Tabaquismo: Una reflexión desde la psicología clínica de la salud (página 2)
B. El síndrome específico de la
sustancia causa un malestar clínicamente significativo
o un deterioro de la actividad laboral y social o en otras
áreas importantes de la actividad del
individuo.
C. Los síntomas no se deben a una
enfermedad médica y no se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental.
2.4.3- CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE F17.3
ABSTINENCIA DE NICOTINA
A. Consumo de nicotina durante al menos algunas
semanas.B. Interrupción brusca o
disminución de la cantidad de nicotina consumida,
seguida a las 24 horas por cuatro (o más) de los
siguientes signos:
(1) estado de ánimo disfórico o
depresivo.
(2) insomnio.
(3) irritabilidad, frustración o ira.
(4) ansiedad.
(5) dificultades de concentración.
(6) inquietud.
(7) disminución de la frecuencia
cardíaca.
(8) aumento del apetito o del peso.
C. Los síntomas del Criterio B provocan
un malestar clínicamente significativo o deterioro
social, laboral o de otras áreas importantes de la
actividad del individuo.D. Los síntomas no se deben a
enfermedad médica ni se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental.
Estos síntomas son debidos en gran parte a la de
privación de nicotina y son más intensos entre los
sujetos que fuman cigarrillos que entre los que consumen otros
productos que contienen nicotina. La mayor rapidez de los efectos
de la nicotina conduce a estos fumadores a un patrón de
hábito intenso que es más difícil abandonar
por la frecuencia y rapidez del refuerzo y por la mayor
dependencia física de la nicotina. En sujetos que dejan de
fumar la frecuencia cardíaca disminuye 5 a 12 lat./min en
los primeros días, y el peso aumenta 2-3 kg el primer
año. Con el cambio del consumo de cigarrillos de alto a
bajo contenido de nicotina, o al interrumpir el consumo de chicle
o de parches de nicotina, pueden aparecer síntomas de
abstinencia leves.
2.4.4- RELACIÓN CON LOS CRITERIOS
DIAGNÓSTICOS DE INVESTIGACIÓN DE LA
CIE-10.
DSM-IV y CIE-10 contienen criterios diferentes para el
diagnóstico de abstinencia de nicotina: entre los que
propone la CIE-10 se encuentran el anhelo (craving), malestar,
aumento de la tos y ulceraciones bucales, pero no
disminución de la frecuencia cardíaca (que
sí recoge el DSM-IV). En la CIE-10, este trastorno viene
recogido con el nombre de abstinencia de tabaco.
2.4.5- TRASTORNO RELACIONADO CON NICOTINA NO
ESPECIFICADO F17.9
La categoría trastorno relacionado con nicotina
no especificado se reserva para los trastornos asociados al
consumo de nicotina que no se pueden clasificar como dependencia
de nicotina o abstinencia de nicotina.
2.4.6- TRASTORNOS RELACIONADOS CON SU
CONSUMO
Los efectos del tabaco a largo plazo son físicos.
Psíquicamente, sería la adicción el problema
más grave, pues es la droga que más dependencia
crea y a la que más gente es adicta pese a saber las
consecuencias fatales que tiene para la salud.
Los fumadores crónicos tienen un gran riesgo de
desarrollar enfermedades pulmonares como neumonía,
bronquitis, enfisema y cáncer, y aumentan la probabilidad
de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer en otras
áreas como riñones, boca, laringe, esófago,
estómago y páncreas.
DATOS SOBRE LA |
|
Tipos de
fumadores
El fumador negativo: Es aquél que fuma
en situaciones de crisis y utiliza al tabaco como un
relajante.El fumador hedonista: Es aquél que
fuma de forma controlada y disfruta del placer del humo del
cigarro.El fumador habitual o crónico: Fuma
constantemente sin ser consciente de ello, consume el tabaco
en grandes cantidades y en la gran mayoría no sabe por
qué fuma.El fumador drogodependiente: Fuma
constantemente y se siente incómodo si le faltan los
cigarros. No puede estar sin un cigarro en la mano y enciende
uno detrás del otro.El fumador pasivo: Es aquél que no
consume el tabaco pero que es afectado por el uso de los
otros que lo consumen. La combustión del cigarro en
personas que están cerca de los fumadores, por la
expulsión de sustancias gaseosas contaminan e
intoxican el organismo de las personas que no están
fumando, ya que lo que los fumadores expulsan es tres veces
más toxico que lo que tragan. En el caso que sea un
niño el fumador pasivo las consecuencias no
serían las mismas sino que se verían
agravadas.
