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El Proceso de Transformación (2/2)




Enviado por OMAR PEÑA



Partes: 1, 2

  1. Hacia
    una Forma de Vida Consciente
  2. Aprendizaje
  3. Crecimiento
  4. Desarrollo
  5. Educación Autoritaria
  6. Educación Humanista
  7. Redescubriendo el presente
  8. Experiencias virtuales en el próximo
    futuro
  9. Conclusión
  10. Bibliografía

Hacia una Forma de
Vida Consciente

Iniciarse en la investigación del campo de la
conciencia puede llevarlo a conocer los alcances, actitudes,
técnicas y procedimientos necesarios para llegar a obtener
el pleno potencial y desarrollo de la conciencia que le permita
al individuo convertirse, con conocimiento y esperanza, en gestor
de su propio destino. El auto-desarrollo conseguido le
permitirá tener acceso a las capacidades internas y
ponerlas al servicio de su propia conciencia. En última
instancia, los poderes interiores ya no estarán sujetos al
arbitrio de la espontaneidad e ignorancia, sino que el individuo,
con conocimiento y fe, programará y controlará
conscientemente sus propias necesidades. A la vez que lleguemos a
ser "capitán de nuestra alma", podremos adquirir,
seleccionar e incorporar en nuestro comportamiento, todos
aquellos valores que reconozcamos como elementos creadores del
perfeccionamiento en busca de la
autorrealización.

Así como los niños imitan a los mayores en
su forma de hablar, caminar y gestos (además de los
hábitos de pensamiento), así también
deberemos seleccionar de los demás aquellos rasgos
característicos del ideal que pretendemos llegar a ser.
Recordar que si bien los malos hábitos y las malas
compañías nos alejan de nuestro objetivo por efecto
de la imitación consciente-inconsciente, W. James
señala, "asimismo las acciones y horas de trabajo, una a
una, pueden hacer de nosotros, o santos o sabios o peritos".
También el trato frecuente con personalidades
excepcionales o de sus biografías o pensamientos y citas,
son capaces de crear y desarrollar en nuestra propia
individualidad las más altas capacidades.

Ahora bien, como en todo proceso de aprendizaje,
también en el plano de la conciencia se requiere de un
período de comprensión y aplicación
práctica de los principios que le conciernen a objeto de
establecer las bases para la formación de un hábito
de "actitudes correctas". De ahí que establecer un plan de
desarrollo de la conciencia conlleva a dividir el proceso de
educación de la conciencia en diversos aspectos:
aprendizaje, crecimiento, desarrollo, actividad y rol del
individuo, educación autoritaria y humanista.

Aprendizaje

Toda actividad que desarrollamos durante la vida,
requiere de un proceso de aprendizaje. El organismo humano,
frente a los estímulos del medio reacciona sensiblemente
mediante las percepciones (conscientes e inconscientes)
elaborando procesos mentales que motivan respuestas voluntarias o
involuntarias, estableciéndose una coordinación
entre las percepciones, pensamientos y acciones. La experiencia
obtenida con el proceso de aprendizaje contribuye a perfeccionar
el mecanismo empleado como método de aprendizaje:
asociativo o programado.

La ley de contigüidad empleada en el aprendizaje
asociativo (AA) señala que frente a la proximidad temporal
de dos sensaciones, se origina una asociación mental de
ellas y la presentación de una, evoca la memoria de su
correspondiente sensación asociado. Este principio se
utiliza en psicología bajo el nombre de asociación
libre y también en pruebas nemotécnicas.

El aprendizaje programado (AP) (o máquina de
enseñar), se vale de un conjunto de etapas del programa
que deberán irse avanzando de acuerdo a la propia
experiencia individual. El sujeto en AP, no pasará a las
etapas siguientes mientras no esté preparado para ello y
haya controlado la etapa anterior. Por lo mismo, no deberá
saltarse etapas. Con los éxitos parciales que va logrando,
refuerza y motiva continuar avanzando hacia el objetivo final.
Los propios individuos ajustan su rapidez de
aprendizaje.

En teoría de aprendizaje, se hace una
distinción entre los estímulos cuyas respuestas sea
o no aprendidas (condicionados e incondicionados). Para finalizar
señalaremos que lo interesante es que en el aprendizaje
condicionado la conducta del sujeto está motivada por la
expectativa por la cual se aprende a esperar sucesos, lo que a su
vez genera la conducta del mismo, situación que se traduce
en un reforzamiento del proceso de aprendizaje.

Crecimiento

La educación de los estados de conciencia es un
proceso de aprendizaje lento, continuo y permanente por lo que
debiera iniciarse desde temprana edad, con el objeto de lograr un
mayor y mejor perfeccionamiento del individuo. El objetivo de
esta educación es la de proporcionar al sujeto del
conocimiento científico, de medios y procedimientos
adecuados para el desarrollo armónico de su inteligencia,
creatividad y de su propia voluntad, creándole una
independencia y libertad de acción. Por lo tanto es
necesario disponer de una autodisciplina constante, de manera que
permita al individuo enfrentarse a los problemas y darles
soluciones óptimas.

