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Geografía de México




Enviado por MARIA ELENA DURAN



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Introducción a la
    geografía
  3. Geografía de
    México
  4. Morfología del territorio
    nacional
  5. El
    agua en México
  6. Climas
    y regiones naturales de México
  7. La
    población de México
  8. Las
    actividades económicas de
    México
  9. Conclusión
  10. Bibliografía

Introducción

Las Ciencias Sociales son de enorme importancia en el
contexto actual, el valor de las mismas es amplísimo, y su
utilidad más que para responder a cuestionamientos
técnicos, responde a inquietudes que engloban al ser
humano en el centro de la sociedad como la médula de la
cual él es. Las Ciencias Sociales han contribuido al
desarrollo de la humanidad como la conocemos hoy, y gracias a
estas hoy podemos conocer y entender el medio en el cual vivimos
y entender la sociedad en la que estamos y avanzamos.

De entre éstas la Geografía, constituye un
pilar fundamental para gracias a ella conocer el medio en el cual
el ser humano, creador y centro de la sociedad se desenvuelve.
Comprender la Geografía es vital para ser
partícipes de ella, puesto que engloba un sinnúmero
de aspectos que involucran en su totalidad al ser
humano.

Esta ciencia está definida como aquella que
estudia y analiza las continuas y recíprocas relaciones
entre el ser humano y el planeta, es decir no simplemente abarca
el estudio del medio físico, sino que analiza
también la unión entre los seres humanos y ese
medio físico en el cual se desarrollan. Comprender la
Geografía no solo abarca estudiar el relieve
físico, sino también a todas esas manifestaciones
humanas, propias de cada sociedad, y que la convierten en
única.

Geografía es una ciencia de gran valor en el
desarrollo de la humanidad, el ser humano en su búsqueda
de responder a dudas y cuestionamientos fue perfilando a ciencias
que contribuyeron al progreso y desarrollo de los pueblos, de
ellas la Geografía le enseñó a conocer su
lugar de vida.

Saber de la Geografía es preciso para así
sentirnos identificados con nuestra Patria; con lo que es y
posee. Nuestro suelo, que es herencia de nuestros antepasados y
aborígenes, nuestras costumbres y tradiciones, nuestro
patrimonio cultural y natural, nuestra población, nuestros
problemas sociales, económicos y políticos, todos
estos son realidades que se nos presentan y ante las cuales no
podemos ser indiferentes, eso nos enseña la
Geografía, esa importancia de ver, conocer y entender
nuestro país, continente y planeta.

Así esta importante ciencia; ayuda en gran medida
a que seamos conocedores de todo el medio en el cual nos
desarrollamos, comprendamos su importancia para involucrarnos en
todos sus aspectos, y así seamos participes directos de
nuestra realidad social, económica, política,
cultural, etc.

Introducción a
la geografía

La geografía comienza desde el principio del
hombre sobre la tierra, el hombre empieza a hacer
geografía desde que tiene noción de la realidad que
lo rodea, se interesa acerca de los fenómenos que afectan
su vida tratan de explicarse los fenómenos de la lluvia,
los movimientos del sol, la temperatura de los animales, las
plantas el fluir de los ríos, el día y la noche; la
geografía es una de las ciencias de mayor
noción.

A los primeros geógrafos les interesaba explorar
los territorios y describir los rasgos que observan en los
diferentes lugares, los geógrafos de la antigüedad
realizaron largos viajes y anotaban sus observaciones sobre las
tierras desconocidas, uno de los primeros, Homero (siglo VII a.
de C.) es considerado como uno de los fundadores de la
Geografía. De sus escritos La Ilíada y la Odisea es
posible deducir los conocimientos geográficos de la
época. Si bien es cierto que resulta difícil
distinguir en los poemas homéricos la leyenda de la
realidad, en ellos se citan narraciones de viajes
marítimos y la ubicación de lugares en referencia a
los cuatros vientos que representan los puntos cardinales: Boreas
-norte-, Euros —este-, Noto -oeste- y Zephyrus
-sur-.

A lo largo de la historia de esta disciplina destacan
estudiosos que, con sus aportaciones, han establecido las bases
del quehacer geográfico. Sus obras, siempre influidas por
el momento histórico que vivieron, han contribuido a
incrementar el campo de estudio de la Geografía, tan
diverso y complejo, pero siempre ligado a nuestras actividades
cotidianas.

La Geografía estudia la organización del
espacio terrestre, entendido éste como el conjunto
dinámico de relaciones entre el territorio y la sociedad
que actúa en él. Por tanto, el espacio es para la
Geografía actual una realidad relativa, dinámica y
heterogénea que resulta de los procesos protagonizados por
la estructura social, sin olvidar que esos procesos pueden estar
condicionados, a su vez, por el propio espacio preexistente.
Así pues, la Geografía se preocupa de la
localización y de la distribución de los
fenómenos espaciales, de la asociación y de la
interacción entre ellos, y realiza análisis y
síntesis de las diversas estructuras y organizaciones
espaciales estudiando los procesos que los han
ocasionado.

