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La contabilidad financiera y la mejora continua de las instituciones gubernamentales



Partes: 1, 2, 3

  1. Antecedentes de la
    investigación
  2. Teoría de la
    administración
  3. Administración
    científica
  4. Teoría clásica de la
    administración
  5. Teoría de la
    organización
  6. Bases
    teóricas especializadas sobre el
    tema
  7. Referencias
    bibliográficas

Antecedentes de la
investigación

Los antecedentes son los siguientes:

Zavala (2012)[1] identifica que el
problema de su investigación se encuentra en la deficiente
toma de decisiones por falta de información adecuada. Ante
la problemática, se propone la solución a
través de la contabilidad financiera. Este trabajo se ha
orientado a determinar la manera como la contabilidad financiera
genera información razonable que facilita la toma de
decisiones sobre endeudamiento, inversiones, liquidez,
gestión, solvencia y rentabilidad de las empresas del
sector industrial de metalmecánica. El resultado
más importante es que el 96 por ciento de los encuestados
acepta que la contabilidad financiera facilita la toma de
decisiones en las empresas del sector industrial.

Rodríguez (2005)[2] señala
la forma como la contabilidad financiera facilita la
realización de un conjunto de decisiones de
financiamiento, que permiten realizar las inversiones que
necesitan las empresas para desarrollarse en el marco de un
mercado competitivo. Algunos resultados que presenta son los
siguientes: El 93% de las personas que toman decisiones acepta
que las decisiones financieras inciden en el desarrollo de las
industrias; el 95% acepta que las decisiones financieras facilita
la economía, eficiencia y efectividad de las empresas
industriales; y, un 97% acepta que las decisiones financieras se
relacionan con las fuentes de financiamiento, inversiones, tasa
de rentabilidad mínima atractiva, costo promedio ponderado
de capital y otras variables.

Álvarez (2007)[3], resalta los
principios, normas, proceso y procedimientos que aplica la
contabilidad para valuar, registrar y presentar la
información financiera, económica y patrimonial de
las empresas. Los resultados mostrados son los siguientes: el 96%
del personal contable entrevistado acepta que la contabilidad
financiera es una herramienta que facilita la gestión
óptima de las empresas; el 97% acepta que la contabilidad
facilita la planeación empresarial; y, el 94% acepta que
la contabilidad facilita la toma de decisiones
empresariales.

Castillo (2005)[4], describe la forma
como contabilidad financiera aporta para que las decisiones
financieras, en la medida que sean efectivas, contribuyen a la
mejora continua productividad, competitividad y desarrollo de las
empresas del sector comercio, industria y servicios, todo esto en
el marco de la economía social de mercado o de libre
competencia. Algunos resultados son los siguientes: El 87% de los
accionistas acepta que las decisiones financieras efectivas
contribuyen a la efectividad de las industrias peruanas; el 91%
de los trabajadores encuestados acepta que las decisiones
financieras facilita la productividad empresarial; y, el 94%
acepta que las decisiones administrativas, financieras y
operativas facilitan el desarrollo de las industrias
peruanas.

Mendoza (2005)[5], presenta a la
contabilidad financiera como la solución para que las
empresas del sector industrial obtengan eficiencia, eficacia,
economía; productividad, mejoramiento continuo y
competitividad. Algunos resultados obtenidos son los siguientes:
El 89% de los industriales encuestados acepta que la contabilidad
financiera es una herramienta que facilita la competitividad de
las empresas industriales; y, el 96% acepta que la contabilidad
financiera facilita el mejoramiento continuo de las deudas e
inversiones, ventas y costos; ingresos y egresos.

Ángeles (2005)[6], analiza,
sintetiza e interpreta la manera como la información
contenida en la contabilidad financiera facilita la
realización del análisis de la liquidez,
gestión, solvencia y rentabilidad y de esa forma
contribuye a la toma de decisiones financieras efectivas y por
tanto conlleva la mejora continua y competitividad de las
empresas industriales. Algunos resultados obtenidos son los
siguientes: El 90% de los encuestados, entre propietarios,
accionistas, socios y trabajadores, acepta que la contabilidad
financiera proporciona información razonable para el
análisis financiero; el 94% acepta que el análisis
financiero es la base para tomar decisiones empresariales
efectivas y facilitar la mejora continua.

Escobar (2005)[7], analiza la forma como
contabilidad financiera aporta información para las
decisiones financieras de inversión, endeudamiento y
dividendos de la administración financiera empresarial,
facilita el logro de las metas, objetivos y misión
contenida en los planes estratégicos de las empresas
industriales. Algunos resultados obtenidos son los siguientes: El
97% de los trabajadores encuestados acepta que la
administración financiera facilita la toma de decisiones
que conducen a la efectividad de las empresas industriales; y, un
94% acepta que la administración financiera facilita la
productividad, mejora continua y efectividad de las empresas
industriales.

