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El desencanto de Europa (impotencia, melancolía y suicidio económico) (página 11)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12

Del total de presupuesto invertido en Infancia en 2013,
el 65% fue a parar a Educación, principal área de
inversión, seguida de Salud (18%), Prestaciones sociales
(10%) y Bienestar Social (7%), aunque con comportamientos
distintos. Educación y Salud aumentaron entre 2007 y 2010
para caer en 2013 a niveles previos, pero las prestaciones
subieron levemente en todo el periodo por el aumento de
niños que las necesitaban.

El "esfuerzo inversor" recayó sobre todo en las
comunidades autónomas, que tienen las competencias,
mientras que la Administración General del Estado
contribuyó con algo menos del 1% de sus propios
presupuestos. No obstante, la tendencia de los gobiernos
regionales es a la baja, algo "preocupante" porque "significa que
los recursos para la infancia son un porcentaje más
pequeño de unos presupuestos que también se
están reduciendo", según UNICEF.

"La pobreza infantil es un significativo indicador de en
qué medida el Estado y la sociedad están
protegiendo o no a los niños y garantizando sus derechos y
su igualdad de oportunidades", explica el informe, que ofrece un
"retrato desfavorable" de España, donde 2,3 millones de
niños viven bajo el umbral de la pobreza y el
número de familias con menores que tienen a todos los
adultos en paro ha aumentado un 209%.

UNICEF incide en que "la pobreza está más
extendida y es más severa y más intensa en la
infancia que en el resto de la población, problema que se
ha puesto en evidencia con la crisis", pero obedece
también a "una tendencia previa y consolidada a largo
plazo": la brecha de pobreza entre hogares con y sin niños
se triplicó entre 2004 y 2012 hasta situarse en el
11,5%.

España no sólo invierte en infancia por
debajo de la media de la Unión Europea, un 1,4% del
Producto Interior Bruto (PIB) frente al 2,2% de la UE28, sino que
además, es el segundo país comunitario, sólo
por detrás de Grecia, en el que menos capacidad tiene el
Estado para reducir la pobreza: sólo ha conseguido
paliarla un 6,9% mediante transferencias sociales, frente al 32%,
por ejemplo, de reducción que consiguió
Irlanda.

UNICEF añade a este hecho "otro dato
también llamativo": mientras el efecto reductor de la
pobreza en los hogares con niños en España es de
los más bajos de Europa, el efecto en el caso de los
hogares sin niños no es muy distinto al del resto de
países. "A pesar de los avances realizados desde el
año 2003 al 2009 en el incremento de esta inversión
social su eficacia sigue siendo muy limitada", dice el
informe.

En opinión la Agencia de Naciones Unidas, una de
las "mayores debilidades" de las políticas públicas
españolas en relación con las familias y la
infancia es la falta de esfuerzo en ayudas monetarias, el
más bajo de la UE28. De hecho, España es uno de los
únicos seis países de europeos que no tienen una
ayuda universal por hijo a cargo, que son precisamente seis de
los diez Estados que tienen una mayor tasa de pobreza
infantil.

"De acuerdo a un estudio publicado en Reino Unido,
la crisis económica ha provocado más de 10.000
suicidios en Europa y Norteamérica"…

Recesión provocó 10.000 suicidios en EEUU,
Canadá y Europa (BBCMundo – 12/6/14)

La investigación hecha pública por el
British Journal of Psychiatry concluye que los suicidios "han
incrementado marcadamente". También dice que algunas
muertes pudieron evitarse, ya que en muchos países no
aumentó la tasa de suicidios.

La Universidad de Oxford y la Escuela de Higiene y
Medicina Tropical de Londres analizaron datos de 24 países
de Europa, Estados Unidos y Canadá. Según el
estudio, los suicidios habían disminuido en Europa hasta
2007. Para 2009 incrementaron un 6,5%, un nivel que se sostuvo
hasta 2011. En Canadá también bajaron hasta 2007,
pero en 2008 volvieron a aumentar, con 240 suicidios más
que el año anterior. En Estados Unidos la tendencia era al
alza, pero la tasa se "aceleró" con la crisis
económica, que sumó -según la
investigación- 4.750 muertes.

Según el estudio, perder el trabajo, el embargo
de la casa y las deudas son los principales factores de riesgo.
Sin embargo, algunos países han evitado la tendencia.
Suecia, Finlandia y Austria mantuvieron la tasa durante la
recesión.

Para uno de los investigadores de la Universidad de
Oxford implicado en la investigación, el doctor Aaron
Reeves, "si el aumento de los suicidios es evitable es una de las
cuestiones críticas para las políticas y las
prácticas psiquiátricas".

"Las políticas importan", dijo Reeves a la BBC.
"Existen evidencias de que la recesión provocó el
incremento de los suicidios, pero sorprende que eso no haya
ocurrido en todos los países". "Las decisiones son duras
de tomar durante una recesión, pero uno de los quehaceres
del gobierno es proveer apoyo y protección a los grupos
vulnerables. Estos servicios ayudan a la gente que se lleva la
peor parte de una crisis".

"En los últimos días, buena parte del
discurso macro se ha centrado en lo que está sucediendo en
Reino Unido, donde el gobernador de su banco central
anticipó el pasado jueves que la primera subida de
tipos de interés en años "podría producirse
antes de lo esperado" debido a la positiva evolución
de crecimiento y empleo en territorio inglés.
Como telón de fondo, la situación del mercado
inmobiliario local –con el término "burbuja" en boca
de muchos analistas– y una preocupante expansión del
crédito que ahora se quiere cercenar. Actuaría como
contrapeso el enorme déficit por cuenta corriente, al
que afectaría
negativamente la apreciación de la
libra"…
Lecciones de la "paradoja británica": ha
muerto la clase media (El Confidencial –
18/6/14)

Al calor de estas noticias, uno podría pensar que
las Islas se encuentran en el mejor de los mundos y que, a fin de
evitar males mayores, se toma una decisión que va a
beneficiar a la mayoría de los residentes en aquel
país. Nada más lejos de la realidad.

De materializarse -antes de final de año 2014 o a
comienzos del 2015, como se prevé- pondrá de
manifiesto que todo el ejercicio de represión financiera
desarrollado por los supervisores durante esta crisis ha
beneficiado casi exclusivamente a la economía financiera
(más en la medida en que los bancos no han hecho circular
el dinero) y a quienes tenían capacidad de ahorro (no por
rentabilidad, sino por disponibilidad para comprar bienes en
liquidación), sin que sus efectos se hayan trasladado de
forma definitiva ni a la actividad real ni a un sector
privado hiperendeudado.

Al contrario, la brecha entre ricos y pobres ha
crecido exponencialmente. La sociedad se ha polarizado.
Una afirmación taxativa, cierto, que podría admitir
matizaciones, pero cuya proposición principal se ve
refrendada por los siguientes ejemplos:

  • El 17/6 se conocieron los datos de coste de la vida
    en UK. Las casas suben, los activos financieros
    también, pero el colapso en los precios de
    alimentación, transporte y textil llevan a la
    inflación a su nivel más bajo en los
    últimos cuatro años y medio, un 1,5%. Desde
    2009 Reino Unido no vivía seis meses consecutivos de
    precios por debajo del "target" del BoE del
    2%. Según recoge Bloomberg de analistas
    especializados, son el exceso de oferta y la presión
    en renta disponible de los ciudadanos los que se encuentran
    detrás del mal dato. No hay que olvidar la
    sensibilidad de las rentas más bajas a estos tres
    componentes del IPC.

  • Lo extraño es que el dato haya podido pillar
    por sorpresa a alguien. No en vano, los resultados de dos de
    los "food retailers" señeros de Inglaterra, Tesco y
    Sainsbury's, anticipaban lo que finalmente ha sucedido cuando
    fueron dados a conocer a principios de junio. Ambos
    atribuyeron "su peor trimestre en décadas" a la guerra
    de precios en la que había entrado el sector y que
    situaba a los "discounters", las tiendas de barrio y
    las ofertas "online" como opción preferida de los
    consumidores. No sólo eso, anticipaban que la
    situación tenía un carácter más
    estructural de lo que podía parecer y que no
    sería reversible a corto plazo. Vaya, efecto
    riqueza generalizado, como que no.

