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El -Big-cuent- del Bitcoin (¿de -burbu-giles- a -gili-coins-?) (página 6)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

Tras realizar un repaso histórico y
didáctico a la moneda virtual, el banco analiza el
creciente negocio del mining, el sistema de certificación
de que un mismo bitcoin no se ha utilizado dos veces y de
creación de moneda. Dado el alto valor del bitcoin de los
últimos meses, cada vez hay mayor interés en crear
chips y ordenadores específicos para extraer la moneda
(hay 12 millones y el cálculo es llegar a los 21 millones
en 2140), aunque también resulta más caro
(energéticamente) crearla.

El anonimato de la moneda es una de las ventajas para su
adopción entre los ciudadanos de países en crisis o
con monedas fuertemente intervenidas, dice el banco. Aparte de
evitar impuestos o confiscaciones, los ciudadanos pueden
transferir dinero fuera de sus fronteras. Uno de los repentinos
picos del bitcoin ocurrió precisamente con la crisis de
Chipre y actualmente la mayor actividad de esta moneda virtual
está ocurriendo en China, donde las autoridades han
prohibido a sus bancos operar con ella.

Asimismo, el BofAML predice que el resto de monedas
virtuales -hay una treintena- acabarán sucumbiendo ante el
bitcoin, ya que su mismo éxito atrae a los partidarios de
esta forma de intercambio comercial.

También hay tiempo, sin embargo, para los
aspectos negativos del bitcoin, principalmente la volatilidad del
precio, capaz en un día de bajar o subir 200
dólares, y el riesgo de que los bancos centrales o los
gobiernos adopten algún tipo de control sobre la moneda,
lo que afectaría a su eficacia y a su transparencia. Otros
de los aspectos cuestionables es la seguridad de los sitios de
cambio de bitcoins, que es el principal blanco de los hackers
para hacerse con esta moneda, como ocurrió con
Bitcoinica.

"El bitcoin ofrece una atractiva alternativa al dinero
en términos de seguridad, transparencia de transacciones y
falsificaciones", asegura el banco, que reconoce que los bitcoins
pueden ser robados, como ya ha ocurrido en algunas ocasiones,
pero es más difícil que en el caso del dinero
real.

Atención "monofóbicos": Apple bloquea la
aplicación Glips (¿dónde se meterán
las "coins"?)

"Apple ha obligado a la aplicación Gliph a
bloquear su sistema de intercambio de bitcoins o de lo contrario
la retirará de su App Store, según ha reconocido en
su blog el creador de esta herramienta"…
Apple bloquea los
pagos con bitcoin (El País – 11/12/13)

Gliph, que llevaba en funcionamiento siete meses,
permitía recibir y enviar mensajes seguros, pero
también el intercambio de la moneda virtual bitcoin. Gliph
enlazaba con Coinbase y Blockchain.info, sitios dedicados a la
información y a los servicios de bitcoins.

"Se nos pidió por parte de Apple eliminar la
posibilidad de enviar Bitcoin con la aplicación de iOS",
ha escrito en su blog el cofundador de la compañía
Rob Banagale. "Hemos luchado para mantenerlo, pero no fue
posible… Todavía puedes crear monederos, mirar saldos y
recibir Bitcoins en la aplicación Gliph para
iOS".

Apple, que no ha dado explicaciones, permite otros
sistemas de pagos como Paypal, pero no el bitcoins, pues no es la
primera vez que bloquea una aplicación de ese tipo, ya
anteriormente había ocurrido con BitPak y Bitcoin
Express.

La EBA advierte: los que comercian con bitcoins
están "solos ante el peligro"

"Ciudadanos europeos, comerciar con bitcoins
entraña riesgos que la autoridad bancaria no puede
proteger. Es el resumen de un documento de la Autoridad Bancaria
Europea (EBA, por sus siglas en inglés) sobre los peligros
que corren las personas que compran, tienen o emplean como medio
de pago monedas virtuales en general y, en particular, el
bitcoin"…
La autoridad bancaria europea alerta de los
peligros del bitcoin (El País –
13/12/13)

El bitcoin es un sistema monetario descentralizado,
anónimo y seguro, independiente de Gobiernos y bancos; una
moneda cifrada y con sistema de circulación P2P a
través de Internet. El bitcoin se emplea cada día
más en el comercio electrónico, pero también
para el pago de servicios físicos.

La EBA reconoce la creciente popularidad de estas
monedas y, por eso, recuerda a los consumidores que las
plataformas de intercambio de dinero real por bitcoins no
están reguladas por una autoridad bancaria y, por tanto,
su dinero virtual no será aceptado como un depósito
en los bancos tradicionales. "No hay una norma protectora",
advierte la EBA, "para las pérdidas financieras que puedan
ocurrir si cierra una casa de intercambio de moneda
virtual".

En el documento, la Autoridad bancaria Europea
señala que los bitcoins que la gente tenga en sus
monederos virtuales pueden ser hackeados y robados, como ya ha
ocurrido en diversas ocasiones; también advierte que el
valor de esta moneda puede caer con la misma velocidad con la que
sube, incluso valer cero. También aconseja que la gente no
adquiera bitcoins con dinero real que no tenga, es decir,
pidiendo créditos y les recuerda que no sirve como
garantía de pago en el mundo real.

El aviso de la EBA llega un año después de
que el Banco Central Europeo emitiera otro informe sobre el
bitcoin. En 2012, tras advertir que la moneda virtual no era
ninguna amenaza para el sistema monetario tradicional, sí
que avisaba que de continuar su expansión -como así
ha sido- podría poner en tela de juicio el sistema
bancario tradicional.

Máquinas para la minería

La empresa sueca KNCminer y la californiana HashFast se
dedican a fabricar máquinas específicas para
realizar las complicadas operaciones computacionales en Internet,
donde obtener nuevos bloques de la cadena de la moneda virtual,
es decir nuevos bitcoins. El minero que consigue nuevos bitcoins
se lleva una parte de su valor y, como éste va subiendo,
la profesión de minero, en internet sí que tienen
futuro… si se tienen buenas herramientas.

KNCminer ha anunciado Neptune, una máquina con
chips de 20 nanómetros, y que será capaz de
realizar las operaciones a 400 GH por segundo, con un ahorro del
30% de energía respecto a máquinas suyas
anteriores, como Jupiter.

El precio de la máquina es de 13.000
dólares, y la empresa advierte que el pago se debe
realizar por transferencias bancarias o con bitcoins, aunque las
devoluciones solo serán en dólares. También
HashFast promete nuevas máquinas y a un precio bastante
inferior, en torno a los 2.000 dólares.

"Las transacciones en moneda virtual son
públicas, pero los dueños y destinatarios de estas
transacciones, no", aclara ahora la EBA. "Las transacciones son
en gran medida imposibles de rastrear, y ofrecen a los
consumidores de divisas virtuales un alto grado de anonimato. Por
tanto, es posible que la red de moneda virtual sea utilizada para
actividades delictivas, incluido el lavado de dinero. Este uso
incorrecto podría afectarle a usted, ya que las
autoridades competentes podrán decidir el cierre de
plataformas de intercambio, con lo que le impediría
acceder o utilizar los fondos que tenía en esa
cuenta".

La EBA también advierte sobre posibles
obligaciones tributarias del bitcoin. "La posesión de
monedas virtuales puede tener implicaciones impositivas, como el
IVA o el impuesto sobre las ganancias de capital. Usted debe
considerar si el impuesto sobre el dinero en cuenta corriente se
aplica en su país cuando utilice monedas
virtuales".

La advertencia de la Autoridad Bancaria Europea
contrasta con el reciente informe del Bank of America Merrill
Lynch que considera al bitcoin un "serio competidor" en el
comercio electrónico y una alternativa en aquellos
países inestables o con moneda muy intervenida. "El
bitcoin ofrece una atractiva alternativa al dinero en
términos de seguridad, transparencia de transacciones y
falsificaciones", concluía el banco de
inversiones.

Recientemente, China aconsejó a sus bancos no
comerciar con bitcoins; Alemania implantó una tasa sobre
ese comercio virtual y Noruega tampoco lo ha reconocido como
moneda, aunque sí impone una tasa sobre los beneficios
obtenidos con él o una desgravación en caso de
pérdidas. Uno de sus ciudadanos, el universitario
Kristoffer Koch, es, precisamente, una de las personas que
más plusvalías ha obtenido, ya que en 2009
invirtió 24 dólares en bitcoins, y hoy esa
inversión se eleva a 800.000 dólares (582.000
euros), con los que se compró un piso.

A verlas venir: empresas que intentan sacar provecho de
la histeria alrededor del bitcoin están teniendo problemas
para conseguir cuentas bancarias tradicionales.

"Los prestamistas son escépticos de hacer
negocios con empresas que operan con monedas virtuales debido a
temores de que sus dueños incumplan las leyes contra el
lavado de dinero o estén involucrados en actividades
ilegales, señalan ejecutivos bancarios. Reguladores y
presidentes de bancos centrales en todo el mundo también
han expresado inquietudes similares en los últimos
meses"…
Los bancos le huyen a los bitcoins (The Wall
Street Journal – 25/12/13)

El problema se volvió tan grave que algunos
propietarios de startups de monedas virtuales intentan eludir el
escrutinio bancario al evitar las palabras "bitcoin" o "bit" en
sus nombres, según emprendedores e inversionistas que
siguen de cerca la industria.

Patrick Murck, abogado de Bitcoin Foundation, un grupo
de la industria, viene planteando el tema en reuniones con
reguladores y ejecutivos bancarios.

"Esto definitivamente está causando un atolladero
en la industria", afirmó en una entrevista. "La capacidad
de las empresas para obtener cuentas bancarias es necesaria para
que puedan dar el siguiente paso en la edificación de la
infraestructura básica de bitcoin".