La aportación específica de la
Geografía al proceso educativo consiste en enseñar
a comprender la organización espacial y su pluralidad, a
percibir y estudiar los problemas desde un punto de vista
territorial y a relacionar el medio y la sociedad que lo
conforma; ayuda a conocer la situación objetiva de los
recursos naturales para utilizarlos con inteligencia y
responsabilidad y, también, la Geografía
proporciona ciertas habilidades y destrezas, de las que la
más relevante es la capacidad para actuar en el espacio,
pero sin desatender otras que constituyen lo que se ha dado en
denominar competencia o conciencia.

El objeto de estudio de la Geografía es el
espacio geográfico. Este espacio es el soporte y la base
de las relaciones energéticas y de materia que se
experimentan en la naturaleza, así como de la
acción humana sobre el medio.

Para Ficheux, George Chabort y André Meyniher
definen la Geografía como "La localización, la
explicación y la comparación de los paisajes y de
las actividades humanas en la superficie de la tierra" (ALVA). El
objeto de estudio de la Geografía es el Fenómeno
Geográfico, que viene a ser la acción del hombre y
la naturaleza sobre el paisaje.

Emmanuel De Martone (1964:37), nos explica la
conexión entre hecho y fenómeno geográfico,
cuando dice que: "todo fenómeno geográfico se
inicia con un hecho geográfico y al ocurrir el cambio se
da el fenómeno que una vez registrado, pasa a ser
nuevamente un hecho geográfico".

Por otro lado George Chabort citado por Alva, Walter
dice que "La Geografía es la localización, la
explicación y comparación de los paisajes y de las
actividades humanas en la superficie de la Tierra". Siendo esta
definición aprobada por el
Seminario Internacional, que se
llevó en Montreal, organizado por la UNESCO en
1950.

Geografía de
México

México es una República
Federal situada al sur de América del Norte, en su parte
más angosta; limita al norte con Estados Unidos, al este
con el golfo de México y el mar Caribe, al sureste con
Belice y Guatemala, y al oeste y sur con el océano
Pacífico.

Su nombre oficial es "Estados Unidos
Mexicanos". La jurisdicción federal mexicana se extiende,
además del territorio continental de la república,
sobre numerosas islas cercanas a sus costas. La superficie total
del país es de 1.964.382 km2, suma de la superficie
continental e insular. La capital y ciudad más grande es
la Ciudad de México.

La complejidad geográfica y
geológica de México resulta en una gran diversidad
de ecosistemas que forman el territorio mexicano, entre los que
encontramos bosques, selvas, volcanes, grandes sistemas
montañosos, costas y desiertos. La rugosa
topografía que le caracteriza contribuye profundamente en
la definición de las principales zonas geográficas.
Tres grandes sistemas montañosos atraviesan el
país, de norte a sur encontramos la Sierra Madre Oriental
y Sierra Madre Occidental; como una continuación de la
Sierra Madre de América Central, la Sierra Madre del Sur
atraviesa el suroeste del país; estos tres sistemas
están unidos por el llamado eje volcánico, el cual
se conforma de una cadena de numerosos volcanes que presentan
gran actividad e incluye algunas de las más grandes
elevaciones en México como son, el Pico de Orizaba, el
Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, famosos entre los
amantes del alpinismo alrededor del mundo.

En el norte del país se encuentra la
zona más árida y seca de todo México, en
ella se localizan los estados de Coahuila, Chihuahua, Durango y
Sonora. Los desiertos y llanos que aquí encontramos
presentan las temperaturas más altas (por arriba de
43ºC durante el día) y la menor cantidad de lluvia
del país. En cuanto a la vegetación y fauna del
lugar, esta corresponde a la de el desierto y el llano, siendo
los armadillos, zorrillos, víboras, cactus, las especies
más comunes y vistas en sus alrededores; sin embargo,
animales más grandes como venados, gatos montañeses
y lobos son difíciles de encontrar pues han sido
desplazados a los lugares más alejados de la
civilización.

En el noroeste, los estados de Baja California Sur y
Baja California Norte, rodeados por las aguas del Pacífico
y del Golfo del California, están siendo lentamente
separados de la plataforma continental por la falla de San
Andrés, una falla geológica que afecta
también al estado norteamericano de California. En este
Golfo, también conocido como el Mar de Cortés, la
vida marina es tan diversa que una tercera parte de todas las
especies mamíferas marinas del mundo se han identificado
en sus aguas; además, la observación de ballenas y
delfines es una solicitada actividad turística del
lugar.

La costa este de México, delimitada por el Golfo
de México, es una amplia planicie que comprende todos los
estados costeros, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y la
Península de Yucatán, la cual divide el Golfo del
Mar Caribe.

