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El sentido de trascendencia en el espacio existencial actual



Partes: 1, 2

Monografía destacada

  1. Prefacio
  2. El
    desarrollo de nuestra capacidad Interpretativa de la
    realidad
  3. Introducción
  4. Análisis de la concepción del SER
    vs el TENER desde un punto de vista Espiritual en Erich
    Fromm
  5. La
    sociedad de ideologías plurales
  6. Conclusiones sobre el análisis de los
    valores desarrollados en nuestro
    espacio-existencial

Prefacio

Comencemos por definir ¿cómo
consideramos se constituye nuestro
espacio-existencial?

Todos los seres humanos según la
concepción kantiana de tiempo y espacio nos desenvolvemos
dentro de un lugar físico, llámese este: habitad,
entorno, ambiente o ámbito, espacio geográfico,
topos, etc. Y también nos desarrollamos en un tiempo que
podría ser un poco más abstracto al definirlo,
puesto que su aprehensión no nos es posible sino en
nuestro imaginario, pero al mismo solemos definirlo con
expresiones referenciales como: procesos consecutivos en nuestra
consciencia y existencia; transcurrir de experiencias, sucesos o
circunstancias vitales; devenir histórico, etc. Pero al
realizarse una tangente en combinación de ambas
categorías nos encontramos con una nueva, que hace que
cada proceso de la experiencia vital individual, sea en
particular única e irrepetible. Así una persona
solo puede experimentar en su vida cada circunstancia una sola
vez dentro de un lapso de tiempo y un espacio determinado y muy
limitado.

De manera, que del cúmulo de sucesos consecutivos
experimentados en estos parámetros, acontece lo que
podríamos denominar nuestra historia individual; que en el
transcurrir de cada acontecimiento, éste pasa
inmediatamente a formar parte de nuestro pasado, y como tal, solo
puede ser referido, mas no vivenciado o experimentado de nuevo de
manera igual; no solo por el hecho de que nunca podemos habitar
exactamente el mismo espacio en el universo físico
–el cual por cierto también ésta en continuo
cambio-, sino porque con cada suceso en nuestras vidas que es
único e irrepetible nos hacemos continuamente otro sujeto
cognoscente, que posee nuevos paradigmas, ideas, valores,
sentimientos, etc., con los cuales se reinterpreta su existencia.
De manera que si hablamos de espacio-existencial presente, este
como tal en la realidad práctica no existe, puesto que el
aquí y ahora lo estamos viviendo en el exacto presente,
que al ser referido ya forma parte de nuestro pasado.

Así el tiempo en el que transcurre nuestra
existencia que solemos denominar como el presente, nos hace
continuamente nuevos sujetos perceptivos de la realidad, ya que
nuestro tiempo presente siempre es efímero, porque tiene
como fundamento el microsegundo que estamos viviendo que se
convierte de inmediato en nuestro pasado. Así la
noción espacio-existencial, se refiere a que, cada
circunstancia de nuestras vidas por ser única e
irrepetible, por lo antes explicado, posee unos matices que solo
pueden ser apreciados con exactitud por el sujeto
histórico que los experimenta y procesa con una
consciencia clara, y capacidad perceptiva y de juicio sana, es
decir, no enajenada.

Cuando un Ser humano analiza la vida de otro, lo hace
bajo unos parámetros de afinidad interpretativa de los
sucesos que éste supone ha vivido el otro, dentro de un
ambiente o entorno físico imaginario, puesto que nunca
podremos tener una noción exacta del espacio que ocupo el
otro. Como también es imaginario, el cúmulo de
experiencias que podamos concebir que tenía el otro y de
ambos imaginarios espacio-temporales podremos tener una mera idea
apreciativa de quién es el otro como sujeto cognoscente,
como de la serie de acontecimientos que experimento y de
cómo influyeron en la constitución de su SER
real.

Así que para constituirnos en nuestra realidad
como individuos debemos tener las herramientas reflexivas para
procesar esta inter-relación única e irrepetible de
nuestra existencia material con todos los elementos que conlleva
en su constitución física, y nuestra existencia
temporal con todas las ideas, nociones y percepciones y
sentimientos acumulados en nuestra alma. Y así lo que
llamamos nuestra realidad es siempre efímera, al
encontrarse en la intercepción de la energía que se
encuentra en nuestra alma, con la energía que solemos
llamar materia física, puesto que siempre estamos en un
devenir constante de acontecimientos. Sin embargo, y a pesar de
todo ello, necesitamos para concebir nuestros procesos
históricos con algunas referencias manejables, el hacernos
a la idea de que los acontecimientos de la vida son en cierta
medida estáticos o aprehensibles. Y gracias a ello, se
puede escribir por ejemplo un periódico o un libro de
historia. Cuando un sujeto lee una noticia en un diario de su
región, aunque el suceso que este leyendo haya acontecido
con mucha anterioridad, para él se hace real en ese
momento, con las palabras interpretativas del suceso con las que
relató el periodista la noticia, que por muy objetivo que
pretenda ser, siempre estará mediatizado por su devenir
histórico, que como hemos explicado lo ha constituido de
una manera particular única e irrepetible. Al mismo tiempo
el lector de la noticia también reinterpretará la
misma fundamentado en su constitución como sujeto muy
particular. Por lo que podemos decir que la constitución
de lo que denominamos Real, solo lo es en tanto un sujeto
histórico tenga la capacidad de aprehender los
acontecimientos de su entorno con cierta eficacia y así
darle validez o legitimidad.

