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"Aura" de Carlos Fuentes – ¿Realismo Mágico o Fantástico?




Enviado por Agustin Acosta



  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Interpretaciones de literatura
    fantástica y realismo mágico
  4. Lo
    fantástico en Aura
  5. El
    realismo mágico en Aura
  6. Conclusión
  7. Bibliografía

Resumen

A través de este texto argumentativo
intento demostrar que Aura de Carlos Fuentes incorpora elementos
propios de la literatura fantástica y del realismo
mágico en su narración y temática.Mi
desarrollo consistirá, primeramente, en un reconocimiento
de ambos géneros e interpretaciones para entender las
características propias de cada estilo literario y como
estas difieren. En la segunda parte del desarrollo pasaré
a utilizar estas interpretaciones en el contexto de la obra en
cuestión. Analizaré los elementos
fantásticos en la narración de Aura tratando de
incluir la relación que tienen con el desarrollo de la
obra. Ya en la última parte del desarrollo,
basándome de nuevo en las explicaciones de la primera
parte, analizaré los elementos reales-mágicos de la
obra.La literatura fantástica se encuentra en una
narración en segunda persona muy sombría, llena de
vacilación y supuestos, situada en un entorno
lúgubre que obnubila a Felipe, el protagonista.
Además, con la presencia Aura se permite la
percepción de lo fantástico porque representa el
desdoblamiento de la anciana Consuelo.

El constante paralelismo entre las dos hace
dudar al lector sobre la identidad de la joven, acentuando
así la inquietud del lector. El realismo mágico,
por otro parte, se relaciona más con la temática
del cuento y con sus conexiones histórico-culturales. La
magia de Consuelo identifica el pensamiento mítico de los
personajes: el tiempo en forma espiral y el regreso del pasado
que se une, en un ritual sacrílego (la misa negra), con el
presente, introduciéndose en la realidad de Felipe. Con su
transformación en el difunto esposo de la anciana se pasa
a aceptar, sin quizás entender totalmente, la magia que lo
captura y su regreso al pasado mágico, donde consigue la
inmortalidad. A través del análisis de los
elementos hallados, la conjetura planteada al inicio queda
comprobada.

Introducción

El
propósito de este texto argumentativo es demostrar que la
novela corta Aura, del escritor mexicano Carlos Fuentes, contiene
elementos de dos géneros literarios, el realismo
mágico y la literatura fantástica, y que estos se
manifiestan de forma paralela en el relato. Aura es una obra
perteneciente a la literatura hispanoamericana
contemporánea. Fue publicada por primera vez en
México en el año 1962, y es una poderosa muestra de
la maleabilidad de lo fantástico y su factible
intrusión en el ámbito del realismo mágico.
Además, una variedad de influencias literarias
latinoamericanas, siendo las más imponentes aquellas de
grandes exponentes de los géneros en cuestión,
tales como Cortázar, García Márquez, Borges
y el mismo Fuentes, me conducen a la elección de que esta
obra en particular, en mi opinión, incita a la
imaginación integrando exitosamente a las dos corrientes.
Para analizar la coexistencia señalada en la
narración de esta obra precisamos definir primeramente las
características fundamentales de cada género.
Así, detectar sus influencias determinantes en la obra, se
volverá una tarea interpretativa de cómo percibimos
las cualidades individuales de estos dos géneros
literarios en un relato complejo y opaco como el de
Fuentes.