Anson (1994)[8] aborda el estudio de los
estados financieros y su utilidad como fuentes de
información para la valoración de la empresa y la
toma de decisiones. Resalta la importancia de la
información contenida en la contabilidad financiera para
la planeación, toma de decisiones y control empresarial.
El trabajo, está estructurado en cinco partes. en la
primera parte estudia el marco en el que se realiza la
valoración de empresas, a lo largo de dos
capítulos, teniendo el primero como objetivo, analizar las
distintas situaciones en las que se puede hacer necesario valorar
una empresa, y en que medida, condicionan esas situaciones el
proceso a seguir en la valoración, mientras que en el
segundo se estudian los distintos factores, tanto de
carácter externo como interno, que pueden influir en el
valor de la entidad, y por lo tanto, se hace necesario su estudio
como paso previo al inicio del proceso valorativo. La segunda
parte del trabajo se dedica al estudio de los distintos modelos
de valoración, propuestos a lo largo del tiempo,
analizando las ventajas e inconvenientes, que a nuestro modo de
ver reporta su utilización. Se ha dividido esta parte en
dos capítulos, el tres que dedicamos a los modelos
utilizados para valorar participaciones mayoritarias y el cuatro,
a los modelos de valoración de participaciones
minoritarias. En la tercera parte proponemos la forma en que
pueden calcularse las variables que intervienen en los distintos
métodos de valoración, asimismo, planteamos las
principales deficiencias que, como fuentes de información
para la aplicación de los dichos métodos, presentan
los estados financieros elaborados de acuerdo con los principios
de contabilidad generalmente aceptados. Las dos últimas
partes del trabajo están dedicadas a comprobar, mediante
la aplicación de varios estudios empíricos, los
distintos planteamientos teóricos expuestos hasta este
momento. Así, en la cuarta parte, reflejamos los
resultados de una encuesta, realizada a los profesionales
encargados en España de la valoración de empresas,
con el fin de contrastar su opinión sobre la utilidad de
los distintos métodos de valoración propuestos por
la literatura contable, y sobre la capacidad que los estados
financieros tienen como fuentes de información para la
aplicación de dichos métodos. En la quinta parte,
se realiza dos estudios empíricos, con el objetivo de
contrastar el contenido informativo de las cifras contables, en
relación a distintos aspectos que condicionan el valor de
la empresa. En el primero, el objetivo es determinar la capacidad
explicativa de los datos contables, para la determinación
del riesgo de la empresa, aspecto este que va a condicionar los
resultados futuros, y por lo tanto, el valor de la misma. Para
ello, realiza un estudio de la correlación existente entre
las betas de mercado de las acciones de la empresa, como
indicadores de su riesgo, y determinadas variables contables que
a priori consideramos relevantes. El segundo estudio, tiene como
objetivo comprobar la utilidad de las variables contables para la
valoración de las acciones de la empresa, para lo cual,
mediante la aplicación de la metodología de datos
de panel, estudia la asociación entre la cotización
de las acciones en el mercado bursátil y determinadas
variables representativas del patrimonio, los resultados y los
flujos de caja de la empresa.

Jiménez (1993)[9], considera la
calidad como el eje central de la mejora continua, de ahí
la importancia de la aplicación de la política de
la calidad total. En el estudio de esta variable, se destaca la
importancia de la calidad como coste, con el fin de considerarla
como un coste más añadido al resto de los costes
soportados por la empresa. Una vez realizado su estudio, y
distinguiendo entre costes fijos y variables, se modifica el
punto de equilibrio empresarial, como consecuencia de la
implicación de la calidad tanto en los costes como en los
ingresos empresariales. Al mismo tiempo se necesita obtener el
punto óptimo del coste de calidad, de manera que el punto
de equilibrio empresarial en una situación competitiva se
determina donde coincide el punto óptimo y el punto de
equilibrio de la empresa. La calidad se aplica como base a los
procesos productivas y también al proceso contable de la
contabilidad financiera y la contabilidad de gestión. En
la medida que la información financiera y de
gestión sea de calidad, las decisiones también
serán de calidad.

Pereda (2008)[10], destaca la importancia
de la información financiera y económica que
presenta la contabilidad financiera a través de los
estados financieros y que luego de ser analizada e interpretada
facilita la mejora continua de las actividades de
operación, inversiones y financiamiento. El autor enmarca
su trabajo dentro de una descriptiva contable constando de dos
partes: una doctrinal; otra operativa la parte doctrinal
desarrolla íntegramente la teoría de la
consolidación para la obtención de los estados
financieros consolidados de los grupos de sociedades documentada
en bibliografía de los mas ilustres y novísimos
tratadistas sobre esta clase de materia complementándose
con las tendencias legislativas mas actuales de los principales
países de Europa que hacen referencia sus leyes a grupos
de sociedades. La parte operativa describe un ensayo real de
aplicación de la teoría de consolidación al
primer grupo de sociedades en España: el grupo INI que es
además el más representativo de la empresa publica
en España. El trabajo finaliza mediante un análisis
económico financiero de los estados consolidados
elaborados del grupo tratado.