El desarrollo de
nuestra capacidad Interpretativa de la realidad

Al tener más en claro las nociones espacio
temporales en las que se produce nuestra historia particular y de
la sociedad como un todo, entonces podremos acertar en que somos
siempre reinterpretadores de sucesos o acontecimientos de la
vida. Y volviendo al principio, entonces diremos que nadie puede
mejor que el propio sujeto cognoscente, dar explicación de
su propia historia; siempre que como se dijo antes tenga las
herramientas para hacerlo. Ya que el espacio de nuestra
existencia es único e irrepetible, entonces, debemos
procurar aprehenderlo con los adecuados matices que requiere. En
otras palabras un sujeto de consciencia enajenada no puede
aprehender su realidad y procesarla adecuadamente, ya que su
capacidad interpretativa no le pertenece a él sino al otro
o los otros, que lo han condicionado en su facultad de juicio,
asimilación y procesamiento de las circunstancias
existenciales que le ha tocado experimentar. Y mucho menos
entonces podrá reinterpretar adecuadamente la existencia
vital de otro Ser de su realidad histórica.

Aunque pareciera difícil el saber reconocer
cuando una persona tiene un criterio de juicio propio, y cuando
este le pertenece otro. También los seres humanos tenemos
la capacidad perceptiva para reconocer la verdad, como producto
de la inter-relación de concepciones tangentes que
podrían parecer intuitivas, pero que muchas veces se
llegan a constituir por la acumulación en nuestra alma de
observaciones de experiencias que consiguen establecer un
patrón fundado en las leyes de probabilidad; es decir, si
una persona suele repetir con frecuencia un tipo de
interpretación que no concuerda con los datos observables
y verificables por la mayoría de los que observan o
estudian un suceso o problema, entonces podremos decir, que la
persona que suele hacer su interpretación basada en
premisas que están fuera de su realidad mas inmediata, o
concordante en similitud con lo que está tratando de
interpretar; y que también son muy discordantes y
contradictorias con las observaciones o interpretaciones que
puede hacer la mayoría; entonces se podría concluir
que hace de la misma una percepción falsa de la
realidad.

Como decía Hegel la historia suele repetirse, con
lo que quería señalar que los humanos solemos caer
en experiencias similares en nuestra vidas en particular y muchas
veces como colectivo. Y debido a ello, es que podemos recrear la
serie de acontecimientos vividos como un proceso
histórico, ya que el cúmulo de experiencias
recolectadas nos permite hacer una interpretación
fundamentados en el contexto histórico en el que nos
desenvolvemos. Por eso, cuando una persona viaja a una
región en donde los pobladores tienen unas ideas
colectivas o concepciones muy distintas de las de su medio
cultural de origen, entonces, en un principio le cuesta adaptarse
al nuevo medio, pues necesita crear nuevos matices
interpretativos de la realidad para así poder
aprehenderla, tomando en cuenta las nuevas concepciones que
estaban fuera de sus paradigmas interpretativos.

Sin embargo, existen personas que poseen una capacidad
para interpretar la realidad en la que viven un tanto distinto de
la mayoría de su entorno, no porque sean sujetos muy
alienados por su formación cultural; sino todo lo
contrario, nacieron con una especie de luz interior que les
permite ver mucho mas allá de lo que otros seres de su
entorno logran percibir. En su interior todas estas referencias
perceptivas de su entorno, y de las que hablábamos antes
se cruzan y tienen comunión con la estructura
física y espiritual muy particular de ese individuo, que
realiza con ellas una infinidad de analogías y convergen
con otras experiencias que no son directas de las referencias
inmediatas, y algunas de las cuales ni siquiera tienen
relación con ésta, y de lo cual surge un nuevo tipo
de visión o percepción de la realidad, un nuevo
conocimiento, en forma de arte, ciencia, filosofía, etc.
Algunos denominan a estar personas genios; pero ha sucedido que
algunos de estos genios en su época han sido considerados
locos por el común de los miembros de su entorno, puesto
que la mayoría no posee la capacidad cognoscitiva y de
aprehensión de la realidad, que les permita entenderlos y
comprenderlos. Y muchas veces estos mismos llamados genios no
pueden dar cuenta del origen o surgimiento de sus nuevas ideas,
así como un ave posiblemente no puede explicar porque
vuela, y lo hace, porque simplemente ésta en su
constitución el hacerlo. De tal manera que
podríamos decir que es un don que su Creador le otorgo.
Hay muchos que desde muy pequeños se pueden dar cuenta que
son diferentes a los otros en su constitución, y otros se
hacen consciente en la evolución de su proceso
histórico.

Y es como producto del cúmulo y
asimilación cultural de estas grandes percepciones de la
realidad, que la visión humana se ha expandido y crecido
hasta un determinado punto. Sin embargo, los humanos en nuestra
capacidad cognoscitiva racional tenemos muchas limitaciones para
poder aprehender todo lo existente, y donde estas capacidades
terminan comienzan las otras.