Es
necesario definir la manera efectiva de distinguir entre estas
dos estéticas literarias, utilizando interpretaciones
variadas, y así identificar el camino a seguir para hallar
los elementos que sustenten la idea planteada.Como lectores,
tenemos que comprender que tanto el realismo mágico como
la literatura fantástica no son territorios perfectamente
delineados, en realidad están muy lejos de serlo. Por lo
tanto es dificultoso y francamente improductivo enmarcar cada
género dentro de una definición puntual y cerrada.
A final de
cuentas la literatura es una expresión abierta
y creativa que abarca todos los territorios, hasta donde nosotros
decidamos expandir nuestra interpretación. En este caso,
necesitamos recurrir a explicaciones que ayuden a entender cada
género dentro de su ámbito. En un primer plano
general, se debe mencionar que la literatura fantástica
rompe con la rigidez del orden lógico en la mente del
lector, y cumple con el propósito de descuadrar los
cimientos racionales con los cuales se comprenden la obra. Como
consecuencia, la lectura se vuelve dudosa, se desconfía
del relato y el receloso difícilmente saciaría su
duda aceptando que los hechos, y el misterio que traen consigo,
son verdaderamente inexplicables. Opuestamente, el realismo
mágico, pretende que asumamos la intromisión de la
magia como parte de su armonía, donde un primer sobresalto
incierto nos termina sumergiendo en la total aceptación de
una desigualdad implícita en el espacio
narrativo.

Como
resultado se da una fluidez en el desarrollo de la
narración que requiere de un previo desligamiento, casi
absoluto, de las rígidas
leyes de lo real.El desarrollo a
continuación será dividido en tres partes. Primero,
un balance más a fondo entre el realismo mágico y
la literatura fantástica. Segundo, el análisis de
los elementos fantásticos en Aura y por último el
de los elementos reales-mágicos.

Desarrollo

Interpretaciones de literatura
fantástica y realismo
mágico

Para
los propósitos de esta
investigación es ventajoso
desarrollar parámetros que sean utilizados como marco
teórico al explorar la narrativa de Fuentes. Dentro de
estos parámetros están las proposiciones que
interpretan lo que realmente significan los dos géneros.
Así se facilitará el trabajo posterior: tratar de
identificar los elementos sobresalientes de cada uno en Aura.Para
empezar, la literatura fantástica no ofrece explicaciones.
Los hechos no pueden ser encasillados prematuramente en el
ámbito de lo estrictamente sobrenatural, sería
desatinado porque existe una vaguedad en el relato que nos impide
descalificar a la razón y a lo extraño como
partícipes enmascarados en el cuento. Aun así, el
misterio fantástico nos instiga a pensar fuera de los
límites de lo real. El efecto es una sospecha permanente,
necesaria para estar alerta ante lo inexplicable, cualidad que es
parte de la esencia del género.

Dentro
de este
concepto está lo que plantea Tzevetan Todorov: que
la obra fantástica se caracteriza por la enigmática
ambigüedad percibida a través de sus eventos.
Asimismo, Julio Cortázar asevera que "lo verdaderamente
fantástico no reside tanto en las estrechas circunstancias
narradas como en su resonancia de pulsación de latido
sobrecogedor de un corazón ajeno al nuestro, de un orden
que puede usarnos en cualquier momento para uno de sus mosaicos".
Sobre el mismo tema Irlemar Chiampi sustenta que es "un modo de
producir en el lector una inquietud física (miedo y otras
variantes), a través de una inquietud intelectual (duda)".
Tales intentos de explicar la naturaleza fantástica se
apoyan sobre una presencia no habitual que preocupa al lector
sobre la base del desconcierto y la sospecha, no así tanto
en la verosimilitud de los acontecimientos
relatados.

En
contraste, el realismo mágico, propio de la literatura
hispanoamericana, funde la realidad narrativa con elementos
fabulosos para exagerar la aparente discordancia. Más
relevante aún para este análisis es que nos remite,
a través de elementos mágicos y folklóricos
de la
cultura latinoamericana, a la búsqueda de
orígenes míticos en la forma de pensar de sus
personajes. Es así como también robustece una
identidad latinoamericana opacada por influencias y alienaciones
europeas. Es importante destacar también que el realismo
mágico en realidad tampoco ofrece explicaciones. Sin
embargo, nos libra del miedo de lo ajeno, de la presencia
fantástica y de la intranquilidad que esta llega a
provocar en el lector con el don acogedor de su magia. Nos invoca
a comprender la sobrenaturalidad del relato con naturalidad al
introducir cómodamente al lector en un mundo mágico
que desconoce los límites de la realidad.

