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Sociología Jurídica, en la Edad Antigua, Edad Media y Edad Contemporánea



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Conceptos
  3. Conclusión
  4. Bibliografía

Introducción

El siguiente trabajo tiene como objetivo principal
estudiar, analizar y valorar la Importancia de la
Sociología Jurídica en la Edad Antigua, Edad Media
y Edad Contemporánea. Desde tiempos antiguos, el
hombre sintió la necesidad de comunicarse y relacionarse
entre sí, hasta nuestros días interactuamos como
integrantes de una familia, residentes de un vecindario o de un
pueblo, son miembros de un determinado grupo social,
económico, religioso o étnico, y ciudadanos de una
nación influenciados por un determinado grupo es
así que nace la Sociología como ciencia teniendo
como precursores a Bruce J. Cohen, Ergo y el también
llamado "padre de la sociología" francés Augusto
Comte.

Durante muchos siglos pensadores de muchas partes del
mundo intentaron dar explicaciones acerca del funcionamiento de
la sociedad. El siglo XIX fue un siglo conflictivo y violento:
guerras, revoluciones, disturbios y diversos conflictos
caracterizarán a esta época.

Esta situación fue debida a la confluencia de
diversas causas: el desmoronamiento del Antiguo Régimen,
el nacimiento del capitalismo industrial y la aparición de
una clara estratificación social que enfrentará a
la burguesía frente al proletariado.

La Sociología nace en esta época con el
objetivo de comprender los nuevos fenómenos que se estaban
desarrollando y con la intención de establecer unos
principios que permitieran organizar aquel caos. Comte, Marx,
Durkheim y Weber suelen considerarse los fundadores de esta
ciencia.

La Sociología tuvo su origen de la
Filosofía y así como en una época hubo
inquietud de estos científicos en conocer el origen del
universo, después surge la inquietud por conocer el origen
de la vida y el hombre, pero es hasta el siglo pasado cuando
surge la inquietud por conocer de manera científica la
sociedad, también nace como ciencia en un momento de
crisis, a favor del capitalismo, como un sistema social imperante
en ese momento y en contra del feudalismo que era el sistema
social, que estaba siendo enterrado por el progreso.

La Siguiente Investigación contiene una hoja de
presentación, índice, introducción,
propósitos de la investigación, objetivos generales
y específicos, desarrollo, conclusión y
bibliografía. Utilizamos este método para
profundizar en la teoría de varios autores, donde hemos
recopilado informaciones previas, dirigidas para la
obtención de conocimientos sobre la Relación de la
Sociología Jurídica con otras Ciencias.

PROPÓSITOS DE LA
INVESTIGACIÓN.

Cada uno de nosotros requiere para desenvolvernos en
nuestra profesión, adquirir conocimientos los cuales nos
ofrezcan herramientas para realizar determinadas labor. Es por
tanto, que esta investigación es de carácter
documental, por lo cual utilizamos varios libros citados en la
bibliografía.

OBJETIVO GENERAL.

Conocer sobre la Importancia de la Sociología
Jurídica en la Edad Antigua, Edad Media y Edad
Contemporánea.

OBJETIVOS ESPECÍFICO:

  • Definir los conceptos de Sociología
    Jurídica.

  • Establecer los diversos Pensamientos
    Sociológicos en la Edad Antigua, Edad Media y Edad
    Contemporánea.

  • Identificar cuáles son los Precursores de la
    Sociología Jurídica, a través de su
    evolución.

TEMA: LA SOCIOLOGÍA
JURÍDICA EN LA EDAD ANTIGUA, EDAD MEDIA Y EDAD
CONTEMPORÁNEA.

Conceptos

La sociología del derecho puede ser definida con
sencillez y amplitud a través de la interconexión
de los dos términos de su nomenclatura: la
sociología jurídica se ocupa de la influencia de
los factores sociales en el derecho y de la incidencia que
éste tiene, a su vez, en la sociedad; la mutua
interdependencia de lo social y lo jurídico. El Dr.
García San Miguel, ha indicado dentro de esta perspectiva
dos campos de la investigación
sociológica-jurídica: El problema genético
del Derecho y la acción causal del derecho".

También L. M. Friedmann, uno de los macro
sociólogos jurídicos de nuestra época,
aludía a estos dos grandes campos de la sociología
del derecho: "Las fuerzas sociales que producen o influyen en el
derecho" y lo que llamaba "el impacto del derecho".

La visión de Bifronte de R. Treves sobre
sociología del derecho: una sociología
jurídica compuesta de dos partes conectadas y
complementarias : la individualización del derecho en
la sociedad, que presenta el derecho dentro de la sociedad, y la
individualización de la sociedad y la acción social
en el derecho, que presenta la sociedad para el derecho. Como
bien dice el sociólogo del derecho italiano, los
orígenes de la sociología jurídica cabe
encontrarlas tanto en la aproximación al derecho desde los
estudios sociológicos; como en la aproximación a
los factores sociales dado el estudio del Derecho.

