Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El -Big-cuent- del Bitcoin (¿de -burbu-giles- a -gili-coins-?) (página 3)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

En un Paper anterior– Desnudos en la Red… Del
Planeta Web, a agarrados por los Web
…¿El muro
de Internet? Gobiernos, operadores y empresas ponen en peligro la
"neutralidad" de la red de redes Bienvenidos a
Zombieland (La era de la explotación digital. Los
"streappers" caseros: siervos voluntarios de la
comunicación irrelevante y la amistad caníbal),
publicado el 15/3/11, decía lo
siguiente:

Y al fin, nada es cierto (la lamentable deriva de una
cultura locuaz y adictiva)

Cuando éramos "cuatro locos" libertarios los que
corríamos desnudos y felices por la autopista de la
información, ni los comerciales, ni los radares, ni los
policías, nos hacían (puñetero) caso.
Podíamos seguir "haciendo el tonto" que a nadie importaba.
Pero amigo, cuando las decenas pasaron a ser cientos, los cientos
miles y los miles… millones, la cosa cambió. Los
Don Nadie pasaron a ser Señores Internautas. La cantidad
los transformó en "apetecibles". Y entonces, se
jodió el invento.

"Y si a estos (ya, millones) que pasan por la autopista
les vendo gasolina, refrescos, chucherías"… "Ya son
demasiados, habrá que cobrar peaje"… "Van demasiado
rápido, habrá que multarlos por exceso de
velocidad"… "Queremos saber quiénes son, de
dónde vienen, a dónde van… instalen
cámaras de vigilancia"…

Así, poquito a poco, como quién no quiere
la cosa… los alegres viajeros se transformaron en "idiotas
útiles", consumidores potenciales, objetos de deseo,
cobayos de laboratorio, observables, controlables, manipulables,
cautivos, prisioneros, maniquís en el escaparate, putas
del Barrio Web (y para peor, con "servicio" gratuito).

Nuestros correos se llenaron de "spam"
(¿cómo saben que soy viejo, que me ofrecen tanto
Viagra?), luego llegó el "chat" (Lorena quiere contactar
contigo…), después apareció "Facebook"
(Mario quiere agregarte en su lista de
amigos…)…

La web se llenó de pornografía (12/15% de
los sitios en Internet), de imbecilidades, videos, música,
deportes, apuestas, jueguitos, and so on (difícil de
cuantificar, pero les asigno, con benevolencia, un 50%), de
fórmulas de venta (¿5/10%?), de timos y cazabobos
(¿2/3%?), de You Tube, Facebook, Twitter y toda su patulea
(10/15%)…

Si la calculadora no me falla (¿la recuerdan?)
tendríamos un mínimo del 79% y un máximo del
93% (ceteris paribus) de tráfico "inútil", falaz,
fugaz, fatuo, mediocre, superfluo, fracasado, inconducente,
degradante, lamentable, jibarizante,
lobotómico.

En el mejor de los casos, quedaría un espacio
equivalente al 21% del tráfico en Internet para uso
científico, académico, de investigación,
universitario, literario, artístico, de publicación
y critica. Espacio que quedaría reducido al 7% en la
situación más desfavorable. El panorama futuro no
ofrece muchas alegrías.

De aquellos polvos estos lodos ("avatares" del mundo,
uníos… en el "muro" virtual)

Estamos siendo sometidos a espionaje, registro,
clasificación, fraccionamiento, enajenación,
control, acoso, manipulación, predestinación,
servidumbre y sometimiento. Los gobiernos, operadores y empresas,
nos tienen detectados, catalogados y radiografiados hasta en los
detalles más íntimos. Saben todo de nosotros.
Tienen un registro de todas nuestras actuaciones. Vamos dejando
huellas permanentemente y en cada acción. El móvil,
el GPS, Internet, el correo electrónico, los sms, las
tarjetas de crédito, son nuestros "chivatos". Y nosotros
tan felices sometidos a persecución permanente. Nos
metemos solos en la ratonera y sin necesidad de queso. Unos
verdaderos imbéciles. Auténticos esclavos
morales.

Por si esos artilugios no fueran suficiente para
controlarnos y someternos, se han inventado las "redes sociales"
para que nos fotografiemos gratis y hagamos "streap tease"
público (el payaso, vamos), para regodeo de nuestros
controladores. Por si algún dato se les escapa, ahí
van, con foto y firma. Además, actualizados
permanentemente. Que digo, anticipando la acción, muchas
veces. "ahora estoy por…"… "mañana
iré con… a…"… Y así, seguimos
felices y confiados, en la búsqueda de una vida de consumo
sin contratiempos, al flautista de Hamelin nuestro de cada
día, camino al río para ahogarnos voluntariamente o
al precipicio para arrojarnos gallardamente.

Benditas las cadenas. Un campo de concentración
voluntario. Facebook y Twitter son los psicólogos del
campo. La fila de los "voluntarios" para entrar en las
cámaras de gas se cuenta por cientos de millones. La
generación Stre@pper (desnudos en la red) pasó del
e-mail a la big-society, y de allí, a la gil-society, a la
velocidad del rayo, con entusiasmo y candor. Es que si no estaban
"conectados", no eran nadie. Ahora, lo son todo y tienen a todos
por testigo. Los gobiernos, operadores y empresas, también
lo saben. Están más detectados que el "Mono Jojoy"
(líder de las FARC abatido (22/9/10) por un GPS
incorporado en sus botas subrepticiamente).

Pero más allá de los "esclavos optativos"
(los que desnudan en la red), están (estamos) los usuarios
de Internet que desean (deseamos) mantener el anonimato, la
privacidad, la intimidad, la confidencialidad, la reserva, el
respeto… en definitiva, la libertad de uso.

Buena parte de esos "beneficios" se han perdido, y los
pocos que aún quedan, se están perdiendo por
momentos, en nombre de la "seguridad" (gran falacia facilitada
por el 11-S), por "avaricia" (tal vez la "madre del cordero",
pero sobre la que no fuimos advertidos en su oportunidad), por
"abuso de posición dominante" (todos los caminos conducen
al "peaje"), por "uso furtivo de la información"
(apropiación indebida de la información sobre las
personas), por "desprotección al consumidor" (ni a los
gobiernos, ni a los operadores, ni a las empresas, le interesa
perder este "chollo").

¿Quién está recopilando la
información? ¿Qué están haciendo con
ella? ¿Cómo me perjudica esto? ¿Cómo
puedo detenerlo?

Es natural estar preocupado por la privacidad en
línea. Cada visita a un sitio web envía
información hacia afuera antes de mostrar la
información que busca. Y los datos que los navegantes de
Internet envían pueden ser reveladores.

La mayoría de los sitios de Internet hacen
seguimiento de sus usuarios, particularmente mediante el uso de
cookies, pequeños archivos de texto instalados en las
computadoras de los navegantes. Los portales usan cookies para
personalizar la experiencia del visitante. Y las redes de
publicidad las usan para obtener información sobre los
usuarios.

Una red que tiene anuncios en muchos sitios web
reconocerá el navegador (y por consiguiente a la persona
que lo está usando) cuando visita diferentes portales en
Internet, lo que le permite a la red de anuncios obtener
información sobre los intereses de esa persona.
¿Está en un sitio viendo información sobre
camionetas 4 x 4? Puede ser que vea un anuncio de
vehículos de este tipo cuando siga navegando. En la
publicidad personalizada, el modelo de negocios consiste en
vender espacio a los anunciantes, dándoles acceso a
personas con base en su información demográfica e
intereses.

A algunas personas no les gusta este seguimiento por
varias razones. Para algunos, es como una violación ser
tratado como un simple objeto comercial. A algunos les preocupa
que la información sobre sus intereses sea usada para
discriminarlos o para excluirlos de información y
oportunidades a las que pudieran tener acceso.

El exceso de personalización de la experiencia en
Internet puede estratificar a la sociedad. Algunos creen, por
ejemplo, que si usted es pobre o forma parte de una
minoría, el contenido de entretenimiento y los comentarios
que usted vea en la web pueden ser diferentes a los que ven
otros, lo que evitaría su participación en la
conversación "general" que los medios tradicionales
producen.

Igualmente, la información de navegación
puede caer en manos del gobierno para usos equivocados. Estas son
preocupaciones legítimas en diferentes partes del
mundo.

Nadie (gobiernos, operadores y empresas) quiere perder
la oportunidad de aprovechar (y rentabilizar)la
información que sacan de nuestras computadoras. La
tecnología de rastreo se está volviendo más
inteligente y se inmiscuye cada vez más en la privacidad
de los usuarios. Una investigación de The Wall Street
Journal descubrió que uno de los negocios de mayor
crecimiento en Internet es espiar a los usuarios en la
web.

"Podemos segmentarlo hasta llegar a una
persona"…, de allí, a la
"desanonimización"(identificación de individuos
mediante el uso de detalles específicos de su vida), queda
un solo paso… Y un día, tocarán el timbre de
nuestra casa. ¿Para entregarnos publicidad? ¿Para
vendernos algún producto o servicio? ¿Para
mostrarnos la información de nosotros que posee el
gobierno? ¿Para detenernos? ¿Para
manipularnos?

Es peligroso estar tan fichado pero lo estaremos
todavía más. Google ha destruido enciclopedias que
duermen para siempre en las estanterías, nos ofrece gratis
el correo electrónico global, no pagamos nada pero tiene
un gran potencial económico a costa de nuestras
actividades en la red. Lo podemos saber casi todo de
todos.

