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El agua corriente desde el cooperativismo en Río Tercero (1930-1955) (página 4)




Enviado por Veronica



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Una obra de semejante envergadura debía tener en
cuenta posibles inconvenientes futuros. Es por esto que a pesar
de que según los cálculos realizados la
presión del agua a suministrar seria la adecuada, haciendo
innecesario el uso de tanques elevados, se consideró
conveniente mantener los mismos con la finalidad de que el
propietario contara con una reserva, para los momentos de
reparaciones de las cañerías y una eventual
interrupción del servicio. En la actualidad en la
localidad de Río Tercero, se programan cortes para los
días domingos, en los cuales no se registra actividad
comercial, bancaria e institucional como en días
laborables, y los propietarios no ven alterados sus actividades
al disponer de la reserva en los tanques elevados.

Los artículos finales del reglamento aquí
analizado tratan cuestiones relativas a la modalidad de pago de
las conexiones y a la seguridad para los usuarios o asociados. En
este último caso se dispuso que todas las conexiones que
se realizaran debieran ser controladas por la cooperativa, en
tanto que los materiales que se usaran en ellas debían
estar aprobados por Obras Sanitarias de la
Nación.[148]

Al momento de fijar la tarifa para un servicio brindado
por una entidad cooperativa, se debe tener en cuenta, entre otras
cosas, que las tarifas deben ser justas y razonables y a su vez
deben cubrir los costos de la explotación. Por esa
razón, el consejo de administración
consideró oportuno realizar un cálculo para fijar
el régimen tarifario a regir una vez se iniciara la
provisión, y para ello tuvo en cuenta el costo que la obra
representaba en ese momento, importe que había sufrido
variaciones desde la realización del proyecto originario.
Este cómputo, junto con una nota, fue enviado a la
Dirección General de Hidráulica el 23 de agosto de
1951 con el objetivo de obtener la aprobación legal de la
tarifa.[149]

La tarifa se pautó de la siguiente manera:
facturación mínima mensual por conexión
correspondiente a 20 m3 a un valor de $ 10 m/n y el excedente a
razón de $ 0.50 m/n el m.[150] Para
realizar esta acción se consulto con la F.A.C.E., entidad
que se toma como referente para guiar los pasos a seguir por los
que estaban a cargo de la toma de
decisiones.[151]

  • A modo de cierre.

Planificación, esfuerzo y búsqueda como
meta del bien común, eso fue lo que guió la obra de
provisión de agua corriente para la localidad. La fatiga
de las intensas jornadas de labor, tenazmente sostenidas, a
través del tiempo que demando la ejecución de esta
gran obra, va a verse coronada en el mes de mayo del año
1952, cuando se comience a prestar el servicio.

Capítulo
4

Una década de
prestación del servicio

Una década de
prestación del servicio

En este capítulo la atención estará
centrada en todo lo referente a la prosecución de la obra
de provisión de agua corriente. Entre los temas que en
él se tratan destacan la inauguración oficial del
servicio y las solicitudes de extensión del mismo; las
gestiones relacionadas con la compra de materiales y la
contratación de mano de obra así como los
inconvenientes que se suscitaron en torno a ellos; la forma en
que se fueron ejecutando las nuevas obras y la obtención
de los recursos destinados a su financiación, en especial
los préstamos bancarios obtenidos y las medidas tendientes
a generar recursos propios; el régimen tarifario, las
disposiciones relacionadas con el consumo y por último los
suministros gratuitos que se proporcionaban a distintas
instituciones.

  • Inauguración oficial del servicio de
    provisión de agua corriente

La F.A.C.E. había solicitado que fuera la
cooperativa la encargada de realizar la tercera
concentración regional de cooperativas, tarea que la
entidad aceptó con agrado. Se planificó realizar en
ese acto un homenaje a Don Pedro Marín Maroto, y por otro
lado disponer la inauguración oficial de la obra de
provisión de aguas corrientes. El acto público se
proyectó para el domingo 22 de marzo de 1953. Para esta
ocasión se designó una comisión compuesta
por los señores Florentino Aliciardi, Dante Luis Bianchini
y Antonio Maluf con amplias facultades para organizar los
referidos actos y disponer en detalle todo cuanto concierne a
invitaciones, propaganda, recibimiento y agasajo de las
delegaciones.[152] En este acto también se
dejó inaugurado el tanque de agua, el que poseía
una capacidad de almacenamiento de un millón de
litros.[153]

Es digno de destacar el homenaje que se realizó a
Don Pedro Marin Maroto, por tratarse de un habitante de la
localidad, que se gano su respeto, no solo por su accionar en
cuanto a la fundación del pueblo y luego su
expansión, sino por todo lo que estaba ligado a mejorar la
calidad de vida de sus vecinos.

Las metas ambicionadas por don Pedro, permitieron
catalogarlo como visionario y fueron estas también, parte
de su último aliento. Se encontraba en Buenos Aires,
realizando gestiones vinculadas con la obra de canales de riego,
cuando sufrió un paro cardiaco a la edad de 57
años.

  • Solicitudes de extensión del
    servicio

La provisión de agua a la localidad no
comenzó hasta mayo de 1952, lo que significa que desde que
los riotercerenses plantearon la necesidad de ese servicio,
pasaron casi diez años, es por esto que, tan cercana a la
fecha del inicio del servicio, todavía se seguían
utilizando suministros provisorios como en el caso de los
realizados por la municipalidad. Esos suministros estaban a cargo
de los carros y camiones de la comuna, los que actuaban como
distribuidores, y el precio establecido fue de $ 0.50 m/n por m3
para uso domiciliario y de $ 0.30 m/n por m3 para el riego de
calles. La demanda del elemento vital era acuciante al punto que
también hubo que autorizar al Lawn Tennis Club a efectuar
la instalación por su
cuenta.[154]

La obra de extensión del servicio debió convivir
por cierto con el servicio ya en marcha, lo cual no era una tarea
fácil, de modo que para poder lograrlo se recurrió
a diferentes medidas, entre ellas, la instalación de
nuevas bombas, la subdivisión del radio urbano en zonas
que pudieran ser aisladas de forma tal que la ejecución de
las conexiones se hicieran sin interrumpir la provisión, y
la instalación de tanques elevados cuya finalidad era
disponer de una reserva de agua en casos de un inevitable corte
del suministro. No obstante, a pesar de las medidas implementadas
al momento de efectuar las nuevas conexiones domiciliarias se
sucedieron las interrupciones frecuentes y
prolongadas.[155]

Plano nº 1

Plano parcializado de la ciudad de Río Tercero.
Primera fase de red de distribución de agua.

Monografias.com

Fuente: Secretaria de desarrollo
urbano. Dirección de planeamiento. Municipalidad de
Río Tercero.

Sobre la subdivisión del radio urbano en
relación con el avance de la red distribuidora no se han
encontrado datos en las fuentes primarias consultadas, pero si
sabemos que las redes de provisión se extendieron en la
etapa inicial, a partir de los dos primeros pozos ya construidos
y en condiciones de prestar servicio. Los mismos estaban ubicados
en las siguientes calles: el pozo nº
1[156]-con una hondonada de 80 m- en Sarmiento y
Esperanza, junto al tanque de agua. Éste se comenzó
a construir en el año 1949 culminándose en el
año 1951 y el pozo nº 2, en Deán Funes 15, en
el terreno donde funciona en este momento el edificio
administrativo de la cooperativa, fue construido en el año
1952, con una profundidad de 78 m.

Las primeras redes se extendieron desde esos puntos abarcando
lo que hoy se conoce como el barrio céntrico, Belgrano y
parte del Castagnino. En el plano nº 1 se puede observar el
radio cubierto.

