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Globalización y pobreza



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Reflexiones sobre la
    globalización
  3. El
    entorno internacional
  4. Globalización y
    conocimiento
  5. Universidad y
    globalización
  6. El
    mundo de la pobreza
  7. Conclusiones
  8. Recomendaciones

Introducción

La globalización se ha convertido en tema
obligado de análisis y discusión, tanto en los
foros políticos y empresariales como en el ámbito
académico. Pese a ser tan difundido el concepto, no existe
consenso sobre los alcances que ha tenido el proceso globalizador
a escala planetaria, sino que más bien se presenta una
verdadera confrontación de ideas, unas tratando de
justificar el statu quo internacional, bajo el supuesto de que
todos los países tienen las mismas oportunidades, al
tiempo que otras rechazan cualquier posibilidad de
inserción ventajosa en la actual división
internacional del trabajo.

La globalización se ha convertido en una especie
de pretexto para justificar las desigualdades entre los
diferentes grupos de países dentro de la actual
división internacional del trabajo y, si bien es cierto
que los cambios tecnológicos ocurridos en las
últimas décadas ofrecen nuevas oportunidades de
mejorar la situación de las naciones atrasadas en el
contexto internacional, ésta tiende a depender cada vez
más de la estrategia transnacional de acumulación a
escala mundial.

Por otro lado, se tiene que la pobreza es tan antigua
como el género humano; es el polo opuesto de la riqueza. A
lo largo de la historia la confrontación de intereses
entre pobres y ricos ha provocado toda clase de acontecimientos
que, pese a los avances en favor de los menos favorecidos, no han
logrado modificar sustancialmente la situación de
desigualdad en que vive la mayor parte de la población
mundial.

La relación entre globalización y pobreza,
tomada como punto de partida para el análisis de la
problemática socioeconómica a escala mundial,
permite comprender mejor las grandes contradicciones por las que
atraviesa la etapa actual del modelo de desarrollo
económico y social, sustentado en el mercado como
único regulador de las relaciones de
producción.

Una de estas contradicciones es que pese a los
impresionantes avances en el campo científico y
tecnológico, sus beneficios son para una pequeña
parte de la población, residente en los países
más desarrollados, al tiempo que por lo menos la cuarta
parte de la humanidad sobrevive en condiciones de pobreza y
miseria.

El presente trabajo se plantea algunas ideas, con el
ánimo no tanto de dar respuestas acabadas, sino más
bien despertar el interés sobre el tema y promover el
debate correspondiente.

CAPÍTULO I

Reflexiones sobre la
globalización

1.1. Definiendo la
Globalización

Existen múltiples interpretaciones
del concepto "globalización", todas ellas enmarcadas
dentro de parámetros ideológicos y
políticos, unos más o menos rígidos, otros
más o menos eclécticos. En si la
Globalización es la causa de la integración de las
diversas sociedades internacionales en un único mercado
capitalista mundial. Existen rasgos comunes a todas las
interpretaciones, existen factores y actores que intervienen en
el proceso del desarrollo mundial, siendo estos de índole
económica, social, política, ambiental, cultural,
geográfica, etc.

1.1.1. Los defensores de la
Globalización

Los defensores de la globalización
desarrollaron una serie de argumentos que están a favor de
que ésta no es mas que la profundización de la
interdependencia económica, cultural y política de
todos los países del mundo. El incremento inusitado del
comercio mundial de bienes y servicios, así como del flujo
de capitales, gracias, al avance de los medios de transporte,
así como al uso de las nuevas tecnologías de
información y comunicación son unos de estos
argumentos los que han hecho posible una mayor integración
de los países, mediante el uso de recursos apoyados en las
tecnologías satelitales y, especialmente, de la Internet,
la red de redes mundial. Han sido de tal importancia que algunos
autores coinciden con que han provocado el surgimiento de una
especie de "nuevo continente sin tierra", en el cual las
fronteras convencionales prácticamente desaparecen, dando
lugar a la aparición de una "nueva
economía".

Para los defensores de la
globalización ésta se presenta como un
fenómeno históricamente irreversible, al cual deben
sumarse todos los países, si no quieren perder el tren del
desarrollo. El único bien que le quedara a un
países será su población con sus capacidades
y destrezas. Por lo que "la principal misión
política de una nación consistirá en
manejarse con las fuerzas centrífugas de la
economía mundial que romperán las ataduras que
mantienen unidos a los ciudadanos concediendo cada vez más
prosperidad a los más capacitados y diestros, mientras los
menos competentes quedarán relegados a un más bajo
nivel de vida"(REICH, 1993: 13). Para quien en el futuro "no
existirán productos ni tecnologías nacionales, ni
siquiera industrias nacionales.

