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Métodos ecológicos para recuperar terrenos afectados por la Minería de Aluvión (página 2)




Enviado por René Arango



Partes: 1, 2

Bacterias: En el aislamiento, purificación y
multiplicación de las colonias bacteriales se
empleó el medio de cultivo denominado Agar Nutritivo – AN
-.

– Bacterias posibles fijadoras de N: Para estos
organismos se utilizó el medio de cultivo: NFB (medio
libre de N) o medio Azospirillum.

Hongos Simbióticos: La manifestación de
estos organismos, según el suelo rizosférico y la
planta indicadora, se efectúo así:

Endomicorrizas: las estructuras que indican su presencia
se estudiaron mediante el aislamiento y conteo de esporas en las
respectivas rizosferas (Phillips, 1970; Burbano, 1989; Read, et
al., 1992; Gilman, 1970).

– Actinomicetes: Fueron aislados en un medio Agar
Nutritivo más Caseína.

Para la identificación de bacterias, bacterias
posibles fijadoras de N, hongos simbióticos –
endomicorrizas – y actinomicetes, se recurrió a la
comparación bajo microscopio con las claves
taxonómicas y descripciones de varios autores (Dindall,
1990; Gams, 1975; Burbano, 1989; Alexopolus, 1967; Brock and
Madigan, 1991; Dindal, 1990) y en especial, a la asesoría
brindada durante la ejecución del presente trabajo del
Profesor de la Universidad Nacional de Colombia, Sede
Medellín, Francisco Hernando Orozco P.

3.3 METODOLOGIA PARA LA PROPAGACION DEL BALSO (O.
lagopus
)

3.3.1 Recolección y manejo de las
semillas

La recolección de las semillas de esta planta se
realizó en la zona de estudio, con el fin de que el
material obtenido tuviera la misma capacidad genética de
sus antecesoras para adaptarse a la región (Cony, 1993 y
1995; Palmberg, 1985; Pires, 1988; Solanki, et al., 1992; Wade,
1990).

Se eligieron árboles con características
fenotípicas (forma, volumen, sanidad y desarrollo general)
superiores al promedio (Trujillo, 1993; Cony, 1993 y 1995;
Palmberg, 1985; Pires, 1988; Solanki, et al., 1992; Wade, 1990).
Se cosecharon los frutos, prefiriéndose épocas
secas y días de poca luminosidad para evitar
dehíscencia y con ello la pérdida de
semillas.

3.3.2 Extracción de semillas

El procedimiento de extracción depende del tipo
de fruto (Hartmann, 1981); la especie en estudio presenta frutos
secos dehíscentes (Parent, 1989; Parent y Cadena, 1989;
Del Valle, 1972; Pérez, 1978; Chavarriaga, 1976;
Ayús, 1991). Estos frutos requieren de por lo menos dos
pasos para obtener su semilla. Primero un secado para producir la
apertura del fruto y segundo, la extracción de las
semillas del mismo, según la recomendado por Bartholomaus
(1990).

Una vez estuvo seco el fruto, el retiro de la semilla
fue cauteloso con el fin de conservarla intacta y librarla de
impurezas:

Las semillas fueron extraídas de la lana -kapok-
de manera manual; así como prendiendo fuego al conjunto
lana + semillas sobre un tamiz de abertura de 6 mm, con su base
en agua para enfriar y recolectar. Las semillas se almacenaron a
temperatura ambiente.

3.3.3 Determinación de la calidad
física de las semillas.

Se centró en los aspectos que influyen en la
calidad física (condiciones de germinación) y en
especial de su calidad genética (Cony, 1993), que depende
de la buena elección de plantas. En la recolección
y manejo se siguieron las pautas propuestas por Trujillo (1984 y
1993) y Burkart (1976).

Análisis de peso: Con el fin de facilitar
el trabajo, se analizó el peso de la semilla, expresado en
relación a un millar de unidades por el método
recomendado por Trujillo (1993).

Viabilidad: Valorada por el método
recomendado por Hartmann (1971), descartando las semillas que no
presentan coloración rojiza en el
embrión.

Contenido de humedad: Se tomaron dos muestras de
5 gramos y se sometieron a un proceso gradual de secado en estufa
a 105 °C durante 16 horas, al cabo de las cuales se
pesó la semilla como lo explica Trujillo
(1993).