Las fuentes de educación de los estados de
conciencia (similares a las del conocimiento) son de tres tipos,
relacionadas con las facultades psico-orgánicas del
individuo: sensorial, mental y motora, asociadas a las funciones
de percepción, razonamiento (imaginación,
concentración y memoria) y voluntad.

Las técnicas de AA y AP contribuyen a ejercitar
los estados de conciencia de aprendizaje configurando
además una estructura de pensamiento que facilita y
profundiza continuamente el crecimiento de la conciencia del
aprendiz.

Si bien las fases inferiores de los estados de
conciencia (AA y AP), no están orientadas a desarrollar
facultades superiores (telepatía, clarividencia,
precognición, sincronicidad, etc.), con el crecimiento de
los estados de conciencia se puede tener acceso a estos poderes
interiores al individuo. Este, liberado de los estados inferiores
comienza a experimentar una especie de expansión de la
conciencia que no está limitada por las dimensiones
espacio-temporales.

La fase intermedia de crecimiento de los estados de
conciencia cumple un papel de entrenamiento y conocimiento de los
cambios que debemos experimentar en nuestras actitudes frente a
las diversas actividades desarrolladas por el individuo, el cual
debe vivenciar como un proceso de cambios, tanto en su forma de
ser, como en el modo de vida que lleva. De ahí que, esta
fase puede experimentarse como un medio de evaluación del
aprendizaje obtenido en la fase anterior. Además de
determinar el nivel de desarrollo en que se encuentra el
individuo, esta fase permite también efectuar las debidas
correcciones que faciliten y orienten la educación de los
estados de conciencia.

Desarrollo

La investigación de la conciencia puede comenzar
requiriendo de una nueva forma de educación humanista, de
un medio de aprendizaje y crecimiento que favorezcan el pleno
desarrollo del individuo. Para ello no solo es necesario conocer
las diversas formas y actitudes que debe efectuar la persona
autorrealizada, sino que es fundamental experimentar: las
actividades del proceso de desarrollo de la conciencia, asumiendo
los roles asignados a los agentes del cambio, a los estados de
conciencia y a la educación de la conciencia.

  • Actividades en el Desarrollo: En general se
    define como actividad la facultad de obrar (actuar).
    Normalmente se asimila esta palabra a una acción
    física. Sin embargo, también realizamos una
    actividad en los procesos de percibir y pensar. De ahí
    que, en toda actividad humana se pueden dar estos tres
    elementos (percibir, pensar y actuar). Del predominio de uno
    de ellos, se determina el rol que asume el sujeto (conocedor,
    pensador, hacedor). Durante el aprendizaje de una actividad
    el individuo experimentará un proceso de cambios que
    orientará su conducta y actitud, desde una etapa
    inicial hasta una de comprensión integral de la
    actividad. Así, el proceso transcurre desde el rol de
    "aprendiz" hasta el momento que pueda llegar a convertirse en
    "maestro" de tal actividad.

Es factible ejercer control de las actividades en alguna
de las etapas de este proceso asumiendo el individuo el rol
adecuado mediante un cambio de su estado meditativo (de
conciencia). Puede así orientar sus actividades hacia
objetivos positivos, eliminando o reduciendo las actitudes
negativas que pudiese presentar eventualmente.

Cabe hacer presente que toda actividad, de por
sí, no es ni fácil ni difícil, sino que el
individuo es el que determina el grado de dificultad de la misma,
por sus motivaciones, expectativas y actitud de agrado o
desagrado hacia ella. Por ello, es sumamente importante controlar
estos factores inhibidores del desarrollo eficiente de las
actividades, dado que en la práctica se va conformando una
estructura de pensamiento que incide en la forma de enfrentar
cualquier tarea que requiera nuestra atención en el
futuro.

De todo esto se desprende, que es factible asociar y
programar las actividades para el éxito o fracaso, la
salud o enfermedad, la riqueza o pobreza. Es lo que los
psicólogos denominan "el valor de la propia imagen" y que
les ayuda a percibirse a sí mismo de tal o cual
forma.

  • Rol en el Desarrollo: De todos los seres
    vivos, es quizá la especie humana la de mayor
    complejidad en cuanto a su comportamiento
    multifacético. Así lo reconoce C. Jung al
    postular que las caracterñisticas de
    Introversión y Extroversión son "un concepto
    superficial y demasiado general" que sirve para identificar
    los tipos de conducta humana, y sostiene "cuatro tipos
    funcionales corresponden a los medios evidentes por los
    cuales obtiene la conciencia su orientación hacia la
    experiencia. La percepción (es decir la
    percepción sensorial) nos dice que algo existe; el
    pensamiento nos dice lo que es; el sentimiento nos dice si es
    agradable o no lo es; y la intuición nos dice de
    dónde viene y a dónde va". Además agrega
    que pueden existir muchos criterios de clasificación
    de los tipos de conducta individual, "como fuerza de
    voluntad, temperamento, imaginación, memoria y
    demás".