En el centro histórico se encuentran
el Estado de México y La Capital Mexicana, y los estados
de Michoacán, Guerrero, Puebla, Morelos y parte de
Nayarit. Todos ellos registran temperaturas frescas y agradables
la mayor parte del año, y es que esta zona se caracteriza
por estar rodeada del eje volcánico mexicano comprendido
por volcanes y altos puntos montañosos, algunos de los
cuales son llamados "nevados" pues se mantienen así desde
Noviembre hasta Marzo. Con grandes centros turísticos y
también numerosas playas aún vírgenes, la
costa mexicana del Pacífico es un lugar ideal para los
turistas, las famosas playas de Puerto Vallarta, Mazatlán,
Ixtapa y Acapulco, están comprendidas en esta planicie
costera mexicana. El clima es muy húmedo y caliente
durante la mayor parte del año seguido de la época
de huracanes -junio – septiembre-.

En el sureste del país, el estado de
Chiapas es uno de los estados más ricos naturalmente, ya
que se encuentra delimitado por una cadena montañosa
conocida como la Sierra Madre de Chiapas y a la vez cuenta con
una densa selva, la selva Lacandona. Esta selva es la más
grande del país y alberga miles de variedades de plantas
tropicales y animales como cacatúas, changos, pericos,
jaguares y ocelotes entre otros.

Morfología del
territorio nacional

Según la teoría de la tectónica de
placas, la corteza terrestre está dividida en placas
rígidas -llamadas placas tectónicas-, las cuales
descansan sobre el manto de la capa interna de la Tierra, formada
de material líquido en movimiento, lo cual provoca que, en
ocasiones, en dichas placas se produzcan desplazamientos,
choques fracturas o pliegues.

El territorio mexicano es afectado por cinco de estas
placas: la de Norteamérica, la de cocos, la del Pacifico,
la Caribeña y la de Rivera.

Los movimientos tectónicos, orogénicos y
epirogénicos, son causantes de los sismos.

Sin embargo, existe otra causa que produce movimientos
en la superficie de la tierra: La actividad
volcánica.

4.1 Sismicidad

Los terremotos ocurridos en México los
días 19 y 20 de septiembre de 1985 no fueron de origen
volcánico, sino tectónico. Éstos tuvieron su
epicentro -lugar donde se origina el sismo en la superficie-, en
las costas del estado de Guerrero; sin embargo, una de las zonas
más afectadas fue la Ciudad de México, localizada a
cientos de kilómetros, lo cual ocurrió porque los
movimientos telúricos se transmiten de un lugar a otro por
medio de ondas sísmicas.

Las consecuencias de los sismos sobre la
geografía y la economía de los pueblos
son:

1. Desviación de las corrientes
fluviales -ríos-.2. Aparición o desaparición
de manantiales.3. Grietas en la superficie terrestre.4.
Desgajamientos de montañas y deslizamientos de tierra.5.
Agitación violenta de las aguas del mar.6.
Destrucción de ciudades.7. Pérdida de vidas
humanas.8. Zonas sísmicas

La zona sísmica. Se conoce con este nombre
al lugar que está más expuesto a un sismo.
Allí se han localizado los epicentros de numerosos sismos
de graves consecuencias.

En México, se localiza al sur y suroeste de la
República, abarca los estados de México, Colima,
Michoacán, Guerrero, Morelos, Oaxaca, sur de Veracruz,
Chiapas, Jalisco, Puebla y Distrito Federal.

La actividad volcánica puede ser altamente
peligrosa para el hombre, pero también se debe mencionar
que su fuerza y sus materiales han sido utilizados para beneficio
de los pueblos.

En la República Mexicana existen volcanes
considerados activos, porque en cualquier momento pueden
reiniciar su actividad, algunos de ellos son: Pico de Orizaba o
Citlaltépetl, Popocatépetl, Tacaná,
Volcán de Fuego de Colima, San Martín Tuxtla,
Chichón o Chichonal.

El agua en
México

Nuestro país posee aproximadamente el 0.1% del
total de agua dulce disponible a nivel mundial, lo que determina
que un porcentaje importante del territorio esté
catalogado como zona semidesértica. Esto implica,
también, la necesidad de considerar al agua no sólo
como un elemento vital, sino como un factor estratégico
para el desarrollo global del país. 

En la clasificación mundial, México
está considerado como un país con baja
disponibilidad de agua. En todo el país llueve
aproximadamente  mil 511 kilómetros cúbicos de
agua cada año, lo que equivale a una piscina de un
kilómetro de profundidad del tamaño de su capital,
el Distrito Federal. El 72% -1084 km3- de esa agua de lluvia se
evapora.

México es un país semiárido -56%-.
El 67% de las lluvias mexicanas cae en los meses de junio a
septiembre. En promedio, el país recibe unos 711
milímetros de lluvia cada año -1 mm de lluvia = 1
litro por m2-. No es mucho comparado con otros
países. 

