Cundo leí el best seller El Vendedor Más
Grande del Mundo, del fabuloso Og Mandino, , nunca jamás
imaginé, nunca jamás supuse que en su momento, en
algún momento de mi vida me convertiría en
escritor, o por lo menos pretendería convertirme en
escritor, el escritor del libro EL COMPRADOR MAS
GRANDE.
Es que mi trabajo como médico asistencial de un
centro de salud de un distrito relativamente pequeño de la
provincia de Chiclayo, región Lambayeque, Perú,
siempre lo desarrollé como lo desarrolla cualquier
médico asistencial: Crear la mejor relación
médico-paciente, dentro de lo posible, mediante la
anamnesis(interrogatorio), examen físico, exámenes
auxiliares, etc. Establecer el mejor diagnóstico al
alcance de uno (de acuerdo a nuestros conocimientos y
experiencia), y luego recetar, indicar, lo necesario al mismo
tiempo que educar, orientar al paciente para en lo posible evite
volver a tener el mismo mal siguiendo el cumplimiento de las
mejores reglas preventivas, etc.
Como este libro no pretende ser un compendio sobre
medicina, es razón por la cual no me extiendo en detalles
del desempeño del médico. Pero como este libro
sí pretende ser una obra de consulta (a través de
su lectura, si es repetida, mejor) para las enfermedades del
alma, traducidas en tristezas profundas, desánimos
intensos, etc, es razón por la cual sí me
extenderé en otro tipo de detalles: El cómo
infundir ánimo, optimismo, sea cual fuere la naturaleza
del mal que aquejara a tal y/o cual paciente, a tal y/o cual
persona, porque nadie (ninguna persona, no necesariamente
teniendo que ser "paciente"), hasta donde conozco, está
libre de aquellos golpecitos de la vida, golpecitos que generaron
el magistral poema de nuestro vate universal césar Abraham
Vallejo mendoza, "hay golpes en la vida, tan fuertes yo no
sé". Entonces este verso nos habla de golpes, pero,
¿nos habla de golpes físicos?, evidentemente que
no. Tal verso nos habla de golpes no físicos,
talvés golpes a nuestra autoestima, golpes a nuestro amor
propio, golpes a nuestra dignidad, etc. Golpes que, no siendo
físicos, sí duelen, pero ¿Dónde
podemos conseguir, comprar, un analgésico que palie tales
dolores, de naturaleza no física?
Cuando alguien me habla, me conversa, de lo extendido
del problema de la drogadicción, alcoholismo, etc, yo
contesto, yo comento: "Dime tù. ¿No es cierto
que la droga es un potente analgésico?¿No es cierto
que el que bebe hasta màs no poder, se sumerge en un
estado de conciencia, cercano al coma, estado en el que no siente
los golpes, no le despiertan los gritos, etc, etc? Entonces,
¿no es cierto que lo que busca el alcohólico y/o
drogadicto es analgesia a sus dolores no físicos, dolores
inherentes a sus angustias, ansiedades, frustraciones, penas,
sinsabores, desgracias, pobrezas, desilusiones,
etc?"
Por lo tanto, urgiría encontrar un
analgésico para el alma adolorida, un analgésico
para el espíritu sufriente. Mejor dicho, urgiría
comprar tal analgésico. Y al hablar de comprar, tengo que
referirme al título de esta obra: "El Comprador
Más Grande". De los grandes podemos (y
debemos)aprender, incluso a comprar, para después no estar
descontentos con lo que hemos comprado, y/o constatamos que lo
que llegamos a comprar en verdad en verdad no nos sirve para lo
que estábamos necesitando.
Entonces aquí va la respuesta a la pregunta que
talvés, amigo lector, te has formulado. Porque si yo leo
el título "El Comprador más Grande",
mínimo lo que me viene a la mente es, ¿"y quien
será tal Comprador Más Grande?".
Y la respuesta es: El Hombre que curaba con solo hablar,
Jesús.
Es por eso que quizás el título de este
libro debería ser "El Comprador Más Grande del
Universo", porque esto es lo que en verdad, en verdad, ES EL
SEÑOR JESUS, El Comprador Más Grande, no del mundo
sino del Universo. Pero por alguna razón aún no muy
clara me he quedado con aquel título, "El Comprador
Más Grande". Parece que manifiesto un temor a la
rimbombancia del otro título. Bueno sea como sea, lo
dejamos ahí. El Tìtulo del Libro es "El Comprador
Más Grande del Mundo".
Lo que busco es transmitir, compartir ciertas ideas,
ciertos conocimientos, ciertas convicciones, y como dicen quienes
tienen éxito en la televisión, "nuestro
éxito depende del televidente ya que si el televidente
quiere, o apaga la televisión o cambia de canal y deja de
vernos entonces disminuye nuestro rating, por lo tanto nuestros
auspiciadores nos dejan de auspiciar, entonces nosotros ya
fuimos". Así también yo digo: Tendré
éxito o no como autor de este libro, si tú, no
"apagas" el libro (no lo cierras, no lo botas) y/o no lo cambias
por la lectura de algo más ameno, etc.
Es decir; o logro que estas páginas sean todo lo
imantadas para que los mantenga, amigos, amigas, adheridos,
adheridas, a su lectura, o este libro "ya fue". Habrá sido
de mi parte solo un intento vano de llegar a las mentes de uds en
procura de intentar hablarles algo del Comprador Más
Grande.