Numerosos estudios alertando de los peligros para la
salud de este tipo de consumo pasivo han llevado a algunas
autoridades a prohibir el consumo público de tabaco para
proteger a las personas de los efectos del humo ambiental de los
cigarrillos. Los efectos en la salud por la exposición al
humo del tabaco incluyen cáncer de pulmón,
cáncer de los senos para nasales, infecciones de las
vías respiratorias y enfermedades cardíacas. No
existe una cantidad sana de inhalación pasiva. Los
niños, las mujeres embarazadas, las personas mayores y las
personas con problemas respiratorios o cardíacos deben
tener especial cuidado.
Efectos del
tabaquismo pasivo
Se ha demostrado que el llamado humo de segunda mano
(que en el caso de cigarros de tabaco es una mezcla de tanto los
humos liberados por el cigarro durante su combustión y el
humo exhalado por los fumadores) produce los mismos efectos que
la inhalación directa del humo de tabaco en los fumadores,
incluyendo enfermedades cardiovasculares, cáncer de
pulmón, bronquitis y ataques de asma.
Los productos del tabaco contienen y emiten durante su
combustión numerosas sustancias nocivas y agentes
carcinógenos conocidos peligrosos para la salud humana. Se
ha demostrado que el tabaquismo pasivo es peligroso sobre todo
para el feto y para los niños, y que puede provocar o
agravar problemas respiratorios en personas que inhalen el humo
del tabaco.
4.1- ALGUNOS DE LOS EFECTOS DE UNA EXPOSICIÓN
PROLONGADA INCLUYEN:
Cáncer
Cáncer de Pulmón
Cáncer de seno
Riesgo de infecciones en el oído, nariz y
garganta.Problemas respiratorios:
Problemas de pulmón
Asma
En Maternidad:
Parto prematuro
Bajo peso del producto
En general:
Empeora el asma, reacciones alérgicas y otras
condicionesRiesgo en infantes:
Síndrome de muerte súbita del
lactanteAsma
Infecciones de pulmón
Incrementa el riesgo de contraer
tuberculosisAlergias
Dificultades en el aprendizaje y retraso en el
desarrolloEnfermedad de Crohn
Incrementa la posibilidad de que se presenten
cariesTrastornos por sustancias de abuso (I):
Tabaquismo
El consumidor de tabaco padece una fuerte
adicción a la nicotina y al hecho de fumar, que es
más poderoso de lo que generalmente quiere aceptar. A ello
se une la complejidad de que es una drogodependencia legalizada,
que no conlleva normalmente problemas de relaciones
interpersonales, económicos, legales… Al fumador le
cuesta demandar asistencia y vive con escasa autocrítica
un posible fracaso en su tratamiento.
Russell y otros (1979) ya demostraron que un consejo
firme y breve (menos de tres minutos) de los profesionales de
Atención Primaria, la entrega de material de autoayuda con
instrucciones para dejar de fumar y un posterior control de
seguimiento, lograba un 5,1por ciento de ex fumadores al
año de la intervención.
Esto avala la necesidad de rentabilizar al máximo
las oportunidades que se presenten de hacer intervenciones
precoces en los fumadores desde la Atención
Primaria.
Consideraciones
generales
5.1- EPIDEMIOLOGÍA
La prevalencia del consumo de tabaco en España se
encuentra en un 36 por ciento de la población mayor de 16
años, con un elevado consumo entre los 21y 40 años.
A partir de los 51 años el hábito de fumar
desciende de forma muy notable, especialmente entre los grandes
fumadores.
Los varones predominan como consumidores, aunque en
determinados grupos de edad y actividad las mujeres están
igualando las proporciones de consumo de tabaco de los
hombres.