El presidente de Google, Eric Schmid es, por lo menos,
sincero: "no creo que la sociedad ha entendido qué pasa
cuando todo es accesible, conocible, grabado por todo el mundo
siempre y en todo lugar. Pienso que, como sociedad, debemos
pensar sobre todas estas realidades. En estos momentos sabemos,
nos dice, quiénes son los usuarios, qué les
interesa, quiénes son sus amigos"… Pero fue
más allá, al advertir que "los jóvenes
podrían un día querer cambiar sus nombres para
escapar de su actividad pasada en internet"…

Como dice el axioma jurídico: "a confesión
de parte, relevo de prueba". Puede que la muerte de la web se
disfrace de evolución. Tiempo habrá de constatarlo.
Lo mío, es sólo una percepción de
"peregrino" de la Red. Ustedes mismos (por las dudas
"paloming").

Cookies amargas (Algunas verdades líricas, desde
"la nube". Ustedes me entienden…)

Por supuesto la "transparencia personal" es
incómoda y genera inquietud (menos para los narcisos que
se pavonean ante el "digital mirror"), lo que lleva a
preguntarnos, ¿qué ocurre con aquellos que no
desean hacerse "amigo" de todo el mundo, ni ser más
populares, ni ser más inteligentes, ni ser más
atractivos, que el promedio?

No hay respuestas seguras, ni sencillas. El
síndrome de "esta vez es distinto" o "a mí no me va
a pasar", parece psicológico más que racional. La
invasión de la intimidad es una terrible advertencia. En
el pecado va la penitencia.

Facebook y otras redes sociales funcionan bajo la
superficie: Facebook observa cuáles son los amigos con los
que interactuamos y de quiénes son las fotos a las que
hacemos comentarios para seleccionar los elementos que aparecen
en nuestro flujo de noticias o los avisos publicitarios que
vemos. Finalmente resultan ser redes publicitarias y de
detección de patrones de conducta que intentan derivar
información acerca de nuestras compras
probables.

La única alternativa que imagino, por el momento,
en tanto deseemos continuar utilizando Internet, es la
movilización cívica. La acción del usuario a
título individual y colectivo. La legítima defensa.
Y algo se están moviendo las placas
tectónicas.

Una serie de demandas muestran la incomodidad de los
usuarios con las más recientes innovaciones en la
tecnología de rastreo en línea.

"Las herramientas que hacen un rastreo del paradero de
los usuarios están enfrentando una creciente vigilancia
por parte de los reguladores y del público y provocando
una ola de desafíos legales en Estados Unidos"…
(The Wall Street Journal – 20/9/10)

Desde julio a septiembre de 2010 se han presentado al
menos seis demandas en la Corte de Distrito Federal del Distrito
Central de California contra sitios web y compañías
que crean tecnología para publicidad, acusándolas
de instalar herramientas de seguimiento en línea que son
tan subrepticias que básicamente se introducen en las
computadoras de los usuarios sin su conocimiento. Todos los casos
buscan estatus de demanda colectiva y en ello se acusa a las
compañías de violar la Ley contra el Fraude y Abuso
Computacional y otras legislaciones contra prácticas
engañosas.

En 2001 y 2003, los tribunales dictaminaron que se
podían colocar pequeños archivos de texto llamados
cookies en las computadoras. Las cookies permiten a los sitios
web recordar a los usuarios, de forma que no tengan que archivar
la información del visitante luego de cada visita. Pero
también pueden ser utilizadas para rastrear a los usuarios
a través de diferentes páginas web, creando un
perfil de sus intereses de búsqueda.

Los primeros fallos judiciales señalaban que el
seguimiento a través de distintos websites era legal.
Desde entonces, la tecnología de rastreo en línea
se ha transformado en la base de una industria publicitaria que
mueve 23.000 millones de dólares en los EEUU. La industria
sostiene que estas herramientas permiten subsidiar los
contenidos, facilitando que muchos sitios sean gratis para los
usuarios.

Las nuevas demandas cuestionan los fallos previos porque
las herramientas de tracking modernas son más sofisticadas
que las anteriores cookies.

En una de las demandas, presentadas a mediados de
septiembre de 2010 en el Distrito Central de California, tres
residentes de ese estado comenzaron un pleito contra Cable News
Network, Travel Channel y otras compañías sobre un
supuesto caso de rastreo de navegación en la web con
teléfonos móviles que utilizan tecnología,
según la demanda, particularmente difícil de
borrar. Scripps Networks Interactive Inc, que controla Travel
Channel, dijo a The Wall Street Journal (20/9) que la
compañía no comenta litigios que están en
curso. Time Warner Inc., propietaria de CNN, declinó hacer
comentarios.

Otra demanda, presentada a comienzos de septiembre de
2010, acusa a Fox Entertainment Group y al sitio Americanidol.com
de usar un nuevo tipo de cookie -conocido como Flash– que puede
"regenerar" archivos de rastreo que los usuarios eliminaron, sin
su conocimiento. News Corp., propietaria de Fox Entertainment
Group y de The Wall Street Journal, también declinó
hacer comentarios.

Las herramientas citadas en estas demandas forman parte
de una "carrera armamentista" en las tecnologías de
tracking, dice Chris Hoofnagle, director del programa de
privacidad en la información del Centro Berkeley de
Derecho y Tecnología. Algunos usuarios, incómodos
con el seguimiento, ahora rutinariamente bloquean o borran las
cookies. "Hay algunos en la industria que no creen que los
usuarios tengan derecho a bloquear el rastreo, por lo que
están dedicando sus esfuerzos a crear herramientas cada
vez más sofisticadas para hacer el seguimiento de las
personas", dijo.

Una de esas tecnologías involucra a las Flash
cookies, que utilizan el popular programa Flash de Adobe Systems
Inc. para guardar un pequeño archivo en la computadora del
usuario. Flash es la forma más común de mostrar
videos en Internet. Las Flash cookies pueden ser útiles
para recordar preferencias, como el volumen de sonido para los
videos. Pero la industria del marketing también puede
utilizarlas para hacer el seguimiento en línea de los
usuarios.

El año pasado varios investigadores, incluyendo
Hoofnagle, de Berkeley, determinaron que las Flash cookies
estaban siendo utilizadas para recrear otras cookies que
habían sido eliminadas. Adobe y el grupo de la industria
Network Advertising Initiative condenaron esta
práctica.

Las demandas vinculadas a las Flash cookies argumentan
que las compañías violaron la ley federal al
neutralizar los intentos de los usuarios de limitar el tracking.
La más reciente, que involucró a Americanidol.com,
menciona a la compañía de tecnologías para
publicidad en línea Clearspring Technologies Inc. como la
que originó estas cookies.

El CEO de Clearspring, Hooman Radfar, dijo en agosto en
un comunicado que la compañía no usa Flash cookies
para hacer rastreos.

El Congreso y las autoridades reguladoras
estadounidenses también están mirando más de
cerca el tracking en línea. En la Cámara de
Representantes se han presentado dos proyectos de ley que
limitarían esta práctica. Por su parte, la
Comisión Federal de Comercio espera emitir nuevas
directrices para la defensa de la privacidad para fines de este
año y está estudiando la creación de un
registro -similar a la lista de "no llamar" para el
telemarketing– que permitiría a los consumidores
inscribirse para no ser objeto de estas
prácticas.

Mientras todo esto se resuelve, la Web (tal como la
conocimos) huele a muerto.

En un Paper anterior – De la burbuja puntocom a la
(próxima) burbuja Web 2.0 (para el "pronto beneficio"
-otra vez- de los "proféticos" Webonomics, con la
"atolondrada" colaboración -otra vez- de los "codiciosos"
Webonazos) –
Cómo pasar de la "cloud computing" a la
"nube de pedo" bursátil (mientras los Zucks se forran de
lo lindo y los Goldmans repiten la jugada). ¡Tonto el
último!, publicado el 15/8/11, decía lo
siguiente:

– La búsqueda de la felicidad (HTML5: como en la
antigua Roma: "panem et circens")

– HTML5: el gran salto de la red (BBCMundo –
9/1/11) Lectura recomendada

(Por Bobbie Johnson)

Sólo 20 años después de que diera
sus primeros pasos tentativos en el mundo, la red se ha
convertido en un fenómeno revolucionario.

Casi 2.000 millones de personas están conectadas
en este momento, y las conexiones de internet se han convertido
en parte vital del comercio internacional, de las comunicaciones
e incluso de la política.

A pesar del rápido crecimiento de
la red, la tecnología que la apuntala ha cambiado
sorpresivamente poco: en muchos casos sigue siendo más o
menos la misma que la que utilizó Sir Tim Berners-Lee
cuando creó las primeras páginas en su laboratorio
en Suiza en 1990.

Sin embargo, eso podría estar a
punto de cambiar gracias a una nueva tecnología llamada
HTML5 que promete revolucionar la red completamente.

Respaldada por algunas de las mayores
compañías de internet, se trata de una
actualización, esperada por mucho tiempo, del lenguaje
HyperTextMarkup (HTML por sus siglas en inglés), el
diccionario básico utilizado por casi todas las
páginas de la web.

Creado por Sir Tim en 1991, HTML le dice
a un navegador de la web todo lo que necesita saber: lo que hace
la página, a dónde va y cuál es su
apariencia.

Un sistema para todo

Está previsto que, tras más de una
década en desarrollo, el HTML5, la quinta versión
de este lenguaje, sea ratificado pronto como el estándar
de la web.

Gracias a que añade una serie de habilidades
nuevas para las páginas de la red, sus seguidores aseguran
va a cambiar la manera en la que utilizamos la red.

De hecho, la reputación del sistema es tan buena
que hasta llevó al director ejecutivo de Apple, Steve
Jobs, a promoverlo como una alternativa de Flash, el sistema
utilizado por millones de personas para jugar y ver videos en la
red.

"HTML5… le permite a los diseñadores de la web
crear gráficos avanzados, tipografía, animaciones y
transiciones sin depender de extensiones de terceros, como
Flash", escribió Jobs.