Desde el momento en que se dio inicio a la provisión de
agua a la localidad, la cooperativa debía asegurar tanto
el caudal como la calidad del agua a suministrar. Es por esto que
para asegurar su potabilidad y pureza y prever la necesidad
eventual de su tratamiento, en julio de 1952, se adquirió
a la firma Lockwood y Cía S.R.L. dos aparatos
cloradores[157]de la marca Permutit, al precio de
$ 12.340 m/n, y un comparador de la misma marca a $ 280 m/n; en
ambas compras la cooperativa obtuvo el 2,5 % de descuento por
pago contado.[158]

Los habitantes que no fueron beneficiados con la primera parte
de la obra no tardaron en acercarse a la cooperativa para
presentar solicitudes de ampliación del área de
cobertura del servicio. Desde el año 1953 hasta 1963 se
sucedieron en forma constante esos pedidos de extensión de
los ramales o de realización de nuevas conexiones, los que
fueron analizados por el consejo de administración
teniendo en cuenta las posibilidades reales de la cooperativa. En
algunos momentos se efectuaron hasta un máximo de quince
conexiones en el día, lo que permitió un ahorro
considerable de mano de obra.

El orden en que los barrios fueron solicitando el nuevo
servicio fue el siguiente: Barrio Acuña, Perón,
Cabero, Cerino, Zoila Torres de Acuña, ampliación
de Castagnino, Casino, Escuela, Sarmiento y Monte
Grande.[159] El emplazamiento de los nuevos
barrios respondió a razones diferentes, por un lado se
evidencia la proximidad geográfica, los límites de
un barrio marcan el inicio del nuevo y por otro lado, por la
cercanía al complejo fabril. Tanto despliegue demandaba
organización interna, es por esto que al carecer de un
plano de la localidad de gran tamaño, se mando
confeccionar uno a cargo de Luis Nani quien por la
realización del mismo cobró $ 1.000 m/n. La
finalidad del trazado local era demarcar las líneas de
agua y energía, para una mejor visualización. En el
plano nº 2 se puede ver la ubicación de los barrios
mencionados.

Plano nº 2

Plano parcializado de la ciudad de Río
Tercero.

Extensión de la red de distribución de
agua
.

Monografias.com

Fuente: Secretaria de desarrollo
urbano. Dirección de planeamiento. Municipalidad de
Río Tercero.

Para poder magnificar este crecimiento poblacional, se
presenta a continuación un cuadro de evolución
poblacional, tomando como partida la década de 1950.

Cuadro nº 3

Evolución Poblacional
(1950-1999)

Años

Población

1950

14.000

1960

18.500

1970

22.000

1980

34.500

1990

42.000

1999

45.000

Fuente: Colautti, Fernando.
Río Tercero tiene historia, Biblioteca Popular
"Justo José de Urquiza", Río Tercero,
1999.

A su vez, expondremos un cuadro de
"Evolución de Inmuebles".

Cuadro nº 4

Evolución de Inmuebles
(1936-1998)

Años

Población

1936

361

1940

455

1945

829

1950

2.126

1955

3.204

1960

4.183

1965

4.954

1970

5.783

1975

7.342

1980

9.508

1985

11.544

1990

13.108

1995

14.345

1998

15.523

Fuente: Colautti, Fernando.
Río Tercero tiene historia, Biblioteca Popular
"Justo José de Urquiza", Río Tercero,
1999.

La información arriba presentada, se basa en
datos oficiales de la Cooperativa de Obras y Servicios
Públicos de Río Tercero, que evidencia la cantidad
de propiedades conectadas al servicio de energía
eléctrica.

En contra de lo establecido en el reglamento elaborado
para el suministro de agua -ya trabajado en el capitulo
anterior-, que en el punto 3 establecía que "queda
terminantemente prohibido efectuar conexiones o acoplamientos
para proveer agua a propiedades vecinas, sin la debida
autorización de la cooperativa"[160]
surgió la situación que ameritaba desoír
esta disposición, porque ante las solicitudes de
provisión de agua presentadas por los barrios y teniendo
en cuenta la demora, la gerencia decidió efectuar
provisoriamente conexiones colectivas, alimentado
cañerías privadas donde las
hubiere.[161]

Para poder entender esta decisión asumida por los
que conducían la entidad, expondremos uno de los
principios cooperativos[162]"Compromiso con la
comunidad: La cooperativa trabaja para el desarrollo sostenible
de su comunidad por medio de políticas aceptadas por sus
miembros". Este principio rector que regula el cooperativismo, es
lo que justificó el haber actuado en contraposición
con lo pautado por la misma cooperativa. La cuestión
primordial en esta situación en particular, fue garantizar
el desarrollo sostenible de los habitantes que necesitaban del
elemento vital.

Durante el año 1957 se extendieron las
cañerías en más de 8000 metros abarcando
así a barrio Cabero, zona norte de la avenida General
Savio y parte de la zona sur de la mencionada arteria. Quedaba
por instalar lo que restaba de esa zona y llegar hasta barrio
Casino, como también abarcar los barrios menos poblados y
otros que comenzaban a edificarse.[163]

A la zona de barrio Casino se llegó en el
año 1959, cuando se extendieron 1.772 metros de
cañerías. Este sector tenía servicio propio
con caños similares a los de la red, pero el suministro
que brindaba era deficiente, por lo cual se iniciaron gestiones
para adquirir esa instalación y unirla a la red general de
la cooperativa.[164]

En 1960, el barrio Zoila de Acuña y la
ampliación de barrio Castagnino pidieron el suministro
tanto de agua como de energía eléctrica, con el
compromiso de suscribir acciones por un monto de $ 100 m/n con el
fin de contribuir a financiar las obras necesarias a tal fin. Los
reclamos en ese sentido fueron varios y fueron atendidos por la
cooperativa porque los terrenos que se beneficiarían con
el servicio estaban próximos al Castagnino, zona
originaria del servicio, y por lo tanto sólo era necesaria
una pequeña ampliación de cañerías,
con la que se contribuiría al progreso de esa
zona.[165]

Con posterioridad, la demanda siguió el ritmo del
crecimiento de la localidad de Río Tercero y en la
actualidad no solo se sigue ampliando el área de cobertura
sino que también, por el paso del tiempo, se renuevan las
viejas redes de distribución, con la finalidad siempre
presente de brindar un servicio óptimo.

  • Nuevas obras y contratación de mano de
    obra.

Durante la etapa considerada en este capítulo,
las obras realizadas fueron las relacionadas con la
perforación de nuevos pozos con sus respectivas bombas, la
colocación de la cañería que
permitiría la extensión del abastecimiento de agua
a nuevas zonas, en especial los barrios que se iban formando, y
también la instalación de medidores.