Coronas (2009)[11] resalta la
trascendencia de la contabilidad financiera como instrumento de
información y decisión empresarial. Destaca las
decisiones sobre endeudamiento, inversiones, dividendos,
rentabilidad y riesgo que pueden tomarse sobre base cierta, lo
que resulta de mucha utilidad en el desarrollo empresarial. El
trabajo, a través de siete capítulos se analiza
sucesivamente y en forma coordinada: la toma de decisiones en el
ámbito de la empresa. La información como requisito
previo a la decisión. El análisis teórico
del sistema de información. El análisis de formas
del sistema de información empresarial. Los instrumentos
de información contable. El análisis de medicional
de la información contable. La valoración en el
campo contable y las correspondientes conclusiones. La
contabilidad genera información y actualmente la
información es uno de los activos más relevantes de
las empresas que se tomen las decisiones más
óptimas en un contexto de economía, eficiencia,
efectividad, mejora continua y competitividad.

Hernández (2006)[12], destaca la
relevancia de contar con una herramienta como la contabilidad
financiera en la generación de información
financiera y económica para ser utilizada en la
planeación, organización, dirección,
coordinación, control empresarial y en la mejora continua
institucional. El autor comienza por un análisis
histórico del balance de situación se estudian
luego los aspectos formales de los balances en la contabilidad
convencional clásica matricial funcional y teoría
matemática del balance contable. A continuación se
trata la agregación contable objetiva y objetiva
productiva y deductiva finalmente se hace un estudio del
presupuesto y el balance provisional de los modelos de
optimización presupuestaria en los ámbitos externo
e interno que se aplica a un caso practico y se resuelve por
programación en ordenador. Se trata luego los posibles
casos de optimización presupuestaria en el ámbito
interno en los casos en que haya un único objetivo o
múltiples objetivos con prioridad ordinal o prioridades
subjetivas y objetivos.

Fuentes (2010)[13], el trabajo de
investigación aborda la información contable de las
organizaciones sin fines de lucro, desde la perspectiva de su
análisis y configuración en el marco conceptual,
que se basa en la atención a las necesidades
específicas de los usuarios de los estados financieros de
este tipo de entidades, y en el desarrollo de un itinerario
lógico-deductivo del que se derivan los distintos
componentes del enramado conceptual, de modo que la
información contable elaborada bajo tales planteamientos
ofrezca instrumentos y herramientas de análisis que ayuden
a la toma de decisiones, la rendición de cuentas y el
control en un sector muy significativo de nuestra sociedad. El
enfoque conceptual se contrasta con los desarrollos
prácticos que se han producido en lo que respecta a la
normativa contable en materia de información contable que
se ha dictado para estas organizaciones, en los que no se ha
seguido el referido planteamiento conceptual, y en consecuencia,
no resultan satisfactorios en tanto que no responden a las
peculiaridades del sector y a las necesidades de sus
usuarios.

Teoría de la
administración

ENFOQUE CLASICO DE LA ADMINISTRACION

Interpretando a Chiavenato (2010)[14], al
inicio del siglo XX, dos ingenieros desarrollaron los primeros
trabajos pioneros respecto a la administración. Uno era
americano, Frederick Winlow Taylor, y desarrolló la
llamada escuela de administración científica,
preocupada por aumentar la eficiencia de la industria a
través, inicialmente, de la racionalización del
trabajo operario. El otro era europeo, Henri Fayol, y
desarrolló la llamada teoría clásica
preocupada por aumentar la eficiencia de su empresa a
través de su organización y de la aplicación
de principios generales de la administración con bases
científicas. A pesar de que ellos no se hayan comunicado
entre sí y haya partidos de puntos de vista diferentes y
aun opuestos, lo cierto es que sus ideas constituyen las bases
del llamado enfoque clásico tradicional de la
administración, cuyos postulados dominaron aproximadamente
las cuatro primeras décadas de este siglo el panorama
administrativo de las organizaciones.