Pero al mismo tiempo que me propongo hablarles algo del
Fabuloso Comprador, al mismo tiempo me digo, "pero como puedo
hablarles a mis amigas, amigos, algo del Gran Comprador si ya
todo ha sido dicho de El, si ya todo el mundo lo sabe todo o casi
todo de El".
Pero como la terquedad habita en mí en cierto
grado, aquí estoy, terco, pretendiendo hablar algo sobre
el Magnífico Comprador.
Es que El Fabuloso, El Gran, El Magnífico
Comprador, compró mi alma señores. Y compró
la vuestra también.
Quien haya leído la magnífica obra
literaria "los miserables" del también magnífico
Víctor hugo, tiene que recordar que Jean Valjean
robó piezas de plata del sacerdote que le dio hospedaje. Y
el lector, tiene que recordar también que un
policía lo detuvo por su apariencia de vago y al
inquirirle sobre el origen de las piezas de plata Jean Valjean le
refirió que el sacerdote se las había obsequiado, y
cuando el policía le expone esto al sacerdote
preguntándole si ello era cierto, este le responde que
"sí", que sí le había regalado esas piezas
de plata al vagabundo. De esta forma (el policía,
¡cómo iba a dudar de la veracidad del testimonio del
sacerdote!), Jean Valjean, fue dejado libre, gracias a la bondad
de tal sacerdote que prefirió mentirle al policía
(y con ello salvarle de una cárcel segura), antes que
decirle la verdad (y con ello condenarlo a Jean Valjean a la
cárcel). Qué dilema para el bondadoso
sacerdote.
Y cuando pasado el tiempo, Jean Valjean, convertido en
hombre de bien llegó a ser alcalde de una ciudad que lo
cobijó (no recuerdo o no está dicho por qué
es que él no volvió a su ciudad natal),
llevó a dicha ciudad a la prosperidad. En cierto momento,
haciendo alusión a ese cambio que se había operado
en él y mencionando que todo el odio que había
sentido en su corazón (porque estuvo preso largos
años solamente por haber robado un pan para saciar el
hambre de su niño), él dijo refiriéndose a
aquel sacerdote, "es que hubo alguien que compró mi alma,
y ahì salió de mi ser todo odio, todo sentimiento
negativo".
Tal sacerdote con su bondad, al decirle al
policía que sí era cierto que él le
había obsequiado tales piezas de plata, libró a tal
andrajoso de nuevamente ser encarcelado. La gratitud que el
sacerdote generò, fue verdadera semilla, que luego se
transformò en "la planta" en que se transformò: El
nuevo Jean Valjean.
Ese hecho, la ayuda que recibió del sacerdote, le
produjo a Jean Vanjean tal impacto que lo dejó
estupefacto, anonadado, y cuando se fue el policía,
cayó de rodillas ante el bondadoso sacerdote y le
agradeció su ayuda.
Cuantas faltas, cuantos errores, habremos cometido
amigas, amigos. San pablo dijo, "tendría que tener paladar
de acero para enumerar todas mis faltas". Que hombría, que
virilidad la de San Pablo para ser tan valiente de reconocerse
como gran pecador. Si él, San Pablo, se reconoció
como hacedor de tan grandes faltas, ¿Cuánto
más nosotros?
Por eso necesitábamos a alguien que nos compre,
así con nuestras faltas, así con nuestros pecados,
asì con nuestras suciedades. Tal comprador es el Eje de
este libro: Nuestro muy Amado Señor Jesucristo.
Yo no soportaría tanto látigo, tanto
escupitajo, tanta burla. El sí. Por amor a nosotros
pagó el precio que pagó. Que amor. Cuanto amor. Que
amor más grande.
Por eso hablo de El, por eso escribo sobre El. No porque
haga falta que yo o alguien hable o escriba sobre El, sino que es
algo que está en uno, como un hambre, como una necesidad,
y cuando uno tiene hambre, cuando uno tiene una necesidad uno
encuentra la forma, de satisfacerlos. Yo tengo hambre y necesidad
de hablar de El. Mi satisfacción la logro hablando de El,
escribiendo sobre El. He aquí el por qué esta obra
está en tus manos.
¿Llegará a otras manos?, ¿otras
manos querrán tener esta obra? El tiempo dirá su
palabra.
Yo me limito a decir entonces, "Oh Comprador, compraste
mi alma cuando me hiciste sentir Tu Amor, Tu Bondad, Tu Nobleza,
cuando me libraste de aquella muerte inminente, de aquella
caída ya casi materializada, por eso reconozco, acepto,
que mi alma ya no es mi alma, mi alma es Tuya, Te Pertenece ti, y
como Tú, TODO lo que tocas lo Transformas en oro,
Tú sabrás que hacer con mi alma, para que sea un
alma que no odie, sino que AME. Amén".
¿Te parece amigo, amiga, que tal oración,
ò una oración que tù mismo(a) generes,
adaptada a tus sentimientos, emociones y/o necesidades, te puede
ayudar a comunicarte con El?, yo creo que sí. Para
mí, es indiscutible que sí.
Por eso me place hablar del Comprador, porque
compró a toda la humanidad, con "solo" dar Su Sangre, Su
Vida, en La Cruz del Calvario.
Jesùs, con solo darle al Creador(a través
de demostrarle su fe)5 panes y 2 peces, ¿qué
compró?: Compró suficiente alimento para saciar a
"unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y
niños"(asì dice La Biblia). Qué tal
capacidad de compra, QUE TAL. Por eso lo Admiro, por eso es mi
Guía, mi Líder.