Cuando son preguntados, hasta un 85 por ciento de los
fumadores declara que le gustaría abandonar esta
práctica y un alto porcentaje (70 por ciento) dice haber
realizado un intento serio de dejar de fumar. Es el consejo de un
profesional sanitario el principal movilizador para iniciar el
proceso de dejar de fumar.
5.2- FACTORES A CONSIDERAR EN LA DEPENDENCIA
TABÁQUICA
Son muchas las variables que influyen en la
génesis y desarrollo de un trastorno por el uso de
tabaco.
La nicotina es un alcaloide líquido que, al igual
que otras drogas, produce modificaciones en la
neurotransmisión cerebral. Se fija
estéreo-selectivamente a los receptores
colinérgicos nicotínicos. La exposición
continua a ella incrementa el número de receptores
colinérgicos nicotínicos, principalmente del
subtipo a4-ß2, que representan más del 90 por ciento
de la fijación de alta afinidad. Además, al
bloquear la enzima monoaminooxidasa, inhibe la destrucción
de la dopamina y aumenta la concentración de la misma en
el sistema dopaminérgico mesolímbico, lo cual
justifica el efecto estimulante y sus acciones reforzadoras
primarias.
La vía inhalatoria de administración
permite que la nicotina alcance el cerebro más
rápidamente, incluso, que por vía intravenosa (8-10
segundos), mientras que la manipulación del cigarrillo por
el fumador le permite ajustar, sin ser consciente de ello, la
potencia psicoactiva deseada. La tolerancia se desarrolla
rápidamente.
Una vez instaurada la dependencia, la ausencia de
consumo produce un síndrome de abstinencia. Los signos y
síntomas del mismo incluyen estado de ánimo
disfórico o depresivo, insomnio, irritabilidad,
frustración o ira, ansiedad, dificultades de
concentración, inquietud, aumento de apetito o de peso, y
el llamado craving o ansia vehemente de nicotina. Como en el caso
de otras sustancias, las características genéticas
del individuo pueden ser un factor predisponente o protector
frente a la génesis de esta dependencia.
No hay un perfil específico de personalidad que
predisponga o cause la dependencia del tabaco; rasgos como
inmadurez, baja autoestima, inseguridad, conformismo, dependencia
del grupo, búsqueda de sensaciones, y algunos procesos
psiquiátricos, como los trastornos afectivos, la
esquizofrenia, los trastornos de la personalidad y otros
trastornos relacionados con sustancias, son más frecuentes
entre los usuarios de tabaco.
Las características físicas del individuo
y su salud influyen sobre el daño orgánico que el
tabaco pueda producir en el consumidor.
Socialmente el tabaco es una sustancia con laque estamos
acostumbrados a convivir, de fácil adquisición,
cuyo consumo juvenil no suele generar tensión en el medio
familiar y que permite a muchos jóvenes la adhesión
al grupo.
El acto de fumar y la nicotina ingerida genera una
sensación de recompensa ante numerosas situaciones de la
vida diaria (tomar café o el aperitivo, la sobremesa,
llamar por teléfono, estrés…), a lo que se une la
sensación de herramienta psicológica que todo
fumador crea con el uso del tabaco en sus relaciones
sociales.
Los fumadores son conocedores del daño para la
salud de su conducta adictiva, pero lo ven lejano o no lo viven
como propios.
Una patología médica instaurada es el
principal movilizador para plantearse dejar de fumar; a ello se
unen en los últimos años factores modales, como
conseguir una mayor aceptación social o evitar el rechazo
de los no fumadores.
Según Prochaska y Goldstein (1991) el
fumador pasa por varios estadios en el proceso de abandono del
tabaco.
Pre-contemplación: es una fase en la
que las personas no tienen ninguna intención de
cambiar en un futuro previsible, es decir, durante los
próximos 6meses.Los fumadores no tienen
intención de cambiar su conducta en los
próximos 6 meses (se considera este plazo de tiempo
porque parece un período suficiente para que la gente
planee seriamente cambios en sus conductas de salud); son
individuos que no conocen o no quieren conocer los efectos
nocivos del tabaquismo. Los "pros" para continuar fumando
ganan a los "contras".Contemplación: es una etapa en la que
las personas piensan seriamente cambiar en los
próximos 6 meses. La persona empieza a ser consciente
de que existe un problema, y participa activamente buscando
información y se ha planteado el cambio seriamente en
los próximos 6 meses. No están considerando el
dejar de fumar en los próximos 30 días.