Así de un modo general, el enfoque clásico
de la administración puede desdoblarse en dos
orientaciones bastante diferentes y hasta cierto punto opuesta
entre sí, pero que se complementan con relativa
coherencia: 1.- De un lado, la escuela de la
administración científica, desarrollada en los
Estados Unidos, a partir de los trabajos de Taylor. Esa escuela
era formada principalmente por ingenieros, como Frederick Winslow
(1856-1915), Henry Lawrence Gantt (1.861-1931), Frank Bunker
Gilbreth (1868-1924), Harrington Emerson (1853-1931) y otros
Henry Ford (1863-1947), suele ser incluido entre ellos, por haber
aplicado sus principios. La preocupación básica era
aumentar la productividad de la empresa mediante el aumento de la
eficiencia en el nivel operacional, esto es, en el nivel de los
operarios. De allí el énfasis en el análisis
y en la división del trabajo operario, toda vez que las
tareas del cargo y el ocupante constituyen la unidad fundamental
de la organización. En este sentido, el enfoque de la
administración científica es un enfoque de abajo
hacia arriba (del operario hacia el supervisor y gerente) y de
las partes (operarios y sus cargos) para el todo
(organización empresarial). Predominaba la atención
en el trabajo, en los movimientos necesarios para la
ejecución de una tarea, en el tiempo-patrón
determinado para su ejecución: ese cuidado
analítico y detallado permitía la
especialización del operario y la reagrupación de
los movimientos, operaciones, tareas, cargos, etc., que
constituyen la llamada "organización racional del trabajo"
(ORT). Fue además de esto, una corriente de ideas
desarrollada por ingenieros, que buscaban elaborar una verdadera
ingeniería industrial dentro de una concepción
eminentemente pragmática. El énfasis en las tareas
es la principal característica de la administración
científica. 2.-De otro lado, la corriente de los
anatomistas y fisiologistas de la organización,
desarrollada en Francia, con los trabajos pioneros de Fayol. Esa
escuela estaba formada principalmente por ejecutivos de las
empresas de la época. Entre ellos Henri Fayol (1841-1925),
James D. Mooney, Lyndall F. Urwick (n.1891), Luther Gulick y
otros. Esta es la corriente llamada Teoría Clásica.
La preocupación básica era aumentar la eficiencia
de la empresa a través de la forma y disposición de
los órganos componentes de la organización
(departamentos) y de sus interrelaciones estructurales. De
allí el énfasis en la anatomía (estructura)
y en la fisiología (funcionamiento) de la
organización. En este sentido, el enfoque de la corriente
anatómica y fisiologista es un enfoque inverso al de la
administración científica: de arriba hacia abajo
(de la dirección hacia la ejecución) del todo
(organización) hacia sus partes componentes
(departamentos). Predominaba la atención en la estructura
organizacional, con los elementos de la administración,
con los principios generales de la administración, con la
departamentalización. Ese cuidado con la síntesis y
con la visión global permitía una manera mejor de
subdividir la empresa bajo la centralización de un jefe
principal. Fue una corriente eminentemente teórica y
"administrativamente orientada". El énfasis en la
estructura es su principal característica.

Los orígenes del enfoque clásico de la
administración remontan las consecuencias generadas por la
revolución industrial. Podrían resumirse en dos
hechos genéricos: 1.El crecimiento acelerado y
desorganizado de las empresas, que ocasionó una
complejidad creciente en su administración exigió
un enfoque científico purificado que sustituyese el
empirismo y la improvisación hasta entonces dominante. Con
la empresa de dimensiones más amplias surgen las
condiciones iniciales de planeamiento a largo plazo de la
producción, reduciendo la inestabilidad y la
improvisación. 2. La necesidad de aumentar la eficiencia y
la competencia de las organizaciones en el sentido de obtener el
mejor rendimiento posible de sus recursos y hacer frente a la
competencia que se incrementaba entre las empresas. Surge el
sentido de la división del trabajo entre quienes piensan y
quienes ejecutan. Los primeros fijan patrones de
producción, describen los cargos, fijan funciones,
estudian métodos de administración y normas de
trabajo, creando las condiciones económicas y
técnicas para el surgimiento del taylorismo en los Estados
Unidos y fayolismo en Europa. El panorama industrial en el inicio
de este siglo tenía todas las características y
elementos para poder inspirar una ciencia de la
administración: una variedad inmensa de empresas, con
tamaños altamente diferenciados, problemas de bajo
rendimiento de la maquinaria utilizada, desperdicio,
insatisfacción generalizada entre los operarios,
competencia intensa pero con tendencias poco definidas, elevado
volumen de pérdidas cuando las decisiones eran mal
tomadas, etc. Inicialmente los autores clásicos
pretendieron desarrollar una ciencia de la administración
cuyos principios en sustitución a las leyes
científicas, pudiesen ser aplicados para resolver los
problemas de la organización.

Administración
científica

Interpretando a Chiavenato (2010)[15], el
enfoque típico de la escuela de la administración
científica es el énfasis en las tareas. El nombre
administración científica se debe al intento de
aplicar los métodos de la ciencia a los problemas de la
administración, con el fin de alcanzar elevada eficiencia
industrial. Los principales métodos científicos
aplicables a los problemas de la administración son la
observación y la medición. La escuela de la
administración científica fue iniciada en el
comienzo de este siglo por el ingeniero mecánico americano
Frederick W. Taylor, considerado el fundador de la moderna TGA.
La racionalización del trabajo productivo debería
estar acompañada por una estructura general de la empresa
que hiciese coherente la aplicación de sus principios.
Como entre los diferentes métodos e instrumentos
utilizados en cada trabajo hay siempre un método
más rápido y un instrumento más adecuado que
los demás, estos métodos e instrumentos pueden
encontrarse y perfeccionarse mediante un análisis
científico y depurado estudio de tiempos y movimientos, en
lugar de dejarlos a criterio personal de cada operario. Ese
intento de sustituir métodos empíricos y
rudimentarios por los métodos científicos en todos
los oficios recibió el nombre de organización
racional del trabajo (ORT).