Para la instalación de la bomba número
tres se necesitaba el terreno donde colocarla. Éste fue
ofrecido, en marzo de 1955, por las vecinas de Rio Tercero Zoila
Acuña viuda de Marín y Catalina Temporini viuda de
Ravetti, al precio de la valuación
fiscal.[166] Ese pozo se construyó ese
mismo año en el terreno ubicado en las calles Caseros y
Carriego; su profundidad fue de 80 m.[167] La
bomba que en él se instaló se adquirió a la
firma Shepard Hay y Cía., a la que se le solicitó
que modificara el sistema de lubricación de agua por el de
aceite, modificación que era consecuencia de la
experiencia obtenida en las bombas que estaban en uso. El costo
de la bomba fue de $ 76.300 m/n y tenía las siguientes
características: capacidad de 150.000 litros por hora con
motor de 65 hp y caños y columnas unidos a bridas en lugar
de cuplas.[168] La perforación del pozo fue
adjudicada a Alfredo Parodi, el 16 de setiembre de 1954, al
precio de $ 420 m/n el metro, sumando un total de $ 98.000 m/n.
La cercanía de la época estival hacía
indispensable una rápida ejecución de esa
perforación y la inmediata puesta en funcionamiento de la
nueva bomba, circunstancias que actuaron como factores de
presión tanto sobre el consejo de administración
como del adjudicatario de la obra.[169]

Además, con el fin de mejorar y dar mayor
seguridad a los equipos de bombeo, se compraron a la firma Siam
Di Tella S.A. dos motores verticales de eje hueco de 100 HP cada
uno. Estos motores remplazaron a los horizontales instalados en
las bombas uno y dos. Por su funcionamiento a transmisión
no necesitaban permanente vigilancia.

La operación se concretó en la suma de $
51.000 m/n por cada motor, con una entrega del 20% a cuenta. A su
vez, para el año 1956, con el nuevo equipo en marcha y en
mejores condiciones los otros dos, se proyectó la
extensión de cañerías en una longitud de
aproximadamente 7.000 m.[170]

Ante la aparición de nuevos y populosos barrios
de la ciudad, a fines de 1956 la gerencia informó al
consejo de administración que para abarcar las zonas de
más densa edificación serían necesarios
siete mil metros de caños de varias medidas Esto fue
considerado por los consejeros, quienes analizaron las diferentes
cotizaciones recibidas y encontraron que la más
conveniente era la de Agar, Cross y Cía., de manera que a
esa firma se le compraron las siguientes cañerías:
quinientos cincuenta metros de 150 mm, quinientos metros de 100
mm, mil doscientos metros de 60 mm y cuatro mil quinientos metros
de 50 mm, a un costo respectivo por metro de $ 57,94 m/n, $ 40,
70 m/n, $ 26,81 m/n y $ 17,39 m/n, pagaderos en cuatro cuotas
dentro de los 120 días de la fecha de
pedido.[171] Por otro lado, en marzo del
año siguiente también surgieron nuevas erogaciones
por la compra de un medidor de agua de 50 mm de paso para ser
instalado en la conexión efectuada a la Asociación
de Cooperativas para la construcción de una fábrica
de aceite.[172]

El crecimiento poblacional seguía en forma
constante, por lo que podemos apreciar por la creación de
nuevos barrios. A nivel nacional se inició una etapa que
estuvo marcada por la alternancia entre gobiernos militares y
civiles, como consecuencia de la desperonizacion que se llevo a
cabo luego del golpe militar de 1955. A pesar de los cambios
acaecidos en el plano del ejecutivo nacional, Río Tercero
seguía el camino del progreso.

En el año 1956, por medio de un decreto del
comisionado Tristán Acuña se restablecieron los
nombres de calles, plazas y barrios. Se eliminan las
denominaciones como Juan o Eva Perón, utilizados con la
finalidad de homenajear al peronismo.

Pero no solo fue la acción de renombrar, se
establecieron los nombres de numerosas calles a causa de nuevos
loteos, que se agregaban al radio urbano. Así fue que
nacieron las arterias Belisario Roldán, L. N. Alem,
Leopoldo Lugones, Gral. Roca, H. Irigoyen, Carriego y otras de
barrios Belgrano y Escuela. Los nombres de calles se
seguían agregando, como así también los
barrios, como Castagnino, Cerino, Atanor, Monte Grande, Cabero,
Acuña y Sarmiento.[173]

Las inversiones no cesaban. En 1960, se procedió
a la compra de una nueva bomba a colocarse en el pozo nº 4,
que es el último que se construye en esta etapa. Como
siempre, en esta ocasión se solicitaron presupuestos y el
más beneficioso fue el de la firma Shepard Hay y
Cía. Ltda. para los siguientes elementos: un cuerpo
impulsor de siete cámaras para un caudal de ciento
cincuenta mil litros hora o setenta metros de altura
manométrica, en la suma de $ 63.600 m/n, y un motor
eléctrico de 75 HP vertical, eje hueco marca Siam, en $
119.000 m/n. En lo que respecta al cabezal se pidió a la
firma nombrada un plano con las medidas del mismo. Según
los cálculos realizados por la empresa oferente, esta
bomba tendría una capacidad de extracción de
200.000 litros por hora.[174]

La perforación del pozo nº 4 ubicado en la
calle Marconi esquina Chacabuco, en el barrio Escuela, fue
realizada por la empresa Garland Ford. Para este fin la
cooperativa adquirió a Eduardo Gigli un terreno en la suma
de $ 20.000 m/n.[175] A su vez, por intermedio de
FACE, se adquirió barras de acero necesarias para la
fabricación de los ejes y uniones, iniciando
también el corte de los tubos de 8" que la cooperativa
tenía en existencia y ordenando la ejecución de las
bridas, soldaduras, frenteado y todos los trabajos necesarios a
fin de dejar terminados los caños columnas para la
bomba.[176] El costo total de esta obra incluidos
mano de obra y materiales necesarios para la instalación
de la bomba, ascendió a $ 491.246.20
m/n.[177]

En síntesis, hasta 1960 se habían
realizado excavaciones para cuatro pozos de donde se
extraía el agua para el suministro de la población
de Río Tercero. El cuadro nº 3 muestra la
ubicación de esos distintos pozos y la condición en
la que se encontraban estos al momento en que se editó la
fuente de donde proviene esta información. Como se puede
apreciar, en 2003 algunos de esos pozos ya no se encontraban en
funcionamiento. Esto se debió a dos situaciones. Por un
lado, como consecuencia de los efectos de una sobre
explotación, lo que causó una baja en la calidad
del agua, que impidió a la cooperativa garantizar la
calidad del servicio y a su vez salvaguardar la salud de los
usuarios. Por otro lado, también influyó la
realización de más perforaciones que garantizaban
la calidad del agua a extraer, lo que permitió dejar en
desuso o en reserva algunos de esos
pozos.[178]

Cuadro nº 4

Perforaciones realizadas para la
extracción de agua corriente

Ubicación

Pozo nº 1

Ubicado en Sarmiento y Esperanza,
construido en 1949, profundidad 80 m- en uso
–funcionamiento

Pozo nº 2

Ubicado en Deán Funes 15,
construido en 1952, profundidad 78 m. Desafectado- fuera de
uso

Pozo nº 3

Ubicado en caseros y Carriego,
construido en 1955, profundidad 80 m. Se mantiene como
reserva.

Pozo nº 4

Ubicado en Marconi y Chacabuco,
construido en 1959, profundidad 70 m. Desafectado- Fuera de
uso

Fuente: Cooperativa de Obras y
Servicios Públicos Ltda. de Río Tercero (2003).
"Nuestra Historia (1933-2003). 70 Años de Vida",
Río Tercero.

  • Inconvenientes en la continuación de la
    obra

Los inconvenientes que se plantearon en la
ejecución de las distintas obras relacionadas con el
servicio de agua corriente tuvieron un origen interno y otro
externo. En el ámbito interno se suscitaron diversos
problemas, tales como el desgaste de las instalaciones destinadas
al servicio, la irresponsabilidad de los contratistas y por
último, la morosidad de algunos beneficiarios del
servicio, lo que influía de forma negativa en la
economía de la cooperativa. Entre los factores
exógenos, destacan los vaivenes sufridos en la
política nacional que incidían en la
economía del país repercutiendo negativamente en
los aspectos económicos de la obra, por ejemplo, en la
adquisición de equipos y materiales.

