- Introducción
- Definición de Mercado de
Trabajo - Los
Componentes del Mercado de Trabajo - La
oferta y la Demanda de Trabajo - Mercado de Trabajo con Competencia
Perfecta
Introducción
El mercado de trabajo, tiene por objetivo dar un alcance
macroeconómico y su repercusión
económica-social de hoy en día en nuestro
país. Es así, que el trabajo comprende la
definición del mercado de trabajo, su conformación
y el análisis descriptivo de los indicadores
económicos que comprende el mercado laboral.
El mercado de trabajo es aquel en donde los individuos
intercambian servicios de trabajo, los que compran servicios de
trabajo son las empresas o empleadores de la economía.
Estos configuran la demanda de trabajo. Los que venden servicios
de trabajo son los trabajadores y ellos conforman la oferta de
trabajo. La interacción de demanda y oferta de trabajo
determina los salarios que se pagan en la
economía.
La dinámica del mercado de trabajo se relaciona
mucho con los precios. Las mayores presiones de demanda
existentes en el mercado de trabajo, provocan la subida de los
salarios y esto eleva los costos de producción, obligando
a las empresas a su vez a subir los precios o ajustar de
algún modo sus costos.
Asimismo, se tratará de dar un alcance
específico de lo que representa la oferta y demanda del
mercado laboral; Es decir, se apreciara los problemas que se
presentan en estas variables en relación el
desempleo.
Definición de
Mercado de Trabajo
El mercado de trabajo es aquel en donde los individuos
intercambian servicios de trabajo, los que compran servicios de
trabajo son las empresas o empleadores de la economía.
Estos configuran la demanda de trabajo. Los que venden servicios
de trabajo son los trabajadores y ellos conforman la oferta de
trabajo. La interacción de demanda y oferta de trabajo
determina los salarios que se pagan en la
economía.
Por consiguiente, el mercado de trabajo se define al
mercado en donde confluyen la demanda y la oferta de trabajo. El
mercado de trabajo se relaciona con la libertad de los
trabajadores y la necesidad de garantizar la misma. En ese
sentido, el mercado de trabajo suele estar influido y regulado
por el Estado a través del derecho laboral y por una
modalidad especial de contratos, los convenios colectivos de
trabajo.
Los Componentes del
Mercado de Trabajo
Este mercado tiene un interés especial porque lo
que se intercambia es el trabajo, una parte esencial de
la vida de las personas. De él dependen los ingresos y
las condiciones profesionales y laborales, que a su vez
determinan, en gran parte, la calidad de vida y la
satisfacción de los ciudadanos.
En el lugar de trabajo la mayoría de las personas
pasamos la mitad de nuestra vida, una vez descontadas las horas
de descanso. De aquí la enorme importancia que tiene
sentirnos realizados en el mundo laboral: en él
establecemos relaciones sociales con los compañeros,
acatamos y ejercemos la autoridad, desarrollamos la carrera
profesional… en suma, es la fuente de una parte muy importante
de nuestras aspiraciones personales y sociales, de nuestra
felicidad. El trabajo es la aportación,
física e intelectual, que realiza el ser humano a las
actividades económicas. La remuneración que reciben
los trabajadores a cambio es el salario.La
Economía considera trabajo solamente el
esfuerzo aportado a cambio de una remuneración, es
decir, su aspecto productivo. Si una persona realiza un esfuerzo
sin remuneración, como es el caso del trabado
doméstico o el voluntariado, la Economía la
considera como laboralmente inactiva, no perteneciente al mercado
laboral. A partir de esta concepción, se clasifica a la
población total de un país en función
de su pertenencia y posición en el mercado de
trabajo:
Población de 16 o más
años: población total en edad legal para
trabajar.Población activa: población
total en edad de trabajar y que quieren trabajar. Se
distingue entre:
Población ocupada: personas activas que
tienen un trabajo, por cuenta propia o ajena.