Es necesario distinguir el papel que puede asumir el
individuo desde el punto de vista de su interacción con su
medio y de las actividades desarrolladas. En éstas, el
sujeto deberá primero llegar a conocer y definir el campo,
los límites y alcances de ellas. Posteriormente,
deberá poner en juego los procesos del pensamiento que le
permitan mejorar su rendimiento y eficiencia. Sin embargo,
importante es tener la voluntad de actuar para llevar a cabo la
actividad. Así tenemos que, conocer, pensar y actuar son
los requisitos necesarios en las actividades. De ahí que,
es conveniente hacer un análisis del rol del individuo al
efectuar estos procesos aunque, en estricto rigor, normalmente se
dan y confunden en una sola unidad. Sin embargo, se presentan
signos reveladores del rol principal que asume el sujeto. Por
otra parte, hay que considerar que nuestras percepciones afectan
nuestros pensamientos y lo contrario también es cierto.
Además las percepciones inciden en las acciones y
vice-versa. Por último, los pensamientos influyen en las
acciones y éstas en aquellos. Ya lo sostenía W.
James, "Para estar contento, yérguete contento, mira en
torno alegremente y condúcete como si la alegría ya
te inundara. Para sentirte valiente obra valientemente, y es muy
probable que la emoción del valor reemplazará al
sentimiento de miedo".

Educación
Autoritaria

El individuo que establece una sociedad de cualquier
índole forma con ésta un vínculo de tal
naturaleza que involucra en ello toda su identidad,
estructurándole una forma de vida particular que orienta
sus percepciones, sus pensamientos y sus acciones, en una
palabra, lo transforma en un "ser sociable" perteneciente a tal
sociedad con sus propias creencias y sometido a su influencia
consciente o inconscientemente. Todas sus actividades y roles
están "programadas" por esa sociedad particular. Tienen
preferencia en ella, el poder autoritario de sometimiento de la
voluntad, situación que inhibe los procesos mentales de la
creatividad e intuición; la presión
psicológica que aumenta el estrés afectando la
salud; el empleo del aprendizaje asociativo y programada, dejando
de lado otros modos, como por ejemplo, la intuición y las
emociones; el deterioro de los valores y principios
éticos, afectando su actuación moral.

Hay varios autores que reflejan este tipo de "cultura
autoritaria". Así por ejemplo, Marilyn Ferguson en su obra
La Conspiración de Acuario nos señala los
aspectos "erróneos", en el poder y la política, en
la salud y medicina, en la educación y aprendizaje y
también en lo económico sobre los valores. Por su
parte, Carl Rogers en su texto El Camino del Ser, nos
describe los aspectos negativos que están afectando una
política educativa tradicional.

Erich Fromm presenta en "Ética y
Psicoanálisis"
un análisis del carácter
definido como "el patrón de conducta característico
de un individuo dado". El análisis se sitúa en una
diferenciación de los tipos de carácter: de
orientación improductiva y de orientación
productiva.

Respecto de los rasgos de carácter improductivos,
éstos se clasifican en:

  • Orientación
    receptiva[1]

  • Orientación
    explotadora[2]

  • Orientación
    acumulativa[3]

  • Orientación
    mercantil[4]

Un análisis más detallado y extenso de las
características del "pensamiento autoritario"
reseñado por estos autores será posible obtenerlo
recurriendo a sus obras.

Educación
Humanista

Como puede observarse, todos los aspectos negativos y
"concepciones erróneas" del comportamiento humano
están favoreciendo al sistema imperante en nuestra actual
sociedad en donde los elementos que la sostienen y le dan su
"razón" de existencia son básicamente la
apropiación de objetivos del prójimo, incentivar el
egoísmo, fragmentación de la educación y
cultura, adoración del poder y la riqueza, del dinero,
posición social, impulsar el consumismo y mantener al
individuo en un estado latente de sumisión y
programación, causantes de la tensión nerviosa o
estrés. El resultado de esta estructura del comportamiento
de la sociedad se traduce en que al individuo no le es posible
escapar de esta "conciencia de sumisión y dependencia",
puesto que cualquier intento de alterar esta situación
conlleva a adoptar un cambio de conducta, unas "concepciones
correctas" y aspectos positivos que transformen integralmente sus
pensamientos y actitudes en frente y en contra de su medio. Como
vimos, la educación autoritaria se enmarca en un proceso
de sumisión en que se enfoca la atención en el
pasado o en el futuro de realización de un rol o
actividad, en cambio la plena educación humanista se
manifiesta en la conciencia de la eterna presencia.

Redescubriendo el
presente

Si consideramos el ESTADO DE SUMISION a la
condición estática de toma de conciencia de la
situación alienada en que nos encontramos actualmente, y
PRESENCIA, el cambio dinámico de evolución de la
conciencia desde aquel estado hacia otro estado de trascendencia
y descubrimiento de sí mismo, entonces, existen dos formas
que pueden producir una transformación
personal.

Primero, normalmente la gente no es consciente de su
estado habitual de alienación. El sólo hecho de
tomar conciencia en el presente de esto, puede significarle un
cambio en sus relaciones con los demás y consigo
mismo.