Según las nuevas normas de HTML5, se puede
añadir video y audio a una página sin necesidad de
complicados códigos de computadora.

Se pueden crear gráficos complicados directamente
en la página utilizando sólo una herramienta. Y
otras capacidades, como poder acceder a páginas de la red
estando desconectado y reconocimiento de voz, están siendo
añadidas todo el tiempo.

Hora de jugar

Todo esto hace que las aplicaciones poderosas de la web,
del tipo de las que introdujo Google Maps, sean más
fáciles de crear.

Es importante seguir avanzando, opina Ian Fette, el
encargado de productos del buscador Google Chrome.

"Cualquier sitio grande y exitoso de la red utiliza
HTML", dice Fette. "Claramente hay muchas compañías
que han logrado hacer funcionar la red y han ganado mucho dinero
con ello. Pero uno no puede relajarse y pensar que la red
funciona y no hacer más".

Los programadores todavía están explorando
el nuevo sistema, pero algunos de ellos están sorprendidos
con su poder, incluidos aquellos que trabajan en la quisquillosa
industria de los juegos.

A menudo, los juegos requieren máquinas poderosas
y el uso de gráficos altamente avanzados. Aún
así, James Smith, jefe tecnológico de la red de
juegos HeyZap, dice que está incrementando el
interés por el HTML5.

"Es un espacio muy nuevo", dice. "Pero hay muchas
personas haciendo cosas muy serias con los juegos utilizando
HTML5. Hay creadores que nos dicen que están desarrollando
juegos en el navegador".

Esta es la clase de apoyo que podría ser vital
para esta tecnología si quiere alcanzar su potencial. Pero
no todo el mundo concuerda con que HTML5 alterará la red
de forma significativa.

Algunos críticos dicen que el impacto de los
cambios está siendo exagerado, muchas veces debido a los
intereses particulares de compañías como Apple.
Otros señalan que el potencial para problemas de seguridad
aumenta a medida que los navegadores se hacen más
potentes.

Compañías de seguridad como McAfee y
Kaspersy Labs han advertido que HTML5 expandirá la
"superficie vulnerable de la red", es decir, el número de
sitios que pueden convertirse en blanco de los
hackers.

Pero un aliado clave para HTML5 podría ser la
compañía más poderosa de internet: Google.
No sólo su buscador Chrome es uno de los que más
utiliza HTML5 en el mercado, sino que el gigante de internet
californiano también ha invertido en esta
tecnología pues aspira a que su sistema operativo Chrome
un día pueda rivalice con Windows.

A pesar de que los primeros intentos de Google con el
sistema han recibido críticas variadas, el sistema
operativo de Chrome muestra que proyectos ambiciosos pueden
confiar en HTML5.

Una red más amplia

Si todo eso no prueba ser suficiente, entonces HTML5
tiene otro as debajo de la manga: no está sólo
limitado a la computadora. Así como es utilizado en
navegadores que incluyen Firefox, Chrome, Safari, e internet
Explorer 9, muchos teléfonos móviles también
apoyan el nuevo lenguaje.

Esto abre todo tipo de nuevas posibilidades para que las
compañías desarrollen servicios que pueden ser
potencialmente utilizados por casi todo el mundo, sin importar
qué aparato utilizan para navegar en la red.

"Los navegadores alcanzan miles de millones de personas
en un amplio rango de aparatos", explica Hakon Wium Lie, jefe de
tecnología del creador de buscadores Opera. "Los usuarios
serán capaces de utilizar las aplicaciones de HTML5 en
computadores caras y en móviles baratos. Esto significa
que podremos llegar a personas que no pueden permitirse comprar
un iPhone".

En última instancia, dicen los expertos, el
éxito de HMTL5 podría estar en el vínculo
entre una computadora y un móvil: después de todo,
crear un sólo servicio de red que pueda funcionar igual de
bien en una computadora, un Blackberry, una máquina de
Google o un iPad puede ser una oportunidad demasiado tentadora
como para dejarla pasar".

"Si quieres jugar a algo como Farmville en tu iPad, no
lo puedes cargar", dice Smith de HeyZap. "Un montón de
diseñadores dicen que si logran que el juego funcione en
HTML5, funcionará en todos los aparatos. Es algo
enorme".

"The Net Desilution", según Morozov
(¿nuevo camino de servidumbre?)

– Internet: cómo no liberar al mundo (BBCMundo –
16/1/11) Lectura recomendada

(Por Arturo Wallace)

El protagonismo de Twitter durante las protestas que
siguieron a las elecciones iraníes de junio 2009 ha sido a
menudo citado como un ejemplo del potencial democratizador de
internet y las redes sociales.

Y las multitudinarias manifestaciones por la paz en
Colombia, convocadas a través de Facebook en febrero de
2008, como un ejemplo de su capacidad de movilizar a millones en
torno a una causa.

Sin embargo, esas mismas tecnologías
también están siendo empleadas por gobiernos
autoritarios con fines de propaganda o incluso para controlar
mejor a la disidencia, advierte Evgeny Morozov en su libro "El
engaño de la red" (The Net Delusion).

"Y la promoción de internet como
una herramienta de liberación por parte del Departamento
de Estado (de EEUU) la ha politizado hasta tal punto que algunos
países asumen que Twitter y Facebook no son más que
una extensión de la política exterior
estadounidense", le dijo Morozov a BBC Mundo.

"El resultado -afirma- es que sus gobiernos han empezado
a actuar de forma más agresiva en el ciberespacio de lo
que lo hubieran hecho en otras circunstancias".

Y, como reconoce el propio Morozov, a raíz de las
filtraciones de WikiLeaks también se ha hecho obvio que el
mismo gobierno de Estados Unidos en ocasiones trabaja para
limitar la libertad en internet.

El investigador y blogger bielorruso advierte
además que la popularidad de las redes sociales
también está haciendo mucho más fácil
el trabajo de identificación de críticos y
disidentes.

De hecho, uno de sus capítulos se titula "Por
qué la KGB quiere que te unas a Facebook".

Muchos usos posibles

Los argumentos de Morozov inyectan un poco de realismo a
un debate en el que entusiasmo por las posibilidades abiertas por
las nuevas tecnologías ha llevado a muchos a creer que
existe una relación automática entre mayor acceso a
internet y mayor libertad.

Y es que el también editor asociado de la revista
Foreign Policy y actualmente académico visitante de la
Universidad de Stanford no considera que esa conexión sea
inevitable.

"La premisa está equivocada no tanto por sus
expectativas sobre la tecnología como por sus expectativas
sobre la naturaleza humana. Asume que todo el mundo quiere ser un
disidente, que todos están pidiendo y buscando
democracia", le dijo a BBC Mundo.

"Pero la mayoría de la gente no aprovecha su
acceso (a internet) para averiguar más sobre sus gobiernos
o para movilizarse y protestar. Lo usa para satisfacer sus
necesidades básicas de información, para chatear,
para entretenerse", afirmó.

Además, a diferencia de lo que se creía
originalmente, los gobiernos han ido encontrando maneras para
ejercer un mayor control sobre lo que ocurre en el
ciberespacio.

Algo que, en su opinión, se ha visto facilitado
por el surgimiento de numerosos intermediarios de vocación
comercial, que pueden ser fácilmente presionados por las
autoridades.

Un ejemplo habrían sido las concesiones a la
censura que en su momento hizo Google para poder operar en
China.

Otro, más reciente, la decisión de Amazon
y PayPal de dejar de prestarle servicios a WikiLeaks por la
presiones de Washington.

"Mientras haya gente en el medio, y esa gente
esté impulsada por incentivos comerciales, los gobiernos
siempre van a tener una forma para influir en su comportamiento",
dijo Morozov.

Pero no sólo eso: según el investigador,
los actuales intermediarios también terminan
ahorrándole a los gobiernos autoritarios muchos costos y
esfuerzo.

Redes sociales y vigilancia

Ahí reside la utilidad de
Facebook para la KGB… o la CIA: además de más
comercial, la red también se ha vuelto cada vez más
social y cada vez hay más incentivos para que la gente
comparta grandes cantidades de información.

"Y los gobiernos han encontrado formas
para agregar y estudiar esos datos, identificar tendencias sobre
como los usuarios se relacionan entre sí, etc.", le dijo
el autor de "El engaño de la red" a BBC Mundo.

"Antes de la llegada de las redes sociales virtuales,
los gobiernos represivos tenían que hacer un gran esfuerzo
para averiguar sobre la gente vinculada a los disidentes", dice
Morozov en el libro. "Hoy, nada más tienen que conectarse
a Facebook".

Morozov cuenta que después de las elecciones en
Irán los funcionarios de migración empezaron a
interesarse por los perfiles de Facebook de los iraníes
que llegaban del exterior, ocupándolos para identificar a
posibles sospechosos de haber participado en las
protestas.

Una tarea que se vio además facilitada por las
numerosas fotos y videos publicados en internet.

Y, de haberse publicado más tarde, su libro tal
vez también habría incluido una referencia a las
presiones a Twitter por parte de la justicia de EEUU, que
está demandando información sobre las cuentas,
dirección física, teléfonos y contactos de
varias personas vinculadas a WikiLeaks.

Activismo para impresionar

Morozov se muestra además escéptico por la
capacidad movilizadora de las redes sociales, a la que considera
grandemente sobredimensionada como resultado de un nuevo vicio
occidental: creer que todo puede explicarse a partir de su
relación con internet.

Según él, el activismo político
facilitado por las redes sociales virtuales a menudo no refleja
un compromiso con una causa sino la necesidad de "impresionar a
los amigos".