En el caso de los equipos fueron las bombas las que
requirieron diversas reparaciones. A la bomba instalada en el
pozo nº 1 se la debió reparar en el año 1952,
por haber sufrido desgastes que impedían mantenerla en
funcionamiento por más tiempo. Para solucionar este
problema se utilizaron los servicios de D. de Achenberg, cuya
notoria competencia en la materia constituía una seguridad
tanto en el orden técnico como
económico.[179] Cuatro años
después, durante el mes de agosto de 1956 se debió
levantar la bomba nº 2 por rotura de varios soportes de
cojinetes que habían ocasionado la destrucción de
las turbinas y su eje. El arreglo y reforma necesarios para poner
nuevamente en funcionamiento esta bomba, supuso la
inversión de aproximadamente $ 40.000 m/n. La
solución a este problema se vio demorado por un factor
ajeno a la cooperativa, el conflicto metalúrgico, al que
más adelante se aludirá
especialmente.[180]

En los años siguientes este tipo de problemas
continuaron. En 1959 se quemó la bomba nº 1 y su
motor fue rebobinado con urgencia, puesto que en ese momento
también estaba en reparación la bomba nº 2. Al
mismo tiempo, en la bomba nº 3 de 65 hp se produjo un corto
circuito y fue necesario rebobinarla. Por supuesto que todos
estos inconvenientes hicieron muy difícil el afrontar los
pedidos de nuevas conexiones efectuadas por los vecinos. En esta
época eran los residentes en el barrio Cerino quienes
solicitaban el suministro de agua.[181]

El conflicto metalúrgico mencionado más
arriba también repercutió negativamente en los
intentos para adquirir materiales de diversos tipos, como por
ejemplo caños de fibrocemento para la extensión de
la red a barrio Escuela. Ese conflicto desembocó a
mediados de noviembre de 1956 en un paro metalúrgico que
duró 45 días, durante el cual la policía
persiguió implacablemente a los trabajadores mientras que
las patronales cesanteaban a centenares. Pero no fue ése
el único inconveniente habido en relación a la
adquisición de materiales, también incidieron otras
cuestiones, entre ellas ciertas dificultades en la
importación de la fibra necesaria para su
fabricación. Lo cierto es que todas las casas consultadas
coincidieron en no cotizar esos caños.[182]
Es que si bien las empresas proveedores podían de alguna
manera conseguir los materiales que se necesitaba no les era
posible dar precios. Fue en esas condiciones que la cooperativa
tuvo que realizar algunas operaciones comerciales gracias a las
cuales pudo proveerse de materiales que le eran
imprescindibles.[183]

Ante esto, y dada la urgencia con que los barrios
reclamaban la provisión de agua, teniendo en cuenta
además, lo manifestado por la firma Flores y Aimaretti
S.R.L. en el sentido de que tratarían de conseguir en
fábrica parte del material sin poder dar precios, se
aceptó que les enviaran en esas condiciones hasta
quinientos metros de caños de cincuenta milímetros
y hasta trescientos metros de sesenta
milímetros.

En algunas ocasiones los inconvenientes fueron
ocasionados por los contratistas que no cumplían con los
tiempos establecidos en los contratos de obra. En estos casos la
cooperativa optó por incorporar a empleados permanentes
para que se hicieran cargo de atender todo lo concerniente al
servicio de aguas corrientes, entre otras cosas la
colocación de cañerías y la ejecución
de conexiones. Sin perjuicio de ello, la cooperativa
también emplazó a esos contratistas; tal es el caso
de Omar Dagotto a quien a fines de diciembre de 1952 se le
exigió que a la brevedad diera cumplimiento a sus
obligaciones emergentes del contrato suscripto para la
ejecución de las conexiones domiciliarias so pena de la
rescisión del referido contrato. Además, Dagotto
debía efectuar las reparaciones a que hubiera lugar por su
exclusiva cuenta.[184] Por último, se debe
mencionar también la morosidad de los usuarios en el pago
del servicio y las infructuosas tentativas de cobro efectuadas
por la cooperativa, la que finalmente se vio obligada a exigir el
cobro de esas deudas por la vía judicial. En efecto, en
julio de 1956 el consejo de administración le
concedió poder general al Dr. Héctor J. Cabido con
la facultad de iniciar los trámites por vía
judicial.[185]

  • La política nacional y los servicios
    públicos

Haciéndose eco de la realidad que vivía el
país, en la reunión realizada el día 15 de
noviembre de 1953, por unanimidad, el consejo de
administración aceptó ajustar su accionar a los
principios económicos tendientes al logro de los objetivos
del segundo plan quinquenal aprobado por el gobierno nacional, en
cuyo capítulo XG 22 inciso b se establecía adoptar
la Doctrina Nacional consagrada por el artículo tercero de
la ley 14184, que tenía por finalidad suprema, alcanzar la
felicidad del pueblo mediante la justicia social, la
independencia económica y la soberanía
política".[186]

Asimismo, poco después se aceptó el pedido
que hiciera la Dirección de Cooperativas del Ministerio de
Industria y Comercio de la Nación, para que el consejo de
administración en asamblea general ordinaria analizara el
capítulo que se relacionaba con la energía y las
cooperativas.[187]

Al tomar esas decisiones se tuvo en cuenta que lo que el
gobierno trataba era de proyectar medidas que le permitieran
resolver el trasfondo estructural de la crisis que afectaba al
país. Se tuvo en consideración también que
ese plan quinquenal se proponía, entre otras cosas,
coordinar la participación de empresarios y trabajadores
en la planificación y ejecución de la
política económica del país, determinar el
papel de la empresa privada frente al intervencionismo estatal,
consolidar el cooperativismo y frenar la intermediación
artificial en las actividades
primarias.[188]

  • Relación cooperativa-municipio

Entre la cooperativa y el ente municipal, la
relación fue siempre muy fluida y estrecha. Antes de que
la primera se hiciera cargo del suministro de agua corriente, fue
la municipalidad la que intentó solucionar ese acuciante
problema. Luego, con el fin de brindar el servicio de
provisión de agua a la localidad se firmó un
contrato de concesión, entre la Municipalidad de
Río Tercero y la cooperativa, ya analizado en el capitulo
anterior. Aquí se estudiará la relación
entre estas dos instituciones respecto de dos temáticas:
el riego municipal y el problema del derroche del
agua.

  • Riego municipal

Al decir que entre estas instituciones hubo una
correspondencia es porque ambas se necesitaban para propender al
crecimiento de la localidad y también por los
abastecimientos que la municipalidad necesitaba para obras de
bien común.