Para Taylor, la gerencia adquirió nuevas
atribuciones y responsabilidades descritas por los cuatro
principios siguientes: 1. Principio de planeamiento: sustituir en
el trabajo el criterio individual del operario, la
improvisación y la actuación
empírico-práctica por los métodos basados en
procedimientos científicos. Sustituir la
improvisación por la ciencia, mediante la
planeación del método. 2. Principio de la
preparación/planeación: seleccionar
científicamente a los trabajadores de acuerdo con sus
aptitudes y prepararlos, entrenarlos para producir más y
mejor, de acuerdo con el método planeado. 3. Principio del
control: controlar el trabajo para certificar que el mismo esta
siendo ejecutado de acuerdo con las normas establecidas y
según el plan previsto. 4. Principio de la
ejecución: distribuir distintamente las atribuciones y las
responsabilidades, para que la ejecución del trabajo sea
disciplinada.

Otros principios implícitos de
administración científica según Taylor: 1.
Estudiar el trabajo de los operarios, descomponerlo en sus
movimientos elementales y cronometrarlo para después de un
análisis cuidadoso, eliminar o reducir los movimientos
inútiles y perfeccionar y racionalizar los movimientos
útiles. 2. Estudiar cada trabajo antes de fijar el modo
como deberá ser ejecutado. 3. Seleccionar
científicamente a los trabajadores de acuerdo con las
tareas que le sean atribuidas. 4. Dar a los trabajadores
instrucciones técnicas sobre el modo de trabajar, o sea,
entrenarlos adecuadamente. 5. Separar las funciones de
planeación de las de ejecución, dándoles
atribuciones precisas y delimitadas. 6. Especializar y entrenar a
los trabajadores, tanto en la planeación y control del
trabajo como en su ejecución. 7. Preparar la
producción, o sea, planearla y establecer premios e
incentivos para cuando fueren alcanzados los estándares
establecidos, también como otros premios e incentivos
mayores para cuando los patrones fueren superados. 8.
Estandarizar los utensilios, materiales, maquinaria, equipo,
métodos y procesos de trabajo a ser utilizados. 9. Dividir
proporcionalmente entre la empresa, los accionistas, los
trabajadores y los consumidores las ventajas que resultan del
aumento de la producción proporcionado por la
racionalización. 10. Controlar la ejecución del
trabajo, para mantenerlos en niveles deseados, perfeccionarlo,
corregirlo y premiarlo. 11. Clasificar de forma práctica y
simple los equipos, procesos y materiales a ser empleados o
producidos, de forma que sea fácil su manejo y
uso.

Emerson, buscó simplificar los métodos de
estudios y de trabajo de su maestro (Taylor), creyendo que aun
perjudicando la perfección de la organización,
sería más razonable realizar menores gastos en el
análisis del trabajo. Fue el hombre que popularizó
la administración científica y desarrolló
los primeros trabajos sobre selección y entrenamiento de
los empleados. Los principios de rendimiento pregonados por
Emerson son: 1.Trazar un plan objetivo y bien definido, de
acuerdo con los ideales; 2. Establecer el predominio del sentido
común; 3. Mantener orientación y supervisión
competentes; 4. Mantener disciplina; 5. Mantener honestidad en
los acuerdos, o sea, justicia social en el trabajo; 6. Mantener
registros precisos, inmediatos y adecuados; 7. Fijar
remuneración proporcional al trabajo; 8. Fijar normas
estandarizadas para las condiciones de trabajo; 9. Fijar normas
estandarizadas para el trabajo; 10. Fijar normas estandarizadas
para las operaciones; 11. Establecer instrucciones precisas; 12.
Fijar incentivos eficientes al mayor rendimiento y a la
eficiencia.