En el norte, México es muy ancho pero con poca
lluvia -árida o semiárida-; en el sur es angosto,
pero llueve más. El 50% de la superficie la tienen los
estados norteños, y ahí llueve tan sólo 25%
del total. En la parte angosta del país, que ocupa 27.5%
del territorio, cae la mayor parte del agua de lluvia -49.6%-,
esto es en los estados del sur-sureste -Chiapas, Oaxaca,
Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz y Tabasco-.
Entre los estados más secos está Baja California:
tan sólo llueve un promedio de 199 mm por año. En
contraste está Tabasco, que recibe 2588 mm de agua cada
año. En México llueve cada vez menos. De 1994 a la
fecha ha llovido menos del promedio histórico
anterior.

Mientras que en la frontera sur la disponibilidad
promedio es mayor a 155 km 3, en la región del Río
Bravo no llega a los15 km 3, y en Baja California es inferior a
los 5 km 3.

La extensión territorial de México es de
1.964 millones de km2. Por su ubicación en el globo
terráqueo así como por su accidentado relieve,
existen una gran variedad de climas en México. Dos
terceras partes del territorio nacional son áridas o
semiáridas, con precipitaciones menores a 500 mm. El
sureste del país, en contraste, es húmedo, con
precipitaciones promedio mayores a 2,000 mm.

En México llueve una media de 1,489 km3 al
año, de los cuales se evapotranspira el 73.1% regresando a
la atmósfera, el 22.1% escurre por ríos y arroyos,
y el 4.8% restante se infiltra al subsuelo de forma natural y
recarga los acuíferos. Tomando en cuenta las exportaciones
e importaciones de agua con países vecinos, así
como la recarga incidental -consecuencia de la actividad humana,
sin estructura específica para recarga artificial-,
anualmente el país cuenta con 460 mil millones de metros
cúbicos de agua dulce renovable. Dividiendo este valor
entre la población se tiene el agua renovable per
cápita. La precipitación normal en México es
del orden de 760 mm al año, distribuidos de forma
irregular en el territorio y en el tiempo. El 68% del total de la
precipitación normal ocurre entre los meses junio y
septiembre

México cuenta con una red hidrográfica de
633 mil kilómetros de longitud, donde destacan 50
ríos principales por los que fluye el 87% del
escurrimiento superficial y cuyas cuencas cubren el 65% de la
superficie nacional. El agua subterránea proporciona el
37% del volumen total concesionado para usos consuntivos. De los
653 acuíferos en que está subdividido el
país, a diciembre de 2009 se tenían publicadas las
disponibilidades de 282 acuíferos -403 a diciembre de
2010-. Se consideran sobreexplotados los acuíferos cuya
extracción es mayor que su recarga total en un periodo
determinado, en esta condición para el año 2009 se
tenían 100 acuíferos, de los cuales se extrae el
53.6% para todos los usos.

A si mismo Dieciséis acuíferos en zonas
costeras presentan fenómenos de intrusión marina y
32 se encuentran bajo el fenómeno de salinización
de suelos y aguas subterráneas salobres.

La Ley de Aguas Nacionales establece que el uso o
aprovechamiento de las aguas nacionales se realizará
mediante concesión o asignación otorgada por el
Ejecutivo a través de la Conagua por medio de los
Organismos de Cuenca. De igual manera, para la descarga de aguas
residuales a cuerpos de agua nacionales es preciso contar con
permiso expedido por la Conagua. Los títulos de
concesión y asignación y los permisos de descarga
se inscriben en el Registro Público de Derechos de Agua
(REPDA).

Conagua es un órgano administrativo, normativo,
técnico, consultivo y desconcentrado de SEMARNAT con la
misión de administrar y preservar las aguas nacionales y
sus bienes inherentes para lograr su uso sustentable, con la
corresponsabilidad de los tres niveles de gobierno y la sociedad
en general.

Climas y regiones
naturales de México

En México el clima está determinado por
varios factores, entre los que se encuentran la altitud sobre el
nivel del mar, la latitud geográfica, las diversas
condiciones atmosféricas y la distribución
existente de tierra y agua. Por lo anterior, el país
cuenta con una gran diversidad de climas, los cuales de manera
muy general pueden clasificarse, según su temperatura, en
cálido y templado; y de acuerdo con la humedad existente
en el medio, en: húmedo, subhúmedo y muy
seco.

El clima seco se encuentra en la mayor parte del centro
y norte del país, región que comprende el 28.3% del
territorio nacional; se caracteriza por la circulación de
los vientos, lo cual provoca escasa nubosidad y precipitaciones
de 300 a 600 mm anuales, con temperaturas en promedio de 22°
a 26° C en algunas regiones, y en otras de 18° a 22°
C.

El clima muy seco registra temperaturas en promedio de
18° a 22° C, con casos extremos de más de
26°C; presentando precipitaciones anuales de 100 a 300 mm en
promedio, se encuentra en el 20.8% del país.