La popularidad del bitcoin ha explotado desde que fue
presentado hace cuatro años. La moneda virtual se
"acuña" usando algoritmos de computadora y se intercambia
de forma electrónica entre usuarios para la compra de
bienes y servicios, o como inversión. El precio de un
bitcoin ha sido extremadamente volátil en las
últimas semanas de diciembre (2013), al superar los US$
1.100 frente a menos de US$ 20 a comienzos de año. Desde
entonces, ha bajado a unos US$ 653, según un índice
CoinDesk de tres bolsas populares de bitcoins.

Esos avances llevaron a firmas importantes de
inversión de riesgo como Accel Partners, General Catalyst
Partners, Lightspeed Venture Partners y Union Square Ventures a
invertir en empresas relacionadas con bitcoins en los
últimos meses. Pero los bancos no comparten el entusiasmo
de los inversionistas.

El emprendedor Jesse Powell afirmó que
contactó a unos 30 bancos durante los últimos doce
meses, ya que quería abrir una cuenta para su naciente
bolsa de moneda virtual, llamada Kraken. Las bolsas de bitcoins
necesitan cuentas bancarias para poder recibir transferencias de
clientes.

"Hablé con muchos de ellos y avancé
bastante, pero al final fue una pérdida de tiempo porque
los encargados de hacer cumplir las regulaciones bancarias no
daban su visto bueno", explicó. Atado de manos en Estados
Unidos, finalmente encontró un banco en
Alemania.

Luego, el mes de noviembre (2013) Bank of America Corp.
congeló la cuenta que financiaba operaciones generales
para la empresa matriz de Kraken, llamada Payward Inc.,
según Powell. El 2 de diciembre, el banco reabrió
la cuenta luego de que Powell respondiera un cuestionario sobre
el negocio de Payward.

"Fue una pesadilla total, para decirlo de una manera
elegante", indicó Powell. El empresario les paga a sus
empleados en bitcoins o dólares, según su
preferencia. Bank of America prefirió no hacer comentarios
sobre la situación.

"Realmente es muy difícil conseguir una cuenta
bancaria porque los bancos no saben si los bitcoins son aliados o
enemigos", sostuvo Meyer Malka, ex banquero y fundador de Ribbit
Capital, una firma de inversión de capital de riesgo de
Palo Alto, California, que ha apostado en tres empresas de
bitcoins.

Los grandes bancos son reacios a decir si tienen una
política sobre brindar servicios a empresas relacionadas
con los bitcoins pero indicaron que las monedas virtuales
requieren un nivel adicional de escrutinio.

Al que no hay forma de "encajarle" un "bit", es a
"l"enfant terrible" de la economía

– Bits y barbarie (El País –
29/12/13)

(Por Paul Krugman) Lectura recomendada

Esta es una historia de tres minas de dinero.
También es una historia de retroceso monetario, de la
extraña resolución de mucha gente en dar marcha
atrás a varios siglos de progreso.

La primera mina de dinero es una mina de verdad: la mina
de oro a cielo abierto Porgera, en Papúa Nueva Guinea, uno
de los principales productores del mundo. Su fama es terrible
debido a las vulneraciones de los derechos humanos (violaciones,
palizas y asesinatos por parte del personal de seguridad) y a los
daños al medio ambiente (enormes cantidades de residuos
potencialmente tóxicos vertidos en un río cercano).
Pero los precios del oro, si bien están por debajo de su
máximo reciente, aún triplican a los de hace una
década, así que hay que seguir
excavando.

La segunda mina es bastante más extraña:
la mina de bitcoins de Reykjanesbaer, en Islandia. El bitcoin es
una moneda digital que tiene valor porque…, bueno, es
difícil decir exactamente por qué, pero, al menos
de momento, la gente está dispuesta a comprarla debido a
que cree que otra gente estará dispuesta a hacerlo.
Está concebida como una especie de oro virtual. Y, como el
oro, puede ser extraída: es posible crear nuevos bitcoins,
pero solo resolviendo problemas matemáticos muy complejos
que requieren tanto un gran poder de cálculo
informático como gran cantidad de electricidad para que
los ordenadores funcionen.

De ahí que se localice en Islandia, que dispone
de electricidad barata procedente de centrales
hidroeléctricas y de abundante aire frío para
refrigerar las máquinas en frenética actividad. Es
decir, se están utilizando gran cantidad de recursos
reales para generar objetos virtuales sin una utilidad
clara.

La tercera mina de dinero es hipotética. En 1936,
el economista John Maynard Keynes sostenía que era preciso
aumentar el gasto público para volver al pleno empleo.
Pero entonces, como ahora, había una dura oposición
política a cualquier propuesta de este estilo. Así
que Keynes sugirió una pintoresca alternativa: que el
Estado enterrase botellas llenas de dinero en minas de
carbón abandonadas y que el sector privado gastase su
dinero en desenterrarlas. Estaba de acuerdo en que sería
preferible que el Estado construyese carreteras, puertos y otras
cosas útiles, pero incluso el gasto absolutamente
inútil proporcionaría a la economía un
impulso muy necesario.

Una idea ingeniosa. Pero Keynes no se quedó
ahí. A renglón seguido señalaba que la
verdadera extracción de oro de las minas en la vida real
se parecía mucho a su experimento imaginario. Al fin y al
cabo, los mineros se afanaban en sacar dinero de la tierra a
pesar de que era posible producir cantidades ilimitadas de moneda
prácticamente sin coste utilizando la máquina de
imprimir. Y tan pronto se extraía el dinero de la mina,
gran parte del mismo se volvía a enterrar en lugares como
la cámara acorazada del Banco de la Reserva Federal de
Nueva York, donde hay depositados cientos de miles de lingotes de
oro sin ningún uso en particular.

Creo que Keynes se habría
reído con sarcasmo al ver lo poco que las cosas han
cambiado en las tres últimas generaciones. El gasto
público para combatir el desempleo sigue siendo una
herejía, y los mineros continúan arruinando el
entorno para engrosar los ociosos depósitos de oro.
(Keynes calificaba al patrón oro de "reliquia
bárbara"). Los bitcoins no hacen más que acrecentar
el absurdo. Al fin y al cabo, el oro tiene por lo menos algunos
usos reales, como, por ejemplo, rellenar muelas; pero en la
actualidad estamos consumiendo recursos para generar un "oro
virtual" que solo consiste en series de
dígitos.

Sospecho, sin embargo, que Adam Smith estaría
consternado.

A Smith se le considera con frecuencia
un santo patrón conservador y, en efecto, fue el primer
defensor del mercado libre. Sin embargo, lo que no se menciona
tan a menudo es que también abogó con
determinación por la regulación de los bancos, y
que hizo una clásica alabanza de las virtudes del papel
moneda. La moneda era, a su entender, una forma de facilitar el
comercio, no una fuente de prosperidad nacional, y el papel
moneda, sostenía, permitía que el comercio se
desarrollase sin inmovilizar gran parte de la riqueza de un
país en una "reserva muerta" de plata y oro.

Entonces, ¿por qué destrozamos las tierras
altas de Papúa Nueva Guinea para aumentar nuestra reserva
muerta de oro y, lo que es aún más chocante,
tenemos potentes ordenadores funcionando sin interrupción
para engrosar una reserva muerta de dígitos?

Si preguntamos a los obsesos del oro, responderán
que el papel moneda proviene de los Gobiernos, y que no se puede
confiar en que estos no devalúen sus monedas. Sin embargo,
lo curioso es que después de tanto hablar de
devaluación, esta resulta muy difícil de encontrar.
No se trata solo de que después de años de serias
advertencias sobre la inflación desbocada, en los
países avanzados la inflación sea sin lugar a dudas
demasiado baja, y no demasiado alta. Incluso desde una
perspectiva mundial, los episodios de inflación
verdaderamente elevada se han convertido en algo poco frecuente.
Así y todo, la propaganda de la hiperinflación
florece sin cesar.

El atractivo del bitcoin parece proceder
más o menos de las mismas fuentes, a lo que se
añade la sensación de que es de alta
tecnología y algorítmico, de manera que tiene que
ser la tendencia del futuro.

Pero no permitamos que los sofisticados
atributos nos confundan: lo que realmente está teniendo
lugar es un viaje hacia los días en los que el dinero era
algo que podías hacer que tintineara en el bolsillo. Tanto
en el trópico como en la tundra, por alguna razón
estamos cavando nuestro camino de vuelta al siglo
XVII.

(Paul Krugman es profesor de Economía de
Princeton y premio Nobel de 2008. © 2013 New York
Times)

De lo "cuántico" a lo "cuéntico": en fin,
ustedes deciden (cómo gastar su dinero "real")

– ¿Es recomendable usar Bitcoin? (Libertad
Digital – 29/12/13) Lectura recomendada

Aunque comprendamos cómo funciona
y cuál es su estado actual, es difícil predecir
qué será de Bitcoin y saber si debemos comprar
bitcoins y usarlos.

(Por Daniel Rodríguez Herrera)

Para poder operar con bitcoins necesitamos primero un
monedero. Los hay de dos tipos: un programa en el ordenador o un
servicio web. Una vez que lo tienes puedes empezar a operar en
sitios web como Mt.Gox, que son casas de cambio que permiten usar
otras divisas para comprar y vender bitcoins. Y una vez los
tienes, puedes usarlos para comprar cosas, atesorarlos o
especular con ellos.

¿Es seguro?

Aunque el sistema Bitcoin en sí es seguro,
existen numerosos riesgos cuando se emplea en la práctica,
no muy distintos al uso de banca online o comercio
electrónico, pero algo mayores debido al anonimato del
sistema: es mucho más difícil, y en muchos casos
imposible, probar que unos bitcoins son tuyos si alguien te los
roba.