Población desempleada o parada: personas
activas que buscan trabajo pero no lo consiguen.
La población activa se puede dividir
también en otros dos grupos: los trabajadores por cuenta
propia o autónomos (pequeños empresarios), que
obtienen como remuneración los beneficios de la empresa, y
los trabajadores por cuenta ajena o asalariados, que son
contratados por las empresas y reciben un salario a cambio de su
fuerza de trabajo. En este tema nos vamos a referir a
éstos últimos, a los que generalmente se les
considera como los auténticos trabajadores, frente a los
autónomos que, aunque sean pequeños, son
empresarios.
Población inactiva: personas en edad
de trabajar pero que no buscan trabajo: jubilados,
estudiantes, personas dedicadas al hogar, etc.
Sobre la base de las definiciones anteriores, que
dividen a la población de 16 o más años en
distintos grupos, podemos establecer una serie de ratios o
tasas:
Tasa de actividad: Es el cociente de la
población activa entre la población de 16 o
más años, multiplicado por cien. Nos indica la
fracción de población que desea intervenir en
el proceso productivo de entre el total que potencialmente
podría hacerlo.Tasa de paro: Es el cociente de la
población desocupada entre la población activa,
multiplicado por cien.Tasa de ocupación: Es el cociente de
la población ocupada entre la población de 16 o
más años, multiplicado por cien. Nos indica la
fracción de población que interviene en el
proceso productivo de entre el total que potencialmente
podría hacerlo.
El concepto de lo que es desempleo está poco
delimitado. Hemos considerado que una persona está
desempleada cuando desea trabajar y no encuentra empleo. El
primer problema reside que la intención de no trabajar no
es observable, por lo que no podemos distinguir fácilmente
si es o no real. Un segundo problema consiste en concretar que
entendemos por "no encuentra empleo". No encuentra un trabajo
cualquiera o no encuentra un trabajo con características
determinadas y una remuneración acorde con sus deseos.
Ambos problemas nos obligan a tratar de definir de forma
más precisa lo que entendemos por población
desocupada. De esta forma, decimos que una persona está en
paro cuando afirma que está dispuesta a trabajar y no
encuentra un empleo acorde con sus preferencias.
Las dificultades en definir el concepto de paro suponen
dificultades al tratar de medirlo. La medición del
desempleo se realiza a través de dos
métodos:
Registro de desempleo: Es un registro donde
se apuntan las personas que dicen estar desocupados. En
España el registro está a cargo del Instituto
Nacional de Empleo (INEM), cuyas oficinas además
realizan una tarea de agencia de colocación. La
inscripción en este registro es obligatoria para tener
derecho a las prestaciones y subsidios de desempleo. Los
inscritos tienen derecho a cursos de formación y se
benefician del acceso a la información sobre vacantes
de empleo, que las empresas tienen la obligación de
comunicar. El registro del INEM proporciona datos mensuales
sobre la evolución del desempleo. Las principales
críticas a esta información provienen de los
pocos incentivos a inscribirse que tienen los desempleados
sin derecho a prestación, dada la ineficacia del
servicio de colocación, y la falta de
obligación de los inscritos de demostrar que buscan
activamente un empleo.Encuesta de población activa (EPA). Se trata
de encuestas sobre la situación laboral, de respuesta
voluntaria, que en España realiza el Instituto
Nacional de Estadística sobre una muestra
representativa de la población. Proporciona
información trimestral sobre la población
activa, inactiva, ocupada y desocupada. Sus resultados son
más fiables que los del registro del INEM y son los
que se utilizan para realizar comparaciones
internacionales.
Podemos distinguir distintos tipos de desempleo. La
clasificación que presentamos se ha establecido bajo el
criterio del origen o causa del desempleo.