3.3.4 Metodología de
escarificación

Tras evaluar los métodos de germinación
clásicos (Hartmann, 1981; Trujillo, 1994; Diehl, 1982;
Besnier, 1989, Dennis, 1991) con resultados insastifactorios, se
procedió a realizar los siguientes tratamientos de
escarificación de las semillas del balso:

a1: sin tratamiento (testigo)

a2: sumergiendo las semillas durante 5 minutos en
agua 80°C

a3: sumergiendo las semillas durante 10 segundos
en agua a 100°C

a4: sumergir las semillas durante 2 minutos en
límpido al 30%.

Este proceso se evaluó bajo un diseño
completamente al azar con 4 tratamientos (a1, a2, a3, a4) y 12
repeticiones por tratamiento.

Cada replicación correspondió a 10
semillas sembradas en una bolsa plástica de 2 x 3 pulgadas
que contenía una mezcla 1 a 1 de arena de origen aluvial
esterilizada en autoclave a 15 p.s.i. durante 15 minutos y pasada
por un tamiz de abertura de 2mm, y carbón mineral
esterilizado y tamizado entre 250 y 500 micras.

Parámetros evaluados: porcentaje de
germinación y sobrevivencia al mes de emergencia de las
plántulas.

3.3.5 Evaluación de sustratos para
transplante

Como sustrato se utilizaron las siguientes
relaciones:

T1: material disturbado de la zona de
minería de aluvión sin sustrato

T2: material disturbado (50%) + cascarilla de
arroz (50%)

T3: material disturbado (50%) + lombricompuesto
proveniente de pulpa de café (50%)

T4: material disturbado (50%) + aserrín
(50%)

Con cada sustrato se llenaron 10 bolsas plásticas
de 15 cm de largo y 3 pulgadas de diámetro.

En cada bolsa se sembraron 10 semillas de balso,
según el mejor proceso de escarificación del
numeral anterior.

El efecto de los sustratos se evaluó mediante un
diseño completamente al azar con estos 4 tratamientos (T1,
T2, T3 y T4) y 10 repeticiones por tratamiento.

Los parámetros evaluados fueron los mismos que
para la evaluación anterior ( Porcentaje de
germinación y sobrevivencia al mes de la emergencia de las
plántulas).

3.4 METODOLOGIA PARA LA PROPAGACION DEL
QUIEBRABARRIGO.

(T. gigantea )

En vista de los bajos resultados obtenidos en ensayos
preliminares con la propagación por semillas, resultados
compartidos con Parent y Cadena (1989), y Gómez (1989), se
determinó centrar los esfuerzos en la producción
vegetativa para esta especie, usando la propagación por
estacas. Método con muchas ventajas (Hartmann, 1981;
Cortes, 1983; INDERENA – CONIF -, 1985; Koening, 1983),
recomendado por varios autores para la diseminación de
esta especie (Gómez, 1989; Bartholomaus, 1990; Parent y
Cadena, 1989).

3.4.1 Selección del material
vegetativo

De la zona de trabajo se seleccionaron árboles
representativos, de los cuales se recolectaron ramas de longitud
variable, luego cada una de éstas se cortaron en
fracciones, obteniendo 4 tipos de estacas:

  • Leñosa: la fracción más cercana
    al tallo.

  • Brote terminal: corresponde al ápice de la
    rama

  • semileñosa: fracción próxima a
    la base leñosa

  • Herbácea: fracción próxima al
    brote terminal.

La Tabla 3 presenta las características de los
tipos de estacas que se evaluaron en este trabajo, las cuales
tenían mínimo dos nudos y se transportaron en
recipientes con agua , cuidadndo que no se perdiera su
polaridad.

3.4.2 Evaluación del prendimiento de las
estacas

En un sistema de Bloques al azar se dispusieron cuatro
(4) tratamientos que correspondieron a los 4 tipos de estacas de
la Tabla 3, con 4 replicaciones

Tabla 3. Tipos de estacas de quiebrabarrigo a
evaluar en prendimiento.

Tratamiento

diámetro
(cm)

longitud (cm)

E1: brotes terminales

0.5

5

E2: herbáceas

1.0

10

E3: semi leñosas

1.5 – 2.0

20 – 30

E4: leñosas

2.0 – 3.0

+ 30

por tratamiento; resultando 16 unidades experimentales y
por unidad experimental un pote con 5 estacas. Cada pote se
preparó con una mezcla de 25 % de suelo afectado por
minería de aluvión y 75 % de arena, adecuadamente
desinfectado y con una profundidad de 20 cm.