Si usas como monedero un programa como Multibit en tu
ordenador o una app en el móvil como Bitcoin Wallet tienes
el riesgo de que tu dinero esté asociado a ese dispositivo
electrónico. Si lo pierdes, te lo roban o se estropea
puedes perder los bitcoins que tenías en él.
Existen algunos mecanismos para reducir ese riesgo, como
almacenar cifradas tus claves en un USB o en algún
servicio en la nube tipo Dropbox o, incluso, anotar tus claves
pública y privada en papel.

Otra opción para evitar ese riesgo es emplear un
monedero en la web, protegido con los clásicos usuario y
contraseña. Pero ahí tienes el riesgo que
también sufres en la banca en internet: si alguien
consigue tu usuario y contraseña te puede quitar todo el
dinero, y si alguien logra hackear el monedero web puede
conseguir todos los usuarios y contraseñas. Es más,
ha habido un caso de una web china que servía de monedero
cuya misión en realidad era robar a sus propios usuarios;
después de operar durante un tiempo y hacerse popular se
quedó con todo el dinero que tenían.

Si finalmente Bitcoin logra tener una aceptación
y uso generalizados, es probable que los mismos bancos ofrezcan
un monedero con la protección añadida de que ellos
sí pueden asignar nuestros bitcoins a nosotros. Pero
mientras eso suceda, y aunque tenga sus desventajas, lo mejor es
guardar nuestros bitcoins en nuestro ordenador, protegerlo con un
buen antivirus y guardar alguna copia en lugar seguro y
desconectado de internet, como un papel.

¿Es práctico?

Es una moneda electrónica y en sí mismo
puede llegar a ser tan práctico como utilizar la banca y
el comercio electrónicos. Los pagos no son
instantáneos, así que se parecen más a
transferencias que al uso de la tarjeta de crédito. Sin
embargo, actualmente fluctúa tanto que utilizarlo como
medio de intercambio es poco práctico, ya que el dinero
que estás pagando puede tener un valor muy distinto
incluso durante el mismo día. Además, no hay muchos
comercios que lo acepten.

La mayor amenaza que tiene Bitcoin son los
Gobiernos

Si emplearlo como moneda no es muy
aconsejable, ¿lo es invertir en él o atesorarlo
para disponer de él en un futuro, al estilo de meter el
dinero en un calcetín bajo la cama? Depende del riesgo que
se quiera asumir. No existe ninguna garantía de que
Bitcoin vaya a valer algo en el futuro, de modo que utilizarlo,
como hacen algunos con el oro, para disponer de una parte de tu
patrimonio en algo seguro que siempre valdrá algo es
absurdo. Invertir en él también es arriesgado,
porque ahora mismo no parece haber una tendencia firme en su
valor, de modo que operar con él es una labor puramente
especulativa, de intentar tener suerte comprando barato y
vendiendo caro.

¿Puede sustituir a las monedas
tradicionales?

El objetivo de Bitcoin es convertirse en dinero, y si lo
hiciera podría convertirse en una divisa real, como los
euros o los dólares. Sin embargo, parece difícil
que los Gobiernos acepten emplear una moneda que no pueden
controlar, de modo que el pago de impuestos seguirá
haciéndose con euros. Es más, dado que es
relativamente sencillo eludir impuestos mediante el uso de
bitcoins, podrían poner más de un problema
regulatorio. China, sin ir más lejos, poniendo la excusa
de proteger a sus súbditos, está prohibiendo
progresivamente su uso. Los países nórdicos ya se
están moviendo para su regulación. En general, los
Gobiernos son el mayor peligro para Bitcoin y podrían
regularlo tan estrictamente que su uso quedara limitado
básicamente al mercado negro.

Cada comercio que decide aceptar bitcoins es un paso
adelante para su regularización. El mayor respaldo que
podría recibir Bitcoin, de hecho, es que algún
grande de internet como Amazon o Paypal aceptara su uso. Se
extendería su empleo como moneda, se reduciría su
volatilidad y tendría más sentido resguardar
nuestro patrimonio cambiando nuestros euros por bitcoins. Sin
embargo, su uso seguiría estando restringido a internet.
Se podría extender a las tiendas de ladrillo mediante
tarjetas de crédito o débito, y los bancos
podrían emitir monedas y billetes físicos al igual
que hicieron hace siglos con el oro, bajo la promesa de pagar al
portador una cifra en bitcoins.

En cualquier caso, aun cuando tuviera todo el
éxito del mundo y todo le saliera bien aún
quedaría mucho camino por recorrer para que se use en el
día a día e incluso se paguen sueldos en bitcoins.
Quizá no suceda nunca y Bitcoin se limite a ser un sistema
de pago electrónico internacional y sin
tarifas.

¿Inventarán algo que lo ponga en la
picota?

En realidad, sí. Aunque todo el sistema de firmas
digitales y funciones hash es seguro con los ordenadores
tradicionales, existe un paradigma distinto llamado
computación cuántica con el que todo este sistema
se vería en grave riesgo. Aunque los ordenadores
cuánticos presentan numerosos problemas prácticos,
tienen la virtud de ser capaz de realizar la misma
operación simultáneamente con distintos
operandos.

Esto implicaría que tanto las pruebas de trabajo
con funciones hash como la seguridad de la firma digital
podrían ser resueltas de forma casi inmediata cuando estos
ordenadores funcionasen de forma práctica y tuviesen la
potencia suficiente, momento en el cual la red Bitcoin
perdería algunas de las características que la
hacen segura. El proceso de añadir transacciones al libro
de contabilidad mediante funciones hash seguramente
permanecería íntegro, aunque la dificultad impuesta
por la red aumentaría tanto que sólo los nodos
cuánticos serían capaces de afrontar los
cálculos. Pero las firmas quedarían al
aire.

No obstante, si un 51% de los nodos mineros se ponen de
acuerdo para cambiar Bitcoin pueden hacerlo. Es casi imposible
que lo hagan para nada, pero una amenaza existencial como
ésta previsiblemente lo conseguiría. Como a la
computación cuántica aún le queda alguna
década que otra hay tiempo para buscar un sistema distinto
a las firmas digitales actuales y ponerlo en marcha.

El banco central pide al comercio que no apoye la moneda
virtual (chau "mineros")

"Taobao.com, la mayor plataforma de comercio
electrónico de China, especializada en intercambios entre
particulares, ha prohibido tanto la utilización y la
compraventa en su portal de la moneda virtual bitcoin como del
software y los materiales de hardware necesarios para su
creación"…
La china Taobao.com prohíbe el
bitcoin (El País – 9/1/14)

"En un esfuerzo para promover el crecimiento saludable
del mercado del comercio en línea, y para proteger de
manera más eficaz los intereses de nuestros consumidores,
Taobao hará varios ajustes de acuerdo con las regulaciones
y políticas estatales pertinentes", explicó la
compañía mediante un comunicado.

La firma, que depende del gigante chino del comercio
electrónico Alibaba, hará efectivas estas
prohibiciones a partir del 14 de enero (2013), en línea
con las recientes indicaciones del banco central chino, que
pidió en diciembre a los proveedores de servicios de pago
electrónico seguro por internet que dejaran de apoyar la
bitcoin.

El subdirector del Banco Popular de China, Zhou
Jinhuang, ordenó en diciembre (2013) a una decena de
directivos de plataformas de sistemas de pago electrónico,
como la popular Alipay, también del grupo Alibaba, que
dejen de dar servicio para el comercio de monedas virtuales antes
del Año Nuevo Lunar chino (finales de enero).

De esta manera, los particulares y tiendas virtuales que
utilicen Taobao para intercambiar bitcoins, litecoins o cualquier
otro tipo de moneda basada en sistemas informáticos
criptográficos, así como software o hardware para
su "minería" (creación encriptada de nuevas monedas
virtuales) podrán ser expulsados de la
plataforma.

Cuando se anunciaron las medidas empujadas por el banco
central, el pasado 18 de diciembre (2013), los precios de la
bitcoin llegaron a caer en China hasta los 2.560 yuanes por
unidad (305 euros, 421 dólares), aunque luego volvieron a
remontar, hasta alcanzar el lunes los 5.970 yuanes por bitcoin
(726 euros, 986 dólares).

Esto se produjo gracias a la progresiva
aceptación internacional de la moneda virtual en
transacciones comerciales, aunque en China, al contrario que en
el resto del mundo, la mayoría de los usuarios que han
comprado bitcoins lo hizo para especular, lo que ha hecho
también que la "minería" sea especialmente popular
en el país.

Tras el anuncio de Taobao, los volátiles precios
de la bitcoin en China han llegado a caer hasta 4.718 yuanes por
moneda virtual en las últimas horas (574 euros, 779
dólares), aunque hoy rondan ya los 4.900 (596 euros, 809
dólares).

Mientras el banco central chino trata de anular toda
vía de comercio de bitcoins dentro de su país, en
las últimas semanas portales como la plataforma de juegos
sociales en línea Zynga.com y la web de comercio
electrónico Overstock, accesibles desde China, han
empezado a aceptar también la moneda virtual.

"Si nos fijamos en las acciones del Gobierno (chino), no
han bloqueado completamente la bitcoin, pero la han convertido en
algo increíblemente difícil de intercambiar",
explicó recientemente a Efe el especialista en esta
materia Zennon Kapron, director de la firma de
investigación financiara Kapronasia, con sede en
Shanghái.

Durante 2013 se llegó a especular con que
Pekín apoyaría el uso de la bitcoin como una
alternativa internacional al dólar, recordó, lo que
Kapron no consideró "realista", ya que ahora se ha
comprobado que "al Gobierno chino no le gusta lo que no puede
controlar".

"Si vamos a ver algo en el futuro próximo (en
relación con la bitcoin) será algo que el Gobierno
pueda controlar", aseguró.

Las medidas de Pekín sí servirán,
indicó, para eliminar gran parte de la inversión
especulativa de China en la moneda, lo que contribuirá a
la estabilización de la moneda virtual.