Tales
ideas deben ser sacadas del contexto al plano del nuevo mundo
porque es justamente donde surge y prolifera esta corriente,
particularmente durante la segunda mitad del siglo XX. Entonces
nos toparíamos con lo postulado por
Alejo Carpentier y
Gabriel García Márquez: que toda la realidad y toda
la historia de América Latina es mágica. Podemos
ver que García Márquez utilizó registros de
una realidad histórica en varias de sus obras (cómo
Cien Años de Soledad) y Carpentier cree que la historia es
más mágica que cualquier libro de
ficción.Por lo tanto, la identidad latinoamericana
está indudablemente atada al concepto que da fruto a esta
expresión mágica en la literatura; en ella se
incorpora la visión mítica de la naturaleza, los
cultos y rituales, la magia y la hechicería. En corto, la
conexión cultural que hace posible la convivencia entre
magia y realidad está plasmada en la historia y nos
condujo ineludiblemente hacia el realismo
mágico.

En un
balance final es argumentable sostener que la intención de
la literatura fantástica es introducirse en la mente del
lector y sembrar una duda que no puede ser despejada por
más razonamiento con el que se juzguen los hechos. Porque
la razón de nada sirve si es que, más que los
incidentes relatados, es la ambigüedad usada al hacerlo la
que verdaderamente instaura la vacilación permanente en el
lector; el cómo se dice aporta más que el
qué se dice. En
cambio, el realismo mágico se
relaciona más a una forma de pensar, el pensamiento
mítico de orígenes latinoamericanos que se
materializa en las circunstancias maravillosas esbozadas por el
autor para encantar la realidad narrativa y hacer su regreso al
presente.

Lo fantástico en
Aura

Ya
explicada la naturaleza y las características de la
literatura fantástica en el capítulo anterior
pasamos a identificar los elementos de Aura correspondientes a
este género. Como mencionamos antes, es la forma de narrar
la principal promotora del sentimiento fantástico. Las
técnicas que utiliza Carlos Fuentes que resaltan esta
corriente literaria en particular tienen mucho que ver con los
recursos narrativos que usa, aún más que la
temática expuesta detrás de ellos. Dentro de los
siguientes subcapítulos (2.1 al 2.3) el análisis
consistirá en explicar los principales componentes de lo
fantástico y de qué manera son incorporados en el
relato.

2.1
Los ecos y sombras. Sobre la ambientación.El tratamiento
del espacio en la obra es un recurso muy importante para examinar
la presencia fantástica que buscamos. Se vuelve
especialmente significativo desde el momento en que Felipe
Montero, el joven historiador en busca de
trabajo, entra a la
casa de la señora Consuelo. Antes de esto el entorno
está contenido en unas cuantas enumeraciones en un intento
de remitirnos a la cotidianidad de la vida del joven historiador
en México DF, una ciudad desencantada. "Levantarás
la mirada a los segundos pisos, allí nada cambia. Las
sinfonolas no perturban, las luces de mercurio no iluminan, las
baratijas expuestas no adornan ese segundo rostro de los
edificios"De esta manera, la primera impresión que
obtenemos es muy contrastante con la segunda, la de la casa.
Desde el momento en que encuentra la manija "semejante a la
cabeza de un feto canino en los museos de ciencias naturales" se
vuelve claro que el cambio de ambiente marca la pauta en el
tratamiento subsiguiente del espacio.