Por lo que he leído y lo que hablan libros de
sociología, filosofía del derecho, y
sociología del derecho en esta ultima viendo su proceso
histórico, puedo decir que: En una ciencia social en
gestación, de orígenes cercanos, que ha tenido
recientemente un gran desarrollo temático y
metodológico es mejor no definir a grandes rasgos, que es
lo que han hecho los autores que he citado
anteriormente.

El avance en los métodos de compresión y
en los nuevos temas haría pronto insuficiente una
definición minuciosa. Por otro lado podría dar una
definición un tanto ambigua la cual sería, La
Sociología Del Derecho: Que hace del Derecho su tema de
investigación sociológica; esto sería los
pequeños grupos y sistemas de notación.

La finalidad que busca éstas, es el significado
del Derecho en la sociedad global o la descripción de sus
procesos internos, o de ambas cosas a la vez.

1.2.- Pensamiento Sociológico en Edad
Antigua.
En este periodo Julio Romero, nos indica: Las
primeras tomas de conciencia de las realidades sociales tienen
lugar en los siglos VI-V antes de Jesucristo en Grecia. Las
civilizaciones orientales pre-helénicas no conocieron una
reflexión social crítica (una excepción
importante: la civilización china).

A) Antes de Platón (siglo V, antes de J.
C.):
Los primeros pensadores sociales fueron los
sofistas: Protágoras, Gorgias, Hipias, Pródico,
etc. que enseñaron en Atenas a finales del siglo V a. de
J. C. Conocemos sus tesis por las narraciones qué de ellas
hicieron sus antagonistas (en especial Platón y
Aristófanes). El arte más sublime que se vanagloria
de enseñar era el de la "virtud política", es
decir, el arte de vivir en la ciudad (polis). El telón de
fondo de su predicación es un humanismo cultural, que
rehúsa toda trascendencia: "Yo no puedo saber si los
dioses son o no son" decía Protágoras. Por su
parte, los sofistas desconfiaron de las costumbres y de las
tradiciones, pusieron y volvieron a poner en entredicho el orden
social de la ciudad, considerando que así liberaban al
individuo de la opresión del grupo. Ningún proceder
les parecía bastante duro para estigmatizar la esclavitud,
la pobreza de espíritu de los nacionalistas, la
jerarquía social tradicional y el carácter
artificial y a veces ilícito de la ley.

B) SOCRATES (470-399, antes de J. C.):
Esta notabilidad filosófica innegable ejerció un
influjo sobradamente poderoso para inquietar el orden establecido
(Se considera el primero que discurrió sobre el arte de
vivir) "Fue también el primer filósofo condenado a
muerte que sufrió su pena", (nos recuerda Diógenes
Laercio). Individualista furioso con los sofistas, pero sin duda
más sincero, incluso muriéndose de hambre,
jamás supo lisonjear. Mereció indudablemente el
famoso perfil de Aristófanes (La nubes): "Te engallas y
lanzas miradas desdeñosas". Es indudable que las
críticas de Sócrates como las de los sofistas
despertaron el pensamiento social de Platón.

C) PLATON (428-348, antes de J. C.): La
existencia de Platón se identifica por una actividad
política y socialmente substancial. Pertenece a la nobleza
ateniense y su primer maestro fue el filósofo
Crátilo, discípulo de Heráclito quien parece
haberse ocupado de la lingüística (el diálogo
de Platón sobre los orígenes del lenguaje lo pone
en escena; de ahí el título que se le ha dado:
"Crátilo"). Discípulo de Sócrates, el joven
Platón se sintió atraído sin duda por la
tesis de éste sobre la relevancia para el gobierno de la
Ciudad, de representar con el principio de las aptitudes la
raíz igualitaria, preciada como la fuente de los
sufrimientos atenienses. Aunque todos los diálogos de
Platón reflejan sus preocupaciones políticas y
sociales, tres textos deben retener principalmente nuestra
atención: "La República" (donde describe su ideal
político). "La Política" (sobre el arte de
gobernar) y "Las Leyes" (donde describe con más realismo
que en "La República", lo que debería ser el nuevo
Estado).

En esa línea, la Sociología
Política de Platón arranca de una intención
terapéutica: la Ciudad está enferma, y sus
desdichas pesan sobre la suerte de los ciudadanos. Para
protegerla, Platón pondera un Estado aristocrático
y utilitario, administrado por los filósofos, que son los
únicos adecuados en lo que concierne a las cosas humanas.
El análisis platónico, que, fluctúa entre el
idealismo más insano y el realismo más crudo, es
una aglomeración de ejemplos, de descripciones, de tesis
cuyo actualismo sorprende al lector licencioso. Desde el punto de
vista puramente sociológico, Platón tiene
propensión a tratar a la sociedad como si fuese un
gigantesco individuo. De ello resulta un organismo y un
funcionalismo que, ciertamente, no se le ha dejado de
reprochar.