Y me viene a la memoria otro gran comprador de la
Historia Bíblica, el gran Jacob, que con un plato de
lentejas le compró a su hermano esaú, su derecho a
recibir la Bendición de Primogenitura, tal y como
sucedió después, al punto que con el tiempo, su
nombre fue cambiado a Israel, (luego de ser bendecido por el
ángel), le dio tal nombre a toda una
nación.
George Washington, con su apellido dio nombre a uno de
los más importantes estados del poderoso Estados
Unidos.
Por eso hay quienes, como George Washington que en algo
se han acercado al éxito de Jacob, pero emularlo, que yo
sepa no lo hay.
Amèrico Vespucio, le dio su nombre al continente
americano. Colòn le dio su nombre a colombia.
Entonces, si hasta aquí me has seguido en la
lectura, amigo, amiga, ¿es porque he logrado atraer tu
atención porque estás descubriendo que en tí
existía latente el sentimiento, la emoción (y no te
habías percatado antes talvés) de que tú
también quisieras ser un gran comprador, quizás no
"otro" comprador más grande del mundo, pero sí hoy
mejor comprador que ayer, mañana mejor comprador que hoy,
pasado mañana mejor comprador que mañana, y
así hasta donde te sea posible llegar?
¡Eso!, amigo, ¡eso! amiga, ya sabía
que en ti albergaba, existía, ese germen de "quiero ser un
gran comprador", "quiero ser una gran compradora".
Pero, ¿Cómo alguien puede ser un gran
comprador, una gran compradora, si solo mira los defectos, las
fallas, etc y entonces se dice "esto no sirve", "esto tampoco
sirve", "esto igualmente no vale", etc, y así va buscando
por el mundo "lo perfecto" entonces al no encontrarlo, a las
finales no compra nada?
Yo prefiero comprar tu amistad, con mi amistad; prefiero
comprar tu afecto, con mi afecto. Que Dios me ayude en
esto.
Entonces, ¿qué nos depara el destino?
Demos tiempo al tiempo y mientras tanto sigamos aprendiendo de
los que ya lo hicieron, de los que ya llegaron.
Moisés fue otro gran comprador. Con su sacrificio
de renunciar a su posición de segundo, después del
Faraón (y con ello renunciar a la posibilidad de ser el
siguiente faraón). Con tal sacrificio comprò su
ingreso a la Historia, como el libertador del pueblo hebreo, el
hacedor de las maravillas que están narradas en La
Escritura, incluído por supuesto el Majestuoso paso del
Mar Rojo.
Claro que sì, el paso del Mar Rojo, la apertura
de las aguas del Mar Rojo, la separación de las aguas del
Mar Rojo, "no" las hizo Moisès, las hizo Dios. Pero, Dios,
¿habrìa podido abrir, separar las aguas del Mar
Rojo, si es que Moisès no hubiera estado presente en la
escena, sirviendo de instrumento, medio, vehículo,
transmisor, sustrato, para que el Maravilloso Poder de Dios se
manifieste? Ojo con esto amigos, amigas: Dios, NECESITA a sus
instrumentos, medios, vehículos, transmisores, sustratos.
¿Queremos y/o podemos ser sus instrumentos, medios,
vehículos, transmisores, sustratos? Cada uno tiene su
respuesta, cada uno tiene su destino.
¿Puede un artefacto eléctrico funcionar si
es que no se conecta el enchufe en el tomacorriente, para que
pueda CIRCULAR la electricidad?
Por lo pronto lo que nos está instruyendo la vida
del gran comprador Moisés, es que no pocas veces el que
quiere ser un gran comprador debe estar dispuesto a sacrificar
posiciones, sacrificar riquezas, privilegios, etc.
¿Estamos todos dispuestos a dar ese pago por, para,
convertirnos en grandes compradores? Cada quien tiene su
respuesta, por supuesto.
Quien desea hacerse profesional, por ejemplo, tiene que,
ingresar a la universidad, seguir los estudios propios de su
carrera. Todo esto le significa competir con otros(as) que
también aspiran a ingresar a la universidad. Le significa
aprobar las materias inherentes a sus estudios. Sin el aporte de
su tiempo, dedicación, perseverancia, etc, no puede
"comprar" su egreso, su graduación, su titulación,
etc.
En otras palabras, desde que nacemos, hasta que llegue
el último dìa de nuestras vidas, estamos
moviéndonos en un mundo en el que hay que saber vender y
saber comprar. Que Dios nos ayude a procurar ser buenos
vendedores, y también buenos compradores.
Tenemos el Gran Guìa, El Gran Comprador, nuestro
muy Amado Señor Jesucristo.
Cuando le compartì el borrador de este libro a mi
hermano mayor(soy el 2º de 8 hermanos), me contestò
"bacàn tu libro". Considerè tal expresión
como estìmulo para seguir adelante, y aquí
està este compartir de ideas con uds, amigas, amigos. Y
aquí está mi gratitud a mi hermano que con su
"bacán tu libro", me ayudó a llegar hasta uds,
amigas, amigos.
Poco después de tal estímulo de mi hermano
mayor, me llegó el estímulo de mi hermano que me
sucede, menor mío por 3 años, quien me
escribió "y respecto a tu libro, sería bueno que
nos los hagas llegar", indicando con esto que por algún
motivo no le había llegado el archivo que le envié
a su correo, lo que inmediatamente corregí. Desde
aquí, gracias, hermano.