Las estacas se sembraron a una profundidad de 1/3 de su
longitud incluyendo el primer nudo y se proporcionó un
riego diario hasta capacidad de campo.

Los parámetros evaluados a los dos meses de la
siembra fueron: número y longitud de las raíces
primarias, y número y longitud (medida desde el peciolo,
incluyéndolo, hasta el ápice) de hojas.

3.4.3 Evaluación de sustratos para
transplante

Como sustrato y soporte para éste se
utilizó el mismo sistema que para las evaluaciones de
sustratos en balso.

El efecto de los sustratos se evaluó mediante un
diseño completamente al azar con 4 tratamientos (T1, T2,
T3 y T4) y 20 repeticiones por tratamiento.

Cada repetición correspondió a una bolsa
plástica de 30 cm de largo y 5 pulgadas de
diámetro, con el respectivo sustrato. Donde se
sembró 1 estaca de iguales características: El tipo
de estaca fue definido por la evaluación de su
prendimiento.

Los parámetros evaluados a los 60 días de
la siembra fueron:

– Raices: número y longitud

– Hojas: número y longitud, cuya medida se
tomó desde la unión del pecìolo con el
tallo, hasta el ápice.

Resultados y
discusión

4.1 CARACTERIZACIÓN FISICO-QUIMICA Y
MICROBIOLOGICA DE SUELOS AFECTADOS POR MINERIA DE
ALUVION

En la Tabla 4 se presenta el análisis
físico – químico de dos suelos de minería de
aluvión del Bajo Cauca Antioqueño, material que fue
la base para la relación de los sustratos especialmente el
que no presenta cobertura.

Al igual que como lo expusieron en su momento Bustamante
(1983), CIA (1988), Burbano (1989), Gandullo (1987 y 1990),
Duchaufour (1984), en general se observa que estos suelos
presentan bajos contenidos de materia orgánica y bases
intercambiables y alto contenido de Al y Fe.

Tabla 4. Análisis químico de dos
suelos degradados por minería de aluvión en el
Municipio de Cáceres, Bajo Cauca
Antioqueño.

características

suelo de
minería

cero cobertura

cobertura balso

Arena (%)

42

48

Limo (%)

12

28

Arcilla (%)

36

24

Textura

FAr

F-FArA

pH

5.3

5.3

M.O. (%)

0.5

0.6

P (ppm)

3

3

S (ppm)

C.I.C ef. (meq/100 gr)

3.6

6.2

Al (meq/100 gr)

3.2

2.9

Ca (meq/100 gr)

0.1

1.7

Mg (meq/100 gr)

0.2

1.4

K (meq/100 gr)

0.06

0.16

Fe (ppm)

34

26

Mn (ppm)

10

32

Cu (ppm)

4

3

Zn (ppm)

1

1

B (ppm)

0.1

0.1

Na (ppm)

3.3

NO3 (ppm)

2

NH4 (ppm)

9

15

Cuando se realizó el muestreo del suelo, se
observó en la superficie gran cantidad de hojas y
estructuras florales provenientes del balso (O. Lagopus)
siendo ella la única planta en la escombrera.

La variación entre las dos muestras de suelo, se
debe en buena parte al efecto de la cobertura del balso y a
posible lixiviación procedente de zonas ubicadas a mayor
altura.

La distribución de agregados e índices de
estabilidad estructural para el suelo que se usó como base
en las relaciones de sustratos, se presenta en la Tabla
5.

Tabla 5. Distribución de agregados e
índices de estabilidad estructural de un suelo afectado
por minería de aluvión, municipio de
Cáceres, Bajo Cauca Antioqueño.