D) ARISTOTELES.- (384-322, antes de J.
C.):
No fue como Platón, un apasionado de la
política. Era un hombre de estudio, un amante de la "Torre
de marfil". Hay que precisar que Aristóteles no era
originario de Atenas, sino de Estagira. Por lo tanto, en Atenas
se le consideraba como un "meteco", del que se desconfiaba, tanto
más cuanto que se sabía las amistades que
tenía en la Corte de Macedonia (fue profesor de Alejandro
Magno). Ello explica que, cuando regresó a Atenas en 335,
no volviese a la Academia (de la que había sido
discípulo en su mocedad), sino que funda una nueva
Escuela: El Liceo. De Aristóteles nos permanecen,
además de sus grandes obras filosóficas y
enciclopédicas que no nos atañen llanamente
aquí, dos estudios de filosofía y moral:
Ética a Eudemo y Ética a Nicómaco. Debemos
despuntar que innumerables de los temas que promovió han
sido proseguidos por diferentes autores de los tiempos
modernos.

En contra de Platón, Aristóteles pretende
que la Ciudad no debe ser una oquedad constituida con miras a un
trabajo perfecto de su agregado. Sin embargo, para
Aristóteles la unidad económica es la familia
(agrícola). Esta produce para su consumo e intercambia los
excedentes en vista también de su consumo. Célula
social por excelencia, la familia (que, además llena unas
funciones educativas importantes: Educación, por el jefe
de familia, de las mujeres y los niños, que son "almas
imperfectas") excluye la idea de todo trabajo libre (de todo
asalariado).

La familia envoltura su marcha en la esclavitud, con el
poder absoluto del amo sobre el esclavo, que es considerado como
una herramienta viviente (Aristóteles prevé que el
esclavo disipará toda utilidad cuando se establezca el
progreso técnico; o como expresa de una forma
particularmente gráfica, "cuando los telares tejan por
sí solos". Sin embargo, cuando se incumbe la sociedad
considerada en su conjunto, Aristóteles la ve,
todavía más que Platón, como un ser vivo que
nace, se desarrolla y muere (organicismo). Pasa revista (igual
que Platón en "La República") a los principales
regímenes y su análisis, ha llegado a ser un
clásico.

Empero, la democracia es el gobierno de la Ciudad por
los hombres libres; es un régimen caracterizado por la
libertad y la igualdad. Pero hay que distinguir entre la
democracia en la cual la "Ley" está por encima de los
intereses particulares (concepción del Estado) y el
régimen en que la multitud, con sus votos cambiantes y
contradictorios, impide la realización del Estado,
régimen que tiende hacia la "demagogia". Aún
cuando, la oligarquía es el gobierno de un número
de ricos reducido; engendra la desigualdad de fortunas y la
injusticia social. No obstante, la monarquía es la
culminación de la oligarquía, cuando la riqueza y
el poder están concentrados en uno solo.
Aristóteles no expresa su predilección
política; cree que los regímenes dependen de los
temples. Además, cree que la permuta es la
condición misma de la vida de las sociedades (como de la
vida de los seres vivientes).

La mesura social puede romperse cuando existe la
hipertrofia de una parte del grupo, o cuando la demografía
se hace demasiado elemental. Hay que imprimir que los antiguos
estuvieron obsesionados por esta debilidad, una
concentración, una explosión demográfica
excesivamente grande acarrea, fatalmente disturbios y sediciones
(sin contar con los graves problemas económicos que
engendra). Inmediatamente de Aristóteles, sus sucesores no
hicieron apenas nada más que utilizar las tesis de los
grandes maestros. En consecuencia, fluctúan entre las
inquietudes preceptivas (es decir, que generan pautas) del
filósofo, y el proceso descriptivo, positivo de
Aristóteles más contiguo a la concepción
actual de la Sociología.

Jean Duvignaud advierte lo siguiente: "Los romanos no
tuvieron ningún pensador social, del mismo modo que
tampoco tuvieron ningún hombre de ciencia, ningún
filósofo. Las ideas políticas y sociales que se
encuentran entre los historiadores y los moralistas latinos, como
Cicerón, Séneca, Tácito y Plinio, no hacen
más que formular una reflexión popular. Roma no
"pensó "políticamente o sociológicamente,
sino que "vivió" su política.

En efecto no hay que olvidar que fue en el marco del
Imperio romano donde se gestó, se fraguó este
monumento gigantesco, considerado por unos como un objeto
arqueológico y por otros como una obra maestra del
espíritu político, que se denomina "Derecho
Romano".

Al sustituir el derecho tradicional de la Ciudad (el
Derecho llamado "quiritario") por un derecho general, destinado a
aplicarse en todo un universo (el derecho llamado "Jus Gentiun"),
los jurisconsultos romanos pusieron fin al estrecho exclusivismo
de la Ciudad antigua y abrieron el camino al mundo
político moderno".

1.3.- Pensamiento Sociológico en Edad
Media.