Segundo, si no se produce un cambio cuando descubrimos
nuestra presente forma de vivir, entonces el darse cuenta de ello
puede motivar el cambio mediante un proceso de evolución
de la conciencia, haciéndonos cada vez más
presentes, REDESCUBRIENDO EL PRESENTE en cada una de nuestras
actividades y relaciones hasta que realmente lleguemos a ser y
vivir en el PRESENTE.

Uno de los fenómenos que se está
produciendo en la actual sociedad tecnológica y
mecanicista, es que el individuo comienza a perder la capacidad
de usar sus sentidos por estar sumido en un estado, cada vez,
más alejado del presente. Él mira, pero no ve;
escucha, pero no oye; toca, pero no siente; en una palabra,
emplea sus órganos sensoriales pero no está
percibiendo la realidad del presente. Pues se pierde pensando en
el pasado o proyectándose en el futuro, no estando atento
a lo que ocurre en el momento en frente de sí. Se
encuentra en un estado alienado del presente. El presente es
extraño para él, pues es dependiente de lo que ha
ocurrido en el pasado o pueda ocurrir en el futuro. Pierde su
libertad con esta dependencia, aunque no sea consciente de
ello.

Cómo recuperar el presente perdido, es
quizá uno de los problemas cruciales de nuestro tiempo.
Sin embargo, para comenzar a redescubrir el presente es necesario
que se comprenda que estamos en una condición que niega la
verdad del presente. Ahí, se inicia el descubrimiento de
que existe un camino para vivir el presente en cada instante de
la vida. En el presente, desaparecen las intenciones de controlar
al otro, de competencia, de agresión, y por el contrario,
se comparte, coopera y acepta a los demás tal como son. La
historia del hombre ha sido la historia de pérdida del
presente, volviéndose cada vez más extraño
para él. El futuro del hombre depende de si logra o no
redescubrir el presente que ha perdido hasta hoy. Cuando lo
alcance, entonces y sólo entonces podrá decirse que
ha vuelto a renacer en un mundo nuevo.

Descubrir la SUMISIÓN es descubrir la
situación alienada del momento y se da solo cuando se es
consciente de ello.

Redescubrir el PRESENTE es un proceso que se origina
cuando se descubre la alienación del presente y se orienta
la vida hacia un cambio de conciencia que lleve al individuo al
descubrimiento de sí mismo y de su libertad e
independencia.

Descubrir la identidad del individuo en el presente es
darse cuenta de quienes somos en su forma alienada. Así,
normalmente el sujeto se identifica en la función que
desempeña o ha desempeñado en el pasado o lo que
cree desarrollará en el futuro ("soy profesor", "soy
investigador").

Redescubrir la identidad del PRESENTE, es darse cuenta
de quiénes somos realmente. Yo soy el que soy en el
presente y nada más. Mis actitudes de ahora son el reflejo
de lo que soy. Yo no soy el que fui ni el que llegaré a
ser, sino que soy por lo que hago ahora. Por mis hechos del
momento, soy en el presente.

Descubrir la sumisión, entonces, significa tomar
conciencia ahora mismo, del cambio que hemos experimentado
durante el transcurso de nuestra vida. Cómo pasamos desde
la infancia, de ser actores del proceso de transformación,
a un estado adulto de manipulación y sometimiento de
voluntades; desde un estado de conciencia transpersonal del
niño, a un estado de conciencia instrumental de la
adultez; desde un estado de presencia vivencial del momento, a un
estado de ausencia temporal-espacial; desde una emoción de
felicidad, a una de tristeza; desde un estado de ser uno mismo, a
otro de ser alienado; desde un estado de sinceridad y verdad, a
otro de mentiras y fingimientos; desde un estado de
espontaneidad, a otro rutinario y mecánico; desde un
estado creativo, a otro de pasividad.

Por otra parte redescubrir el PRESENTE es volver a ser
niños, con la conciencia del niño. A reconocer que
solo la verdad de la presencia vivencial es correcta y que toda
justificación de otras verdades temporales, no son
adecuadas para el diálogo interpersonal.

Nuestra cultura nos ha llevado hasta límites
increíbles, de que el presente virtualmente no existe y
solo debemos aceptar la tradición del pasado y las
expectativas de un futuro incierto. Se niega la verdad del
presente, imponiendo una verdad que no es sometida a
crítica alguna.

Ahora bien, dado que no existe o no percibimos una
verdad trascendente, y que nadie puede arrogarse la
posesión de la verdad única, ni en el pasado y
futuro de la humanidad podemos decir que tenemos la verdad y solo
podemos estar seguros que una verdad se transforma y que siempre
solo es verdad en el presente. Es decir, solo el presente es la
verdad de nuestra percepción. La sentencia, "la verdad os
hará libre", pienso que se refiere, no a que exista una
verdad absoluta, sino más bien creo que el significado es
que en el presente estamos en posesión de la verdad y que
ésta puede transformarse en el tiempo. De ahí que,
los diversos estados de conciencia determinan distintas
realidades o verdades que afectan el proceso de
cambio.

