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Manifestación de Jesucristo (página 4)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

  • 13. Conviértase,
    vuélvase de sus ídolos y aparte su rostro de
    todas sus abominaciones (Ezequiel 14:6).

  • 14. Apártese de todos sus
    pecados que hizo y guarde todos los estatutos de Dios, haga
    según el derecho y la justicia.  Considere todas
    las ofensas cometidas y vuélvase de ellas. 
    ¡Arrepiéntase!  Conviértase de todas
    sus impiedades.  Apártese de todas sus impiedades
    que usted ha cometido y hágase un corazón nuevo
    y un espíritu nuevo (Ezequiel 18:21, 23, 27, 28,
    30,31
    ).

  • 15. Confiese sus pecados (1
    Juan 1:9
    ).

  • 16. No encubra pecados,
    confiéselos y apártese de ellos para hallar
    misericordia (Proverbios 28:13).

  • 17. Reconozca su pecado ante Dios
    y no encubra su iniquidad;  confiese sus transgresiones
    al Señor (Salmo 32:5).

  • 18. Lávese y
    límpiese.  Quite la iniquidad de sus obras de
    delante de los ojos de Dios.  Deje de hacer lo malo,
    aprenda a hacer el bien, busque el juicio, restituya al
    agraviado, haga justicia al huérfano, ampare a la
    viuda (Isaías 1:16-18).

  • 19. Arrepiéntase de las
    obras muertas (Hebreos 6:1).

  • 20. Produzca (buen) fruto
    manteniéndose en su arrepentimiento y evite el ser
    cortado y echado en el fuego (Mateo 4:12-17;  Mateo
    25:34-36;  Lucas 3:8-14
    ).

  • 21. Esfuércese a 
    entrar por la puerta angosta (Lucas 13:24).

  • 22. Arrepiéntase y
    conviértase a Dios y haga obras dignas de
    arrepentimiento. (Hechos 26:20).

  • 23. Persevere en hacer bien,
    busque gloria, honor e inmortalidad para que pueda tener vida
    eterna (Romanos 2:7).

  • 24. No viva conforme a la carne,
    sino conforme al Espíritu haciendo morir las obras de
    la carne y vivirá (Romanos 8:13).

  • 25. No participe en los pecados
    ajenos y consérvese puro (1 Timoteo
    5:22
    ).

  • 26. Guárdese de los
    ídolos (1 Juan 5:21).

  • 27. Manténgase sin mancha
    de este mundo (Santiago 1:27).

  • 28. Medite en su cama y calle
    (Salmo 4:4).

  • 29. Considere sus camino y vuelva
    sus pies a los testimonios de Dios (Salmo
    119:59
    ).

  • 30. Pida a Dios que examine su
    corazón y lo conozca, que lo pruebe y conozca sus
    pensamientos para ver si hay en usted camino de perversidad y
    que lo guíe por el camino eterno (Salmo
    139:23,24
    ).

  • 31. Mantenga la fe y la buena
    conciencia (1 Timoteo 1:19)

  • 32. Deseche toda malicia y
    engaño, hipocresía, envidia, y todas las
    detracciones;  desee la leche espiritual no adulterada
    (1 Pedro 2;1,2)

  • 33. Guarde su lengua del mal y sus
    labios de hablar engaño;  apártese del mal
    y haga el bien, busque la paz y sígala (1 Pedro
    3:10,11
    )

  • 34. Procure con diligencia ser
    hallado por Dios sin mancha, irreprensible y en paz (2
    Pedro 3:14
    )

  • 35. Haga morir en usted lo
    terrenal, deje la ira, el enojo, la malicia, la blasfemia,
    las palabras deshonestas de su boca;  no mienta
    (Colosenses 3:5-10)

  • 36. Deje los dioses ajenos (1
    Samuel 7:3
    ) y las ofensas cometidas:  busque un
    nuevo corazón y un nuevo espíritu (Ezequiel
    18:31
    )

  • 37. Avergüéncese de
    sus pecados pasados (Romanos 6:20-22)

  • 38. Contrístese
    según Dios y tenga un ferviente deseo de limpiarse
    (2 Corintios 7:10,11).

  • 39. Tenga un corazón
    contrito y humillado (Salmo 51:17).

  • 40. Tema a Dios y aborrezca su
    pecado (Salmo 36:1,2)

  • 41. Evite todos los pecados que
    aparecen en 1 Corintios 6:9,10Efesios
    5:5-7
    Gálatas 5:19-21 y
    Apocalipsis 21:8)

  • 42. Restituya aquellas cosas que
    usted robó (Éxodo 22:3-17;  Lucas
    19:8-10

  • ORACIÓN DE
    ARREPENTIMIENTO

    Psa 51:1 Ten piedad de mí, oh Dios,
    conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus
    piedades borra mis rebeliones.
    2 Lávame
    más y más de mi maldad, Y límpiame de mi
    pecado.
    3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi
    pecado está siempre delante de mí.
    4
    Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo
    delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu
    palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
    5 He
    aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me
    concibió mi madre.
    6 He aquí, tú
    amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho
    comprender sabiduría.
    7 Purifícame con
    hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré
    más blanco que la nieve.
    8 Hazme oír gozo
    y alegría, Y se recrearán los huesos que has
    abatido.
    9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra
    todas mis maldades.
    10 Crea en mí, oh Dios, un
    corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro
    de mí.
    11 No me eches de delante de ti, Y no
    quites de mí tu santo Espíritu.
    12
    Vuélveme el gozo de tu salvación, Y
    espíritu noble me sustente.
    13 Entonces
    enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los
    pecadores se convertirán a ti.
    14 Líbrame
    de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
    Cantará mi lengua tu justicia.
    15 Señor,
    abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.
    16
    Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No
    quieres holocausto.
    17 Los sacrificios de Dios son el
    espíritu quebrantado; Al corazón contrito y
    humillado no despreciarás tú, oh Dios.
    18
    Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de
    Jerusalén.
    19 Entonces te agradarán los
    sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo
    quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu
    altar.

    El Arrepentimiento
    Bíblico

    Hay diferentes ideas en nuestros días acerca de
    lo que es el "arrepentimiento".  Pero ¿están
    ellas basadas en lo que las Escrituras enseñan? (2 Timoteo
    3:16-17)?  ¿Es meramente un cambio de mente o hay
    mucho más involucrado en ello? Vamos a mirar a algunas de
    las más claras y más precisas definiciones
    bíblicas del arrepentimiento, comenzando con la
    enseñanza de Jesús acerca de Jonás y los
    ninivitas:

    Los hombres de Nínive se levantarán
    en el juicio contra esta generación, y la
    condenarán;  porque ellos se arrepintieron a
    la predicación de Jonás, y he aquí
    más que Jonás en este lugar (Mateo 12:41). Para
    averiguar exactamente lo que Jesús quiso decir cuando
    dijo: "se arrepintieron", vamos a revisar el recuento
    al cual se está refiriendo:

    Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y
    proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta
    el menor de ellos.  Y llegó la noticia hasta el rey
    de Nínive, y se levantó de su silla, se
    despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se
    sentó sobre ceniza.  E hizo proclamar y anunciar en
    Nínive, por mandato del rey  y de sus grandes,
    diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten
    cosa alguna;  no se les dé alimento, ni beban
    agua;  sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y
    clamen a Dios fuertemente;  y conviértase cada uno
    de su mal camino, de la rapiña que hay en sus
    manos
    .  ¿Quién sabe si se volverá y
    se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su
    ira, y no pereceremos?  Y vio Dios lo que hicieron, que
    se convirtieron de su mal camino
    ;  y se
    arrepintió del mal que había dicho que les
    haría, y no lo hizo (Jonás 3:5-10).

    Los ninivitas se humillaron y clamaron fuertemente a
    Dios, convirtiéndose cada uno de su mal
    camino
    .  Según la autoridad final, esto
    constituye el "arrepentimiento",  a diferencia de lo
    que algunos en nuestros días equivocadamente quieren que
    nosotros creamos – un simple "cambio de mente".

    El Ejemplo del Hijo Pródigo Otro buen ejemplo de
    arrepentimiento es la enseñanza de Jesús acerca del
    hijo pródigo: Y volviendo en sí, dijo:
    ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen
    abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!  Me
    levantaré e iré a mi padre, y le
    diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra
    ti.  Ya no soy digno de ser llamado tu hijo
    ;  hazme
    como a uno de tus jornaleros.  Y levantándose, vino a
    su padre…  el hijo le dijo: Padre, he pecado contra
    el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo
    (Lucas 15:17-21). 

    Jesús declaró que la humildad del
    pródigo, su compunción, reconocimiento del pecado y
    regreso a su Padre, hicieron que el volviera de nuevo a la
    vida
    de su estado espiritual de muerte y
    perdición: Porque este mi hijo muerto era, y
    ha revivido
    ;  se había perdido, y es
    hallado. 
    Y comenzaron a regocijarse (Lucas
    15:24).   Esto es obviamente muerte y vida
    espirituales, ya que el pródigo no fue afectado
    físicamente por esta muerte.

    ¿Cuán Importante es
    Arrepentirse?