Y ¿cuáles son esas otras se
preguntará la mayoría? Pues aquellas particulares
que solo Dios otorga a algunos, que por lo general tienen la
capacidad de estar en comunicación espiritual con
él. Y muchos de ellos también se hacen conscientes
de que Dios los utiliza como un instrumento para un
propósito determinado en éste mundo, mas sin
embargo, no es porque Dios los ame menos que les exige mucho
más, sino que les otorgo esos dones especiales para que
los pongan al servicio de los otros; y en el proceso,
también les proporciona su felicidad al darle un sentido y
propósito especial a sus vidas.

Pongamos como ejemplo el mismo Inmanuel Kant, quien en
su libro Critica de la razón pura, trato de dar
una explicación muy racional de las limitaciones de
nuestra capacidad racional para aprehender la realidad en que
vivimos, sin embargo, tuvo que escribir otro libro titulado
Prolegomenos para que los pensadores de su tiempo
pudiesen entender y comprender mejor cuales fueron las ideas que
quiso expresar en el primer libro. Los pensadores actuales
consideran que su pensamiento estaba por lo menos adelantado a su
época unos doscientos años, y con los paradigmas de
su tiempo la mayoría no podía aprehender estas
concepciones nuevas. De tal manera que el mismo Kant al concebir
sus ideas, rompió los paradigmas de su tiempo existencial.
Entonces acá surge de nuevo, el planteamiento de que esa
visión nueva o especial que tienen algunos, que hasta a
veces se encuentra fuera de los parámetros espacio
temporales en los que viven, es producto de una
iluminación especial, que solo puede ser otorgada por el
mismo Creador. Y de eso aunque no se pueda dar una
explicación racional; porque como decía el mismo
Kant, su posibilidad de aprehenderlo esta fuera de nuestros
parámetros espacios temporales. Sin embargo, las
consecuencias de esta capacidad perceptiva, de hecho, la vemos
todos los días en la manifestación real de
innumerables cosas que antes hubiesen sido
inconcebibles.

Con todo esto, lo que se desea señalar es, que
esa capacidad de percepción especial que puede ser
interpretada como locura para algunos, para otros podría
ser la muestra mas clara de consciencia REAL. Así como la
mayoría podemos percibir el viento o el Amor, aunque no
podemos apreciar al primero con nuestros ojos, ni al segundo con
algún aparato científico; sin embargo, reconocemos
su existencia. Así también, algunos pretender
omitir la existencia del Creador, y del
propósito que estableció en nuestro
diseño para nuestra existencia; y eso la mayoría de
las veces, debido posiblemente a la soberbia que tienen o a
resentimientos producto de sus circunstancias existenciales. Pero
no por ello, para otros deja de ser tan REAL como el aire que
respiramos, y su manifestación en nuestras vidas se
aprecia a cada instante. A esta capacidad DE APRECIARLO Y
APREHENDERLO es a lo que llamamos también un don
especial
. Y como se señala en las sagradas escrituras
la luz no fue hecha para ocultarla. Y con luz, se quiere decir
también la verdad, aunque a algunos no les
guste.

No se enciende una lámpara y se
pone debajo de la cesta de medir, sino sobre el candelero, y
alumbra a todos los que están en la casa. Así mismo
resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que
ellos vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de ustedes
que está en los cielos.

(Mateo cap 5: 15 y 16)

Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo principal el
despertar la conciencia dormida de la mayoría de los seres
humanos que conviven en un mundo cada vez mas convulsionado,
conflictivo y destructivo, acerca de cuáles son las
circunstancias que nos han llevado a que hoy en día el
planeta se encuentre enfermo en su ecosistema natural y
socio-cultural. El propósito de que asumamos que nuestra
planeta está enfermo, y que las estructuras
socio-culturales, políticas y económicas
están en decadencia, no es para que adoptemos una actitud
deprimente o desesperanza, sino para que por el contrario,
salgamos de la ignorancia de lo que está sucediendo, o la
posición pasiva y complaciente o conforme en la que nos
encontramos, que nos tiene sumidos en la inacción, y
comencemos a desarrollar un cambio en nuestro interior, que se
exprese a través de la manifestación de una
conciencia mucho más clara, de cuál es la realidad
en que vivimos.

El asumir esto, nos llevará a adoptar una actitud
más crítica y desafiante en nuestra
condición humana, hacia la búsqueda de un rescate
de los verdaderos valores que han promovido el amor, dirigido
hacia el desarrollo de una vida plena. Comenzaremos a buscar
nuevos sentidos más productivos que los anteriores, de
crecimiento y evolución humana, dirigidos a recrear
nuestra realidad y rescatar todo aquello que merece ser
salvado.

También estudiaremos algo de las estructuras
desarrolladas en y por el ser humano, que nos han traído a
la constitución de las actuales circunstancias, que
según Erich Fromm, tiene a todas las especies naturales al
borde del proceso de extinción más radical que haya
podido experimentar la historia de nuestro mundo.

Tenemos muchas potencialidades que descubrir, y otras
muchas que explotar como raza humana, así como
herramientas que poner en práctica para evitar tal
catástrofe. Se dice que el Ser humano utiliza muy poco de
los recursos que el Creador le otorgo en su constitución y
cerebro; y es hora de que comencemos a desarrollar todos esos
dones especiales, si en verdad queremos salir de ésta
problemática.