Entonces, una forma de tomar conciencia del proceso de
cambio de conciencia, es conocer la evolución del
individuo desde la infancia hasta la adultez. Otra forma, es
darse cuenta de sus relaciones con los demás desde su
estado de coerción habitual hacia su libertad interior; de
los factores inhibitorios de sus potencialidades hacia la
emergencia de su creatividad.

Tradicionalmente se piensa que los problemas a que se ve
enfrentado el hombre en la actualidad es consecuencia de vivir en
un sistema o cultura de enfoque autoritario, reflejado en
actitudes de competencia, de poder, explotación, etc. Se
supone que si se modifica esta visión hacia una cultura
humanista, esto nos llevará a un tipo de relaciones
humanas que incentivan la participación y
cooperación de los individuos, a la "aceptación del
recíproco otro en la convivencia" (H. Maturana). Sin
embargo, la hipótesis que se plantea aquí es que la
cultura autoritaria no es la causa última del sistema de
vida imperante, sino que es una consecuencia de la imposibilidad
de percibir el Presente. Si realmente percibiéramos (o
viviéramos) el presente, nuestras relaciones serían
las adecuadas a ese presente. Normalmente el individuo vive en el
pasado o el futuro, pues no percibe el Presente. Existen
ocasiones límites, en que el individuo percibe la realidad
del presente como una unicidad del ser, pero normalmente
actúa recordando su pasado o programando su futuro, no
aceptando, disfrutando ni estando plenamente en el presente, del
ahora de cada momento.

Un ejemplo típico en que se manifiesta la
ausencia del presente es en una conversación normal. Casi
siempre hay momentos de distracción (no estamos presentes)
recordando otras situaciones, adelantándonos mentalmente a
plantear un punto de vista, a tal punto que llegamos a estar
"sordos" a lo que nos dicen. Esto se comprueba cuando preguntamos
o afirmamos algo que ya se había comunicado. Así
nos referimos de la persona, a que "estaba en la
Luna".

Para comprender ahora el proceso de estar presentes,
acudiremos a las actitudes que adopta el individuo enamorado, y
también en el proceso de experimentar el humor.

En el comportamiento del enamorado, se trasciende toda
acción voluntaria destinada a controlar y dirigir su
actitud hacia el sujeto de atracción. Si bien nos vemos en
la imposibilidad de dar una explicación racional de este
estado, hay algunos elementos que están presentes cuando
se experimenta esa emoción: uno se olvida del pasado y del
futuro, estando plenamente presentes en ese instante de
atención total, desatendiendo todo lo demás, como
temores, deberes, hábitos, liberándonos de las
dependencias y siendo más auténtico, sin esperar o
buscar aprobación alguna de otros acerca de nuestra
decisión; vivimos la experiencia en su integridad,
olvidándonos de nosotros mismos y uniéndonos y
aceptando al sujeto de nuestra observación como una
unidad, sin análisis ni intentos de control y
manipulación voluntaria, percibiendo al "objeto de amor"
como un fin en sí mismo y no como un instrumento para un
propósito egoísta.

Una de las características intrínsecas del
sentido del humor, es que quien lo experimenta se encuentra
totalmente presente en ese instante consigo mismo; no asume un
rol distinto a su propia personalidad pues no puede aparentar
esta emoción. De ahí que, cuando se pierde esta
capacidad, el individuo va transformándose en algo que no
es auténtico, experimentándose como una persona
ajena, alienada, dependiente.

Cuando desaparece el humor en nuestra existencia
cotidiana, la vida se va extinguiendo así como se consume
una vela encendida. Ahora bien, ¿qué impide que
estemos de humor? Responder la pregunta pasa también por
el hecho de ver cómo nos afecta el humor.

Vivir el humor es ser auténticamente uno mismo.
Quien vive el humor no puede estar deprimido, con ansiedad o
tristeza. Mejora su capacidad para resolver productivamente los
problemas. Tiene efectos positivos en su salud y se vuelve
atractivo a los demás.

El humor se vive en el momento y, al igual que el juego,
no tiene un propósito futuro, sino que en el mismo
instante en que se experimenta, produce el efecto. El humor es
una de las mejores formas de recordarnos que estamos viviendo el
presente. Cuando no hay humor, dejamos de estar presentes,
comenzando a vivir una vida atormentada por el pasado o por
nuestras proyecciones del futuro, empezando a olvidarnos de vivir
el mundo cotidiano de la realidad del presente.

El humor se pierde cuando uno deja de ser uno mismo. Se
vuelve dependiente de alguien o de algo. Comienza a hacer lo que
no debe hacer y no hace lo que debe hacer, produciéndose
un conflicto entre lo que es y lo que quiere ser y entre lo que
hace y lo que debería hacer.

Cuando a una persona se le impide que sea ella misma
asumiendo una conducta extraña a ella misma, no puede
vivir eternamente así, pues esa no es su vida, sino que
está viviendo una vida de un ser desconocido para ella,
que tarde o temprano afectará su salud física y
mental. Desaparecerá el humor de su vida, por la
intranquilidad que le provoca la actitud alienada y si no es
capaz de salir de ese estado, su propio organismo se
encargará de recordárselo mediante un auto-castigo,
por no dar cabida a que emerja su verdadero sí
mismo.