Ford, utilizó un sistema de integración
vertical y horizontal, produciendo desde la materia prima inicial
hasta el producto final, además de una cadena de
distribución comercial a través de agencias
propias. Hizo una de las mayores fortunas del mundo gracias al
constante perfeccionamiento de sus métodos, procesos y
productos. A través de la racionalización de la
producción creó la línea de montaje, lo que
le permitió la producción en serie, esto es, el
moderno método que permite fabricar grandes cantidades de
un determinado producto estandarizado. Ford adoptó tres
principios básicos: 1. Principio de
intensificación: consiste en disminuir el tiempo de
producción con el empleo inmediato de los equipos y de la
materia prima y la rápida colocación del producto
en el mercado. 2. Principio de la economicidad: consiste en
reducir al mínimo el volumen de materia prima en
transformación. 3. Principio de la productividad: consiste
en aumentar la capacidad de producción del hombre en el
mismo período (productividad) mediante la
especialización y la línea de montaje. Se
caracteriza por la aceleración de la producción por
medio de un trabajo rítmico, coordinado y
económico. Fue también uno de los primeros hombres
de empresa en utilizar incentivos no salariales para sus
empleados. En el área de mercadeo implantó la
asistencia técnica, el sistema de concesionarios y una
inteligente política de precios.

Taylor adoptó un sistema de control operacional
bastante simple que se basaba no en el desempeño medio
sino en la verificación de las excepciones o desvío
de los patrones normales; todo lo que ocurre dentro de los
patrones normales no deben ocupar demasiada atención del
administrador. Según este principio, las decisiones
más frecuentes deben reducirse a la rutina y delegadas a
los subordinados, dejando los problemas más serios e
importantes para los superiores; este principio es un sistema de
información que presenta sus datos solamente cuando los
resultados, efectivamente verificados en la práctica,
presentan divergencias o se distancian de los resultados
previstos en algún problema. Se fundamenta en informes
condensados y resumidos que muestran apenas los desvíos,
omitiendo los hechos normales, volviéndolos comparativos y
de fácil utilización y
visualización.

La teoría de la administración
científica fue duramente criticada, aunque estas
críticas no les disminuyen el mérito y el
galardón. No obstante, se considera que en esta
época existan una serie de deficiencias en cuanto a: La
mentalidad y los prejuicios tanto de los dirigentes como de los
empleados; Falta de conocimientos sólidos sobre asuntos
administrativos; La precaria experiencia industrial y
empresarial. Todos estos factores no permitieron el adecuado
fundamento para la elaboración de conceptos más
rigurosos y mejor establecidos. Dentro de las principales
críticas efectuadas pueden resumirse así: 1.
Mecanismo de la administración científica: la
administración científica le dio poca
atención al elemento humano, se preocupó
básicamente por las tareas (organización y
ejecución) y a los factores directamente relacionados con
el cargo y función del operario (tiempo y movimiento).
Esta teoría se le conoce con el nombre de "teoría
de la máquina" ya que concibe la organización como
"una distribución rígida y estática de
piezas". 2. Superespecialización del operario: en la
búsqueda de la eficiencia, la administración
científica preconizaba la especialización del
operario a través de la división y de la
subdivisión de toda operación en sus elementos
constitutivos. Estas "formas de organización de tareas no
sólo privan a los trabajadores de satisfacción en
el trabajo, sino lo que es peor, violan la dignidad humana". La
especialización extrema del operario, a través de
la fragmentación de las tareas, convierte en superflua su
calificación, aunque este esquema es responsable de altas
utilidades a corto plazo, con bajo nivel salarial y a costa de
tensiones sociales y sindicales. La proposición de Taylor
de que "la eficiencia administrativa aumenta con la
especialización del trabajo" no encontró amparo en
los resultados de investigaciones posteriores: cualquier momento
en la especialización no redunda necesariamente en un
aumento de la eficiencia". 3. Visión microscópica
del hombre: La administración científica se refiere
al hombre como un empleado tomado individualmente, ignorando que
el trabajador es un ser humano y social valorizando apenas la
fatiga muscular e ignorando un tipo de fatiga más sutil
que la nerviosa. La fatiga era considerada exclusivamente un
fenómeno muscular y fisiológico, estudiado
principalmente a través de los datos estadísticos.
Taylor consideró los recursos humanos y materiales no
tanto recíprocamente ajustables, sino sobre todo, al
hombre trabajando como un apéndice de la maquinaria
industrial. En cuanto a este aspecto fue duramente criticado y
tildado de haber cometido un error como pionero; 4. Ausencia de
comprobación física: la administración
científica es también criticada por el hecho de
pretender elaborar una ciencia sin presentar comprobaciones
científicas de sus proposiciones y principios. El
método utilizado por Taylor es un método
empírico y concreto donde el conocimiento se alcanza por
la evidencia y no por la abstracción: se basa en datos
aislados observables por el analista de tiempos y movimientos; 5.
Enfoque incompleto de la organización: para muchos autores
la administración científica es incompleta, parcial
e inacabada, por restringirse apenas a los aspectos formales de
la organización omitiendo completamente la
organización informal y principalmente, los aspectos
humanos de la organización. También interacciones
entre muchas variables críticas, como el compromiso
personal y la orientación profesional de los miembros de
la organización, el conflicto entre los objetivos
individuales y los objetivos organizacionales, etc.; 6.
Limitación del campo de aplicación: Sus principios
y métodos carecen de una complementación más
amplia, pues Taylor encara el problema de la organización
racional del trabajo, partiendo de un punto limitado y
específico en la empresa, lo cual fatalmente limita y
restringe su enfoque, ya que no considera con mayor detalle los
demás aspectos de la vida de una empresa, tales como los
financieros y comerciales, entre otros; 7. Enfoque prescriptivo y
normativo: La administración científica se
caracteriza por la preocupación en establecer y prescribir
principios normativos que deben ser aplicados como una receta en
determinadas circunstancias, para que el administrador pueda
tener éxito. Busca estandarizar ciertas situaciones para
poder patronizar la manera como deberán ser administradas.
Es un enfoque dirigido a recetas anticipadas, a soluciones
enlatadas y a principios normativos que deben regir el
cómo hacer las cosas dentro de las organizaciones. Esa
perspectiva muestra a la organización cómo
debería funcionar, en lugar de explicar su funcionamiento;
8. Enfoque de sistema cerrado: visualiza las empresas como si
existieran en el vacío, o como si fuesen entidades
autónomas, absolutas y herméticamente cerradas a
cualquier influencia venida de fuera de ellas; se caracteriza por
el hecho de visualizar solamente aquello que sucede dentro de una
organización, sin tener en cuenta el medio ambiente en que
está situada. Es un enfoque de sistema cerrado y su
comportamiento es mecánico, previsible y
determinístico: sus partes funcionan dentro de una
lógica inmodificable. Sin embargo las organizaciones nunca
se comportan como sistemas cerrados y no pueden reducirse a
sólo algunas pocas variables o a algunos aspectos
más importantes.