1.3.1.-El Pensamiento Cristiano. El catolicismo
aporta una concepción histórica del ser humano. Los
dogmas del pecado, de la redención y del juicio implicaban
la noción de una evolución inalterable de la
humanidad, encontrada a la del tiempo cíclico y del
"eterno retorno" de la mayor parte de los intelectuales
antiguos:

San Agustín (354-430):
Escribió en una época particularmente agitada desde
el punto de vista político: La época en que los
"bárbaros" irrumpen el Imperio romano de Occidente
(ocupación de Roma por el visigodo Alarico, en 410). El
derrumbe de esta ciudad, que durante tantos siglos había
subyugado el mundo, originó innegablemente, una asonada
profunda de las conciencias. Los filósofos se preguntaron
a sí mismos e innumerables de ellos exhortaron causas
religiosas. Cuantiosos ensayistas paganos enunciaron la idea de
que Roma había fenecido porque había dejado el
culto de las divinidades tutelares y había abierto su
espíritu a una nueva fe (el cristianismo).

San Agustín para reconocer a esta tesis,
escribió, entre 412 y 426, "La ciudad de Dios": Que es una
oposición entre el mundo pagano, descrito
ideológicamente y sociológicamente, y el mundo
cristiano. Además, opone la ciudad de los hombres,
gobernada por los apetitos materiales, la violencia y el
egoísmo y la ciudad de los ángeles que es "el amor
a Dios llevado hasta el desprecio de uno mismo". La
consideración de San Agustín es ante todo como
filósofo y como religioso, especialmente en la crisis
final del mundo antiguo: es como dice Ortega y Gasset, la
única mente de la época que sabe de la intimidad
propia de la persona moderna. El que se llame con asiduidad a San
Agustín el gestor del hombre moderno y el primer europeo,
tiene su raíz en esta visión única que lo
estacionó en el límite de dos épocas y a la
vez en el decidido comienzo de una de ellas.

Santo Tomás de Aquino
(1225-1274):
Parejo a San Agustín, Santo
Tomás se inquieta más de evidenciar el cristianismo
que de fundamentar la Sociología o la Ciencia
Política. En conjunto, sus ideas sociales están
despojadas de Aristóteles (Teoría de una moral
natural). En síntesis, el Estado tomista sería una
especie de Estado teocrático moderado, que
toleraría un poder temporal con la condición
expresa de que estuviera sometido al poder espiritual. El
problema de la oposición entre lo espiritual y lo temporal
quedará reflejado en la gran lucha medioeval entre el
Sacerdocio (el Papado) y el Imperio (de Alemania).

Para Santo Tomás la ley es un precepto de la
razón en orden al Bien Común difundida por aquel
que tiene el pulcro de la comunidad. Concurren, según
Santo Tomás tres especies de leyes: "eterna", "natural" y
"humana". La "ley eterna o divina" es la razón general del
gobierno y de la ordenación de todas las cosas, existente
en la mente divina. "La "ley natural" es la participación
de la ley eterna en los seres racionales.

Es común a todos los pueblos, imborrable en el
corazón del hombre, inmutable en sus primeros principios,
pero variable en los preceptos secundarios en cuanto requieran
los casos particulares y excepcionales en que tengan
aplicación. Por último, la ley humana, es una norma
racional que aplica los principios de la ley natural a las
situaciones concretas de la realidad social. Su dictación
corresponde a las necesidades de la vida colectiva. Empero, la
ley eterna aparece como el cimiento, el apoyo último de
todas las reglas. Puesto que ella es "la razón del
gobierno del Monarca Supremo, es preciso necesariamente que todas
las razones de gobernar que se encuentran en sus subordinados
deriven de la ley eterna". Para Santo Tomás,
apartándose de San Agustín, la sociedad y el Estado
derivan de la naturaleza sociable del hombre.

1.3.2.-Los Árabes: El
representante más ilustre del pensamiento político
y sociológico musulmán es Ibn Jaldun (1332-1406).
Desplegó la idea de que la vida social es un
fenómeno natural, de que las leyes y los regímenes
políticos dependen sobre todo del medio geográfico
y del clima y de que la evolución de las estructuras
sociales, de carácter cíclico se debe a diferencias
psicológicas entre las generaciones. Ibn Jaldun no se
orienta hacia ninguna Sociología normativa (a diferencia
de Platón).

En efecto, sus indagaciones y sus descripciones, que
resultan relevantes para nosotros pese a cierto número de
inexactitudes, anuncian ya las indagaciones sociológicas y
la Sociología comparada de los tiempos actuales. Ibn
Jaldun indaga los "factores profundos y generales de la
evolución histórica" y los revela sobre todo en "la
forma como cada pueblo provee a su subsistencia". Asiente
también que "existen estrechas relaciones entre la
organización de la producción, las estructuras
sociales, las formas de la vida política, los
regímenes jurídicos, la psicología y las
ideologías, y de esta forma llega a "considerar todos los
elementos de la vida política e intelectual en
función de la evolución
económica".