Y aunque esto puede servir para organizar una que otra
manifestación -como en el caso de Colombia- sería
muy ingenuo pensar que puede convertirse fácilmente en un
motor de cambio.

Eso no significa que Morozov no reconozca el potencial
democratizador de las nuevas tecnologías.

"Pero la forma en la que se está promoviendo
ahora, sin prestarle atención a los contextos
políticos, a las especificidades culturales, puede
resultar peligroso", advirtió en su conversación
con BBC Mundo.

Y es que la tecnología, por sí sola, no es
garantía de nada.

"Internet es mucho más que un simple
megáfono para el discurso democrático:
también puede tener usos que son extremadamente
antidemocráticos", recuerda Morozov en el
libro.

"Y si no se le pone atención a esos otros usos,
el proyecto mismo de la promoción de la democracia puede
estar en peligro", es su conclusión.

– Una Internet amurallada para autócratas
ansiosos (The Wall Street Journal – 17/1/11)

China y Rusia ven las tecnologías
de la información de EEUU como una amenaza; quieren sus
propios sistemas

(Por Evgeny Morozov) Lectura recomendada

A fines de 2010, el movimiento de software de
"código abierto", cuyos activistas tienden a ser
académicos solitarios y nerds informáticos con pelo
largo, encontró un aliado inusual: el gobierno ruso.
Vladimir Putin firmó un decreto de 20 páginas que
requería que todas las instituciones públicas en
Rusia reemplazaran para 2015 todo el software patentado,
desarrollado por empresas como Microsoft y Adobe, por
alternativas gratuitas de código abierto.

La medida le ahorrará al gobierno
miles de millones de dólares en costos de licencias, pero
los motivos de Putin no son estrictamente económicos. Es
muy posible que su temor real sea que la creciente dependencia
del país del software patentado, en especial programas
vendidos por proveedores extranjeros, tenga inmensas
implicaciones para la seguridad nacional de Rusia. Es poco
probable que el software de código abierto esconda una
puerta trasera secreta que conduzca directamente a la sede
central de la CIA.

Rusia no es la única que
desconfía del software comercial proveniente del
extranjero. Sólo dos semanas después del decreto de
Putin, el ministro de tecnologías de la información
de Irán, citando preocupaciones de seguridad,
anunció planes para un sistema operativo nacional de
código abierto. China también ha expresado un
creciente interés. Cuando la estatal China Mobile se
unió hace poco a la Fundación Linux, la entidad sin
fines de lucro detrás del proyecto más famoso de
código abierto, uno de los ejecutivos de la
telefónica anunció que la empresa "ansiaba
contribuir con Linux a escala global".

Las tecnologías de la
información han sido celebradas por reducir fronteras y
límites tradicionales, pero no hay dudas de que su futuro
se verá decisivamente moldeado por la geopolítica.
Durante los últimos años, las autoridades en todo
el mundo han recibido recordatorios constantes de su dependencia
de -y vulnerabilidad ante- las nuevas tecnologías: la
exposición de la misteriosa red con sede en China
GhostNet, que espió misiones diplomáticas en todo
el mundo; la supuesta anulación de la capacidad nuclear de
Irán por parte del virus Stuxnet; y, por supuesto, el
escándalo de WikiLeaks. Los gobiernos están
analizando más de cerca quién les provee su
hardware, software y servicios, y con cada vez mayor frecuencia
llegan a la conclusión de que es peligroso no desarrollar
sus propias capacidades nacionales independientes.

El software de código abierto puede calmar
algunas de estas preocupaciones de seguridad. Aunque este tipo de
sistemas son más democráticos que los cerrados,
también son más fáciles de manipular, en
especial por parte de gobiernos con amplios recursos a su
disposición. Pero las soluciones de código abierto
no pueden abordar cada amenaza percibida. Tal como
aprendió Google, el gobierno chino sigue considerando los
motores de búsqueda occidentales como un desafío a
su presentación cuidadosamente medida de temas
controvertidos. De manera parecida, el e-mail puede ser
leído por el gobierno anfitrión de la empresa que
ofrece el servicio, y la transmisión de datos sensibles
puede ser interceptada vía métodos secretos y los
datos pueden acabar en WikiLeaks o sus numerosos equivalentes
locales.

Por estos motivos, es probable que
más gobiernos comiencen a designar los servicios de
Internet como una industria estratégica, un arreglo en el
que las firmas extranjeras quedarían excluidas de competir
en nichos políticamente sensibles. El gobierno turco
emergió como el mayor partidario de este tipo de
"independencia de la información", al sugerir la idea de
un motor de búsquedas nacional y un sistema de correo
electrónico nacional. Autoridades de Rusia, China e
Irán han debatido propuestas similares.

Las verdaderas guerras comerciales de
Internet comenzarán una vez que los gigantes
tecnológicos rusos y chinos, con sus conexiones poco
disimuladas con los gobiernos y sus pilas de efectivo, comiencen
a buscar adquisiciones en EEUU y Europa.

Pronto deberán tomarse decisiones dolorosas.
¿Qué pasará cuando firmas rusas o chinas
quieran comprar una participación en empresas como Google
o Amazon, con profundas conexiones con agencias estatales
estadounidenses?

Incluso si son rechazados en EEUU y Canadá, es
probable que los gigantes de la tecnología chinos
reaparezcan en otros lados. Durante varios años China ha
estado usando sus enormes reservas para entregar
préstamos, por ejemplo en África y Asia, con la
condición de que esos gobiernos sólo hagan negocios
con empresas de telecomunicaciones de China. Con o sin acceso
secreto a esos datos, el hecho de que China controle una parte
tan grande de la infraestructura de comunicaciones en el mundo
emergente le da peso político.

A la vez, Yota, un proveedor de Internet que en parte es
propiedad del Estado ruso, ha estado intentado levantar una base
en América Latina, con el lanzamiento de su servicio de 4G
en Nicaragua y, pronto, en Perú. Otras empresas rusas
construyen (o compran) infraestructura en las ex
repúblicas soviéticas, otra forma de conseguir
influencia política.

¿Qué significa esto para el futuro de la
industria de la tecnología estadounidense? Si la
expansión de China en África y la de Rusia en
América Latina y la ex Unión Soviética son
una indicación, la capacidad de Silicon Valley de
expandirse globalmente se verá severamente
limitada.

El triunfo global de la
tecnología estadounidense siempre se ha basado sobre la
separación implícita entre los intereses
comerciales de Silicon Valley y los objetivos políticos de
Washington. Si eso cambia, Silicon Valley deberá pagar los
costos.

Para los usuarios de Internet comunes y
corrientes, la posible desventaja es que la era de servicios
globales como Skype podría terminar pronto, a medida que
sean reemplazados por alternativas internas que brinden mayor
control a los gobiernos.

La ironía es que la
tecnología de la información ha sido uno de los
principales impulsores de la globalización y ahora
podría convertirse en una de sus mayores
víctimas.

(Evgeny Morozov es un académico visitante en la
Universidad de Stanford)

Nos espían mientras navegamos: saben
quiénes somos (invasión de la intimidad)

Uno no puede evitar sentir un escalofrío al
descubrir que, tras haber navegado por la web en busca de,
pongamos por caso, equipos de buceo, al día siguiente, en
cualquier otro blog que visite, la columna de la derecha
esté inundada de propuestas sobre este producto.
¿Le están espiando? Sin duda. "Robots"
anónimos siguen siempre el rastro de las webs que visita y
crean un perfil ideal para los anunciantes. Esto puede parecer un
asunto menor para algunos, o una invasión inaceptable de
la intimidad para otros.

Es posible que alguien asuma como algo normal y
consecuente con la sociedad de la sobreinformación en la
que vivimos que se rastree de forma anónima nuestro
recorrido por la web. Sin embargo, un reciente informe alerta de
un hecho que preocupará a más de uno: estas
empresas pueden identificarle, con nombre y apellidos, sin mayor
problema. Este inquietante dato se desprende del análisis
llevado a cabo por la EFF (Electronic Frontier Foundation),
organismo norteamericano en defensa de los derechos civiles. Las
conclusiones son demoledoras: si bien, es cierto que las cookies
y demás artimañas que rastrean nuestro paso por las
webs son elementos que no registran datos privados de los
usuarios, si se accede desde ese mismo ordenador a alguna de las
principales redes sociales, sí se deja constancia de
nuestra información personal.

Los ávidos trackers que husmean nuestro recorrido
por la www, recaban información no sólo relativa a
nuestra persona, sino también la de nuestra lista de
contactos, todo ello con la connivencia de las principales redes
sociales. Este inquietante dato se desprende de un estudio
llevado a cabo por Balachander Krishnamurthy y Craig Wills, en el
que queda patente que tanto Facebook como LinkedIn facilitan a
estas empresas los datos personales de los usuarios, sus
contactos e intereses. Con esta información, las firmas de
marketing que explotan esta valiosa información, pueden
crear perfiles personalizados de cada uno de nosotros, con
nombre, apellidos, aficiones, amistades y páginas web que
visitamos habitualmente.

Pero las cosas todavía pueden ponerse más
feas, puesto que no son una ni dos las empresas de marketing que
husmean en nuestra vida y costumbres. EFF llegó a contar
hasta diez fuentes diferentes de cookies, javascript y
demás elementos extraños en una sola web visitada,
que reportaban información sobre nuestro paso por
Internet. A mayor desgracia, este rastro no termina cuando
abandonamos una web en concreto, sino que los trackers nos
persiguen por los diferentes sitios que vamos visitando,
alimentando, al tiempo, su base de datos. Google, juez y parte en
este asunto (es propietaria de DoubleClick, uno de los mayores
rastreadores del mercado), se ha puesto del lado del usuario, al
menos por el momento, y promete nuevas herramientas para mantener
el anonimato mientras se navega por la web. Entre tanto, EFF
sugiere a los internautas que instalen los citados complementos y
configuren los navegadores para que borren las cookies cada vez
que se abandona una sesión.