En el transcurso del año 1956 la municipalidad
solicitó a la cooperativa la instalación de bocas
para riego que al mismo tiempo sirvieran para casos de incendio.
Ese pedido fue considerado y aceptado por la cooperativa y el
consejo de administración decidió adquirir los
materiales necesarios para llevar a cabo esta obra con cargo a la
dependencia municipal.[189]

En realidad, las demandas de este tipo por parte de la
municipalidad de Río Tercero fueron constantes. Ese mismo
año se le había pedido a la cooperativa que
considerase la posibilidad de una rebaja en la tarifa que se le
aplicaba al municipio por el agua corriente utilizada, como
también que se instalaran dos nuevas bocas tomas para los
vehículos regadores. Teniendo en cuenta que se trataba de
un servicio público, la cooperativa accedió a estos
pedidos y estableció en $ 0,35 m/n el metro cúbico
de agua para riego municipal.[190] Otro pedido del
municipio fue la instalación de tomas de agua de
veinticinco milímetros en las calles céntricas a
fin de contar para el riego de esas arterias con mangueras, dada
la falta de automotores.[191]

A raíz de las bocas tomas instaladas a pedido del
ente municipal, se hizo necesaria la compra de medidores de agua
para un mejor control del abastecimiento, pues hasta entonces y
por carecer de medidores esos suministros se facturaban en forma
aproximada. Ahora bien, al estudiar la cuestión se tuvo en
cuenta una cotización enviada por la F.A.C.E. según
la cual los precios de los medidores variaban entre dos mil
quinientos y seis mil pesos de acuerdo con su procedencia. En
vista del alto costo, la cooperativa solicitó al
comisionado municipal una mayor participación de la comuna
con capital accionario, a fin de hacer frente a esta
inversión imprescindible para las nuevas bocas de riego.
No obstante, como era inminente la iniciación de las obras
de pavimentación de calles, para la cual se planeaba tomar
agua de esas bocas, se decidió que, a pesar del elevado
costo, se instalaran esos dos medidores de caudal de tres
pulgadas de paso.[192]

En el párrafo anterior se alude a las obras de
pavimentación, nueva necesidad que también fue
satisfecha por la cooperativa dando comienzo así a la
prestación de un nuevo rubro, las obras
públicas.

En esta acción por la cual la cooperativa no solo
va a cambiar su denominación, siendo desde ese momento
Cooperativa de Obras y Servicios Públicos Limitada de
Río Tercero, la que detenta en la actualidad; sino que
este cambio de rumbo fue el que la va a posicionar en la
actualidad en la segunda de importancia de la provincia, por la
cantidad de servicios que presta.

A pesar de ser destacado el desarrollo que logro la
institución, marca este suceso, o sea las obras de
pavimentación, la ausencia del Estado, que delega su
responsabilidad en este tipo de entidad.

  • El derroche del agua

Otro eslabón en la cadena de preocupaciones que
inquietaban al consejo de administración y también
a las autoridades municipales es el relacionado con el derroche
del agua. A este problema siempre presente en las sociedades
modernas se intentó darle solución por parte del
ente municipal mediante el decreto nº 2005 del año
1962, en el cual se advertía de la no conveniencia del
derroche de un elemento esencial para la vida del ser humano.
Esta disposición, que se emitió en noviembre de ese
año con el propósito de evitar la escasez de agua
en la época estival, sancionó el uso indebido del
agua y prohibió ciertas prácticas sociales que
contribuían al mismo.[193] Consciente de la
importancia de tal medida, el consejo de administración la
apoyó y decidió incluirla en la Memoria y Balance
General del año 1962, para que por medio de esa vía
los asociados pudieran informarse de la misma.

  • Financiación de las
    obras

Entre los años 1953 a 1963, para hacer frente a
los gastos generados por el mantenimiento de la obra ya realizada
y la extensión del servicio no solo a barrios que no
estaban incluidos en la fase anterior, sino también a los
que se iban creando, prosiguiendo con la tendencia progresista de
la ciudad, se recurrió a las instituciones bancarias que
habían servido de soporte en la etapa anterior de la obra:
el Banco de Crédito Industrial Argentino y el Banco de la
Nación Argentina.

Asimismo se canalizó la búsqueda de
capital con el aporte de los asociados y la venta de materiales y
equipos en desuso. Por otro lado se generó recursos, por
medio de las maquinarias adquiridas para la obra de
provisión de agua corriente. Este último aspecto se
desarrolla en el apartado siguiente.

En julio de 1952, la cooperativa se encontraba ante la
siguiente situación: la obra requirió de la
inversión de todos los ingresos de la entidad, lo que
impidió la acumulación de fondos necesarios para la
total amortización de la obligación
contraída con el Banco de la Nación Argentina por
el monto de $ 100.000 que fue otorgada con fecha 15 de noviembre
de 1949. Asimismo la ampliación del préstamo
solicitado al Banco de Crédito Industrial Argentino cuya
solicitud correspondía al nº 5454 no se otorgó
hasta agosto de 1954.

A su vez, se agregaba el agravante de que al haber dado
comienzo al suministro de agua a un sector de la población
se imponía la necesidad de extenderlo con rapidez a la
parte faltante de la ciudad, a efectos de evitar la consecuencia
de una posible contaminación de la napa superficial, por
el uso incorrecto de los pozos que se encontraban fuera de
servicio , es por esto que en la sesión realizada por el
consejo de administración el 19 de julio de 1952, se
decidió solicitar una renovación de la
obligación que tenía la entidad con al Banco de la
Nación Argentina que vencía en el mes de agosto del
mismo año. La prórroga que se solicitó fue
por un período de 180 días, previa
amortización del 25%.[194]

Durante el año 1953, la cooperativa, intentando
revertir la situación que generaba la insuficiencia de las
líneas de alta y baja tensión y el aumento
constante de consumidores y consumo -del servicio
eléctrico-, decidió adquirir una nueva línea
de alta tensión. Para esta acción se debía
conseguir fondos para afrontar los costos, fue por esto que en la
asamblea extraordinaria realizada el 31 de mayo de 1953, el
consejo de administración emitió bonos
cooperativos, hasta la suma de $ 1.000.000 m/n. Al cierre del
balance del año 1953, solo se había suscripto la
suma de $ 390.000 m/n.[195]

Para atender las primeras inversiones de mano de obra y
entregas a cuentas de materiales comprados, se solicitó al
Banco de la Nación Argentina un préstamo de $
100.000 m/n hasta que el crédito solicitado al Banco de
Crédito Industrial Argentino fuera otorgado, ya que a
fines del año 1953, todavía se encontraba en
trámite.

¿Por qué se hace referencia al servicio de
provisión de energía eléctrica? Debido a que
a partir del año 1956 se planificó la solicitud de
préstamos para hacer frente a todos los servicios que
prestaba la institución, o sea para el servicio de
energía eléctrica y agua corriente. Se
solicitó el monto de $ 400.000 m/n al Banco de
Crédito Industrial Argentino, amortizable a diez
años, siendo su nº de solicitud el 3568. Esta
operación financiera se acordó el 10 de setiembre
de 1957.[196]

En el párrafo precedente, podemos ver reflejado
el accionar de una cooperativa que supo conjugar tanto la
gestión de la provisión de energía
eléctrica y el suministro de agua corriente,
situación en espejo con el trabajo de Josean
Garrúes Iruzun que analiza una empresa privada, con
características similares.[197]

El monto otorgado por el Banco de Crédito
Industrial Argentino se destinó a lo siguiente: la compra
de 7000 metros de caños para proseguir con la
extensión del servicio y para la adquisición de un
autotransformador de 2000 KVA de 6600/10000 V y a CEGELEG S.A. un
transformador de 500 KVA de
10.000/380-220V.[198]

Las dificultades planteadas y el inusitado progreso de
la ciudad, marcan la imposibilidad de hacer frente con recursos
propios de la cooperativa a las inversiones necesarias, por lo
que se vieron precisados a recurrir a instituciones bancarias en
demanda de crédito, cuya amortización se
reflejó indefectiblemente en la
tarifa.[199]

Para resumir, los préstamos solicitados en esta
fase de la prestación del servicio a partir del año
1952 fueron los siguientes:1) Banco de Crédito Industrial,
solicitud nº 3568, monto acordado $ 400.000, fecha en que se
lo solicita el 6 de mayo de 1953 y fue acordado el 10 de
setiembre de 1957 y 2) Banco de la Nación Argentina
aprobó el pedido de prórroga presentado por la
cooperativa en el mes de julio de 1952, sobre un monto de $
100.000, el mismo fue cancelado a los 180 días y en el mes
de junio de 1953 se otorgó un préstamo, siendo este
de $ 100.000 m/n.