Del penúltimo de mis hermanos recibí la
sugerencia "no uses disminutivos y no repitas mucho las palabras
o las frases". Cogí, hermano, tu sugerencia, como una
"orden".
Luego de este agradecimiento a mis hermanos,
sigamos.
Si este libro, habla de comprar algo, ¿tenemos el
concepto claro de lo que es comprar? Lógico que cada quien
tiene su propio concepto de todo. Bien o mal, cada uno de
nosotros tenemos nuestras propias definiciones.
¿Cómo defines tù el comprar? Para mí,
el comprar, no es sino el obtener lo que necesitamos, dando a
cambio, entregando a cambio, lo que el que vende necesita
recibir. ¿Puedes tù coger una moneda de un sol y
"beberla"? Lógico que no. Pero sí puedes ir a la
tienda, entregar la moneda de sol y pedir a cambio la gaseosa que
vale un sol, y con esta gaseosa saciar tu sed. Entonces,
detrás del proceso de compra, está implícita
la magia de transformar lo que "no puedes usar", (la moneda) en
lo que sí puedes usar(la gaseosa).
¿Cuántas cosas necesitamos todos? He
aquí la palabra clave, la necesidad: Según sean
nuestras necesidades, así tendrán que ser nuestras
compras. Cuando esaú llegó del campo, cansado,
hambriento, ¿qué era lo que más necesitaba?,
comida, comida, comida, claro está. ¿Quién
tenía la comida, lista para ser consumida?, Jacob, pues.
Es ahí cuando se establece el diálogo: dame tu
plato de lentejas – te lo vendo – ¿cuánto
pides? – renuncia a tu primogenitura para yo pasar a ser el
primogénito – hecho – renuncio a mi
primogenitura – toma mi plato de lentejas, no eres más el
primogénito, yo he pasado a serlo.
Negociazo, negociazo, negociazo. Por eso los
judíos son los más grandes negociantes del mundo.
Venden hasta el aire. Cogen un tarro cualquiera, hacen un
movimiento, tapan el tarro y le dicen al turista "lleve aire de
la tierra santa". Jacob, gran negociante: Con un plato de
lentejas, compró su derecho a recibir la Bendición
de Primogenitura. Claro que cuando Isaac, (que no estaba enterado
que esaú le había vendido su primogenitura a
Jacob), le habló a esaú de que sentía que ya
estaba cerca el momento de dejar esta tierra y que por lo tanto
era momento para bendecirlo con la bendición de
primogenitura, esaú no le dijo a su padre "padre, no
puedes darme la bendición a mí. Yo le vendí
mi primogenitura a mi hermano Jacob, por lo tanto es a él
a quien tienes que bendecir". No le dijo así. Al
contrario, salió disparado a conseguir el cabrito que
Jacob le había pedido como ofrenda. Pero, como Dios
está atento a todo, más aún cuando se trata
de asuntos serios, movió las cosas a favor de Jacob.
Raquel, que había escuchado lo que isaac le dijo a
esaú, fue a Jacob y le dijo "tu padre le va a dar la
bendición a esaú, siendo que a esaú no le
corresponde recibirla. Yo voy a coger un cabrito de nuestro
corral y lo voy a preparar al gusto de Isaac. Pero cuando te
presentes ante él(Isaac era ciego), por tu voz puede
entrar en duda de que quien está frente a él no es
esaú, por lo tanto te puede tocar los brazos y sentir que
eres lampiño(esaú era velludo), entonces, vas a
cubrir tus brazos con la piel del cabrito, para que imites los
vellos de esaú. Para que huelas a tu hermano ponte sus
ropas". Así lo hizo, y sucedió que Isaac lo
bendijo.
Al rato llega esaú y al decirle su padre "pero si
ya te bendije", esaú entra en ira y le dice "Jacob me ha
suplantado". Debió hablarle del asunto de la venta de su
primogenitura, pero no lo hizo.
Esaú insistió "mi hermano me ha
suplantado, maldícelo", Isaac contestó "en la
bendición que le he hablado le he dicho "el que te bendiga
será bendito y el que te maldiga será maldito" ", y
agregó "ni yo puedo maldecirlo, porque si lo maldigo yo
seré maldito, yo me estaría maldiciendo a mí
mismo". Es ahí cuando esaú jura darle muerte a su
hermano, y es ahí cuando nuevamente entra a participar la
ayuda de Dios a través de su madre, quien al escuchar lo
que esaú había jurado, inmediatamente, le dio la
advertencia a jacob, el que sin pensarlo 2 veces,
emprendió la huída.
Entonces aquí vemos como la compra que hizo el
buen comprador Jacob, fue defendida por Dios. Y esto es lo que
debemos procurar siempre: Que nuestras compras tengan el respaldo
de Dios. Logrado esto, lo demás, el resto, es "papayita":
Contando con la ayuda de Dios, todo va por buen camino. Por eso
siempre, incluyamos en nuestros buenos hábitos el decir
"Que todo sea Conforme la Perfecta Voluntad de Dios".
Y AQUÍ sí qué, entra la gran
disquisición tuya, amiga lectora, amigo lector.
"¿Qué todo sea Conforme la "Perfecta" Voluntad de
Dios?", "¿Acaso la Voluntad de Dios,así a secas, no
es perfecta?"; "¿Lo correcto no es simplemente,
llanamente, decir: "que todo sea conforme la Voluntad de Dios",
sin tener por qué anteponer el término
"Perfecta"?"
Entonces, para no perderte como lector, te invito a que
este punto lo pases por alto, si es que te estoy generando algo
de inquietud. Pero si quieres abrirte a la posibilidad de que hay
algo interesante que te quiero mostrar, entonces te invito a la
lectura de los 3 párrafos siguientes:
Lee el libro de job y ahí te encontrarás
con la conversación que Dios tuvo con el enemigo, antes
del suplicio que job experimentó. "¡qué!,
¿Dios conversa con el enemigo?, no lo creo, no lo puedo
creer, ¿de donde saca este señor tamaña
cosa?", pueda que te estés diciendo, amiga, amigo.
Entonces, vayamos con calma a la ESCRITURA. ¿Sí?,
¿Ya leíste el 1er capítulo del libro de job
y acabas de constatar que verdaderamente Dios conversó con
el enemigo, previo al suplicio de job? Entonces, ¿ya
comprobaste de donde el señor autor de este libro ha
sacado "tamaña cosa"? Y ojo que por poco casi dijiste
"¿de donde saca este señor tamaña mentira,
tamaña falsedad?". Y dime tú, ¿no es cierto
que la ESCRITURA desde siempre ha tenido ahí en Sus
Páginas tal relato, y no te habías percatado de
dicha conversación? BIEN, sigue leyendo, ¿no es
cierto que cuando Dios le habla bien de su hijo job, el enemigo
le dice "¿me permites que me meta con él?", a lo
que Dios le contestó "ya, métete con él,
solamente no te metas con su vida(no lo mates)".
Entonces el enemigo no lo pensó 2 veces y
salió disparado a hacerle daño a job. Así es
amiga, amigo: Dios tiene una permisiva voluntad a través
de la cual le puede dar permiso (si es que así lo decide)
al enemigo. Obtenido el permiso, el enemigo puede meterse con
quien eligió meterse.
Diferente fue con el Señor Jesucristo.
Jesús llegó a orar "Padre, si te es posible
evítame pasar por lo que voy a pasar, pero si no te es
posible evitarme pasar, que todo sea Conforme tu Voluntad".
Jesús hizo referencia tácita a la Perfecta
Voluntad, aquella que desde la expulsión del edén
de nuestros primeros padres, ya hizo alusión al
Señor Jesucristo cuando les hizo vestir con pieles de
cordero. Màs tarde, 4 mil años después
tendría que venir el Cordero de Dios, que al ser
sacrificado, nos limpiaría de nuestras faltas, de nuestros
pecados. La piel del cordero, solo cubría el pecado. El
Cordero, Jesús, limpió el pecado. La diferencia es
total.
Entonces, si lo aceptas, bien, si no lo aceptas, bien.
Lo verdaderamente importante es usar los conceptos espirituales
para curarnos, para ayudarnos a salir de nuestras dificultades.
Si tal o cual concepto, en lugar de ayudarnos, nos confunde, nos
hace entrar en dilemas, ansiedades, mejor hagámoslo a un
lado, pues. Dicho más explícitamente, sigue leyendo
lo que sigue, sin prestar atención a los 3 párrafos
anteriores. Triste sería para mí que cierres el
libro, pero tienes todo el derecho de hacer lo que creas que
debas hacer.
Bien, asumiendo que sigues en la lectura de este mi
libro, ¿no te ha sucedido muchas veces(o por lo menos una
única vez)que te has sentido encerrado, aprisionado, en
una situación de difícil o imposible
solución, como se sintió Moisés con su
pueblo cuando tuvo al frente de ellos al mar rojo y detrás
al ejército del faraón?
¿Con que compró Moisés el paso del
mar rojo?, ¿No fue con fé? Entonces está
clarísimo pues: Con fé compra el paso tuyo a
través de esas dificultades insalvables, Con fé
compra el paso tuyo a través de esos problemas
gigantescos. ¿No tienes fé? Crees que no la tienes,
amiga, amigo. Si no tuvieras fé, no estarías como
estás ahorita: Con vida, con salud, con seres queridos que
te aman, etc. Lo que pasa es que no estamos habituados a contar
nuestros bienes. No tenemos el dichoso hábito de valorar
lo que nos rodea: el aire que respiramos, el agua que bebemos, el
amor que recibimos, etc.
Y dime algo, ¿sabes algo de la victoria de David
sobre goliath? Ese es otro temaza, ¿cierto? Entonces,
¿te parece que lo degustemos, lo paladeemos, lo
saboreemos?, bien, vamos a disfrutar esa hermosura encerrada en
la victoria del jovencito David, casi desarmado (armado solo con
una honda), versus el combatiente, gigante, cubierto por una
armadura metálica que le protegía casi totalmente,
goliath, quien era el luchador estrella de los filisteos, pueblo
que le hacía guerra a Israel. Llegado el momento se dio la
figura de que si algún israelita lograba vencer a goliath,
los filisteos aceptarían dejarlo en paz al pueblo hebreo.
Saúl, el rey israelita de tal momento, ofreció a su
hija en matrimonio al que venciera a tal guerrero. Ninguno de sus
mejores soldados aceptó el reto. David no era soldado, era
un sencillo pastor de ovejas, pero de hecho habitaba en él
un espíritu especial, que lo indujo a decir que él
aceptaba el reto. Así fue. Llegó el momento de la
confrontación. El grandazo, aguerrido, experimentado,
goliath y el minúsculo, casi adolescente, nada
experimentado en batallas, simple pastor de ovejas, David.
Goliath vestido con una armadura que lo protegía incluso
en la cabeza. David, portando solamente una honda y 5 piedras. La
armadura de goliath tenía una casi insignificante abertura
en el entrecejo, para facilitarle en algo la visión: Por
ahí ingresó la piedra lanzada por David, tan
contundente, que goliath cayó para nunca más volver
a levantarse. ¿Fue la puntería de David?
¿Fue la Mano de Dios que tomo la honda, y fue Dios El que
insertó la piedra por tal abertura? Yo quiero pensar que
fue la puntería de David Y la Mano de Dios actuando a
favor de Su pueblo.
Por eso es que yo cuando converso con mis amistades,
familiares, pacientes, etc, les digo, "hagámonos amigos de
Dios, y conformaremos con Dios, un Dúo, un Equipo,
fenomenal. EL siempre va a encontrar la forma de que en todo (o
en casi todo), nos vaya bien"
Por otro lado, si queremos escudriñar la realidad
de la vida, nos encontramos con que hay hechos, circunstancias, a
quienes, si no le incorporamos el artificio del concepto de que
existe Perfecta y permisiva Voluntad de Dios, a tales hechos, a
tales circunstancias no le encontramos ni pies ni cabeza, y/o las
vemos tan disparatadas, incongruentes con el concepto que todos
tenemos de Dios: Bondadoso, Piadoso, Misericordioso,
Sabio.
Un ejemplo: El 17 de julio de este
año(lógicamente que no se, amigo, amiga, en que
fecha te encuentras tú, ahora que me brindas la
cortesía de aún estar adherido a mi libro,
leyéndolo -gracias y bendiciones por ello- me haces sentir
que el tiempo que dediqué escribiéndolo, no fue en
vano, a alguien le estoy sirviendo en algo), 2014, un
avión fue derribado(supuestamente en forma accidental) por
un misil, en ucrania, y ahí murieron una gran cantidad de
médicos y activistas que luchaban contra el sida. Incluso
alguien especula que uno de los médicos, el Dr Joseph
marie Albert lange, llevaba la cura para el sida, a presentarlo
en la 20 Conferencia Internacional sobre el sida, que se
llevaría a cabo 3 días después, el 20 de
julio en Melbourne, Australia. Cuando se inició la
Conferencia, se tributó un tristísimo minuto de
silencio. Al día siguiente se prendieron velas en la plaza
principal de la ciudad, mientras las lágrimas
seguían corriendo abundantemente por las mejillas de los
Científicos asistentes al evento.
Especulación o no, verdad o no (de que el Dr
lange iba a presentar la cura para el sida), lo cierto es que, lo
dice la comunidad científica, entre los fallecidos
habían científicos que trabajaban en estudios que
llevarían, finalmente a la vacuna contra dicho mal (si es
que no la habrían ya obtenido).
Yo, talvés sin base alguna, talvés sin
fundamento, quien sabe solo guiado por mi irascibilidad que
siempre fue un rasgo distintivo en mi carácter, yo me
niego a aceptar que tal accidente fue un hecho planificado,
ordenado por Dios. Yo me digo que ahí entró a
tallar el enemigo (que debe estar feliz que exista tanto enfermo
con sida), y que el accidente (?) que produjo la muerte de tales
eminencias, lo manejó él, el enemigo, el malo.
Pero, ¿o sea que el enemigo puede causar los accidentes
que quiera, las desgracias que se le ocurran, las muertes que su
apetito voraz desee? Entonces, ¿Dónde está
Dios, el Bondadoso, el Piadoso, el Misericordioso, el
Sabio?
Lo único que a mí me aclara el panorama es
la aceptación (por lo menos en hipótesis) de que
todas las desgracias(o por lo menos la mayoría de ellas),
no son obra de Dios, son obras del enemigo de Dios, que antes de
actuar, ha tenido que obtener sí o sí el permiso de
parte de Dios.
Dios es el Todo Poderoso, por sobre EL no hay, no existe
otro poder. El enemigo sí es poderoso, sí tiene
poder para hacer el mal, para destruir, para enfermar, pero tal
poder no está en la escala jerárquica por encima
del Poder de Dios. El poder del enemigo está sujeto al
permiso.
Sin este artificio, sin este teorema, la tamaña
maldad, el tamaño desorden, el tremendo abuso que impera
en el mundo, yo no le encontraría explicación ni en
un 0.00000000000000001%. Aplicado el artificio, aplicado el
teorema, yo le encuentro explicación a ello y a todo(o a
casi todo). ¿Recuerdas esos problemas de
aritmética, álgebra, geometría, que era
imposible resolverlos si es que no se aplicaba artificios y/o
teoremas? Igual la vida pues: usemos, apliquemos los artificios,
los teoremas que la vida nos va enseñando. En la vida, si
no aprendemos las lecciones, aprenderemos lo que la vida quiere
que aprendamos con la siguiente lección, el asunto es que
las más de las veces, las siguientes lecciones son tan
pero que tan dolorosas, que no pocas veces se nos escapan
¡ayes!, ¡lágrimas!, y así
seguiríamos si es que en algún momento no
exclamamos ¡ya sé para la próxima!