¿Qué está haciendo Internet con
nuestras mentes? (el control de los pensamientos)

La tercera parte de la población
mundial ya es "internauta". La revolución digital crece
veloz. Uno de sus grandes pensadores, Nicholas Carr, da claves de
su existencia en el libro Superficiales. ¿Qué
está haciendo Internet con nuestras mentes? El experto
advierte de que se "está erosionando la capacidad de
controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma
autónoma".

El correo electrónico parpadea con un mensaje
inquietante: "Twitter te echa de menos. ¿No tienes
curiosidad por saber las muchas cosas que te estás
perdiendo? ¡Vuelve!". Ocurre cuando uno deja de entrar
asiduamente en la red social: es una anomalía, no cumplir
con la norma no escrita de ser un voraz consumidor de twitters
hace saltar las alarmas de la empresa, que en su intento por
parecer más y más humana, como la mayoría de
las herramientas que pueblan nuestra vida digital, nos habla con
una cercanía y una calidez que solo puede o enamorarte o
indignarte. Nicholas Carr se ríe al escuchar la
preocupación de una periodista ante la llegada de este
mensaje a su buzón de correo. "Yo no he parado de
recibirlos desde el día que suspendí mis cuentas en
Facebook y Twitter. No me salí de estas redes sociales
porque no me interesen. Al contrario, creo que son muy
prácticas, incluso fascinantes, pero precisamente porque
su esencia son los micromensajes lanzados sin pausa, su capacidad
de distracción es enorme".Y esa distracción
constante a la que nos somete nuestra existencia digital, y que
según Carr es inherente a las nuevas tecnologías,
es sobre la que este autor que fue director del Harvard Business
Review y que escribe sobre tecnología desde hace casi dos
décadas nos alerta en su tercer libro, Superficiales.
¿Qué está haciendo Internet con nuestras
mentes? (Taurus).

Cuando Carr (1959) se percató,
hace unos años, de que su capacidad de
concentración había disminuido, de que leer
artículos largos y libros se había convertido en
una ardua tarea precisamente para alguien licenciado en
Literatura que se había dejado mecer toda su vida por
ella, comenzó a preguntarse si la causa no sería
precisamente su entrega diaria a las multitareas digitales: pasar
muchas horas frente a la computadora, saltando sin cesar de uno a
otro programa, de una página de Internet a otra, mientras
hablamos por Skype, contestamos a un correo electrónico y
ponemos un link en Facebook. Su búsqueda de respuestas le
llevó a escribir Superficiales… (antes publicó
los polémicos El gran interruptor. El mundo en red, de
Edison a Google y Las tecnologías de la
información. ¿Son realmente una ventaja
competitiva?), "una oda al tipo de pensamiento que encarna el
libro y una llamada de atención respecto a lo que
está en juego: el pensamiento lineal, profundo, que incita
al pensamiento creativo y que no necesariamente tiene un fin
utilitario. La multitarea, instigada por el uso de Internet, nos
aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión y
contemplación, nos convierte en seres más
eficientes procesando información pero menos capaces para
profundizar en esa información y al hacerlo no sólo
nos deshumanizan un poco sino que nos uniformizan".
Apoyándose en múltiples estudios científicos
que avalan su teoría y remontándose a la
célebre frase de Marshall McLuhan "el medio es el
mensaje", Carr ahonda en cómo las tecnologías han
ido transformando las formas de pensamiento de la sociedad: la
creación de la cartografía, del reloj y la
más definitiva, la imprenta. Ahora, más de
quinientos años después, le ha llegado el turno al
efecto Internet.

Una versión
conspirativa de la
historia (perdón, ustedes saben
cómo me gusta)

¿Y si los "Nakamotos" (en sus diversas versiones)
fueran como el soldado Bradley Mannig, pero a la inversa, o
fueran como Edward Snowden, pero en sentido contrario?

¿Qué pasaría si los "Nakamotos"
hubieran sido "captados" por alguna de las Agencias de Seguridad
Nacional (tanto monta monta tanto) para detectar a los "buenos" y
pasar sus datos a los "malos"? ¿Para entregar todas las
"claves" de los" anarcomonetaristas" a la "Policía del
pensamiento"?

¿No serán como Charrington (1984 – George
Orwell) que "entregó" a Winston Smith (que trabajaba en el
Ministerio de la Verdad), para que O´Brien lo
"torturara"(después de haberle hecho creer en el amor y la
libertad)?

¿No terminarán entregando toda la
información al "Gran Hermano que te vigila"?

"O´Brien sonrió
débilmente:

-No eres metafísico, Winston. Hasta este
momento nunca habías pensado en lo que se conoce por
existencia. Te lo explicaré con más
precisión. ¿Existe el pasado concretamente, en el
espacio? ¿Hay algún sitio en alguna parte, hay un
mundo de objetos sólidos donde el pasado siga
acaeciendo?

-No

-Entonces, ¿dónde existe el
pasado?

-En los documentos. Está
escrito.

-En los documentos… Y, ¿dónde
más?

-En la mente. En la memoria de los
hombres.

-En la memoria. Muy bien. Pues nosotros el Partido,
controlamos todos los documentos y controlamos todas las
memorias. De manera que controlamos el pasado, ¿no es
así?

-Pero, ¿cómo van ustedes a evitar que
la gente recuerde lo que ha pasado? -exclamó Winston
olvidando de nuevo el martirizador eléctrico-. Es un acto
involuntario. No puede uno evitarlo. ¿Cómo vais a
controlar la memoria? ¡La mía no la habéis
controlado!

O¨Brien volvió a ponerse serio.
Tocó la palanca con la mano.

-Al contrario -dijo por fin- eres tú el que
no la ha controlado y por eso estás aquí. Te han
traído porque te han faltado humildad y autodisciplina. No
has querido realizar el acto de sumisión que es el precio
de la cordura. Has preferido ser un loco, una minoría de
uno solo. Convéncete, Winston; solamente el
espíritu disciplinado puede ver la realidad… La
realidad existe en la mente humana y en ningún otro sitio.
No en la mente individual, que puede cometer errores y que, en
todo caso, perece pronto. Solo la mente del Partido, que es
colectiva e inmortal, puede captar la realidad. Lo que el Partido
sostiene que es verdad es efectivamente verdad. Es imposible ver
la realidad sino a través de los ojos del Partido. Este es
el hecho que tienes que volver a aprender, Winston. Para ello se
necesita un año de autodestrucción, un esfuerzo de
la voluntad. Tienes que humillarte si quieres volverte
cuerdo"…

– La guerra es la paz

– La libertad es la esclavitud

– La ignorancia es la fuerza

Sorry for nothing (sin remordimientos)

Si ya en 1995, Zbigniew Brzezinski proclamó, con
total cinismo, descaro, desfachatez, hipocresía,
arrogancia, soberbia, altanería, desdén,
petulancia, desparpajo, descaro, insensibilidad indiferencia,
desprecio, displicencia, indignidad, ignominia, vileza, bajeza,
infamia… aquello de "la sociedad 20:80 y el
Tittytainment", el tiempo transcurrido (casi 20 años) solo
ha servido para elevar la "infamia" al grado de
categoría.

Acertó Brzezinski en cuanto a que el trabajo del
20% de la población mundial sería suficiente para
sostener la totalidad del aparato económico del planeta.
Acertó Brzezinski en cuanto a que el 80% de la
población restante así, resultaría
superflua, no dispondrá de trabajo ni de oportunidades de
ningún tipo e irá alimentando una
frustración creciente.

Acertó Brezezinski en la segunda parte del
"tittytainment", en la que corresponde al "entretenimiento" (gran
anestésico de masas). Todos "idiotas felices" con sus
chucherías electrónicas, sus iphones y apps, sus
cervezas, sus partidos de fútbol, super bowl, realities
shows y en estado de "siesta eterna" (alcohol y droga ayudan
bastante).

Donde falló Brezezinski, sin paliativos, fue en
la primera parte del "tittytainment", en la que corresponde al
"entetamiento", como alusivo al efecto adormecedor y
letárgico que la lactancia materna produce en el
bebé. Las "tits" se secaron. Ya no dan más leche.
La gente tiene hambre, se inquieta, y cuestiona las "verdades
reveladas". Hay "circenses" pero no hay "panem". No pueden seguir
siendo calmados con el "entetanimiento" y eso "cabrea" mucho al
personal. El 80% comienza a despertarse y eso es muy
peligroso.

Ahí empiezan los problemas. Esa masa de
potenciales disconformes, si bien individualmente pueden resultar
indecisos, vacilantes, dubitativos, inseguros, timoratos,
irresolutos, inofensivos, su "indignación" puede ser
colectivamente canalizada, orientada, dirigida, por ciertos
líderes que "ocupen" los espacios de opinión
(públicos o privados). Así han comenzado varias
"primaveras" en la historia reciente.

Entonces habrá que detectar "urgentemente" a los
potenciales "agitadores", antes que sea demasiado tarde. Esos
habilidosos "subversivos" de las redes sociales. Aquellos
"antisistema" que puedan llegar a tener cierta autoridad o
prestigio ante las masas.

Inicialmente, tener "controlados" a los "revoltosos"
(saber quiénes son, dónde están, sus
vulnerabilidades), luego, de ser conveniente, "neutralizarlos"
(captarlos o infiltrarlos), para al final, de ser
estratégico, "eliminarlos" (vaporizarlos, suprimirlos,
fulminarlos).

Los "anarcomonetaristas" tienen un perfil
sociológico que puede ser potencialmente amenazante. Una
alta formación en informática, cierta tendencia al
desgobierno, inclinación al desorden; confusos,
indisciplinados, caóticos, libertarios,
agitadores.