Un auténtico "cantamañanas" (primero el
dólar, luego el bitcoin, y nuevamente el
dólar)

– Matthew Lynn: el mundo volverá a querer al
dólar (El Economista – 13/1/14) Lectura
recomendada

El gobierno es susceptible de bloqueos ocasionales. El
déficit comercial y el presupuestario llevan una
década descontrolados. Las últimas guerras que ha
librado han sido una chapuza y el banco central se ha pasado
cinco años imprimiendo más dinero del que
parecía posible. Durante la última década no
han faltado motivos para que el resto del mundo se desentienda
del dólar.

Pero en 2014 eso va a cambiar y
cómo. El dólar volverá a arrasar por tres
razones
. Primero, el crecimiento de EEUU será el mayor
del mundo desarrollado, incluso más que el de muchos
países emergentes.

Segundo, la Reserva Federal
reducirá como mínimo el ritmo de la
flexibilización cuantitativa, incluso si no se acaba
librando de ella del todo.

Tercero, ha aumentado el riesgo de
crisis geopolítica en varias partes del mundo y, en
tiempos de crisis, los inversores siempre huyen de vuelta al
dólar. El resultado neto será el gran retorno de la
moneda americana.

La desilusión

Abundan las pruebas de que el mundo se ha ido
desilusionando poco a poco con el dólar. En los primeros
años desde su aparición en 1999, el euro
ganó bastante atractivo como alternativa y acaparó
una cuota creciente de las reservas de los bancos centrales, pero
la crisis de la moneda única ha hecho que haya dejado de
ser una alternativa seria.

Después, el oro subió en valor cuando los
inversores buscaron un depósito sustituto pero el metal
precioso perdió gran parte de su atractivo el año
pasado. En los últimos meses, incluso las bitcoins han
florecido como alternativa pero por muy fascinante que sea la
moneda digital, sigue siendo demasiado rara como para rivalizar
en serio con el dinero tradicional.

No es difícil entender por qué los
inversores quisieron diversificar fuera del dólar.
La
divisa consolidó su posición como moneda de la
reserva global justo después de la II Guerra Mundial,
cuando EEUU solo representaba casi el 80 por ciento del PIB
mundial. Por muy bien que le hubiese ido al país, la cuota
sólo podía menguar cuando el resto del mundo se
recuperase y EEUU añadió algún que otro
problema por su cuenta.

Una crisis financiera, un banco central poco preocupado
por el valor de la moneda y un sistema político que desde
fuera parece totalmente disfuncional. Todo eso ha contribuido al
declive de la moneda. El año pasado, incluso el euro ha
estado fuerte contra el dólar, aunque cueste pensar una
razón convincente para comprar moneda única
europea.

Llega el cambio

Este año, todo eso va a cambiar.
Aquí está el porqué. En primer lugar, la
economía de EEUU parece encaminada a convertirse en la
más sólida del mundo desarrollado en el año
que empieza. Cualquier sorpresa será seguramente
favorable. Las últimas cifras trimestrales indican que
EEUU crece a un saludable 4,1%.

Evidentemente, podría sólo tratarse de un
buen trimestre que no va a durar pero el impulso es la fuerza
más importante de la economía y ahora mismo
está de su lado. Los precios de la vivienda se recuperan
bruscamente y todavía les queda mucho camino por recorrer.
El empleo crece y si se consiguen crear bastantes puestos de
trabajo, las empresas hasta podrían verse obligadas a
subir los sueldos porque tendrán que volver a competir
para atraer personal. La deuda de los hogares se empieza a
controlar, creando margen para más gasto de los
consumidores. Todo apunta a que la cifra del último
trimestre ha sido una señal de un crecimiento más
alto futuro y no sólo casualidad.

En segundo lugar, la Reserva Federal ha empezado a
retirar la flexibilización cuantitativa. Aún queda
por ver si se mantiene. En dos décadas de experimentos en
Japón con la flexibilización cuantitativa, se ha
cerrado el grifo muchas veces para después volverlo a
abrir rápidamente otra vez. En los próximos seis
meses, con unos datos de crecimiento más fuertes, es
probable que se siga reduciendo el estímulo. Mientras el
Fed retira la flexibilización, otros bancos centrales la
aumentarán.

El Banco de Inglaterra podría abrir fuego pero el
japonés seguramente aumente sus compras de activos, tanto
para sostener una recuperación tímida como para
mitigar los efectos de la subida del impuesto sobre la venta. El
Banco Central Europeo podría acabar viéndose
obligado a desatar la flexibilización para rescatar a una
economía francesa que se hunde y a una periferia en
apuros. En comparación, la próxima presidenta del
Fed, Janet Yellen, se parecerá a Friedrich Hayek en su
compromiso con la disciplina monetaria. Los mercados monetarios
odian la flexibilización cuantitativa y eso también
favorece al dólar.

Por último, ha crecido el riesgo de crisis
geopolítica. Varios focos están que arden. Hay
tensiones entre China y Japón, adversarios
históricos por el control del Asia oriental. Corea del
Norte podría estar al borde de una implosión muy
fea. La guerra civil siria continúa haciendo estragos y
podría salpicar más allá de sus fronteras en
cualquier momento. Turquía se ha visto golpeada por una
segunda crisis política en menos de un año. Una
tercera sería fatídica para el gobierno actual.
Nadie sabe cuándo esos conflictos en ebullición se
convertirán en guerras pero lo que sí es seguro es
que no hace falta más que una gran crisis
geopolítica para que los inversores huyan de vuelta a la
seguridad del dólar.

Poco les importa necesariamente a los inversores de
EEUU. Los mercados americanos parecen estar valorados más
que justamente pero para los inversores del resto del mundo, los
títulos estadounidenses e incluso los bonos siguen siendo
atractivos, aunque sólo sea por sus probabilidades de
ganar con el ascenso de la moneda incluso si los índices
no acaban el año mucho más altos.

El mercado de EEUU ha estado impulsado
por las compras internas en 2013; en 2014 serán las
extranjeras las que le empujen más arriba. La moneda
americana sigue en declive a largo plazo como moneda de reserva
internacional y un par de meses buenos no lo van a cambiar. La
cuota estadounidense de la producción global se reduce
constantemente con cada año que pasa pero eso no significa
que no pueda escenificar subidas en un mercado bajista. Y eso es
lo que pasará este año.

(Matthew Lynn. Director ejecutivo de la
consultora londinense Strategy Economics)

Arreando la manada: continúa el programa de
aplausos (que por "palmeros" no sea)

– Nada frena el auge del Bitcoin (elmundo.es –
2/2/14) Lectura recomendada

(Por Pablo R. Suanzes)

Una moneda. Una criptodivisa. Un sistema
de pago. Una materia prima. Un activo refugio. Una commodity. Una
entelequia. Una tecnología. El engranaje de una estafa
piramidal. Una herramienta para el mercado negro. Qué es
exactamente Bitcoin no está muy claro, pero de lo que no
hay ninguna duda es de que se trata de un fenómeno a
escala mundial y que no para de crecer. Y como todo lo que no
nace del Estado ni está sometido de forma estricta a su
control, inquieta mucho.

Monografias.com

Bitcoin es, simultáneamente, por lo menos dos
cosas: una moneda virtual y una red descentralizada para hacer o
recibir pagos. Y cuanto más se habla de él,
más crece (hay una relación casi perfecta entre el
número de búsquedas en Google de la palabra y
cotización).

Para empezar a usarlo basta con descargar un monedero
digital y gratuito para móvil o tableta. O instalar un
programa en el ordenador. O acceder desde una web como Coinbase,
que ya tiene más de 1,5 millones de usuarios. Con ese
monedero, asociado a un número personal de cuenta, se
pueden recibir y enviar monedas, con las que pagar en tiendas,
restaurantes, agencias de viajes, empresas,
etcétera.

¿Cómo se consiguen los
bitcoins?

¿Cómo se consiguen los
bitcoins? Se pueden regalar. Se pueden comprar (mediante una
transferencia desde el banco o en efectivo a alguien que los
posea y que los remita a tu monedero), se pueden adquirir en
cajeros automáticos (donde ingresas, pero no sacas) o se
pueden fabricar. Los bitcoins no dependen de ninguna autoridad,
de ningún banco central. Se crean de la nada y ya desde el
inicio está establecido su máximo para controlar la
masa monetaria: nunca habrá más de 21 millones de
unidades en circulación.

Los bitcoins nacen mediante minería. A
través de complicados cálculos matemáticos
se resuelven ecuaciones que dan vida a bitcoins. Un ordenador
personal tardaría muchísimo tiempo en completarlas,
así que se puede tener paciencia, se pueden unir
diferentes usuarios individuales en pools, para combinar la
potencia de cálculo de sus equipos. O se pueden adquirir
dispositivos específicos de minería. El modelo
Neptune, de KnCMiner, uno de los últimos en salir al
mercado, se vende por ejemplo a 9.995 dólares más
impuestos.

Una moneda virtual y una red descentralizada para hacer
o recibir pagos

El proyecto y la tecnología de Bitcoin nacieron
de la mano de Satoshi Nakamoto, pseudónimo de una persona
o grupo, entre 2008 y 2009. Creció lentamente y en 2013 se
disparó su éxito (ver gráfico). En las
últimas semanas, gobiernos y bancos centrales de todo el
mundo han reaccionado, a mayor o menor escala, contra los
bitcoins y sus semejantes. Alertan de la volatilidad, del riesgo,
de los vacíos legales. Pero, de momento, nadie puede con
el fenómeno.

El lunes, el Banco Central ruso, en medio de una crisis
profunda del rublo, que ha perdido más de un 5% de su
valor en lo que va de año, advirtió a los
ciudadanos de que el bitcoin es "un sustituto del dinero legal",
y por tanto contrario al artículo 27 de la Ley Federal.
Además, el regulador, avisaba de que por la "naturaleza
virtual" del bitcoin, los rusos podrían verse involucrados
consciente o inconscientemente en "actividades ilegales como el
lavado del dinero de bandas criminales o financiando el
terrorismo". Advertencia clara.