Fromm plantea que en nuestra capacidad racional podemos
encontrar los recursos que nos permitan cambiar nuestra
condición humana y primordialmente nuestros valores o
carácter. Hace muchas críticas constructivas con el
fin de hacernos ver, que la gran mayoría de la humanidad
ha puesto en estado de adormecimiento su capacidad consciente y
se ha dejado embaucar con un montón de ideologías
alienantes con las que los grandes representantes de los
monopolios económicos y políticos a nivel global
han pretendido someternos o manipularnos a todos, para así
ellos egoístamente conservar el poder que han
adquirido.

Muchos pueden tener la presunción que Fromm como
lector y simpatizante del marxismo, es un pensador que produjo un
conocimiento que ya se encuentra atrasado y superado. Nada mas
lejos de la verdad; si leen bien todos sus escritos, encontraran
que hacia la postura del desarrollo político del marxismo
en nuestro mundo, adopta una postura bastante crítica, y
aunque recoge algunas ideas constructivas del Viejo Marx, (y no
del marxismo político soviético) como él lo
llama. Su pensamiento se encuentra muy actual, puesto que la
mayoría de las críticas que hace al sistema y sus
estructuras se encuentran más vigentes que nunca antes,
porque al parecer hasta ahora no han logrado calar en la
consciencia del ser humano. Puesto que Fromm tenía una
consciencia mucho más adelantada al tiempo
histórico que le toco vivir, ó tal vez estaba mucho
más despierto ante las circunstancias de su existencia. El
hecho es que, como sociedad global todavía estamos lejos
de poder asumir la realidad en que vivimos, de una manera tan
clara y consciente como él lo hizo.

Por otra parte, aunque Fromm en su concepción de
la racionalidad humana parece querer abarcar también su
condición espiritual, pues en muchos escritos hace
referencias que dan pie a pensar de ésta manera;
consideramos que, el cambio que él mismo propone, no se
podrá realizar, sin tomar como fundamento de nuestra
racionalidad la condición espiritual que nos constituye, y
que nuestro Creador nos otorgo como un don muy especial, para
poder mantener una línea de comunicación abierta
con él, y así poder también crear y mantener
una dirección o sentido de desarrollo claro hacia la
construcción de un mundo donde todos podamos vivir en
armonía, paz y prosperidad, en el más amplio
sentido y no solo en el materialista o mercantilista, como hasta
ahora hemos vivido, sumidos por las ideologías
imperantes.

Producto de las circunstancias en que nos encontramos
viviendo actualmente, muchos considerarán que esa
noción de comunión espiritual con el Creador es muy
difícil de concebir y/o llevar a cabo. Sin embargo, si
revisamos un poco atrás nuestro pasado cultural
encontramos que ya antes hemos podido hacerlo de algunas maneras
positivas, y con la manifestación de muchas consecuencias
constructivas en nuestro proceso histórico. De manera que
si antes hemos podido hacerlo, podemos entonces recrear de nuevo
como cultura ese puente de comunicación, con la
consecuente formación de las bases axiológicas de
un nuevo sistema, que habrá de tener en su
consideración todos los errores socio-culturales que hemos
cometido para traernos a la situación actual; y así
poder evitar se lleven a cabo de nuevo.

Por nuestra concepción cultural, estamos
acostumbrados a querer ver toda la maqueta o concepción
del proyecto completo antes de emprenderlo. Sin embargo, la
experiencia siempre nos ha demostrado que en el camino hacia la
finalización de algún proyecto humano, siempre
surgen muchas variables problemáticas que no se
consideraron en su origen, y a los cuales en el proceso de
desarrollo tuvieron que buscarle la solución para poder
culminarlo. En la historia Judeo-Cristiana también vemos
que cuando Dios ha solicitado la colaboración humana para
el desarrollo de algún proyecto suyo, no le plantea al Ser
humano la visión completa del proyecto, por el contrario
le solicita que comience el proceso de caminar en él por
fe; y luego en éste proceso le va dando paulatinamente la
visión del próximo paso hasta que logra la
realización completa del proyecto.

Los problemas que hemos desarrollado los seres humanos
desde la revolución industrial para acá se deben a
que como manifiesta Fromm hemos deseado convertirnos como raza en
dioses del mundo. Pero al colocar al verdadero Creador en una
posición marginal de nuestras vidas, entonces, nos hemos
equivocado tanto, que actualmente como civilización nos
encontramos totalmente desorientados y perdidos en la
incertidumbre que esto ha generado: la variedad disímil de
valores o antivalores que hemos desarrollado producto de nuestra
interacción, sin la presencia de la conciencia de Dios en
nuestra existencia. Así en ese proceso de querer llegar a
ser dioses, hemos desarrollado o generado con nuestras acciones
algunas consecuencias verdaderamente monstruosas.