    Pedro enseñó que el arrepentimiento es el
    remedio para la muerte:  El Señor no retarda su
    promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
    paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca,
    sino que todos procedan al arrepentimiento
    (2 Pedro
    3:9). No solamente fue el arrepentimiento el mensaje de Juan
    el Bautista (Mat. 3:1,2), sino que Jesús continuó
    el mensaje de Juan después que éste fue
    aprisionado.  No hay mayor sanidad en el mensaje de uno que
    cuando está respaldado por el mensaje del propio
    Señor:  Cuando Jesús oyó que Juan
    estaba preso, volvió a Galilea…  Desde entonces
    comenzó Jesús a predicar, y a decir:
    Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha
    acercado 
    (Mat. 4:12,17). 

    Otros Ejemplos
    Bíblicos

    El arrepentimiento de David después de su
    adulterio y asesinato incluyó el reconocimiento de su
    pecado (2 Samuel 12:13).  Observe su oración sincera
    y de corazón en el Salmo 51. Por otro lado, Saúl
    estaba más preocupado de ser honrado delante del pueblo
    que de mostrar verdadera humildad con respecto a su
    desobediencia:  Y él dijo: Yo he pecado;  pero
    te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y
    delante de Israel
    ,  y vuelvas conmigo para que adore a
    Jehová tu Dios (1 Samuel 15:30). 

    La reacción de Pedro hacia su propio pecado
    (negar a Jesús tres veces) fue el llanto amargo: Entonces,
    vuelto el Señor, miró a Pedro;  y Pedro se
    acordó de la palabra del Señor, que le había
    dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres
    veces.  Y Pedro, saliendo fuera, lloró
    amargamente
    (Lucas 22:61,62).  ¡Cuán sabio
    es seguir el consejo de Santiago, que predicó el verdadero
    arrepentimiento que, a propósito, refuta el punto de vista
    sobre el avivamiento en el  movimiento de la "risa santa":
    Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. 
    Pecadores, limpiad las manos;  y vosotros los de
    doble ánimo, purificad vuestros corazones. 
    Afligíos, y lamentad, y llorad.  Vuestra risa se
    convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.  Humillaos
    delante del Señor,
    y él os exaltará
    (Santiago 4:8-10).

    ¿Cómo Obtener
    Perdón y Misericordia?

    Para obtener perdón y misericordia del
    Señor, Isaías aconseja, "Deje el
    impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y
    vuélvase a Jehová
    , el cual tendrá de
    él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será
    amplio en perdonar" (Isaías 55:7).  Observe que dice
    que Dios "será amplio en perdonar" pero según el
    contexto, eso está condicionado a que el impío deje
    sus caminos y pensamientos malvados, y se vuelva al
    Señor.  El Profeta Daniel era altamente estimado
    (Daniel 9:23) y dio consejo (aunque no fue escuchado) al Rey
    Nabucodonosor: Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: tus
    pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo
    misericordias para con los oprimidos
    , pues tal vez
    será eso una prolongación de tu tranquilidad
    (Daniel 4:27). 

    El hijo de Nabucodonosor, Belsasar, no se humilló
    aunque él sabía del juicio de Dios sobre su padre,
    y aun se exaltó en contra del Señor del cielo
    (Daniel 5:22,23).  ¡Cuánto más sabio
    él habría sido de haber seguido el buen ejemplo del
    propio Daniel: Y oré a Jehová mi Dios e
    hice confesión,…  hemos pecado, hemos cometido
    iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes,
    y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus
    ordenanzas… 
    y no hemos implorado el favor de
    Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras
    maldades y entender tu verdad
    (Daniel
    9:4,5,13). 

    Jeremías aconsejó a los oficiales y al
    pueblo: "mejorad ahora vuestros caminos y vuestras obras, y
    oíd la voz de Jehová vuestro Dios
    "
    (Jeremías 26:13). Salomón oró, "Si el cielo
    se cerrare y no lloviere, por haber ellos pecado contra ti, y te
    rogaren en este lugar y confesaren tu nombre, y se volvieren
    del pecado
    , cuando los afligieres" (1 Reyes 8:35).  El
    también sabía lo siguiente acerca del
    arrepentimiento: Y ellos volvieren en sí en la
    tierra donde fueren llevados cautivos;  si se
    convirtieren y oraren a ti
    en la tierra de su cautividad, y
    dijeren:  pecamos, hemos hecho inicuamente,
    impíamente hemos hecho; 
    si se convirtieren a
    ti de todo su corazón y de toda su alma
    en la tierra
    de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren
    hacia la tierra  que tú diste a sus padres, hacia la
    ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que he edificado a
    tu nombre (2 Crónicas 6:37,38). 

    "El Remedio"

    En el libro de Ezequiel, el Señor ordenó
    que una marca fuera puesta en las frentes de aquellos que
    "gimen y que claman a causa de todas las abominaciones
    (pecados) hechas en la ciudad (9:4) para protegerlos de ser
    asesinados (9:6).  Algún tiempo después, Dios
    hizo que Ezequiel profetizara: sí dice Jehová el
    Señor: Convertíos y volveos de vuestros
    ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras
    abominaciones
    (14:6). 

    Ezequiel enseñó que "el alma que pecare,
    ésa morirá" (18.20).  Sin embargo, Dios tiene
    un remedio: Mas el impío, si se apartare de todos sus
    pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere
    según el derecho y la justicia, de cierto vivirá;
     no morirá
    .  Todas las transgresiones que
    cometió, no le serán recordadas;  en su
    justicia que hizo vivirá
    .  ¿Quiero yo la
    muerte del impío?  Dice Jehová el
    Señor.  ¿No vivirá, si se apartare
    de sus caminos
    ?  …  Y apartándose el
    impío de su impiedad que hizo, y haciendo según el
    derecho y la justicia, hará vivir su alma.  Porque
    miró y se apartó de todas sus transgresiones que
    había cometido
    , de cierto vivirá;  no
    morirá. …  Convertíos, y apartaos de
    todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad
    causa de ruina.  Echad de vosotros todas vuestras
    transgresiones con que habéis pecado, y haceos un
    corazón nuevo y un espíritu nuevo. 

    ¿Por qué moriréis, casa de Israel
    (Ezequiel 18:21-23, 27,28,30,31). 

    No hay ningún cristiano que alguna vez haya
    vivido que no haya sido tentado al pecado, pero el
    Espíritu Santo dio una verdad relevante y consoladora a
    los cristianos de Corinto que se extiende hasta nosotros
    hoy: No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
    humana;  pero fiel es Dios que no os dejará ser
    tentados más de lo que podéis resistir,
    sino
    que dará también juntamente con la tentación
    la salida, para que podáis soportar (1 Cor.
    10:13). 

    Todos seremos tentados pero ninguno tiene por qué
    ceder a la tentación.  ¿De qué otra
    manera podríamos nosotros evitar el pecado?  El
    Apóstol Pablo nos dio visión que puede ser una
    salvaguarda para nuestras almas: Porque los que son de la carne
    piensan en las cosas de la carne;  pero los que son del
    Espíritu, en las cosas del Espíritu. 
    Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del
    Espíritu es vida y paz
    (Romanos
    8:5,6). 

    Perdón Condicional

    Muchos maestros populares en nuestros días
    erróneamente proclaman que todos los pecados de
    los cristianos – pasados, presentes y futuros –
    han sido ya perdonados.   En contraste, la Biblia cita
    condiciones para ser perdonados después que se ha
    experimentado la verdadera regeneración: Si confesamos
    nuestros pecados
    , él es fiel y justo para perdonar
    nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Juan
    1:9). 

    El Apóstol Juan – que era salvo – se
    incluía a sí mismo aquí usando el pronombre
    "nosotros".  Esta confesión de pecados a Dios debe
    estar también combinada con la voluntariedad de renunciar
    a esos pecados: El que encubre sus pecados no
    prosperará;  mas el que los confiesa y se aparta
    alcanzará misericordia
    (Proverbios
    28:13).  

    El Señor Jesús dio otra condición
    relevante para recibir el perdón, de la que pocos en
    nuestros días tienen deseos de predicar: Porque si
    perdonáis
    a los hombres sus ofensas, os
    perdonará también a vosotros vuestro Padre
    celestial. 
    Mas si no perdonáis a los hombres
    sus ofensas, tampoco vuestro Padre celestial os perdonará
    vuestras ofensas
    (Mateo 6:14,15). 

    Jesús está dirigiendo su enseñanza
    a sus propios discípulos que vinieron a El (5:1,2). 
    Observe también en Mateo 6:14,15 que Jesús les dijo
    que "vuestro Padre" no os perdonará vuestras ofensas si
    vosotros no perdonáis a los hombres sus ofensas.  El
    no puede estar hablando a gente no salvada ya que ellos no
    tendrían a Dios como su Padre espiritual.

    El Rey David escribió, "Bienaventurado
    aquél cuya transgresión ha sido perdonada, y
    cubierto su pecado" (Salmo 32:1) y dijo cómo él
    había obtenido el perdón: Mi pecado te
    declaré y no encubrí mi iniquidad. 

    Dije: Confesaré mis transgresiones a
    Jehová
    , y tú perdonaste la maldad de mi pecado
    (Salmo 32:5).   El perdón no viene en forma
    automática, como se evidenció en el
    versículo precedente.  David tuvo que hacer
    algo para obtener este perdón.  Quizás Juan
    tenía este versículo y otros similares en mente
    cuando escribió 1 Juan 1:9.