Soros considera que "el sistema capitalista
puede compararse con un imperio cuya cobertura es más
global que la de cualquier imperio anterior. Gobierna toda una
civilización y, como en otros imperios, quienes
están por fuera de sus murallas son considerados
bárbaros. Este imperio es casi invisible, pues carece de
una estructura formal, y la mayoría de sus súbditos
supuestamente "no saben que están sometidos a él",
aunque su poder hace que quienes le pertenecen no puedan
fácilmente abandonarlo. (SOROS, 1999:135)

Para Nayyar la mundialización "puede
entenderse simplemente como la organización y la
expansión de las actividades económicas a
través de las fronteras nacionales como un proceso
relacionado con una creciente apertura económica, una
creciente interdependencia económica y una mayor
integración económica de la economía
mundial"(NAYYAR, 2000: 7).

Mario Vargas Llosa, quien considera que
lejos de destruir las culturas nacionales, la
globalización genera oportunidades para su desarrollo e
internacionalización. Donde una de las grandes ventajas de
la globalización, es que ella logra extender de manera
radical las posibilidades de que cada ciudadano de este planeta
interconectado -la patria de todos- construya su propia identidad
cultural, de acuerdo a sus preferencias y motivaciones
íntimas y mediante acciones voluntariamente decididas.
Desde un punto de vista cultural.

La globalización se presenta como el
proceso en el cual se da una integración y
complementariedad de los aspectos financiero, comercial,
productivo y tecnológico, nunca antes visto. Esto produce
la sensación de que "la economía mundial ya no es
una sumatoria de economías nacionales, sino una gran red
de relaciones con una dinámica autónoma"(WOLOVICK,
1993).

Las estadísticas aparentemente
también corroboran la validez del argumento en favor de la
globalización. De acuerdo con la OMC, entre 1948 y 1998 el
comercio mundial de mercancías se multiplicó por 18
veces, a un promedio del 6% anual, especialmente las
exportaciones de manufacturas que aumentaron en 43 veces. La
producción mundial de las mismas se multiplicó por
8 veces, a un promedio anual del 4,2%.

Para los defensores del libre comercio este
trae beneficios a los países menos desarrollados, pues al
aumentar las importaciones se obliga a las empresas nacionales a
disciplinarse "forzándolas a ajustar los precios a los
costos marginales y reduciendo así las distorsiones
creadas por el poder monopolístico". Al mismo tiempo "la
liberalización comercial puede incrementar permanentemente
la productividad las empresas pues éstas obtienen bienes
capital modernos e insumos intermedios de alta calidad a precios
más bajos" y finalmente "la productividad de las empresas
aumenta cuando éstas entran en contacto con clientes
internacionales exigentes y con las "prácticas
óptimas" de sus competidores externos. Además, las
empresas nacionales pueden beneficiarse si tienen la oportunidad
de rediseñar los productos de empresas
extranjeras.

1.1.2. Los detractores de la
Globalización

Para algunos de los que están en contra de la
globalización como criterio para definir la etapa actual
del desarrollo mundial, ésta no es más que una
nueva forma de colonialismo, puesto que en el fondo lo que se ha
hecho es reemplazar viejas formas de sometimiento, por otras
más sofisticadas, impidiendo superar la
distribución desigual del poder y la riqueza en el
mundo.

Según el SELA, la globalización se
presenta como una ideología que "enaltece el
fundamentalismo del mercado, exalta la libertad de comercio,
impulsa el flujo libre de los factores de la
producción.

Desde la orilla de la sociología se critica el
enfoque reduccionista de la globalización a tan solo los
fenómenos económicos y tecnológicos, en el
cual no se tiene en cuenta el papel de los actores
sociales.(MATO, 2001).

Otro crítico de la globalización afirma
que "más que un término (la Globalización),
es una obscura mancha que se viene extendiendo al interior de la
economía mundial y comienza a dominar el escenario y
éste es el espacio productivo ganado por la gran
corporación. (GARCÍA M, 2001)

Para Samir Amín, uno de los más radicales
críticos del capitalismo en general, y del capitalismo
global, en particular, "el capitalismo real es necesariamente
polarizador a escala global, y el desarrollo desigual que genera
se ha convertido en la contradicción más violenta y
creciente que no puede ser superada según la lógica
del capitalismo"(AMIN, 2001).

En general, las fuerzas políticas que lideran los
cambios mundiales en la actualidad cuestionan seriamente los
alcances del enfoque neolibeal, sustento teórico de la
globalización, en la solución de los problemas que
aquejan a la humanidad.