Fuentes emplea un espacio hermético (la
casa cerrada) para materializar la lugubridad que aporta el
misterio y la duda, que juntas erigen, ya de antemano a los
hechos trascendentes, un perímetro fantástico que
encerrará desconciertos venideros. La
atmósfera
boscosa, introducida con la descripción de las plantas del
patio, es puesta en complicidad con la representación de
lo fantástico para revelar, como será explicado
más adelante, la verdadera identidad de Aura, introducida
como la sobrina de Consuelo.Asimismo, el resto de la casa
está sumida en la oscuridad, la penumbra es necesaria. Es
el ambiente propicio para que Aura se mantenga en secreto y
atraiga a Felipe con su comportamiento reservado. Cuando
él va hacia ella, ya no piensa en la luz, sino que se
integra a la oscuridad. "Cuando te separes de la almohada
encontrarás una oscuridad mayor alrededor de ti.
Habrá caído la noche". Felipe rebasa las barreras
de las sombras para entrar de lleno en el mundo inmortal creado
dentro de la casa.Así es como, a través de la
penumbra y la frondosa espesura de los entornos, se crea una
atmósfera tétrica que aviva la presencia de lo
otro. La duda surge a partir de la imposibilidad de ver con
claridad. Intuitivamente, el lector se compenetra con la
oscuridad y encadena a Aura con Consuelo, asociación que
nos conduce a examinar la siguiente propuesta fantástica:
el desdoblamiento de la anciana.2.2. La otra presencia. Sobre la
duplicidad.La duplicidad en Aura nace a partir de la
simetría que se establece entre la anciana Consuelo y su
sobrina Aura. Fuentes procura manifestar el paralelismo entre
ellas dos a través de los ojos de Felipe Montero que, con
sus ideas desordenadas y vacilaciones, vuelve imposible deducir
con certeza la verdad que hay detrás de esta
correspondencia mutua entre ambos.Entonces, Montero va asimilando
la consonancia entre estas dos mujeres, habitantes solitarias de
la misma casona olvidada, a través de sus sensaciones.
Encuentra en la coherencia de sus gestos y de sus acciones que
las dos se maniobran con la misma reserva enigmática y
provocativa que lo atormenta:"Las dos se levantarán a un
tiempo, Consuelo de la silla, Aura del piso. Las dos te
darán la espalda, caminarán pausadamente hacia la
puerta que comunica con la recámara de la anciana,
pasarán juntas al cuarto donde tiemblan las luces
colocadas frente a las imágenes, cerrarán la puerta
detrás de ellas".Podemos apreciar como los gestos
simultáneos son una revelación muy clara de la
presencia del doble. Sin embargo, al cerrar las puertas la
anciana y su sobrina (como aún lo piensa Felipe) se tornan
intocables, indescifrables. Felipe está bajo la
ilusión de que es Aura a la que ama y que es Consuelo la
que la enclaustra y traba su pasión. No logra comprender
que Aura es en verdad el doble de Consuelo, que no existe Aura
por sí misma, es el engendro fabricado por la anciana.
Ciertamente la identidad espectral de Aura está
compenetrada con la de Consuelo porque representa a la belleza y
juventud anheladas (gracias a la hechicería y las plantas
y flores mágicas, ambas perdidas hace mucho tiempo por la
anciana. La duda primordial que caracteriza a lo
fantástico se da, en este contexto, a través de la
ignorancia de Felipe que se transmite al lector y que nos impide
definir a Aura como la fecundación ocultista de una bruja
en busca de la inmortalidad.