Característica

suelo

seco

suelo
húmedo

% de agregados mayores de 5

74.02

46.4

% de agregados de 5 – 3 mm

13.30

3.49

% de agregados de 3 – 2 mm

6.17

4.07

% de agregados de 2 -1 mm

4.7

10.02

% de agregados de 1 – 0.5mm

1.39

14.26

% de agregados menores 0.5mm

Estabilidad estructural

Índice de Estabilidad (I.E)

Estado de Agregación (E.A en %)

Diám. Ponderado Medio (D.F.M en
mm)

Diám. Geometrico Medio (D.G.M en
mm)

0.41

1

0.34

99.6

5.6

2

21.76

2

0.47

78.24

3.6

1.75

En los resultados de la Tabla 5 se observa la alta
inestabilidad de los suelos de minería cuando están
húmedos, se destaca especialmente el alto incremento en el
porcentaje de agregados menores de 0.5 mm y en la
reducción de los diámetros de los agregados, lo que
demuestra la susceptibilidad del suelo a una condición de
transporte y por lo tanto a perderse.

La remoción, el transporte y la
acumulación de sedimentos anotadas por el CIA (1988),
Burbano (1989), Gandullo (1987 y 1990), Duchaufour (1984),
Bustamante (1983), Zuluaga (1983), Orozco y Gómez (1994),
Jasper et al. (1992), Montero de Burgos (1987 y 1990), Rost
(1988), Rozanov (1982), Fitzpatrick (1984), que conducen a la
modificación gradual o total de la topografía;
remoción desordenada de los diferentes horizontes del
suelo incluyendo la capa protectora cuando existe; aumento de la
temperatura; solubilización de silicatos;
lixiviación de nutrientes; ausencia total de microfauna,
etc, tienen serias consecuencias al ecosistema.

Las Tablas 6, 7, 8, 9 y 10 presentan la
caracterización microbiologica de tres suelos afectados
por minería de aluvión; donde el suelo 1 es sin
cobertura, el suelo 2 bajo cobertura de balso y el suelo 3
cobertura con quiebrabarrigo (suelo de sitios con plantas de 3
años de establecidas).

Tabla 6. Población de bacterias en
unidades formadoras de colonias (Ufc) x 104. Suelo 1, suelo de
minería sin cobertura; suelo 2, suelo de minería de
la rizósfera del balso; suelo 3, suelo de minería
de la rizósfera del quiebrabarrigo.

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Tabla 7. Población de bacterias posibles
fijadoras de nitrógeno en unidades formadoras de colonias
(Ufc) x 104. Suelo 1, suelo de minería sin cobertura;
suelo 2, suelo de minería de la rizósfera del
balso; suelo 3, suelo de minería de la rizósfera
del quiebrabarrigo.

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Tabla 8. Población de Actinomicetos en
unidades formadoras de colonias (Ufc) x 104. Suelo 1, suelo de
minería sin cobertura; suelo 2, suelo de minería de
la rizósfera del balso; suelo 3, suelo de minería
de la rizósfera del quiebrabarrigo.

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Tabla 9. Población de Hongos en unidades
formadoras de colonias (Ufc) x 104. Suelo 1, suelo de
minería sin cobertura; suelo 2, suelo de minería de
la rizósfera del balso; suelo 3, suelo de minería
de la rizósfera del quiebrabarrigo.

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Tabla 10. Número de esporas por gramo de
suelo de propágulos de Endomicorrizas. Suelo 1, suelo de
minería sin cobertura; suelo 2, suelo de minería de
la rizósfera del balso; suelo 3, suelo de minería
de la rizósfera del quiebrabarrigo.

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* genéros en menos de 147 micras, no se
encontraron mayores de este valor.

Según los resultados en la valoración de
los diferentes grupos de organismos del suelo de minería
sin cobertura (suelo 1), no fue posible aislar más que
bacterias; los demás organismos (hongos, actinomicetos y
bacterias posibles fijadoras de nitrógeno) no formaron
colonias en sus respectivos medios nutritivos. Sin embargo bajo
nuevos análisis se pudo contabilizar una colonia fungosa
en PDA acidificado, catalogada como Botritys spp. con
una muy baja población. En gran parte la baja o ninguna
existencia de organismos como hongos, micorrizógenos o no;
actinomicetos y bacterias, fijadoras o no, es debida a la
necesidad que presentan estos grupos de microflora de la flora
mayor, Burbano (1989).

Los suelos 2 y 3, bajo cobertura de balso y
quiebrabarrigo respectivamente, presentaron una variación
en las poblaciones microbiológicas muy marcada con
respecto al suelo sin ninguna cobertura, destacándose
especialmente la flora microbilógica del quiebrabarrigo.
en los suelos 2 y 3 , contabilizando todas las poblaciones de los
diferentes grupos de organismos, se obtuvieron aproximadamente
263 y 284 unidades formadoras de colonias (Ufc) x 104, mientras
que para el suelo 1 solo se presentaron 8.37 Ufc x
104.