Otro caso es el alemán. Si bien el pasado verano
reconocía a esta tecnología como "unidad de cuenta"
legal, esto es, un tipo de dinero "privado" aceptado para algunas
operaciones, y por lo tanto sujeto a algún tipo de
gravamen específico, el Bundesbank ahora alerta de que
"debido a su constitución, y como consecuencia de su
volatilidad, los bitcoins son altamente
especulativos".

Dinamarca considera inestable este tipo de divisas
virtuales (hay más de 120 en funcionamiento en realidad,
de los que Bitcoin es la más popular) pero estima que las
empresas no necesitan, por el momento, permisos ad hoc para
intercambios económicos. China sacó una nota
recientemente indicando a sus bancos que no hagan transacciones
con bitcoins ni hagan fondos de inversión, por ser algo
muy especulativo e incierto. Las casas de cambio echaron el freno
y en un día la moneda virtual pasó de 1.200 a 500
dólares, aunque se ha recuperado y las autoridades han
aflojado la presión.

Hace un año cada unidad se
podía cambiar por 30 dólares. Hoy, roza los
mil

Según Bitlegal, a nivel mundial, sólo dos
países, Islandia y Tailandia, mantienen una postura
abiertamente "hostil". La isla prohíbe a las entidades
domésticas comprar bitcoins de bancos de fuera del
país, de acuerdo a la normativa de control de capitales
instaurada en 2008. En el reino asiático el intercambio y
la mayoría de operaciones tampoco se permiten. En India no
han sido proscritas, pero antes de Navidades el banco central
alertó de que los actores estaban actuando sin licencia, e
"importantes negocios vinculados a los bitcoins" fueron
inspeccionados por la Policía y Hacienda.

A nivel supranacional, la Autoridad Bancaria Europea
(EBA) advirtió el 13 de diciembre del peligro de "comprar,
tener o intercambiar divisas virtuales", ahora que gozan de
"creciente popularidad", pues "la legislación no protege a
los consumidores". Además de que deberían estar
sometidos a algún tipo de imposición tributaria. El
sentimiento en los mercados es más variado. Durante muchos
meses se observó el fenómeno de la divisa virtual
como algo minoritario, residual y sospechoso. Gigantes como
Warren Buffett han prometido que no invertirán uno solo de
sus dólares en ello. El último premio Nobel de
Economía, Robert Shiller, experto en burbujas financieras,
aseguró este mismo mes en el encuentro del Foro
Económico Mundial, en Davos, que "Bitcoin es un ejemplo
increíble de burbuja". Pero poco a poco cada vez
más grandes actores participan en el debate.

Más de 12,25 millones de bitcoins
en circulación

Félix Moreno, de la Bitcoin Foundation en
España, señala que "efectivamente la red Bitcoin
sigue siendo pequeña y vulnerable, no llega aún a
los 10 millones de usuarios y está sujeta a muchas
incertidumbres. Sin embargo eso es una preocupación para
los inversores y especuladores; los usuarios pueden aprovechar la
tecnología de Bitcoin y la red de pagos sin sufrir
ningún riesgo de tipo de cambio, gracias a empresas como
Bitpay o Coinbase que realizan la conversión a moneda
local de forma instantánea y
automática".

Hoy hay cerca de 200.000 usuarios en
todo el mundo que operan con ella a diario

En la actualidad hay más de 12,25 millones de
bitcoins en circulación. La Fundación calcula que
hay cerca de 200.000 usuarios en todo el mundo que operan con
ella a diario y cerca de 10 millones que lo hacen
esporádicamente. En el último año se han
registrado entre 60.000 y 70.000 operaciones diarias y hay
decenas de miles de tiendas, restaurantes, páginas web,
agencias de viajes y hasta centros educativos que lo aceptan como
forma de pago. Lo que fue algo marginal para usuarios avanzados
de la red se ha expandido por todo el mundo. Y el precio se ha
disparado. El viernes, al cierre de esta edición, un
bitcoin se valoraba en el mercado a 930 dólares. Hace
justo un año, en 30. Cuando nació, cinco centavos
de dólar.

Moreno de la Cova destaca que "lo revolucionario es la
tecnología para enviar dinero por internet. Un avance que
va a cambiar muchísimas cosas". Bitcoin, en ese sentido,
sería un paso en el camino, pero no el definitivo.
"¿Bitcoin moneda única? Se equivocan mucho los que
lo ven así. Ha sido el primero masivo y será
líder durante años, pero no creo que en el 2140 sea
la única. Nos gusta la competencia".

Porque la hay, y cada vez más. Al menos 120
copias que hacen la competencia, replican lo mejor y trabajan
para eliminar algunas de las deficiencias. Y hay, de forma
creciente, competencia a nivel más institucional. La
Reserva Federal de EEUU se plantea la viabilidad de "una moneda
electrónica que aproveche sus ventajas y lo haga mejor.
Canadá intentó una moneda electrónica que
fue un fracaso". JP Morgan ha registrado la patente de un sistema
de pago que permitiría efectuar pagos de forma
anónima, sin comisiones. Y los grandes bancos
españoles siguen muy de cerca estos sistemas.

¿Es todo ideal? El
criptógrafo Adi Shamir, tras analizar decenas de miles de
transacciones, denunció que apenas el 20% de los bitcoins
realmente se mueve y que un número extremadamente reducido
de propietarios controla la mayoría. Seguramente los que
antes llegaron, cuando la minería era más sencilla
y rápida, y ahora pueden vender y hacerse ricos.
¿Esquema Ponzi virtual?

Algunos no quieren "escuchar" los aplausos: "cerco ruso
al bitcoin"(y mira tú, que estos "pájaros" saben de
lavado, usos ilegales y actividades terroristas)

"Tras la prohibición de las autoridades
chinas hace unos meses, ahora llega la prohibición en
Rusia mientras aumentan las detenciones en Estados Unidos de
personas ligadas a las transacciones con esta moneda
virtual"…
Rusia prohíbe el bitcoin (El País
10/2/14)

Las autoridades rusas han advertido que el bitcoin se
emplea para el lavado de dinero o para financiar operaciones
terroristas y que su uso es ilegal. "Los sistemas para pagos
anónimos y las cibermonedas no pueden ser empleadas por
los individuos o entes legales", señaló el Gobierno
de Rusia. "El rublo es la única moneda oficial",
advirtió el Fiscal General del Estado.

A finales del mes de enero (2014), el banco central ruso
advirtió que el bitcoin era altamente especulativo y que
quienes lo emplean corren un alto riesgo de perder su dinero.
Efectivamente en los últimos días, el bitcoin ha
perdido una cuarta parte de su valor. El 7 de febrero (2014) la
principal casa de transacciones de bitcoins, Mt.Gox,
suspendía su actividad por cuestiones técnicas,
según la empresa, y desde ese día el valor de la
moneda que estaba por encima de los 900 dólares ha
caído a los 650 dólares.

A la vez, en Estados Unidos, se suceden detenciones de
personas acusadas de blanquear dinero con bitcoins. En Florida
fueron detenidas dos personas a principios de febrero (2014) por
esta acusación; en semanas anteriores, el vicepresidente
de la Fundación Bitcoin también fue detenido en
relación con el cierre del sitio SilkRoad, donde se venden
drogas con esta moneda.

La moneda virtual pierde un 50% de su valor en tres
meses coincidiendo con varias detenciones y
prohibiciones

"El martes por la mañana, la moneda virtual
cotizaba en Mt.Gox, principal casa de intercambio, a 433 euros y
en BTC-E a 520 euros. La oscilación de esta moneda virtual
ha sido una constante a lo largo de su historia, pues en seis
meses ha variado entre un mínimo de 85 dólares (62
euros) y un máximo de 1.163 dólares (850 euros),
sin embargo en el último mes se mantenía estable en
torno a los 900 dólares"…
El bitcoin baja del
listón de los 500 (El País –
11/2/14)

El viernes 7 de febrero (2014), esa normalidad se
rompía al detectarse en Mt.Gox una actividad "inusual",
por lo que sus responsables decidieron paralizar el intercambio
hasta el lunes y así aclarar el origen de esos
movimientos. Pero el lunes anunciaron un aplazamiento sin fecha.
Entonces la moneda se desplomó hasta un mínimo de
500 dólares, bajando un 27% desde el precio final del
viernes que era de 692 dólares.

"Ese problema técnico es de una intensidad mucho
mayor que las que hemos visto en el pasado", declaró a
Reuters Sebastien Galy, analista de Societe Generale en Nueva
York. "El mercado puede darse cuenta de que hay cuestiones que
son específicas de estas formas de monedas".

El bitcoin en los últimos meses siguió
ganando aceptación en las transacciones físicas
habituales, al aceptarse en varios casinos de Las Vegas y en los
abonos de entradas del equipo de baloncesto Sacramento
Kings.

Mt.Gox explicó que un "error en el software del
bitcoin" podría permitir la alteración de la
transacción. Alguien en la red puede alterar detalles del
intercambio para que parezca que una transferencia de bitcoins de
una billetera digital a otra no se ha producido cuando en
realidad sí se había hecho, lo que induce a repetir
la operación.

CoinDesk, que lanzó el Índice de Precios
Bitcoin en septiembre (2013), ha retirado a la casa Mt.Gox de su
índice por su "persistentes fracasos para cumplir con los
estándares del índice".

En el índice de CoinDesk el precio del bitcoin
fue menor, pero no por tanto como en Mt.Gox. Se pagaba la moneda
a 667,79 dólares en la tarde del lunes, un 5% menos que al
cierre del viernes. En cualquier caso muy inferior a los
más de mil dólares que llegó a cotizar en
enero.

La detención de un defensor prominente del
bitcoin hace unas semanas ha añadido incertidumbre a la
moneda. Charlie Shrem, operador de la empresa de intercambio
Bitinstant, fue acusado por los fiscales de Estados Unidos de
blanqueo de dinero en el sitio Silk Road. Al día
siguiente, Shrem renunció como vicepresidente de la
Fundación Bitcoin, un grupo de defensa y promoción
de esta moneda virtual.