Generalmente son fumadores que han intentado dejar de serlo
en varias ocasiones pero han tenido dificultades para
conseguirlo. Los "pros" y los "contras" se
igualan.Preparación: es una fase o etapa en la
que las personas tienen intención de cambiar dentro
del mes siguiente. El sujeto se ha planteado modificar su
conducta (dejando el consumo de tabaco) en los
próximos 30 días. Los "pros" para dejar de
fumar superan a los "contras".Acción: las personas han modificado
claramente su comportamiento de riesgo: han dejado de fumar;
esta etapa dura unos 6 meses y es el período en el que
corren más riesgo de recaída. Los individuos
han iniciado activamente la modificación de su
conducta, llegando a lograrlo con éxito, pero llevan
aún sin fumar menos de 6 meses. En esta fase es en la
que existe mayor riesgo de recaídas.Mantenimiento: es una etapa en la que las
personas se esfuerzan por mantener un estilo de vida
más sano, una vida sin tabaco. El individuo lleva sin
fumar un período superior a 6 meses. En esta fase se
ejecutan las estrategias necesarias (procesos de cambio)
encaminadas a prevenir la recaída y, de este modo,
afianzarlas ganancias logradas en la fase anterior. La
mayoría de la gente no cambia una conducta
crónica siguiendo un patrón de cambio lineal,
desde el estadio de pre-contemplación al de
mantenimiento. El cambio a través de los distintos
estadios implica un patrón en espiral. En este
recorrido, la recaída es un evento fruto de la
interrupción de la fase de acción o de
mantenimiento, provocando un movimiento hace estadios previos
de pre-contemplación y contemplación. La
recaída es un fenómeno sumamente frecuente en
las conductas adictivas.
5.3- MODELOS DE LLEGADA
La mayor sensibilidad social ante los efectos
perjudiciales del fumar hace que muchas personas de forma
espontánea demanden información o pidan tratamiento
para su conducta adictiva.
Lo habitual es que el médico tenga que tomar la
iniciativa por la presencia de problemas de salud que claramente
se beneficiarían del abandono del tabaco.
Evaluación y
diagnóstico del paciente
Es aconsejable efectuar entrevistas clínicas
estructuradas y analizar la historia de consumo de tabaco, el uso
de otras sustancias (alcohol, café, psicofármacos)
y no olvidar las ilegales; además, hay que valorar los
intentos de deshabituación previos y los hábitos
higiénico-dietéticos (alimentación,
defecación, sueño, sedentarismo,
sexualidad…).
La evaluación física debe considerar la
patología cardiovascular (hipertensión arterial,
cardiopatía isquémica, arritmias,
vasculopatías periféricas…), la cerebro-vascular,
la respiratoria (bronquitis agudas, EPOC…), úlceras,
alteraciones dermatológicas, neoplasias, diabetes y
pruebas de laboratorio.
Con frecuencia vemos signos y síntomas propios
del consumo de tabaco, como el olor del aliento, tos, piel
arrugada, cambios en el tono de voz, manchas de alquitrán
en los dedos y, a veces, signos claros de una enfermedad pulmonar
crónica.
El examen del estado mental debe evaluar la
función cognoscitiva, el nivel de ansiedad, el estado de
ánimo, si existen alteraciones sensorio-perceptivas o del
curso o contenido del pensamiento. Puede poner de relieve
trastornos psíquicos añadidos que empeoran el
pronóstico, como abuso o dependencia de otras sustancias,
esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión mayor y
trastornos de ansiedad.
Siempre que sea posible, se debe incluir una entrevista
con familiares y valorar su predisposición a colaborar en
el tratamiento.
Tanto la CIE-10 como el DSM-IV recogen de forma similar
los trastornos producidos por el consumo de nicotina (Tabla
I).