De ahí que la misión que tenemos todos, es
dar todas las facilidades a nuestra vida para que lleguemos al
encuentro consigo mismo y con los demás. Si por alguna
razón se impide este proceso, entonces y solo entonces,
como no se deja emerger al ser interior, deberá
autodestruirse aquel ser extraño que envuelve la
potencialidad interior, para encontrar su liberación. Esta
es quizás una explicación del por qué
aquellas personas a quienes se les impide ser ellas mismas,
comiencen un proceso autodestructivo con su organismo que puede
acabar con sus vidas.

Una forma para impedir la acción negativa hacia
la vida, producida cuando vemos afectado nuestro sí mismo,
sería enfrentarse con el sentido del humor que nos lleva
directamente hacia el presente, olvidándonos de nosotros
mismos, del pasado y de los problemas futuros. Luego, vivir el
humor, no es más que estar plenamente en el presente.
Podemos decir, entonces, que vivir el humor es vivir en el
presente.

La vida occidental contemporánea, aunque no lo
parezca, transcurre en una cultura orientada a un sistema
autoritario. Los problemas derivados de este enfoque en la forma
de vida de los individuos y de la sociedad en general, se
reflejan básicamente en la percepción de las
relaciones humanas. Así, cuando estamos frente a otros,
establecemos con ellos actitudes de competencia, poder o
sumisión, etc. Al asumir estas actitudes estaríamos
pensando (consciente o inconscientemente) en el pasado o
proyectándonos al futuro para obtener una posición
ventajosa (competitiva) respecto de los demás,
haciéndonos o presentándonos invulnerables para
poder tener poder sobre los demás. Toda nuestra
educación ha sido orientada en tal sentido, a establecer
fronteras con los demás. Literalmente estamos "muertos" o
"no nacidos" al estar siempre en el pasado o futuro y no vivir el
presente. Vivir, significa estar plenamente presente en el
momento, sin interrupciones del pasado o futuro. Una de las
características del estado iluminado es que, en esos
instantes, uno se olvida de las quejas del pasado y
preocupaciones del futuro, estando plenamente en el
presente.

Las relaciones humanas que solo pueden darse en el
presente son de carácter solidario, de cooperación,
de sana competencia (juegos), de amor, de felicidad y en general
todo tipo de actividades positivas.

Los niños viven el presente como ningún
individuo. Ellos no están preocupados por su pasado (que
no lo tienen) y tampoco por su futuro (que es incierto). Por lo
tanto, para ellos, el pasado y el futuro no existen. Volver a ser
niños, nos permite regresar al presente o descubrir
realmente lo que significa vivir el presente. El niño es
espontáneo, creativo y experimenta todas las emociones en
el momento presente: llora, ríe, juega y disfruta del
momento sin preocupación alguna. Es sincero y no se
esconde bajo ningún disfraz. No tiene intenciones de
competir más allá de un juego. No busca poder, sino
vive el momento de la mejor forma que puede. Con el tiempo
comienza a olvidar el presente por la educación que recibe
y se integra a la cultura del resto de los individuos:
adoración al ídolo de la cultura del tiempo pasado
y del futuro. Todo su comportamiento y relaciones se establece en
este esquema de pre-percepción y post-percepción,
no dejando espacio a la conciencia para percibir el presente.
Entonces podríamos dividir la cultura en dos formas de
percepción de la realidad y de nuestras relaciones con los
demás: una cultura del presente y otra de negación
del presente, que es la que rige actualmente en la sociedad
occidental.

Una de las paradojas de nuestra sociedad
tecnológica actual, es que a medida que pensamos en
controlar conscientemente el mundo, nos hacemos menos conscientes
de ser y vivir. Mediante el proceso de retornar al pasado y
proyectarnos al futuro, estamos creando un mundo que se
está escapando a nuestro control y creemos que el
método científico es lo óptimo para el
desarrollo. Sin embargo, con este sistema nos estamos volviendo
cada vez menos conscientes de nosotros mismos; nos vamos
transformando en instrumentos de la sociedad; el individuo pierde
su identidad y se siente extraño y en soledad; se vuelve
un ser sometido y alienado por las circunstancias.

Conciencia significa estar plenamente presente frente a
un fenómeno, con todos los sentidos puestos en él.
No hay ningún elemento distractor a nuestra
atención, fuera del hecho que tenemos en mente.
Normalmente el individuo vive en un estado semi-dormido,
inconsciente, pasivo. Cuando experimenta la conciencia
participativa (del presente) es como un despertar y este solo
hecho implica una transformación positiva en su
vida.

De ahí, que estar presente en la vida no es
más que estar consciente de ser y vivir en
acción.

Desde hace un tiempo se ha venido planteando la
necesidad de orientaciones por parte de los humanistas, que den
respuesta a los problemas de la sociedad bajo los nuevos
conocimientos y comprensión de la realidad. Lo anterior
sugiere que, a pesar de todos los cambios que han tenido lugar en
este fin de siglo, aún persisten problemas existenciales
que no han sido resueltos con el avance de la ciencia.