Las posiciones antiglobalización se manifiestan
no solo en los escritos, sino que también se han traducido
en acciones concretas de protesta calle- jera, y no precisamente
en los países en desarrollo, sino en el mismo
corazón del capital financiero, como han sido los casos de
Seattle en Esta- dos Unidos y de varias ciudades
europeas.

1.1.3. La nueva vieja
Globalización

Para una serie de autores el
fenómeno de la globalización no es algo nuevo y a
lo largo de la historia se han dado momentos de mayor o menor
globalización, desde la época del Renacimiento. De
esta manera, todo parece indicar que el fenómeno de la
globalización tiene sus raíces en los comienzos
mismos del sistema capitalista; no obstante, sus
características en la actualidad son cualitativamente
distintas a las observadas antes de la segunda guerra mundial en
el siglo XX, así su esencia en principio siga siendo el
expansionismo, el sometimiento y la
explotación.

1.2. La Realidad de la
Globalización

1.2.1.
Reconceptualización

Globalización no es lo mismo que
homogeneización. Al tiempo que operan tendencias hacia la
integración de las economías mundiales, a la
destrucción de las fronteras económicas nacionales,
a la conformación de un mercado mundial y de una "aldea
global", también se consolidan procesos de
conformación de megabloques comerciales de carácter
regional y se profundizan las desigualdades entre un
puñado de superpotencias tecnológicamente
más desarrolladas y el resto de países del
mundo.

De hecho, el enfoque de la llamada globalización
no es más que el pretexto para justificar la
expansión planetaria del capital transnacional, sobre la
base de una nueva división internacional del trabajo, en
la cual la vieja especialización de los países en
la producción completa de bienes similares, es reemplazada
por la especialización en la producción de partes y
componentes que son utilizados para el ensamblaje final del
producto en un tercer país.

Para entender mejor hasta donde la globalización
integra o desintegra a los diferentes grupos de países en
el contexto mundial de la economía, es necesario examinar
con detenimiento la situación de la división
internacional del trabajo en la actualidad.

1.2.2. La Nueva División Internacional del
Trabajo

Lo que se desprende del análisis de las
tendencias mundiales de la producción, la
inversión, el comercio, el flujo de capitales y de
información, es que nos encontramos frente a una mayor
profundización de la división internacional del
trabajo, con nuevas formas de integración interregional e
intra-regional, intersectorial e intra-sectorial. Las formas
más avanzadas de integración se dan al interior de
la Unión Europea, y en menor medida dentro del Nafta y en
el bloque asiático. Estos procesos son liderados tanto por
los gobiernos como por las empresas. En cuanto a los flujos
intra- sectoriales, según Petit y Soete, estos son de dos
tipos: "aquellos que son el resultado de la diferenciación
de los productos (una creciente mezcla internacional de marcas) y
aquellos que parten de una especialización cualitativa
entre los países asociados para la producción de un
determina- do producto".

De acuerdo con Di Filippo, en la actualidad "el comercio
intersectorial de manufacturas por productos primarios ya no
define esencialmente el relacionamiento económico entre
centros y periferias.

En realidad, esta tendencia se da fundamentalmente al
interior de la división transnacional del trabajo y no en
la estructura de los inter- cambios comerciales de los
países menos desarrollados, los cuales, en su gran
mayoría, continúan dependiendo de la
exportación de bienes primarios para poder tener presencia
en los mercados internacionales, en condiciones
desventajosas.

Más allá de los cambios cuantitativos en
la estructura de la economía mundial, lo que realmente
caracteriza a la actual etapa del desarrollo son los cambios
cualitativos, iniciados a partir de la década del
cincuenta, más conocida como la época dorada, en el
siglo XX. Es allí donde se origina la fuente principal de
supremacía de las economías más
desarrolladas sobre el resto del mundo. Por eso la principal
ventaja de esas economías se ubica en el campo del
conocimiento, materializado en los más importantes
adelantos tecnológicos del momento y en el alto valor
agregado tecnológico contenido en los bienes y servicios
que producen y comercian.

De otro lado, al tiempo que avanza el proceso de
concentración del cono- cimiento y del capital mundiales
en un puñado de potencias, en los países,
especialmente en los menos desarrollados, se reproduce
constantemente la economía informal, ante la incapacidad
de la economía convencional de generar los puestos de
trabajo necesarios. Cientos de miles de personas, carentes de
garantías laborales, con ingresos mínimos e
integrados indirectamente al capital transnacional y a la llamada
economía subterránea, sobreviven en la jungla del
capitalismo salvaje. A estos grupos socia- les la
globalización les llega por la puerta de atrás, a
través de los representantes de las
compañías extranjeras y de toda una
constelación de distribuidores que tienen en los
informales una fuente inagotable de fuerza de trabajo
supremamente barata.