  • Generando recursos

Tal como se dijo anteriormente, la cooperativa hizo uso
de todos los medios a su alcance para proveerse de los recursos
necesarios para el buen funcionamiento del servicio de agua
corriente. Además de los créditos otorgados por las
entidades bancarias y de los recursos propios aportados por los
asociados, una política que sirvió para generar
recursos fue la venta de materiales y equipos en desuso.

La entidad contó con el aporte de los asociados y
los créditos otorgados por las instituciones bancarias
para afrontar los costos de la obra, pero como este servicio
demandaba constantes inversiones, había que seguir
buscando fondos, entre los que se van a utilizar, por ejemplo
venta de motores, venta de maderas que habían sido usadas
para el encofrado del tanque de agua y el alquiler de la maquina
zanjadora para trabajos a terceros; a esto último
nos referiremos al final de este apartado.

La instalación de nuevos motores en las bombas 1
y 2 permitió poner a la venta los retirados,
obteniéndose la suma de $ 58.000 m/n por el de 108 hp y $
74.000 m/n por el de 150 hp, ambos con su resistencia de
arranque.[200] Durante el año 1958
también se vendieron todos los caños que se
habían adquirido a la firma Macchiavelli e Hijos al
iniciar la obra de aguas corrientes, y que resultaron
inútiles por no resistir la presión requerida. Por
esta última operación se obtuvo la suma de de $
32.680 m/n, pues los caños se vendieron a razón de
$ 40 m/n el metro, es decir, el mismo precio que la
institución abonó en su oportunidad por los
mismos.[201] Con esta política tendiente a
recuperar los recursos invertidos en materiales y equipos que
habían quedado fuera de uso, la cooperativa
optimizó su desenvolvimiento económico.

  • Uso de la máquina zanjadora para
    terceros

Las maquinarias que se habían adquirido
comenzaban a dar rédito. En el mes de julio de 1952, se
registró un pedido por parte del casino general de la
guarnición de la Fábrica Militar de Río
Tercero y al considerar de interés público la obra
a realizar,-la excavación de una pileta de
natación– se cedió la máquina zanjadora,
mediante el pago únicamente de los gastos que se
originaran por el zanjado.[202]

Si el crecimiento de la población fue uno de los
motivos que generó la obra de provisión de agua,
esto seguía estando vigente en lo que concierne a la
extensión de este servicio, es por esto que en 1953,
cuando la compañía inmobiliaria de Rio Tercero,
solicitó la máquina zanjadora a fin de colocar las
cañerías de agua corriente en el loteo de su
propiedad, la institución no pudo negarse, porque ello
implicaba trabar el progreso constante del que era protagonista
la ciudad. Seguidamente una imagen de la primera máquina
zanjadora, propiedad de la cooperativa.

Maquina Zanjadora

Monografias.com

Fuente: Cooperativa de Obras y
Servicios Públicos Ltda. de Río Tercero (2003).
"Nuestra Historia (1933-2003). 70 Años de
Vida
", Río Tercero, pp. 86.

Para acceder a la solicitud manifestada por la
compañía inmobiliaria se establecieron las
siguientes condiciones: a) la cooperativa facilitaba la
máquina zanjadora a la compañía inmobiliaria
mediante el pago de $ 1.50 m/n por metro lineal de zanja que se
realizara en el mencionado loteo, b) el personal a emplear en la
conducción de la máquina tendría que ser el
mismo que la cooperativa tenía para esa función, c)
el personal no podía realizar esa tarea en las horas
comunes, sino en horas extras o días no laborales, por lo
tanto sería de exclusiva cuenta de la
compañía inmobiliaria el trato con el personal
mencionado anteriormente, d) todos los gastos que ocasionase ese
trabajo serían por cuenta exclusiva de la
compañía.[203] De esta manera, no
solo se comenzaba a beneficiar la cooperativa con el cobro del
uso de la máquina zanjadora sino que se apostaba al futuro
de la ciudad.

Cuando en 1955 se realizó el trabajo de zanjado
para Atanor S.C.A. fueron 1652 metros a razón de $ 3,80
m/n por metro lineal.[204] En el caso de la
localidad de General Cabrera en el año 1957, fueron 15.000
metros zanjados por la máquina de la cooperativa,
fijándose el costo del metro lineal en $
4,80.[205]Todas estas acciones sumaban ingresos
que fueron destinados a la continuación de la obra, que
perseguía un único objetivo: el bienestar
general.

  • Tarifa, Consumo y
    Suministros

En esta sección se desarrollan tres temas:
tarifa, consumo y suministro. En el primer caso se detalla la
evolución de la misma desde que se inició el
servicio en 1952 y hasta 1963, tratando de mostrar los aumentos
que registró y el cambio en la modalidad de
facturación del servicio. En cuanto al consumo se describe
su desarrollo y las situaciones que justificaron la
ampliación del servicio. En último lugar y en
relación con el análisis de los suministros
gratuitos, se tiene en cuenta la causa que generó la
instauración de este tipo de suministros, la cantidad que
se asignaba en cada caso y cuáles eran los usuarios que se
beneficiaban en forma permanente.

  • Tarifa

Para este nuevo servicio había que crear un
régimen tarifario, el mismo se elaboró y
presentó ante la Dirección General de
Hidráulica. Esta dirección otorgó su
aprobación legal correspondiente por resolución
2915 con fecha 6 de octubre de 1951. El costo del servicio
autorizado fue el siguiente:

Cuadro nº 5

Costo del servicio según
resolución nº 2951

Usuarios con
medidor

Costo

Tarifa mínima mensual para
consumo de hasta 20 m3

$ 10,00 m/n

Excedente de 20 m3

$ 0,50 m/n por m3

Usuarios sin
medidor

Costo

Tarifa única
mensual

$ 15,00 m/n.

Fuente: A.C.R.T. Memoria y Balance
General, año 1951.

Prosiguiendo con los costos para los prestatarios, se
pautó que el descuento acordado al personal para el
consumo de energía eléctrica, no regía para
el suministro de agua corriente, debiendo ser facturado este
último a tarifa común sin excepción. En esa
misma asamblea realizada el 19 de julio de 1952, se
elaboró el régimen tarifario para aplicarse a los
suministros que demandaba la municipalidad, y en el caso del agua
destinada al riego de las calles se pautó el precio de
$0.40 m/n por cada metro cúbico de
agua.[206]

Los vaivenes económicos que sufrió el
país, produjeron modificaciones que también se
sintieron en el propósito que llevaba a cabo la
cooperativa, un ejemplo de esto fue que ante los diferentes
aumentos de la mano de obra para las conexiones domiciliarias, se
tuvo que variar la tarifa de las mismas para absorber los costos,
de esa manera fue que se fijó, en 1954, para las
conexiones cortas el precio de $ 35 m/n y las largas en $ 50
m/n.[207] El porcentaje de aumento registrado en
estas tarifas fue del 20.68% en el caso de las conexiones cortas
y del 26.12% para las largas, en un período que va desde
1952 hasta 1959.

La tarifa del servicio, se mantuvo fija desde que se
inició la provisión hasta 1956. A partir de ese
momento, no solo surgió un reajuste tarifario sino
también un cambio en la modalidad de facturación.
El reajuste tarifario se debió a que el régimen que
regía en ese momento estaba por debajo del costo. Desde
que se inició la provisión, la facturación
se realizaba con una frecuencia mensual y a partir del año
1957 se modificó a una periodización
bimestral.[208]

Cuadro nº 6

Evolución del aumento tarifario
del servicio de agua corriente

Años 1956-1963

Monografias.com

Fuente: Memorias y Balances de la
Cooperativa de Río Tercero.