Teoría
clásica de la administración

Interpretando a Chiavenato (2010)[16], en
1916 en Francia surgió la teoría clásica, la
cual concibe la organización como una estructura. Al igual
que la administración científica su objetivo es la
búsqueda de la eficiencia de las organizaciones. Para
Fayol, los principales aspectos de la teoría son tratados
en: la división del trabajo, autoridad y responsabilidad,
unidad de mando, unidad de dirección,
centralización y jerarquía o cadena
escalar.

Henri Fayol (1841 – 1925) nació en
Constantinopla y falleció en parís, se
gradúa de Ingeniero de Minas a los 19 años, hizo
grandes aportes a los diferentes niveles administrativos,
considerado el padre de la Teoría Clásica de la
Administración la cual nace de la necesidad de encontrar
lineamientos para administrar organizaciones complejas, fue el
primero en sistematizar el comportamiento gerencial, establece
catorce principios de la administración, dividió
las operaciones industriales y comerciales en seis grupos que se
denominaron funciones básicas de la empresa, las cuales
son: i) Funciones Técnicas: Relacionadas con la
producción de bienes o de servicios de la empresa; ii)
Funciones Comerciales: Relacionadas con la compraventa e
intercambio; iii) Funciones Financieras: Relacionadas con la
búsqueda y gerencia de capitales; iv) Funciones de
Seguridad: Relacionadas con la protección y
preservación de los bienes de las personas; v) Funciones
Contables: Relacionadas con los inventarios, registros balances,
costos y estadísticas; vi) Funciones Administrativas:
Relacionadas con la integración de las otras cinco
funciones. Las funciones administrativas coordinan y sincronizan
las demás funciones de la empresa, siempre encima de
ellas.

Argumenta Fayol, que ninguna de las cinco funciones
esenciales precedentes tienen la tarea de formular el programa de
acción general de la empresa, de constituir su cuerpo
social, de coordinar los esfuerzos y de armonizar los actos, esas
atribuciones constituyen otra función, designada
habitualmente con el nombre de administración. Para
aclarar lo que son las funciones administrativas, Fayol define el
acto de administrar como: planear, organizar, dirigir, coordinar
y controlar. Las funciones administrativas engloban los elementos
de la administración: i) Planear: Visualizar el futuro y
trazar el programa de acción; ii) Organizar: Construir
tanto el organismo material como el social de la empresa; iii)
Dirigir: Guiar y orientar al personal; iv) Coordinar: Ligar,
unir, armonizar todos los actos y todos los esfuerzos colectivos;
v) Controlar: Verificar que todo suceda de acuerdo con las reglas
establecidas y las ordenes dadas.

Planificación; Organización;
Dirección; Coordinación y Control; son los
elementos de la administración que constituyen el llamado
proceso administrativo y que son localizables en cualquier
trabajo de administración en cualquier nivel o área
de actividad de la empresa.