  • Por si hubiera alguna duda de cuál es la
    realidad en la que se desenvuelve una parte sustancial de la
    población británica, un artículo
    publicado en la edición online del
    Financial Times del 16/6, se hace eco de un estudio
    elaborado por un "think tank" local e independiente en el que
    se afirma que las condiciones de vida del 20% de los
    habitantes de Inglaterra con menos recursos son las peores de
    toda Europa occidental, mientras que el 1% más rico lo
    es mucho más que en cualquier otro estado de la OCDE.
    Cosas de la City.

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  • Esto de la City es importante ya que buena parte del
    mencionado efecto riqueza se está concentrando en
    Londres y sus alrededores, mientras que el resto del
    país está a verlas venir. La emergencia de la
    actividad financiera, la atracción de fortunas de
    otras partes del mundo y los bajos tipos de interés
    han generado una bonanza en la capital que, al menos en el
    ámbito inmobiliario, no es compartido en la misma
    medida por el resto de las regionesPese a los
    buenos datos estadísticos, la actividad
    industrial y de servicios del centro y norte de
    su territorio no participa ni mucho menos de tal
    euforia. Y, aunque es verdad que se crea empleo, es de baja
    calidad y con magros salarios.

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Son apenas cuatro pinceladas de lo que podríamos
llamar la "paradoja británica", cuyas circunstancias son
fácilmente extrapolables a buena parte de las
economías desarrolladas. Las finanzas vuelan, mientras se
produce una destrucción masiva de la clase media
europea, esa a la que se vendió un sueño de
prosperidad construido sobre crédito que se ha
transformado en pesadilla, a la que se presiona vía
impuesto, tasas y contribuciones por ser la vía más
rápida para captar recursos para las arcas públicas
y cuya renta disponible es el instrumento preferido de
devaluación interna de muchos Gobiernos. La misma que
ahora va a ver cómo se incrementan sus costes de
financiación sin haberle dado tiempo a sacar la
cabeza del hoyo en el que se encuentra. 

Es verdad, el elemento demográfico es, sin duda,
esencial para aventurar el potencial de riqueza de un
país. Pero es este segmento social el que con su consumo,
inversión e iniciativa construye las bases firmes sobre
las que ha de consolidar su futuro. Sin ella, el retroceso
económico y social será inimaginable. Al
tiempo. La gran conquista de buena parte del siglo XX en muchas
naciones, desmantelada en una década por quienes estaban
llamados a protegerla: políticos y supervisores. Esta es
la sociedad de locos en la que vivimos. Y que estamos obligados a
cambiar. O, al menos, a intentarlo.

"El número de ni-nis crece en más de
200.000 desde el estallido de la crisis, hasta representar el 20%
de los jóvenes de entre 16 y 24 años. España
encabeza las tasas de desempleo en el mundo desarrollado, pero el
drama del paro es aún más acuciante si cabe entre
los jóvenes, con una tasa de paro próxima al 55% en
el primer trimestre de 2014, según la última
Encuesta de Población Activa (EPA)"…

"Generación ni-ni": el 20% de los jóvenes
españoles ni estudia ni trabaja (Libertad Digital –
18/6/14)

Sin embargo, dentro de este ámbito destaca muy
especialmente el volumen de jóvenes que ni estudia ni
trabaja, los también conocidos como ni-nis. Su
número supera las 850.000 residentes comprendidos entre
los 16 y los 24 años, equivalente al 20% de la
población de esa franja de edad, lo cual supone un aumento
de entre seis y siete puntos extra desde que estalló la
actual crisis, tal y como analiza el economista Florentino
Felgueroso, director de la Cátedra Capital Humano y Empleo
de FEDEA.

Dicho aumento se debe, sobre todo, a la sustancial
destrucción de empleo que se produjo en ese tramo de edad,
ya que la crisis se llevó por delante el 65% de los
puestos de trabajo (960.000 ocupados) entre el primer trimestre
de 2008 y de 2014…

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Una enmienda a la
totalidad (del Ifo a List):
debate entre
"germanófilos"

A modo de final, voy a intentar un debate (imaginario)
con dos académicos a los que tengo en especial
consideración. A ambos les "duele" Europa (a mí
también). Ambos son "admiradores" de Alemania (yo
también). Con los debidos respetos, vamos a
ello.

La Unión Europea se mueve en una excelsa
mediocridad. En medio de una irrelevancia social absoluta. Los
líderes europeos lo único que han logrado acelerar
es la pausada decadencia de Europa. Han cambiado "calidad de
vida" (del ciudadano europeo) por "obediencia debida" (a los
banqueros y grandes corporaciones).

Estos "ilustres ignorantes" solo se interesan por
mantener el "statu quo" (en beneficio de la casta
política, la burocracia europea, los bancos y grandes
corporaciones) y, en su desesperado intento por "empujar la
soga", solicitan la "prórroga de la prórroga", una
mayor "flexibilidad" de la disciplina fiscal (anteriormente
comprometida por ellos mismos), "mutualizar" la deuda, o
intercambiar cromos como si jugaran al Monopoly.

Borran con el codo lo que escriben con la mano. El
eterno "pasteleo" europeo. Por eso las cosas se paralizan.
Algunas pruebas recientes del cinismo y frivolidad, con el que
indocumentados resuelven (comprometen) nuestro
destino:

"La Unión Europea "hará uso de toda la
flexibilidad prevista (en el Pacto de Estabilidad)", según
el borrador del documento que tienen previsto aprobar los jefes
de gobierno en la cumbre europea de esta semana (26 y 27 de
junio)"…
La UE aplicará con flexibilidad el
Pacto de Estabilidad (Cinco Días –
23/6/14)

El texto ha sido elaborado por el presidente del Consejo
Europeo, Herman Van Rompuy, tras su consulta con las capitales. Y
formará la base de "la agenda estratégica para la
Unión en tiempos de cambios" que el Consejo pretende
imponer al futuro presidente de la Comisión
Europea.

La oferta de Bruselas parece destinada a Francia e
Italia que, junto a otros gobiernos socialistas, tienen previsto
reclamar durante la cumbre una relajación de los objetivos
de déficit y deuda exigidos a los países. Tanto el
primer ministro italiano, Matteo Renzi, como el presidente
francés, François Hollande, han supeditado a esa
relajación su apoyo para que un miembro del Partido
Popular Europeo vuelva a presidir la Comisión cuando
José Manuel Barroso deje el cargo el próximo 30 de
octubre.

Alemania se mostró ayer dispuesta a aceptar esa
transacción siempre y cuando no se modifique el Pacto de
estabilidad. "Es una cuestión de cómo aplicarlo",
señaló en Berlín el portavoz de la
canciller, Angela Merkel. "Se trata de evaluar el caso individual
de cada país", añadió el mismo portavoz en
lo que el gesto más claro hasta ahora de la canciller
hacia las demandas de París y Roma. Los miembros
socialistas de la coalición de Merkel ya se habían
mostrado favorables a una reinterpretación del Pacto
permita a los países mantener la inversión
pública a cambio de reformas estructurales.

La batalla sobre esa reinterpretación se ha
cruzado en la elección del sucesor de Barroso, que
será el encargado de aplicarla. El PPE, que ganó
las elecciones del 25 de mayo al Parlamento Europeo, insiste en
que la presidencia debe ocuparla su aspirante, el ex primer
ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker. El Gobierno
británico se opone frontalmente a ese nombramiento y
parece decidido a intentar frenarlo durante la primera
reunión de la cumbre, que tendrá lugar el jueves en
Ypres (Bélgica), en conmemoración del 100
aniversario de la I Guerra Mundial. Cameron parece aislado pero
Londres no descarta una salida airosa in extremis, que
podría pasar por aplazar unos días la
decisión sobre la Comisión.

La guerra entre David Cameron y Jean-Claude Juncker, dos
pesos fuertes del centroderecha europeo con visiones muy
distintas sobre la UE, baja a las cloacas. "The
Telegrap
", tradicional periódico británico de
ideología conservadora y con fuertes lazos con el partido
"torie" del primer ministro inglés, sorprende con el
siguiente titular: "Preocupación en los líderes de
la UE por el alcoholismo de Jean-Claude Juncker". Según el
"Telegraph", el estilo de vida del luxemburgués
es un problema, ya que, según dicen fuentes del Parlamento
Europeo que no se identifican, "toma coñac para desayunar"
entre otras cosas. (Vozpópuli – 27/6/14)

Según el periódico londinense, los
supuestos problemas de Juncker con el alcohol han protagonizado
discusiones políticas "al más alto nivel" entre los
líderes europeos. "Su consumo de alcohol ha aumentado
desde las últimas elecciones parlamentarias", dice un
diplomático en Bruselas, algo que habría confirmado
otra fuente sin especificar de la Comisión Europea.
También lo describen como fumador compulsivo teniendo en
cuenta su comportamiento en las reuniones de este mismo jueves.
Incluso querría cambiar las normas para que se pueda fumar
en los edificios de Bruselas.