1.3.3.- El Renacimiento.
Señalemos como recordatorio los rasgos dinámicos
esenciales de esta fase, tan cardinal en Europa, de la historia
del espíritu humano y que nace en Italia a principios del
siglo XV: Curiosidad, certeza, sentido de la vida y de la
totalidad, descubrimiento de nuevos horizontes, redescubrimiento
de la naturaleza y del placer que suministran los bienes
materiales (menospreciados por las teorías cristianas)
nacimiento de un espíritu crítico, la reforma, los
grandes desvelamientos. Estancaremos, escuetamente, la existencia
de dos tendencias políticas: Una actitud normativa e
idealizante a la manera de Platón y un punto de vista
más realista, más empirista, como el que se esboza
en Maquiavelo.

a) Nicolás Maquiavelo
(1459-1527):
Su existencia se desplegó en un
círculo dramático (guerras de Italia). El mismo
libró un papel político substancial en Florencia
hasta su retiro forzado a San Casciano donde entre 1512 y 1520,
subrayó su obra principal: "Discursos sobre la primera
década de Tito Livio" (Teoría del Gobierno
Constitucional, Republicano o Monárquico). Maquiavelo
bosquejó una teoría del despotismo ilustrado en El
Príncipe (1513).Su idea principal es de que no puede haber
buen gobierno sin un acuerdo, previo, explícito, entre
gobernantes y gobernados; es decir, en nuestro lenguaje moderno,
sin un "pacto constitucional". Maquiavelo extrae esta tesis de su
observación a la monarquía francesa. Con sus obras,
Maquiavelo estacionó la filosofía política
en su terreno, emancipado del dogmatismo y de los apriorismos de
la Edad Media cristiana. La observación de los hechos
sociales puede crearse de forma objetiva, sin referencia a
ningún criterio moral o religioso, y no hay qué
buscar "valor" donde sólo hay "hechos".b)
Tomás Moro (1478-1555):
Humanista, amigo de
Erasmo el autor del "Elogio de la locura", fue decapitado en 1535
por no haber querido reconocer la autoridad espiritual del Rey de
Inglaterra (Enrique VIII). Fue canonizado por la Iglesia. De sus
obras, muy numerosas, la más famosa es indudablemente
"Utopía" (1516), en la cual se compara la sociedad inglesa
con la de un país imaginario: La isla de Utopía.
Platonizado, Tomás Moro describió el régimen
social y económico de este Estado como un socialismo
idealista con la aplicación sistemática de las
doctrinas de Platón: eliminación de la propiedad
privada, todas las riquezas pertenecen al Estado,
moderación de la vida de los ciudadanos que viven en
común, vilipendio por las riquezas, el comercio y lo que
denominaríamos modernamente, la economía de
mercado.

Políticamente, la isla de Utopía es una
federación democrática establecida por Utopos,
fundador y legislador del Estado. Las leyes son poco numerosas y
el objetivo perseguido por el legislador es la felicidad de sus
súbditos y la paz (el Estado no debe ser "una
conspiración de los ricos contra los pobres"). Puede ser
enlazada a la ideología platónica de Tomas Moro la
de ciertos italianos, como Campanella (1568-1639), quien pese a
la época tardía en que vivió es por completo
un hombre del Renacimiento. El citado autoralista
describió en "La ciudad del sol" una República
teocrática.

1.4.- Pensamiento Sociológico
en Edad Contemporánea.
Julio Romero Soto Advierte
con relación al a Edad Contemporánea: "Este
período es de intensa actividad intelectual; en él
se realizan la mayor parte de las promesas del Renacimiento.
Otorgando, según su posición, la primacía a
la razón, a la experiencia o a los sentimientos, los
pensadores políticos van a abordar progresivamente los
principales problemas que plantean la vida en sociedad y el
desarrollo de las relaciones económicas.

Unos son radicalmente pesimistas y creen que el hombre,
malo por naturaleza, es un lobo para el hombre (Hobbes); otros
tienen fe en la naturaleza divina del hombre y dan muestras en
materia de Sociología, de cierto escepticismo a
propósito de lo que es verdad a un lado de los Pirineos y
error en otros (Pascal); otros son optimistas (Diderot) y
elaboran la doctrina del derecho natural.

Tres nombres dominan este período: El del
italiano Vico y los de los franceses Montesquieu y
Rousseau.

1.4.1.-Precursores de la Sociología
Jurídica en los siglos XVII y XVIII:

A.-Thomas Hobbes (1588-1629): Discurre
una construcción racional a la manera de la física
de la sociedad. Es partidario del absolutismo (toda
revolución es ilegítima), pero adversario del
derecho divino. El hombre no es altruista por naturaleza (un lobo
entre lobos); pero el instinto de conservación nos
enseña a renunciar al estado de guerra natural (ley de la
selva) y a despojarnos a través de un "pacto social"
(implícito), de algunos de nuestros derechos. De hecho, al
no estar el hombre naturalmente inclinado a respetar este pacto,
es necesario que una voluntad lo obligue a obedecer la ley, a
saber: un soberano absoluto (tanto si se trata de un monarca como
de un consejo de sabios). A este poder gigantesco del Estado, que
decide lo que es justo y lo que no lo es le da el nombre de
"Leviatán".