    El consejo del Dios Soberano a través de
    Isaías fue: Lavaos y limpiaos;  quitad la
    iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; 
    dejad de hacer lo malo;  aprended a hacer el
    bien
    ;  buscad el juicio, restituid al agraviado, haced
    justicia al huérfano, amparad a la viuda.  Venid
    luego, dice Jehová, y estemos a cuenta:  si vuestros
    pecados fueren como la grana, como la nieve serán
    emblanquecidos;  si fueren rojos como el carmesí,
    vendrán a ser como blanca lana (Isaías
    1:16-18).   Dios es compasivo y misericordioso, no
    queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al
    arrepentimiento (2 Pedro 3:9) pero nosotros debemos hacer nuestra
    parte según está registrada en las Santas
    Escrituras.  La Biblia no enseña que los
    cristianos están ya perdonados aun antes de que sus
    pecados futuros sean cometidos.  No deje que los falsos
    maestros de nuestros días lo engañen.  Presten
    atención al mensaje de la Escrituras:

    El Arrepentimiento es Fundamental para
    el Cristianismo

    El escritor de Hebreos enseñó (entre otras
    enseñanzas elementales) que el arrepentimiento es un
    principio fundamental cristiano: 
    Por tanto, dejando ya
    los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a
    la perfección;  no echando otra vez el fundamento
    del arrepentimiento de obras muertas,
    y de la fe en Dios
    (Hebreos 6:1).  

    Pronto examinaremos algunas de las "obras
    muertas".  Pablo dijo a los cristianos romanos que el pecado
    lleva a la muerte espiritual (Romanos 6:16) y Santiago
    advirtió cómo ocurre esta "muerte": Sino que
    cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es
    atraído y seducido. 
    Entonces, la
    concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el
    pecado;  y el pecado, siendo consumado, a la luz la
    muerte.  Amados hermanos míos, no
    erréis. 
    (Santiago 1:14-16)   Estas
    fueron las enseñanzas básicas y elementales de la
    iglesia primitiva que raramente se repiten en nuestros
    días y aun peor, que son negadas por los maestros de la
    eterna seguridad.

    El Verdadero Arrepentimiento produce
    "Fruto"

    En el momento del arrepentimiento y de la
    salvación inicial, pasamos de muerte a vida (1 Juan 3:14),
    de las tinieblas a la luz (Hechos 26:18, Efesios 5:8, 1 Pedro
    2:9), y del poder de Satanás a Dios (Hechos 26:18). 
    Pero esto no acaba aquí.  Juan el Bautista dio su
    entendimiento inspirado por el Espíritu Santo en cuanto a
    lo que Dios requiere del arrepentimiento, en Lucas 3:8-14:
    Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento.  Y no
    comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos
    a Abraham por padre;  porque os digo que Dios puede levantar
    hijos a Abraham aun de estas piedras.  Y ya también
    el hacha está puesta a la raíz de los
    árboles;  por tanto, todo árbol que no da
    buen fruto se corta y se echa en el fuego. 
    Y la gente
    le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿Qué
    haremos? 
    Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos
    túnicas, dé al que no tiene;  y el que tiene
    qué comer, haga lo mismo.  Vinieron también
    unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro,
    ¿qué haremos?  El les dijo: No
    exijáis más de lo que os está
    ordenado.  También le preguntaron unos soldados,
    diciendo: Y nosotros, ¿qué
    haremos? 
    Y les dijo: No hagáis
    extorsión a nadie, ni calumniéis;  y
    contentaos con vuestro
    salario.    

    Observe la responsabilidad humana involucrada. 
    ¿Estaba Juan enseñando una salvación por
    medio de "obras"?  De ningún modo.  El padre de
    Juan, Zacarías, profetizó acerca de él bajo
    la inspiración del Espíritu Santo (Lucas 1:67) que
    Juan daba al "pueblo de Dios conocimiento de
    salvación
    para perdón de sus pecados",  V.
    77.  Aunque algunos pudieran reclamar equivocadamente que
    Juan enseñaba la "ley" y las "obras" del Antiguo
    Testamento, ¡Dios dio el conocimiento de la
    salvación
    a través de él! La
    enseñanza de Jesús acerca de los justos fue muy
    similar e incluía acción de la parte de los
    redimidos o  los "benditos": Entonces el Rey dirá a
    los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre,
    heredad el reino preparado para vosotros desde la
    fundación del mundo.  Porque tuve hambre, y me
    disteis de comer, tuve sed, y me disteis de
    beber;  fui forastero, y me recogisteis;  estuve
    desnudo, y me cubristeis;  enfermo, y me
    visitasteis;  en la cárcel, y vinisteis
    a mí" (Mateo 25:34-36).   Jesús
    enseñó, "Esforzaos a entrar por la puerta
    angosta;  porque os digo que muchos procurarán
    entrar, y no podrán"
    (Lucas 13:24).  Pero "la
    gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo" (Juan
    1:17).

    Aunque esto está en conflicto con el falso
    mensaje de "gracia" de hoy en día, ésta es la
    verdadera gracia Bíblica del Dios Todopoderoso. 
    Escoja a quién creer – al que tiene toda autoridad
    en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18) o a los impíos
    convertidores de la gracia de hoy (Judas 3,4).

    Demuestre Su Arrepentimiento y
    Manténganse

    Mientras que no éramos salvos, nosotros
    producíamos fruto para muerte (Rom 7:5).  Pero ahora
    debemos producir buen fruto para evitar el ser cortados y
    arrojados en el fuego (Mat. 3:10).  Esto requiere
    acción de nuestra parte que no puede ser una
    salvación por "obras" ya que Jesús encomió
    el mensaje de Juan (Mateo 11:11).  El mensaje
    estándar del evangelio de gracia del Apóstol Pablo
    también está de acuerdo con el de Juan: … que
    anuncié …  que se convirtiesen a Dios, haciendo
    obras dignas de arrepentimiento
    (Hechos
    26:20).  

    Jesús nos hace libres de la esclavitud del pecado
    (Juan 8:34-36) pero después de la salvación
    inicial, Pablo enseñó a los cristianos a persistir
    en buscar la inmortalidad, a continuar en el Espíritu y a
    hacer morir el pecado para vivir: Vida eterna a los que,
    perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e
    inmortalidad
    (Romanos 2:7).   Porque si
    vivís conforme a la carne, moriréis, mas si por el
    Espíritu hacéis morir las obras de la carne,
    viviréis
    (Romanos 8:13).   La
    responsabilidad humana y el libre albedrío están
    también claros en el consejo de Pablo al Pastor Timoteo
    cuando le dice "no participes en pecados ajenos. 
    Consérvate puro
    " (1 Timoteo 5:22). En forma similar,
    Juan aconsejó a sus hijos "guardarse de los
    ídolos
    " (1 Juan 5:21).

    Alguno pudiera alegar, "pero nosotros no estamos bajo la
    ley".  Cierto, nosotros no estamos bajo la ley ceremonial,
    pero b> nosotros todavía estamos bajo la ley moral como
    puede verse en versos tales como 1 Corintios 6:9, 10; 
    Efesios 5:5-7;  Gálatas 5:19-21;  Judas 7; 
    Apocalipsis 21:8;  etc.  Recuerde que Pablo le dijo a
    los cristianos corintios que no fueran idólatras
    (1 Corintios 10:7).  El sabía que los cristianos
    podían convertirse en idólatras y terminar
    así en el lago de fuego según Ap. 21:8 a menos que
    se arrepintieran.  Por lo tanto, estos apóstoles
    aconsejaron a los cristianos mantenerse lejos de tal peligro
    espiritual. Santiago enseñó qué clase de
    religión es aceptable a Dios y de qué debían
    guardarse los cristianos: La religión pura y sin
    mácula delante de Dios el Padre es
    ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas
    en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo
    (Santiago 1:27).   Estas todas son enseñanzas de
    la verdadera gracia.  El problema, entonces, estriba en
    aquellos que tienen un punto de vista distorsionado acerca de la
    gracia.

    Escudriñe Su Corazón y
    Libérese

    El consejo siguiente de los Salmos puede ser de gran
    beneficio para aquellos que desean mantener un camino santo
    delante de Dios: Temblad y no pequéis;  meditad en
    vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad

    (Salmo 4:4).   Confesaré mi maldad, y me
    contristaré por mi pecado
    (Salmo 38:18)  
    Consideré mis caminos, y volví mis pies a tus
    testimonios
    (Sal 119:59)   Examíname, oh
    Dios, y conoce mi corazón;  pruébame y conoce
    mis pensamientos;  y ve si hay en mí camino de
    perversidad, y guíame en el camino eterno
    (Salmo
    139:23,24).  

    Estas clases de oraciones nos ayudarán a mantener
    un corazón puro, que es vital ya que estos son los que
    estarán en el lugar santo de Dios (Salmo 24:3,4). 
    "Mantener la fe y la buena conciencia" nos preservará de
    naufragios espirituales (1 Timoteo 1:19). Pedro y Pablo nos
    dieron otras importantes salvaguardas y ordenanzas:
    Desechando, pues, toda malicia, todo engaño,
    hipocresía, envidias, y todas las detracciones,

    desead, como niños recién nacidos, la leche
    espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis en
    salvación (1 Pedro 2:1,2).   Porque : 
    El que quiere amar la vida
    y ver días buenos,
    refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen
    engaño;  apártese del mal, y haga el
    bien;  busque la paz, y sígala
    (1 Pedro
    3:10,11).   Por lo cual, oh amados, estando es espera
    de estas cosas (la morada de la justicia, V. 13), procurad con
    diligencia ser hallados por él sin mancha e
    irreprensibles, en paz. 
    (2 Pedro
    3.14).  