Los desencuentros entre los conservadores
británicos y Juncker, que tiene el respaldo de la CDU de
Angela Merkel, vienen siendo una constante en los últimos
meses. El europeísmo de Juncker choca con la
posición torie, que prevé un referéndum en
2017 para que los británicos decidan si quieren seguir o
no en la Unión Europea. En privado y en público,
Cameron ha manifestado su rechazo a Juncker por considerarlo un
político de la "vieja guardia", que se opone a las
reformas que él apoya para la UE. Para evitar la
elección del luxemburgués, el jefe de Gobierno
británico emprendió una intensa actividad
diplomática, con llamadas telefónicas a sus colegas
y un viaje a Suecia para hablar con su colega sueco, Fredrik
Reinfeldt; el primer ministro holandés, Mark Rutte, y la
canciller alemana.

Cameron defiende que es competencia del Consejo Europeo
la elección del presidente de la CE y considera que el
Parlamento Europeo no debe tratar de imponer su voluntad. Pese al
rechazo de Cameron, Juncker cuenta con amplio respaldo entre los
países de la UE y es candidato del ganador de las
elecciones europeas de mayo, el Partido Popular Europeo
(PPE)…

"Decisión tomada. El Consejo Europeo propone a
Jean-Claude Juncker como el próximo presidente de la
Comisión Europea", aseguró el 27/6 Herman Van
Rompuy, presidente del Consejo Europeo, en un mensaje en la red
social Twitter.

La decisión no ha sido por unanimidad sino por
mayoría cualificada, ya que Reino Unido y Hungría
se oponen a la candidatura del luxemburgués, que
recibió 26 votos a favor y 2 en contra. El primer ministro
británico ha asegurado en Twitter que los Jefes de Estado
y de Gobierno que podrían "lamentar el nuevo sistema para
elegir presidente de la Comisión".

En medio de una cumbre bronca, los líderes
europeos (incluso sus aliados más íntimos) dieron
la espalda a Cameron, que reconoció el descalabro y a
renglón seguido aseguró que la designación
de Juncker "hace más difícil" mantener a Reino
Unido en la UE, un digno colofón al reguero de amenazas,
ultimátums e incluso golpes bajos que han elevado la
tensión a niveles insoportables durante las últimas
semanas.

Ese fracaso británico marca un antes y un
después en las relaciones, habitualmente espinosas, entre
Reino Unido y la UE. Cameron forzó un voto sin precedentes
en el Consejo Europeo y trató de dramatizar con ese golpe
de teatro su firme oposición, una especie de remate final
a la deriva euroescéptica que viene protagonizando su
partido -y su país- desde su victoria en las elecciones
británicas de 2010. No hubo sorpresas. Nadie le
siguió, con la única excepción de
Hungría.

En fin, que la Reina Isabel ("God Save The Queen"),
tendrá un compañero de "desayunos con alcohol".
Juncker beberá coñac (según "dicen" los
ingleses) y "Su Graciosa Majestad" ginebra (como "saben" los
ingleses). Mientras, la orquesta seguirá tocando en la
cubierta del Titanic.

Luego de estos "peanuts" (de ratas y de cloacas), dejo
la palabra a los "académicos". Más adelante, vuelvo
al "Speakers" Corner".

El futuro económico de Europa
Jesús Fernández Villaverde – Conferencia ICADE –
4/6/14) (Algunos párrafos de la
Conferencia)

De lo que quería hablar hoy es sobre el futuro
económico de Europa…

(Entre mis muchos vicios y secretos escondidos,
quizás uno de los más curiosos es mi interés
por la historia alemana. ¿Por qué? Bueno, pues por
muchos motivos. Yo siempre he explicado que en España nos
hemos dividido muchas veces entre grandes germanófilos y
grandes francófilos; en mi caso yo siempre he sido
más de los alemanes que de los franceses. Segundo, porque
a mí me gusta la música clásica, y es muy
difícil escuchar a Bach o a Brahms o a Beethoven por las
mañanas y no preguntarse por las tardes acerca de los
grandes problemas de la historia alemana. Y uno de los temas
principales de la historiografía alemana es la idea del
sonderweg, de lo que llaman en Alemania el "camino especial".
¿A qué viene esto? Bueno, básicamente lo que
preocupa a los historiadores alemanes es hasta qué punto
Alemania ha sido o no un país distinto, o realmente
Alemania ha sido un caso más en Europa con unas
circunstancias muy similares a otras naciones)

En una economía moderna constantemente se crean
nuevos productos, pues antiguamente teníamos el video y
luego llega el DVD y luego llega el streaming por internet. Esto
hace que constantemente haya productos antiguos, que haya
sectores de la industria que van desapareciendo; esto es muy
doloroso para todos aquellos que se quedan sin trabajo. Cuando la
economía agregada crece es fácil mover gente de
esos sectores que van desapareciendo y ponerlos en sectores que
están creciendo. Cuando estás atascado es muy
difícil, porque cada euro que gano yo de más es un
euro que gana alguien de menos. Esto hace que las discusiones
políticas se hagan mucho más agrias porque no hay
más dinero

La política del estancamiento es muy, muy, muy
corrosiva y lo que ocurre en Europa en estos momentos es que
estamos peleándonos por el mismo pastel en una
economía que tiene una frontera tecnológica que
sigue creciendo…

Alemania (esto es muy interesante): su productividad no
crece. No existen datos para Alemania antes de 1970 en la Penn
World Table. La productividad alemana no crece, no crece en
absoluto. Entonces uno dice, ¿y por qué los
alemanes están exportando como locos? ¿Cómo
puede ser posible que a los alemanes les vaya tan bien? Porque si
uno ve los salarios en Alemania, el único motivo por el
que Alemania sigue exportando muy bien es porque desde 1990 sus
salarios reales no han crecido; básicamente lo que le han
dicho a los trabajadores alemanes es: "miren, a cambio de que no
crezcan los salarios, el empleo en Alemania se va a mantener y
vamos a seguir teniendo exportaciones". Pero no me parece que
esto sea una solución; la solución tendría
que ser lo que sucede en Estados Unidos y en el Reino Unido.
Estados Unidos y el Reino Unido son más productivos,
siguen siendo capaces de producir más cosas con los mismos
factores, año detrás de año.
¿Qué es lo que ocurre en los países
anglosajones que su productividad crece y la nuestra no? Porque
al final del día la productividad es lo único que
te permite crecer en el largo plazo…

¿Qué explicaciones existen sobre
esto?

Las principales son las que figuran en el cuadro
anexo.

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El agotamiento del proyecto europeo. Creo que nos hemos
metido en un proyecto de la Unión Europea que
quizás tenía sentido cuando estábamos
hablando de siete países europeos con el Tratado original
de Roma; no tiene mucho sentido tal como está
diseñada ahora Europa, con veintitantos
miembros.

La crisis del euro. Lo único que quería
decir aquí es que lo que he estado contando no es la
crisis del euro, lo que he estado narrando es algo mucho
más profundo; la crisis del euro es simplemente el
epifenómeno de algo mucho más grave, que subyace a
todos los problemas que hemos tenido.

Particularmente, creo que uno de los principales
problemas que tenemos es que Europa ha sido capturada por los
grupos de presión y por una serie de rigideces de
política económica. Un ejemplo perfecto de esto son
los taxistas de París: ahora hay una nueva App para el
iPhone, quizás alguno la utilice, que se llama Uber, que
te permite llamar a un coche y entonces te sientas en él.
Los taxistas de Paris han hecho una gran manifestación,
han bloqueado Paris por tres días y han intentado que
Francia prohíba esta aplicación. Entonces es
simplemente la protección de un grupo de presión,
no les apetece perder trabajo y que se dedica a bloquear el
país. Otros grupos de presión son más
sofisticados, llaman a Moncloa y dicen, oye, mira, que
necesitamos que en el siguiente Boletín Oficial del Estado
ocurra esto, y como son más importantes lo solucionan sin
tener que salir a la calle, que siempre queda muy feo.