2.3.
La trascendencia del subconsciente. Sobre los sueños. La
transformación de Felipe en el General Llorente, el viudo
de la anciana Consuelo, ocurre a través de los
sueños. Es mediante el inconsciente que interpreta
íntimamente los manuscritos del General y revive su
pasión por Consuelo, esta vez con Aura, sin lograr
comprender que son la misma.Además, en el corto espacio de
tiempo en el que acontecen los hechos se desarrolla la
obsesión de Felipe. Esto, sin duda, nos hace cuestionar la
lucidez con la que actúa dada la ceguera que lo secuestra
(por la falta de luz que afecta su percepción.) El
sueño en este contexto es una experiencia
fantástica porque su trascendencia no queda en el
subconsciente del protagonista sino que traspasa hacia la
necesidad física de Aura.Hay dos intervenciones
principales de este elemento del sueño. Como la historia
de Consuelo está plasmada en los recuerdos escritos por el
General, Felipe, encargado de transcribir las
memorias, las lee y
sueña. En su primer sueño Aura surge en su
ilusión y surge en su realidad. Estos dos planos se
vuelven intercambiables porque Aura los supera al juntarse con
Felipe para desatar en él, con su feminidad sublime, la
pasión que Consuelo no puede expresar con su cuerpo, al
menos no todavía. En el segundo sueño, los dos
planos se funden hasta tal punto que Aura se convierte en una
alucinación tan lúcida que Felipe ya ni sabe en
cuál de ellos la amó: "… duermes en la
soledad, lejos del cuerpo que creerás haber
poseído. Al despertar buscas otra presencia en el cuarto y
sabes que no es la de Aura la que te inquieta, sino la doble
presencia de algo que fue engendrado esa noche pasada".Vemos
entonces como el subconsciente de Montero reproduce a Aura en
busca de un encuentro sexual. Al día siguiente, en medio
de la confusión de una noche exaltada, duda si es que de
verdad estuvo con ella, o con la sensual proyección de la
noche en complicidad con su abstracción espiritual.
Él materializa a Aura en sus sueños para apaciguar
la imposibilidad de estar con Aura, ya que estar implica
presencia y permanencia, ninguna de las cuales Aura posee por
sí misma. El sueño pasa a ser de esta manera otra
fuente de perplejidad y vacilación (al no poderlos
interpretarlos objetivamente), que acentúa la presencia
fantástica en la novela.

El realismo mágico en
Aura

Los
elementos del realismo mágico en la narración de
Aura están expuestos en la temática y las ideas
detrás del relato. La visión que nos propone es
razonable con el enfoque cultural propio de esta corriente,
mencionado en el primer capítulo. La
introducción
de elementos históricos y mágicos de
carácter invocatorio y ritual es parte de una
aproximación hacia la identidad latinoamericana que
propone el realismo mágico, a través de personajes
representativos del universo cultural que se nos proyecta. Son
estas características las que serán profundizadas
en los siguientes tres capítulos para comprobar
cómo se manifiesta dicho género en la obra de
Carlos Fuentes

.3.1.
La fertilización del
alma. Sobre lo que simboliza Aura.En
Aura existe una gran influencia del pasado latinoamericano, muy
consolidada por los cultos y rituales que representan claves
mágico-realistas porque identifican a la historia con sus
raíces. Es un relato que, por medio de sus notorios
vínculos históricos, reitera la perpetuidad del
tema de la magia como realidad cultural del pasado
guiándose del concepto de la hechicera."Sí,
sí, he podido: la he encontrado; puedo convocarla, puedo
darle vida con mi vida." Hasta lograrlo. "No me detengas -dijo-;
voy hacia mi juventud, mi juventud viene hacia mí. Entra
ya, está en el jardín, ya llega"… Consuelo, pobre
Consuelo… Consuelo, también el demonio fue un
ángel, antes…""Le advertí a Consuelo que esos
brebajes no sirven de nada…", "Las hierbas no la
fertilizarán en el cuerpo, pero sí en el
alma…" De los manuscritos aprendemos que Consuelo se
vuelve bruja en su intento de conservar su juventud. Crea su
doble con la concepción de Aura a partir de la
fertilización del alma. Así es como la
visión mágica del pasado se materializa en el
presente. Aura es invocada para responder a un miedo ancestral:
la decadencia del cuerpo, es portadora del pasado que quiere
repetirse en la realidad de Felipe. La anciana Consuelo vive a
través de Aura que le da la fuerza y la sensualidad para
consumar la transformación de Felipe y traer de vuelta al
general Llorente.Por lo tanto, el origen de Aura está en
la búsqueda de la historia, esto es lo que simboliza la
bruja. Afirmamos antes que el realismo mágico parte de
esta misma búsqueda. Consuelo es por lo tanto la
"conciencia histórica" de la obra trayendo de vuelta a
Felipe y a Llorente, ambos perdidos en la decadencia por estar
alejados de los orígenes. Felipe agobiado antes de llegar
a la casa por un México que ha perdido el resplandor de su
historia ("un siglo en agonía") y Llorente que "suspira
por México" durante su participación en la guerra
franco-prusiana.