1.2.3 El Estadonación frente a la
Globalización

Una de las implicaciones de la profundización de
la división internacional del trabajo, sustento material
de la globalización, es la pérdida relativa de
autonomía de los Estados nacionales en el manejo los
grandes problemas económicos, políticos,
ambientales, entre otros. Precisamente, la globalización
de los grandes problemas como los conflictos regionales por la
delimitación de las fronteras geopolíticas, o por
el control de los recursos naturales y los mercados; la creciente
contaminación del medio ambiente y sus secuelas como la
destrucción de la capa de ozono y el consecuente cambio
climático; la propagación de enfermedades como el
Sida; el re- surgir del terrorismo mundial; el desborde del
sistema financiero, imposible de controlar por un solo
país; el control del enorme potencial nuclear, que amenaza
con desaparecer al planeta; el problema del narcotráfico
mundial; el problema de la pobreza extrema y tantos otros, han
hecho necesaria la creación de organizaciones de
carácter transnacional, tales como las Naciones Unidas, la
Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial y un sinnúmero de ONGs,
como Amnistía Internacional, Greenpeace, etc.

1.3. Los Países en Desarrollo frente
a la Globalización

1.3.1. Características de la Actual
Inserción

Uno de los rasgos característicos de la actual
división internacional de trabajo es que a medida que los
países menos desarrollados se insertan en el torrente de
los flujos financieros, mercantiles y de conocimiento a escala
mundial, sus economías se vuelven cada vez más
vulnerables.

Esto se debe entre otros factores a las
"asimetrías básicas en las estructuras financieras
y en el funcionamiento macroeconómico, en particular en la
profundidad del desarrollo financiero y en el grado de
autonomía macroeconómica de los
países.

Las posibles oportunidades que ofrece la
globalización a los países menos desarrollados se
ven truncadas por "el carácter incompleto y
asimétrico del actual proceso de liberalización de
los mercados", lo cual obedece a que "los países
industrializados mantienen una alta protección a los
productos agrícolas y a los bienes industriales intensivos
en mano de obra y, especialmente, en que no existe libertad para
la movilidad de mano de obra, especialmente de mano de obra no
calificada.

Si bien es cierto que esquema de inserción
utiliza algunos insumos y recursos locales, el valor agregado
doméstico es mínimo y el proceso
tecnológico, así como los mercados son controlados
por las empresas extranjeras. De esta manera, los sectores claves
de la industria local se desarrollan no de acuerdo con las
necesidades de cada país o región en desarrollo,
sino en concordancia con la estrategia global del capital
transnacional.

1.3.2. La respuesta Regional y
Local

Los partidarios de la globalización
ven como única alternativa al lento crecimiento en los
países en desarrollo la apertura a la competencia externa,
no sin antes introducir ajustes económicos y sociales de
carácter regresivo, incluyendo el desmantelamiento del
sector estatal de la economía y el recorte en importantes
renglones del gasto social.

Como lo demuestra la experiencia, ni la
apertura indiscriminada a los mercados externos, ni el
proteccionismo incondicional de las economías nacionales
permiten alcanzar mayor competitividad con bienestar social. Las
nuevas tecnologías de información y
comunicación ofrecen oportunidades de inserción
comparativa- mente más ventajosa que antes.

Igualmente hay que desactivar la
corrupción que impide al Estado cumplir con su papel
regulador, evitando que la "racionalidad" del mercado profundice
las desigualdades sociales. En última instancia, solo el
esfuerzo mancomunado de los países menos desarrollados,
sobre la base de movilizar todo su potencial
socioeconómico y político, puede contribuir a
modificar su situación en la actual división
internacional del trabajo.

La respuesta regional y local

El debate sobre el papel de lo local y lo
regional frente al avance incontenible de la globalización
no es nuevo y en nuestro medio son ya conocidos los diferentes
enfoques que, de una u otra forma, tratan de explicar la
situación des- igual de nuestros países en la
división internacional del trabajo, como es el caso de la
teoría de la dependencia.

Sin embargo, tanto los enfoques excluyentes
frente al problema de la asimetría en las relaciones con
las superpotencias mundiales, como los procesos prácticos
de integración, no han hecho más que corroborar una
realidad: la integración de las economías
débiles al mecanismo de reproducción ampliada del
capital transnacional, por la vía del intercambio de
bienes primarios y fuerza de trabajo baratos por bienes
manufacturados con alto contenido tecnológico, se ha
traducido en un mayor fortalecimiento de los factores que
condicionan inexorablemente cualquier avance en las fuerzas
productivas, entre ellas las nuevas tecnologías, a la
estrategia global del mismo.