En relación al clima cálido, éste
se subdivide en cálido húmedo y cálido
subhúmedo. El primero de ellos ocupa el 4.7% del
territorio nacional y se caracteriza por tener una temperatura
media anual entre 22° y 26°C y precipitaciones de 2,000 a
4,000 mm anuales. Por su parte, el clima cálido
subhúmedo se encuentra en el 23% del país; en
él se registran precipitaciones entre 1,000 y 2,000 mm
anuales y temperaturas que oscilan de 22° y 26°, con
regiones en donde superan los 26°C.

Finalmente, el clima templado se divide en húmedo
y subhúmedo; en el primero de ellos se registran
temperaturas entre 18° y 22°C y precipitaciones en
promedio de 2,000 a 4,000 mm anuales; comprende el 2.7% del
territorio nacional. Respecto al clima templado subhúmedo,
se encuentra en el 20.5% del país, observa en su mayoria
temperaturas entre 10° y 18° C y de 18° a 22°C,
sin embargo en algunas regiones puede disminuir a menos de
10°C; registra precipitaciones de 600 a 1,000 mm en promedio
durante el año.

 Se conoce como regiones naturales al conjunto
formado por el clima, el relieve, el tipo de suelo, la flora, la
fauna y la vida humana que se presentan en forma natural en una
región determinada.

     En las regiones naturales donde
el clima es adecuado para el florecimiento de la vida hay
abundante población humana y las actividades
económicas, como: agricultura, ganadería, comercio,
recursos forestales, etc., se desarrollan; en las regiones donde
el clima es inadecuado para la vida -es decir, donde existe
frío o calor extremo- existe una disminuida
población y las actividades económicas son poco
desarrolladas.

Clasificación de regiones naturales:

Regiones tropicales: La zona tropical abarca cerca del
15% de la superficie del país, con una temperatura media
anual superior a los 18°C. La selva tropical (Af) y el bosque
tropical (Am), así como la sabana, son ejemplos de
regiones tropicales. La selva tropical y el bosque tropical se
localizan en los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche y Quintana
Roo.

     Existen árboles que
alcanzan hasta 50 m. La vegetación es exuberante
principalmente en plantas hidrófilas -que almacenan mucha
agua-. Debido a la abundancia de la vegetación y a las
frecuentes lluvias, el suelo es fangoso.

     Existe una gran variedad de
animales pequeños, como aves, animales trepadores
-ardillas, monos, etc.- y reptiles -como serpientes e iguanas-,
además de numerosos insectos (arañas, gusanos,
hormigas, etcétera).

     También la sabana es una
región tropical con lluvias en verano (Aw). Se extiende en
casi toda la parte norte de la península de
Yucatán, Veracruz y la región costera del
Pacífico, desde Sinaloa hasta Chiapas.

Regiones templadas: las regiones de clima templado
cubren aproximadamente 25% del territorio nacional; se
caracteriza porque sus meses más calurosos tienen una
temperatura mayor a los 18 °C, y aunque en invierno baja
notablemente, por lo general se mantiene por encima de los 0
°C.

En la zona de clima templado destacan dos tipos de
región, que son la pradera -clima templado con lluvias de
verano- y los bosques mixtos y de coníferas -clima
templado con lluvias todo el año-.

     Las praderas (Cw) se localizan
principalmente en la región central del país, en la
Mesa Central o de Anáhuac, que por ser la región
más densamente poblada es una de las que más
transformaciones han sufrido, pues muchos pastizales se han
transformado en zonas agrícolas. Las formas de vida
naturales también han cambiado, e incluso tienden a
desaparecer, en algunos casos.

     En estado natural hay algunos
reptiles y roedores, incluyendo conejos. La región es
adecuada para el desarrollo de los diferentes tipos de
cría de ganado de forma extensiva (donde los animales
pastan libremente).

Regiones secas: el desierto -Bw- y estepa -BS- son
regiones secas. Estas regiones abarcan casi el 60% del territorio
nacional. Las precipitaciones en promedio se encuentran entre 200
y 600 mm al año, aunque existen regiones con niveles
inferiores a los 100 mm, como el desierto de Altar, en Sonora, y
la costa oriental de Baja California.

     Existen zonas donde la falta
casi total de agua impide la aparición de cualquier tipo
de vida, aunque en zonas donde la escasez no es tan marcada hay
plantas xerófitas, como ixtle de lechugilla, jojoba,
huizaches y candelilla.

     Entre los animales
característicos de estas regiones podemos mencionar
reptiles -víboras, iguanas, etc.-y roedores, insectos como
las arañas y mamíferos pequeños como el
coyote.

     Hasta la fecha el
aprovechamiento de las plantas y el suelo de estas regiones han
sido muy limitados. La falta de recursos económicos impide
que el campo, hasta hoy improductivo principalmente por la falta
de agua, se incorpore a las actividades
económicas.