3.2.
El retorno de Llorente. Sobre la transformación de Felipe
MonteroLa transformación de Felipe Montero en el General
Llorente estaba consignada por Consuelo desde el inicio. Al
encargarle la labor de terminar los manuscritos de su difunto
esposo lo compromete a asumir su mismo rol. El retorno se cumple
de tal manera que se confunden las identidades: Felipe se ve a
sí mismo con Aura en las viejas fotografías del
General con Consuelo, ya no discierne entre su realidad con Aura
y la pasada relación de la anciana:"Pegas esas
fotografías a tus ojos, las levantas hacia el tragaluz:
tapas con una mano la barba blanca del general Llorente, lo
imaginas con el pelo negro y siempre te encuentras borrado,
perdido, olvidado, pero tú, tú, tú."La
narración en segunda persona también es influyente
para la transición del protagonista. El narrador nos habla
de tú con voz decidida, dando la impresión que el
destino al que este tú está encadenado ya estuviera
designado desde un comienzo. Es como si alguien tuviera completo
conocimiento sobre lo que ocurrirá y manipulara a Felipe a
cumplir sus propios deseos despojándolo de su juicio y
guiándolo hacia su transformación.Además, "a
través del pronombre tú lo sobrenatural se revela
al lector como si fuese una experiencia
histórica-cultural", los hechos son parte de una historia
consignada a cumplirse otra vez, a ser circular, o más
bien espiral. Por lo tanto, esta voz también es un
vínculo entre magia e historia que convierte a Felipe en
el referente moderno de un pasado inmortal. El narrador nos
encamina hacia la transformación a partir del constante
paralelismo entre una historia pasada, coleccionada en viejos
manuscritos, y una historia en desarrollo, la contada.De esta
manera, el realismo mágico se presenta con la
evolución de Montero en un referente histórico que
revela la magia del pasado. La presencia invisible, el narrador
ayuda en esta labor al comandarnos, hasta en un nivel
psicológico quizás, e imponer un destino al lector
cuando encarnamos el rol del joven historiador. 3.3. La misa
negra. Sobre el regreso de Llorente.La misa negra es el momento
de comunión entre pasado y presente. Aura asume el papel
de sacerdotisa y le lava los pies a Felipe para luego ofrecerle
la oblea que simboliza su entrega en cuerpo y alma:"… te ofrece
la mitad de la oblea que tú tomas, llevas a la boca al
mismo tiempo que ella, deglutes con dificultad: caes sobre el
cuerpo desnudo de Aura, sobre sus brazos abiertos, extendidos de
un extremo al otro de la cama, igual que el Cristo negro…"Es
una iniciación sacrílega ("Aura se abrirá
como un altar"), una reunión satánica entre el
demonio femenino representado por Aura y nacido de Consuelo, y
Felipe, el escogido para resurgir a Llorente a través de
la invocación de la anciana. La transformación de
Felipe termina siendo un desdoblamiento, la duplicidad generada
en un mismo cuerpo ("la concepción estéril de la
noche engendró tu propio doble"). Este ritual es el
momento de la reinvención de la historia, el tiempo
regresa pero lejos del punto de partida (Llorente en Felipe), es
más bien un espiral.Esto lo podemos confirmar al final
cuando Felipe se acerca a la recámara de Consuelo en busca
de Aura y se acuesta con ella y la ama mientras llega a
comprender que en verdad está tocando un cuerpo
flácido y arrugado, en realidad está amando a la
vieja, pero se queda. Siente su cuerpo temblar "porque tú
lo tocas, tú lo amas, tú has regresado
también…". El que ha regresado es Llorente
respondiendo al llamado de su amada y lo ha hecho a través
del desdoblamiento de Felipe.Este regreso al pasado es, creo yo,
la esencia real mágica de Aura. El pasado se instaura en
el presente con toda su magia (Aura) y el lector siendo
análogo al personaje de Felipe Montero tiene que
transformarse junto a él y regresar al calendario
histórico de los manuscritos donde una vez más
Llorente y Consuelo se aman, inmortales los dos esta
vez.

