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El Jesús judío (página 6)



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Sin embargo Dunn no piensa que los profetas adoptaran la voz de Jesús cuando hablaban en las reuniones de oración comunitaria.[23] Lucas siempre cita los nombres de los profetas que emitían los oráculos (Hch 11,27-28; 13,1; 21,9-14) y distingue los oráculos inspirados por el Espíritu Santo (Hch 13,2; 21,11) de los oráculos atribuidos al Cristo exaltado (Hch 18,9-10; 23,11).

Además sabemos que los qumranitas y Filón eran conscientes de la necesidad de someter a test las profecías, porque no todas eran siempre verdaderas.[24] Pablo también a poner a prueba las profecías (1 Ts 5,20-22). Dunn insiste en que dondequiera que la profecía se hacía presente iba acompañada de una hermenéutica de la sospecha, y la manera más segura de poner a prueba los mensajes proféticos era contrastarlos con la doctrina de los apóstoles. El mismo Pablo accedió a contrastar su predicación con los apóstoles de Jerusalén, "no sea que estuviera corriendo en vano" (Ga 2,2).

Todo lo que los profetas quisieran poner en los labios de Jesús resucitado tenía, pues, que ser contrastado con lo que ya se sabía sobre el tipo de cosas que Jesús había predicado en su vida, tal como se conservaba en la memoria viva de la Iglesia custodiada en la doctrina de los apóstoles. Por tanto, con Dunn, pensamos que el reconocimiento de un ejercicio profético en la primera comunidad no nos debe llevar a sospechar que dicha práctica alterase en forma decisiva la tradición de la Iglesia sobre el Jesús recordado.[25]

El mismo hecho de que la tradición de Q parezca ignorar, según algunos, la historia de la pasión de Jesús, es precisamente una prueba más de que esa tradición de Q conserva un contenido y una perspectiva pre-pascual, que proviene de la etapa galilea del ministerio de Jesús y se conservó de algún modo, incluso después del gran impacto de la Pascua.[26]

Sin duda que la transmisión de estas tradiciones orales se debió ver afectada por el impacto de la Pascua, y la reflexión subsiguiente, así como por el hecho importantísimo de la traducción de los recitados del arameo al griego, pero el carácter esencial de la tradición se mantuvo en las diversas interpretaciones del texto.

El reconocimiento de que la tradición oral sobre Jesús era omnipresente antes y después de la redacción de los evangelios y de sus fuentes tiene consecuencias de mucho alcance. En adelante las variaciones sinópticas no podrán atribuirse exclusivamente a la redacción literaria de los evangelistas o de los autores de sus fuentes. Ya no nos será posible seguir con exactitud la evolución de las tradiciones al hilo de su redacción literaria. Mucho menos nos será posible conjeturar el contenido exacto del documento Q, tal como pretendía la edición crítica de Robinson y Kloppenborg,[27] y mucho menos aún conjeturar cuáles eran las fases redaccionales de dicho documento.[28]

Tendremos que renunciar también a postular que en el origen de la tradición hubiera una forma única original que detectivescamente tendríamos que recuperar, o un único estrato en el fondo del tell al que tendríamos que llegar tras desembarazarnos de los estratos posteriores superpuestos. El impacto causado por Jesús fue multiforme ya en sus orígenes. Hubo desde el principio varias recitaciones de las bienaventuranzas, porque Jesús mismo las predicaría de distinta manera en repetidos sermones sobre el mismo tema, Los predicadores sabemos bien que, aunque repitamos muchas veces una misma charla o un mismo sermón, nunca lo hacemos con la exactitud de una cinta grabada o de la fotocopia de un texto escrito. "Las variantes en una tradición no indican por sí mismas contradicciones ni manipulaciones editoriales. La variación es simplemente el sello de contraste de la tradición oral, de cómo funcionaba la tradición sobre Jesús".[29]

Últimamente lo que caracteriza a la tradición oral es el hecho de ser una tradición viva, no unos textos escritos leídos individualmente por lectores privados. Una tradición no para ser guardada, sino para ser usada, no para ser preservada sino para ser interpretada, no para ser leída sino para ser escuchada en el corro de una comunidad creyente y celebrante. "Tratarla como un artefacto sin vida, apto para una disección clínica, es perderla".[30]

TEMA 9.

Jesús y Qumrán

I. CONCEPTOS BÁSICOS

a) ¿De quién estamos hablando al referirnos a los esenios?

Hay tres conceptos diversos que conviene distinguir.

*Los esenios: una secta conocida por los escritores clásicos

*La Comunidad Yajad de la que hablan los manuscritos encontrados en las cuevas

*Los habitantes de las ruinas de Qumrán.

La hipótesis más frecuente identifica estos tres conceptos, diciendo que en los tres casos se trata de las mismas personas. Esenios = Qumranitas = Yajad

Cabría pensar en todas las otras alternativas posibles: tres grupos diferentes, o dos grupos iguales y uno diferente:

Esenios ( Qumranitas ( Yajad

Esenios = Qumranitas ( Yajad

Esenios = Yajad ( Qumranitas

Yajad = Qumranitas ( Esenios

Como el avispado lector puede ya haber conjeturado, todas las hipótesis posibles han sido defendidas por alguien.

b) ¿De qué manuscritos hablamos?

Es importante también distinguir entre manuscritos de Qumrán y manuscritos del Mar Muerto. El primer concepto alude a los manuscritos hallados en las 11 cuevas cercanas a las ruinas de Qumrán. El segundo concepto es más amplio y abarca también los manuscritos encontrados en otras localidades en la orilla occidental del mar Muerto tales como el wadi Murabba"at, Hevel o Masada a los que nos referiremos más adelante.

II. LOS ESENIOS

La palabra "esenios" define a un grupo sectario judío del final del segundo templo, que nos ha sido descrito por los historiadores de aquella época:

Flavio Josefo trata sobre los esenios en La guerra de los judíos, 2,125-166, y en Antigüedades de los judíos, 13,172.

Plinio el Viejo, Historia Natural 5,14-15.

Filón habla de los esenios en varios lugares: Hypothetica (citado por Eusebio, Praeparatio evangelica 8.11.1-18), y en Quod omnis probus liber 12-13.

(Para quien lo desee, tengo en el ordenador un documento en inglés que incluye los textos de todas las fuentes de la antigüedad relativas a los esenios)

El retrato robot compuesto con datos tomados de estos historiadores sería el siguiente: los esenios en Tierra Santa eran unos 4.000. Podemos compararlos con el número de los fariseos que, según Josefo, eran unos 6.000 en la época de Herodes el Grande. (En Qumrán no pudieron haber vivido más de 200 o 300 hombres). No están asentados en ninguna ciudad, sino que habitan en muchas, y practican la hospitalidad entre ellos. Frecuentan los baños de purificación.

Las fuentes nos hablan de su vida en comunidad, de su celibato, de su bolsa común, su respeto por ancianos y enfermos. Hacen una pausa en su trabajo a mediodía, para bañarse y ciñéndose vestidos puros, van a comer juntos en una comida ritual. Por la tarde reemprenden el trabajo en distintos oficios. A la noche se vuelven a reunir en una comida ritual.

Para formar parte de la comunidad tienen que pasar un noviciado de prueba durante tres años. No tienen secretos entre ellos, pero no revelan nada sobre su vida a los extraños. Envían ofrendas al templo, pero no hacen sacrificios.

Los informes nos hablan también sobre algunas de sus creencias particulares. Desaparecieron tras la guerra del año 70, y ya no se volvió a escuchar más sobre ellos.

Los datos sobre los esenios coinciden bastante con la comunidad Yajad tal como se nos describe en los documentos del Mar Muerto. Algunos de los datos no cuadran del todo, pero podríamos atribuir las discordancias a inexactitudes de los historiadores Josefo y Plinio. En principio la inmensa mayoría de los investigadores dan por supuesto de que en uno y otro caso se trata del mismo colectivo de personas.