A pesar de lo anteriormente expuesto, consideramos que
si podemos salir de esta crisis, si como sociedad o
civilización comenzamos a reconocer el origen de nuestra
existencia, y con ello el propósito para el cual el
Creador nos coloco en una posición privilegiada, para
llevar una vida en un sentido constructivo y abundante de sentido
REAL; en donde la manifestación de nuestras acciones
honren al Creador del que suponemos tenemos algunas semejanzas, y
algunos hasta se consideran sus hijos por ello. Fuimos creados
con la capacidad de trascender nuestra realidad en el sentido mas
constructivo del término; o como diría Fromm en el
sentido mas productivo. Entonces debemos despertar del
estado de adormecimiento actual, y dar un salto trascendente en
nuestro proceso evolutivo hacia una consciencia mucho más
clara. La cual podremos alcanzar si procuramos reencontrar la
capacidad de comunicarnos con la condición espiritual que
nuestro Creador estableció en nuestro diseño, en el
interior de nuestro SER. Fuimos diseñados con un
sentido y propósito que la mayoría
en su existencia no ha reconocido, sencillamente porque en el
proceso de enajenación socio-cultural al que hemos sido
sometidos perdimos la capacidad introspectiva de escuchar la voz
de Dios en nuestro SER interior. Si observamos al resto de las
especies animales y vegetales, éstas parecen tener mucho
más consciencia de ese sentido y propósito que
nosotros, puesto que no han perdido su esencia y capacidad
comunicativa con su Creador, por lo que de la observación
consciente de ellas, podemos volver a iniciar el proceso de
reaprehender esas capacidades que ahora parecen perdidas; y de
esta manera comenzar a reconstruir la existencia humana de
acuerdo o en armonía con este sentido.

Capítulo II

Análisis
de la concepción del SER vs el TENER desde un punto de
vista Espiritual en Erich Fromm

Es difícil poder concebir el aspecto espiritual
del ser humano, en términos generales. Hay muchas y
variadas religiones, y muchísimas más concepciones
de Dios, y de la debida relación que los seres humanos
debemos de tener con él. Se podría decir que en
cada religión y aun cada individuo, tiene una
concepción aunque sea algo diferente a la del otro. Sin
embargo, muchas de estas concepciones tienen alguna o mucha
afinidad unas con otras. En el mundo occidental ha imperado por
mucho tiempo la cultura judeo-Cristiana, y Erich Fromm
compartía gran parte de los valores de esta cultura,
aunque se manifestaba a veces como antirreligioso, y en muchos
aspectos anti-dogmático.

En su libro Tener o Ser (1985:69) hace referencia a las
ideas de un Maestro espiritual y sacerdote de la orden de los
dominicos alemanes llamado Eckhart (1260-1327). Según
Fromm el pensamiento de este maestro plasmado en sus sermones es
de una lucidez tan profunda y penetrante en su idea del SER en
relación con Dios, como nunca antes fue
expuesto:

"Eckhart examina la pregunta:
¿Qué es la pobreza espiritual? Comienza afirmando
que no se refiere a la pobreza externa, a la pobreza de bienes,
aunque ésta es buena y recomendable, sino a la pobreza
interior, citada en el versículo de los Evangelios, que
él define asi: "es un hombre pobre el que no desea nada,
ni sabe nada, ni tiene nada."

"El concepto de Eckhart de no saber
nada se relaciona con la diferencia entre tener conocimientos y
el acto de conocer, o sea, penetrar en las raíces y, por
consiguiente, en las causas de las cosas. Eckhart distingue muy
claramente entre un pensamiento determinado y el proceso de
pensar. Hace hincapié en que es preferible conocer a Dios
que amarlo, y escribe: "El amor tiene relación con el
deseo y la finalidad; en cambio, el conocimiento no es un
pensamiento determinado, sino que arranca todas las coberturas,
es desinteresado y corre desnudo hacia Dios, hasta que lo toca y
lo ase." (Blakney, Fragmento 27; Quint no reconoce su
autenticidad.)

Pero Eckhart va más allá
en otro nivel (y habla en varios niveles) .
Escribe:

Es un pobre que no sabe nada. A veces
hemos dicho que el hombre debe vivir como si no viviera, ni para
su yo, ni para la verdad, ni para Dios; (Blakney escribe con "D"
mayúscula la palabra Dios cuando Eckhart se refiere a la
Divinidad, y una "d" minúscula cuando Eckhart se refiere
al dios bíblico de la creación.) pero en este
punto, diremos algo más, e iremos más allá.
El hombre que quiera lograr esta pobreza vivirá como un
hombre que no sabe que vive, ni para sí mismo, ni para la
verdad, ni para dios. Es más; permanecerá libre y
vacío de todo conocimiento, para que no exista en
él ningún conocimiento acerca de dios; porque
cuando la existencia del hombre es de la especie externa de Dios,
no hay otra vida para él: su vida es él mismo. Por
ello, decimos que el hombre debe estar vacío de su propio
conocimiento, como cuando no existía, y que Dios haga su
voluntad y el hombre no tenga impedimentos. (Blakriey, 28; Quint,
D. W., 52; Quint, D. P. T.; 32).2" (Fromm 1985:
70-71)