Desempleo friccional: Es el desempleo que
recoge a los trabajadores que abandonan sus empleos para
buscar un trabajo mejor, a los que son despedidos y
están buscando un nuevo empleo, y a los que buscan su
primer empleo. Engloba a trabajadores en situación
transitoria desde un trabajo a otro.Desempleo estructural: Se debe al desajuste
entre la cualificación de la fuerza de trabajo y la
cualificación requerida por el empleador. El origen de
este desajuste se encuentra en los continuos cambios en la
demanda de productos, en la automatización y en los
desarrollos tecnológicos en el tratamiento de la
información, que provocan que la experiencia y la
capacitación de ciertos trabajadores queden obsoletas.
No se trata de una situación transitoria, por lo que
sí se desea evitar un desempleo prolongado
únicamente se puede cambiar de ocupación, lo
que obliga al trabajador a realizar un proceso de
formación.Desempleo estacional: Se debe a las
oscilaciones estacionales de la actividad económica.
Desempleo clásico: Para los economistas
clásicos el motivo del desempleo es que los
trabajadores reclaman un salario que está por encima
del de equilibrio, por lo que no son contratados. Dado que
los trabajadores podrían conseguir un empleo sí
aceptasen salarios más bajos, los economistas
clásicos consideran el desempleo como una
decisión (intertemporal) voluntaria del trabajador,
que dado el nivel salarial prefiere disfrutar de ocio en ese
momento. Además, normalmente siempre hay
"algún" trabajo disponible, basta con hacer un
esfuerzo por buscarlo y aceptarlo. Desde esta perspectiva el
desempleo es voluntario.- Desempleo keynesiano: Es el desempleo causado por
oscilaciones temporales en la demanda agregada, por lo que
también se denomina desempleo cíclico. Este
enfoque resalta el carácter involuntario del
desempleo, ya que el trabajador desempleado está
dispuesto a trabajar al salario vigente en el mercado, y no
es contratado. Además, se supone que el trabajador
busca un empleo adaptado a su cualificación.
La oferta y la
Demanda de Trabajo
El trabajo es el factor productivo fundamental de la
actividad económica, y es propiedad de las personas, que
lo ofrecen a las empresas por un salario. Al contrario de lo que
ocurre en los mercados de bienes y servicios, la oferta de
trabajo la realizan los trabajadores, y no las empresas.Las
empresas, por su parte, hemos visto que necesitan los factores
productivos para desarrollar su actividad de producción.
La demanda de trabajo, por tanto, la hacen las
empresas, junto con el resto de factores. Debido a la
dependencia directa entre la cantidad de ventas y
producción de las empresas y la demanda de trabajo, se
dice que ésta es una demanda derivada (de las
ventas de las empresas, claro).Tenemos así los elementos
básicos de cualquier mercado, la oferta y la demanda. La
interacción de ambas da lugar al precio y a la cantidad
intercambiada, en este caso, el salario y el número de
trabajadores contratados.La relación laboral se establece
mediante el contrato de trabajo o acuerdo mediante el que
el trabajador se obliga a realizar, personal y voluntariamente,
un trabajo bajo la dirección del empresario, a cambio de
una remuneración, el salario.
El problema de la relación laboral es que las
fuerzas están descompensadas a favor de la
empresa, con mayor poder para establecer las condiciones de
esa relación a la parte débil, los empleados.
Éste es el motivo por el que surgieron, con la
revolución industrial, el movimiento obrero y los
sindicatos, con el fin de compensar en la medida de lo
posible el poder del empleador, la empresa. Y la presión
sindical consiguió paulatinamente la regulación
estatal de este mercado vital: salario mínimo, jornada
laboral máxima, seguridad social, condiciones de higiene y
seguridad, etc.Pero, ¿qué clase de mercado es el
del trabajo? ¿es un mercado perfecto? Sin indagar
mucho, a simple vista, podemos ver que las condiciones de la
competencia perfecta, del mercado ideal, no se
cumplen:
El bien intercambiado, el trabajo, no es
homogéneo: los trabajadores tienen distinto nivel
de cualificación y los puestos de trabajo difieren en
sus características básicas.Existe poder para influir en los salarios y
otras condiciones laborales a través de las
negociaciones colectivas entre las empresas y los sindicatos,
que dan lugar a los convenios colectivos (pincha
en este enlace para saber qué es un convenio
colectivo). El Estado también interviene estableciendo
la legislación laboral.Hay barreras a la movilidad, a la posibilidad
de cambiar de trabajo.