Conclusión

Mediante este texto argumentativo he
descubierto que la clasificación de una obra literaria
como Aura no puede ser ortodoxa y sistemática. La misma
naturaleza con la que se narra, haciendo uso del
discurso en
segunda persona y explorando las reflexiones caóticas del
protagonista, la convierte en una creación muy particular
que requiere ser estudiada con profundidad. Seguramente los
elementos escogidos para este análisis sean una base muy
reducida en la cual sustentar el argumento por ambos lados, es
decir, comprobar toda la influencia de los dos géneros en
esta novela corta. Sin embargo, creo que los argumentos tienen
una base de interpretación sólida que demuestran
efectivamente que la literatura fantástica y
real-mágica comparten muchos rasgos con
Aura.

Con
respecto a la literatura fantástica, sí se logra
despertar el "latido sobrecogedor" del que hablaba Julio
Cortázar y sembrar la duda sobre la procedencia de lo
ajeno, es decir de Aura, introduciendo al lector en la mente de
Felipe Montero y alimentándolo con sus vacilaciones. La
oscuridad de la casa, la confusión en los sueños,
la consonancia entre Aura y Consuelo son ejemplos de cómo
se incorpora la esencia fantástica en la narración.
Son estos rasgos los que el lector en su travesía como el
joven huésped de la casa percibe casi sensorialmente y le
producen una reacción de perplejidad e indecisión
que disminuye la comprensión del relato y despierta el
sentimiento de lo fantástico.El realismo mágico,
por su parte, se presenta en la temática de la obra y las
ideas expuestas por Fuentes.

Nace
de la contraposición de un pasado inmortal sobre una
modernidad insustancial. Conviven en un entorno
fantástico, de donde nace y nos contamina la presencia
desconocida, personificada en Aura. Sin embargo, conforme vamos
avanzando hacia la transformación de Montero, se nos
revela y los aceptamos, sin comprenderlos totalmente, la magia y
el regreso a la historia por medio de Aura/Consuelo.La casa
termina siendo el lugar de encuentro entre estas dos realidades y
se convierte también en el lugar de unión. El
tiempo regresa a su forma original, tal como lo imaginaban los
aztecas, en ciclos que se repetían una y otra vez,
también como Quetzalcóatl, la serpiente emplumada
que se enrolla en espiral. Este es un punto importante porque al
ser espiral permite el cambio, el cambio de Llorente por Felipe.
Así vemos cómo en la narrativa de Fuentes priman
las conexiones culturales con la historia y ofrece un regreso a
las visiones míticas del pasado mexicano."Fuentes ha
aspirado siempre, desde sus primeras novelas, a dar una
visión global e instructiva, especialmente visiones
históricas o míticas que puedan explicar
definitivamente qué quiere decir ser
mexicano".

Bibliografía

BÁSICA

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Norma, 1994.HAHN, Oscar. "Trayectoria del cuento
fantástico hispanoamericano" en: El relato
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autores. "A propósito de Carlos Fuentes" en: A
propósito de Carlos Fuentes y su obra. Grupo Editorial
Norma, 1994. DE REFERENCIADURÁN, Gloria. La bruja de
Carlos Fuentes, en: Homenaje a Carlos Fuentes. Madrid, Editorial
Anaya, 1971.MENDOZA, Mario. "Un aquelarre en la calle Donceles
815" en: A propósito de Carlos Fuentes y su obra. Grupo
Editorial Norma, 1994.TODOROV, Tzvetan. Introducción a la
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HERRAMIENTAS DE INTERNET

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http://www.monografias.com/trabajos13/aura/aura
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la desesperada necesidad erótica. Última visita: 3
de agosto del 2006.Enlace:

http://www.ucm.es/info/especulo/numero30/auracf.html

SALVADOR, Saulés. Los deseos de una
mujer que intriga y sueña: Aura de Carlos Fuentes.
Última visita: 7 de agosto del 2006.Enlace:
http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/050712003603-1_.html