CAPÍTULO II

El entorno
internacional

2.1. Particularidades de la actual
división internacional del trabajo

2.1.1. Antecedentes

La iniciación de pequeñas naciones al
sistema productivo y transformación económica se
llevó a cabo a finales del siglo XIX tomaron la delantera
en su especialización como productores de bienes
manufacturados, al tiempo que la mayor parte del mundo
debió conformarse con su papel de abastecedores de bienes
primarios de origen agropecuario y minero.

Se definieron luego dos polos opuestos. Por un lado el
mundo desarrollado, conformado por un puñado de potencias
industrializadas, lideradas por los Estados Unidos, Inglaterra y
Alemania y por el otro, el resto de naciones, parte de las cuales
apenas empezaba a participar en calidad de países
independientes, mientras que las restantes continuaban siendo
sometidas al yugo colonial del primer grupo.

Tras la segunda guerra mundial el mundo se
dividió en dos grandes campos: el socialista y el
capitalista, con sus dos superpotencias: los Estados Unidos y la
Unión Soviética. Se inicia una congestionada lucha
entre los dos súper bloques por la hegemonía
económica, política y militar en el mundo,
más conocida como la época de la "guerra
fría".

A finales de la década del ochenta del siglo XX
el mundo presenciaba estupefacto cómo empezaba a
desmoronarse el sistema socialista con la caída del muro
de Berlín, símbolo del otrora poderoso bloque. Lo
que siguió después fue una reacción en
cadena que culminó con la desaparición de la
Unión Soviética, bastión del Socialismo a
escala mundial.

Con la desaparición del bloque socialista, la
superioridad absoluta en la división internacional del
trabajo de nuevo retornó al pequeño grupo de
países capitalistas desarrollados, los cuales se disputan,
como antes, los mercados y las fuentes de materias primas en el
resto del mundo. No obstante, los cambios ocurridos en las
últimas décadas en la estructura económica
mundial, han modificado, si no sustancialmente, por lo menos las
formas en que intervienen los diferentes países y regiones
en la especialización productiva, los flujos comerciales,
financieras y tecnológicas, dentro de la actual
división internacional del trabajo.

2.2. La revolución
tecnológica

La actual división del trabajo se caracteriza por
depender cada vez más de los avances tecnológicos
en el campo de la biotecnología, la genética, la
electrónica, la informática, las comunicaciones, y
otros campos del saber.

A lo largo de la historia las innovaciones
tecnológicas han provocado cambios cualitativos de gran
envergadura en la estructura socioeconómica de los
países. Muy diferente ha sido el mundo después de
la Revolución Industrial del siglo XVIII en Inglaterra,
gracias a la permanente innovación tecnológica; al
punto que ésta última se constituye en
condición indispensable para el progreso económico
y social. No obstante, no todos los países se han
beneficiado por igual de los adelantos tecnológicos, pues
estos últimos han contribuido a profundizar las
desigualdades entre las naciones; a intensificar el desarrollo
desigual de la economía a escala mundial; a aumentar la
brecha entre países ricos y pobres. Es más, la
lucha entre las potencias industrializadas por el control de las
fuentes de materias primas y de los mercados, ha tenido en las
innovaciones tecnológicas una de sus principales armas,
utilizadas muchas veces con fines destructivos, como es el caso
de las guerras mundiales y regionales, o del deterioro del medio
ambiente. Esta enorme capacidad de autodestrucción tiende
a sofisticarse cada vez más.

Los avances tecnológicos de las últimas
décadas han producido una verdadera revolución en
los campos de la producción, la prestación de
servicios, la educación, las comunicaciones y las
relaciones interpersonales, así como también en la
forma como se organizan y dirigen los procesos.

La introducción de nuevas tecnologías
permite el diseño de nuevos productos y procesos,
reduciendo la cantidad de componentes electromecánicos;
suprimiendo algunas etapas de la transformación;
disminuyendo costos laborales, el tiempo de utilización de
la maquinaria y economizando materiales.

Un fenómeno asociado al avance tecnológico
es la creciente economía de energía. En el mundo
cada vez se produce más con menos energía.
Después de la crisis del petróleo en 1974, los
países desarrollados, mediante la conservación y la
eficiencia, lograron reducir el consumo de energía en un
veinte por ciento, equivalente a mil millones de toneladas de
petróleo al año, igual a la producción total
de Estados Unidos y Europa Occidental.

La nueva tendencia a la reducción del consumo de
energía en general y de energía tradicional, en
particular, está reforzada por el uso de nuevas fuentes
como la energía nuclear y la fotovoltaica (solar). Esta
última puede llegar a ser la fuente más importante
de energía en el siglo XXI.