El lapso que abarca el cuadro nº 4, denominado
"Evolución del aumento tarifario del servicio de
agua corriente" nos permite ver el incremento que sufrió
la tarifa del servicio en cuestión. El porcentaje
corresponde al 233.33% tanto para la tarifa única que
equivalía a un mínimo de 40m3 como para el
excedente por metro cúbico.

Estos aumentos estuvieron generados por el aumento de
sueldos al personal dedicado a la rama de agua corriente, el
mayor costo de la energía que consumen las bombas
extractoras de agua, la elevación de todos los gastos de
explotación, como también por intereses y
amortizaciones de los préstamos acordados para la
realización de la obra, por intermedio del Banco de
Crédito Industrial Argentino.

Los ajustes siguieron como consecuencia directa de los
aumentos experimentados en las tarifas ordinarias, y en octubre
de 1959, se revieron las aplicadas a la municipalidad local. Las
tarifas para el consumo municipal se pautaron en
[209]$ 1.05 m/n el metro cúbico de agua,
registrándose un aumento del 262.5% en un período
de siete años.

  • Consumo

Al analizar la evolución de un servicio que se
presta a una comunidad, los datos que nos sirven de base son los
del consumo del mismos, es por esto que a continuación se
presenta un cuadro sobre la estadística de
distribución de aguas corrientes.

Cuadro nº7

Estadística de
distribución de agua corriente

Años 1955-1963

Año

Importe facturado

(en $ m/n)

Consumo

Kwh

Bombas

(en $ m/n)

Importe consumo
municipal

(en $ m/n)

Conexiones

1955

356.033,30

359.710

94.480,10

22.126,60

2.225

1956

378.987,35

355.785

95.661,95

22.340,80

2.476

1957

492.181,15

338.754

113.102,00

27.375,75

2.827

1958

589.364,70

412.824

159.182.55

32.626,75

3.157

1959

1.121.939,00

336.599

272.817.05

29.977,85

3.316

1960

1.550.545,95

299.500

365.200,00

60.933,50

3.507

1961

1.764.861,95

366.000

473.800,00

66.672,90

3.732

1962

2.181.985,85

415.400

629.740,00

77.763,00

3.971

1963

2.470.338,05

493.000

912.050,00

93.919,40

4.144

Fuente: A.C.R.T. Memorias y
Balances.

Del cuadro de estadísticas se puede examinar que
en todos los rubros se observa aumento: en el importe facturado
(593.85%), en el consumo (37.05%), en lo que respecta a las
bombas extractoras (865.34%), en el rubro importe consumo
municipal (324.46%) y en la sección conexiones (86.25%).
Esta situación sumada al crecimiento que nunca
decayó, fue lo que justifico la extensión del
servicio.

En el cuadro n° 5 se puede observar que se destaca a
un consumidor por sobre el resto: el municipio local. Al tomar la
columna denominada "Importe consumo municipal" podemos observar
un aumento en las tarifas, pero ese incremento no se corresponde
en proporción al que experimenta la columna "Importe
facturado". Esto se debe a que el intendente solicitó una
rebaja en la tarifa del consumo municipal, por considerar que el
fin que se le daba era de bien
público.[210]

  • Suministros gratuitos

Cuando la cooperativa, decidió realizar la obra
de provisión de agua corriente, tuvo que modificar sus
estatutos. En esta reforma estatutaria se estableció que
la misma proveería en forma gratuita y con
limitación del consumo, luz y agua a las oficinas -tanto
públicas nacionales como provinciales- y también se
beneficiarían establecimientos educacionales y hospitales.
Por otro lado, los particulares que obtenían el servicio
en forma gratuita, no eran permanentes, pues iban variando, y
eran acreedores del mismo por que presentaban condiciones
económicas comprometidas.

Para el nuevo servicio, lo dispuesto en los estatutos
autorizaba el suministro de agua corriente sin cargo hasta un
límite de 40 m3. Esta cantidad coincidía con lo
pautado como tarifa única que se les cobraba a los
usuarios de la prestación. El cuadro siguiente proveniente
de las fuentes de la institución nos ilustra lo referido
anteriormente.

Cuadro nº 8

Suministros gratuitos

Beneficiarios

Instituciones públicas y
particulares

Servicio eléctrico (en
Kwh)

Servicio de agua (en m3)

Biblioteca Popular

467

40

Hospital Vecinal

2.400

40

Culto Evangélico

355

40

Miguel C. Ferreira

50

40

Colegio Jesús María y
José

1.200

40

Escuela Nacional nº
196

1.999

40

Policía

2.596

40

Escuela Fiscal "Modesto
Acuña"

1.597

40

Iglesia Parroquial

300

40

Correos y
Telecomunicaciones

1.320

40

Escuela Nacional nº
402

2.978

40

Guerino Artioli

119

40

Soc. de Mis. Extranjeras de la
Iglesia

226

40

Dirección General de
Rentas

824

40

Escuela Fiscal Remedios de
Escalada

166

40

Sala de Primeros Auxilios
Castagnino

130

40

Ministerio de Agricultura y
ganadería

479

40

Ministerio de Trabajo y
Previsión

347

40

Sala de Primeros Auxilios Bº
Escuela

109

40

Fuente: Memoria y Balance de la
Cooperativa de Río Tercero. Año 1958

  • A modo de cierre del
    capítulo

La prestación y extensión del servicio, no
es un capitulo que pueda concluir con el cierre del servicio,
puesto que este y luego otros servicio que la cooperativa
brindó y brinda en la actualidad le permitió
convertirse en proveedora de servicios públicos .Hasta el
año 1963 se colocaron 42000 metros de caños a lo
largo de la ciudad. Al decir esto, estamos dando cuenta que la
obra prosiguió, la perforación de pozos
también como todo lo que implicó este suministro,
porque la ciudad siguió creciendo y con este crecimiento
no desaparecen las demandas, al contrario
continúan.

Capitulo 5

Impacto de la obra de
provisión de agua corriente, en la localidad de Río
Tercero

Impacto de la obra de provisión
de agua corriente en la localidad de Río
Tercero.

La obra realizada por la cooperativa local, buscó
proveer de agua para consumo humano, o sea agua de calidad. Este
objetivo, y las acciones que se realizaron para lograrlo trajeron
como consecuencia un cambio en la localidad de Río
Tercero: la modificación de su espacio urbano. De ello
tratara este apartado. Se aclara que no se ha trabajado con
censos, ni política laboral, sólo se tomó en
cuenta la descripción de la ciudad y su
urbanización.

  • Descripción del espacio
    urbano antes de la realización de la
    obra

En el apartado denominado antecedentes, se trabajo el
surgimiento de la localidad, ahí se da cuenta de la
finalidad originaria de la fundación del poblado, y
cómo luego, a raíz de la realidad nacional, paso de
ser una población con un perfil agrario a uno industrial.
Con el tiempo la misma adopta un perfil mixto: agrario e
industrial.

  • Los pobladores, impresores de una
    idiosincrasia.

Para entender el por qué la entidad cooperativa
se consolido en el espacio urbano sobre el cual versa esta
investigación, un dato relevante es tener conocimiento
sobre quiénes eran los habitantes que se radicaron, los
que eligieron este lugar como su lugar. Los primeros en habitarlo
provenían de la segunda oleada de inmigrantes que
ocupó la zona sudoeste del territorio de la provincia de
Córdoba y sudoeste de Santa Fe, allá por los
años 1920. Tenían como objetivo primordial, la
búsqueda de posibilidades.