Los "bitcoinitas" pueden entrar -fácilmente- en
la categoría de "terroristas financieros" y eso puede
preocupar y "enfadar" a mucha gente, muy poderosa. De Wall Street
a la Fed, de la Fed al Tesoro, del Tesoro a Seguridad Nacional,
de Seguridad Nacional a la CIA,… and "the game is over".
Bitcoinitas "wanted". Y qué mejores "antenas" para
detectar a los "subversivos monetarios" que los "Nakamotos" y su
Big Band.

Esto, por no ir más allá. Porque Nakamoto,
o los Nakamotos, y sus Apóstoles hasta podrían
llegar a ser -simplemente- un "holograma" creado por la CIA para
descubrir a los "terroristas financieros". Y ellos tan felices,
metiéndose "solitos" en la mina del bitcoin. De las
"montañas" de Afganistán, a las "minas" del
Bitcoin. Tonto el último.

Después, solo quedará establecer el
"Guantánamo de la Red", para "internar" (y "reprogramar")
a los "criptoanarquistas" capturados. "La libertad es la
esclavitud
".

Monografias.com

Cuantos "Millennials" (estadounidenses nacidos
aproximadamente entre 1980 y 2000, también llamados
Generación Y), y cuantos miembros de la "Generación
X" (se encuentran ahora entre los 30 y los 40 años,
nacieron aproximadamente entre 1965 y 1979), habrán
dejado, o estarán dejando, por momentos, sus "huellas"
informáticas en la red del bitcoin, creyendo que estaban,
o están, viajando por los "senderos de
libertad".

EEUU y Reino Unido, ¿enemigos de
Internet?

"La organización Reporteros sin Fronteras
incluyó por primera vez al Reino Unido y a EEUU en su
lista anual de "enemigos de Internet": países que violan
la libertad de información mediante la vigilancia y la
censura"…
Espionaje y censura (Gaceta –
18/3/14)

"Internet es un recurso colectivo que la NSA y
el GCHQ convirtieron en un arma al servicio de sus intereses
particulares, despreciando en el proceso la libertad de
información, la libertad de expresión y el derecho
a la privacidad", dicen los autores del informe.

La National Security Agency, también conocida
como NSA (Agencia de Seguridad Nacional), es una agencia de
inteligencia del Gobierno de los Estados Unidos que se encarga de
todo lo relacionado con la seguridad de la
información

La Government Communications Headquarters, más
conocido como GCHQ,(Cuartel General de Comunicaciones del
Gobierno), es la agencia de inteligencia del Reino Unido que se
encarga de todo lo relacionado con la seguridad de la
información.

El Reino Unido, dice el organismo de control de prensa,
prestó escasa atención a las consideraciones
legales "cosechando" enormes cantidades de datos. "Con el apoyo
de la NSA y con la perspectiva de compartir datos, la agencia
británica dejó de lado todos los obstáculos
legales y se unió a la vigilancia masiva de casi un cuarto
de las comunicaciones mundiales", señala el
documento.

Los autores llegan a señalar también que
el Reino Unido dispone de la única posición global
para recoger el tráfico de Internet, porque muchos de los
cables que transmiten la información de Internet a nivel
mundial entre Europa y EEUU pasan por el territorio
británico.

¿Creen ustedes que estos "patriotas" se van a
"acojonar", a la hora de "detectar", "controlar" y "eliminar", si
fuera necesario, a cualquier "perejil" sospechoso de "terrorismo
financiero" que viaje por la red traficando alegremente con
bitcoins?

¿Creen ustedes que las agencias de inteligencia
titubearán en el momento de apoderarse del programa de
archivos (si no lo han hecho ya), que mantiene un registro de
todas las transacciones y de lo que posee cada cual?

Al final, los "adictos" a las criptomonedas,
habrán pasado de la "feria de las estupideces"
(divertirse), a la "feria de la vanidades" (especular), para
terminar siendo unos tristes "muñecos de feria"
escrachados en un informe confidencial (top secret) de los
servicios de inteligencia, o pasando a "mejor" gloria en el
Guantánamo de la Red.

Aunque pueden estar seguros, que a los "pícaros"
inversores en bitcoin "vaporizados", nadie les reclamará.
"La guerra es la paz". "La ignorancia es la
fuerza".

El Evangelio
según Bitcoin (big data… ¿big new business?)

Monografias.com

Monografias.com

Monografias.com

"Entre hackers, expertos de tecnología y
programadores se está desarrollando una economía
virtual cuya moneda no existe en metal ni papel, no tiene
regulación ni banco central y más bien se compone
de dígitos"…
Bitcoin: las dos caras de "la moneda
del futuro" (BBCMundo – 27/6/11)

Es una nueva divisa, aún en etapa experimental,
pero con la que ya se realizan transacciones comerciales,
procesos de compra y venta de bienes y servicios, así como
transferencias internacionales.

Se llama Bitcoin y para quienes la desarrollan y
promueven es la divisa del futuro, la que mejor responde al
adelanto tecnológico y, de paso, la que puede eliminar la
intermediación de bancos y gobiernos.

Qué son

Las bitcoins fueron creadas por expertos en
computación, hace dos años, como una moneda ajena a
controles gubernamentales o de bancos centrales.

Existen alrededor 6,5 millones de bitcoins en
circulación.

¿Cómo funciona?

Amir Taaki, cofundador de Bitcoin Consultancy,
explicó en entrevista con BBC Mundo que para comprar
bitcoins "es necesario buscar a alguien que los tenga, como
cuando se va a buscar a alguien que tenga euros, y hacer el
intercambio con tus dólares o la moneda que
tengas".

Otra vía es "ir a una empresa establecida como
plataforma para la gente que hace estos intercambios, como
Tradehill, Bitcoin7, o Britcoin". Estos sitios, explicó
Taaki, operan como ventanilla de intercambio divisas.

Las transacciones son de uno a uno y cada parte tiene
una "billetera virtual" desde la que puede enviar bitcoins o
recibirlos y, si quiere, cambiarlos a dólares u otra
divisa.

Tecnología "subversiva"

Dado que se trata de una "divisa virtual" que existe
sólo en dígitos y no en papel, estos intercambios o
transferencias sólo se pueden realizar en una computadora.
El sistema funciona a través de una gran base de datos
descentralizada, en la que cada transacción es
verificada.

"La base de datos registra la historia de todos los
flujos de dinero que se realizan desde el mismo origen de los
bitcoins". Así se evita la necesidad de una autoridad
central que controle la propiedad de contratos. Según
Taaki se trata de una tecnología subversiva, de
código abierto, "que se sitúa en la misma
tradición libertaria" del protocolo BitTorrent, para
intercambio descentralizado de archivos digitales de gran
tamaño, o del sitio de filtraciones de documentos
clasificados WikiLeaks.

Bitcoins es la respuesta a la necesidad de crear "un
sistema monetario no basado en leyes o reglas, sino en
matemáticas y criptografía, que no necesita de
ninguna autoridad para ser establecido", señala Taaki.
"¿Por qué depositar toda nuestra confianza en los
bancos?", cuestiona el programador. "Ellos nos piden todos
nuestros detalles y sólo falta que nos saquen una muestra
de sangre. Es mejor confiar en un código matemático
encriptado, con un diseño elegante y que no pide almacenar
nuestra identidad".

Aunque todas las transacciones se guardan en la base de
datos de bitcoins como forma de verificación, explica
Taaki, los individuos mantienen el anonimato. "Lo que se registra
es el intercambio -para evitar fraudes y doble uso- no
quién hizo la transacción".

La ventaja del anonimato y la aparente solidez
criptográfica del sistema ha hecho que en pocos meses se
expanda el número de usuarios y sitios de intercambio y
promoción de esta divisa. Los gobiernos y los medios de
comunicación empiezan a prestar atención a esta
economía, pese que sigue estando restringida a gente
hábil con las computadoras.

Esta es su principal limitante: el nivel técnico
que se necesita para usar los bitcoins. Expedir, comprar o vender
un bitcoin es una tarea muy ardua y difícil, toma tiempo
y, actualmente sólo un experto en operaciones y
cálculos computacionales es capaz de usar el sistema. "La
energía para producir un solo bitcoin es tan vasta que hay
programadores que crean sistemas especiales de
refrigeración para sus computadoras o incluso llegan a
establecer granjas completas de computadoras para realizar esas
operaciones", dice Taaki.

Con ambición global

Es aún un experimento de hackers y programadores,
pero tiene ambiciones globales. Taaki, cuya consultoría
tiene sede en Londres, asegura que la comunidad de expertos en
bitcoins basada en el Reino Unido, tiene como meta crear un
sistema amigable para el usuario común, fortalecer la
seguridad de los programas, impulsar la regulación de la
divisa y empezar a educar al público sobre la naturaleza y
potencialidades de esta divisa.

"Somos los únicos que estamos impulsando la
regulación. Tenemos abogados, expertos bancarios y estamos
hablando con las autoridades financieras de este país.
Tenemos que preparar el terreno para darle base legal a este
sistema". "Los bitcoins no se crearon para facilitarle la vida al
mercado negro o al mercado ilegal de drogas, como algunos
señalan, sino para facilitar a los ciudadanos las
transferencias de dinero rápidas y sin costo".

En el lado opuesto del argumento se ubica Tim Leunig,
profesor de Historia Económica de la London School of
Economics (LSE), quien no vacila en señalar que estas
monedas virtuales esencialmente "no tienen ningún
sentido". "Tenemos divisas perfectamente adecuadas, que conocemos
y entendemos y funcionan como depósitos de valor. Por
tanto, realmente no necesitamos una divisa que no está
adecuadamente respaldada por el gobierno, que no es ampliamente
aceptada y que no tiene muchas de las características de
un dinero real", dijo en entrevista con BBC Mundo.