B.-Giambattista Vico (1688-1744): Su
particularidad, reside haber proclamado la necesidad de las leyes
(que derivan de la naturaleza de las cosas y no de la voluntad
caprichosa de los legisladores). Pero también radica en
haber considerado un método extraordinariamente moderno de
análisis de la imaginación humana: lo más
seguro es que Homero no existió piensa Vico, pero los
poemas homéricos expresan cierto estado de la conciencia
humana (paso de la edad de los dioses a la de los héroes)
y como tales constituyen una primera materia que es preciso
analizar para comprender lo que fue esa etapa.

De otro lado, posándose en la filología y
en el análisis de los mitos asevera que todas las
naciones, su historia, sigue el mismo ritmo: todas pasan por una
"Edad de dioses", una "Edad de héroes" y una "Edad de
hombres" antes de retornar a su barbarie primitiva. En la primera
de estas edades la humanidad define ritos y creencias y la
estabilidad del grupo social queda garantizada por el temor a los
dioses (Júpiter). En la edad de los héroes, las
familias están reunidas en unas ciudades donde el poder
pertenece al más fuerte y a los más valerosos
(aristocracia de los héroes), y la religión
atempera los excesos de la fuerza. Por último, en la edad
de los hombres las relaciones de derecho, determinadas por la
razón se hacen universales y se garantizan a sí
mismas, tanto por su racionalidad como por su eficacia. Toda
nación ha tenido sus "Corsi e Ricorsi", y esta idea
fundamental domina el pensamiento sobre todo en materia
económica en su obra "Scienza Nuova". Para concluir
digamos que la teoría de los "ricorsi" anuncia el
método dialéctico.

C.-Montesquieu (1689-1775): Nació
en La Brede, en las proximidades de Burdeos. En sus viajes por
Italia, Países Bajos e Inglaterra, por este último
país concibió sus ideas políticas e
histórico-jurídicas, cuya expresión y
sistematización culminó en su "Espíritu de
las Leyes" (1784). Montesquieu ataca el problema de la ley en sus
aspectos natural e histórico, demostrando que lo natural y
lo positivo no son forzosamente contradictorios en la
legislación sino correlativos.

Cada pueblo tiene el conjunto de leyes que consideren a
su naturaleza histórica entre los pueblos mismos. El ideal
consiste puramente en el alcanzar la libertad máxima
dentro de las posibilidades dictadas por las circunstancias
naturales e históricas. Para ello precisa, en primer
lugar, una separación de los poderes legislativo,
ejecutivo y judicial, tal como el Barón de Montesquieu la
encontró en la Inglaterra de su tiempo, en cuya
Constitución vio el ideal político deseable para
Francia. Montesquieu fue uno de los primeros que hizo resaltar la
influencia de las circunstancias físicas y especialmente
del clima, en relación al temperamento, sobre las
costumbres, las leyes y la vida política de los pueblos;
pero dista mucho de creer que con respecto a tales influencias el
hombre no puede permanecer más que puramente pasivo. Todo
depende de su reacción a la influencia del clima. "Cuanto
más las causas físicas arrastran a los hombres al
reposo, tanto más las causas morales los deben alejar de
él". "Cuando el clima inclina a los hombres a huir del
trabajo de la tierra, la religión y las leyes deben
empujarlos a trabajar". En la confrontación de los mismos
agentes físicos viene a determinarse, según
Montesquieu, la libertad, la normalidad del orden
histórico. Años más tarde, desde el
"Semanario del Nuevo Reino de Granada", sostuvo también la
tesis del medio sobre los seres humanos.

D.-Juan Jacobo Rousseau (1712-1778):
Oriundo de Ginebra. Su vida y su carácter han sido
expuestos por él mismo en sus "Confesiones". En su
"Discurso sobre los orígenes y fundamentos de la
desigualdad entre los hombres" (1754), presenta al hombre de la
cultura como el producto de las sucesivas impurezas que se han
adherido al hombre natural. Sólo en este último se
revela del modo más claro la bondad originaria del
sentimiento y la relación directa con la naturaleza. No se
trata en realidad de una existencia perfecta anterior a la
constitución de la sociedad y del nacimiento de la
civilización.

Rousseau no ostenta la vuelta al hombre natural como la
regresión a un supuesto status primitivo, pero este estado
constituye por así decirlo el punto de referencia hacia el
cual se vuelve toda consideración de tipo social y moral.
De ahí la teoría del "Contrato Social" en donde se
señala el método para llegar a la pureza del hombre
natural con la supresión de toda la maldad acumulada por
la cultura artificiosa y por la desigualdad humana.

Rousseau, pone como fundamento del cuerpo
político un convenio originario, libremente estipulado
entre sus miembros por el cual cada uno se obliga sin reserva
para con todos, de donde surge la obligación
recíproca para con cada uno. De este modo, el individuo,
renunciando espontáneamente a su mera independencia
natural, en la que predomina la desigualdad de las fuerzas de que
cada cual está dotado, se convierte en un ciudadano, o sea
que goza de la absoluta igualdad jurídica y moral que
caracteriza a una verdadera sociedad.