Otro campo donde ha tenido lugar una verdadera
revolución tecnológica es el de las comunicaciones.
Los canales de transmisión de información se han
perfeccionado gracias a los avances de la telemática, a la
aparición de las llamadas autopistas de la
información, que facilitan cada vez más el acceso
al conocimiento, no importa donde se encuentre: en bibliotecas
famosas, en los bancos de datos de importantes centros de
investigación, en los grandes museos o en los archivos
personales de los usuarios del sistema.

El mundo de los negocios tiende a integrarse en forma
acelerada al ciberespacio, donde los conceptos de tiempo y
espacio se han modificado radicalmente, haciendo más
ágil la comunicación entre los
participantes.

El comercio, la banca, los servicios y el
entretenimiento tienden a virtual izarse a través de
Internet en forma relativamente acelerada Se habla de una nueva
economía, de la economía digital, o la
cibereconomía. El pasó de la economía
tangible a la "economía intangible", ha modificado
radicalmente la tradicional forma de hacer negocios,
constituyéndose en uno de los principales soportes del
auge económico de los Estados Unidos en los últimos
años, así como el indicado para el aumento de la
productividad en ese país.

La revolución tecnológica en las
comunicaciones está cambiando el concepto de trabajo en la
oficina por el nuevo concepto de trabajo a distancia o
teletrabajo, a través de la Red Digital de Servicios
Integrados (RDSI) que permite conectar a los empleados con su
empresa desde su domicilio. el impacto del cambio
tecnológico en el mercado laboral.

Al tiempo que aumenta el desempleo en los sectores
tradicionales de la economía que han sido sometidos a
reestructuraciones técnicas, se incrementa la oferta de
nuevos empleos en actividades asociadas con las nuevas
tecnologías. Los empleos del futuro estarán ligados
a conceptos como organizar y gerenciar, aconsejar y asesorar,
investigar y desarrollar, educar y concientizar, proteger el
medio ambiente y aplicar eficientemente las normas del derecho.
La fuerza de trabajo del futuro será altamente
calificada.

2.3. La estructura económica
mundial

2.3.1. Producción

La estructura mundial se caracteriza por la desigualdad,
el desarrollo desigual entre dos polos opuestos: los
países más desarrollados y las naciones en
desarrollo. Algunos enfoques, como el del Fondo Monetario
Internacional, le auguran a las naciones en desarrollo un mayor
protagonismo en el contexto económico mundial.

Partiendo del supuesto que cuando en los países
en desarrollo se utilizan tipos de cambio para convertir el PIB
en moneda local a dólares, se subestima el valor de su
producción en comparación con la de los
países ricos, el FMI adoptó las llamadas paridades
de poder adquisitivo (PPA), las cuales tienen en cuenta las
diferencias en los niveles de precios al convertir el PIB a
dólares. para el año 2020 de las 15 principales
economías, nueve corresponderán a los que hoy en
día se denominan países en desarrollo, incluidos
China, India, Taiwán, Brasil, México y
Rusia.

2.3.2. Comercio

En el comercio internacional es tal vez donde con mayor
transparencia se reflejan los cambios experimentados en la
estructura económica de los países. En un escenario
de mayor transnacionalización del proceso productivo y
profundización de la división internacional del
trabajo, el comercio intra-industrial ha venido ganando cada vez
mayor terreno, bajo el comando de las corporaciones
transnacionales. Como en el caso de la producción, la
mayor participación en el comercio mundial corresponde a
los países más desarrollados.

El principal componente de las exportaciones mundiales
son manufacturas. La mayor participación en las
exportaciones manufactureras corresponde a los países
desarrollados. Pero más que cuantitativas, las diferencias
entre el grupo de los más desarrollados y las naciones en
desarrollo son de tipo cualitativo; no sólo porque los
primeros dominan el mercado de productos químicos,
maquinaria y transporte, manufacturas de metal, equipos
electrónicos y otras manufacturas, sino porque
además el valor agregado tecnológico involucrado en
las mercancías exportadas por los primeros es muy superior
a su similar de los países atrasados.

2.3.3. Servicios

Una de las tendencias del comercio mundial en la
actualidad es la creciente participación de los servicios,
entre los que se destacan aquellos que incorporan un mayor
componente tecnológico como las telecomunicaciones, los
seguros, la banca, servicios al inversionista,
construcción e ingeniería, consultorías,
procesamiento y reparación, publicidad y
mercadeo.

Estos servicios son los de mayor impacto en la
economía y en su mayor parte son insumos intermedios.
Además, muchos de estos servicios circulan al interior de
las empresas transnacionales a través del comercio
intrafirma, asegurándoles una mayor ventaja competitiva.
El acceso a los servicios modernos es una condición
indispensable para competir en el campo internacional.