F. García Martínez se niega a identificar sin más a miembros de Yájad con esenios. Las informaciones clásicas sobre los esenios describen a un grupo de gran envergadura cuyos miembros están diseminados por todo el país. No se puede reducir el esenismo al movimiento marginal de Qumrán. García Martínez ha tratado de sintetizar los datos en una hipótesis complexiva que denomina "Hipótesis de Groningen". Según él, los qumranitas son producto de una escisión que tuvo lugar en el seno del esenismo. El Maestro de Justicia en su oposición al Mentiroso rompió con la comunidad esenia para formar un pequeño grupo marginal que se retiró al desierto en vida del Maestro o poco después de su muerte.[167]

III.- LOS MANUSCRITOS

a) Historia del hallazgo

Los primeros manuscritos fueron hallados en 1947 por un muchacho beduino, en una cueva dentro de unas tinajas. En aquel lote estaban los 7 manuscritos mejores y más importantes: el doble rollo de Isaías (1Q Isª y 1QIsb), el rollo de los himnos o Hodayot (1QH), el comentario o Pesher de Habaquq (1QpHab), el apócrifo sobre el Génesis (1Q20 o 1QapGen), el rollo de la Guerra (1QM) y la Regla de la comunidad (1QS).

Estos siete manuscritos fueron vendidos en dos lotes, uno al investigador israelí Sukenik (1QIsb, 1QH, 1QM) y los otros cuatro al archimandrita sirio-ortodoxo de Jerusalén. Estos últimos manuscritos fueron finalmente comprados también por el Estado de Israel en 1954.

El hallazgo de los manuscritos en las 11 cuevas distintas tuvo lugar de 1947 a 1956. De estas cuevas, 5 fueron descubiertas por beduinos y 6 por arqueólogos. En aquel tiempo la zona de Qumrán pertenecía a Jordania, pero ya desde el principio los israelíes se interesaron por comprar el mayor número posible de esos manuscritos. La cueva que contribuyó un mayor número de fragmentos fue la cueva 4, la más próxima a las ruinas, que había sido ya violada por los beduinos cuando los arqueólogos llegaron a ella.

En años posteriores aparecieron más manuscritos en la región del mar Muerto, pero fuera ya de la zona de Qumrán. Como hemos señalado, en el wadi Murabba"at y en el Najal Jever aparecieron documentos de la época de la guerra de Bar Kojba, y algunos textos bíblicos, como el rollo de los 12 profetas menores. También en Masada aparecieron fragmentos de Ben Sira, Jubileos y Ezequiel, entre otros. Es curioso que en Murabba"at aparecen muchos documentos de tipo jurídico y legal, cartas, títulos de propiedad, etc., que están totalmente ausentes en los manuscritos de Qumrán. Curiosamente en Masada apareció un fragmento de unos cantos para los sacrificios del sábado que, según Yadin, sigue el calendario solar de los esenios, y apuntaría hacia algún tipo de relación entre esenios y zelotes defensores de la fortaleza.[168]

b) El conjunto de la Biblioteca y su naturaleza

La biblioteca de las cuevas de Qumrán comprende unos 800 manuscritos, algunos de ellos en fragmentos muy pequeños. Por ejemplo, la cueva 4 contenía 520 textos en 15.000 fragmentos. La mayoría de los textos están en hebreo, bastantes en arameo, y algunos, sobre todo en la cueva 7, en griego.

De entre los manuscritos de Qumrán, los hay de tres tipos. Manuscritos bíblicos de libros canónicos de la Biblia hebrea. Manuscritos de la literatura apócrifa intertestamentaria, y manuscritos sectarios que pertenecen a la comunidad del Yajad (reglas y comentarios exegéticos). No siempre será fácil saber si todos los documentos que se suelen adscribir a la comunidad de Yajad, pertenecían a la misma secta, o a grupos sectarios diferentes. En la cueva 3 había un rollo de cobre con la lista de 64 lugares en los que se oculta oro, plata y objetos sagrados.

Entre los documentos no hay autógrafos, sino sólo copias. Tampoco existe ningún tipo de documentos legales o de cartas, tales como los que fueron hallado en las cuevas del wadi Murabba"at.

En cuanto a los documentos sectarios, como hemos dicho, habría que aquilatar si todos pertenecen a una misma secta o pueden tener diversos orígenes. Normalmente se supone que todos están elaborados en el seno de la comunidad Yajad de la que nos habla la Regla de la comunidad. Se ha dudado de si pertenecen exactamente a la misma comunidad documentos tales como el Documento de Damasco (CD), el Rollo del templo (11Q19) y La Nueva Jerusalén en arameo.

El hecho de que hayamos encontrado varias copias de estos documentos en las distintas cuevas, significa que eran muy valorados por la comunidad, y además revelan muchos rasgos afines. Podemos utilizarlos como base de comparación con tal que lo hagamos con tino. En cualquier caso es muy curioso que en toda la gran biblioteca qumránica no hayan aparecido documentos de sectas contrarias, ni siquiera de cara a la refutación o a la polémica. Esto está en consonancia con el carácter fuertemente sectario del Yajad que tenía prohibido cualquier tipo de contacto con grupos externos a la propia comunidad, y refuerza la probabilidad que todos los documentos hallados pertenecían a la misma secta o al menos se movían dentro del mismo espíritu.

c) ¿Cómo se citan los documentos de Qumrán?

¿Cómo citar los manuscritos hallados en las cuevas de Qumrán? Se citan con la sigla Q, precedida por un número del 1 al 11, que identifica la cueva en la que fueron hallados, y seguida por una letra o un número de referencia. Para los casos de los manuscritos más importantes y significativos se usa la letra que normalmente es la inicial del título del manuscrito en hebreo. Para la regla de la comunidad la "S" de Serek; para la regla de la guerra la "M" de Milj(amah; para el rollo del templo, la "T"; para la colección de himnos, la "H" de Hodayot. Así hablamos de 1QH, 1QM, 11QT, 1QS, IQIsª (el primer rollo de Isaías), 1Q20 (Apócrifo del Génesis), etc… Detrás de estas siglas se cita el número de la columna (los rollos están escritos en columnas), y luego el número de la(s) línea(s) de cada columna.

En español tenemos una excelente edición de Florentino García Martínez, Textos de Qumrán, Trotta, Madrid 1993.[169] Actualmente hay en curso una Concordancia de todas las palabras que aparecen en los manuscritos.

IV.- LAS RUINAS

Cerca de las cuevas había un tell de ruinas, que fue excavado por el dominico francés De Vaux en 1950. El asentamiento resultó haber estado habitado en la época del 2ª templo del 140 a. C. hasta el 66 d. C. Había dos épocas de ocupación, separadas por un interregno en el que el lugar había sido abandonado tras un terremoto en el año 31 a. C. El lugar estuvo desocupado durante la época herodiana, y luego volvió a ser ocupado durante la primera mitad del siglo I d. C. Fue destruido finalmente coincidiendo con el aplastamiento romano de la rebelión judía poco antes del año 70, fecha en la que los manuscritos fueron escondidos en las cuevas.

En el momento la excavación del Tell, se aceptó como indiscutible el hecho de que sus habitantes habían sido las mismas personas que escondieron los manuscritos en las cuevas, y las mismas personas de cuya comunidad nos hablan los documentos hallados. Pronto también se les identificó con la secta de los esenios de la que nos hablaban los historiadores judíos y romanos.

De Vaux fue identificando las distintas dependencias dándoles nombres conventuales: la sala capitular, el scriptorium, el refectorium… Este ha sido prácticamente un dogma de fe entre los estudiosos del tema, hasta que recientemente algunos expertos han cuestionado dicha identificación entre los habitantes del Tell y los miembros de la comunidad de que nos hablan los documentos.

El más articulado de los opositores ha sido Norman Golb con su libro sobre la búsqueda del secreto de Qumrán.[170] Después de la edición de este libro han surgido nuevas hipótesis diversas que localizan a los esenios en Ein Gedi, unos 20 kilómetros al sur de Qumrán.