6.1 La biodiversidad de México y su
importancia mundial

Se llama biodiversidad a todas las formas de vida animal
y vegetal que existen en nuestro país y en nuestro
planeta.

     La Ley General del Equilibrio
Ecológico y Protección al Ambiente fue establecida
por el gobierno federal con la intención de proteger la
biodiversidad en nuestro país, haciendo énfasis en
aquellas especies que se encuentran en peligro de
extinción.

     Las selvas tropicales cuentan
con la mayor riqueza de formas de vida en el planeta. Así,
por ejemplo, en una hectárea de terreno -10 000 m2- es
posible encontrar hasta 900 especies de plantas y 200 de
animales, mientras que en un solo árbol tropical pueden
descubrirse hasta 40 especies diferentes de hormigas -más
de las que encontraríamos en toda Inglaterra-.

     Las selvas, donde se concentran
diferentes clases de vida, pues lo mismo se encuentra gran
variedad de árboles y plantas que insectos, aves y
mamíferos, presentan en nuestro país una grave
explotación de sus riquezas.

     Gran parte de nuestro
territorio llegó a estar cubierto por selvas tropicales.
En la actualidad, este tipo de vegetación y vida
sólo se limita a algunas pequeñas regiones, entre
las que destacan la selva Lacandona y los Chimalapas, en el
sureste mexicano.

     Al ir disminuyendo las regiones
selváticas, principalmente por el crecimiento poblacional
y la tala inmoderada -explotación irracional-, las formas
de vida animal también han disminuido considerablemente, a
tal grado que muchas especies se encuentran, en la actualidad, en
peligro de extinción.

     Por otra parte, la caza, que
durante muchos años se ha realizado sobre ciertas especies
animales -para obtener su carne o su piel-, ha provocado
reducción en sus poblaciones.

     La utilización de la
piel de algunos animales -sobre todo en la industria del vestido-
y las ideas equivocadas que han atribuido poderes curativos,
vitamínicos o afrodisiacos a otros, son causantes de que
cada vez aumenten nombres en la lista de animales en peligro de
extinción.

     En México, los grupos de
animales más amenazados con la extinción son los
felinos, tales como el jaguar, el ocelote, el puma o el tigrillo;
los monos, las guacamayas, algunas aves, los tucanes, las
tortugas, los cocodrilos, las iguanas, los caimanes, así
como algunas víboras, arañas y anfibios.

     En nuestro país el
contrabando que se realiza con los animales y plantas es un
problema grave. Pese a que se han emprendido campañas para
su combate, esta actividad ilegal aún persiste.

     En México, existen más
de 300 especies de plantas y animales en peligro de
extinción. Entre ellas están el manatí, el
águila real (la del Escudo Nacional), el águila
arpía, el berrendo -animal rumiante parecido al ciervo-,
el mono araña, el quetzal, todas las guacamayas, el
ocelote, las iguanas, casi todas las tortugas, el jaguar e
infinidad de plantas, peces e insectos.

     Los insectos tienen gran
importancia en las cadenas alimenticias y en la
reproducción de las plantas.

     Por estas y otras razones es
importante conservar todas las formas de vida de nuestro
país, pues de ellas depende nuestra propia
existencia.

      Actualmente, la selva
Lacandona, ubicada al este de Chiapas, está expuesta a una
grave explotación de sus recursos naturales, lo que pone
en peligro la variedad de especies que en ella habitan -algunas
de ellas son únicas en el mundo-.

     El santuario de la mariposa
Monarca, ubicado en la sierra de Angangueo, Michoacán, es
un sitio al que anualmente llegan millones de estos ejemplares
procedentes de Canadá, con la finalidad de reproducirse
durante la temporada invernal. Esta región, debido a la
tala inmoderada de árboles, se encuentra en peligro de
desaparecer.

La población
de México

En el último siglo, México ha sufrido una
profunda transformación demográfica. En 1900
había poco más de 13 millones de habitantes, para
el 2000 casi se alcanzaron los 100 millones y de acuerdo con los
resultados del II Conteo de Población y Vivienda 2005 la
población mexicana en el 2005 era de 103.3 millones de
habitantes. A pesar de la reducción en la tasa de
crecimiento, el incremento neto de la población en el
periodo 2000-2005 fue de casi 5.8 millones de personas, es decir,
se tuvo un crecimiento del 1% anual. Según las
proyecciones elaboradas por el Conapo, la población
seguirá creciendo hasta alcanzar cerca de 130 millones en
el año 2040, para posteriormente iniciar lentamente su
descenso.

Por otra parte, también la estructura de edades
de la población ha cambiado. Se está pasando de una
población con un marcado predominio de menores de edad a
uno donde los jóvenes son la proporción más
importante. El índice de dependencia demográfica
cambió de cerca de 1.0 en los años 70 a 0.59 en el
año 2005, por lo que se dice que México disfruta
del llamado "bono demográfico" -proporción baja de
dependientes en relación con el número de
individuos potencialmente productivos-. El país
mantendrá por varios años más esta
condición ventajosa, alcanzando alrededor del año
2020 su valor más bajo (0.45), para después
comenzar a incrementarse por la acumulación de personas
mayores.