Europa en estos momentos está completamente
dominada por unos grupos de presión que impide el
crecimiento económico. Y, ¿cómo se resuelve
esto? Particularmente con decisión o, como decía
"the Iron Lady", no sé si recuerdan, "this lady is not for
turning". Hay que hacerlo sí o sí. Cuando tú
tienes unos grupos de presión, como ocurre en estos
momentos en Europa continental, que han tomado completamente el
control de la sociedad, hay que luchar contra ellos.

El último motivo que quería resaltar es la
reorganización de la economía mundial. Se ha
transformado la economía mundial de una manera
fundamental. Ahora la innovación, las cosas nuevas, la
organización de las cadenas de valor añadido
mundial, están en muy buena medida en Asia y los europeos
no nos hemos dado cuenta, y no nos hemos dado cuenta de verdad.
No, no estoy diciendo que pongamos la tele de repente y digamos,
ay, los chinos, fenomenal, los coreanos… No, de verdad,
interiorizarnos de que la economía mundial se ha
reorganizado y que hay que competir en una situación
mundial muy diferente.

Europa está en una encrucijada muy grande. Me
sorprende que la gente no haya terminado de entender esto y ese
es el único motivo por el que tenemos partidos
extremistas, porque el europeo medio no entiende lo de la
productividad total de los factores, no entiende lo del
crecimiento del PIB, pero entiende que su vida no está
mejorando y que su nivel de bienestar retrocede. Y entonces se
enfada y termina votando a gente que son extremistas y muy
peligrosos y lo que tenemos que estar absolutamente seguros es
que no debemos permitir que las condiciones sociales de Europa
lleve a esta gente a ganar elecciones. ¿Y cómo se
consigue esto?

Hayek, el famoso economista, decía que él
era un old whig. Whig era uno de los partidos británicos
ingleses del siglo XVIII y a lo que se refería era a lo
que quizás en estos días se llame el liberalismo
clásico. Uno de los grandes iconos del liberalismo
clásico es Edmund Burke, al que yo siempre he leído
con mucho detalle y mucho cariño, y una de las cosas
más importantes que dice Edmund Burke en sus reflexiones
sobre la revolución en Francia es que un Estado sin la
capacidad de reformarse es un Estado condenado al colapso. Lo que
Burke ve es que la monarquía en Francia fue incapaz de
reformarse en el siglo XVIII como se reformó la
monarquía británica, y esto lleva a la
revolución en Francia. Y la revolución en Francia
lo primero que trae es guerra, destrucción y
pérdida de bienestar.

Exactamente igual que los británicos y los
franceses se encontraban en 1789, ese es el dilema y la
encrucijada que tenemos ahora en Europa: podemos reformar para
volver a poder dar bienestar a nuestros ciudadanos o podemos no
reformar. Si reformamos nos irá bien, como a los suecos;
si no reformamos, nos irá muy mal. Y el susto que nos
pegamos hace ocho días con las elecciones se va a
multiplicar y cada vez iremos a peor.

(Jesús Fernández-Villaverde es
catedrático de Economía en la Universidad de
Pennsylvania desde 2007, Kennen Fellow in International Economics
en la Universidad de Princeton, miembro del National Bureau of
Economic Research (NBER) e investigador en el Centre for Economic
Policy Research. Con anterioridad fue profesor visitante en las
Universidades de Nueva York, Duke y Yale)

– Los escollos al libre comercio (Project Syndicate –
24/6/14)

Múnich.- El Acuerdo Transatlántico de
Comercio e Inversión (ATCI), que al presente es objeto de
intensas negociaciones entre la Unión Europea y Estados
Unidos, está causando una gran conmoción. De hecho,
dada la magnitud de las dos economías, que en conjunto
representan más del 50% del PIB mundial y un tercio de los
flujos mundiales de comercio, lo que se encuentra en juego es
mucho. Con el fin de garantizar que el ATCI beneficie a los
consumidores de ambos lados del Atlántico, aquellos que
negocian deben reconocer y evitar varias trampas clave – algunas
más evidentes que otras.

Los acuerdos comerciales bilaterales han ido ganando
tracción últimamente. Por ejemplo, la UE y
Canadá concluyeron recientemente un Acuerdo
Económico y Comercial Global, que probablemente se
convierta en la base para el ATCI.

Esto no es sorprendente, dado el reiterado fracaso de
los intentos de llegar a un acuerdo global a través de la
Organización Mundial del Comercio (OMC). Las negociaciones
de la Ronda de Doha de la OMC fueron un fracaso, y el acuerdo
alcanzado en Bali el año pasado, a pesar de anunciarse
como un éxito, hace muy poco que acelerar la
recaudación de aranceles aduaneros.

En la situación actual, el miedo ante una
insuficiente protección del consumidor, distorsionada por
los intereses creados, está dominando el debate respecto
al ATCI. Considere el desacuerdo sobre el tratamiento
diferenciado que se dispensa al pollo. En EEUU, la carne de pollo
se lava en agua tratada con cloro; en Europa, los pollos se
rellenan con antibióticos mientras se encuentran vivos. En
un esfuerzo que se puede describir solamente como absurdo, los
productores europeos están tratando de convencer a sus
clientes que el primer método es menos conveniente para
los consumidores.

En realidad, la protección del consumidor en EEUU
es considerablemente mejor y más estricta en
comparación a la que se tiene en la UE, donde, a
raíz de la decisión del Tribunal de Justicia de la
Unión Europea en el asunto Cassis de Dijon, el
estándar mínimo aplicable a todos los países
se establece a través del país con el nivel
más bajo en cada caso. Por el contrario, la
Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU.
hace cumplir los más altos estándares para los
productos, lo que significa que, en el marco del ATCI, los
consumidores europeos tendrían acceso a productos de mayor
calidad a precios más bajos.

El principal beneficio de la facilitación del
comercio es que permite que los países se especialicen en
las áreas en las cuales tienen mayores capacidades. Como
Ralph Ossa mostró en un documento de trabajo preparado
para la Oficina Nacional de Investigación Económica
de EEUU, si Alemania no tuviese acceso a los mercados
internacionales, el nivel de vida que tuviese sería la
mitad del que ahora tiene. El ATCI, según
información proporcionada por Gabriel Felbermayr del
Instituto IFO de investigación económica,
podría mejorar el nivel de vida de Alemania en un 3 a un
5%.

Sin embargo, estos beneficios
están lejos de estar garantizados. Uno de los riesgos
principales de la facilitación del comercio es una
desviación del comercio – es decir, una reducción
de los aranceles aduaneros entre dos países lleva a que
los consumidores eviten los productos más baratos
procedentes de terceros países. Si el ahorro del
consumidor no compensa la disminución en los ingresos
aduaneros de los países, el resultado final sería
una reducción en el bienestar.

Para evitar tal resultado se requiere de disposiciones
que permitan la participación de un conjunto más
amplio de países, que incluya especialmente a China y
Rusia, en el proceso de facilitación del comercio en
igualdad de condiciones. De hecho, la construcción de una
especie de "OTAN económica" que excluya a potencias como
Rusia y China no sería aconsejable, tanto económica
como políticamente. En lugar de ello, estos países
deberían ser incluidos en el proceso de
negociación.

Otro posible riesgo es el concerniente a la
protección de las inversiones. En la situación
actual, es aceptable que la UE asuma responsabilidad cuando sus
propias medidas de salud y de protección del medio
ambiente funcionan, en los hechos, como barreras comerciales. Las
Directivas de la UE que instituyen límites máximos
para las emisiones de CO2, por ejemplo, son en realidad un tipo
de política industrial destinada a proteger a los
automóviles pequeños franceses e italianos. La
protección de las inversiones limitaría este tipo
de abusos.

Sin embargo, no es aceptable que la UE
ofrezca protección a los inversores extranjeros con
relación a la incapacidad que tiene un país europeo
en cuento a cumplir con sus obligaciones, en especial en lo que
se refiere al servicio de su deuda. Tal medida, como Norbert
Häring de Handelsblattrecientemente señaló,
transformaría al ATCI en un mecanismo de
mutualización de la responsabilidad dentro de la
UE.

Las garantías a las inversiones
que tengan un alcance en toda la UE reducirían
artificialmente la tasa de interés a la cual un
país de la UE, de manera individual, podría pedir
prestado y por lo tanto, alentaría a que estos
países asuman más deuda, suspendiendo, en los
hechos, el mecanismo de auto corrección de los mercados de
capitales. Esto llevaría a la siguiente escena del
desastre de la deuda europea, con consecuencias que serían
muy superiores a los beneficios que ofrece el ATCI.