Algunos cuestionarios usados habitualmente para el
diagnóstico son los test de Wisconsin y de
Fargerström.
Tratamiento de la
dependencia tabáquica
El tratamiento dura un año, dependiendo del nivel
de adicción de la persona se van elaborando diferentes
estrategias de tratamiento.
7.1- TERAPIA SUSTITUTIVA DE NICOTINA
En la mayoría de los estudios realizados se ha
demostrado su eficacia al conseguir una tasa de éxitos
de20-40 por ciento al año de tratamiento, con diferencias
estadísticamente significativas respecto a grupos
control.
En nuestro medio, y hasta el momento, están
comercializados el chicle, el parche y el spray nasal.
Chicle: Está comercializado en piezas
que contienen 2 ó 4 mg de nicotina. Para obtener
buenos resultados es necesario enseñar al fumador a
utilizarlo correctamente, lo que es un factor clave en su
eficacia.Parche de nicotina: En la actualidad existen
a la venta varios sistemas de liberación
transdérmica: los que se mantienen durante todo el
día (24 horas) y los que se quitan por la noche (16
horas). El parche se pone diariamente sobre la piel en una
zona seca y sin vello; debe estar perfectamente adherido y
colocarse cada día en un lugar distinto.
Adaptándonos a las características del
paciente, se realizará una reducción gradual
hasta alcanzar niveles de 7 mg/24 horas pasadas unas6-12
semanas desde el inicio.Spray nasal: El fumador se aplica 0,5 mg de
nicotina en cada una de sus fosas nasales, sin sobrepasarlas
cinco aplicaciones a la hora (5 mg) ni cuarenta al día
(40 mg). Sus efectos secundarios (irritación de mucosa
nasal, rinitis, estornudos, tos, lagrimeo, obstrucción
nasal…) son muy desagradables.
7.2- TRATAMIENTOS
FARMACOLÓGICOS
Bupropión, un antidepresivo disponible
con receta médica con el nombre comercial de Zyban,
fue aprobado por la FDA en 1997 para tratar la
adicción a la nicotina. Este fármaco puede
ayudar a reducir los síntomas de la abstinencia a la
nicotina y las ansias de fumar, y puede ser usado sin peligro
en combinación con productos de remplazo de nicotina
(9, 12). Hay varios efectos secundarios asociados con este
producto. Hable con su médico para ver si este
fármaco es adecuado para usted.Vareniclina, una medicina que se vende
sólo con receta médica bajo la marca de
Chantix, fue aprobada por la FDA en 2006 para ayudar a los
fumadores de tabaco a que dejen el hábito. Este
fármaco puede ayudar a quienes quieren dejar de fumar
ya que puede calmar sus ansias de nicotina y bloquear los
efectos placenteros de la nicotina si vuelven a fumar. Hay
varios efectos secundarios asociados con este producto.
Consulte con su médico para saber si esta medicina es
apropiada en su caso.
7.3- PROCEDIMIENTOS
PSICOLÓGICOS
Se ha utilizado gran número de técnicas,
como procedimientos aversivos (fumar rápido, saciado,
retener el humo, sensibilización encubierta, shock
eléctrico…), auto observación, relajación,
control de estímulos, reducción gradual de
ingestión de nicotina y alquitrán, fumar
controlado, manejo de contingencias, desensibilización
sistemática, contratos de contingencias, métodos de
automanejo y autocontrol…
En la práctica clínica en nuestro medio lo
habitual es la utilización de los programas
multicomponentes, que suelen combinar varias de las estrategias
anteriormente citadas.
Se desarrollan en tres fases: la de preparación,
la de abandono y la de mantenimiento.
También se ha empleado la acupuntura, la
hipnosis, las terapias grupales masivas (plan de 5 días),
fumadores anónimos, electro acupuntura, programas
multimedia… Todos ellos muestran claras dificultades de
evaluación científica; cuando ésta se ha
logrado no han demostrado ser superiores a placebo.
7.3.1- INSTRUMENTOS DE
EVALUACIÓN
Se recomienda interrogar sistemáticamente a todo
paciente que acuda a la consulta de atención sanitaria
sobre el consumo de tabaco registrando esta información en
la historia clínica [GRADO DE RECOMENDACIÓN
A].