E.-Francisco Bacon (1561-1626): Pese al
hecho de haber nacido con casi dos siglos de anterioridad a los
filósofos hasta ahora expuestos, su pensamiento, su obra,
que pregonan un nuevo método, una nueva filosofía
cobra gran utilidad, entre aquellos pensadores que precedieron al
surgimiento de los verdaderos creadores de la Sociología
como una ciencia. Considerado por algunos como el fundador de la
filosofía moderna, es no obstante visto por otros como un
intelectual básicamente "renacentista" y aún en
algún respecto inmerso en formas de pensar
medievales.

La primera opinión se basa en su propuesta de
reforma de las ciencias; la segunda, en su uso de ciertas
nociones como la de forma que pertenecía más bien a
la tradición que al pensamiento "moderno", y que su
pensamiento se desarrolló con independencia de las
corrientes que daban origen a la ciencia natural
matemática. Es así mismo de advertir que la
inducción baconiana no se debe confundir con la.
Inducción clásica, en la cual se empieza con el
examen de fenómenos particulares, se busca una
hipótesis, se comprueba si se aplica a tales
fenómenos y, en caso afirmativo, se convierte en un
principio que explica lo que los fenómenos particulares
son en su esencia.

F.-Saint-Simon ó Claude Henri de Roubray
(1760- 1825):
Formó parte del cuerpo
expedicionario mandado por La Fayette, en los Estados Unidos, de
1779 a 1783. Se adhirió sin reservas a la
Revolución y renunció a su título para
convertirse en el ciudadano Claude-Henri-Bonhomme. Considera
Saint-Simon, que hay dos tipos de épocas en la historia:
las épocas críticas (que son necesarias para
eliminar las "fosilizaciones" sociales) y las épocas
orgánicas. El hombre no es una entidad pasiva dentro del
acontecer histórico, sino que trata siempre de descubrir
modos de alterar el medio social dentro del cual vive.

Estas alteraciones se imponen como indispensables para
el desarrollo de la sociedad cuando esta funciona según
normas que no le corresponden. No puede decirse, pues, en
absoluto que hay normas sociales convenientes para toda la
agrupación humana; lo que puede ser adecuado para una
época puede no serlo para otra. Así sucede con la
sociedad industrial que necesita cambiar la estructura del
antiguo régimen todavía subsistente en ella si
quiere realmente desenvolverse. De este modo se podrán
llevar a un máximo desarrollo todas las capacidades de
producción de los hombres lo que constituye acaso la
única norma ideal posible para todas las
sociedades.

Es un artificio, expresa Saint¬ Simon al suponer que
las clases deben mantener la estructura de épocas
anteriores o que deben estar niveladas. La moral y los sistemas
de ideas tienen que ser distintos para cada una de las dos clases
fundamentales de la nueva sociedad industrial moderna. Su tesis
fundamental deriva de una concientización de la
Revolución y de sus consecuencias. Lo que se produjo a
finales del siglo XVIII en Francia fue algo más que un
cambio de régimen. Fue un cambio de sociedad. El mundo
feudal, simbolizado en la monarquía, fue sucedido por la
"sociedad industrial"; el poder pertenecerá a las clases
industriales, es decir, a las clases productoras.

Comprendió que tendría que existir, por lo
menos inicialmente, un conflicto entre los propietarios de los
bienes de producción y los productores; es decir, dicho en
términos modernos, un conflicto entre propietarios y
proletarios. Pero esta oposición "natural" puede
evolucionar y Saint-Simon enseña claramente que, al
término de esta evolución, la clase industrial
constituirá una sola clase. Para Saint-Simon, tienen un
gran valor los conflictos sociales. En la sociedad feudal,
advierte, la actividad esencial es el ejercicio de la guerra y el
mantenimiento de la opresión. Es una sociedad que
sólo subsiste y que sólo tiene sentido por la
fuerza y la violencia.

G.-Augusto Comte (1789-1857): En nuestro
material de complementación académica de
Sociología Jurídica, nos adherimos a considerarlo
el "Padre de la Sociología", atribuyéndosele el
haber creado el término "Sociología" (1838),
así como el haber definido el objeto de la ciencia social
y el método que en ella habría de emplearse.
Juzgándolo de acuerdo con su obra debe tenérsele
sin embargo más como un filósofo o un
científico que como a un Sociólogo. Comte
consagró sus principales esfuerzos a inquirir en la
naturaleza del conocimiento humano, una tarea gigantesca que
ejecutó con singular brillantez, buscando clasificar todos
los conocimientos y la forma de analizar los métodos para
llevarlo a cabo.

Sus mayores esfuerzos estuvieron dirigidos a determinar
la naturaleza de la sociedad humana, las leyes y principios que
gobiernan su crecimiento y desarrollo, así como
también el método para el estudio de los
fenómenos sociales. Notó la carestía de la
creación de una ciencia diferente, la cual en un principio
se llamó "Curso de Filosofía Positiva", publicada
en seis volúmenes durante los años de 1830 a
1842.