    Haced morir, pues, lo terrenal en
    vosotros: fornicación, impureza, pasiones
    desordenadas, malos deseos y avaricia, que es
    idolatría;  cosas por las cuales la ira de Dios viene
    sobre los hijos de la desobediencia,
    en las cuales vosotros
    también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais
    en ellas.  Pero ahora, dejad también vosotros
    todas estas cosas:  ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras
    deshonestas de vuestra boca. 
    No mintáis los unos
    a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
    hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del
    que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno
    (Colosenses 3:5-10).   Para liberarnos del pecado a fin
    de regresar a Dios ha existido desde hace mucho tiempo un mandato
    bíblico: Si de todo corazón os volvéis a
    Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de
    entre vosotros, y preparad vuestro corazón a
    Jehová, y sólo a El servid (1 Samuel
    7:3).   Echad de vosotros todas vuestras
    transgresiones con que habéis pecado, y haceos un
    corazón nuevo y un espíritu nuevo. 

    ¿Por qué moriréis, casa de Israel? 
    (Ezequiel 18:31).

    El Verdadero Arrepentimiento Incluye
    Dolor Santo y Vergüenza

    El verdadero arrepentimiento también se
    manifiesta en dolor, vergüenza por aquellos actos
    pecaminosos cometidos y en un deseo ferviente de hacer las cosas
    correctamente: Porque cuando erais esclavos del pecado, erais
    libres acerca de la justicia.  ¿Pero qué fruto
    tenías de aquellas cosas de las cuales ahora os
    avergonzáis
    ?  Porque el fin de ellas es
    muerte.  Mas ahora que habéis sido libertados del
    pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto
    la santificación, y como fin, la vida eterna (Romanos
    6:20-22).  Porque la tristeza que es según
    Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay
    que arrepentirse; 
    pero la tristeza del mundo produce
    muerte.  Porque he aquí, esto mismo de que
    hayáis sido contristados según Dios,
    ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué
    defensa, qué indignación, qué temor,
    qué ardiente afecto, qué celo, y qué
    vindicación! 
    En todo os habéis mostrado
    limpios en el asunto (2 Corintios 7:10,11).   Los
    sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; 
    al corazón contrito y humillado no despreciarás
    tú, oh Dios
    (Salmo 51:17).  Por otro lado, los
    impíos están vacíos del temor de Dios y el
    dolor que lleva a la salvación: La iniquidad del
    impío me dice al corazón:  No hay temor de
    dios
    delante de sus ojos.  Se lisonjea, por tanto, en
    sus propios ojos, de que su iniquidad no será hallada y
    aborrecida
    (Salmo 36:1,2).  Un buen punto clave de la
    condición de su corazón, entonces, es: 
    ¿Teme usted a Dios y aborrece su pecado, o está
    usted entre los impíos anteriormente
    descritos?

    Actos que Llevan a la
    Muerte

    Como fue mencionado previamente, Heb. 6:1 declara que
    hay obras que conducen a la muerte, pero ¿cuáles
    son ellas?  Los pecados listados en 1 Corintios
    6:9,10,  Efesios 5:5,6,  Gálatas 5:19-21 y
    Apocalipsis 21:8 nos dan visión de las cosas de las que
    uno debe arrepentirse, ya que aquellos que las hacen no
    heredarán el reino: ¿No sabéis que los
    injustos no heredarán el reino de Dios?  No
    erréis;  ni os fornicarios, ni los idólatras,
    ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan
    con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni
    los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino
    de Dios
    (1 Corintios 6:9,10).  

    Porque sabéis esto, que ningún
    fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene
    herencia en el reino de Cristo y de Dios.  Nadie os
    engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la
    ira de Dios sobre los hijos de desobediencia
    (Efesios
    5:5,6).  Y manifiestas son las obras de la carne, que
    son:  adulterio, fornicación, inmundicia,
    lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades,
    pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
    envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
    semejantes a éstas;  acerca de las cuales os
    amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican
    tales cosas no heredarán el reino de Dios

    (Gálatas 5:19-21).   Pero los cobardes e
    incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y
    hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos
    tendrán su parte en el lago de fuego y azufre,
    que es
    la muerte segunda (Apocalipsis 21:8).  

    ¿Qué esperanza tiene el infortunado
    cristiano que caiga en tales pecados después de su
    salvación inicial?  Estas abominaciones deben ser
    confesadas y abandonadas, buscando el perdón de
    Dios.  Jesús enseñó que el
    pródigo volvió a vivir después de una
    completa ruptura con su relación con las rameras (Lucas
    15:24,32).  Lo mismo puede ser establecido acerca de David
    después que él humildemente buscó el
    perdón del Señor por su pecado sexual y su
    asesinato (Salmo 51).  ¿Se mantuvo David salvo
    durante su detestable pecado antes de arrepentirse?  No,
    según el Soberano Dios que  habló Apocalipsis
    21:8 desde su propio trono después que la obra infinita
    del Señor Jesús fuera completada.  Dios no
    hizo excepciones con nadie, incluyendo a un hombre que
    escribió parte de la Biblia.  Gracias a Dios, David
    se arrepintió antes que muriera.  Muchos no lo
    hacen.  Ezequiel explica lo que le sucedió
    espiritualmente al Rey David durante ese período oscuro de
    su vida: Mas si el justo se apartare de su justicia y
    cometiere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones
    que el impío hizo, ¿vivirá él? 
    Ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas en
    cuenta;  por su rebelión con que prevaricó, y
    por el pecado que cometió, por ello morirá

    (Ezequiel 18:24).  

    … La justicia del justo no lo librará el
    día que se rebelare;  y la impiedad del impío
    no le será estorbo el día que se volviere de su
    impiedad;  y el justo no podrá vivir por su
    justicia el día que pecare.  Cuando yo dijere al
    justo:  De cierto vivirás, y él confiado en su
    justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán
    recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo

    (Ezequiel  33:12,13).   Similarmente a lo que
    Jesús enseñó sobre el pródigo, Pablo
    dijo al los cristianos romanos: Porque si vivís
    conforme a la carne, moriréis, mas si por el
    Espíritu hacéis morir las obras de la carne,
    viviréis
    (Romanos 8:13).  

    Aquellos que son espirituales, pueden ayudar a restaurar
    a los hermanos caídos: Hermanos, si alguno de entre
    vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver,
    sepa que el que haga volver al pecador de su camino,
    salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de
    pecados
    (Santiago 5:19,20).   Hermanos, si
    alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois
    espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre,

    considerándote a ti mismo, no sea que tú
    también seas tentado (Gálatas 6:1).   Si
    alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte,
    pedirá, y Dios le dará vida;  esto es para
    los que cometen pecado que no sea de muerte. 
    Hay pecado
    de muerte por el cual yo no digo que se pida.  Toda
    injusticia es pecado, pero hay pecado no de muerte (1 Juan
    5:16,17).  

    Hacer
    Restitución

    Los ladrones deben devolver lo que ellos robaron: El
    ladrón hará completa restitución

    si no tuviere con qué, será vendido por su
    hurto.  Si fuere hallado con el hurto en la mano, vivo, sea
    buey o asno u oveja, pagará el doble.  Si
    alguno hiciere pastar en campo o viña, y metiere su bestia
    en campo de otro, de lo mejor de su campo y de lo mejor de su
    viña pagará
    .  Cuando se prendiere fuego, y
    al quemar espinos quemare mieses amontonadas o en pie, o campo,
    el que encendió el fuego pagará lo
    quemado
    .  Cuando alguno diere a su prójimo plata
    o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre,
    si el ladrón fuere hallado, pagará el
    doble
    ….  En toda clase de fraude, … el que los
    jueces condenaren, pagará el doble a su
    prójimo
    …  Mas si (el animal) le hubiere sido
    hurtado, resarcirá
    a su dueño.   Pero
    si alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y
    fuere estropeada o muerta, estando ausente su dueño,
    deberá pagarla.  Si alguno engañare a
    una doncella que no fuere desposada, y durmiere con ella,
    deberá dotarla y tomarla por mujer.  Si su
    padre no quisiere dársela, él le pesará
    plata conforme a la dote de las vírgenes
    (Éxodo
    22:3-17).  

    ¿Se aplica la restitución a nosotros bajo
    el Nuevo Pacto?  ¡Sí!  Ante la
    voluntariedad de Zaqueo de hacer restitución a los otros
    que él había engañado, Jesús
    declaró que esto mostraba que la salvación
    había llegado a él: Entonces Zaqueo, puesto en pie,
    dijo al Señor: He aquí, Señor, la
    mitad de mis bienes doy a los pobres;  y si en algo he
    defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 

    Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a
    esta casa; 
    por cuanto él también es hijo
    de Abraham.  Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a
    salvar lo que se había perdido (Lucas
    19:8-10).   Pero en el caso de un ladrón
    arrepentido moribundo, que no pudiera resarcir lo que robó
    bajo su condición, aun así será perdonado
    (Lucas 23:42,43).