En las micorrizas se observan diferencias marcadas en el
número de las esporas por gramo de suelo, principalmente
de los suelos de minería con cobertura de balso (S2),
cobertura de quiebrabarrigo (S3) y sin cobertura (S1) del orden
de 13, 16 y 1 respectivamente; pero no en cuanto a la diversidad
de éstas, pues se presenta predominantemente el
género Glomus y solo en el suelo 2 se
encontró el género Entrophosphora, con muy
bajo número (2) de esporas.

La diversidad tampoco fue la constante entre los hongos,
aquí la mayor población se dió por parte de
hongos pertenecientes al género Botritys,
típicos hongos saprófitos (Pardo, 1990).

Igual tendencia presentó la población de
actinomicetos: 0, 170 y 217 Ufc x 104 para los suelos 1, 2 y 3 ,
respectivamente; debido entre otras, a la gran capacidad de
mineralización que se da en estos ambientes cuando hay
presencia de materia orgánica (Burbano, 1989), a las
características alelopáticas y de resistencia de
estos organismos, e indudablemente a la presencia de
raíces, que favorecen como se ha anotado no solo a ellos
sino también a los demás grupos de organismos,
Brock and Madigan (1991).

Es de anotar que de las bacterias anteriormente
descritas, las más determinadas por la presencia de las
raíces de las plantas en estudio, principalmente las del
balso, no resistieron aislamientos posteriores en los medios
nutritivos habituales, evidenciándose aún
más la necesidad de estas raíces para su
sobrevivencia (Brock and Madigan, 1991).

4.2 BALSO ( O. Lagopus)

4.2.1 Calidad física

Las semillas se obtuvieron según las
metodologías expuestas.

A los tres meses de recolectadas las semillas, se les
realizaron las pruebas para calidad física, cuyos
resultados se reportan en la Tabla 11.

Tabla 11. Calidad física de las semillas
de balso a los 3 meses de su recolección.

Parámetros

Valores promedio

Longitud (mm)

3.5

No. de semillas (sin limpiar)/ gr

193

No. De semillas puras/ gr

167

Rango pureza %

80 – 90

Viabilidad semillas puras %

97

Contenido de humedad

9.07

Periodo de germinación
(días)

8 – 40

Periodo de mayor germinación
(días)

10 – 15

Se destaca la viabilidad de las semillas, aspecto que no
esta relacionado con la población de plantas en la zona
estudiada, lo que sugiere que existe o faltan otros factores que
limitan su germinación, como son la pérdida por
transporte y la falta de un proceso de escarificación
natural.

4.2.2 Escarificación

Los resultados de los procesos de escarificacón
sobre los parámetros germinación y sobrevivencia se
detallan en la Tabla 12.

El porcentaje de germinación y sobrevivencia
presenta diferencia significativa al nivel del 95% entre
tratamientos (Tabla 12; Anexo 1: Anavas 1 y 2).
Destacándose que los mayores porcentajes de estos
parámetros se presentaron con los tratamientos de la
semilla en agua a 80°C por 5 minutos y en agua a 100°C
por 10 segundos.

Desde el punto de vista de manipulación de la
semilla y costos de calentamiento, se puede considerar que ambos
tratamientos de calor son igualmente similares. Aunque no se
difiera estadísticamente del tratamiento a3: 10 segundos
en agua a 100°C, al sumergir las semillas 5 minutos en agua a
80°C se tiene un mayor porcentaje de germinación y de
plántulas sobrevivientes.

Es así que las observaciones de Pérez
(1978) sobre la proliferación de esta planta en lugares
donde habían ocurrido incendios no eran infundadas,
puesto

Tabla 12. Efecto de los procesos de
escarificación sobre la germinación de semillas y
sobrevivencia de plántulas de balso.

TRATAMIENTO

GERMINACIÓN

(%)

SOBREVIVENCIA

(%)

a1: testigo

25,83b *

18,33ab

a2: en agua a 80°C por 5
minutos

49,17c

31,67c

a3: en agua a 100°C, 10 sg.

46,67c

27,50bc

a4: hipcl. de sodio (30%), 2
min.