Muy recientemente Y. Magen ha adelantado la hipótesis de que Qumrán fue una fábrica de cerámica, y sus habitantes no tuvieron relación ninguna con las sectas religiosas ni con los manuscritos que por casualidad fueron enterrados en su vecindad (Ver bibliografía)

Algunos de los argumentos adelantados por Golb son dignos de tenerse en cuenta. Según él, la cercanía del cementerio a las casas hace imposible pensar que allí viviera una comunidad tan escrupulosa en todo lo referente a la pureza. El número de manos de distintos escribas que aparece en los manuscritos, hace impensable que todos pudieran haber sido escritos en una misma comunidad. Si la gente de esa comunidad hubiera escondido los manuscritos en las cuevas, habría depositado allí también otros documentos legales importantes para ellos… Según Golb, los que escondieron los manuscritos en esas cuevas y en otras parecidas en toda aquella zona, fueron refugiados que huían de Jerusalén cargados con sus bibliotecas. Los rollos de Qumrán serían una amplia muestra de literatura de la época, pero no procederían de una única biblioteca.[171]

Existe un ostrakon con con una carta de 16 líneas escrita en 68 d. C., escrita por alguien que hace donación de su propiedad a la comunidad. Fue descubierta en el sitio de Qumrán en 1996, y fortaleció mucho la hipótesis de que los hombres de los manuscritos son los habían vivido en las ruinas, y era allí donde se habían escrito los manuscritos.

También fortalece la hipótesis tradicional, el hecho de que en la sala posteriormente denominada scriptorium, aparecieran unos bancos y tres tinteros, lo que indica que la habitación era un lugar donde se hubieron podido copiar los rollos.

El consenso general sigue siendo que los manuscritos fueron enterrados en las cuevas por las personas que vivían en las ruinas del Tell, y por tanto hablan sobre la comunidad "monástica" que allí se albergaba.

Nos limitamos a constatar estos matices, pero no tenemos tiempo para entrar ahora en el detalle de estas discusiones. Para nosotros lo importante es adentrarnos en el contenido de los manuscritos comparar a Jesús con la comunidad de la que nos hablan, fueran o no esenios, y vivieran o no en las ruinas de Qumrán. En adelante nos referiremos a ellos como "esenios", de entrada no queremos dar por zanjada la disputa, sino que simplemente nos ajustamos a la terminología normal en la literatura contemporánea. Si ambas comunidades -la de los esenios y la comunidad Yajad- no fueran una misma comunidad hay el peligro de extrapolar los datos que sabemos de una por los manuscritos con lo que sabemos de la otra por los historiadores. Esto equivaldría a mezclar churras y merinas.

V.- LA COMUNIDAD DE YAJAD Y LOS ORÍGENES DEL CRISTIANISMO

a) Historia de las distintas hipótesis

Los paralelos entre Jesús y los esenios se habían sugerido mucho antes de que tuviesen lugar los descubrimientos de Qumrán. En 1770 Federico II, rey de Prusia, escribía a D"Alembert: "Jesús era probablemente un esenio".[172] Y Renán en el siglo XIX dijo que "El cristianismo es un esenismo con éxito".[173] Hasta la fecha no hay en los Documentos de Qumrán ninguna alusión a Jesús o a Juan Bautista. La mayor parte de estos textos proceden de los últimos dos siglos de la era cristiana. La mayoría de ellos fueron escritos o copiados antes de la época de Jesús y del Bautista. Aun aquellos que pueden fecharse en los primeros 70 años del siglo I d. C. no tienen conocimiento de la secta de los Nazarenos.

Robinson en 1957 pretendió que el Bautista había sido miembro de la secta de los esenios, y luego se estableció por su cuenta. Fitzmyer lo ve verosímil, pero no se puede decir lo mismo de Jesús de Nazaret.

La historia de las hipótesis ha pasado por diversas alternativas. Al principio se tendió a subrayar las semejanzas. En esta época se hicieron las cábalas más fantásticas y escandalosas. En reacción contra ellas, se pasó al extremo contrario, a negar los contactos directos de los miembros de Yajad con Jesús y los primeros cristianos.

Actualmente hay una apreciación más sobria. Aunque se evita hablar de contactos directos, se subrayan mucho las semejanzas culturales. Es en esta actitud en la que nos situamos nosotros.

Durante la etapa "escandalosa", se acusó a los investigadores de deshonestidad. La lentitud en la publicación de los manuscritos se atribuyó al hecho de presiones por parte judía y católica que había descubierto que los documentos eran muy comprometedores y atacaba los fundamentos históricos del cristianismo. El primero en formular esta acusación fue Allegro, ya en 1969. Estos escándalos fueron aireados por los medios de comunicación y la literatura amarilla.

Así, para Barbara E. Thiering, estudiosa australiana, el Maestro de Justicia era el Bautista, y Jesús, el Sacerdote malvado. Baigent y Leigh publicaron en USA un libro provocador, en el que se acusa a la Iglesia Católica de conspiración por ocultar la verdad.[174]

Para Robert Eisenman, los habitantes de Qumrán no eran esenios, sino zelotes capitaneados por Santiago, el hermano de Jesús y acérrimo enemigo de Saulo de Tarso. Según él, el "Maestro de Justicia" no es otro que Santiago el hermano del Señor. Se basa en el título de "Justo" o Tsadiq que da Clemente de Alejandría a Santiago. Para Eisenman, el Comentario a Habaquq debe ser visto a la luz de la identificación de Santiago el Justo con el Maestro de Justicia, y los documentos de Qumrán son de medio herodiano. Eusebio cita a Hegesipo, diciendo que Santiago era santo desde su nacimiento.[175]

Dentro de las atribuciones sensacionalistas, el papirólogo español J. O"Callaghan identificó un pequeño fragmento en griego de la cueva 7 (7Q5), con un texto del evangelio de Marcos 6,52-53.[176] Esta identificación sería verdaderamente revolucionaria, porque adelantaría la fecha del evangelio de Marcos una o dos décadas, y supondría claros contactos mutuos entre los habitantes de Qumrán y los primeros cristianos.[177]

Todas estas calas de Thiering, Beigent, Eisenmann son muy problemáticas, y no han encontrado aprobación en el conjunto de los estudiosos… Las sospechas de conjuraciones no han quedado probadas. Al término de la publicación de todos los manuscritos de Qumrán se ha visto bien claro que no había nada que ocultar, y las sospechas eran totalmente gratuitas.

La fechación de la mayoría de los manuscritos en la época anterior a la era cristiana impide la identificación de sus personajes con las figuras del Nuevo Testamento.

b) Puntos de encuentro entre el Jesús histórico y la comunidad del Yajad[178]

Mientras que el evangelio nos habla a menudo sobre la interacción de Jesús con fariseos, saduceos y herodianos, en cambio nunca habla explícitamente de ningún contacto explícito con los esenios. Esto dificulta mucho el trabajo de comparación entre ambos.

Por otra parte, como ya hemos señalado, la mayoría de los rollos hallados en Qumrán son anteriores a la época del ministerio de Jesús. Por otra parte no es tampoco cierto cuáles ni cuántos de los documentos encontrados en Qumrán reflejan la ideología de la secta.

Nuestra única posibilidad es comparar lo que sabemos sobre Jesús y sobre los esenios por separado, y tratar de aproximar ambas realidades. Comenzaremos señalando los puntos de semejanza.

1.- El movimiento de Jesús y los esenios son dos ejemplos de la diversidad que existía en el Judaísmo antes del año 70. Unos y otros eran judíos devotos, observantes de la Torah, residentes en Palestina.

2.- A pesar de ser grupos muy pequeños, tanto el Yajad como el grupo de los 12 podían pretender ser representantes del verdadero Israel. Preveían una futura edah más numerosa en el tiempo futuro, en torno al primitivo yajad. Ellos constituían el germen inicial en torno al cual se iba constituyendo el Israel escatológico

3.- Ambos grupos sentían una cierta desestima de los gentiles.

4.- Ambos grupos tenían enemigos comunes dentro del judaísmo, los saduceos y algunos fariseos.

5.- Creían que Dios estaba dando cumplimiento a las promesas de la Escritura, y tenían cierto tono apocalíptico

6.- Tenían todos ellos una teología basada en la Escritura, y con gusto especial por los mismos libros: Isaías, Deuteronomio y Salmos.

7.- Tenían modos semejantes de interpretar la Escritura bajo la guía del Espíritu.

8.- Ambos estaban orientados escatológicamente, es decir creían que el presente era el comienzo de una nueva era. Su escatología tenía simultáneamente una dimensión presente y futura. Aunque los qumranitas esperaban una guerra decisiva en el futuro próximo, también existía una dimensión de escatología realizada que vivían en sus liturgias comunitarias que tenían lugar en presencia de los ángeles.

9.- Ambos pretendían ser beneficiarios de una revelación especial por parte de Dios.