Defensa "académica" del bitcoin: "disparen contra
el Estado" (en mi humilde opinión: cuando los "liberales"
se transforman en "liberticidas"). Juzguen ustedes
mismos

– Aceptar el bitcoin (Project Syndicate – 12/2/14)
Lectura recomendada

(Por Garrick Hileman)

Londres.-La moneda de Internet, el bitcoin, está
rodeada de incertidumbre. ¿Es una burbuja especulativa?
¿Es de verdad tan anónima como sus defensores
afirman? ¿Se puede de verdad usarla para comprar la
legendaria variedad "viuda blanca" de marihuana o para contratar
a un asesino a sueldo?

Ésas son indudablemente preguntas interesantes,
pero están desviando la atención de los debates,
más importantes, sobre las posibilidades del bitcoin para
impulsar la innovación en el sector financiero.

En realidad, el bitcoin es tan
innovador, que, además de alterar las convenciones
monetarias, ha transcendido incluso las ideologías
partidarias. De hecho, el premio Nobel de economía Paul
Krugman y el icono del Tea Party, Ron Paul, se oponen
diametralmente en casi cualquier cuestión, exceptuado el
bitcoin (que desagrada profundamente a los dos).

Y, sin embargo, los oponentes del bitcoin
deberían preguntarse cómo se podrían aplicar
a la reforma del sistema financiero mundial las innovadoras ideas
que subyacen a él. Aunque la crisis financiera de 2008
reveló profundas deficiencias institucionales, la
reacción ante ella -incluidas salvaguardas reguladoras
intensificadas como la Ley Dodd-Frank en los Estados Unidos y la
normativa bancaria de Basilea III- no han hecho realidad la
transformación necesaria. Asimismo, los movimientos de
protesta como Occupy Wall Street, encaminados a dar a conocer -y
en última instancia- reformar la cultura financiera, han
dado resultados desiguales.

Pero el caso es que nadie -excepto tal vez la
pequeña camarilla de quienes tienen información
financiera confidencial, que se ha beneficiado enormemente de los
rescates financiados por los contribuyentes- debe estar
satisfecho con el sistema actual, entre otras cosas porque no es
de descartar otra crisis, muy probablemente acompañada de
más rescates bancarios, en un futuro no demasiado
lejano.

Si bien no se puede saber el momento
exacto del próximo colapso, una cosa es segura: el examen
de cuál tipo de sistema financiero sería más
útil para el mundo en el siglo XXI estaría
incompleto sin el bitcoin. Al fin y al cabo, la tecnología
en la que se basa podría no sólo reducir el riesgo
sistémico al crear salvaguardas que protejan el sistema de
pagos contra actividades financieras útiles, pero
imprevisibles; además, podría desempeñar un
papel importante dando un impulso, muy necesario, al crecimiento
económico.

Las entidades financieras hacen esencialmente de
casamenteras, al relacionar a inversores, prestatarios y
ahorradores y registrar lo que las personas poseen y deben. A
cambio de esos servicios, los profesionales financieros reciben
compensaciones generosas. Así, pues, preguntar si los
considerables sueldos de los banqueros son justos es preguntarse
cuánto valor crea la función de casamenteros
financieros, para lo que no hay una respuesta sencilla. Lo que
está claro es que, al permitir que una mayor
proporción de riqueza se canalice hacia la
inversión y otras actividades económicas
productivas, un sector de servicios financieros más
eficiente impulsa el crecimiento económico.

Monografias.com

Dicho de otro modo, se puede considerar el sector de
servicios financieros algo así como un impuesto al resto
de la economía y, en vista de los grandes costos de los
sistemas financieros anticuados, costosos e ineficientes -en
Londres, por ejemplo, los cheques en papel deben enviarse
físicamente de un banco a otro, lo que significa que la
transferencia de los fondos tarda entre cinco y seis
días-, cuanto menor sea el sistema financiero,
redundará en mayor provecho para todos.

La ineficiencia del sistema financiero
mundial no es simplemente consecuencia de normas y estructuras
obsoletas; también la búsqueda del beneficio es un
factor importante. Aunque las autoridades británicas
anunciaron recientemente que se aboliría el traslado de
cheques físicos, seguirá existiendo un retraso de
dos días para la compensación de cheques. Como
sería fácil hacer electrónica y casi
instantáneamente la lectura óptica de
imágenes de cheques, el persistente retraso sólo se
puede explicar mediante la "flotación", es decir,
el interés obtenido reteniendo el dinero durante el mayor
tiempo posible.

La flotación es simplemente una
de las numerosas formas como el sector de servicios financieros
extrae recursos de la economía. El cargo de entre tres y
cinco por ciento aplicado por las empresas de tarjetas de
crédito asciende a varios centenares de miles de millones
de dólares de beneficios anuales para empresas como Visa y
MasterCard. Los recargos por las transferencias
telegráficas y por los tipos de cambio de las divisas
pueden ascender fácilmente al 10 por ciento o más
por transacción, sin contar con que las interrupciones y
los procedimientos complejos pueden hacer aún más
costosos dichos servicios.

Pero hay razones para abrigar
esperanzas. Con las innovaciones introducidas por el bitcoin, se
pueden eliminar en gran medida los recargos, retrasos y otras
ineficiencias que sirven para llenar los bolsillos de quienes
prestan los servicios financieros.

Antes de los debates celebrados en el
Senado el pasado mes de noviembre, el ex Presidente de la Reserva
Federal Ben Bernanke escribió una carta a los senadores en
la que les decía que el bitcoin puede representar "una
promesa a largo plazo, en particular si esa innovación
fomenta un sistema de pagos más rápido, seguro y
eficiente". Justo en ese momento, el gigante de la venta al por
menor Target fue pirateado electrónicamente: un episodio
más de una larga lista de robos en gran escala de datos
financieros.

No cabe duda de que el bitcoin, con su capacidad para el
anonimato, podría contribuir a dar mayor seguridad al
sistema financiero mundial, con lo que libraría a los
consumidores y las empresas de grandes molestias y gastos. Al
mismo tiempo, ofrece una reserva de valor y su utilización
como medio de intercambio está aumentando
constantemente.

Pero tal vez la innovación
más apasionante que ofrece el bitcoin es una base de datos
de transacciones: un programa de intercambio de archivos que
mantiene un registro de todas las transacciones y de lo que posee
cada cual. Dicha base de datos desempeña esencialmente la
función de "libro mayor" que corresponde actualmente a los
bancos, pero a un costo muy inferior para los consumidores y las
empresas.

El bitcoin, propulsado por un
algoritmo libre y mantenido por quienes optan por descargar el
programa libre, representa un regreso a un planteamiento
comunitario del dinero y de la banca, con servicios financieros
más estrechamente conectados con sus usuarios. Los
gestores de terceros grandes y monolíticos como los bancos
actuales "demasiado grandes para quebrar" desaparecerían.
De hecho, con programas informáticos como la base de datos
del bitcoin que propulsaran una nueva estructura financiera, "el
pueblo" pasaría a ser en realidad el banco.

El bitcoin y su ecosistema están aún en
formación y sólo el tiempo dirá si los
niveles de precios actuales reflejan una burbuja especulativa,
pero las innovaciones introducidas por el bitcoin pueden -y, por
tanto, deben- desempeñar un papel transformador en la
construcción de un sistema financiero menos costoso y
más eficiente.

(Garrick Hileman, an economic historian at the London
School of Economics, is the founder of
MacroDigest.com)

– Bitcoin: una saludable amenaza para los Estados
(Vozpópuli – 13/2/14)

(Por Juan Ramón Rallo) Lectura
recomendada

Rusia acaba de prohibir Bitcoin, China lo hizo hace unos
meses y los gobiernos occidentales se lo están planteando
seriamente. Todos apelan a la necesidad de combatir el
contrabando, pero ninguno dice la verdad. A la postre,
extraña tanta unanimidad en este asunto cuando todos estos
países ni siquiera se ponen de acuerdo a la hora de
definir, y respetar, un mínimo de derechos
humanos.

Sucede que no son los derechos de sus
súbditos los que Bitcoin pone en jaque, sino su propia
autoridad. No en vano, uno de los monopolios esenciales para todo
gobierno con pretensiones absolutistas es el de la moneda:
controlando la moneda pueden controlar el gasto agregado y
controlando el gasto agregado pueden controlar la estructura de
producción, a saber, qué bienes y servicios se
producen o se dejan de producir.

Ha tenido que ser un ex empleado de la Reserva Federal,
Mark Williams, quien haya tenido que reconocer finalmente la
verdad (o parte de ella) en el Financial Times: "Los gobiernos
deberían ser cautos a la hora de permitir la existencia de
divisas virtuales mientras no sean capaces de garantizar que los
bancos centrales serán capaces de conservar su poder". El
contrabando, acarreando ciertos riesgos, es un problema muy
secundario para Williams. Por supuesto, el articulista tampoco se
sincera hasta el extremo de ligar su apasionada defensa del
monopolio de la banca central con la necesidad de que los Estados
mantengan sus autocráticos poderes: la suya es una
argumentación más pretendidamente
tecnocrática; una donde la legitimidad de las relaciones
de poder es irrelevante y donde solo entran en
consideración cuestiones eminentemente
técnicas.