    Hechos 3:19. Así que, arrepentíos y
    convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para
    que vengan de la presencia del Señor tiempos de
    refrigerio"

    Arrepentimiento: Viene de la palabra griega
    Metanoia, la cual significa cambio de pensamiento o de manera de
    pensar, es también, cambio de actitud, volviendo
    así al estado original de la gloria de Dios en el Hombre.
    "No se amolden al mundo actual. Sino sean transformados
    mediante la renovación de su mente. Así
    podréis comprobar, cual sea la voluntad de Dios, buena,
    agradable y perfecta". Rom. 12:2.

    Arrepentimiento, es el primer paso para entrar al
    Reino de Dios. Es tener una profunda convicción en aceptar
    y reconocer que vivíamos lejos del amor y la cobertura de
    Dios.

    El arrepentimiento se inicia porque el
    Espíritu Santo nos convence de pecado; produce la
    convicción de cuál es la senda en que debemos
    andar. 8Y cuando él venga, convencerá al mundo
    de pecado, de justicia y de juicio. 9De pecado, por cuanto no
    creen en mí. Jn. 16:8-9.

    Entonces el Arrepentimiento es volver al objetivo
    o patrón original de Dios para vivir bajo el Gobierno o
    señorío de Cristo, y tener un conocimiento
    direccional del propósito divino. Esto trae un cambio de
    manera de pensar, da objetivos claros de las cosas naturales y
    cuando alcanzamos este conocimiento a través de la Palabra
    de Dios obtenemos el poder para lograr una nueva manera de vivir
    y un cambio integral de la vida. De esto aprendemos que la
    palabra nos insta al arrepentimiento, el Espíritu Santo
    nos convence y nos guía; pero el verdadero arrepentimiento
    es la decisión de un cambio de actitud que se toma luego
    de haber recibido la palabra.

    Arrepentimiento es un mandamiento Pero Dios,
    habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora
    manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.
    Hechos 17:30.
    Cuando la palabra esta hablando de
    arrepentimiento, no esta hablando de remordimiento; el
    remordimiento no es del espíritu, si no es un fruto del
    alma. El arrepentimiento es del espíritu. Cuando nos
    arrepentimos, se manifiesta esa nueva naturaleza, lo recreado en
    nosotros, el fruto del espíritu. "El arrepentimiento es
    una señal que activa el poder inherente que esta dentro de
    nosotros".

    ¿De que debemos arrepentirnos? De nuestra
    vida pasada, la cual estaba totalmente contraria, a lo dispuesto
    por Dios en su palabra. De nuestros pecados. De nuestra
    rebelión (Desobediencia). De nuestra manera humana de
    pensar.

    Resultados de un arrepentimiento: La
    Conversión: Conversión
    significa, cambio
    progresivo de algo o de alguien en sentido contrario del estado
    original. Es el proceso en el cual vamos experimentado cambios
    producidos por Dios, en nuestra vida. Es un proceso de cambio de
    la persona en todo su ser, espíritu, alma y cuerpo. Y este
    cambio es progresivo, no momentáneo. Es el proceso de
    perfeccionamiento de la obra que comenzó Dios en nosotros
    para llevarnos a ser lo que ya somos. Filipenses 1:6 "Estando
    persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la
    buena obra, la perfeccionará hasta el día de
    Jesucristo".
    En las escrituras es el efecto que
    acompaña al nuevo nacimiento, un volverse hacia Dios.
    1ª Tesalonicenses 1: 9. "Os convertisteis de los
    ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero".
    Conversión.
    Es el proceso donde el nuevo creyente va
    recibiendo solidez, adquiriendo nuevos conocimientos, abandonando
    la ignorancia y es formado para ser un líder que
    hará lo mismo con otros. Es volverse completamente del
    camino que transitábamos, tiene que ver con una actitud,
    creer a la palabra y asumir la responsabilidad de la nueva vida
    en Dios.

    ORACIÓN DE
    ARREPENTIMIENTO

    Psa 51:1 Ten piedad de mí, oh Dios,
    conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus
    piedades borra mis rebeliones.
    2 Lávame
    más y más de mi maldad, Y límpiame de mi
    pecado.
    3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi
    pecado está siempre delante de mí.
    4
    Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo
    delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu
    palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
    5 He
    aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me
    concibió mi madre.
    6 He aquí, tú
    amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho
    comprender sabiduría.
    7 Purifícame con
    hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré
    más blanco que la nieve.
    8 Hazme oír gozo
    y alegría, Y se recrearán los huesos que has
    abatido.
    9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra
    todas mis maldades.
    10 Crea en mí, oh Dios, un
    corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro
    de mí.
    11 No me eches de delante de ti, Y no
    quites de mí tu santo Espíritu.
    12
    Vuélveme el gozo de tu salvación, Y
    espíritu noble me sustente.
    13 Entonces
    enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los
    pecadores se convertirán a ti.
    14 Líbrame
    de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
    Cantará mi lengua tu justicia.
    15 Señor,
    abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.
    16
    Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No
    quieres holocausto.
    17 Los sacrificios de Dios son el
    espíritu quebrantado; Al corazón contrito y
    humillado no despreciarás tú, oh Dios.
    18
    Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de
    Jerusalén.
    19 Entonces te agradarán los
    sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo
    quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu
    altar.

    Tema 3: La importancia del arrepentimiento
    (tiempo 45 minutos)

    Una Lista que Resume

    • 1. Clame fuertemente a Dios y
      conviértase del mal camino y de la rapiña
      (Jonás 3:5-10).  

    • 2. Reconozca que ha pecado contra
      el cielo y contra Dios y que no es ya digno de ser llamado su
      hijo (Lucas 15:17-21;  2 Samuel
      12:13
      ).

    • 3. Llore amargamente por el pecado
      (Lucas 22:61,62).

    • 4. Acérquese a Dios, limpie
      sus manos;  purifique r sus corazones, aflíjase,
      lamente y llore;  cambie su risa en llanto y su gozo en
      tristeza;  humíllese ante Dios (Santiago
      4:8-10
      ).

    • 5. Deje sus caminos impíos
      y sus malos pensamientos y vuélvase al Señor
      (Isaías 55:7).

    • 6. Redima los pecados con justicia
      y las iniquidades haciendo misericordia con los oprimidos
      (Daniel 4:27).

    • 7. Ore a Dios y confiese que usted
      ha pecado y hecho iniquidad, que ha hecho impíamente y
      ha sido rebelde y se ha apartado de sus mandamientos y de sus
      ordenanzas.  Busque el favor del Señor
      volviéndose de sus pecados y prestando atención
      a la verdad del Señor (Daniel
      9:4,5,13
      ).

    • 8. Mejore sus caminos y sus obras
      y obedezca al Señor (Jeremías
      26:13
      ).

    • 9. Confiese el nombre de Dios y
      conviértase del pecado (1 Reyes
      8:35
      ).

    • 10. Vuelva en usted, ore a Dios y
      conviértase a Dios de todo corazón y con toda
      el alma (2 Crónicas 6:37,38).

    • 11. Busque la salida que Dios ha
      provisto para resistir firme la tentación (1
      Corintios 10:13
      ).

    • 12. Siembre para el
      Espíritu para segar vida eterna;  no se canse de
      hacer bien;  haga bien a todos mayormente a la familia
      de la fe  (Gálatas 6:8-10).

    • 13. Gima y clame a causa de todas
      las abominaciones (Ezequiel 9:4)

    • 14. Conviértase,
      vuélvase de sus ídolos y aparte su rostro de
      todas sus abominaciones (Ezequiel 14:6).

    • 15. Apártese de todos sus
      pecados que hizo y guarde todos los estatutos de Dios, haga
      según el derecho y la justicia.  Considere todas
      las ofensas cometidas y vuélvase de ellas. 
      ¡Arrepiéntase!  Conviértase de todas
      sus impiedades.  Apártese de todas sus impiedades
      que usted ha cometido y hágase un corazón nuevo
      y un espíritu nuevo (Ezequiel 18:21, 23, 27, 28,
      30,31
      ).

    • 16. Confiese sus pecados (1
      Juan 1:9
      ).

    • 17. No encubra pecados,
      confiéselos y apártese de ellos para hallar
      misericordia (Proverbios 28:13).

    • 18. Reconozca su pecado ante Dios
      y no encubra su iniquidad;  confiese sus transgresiones
      al Señor (Salmo 32:5).

    • 19. Lávese y
      límpiese.  Quite la iniquidad de sus obras de
      delante de los ojos de Dios.  Deje de hacer lo malo,
      aprenda a hacer el bien, busque el juicio, restituya al
      agraviado, haga justicia al huérfano, ampare a la
      viuda (Isaías 1:16-18).

    • 20. Arrepiéntase de las
      obras muertas (Hebreos 6:1).

    • 21. Produzca (buen) fruto
      manteniéndose en su arrepentimiento y evite el ser
      cortado y echado en el fuego (Mateo 4:12-17;  Mateo
      25:34-36;  Lucas 3:8-14
      ).

    • 22. Esfuércese a 
      entrar por la puerta angosta (Lucas 13:24).