15,00a

9,17a

* Los valores en una misma columna con una letra en
común no presentan diferencia estadísticamente
significativa.

Porcentaje en base en 120 semillas por
tratamiento.

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Figura 2. Efecto de la
escarificación de semillas de balso sobre la
germinación y sobrevivencia de las
plántulas.

que los choques térmicos – más que otros
procesos o enmiendas – rompen con las inconveniencias en la
germinación del balso.

Posiblemente el calor aplicado a las semillas las libran
de muchos microorganismos patógenos (Parent, 1989; Parent
y Cadena, 1989; Pardo, 1990). La mayoría de estos
patógenos que atacan las plántulas en sus primeros
estadíos surgen en la descomposición natural que
sufren las testas (Pardo, 1990). Cuando éstas ya han sido
separadas sin hacerle daño al embrión, éste
se desarrollá rápidamente, según lo descrito
por Besnier (1989), Hartmann (1981), Solanki (1992) y Trujillo
(1993).

4.2.3 Sustratos

La Tabla 13 contiene los resultados de la
evaluación de sustratos para transplante del
balso.

Para los parámetros germinación y
sobrevivencia de las semillas de balso escarificadas con el
proceso de 5 minutos en agua a 80°C bajo los diferentes
sustratos involucrados T1: material disturbado de la zona de
minería de aluvión (S.) en un 100%; T2: S. (50%) +
cascarilla de arroz (50%); T3: S.

Tabla 13. Efecto de los sustratos sobre la
germinación de semillas y sobrevivencia de
plántulas de balso.

TRATAMIENTO

(sustratos)

GERMINACIÓN

(%)

SOBREVIVENCIA

(%)

T1: suelo minería (S)

12.0a *

8.0a

T2: S + cascarilla de arroz
(1:1)

44.0b

41.0b

T3: S + lombri compuesto (1:1)

14.0a

11.0a

T4: S + aserrín (1:1)

50.0b

45.0b

* Los valores en una misma columna con una
letra en común no presentan diferencia
estadísticamente significativa.

Porcentaje en base en 100 semillas por
tratamiento.

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Figura 3. Efecto de los sustratos
sobre la germinación de semillas y supervivencia de
plántulas de balso.

(50%) + Lombricompuesto proveniente de
pulpa de café (50%) y T4: S. (50%) + aserrín (50%);
se presentaron diferencias significativas al nivel del 95% entre
los tratamientos T1 y T3 contra los tratamientos T2 y T4 (Anexo
1: Anavas3 y 4).

Se destaca el efecto de la cascarilla de arroz, que en
un indice de sobrevivencia tomado de dividir los valores de
germinación por los de sobrevivencia, presenta un valor de
0.94 por encima del tratamiento con aserrín (0.90) y de
los demás tratamientos ( T1: 0.67, T3: 0.79); posiblemente
porque la velocidad de descomposición es más lenta
que la del aserrín, conservando las propiedades como
sustrato por un tiempo mayor.

En el tratamiento que involucra lombricompuesto existe
un factor demasiado importante para determinar los bajos
resultados que presentó este tratamiento, similar
estadísticamente al testigo: los organismos, aquí
son enormemente abundantes en cantidad y cualidad por la alta
tasa de mineralización, siendo muchos de ellos
patógenos oportunistas (Pardo, 1990) con vida
saprófita en estos tipos de sustratos (Burbano, 1989) que
para la germinación de semillas y sobrevivencia de
plántulas altamente susceptibles al damping-off, como es
el caso del balso , es perjudicial (Parent y Cadena,
1989).

Los tratamientos T2, S. (50%) + cascarilla de arroz
(50%) y T4, S. (50%) + aserrín (50%) que proveían
de una humedad constante, así como una suficiente
aireación al medio , además de cierta ausencia de
algunos organismos patógenos, principalmente de hongos
como lo asegura Coljap ( 1995), presentaron los mejores
resultados en esta evaluación.

Los factores importantes en sustratos para semilleros
son la aireación, la retención de humedad y la
ausencia de organismos sobre todo en los estadíos
iniciales de las plantas. Entre las causas por las cuales los
sustratos que conformaban los tratamientos 2 y 4 (suelo
+cascarilla de arroz y aserrín) se encontraban ausentes de
microorganismos patógenos se tiene la alta resistencia a
la degradación (por los grandes contenidos de componentes
lignificados), así como del lavado previo del que fueron
objeto. Coljap (1995), reporta que este lavado libera de residuos
químicos a la cascarilla de arroz; y de toxinas con las
cuales cuentan muchos tipos de aserrines.