De acuerdo con el experto, el hecho de que en la era de
internet los sistemas de manejo de dinero sigan recurriendo a
métodos que se remontan a tiempos medievales -como el uso
de metal, de monedas físicas, de oro– no los hace
necesariamente malos.

"Aún vivimos en casas hechas de ladrillo y
funcionan muy bien. Podríamos usar plástico de alta
tecnología para hacer nuestras casas, pero no lo hacemos
porque el ladrillo funciona bastante bien. Admito que hay cosas
que cambian, como los lectores digitales de libros, usamos coches
y aviones y no caballos o botas. Algunas veces la
tecnología cambia nuestras vidas, pero no siempre",
afirma.

Leunig no cree que las divisas virtuales como bitcoins
vayan a cambiar algo, porque, afirma, "todas las divisas reales
son también ya virtuales". "Puedo transferir dinero a
cualquier lado del mundo, ahora hago transacciones bancarias en
internet en cuestión de minutos. Puedo donar US$ 10 a una
organización de caridad a través de mi celular
sólo con enviar un mensaje de texto y de mi cuenta salen
US$ 10". "Si el sistema de bitcoins planea un futuro más
seguro y sólido, ¿qué me ofrece que no me
ofrezca ya mi banco de la esquina?".

El experto insiste en que "para la mayoría de
nosotros", las instituciones financieras son una cosa
útil, más que un problema. "Pongo mi dinero en el
banco y el banco no lo pierde. Saco mi dinero del banco y el
banco me lo da". "Admito que los bancos son aún torpes con
las transferencias internacionales, pero eso va a cambiar y, en
algún momento van a dejar de cobrar de manera exagerada a
la gente que envía dinero a nivel internacional. De hecho
empieza ya a bajar el precio, pero aún falta mucho, lo
admito".

Aunque los promotores de bitcoins piensan que esa divisa
virtual podría ser de beneficio para los mismos bancos
como medio para abaratar las transferencias internacionales, el
analista Leunig mantiene su escepticismo y señala que esas
"supuestas divisas" van ser víctimas de su propio
éxito. "Un día tendrán que cubrir sus gastos
de personal, energía, seguridad y de pago de impuestos. No
creo que si quieren pervivir se mantengan como instancias
meramente altruistas".

Colapso

El valor de los bitcoins colapsó en algunos
mercados cuando hackers irrumpieron en MT.GOX uno de los sitios
que administran las transacciones con esta divisa virtual. Su
valor, cayó en unas horas de alrededor US$ 17 a casi cero,
después de que los atacantes virtuales inundaran el
mercado con dinero digital. El ataque afectó sobre todo a
los que usaban MT.GOX para transacciones. Según fuentes
consultadas por BBC Mundo, otros programadores de bitcoins le
habían advertido al sitio varias veces que tenía
problemas de seguridad.

"El aumento del comercio electrónico, el auge
de las redes y los juegos sociales y el mayor uso de internet han
traído consigo una ebullición de monedas
virtuales"…
Qué es una moneda virtual y por
qué importa (BBCMundo – 19/10/11)

Se trata de divisas digitales que se pueden ganar o
comprar y son usadas para adquirir bienes virtuales o reales o
como una forma de intercambiar servicios o realizar
transacciones. Se espera que los ingresos por la venta de bienes
virtuales alcancen los US$ 6.000 millones en EEUU en
2013.

Y más allá del entretenimiento digital hay
quienes creen firmemente que el futuro de la economía pasa
por un sistema de transacciones digitales que no requiera
intermediarios bancarios.

La primera ola de su empuje viene de la arena comercial.
La compra de bienes virtuales ha sido una realidad para video
jugadores desde hace años, pero la llegada de un elemento
social catapultó su popularidad. El auge inicial de Second
Life permitió que su moneda -Linden dollars- se cambiara
libremente por dólares y registrara algunas transacciones
en el mundo real. Pero su impacto es meramente anecdótico
si se compara con lo que vino después.

La popularidad de las redes sociales y los juegos que en
ellas habitan han elevado los bienes virtuales a la
categoría de productos de primera necesidad en el mundo
virtual. Los usuarios quieren tener más, lo más
rápido posible (cualquier parecido con la vida real es
pura coincidencia), y están dispuestos a pagar dinero real
a cambio de divisas digitales. El 28% de los jugadores sociales
en Estados Unidos y el Reino Unido han usado dinero real para
comprar bienes virtuales.

Facebook y sus "credits" son un ejemplo, pero no el
único. Cualquier valor digital como una tarjeta de regalos
de iTunes o Amazon que intercambia dinero por un bien virtual, no
tangible es parte de esta economía. Las empresas se han
dado cuenta de las oportunidades que este escenario representa
más allá de un sistema de transacciones. Algunas
están usando las monedas virtuales como un mecanismo para
atraer más usuarios. En vez de venderlas se las regalan si
observan un video publicitario, el trailer de una película
o visitan la página de un anunciante. Los usuarios ganan
divisas que pueden intercambiar por objetos virtuales y las
empresas ganan una audiencia cautiva que les da dinero a cambio
de publicidad.

Otras usan las monedas virtuales como la base de sus
programas de lealtad en la que dan créditos a sus clientes
por realizar más de una compra en su empresa, entre otras
promociones. Algunas más logran que sus consumidores
respondan encuestas a cambio de divisas digitales. Pero
más allá de la esfera de la mercadotecnia, la
moneda virtual también cuenta con un grupo de entusiastas
que ven en ella el futuro de la economía global. Para
ellos la posibilidad de crear una divisa digital que pueda
deshacerse de intermediarios bancarios es el camino hacia
adelante.

Una de sus caras más visibles es Bitcoin, una
moneda virtual creada a partir de la capacidad de procesamiento
de una computadora. Cada moneda cuenta con un sofisticado nivel
de codificación que la hace única y en
teoría no se puede saber la identidad de su dueño
-a menos que éste la revele- pero si se puede saber
cuándo cambio de manos en una
transacción.

En sus inicios la gente se entusiasmó con la idea
y poco a poco la moneda comenzó a cobrar fuerza hasta
cotizarse a razón de US$ 31 por Bitcoin en junio. A partir
de ahí ha ido cayendo sistemáticamente hasta
alcanzar algo cercano a US$ 1 por BitCoin. Muchas personas la
están dando por muerta, aunque en términos
financieros su valor sigue siendo fuerte considerando que en
enero de 2011 se cotizaba a US$ 0.01 por moneda.

Lo más novedoso de Bitcoin es el hecho de que su
origen y destino son digitales. Cada persona crea su moneda -lo
cual no es fácil- y entre más divisas hay
más difícil es generarlas. No hay intermediarios y
las transacciones se realizan entre usuarios. Por supuesto una
iniciativa como esta genera aún muchas
incertidumbres.

Por un lado está el área legal dado que en
muchos países aún no están claros los
derechos y alcances de empresas que usan divisas digitales.
¿Tienen fecha de expiración? ¿Qué
pasa si alguien las roba? Estos son algunos ejemplos de las
interrogantes al respecto.

Y también hay una preocupación por el
impacto que este tipo de monedas puede tener en el sistema
financiero del mundo real. A diferencia de los billetes y monedas
que son regulados por bancos centrales, la creación de
divisas virtuales no está regulada y no cuenta con un
límite. Bajo esa lógica de pensamiento, sin
regulación la inflación del mundo real
podría fácilmente trasladarse a la arena
virtual.

China, por ejemplo, prohibió en 2009 el uso de
monedas virtuales para adquirir bienes reales ante el temor de
que estas transacciones impactaran la economía real. Corea
del Sur, por su parte, le dio el mismo valor a ambas monedas pero
las transacciones virtuales deben pagar impuestos.

Es difícil saber cuál es el futuro de
estas monedas, pero parece claro que generan reacciones
encontradas. En una conversación global en Google+ las
opiniones se dividieron. Algunos dijeron que nos estamos moviendo
hacia allá y que es inevitable. Otros apuntaron que la
adopción de una divisa puramente digital podría
incrementar la pobreza.

"Al igual que internet facilitó el ascenso
del comercio electrónico, también condujo a la
aparición del dinero electrónico, monedas que
sólo existen en formato digital"…
Divisas
electrónicas: ¿ejemplo de valentía o refugio
para criminales? (BBCMundo – 14/2/12)

Sus defensores aseguran que revolucionarán el
suministro global de dinero, pero los críticos insisten en
que son un imán para pillos.

Monedas virtuales tales como la bitcoin (una moneda
electrónica descentralizada concebida en 2009 por Satoshi
Nakamoto), el oro electrónico y la reserva liberty (un
procesador de pago por internet) permiten a las empresas y los
individuos transferir fondos por todo el mundo y evitar las tasas
de administración que cobran bancos o
gobiernos.

Para ingresar o retirar fondos de una cuenta de moneda
digital, se pueden utilizar transferencias bancarias, tarjetas de
crédito, servicios como Western Union, giros, cheques o
depósitos locales en efectivo.

Cuando se abre una cuenta bancaria, generalmente se debe
proporcionar alguna prueba de identidad y una dirección,
mientras que al registrarse ante un proveedor de divisa digital
sólo se necesita una dirección de IP (protocolo de
internet).Esto hace que el sistema quede expuesto al
abuso.

"Cuando se trata de narcotraficantes de alto nivel,
ellos confían en el dinero en efectivo", explica el agente
de policía británico Mick Jameson, experto en
fraude por internet. "Cualquier transacción que se
produzca en un entorno donde las personas utilizan métodos
para permanecer en el anonimato dificulta la aplicación de
la ley", añade.