De la comprensión del significado del humanismo
se desprende que su destino es un proceso relacional de los
individuos que integran la sociedad humana. Esta relación
puede darse de diversas formas, que determinan a su vez,
distintas formas de vida.

Así, una forma puede establecer una
relación de dependencia y coacción, que inhibe la
capacidad creativa del individuo, pasando este a vivir una vida
alienada en que se transforma en otra persona alejada de
sí misma y de los demás, encontrándose en la
soledad, vacía de sentido.

Otra forma de vida se configura al vivir en referencia a
una cultura dada, que lleva implícita la adopción
de los modos, costumbres y formas de comportamiento a los
integrantes de ella, sintiéndose apegados a sus
prejuicios, dogmas, ideologías y
convencionalismos.

Una tercera forma de vida se refleja en la
participación de una estructura comunitaria. El individuo,
siendo por naturaleza autónomo, debe de todos modos
integrarse a la comunidad para descubrirse a sí mismo en y
con los demás. Sólo no podrá saber
quién es él. Cuando se relaciona, se descubre
realmente quién es, convirtiéndose en uno con todos
los demás en comunidad.

La cuarta forma de vida, el individuo la experimenta
cuando se siente plenamente actor de la vida, participando en la
acción realizada. Él toma las decisiones y es libre
de sí mismo y de los demás. Es responsable de sus
actos y sabe que solo él es arquitecto de su propio
destino. Nadie lo hará por él, sólo
él puede cambiar, por y para sí mismo.

La quinta forma de vida va más allá de su
propia acción; trasciende su participación
voluntaria. Es como una conciencia mística-cósmica
en donde el individuo se desprende (desidentifica) de su
egoísmo, llegando a percibir la vida como unidad de todas
las cosas; desaparecen las fronteras entre lo que uno es y lo que
no es; se integran las dicotomías; se difunden y
descentralizan el poder y las jerarquías; se adopta un
sentido ecológico hacia la naturaleza; no existen
intensiones de provocar y competir, sino de cooperar y aceptar a
los demás tal cual son, etc.

Las cinco formas reseñadas, generalmente se dan
en la práctica integradas en una sola forma de vida que
tiene diversos matices de estas modalidades. A modo de facilitar
la comprensión de estas formas de comportamiento,
actitudes y valores en un sistema humanista de vida, se
configuran en un modelo de transformación de la conciencia
bajo la sigla CREAD, cuyas letras nos llevan a recordar el
significado de cada forma de vida: C (coacción), R
(referencia cultural), E (estructura comunitaria), A
(actor-participante), D
(desprendimiento-desidentificación).

Estas son, entonces, las orientaciones acerca de las
diversas formas de vida a que puede acceder el individuo en su
intento y búsqueda de la realidad y sentido de su vida.
Aceptar una forma de vida es de su propia elección y
responsabilidad. Sin embargo, comprender las diversas formas de
vida le confiere la posibilidad y responsabilidad de elegir en
conciencia el cambio de vida.

Ahora bien, llegar a producir un cambio en nuestra forma
de vida requiere que primero descubramos la situación
alienada en que vivimos. Transformar esta actitud, pasa por un
proceso de olvidarse del pasado y futuro, redescubriendo el
presente. Normalmente no somos conscientes de esta
situación, pues estamos habituados a no percibir con
nuestros sentidos la realidad del presente. Vivir, significa
estar plenamente presentes en cada momento. Si volviéramos
a ser niños, viviríamos totalmente la experiencia
del presente.

Una vez descubierta la crisis en que estamos, esto mismo
nos da la oportunidad de cambiar. Descubrir el presente es
similar a enfrentarse a una crisis. Estas se manifiestan por la
presencia en el presente de una queja del pasado o una
expectativa negativa del futuro. Esto nos sugiere la idea de que
las crisis son necesarias para darnos cuenta en el momento, de
cómo estamos viviendo y servir como un medio para ir hacia
el encuentro del Presente, es decir, un estado en que se
trasciende la conciencia del pasado y del futuro para resolver
los problemas.

Normalmente el individuo está viviendo en crisis
al no estar plenamente presente. Superar las crisis pasa,
entonces, necesariamente por un descubrimiento del
presente.

Cuando se presenta una crisis, el individuo comienza
literalmente a "viajar" por el tiempo en su imaginación,
olvidándose del presente; se encuentra alienado o ajeno
del presente; se percibe a sí mismo como un ser
extraño y sólo en su crisis; establece fronteras
con el mundo de los demás y por último, se aleja
del encuentro consigo mismo.

Hasta el momento hemos visto que las crisis pareciera
que se dan en la adultez, en donde se pierde la capacidad de
percibir el presente. Ahora, cabe hacernos la pregunta:
¿Existe una crisis en la juventud?