El ATCI, sin duda, tiene un gran
potencial para impulsar el desempeño económico a
ambos lados del Atlántico. Pero, ello no
significará nada si se permite que el acuerdo sirva como
puerta trasera para la mutualización de la deuda europea a
través de lo que se aproximaría, en los hechos, a
lo que son los Eurobonos.

(Hans-Werner Sinn, Professor of Economics and Public
Finance at the University of Munich, is President of the Ifo
Institute for Economic Research and serves on the German economy
ministry"s Advisory Council. He is the author of Can Germany be
Saved?)

Regreso al "Speakers" Corner" (del Ifo a
List)

(…) La historia ofrece ejemplos de naciones
que han sucumbido porque no supieron resolver a tiempo la gran
misión de asegurar su independencia intelectual,
económica y política, estableciendo manufacturas
propias y un vigoroso estamento industrial y mercantil
(…).
Friedrich List, Sistema nacional de
economía política, 1841

(Friedrich List, uno de los economistas alemanes
más destacados del siglo XIX, fue un acérrimo
crítico de la "teoría dominante" de Adam Smith,
particularmente en materia de librecambio. Una de sus principales
aportaciones al pensamiento económico es su planteamiento
de una estrategia alternativa e integral para el desarrollo
económico, en una concepción diferente de la
política de comercio exterior)

Toda Europa ha fracasado a la hora de enfrentar la
crisis financiera que se auto infligió, en un "seguidismo
estúpido", por querer jugar a la bolsa y la banca, "mano a
mano" con los EEUU (sin la picardía, la falta de
escrúpulos, y la facilidad para repartir la mierda de los
productos tóxicos por el mundo mundial, que tienen los
americanos).

No supieron reducir la probabilidad de pérdidas
catastróficas capaces de sacudir el sistema. Tampoco
comprendieron la naturaleza escurridiza del riesgo. Antes de la
crisis financiera, muchos bancos europeos creían que
habían evaluado correctamente los peligros de las
hipotecas de alto riesgo y provisionado suficiente dinero para
absorber pérdidas. Los errores de cálculo fueron
garrafales.

Los únicos europeos que pueden jugar en ese
"casino" son los ingleses (el submarino de los Estados Unidos en
Europa) y ya han dado suficientes pruebas (un día
sí y otro también) de quien son "aliados
incondicionales" (USA) y de quien son meros "socios comerciales"
(UE, a la que USAN), mientras se puedan aprovechar del libre
movimiento de capitales. ¡A ver si se enteran "pardillos"
de la Comunidad Europea!

Por supuesto, el mercado de los derivados sigue siendo
enorme: 692 billones de dólares en contratos, según
el Banco de Acuerdos Internacionales (BIS en sus siglas en
inglés). Es diez veces el Producto Interior Bruto
global.

La banca en la sombra mueve en el mundo 51 billones de
euros y sus activos representan el 24% de los activos
financieros y el 117% del PIB de las
economías avanzadas, según los datos del Financial
Stability Board (FSB).

La industria de los fondos de cobertura superó en
mayo (2014) por primera vez en la historia la barrera de los US$
3 billones (millones de millones), según datos de una
firma de análisis, gracias a que nuevas asignaciones y
desempeños positivos llevaron el importe total a un nuevo
récord.

No obstante, las autoridades han tomado relativamente
pocas medidas para abordar el problema. La próxima crisis
puede estar a la vuelta de la esquina y la UE sigue
inerme.

Siendo esto peligroso, lo más grave
continúa siendo la crisis económica, la falta de
crecimiento, de empleo, de ingresos, de futuro, de esperanza.
Aquí la falta de respuesta de la Unión Europea es
clamorosa.

En el debate acerca de este problema se han abordado
muchas de sus repercusiones, como la menor cohesión
social, el aumento de los barrios marginales, la
explotación de la mano de obra y el debilitamiento de las
clases medias. Pero hay un efecto que ha merecido relativamente
poca atención: el desempleo juvenil y el subempleo en
general.

Desde el inicio de la crisis económica global, el
desempleo juvenil ha aumentado de manera importante. En los
países desarrollados, un 18% de las personas de entre 18 y
24 años se encuentran sin empleo. Si bien la tasa de
desempleo juvenil en Alemania sigue siendo relativamente baja
(9%), es de un 20% en el Reino Unido y más de un 50% en
España y Grecia. En contraste, sólo un 10% de los
jóvenes de Asia del Este y un 9% de Asia del Sur
están sin empleo.

No obstante, las autoridades han tomado relativamente
pocas medidas para abordar el problema. Hoy la Unión
Europea se arriesga padecer lo que la Organización Mundial
del Trabajo ha llamado una "generación
perdida".

Sea cual sea el factor principal que subyazca al alto
desempleo juvenil, no hay duda de que la desigualdad del ingreso
exacerba el problema. En pocas palabras, muchos empleos (en
especial los más lucrativos) están al alcance casi
exclusivamente de jóvenes procedentes de entornos
pudientes.

Por ejemplo, en el Reino Unido solo un 7% de los
niños y jóvenes van a escuelas privadas, pero cerca
de la mitad de los directores ejecutivos del país y dos
tercios de sus médicos han sido educados en ese sistema.
Se estima que esta tendencia continuará y que la
próxima generación de doctores habrá nacido
en familias pertenecientes al 20% más rico de la
población.

La desigualdad se agrava si los procedimientos de
contratación vienen inherentemente sesgados. Si bien en
teoría las empresas reconocen el valor de reunir talentos
procedentes de una diversidad de medios, tienden a contratar
candidatos con habilidades, experiencias y cualificaciones
similares. Incluso si una persona con una formación o
experiencia de trabajo diferente se las arregla para entrar en
contacto directo con quienes seleccionan personal, debe superar
la percepción de que representa una opción
más riesgosa.

Si el estatus financiero sigue siendo un determinante
clave para sus oportunidades, los jóvenes de entornos
más pobres se irán desanimando progresivamente, lo
que puede elevar el grado de conflictividad social. A menos que
todos los jóvenes cuenten con perspectivas
legítimas de mejorar su situación social y
económica, seguirá ampliándose la brecha
entre ricos y pobres y creándose un círculo vicioso
del que será cada vez más difícil
salir.

En un Ensayo anterior, Los daños ocultos del
librecambio
La doble vida de la economía
global
(Unión Europea: Apertura y Vulnerabilidad –
¿Es posible imaginar un futuro diferente al pasado
reciente?) (¿Puede la economía salir del armario?),
publicado en abril del 2002, decía:

Con la globalización las empresas descubrieron
que pueden producir en cualquier lugar del mundo, con mano de
obra barata, precariedad laboral y posibilidades de evadir
reglas. Rápido y barato. Ningún peso ni deberes
para la empresa. Así, hay verdaderas zonas francas en el
mundo, donde se trabaja sin derechos, sin descanso ni seguridad
alguna. Y el patrón no tiene cara. Son los costados
más oscuros del capitalismo globalizado.

Los estados son impotentes ante los mercados y el poder
de las corporaciones. Los gobiernos han quedado reducidos a meros
lacayos serviles de las multinacionales, lo que incluye al
gobierno de George W. Bush, con un vergonzoso servilismo ante las
multinacionales energéticas.

En el ensayo que presentamos tratamos de demostrar que
la apertura comercial puede generar un alto grado de
vulnerabilidad. La balanza externa puede presentar un factor
negativo para el crecimiento económico.

Esos son los daños ocultos del librecambio. El
alto costo de un régimen que nos lleva a pensar en el
librecambio de los idiotas.

Una alucinación del desarrollo -la
globalización de la libertad de mercado- que, entre la
flexibilidad y la incertidumbre, opta por el miedo a ser uno
mismo.

La doble vida de la globalización nos plantea un
caso de vulnerabilidad económica: Unión Europea
versus Estados Unidos. Podríamos sospechar si no estamos
ante una situación de desigualdades provocadas.

¿Si una mayor apertura a los flujos financieros y
comerciales, hacen a la Unión Europea más
vulnerable a las perturbaciones externas; no se
presentaría una situación asemejable a la de
cobayas del neoliberalismo?

¿Ante la falsa globalización de la
libertad de mercado, que nos imponen los fascistas
económicos, es posible proyectar un futuro diferente al
pasado reciente?

¿Puede imaginarse un cambio de
paradigma?

¿Puede la economía salir del
armario?

¿Sera posible que nos devuelvan el
cerebro?