Teniendo en cuenta que el tabaquismo es una enfermedad
crónica, de alta prevalencia, y que constituye la
principal causa de morbilidad y mortalidad en los países
desarrollados, es imprescindible que se dé un correcto
abordaje al mismo. No existe ninguna otra enfermedad
crónica de las tradicionalmente atendidas en los programas
de salud que tenga las consecuencias sobre la salud individual y
colectiva que tiene el tabaquismo. Los pacientes fumadores deben
ser considerados como personas con un grave factor de riesgo
sobre su salud. Si además de ser consumidores de tabaco,
son dependientes del mismo (como ocurre en la gran
mayoría), existe una dificultad añadida para el
abandono del consumo, aumenta el potencial perjuicio sobre la
salud. Para un correcto abordaje del tabaquismo, ha de
procederse, al igual que en cualquier otra patología, en
primer lugar, a una correcta evaluación. De esta forma se
podrán individualizar y optimizar las intervenciones
terapéuticas.
7.3.2- ENTREVISTA
— Datos de filiación.
— Antecedentes personales. Es muy
importante conocer la posible existencia de otras adicciones
(alcohol, marihuana, etc.). Nadie mejor que el profesional para
conocer los antecedentes patológicos de los pacientes
fumadores. Lo cierto es que cada vez con más frecuencia se
encuentra que las personas con depresión, ansiedad,
alcoholismo y esquizofrenia fuman más. Además es
conocido cómo en algunos pacientes a hora
sintomatología depresiva cuando dejan de fumar. Por este
motivo, si al profesional le surgen dudas, puede recurrir al
empleo de distintos cuestionarios para evaluar estos trastornos
asociados en fumadores. Entre los más utilizados cuentan
la Escala de Depresión y Ansiedad de Golberg, el
cuestionario de ansiedad estado u ansiedad rasgo de Spielberger,
y el cuestionario de identificación de problemas de
alcohol AUDIT, así como un amplio etcétera de
instrumentos, bien generales, o bien, específicos de cada
trastorno.
— Antecedentes de tabaquismo: historia
familiar de tabaquismo, edad de inicio, ambiente tabáquico
en el domicilio, en el trabajo o en el tiempo de ocio,
número de cigarrillos que se fuman, cómo ha variado
dicho número en la vida del paciente,…
— Intentos previos de abandono del consumo de
tabaco. Analizar si ha habido o no intentos previos serios de
abandono, su número, cuánto tiempo se ha mantenido
la abstinencia, si se ha utilizado algún tratamiento con o
sin ayuda profesional, y cuáles han sido las causas de la
recaída (motivos sociales, síndrome de abstinencia,
miedo a engordar, falsa idea de control…).
— Tabaquismo actual. Conviene conocer
cuánto fuma en la actualidad, cuanta nicotina contiene los
cigarrillos que fuma, y valorar cuál es el patrón
de consumo (si inhala o no el humo, si fuma sólo los fines
de semana, si se despierta por la noche para
fumar…).
— Nivel de exposición al tabaco durante
la vida del paciente. El número de cigarrillos que
fuma el paciente y el tiempo que lleva fumándolos, se
engloban en el concepto número de paquetes-año o
"índice paquetes-año".
Se calcula multiplicando el número de cigarrillos
fumados en un día por el número de años que
se lleva fumando esa cantidad y se divide por 20.
Este dato es un marcador de exposición al tabaco
y, por tanto, del riesgo que el paciente tiene de contraer una
enfermedad relacionada con el consumo de tabaco, así como,
las posibilidades de éxito o de fracaso en un intento de
abandono del consumo de tabaco; cuanto mayor sea el número
paquetes-año, mayor es el grado de exposición al
tabaco, mayor es el riesgo de padecer enfermedades relacionadas
con el tabaco y menos son las posibilidades de abandono que tiene
el paciente. De todos modos, el cálculo de este
índice tiene más interés por los estudios
epidemiológicos que para la práctica clínica
ya que en este caso no suele cambiarla naturaleza de la
intervención. No hay evidencia científica de que se
deban usar distinta intensidad terapéutica en
función de la cantidad de tabaco fumada. El riesgo
varía relativamente poco en función del
número de cigarrillos fumados. Es más importante el
estadio del cambio, la edad de inicio o el patrón de
consumo.