10.- Ambos interpretaban que las Escrituras, en su sentido profundo, se referían a ellos.

11.- Ambos, así como los bautistas, daban mucho relieve a Is 40,3, la voz que clama en el desierto.

12.- Jesús y los esenios se referían a la idea de una nueva alianza. Para los esenios esta nueva alianza fue establecida a través del Maestro de Justicia. Entrar en Qumrán era entrar en alianza. Para los cristianos la nueva alianza se había establecido en la sangre de Jesús.

13.- Jesús y los esenios aceptaban la continuación de la profecía. Tanto Jesús como el Maestro de Justicia se consideraban profetas, mientras que el judaísmo fariseo (Sal 74,9), decía que ya no había profecía. Así el rabí Aqiba.[179]

14.- Ambos subrayaban que la redención escatológica estaba prometida a los pobres. Los esenios se llamaban a sí mismos "pobres de espíritu".[180]

15.- Ambos tenían en común expectativas mesiánicas. Charlesworth nos da un denso resumen de cómo muchos estudiosos de hoy han vuelto a pensar que Jesús pudo muy bien pensar en sí mismo como Mesías.[181] En Qumrán se habla de dos Mesías distintos, uno davídico y otro levítico. Ambos liderarían a Israel en la batalla final y gobernarían el pueblo tras la victoria. Las dos acciones proféticas de Jesús en su entrada solemne en Jerusalén no podían por menos que ser interpretadas como una reivindicación de mesianismo.

16.- Se ha solido comparar el texto de la respuesta de Jesús a los enviados del Bautista (Mt 11,2-6) con un texto de 4Q521, que Puech llama "Apocalipsis mesiánico". En dicho texto se habla cómo en los días del Mesías el Señor dará libertad a los cautivos y vista a los ciegos, enderezará a los que se doblan, curará a los heridos, resucitará a los muertos, y proclamará la buena noticia a los pobres, con claras referencias a Sal 146,7-8 y a Is 61,1.

17.- Ambos subrayaban la pecaminosidad de la naturaleza humana delante de Dios

18.- Ambos subrayaban la necesidad de pedir perdón a Dios, y la certeza de recibir el perdón de Dios.

19.- Ambos ponían gran acento en el valor simbólico del agua.

20.- Ambos parecen haber tenido una actitud más rigurosa hacia el divorcio. 11Q Templo 57,17 afirma que lo mismo que el rey no debía divorciarse de su mujer, tampoco los miembros de la comunidad. Ver también el Documento de Damasco que considera inmoralidad sexual el tomar dos mujeres.[182] Este precepto tanto en Qumrán como en Jesús, está motivado por el horizonte escatológico de la era de la nueva creación.[183]

21.- Jesús era célibe y los esenios (algunos al menos) también. El celibato de los esenios está atestiguado por los historiadores de aquella época, pero en los manuscritos de las cuevas no hay ninguna referencia explícita a su celibato. El Documento de Damasco deja lugar para la existencia de mujeres e hijos.[184] La Regla de la Congregación que contempla el Israel de los últimos días, deja abierta la puerta a la presencia de mujeres y niños, y prohíbe la poligamia,[185] mientras que la Regla de la comunidad, que contempla la Yajad del presente, mucho más minoritaria, no parece dejar lugar para una vida matrimonial entre los sectarios. El mismo Josefo ya distinguió entre unos esenios que no se casaban, y otros que sí se casaban. [186]

Meier refuta la tesis de Phipps de que Jesús estuvo casado.[187] Esta tesis del matrimonio de Jesús ha sido recientemente sostenida en la controversia suscitada por el libro El Código Da Vinci.[188] Allí Brown le hace decir a Langdon que Jesús como hombre casado tiene más sentido que nuestra visión tradicional de un Jesús célibe. "Según la costumbre judía el celibato estaba condenado, y un padre judío estaba obligado a buscar una esposa adecuada a su hijo. Si Jesús no hubiese estado casado, al menos uno de los evangelios de la Biblia lo debería haber mencionado y ofrecido alguna explicación a este estado antinatural de la soltería".[189] Pero el silencio absoluto de las fuentes -ni un solo texto ortodoxo o gnóstico se hace eco del matrimonio de Jesús, mientras que aluden a todo otro tipo de parientes, y menciona a las esposas de algunos apóstoles y parientes de Jesús. Favorece el celibato de Jesús el logion de Jesús que afirma que en la plenitud escatológica del reino ya no habrá matrimonio (Mc 12,25) y no olvidemos que Jesús está anticipando ya en su vida esta plenitud escatológica. También el logion de Mateo sobre los eunucos, se hace eco de una acusación contra Jesús que encaja muy bien con su estado de celibato.

Además de su referencia al celibato de los esenios Filón se refiere también al celibato de los terapeutas de Egipto en su opúsculo Sobre la vida contemplativa. Se discuten las razones para la práctica del celibato entre estos grupos. Otra importante figura célibe del Antiguo Testamento es Jeremías. Sin embargo en la estricta moral sexual de Jesús no hay ningún interés por el tipo de casuística que se da tanto en la comunidad de Yajad como posteriormente en la Misná. En cualquier caso resulta gratuito decir que los judíos tenían prohibido el celibato.

El celibato de Jesús probablemente tenía razones muy distintas del de los esenios. Para Jesús venía de la total dedicación al reino, mientras que para los Qumranitas pudo haber sido simplemente un desarrollo de su obsesión por la pureza del cuerpo.[190]

22.- Tanto el movimiento de Jesús como los esenios estaban polarizados por la fuerza de un fundador carismático, Jesús y el Maestro de Justicia, que pedían a sus seguidores una fe inquebrantable en sus enseñanzas, su liderazgo y su relación especial con Dios. Sólo Hilel era comparable, pero no era carismático.

23.- El hecho de que el héroe de la comunidad fuese el "Maestro de Justicia", perseguido y/o muerto por el Sacerdote impío, es decir un sumo sacerdote, sentaría un importante precedente para justificar a Jesús, condenado también por otro Sumo Sacerdote, y rehabilitado por los miembros de su comunidad. El ser condenado por un sumo Sacerdote ya no era una condenación inequívoca contra cualquier miembro del pueblo.[191] Hay textos que no dejan lugar a dudas de que el Maestro de Justicia sufrió persecución a manos del sacerdote impío,[192] pero los textos sobre su asesinato son ambiguos.

24.- La expresión Espíritu Santo aparece muchas veces en labios de Jesús. En alguno de estos casos representa "ipsissima verba" como en la blasfemia contra el Espíritu Santo de Mc 3,29. Este término no aparece en el AT, y sólo tres veces en literatura apócrifa, y es muy raro en la Misná, pero muy abundante en la literatura de Qumrán. Los esenios reivindican que el Espíritu Santo había abandonado el templo y les había acompañado a ellos al desierto. El Espíritu Santo mora en la comunidad. Jesús pudo haber tomado esta idea de los esenios. Aunque también Hilel lo usó una vez.[193]

25.- En ambos grupos se da una importancia a la comunidad, especialmente en la tradición recogida en Mateo sobre la ekklesia.[194] Muchos investigadores no creían que la palabra ekklesia de Mateo perteneciera a los ipsissima verba, sin embargo los escritos de Qumrán nos revelan la existencia en aquella época de comunidades muy perfiladas. ¿Qué palabra hebrea correspondía a ekklesia? Se solía decir que Qahal o edah. En Qumrán surgen otras posibilidades: Sod, o Yajad. Hay textos en Qumrán en que se nos habla de la "comunidad de su elegido", refiriéndose al Maestro de Justicia[195]o a todo el pueblo de Israel.[196] Quizás esto nos ayuda a comprender el ecclesia mea de Mateo.

26.- En cuanto a los bienes de este mundo y la propiedad hay semejanzas y diferencias entre la doctrina de Jesús y la de los qumranitas. En Yajad el candidato tras un año de iniciación puede ya tocar objetos ritualmente puros, y su propiedad pasa a ser controlada por un inspector (mebaqqer), pero todavía no se fusionan con los bienes de la comunidad.[197] Después de un segundo año y un nuevo escrutinio puede ya participar de las comidas rituales y sus propiedades son añadidas al tesoro de la comunidad. Esto coincide con lo que nos cuentan las fuentes históricas de Filón y Josefo. Había entre ellos una estricta bolsa común.