¿Se animara Europa a quitarse el burka que la
niega, somete, condiciona y castra desde finales de la Segunda
Guerra Mundial y, sin solución de continuidad, desde el
fin de la Guerra Fría?

El comercio libre promueve el bienestar de los ricos,
pero no necesariamente el bienestar social, que debería
aplicarse a la gran mayoría de la población. No es
de extrañar entonces que las compañías
multinacionales y sus directores ejecutivos, con sus feudos
industriales diseminados por todo el mundo, adhieran
fervientemente al comercio libre.

El comercio internacional beneficia a unas pocas
empresas multinacionales y a unas pocas familias propietarias,
perjudicando o en el mejor de los casos dejando en igualdad de
condiciones, al resto de las empresas y familias, cualquiera sea
su lugar de radicación o residencia. Para mayor agravante
-si cabe- el libre comercio -profetizado, publicitado e
impuesto-, es solo una pantalla para la financierización
de la economía, que es el objetivo buscado (y por lo que
se constata, alcanzado).

Al impulso de la liberación del comercio se cuela
el libre movimiento -fundamentalmente especulativo- de capitales,
sin fronteras, limitaciones, ni controles, que es la única
globalización verdadera.

En este dualismo económico que ha generado la
globalización, la economía de mercado, la
competencia mundial y el libre comercio, hay muy pocos que ganan
mucho -muchísimo- y un resto enorme que transita la
depresión silenciosa. Lo que se está intentando
-aunque el discurso oficial sostenga lo contrario- es la
perpetuación de las desigualdades superables, la
negación de la posibilidad de tener oportunidades
superiores a las nativas, de llegar a una sociedad más
igualitaria…

El libre comercio perjudica seriamente a las
economías de las naciones. Casi todos los problemas
económicos con que se enfrenta la Unión Europea
-déficit público, aumento del desempleo, retroceso
de la clase media, excesiva competencia, creciente endeudamiento
de las empresas y degradación del medio ambiente– pueden
estar relacionados con la política del libre comercio
(extra regional) que ha estado siguiendo en los últimos
años.

¿Puede EEUU con tan poco, aunque parezca tanto,
dictar las reglas de juego del comercio mundial? ¿O al
menos del europeo?

¿Puede Alemania actuar de forma tan miope, si no
hay algunos que se empeñan en ponerla detrás de un
vidrio oscuro?

¿Puede Alemania condicionar el desarrollo de la
Unión Europea porque ha cambiado de socio preferente?
¿Puede valer tan poco el precio de la
traición?

¿Puede la Unión Europea seguir tragando lo
que le echen?

¿Cuándo entenderá la Unión
Europea que la prioridad estratégica de los EEUU ha pasado
del Atlántico al Pacifico?

¿Para qué sirve continuar la estela de la
globalización?

¿Quién se beneficia de la
competitividad?

¿Mejoró el ritmo de crecimiento de la
Unión Europea con el librecambio?

¿Quién dicta las reglas del pensamiento
único?

¿Quién saca el mejor resultado con la
aplicación de la economía de mercado?…

Conclusión

A modo de teorema (hipótesis, tesis y
demostración)

El fin de la Guerra Fría, cede paso a la era de
la globalización. El avance en alta tecnología
(robótica, informática, comunicaciones y
biotecnología) permite pasar de la sociedad industrial a
la sociedad del conocimiento. La distribución
internacional del trabajo no existe más. La aldea global
deja la guerra sin frente. La discusión entre el modelo
anglosajón y el modelo renano se diluye en una batalla de
modelos heterodoxos, a los que lo único que les interesa
es que el gato cace ratones. Capitalismo socialista. Autocracias
capitalistas. Socialismo de libre mercado. Tercera vía.
Capitalismo popular…Y cuanta sopa de letras nos permita el
análisis combinatorio.

La economía se convierte en algo más
importante que la ideología.

Triunfan aquellos que optaron por: el éxito
individual, el beneficio a corto plazo, la
financierización, la desregulación, la
privatización, que utilizan la inmigración como un
arma de disuasión para la mano de obra nacional, que
consideran que la pobreza es un problema de las personas, que
sostienen que la seguridad social no es favorable para el
desarrollo económico, que privilegian la
jerarquización de los salarios, que procuran una
legislación fiscal que favorece el endeudamiento, que
consideran mejor tener menos reglamentos y más abogados
para hacer procesos, que prefieren la bolsa, que asumen que el
poder en la empresa lo tiene el accionista, que entienden que el
papel de la empresa en materia de educación y de
formación profesional debe ser el menor
posible…

Aceptan el papel de derrotados, y se someten, aquellos
que: valoran el éxito colectivo, el consenso y el
beneficio a largo plazo, no aceptan la inmigración como
arma persuasiva, consideran que la pobreza es un problema de la
nación, no aprueban aumentar tanto la
jerarquización de los salarios, consideran el ahorro como
una virtud nacional, prefieren tener reglamentos y entienden que
el poder en la empresa se reparte entre los accionistas,
dirección, banca y personal…

Es un hecho que a los ojos de la opinión mundial,
el capitalismo renano, virtuoso, igualitario, prudente y
discreto, carece de atractivos.

El capitalismo americano es el sueño rosado, del
dinero fácil, de las fortunas súbitas,
lúdico, mediático (o sea: publicitario, financiero
y corrompido).

El modelo norteamericano sacrifica deliberadamente el
futuro al presente.

Al modelo renano le queda por demostrar -nuevamente- que
la protección social más generosa puede ir apareada
con una economía más eficiente. Habrá que
demostrar -nuevamente- que la inversión en el futuro es el
verdadero círculo productivo, la primera fuente de
riqueza. Quizás incluso el nuevo camino de la
sabiduría.

En su libro, El mito del libre comercio, Rabi Batra, ya
en 1993, nos decía: (refiriéndose a los
EEUU)… Los hechos saltan a la vista, las pruebas son
abrumadoras, el gran sueño americano de disfrutar de una
mayor prosperidad en cada generación se ha frustrado.
Incluso se habla de que la nación se está hundiendo
en un pozo parecido al del Tercer Mundo, y entrando en un
círculo vicioso de pobreza. Junto con el desconcierto de
los medios de difusión, de los expertos y los
políticos, que mientras se desarrolla el debate por el
NAFTA, pocos comprenden que la causa real de esta debacle
económica sin precedentes ha sido la política de
comercio libre. Mientras tanto, la industria y los ingresos se
sumergen cada vez más en lo que ya es un
cenagal.

La disminución del salario real del trabajador de
la producción que ha tenido lugar en veinte años,
entre 1973 y 1992, es un fenómeno desconocido, ni siquiera
visto durante la Gran Depresión, que duro una
década. Un hecho insólito requiere una
explicación singular, y lo único nuevo en la
historia norteamericana ha sido el comercio
libre…

El argumento convencional a favor del comercio libre es
ingenuo y simplista. Los acólitos de la liberación
hacen extravagantes conjeturas y sacan conclusiones
incompletas…

La lógica que hay detrás del comercio
libre…viene a ser como una asociación entre
naciones, en las que cada una concentra sus esfuerzos en los
sectores en los cuales posee la mayor ventaja (productividad
laboral comparativa).

Teniendo en cuenta esto, cuanto mayor sea la
especialización, mayor será la productividad de la
asociación entre naciones. Pero cuanto más se
especialice cada una, más tendrá que importar y
pagar por ello con sus exportaciones. Por eso se dice que el
comercio libre es la mejor política, porque con él
se acrecienta al máximo el comercio internacional y por
ende la especialización.

En consecuencia, cualquier política que restrinja
el comercio inevitablemente reducirá la productividad
mundial. De ahí que todas las formas de proteccionismo
-aranceles, cuotas, subsidios, requisitos internos sobre el
contenido de las importaciones y limitaciones voluntarias a la
exportación, entre otras muchas medidas- sean
perjudiciales para la prosperidad internacional.

En este sentido, el punto de vista convencional mantiene
que el comercio crea dos tipos de beneficios. El que se obtiene
del intercambio y el aumento de la productividad que se logra a
través de la especialización.

¿Qué posibilidad de error habrá en
este razonamiento?…

El comercio libre puede haber ayudado a los
norteamericanos a incrementar la productividad por hora, pero
debido a la caída de la demanda mundial de sus productos,
sus salarios son más bajos que en 1973, y algunos
aún más bajos que en 1950. Por otro lado, los
socios comerciales de EEUU no solo producen más por hora,
sino que han visto crecer sus salarios significativamente desde
la década del setenta. Los economistas de EEUU no han
logrado advertir las depredaciones que ha causado el comercio
libre, porque se han concentrado exclusivamente en la
productividad y han ignorado los ingresos. Siguen ocupados
tratando de dar una explicación racional al statu quo.
¿Pero…qué es lo que pretendemos, una mayor
productividad o mejores salarios?