En estas enseñanzas el maestro Eckhart, como le
llama Erich Fromm muestra una idea de su interpretación
cristiana de la pregunta: ¿cómo debería de
ser una relación de un SER humano con su creador?
Allí nos muestra que para vivir o existir como un SER en
comunión intima con la Divinidad, este necesita despojarse
de todo tipo de ataduras, de los prejuicios, de las ideas y
valores de este mundo terrenal, es decir debe de presentarse ante
Dios como una vasija y/o vehículo vacio, que habrá
de servir como un instrumento en las manos de Dios para vivir de
acuerdo o conforme a las ideas y valores sabios de este; pero aun
así, con desapego a todo interés o codicia humana,
sin anhelar o desear. Es decir, que el ser humano no debe
mostrarse en disconformidad al camino que Dios le ha trazado para
su existir, y tampoco debe mostrar deseos particulares que
hinchen su ego. Un ser sin deseos, en donde su actuar y existir,
por estar en correlación intima con la de su creador, se
convierte en parte integral de él, o una unidad con
él, y como un miembro de su ser, también en un
instrumento en las manos de su creador, para que se lleve a cabo
en este mundo la voluntad de Dios. El humano al entregar su SER a
la divinidad, y experimentar una comunión intima con Dios,
podrá decir algo así como lo expresado por Pablo en
sus escritos: "ya no vivo yo. Ahora es Cristo quien vive en mi."
Porque en cambio, un ser humano que muestre sus propios intereses
gustos y valores muy particulares; se muestra entonces, como un
ser que no está conectado plenamente con la Divinidad; ya
que está contaminado o alienado con los valores de este
mundo que le han sido transmitidos o inculcados en su proceso de
formación o educación, aun desde antes de nacer. Al
respecto Fromm hace algunas citas:

Buda enseña que para alcanzar
la etapa más elevada del desarrollo humano, no debemos
anhelar posesiones. Jesucristo enseña: " Porque cualquiera
que quisiere salvar su vida, la perderá; y cualquiera que
perdiere su vida por causa de mí, éste la
salvará. Porque ¿Qué aprovecha al hombre, si
se granjeare todo el mundo, y se pierda él a sí
mismo, o corra peligro de sí?" (San Lucas 9:24-25) El
maestro Eckhart enseño que no tener nada y permanecer
abierto y "vacío", no permitir al ego ser un estorbo en
nuestro camino, es la condición para lograr salud y fuerza
espiritual. ( Fromm 1985:33 )

Aquí se nos está señalando una idea
muy Cristiana, porque Cristo enseño que para seguirlo a
él se debía de estar dispuesto a dejarlo todo
atrás, y convertirse en una nueva creatura. Esto supone
para la gran mayoría de los seres humanos, el estar
dispuesto a renunciar a lo más valorado para ellos: SU
EGO. Puesto que Cristo señalo que no podemos estar sujetos
a dos amos o Dioses, ya que se valorara a uno más que al
otro, y en ese caso nuestro verdadero dios será aquel que
más valoramos. Y específicamente señalo al
respecto que no se puede amar a Dios y a las riquezas.

Es muy bien sabido que durante toda la historia, el ser
humano a valorado mucho su idea o ideal de libertad plena, y por
otro lado los medios para alcanzarla, entre los cuales los
principales son el dinero o los bienes materiales de fortuna, que
también sirven para llenar su ego y vanidad. Por causa de
tratar de alcanzar a estos, en casi todas las ocasiones a vendido
su alma al diablo, como se dice muy popularmente. Debido a ello
se han hecho grandes y pequeñas guerras entre naciones,
vecinos, amigos y hasta en la familia. Así que ante la
idea de renunciar voluntariamente al libre albedrio (que se nos
enseño que tenemos los seres humanos) y comenzar a vivir
una nueva existencia sin los valores del pasado, sino sujetos
ahora a unos nuevos lineamientos que son establecidos por la
relación con la Divinidad, es extremadamente
difícil el aceptarlo.

En términos generales, en nuestro tiempo, el ser
humano tiene la idea de que, tiene la capacidad de ser libre.
Erich Fromm nos muestra en sus obras que, esta concepción
que tenemos de la libertad es solo ficticia, o en apariencia.
Vivimos en una sociedad de fachadas o mascaras, en donde la
mayoría se muestra como no es en realidad; y esto se debe
a que en realidad no tenemos nada verdadero que mostrar, nos
hemos convertido en seres de mascaras porque en realidad en
nuestro interior estamos vacios. Somos sujetos alienados, pero en
nuestra alienación (producto de las diversas fuentes
publicitarias y entorno social mercantilista, o los diversos
poderes del sistema que él explica más extensamente
en sus diversas obras), hemos llegado a creer de que en verdad
somos libres. Y es por ello que cuando, un SER tan desalienado
como Cristo nos muestra un camino en donde se debe renunciar a
todas las ataduras económicas, sociales, morales,
culturales, etc; para poder SER recipiente de la divinidad,
entonces el ser humano se muestra tan reacio.

En nuestro razonamiento y deseo individual, creemos que
es verdad que somos seres con libre albedrio, y tenemos la
capacidad de construir con nuestros medios y fuerzas, los
instrumentos que nos han de servir para alcanzar nuestra
liberación plena, y la tan ansiada felicidad individual.
Sin embargo, Cristo también enseño que
individualmente no podemos alcanzar la felicidad. Dios nos hizo o
constituyo como seres sociales que necesitamos de los otros para
poder llegar a sentir esa plenitud que buscamos, y por ello fue
que hizo tanto hincapié en señalarnos la vía
a transitar para constituir una sociedad en donde imperen las
buenas relaciones humanas, fundamentadas en las bases de un
verdadero AMOR, tal cual, como el que él nos mostro con su
ejemplo de vida. Cristo no trascendió en la historia por
los grandes milagros que hizo, como tampoco por las cosas muy
interesantes que dijo, sino porque fue un SER ÚNICO que
mostro una verdadera secuencia y armonía entre: las cosas
que pensaba, las que exponía o decía
públicamente, y las que hacía o mostraba en privado
o públicamente. Es decir; se mostro como un ser en
armonía con todos los valores de su SER y en
comunión con los de Dios. Por lo cual, pudo presentar su
vida como un modelo a seguir, y ejerció tal influencia
sobre su entorno, trascendiéndolo.