El poco peso de estos materiales (cascarilla de arroz y
aserrín) es vital en la aireación y en la
retención de la humedad, necesaria para la
imbibición de las semillas y la turgencia de las
plántulas.

Coljap (1995), recomienda para la cascarilla de arroz
una inundación de 8 a 15 días con el fin de
fermentar almidones y facilitar la germinación de malezas
y de algunos resagos de semillas de arroz. En aserrín
asegura que las maderas blancas están libres de muchas
toxinas y que éste debe tener una granulometria entre 3 y
8 mm. Los resultados obtenidos en el presente estudio se
realizaron con maderas blancas con granulometrias entre 1 y 2 mm
aproximadamente.

4.3 QUIEBRABARRIGO (T.
gigantea
)

4.3.1 Prendimiento de estacas

Los resultados del prendimiento de estacas aparecen en
la Tabla 14.

En cuanto al prendimiento de las estacas evaluadas a los
60 días de sembradas, en los parámetros
número y longitud de raíces y número y
longitud de hojas, se encontró diferencia
estadísticamente significativa dentro de las variables
número de raíces, número y longitud de hojas
(Tabla 14); en el número de raíces las estacas tipo
herbáceas de 1 cm de diámetro y 10 a 15 cm de
longitud, estacas semileñosas con 1.5 a 2.0 cm de
diámetro y 20

Tabla 14. Efecto de los diferentes tipos de
estacas sobre el enraizamiento y número y longitud de
hojas en quiebrabarrigo (T. gigantea).

Monografias.com

* Los valores en una misma columna con una letra en
común no difieren entre sí
estadísticamente.

a 30 cm de longitud y las estacas tipo leñosas
con 2 a 3 cm de diámetro y más de 30 cm de
longitud, superaron a las estacas de brotes terminales con 0.5 cm
de diámetro y 5 cm de longitud, entre éstos las
estacas semileñosas superaron a todos los demás con
un nivel de significancia del 95% (Anexo 2: Anavas 1, 2, 3 y
4).

Entre los tratamientos evaluados no se presentó
diferencia significativa para el parámetro longitud de
raíces.

Dentro de las variables número y longitud de
hojas las estacas leñosas no produjeron hojas, siendo
superadas estadísticamente al nivel del 95% (Anexo 2:
Anavas 3 y 4) por las estacas semileñosas,
herbáceas y brotes terminales, con el destacamiento de
éstas últimas.

Como vemos los diferentes tipos de estacas presentaron
cierta similitud, estadísticamente hablando, en las
variables determinadas; se destacan entonces los brotes
terminales y las estacas herbáceas seguida por las
semileñosas y finalmente las leñosas, en las cuales
no se desarrollaron hojas, dentro del tiempo evaluado. Es de
esperarse que las estacas leñosas desarrollen hojas
después de dos meses, tiempo de evaluación en el
presente trabajo.

Cada tipo de estaca evaluado tiene sus ventajas como lo
anotan Hartmann (1981), Cortes (1983; INDERENA-CONIF (1985),
Koening (1983), Gómez (1989); Bartholomaus (1990) y Parent
y Cadena (1989) confirmadas en las observaciones de la presente
evaluación (Tabla 14). Sin embargo las estacas
herbáceas y semileñosas sobresalieron por el mayor
número y longitud de raíces, favorables en gran
medida en un proceso de prendimiento y
establecimiento.

Las estacas provenientes de brotes terminales (E1)
tienen un rápido prendimiento, más son vulnerables
a la falta de agua, presentan dificultad para su
consecución y no permiten su conservación en agua
después a unas pocas horas, agravándose con la
temperatura y la húmedad relativa del lugar. Su siembra
directa al campo no es recomendable.