La teoría moderna de los beneficios que genera el
libre comercio es mucho más sofisticada que la que se
acaba de describir. Pero la idea básica es la misma. En
lugar de la productividad comparativa de la mano de obra, la
versión moderna pone el acento sobre los costos
comparativos, los cuales están determinados por la
productividad de varios factores -mano de obra, capital y
recursos naturales– y sus ganancias. De hecho, la teoría
moderna reconoce que el comercio puede afectar los salarios tanto
a corto como a largo plazo. Pero otros factores se benefician
tanto, que su provecho pesa más que la caída en los
salarios. En consecuencia, el comercio libre hace prosperar a la
nación, aun cuando pueda perjudicar a los
trabajadores.

Esta idea puede descartarse fácilmente porque
tiene escasa aplicación práctica. En 1991, los
salarios de los empleados y de los trabajadores autónomos
representaban el 82 por ciento del ingreso nacional de EEUU, y
los ingresos del capital el 18 por ciento restante. Cualquier
teoría que ignore los salarios y se concentre solamente en
otros factores globales, como el bienestar social, el PNB real
per cápita o el ingreso nacional, merece ser desechada.
Seria simplemente absurda. ¿Cómo es posible
considerar el ingreso de la mano de obra y de otras fuentes de la
misma manera?

En una economía de una gran disparidad, como la
de EEUU, solamente el 5 por ciento de la población obtiene
un ingreso significativo del capital. Cuando los economistas
afirman que el comercio beneficia a una nación, aunque
posiblemente perjudique a sus trabajadores, lo que realmente
quieren decir es que al menos los propietarios del capital salen
ganando, o sea los ricos se hacen más ricos. No importan
los trabajadores pobres, que constituyen el 80 por ciento de la
fuerza laboral: al menos los ricos prosperan. Esto solo quiere
decir que el comercio libre promueve el bienestar de los ricos,
pero no necesariamente el bienestar social, que debería
aplicarse a la gran mayoría de la
población.

No debe extrañar entonces que las
compañías multinacionales y sus directores
ejecutivos, con sus feudos industriales diseminados por todo el
mundo, adhieran fervientemente al comercio
libre…

La mayoría de los economistas admiten que el
comercio puede perjudicar temporalmente a algunos trabajadores,
pero afirman que beneficia, sin lugar a duda, a los consumidores,
ya que las importaciones hacen bajar los precios y ponen un
límite a la inflación. Este argumento se lee tan a
menudo en la prensa y en los libros de texto que pronto se
termina por aceptarlo. Nada puede estar más alejado de la
verdad. Es un concepto decididamente erróneo.

¿Acaso los consumidores son diferentes de los
trabajadores? ¿No son la misma gente? Desde la apertura de
la economía norteamericana al comercio libre en 1973, el
80 por ciento de la fuerza laboral ha soportado una brusca
caída en los ingresos reales. ¿Acaso esta gente y
sus familias no son también consumidores?

Lo que importa no son solo los precios, sino
también los salarios. El comercio en efecto hace bajar la
inflación, pero también puede reducir los salarios,
y la pérdida salarial excede a la caída de la
inflación. De ahí el brusco descenso en el nivel de
vida en EEUU…

Otro argumento frecuente es que el comercio libre
estimula a las industrias locales que compiten con las
importaciones, que a causa de ello se ven obligadas a producir
bienes de alta calidad a precios más bajos…El
comercio indudablemente promueve la competencia, mientras que el
proteccionismo puede retardarla. Pero existen otros recursos
menos destructivos para estimular la rivalidad entre las empresas
locales. El comercio no es el único camino, y esos otros
recursos pueden ser muy superiores al comercio libre. El
mérito intrínseco estriba en la idea de la
competencia, no en la liberación del
comercio…

Aquí podemos finalizar la cita. Ahora les
propongo un juego: sustituyan el nombre de los EEUU por el de
Unión Europea, actualicen -un poco las fechas- y
verán ustedes como Ravi Batra escribió sobre
historias del futuro, al menos para la situación de la
Europa globalizada y librecambista.

Un párrafo sugerente -que respalda nuestra
hipótesis, lamentablemente con demostración
pendiente, como verán más adelante- es aquel que
señalaba:…Al menos los ricos prosperan. Esto quiere
decir que el comercio libre promueve el bienestar de los ricos,
pero no necesariamente el bienestar social, que debería
aplicarse a la gran mayoría de la población. No es
de extrañar entonces que las compañías
multinacionales y sus directores ejecutivos, con sus feudos
industriales diseminados por todo el mundo, adhieran
fervientemente al comercio libre…

Propuesta: (Decíamos ayer…) El comercio
libre extraregional no beneficia al crecimiento económico
de la Unión Europea. El proteccionismo competitivo
-citando a Ravi Batra- es muy superior al comercio libre. El
nuevo proteccionismo -citando a Hans-Peter Martin y Harald
Schumann- debe tener como finalidad la protección del
medio ambiente mediante la reducción del comercio
internacional y mediante la diversificación de
economías enteras, de tal forma que se reorienten hacia la
máxima producción posible a escala local o nacional
o regional, llegando al comercio internacional solo como
última alternativa. Hay que romper el ciclo de más
comercio internacional que constituye una amenaza para el medio
ambiente, la justicia social y el empleo sostenible. La idea es
generar un proteccionismo competitivo, no un proteccionismo
monopólico. O sea, reemplazar la competencia externa
actual por la competencia interna. Pasar del enriquecimiento de
la corporación a la realización del
individuo.

Parece difícil, en un mundo globalizado, que un
país o región pueda crear una política
pro-empleo eficaz y a largo plazo.

¿Podemos entonces imaginar acuerdos
internacionales que no permitan esta perspectiva de
vecino-mendigo?

Una vez más, las consideraciones políticas
-niveles de desempleo que amenazan la estabilidad social- se
convierten en el factor decisivo a la hora de afrontar los
problemas económicos.

El capitalismo no es un sistema fácil de gobernar
bajo las mejores condiciones, y las perturbadoras amenazas
tecnológicas, el aumento de la interdependencia
económica y la falta de consenso internacional en
política económica no son evidentemente las mejores
condiciones. Es probable que si todos los capitalismos adoptaran
políticas con más visión de futuro e
hicieran vigorosas campañas para conseguir pactos
internacionales que exigieran mutuos frenos competitivos, las
cosas podrían ser distintas. Pero la frustrante realidad
es que no sabemos cómo dar cuerpo a la voluntad
política necesaria para dicho esfuerzo.

La voluntad política de las masas, tan importante
en el lejano pasado, se ha convertido en la tabla de
salvación de hoy, tal vez en mayor medida del
mañana.

Restablecer las condiciones de igualdad de
oportunidades, volver a dar credibilidad a la movilidad social
ascendente, se presentan por lo tanto esenciales, ya que
permitirían recuperar el movimiento, hacer más
claro el porvenir.

Se advierte con claridad que un proyecto semejante
implica un retorno al estado, no solo como gestor precavido del
presente sino como productor de futuro, como director del largo
plazo.

La Unión Europea debe definir la clase de futuro
que quiere construir. La Unión Europea debe apostar al
futuro. Su hipoteca social (pensiones y sanidad) no puede lastrar
a los jóvenes y futuras generaciones hasta tornarlas
incapaces, ociosas o marginales. Si no, no habrá ni para
los unos, ni para los otros. Sin olvidar el pasado hay que pensar
en el futuro. Hay desafíos ajenos y propios, que, son
razones suficientes, para procurar las transformaciones internas,
sin la necesidad de seguir un sendero dependiente. Sin soberbia y
sin humillación; con realismo y con equidad, la
Unión Europea debe iniciar las acciones que permitan
asegurar el acceso a toda la sociedad a los frutos del
crecimiento, y de la inclusión e inserción en el
proceso productivo.

El sugestivo proyecto de la Unión Europea debe
tener por clave política el mantenimiento de la
cohesión social.

Europa no puede, ni debe, competir internacionalmente en
base a bajos salarios, desocupados, subempleados, cuentapropistas
o trabajadores formales precarios, pero tampoco puede continuar
el proceso de crecimiento económico sin empleo.