Así que el Maestro Eckhart, en sus postulados
enseña que debemos deslastrarnos de todo sentimiento de
identidad en nuestro ser, con las cosas o valores que pertenecen
al mundo terrenal. Cuando valoramos las cosas que hemos
aprehendido cognoscitivamente, o las cosas materiales que
poseemos, es porque sentimos y apreciamos mucho la
sensación de seguridad que experimentamos debido a ellas.
Y esta grata sensación nos somete a un tipo de esclavitud
muy difícil de percibir al común de los individuos;
y es por ello que Fromm dice que estamos alienados, pues la
mayoría no se da cuenta que es esclavo de un montón
de ideas y valores socio-culturales. Y según el maestro
Eckhart el verdadero conocimiento esta en el proceso activo o
dinámico del pensamiento, que debe estar libre de toda
codicia de certidumbre o posesión a la que aferrarse,
puesto que esto conlleva a esclavizarse con ellos,
convirtiéndolos en dogmas. Es decir debemos estar en
constante actitud deseante de la verdad, sin pretender nunca
haberla alcanzado, para que nuestra alma pueda experimentar la
libertad de SER. Y en estas últimas ideas difiere con las
concepciones religiosas que desean convertir ciertos postulados o
ideas en un dogma de fe.

"Para entender la postura de Eckhart
es necesario captar el verdadero significado de estas palabras.
Cuando dice que "el hombre debe estar vacío de
conocimientos", no significa que deba olvidar lo que sabe, sino
que debe olvidar que sabe. Es decir, no debemos considerar
nuestros conocimientos como una posesión, que nos ofrece
seguridad y un sentimiento de identidad; no debemos estar
"llenos" de conocimientos, ni aferrarnos a éstos o
codiciarlos. Los conocimientos no deben constituirse en un dogma
que nos esclaviza. Todo esto pertenece al modo de tener. En el
modo de ser, el conocimiento sólo es la actividad
penetrante del pensamiento, sin convertirse nunca en
invitación a permanecer quieto para encontrar la
certidumbre.(…)

Eckhart no podría haber
expresado más radicalmente su concepto de no tener. En
primer lugar, debemos librarnos de nuestras cosas y de nuestras
acciones. Esto no significa que no debemos poseer ni hacer nada,
sino no estar ligados, atados, encadenados a lo que poseemos y a
lo que tenemos, ni aun a Dios." (Fromm 1985:
71-72)

Estas concepciones del maestro Eckhart, tales como han
sido expuestas, nos muestran a nosotros que a pesar de ser
él miembro de una comunidad religiosa, es un ser
antidogmatico como Fromm. Para él cuando mostramos el
conocimiento como una posesión, al hacerlo, destacamos que
este es nutriente de nuestro ego. Y este conocimiento se
convierte en una atadura a nuestro ego, o un estorbo que nos hace
perder la libertad de nuestro SER, y nos impide la productividad
y capacidad de manifestar nuestro AMOR plenamente, y existir o
realizarnos como seres humanos reales.

Eckhart enfoca los problemas de tener
en otro nivel cuando examina la relación entre la
posesión y la libertad. La libertad humana se ve
restringida en el grado en que estamos atados a las posesiones, a
nuestras obras y finalmente a nuestros egos. Por estar atados a
nuestros egos (Quint traduce el original alemán medieval
Eigenschaft como Ichbindung o Ichsucht, "estar atado al ego" o
egomanía"), nos estorbamos y no podemos dar frutos ni
realizarnos plenamente (Quint D. P. T., Introducción, p.
29). Creo que D. Mieth tiene razón cuando afirma que la
libertad como condición de la verdadera productividad
sólo consiste en renunciar al ego, como el amor en el
sentido paulino se ve libre de toda atadura al ego. La libertad
en el sentido de no tener impedimentos, de verse libre del anhelo
de tener cosas y del propio ego, es la condición para amar
y ser productivo. Nuestra meta humana, según Eckhart, es
librarnos de las cadenas que nos atan al ego, al egocentrismo, es
decir, al modo de tener de la existencia, para llegar a ser
plenamente.(…)

En el modo de la existencia de tener,
no importa qué objetos tenemos, sino toda la actitud
humana. Cualquier cosa puede convertirse en objeto de la codicia
las cosas que usamos en la vida diaria, las propiedades, los
ritos, las buenas acciones, el conocimiento y los pensamientos.
No son en sí "malos", pero se vuelven malos cuando nos
aferramos a éstos, cuando se vuelven cadenas que afectan
nuestra libertad e impiden nuestra realización. (Fromm,
1985: 72)

El maestro Eckhart hasta se atreve hacer críticas
sobre las motivaciones que llevan a una persona a escoger una
vida ascética, llevándose por un ideario, o por
prácticas de acciones puramente externas de santidad,
cuando en su interior pueden ser unos asnos que solo se dirigen
bajo los supuestos de las ideas religiosas de recompensa o
castigo que han de recibir de su dios, y/o guiándose por
la naturaleza de sus acciones y las opiniones que estas generan
en los demás. Pero en realidad no son conscientes de una
real e íntima relación con Dios.