Pese a los fallos de seguridad como la reciente
intrusión en un cambio de divisas de Nueva York, que
condujo al robo de bitcoins valorados en US$ 250.000, sus
defensores aseguran que la tecnología básica de
esta moneda es segura. "Conforme los consumidores adquieran
confianza, esto puede transformar el comercio global", dice
Donald Norman, cofundador de Bitcoin Consultancy.

Norman admite que los proveedores de infraestructura
para la divisa bitcoin no han asegurado sus sitios de internet lo
suficientemente bien, pero sostiene que la situación
mejorará. "Recuerdo que cuando era más joven, la
gente decía que no había que utilizar la tarjeta de
crédito en internet porque había riesgo de robo. En
realidad lo que ocurrió es que la gente se dio cuenta de
que no debía utilizar la tarjeta de crédito online
en sitios que no les inspiraran confianza", explica.

"Bitcoin ha sido adoptada por aquellos que son muy
diestros tecnológicamente y necesita gozar de cierto nivel
de facilidad de uso para poder alcanzar su segunda fase de
implementación", asegura. Norman insiste en que el sistema
de pago es tan seguro como las transferencias bancarias
internacionales.

"Los comerciantes no aceptan fondos sin ciertas
confirmaciones", dice. "Si hubiera una sola confirmación,
me sentiría muy muy seguro", sostiene. "Si estuviera
vendiendo la casa, querría unas cuatro confirmaciones,
pero esa es mi paranoia", agrega.

"En mi trabajo anterior, solía confiar en
transferencias internacionales y tenía que pagar US$ 40
cada vez que quería expandir los frutos de mi trabajo",
recuerda. "Eso era el 1% de mis ingresos, ¿para
qué? Era un pago para intentar detener la actividad
criminal como el lavado de dinero. El sistema bancario
está haciendo un trabajo absolutamente terrible",
denuncia.

Pero admite que bitcoin atrae a muchas personas
indeseables. "La gente será timada, pero eso ocurre con
cualquier moneda", defiende. La razón por la que las
divisas digitales son tan baratas se debe en parte a que no
están reguladas, lo que puede convertirlas en el refugio
perfecto para estafadores y quienes blanquean dinero.

El economista griego Yanis Varoufakis asegura que en
Estados Unidos incluso algunos restaurantes y tiendas aceptan
bitcoins. "En otras circunstancias, por ejemplo en juegos de
video como Eve Online, la compañía que pone en
marcha el juego es la misma que emite la moneda y se convierte de
forma efectiva en un banco central privado", detalla.

Varoufakis apunta que cuando una corporación
privada controla una moneda, tiene que haber confianza en su
capacidad para cuidar el crédito de sus clientes. "Si se
crea una moneda cuyo propósito es permanecer sin
regulación y dicha moneda adquiere más valor y su
tasa de cambio con el dólar o la libra esterlina sube, en
ese caso atraerá a todo tipo de personas que quieran
blanquear su dinero ganado de forma ilícita",
señala.

Sin embargo, hay personas a quienes les gusta la idea de
una moneda que puentee los hombres de gris que han controlado
todo hasta ahora. Varoufakis cita la crisis de la eurozona como
ejemplo de una situación en la que una divisa digital
puede ser preferible a otras opciones más establecidas.
"Si Grecia fuera a reconstituir su propia moneda,
necesitaría al menos ocho meses para hacerlo",
explica.

"Las divisas digitales se pueden crear con el toque de
un botón. Aunque no escapan a la necesidad de una
regulación", añade. Además, las monedas
digitales son divisas globales, algo que genera muchos
interrogantes en relación con los impuestos, ¿en
qué país se pagan?

"Si eres un libertario y piensas que los impuestos
equivalen a un robo, no te preocupa mucho esta cuestión,
porque la respuesta que recibirás es "bueno, no pongamos
impuestos y permitamos que los distintos Estados se marchiten"",
sostiene. "Pero si por el contrario, crees que los estados son
fundamentales para mantener un comportamiento civilizado y que
haya regulación, hay un problema", precisa.

Varoufakis no les recomendaría a los ciudadanos
griegos que conviertan sus euros en divisas digitales. "Les
sugeriría que los ingresaran en un banco alemán",
concluye.

Los bancos centrales, preocupados por esta moneda que
escapa a su control

"El bitcoin, a casi 20 dólares en la tarde
del martes. Hace un par de meses se podía cambiar en Mt.
Gox (la mayor casa de cambio de esta moneda virtual), a 5,88
dólares. Aun así no es la cotización
más alta (ni más baja) de la historia de esta
moneda nacida en Internet hace cinco años. En noviembre de
2011 alcanzó los 29,58 dólares y unos meses antes
había caído a los 2,14"…
Bitcoin, la moneda
virtual se hace real (El País – 29/1/13)

"La caída en las fluctuaciones del bitcoin tiene
mucho que ver con los robos en los sitios de cambio de estas
monedas virtuales; pero no por una desconfianza de la gente en el
bitcoin", explica David Ávila, de la sociedad S21sec,
dedicada a la seguridad en el mundo digital.

Bitcoin es una moneda virtual, cifrada y de
circulación P2P desarrollada colectivamente a
través de una plataforma "open source". Constituye una de
las primeras implantaciones del concepto de criptomoneda.
Iniciado en 2009 por el enigmático Satoshi Nakamoto, el
objetivo del proyecto es crear un sistema monetario
descentralizado y seguro, independiente de gobiernos, bancos o
empresas de procesamiento de pagos.

"El bitcoin escapa al control de cualquier gobierno y
entidad. Eso, por sí mismo, ya es un problema para los
poderes establecidos", explica Ávila. "Además,
todas las operaciones, al carecer de control oficial,
están exentas de impuestos. Así que esto atrae a
mucha gente. Buena y mala".

El bitcoin no es una gracia de cibernéticos; no
es una moneda para los videojuegos de Facebook. La red de blogs
WordPress acepta el pago por bitcoins, pero también
empresas físicas, como de alquiler de limusinas o
vendedores de pizzas. La fundación Wikimedia, propietaria
de Wikipedia, sin embargo no aceptó esta moneda virtual en
su última campaña de donaciones, por lo que
emitió un comunicado de explicación de este
rechazo.

En el año 2012 el Banco Central Europeo
emitió un informe sobre el negativo impacto del bitcoin
para la reputación de los bancos centrales. Desde que
emitió el informe en octubre, la cotización de la
moneda virtual ha subido un 55% respecto al
dólar.

"Es lógica la preocupación de las
autoridades monetarias, porque escapa a su control", explica
Ávila. "Nació como un sistema P2P para que su
rastreo fuera lo más complicado posible. Te permite ser
totalmente anónimo, con lo cual es una moneda refugio para
actividades delictivas como el tráfico de armas y de
drogas".

Esta criptomoneda, al ser de naturaleza descentralizada,
no depende de la confianza en ningún emisor central. Esto
hace imposible para cualquier autoridad manipular su valor y
aumentar su cantidad arbitrariamente para generar
inflación.

"Solo va a haber 21 millones de bitcoins al final del
complicadísimo modelo matemático establecido. Nadie
puede hacer moneda", explica Ávila. "El gasto en
electricidad y tarifas de Internet para emitir costaría
más que la misma moneda. No sale rentable, lo único
es robar identidades en Internet, los botnets, y poner a trabajar
a esa red, pero es complicado".

Debido a la estructura del propio algoritmo, cada bloque
generado incrementa la dificultad para generar bloques nuevos.
Esto convierte a bitcoin es un sistema deflacionario, ya que
cuantas más monedas se hayan creado más lento
será el proceso de generación de otras
nuevas.

El concepto central sobre el que gira todo el sistema es
la transacción en la red P2P, la transferencia de monedas
a otro usuario. Pero antes hay que conseguirlas. Una de las casas
de procesador de pagos, Bitpay, ha recogido recientemente 510.000
dólares en una segunda ronda de financiación. Desde
noviembre más de 2.000 empresas han utilizado sus
servicios, un crecimiento semestral del 50%.

El bitcoin "es una clara amenaza competitiva", ha
declarado a la agencia Bloomberg Steve Hanke, profesor de la
universidad Johns Hopkins, que ayudó a crear nuevos
sistemas monetarios en Argentina y Bulgaria.

El autor de la moneda ha desaparecido de la red y de la
calle desde 2010. No se conoce nada de él, con
razón. En Estados Unidos no hay mayor delito que crear una
moneda que compita con el dólar. Es una violación
de las leyes federales y su autor se enfrentaría a un
delito de conspiración contra el estado.

Si la popularidad del bitcoin aumenta, la única
solución de los bancos centrales sería la
eliminación masiva de monedas. En caso de que el archivo
de la moneda wallet.dat sea borrado, esas monedas desaparecen
definitivamente. Ya que solo existirán 21 millones de
bitcoins (aunque se puede subdividir casi infinitamente), permite
plantear un escenario de eliminación masiva de archivos
wallet, ya sea mediante un virus, o mediante la
destrucción de un servicio de almacenamiento de wallets
que tuviese gran aceptación.

Ávila no lo ve tan claro. "Al ser una moneda P2P,
no está centralizada. No se puede eliminar, a no ser que
se eliminaran todos los servidores de Internet. Además, el
servicio en sí es legal y mucha gente lo emplea
legalmente, bien para pagar clases de inglés o para el
hospedaje de páginas web y en muchos servicios
principalmente de Internet".

Los "Apóstoles" de Satoshi Nakamoto (y el
"Espíritu Santo" de la criptomoneda)

– Bitcoin, la nueva batalla del inconformismo (El
Confidencial – 8/4/13)

(Por Kike Vázquez) Lectura recomendada

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter