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Creacionismo y el génesis




Enviado por Rodemil Espinoza



Partes: 1, 2

  1. Consideraciones
  2. La
    civilización egipcia
  3. El
    Creacionismo

Consideraciones

Toda propuesta material, mental o filosófica debe
estar basada en la Verdad y ésta en Principios
fundamentales que no necesitan demostración, pero
sí una construcción que al menos obedezca a una
formulación lógica de acuerdo al método
científico.

El método científico tiene menos de
cuatrocientos años y con su lógica pretende
demostrar la Creación Universal a la que atribuye millones
de años y un tamaño del universo de miles de
años luz, habida consideración que aún no
conoce o no domina ni siquiera nuestro sistema solar en un
conjunto de millones de sistemas solares.

Todas las religiones, mitos, leyendas, tradiciones,
términos o costumbres de la antigüedad que han
trascendido los milenios de memoria humana, aunque de relatos
distorsionados por el tiempo, encierran un grado de realidad y
verdades que observaron y vivieron nuestros antepasados, como la
actividad en el universo de una luna y un sol que giran
aparentemente alrededor de la tierra, o de una lluvia vital de la
que suponemos siempre fue así, sin que nadie lo haya
puesto en duda jamás, actividades que da cuenta el primer
testimonio o escrito sagrado de nuestros antepasados.

Para entender estos escritos o documentos tan antiguos
como el Génesis Bíblico, únicos en
comparación a literatura similar, debemos situarnos en el
contexto de los tiempos, del conocimiento de cada época en
que fueron escritos, de las necesidades humanas del momento, las
costumbres sociales, la naturaleza del planeta, del sistema solar
y del universo;… tantas variables que influyeron y
motivaron a los escritores a dejar constancia de las vivencias e
inquietudes de un hombre primigenio libre, sin fronteras, sin
prejuicios, sin intereses como los que agobian a la sociedad
actual. En lenguaje de hoy sería un hombre sano y
santo.

El escritor primitivo del Génesis no menciona
ningún episodio sobre una humanidad nacida, criada y
educada en alguna caverna, en algún glacial por milenios
aislados, luchando por leña y fuego, migrando por una
geografía agreste para salvarse de las inclemencias del
tiempo o siguiendo manadas de animales para vestir a sus hijos
con sus pieles o alimentarse de su carne, etc, etc. Todo para
satisfacer necesidades básicas de
sobrevivencia.

Los exégetas y/o eruditos de la actualidad tienen
solucionadas las barreras del idioma desde hace más de dos
mil años, de tal forma que para explicar el sentido de una
expresión bíblica no necesitamos el tan concurrido
análisis etimológico de cada palabra para
"barnizar" de erudición un comentario como éste. Ya
están definidas las traducciones en todos los idiomas
modernos y quienes recurren a raíces de idiomas muertos no
hacen otra cosa que asimilarse a fariseos y saduceos, que
argumentaban con la letra de la palabra y no el espíritu
de ella para contender con el mismo Señor
Jesús.

Puesto que la esencia de la verdad debe coincidir
necesariamente con el conocimiento y el universo de las cosas,
incluida la vida y los universos invisibles del
Multiverso, es menester considerar las teorías
modernas sobre física cuántica y relatividad en la
explicación de acontecimientos y fenómenos que nos
parecen fantásticos y que algunos pueblos explicaban con
cosmogonías que alejaban y/o distorsionaban el relato de
las experiencias o vivencias de nuestros antepasados, expuestas
en forma de Expresión Divina de un hombre creado para
trascender al infinito.

Estas mitologías, o cosmogonías escritas,
representadas por los pueblos de donde salió y
emigró Abraham, el padre de Israel, son la base del
conocimiento filosófico materialista y sensual de nuestros
días, que, a través de las ciencias y
descubrimientos modernos está expresando la base real de
los relatos de la Biblia.

La mitología tomó su forma escrita en la
Grecia antigua, cuyos sabios se negaron a aceptar la
irracionalidad y paganismo de las masas, de donde derivó a
la filosofía, base del pensamiento, ciencias y
tecnología occidental. Sus últimas teorías
para el entendimiento del universo y las cosas han tomado forma
en la Física cuántica.

"La Física Cuántica es la ciencia que
estudia los fenómenos desde el punto de vista de la
totalidad de las posibilidades.

"Contempla aquello que no se ve y explica los
fenómenos desde lo no visible. Contempla lo no medible,
las tendencias, como por ejemplo la no localidad y el
indeterminismo de las partículas".

"En ese campo de lo no medible estamos nosotros los
seres humanos. El átomo es una realidad científica,
que dio paso a la Teoría de la Relatividad y luego
ésta, a la Física cuantica".

"Los espacios entre las partículas de los
átomos se los considera "vacío". Es decir, la
materia de la que se componen los átomos es casi
inexistente. Dentro de los átomos y las moléculas
las partículas que lo componen ocupan un lugar
insignificante. El resto es vacío, "el valioso
vacío del átomo".

"Entonces si la materia está formada por
átomos y en éstos la porción particular es
menor que la porción de vacío… ¿por que no
atravesamos la materia? El vacío es un concepto, una idea.
El vacío en sí no existe. La materia no es
estática, tampoco es predecible. El átomo no es una
realidad terminada y permanente; es mucho más maleable de
lo que el ser humano cree. El átomo no es una cosa. Son
tendencias. En lugar de pensar en los átomos como cosas lo
tenemos que pensar como posibilidades. "El vacío" es
meramente conceptual y representa todas las
posibilidades".

"Los seres humanos somos parte de esa
cuántica. Pertenecemos al universo. Estamos hechos de
polvo de estrellas. De esos mismos átomos con sus
posibilidades. El pensamiento que nosotros emitimos vuela como
moléculas que van al aire. Una de ellas se hace realidad
creada por nosotros mismos. La materia no es estática. Es
predecible. Dentro de los átomos y las moléculas la
materia ocupa un lugar insignificante. Hay que pensar en el
átomo no como una realidad determinada sino como una
tendencia. La conciencia está envuelta, el observador no
puede ser ignorado." (Tomado de Internet: Licenciado Roberto
Ávila)

De los autores.- Génesis es el primer
libro de la Biblia recopilado o escrito por Moisés unos
mil quinientos años antes de N. S. Jesucristo. Su relato
abarca toda la Creación más un "tiempo humano" de
2370 años, desde la creación de Adán,
humanidad, hasta la muerte de José en Egipto.

Este tiempo no debe considerarse fundamental, definitivo
o de mucha importancia, por cuanto el registro y su objetivo son
relativos en la humanidad. El Génesis abarca toda una
prehistoria narrada en tiempos remotos que el creyente considera
revelación de Dios.

Cuando nació Moisés la revelación
de Dios que conocía el pueblo elegido era el
Génesis. El resto de los pueblos debió conocer
algunos episodios relevantes, como el relato de la
Creación hasta el Diluvio y probablemente el relato de la
Torre de Babel, cuando aún la humanidad "tenía un
sólo idioma". (Gen 11: 1)

Por ello la mitología de los pueblos vecinos a
Israel se refiere solamente a esos hechos, fundamentalmente hasta
el Diluvio y a Noé, relatos comunes a todas las
civilizaciones antiguas

Los primeros 34 versículos del Génesis
corresponden claramente a un primer libro si consideramos la
escritura, los conocimientos de la época y la forma en que
se traspasaron de generación en
generación.

Estos 34 versículos debieron ser escritos cuando
recién el hombre inventó la escritura.
Probablemente se escribió en piedra, en arcilla o madera
que eran los materiales que se usaban para escribir.

De por sí nos está indicando un
período especial de la humanidad, quizás
revolucionario en el "progreso de las comunicaciones". Es
destacable la inquietud de un hombre dedicado al relato de la
Creación y no a las aventuras en las cavernas, a luchas
con las fieras, problemas causados por hambre, glaciaciones o
sequías. Y si se considera que este relato fue oral de
generación en generación, guardando su
perfección y síntesis, es una gran proeza como
visión de futuro y de amor por la humanidad de sus
autores.

Si los Diez mandamientos – fundamentales como Ley de
Dios y base moral hasta hoy – que fueron escritos en piedra
por el "dedo de Dios" y la escritura "era escritura de Dios
grabada sobre las tablas" (Ex 32:1-16) es muy probable que el
primer capítulo del Génesis haya sido escrito
directamente por Dios.

Todos los teólogos están de acuerdo en que
la síntesis contenida en los primeros 34 versículos
de la Biblia son lo más sabio, perfecto y preciso que se
haya escrito sobre la tierra juntamente con los Diez
Mandamientos. Esta parte de la Biblia es el fundamento de la
palabra de Dios, tanto o mas importante que el fundamento moral
de los Diez Mandamientos; están redactados y escritos en
tiempos que aún ni siquiera el lenguaje estaba definido.
Es muy probable que esta primera y más grande
revelación Divina haya sido escrita directamente por Dios.
Y si hablamos de un Dios sabio y poderoso. ¿Porqué
no podría ser su Autor( Si pudo crear el Universo y la
Vida. ¿Porqué no podría escribirnos la
versión oficial(

Después del relato de la Creación viene el
relato de la vida del ser humano en el "Huerto del Edén",
huerto que es como "laboratorio y vivero" en el cual Dios puso a
su principal criatura terrenal como ser hecho a imagen y
semejanza de su Creador; junto al relato de los primeros siglos
de vida. Todo lo cual debe corresponder a otros libros escritos
por cualquiera de los hombres que el Génesis destaca, como
Enos, Enoc (Gen4:26) o por Noé. Si Noé sabía
construir barcos… ¿Porqué no podría
escribir( Noé pudo escribir perfectamente desde el
capítulo 5 en adelante hasta el capítulo 9, porque
son vivencias propias en una etapa especial del hombre, de la
humanidad y de la tierra.

Para "opinólogos" modernos, amantes de las
fantasías extraterrenales y dentro de las posibilidades
que nos brinda el Multiverso de la existencia,
¿Porqué no podría dar cabida a otros
escritos antiguos desechados por la exégesis como el Libro
de Enoc citado por algunos escritores bíblicos?

Abraham es otro hombre clave en la revelación de
Dios. Perfectamente puede ser el autor de los capítulos 10
al 24 correspondientes a un período de 525 años
postdiluvianos, de los cuales vivió 175 años (Gen
25:7)

Un quinto libro del Génesis podría incluir
desde el capítulo 25 hasta el capítulo 35 y abarca
un período de 105 años hasta la muerte de
Isaac.

Un sexto libro podría incluir el capítulo
36 al 50, cuyo tema principal es la vida de José y el
nacimiento del pueblo de Israel en Egipto. Abarca un
período de 80 años. Su más probable autor es
el mismo José como gran dirigente político y
gobernador de Egipto.

En esta parte de la historia, los únicos
interesados en registrar y conservar los eventos como parte de un
futuro trascendente de la humanidad fueron los sabios impregnados
de inquietudes e ideales de un hombre espiritual, que no pudo
convivir con el sensualismo y materialismo de las
mayorías; obligado a dejar su lugar de origen a tierras
desconocidas. Su representante más importante es Abraham,
conocido como el Padre de la Fe, que debió dejar Ur de los
caldeos para vivir en tierras apartadas, lejos del paganismo,
superstición y violencia de su país. (Gen 11: 26-32
y 12: 1-9)

Cada uno de los relatos del Génesis corresponde a
una época especial de la humanidad, obedecen a una causa
que los impulsa y motiva, comparada con lo que hoy podría
ser lo que los cristianos llaman una época de
"avivamiento" que se caracteriza por una situación social
de crisis catalizadora de cambios, donde por naturaleza aparecen
y se destacan líderes u hombres especiales.

Después de cada período viene un tiempo de
calma o de silencio, en que se ignora los detalles de la historia
de la Revelación, tal cual ocurre desde la muerte de
José hasta el nacimiento de Moisés en Egipto el
año 1571 A de C y 81 años después de la
muerte de José.

Desde la muerte de José, hijo de Jacob y
líder del pueblo de Dios en tierra extraña, hasta
la revelación de Dios a Moisés en la zarza ardiente
transcurrieron 144 años (Ex: 3:2), a partir del cual Dios
se revela a la humanidad con los milagros mas portentosos
realizados a la vista de los hombres.

Como Moisés no ha habido ningún hombre en
la tierra antes ni después de él que hablara cara a
cara con Jehová, excepto nuestro Señor Jesús
(Deut 34:10)

El paralelismo y la semejanza entre el nacimiento de
Moisés, su vida, sus obras y sus milagros con el
Señor Jesús como libertador de la humanidad son
muchos, y los judíos lo consideran el fundador de su
Nación y las leyes de Dios contenidas en el Pentateuco se
conocen como "Ley de Moisés". (Hch 13:39)

Moisés nació en Egipto y se crió en
la corte de Faraón, sede de la cultura más grande
de la antigüedad histórica, cuyos sabios eran
poseedores de grandes conocimientos revelados al hombre por Dios.
Quizás, pudieron ser los depositarios de los primeros
libros del Génesis y de los ritos primitivos trasmitidos a
través de Noé y Sem. Lamentablemente el hombre, una
vez más había interpretado mal la revelación
Divina distorsionando sus enseñanzas.

Cuando Moisés se presentó a Faraón
solicitándole dejara ir a su pueblo, éste le
contestó. ¿Quién es Jehová, para que
yo oiga su voz y deje ir a Israel( Yo no conozco a Jehová,
ni tampoco dejaré ir a Israel (Ex 5:2).

Habían transcurrido 857 años
después del Diluvio y menos de 150 años
después que José había sido Gobernador de
Egipto y Faraón y su Corte ya se habían olvidado de
Dios y de todo, seguramente no tenían necesidad de estas
cosas, estaban deslumbrados con sus magos y la magia oficial, o
bien estaban sumidos en el poder y su orgullo que desconocieron
al verdadero Creador y Su mensajero.

Cuando Moisés transformó la vara de
Aarón en culebra, los sacerdotes y los magos de Egipto
hicieron lo mismo, con la diferencia que la culebra de la vara de
Aarón se comió a la de los magos egipcios. A cada
milagro que hacía Moisés, los magos le replicaban
con otro igual. Convirtieron las aguas de los ríos en
sangre (7:22); hicieron venir una plaga de ranas (8:7) y
también una plaga de piojos (8:18). A medida que
Faraón se negaba a obedecer, el tipo de plaga era
más terrible, a tal punto que ya afectaba a los propios
magos de la Corte (Ex:9-11) Los milagros de Dios eran en el
propio campo de los dioses falsos, delante de los magos y
religiosos oficiales y delante del poder terrenal
mismo.

La
civilización egipcia

La historia nos dice que los egipcios eran un pueblo
semita descendientes de Sem, hijo de Noé, que en tiempos
de Moisés formaban un gran imperio con su
organización política, administrativa y
militar.

Se conocen grandes avances que hasta esa época
tenía la civilización de los faraones en la
técnica, en la geometría, matemáticas o la
construcción. Esto y mucho mas era la cultura donde se
crió Moisés, quién como noble egipcio tuvo
acceso a todos estos conocimientos y seguramente a los archivos y
registros de sus palacios y bibliotecas, que Dios usó para
hacerlo instrumento Suyo; no sólo para liberar al pueblo
elegido, sino también para complementar su
sabiduría terrena con los conocimientos de la Verdad
Divina.

Dios entregó y reveló a Moisés lo
que en síntesis es la Creación de todo el universo,
de la tierra y del hombre en libros y períodos claves para
la humanidad que el patriarca recopiló. Muchas cosas, sin
embargo, nos corresponden a nosotros averiguar para tener una
visión clara de la revelación de Dios y defenderla
de la prescindencia que el racionalismo y los magos oficiales
pretenden aplicar en la mente y en la vida de los
hombres.

En una sociedad primitiva, sobrada de tierras
vírgenes y recursos, sus únicos problemas surgieron
por el aumento de población y las necesidades inducidas
por ello. El encasillamiento social se daba entre "hijos de Dios"
y el resto de los hombres. Caín y su descendencia
manchadas por la violencia contra sus hermanos tendían
claramente hacia un "progresismo" actual: El remordimiento por la
muerte de Abel y el temor a la venganza les llevó a crear
las armas, que junto a los instrumentos musicales, configuran el
modelo de sociedad de nuestros días. (Gen. 4:
20-22)

Del relato primitivo se desprende que las necesidades
básicas del humano son las mismas hoy que en la
antigüedad, consideración que nos lleva a resolver la
ecuación. Así, las interrogantes e
incógnitas que todo lector bíblico encuentra
están al principio, en lo más importante, en lo que
el racionalismo utiliza como contra argumentos para ignorar la
palabra de Dios.

Leamos por ejemplo:

"Dijo Caín a Abel: salgamos al campo" (Gen
4:8)

En tiempos de Caín y Abel sólo
había campos, donde literalmente vivían cuatro
personas. ¿Qué puede significar
entonces(

Con el conocimiento de hoy, de la relatividad del tiempo
y de una tierra nueva, pura y exuberante en el origen; con un
hombre sano, fuerte, natural y libre, obviamente
prolífero; con necesidad de vivir en comunidades,
surgieron pronto las ciudades y por ende la manifestación
de problemas sociales y lucha de clases de acuerdo a Carlos
Marx.

"Y dijo Caín a Jehová: y seré
errante y extranjero en la tierra; y sucederá que
cualquiera que me hallare me matará". "Entonces
Jehová puso señal a Caín, para que no lo
matase cualquiera que lo hallare"; "…Y conoció
Caín a su mujer, la cual concibió y dio luz a Enoc"
(Gen 4:13-17)

¿Qué mujer conoció Caín si
fue expulsado del lado de su grupo social(. ¿Quién
lo matará( Había, ya, mucha gente en ese
lapso.

"Aconteció que cuando comenzaron los hombres a
multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,
que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran
hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre
todas".

Hoy han proliferado las teorías
fantásticas de extraterrestres y terrícolas que se
sustentan en este pasaje, que a raíz del aumento de la
población de un hombre históricamente terrenal y
humano con nuevas necesidades resulta en una mezcla entre la
descendencia de Abel y Caín.

Un simple cálculo matemático y
estadístico nos muestra que la población de un
país hoy se duplica en menos de cincuenta años
(Maltus)

Los problemas en un planeta virgen como en tiempos de
Noé (= Consolación) solo vienen por exceso de
población como causa del mal y de injusticia social. La
sobrepoblación corresponde a las causas que provocaron un
evento como el Diluvio, narrado desde el capitulo seis en
adelante. Dos capítulos llenos de interrogantes que
involucran la Creación toda por causa del pecado del
hombre. (Gen 6: 1-12)

El escritor pre diluviano observa el pecado del hombre,
pero lo que está ocurriendo es un cambio en el sistema
solar y el universo de acuerdo a la teoría de la
expansión de los cuerpos celestes en el espacio. La tierra
se estaba alejando del sol desde el big bung. Sin embargo y
conforme a física cuántica es probable la
incidencia de sus leyes en la mente de los hombres y su
conducta.

Los teólogos no explican estos pasajes desde un
punto de vista científico y prefieren que la gente crea
que Dios miente, pero en estas interrogantes está el
fundamento de toda la revelación de Dios al
hombre.

Las interrogantes, sin embargo, ya están
resueltas a nivel de teólogos y científicos en un
silencio que a veces resulta dudoso porque sigue siendo
provechoso esconder la Verdad al pueblo. Para la política
y ciencias como la Sociología y la Economía
conviene tener al pueblo con pan y circo para controlarlo
fácilmente. Así como se hizo por 1200 años
cuando era mejor esconder la palabra de Dios antes de darla a
conocer al pueblo, y de hecho cuando se conoció,
cambió el curso de la Historia, después de Martin
Lutero.

Se sabe que el Vaticano, en estrechas relaciones con
Europa y Estados Unidos ahora, detentores del poder del mundo,
son poseedores de grandes secretos, por cuanto son depositarios
de todos los tesoros y escritos del mundo y de Jerusalén
que el Imperio Romano saqueó y transportó a Roma el
año 70 de nuestra era junto a la nobleza
judía.

Roma conquistó todas las capitales del mundo
conocido de la época, de pueblos que durante la historia
habían acumulado riquezas, conocimientos y tesoros de
todos los países e imperios del mundo.

Los romanos conquistaron Egipto, Grecia, Asíria,
Persia, Babilonia, Siria, Israel, Tiro, Fenicia, Cartago,
Alejandría, etc. Roma acumuló y protegió
todas las riquezas y botines de guerra; quedando bajo el poder de
la Iglesia Católica, que eran los únicos que
sabían leer, ni siquiera la nobleza, y que jamás
nadie ha podido dominar y violar estos secretos.

Son estos tres poderes ahora, Roma, Europa y Estados
Unidos los que dirigen lo que se les debe enseñar a los
pueblos, los que interpretan la Verdad al mundo conforme a ellos
les convenga. Los papas y los emperadores no se declararon
infalibles ni divinidades porque sí. Fue por razones
poderosísimas que con el tiempo escaparon a su control
porque no pudieron conquistar a todas las mentes. El poder no es
cuestión de conquistar países y riquezas, sino
conquistar esencialmente personas y sus mentes. No es una "lucha
contra carne y sangre, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes. (Ef 6:12) Satanás no se encuentra preocupado del
borrachito o prostituta pobre y humilde sino en las grandes
instituciones y los gobiernos de los pueblos que producen los
borrachitos y las prostitutas.

El
Creacionismo

El Creacionismo es una de las teorías actuales
sobre el origen de las cosas contrapuesta a las teorías
fundadas en la evolución materialista del racionalismo
enunciada por Carlos Darwin, pensamiento predominante desde el
siglo XIX.

El Creacionismo niega la teoría de la
evolución humana y las explicaciones científicas
sobre el origen de la vida, cuyas pruebas científicas
basadas en fósiles, huellas geológicas y
genéticas; que en sí tienen menos soporte
lógico que el Diluvio Universal basado en un universo que
se expande. El Creacionismo está basado en los
"principios" expuestos en los escritos de la Biblia, que no es lo
mismo que los dogmas de las religiones, con fundamentos en el
Génesis o primer libro de la Biblia.

De una forma más moderna lo han llamado
"Diseño Inteligente" a fin de acomodarlo al
racionalismo moderno que pretende imponer en las actividades e
instituciones públicas, cualquier alusión a lo que
sea Dios, a fin de limpiar las ciencias o la enseñanza
oficial de cualquier atisbo religioso. En el mundo han logrado
imponer en algunos países la denominación de los
tiempos "Después de Cristo" o "Antes de Cristo" como Era
Común. Vivimos en el año 2014 de la Era
Común (E. C.), antes del año cero se denomina
"Antes de la Era Común" (AEC)

El diseño inteligente propugna que como en toda
obra humana, un reloj por ejemplo, existe una inteligencia que lo
pensó, lo diseñó y lo construyó;
así en la naturaleza todo aquello que cumple una
función para el desarrollo o funcionamiento de un
órgano vital para su existencia, tiene tras de sí
un diseñador y una inteligencia.

Valga la oportunidad para dejar constancia que "el final
de los tiempos" asignados a la vida natural en nuestro planeta en
el desarrollo del universo, está contemplado una etapa
racionalista "anti dios" en que se combata todo lo que se asemeje
a Cristianismo.

Sobre el Génesis o el principio de la
Creación hay muchas interpretaciones, dirigidas
principalmente a dos criterios:

Primero: Tratar de negar los dogmas religiosos al
respecto para quitar autoridad e importancia a la
Revelación Divina o explicación Bíblica de
la Verdad. Negando la Biblia, negamos a Dios y negamos la moral
que nos somete a ciertas reglas de convivencia social,
restrictivas para muchos.

Si hay algo que fortalece el poder de Occidente es la
creencia mayoritaria en un Dios vivo y amante de sus seguidores
por el cual conquistó Europa D de C y antes de terminar el
siglo XX venció el poder del materialismo marxista que
amenazaba la humanidad. Hoy el enemigo no es una ideología
humana como el marxismo, sino un poder religioso que
perdió su influencia para la Segunda Guerra Mundial con la
caída del Imperio Turco, que justamente después de
un siglo, está renaciendo en el Medio Oriente, en las
tierras donde se escribió el Génesis.

Segundo: Dar forma lógica, racional y
científica a las teorías sobre el Universo y la
Creación como definitivas, junto a otros aspectos alejados
de la revelación espiritual de Dios, revelación que
a la luz de la modernidad aparece obsoleta. No se considera la
inmaterialidad de teorías modernas como la física
cuántica o la existencia de múltiples universos por
sobre la velocidad de la luz, teorías difíciles de
demostrar en un mundo material, por cuanto se carece de los
elementos que exige una verdad para ser tal.

El conocimiento predominante en nuestros días
tiene apenas 400 años, sin embargo el Génesis, por
si sólo ha traspasado los siglos y la Historia junto al
resto de la Biblia y ha vencido cualquier obstáculo para
llegar a nosotros. La historia se ha encargado de purificar lo
que sirve al hombre, formado de los elementos que componen la
tierra y el universo, hecho para captar lo invisible de la
Creación.

Los hombres apartados por Dios se aprendían de
memoria los relatos bíblicos de generación en
generación aparte de escribirlos, copiarlos y protegerlos
por cualquier medio. Si los enemigos descubrían
algún escrito y lo destruían, el hombre se
podía salvar huyendo, escondiéndose o salvando su
vida como esclavo si fuere necesario, desde donde
reconstruía nuevamente la versión para sus
descendientes.

Cuando se habla de Creación Universal se olvida
que este término abarca todo, lo material y lo inmaterial,
la Vida y la Muerte, lo bueno y lo malo, junto a las leyes
universales que lo rigen todo. Si tenemos una razón que
nos permite formar juicios y fijar valores a éstos y a las
cosas; si decimos que creó lo bueno es porque debe haber
algo que es contrario a lo que nosotros calificamos de bueno, el
MAL.

No podemos separar ningún aspecto de la
Creación para que obedezca a leyes finitas enunciadas por
el hombre, que rigen a lo más, dentro del sistema solar.
Tampoco podemos partir de supuestos que rechaza una ciencia para
ser tal, por cuanto éstas y el racionalismo son los que
expusieron las reglas del juego en el método
científico.

Considerando lo anterior podemos decir que las ciencias
ni el relato bíblico del Génesis de Moisés
están errados. Si superponemos ambas proposiciones
coinciden en forma maravillosa, porque las ciencias refuerzan la
veracidad y la posición del escritor bíblico, su
sabiduría, su autoridad, su actualidad, base para el
desarrollo, para la moral y como regla de convivencia para la
raza humana entera.

Los dos criterios expuestos se complementan para acercar
la lógica de las ciencias con la dogmática de la
religión, si se considera la Relatividad del Tiempo, la
materia y el universo. La ciencia oficial, la ciencia material es
la "Ciencia del Bien y del Mal". La ciencia que salva vidas y la
que produce armas para destruirla.

Según estas teorías científicas, el
tiempo es válido solo dentro de nuestro planeta a causa
del Reino Vegetal y Animal que lo habita, dependiente del tiempo.
Fuera del sistema solar nuestro tiempo no corre o no es
válido, aunque existiese otro sistema solar con vida u
otras civilizaciones.

La ciencia del Bien y del Mal afecta solamente al hombre
por ser el único ser viviente que tiene pensamiento y
está dotado de una conciencia, de un discernimiento o
libre albedrío.

Como ser consciente, el hombre es el único
individuo que pretende explicarse su paso por este planeta. Es el
único que se ha preocupado del porqué vivimos;
qué estamos haciendo en este universo infinito; preguntas
que nacieron en una cabeza de carne y huesos como la de todos los
demás animales. Preguntas sin respuesta que nacieron de un
organismo carnal dotado de pensamiento que se dirige al infinito
del espacio como si de allá viniésemos. Miramos la
luz de las estrellas como si ellas fueron nuestro origen y
quién sabe si al morir, cual las aguas se evaporan de la
superficie del mar, nos reuniremos en la atmósfera Divina
para volver a la tierra, a nuestra base, desde la cual
exploraremos el universo algún día junto a nuestro
Maestro. Sin el hombre este universo no tiene razón de ser
o de existir.

Si le sacáramos la especie humana a este planeta,
éste sigue recibiendo la energía solar y captando
la energía del movimiento terrestre; la vegetación
sería cada vez y mas y mas exuberante y el reino animal
más abundante, todo en un equilibrio perfecto de vida y
muerte por la eternidad. ¿Para que(

Todas estas inquietudes sobre el universo no son
patrimonio del hombre moderno e intelectual, sino desde que la
humanidad existe. Cada individuo en cada generación de
todos los tiempos se ha hecho tales preguntas y se han dedicado
vidas y pueblos enteros a responderse tanta interrogante. Desde
que se tiene memoria de la humanidad y mientras más se
busca y excava en las profundidades de la tierra donde han
quedado las huellas del ser humano en el tiempo, se han
encontrado, cual tarea para la actualidad, las mismas inquietudes
que nuestros antepasados no lograron responderse.

Como ser consciente llevamos dentro de sí el
instinto y el deseo de vivir mejor, de conocer, de amar y de
proyectarnos al futuro como parte del concepto de felicidad. La
conciencia del entorno inmediato en relación al infinito,
el aspirar a remontar el universo, el no querer dejar este mundo
y aferrarnos a la vida aunque la estemos pasando terriblemente
mal, junto con la capacidad de crear y de hacer cosas que nos
permitan alcanzar metas y llegar cada vez más lejos, a
lugares inalcanzables como el fondo del mar, a las profundidades
de la tierra, o pretender alcanzar una estrella; nos mueve a
investigar, estudiar y perfeccionarnos y a compartir nuestros
descubrimientos y nuestras inquietudes. La solución a los
obstáculos que la naturaleza y el universo nos pone, son
el capital del conocimiento que hemos adquirido como especie. Son
la revelación al hombre.

Los principios fundamentales que expusieron nuestros
antepasados, que nos trasmitieron oralmente de generación
en generación hasta que pudieron ser registradas sus
experiencias, sus vivencias y sus inquietudes están
expuestas y ordenadas en un único compendio, seleccionado
y apartado como el más sabio libro conocido y llamado
"revelación de Dios al Hombre", la Biblia
Santa.

Definitivamente es único y no hay otro que
impulse al hombre a entregar su vida por defenderlo, difundirlo y
aplicarlo desde siglos de historia humana porque en él
está el agua de la vida, o quizás sea el
árbol de la vida a que se refiere la misma palabra de Dios
(Gen 3:22)

En él tenemos la Creación del universo y
del hombre como una sola obra, proyectada y materializada por un
gran Creador. En él tenemos la historia pasada, la
historia presente y futura de la humanidad. En él tenemos
las reglas del juego para satisfacer nuestras necesidades como
sociedad de individuos en general, nuestro pasado y nuestro
futuro; todo lo positivo y lo negativo acorde con el universo y
la Naturaleza.

Si hubiere otro libro o documento semejante, que
reúna tales características, nadie se ha atrevido a
hacer lo mismo, a entregar su vida por él en servicio de
sus semejantes, simplemente porque no contiene las motivaciones
de vida y objetivos divinos de la Biblia.

El Corán de los árabes promueve la
violencia y el dominio por la guerra, no contiene reglas ciertas
sobre el universo, sobre el hombre y su futuro que sean
universales, es decir que satisfagan a todos los hombres y el
saber. No llegan por nuestras tierras encargados de difundirlo
como es la práctica y motivación de todos los
Cristianos, independientemente de su
denominación.

Ni los sumerios, ni los egipcios, ni los asirios, ni los
babilonios, ni los griegos, ni los romanos, etc. grandes
civilizaciones del pasado ofrendaron su vida y sus pueblos en
bien de la humanidad o por un ideal; por dejarnos sus
conocimientos o sus inquietudes o sus proyectos de futuro en un
libro semejante. Más aún, son estas mismas
civilizaciones nombradas las que están mencionadas en la
Biblia como anti ejemplo de lo que debemos ser.

Grandes civilizaciones del Lejano Oriente como los
chinos, los hindúes o los japoneses, tampoco nos ofrecen
algo semejante, por cuanto, aparte de no tener proyectos
universales, consideran al hombre incompleto y, por lo tanto, los
frutos que de ellos han salido para la humanidad son perniciosos
para los pueblos y la sociedad.

Cualquier libro de sabiduría que sea elitista y/o
difunda en secreto sus métodos, es porque no reúne
las condiciones de perfección que contiene la Biblia. El
contenido de la Biblia es vida, cambia las personas y a la
sociedad; es la receta para todo el mundo y para todos los
tiempos.

Es precisamente el comienzo de la Biblia el más
controvertido porque nos sumerge de inmediato en lo más
remoto de los tiempos, desde antes que existiese nada. Es
aquí donde tenemos que aplicar tres mil quinientos
años de conocimientos adquiridos y donde el tiempo, la
materia, la energía, la velocidad, desde Platón,
pasando por Ptolomeo, Copérnico o Einstein, hasta nuestros
días no logran desvirtuar el relato de
Moisés.

En unas cinco mil palabras, unos siete capítulos
de la Biblia, menos de lo que abarca el cuento de la Caperucita
Roja, para contarnos y explicarnos lo que ocurrió hace del
orden de cinco mil millones de años, de cómo fue el
origen del universo, la tierra y el hombre.

Miles de libros se han escrito a favor o en contra de
estas cuantas páginas y no hay biblioteca en el mundo
donde no exista un ejemplar de la Biblia y muchos más que
hablan de ella procurando explicar su misterioso
contenido.

Tanto sabios como analfabetos y humildes que sólo
saben leer pueden conocer en cualquier idioma del mundo la
primera afirmación y respuesta a una de las más
grandes inquietudes del ser humano y sobre la cual no da ninguna
explicación o justificación. Sólo nos
responde la pregunta que todos alguna vez nos hemos planteado
durante nuestra existencia:

"En el principio creó Dios los cielos y la
tierra"

Eso es todo. Así de taxativo. Seguro. Se supone
que Ud., alguna vez, se hizo esta pregunta o tiene la inquietud
de saber la respuesta. Si quiere la acepta o la rechaza; es
cuestión suya, pero le está diciendo:.

Que el universo y la tierra en que vivimos tienen un
principio

Todo lo que tiene un principio significa que es limitado
o finito.

Nos dice que el universo y la tierra fueron creados, es
decir, no se hicieron solos; no se auto formaron o no se auto
generaron.

Al ser creados el universo y la tierra es porque tienen
un Autor.

Quién crea es porque tiene inteligencia y no es
simplemente materia.

Nos dice de inmediato que este Creador es
Dios.

Si Dios creó algo que nuestros ojos están
viendo, tan grande, tan maravilloso, tan imponente, es porque el
Creador es infinitamente más poderoso o extremadamente
más poderoso y sin igual.

Dios hizo los cielos y la tierra:

Los cielos es lo que está sobre nuestras cabezas
y se extiende hasta el infinito. Es el término que ya
usamos, es el universo con todos sus astros y
elementos.

La tierra es lo que está bajo nuestros pies. Es
lo que nos sustenta, lo que nos cobija, lo que nos alimenta;
donde nacemos, donde morimos, lo que nuestros sentidos palpan, lo
que nuestros ojos ven; donde se manifiesta la vida, donde
convivimos con nuestros semejantes.

De cada palabra de la Biblia, de cada afirmación,
de cada uno de los sentidos que aplicamos podemos hacer un
tratado; y de hecho han transcurrido ya unos 3500 años,
analizando, investigando, pensando, discutiendo y escribiendo
sobre esta primera frase, y aún lo hacemos, para hacer
entender a la gente que la única salida que tenemos para
la problemática social e individual es recurriendo al
autor del que nos hizo, cualquier salida está en las
instrucciones del Creador, en la Palabra de Dios, en la
Biblia.

La primera frase del Génesis nos afirma sin
ninguna duda, con toda la autoridad de la certeza y de la Verdad
que "en el Principio creó Dios los cielos y la tierra".
Este es un "Dogma" que no necesita explicación, o por lo
menos no necesitaba cuando se escribió, y que debemos
aceptar, no porque no tenga, sino porque no era necesario para
los planes de Dios y quizás, una carga demás para
los hombres por su complejidad.

Quizás previendo nuestras inquietudes y nuestras
dudas, se nos dan más adelante algunos detalles necesarios
para deshacer las obras del mal que pretende, también
desde el principio, desmentir las afirmaciones y dogmas
divinos.

Para los propósitos del Creador esta
afirmación o dogma es suficiente. De qué sirve
ponerle tiempo al Origen. La misma ciencia no tiene forma de
dimensionar el infinito y hasta hoy las teorías no
satisfacen completamente la física o la matemática
conocida, o mejor dicho, los resultados de las fórmulas
aún tienen que someterse a ciertos dogmas
científicos, como que la velocidad de la luz es un
límite al cual no se puede llegar. Así como la
astrofísica necesitó del éter, necesita que
la velocidad de la luz sea un límite o una constante para
que se cumplan las fórmulas matemáticas y la
fenomenología sideral. La misma teoría de la
relatividad se fundamenta, en un dogma científico, es
decir, en algo que debemos aceptar sin poder explicarlo o
demostrarlo conforme a método.

Las obras de Dios son inconmensurables y no hay mente
humana, ni tecnología, ni computadores que puedan resolver
la cuestión del Principio y la semejanza entre la
teoría de la Gran Explosión con el Génesis,
solamente significa que el conocimiento humano no ha sobrepasado
la Revelación a Moisés y la Palabra de Dios sigue
igual.

Si el principio fuese explicado con fórmulas
matemáticas y físicas nadie habría
entendido. Si sólo un idioma muerto como el latín
sirvió para engañar a los pueblos por más de
un milenio, cuánto más habría sido con
fórmulas matemáticas en poder de mentes asesinas
como Hitler. Los mismos científicos tienen las manos
manchadas con sangre inocente porque pasaron los conocimientos,
las fórmulas y la tecnología a los dictadores. Los
mismos que sustentaron el poder tecnológico de Hitler se
fueron a Rusia y Estados Unidos con el consecuente sufrimiento
para la humanidad después de la Segunda Guerra
Mundial.

¿Para qué quieren saber el cómo y
cuándo se creó el universo(. ¿O cómo
se creó la Vida( La única respuesta es para negar
la Biblia y negar a Dios exaltando al genio humano y poder
engañar al hombre. Y ésta no es una inquietud
humana; éste es el propósito del príncipe
del mal, llamado Satanás. Satanás es anterior al
hombre y es una de las criaturas del universo que procura
conquistar almas para sus propósitos. Quizás la
gente no acredite en Satanás, pero acredita en
imágenes de hombres gorditos, sonrientes como Buda,
confeccionadas en yeso o madera bien pintaditas, a veces con cara
de mártir, a quienes les hablan, se encomiendan a ellas y
se inclinan a ellas como si pensaran, como si les escucharan,
hablaran o tuvieran algún poder.

Si alguna vez le hiciera algún milagro, o le
sangrara la cara o le hablara, téngalo por seguro que es
Satanás o sus servidores, que al igual que a Eva en el
Edén, la engañó haciendo hablar a una
ridícula serpiente. Lo trágico es que el poder de
todos los tiempos ha usado a la religión para dominar y
explotar en paz a las mayorías ignorantes.

Es una vergüenza que hombres que se creen
racionales e inteligentes hayan demorado cinco mil años
para lograr una cultura como la de hoy, que apenas tiene a lo mas
doscientos años, donde gran parte de la humanidad
está sumida en el paganismo de las imágenes, el
fetichismo, el hedonismo o el sensualismo. Es inconcebible que el
único ser dotado de razón haya quemado en la
hoguera a sus semejantes en el nombre de Dios en la Edad Media.
No hay razones para eventos como los de Hiroshima, Vietnam o
Irak.

Partes: 1, 2

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