En las estacas tipo herbáceas (E2) y
semileñosas (E3) se observó que toleran más
la sequía, la primera menos que la segunda; abundan en la
mayoría de las plantas de esta especie, pueden conservarse
perfectamente en agua hasta 2 días en climas medios para
la E2 y 3 días para la E3; es posible su siembra directa
en el campo al inicio de las lluvias, pero para este efecto
siempre se ha recomendado las estacas semileñosas a muy
leñosas (Parent y Cadena, 1989) por su mayor resistencia a
la desecación y a las condiciones ambientales (Hartmann,
1981), por su posibilidad de utilizarse en cercos (Bartholomaus,
1990), además de que su tamaño puede ser variable
dependiendo de las necesidades.

4.3.2 Sustratos

La Tabla 15 contiene los resultados de dicha
evaluación.

Tabla 15. Respuesta de estacas herbáceas
de quiebrabarrigo (T. Gigantea) a diferentes tipos de
sustratos.

Monografias.com

* Los valores en una misma columna con una letra en
común no difieren entre sí
estadísticamente

En los resultados obtenidos para esta evaluación
con estacas herbáceas no se presentó diferencia
significativa dentro de ninguna de las variables: número y
longitud de raíces y hojas. Los sustratos se comportaron
estadísticamente de manera similar para los
parámetros evaluados. La Tabla 15 muestra como a un nivel
de significancia del 95% (Anexo 2: Anavas 5, 6, 7 y 8) la
respuesta a los tratamientos es similar.

Desde el punto de vista de enraizamiento y
formación de hojas, no se presentó ninguna
diferencia significativa en los diferentes sustratos evaluados;
razón por la cual su escogencia puede basarse en factores
como manejo, volumen, peso, costo y disponibilidad, Coljap
(1995).

Conclusiones

Para el balso (O. Lagopus) los mayores
porcentajes de germinación se obtuvieron sumergiendo las
semillas en agua a 80 y 100ºC durante 5 minutos y 10
segundos, respectivamente, lo que apoya la observación de
su proliferación en los sitios quemados.

Para la germinación lo mismo que para el
establecimiento del balso los mejores resultados se obtuvieron
con sustratos sueltos, con buena retención de humedad.
Como lo evidencian los sustratos con cascarilla de arroz y
aserrín en mezclas 1 a 1 con suelo de
minería.

En quiebrabarrigo se confirmó la enorme capacidad
de multiplicación asexual que posee la especie. Lo
anterior se evidencia aún más al no encontrarse
diferencia estadísticamente significativa entre ninguno de
los sustratos evaluados, ni entre las estacas herbáceas,
semileñosas y brotes terminales.

Las estacas leñosas se demoran más de 60
días para emitir hojas, bajo las condiciones
evaluadas.

La cobertura sobre suelo de minería, en general
mejora las propiedades físicas, químicas y
microbiológicas del suelo.

La inestabilidad en suelos afectados por minería
es evidente al observar el aumento del porcentaje de agregados
menores de 0.5 mm y a la disminución en los
diámetros de éstos en el suelo húmedo con
respecto al seco.

Recomendaciones

Es indudable el poder de degradación que ejerce
la minería de aluvión sobre el ecosistema, por ello
se hace primordial encararla con investigaciones y aplicaciones
tendientes a la rehabilitación de las zonas afectadas,
así como de la adopción de tecnologías que
aseguren un aprovechamiento racional sostenible.

A continuación se mencionan los pasos
básicos para la producción de las especies
estudiadas.

BALSO

  • Recolección frutos maduros (secos)

  • Transporte en recipientes secos

  • Como tratamiento pregerminativo: Se sumergen las
    semillas en agua hirviendo durante 10 segundos

  • Siembra en semilleros al voleo en sustratos sueltos
    (cascarilla de arroz o aserrín + suelo),
    estériles

  • Siembra en bolsas con 3 ó 4
    semillas/bolsa

  • Riego diario evitando encharcamientos

  • Transplante según Bartholomaus (1990) cuando
    las plántulas alcancen los 20 cm de altura.

QUIEBRABARRIGO

  • Recolección de estacas:

– tipo brotes terminales y herbáceas para
endurecedores

– tipo semileñosas a leñosas para siembra
directa

  • Transporte cuidando la polaridad

  • Siembra en cascarilla de arroz + suelo
    (1:1 ó 2:1 ). Enterrando 1/3 parte de la estaca con 25
    cm entre estacas y surcos

  • En bolsa: una estaca

  • Riego diario

  • Siembra en campo al mes.

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Autor:

Rene Osvaldo Arango Gomez

 

Partes: 1, 2
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