¡Ya sé para la próxima!, frase
paralela a la frase que una alma amiga me enseñó:
"ya sabes para la próxima". Tal exclamación es, en
otras palabras, "¡Ya aprendí la lección, la
cual la tendré en cuenta la próxima vez, para no
volver a cometer las mismas burr…adas que cometí
antes de ser aprendida tal lección". Y más nos vale
aprender, mientras más, mejor, y mientras más
pronto mejor. Y si no aprendemos, aguantemos los palos pues: La
vida no es una aleccionadora muy tolerante. ¿Opinas
diferente? Bueno, mejor, ¿lo dejamos
ahí?
Pues bien, ahora la pregunta sería, "si Dios le
dio permiso al enemigo para que cometa tal y/o cual maldad,
¿Quién es más malo, Dios o el enemigo?
Porque si Dios es el Todo Poderoso, y El puede, si así lo
quiere, darle permiso a tal tipo (¿me aceptas que le
llamemos con otro nombre al enemigo para no estar fastidiosamente
repitiendo "el enemigo", "el enemigo"?) para que haga
atrocidades, o puede negarle el permiso. ¿Por qué
no le niega el permiso, pues? La lógica nos diría
que si Dios le niega el permiso, nuestra vida sería
paradisiaca, pues: Sin desgracias, sin maldades, sin violaciones,
sin delincuentes que torturan a niños, niñas,
viejitos, viejitas, etc.". ¿Verdad, verdad que eso
podríamos preguntarnos si quisiéramos?
Entonces para intentar darnos respuestas, cojamos la
frase "nuestra vida sería paradisiaca", ¿te
parece?, lo cual nos lleva a la palabra paradisiaco, la misma que
nos habla de "paraíso". ¿No nos dice La Escritura
que nuestros primeros padres vivieron en el paraíso
terrenal? ¿No nos dice La Escritura que nuestros primeros
padres llevaron una vida paradisiaca? ¿Y no nos ha sido
dicho también el por qué fueron ellos expulsado del
paraíso?
Ahí está la respuesta pues: Suceden las
cosas que suceden, desgracias, maldades, etc, ¡porque no
estamos viviendo en el paraíso!
¿Por qué, para qué, El Comprador
Más Grande, compró a la humanidad entera, dando
como pago su Sangre? ¡Para qué, cuando EL cumpla su
Segunda Venida, establezca su Glorioso Reyno Milenial, que
será el Paraíso restaurado!
¿No te satisface la respuesta? No imagino
entonces que respuesta esperas. O en todo caso contáctame
en mi correo wsoriano15@hotmail.com, o mejor aún,
contáctame en facebook, solicítame la amistad al
nombre Washington Orlando soriano lozano, y pueda ser que nos
sirva el diálogo.
El Sacrificio del Comprador, hubiera sido en vano, no
habría tenido sentido, hubiera sido inútil si es
qué, EL no viniera a establecer su Reyno. Yo no acepto que
Su Sacrificio fue vano. Para mí el establecimiento de Su
Reyno es amén, así dice el Señor, luego
entonces cumplimiento tiene.
Ya, muy bien, qué bueno, tú y yo estamos
aceptando que en algún momento se establecerá El
Reyno, pero ¡cuando!, ¿y por mientras? ,¿a
seguir aguantando, soportando la agresividad, la tortura del
enemigo? No, amigo, no amiga: Por mientras llega, por mientras se
establece el Reyno, tú y yo tenemos el derecho en
legítima defensa personal de conversar con Dios y decirle
que "antes", ni siquiera teníamos idea de que EL, si
así lo quiere, puede darle permiso al enemigo que se meta
en nuestras vidas. "Ahora", ya estamos enterados de tal realidad,
luego entonces, ya no decimos "será su voluntad, pues",
"así lo habrá querido su voluntad, pues".
¡Ahora!, pedimos especificación: "Señor,
¿se está por mover tu permisiva voluntad, luego
entonces, está por actuar el enemigo, trayendo desgracia,
dolor, lamento?, ¡no lo acepto, Señor!"
"¡Dios mío!, ¿se está por
mover Tu Perfecta Voluntad y aunque es Perfecta está por
traer alguna desgracia, algún dolor, algún lamento,
por Razones que solo pertenecen a Tu Sola Potestad? ¡Dios
mío!, si te es posible, EVITA que venga tal desgracia, tal
dolor, tal lamento, pero si no te es posible evitarlo, por
Razones que solo pertenecen a tu sola Potestad, QUE ASI SEA, heme
aquí, aquí heme, has con tu siervo Conforme Tu
Perfecta Voluntad, yo quiero que La Palabra del Señor se
cumpla".
¿Eres capaz de orarle así a Dios?,
¡albricias! ¿No eres capaz de orarle así a
Dios?¿Consideras que es una oración
rebelde?¿Te dices a ti mismo(a), "¿Cómo le
voy a decir a Dios "¡no lo acepto!", ¡a Dios hay que
aceptarle todo, lo que sea ¡". Bien, si este es tu
criterio, adelante. Yo no te he venido a buscar la amistad a
través de conversar contigo por medio de este mi libro
para generarte conflicto. Yo me he acercado a ti con el sano
propósito de intentar exponerte un punto de vista que
pueda que te ayude en tus asuntos personales. Si no cumplo este
propósito, sino más bien, te estoy "sirviendo" de
elemento de confusión en tus conceptos, en tus credos, yo
prefiero respetar tu posición y pedirte por favor que
cierres el libro en estos momentos, y te deseo amigo, amiga, el
mejor de los presentes y el mejor de los futuros. Fue un gusto
conocerte, Dios te cuide.