A pesar de las imperfecciones del mercado de
trabajo, es útil estudiarlo desde la perspectiva de la
competencia perfecta, suponiendo que se cumplen todos sus
requisitos. Este análisis nos ayudará a comprender
cómo se determinan las variables fundamentales: salario y
número de trabajadores.La oferta de trabajo o
cantidad de trabajo que se ofrece en una economía
depende de:
El volumen de la población activa: a
mayor población, mayor oferta.El número de horas que cada persona
está dispuesta a trabajar, que depende
básicamente del salario: a mayor salario, mayor
disposición a trabajar, y viceversa. Esta
relación da lugar a una curva de oferta
creciente. Sin embargo, a partir de un nivel salarial
suficientemente alto, muchas personas prefieren trabajar
menos y disfrutar de más tiempo libre,
haciéndose decreciente la curva de oferta.
La demanda de trabajo representa la cantidad de
trabajadores que las empresas están dispuestas a contratar
en función de:
Las expectativas de ventas, que a su vez
determinan los planes de producción de
las empresas: a mayor producción, mayor demanda. En
este sentido, se dice que la demanda de trabajo es una
demanda derivada de la demanda de bienes y
servicios.El salario, que constituye una parte
importante del coste laboral de las empresas: a mayor
salario, menor demanda, y viceversa.El precio de otros factores sustitutivos: si
existen sustitutivos a menor precio, disminuye la demanda, y
al revés cuando son más caros. Hay que recordar
que la empresa siempre elige la combinación de
factores más eficiente, la que consigue una
determinada cantidad de producción con el menor
coste.La productividad del trabajo: cuanto mayor
sea la productividad del trabajo, mayor será su
demanda, y al contrario, menor productividad lleva a una
menor demanda de trabajo.
Bajo estas condiciones de mercado de trabajo perfecto,
se puede representar la oferta y la demanda en función
del salario, ceteris paribus, de la siguiente
forma:
El equilibrio del mercado viene dado por el punto
en el se cortan las curvas de oferta y demanda: el salario de
equilibrio (S*) es aquél para el que la cantidad de
trabajadores dispuestos a trabajar, coincide con la cantidad que
las empresas quieren contratar (N*).Así pues, la
teoría económica trata el trabajo como una
mercancía más, y su mercado funciona igual que
cualquier otro. Si el salario se sitúa por encima del de
equilibrio, se produce un exceso de oferta (excedente de trabajo)
que presiona al salario a la baja, hasta restaurar el equilibrio.
Lo contrario sucede cuando el salario es inferior al de
equilibrio y hay un exceso de demanda o escasez de trabajadores,
que hace subir el salario.Las curvas de oferta y de demanda de
trabajo se desplazan cuando cambia alguna de las variables que
las determinan diferentes al salario. Si, por ejemplo, se
incrementa la población activa, la oferta se desplaza
hacia la derecha, reflejando el aumento de la misma.
Mercado de Trabajo
con Competencia Perfecta
El desempleo refleja una situación de
desequilibrio en el mercado de trabajo, concretamente de exceso
de oferta. La oferta de trabajo viene definida por la cantidad de
trabajo que desean realizar los trabajadores para cada nivel
salarial. A nivel agregado, podemos aceptar que la
relación entre la fuerza de trabajo ofrecida por los
trabajadores y el salario real es creciente. La demanda de
trabajo viene definida por la productividad del trabajo, por lo
que es decreciente. Bajo estos supuestos podemos representar el
mercado de trabajo, y una situación de desempleo, con el
gráfico siguiente:
Autor:
Rosa Tinedo