Así, según este exempleado de la Fed,
Bitcoin es peligrosa porque "demuestra que podemos organizarnos
sin un dinero emitido por el Estado", cuando semejante
pretensión no pasa de ilusoria en la medida en que los
gobiernos -y en concreto sus brazos armados, los bancos
centrales- deben ocuparse de manejar la oferta monetaria y los
tipos de interés para garantizar cierta calma
macroeconómica en forma de estabilidad de precios, pleno
empleo y crecimiento. En este sentido, la política
monetaria óptima de una economía requiere de una
amplia plantilla de trabajadores dentro de cada banco central que
se dediquen específicamente a la complejísima labor
de modelizar, comprender y responder al fluctuante comportamiento
y las expectativas de los agentes económicos. En
opinión de Williams, todo este proceso de análisis
previo no es automatizable mediante el algoritmo contenido en
ninguna divisa virtual existente o que pueda llegar a existir. Es
verdad que, según él mismo reconoce, los bancos
centrales fueron incapaces de prevenir la crisis que
estalló en 2008, pero a su juicio ahora estaríamos
sumergidos en una devastadora depresión de no ser por su
decidida actuación desde entonces. En suma, que la
adopción de Bitcoin nos llevaría al
caos.

El análisis de Williams podrá parecer
convincente a fuer de desideologizado, pero lo cierto es que
incurre en una serie de errores básicos. El fundamental
-del que emanan los demás- es el de confundir dinero y
deuda: aunque a día de hoy se suele considerar que los
euros o los dólares son el "dinero base" de una
economía -y que ese dinero base es creado por el banco
central en régimen de monopolio-, lo cierto es que los
euros o los dólares son pasivos del banco central. Por
dinero en sentido estricto sólo deberíamos entender
aquel activo monetario que no es pasivo de nadie más: el
oro en su momento y acaso Bitcoin en el futuro. En este sentido,
pues, el banco central no ocupa el negocio de la
producción y gestión del dinero, sino de la
gestión de una parte de la deuda mediante la que coordina
una sociedad.

El matiz es importante porque justamente ataca el
núcleo de la crítica de Williams: que la
estabilidad macroeconómica requiere de una "gestión
científica" de la cantidad de dinero. No es así:
mientras la cantidad de dinero no sufra de bruscas fluctuaciones,
la estabilidad macroeconómica puede lograrse mediante una
correcta administración cuantitativa y cualitativa de la
oferta de crédito. De hecho, ni la mejor gestión
posible de los bancos centrales hubiese podido batir los
resultados que se obtuvieron con el patrón oro. Pero, y he
ahí el principal error intelectual de los bancos
centrales, esa administración del crédito ni puede
ni debe ser una administración centralizada, ya que
cualquier agente económico disfruta de la capacidad de
otorgar crédito a sus pares (siempre que diferimos el
momento del pago, estamos otorgando crédito). Al
contrario, la administración por necesidad será
descentralizada y, por tanto, lo que resulta necesario es que esa
administración descentralizada esté sometida a
sanos incentivos y contrapesos que eviten una gestión
abusiva del crédito.

El principal de esos sanos incentivos y
contrapesos es que los acreedores puedan controlar a los
deudores: si se instituye un sistema monetario donde se anula la
capacidad de fiscalización de los acreedores, por
necesidad los deudores tenderán a multiplicarse hasta
extremos marcadamente imprudentes e insostenibles. Y, justamente,
el mayor mecanismo con el que cuentan los acreedores para
controlar a los deudores es poderles denegar el crédito
(ya sea exigiendo el pago de las deudas vencidas o no extendiendo
nuevo crédito), para lo cual ha de existir alguna forma de
"dinero base" que no esté basada en la deuda. Como
decíamos, el oro o Bitcoin pueden aspirar a
desempeñar ese papel, pues son activos que no son,
simultáneamente, el pasivo de nadie más. Pero el
euro o el dólar no, porque son deuda del banco central que
éste puede crear sin otro límite que el repudio por
parte de sus tenedores (tampoco serviría, por cierto, una
moneda estatal que no fuera deuda, pero cuya cantidad la
decidiera discrecionalmente el Estado en cualquier momento): si
el banco central goza de la potestad de refinanciar
ilimitadamente a los deudores, es obvio que el poder de los
acreedores termina siendo aniquilado y que no hay ninguna manera,
salvo la torpe regulación estatal, de restringir el
crecimiento explosivo de la deuda.

Por eso las críticas de
Williams son falaces: porque el problema no es que la Fed no
fuera capaz de evitar la crisis de 2008, sino que fue su autora
o, al menos, una de sus principales cooperadoras necesarias
.
Sin la Fed (y otros bancos centrales), la acumulación de
deuda jamás habría alcanzado los niveles que
alcanzó y, por tanto, el riesgo de colapso deflacionista
-en cuya resolución Williams basa gran parte de su defensa
del monopolio de la banca central- ni siquiera hubiera existido.
Es verdad que incluso con libertad monetaria y bancaria puede
haber pánicos bancarios -incluso pánicos bancarios
importantes-, pero son pánicos perfectamente solventables
por la propia industria bancaria.

En suma, un triunfo de Bitcoin (o un restablecimiento
del patrón oro) no eliminaría la necesidad de una
correcta gestión del crédito (que es, en el fondo,
en lo que Williams está pensando): únicamente
permitiría descentralizarla mucho más y, sobre
todo, someterla a los contrapesos necesarios para que pueda
tratarse de una gestión verdaderamente racional.
Irónicamente, la defensa que hace el exempleado de la Fed
de su empleador es el motivo principal por el que habría
que cerrarlo: porque la Fed -en tanto deudora de primera
instancia- no está sometida al control disperso de sus
acreedores (en tanto no pueden forzar el pago de esos pasivos al
no ser convertibles en dinero), de modo que no sólo tiene
capacidad para seguir cebando extraordinariamente la oferta de
crédito (a costa de sus acreedores), sino que incluso
carece de bases contables para conocer cuándo está
concediendo demasiado crédito y cuándo demasiado
poco. Sin someter la deuda al dinero, la política del
banco central no es ciencia, sino nigromancia: una nigromancia
dirigida a apuntalar el poder del Estado.

Las fluctuaciones de su cotización y las
suspensiones de transacciones avivan el debate en torno al papel
que puede desempeñar la moneda electrónica
(¿podrán los "académicos" negar la
evidencia?)

"Un conocido inversor de Silicon Valley y un
prestigioso bloguero de las finanzas se han enzarzado en una
particular apuesta que recorre blogs y foros de los apasionados
del bitcoin, moneda electrónica que no ha hecho otra cosa
que generar debate desde su nacimiento en 2009. Ben Horowitz, que
invirtió en plataformas como Facebook y Twitter cuando
estas estaban naciendo, y Felix Salmon, conocido bloguero
financiero de Reuters, se han jugado un par de calcetines de
alpaca en torno al futuro de esta moneda cifrada y no regulada
que se genera en Internet y que permite realizar pagos
instantáneos en cualquier parte del mundo. Si dentro de
cinco años un 10% de los norteamericanos han comprado algo
con bitcoins, Horowitz habrá ganado. De lo contrario, lo
habrá hecho Salmon"…
Días complicados
para "bitcoin" (El País – 16/2/14)

Lo de los calcetines de alpaca obedece a que una firma
que los vende en Estados Unidos fue la primera en aceptar esta
criptomoneda (moneda codificada) como medio de pago en su
web.

La moneda electrónica atraviesa días
duros. Mt Gox, una de las mayores plataformas de
cotización de bitcoins, suspendía el 7 de febrero
(2014) transacciones debido a problemas técnicos; Apple
retiraba Blockchain, aplicación compatible con bitcoin; y,
a mediados de febrero, Rusia prohibía el uso de esta
moneda en su territorio, siguiendo así los pasos de China,
que hizo lo propio a finales del año 2013.

Bitcoin es una moneda que permite transacciones entre
usuarios vía P2P, intercambio de información entre
iguales, cauce utilizado en el intercambio de archivos de cine y
música.

La persona que los adquiere en Internet consigue una
clave alfanumérica -letras y números- de entre 27 y
34 caracteres que le permite hacer pagos a otras personas que
dispongan de una cartera electrónica.

En los últimos treinta días (enero/febrero
2014), su cotización se venía manteniendo
más o menos estable en torno a los 850 dólares. En
sus primeros compases llegó a costar 10 dólares.
Pero, a finales de la segunda semana de febrero, tras la
suspensión de Mt Gox, bajaba hasta la órbita de los
600.

"Ironías de la vida", señala Andrés
Alonso, economista especializado en finanzas del blog
sintetia.com, "bitcoin sufrió un corralito, y ya lleva
varios". Mt Gox congelaba las retiradas de fondos y los
movimientos de la moneda. "El problema es que se podían
renombrar las transferencias", explica Alonso, "un fallo
atribuible al algoritmo".

La accidentada singladura de esta moneda
electrónica ha vuelve a resucitar el debate sobre su
solidez y futuro.

Bitcoin es un fenómeno que despierta todo tipo de
reacciones. Sus defensores consideran que revolucionará el
comercio electrónico y el sistema económico
establecido.

La firma de capital riesgo Adreessen Horowitz ha
invertido cerca de 36,5 millones de euros (50 millones de
dólares) en empresas relacionadas con bitcoin. Marc
Adreessen, uno de sus socios, defendía en un
artículo publicado a finales de enero (2014) en The New
York Times que bitcoin será una
revolución.

Sus detractores, sin embargo, estiman que se trata de
una fiebre que está creando una gigantesca burbuja. Entre
estos últimos, el prestigioso economista y profesor de la
neoyorquina Universidad de Columbia Xavier
Sala-i-Martín.

Pedro Durá, profesor de Economía Monetaria
y Financiera de la Universidad Complutense de Madrid, considera
normales las fluctuaciones que viene experimentando la moneda:
son pocos los poseedores de bitcoins y escasas las operaciones
que realizan. "Es un mercado poco líquido", explica, "una
operación de algún poseedor de un gran volumen de
bitcoins hace que su cotización suba o baje mucho".
Durá explica que con el bitcoin ocurre como con otros
muchos activos que el mercado desconoce: la cotización
fluctúa (como ocurre con las nuevas acciones que irrumpen
en Bolsa) hasta que los operadores las van conociendo. "Tampoco
extraña que algunos Gobiernos, si lo ven como una amenaza
a su monopolio, lo limiten", asegura.