Para ti mi otro amigo, para ti, mi otra amiga, que no
has cerrado el libro y sigues en la plática conmigo,
démonos un abrazo, por favor. Qué triste es la
soledad y qué reconfortante es saber que tú
estás aquí.
¿Sabes tú por qué fue que
Adán comió la manzana, después de eva?
¿Verdad que nunca te habías puesto a pensar en tal
tema? Lo que nos han enseñado en nuestras clases de
religión fue "y nuestros primeros padres comieron el fruto
prohibido, y a consecuencia de ello fueron echados del
paraíso". Claro, hasta ahí la historia
Bíblica, no está mal contada. Pero, ¿no
tendrá importancia el dilucidar quien comió la
manzana primero?, ¿no tendrá importancia el
dilucidar quien secundó a quien, y por
qué?
Para quien no tiene el espíritu inquisidor le da
igual quien comió primero. "El asunto es que ambos
comieron la manzana, y punto, para qué darle más
vueltas al tema", diría tal o cual. Ya pues, cada uno con
su naturaleza.
Yo sigo haciéndote presente que soy totalmente
consciente que el éxito de un programa de tv depende
única y exclusivamente del público: Si el
público se cansó, se aburrió, se
fastidió, nadie le va a privar de su derecho de cambiar de
canal y pasar a otro programa, que mínimo no lo aburra,
aunque no lo eduque (con que lo entretenga para "matar" su
tiempo, pueda que se de por más que satisfecho). Igual mi
libro: En el momento que lo cierres y no lo vuelvas a leer, hasta
ahí habrá llegado mi deseo de lograr ser un buen
escritor.
Cuanto admiro, amo y agradezco a mi Maestro William soto
Santiago, a og mandino, a dale Carnegie, a Wayne dyer, al Dr
vander, a yosip Ibrahim, y a cuantos escritores que con sus
letras alimentaron mi alma desde mi edad adolescente, hasta
ahora, ya superado el medio siglo, de felíz existencia,
según me defino. Pueda que desde aquellos años
juveniles, tal admiración, amor y gratitud, en el fondo
era una aspiración a algún día intentar
emularlos.
El orden de la desobediencia sí tuvo, si tiene,
sí está teniendo justamente ahorita, sí va a
tener en el futuro, importancia, mucha importancia.
Te explico: Quien sucumbió a la tentación
fue eva. La sentencia dada por Dios desde antes que se produzca
la caída fue totalmente contundente: "el día que
comas de ese árbol, morirás". La naturaleza de
Adán y eva era de inmortalidad. Eva al desobedecer se
condenó a muerte. Entonces Adán, si no comía
el fruto prohibido, iba a seguir en condición de inmortal,
pero ¡solo!. La soledad lo arredró. Por eso
comió el fruto, para no quedarse solo. Y, por amor a
eva.
Si eres escudriñador, fijo fijo que te
estás diciendo, "pero el día que comieron del
fruto, ese día no murieron, al contrario, siguieron
viviendo, su muerte fue varios años después.
Aquí parece que la Biblia se ha equivocado". Bien que
digas "parece". Aparentemente hay error. Lo que pasa es que para
Dios "un día", significa mil años, y si revisas
bien la Escritura, Adán y eva no llegaron a pasar de los
mil años, y ninguno de sus descendientes. El que
más se aproximó a mil años fue
matusalén, que vivió algo de 900 y pico de
años.
Entonces, este punto de la soledad, desde Adán
hasta nuestros tiempos es el motor de aciertos pero
también desaciertos. La chica que pasó cierta
barrera de años y aún no ha encontrado pareja,
¿qué se dice?, eso, lo adivinaste, "me caso con el
primero que pase". El jovencito para eludir la soledad, acepta ir
con sus amigos a donde ellos van, así ello signifique
acompañarles en drogas, vicios, etc. Dios nos ayude a
nunca experimentar la soledad. Dios nos ayude a sentir que cuando
la soledad nos acecha, en realidad no estamos solos: Dios nos
está acompañando.
Y te he invitado a que revisemos lo de Adán y eva
porque para mí ahí (en el suceso del edén)
el meollo del asunto fue la desobediencia. No era tanto que el
árbol prohibido sea la manzana. Yo lo comparo que le digas
a tu hijo "de estos cajones que tengo en mi cómoda, si
necesitas algo, puedes abrir los que quieras, menos este de
acá". No es que en tal cajón tengas algo especial,
sino que quieres evaluar que tan obediente es. En fín,
quizás no tenga mucho valor este punto de vista, pero creo
que sí tiene valor el reconocer que la obediencia es un
rasgo distintivo de muchas cosas, y paralelamente tiene valor el
reconocer que la desobediencia es la causa de muchos conflictos
personales, y yo me he puesto a pensar que lo que nos quizo
transmitir la experiencia del huerto fue la consecuencia de la
desobediencia.
Y el otro aspecto del por qué te invite a revisar
lo de Adán y eva es porque ahí está
representado, de alguna manera, hasta donde conduce el amor.
Adán por amor a eva se hizo mortal. Nuestro amado
Comprador Más Grande del Mundo, nuestro muy amado
Señor Jesucristo, por amor a nosotros se hizo mortal. El
cogió sobre sí el pecado del mundo, y se hizo
mortal, ¿por tontería?, ¡no! Por supuesto,
sino para que tú amiga, amigo, yo, nuestros seres
queridos, ahora, digamos fuerte, con convicción "La Sangre
del Señor Jesucristo me limpia de todo pecado".
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