En la doctrina de Jesús hay una visión de las riquezas como un ídolo que puede suplantar al verdadero Dios, y llevó un estilo de vida de radical pobreza. Sólo desde la pobreza se puede llevar la confianza radical en la providencia que es uno de los rasgos más típicos de la doctrina de Jesús. Entre los discípulos parece haber existido una bolsa común, pero Jesús exhorta a los suyos a despojarse de sus propiedades, pero no para darlas a la comunidad, sino para darlas a los pobres. Sin embargo Jesús no exigía a todos sus seguidores que se desprendiesen de hecho de todos sus bienes, tal como lo exigían los qumranitas. El caso del joven rico, a pesar de ser muy probablemente un suceso histórico, no es una instancia emblemática que se puede generalizar.[198] Entre los mismos qumranitas parece haberse dado una doble velocidad en lo referente al desprendimiento. Mientras que los que habitaban en Qumrán ponían en común todos sus bienes, otros esenios no célibes que vivían en las ciudades contribuían económicamente a la secta, pero conservaban sus propios bienes para mantener a las familias.

27.- En el calendario solar esenio las fiestas caen casi todas ellas en domingo, cada siete semanas. Es el caso de Pentecostés, la fiesta del vino, la fiesta del aceite… Quizás esto pudo dar un precedente a la costumbre cristiana de celebrar el domingo.

28.- Ambos grupos compartían una ambivalencia intrigante con respecto a Jerusalén y el templo, con serias reservas sobre su culto. Los qumranitas habían roto con el sacerdocio asmoneo que no era sadoquita y con el calendario solar-lunar. En la espera del nuevo templo purificado, los qumranitas se consideraban a sí mismos como un templo espiritual hasta que el templo de Jerusalén pudiera ser restaurado. Jesús, contrariamente a los qumranitas visitaba el templo y juzgaba que en el ínterin había que respetar sus rituales. Pero Jesús anuncia que el estado presente está llegando a su fin y con él el templo de Jerusalén. Las profecías de reconstrucción no dicen claramente si se trata de un nuevo templo a construir o de un templo simbólico.

Es muy interesante notar como la referencia a la comunidad como templo, que es típica de la teología cristiana, aparece ya en Qumrán. La comunidad se describe aquí como un santuario, una casa para Israel, el Santo de los santos para Aarón.[199] Esto ha venido a refutar las tesis de los que pensaban que la identificación entre comunidad y templo le venía al cristianismo del pensamiento estoico.

29.- Tanto Jesús como los esenios creían en la resurrección de los muertos. En esto coincidían con los fariseos y se distanciaban de los saduceos. La resurrección está atestiguada en Dn 12,2 y ya antes en los Escritos de Henoc y el libro de los Jubileos, que eran libros copiados, leídos y venerados por los qumranitas. En 4Q521 2,II,12 y 7,6 encontramos una alabanza de Dios que "da vida a los muertos".[200] Los esenios no enterraban a sus difuntos en tumbas colectivas en las que se juntaban los huesos de los hijos con los padres, sino en tumbas individuales de casi 2 ms. de profundidad en las que esperaban intactos la resurrección. Muy recientemente se ha descubierto una tumba muy especial en el cementerio de Qumrán que algunos piensan pudo haber sido la tumba del Maestro de Justicia. Se trata de la tumba 1.000 en el edificio B.[201] Esta tumba está en el interior de un edificio, y curiosamente en lugar de estar orientada norte-sur, como todos los enterramientos del segundo templo, está orientada este oeste. Los esenios esperaban que la resurrección de los muertos tuviera lugar al comienzo del juicio final. El lugar de los bienaventurados sería el jardín del Edén, y por eso los cuerpos miraban en dirección hacia el norte.[202]

30.- Algunos han intentado ver contactos entre los esenios y los primeros cristianos apoyándose en la geografía de los barrios de Jerusalén. Según ellos, en el que tradicionalmente se han localizado los lugares santos de la primera comunidad cristiana en el Monte Sión, coincidiría con el barrio de los esenios. Efectivamente en la vecindad de ese barrio los arqueólogos han desenterrado la "puerta de los esenios" en la muralla de la ciudad.[203] De aquí se ha pasado a decir que el "hombre del cántaro", que sirvió de señal a los apóstoles para encontrar la casa en la que Jesús quería celebrar la Pascua, era un esenio, porque los esenios eran los únicos varones en la cultura judía de la época que hacían este servicio que estaba normalmente reservado a las mujeres.[204] Se trata de un argumento un poco tomado por los pelos. Además nada indica que la "puerta de los esenios" significase aquella que estaba situada en el barrio esenio. Normalmente las puertas de la ciudad reciben el nombre del punto de destino de la carretera que arranca de allí. La puerta de Damasco es aquella de donde sale la carretera que lleva a Damasco. La puerta de los esenios bien pudo haber sido la puerta de donde salía la carretera que llevaba a Qumrán, y no se refería al barrio en el que estaba enclavada.[205]

c) Principales diferencias entre ambos

MPO = Más parecido a los otros. En este punto Jesús es más parecido a otros judíos que a los esenios

DFO = Diferente de los otros. En este punto Jesús era diferente tanto de los esenios como de los otros judíos.

1.- El grupo de Jesús era abierto y sus bordes porosos, mientras que la comunidad esenia era cerrada y tenía procedimientos selectivos de iniciación. MPO

2.- El mensaje de Jesús era público y el de los esenios, secreto.

3.- Jesús puso su énfasis en el amor al enemigo. Los esenios sobresalen por su doctrina sobre el odio. "Malditos seáis en las obras de vuestra malicia culpable. Que Dios haga de vosotros un objeto de terror a manos de los vengadores. Sed malditos, y privados de misericordia, según la oscuridad de vuestras obras. Sed condenados en el oscuro lugar del fuego eterno.[206] Quizás el "Odiarás a tu enemigo" de Mt 5,43 sea una crítica a la interpretación esenia. En la regla de la comunidad se exhorta a "amar a los elegidos de Dios y odiar a todos a quienes él ha rechazado". [207]

4.- Los esenios extremaban la pureza corporal, mientras que Jesús insiste en la pureza interior. J. Jeremias habla aquí de un contraste irreconciliable. Los esenios se oponían a las vajillas de cerámica. Jesús se mantiene al margen de los debates sobre pureza que eran corrientes en el siglo I. DFO

5.- Jesús admitía a mujeres en su grupo, las admitía como discípulas y las consideraba sus amigas En ocasiones rompió tabúes hablando con ellas incluso a solas. Los esenios en cambio, consideraban que las mujeres eran dignas de desconfianza, caprichosas. En el Documento de Damasco la corrupción del templo la atribuían a una asociación impura con mujeres.[208] Estaba prohibido tener relaciones sexuales con la esposa en Jerusalén, la ciudad santa.[209]

6.- Jesús participaba en fiestas y tenía fama de comedor y bebedor. No era un asceta como aparecen los esenios. DFO

7.- Jesús predicaba a la multitud e intentaba su conversión. No hay, en cambio, ningún documento misionero entre los esenios. Jesús se relacionaba con las multitudes. El celo misionero de Jesús contrasta con el judaísmo que es una religión no misionera. DFO

8.- El estilo de Jesús es colorista y llano, mientras que el de los documentos es críptico, y en algunos casos codificado. Los esenios escribían sólo para los letrados e iniciados. Jesús hablaba para las masas. MPO

9.- Jesús se relacionaba con los mendigos, los hombres marginales e impuros. Los esenios se mantenían al margen de ellos. "Los impuros nunca entrarán en el santuario".[210] Jesús se relacionaba también con gentiles, el centurión, la cananea, la samaritana. Los esenios tenían normas que los separaban del todo de los gentiles como lo consigna Josefo y la Regla de la Comunidad. DFO

10.- Jesús fue famoso por sus curaciones milagrosas. En los documentos de Qumrán no se atribuyen milagros ni al Maestro de Justicia ni a los futuros Mesías. En el apócrifo del Génesis y en la oración de Nabonido se atribuyen exorcismos a Abrahán y a un exorcista judío que bien pudo haber sido Daniel. Se trata en ambos casos de una oración, más bien que de un exorcismo conminatorio. No parece que los esenios estuviesen muy interesados en estos temas médicos, aunque si cultivaban las medicina de yerbas. DFO (salvo los jasidim)

11.- Diferían en su manera de concebir la iniciación. Para Jesús, la iniciación no era prolongada. Bastaba con ponerse en camino tras Jesús. Para los javerim se requería al menos un mes.[211] En cambio, según la Regla, para unirse al grupo esenio hacía falta tres años de preparación.[212] DFO

12.- Aunque en la comunidad de Jesús había responsables, no hubo una jerarquía rígida ni un escalafón, sino que Jesús subrayó la actitud de servicio y fraternidad. En cambio en Qumrán habría jerarquías, escalafones, castigos severos, como señala la Regla. Según Josefo, había 4 grados. Si un senior era tocado por un junior, tenía que purificarse como si hubiese tocado a un miembro de fuera de la secta.[213] Algunos dichos de Jesús sobre el sentido de fraternidad han podido ser pronunciados como crítica a los esenios.