    • 23. Arrepiéntase y
      conviértase a Dios y haga obras dignas de
      arrepentimiento. (Hechos 26:20).

    • 24. Persevere en hacer bien,
      busque gloria, honor e inmortalidad para que pueda tener vida
      eterna (Romanos 2:7).

    • 25. No viva conforme a la carne,
      sino conforme al Espíritu haciendo morir las obras de
      la carne y vivirá (Romanos 8:13).

    • 26. No participe en los pecados
      ajenos y consérvese puro (1 Timoteo
      5:22
      ).

    • 27. Guárdese de los
      ídolos (1 Juan 5:21).

    • 28. Manténgase sin mancha
      de este mundo (Santiago 1:27).

    • 29. Medite en su cama y calle
      (Salmo 4:4).

    • 30. Considere sus camino y vuelva
      sus pies a los testimonios de Dios (Salmo
      119:59
      ).

    • 31. Pida a Dios que examine su
      corazón y lo conozca, que lo pruebe y conozca sus
      pensamientos para ver si hay en usted camino de perversidad y
      que lo guíe por el camino eterno (Salmo
      139:23,24
      ).

    • 32. Mantenga la fe y la buena
      conciencia (1 Timoteo 1:19)

    • 33. Deseche toda malicia y
      engaño, hipocresía, envidia, y todas las
      detracciones;  desee la leche espiritual no adulterada
      (1 Pedro 2;1,2)

    • 34. Guarde su lengua del mal y sus
      labios de hablar engaño;  apártese del mal
      y haga el bien, busque la paz y sígala (1 Pedro
      3:10,11
      )

    • 35. Procure con diligencia ser
      hallado por Dios sin mancha, irreprensible y en paz (2
      Pedro 3:14
      )

    • 36. Haga morir en usted lo
      terrenal, deje la ira, el enojo, la malicia, la blasfemia,
      las palabras deshonestas de su boca;  no mienta
      (Colosenses 3:5-10)

    • 37. Deje los dioses ajenos (1
      Samuel 7:3
      ) y las ofensas cometidas:  busque un
      nuevo corazón y un nuevo espíritu (Ezequiel
      18:31
      )

    • 38. Avergüéncese de
      sus pecados pasados (Romanos 6:20-22)

    • 39. Contrístese
      según Dios y tenga un ferviente deseo de limpiarse
      (2 Corintios 7:10,11).

    • 40. Tenga un corazón
      contrito y humillado (Salmo 51:17).

    • 41. Tema a Dios y aborrezca su
      pecado (Salmo 36:1,2)

    • 42. Evite todos los pecados que
      aparecen en 1 Corintios 6:9,10Efesios
      5:5-7
      Gálatas 5:19-21 y
      Apocalipsis 21:8)

    • 43. Restituya aquellas cosas que
      usted robó (Éxodo 22:3-17;  Lucas
      19:8-10

    ORACIÓN DE
    ARREPENTIMIENTO

    Psa 51:1 Ten piedad de mí, oh Dios,
    conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus
    piedades borra mis rebeliones.
    2 Lávame
    más y más de mi maldad, Y límpiame de mi
    pecado.
    3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi
    pecado está siempre delante de mí.
    4
    Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo
    delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu
    palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
    5 He
    aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me
    concibió mi madre.
    6 He aquí, tú
    amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho
    comprender sabiduría.
    7 Purifícame con
    hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré
    más blanco que la nieve.
    8 Hazme oír gozo
    y alegría, Y se recrearán los huesos que has
    abatido.
    9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra
    todas mis maldades.
    10 Crea en mí, oh Dios, un
    corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro
    de mí.
    11 No me eches de delante de ti, Y no
    quites de mí tu santo Espíritu.
    12
    Vuélveme el gozo de tu salvación, Y
    espíritu noble me sustente.
    13 Entonces
    enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los
    pecadores se convertirán a ti.
    14 Líbrame
    de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
    Cantará mi lengua tu justicia.
    15 Señor,
    abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.
    16
    Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No
    quieres holocausto.
    17 Los sacrificios de Dios son el
    espíritu quebrantado; Al corazón contrito y
    humillado no despreciarás tú, oh Dios.
    18
    Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de
    Jerusalén.
    19 Entonces te agradarán los
    sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo
    quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu
    altar.

    El Arrepentimiento
    Bíblico

    Hay diferentes ideas en nuestros días acerca de
    lo que es el "arrepentimiento".  Pero ¿están
    ellas basadas en lo que las Escrituras enseñan? (2 Timoteo
    3:16-17)?  ¿Es meramente un cambio de mente o hay
    mucho más involucrado en ello? Vamos a mirar a algunas de
    las más claras y más precisas definiciones
    bíblicas del arrepentimiento, comenzando con la
    enseñanza de Jesús acerca de Jonás y los
    ninivitas:

    Los hombres de Nínive se levantarán
    en el juicio contra esta generación, y la
    condenarán;  porque ellos se arrepintieron a
    la predicación de Jonás, y he aquí
    más que Jonás en este lugar (Mateo 12:41). Para
    averiguar exactamente lo que Jesús quiso decir cuando
    dijo: "se arrepintieron", vamos a revisar el recuento
    al cual se está refiriendo:

    Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y
    proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta
    el menor de ellos.  Y llegó la noticia hasta el rey
    de Nínive, y se levantó de su silla, se
    despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se
    sentó sobre ceniza.  E hizo proclamar y anunciar en
    Nínive, por mandato del rey  y de sus grandes,
    diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten
    cosa alguna;  no se les dé alimento, ni beban
    agua;  sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y
    clamen a Dios fuertemente;  y conviértase cada uno
    de su mal camino, de la rapiña que hay en sus
    manos
    .  ¿Quién sabe si se volverá y
    se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su
    ira, y no pereceremos?  Y vio Dios lo que hicieron, que
    se convirtieron de su mal camino
    ;  y se
    arrepintió del mal que había dicho que les
    haría, y no lo hizo (Jonás 3:5-10).

    Los ninivitas se humillaron y clamaron fuertemente a
    Dios, convirtiéndose cada uno de su mal
    camino
    .  Según la autoridad final, esto
    constituye el "arrepentimiento",  a diferencia de lo
    que algunos en nuestros días equivocadamente quieren que
    nosotros creamos – un simple "cambio de mente".

    El Ejemplo del Hijo Pródigo Otro buen ejemplo de
    arrepentimiento es la enseñanza de Jesús acerca del
    hijo pródigo: Y volviendo en sí, dijo:
    ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen
    abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!  Me
    levantaré e iré a mi padre, y le
    diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra
    ti.  Ya no soy digno de ser llamado tu hijo
    ;  hazme
    como a uno de tus jornaleros.  Y levantándose, vino a
    su padre…  el hijo le dijo: Padre, he pecado contra
    el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo
    (Lucas 15:17-21). 

    Jesús declaró que la humildad del
    pródigo, su compunción, reconocimiento del pecado y
    regreso a su Padre, hicieron que el volviera de nuevo a la
    vida
    de su estado espiritual de muerte y
    perdición: Porque este mi hijo muerto era, y
    ha revivido
    ;  se había perdido, y es
    hallado. 
    Y comenzaron a regocijarse (Lucas
    15:24).   Esto es obviamente muerte y vida
    espirituales, ya que el pródigo no fue afectado
    físicamente por esta muerte.

    ¿Cuán Importante es
    Arrepentirse?

    Pedro enseñó que el arrepentimiento es el
    remedio para la muerte:  El Señor no retarda su
    promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
    paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca,
    sino que todos procedan al arrepentimiento
    (2 Pedro
    3:9). No solamente fue el arrepentimiento el mensaje de Juan
    el Bautista (Mat. 3:1,2), sino que Jesús continuó
    el mensaje de Juan después que éste fue
    aprisionado.  No hay mayor sanidad en el mensaje de uno que
    cuando está respaldado por el mensaje del propio
    Señor:  Cuando Jesús oyó que Juan
    estaba preso, volvió a Galilea…  Desde entonces
    comenzó Jesús a predicar, y a decir:
    Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha
    acercado 
    (Mat. 4:12,17). 

    Otros Ejemplos
    Bíblicos

    El arrepentimiento de David después de su
    adulterio y asesinato incluyó el reconocimiento de su
    pecado (2 Samuel 12:13).  Observe su oración sincera
    y de corazón en el Salmo 51. Por otro lado, Saúl
    estaba más preocupado de ser honrado delante del pueblo
    que de mostrar verdadera humildad con respecto a su
    desobediencia:  Y él dijo: Yo he pecado;  pero
    te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y
    delante de Israel
    ,  y vuelvas conmigo para que adore a
    Jehová tu Dios (1 Samuel 15:30). 

    La reacción de Pedro hacia su propio pecado
    (negar a Jesús tres veces) fue el llanto amargo: Entonces,
    vuelto el Señor, miró a Pedro;  y Pedro se
    acordó de la palabra del Señor, que le había
    dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres
    veces.  Y Pedro, saliendo fuera, lloró
    amargamente
    (Lucas 22:61,62).  ¡Cuán sabio
    es seguir el consejo de Santiago, que predicó el verdadero
    arrepentimiento que, a propósito, refuta el punto de vista
    sobre el avivamiento en el  movimiento de la "risa santa":
    Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. 
    Pecadores, limpiad las manos;  y vosotros los de
    doble ánimo, purificad vuestros corazones. 
    Afligíos, y lamentad, y llorad.  Vuestra risa se
    convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.  Humillaos
    delante del Señor,
    y él os exaltará
    (Santiago 4:8-10).