Para Fayol, las funciones administrativas difieren
claramente de las otras cinco funciones esenciales. Es necesario
no confundirlas con la dirección, porque dirigir es
conducir la empresa, teniendo en cuenta los fines y buscando
obtener las mayores ventajas posibles de todos los recursos de
que ella dispone, es asegurar la marcha de las seis funciones
esenciales; la administración no es sino una de las seis
funciones, cuyo ritmo es asegurado por la dirección. La
ciencia de la administración, como toda ciencia, se debe
basar en leyes o principios; Fayol adopta la denominación
principio, apartándose de cualquier idea de rigidez, por
cuanto nada hay de rígido o absoluto en materia
administrativa. Tales principios por lo tanto, son maleables y se
adaptan a cualquier circunstancia, tiempo o lugar.

Los principios administrativos de Fayol son los
siguientes: i) División de Trabajo: Cuanto más se
especialicen las personas, con mayor eficiencia
desempeñarán su oficio. Este principio se ve muy
claro en la moderna línea de montaje; ii) Autoridad: Los
gerentes tienen que dar órdenes para que se hagan las
cosas. Si bien la autoridad formal les da el derecho de mandar,
los gerentes no siempre obtendrán obediencia, a menos que
tengan también autoridad personal (Liderazgo); iii)
Disciplina: Los miembros de una organización tienen que
respetar las reglas y convenios que gobiernan la empresa. Esto
será el resultado de un buen liderazgo en todos los
niveles, de acuerdos equitativos (tales disposiciones para
recompensar el rendimiento superior) y sanciones para las
infracciones, aplicadas con justicia; iv) Unidad de
Dirección: Las operaciones que tienen un mismo objetivo
deben ser dirigidas por un solo gerente que use un solo plan; v)
Unidad de Mando: Cada empleado debe recibir instrucciones sobre
una operación particular solamente de una persona; vi)
Subordinación de interés individual al bien
común: En cualquier empresa el interés de los
empleados no debe tener prelación sobre los intereses de
la organización como un todo; vii) Remuneración: La
compensación por el trabajo debe ser equitativa para los
empleados como para los patronos; viii) Centralización:
Fayol creía que los gerentes deben conservar la
responsabilidad final pero también necesitan dar a sus
subalternos autoridad suficiente para que puedan realizar
adecuadamente su oficio, el problema consiste en encontrar el
mejor grado de centralización en cada caso; ix)
Jerarquía: La línea de autoridad en una
organización representada hoy generalmente por cuadros y
líneas de un organigrama pasa en orden de rangos desde la
alta gerencia hasta los niveles más bajos de la empresa;
x) Orden: Los materiales y las personas deben estar en el lugar
adecuado en el momento adecuado. En particular, cada individuo
debe ocupar el cargo o posición más adecuados para
él; xi) Equidad: Los administradores deben ser amistosos y
equitativos con sus subalternos; xii) Estabilidad del personal:
Una alta tasa de rotación del personal no es conveniente
para el eficiente funcionamiento de una organización;
xiii) Iniciativa: Debe darse a los subalternos libertad para
concebir y llevar a cabo sus planes, aún cuando a veces se
comentan errores; xiv) Espíritu de equipo: Promover el
espíritu de equipo dará a la organización un
sentido de unidad. Fayol recomendaba por ejemplo, el empleo de la
comunicación verbal en lugar de la comunicación
formal por escrito, siempre que fuera posible.

Teoría de la
organización

Interpretando a Chiavenato (2010)[17],
todos los autores de la teoría clásica afirman
unánimemente que se debe estudiar y tratar la
organización y la administración
científicamente, sustituyendo el empirismo y la
improvisación por técnicas científicas. Se
pretende elaborar una ciencia de la administración. Fayol
ya afirmaba la necesidad de una enseñanza organizada y
metódica de la administración, de carácter
general para formar mejores administradores, a partir de sus
aptitudes y cualidades personales. En su época, esa idea
era una novedad, su posición era la de que siendo la
administración una ciencia como las demás, su
enseñanza en las escuelas y universidades era plenamente
posible y necesaria. La teoría clásica concibe la
organización como una estructura. La manera de concebir la
estructura organizacional está bastante influenciada por
las concepciones antiguas de organización (como la
organización militar y la eclesiástica)
tradicionales, rígidas y jerarquizadas. Para Fayol, la
organización abarca solamente el establecimiento de la
estructura y de la forma, siendo por lo tanto, estática y
limitada. Para Mooney, "la organización es la forma de
toda asociación humana para la realización de un
fin común. La técnica de la organización
puede ser descrita como la técnica de correlacionar
actividades específicas o funciones en un todo
coordinado". Para Mooney, como para Fayol y Urwick, la
organización militar es el modelo del comportamiento
administrativo. Así la preocupación por la
estructura y la forma de la organización marca la esencia
de la teoría clásica.

Urwick desdobla los elementos de la
administración en siete funciones: Investigación;
Previsión; Planeamiento; Organización;
Coordinación; Mando; Control. Estos elementos o funciones
constituyen la base de una buena organización, toda vez
que una empresa no puede desarrollarse en torno a personas, sino
a su organización.

Partes: 1, 2, 3

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