En la comunidad esenia había un fuerte liderazgo de sacerdotes y levitas, mientras que en la comunidad de Jesús, se trataba de laicos, liderados por un laico. MPO

13.- Jesús no escribió nada, mientras que los esenios eran un grupo de escribas, preocupados por escribir y copiar. Jesús no dejó libros, y los esenios dejaron toda una biblioteca.

14.- Jesús no tuvo una formación académica, mientras que los esenios estaban dedicados a las Escrituras y sus propios escritos. Sobre el tema de si Jesús era letrado o no, ver J. P. Meier, en Un judío marginal, vol. 1, 279-290, con abundante bibliografía sobre los datos evangélicos, la educación judía y la alfabetización en tiempos de Jesús.

15.- Jesús era vulnerable, mientras que los esenios estaban protegidos por todo un grupo solidario y fuertemente organizado y jerarquizado.

16.- Coinciden en desaprobar la multiplicación frívola de juramentos. Valoran mucho el decir la verdad, y, según Josefo, la palabra de un esenio tenía por sí sola más valor que un juramento.[214] La diferencia está en que Jesús prohibía toda clase de juramento (Mt 5,33-34), mientras que los esenios hacían un solemne juramento al entrar en la comunidad, según la Regla.[215] Los levitas tenían que maldecir a los que pertenecían a Belial.[216] DFO

17.- Jesús, como Hilel, podía resumir la Torah en dos preceptos. Esto es lo que Hilel contestó a quien le exigía que resumiese la Torah mientras se sujetaba sobre un solo pie. Los esenios nunca hubieran hecho esa síntesis. Todo para ellos era importante, y añadían cada vez nuevas reglas. MPO

18.- La enseñanza de Jesús era en parábolas. En los documentos de Qumrán no existe el género literario parábola. MPO

19.- Ningún dicho atribuido a Jesús es claramente predeterminacionista o determinista, mientras que la doctrina de Qumrán era fuertemente determinística, con una visión de la doble predestinación.[217] MPO

20.- La angelología no está desarrollada en la doctrina de Jesús, mientras que entre los esenios se mencionan Miguel, Gabriel, Rafael y Sariel.[218] Josefo ya atribuía a los esenios mucho interés por los nombres de los ángeles.[219] DFO

21.- Jesús hacía una interpretación liberal de las normas sobre el sábado, mientras que los esenios eran sabáticos estrictos. Según Josefo eran los más estrictos en este punto.[220] En el Documento de Damasco dice que no se puede sacar a un animal del pozo en sábado.[221] Quizás Jesús disputaba con los esenios en Mt 12,11. MPO

22.- El centro del mensaje de Jesús era el reino de Dios, concepto compartido con otros muchos judíos, Sabiduría, Salmos de Salomón, Daniel, Tobías. Pues bien, este concepto no ha aparecido en toda la biblioteca de Qumrán. Lo más parecido es la afirmación "Y el reino será para el Dios de Israel" en la Regla de la Guerra.[222] DFO

23.- Las comidas litúrgicas de los esenios también han sido consideradas por algunos como un precedente de las comidas cristianas.[223] Pero no es tan claro el parecido. En primer lugar, también los fariseos o javerim tenían este tipo de comidas, que eran propias del judaísmo en general. Además el sentido de la comida es muy diverso.[224]

La mayor diferencia es el carácter inclusivo de las comidas de Jesús, hasta abarcar también a los "pecadores". En las comidas de Qumrán quedaban excluidos, no sólo pecadores, sino también los que tenían defectos físicos, o cualquier tipo de impureza legal. En este punto eran mucho más parecidos entre sí los esenios y los fariseos. Neusner en su estudio sobre los fariseos, dice que el 67% de las perícopas legales de las tradiciones rabínicas de las casas de Hilel y Samay tienen que ver con el hecho de comer.[225] El rasgo más distintivo era la resistencia de fariseos y esenios a comer con pecadores. DFO

24.- Jesús no compartía el interés de los esenios por el calendario solar, y parece haber seguido el calendario antiguo solar-lunar que se había introducido en el templo en época macabea. Jesús no tuvo nada especial que decir acerca del calendario.

Sin embargo algunos han tratado de solucionar el problema de la fecha de la Pascua en la que murió Jesús, aduciendo que Jesús había seguido el calendario esenio, distinto del que seguía el resto de los judíos en el templo de Jerusalén. Esto explicaría que Jesús hubiese podido comer el Seder de Pascua el martes por la noche, según el calendario esenio, y haber muerto el viernes, víspera de la Pascua según el calendario judío. Esto daría simultáneamente razón a los sinópticos que consideran la cena de despedida de Jesús como una cena pascual, y a Juan que considera que Jesús murió la víspera de la pascua, mientras se sacrificaban los corderos que se iban a comer esa noche, cuando Jesús ya estaría enterrado.[226] MPO

d) Conclusiones

Charlesworth, después de este análisis de semejanzas y diferencias, llega a cinco conclusiones:

1.- Ciertamente Jesús no era un esenio, como algunos han pretendido (Graetz, Kohler) y el periodismo amarillo de los suplementos dominicales. Tampoco fue formado en medios esenios.

2.- Jesús tuvo algunas influencias esenias en algunas de sus ideas escatológicas, mesiánicas, la comunidad de bienes, la condena del divorcio, la redención para los pobres… Pero rechazaba su calendario, su legalismo, su concepto de pureza, su determinacionismo, su doctrina sobre el odio, sus juramentos, su práctica deshumanizadora del sábado.

3.- La literatura del Mar Muerto es una fuente inapreciable para comprender la vida y enseñanzas de Jesús. Nos dan contexto ideológico, iluminan el medio social, nos dan paralelos en el vocabulario.

4.- Jesús fue influenciado por muchos grupos dentro del Judaísmo; por el Bautista y su grupo. Pudo haber empezado un movimiento similar al del Bautista. Ciertamente fue influenciado por Hilel indirectamente.[227] Pero Jesús no fue miembro de ningún grupo judío. Ni fue tan próximo a los fariseos como pretende Falk.[228]

5.- Los intentos por resucitar la tesis de Renan de que el Cristianismo era un Esenismo con éxito han fracasado. Sin embargo es obvio que la influencia del esenismo ha sido más grande en la segunda y tercera generación de seguidores de Jesús, en las cartas post-Paulinas, en las protopaulinas, en Mateo y en Juan.

e) Contactos entre los escritos de Qumrán y el Nuevo Testamento

Más importantes son los contactos literarios entre el Nuevo Testamento y los escritos de Qumrán.[229]

La matriz literaria de Qumrán es judía. No hay paralelismo con los grandes temas de Pablo, pero sí muchos con los secundarios.

La doctrina de Pablo tiene paralelos con la doctrina qumránica de la total pecaminosidad del hombre, y en Dios como la sola causa de la justicia.

En Qumrán aparecen muchas frases paulinas, que hasta ahora no habían aparecido en el AT ni en la literatura judía conocida: "La justicia de Dios",[230] la frase: "las obras de la Ley",[231] la "Iglesia de Dios",[232] "hijos de la luz" e "hijos de las tinieblas".[233] En general, el dualismo ético está presente en Pablo y Qumrán, así como el contraste entre luz y tinieblas.