Con el monopolio de los países desarrollados
sobre el comercio de los servicios y las restricciones que sobre
el mismo tratan de imponer, la situación de los
países en desarrollo dentro del contexto internacional,
por este concepto, tiende a empeorar.

2.3.4. Orientación
geográfica

La mayor parte del comercio mundial se realiza entre el
grupo de países más desarrollados y una clara
tendencia es el fortalecimiento de los flujos de
mercancías al interior de los mismos, a diferencia de los
países en desarrollo que destinan la mayor parte de sus
exportaciones a los mercados de las naciones desarrolladas,
aunque se observa una tendencia hacia el fortalecimiento de los
intercambios entre los mismos, en gran parte debido a la
creciente importancia de los mercados de Asia meridional y
Oriental.

2.3.5. Flujo de capitales

Uno de los indicadores de la grieta que separa a la
mayoría de las naciones del planeta del pequeño
grupo de países desarrollados, es la desigual
distribución de los recursos financieros. La
exportación de capitales por parte de las potencias
financieras es uno de los principales instrumentos de
sometimiento económico, político, militar e
ideológico de los países pobres. Además, la
especulación financiera internacional se constituye en un
factor de permanente perturbación de la economía
mundial.

La IED (los flujos totales de inversión
extranjera directa) desempeña un papel decisivo en la
orientación estructural de las economías en
desarrollo.

Dependiendo de la capacidad de asimilación de las
nuevas tecnologías transferidas por las empresas
transnacionales, los países en desarrollo pueden superar
la primera etapa de industrialización sustitutiva (durante
la cual se desarrolla fundamentalmente la industria liviana y las
inversiones extranjeras se orientan más a la
explotación de los recursos naturales y de mano de obra
barata), pasar a la segunda(durante la cual se da un uso
más intensivo de capital y la industria se orienta
más a la producción de bienes de consumo duradero y
bienes intermedios, en un comienzo para satisfacer la demanda
interna y posteriormente, para vender en los mercados externos) y
con mucha dificultad llegar a la tercera, caracterizada por la
innovación tecnológica y a la cual pocos
países en desarrollo han ingresado.

En esta última etapa, como anota Mortimore, "la
tecnología se convierte en el elemento primordial de la
capacidad competitiva de los bienes de capital (máquinas
herramientas) y de las actividades con uso intensivo de
investigación y desarrollo tecnológico (como la
fabricación de computadores y semiconductores)"

El elemento operacional de este esquema, según el
autor, "es el proceso de aprendizaje asociado con el desarrollo
tecnológico, que comienza con la transferencia de la
tecnología extranjera original y pasa por etapas de
asimilación, absorción, adaptación,
institucionalización, generación e
innovación, hasta que la tecnología original (o una
versión mejorada de ésta) es nuevamente
transferida, esta vez por el país receptor, hacia una
economía de menor adelanto tecnológico relativo".
Varios países en desarrollo, especialmente los
recientemente industrializados del Sudeste Asiático, han
mostrado bastante eficiencia en dicho proceso.

El elemento más parasitario del capital
extranjero es el capital de préstamo que ha convertido en
deudores crónicos a muchos países del
planeta.

Los países más endeudados, esta tiende a
aumentar sus efectos desequilibrantes y por tanto continúa
siendo uno de los principales factores que impiden una mejor
posición de estos en la actual división
internacional del trabajo, pues parte importante de los recursos
que deberían invertirse en la transformación de sus
economías, deben destinarse al servicio de la deuda,
especialmente al pago de intereses. Pero el problema de la deuda
externa implica no sólo hipotecar el desarrollo de los
países atrasados, sino además perder parte de la de
por sí menguada soberanía. Las famosas
"recomendaciones" del Fondo Monetario Internacional y del Banco
Mundial, no son otras cosas que la permanente injerencia de las
potencias industrializadas en el manejo de la política
económica y social de los países en desarrollo, con
el único fin de adecuar sus estructuras a los cambiantes
requerimientos del capital financiero internacional.
Condicionamientos como la reducción del gasto
público, incluido el gasto social; la eliminación
de subsidios al consumo de alimentos, combustible y transporte;
el congelamiento de los salarios para restringir la demanda; la
devaluación de la moneda; la privatización de las
empresas estatales y en general la reducción del
tamaño del Estado; la creación de una
infraestructura y un clima político adecuados a los
intereses de los inversionistas extranjeros, y muchos más,
son ya un asunto rutinario en las relaciones entre los
países en desarrollo altamente endeudados y las potencias
industriales y financieras del mundo desarrollado.