Ahí está la clave del problema europeo.
Resolver el dilema -planteado por Viviane Forrester- entre
desocupación o pobreza.

En nuestra opinión, el modelo renano debe
afirmarse y no resquebrajarse.

La empresa como comunidad de trabajo, producto de la
concurrencia de intereses entre el capital y el trabajo debe
mantenerse donde se tenga, procurarse donde sea posible, y
propugnarse donde esté pendiente.

Reconvertir el modelo renano no quiere decir dejarse
arrastrar por la riada del Yangtse chino, ni mantener relaciones
inadecuadas con EEUU.

Un capitalismo productivo del tipo renano evitara los
defectos del capitalismo socialista chino y los excesos del
capitalismo neoliberal norteamericano.

Ni un estado del bienestar esclerótico, ni un
estado del malestar cancerígeno.

Existe una enorme senda intermedia donde la Unión
Europea puede transitar modernizando sus estructuras -que es
justo y necesario- sin destruir su sistema de bienestar -que
también resulta ser justo y necesario-.

Apretando el acelerador cuando se puede, utilizando el
freno cuando es prudente, pero no conduciendo con la vista fija
en el retrovisor, la Unión Europea debe encontrar su
propio camino.

EEUU tiene su propio camino y le deseamos la mejor de
las suertes.

Japón está intentando redefinir el suyo y
también le deseamos suerte.

La Unión Europea debe encontrar el propio.
Nuestra propuesta es que lo haga con independencia y
soberanía. Respetando, pero no necesariamente imitando a
otros, salvo en aquellos casos en que se demuestre que es
condición necesaria y suficiente. Y por supuesto exigiendo
de parte de la comunidad internacional el debido respeto a su
razón de estado.

La Unión Europea no tiene por qué aceptar
-contra sus intereses- recetas de EEUU (las más), Japon
(las menos), el FMI, la OMC, y el conjunto de organismos
internacionales o ideólogos influenciados o influenciables
por las empresas multinacionales.

Si la Unión Europea se respeta a sí misma,
encontrara -espontáneamente- el respeto de los otros
países. Para eso se necesita más Europa y no menos,
más decisión, más cohesión,
más dinámica, más representatividad,
más autoestima, más seguridad en sí misma, y
no menos…

Hipótesis: (A pesar de la fatiga, la
incertidumbre y la decepción…) El comercio
internacional solo beneficia a unas pocas empresas
multinacionales y a unas pocas familias propietarias,
perjudicando o en el mejor de los casos dejando en igualdad de
condiciones, al resto de las empresas y familias cualquiera sea
su lugar de radicación o residencia. Para mayor agravante
-si cabe- el libre comercio -profetizado, publicitado e
impuesto-, solo es una pantalla para la financierización
de la economía, que es el objetivo buscado (y por lo que
consta, alcanzado).

A impulso de la liberación del comercio se cuela
el libre movimiento -fundamentalmente especulativo- de capitales,
sin fronteras, limitaciones, ni controles, que es la única
globalización verdadera.

En este dualismo económico que ha generado la
globalización, la economía de mercado, la
competencia mundial y el libre comercio, hay muy pocos que ganan
mucho -muchísimo- y un resto enorme que transita la
depresión silenciosa.

Tesis: (Si se hace cuando hay que hacerlo, entonces,
más vale hacerlo de prisa – Macbeth) El libre comercio
perjudica seriamente a las economías de las naciones. Casi
todos los problemas económicos con los que se enfrenta la
Unión Europea -déficit público, aumento del
desempleo, retroceso de la clase media, excesiva competencia,
creciente endeudamiento de las empresas y degradación del
medio ambiente- pueden estar relacionados con la política
de libre comercio (extraregional) que ha estado siguiendo en los
últimos años.

La idea de comercio libre se ha convertido en un mito.
Abogar por la no intervención es estar con el progreso, la
prosperidad y la paz; lo contrario significa desafiar a Wall
Street, provocar la ira de los economistas, de los analistas
políticos y de gran parte de la prensa. De hecho la idea
hoy se acepta como dogma económico en todo el
mundo.

Cuando la liberación del comercio promueve la
industria, eleva la productividad en su conjunto, así como
el nivel de vida; pero cuando promueve los servicios a expensas
de la industria, la productividad y los ingresos reales
disminuyen. La industria y no el comercio, es la principal fuente
de prosperidad; la historia reciente y pasada lo confirma de
manera determinante. Es evidente que desde la década de
los setenta, los servicios han superado a la industria dentro de
los países desarrollados. Como consecuencia de ello, el
panorama económico en su conjunto ha sufrido una profunda
transformación. La liberación del comercio ha
resultado ser la causa de esta transformación.

La estrategia de liberación / competitividad /
degradación -históricamente- respondería a
la siguiente secuencia:

  • 1) El paso de la era industrial a la era de los
    servicios (luego, del conocimiento, finalmente, del
    entretenimiento).

La estrategia comercial/competitiva de EEUU supera a la
de Japón, primero, y a la de Alemania, después
(para el caso, asimilable a la U. E., en su conjunto).

La economía del espectáculo supera a la
economía industrial.

  • 2) El paso de la economía productiva a
    la economía especulativa (financiera).

EEUU contagia a Japón, primero, y a Alemania,
después (para el caso, asimilable a la U. E., en su
conjunto).

La financierización y la virtualidad superan a la
economía real.

La economía se basa cada vez más sobre
capital conceptual, en lugar de capital físico.

  • 3) Las empresas multinacionales (que son las
    mismas), y que están en un lado y en otro obligan a la
    liberación / flexibilización /
    privatización / desregulación /
    deflación competitiva / empobrecimiento y precariedad
    laboral (todo se reduce a señales e interpretaciones
    del mercado; que son ellos mismos).

EEUU (sede de la mayoría de las empresas
multinacionales) infecta la economía mundial
internacionalizando las mercancías, los capitales y los
conocimientos. La trampa de la globalización.

Al internacionalizarse los mercados, empieza la batalla
de todos contra todos.

Un comercio sin normas. Una competencia despiadada y sin
final.

Paradójicamente, se inicia la era de las
desigualdades. El ganador se lleva todo.

El mercado y solo el mercado manda. Una sociedad de
trabajadores sin trabajo.

El miedo al mañana, la angustia y la inseguridad,
impulsan esta nueva era.

Trabajador de usar y tirar, disponible en el momento
justo, y por el tiempo necesario, flexibilizado, excluido,
padeciendo de los modernos procedimientos de reducción,
desplazamiento y reorganización.

Demostración: (Sin esperanza y sin
miedo)

Algunos datos a modo de anticipo (la información
corresponde al Paper de abril/2002):

  • El comercio mundial de bienes tangibles está
    dominado por Europa Occidental con algo menos de la mitad,
    Asia (principalmente Japon) participa con un 22% y EEUU con
    un 15%.

  • Las cifras de ventas de las 200 mayores empresas
    multinacionales equivale a una tercera parte del Producto
    Nacional Bruto Mundial.

  • Las empresas multinacionales controlan un 70% del
    comercio mundial.

  • Las 350 empresas más grandes del mundo
    acaparan el 40% del comercio mundial de
    mercancías.

  • Las 500 empresas más grandes del mundo
    controlan dos terceras partes del comercio
    mundial.

  • El intercambio cautivo entre las grandes empresas
    multinacionales es el 40% del total.

  • Se estima que el 92% de las exportaciones y el 77%
    de las importaciones de los EEUU ocurrieron dentro de las
    corporaciones mundiales.

  • El 20% más rico de la población
    mundial gana 60 veces más que el 20% más
    pobre.

  • 358 millonarios son en conjunto tan ricos como 2500
    millones de personas.

  • En EEUU el 1% de las familias más ricas eran
    propietarias de casi el 40% de la riqueza de la nación
    en 1989 y el 20% de las más ricas del 80% de la
    riqueza de la nación.

  • La quinta parte más rica de EEUU, Europa
    Occidental y Asia Oriental, genera las tres cuartas partes de
    la producción mundial y el 80% del valor del comercio
    mundial.

  • Las 500 empresas más grandes de los EEUU
    tienen activos totales que equivalen a alrededor del 160% del
    Producto Bruto Interno estadounidense, mientras que el valor
    de mercado combinado (anterior a la crisis bursátil)
    de US$ 9.9 bollones, supera dicho PBI. Ese valor de mercado
    hacia 1998 había crecido un 121% en tan solo 3
    años.

  • Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12
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