Urbanización En el último siglo,
México cambió de ser un país rural a uno
donde la mayor parte de la población vive en localidades
urbanas -mayores a 2 mil 500 habitantes- Las entidades federales
predominantemente urbanas son el Distrito Federal, Nuevo
León, Baja California y Coahuila; en contraste, en Oaxaca,
Chiapas e Hidalgo, menos de la mitad de su población
habita en localidades urbanas. La migración del campo a
las ciudades, y más recientemente, el intenso movimiento
de personas entre ciudades son dos de las fuerzas que definen el
patrón de distribución actual de la
población en México. La Zona Metropolitana del
Valle de México se mantiene como el mayor asentamiento
urbano con 19.2 millones de residentes -18.6% de la
población nacional-, aunque su tasa de crecimiento es
ahora muy lenta en comparación con otros centros urbanos
del país. Hasta el año 2000, en México
existían nueve ciudades o zonas metropolitanas que
rebasaban el millón de habitantes. Las ciudades
intermedias -100 mil a 999 mil 999 habitantes- son las que
muestran la mayor tasa de crecimiento. A pesar de que el
número de localidades rurales -menores a los 2 mil 500
habitantes- creció de manera importante durante el periodo
de 1970-2000, pasando de cerca de 100 mil a 196 mil habitantes,
su número bajo ligeramente a cerca de 185 mil en el
2005.

Migración La población
de México mantiene un intenso movimiento interno y
externo. Durante el periodo 1995-2000, los principales flujos
migratorios -47.8%- se dieron entre las grandes ciudades y las
ciudades intermedias, mientras que la migración del campo
a las grandes ciudades representó tan sólo el 18.3%
del total. En 2005, Distrito Federal, Tabasco, Chiapas y Guerrero
fueron los estados que registraron el saldo migratorio más
negativo del país, mientras que Quintana Roo y Baja
California Sur fueron los estados que recibieron
proporcionalmente más inmigrantes. La migración
neta al exterior, principalmente hacia los Estados Unidos, es
numéricamente muy importante. En el año 2000 se
calculó que el flujo neto fue de 390 mil individuos -la
mayoría en edad productiva-. En el 2003, dicho flujo
provocó que la tasa de crecimiento total real fuera de tan
sólo 1.11%, en lugar de 1.49 % que correspondería a
la tasa de crecimiento natural. Si bien la migración se
presenta en todo el territorio nacional, en los estados de
Aguascalientes, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y
Zacatecas es más intensa, lo que explica, al menos en
parte, sus bajas tasas de crecimiento poblacional.

El concepto de desarrollo humano
está estrechamente relacionado con la capacidad de sus
habitantes para desarrollar su potencial productivo y creativo;
en ese sentido, el desarrollo humano es mucho más que un
criterio económico. El concepto que está
detrás es que para que los individuos puedan desarrollarse
requieren, además de un ingreso digno que les permita
cubrir sus necesidades básicas, de una educación
adecuada y de una vida larga y saludable. En la última
evaluación del 2004, México se situaba en el lugar
53 de 177 países evaluados y era el penúltimo lugar
dentro de los países de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),
sólo por encima de Turquía. Al interior del
país existen diferencias muy notables. Mientras que el
Distrito Federal tiene un Índice de Desarrollo Humano
(IDH) alto similar al de la República de Corea, Chiapas
muestra un IDH similar al de países como Argelia o
Uzbekistán. A nivel de municipio, las diferencias son
todavía mayores: la Delegación Benito Juárez
en el Distrito Federal tiene un valor de IDH similar al de
Alemania, mientras que municipios marginados de Guerrero y Oaxaca
tienen IDH similares a los encontrados en los países
africanos. Existe una relación negativa entre el IDH y la
población indígena: los municipios con IDH bajos
tienen niveles altos de población
indígena.

Marginación y pobreza

Asociado al concepto de desarrollo humano está la
marginación. El índice de marginación (IM)
permite medir diferencias entre las entidades federativas y
municipios de acuerdo a las carencias que padece la
población como resultado de la falta de acceso a la
educación, ingresos monetarios insuficientes y viviendas
inadecuadas, principalmente. Así, los estados de Oaxaca,
Chiapas y Guerrero son los que presentan las condiciones
más desfavorables, mientras que el Distrito Federal, Nuevo
León y Coahuila presentan mejores condiciones de vida. A
nivel municipal, la marginación se concentra en aquellos
con más población indígena. Otra
condición de la población muy importante en lo que
se refiere a su nivel de bienestar es la pobreza. A pesar de que
en los últimos años se ha reducido la pobreza en el
país, sigue siendo inaceptablemente alta. Según las
últimas estimaciones, en el año 2004
existían en el país 48.9 millones de personas en
pobreza -47% de la población-. De las personas
consideradas en pobreza, 18 millones -17.3%- se encontraban en la
categoría de pobreza más extrema (alimentaria). La
mayoría de las personas en pobreza se encuentra en zonas
urbanas (26.4 millones), aunque la mayor cantidad de pobres
extremos viven en zonas rurales (10.9 millones).