"La gente no debe considerar tanto lo
que debe hacer sino lo que es… por ello procuremos hacer
hincapié en ser buenos, y no en el número ni en la
calidad de las cosas que hacemos. Debemos hacer hincapié,
en cambio, en los fundamentos en que se apoya nuestro trabajo."
Nuestro ser es la realidad, el espíritu que nos mueve, el
carácter que impulsa nuestra conducta; en cambio, los
hechos o las opiniones que están separados de nuestro
centro dinámico no tienen realidad. (Fromm 1985:
73)

En el otro aspecto dinámico y productivo de la
concepción del SER, Fromm también comparte sus
valores con los del maestro Eckhart. Para ambos la idea de SER en
este sentido es muy parecida, sino igual, para los cuales el SER
real solo se muestra en la expresión plena del poder de su
condición humana, en una relación continua y
productiva con los otros. Y solo podemos manifestar plenamente
nuestra realidad, vitalidad y AMOR humano, en una relación
de este tipo. Y señala:

"El segundo significado es más
amplio y fundamental: ser significa vivir, permanecer activo,
nacer, renovarse, derramarse, moverse, ser productivo. En este
sentido, ser se opone a tener, a permanecer atado al ego y a la
egolatría. Para Eckhart, ser significa estar activo en el
sentido clásico de expresar productivamente nuestros
poderes humanos, no en el sentido moderno de estar ocupado. Para
él, estar activo significa "salir de sí mismo"
(Quint D. P. T., 6); y lo expresa con muchas imágenes:
considera que ser constituye un proceso de "hervir", "dar a luz",
algo que "fluye y fluye en sí y más allá de
sí mismo" (E. Benz et al., citado por Quint D. P. T., p.
35). A veces usa como símbolo "correr" para indicar el
carácter activo: "¡Corre hacia la paz! El hombre que
corre, que corre continuamente en pos de la paz, es un
bienaventurado. Continuamente corre, se desplaza, busca la paz
corriendo" (Quint D. P. T., 8). Otra definición de
actividad es: El hombre vivo, activo, es como "una vasija que
aumenta de tamaño mientras se llena, y nunca se
llenará" (Blakney, p.233; Quint no reconoce la
autenticidad de este pasaje).

Librarse del modo de tener es la
condición de toda actividad genuina. En el sistema
ético de Eckhart, la virtud suprema es el estado de
actividad interior productiva, y la premisa es superar todas las
formas de estar atado al ego y a la codicia." (Fromm, 1985:
73-74)

La Concepción judeo-cristiana de Erich
Fromm

En Erich Fromm como miembro de una familia judía
y producto de la educación que en ella recibió,
tuvieron gran influencia estos valores espirituales, de los
cuales hace en sus obras muchos comentarios. Según
él. Dios lo que procuro en los comienzos del pueblo
hebreo, fue el de liberarlos por completo de todas sus
cadenas.

"Uno de los principales temas del
Antiguo Testamento es: deja lo que tienes; libérate de
todas las cadenas, sé tú mismo.

La historia de las tribus hebreas
comienza con la orden que Dios le da al primer héroe
hebreo, Abraham, de dejar su país y su clan: "Vete de tu
tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra
que te mostraré" (Génesis 12:I). Abraham debe dejar
lo que tiene (su tierra y su familia) y marcharse hacia lo
desconocido. Sin embargo, sus descendientes se establecen en una
nueva tierra y crean nuevos clanes. Este proceso los lleva a una
esclavitud más severa. Precisamente porque se vuelven
ricos y poderosos en Egipto, se vuelven esclavos; pierden la
visión del Dios único, del Dios de sus antepasados
nómadas, y adoran a los ídolos, y los dioses de los
ricos se vuelven sus amos." (Fromm 1985: 60)

Luego Fromm considera a la comunidad hebrea que
salió de Egipto, liberada por Dios a través de
Moisés, como, como una nación que en sus muchos
años de adquirir costumbres y apego a las tradiciones de
los pueblos en donde vivió, se encontraba en condiciones
poco favorables desde el punto de vista psico-social, para
aceptar de buena gana su liberación.

Durante la mayor parte del tiempo que vivieron como
nómadas en el desierto, se quejaron en contra de su
líder por las condiciones de vida, en donde solo
tenían lo estrictamente necesario materialmente para
transcurrir su peregrinar. Hasta llegaron a decir muchas veces
que hubiesen preferido quedarse como esclavos en Egipto, porque
allá disponían de más cosas y comodidades.
Con lo cual señala Fromm que manifestaron poseer una
estructura psíquica apegada al tener por encima de todo;
por ello procuraron hacer un becerro de oro, se quejaban de la
simplicidad y poca variedad del alimento, de sus ropas aunque
estas no se gastaban. Y lo que más anhelaban por encima de
todas las cosas, era el poder llegar adueñarse de la
esplendorosa tierra prometida, en donde esperaban vivir como
ricos.

Partes: 1, 2

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