THOMAS DUBLÉE, Eduardo.
Hechicerías del discurso narrativo latinoamericano: Aura
de Carlos Fuentes. Última visita: 7 de agosto del
2006.Enlace:
http://www2.cyberhumanitatis.uchile.cl/09/ethomas.htm VON DER
WALDE, Erna. Realismo mágico y poscolonialismo:
construcciones del otro desde la otredad.. Última visita:
31 de julio del 2006.Enlace:
http://www.ensayistas.org/critica/teoria/castro/walde.htmFoto de
la portada:
http://libweb.princeton.edu/libraries/firestone/rbsc/aids/fuentes/fuentes2.jpg
Visitada el 9 de agosto del
2006.———————–

[1] Idea extraída de
Introducción a la literatura fantástica de TODOROV,
Tzvetan.

[2] HAHN, Oscar. "Trayectoria del cuento
fantástico hispanoamericano" en: El relato
fantástico: historia y sistema, Antón Risco,
Ignacio Soldevilla, Arcadio Lopéz Casanova (eds.)
España, Ediciones Colegio de España, 1998, p.
172.

[3] Loc. Cit.

[4] Idea extraída de Realismo
mágico y poscolonialismo: Construcciones del otro desde la
otredad de VON DER WALDE, Erna.Enlace:
http://www.ensayistas.org/critica/teoria/castro/walde.htm

[5] FUENTES, Carlos. Aura. Bogotá,
Grupo Editorial Norma, 1994, p. 13.

[6] Loc. Cit.

[7] "Distingues las formas altas, ramosas,
que proyectan sus sombras a la luz del cerillo que se consume, te
quema los dedos, te obliga a encender uno nuevo para terminar de
reconocer las flores, los frutos, los tallos que recuerdas
mencionados en crónicas viejas… el arbusto ramoso
del evónimo y las flores blanquecinas; la belladona.
Cobran vida a la luz de tu fósforo, se mecen con sus
sombras mientras tú recreas los usos de este herbolario
que dilata las pupilas, adormece el dolor, alivia los partos,
consuela, fatiga la voluntad, consuela con una calma voluptuosa."
Ibíd. p. 45.

[8] Ibíd. p. 58.

[9] Ibíd. p. 49.

[10] Las mismas plantas mencionadas en la
cita de la nota 9 abastecen la magia ritualista de Consuelo. De
esta manera, la descripción de la ambientación
fantástica se integra a la esencia de Aura.

[11] Ibíd. p. 50.

[12] FUENTES, Carlos. Aura. Bogotá,
Grupo Editorial Norma, 1994, p. 56.

[13] Loc. Cit.

[14] THOMAS DUBLÉE, Eduardo.
Hechicerías del discurso narrativo latinoamericano: Aura
de Carlos Fuentes.Enlace:
http://www2.cyberhumanitatis.uchile.cl/09/ethomas.htm

[15] FUENTES Carlos, Op. Cit. p.
55.

[16] Loc. Cit.

[17] Ibíd. p. 57.

[18] APARECIDA DA SILVA, María. El
simbolismo erótico en Aura.Enlace:
http://www.monografias.com/trabajos13/aura/aura

[19] FUENTES, Carlos. Op. Cit.
p.47.

[20] Ibíd. p.48.

[21] Ibíd. p.50.

[22] Ibíd. p.64.

[23] COOVER, Robert. Citado en "A
propósito de Carlos Fuentes" en: A propósito de
Carlos Fuentes y su obra. [pic]
|!"?…™š›¡¢©ª&µÓòêÔ¾¯£"€"wgêwVAV1-h‹E‚OJPJQJ^JmH(sH()h‹E‚5?CJOJPJQJ^JaJmH(sH(!h‹E‚5?OJPJQJ^JmH(sH(-jh‹E‚U[pic]mHnHsH(u[pic]h‹E‚5?mH(sH($h‹E‚6?CJ(OJQJ]?aJ(mH(sH(-h‹E‚CJ(OJQJaJ(Bogotá,
Grupo Editorial Norma, 1994, p. 41.

 

 

Autor:

Agustin Acosta

 

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