Población indígena

La estimación de la población
indígena en el país varía según el
criterio que se considere. En 2005, según el II Conteo de
Población y Vivienda 2005, en el país
residían poco más de 6 millones de personas mayores
de 5 años de habla indígena; si se considera a la
que formaba parte de los hogares, ascienden a 9.5 millones de
personas. La mayor parte de los indígenas vive en los
estados de sureste: Yucatán, Oaxaca, Chiapas, Quintana
Roo, Hidalgo y Campeche. Los municipios con mayor
proporción de población indígena son
también los que presentan mayor marginación e
índices de desarrollo humano más bajos.

Las actividades
económicas de México

Las actividades económicas implican la
utilización y transformación del medio
geográfico que los habitantes de un país emprenden
a lo largo de su historia. Agrupadas para su mejor
comprensión en actividades primarias, secundarias y
terciarias, se diferencian por sus características,
previamente definidas, en la interacción
sociedad–naturaleza, al separar los recursos naturales de sus
leyes originales de formación (procesos físicos,
químicos y biológicos) e incorporados a procesos
productivos , donde el hombre determina su forma y significado
económico final. Así, se utilizan los variados
minerales extraídos de extensos yacimientos formados a lo
largo de millones de años por la influencia de factores
como las altas temperaturas, la presión de toneladas de
rocas y suelo.

También son recursos importantes los suelos, los
bosques y selvas, el clima, los animales no domesticados y
aquellos que forman parte de las relaciones productivas como la
agricultura y la ganadería, actividades imprescindibles
para la economía de una nación.

La distribución territorial de las actividades
productivas ejemplifica geográficamente el nivel de
interacción regional que un país tiene, así
como los contrastes de su desarrollo económico entre las
zonas que previamente se hayan impulsado: Áreas urbanas o
áreas rurales.

Las actividades económicas son aquellas que
permiten la generación de riqueza dentro de una comunidad
mediante la extracción, transformación y
distribución de recursos naturales o de algún
servicio, con la finalidad de satisfacer las necesidades
humanas.

El hombre es capaz de producir alimentos, vestimenta,
calzado y bienes materiales, es obvio que toma de la naturaleza
los recursos capaces de proporcionales satisfacción. Para
que un recurso tenga un valor económico y social debe
transformarse a través de fuerzas productivas y los medios
de producción.

Las actividades económicas como ya se menciono
anteriormente se dividen en primarias, secundarias y
terciarias

• Actividades primarias. Incluyen agricultura
ganadería, pesca, pastoreo y explotación
forestal

• Actividades secundarias. Abarca minería,
explotación petrolera e industria ligera y
pesada.

•Actividades terciarias. Están representadas
por transporte, comercio y servicios.

a) Agricultura

Es el cultivo de diferentes plantas, semillas y frutos,
para proveer de alimentos al ser humano o al ganado y de materias
primas a la industria.

En el país la superficie agrícola sembrada
es de 21.9 millones de hectáreas que presenta poco
más de la onceava parte del territorio
nacional.

Tipos de agricultura por su forma de abasto de
agua:

De riego. Es cuando hay disponibilidad de agua a
través de canales, u otros sistemas de riego artificial y
permite la siembra, al menos dos veces al año.

De temporal. Depende exclusivamente de las lluvias y
permite sembrar una vez al año.

En el 2006, México tuvo el primer lugar mundial
en la producción de aguacate con 1 136 600 toneladas y
primer lugar mundial en la producción de limones y limas,
con 1 865 900 toneladas. En el 2008, uno de los productos
vegetales que más importó México fue el
maíz amarillo.

La agricultura mexicana abarca numerosos productos, que
constituyen el grueso de la alimentación popular y por
otro sirven en forma sustancial a la exportación que
aporta grandes ingresos en divisas.

b) Ganadería

Es una actividad del sector primario que se refiere al
cuidado y alimentación de cerdos, vacas, pollos, borregos,
abejas, etcétera, para aprovechar su carne, leche, huevos,
lana, miel y otros derivados.

México tradicionalmente se ha caracterizado por
ser un país ganadero. Cuenta con grandes áreas
donde se crían bovinos, ovinos, porcinos, entre otros, que
proporcionan la producción de proteínas para la
población del país.

En el 2008, el ganado que más se criaba en
México era las aves. En segundo lugar está la
cría de cerdos. También se crían vacas
-ganado bovino-, cabras-ganado caprino- borregos -ganado ovino-,
y abejas.

Partes: 1, 2

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