Suele escucharse que los jóvenes de hoy no son
como los de antes., como añorando viejos tiempos, cuando
"ellos respetaban la autoridad de quienes dirigían su vida
por el buen camino". En aquel entonces, los jóvenes
aprendían a conocer las reglas de comportamiento que
dictaban las buenas costumbres e ideologías de la
época. El joven, desde la cuna hasta la tumba, era un
sujeto cuya conducta era predecible su trayectoria bajo esas
circunstancias, al punto de hasta elegirle la profesión,
amistades, cónyuge, etc. Para él esta forma de vida
era normal y toda la sociedad cooperaba en este sentido,
manteniendo al joven en un estado latente de control y de temor
hacia la autoridad paternal, escolar, laboral, etc.

Ahora bien, a la pregunta de si existe o no una crisis
en la juventud, cuando vemos que ellos, en su lenguaje especial
"no están ni ahí" con todo símbolo de
autoridad y referencias culturales a las cuales no promulgan
ningún acercamiento a ellas, nos asalta la duda de que tal
vez, no será que los adultos mayores están fuera de
época y aún pretenden conservar un paradigma
obsoleto, sobrepasado por los nuevos adelantos y descubrimientos
de la ciencia y de la naturaleza humana.

Con el avance de la ciencia y tecnología,
especialmente de las comunicaciones, se ha tenido acceso a otras
culturas con sus propias formas de vida. A su vez, los
descubrimientos acerca de las potencialidades humanas, han puesto
en duda los sistemas de educación y formación
personal desarrollados hasta el momento. también la
ciencia ha llegado a la conclusión de que no existe una
realidad objetiva, sino que acepta la multiplicidad de realidades
variables y subjetivas (puntos de vista) ligadas a un principio
de incertidumbre. Todo esto y muchos otros alcances o
descubrimientos han derivado en transformar la realidad a la cual
estábamos acostumbrados. Se ha ampliado nuestro
conocimiento, lo que induce a percibir, acceder y actuar en otras
realidades.

El joven sabe (consciente o inconscientemente) que nadie
puede dirigir su vida, sólo él es arquitecto y
director de su propio destino. Acepta que existen muchas culturas
que son tan reales como cualquiera de ellas. Ninguna puede
ostentar la verdad única. De ahí que comienza a
abrirse a otros pensamientos y sistemas de vida. La autoridad la
percibe como un símbolo negativo para su expresión
creadora. Quiere ser auténtico, sin máscaras y
engaños o poses que percibe en los adultos. Acepta a los
demás tal como son. Vive intensamente el momento presente,
con todas sus emociones. De ahí la facilidad que tienen
para olvidar los sinsabores de la vida y de no basar su accionar
en la experiencia, sino en la espontaneidad de su creatividad y
de la diversidad de sus ideas. La inocencia del joven le confiere
una actitud de abrirse al mundo del conocimiento, que le faculta
de valiosos recursos para una mejor percepción de la
realidad. El futuro para él no es un problema al que deba
prestar atención; ya llegará el momento para ello.
Prefiere vivir productivamente bien el presente, de la mejor
manera que sabe, con sus virtudes y defectos, No pretende hacerlo
más allá de sus fuerzas y no busca encontrar una
explicación filosófica, psicológica o
sociológica de su comportamiento, sino que, no estando
sujeto a ningún modelo o convencionalismo, cree que para
vivir, solo se aprende viviendo y no siguiendo pautas o normas de
comportamiento abstractas para él.

¿Podemos llamar a esto, una crisis de la
juventud?

¿No será que la conciencia del joven
intenta evolucionar, liberándose de las dependencias y
coacciones de la sociedad?

¿O anda tras la búsqueda de una forma de
vida que comparta en comunidad?

¿O que quiere ser libre y responsable de
sí mismo?

¿O por último, que quiere trascender
más allá de sí mismo?

Todas estas preguntas nos llevan hacia la
búsqueda de una forma de vida que satisfaga plenamente
nuestra visión del presente y del futuro de la
humanidad.

Intentar hacerlo, es nuestro desafío.

Experiencias
virtuales en el próximo futuro

Recientemente veía un programa de
televisión en que se decía, más o menos, lo
siguiente:

"En el año 1000, las comunicaciones se efectuaban
en el entorno inmediato y para llevar un mensaje a otra parte, se
utilizaban los caballos. Hoy, en el año 2000, las personas
se comunican inmediatamente a la velocidad de la luz, por todo el
planeta, a través de internet. Para el año 3000, se
espera que exista una comunicación directa de los seres
humanos y no se requiera de equipos, estableciéndose un
contacto virtual con todos los seres y cosas del planeta o con
otras dimensiones."

¿Sabían, que hoy tenemos los medios y la
tecnología que permite, en meditación con
música, trascender en forma virtual la identidad hacia
aves, peces, animales, vegetales, minerales y humanidad en
general; trascender el espacio, trasladándonos hacia otros
lugares y trascender el tiempo, viajando a otras épocas?
Además, podemos acceder al conocimiento directo de la
relación de los objetos con las personas
(psicometría) y obtener información clarividente y
telepática. También, esta tecnología
Neurocuántica puede ser aplicada en superaprendizaje
virtual y en biorresonancia mórfica para la salud. Ya se
viene aplicando en estos campos. ¿Cómo podemos
acceder a esto? Existe un programa de meditación y
relajación modular que, mediante un proceso vivencial, se
obtienen estos fenómenos virtuales.

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