Algo parecido se ve en lo referente al término paulino de "carne". En el AT la carne equivale a la naturaleza humana en tanto que frágil y mortal. En cambio en Pablo ha pasado a designar un pder de pecadon hostil a a Dios. Antes de Qumrán se solía atribuir este aspecto negativo de "carne" en Pablo a inmflujos helenísticos. Ahora en cambio vemos que este concepto tiene sus raíces no en la antropología judía helenística, sino en la antropología judía hebrea que ya contiene esta antítesis entre carne y espíritu.

Muy importante es la matriz palestina de Kyrios aplicada a Dios. Bultmann veía en ella una huella del helenismo y del paganismo, pero en Qumrán ha aparecido aplicada a YHWH "Adon o Mar.

Igualmente se detectan semejanzas con los escritos deuteropaulinos, el término Mysterion, "una participación en la suerte de los santos en la luz", "en su cuerpo de carne"…

La imagen de la comunidad fundada sobre roca se encuentra en Qumrán, aunque allí la roca no se identifica con una persona.[234] Los textos de Qumrán ven a la comunidad como una "comunión de santos" con rasgos parecidos a la comunidad idealizada que aparece en los resúmenes de los Hechos y a la costumbre paulina de designar a los miembros de las comunidades como "santos".

"Los muchos", o "la mayor parte" (Mc 10,45; 14,24; 2 Co 2,6) se refieren en Qumrán a la totalidad de los hombres. "Será derramada por los muchos" equivale a "será derramada por todos".

Hay un paralelo muy importante entre la anunciación en Lucas y un fragmento de 4Q246, en arameo que habla de alguien indeterminado (el fragmento está muy deteriorado) que será grande en la tierra, hará la paz y todos le servirán. Será llamado hijo del Gran Dios, y por su nombre será llamado. Será ensalzado como hijo de Dios, y le llamarán el hijo del Altísimo, y su reino será un reino para siempre.

Algunos han querido ver en esta figura un "hijo de Dios" bueno, dividiendo el himno en cinco estrofas. Los que lo dividen sólo en dos estrofas encuentran que la descripción del Rey, hijo de Dios, está en la primera parte, la de los reyes malvados, y no puede representar a un verdadero enviado divino, sino a un tirano que se hace llamar "hijo de Dios". Sólo a partir de la segunda parte, la columna B3, empieza a hablar de los buenos, y en este caso se trata de una figura colectiva, del pueblo de Dios. Para Israel Knohl el rey que hace la paz y se llama "hijo de Dios", es Octaviano Augusto.[235]

También en el meteorito juánico, Jesús se dirige a Dios como "Señor de cielo y tierra". No había hasta ahora ningún testimonio de este título en el texto masorético.[236] Pero este título ha aparecido exactamente en el arameo del Apócrifo del Génesis 22,16,21.

Muchos aspectos del rol jugado por Melkisedeq en la carta a los Hebreos, han aparecido ahora en los textos de Qumrán. Qumrán nos ayuda a comprender como sutilmente el cristianismo pasó rápidamente del mesianismo real al mesianismo sacerdotal, en el que Cristo aparece modelado como Gran sacerdote según Melkisedeq.

Muy importante también es el paralelismo de textos qumránicos con la literatura juánica. El dualismo entre luz y tinieblas que Bultmann iba a buscar lejos de Palestina en los escritos mandeos, podemos encontrarlo allí muy cerca de los orígenes cristianos en Qumrán. Si bien algunos han insistido en que el paralelismo no es tan estrecho como pudiera parecer.[237]

El Paráclito es "el espíritu de la verdad", concepto importante en Qumrán. Es traducción de la palabra hebrea Menájem. Knohl la relaciona no con Menájem el galileo, sino con Menájem el esenio. Su nombre había pasado a ser sinónimo del Mesías esperado, así como César pasó a ser un nombre de todos los emperadores posteriores.

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Notas al tema 9

TEMA 10.

Jesús y los fariseos

I. FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LOS FARISEOS

De entre todos los grupos judíos contemporáneos, los fariseos eran los que tenían la doctrina más parecida a la de Jesús. Las disputas entre uno y otros podrían considerarse disputas de escuela. La mala imagen de los fariseos en el cristianismo actual, tiene bastante de calumnia. En la tradición cristiana se ha equiparado judaísmo y fariseísmo, entendiendo éste como hipocresía y legalismo. Esto es hacer una grave ofensa e injusticia a toda una importante tradición religiosa que se ve ridículamente caracterizada. Además al oponer así cristiano y judío, olvidamos que el fariseísmo, en su sentido malo, es una mala hierba que crece no sólo entre los judíos, sino también entre los cristianos.

Antes de profundizar en el estudio de las relaciones de los fariseos con Jesús vamos a exponer algunas de las dificultades metodológicas para la investigación. El estudio de los fariseos "históricos" en las fuentes rabínicas es mucho más complicado aún que el estudio del Jesús "histórico" en las fuentes cristianas.

Los fariseos como grupo nos son conocidos sobre todo por Flavio Josefo, el Nuevo Testamento y los escritos rabínicos, en este orden de importancia. No siempre resulta fácil concordar los datos que reflejan estas tres fuentes debido a que todas ellas han sido editadas conforme a determinados intereses ideológicos.

Como dice Sievers humorísticamente, "hoy sabemos bastante menos sobre los fariseos de lo que sabía la generación anterior a nosotros".[238]

El criterio más importante para reconstruir a los "fariseos de la historia" será el del testimonio múltiple tanto de fuentes como de formas literarias. Cartas de Pablo, Evangelios, Hechos, Josefo y literatura rabínica representan formas literarias distintas, y representan intereses distintos. En cuanto a su antigüedad, las fuentes más antiguas son el Nuevo Testamento, luego Josefo, y por último la Misná. La más antigua mención a un fariseo es la de Pablo en la carta a los Filipenses 3,5.

a) La secta de los fariseos según Flavio Josefo

La información más abundante y fidedigna es la que nos proporciona Flavio Josefo.[239] En su autobiografía pretende haber sido fariseo a la edad de 19 años,[240] pero probablemente está mintiendo.[241] En este mismo texto nos dice Josefo que "se aplicó a guardar los estatutos de los fariseos, porque son los que más de cerca se llegan a la secta de los estoicos, entre los griegos".

En Las guerras de los judíos, de las tres sectas que describe, es la de los esenios la que parece conocer mejor, y la que merece su mayor alabanza. Ahí nos da también Josefo algunos datos sobre la naturaleza del grupo farisaico: tienen más cierta vigilancia y conocimiento de la Ley; suelen atribuir cuanto se hace a Dios y a la fortuna; hacer bien o mal está en manos del hombre, pero en todo les puede ayudar la fortuna. Todas las ánimas son incorruptibles, pero pasan a los cuerpos de otros solamente las buenas, y las malas son atormentadas con suplicios que nunca fenecen ni se acaban. Los fariseos se aman entre sí unos a otros, deséanse bien y júntanse con amor.[242]

En las Antigüedades, escrita veinte años después de Las Guerras, cuando los rabinos ya habían establecido su poder en Yavne, Josefo va a dar a los fariseos un mayor relieve. Al referirse a las distintas sectas, menciona ahora siempre primero a los fariseos. Subraya su popularidad. Parece querer recomendarlos ante las autoridades romanas, insinuando que son el grupo más fiable de entre todos los judíos. Parece que Josefo tiene un verdadero interés en presentarlos como si ya hubiesen sido la secta normativa del judaísmo en la época anterior al año 70.