2.3.6. Globalización y
megabloques

Semblante característico de la actual
división internacional del trabajo es la presencia
claramente definida de dos estilos: la globalización de la
economía y la consolidación de los llamados mega
bloques comerciales. En la actualidad el sistema mundial de la
economía, entendido como una totalidad, tiende a integrar
a todas sus partes componentes, lo hace de tal forma que las
viejas desigualdades entre los países al interior de la
división internacional del trabajo, lejos de desaparecer,
tienden a acentuarse, aunque en un estadio superior del
desarrollo.

No existe consenso sobre el papel de los megos bloques
comerciales en el futuro escenario de la economía mundial.
Para muchos, la tendencia a la conformación de estas
agrupaciones regionales puede obstaculizar aún más
el libre flujo de mercancías y de conocimiento entre las
naciones, debido al aumento del proteccionismo de cada bloque
frente a terceros países o regiones. Para otros, en
cambio, este tipo de agrupaciones son una primera etapa en la
creación de un sistema comercial multilateral más
eficaz, pues es mucho más fácil concertar entre
bloques, o bilateralmente, que a escala mundial.

Lo cierto de todo esto es que el esquema bipolar:
socialismo versus capitalismo, prácticamente se
diluyó y en su lugar apareció un escenario
multicolor, en el cual las potencias industrial y
tecnológicamente desarrolladas seguirán luchando
por repartirse entre sí el resto del mundo.

2.4. Las grandes contradicciones de la
actualidad

2.4.1. La pobreza

El crecimiento de la producción mundial y los
significativos avances tecnológicos, las desigualdades
económicas y sociales no solo persisten sino que tienden a
ser más graves. Millones de personas sobreviven en la
pobreza absoluta.

Una de las principales causas de la pobreza según
el citado documento es la lentitud del desarrollo
económico. Igualmente " la pobreza persiste, en parte
porque los beneficios del crecimiento no se distribuyen de manera
equitativa y en parte porque la mala gestión
pública disminuye el efecto que el crecimiento
podría producir en la pobreza".

Asociados al problema de la pobreza persiste el problema
alimentario y el suministro de servicios públicos
básicos a amplios núcleos de población rural
y urbana de menores ingresos.

2.4.2. El deterioro del medio
ambiente

La pobreza y la falta de oportunidades de trabajo se han
convertido en factor de permanente presión sobre el medio
ambiente.

La ampliación innecesaria de la frontera
agrícola, debido a la inadecuada distribución de la
propiedad territorial, ha aumentado alarmantemente el proceso de
deforestación y desertificación; el manejo
inadecuado de recursos naturales como la tierra y las fuentes de
agua, han ido erosionando los suelos y agotando las fuentes
hídricas, provocando el aumento en los costos de
producción agropecuaria y encareciendo el suministro de
agua potable.

Por su parte, la industrialización contaminante,
principalmente en los países más ricos, y el
acelerado proceso urbanizador, han incrementado la emisión
de gases, los cuales han ido destruyendo la capa de ozono del
planeta, provocando serios desajustes en el comportamiento del
clima, lo que a su vez ha provocado el aumento de desastres
naturales, altamente costosos en términos
económicos y sociales. Este proceso ha estado asociado al
modelo consumista de desarrollo, liderado por los países
tecnológicamente más desarrollados.

Como resultado, la tierra, especialmente las regiones
más pobres, tiende a convertirse en un enorme basurero,
donde son depositados los desechos de las naciones
excesivas.

2.5. Conocimiento y desarrollo

La generación de conocimientos es costosa y se
concentra en los países más desarrollados; sin
embargo, existe la posibilidad de que las naciones en desarrollo
los adquieran en otros países los desarrollen por
sí mismas.

El principal reto para los países menos
desarrollado es la adopción, adaptación y
creación de conocimientos orientados a solucionar los
problemas del atraso socioeconómico y elevar la
competitividad de sus economías. En este sentido la
educación superior está llamada a desempeñar
un papel de primer orden en este proceso, toda vez que su
razón de ser es no sólo transferir sino
fundamentalmente generar nuevos conocimientos. "El conocimiento
-generado principalmente desde espacios académicos- y la
innovación tecnológico-productiva son fundamentales
para alcanzar un nuevo estadio de desarrollo económico, de
productividad y de competitividad. Lograr una mejor
integración entre los programas de educación
superior y los de ciencia y tecnología, tanto en
investigación como en transferencia de conocimientos,
requerirá reorganizar estructuras académicas y de
investigación científica en todas las áreas
y niveles y quebrar el aislamiento y el fraccionamiento que
actualmente existe.

Partes: 1, 2

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