Allí engendró su teoría de los tres
estadios a través de los cuales el conocimiento humano
tiene su desarrollo y que son: El Teológico, el
Metafísico y el Positivo o Empírico. Asimismo,
Comte tildó que sólo en el Estadio Positivo la
ciencia alcanzaría su pleno desarrollo. Dirigió sus
investigaciones hacia la naturaleza íntima de los seres
humanos y hacia las causas primeras y finales, esto es, hacia los
conocimientos absolutos, representando los fenómenos como
productos de la acción directa y continua de agentes
sobrenaturales, más o menos numerosos cuya
intervención arbitraria explica todas las anomalías
aparentes del universo.

En el Estadio Metafísico, que es sólo una
modificación del primero, los agentes sobrenaturales son
sustituidos por fuerzas abstractas que están sí
dentro de la naturaleza, cada una de las cuales es capaz de
reproducir los fenómenos que tienen ocurrencia.

Finalmente en el Estadio Positivo, el espíritu
humano reconociendo la imposibilidad de alcanzar nociones
absolutas abdica a buscar el origen y destino del universo y a
conocer las causas últimas e íntimas de los
fenómenos y se aplica únicamente a revelar por
razón de el uso bien combinado del juicio y de la
observación, sus leyes efectivas: esto es, sus relaciones
invariables de sucesión y de semejanza.

La sapiencia a la cual todas las ciencias están
subordinadas, como a su fin último, es según Comte,
la Sociología, la cual debe constituirse como las
demás ciencias positivas, en la misma forma que estas y
concebir los fenómenos sociales como sujetos a leyes
naturales que hagan posible la previsión de los mismos, al
menos dentro de los límites concurrentes con su superior
complejidad. La "Sociología", o "Física Social", es
dividida por Comte en "Estática Social" y "Dinámica
Social, correspondientes a los dos conceptos fundamentales en que
ella se basa, los del orden y el progreso. El adelanto humano se
verifica dentro de un "orden social" que implica un gobierno y
dominio de las pasiones contrarias a la paz y la
cooperación. El desarrollo no hace otra cosa que
perfeccionar las estructuras permanentes de toda sociedad, como
son la religión, la propiedad, la familia, etc.

1.4.2.-Precursores de la Sociología
Jurídica en los siglos XIX:

A.-Karl Marx (1818-1883); El marxismo
aporta una interpretación completamente distinta de los
hechos sociales. Se ha podido decir que Carl Marx fue uno de los
pioneros de la Sociología. El método
"dialéctico" tomado de Hegel (1820-1895), que considera la
síntesis como superadora de la tesis y la
antítesis, permitió a Marx afirmar que "el todo
social es algo muy distinto de la suma de sus partes", lo cual
constituye el principio de toda concepción
sociológica.

Es puntual registrar en el activo de Marx el puesto que
otorga a las oposiciones de clases, como señala George
Gurvitch: "Había poco menos que desconocido. "La historia
de toda sociedad hasta nuestros días es la historia de la
lucha de clases", se lee al comienzo del "Manifiesto del Partido
Comunista" (1848). Aun cuando se piense que Marx exageró
un poco este aspecto de la vida social, debe reconocerse que
aportaba así una concepción dinámica y
dialéctica de la Sociología.

Sentencia Marx que "el modo de producción de la
vida material condiciona, en forma general, el proceso social,
político e intelectual de la vida'' y que así "no
es la conciencia del hombre la que determina la existencia, sino
su existencia social la que determina su conciencia". Se le ha
dado a esta doctrina el nombre de "materialismo
histórico", término que Marx jamás
empleó. Se ha llegado hasta afirmar que, para él,
las ideas y los sentimientos no eran más que una especie
de "epifenómeno'', es decir, de un fenómeno que
estaba sobre la base económica, sin que esas ideas o
sentimientos tuvieran influencia alguna sobre esta última
la cual en realidad de verdad era la que venía a
determinar a aquellos.

Frente a ello Félix Asención acota: "Marx
tomó de Hegel el método didáctico, con la
célebre tríada hegeliana Ser-No Ser-Devenir (triada
ontológica) y las llamadas leyes dialécticas: Ley
de la lucha o de la contradicción; ley del salto o del
cambio de la cantidad en cualidad: y la ley de la
negación, además de aceptar el cambio incesante y
la lucha de clases como motor de la historia y de la
dinámica social".

Sin embargo, Ralf Dahrendorf, enseña: "En primer
lugar, Marx ha reducido todos los conflictos sociales o al menos
los conflictos históricamente importantes, a conflictos de
clases, lo que constituye una simplificación abusiva. La
clase no pasa de ser uno de los grupos de interés que
oponen entre sí a los miembros de una sociedad.

La lucha de clases no es más que uno de los
conflictos de intereses que dividen a la sociedad. Todos los
demás conflictos que agitan a la sociedad no se reducen
necesariamente a la lucha de clases, como ha supuesto Marx, aun
cuando pueda ser así en determinadas
circunstancias.

Marx ha generalizado erróneamente a partir de un
tipo particular de conflicto (la lucha de clases) y a partir de
una situación específica en la que todos los
conflictos sociales se reducen al apuro de clases. El Estado de
la sociedad capitalista de comienzos del siglo XIX parecía
darle la razón. Pero hoy no es ya posible mantener el
mismo error."

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