Estos son los datos que nos da sobre ellos en las Antigüedades: Viven parcamente, sin acceder a nada en los placeres. Se atienen como regla a las prescripciones que la razón les ha enseñado y transmitido como buenas, esforzándose en practicarlas. Honran a los de más edad, ajenos a aquella arrogancia que contradice lo que ellos introdujeron. A pesar de que enseñan que todo se realiza por fatalidad, sin embargo no privan a la voluntad del hombre de impulso propio… Creen que al alma le pertenece un poder inmortal, de tal modo que más allá de la tierra tendrá premios y castigos… Los virtuosos tendrán la facultad de volver a esta vida. A causa de esto, disfrutan de tanta autoridad entre el pueblo, que todo lo perteneciente a la religión, súplicas y sacrificios, se lleva a cabo según su interpretación. Los pueblos han dado testimonio de sus muchas virtudes, rindiendo homenaje a sus esfuerzos, tanto por la vida que llevan como por sus doctrinas.[243]

A pesar de este modo estricto de interpretar la Ley, Josefo nos dice también que los fariseos tendían a la clemencia en los castigos, e interpretaban humanamente preceptos bíblicos como la ley del talión, o la obligación de apedrear a las adúlteras.[244]

Cuando nos dice que Alejandro Janeo aconsejó a su esposa que se apoyase en los fariseos, Josefo hace notar que "tenían mucho poder entre los judíos, y perjudicaban a los que odiaban, y en cambio, ayudaban a los que querían. El vulgo sobre todo les creía cuando hablaban mal de alguien, aunque fuera por envidia; él (el rey) había incurrido en el odio del pueblo por haberlos injuriado.[245]

La reina "entregó todo el poder a los fariseos y ordenó que toda la multitud les obedeciera. Restituyó las antiguas costumbres de los fariseos que habían sido abolidas por su suegro Hircano, de modo que ella gobernaba de nombre, pero el poder lo ejercían los fariseos".[246]

Dice también Josefo que los saduceos se tenían que someter a las fórmulas de los fariseos, porque, si no, las masas no les tolerarían.[247] En el libro 17 nos dice también que su secta contaba con la simpatía de mujeres, que eran unos 6.000, que se habían atrevido a resistir a los reyes, que eran previsores y que siempre estaban dispuestos a luchar y a combatir.[248]

b) La historia de los fariseos según Josefo

Apenas sabemos nada del origen de los fariseos, como tampoco de las otras sectas, por la simple razón de que Josefo se pone directamente a describirlas, sin contar nada sobre sus orígenes. La descripción de las sectas tiene lugar en Josefo muy avanzada ya la historia, a propósito del final del reino de Arquelao. Algunos quieren ver el origen de los esenios, o incluso también de los fariseos en los jasidim que apoyaron en un principio la revuelta macabea e inmediatamente después desaparecen. Pero todo son conjeturas y hay que confesar nuestro absoluto desconocimiento acerca del origen de las sectas judías.

Según Josefo, tuvieron una parte activa en la política de los últimos 200 años de la época del segundo templo e intentaron imponer sus criterios sobre la observancia de la Ley a todo el pueblo. Parece que ya en tiempos de Juan Hircano tuvieron el favor del monarca asmoneo, pero acabaron perdiéndolo,[249] y estuvieron en oposición feroz a la monarquía asmonea. El conflicto llegó a su clímax en tiempo de Alejandro Janeo que se enfrentó abiertamente con los fariseos en un ritual del templo con motivo de la fiesta de los Tabernáculos. Janeo se negó a derramar el agua sobre el altar la derramó sobre el suelo, con lo cual los fariseos le apedrearon con los limones que llevaban para la fiesta. Alejandro Janeo hizo ejecutar a 6.000 de sus opositores,[250] y más adelante en Bezoma ordenó crucificar a 800 de los notables judíos que se habían rebelado contra él.[251] Según se nos dice más adelante, entre ellos debió haber un número considerable de fariseos.[252]

Consiguieron el favor de la reina Alejandra, y pudieron eliminar a sus antiguos enemigos e imponer sus criterios legales sobre todo el pueblo.[253] Según Josefo fue el propio Alejandro Janeo arrepentido, quien, en el lecho de muerte, aconsejó a su esposa y sucesora que cambiase de política ye intentase arrimarse a los fariseos.

En tiempo de Herodes se recrudeció el conflicto. Aunque salvó a un fariseo llamado Samaias cuando ordenó matar a Hircano II y a los miembros del sanedrín el año 37;[254] más tarde provocó una matanza entre los fariseos [255]cuando éstos se negaron a hacer el juramento de fidelidad al César.

En el tiempo de la rebelión contra Roma, Josefo nos habla de un fariseo, Simón ben Gamaliel, "de muy ilustre sangre, de la secta de los fariseos",[256] que tomó parte activa en la política de la época de la guerra, pero el partido fariseo en cuanto tal no estuvo implicado en ella. Josefo nos dice expresamente que la primera reacción de los pontífices y la "gente principal de los fariseos", era tener harto miedo, "porque veíamos haberse puesto en armas el pueblo, y nosotros no sabíamos qué hacernos".

c) Los fariseos en el Nuevo Testamento: problemas metodológicos

Ciertamente las fuentes del Nuevo Testamento no son neutrales en su modo de tratar a los fariseos. Sin embargo el grado de animosidad antifarisea varía en unos y otros escritos del NT, lo cual nos obliga a estudiar por separado los fariseos en Lucas-Hechos, en Pablo, en Mateo, en Juan.[257] La historia de la redacción nos enseña a distinguir los elementos redaccionales de cada evangelista, y la historia de las formas rastrea la evolución de las disputas en su fase oral previa.

Los relatos de las disputas de Jesús con los fariseos reflejan en cierta medida las tensiones posteriores que hubo entre la Iglesia de la segunda generación y los rabinos de Yavne. La polémica se va haciendo cada vez más aguda en los años 80 y 90 cuando se redactan los evangelios de Mateo y de Juan. Debemos ponernos en guardia frente a cualquier tentación de dar validez histórica a todos los rasgos de los fariseos juánicos o mateanos.

Algún estudioso judío ha llegado a decir que Jesús era fariseo, o al menos profariseo, y que en muchos relatos originales sobre sus disputas, los adversarios no podían ser los fariseos, porque las opiniones que Jesús expone eran compartidas por ellos. Más bien, piensa Maccoby, entre otros, que en la versión original de los relatos los adversarios de Jesús eran los saduceos, pero más tarde su nombre fue sustituido por el de los fariseos para denigrarlos en una época en que sus sucesores se habían convertido en los mayores enemigos de los cristianos.[258] No estamos de acuerdo con esta opinión. No ha habido un cambio de identidad de los adversarios de Jesús. Lo que sí admitimos es que la virulencia de las disputas relatas en el evangelio pueden reflejar no la que se dio entre Jesús y los fariseos, sino la que se estaba dando entre los cristianos y los rabinos en el tiempo en que se compusieron los evangelios.

Veamos por ejemplo el caso del cuarto evangelio. En una "lectura en relieve" vemos cómo el evangelio nos habla in recto sobre las relaciones de Jesús con los fariseos en los años 30, pero con el rabillo del ojo está mirando a los rabinos de la sinagoga de los años 80 y 90. En su descripción de los fariseos, el evangelista mezcla ambos planos, integrando características de unos y otros, con lo cual se crea una cierta confusión entre ambos grupos de personas: de un lado los fariseos históricos de antes de la destrucción del templo, y del otro lado los rabinos que reconstituyeron el judaísmo en Yavne tras la catástrofe del año 70.

Juan presenta a unos fariseos investidos con una autoridad que nunca tuvieron en la época de Jesús. Es verdad que en los años 80 y 90, cuando se escribía el evangelio, los rabinos tenían el poder para perseguir a los discípulos de Jesús en algunos casos, pero en el tiempo de Jesús y en los años cincuenta y sesenta, esa autoridad para excomulgar y aun para condenar a muerte, residía sólo en los sacerdotes. Por eso es anacrónico presentar a los fariseos como la mayor amenaza contra Jesús.

En los años 80 y 90, los miembros judíos de la comunidad juánica estaban siendo expulsados de la sinagoga por los rabinos; tenían que escoger entre la pertenencia al judaísmo y Jesús. La amenaza de expulsión de la sinagoga tenía traumatizada a la comunidad juánica, como vemos por las numerosas referencias a ello en el evangelio. "Aun entre los magistrados muchos creyeron en él, pero por los fariseos, no lo confesaban, para no ser excluidos de la sinagoga" (Jn 12,42). "Os expulsarán de sus sinagogas, e incluso llegará la hora en que todo el que os mate piense que da culto a Dios" (Jn 16,2).

Este drama de la comunidad juánica es el que se ha escenificado en el relato del ciego de nacimiento. Los padres del ciego se inhibieron en todo el asunto de su hijo porque "los judíos se habían puesto ya de acuerdo en que, si alguno le reconocía como Cristo, quedara excluido de la sinagoga" (9,22). De hecho al final del relato el ciego es excomulgado por los fariseos.[259]

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