    ¿Cómo Obtener
    Perdón y Misericordia?

    Para obtener perdón y misericordia del
    Señor, Isaías aconseja, "Deje el
    impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y
    vuélvase a Jehová
    , el cual tendrá de
    él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será
    amplio en perdonar" (Isaías 55:7).  Observe que dice
    que Dios "será amplio en perdonar" pero según el
    contexto, eso está condicionado a que el impío deje
    sus caminos y pensamientos malvados, y se vuelva al
    Señor.  El Profeta Daniel era altamente estimado
    (Daniel 9:23) y dio consejo (aunque no fue escuchado) al Rey
    Nabucodonosor: Por tanto, oh rey, acepta mi consejo: tus
    pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo
    misericordias para con los oprimidos
    , pues tal vez
    será eso una prolongación de tu tranquilidad
    (Daniel 4:27). 

    El hijo de Nabucodonosor, Belsasar, no se humilló
    aunque él sabía del juicio de Dios sobre su padre,
    y aun se exaltó en contra del Señor del cielo
    (Daniel 5:22,23).  ¡Cuánto más sabio
    él habría sido de haber seguido el buen ejemplo del
    propio Daniel: Y oré a Jehová mi Dios e
    hice confesión,…  hemos pecado, hemos cometido
    iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes,
    y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus
    ordenanzas… 
    y no hemos implorado el favor de
    Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras
    maldades y entender tu verdad
    (Daniel
    9:4,5,13). 

    Jeremías aconsejó a los oficiales y al
    pueblo: "mejorad ahora vuestros caminos y vuestras obras, y
    oíd la voz de Jehová vuestro Dios
    "
    (Jeremías 26:13). Salomón oró, "Si el cielo
    se cerrare y no lloviere, por haber ellos pecado contra ti, y te
    rogaren en este lugar y confesaren tu nombre, y se volvieren
    del pecado
    , cuando los afligieres" (1 Reyes 8:35).  El
    también sabía lo siguiente acerca del
    arrepentimiento: Y ellos volvieren en sí en la
    tierra donde fueren llevados cautivos;  si se
    convirtieren y oraren a ti
    en la tierra de su cautividad, y
    dijeren:  pecamos, hemos hecho inicuamente,
    impíamente hemos hecho; 
    si se convirtieren a
    ti de todo su corazón y de toda su alma
    en la tierra
    de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren
    hacia la tierra  que tú diste a sus padres, hacia la
    ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que he edificado a
    tu nombre (2 Crónicas 6:37,38). 

    "El Remedio"

    En el libro de Ezequiel, el Señor ordenó
    que una marca fuera puesta en las frentes de aquellos que
    "gimen y que claman a causa de todas las abominaciones
    (pecados) hechas en la ciudad (9:4) para protegerlos de ser
    asesinados (9:6).  Algún tiempo después, Dios
    hizo que Ezequiel profetizara: sí dice Jehová el
    Señor: Convertíos y volveos de vuestros
    ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras
    abominaciones
    (14:6). 

    Ezequiel enseñó que "el alma que pecare,
    ésa morirá" (18.20).  Sin embargo, Dios tiene
    un remedio: Mas el impío, si se apartare de todos sus
    pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere
    según el derecho y la justicia, de cierto vivirá;
     no morirá
    .  Todas las transgresiones que
    cometió, no le serán recordadas;  en su
    justicia que hizo vivirá
    .  ¿Quiero yo la
    muerte del impío?  Dice Jehová el
    Señor.  ¿No vivirá, si se apartare
    de sus caminos
    ?  …  Y apartándose el
    impío de su impiedad que hizo, y haciendo según el
    derecho y la justicia, hará vivir su alma.  Porque
    miró y se apartó de todas sus transgresiones que
    había cometido
    , de cierto vivirá;  no
    morirá. …  Convertíos, y apartaos de
    todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad
    causa de ruina.  Echad de vosotros todas vuestras
    transgresiones con que habéis pecado, y haceos un
    corazón nuevo y un espíritu nuevo. 

    ¿Por qué moriréis, casa de Israel? 
    (Ezequiel 18:21-23, 27,28,30,31). 

    No hay ningún cristiano que alguna vez haya
    vivido que no haya sido tentado al pecado, pero el
    Espíritu Santo dio una verdad relevante y consoladora a
    los cristianos de Corinto que se extiende hasta nosotros
    hoy: No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
    humana;  pero fiel es Dios que no os dejará ser
    tentados más de lo que podéis resistir,
    sino
    que dará también juntamente con la tentación
    la salida, para que podáis soportar (1 Cor.
    10:13). 

    Todos seremos tentados pero ninguno tiene por qué
    ceder a la tentación.  ¿De qué otra
    manera podríamos nosotros evitar el pecado?  El
    Apóstol Pablo nos dio visión que puede ser una
    salvaguarda para nuestras almas: Porque los que son de la carne
    piensan en las cosas de la carne;  pero los que son del
    Espíritu, en las cosas del Espíritu. 
    Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del
    Espíritu es vida y paz
    (Romanos
    8:5,6). 

    Perdón Condicional

    Muchos maestros populares en nuestros días
    erróneamente proclaman que todos los pecados de
    los cristianos – pasados, presentes y futuros – han
    sido ya perdonados.   En contraste, la Biblia cita
    condiciones para ser perdonados después que se ha
    experimentado la verdadera regeneración: Si confesamos
    nuestros pecados
    , él es fiel y justo para perdonar
    nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Juan
    1:9). 

    El Apóstol Juan – que era salvo – se
    incluía a sí mismo aquí usando el pronombre
    "nosotros".  Esta confesión de pecados a Dios debe
    estar también combinada con la voluntariedad de renunciar
    a esos pecados: El que encubre sus pecados no
    prosperará;  mas el que los confiesa y se aparta
    alcanzará misericordia
    (Proverbios
    28:13).  

    El Señor Jesús dio otra condición
    relevante para recibir el perdón, de la que pocos en
    nuestros días tienen deseos de predicar: Porque si
    perdonáis
    a los hombres sus ofensas, os
    perdonará también a vosotros vuestro Padre
    celestial. 
    Mas si no perdonáis a los hombres
    sus ofensas, tampoco vuestro Padre celestial os perdonará
    vuestras ofensas
    (Mateo 6:14,15). 

    Jesús está dirigiendo su enseñanza
    a sus propios discípulos que vinieron a El (5:1,2). 
    Observe también en Mateo 6:14,15 que Jesús les dijo
    que "vuestro Padre" no os perdonará vuestras ofensas si
    vosotros no perdonáis a los hombres sus ofensas.  El
    no puede estar hablando a gente no salvada ya que ellos no
    tendrían a Dios como su Padre espiritual.

    El Rey David escribió, "Bienaventurado
    aquél cuya transgresión ha sido perdonada, y
    cubierto su pecado" (Salmo 32:1) y dijo cómo él
    había obtenido el perdón: Mi pecado te
    declaré y no encubrí mi iniquidad. 

    Dije: Confesaré mis transgresiones a
    Jehová
    , y tú perdonaste la maldad de mi pecado
    (Salmo 32:5).   El perdón no viene en forma
    automática, como se evidenció en el
    versículo precedente.  David tuvo que hacer
    algo para obtener este perdón.  Quizás Juan
    tenía este versículo y otros similares en mente
    cuando escribió 1 Juan 1:9.

    El consejo del Dios Soberano a través de
    Isaías fue: Lavaos y limpiaos;  quitad la
    iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; 
    dejad de hacer lo malo;  aprended a hacer el
    bien
    ;  buscad el juicio, restituid al agraviado, haced
    justicia al huérfano, amparad a la viuda.  Venid
    luego, dice Jehová, y estemos a cuenta:  si vuestros
    pecados fueren como la grana, como la nieve serán
    emblanquecidos;  si fueren rojos como el carmesí,
    vendrán a ser como blanca lana (Isaías
    1:16-18).   Dios es compasivo y misericordioso, no
    queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al
    arrepentimiento (2 Pedro 3:9) pero nosotros debemos hacer nuestra
    parte según está registrada en las Santas
    Escrituras.  La Biblia no enseña que los
    cristianos están ya perdonados aun antes de que sus
    pecados futuros sean cometidos.  No deje que los falsos
    maestros de nuestros días lo engañen.  Presten
    atención al mensaje de la Escrituras:

    El Arrepentimiento es Fundamental para
    el Cristianismo

    El escritor de Hebreos enseñó (entre otras
    enseñanzas elementales) que el arrepentimiento es un
    principio fundamental cristiano: 
    Por tanto, dejando ya
    los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a
    la perfección;  no echando otra vez el fundamento
    del arrepentimiento de obras muertas,
    y de la fe en Dios
    (Hebreos 6:1).  