Esta es una de las claves. Bitcoin podría ser a
la banca lo que las descargas a la música y las
películas, dicen sus defensores: una amenaza. Permite
intercambiar dinero sin intermediarios. De ahí, los
obstáculos que encuentra en su camino, arguyen.

Durá es de los que piensan que se trata de un
fenómeno interesante al que hay que seguir la pista. "No
hay que tenerle miedo, el consumidor puede salir favorecido. Los
que temen a bitcoin son los que tienen el monopolio de
emisión de la moneda", explica. "Una moneda que haga
competencia a la que emiten los Gobiernos puede ser buena para
que estos la cuiden y limiten sus emisiones".

La oferta de bitcoins está limitada. Esa es una
de las ventajas, esgrimen sus defensores. Crece a un ritmo que
depende de la resolución de operaciones exponencialmente
complejas que se resuelven mediante ordenadores. Se generan,
aproximadamente, 25 bitcoins cada 10 minutos. La emisión
se va reduciendo con el paso del tiempo. En 2140 habrá 21
millones de bitcoin y ya no habrá más. En estos
momentos hay en torno a 12,5 millones en
circulación.

Andrés Alonso, de sintetia.com, considera, no
obstante, que el bitcoin es una apuesta arriesgada. Es más
un activo que una moneda, dice. "Todo el mundo quiere atesorarlo,
por eso no desempeña un papel como moneda", manifiesta.
"Es más bien como el oro, como el petróleo. Es el
oro 2.0". Alonso dice que el bitcoin es poco estable y demasiado
volátil, por lo que no constituye una alternativa al euro
o al dólar. "El punto fuerte del euro y el dólar es
que tienen un respaldo legal; con bitcoin, dependes de la
tecnología", resume.

Pablo Soto, abanderado del libre intercambio de archivos
P2P en España contra el que llevan años batallando
las compañías discográficas en los
tribunales, se muestra crítico. "Bitcoin es el
sueño de los neoliberales, de los anarcocapitalistas",
ilustra. "Es una alternativa que puede ser peor que lo que
tenemos en términos de concentración de
capital".

Los defensores de bitcoin atribuyen gran parte de los
problemas que atraviesa esta moneda a la resistencia de Gobiernos
y grandes bancos ante algo sobre lo que no tienen control. "Es
una amenaza al esquema tradicional, estamos dando el poder al
usuario", sostiene Alexandre Saiz, que trabaja en el desarrollo
de aplicaciones de comercio electrónico y que acepta
bitcoins en Telepienso.com.

Francisco González, presidente de BBVA,
decía, en alusión al bitcoin, el pasado 31 de enero
(2014): "Es un juego muy peligroso, muchos banqueros centrales
han advertido de que es algo de altísimo
riesgo".

El desarrollador Pablo Soto, por su parte, confiesa
tener sentimientos encontrados: hay una parte, la de otorgar el
poder a la gente, que le atrae. Pero, en línea con otros
críticos, señala que bitcoin puede contener ciertos
elementos de estafa piramidal.

Victoriano Urbina, economista, ingeniero y consultor,
considera que se trata de una moneda más pura que muchas
de las que manejamos dado que su emisión está
limitada. "La moneda en papel sí que es una estafa
piramidal, porque la autoridad monetaria puede fabricar tanta
como quiere". Y añade: "El cambio es imparable. El
concepto es disruptivo: Internet aplicado al dinero".

En eso parece haber un cierto quórum: la
tecnología desarrollada con bitcoin deparará
cambios. "Se trata de una tecnología valiosa de cara al
futuro", asegura el economista Andrés Alonso. David
Barroso, experto en seguridad informática, alude a la
existencia de otras monedas como Litecoin y declara: "Igual
bitcoin desaparece porque lo destruyen o lo prohíben. Pero
puede emerger cualquier otra moneda".

El algoritmo maldito (dudoso futuro de las
criptomonedas): ¿el Big-cuent del Bitcoin?

– A bitcoin le llegó la hora de la verdad (The
Wall Street Journal – 18/2/14)

La moneda virtual atraviesa su peor
crisis, lo que genera dudas sobre su viabilidad

(Por Francesco Guerrera) Lectura recomendada

Después de semanas marcadas por fallas
tecnológicas, problemas regulatorios y preguntas generales
sobre su viabilidad, la moneda virtual bitcoin está en
medio de la peor crisis desde que fue propuesta en un ensayo en
2008.

El tumulto representa un punto de
inflexión. La forma en que la moneda virtual y su
ecosistema reaccionen a los problemas podría determinar si
todo el experimento se convierte en una fiebre pasajera o si se
transforma en una innovación tecnológica
histórica como el correo electrónico.

Monografias.com

En resumen: bitcoin es una moneda
virtual. No está respaldada por gobiernos o bancos
centrales y existe sólo en Internet. De hecho, es tan
misteriosa que nadie sabe quién la
desarrolló.

Tampoco se acuña. Los usuarios
acumulan bitcoins al usar algoritmos de computadora para resolver
problemas matemáticos complejos. Intercambian las monedas
entre ellos o las gastan en artículos como boletos para
partidos de básquetbol o compras en Internet.

Durante los últimos tres años, el bitcoin
pasó del terreno de los expertos en tecnología al
público en general.

Su precio se disparó a las nubes
desde los pocos centavos que valía en 2011 hasta un
máximo de más de US$ 1.100 la unidad en diciembre
de 2013. Más y más comercios comenzaron a
aceptarla. Y sus amigos y enemigos más entusiasmados
incluso predijeron que algún día podría
reemplazar al dólar y otras monedas
tradicionales.

La fortaleza de bitcoin se fundamenta
en tres supuestas cualidades: es anónimo, o al menos
pseudo anónimo (las transacciones son registradas pero la
identidad de las partes está cifrada); es difícil
de vulnerar informáticamente, y elimina a intermediarios
financieros como los bancos.

Meyer Malka, cuyo fondo de inversión de capital
de riesgo Ribbit Capital invierte en firmas relacionadas con
bitcoin, afirma que las monedas virtuales son "lo más
disruptivo que he visto en los servicios financieros en mi
vida".

Últimamente, sin embargo, los
tres baluartes del bitcoin quedaron en el ojo de la
tormenta.

Su anonimato llamó la
atención de reguladores y agencias del orden
público debido a presuntos lavados de dinero.

Su inmunidad a los ataques
cibernéticos fue cuestionada la semana pasada cuando las
tres principales bolsas de bitcoin tuvieron problemas.

Igualmente, el lugar de la moneda en la
periferia del sistema financiero resultó una
limitación porque la mayoría de los bancos se
niegan a facilitar transacciones de bitcoin. Por si esto fuera
poco, el precio de bitcoin ahora es casi la mitad de lo que
valía en su punto máximo.

Ajay Banga, presidente ejecutivo de MasterCard Inc.,
habló por muchos escépticos la semana pasada cuando
dijo en una entrevista: "Al mundo no le faltan monedas,
así que, ¿qué resuelve esta
divisa?".

Esa es una pregunta crucial. Para tener éxito,
bitcoin debe ser más útil que los sistemas de pago
actuales.

Dos aplicaciones posibles podrían incorporar las
monedas virtuales en la infraestructura financiera de una forma
que sea complementaria con las formas de pago
existentes.

La primera es como conductos para pequeñas
transacciones internacionales como las remesas de personas que
trabajan fuera de su país. El bitcoin podría
reducir tanto el costo como el tiempo que requieren esos
pagos.

Para Antonio Polemitis, esto significa que los
consumidores se deberían regocijar, y las firmas de
transferencias de dinero como Western Union Co. y MoneyGram
International Inc. se deberían preocupar.

"El bitcoin es como el correo electrónico y el
resto es como la oficina de correo", afirma Polemitis, quien
dirige Ledra capital LLC, una oficina familiar que busca invertir
en bitcoin.

El segundo uso potencial tiene más que ver con el
futuro.

Defensores como Malka consideran que bitcoin es
más que sólo una moneda usada para almacenar
valor.

Para ellos, es una plataforma financiera abierta que
podría guardar grandes cantidades de tipos de datos en un
libro contable seguro y universal. Desde pagos de peajes hasta
certificados de propiedad de autos y casa, el bitcoin
podría usarse como un lugar para almacenar
información financiera y personal de forma independiente,
segura y confiable.

"No es un experimento
tecnológico, es una sociedad experimental", afirma
Malka.

Suena un poco descabellado. Incluso los evangelistas
de bitcoin
reconocen que esto sólo podría
suceder si se materializan tres condiciones.

Primero, la infraestructura actual -mayormente
anónima, anclada por bolsas extranjeras sin
regulación y vulnerable a la manipulación de
delincuentes- debe ser reformada a través de la
creación de bolsas estadounidenses supervisadas por
autoridades financieras.

En segundo lugar, el dinero institucional como los
fondos de pensiones deberá invertir en bitcoin para
limitar su extrema volatilidad de precios.

Y en tercer lugar, asimismo, los bancos deberán
considerar al bitcoin como un medio de pago legítimo y
permitir que los clientes lo intercambien por dólares y
centavos.

Nada de eso puede darse por sentado, y ninguno de esos
requisitos implicaría que bitcoin se convierta en un
sustituto del dólar. No obstante, detrás de todo el
revuelo y el temor, hay una posibilidad real de que el bitcoin
juegue un rol importante en la industria financiera del
futuro.

Los ciber-vivos quieren seguir expolindo a los
ciber-bobos (hasta el nombre los delata)

"La empresa Robocoin dijo este martes que a finales
de este mes instalaría las primeras máquinas en
Estados Unidos que permitirán comprar y vender Bitcoins,
la famosa moneda digital"…
Instalarán primeras
máquinas de Bitcoin en Estados Unidos (BBCMundo –
18/2/14)

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
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