de los recursos con mayor
eficiencia, en un amplio territorio con terrenos muy
fértiles, clima benigno, abundantes aguas y una
población muy emprendedora y muy laboriosa.

A la provincia mayabequina le auguramos rotundos
éxitos.

Bibliografía
consultada

  • 1. Entrevistas efectuadas por Abilio
    González González.

  • 2. Entrevistas realizadas por César
    Vega.

  • 3. Hernández Bolado, Jorge Antonio y
    Alfredo Mederos Gort; "Cronología sumaria de la
    Historia de Güines"; (material mimeografiado);
    Güines.

  • 4. Mediavilla, Emilio; La tierra prometida;
    Editora Ciencias Sociales; La Habana; 1986

  • 5. Ministerio de Relaciones Exteriores;
    "Historia de una usurpación. La base naval de Estados
    Unidos en la bahía de Guantánamo"; Editora
    Política; Ciudad de La Habana; 1982

  • 6. Múltiples publicaciones consultadas
    en la Biblioteca de Güines.

  • 7. Notas entregadas por Pedro Norat
    Soto.

  • 8. Notas entregadas por Máximo Juan
    González Contreras.

 

 

Autor:

Pedro Pablo Brunet Ramos

 

Partes: 1, 2
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