La nacionalidad de la mayoría de estas personas
era extranjera. Provenían de España e Italia, sus
hijos eran nacidos en la zona centro sur de la provincia de
Córdoba y también de las provincias del litoral
argentino.

Ya en 1919, según el anuario Kraft, Río
Tercero figuraba con más de 500 habitantes,
posicionándola entre las poblaciones más
importantes, incluso según data en la misma fuente, en esa
época contaba con una comisaría de policía,
un juzgado de paz, un registro civil, una estación
ferroviaria, una receptoría de renta, una oficina de
correos, dos escuelas: la fiscal y la que pertenecía a las
Hermanas Carmelitas y una oficina de expedición de
guías. Esto último fue a raíz de la
existencia de importantes establecimientos ganaderos en la
zona.

El conocer el origen de quienes habitaron esta zona,
permite entender sus características, en especial las que
se relacionan con una de las temáticas abordadas en esta
investigación, que es el cooperativismo. Éstos
vecinos descendientes de italianos y españoles, cuando se
asientan en el lugar buscan asociarse para solucionar problemas
comunes, de ahí que surgen las sociedades de socorros
mutuos. Dicho suceso se inspiró en la necesidad de
agruparse aportando todas sus costumbres en cuanto a comidas,
reuniones, fiestas, santoral, con el fin de integrarse y
estrechar lazos comunitarios.

Una costumbre arraigada en el país, desde las
primeras décadas del XX, en el que se habían
asentado inmigrantes, en su mayoría italianos y
españoles, fue la creación de entidades
representativas de esas colectividades.

La primera en la localidad objeto de estudio, fue la
Sociedad Española de Socorros Mutuos que inició sus
actividades al finalizar el mes de abril del año 1922.
Como contrapartida a esta acción, los italianos se
movilizaron y convocaron a diversas reuniones, que llevaron a la
creación de la sociedad Italiana "Vittorio Veneto de
Río Tercero", en octubre de 1924.

Este comportamiento de asociación, ante la
eventualidad de un problema, nos da algunas pautas del por
qué hubo una aprehensión del concepto cooperativo
por los habitantes. Desde esta configuración es posible
estudiar los grandes procesos económicos y sociales
centrando el análisis en experiencias micro, rescatando el
lenguaje de la vida y los valores humanos comunes.

  • La localidad vista por la
    institución cooperativa

En el momento en que la entidad cooperativa
consideró la posibilidad de realizar la obra para
aprovisionar de agua corriente a la localidad; se le
encargó a una comisión que elaborara un informe. En
dicho informe se expresaron las siguientes apreciaciones acerca
de cómo había cambiado la ciudad a raíz de
la instalación de la cooperativa y de la fábrica
militar:

"Río Tercero ocupa en la actualidad un puesto
de vanguardia entre los pueblos más progresistas de la
provincia. Situado en la zona de influencia del Embalse de
Río Tercero y favorecido con el establecimiento de una
fábrica militar, va trasponiendo a grandes pasos las
etapas del progreso que habrían de convertirlo, a corto
plazo, en una pequeña ciudad. Tal aseveración se
basa en hechos evidentes que superan las previsiones más
optimistas, los datos estadísticos que poseemos nos
permiten asegurar que de 10 años a esta parte, la
población de Río Tercero, se ha triplicado. En
prueba de ello bastaría citar el aumento de las conexiones
eléctricas: de 280 conexiones existentes en 1935 a 850
conexiones en 1945".[211]

Una cuestión que en ese párrafo destaca es
indudablemente la referida al aumento de población que la
localidad registraba y que podía medirse a partir del
crecimiento que se observaba en las conexiones eléctricas
habidas en los últimos 10 años, lo que a su vez se
relacionaba con el accionar de la cooperativa eléctrica
que había gravitado muy favorablemente en el desarrollo
social y económico local y de lo cual se dejaba constancia
en el siguiente apartado cuando se afirmaba:

"Desde su fundación, la cooperativa fue
depositaria legítima de los anhelos y de las esperanzas de
sus asociados que vieron en ella, amalgamados en una unión
indestructible las fuerzas económicas y morales de un
pueblo que marcha sus elevados destinos apoyado en el trabajo
honesto de sus hijos y en la orientación de sus
instituciones. Hija dilecta de este pueblo, la Cooperativa ocupa
un lugar de preponderancia en el concepto público; supo a
través de una ejemplar administración encauzada
dentro de las más estrictas normas cooperativas, afianzar
en forma definitiva la confianza que inspirará desde el
comienzo. A pesar de la limitación de sus facultades
impuestas por los estatutos, la Cooperativa, en desempeño
de su elevada misión como entidad representativa, tiene el
deber de intervenir en la solución de todo problema de
interés colectivo para sus
asociados".[212]

Cuadro nº 9

Evolución de asociados y
usuarios de energía eléctrica
(1910-1960)

Años

Asociados

Usuarios

1936

401

361

1937

431

371

1938

486

399

1939

546

430

1940

614

455

1941

624

494

1942

671

532

1943

680

578

1944

901

661

1945

1.071

829

1946

1.296

1.065

1947

1.597

1.283

1948

1.992

1.613

1949

2.402

2.024

1950

2.759

2.126

1951

3.010

2.250

Fuente: Memoria y Balance General.
Año 1951

En el párrafo anterior queda claramente expuesto
el singular desempeño de la cooperativa hasta ese momento
y se enaltece su misión como entidad representativa de la
comunidad en la que se encontraba inserta, que la obligada a
intervenir en la solución de todo problema colectivo que
afectara a sus asociados, aún cuando se tratara de uno de
tal magnitud como el que en esos momentos tenía entre
manos, pero cuya solución estaba al alcance de los vecinos
de Río Tercero.

Porque esa población tenía el privilegio
de estar ubicada a orillas de un río del que se
podía extraer agua de buena calidad y suficiente como
abastecerla y por lo tanto esto simplificaba el problema al
exigir solamente una mínima inversión para hacer
realidad el proyecto y con ello desterrar las consecuencias que
traía aparejada la escasez y/o carencia de agua
corriente.

A su vez a través del cuadro nº 9 se
evidencia un aumento de asociados del 651 por ciento y de
usuarios de energía eléctrica del 525 por ciento,
en el periodo de 15 años

Claro que esto suponía la adopción por
parte de la cooperativa de una trascendente decisión: la
de hacerse cargo del proyecto, como ya había sugerido en
un informe que como médico y sobre todo como
cooperativista había presentado el doctor Tiburcio Aldao
quien, haciéndose eco del sentir de la población,
había tratado de llamar la atención de las
autoridades de la cooperativa sobre ese ineludible compromiso, al
asegurar:

"El asunto luz para la cooperativa está
terminado y hoy se juntan ganancias para el reintegro e
intereses. Esa no es la misión de la cooperativa,
suspendan reintegro e intereses y financien lo más pronto
la instalación de aguas corrientes, ya que es
inútil esperarlo del gobierno y con ello remediaremos uno
de los mayores problemas: la salud de la población y
evitar epidemias como la reciente de tifoideas con más de
20 enfermos (3 fatales) a pesar de las medidas tomadas de
profilaxis, será una satisfacción para los
señores directores, si lo
realizan!".
[213]

La importancia del proyecto no era por nadie
desconocida, como tampoco lo era la situación privilegiada
en que se encontraba la localidad de Río Tercero y que en
el informe de 1946 se describía con
precisión:

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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