    Pronto examinaremos algunas de las "obras
    muertas".  Pablo dijo a los cristianos romanos que el pecado
    lleva a la muerte espiritual (Romanos 6:16) y Santiago
    advirtió cómo ocurre esta "muerte": Sino que
    cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es
    atraído y seducido. 
    Entonces, la
    concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el
    pecado;  y el pecado, siendo consumado, a la luz la
    muerte.  Amados hermanos míos, no
    erréis. 
    (Santiago 1:14-16)   Estas
    fueron las enseñanzas básicas y elementales de la
    iglesia primitiva que raramente se repiten en nuestros
    días y aun peor, que son negadas por los maestros de la
    eterna seguridad.

    El Verdadero Arrepentimiento produce
    "Fruto"

    En el momento del arrepentimiento y de la
    salvación inicial, pasamos de muerte a vida (1 Juan 3:14),
    de las tinieblas a la luz (Hechos 26:18, Efesios 5:8, 1 Pedro
    2:9), y del poder de Satanás a Dios (Hechos 26:18). 
    Pero esto no acaba aquí.  Juan el Bautista dio su
    entendimiento inspirado por el Espíritu Santo en cuanto a
    lo que Dios requiere del arrepentimiento, en Lucas 3:8-14:
    Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento.  Y no
    comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos
    a Abraham por padre;  porque os digo que Dios puede levantar
    hijos a Abraham aun de estas piedras.  Y ya también
    el hacha está puesta a la raíz de los
    árboles;  por tanto, todo árbol que no da
    buen fruto se corta y se echa en el fuego. 
    Y la gente
    le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿Qué
    haremos? 
    Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos
    túnicas, dé al que no tiene;  y el que tiene
    qué comer, haga lo mismo.  Vinieron también
    unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro,
    ¿qué haremos?  El les dijo: No
    exijáis más de lo que os está
    ordenado.  También le preguntaron unos soldados,
    diciendo: Y nosotros, ¿qué
    haremos? 
    Y les dijo: No hagáis
    extorsión a nadie, ni calumniéis;  y
    contentaos con vuestro
    salario.    

    Observe la responsabilidad humana involucrada. 
    ¿Estaba Juan enseñando una salvación por
    medio de "obras"?  De ningún modo.  El padre de
    Juan, Zacarías, profetizó acerca de él bajo
    la inspiración del Espíritu Santo (Lucas 1:67) que
    Juan daba al "pueblo de Dios conocimiento de
    salvación
    para perdón de sus pecados",  V.
    77.  Aunque algunos pudieran reclamar equivocadamente que
    Juan enseñaba la "ley" y las "obras" del Antiguo
    Testamento, ¡Dios dio el conocimiento de la
    salvación
    a través de él! La
    enseñanza de Jesús acerca de los justos fue muy
    similar e incluía acción de la parte de los
    redimidos o  los "benditos": Entonces el Rey dirá a
    los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre,
    heredad el reino preparado para vosotros desde la
    fundación del mundo.  Porque tuve hambre, y me
    disteis de comer, tuve sed, y me disteis de
    beber;  fui forastero, y me recogisteis;  estuve
    desnudo, y me cubristeis;  enfermo, y me
    visitasteis;  en la cárcel, y vinisteis
    a mí" (Mateo 25:34-36).   Jesús
    enseñó, "Esforzaos a entrar por la puerta
    angosta;  porque os digo que muchos procurarán
    entrar, y no podrán"
    (Lucas 13:24).  Pero "la
    gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo" (Juan
    1:17).

    Aunque esto está en conflicto con el falso
    mensaje de "gracia" de hoy en día, ésta es la
    verdadera gracia Bíblica del Dios Todopoderoso. 
    Escoja a quién creer – al que tiene toda autoridad
    en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18) o a los impíos
    convertidores de la gracia de hoy (Judas 3,4).

    Demuestre Su Arrepentimiento y
    Manténganse

    Mientras que no éramos salvos, nosotros
    producíamos fruto para muerte (Rom 7:5).  Pero ahora
    debemos producir buen fruto para evitar el ser cortados y
    arrojados en el fuego (Mat. 3:10).  Esto requiere
    acción de nuestra parte que no puede ser una
    salvación por "obras" ya que Jesús encomió
    el mensaje de Juan (Mateo 11:11).  El mensaje
    estándar del evangelio de gracia del Apóstol Pablo
    también está de acuerdo con el de Juan: … que
    anuncié …  que se convirtiesen a Dios, haciendo
    obras dignas de arrepentimiento
    (Hechos
    26:20).  

    Jesús nos hace libres de la esclavitud del pecado
    (Juan 8:34-36) pero después de la salvación
    inicial, Pablo enseñó a los cristianos a persistir
    en buscar la inmortalidad, a continuar en el Espíritu y a
    hacer morir el pecado para vivir: Vida eterna a los que,
    perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e
    inmortalidad
    (Romanos 2:7).   Porque si
    vivís conforme a la carne, moriréis, mas si por el
    Espíritu hacéis morir las obras de la carne,
    viviréis
    (Romanos 8:13).   La
    responsabilidad humana y el libre albedrío están
    también claros en el consejo de Pablo al Pastor Timoteo
    cuando le dice "no participes en pecados ajenos. 
    Consérvate puro
    " (1 Timoteo 5:22). En forma similar,
    Juan aconsejó a sus hijos "guardarse de los
    ídolos
    " (1 Juan 5:21).

    Alguno pudiera alegar, "pero nosotros no estamos bajo la
    ley".  Cierto, nosotros no estamos bajo la ley ceremonial,
    pero b> nosotros todavía estamos bajo la ley moral como
    puede verse en versos tales como 1 Corintios 6:9, 10; 
    Efesios 5:5-7;  Gálatas 5:19-21;  Judas 7; 
    Apocalipsis 21:8;  etc.  Recuerde que Pablo le dijo a
    los cristianos corintios que no fueran idólatras
    (1 Corintios 10:7).  El sabía que los cristianos
    podían convertirse en idólatras y terminar
    así en el lago de fuego según Ap. 21:8 a menos que
    se arrepintieran.  Por lo tanto, estos apóstoles
    aconsejaron a los cristianos mantenerse lejos de tal peligro
    espiritual. Santiago enseñó qué clase de
    religión es aceptable a Dios y de qué debían
    guardarse los cristianos: La religión pura y sin
    mácula delante de Dios el Padre es
    ésta: Visitar a los huérfanos y a las viudas
    en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo
    (Santiago 1:27).   Estas todas son enseñanzas de
    la verdadera gracia.  El problema, entonces, estriba en
    aquellos que tienen un punto de vista distorsionado acerca de la
    gracia.

    Escudriñe Su Corazón y
    Libérese

    El consejo siguiente de los Salmos puede ser de gran
    beneficio para aquellos que desean mantener un camino santo
    delante de Dios: Temblad y no pequéis;  meditad en
    vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad

    (Salmo 4:4).   Confesaré mi maldad, y me
    contristaré por mi pecado
    (Salmo 38:18)  
    Consideré mis caminos, y volví mis pies a tus
    testimonios
    (Sal 119:59)   Examíname, oh
    Dios, y conoce mi corazón;  pruébame y conoce
    mis pensamientos;  y ve si hay en mí camino de
    perversidad, y guíame en el camino eterno
    (Salmo
    139:23,24).  

    Estas clases de oraciones nos ayudarán a mantener
    un corazón puro, que es vital ya que estos son los que
    estarán en el lugar santo de Dios (Salmo 24:3,4). 
    "Mantener la fe y la buena conciencia" nos preservará de
    naufragios espirituales (1 Timoteo 1:19). Pedro y Pablo nos
    dieron otras importantes salvaguardas y ordenanzas:
    Desechando, pues, toda malicia, todo engaño,
    hipocresía, envidias, y todas las detracciones,

    desead, como niños recién nacidos, la leche
    espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis en
    salvación (1 Pedro 2:1,2).   Porque : 
    El que quiere amar la vida
    y ver días buenos,
    refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen
    engaño;  apártese del mal, y haga el
    bien;  busque la paz, y sígala
    (1 Pedro
    3:10,11).   Por lo cual, oh amados, estando es espera
    de estas cosas (la morada de la justicia, V. 13), procurad con
    diligencia ser hallados por él sin mancha e
    irreprensibles, en paz. 
    (2 Pedro
    3.14).  

    Haced morir, pues, lo terrenal en
    vosotros: fornicación, impureza, pasiones
    desordenadas, malos deseos y avaricia, que es
    idolatría;  cosas por las cuales la ira de Dios viene
    sobre los hijos de la desobediencia,
    en las cuales vosotros
    también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais
    en ellas.  Pero ahora, dejad también vosotros
    todas estas cosas:  ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras
    deshonestas de vuestra boca. 
    No mintáis los unos
    a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
    hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del
    que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno
    (Colosenses 3:5-10).   Para liberarnos del pecado a fin
    de regresar a Dios ha existido desde hace mucho tiempo un mandato
    bíblico: Si de todo corazón os volvéis a
    Jehová, quitad los dioses ajenos y a Astarot de
    entre vosotros, y preparad vuestro corazón a
    Jehová, y sólo a El servid (1 Samuel
    7:3).   Echad de vosotros todas vuestras
    transgresiones con que habéis pecado, y haceos un
    corazón nuevo y un espíritu nuevo. 

    ¿Por qué moriréis, casa de Israel? 
    (Ezequiel 18:31).

    El Verdadero Arrepentimiento Incluye
    Dolor Santo y Vergüenza

    Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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