7.3.3- VALORACIÓN CONDUCTUAL
Para abordar adecuadamente el tabaquismo, es importante
conocer hasta qué punto el paciente está dispuesto
a cambiar la conducta y cuáles son los motivos que le
llevan a ello; qué estímulos están
intrínsecamente asociados a la conducta de fumar, la cual
como todas las adicciones es una conducta aprendida; y qué
aporta la conducta adictiva al paciente (mecanismo de
afrontamiento a las situaciones de estrés o de
frustración, factor de sociabilidad, control del estado de
ánimo,…) y de qué recursos alternativos puede
disponer éste.
Esto se puede conocer en primer lugar mediante la
entrevista directa al paciente, en la que es muy importante
conocer los intentos previos para dejar de fumar y, sobre todo,
las causas de las anteriores recaídas.
Además, se pueden aplicar test para
conocer:
— La fase de abandono
— Motivación para el abandono del tabaco:
El test de Richmond puede dar una idea aproximada de
ésta.
— Valoración de la dependencia. Puede
usarse para ello el test de Fagerström que es un instrumento
sencillo y de validez contrastada, que consta de 6 ítems
(que pueden reducirse a 2), con una puntuación
máxima de10. Alternativamente, la existencia de
dependencia puede analizarse mediante los criterios
DSM-IV-TR.
— Autorregistro de cigarrillos
consumidos.
Conviene conocer las situaciones y motivaciones
asociadas al consumo, para identificar las principales
situaciones que conducen al consumo y así prever los
momentos con mayor riesgo de recaída. En la mayoría
de las ocasiones basta con una buena historia clínica.
Puede convenir evaluar el nivel de auto-eficacia del paciente,
valorando la percepción subjetiva de control en las
distintas situaciones. Tanto la valoración conductual como
los otros componentes exploratorios de la historia clínica
del tabaquismo pueden ser más amplios.
7.3.4- ESTUDIO DE LA FASE DE ABANDONO
Para un mejor abordaje
diagnóstico-terapéutico del tabaquismo hay que
tener en cuenta que el abandono del consumo de tabaco no debe ser
considerado como un hecho puntual en la vida del fumador sino
como un proceso que pasa por una serie de etapas, que fueron
definidas por Prochaska y DiClemente (1983). Estos autores
propusieron un modelo transteórico de cambio, en donde los
estadios de cambio han mostrado ser un elemento claramente
predictivo de asistir o no a un tratamiento y sobre la eficacia
del mismo (Prochaska, Norcross y DiClemente, 1994). Su modelo y
los estudios que lo sustentan han permitido entender las
conductas adictivas no como un fenómeno de todo o nada,
sino como un continuo en la intención a dejar una conducta
adictiva, como en el mismo proceso de recuperación, el
cual pasa por toda una serie de fases de recuperación y
recaída hasta que finalmente se consigue la abstinencia a
medio y largo plazo. Este proceso de abandonos y recaídas
puede durar varios años. Aunque su modelo es
tridimensional, integrando estadios, procesos y niveles de
cambio, el mayor impacto del mismo está en los estadios
del cambio. Estos representan una dimensión temporal que
nos permite comprender cuando ocurren los cambios, ya sea a nivel
cognitivo, afectivo o conductual (Becoña y Vázquez,
1996). Los fumadores se encuentran en una fase o en otra en
función de cuál sea su actitud en cuanto a realizar
un intento serio de abandono del consumo de tabaco. En una de sus
formulaciones iniciales (Prochaskay cols.., 1994), consideraban
seis estadios de cambio: pre-contemplación,
contemplación, preparación, acción,
mantenimiento y finalización, aunque esta última la
suprimirían con posterioridad.
En las tres primeras fases la sensibilización y
motivación que tienen los fumadores para dejar de fumar es
muy distinta. La intervención terapéutica
irá encaminada a favorecer la progresión del
paciente dentro del proceso de abandono del consumo de tabaco
hasta conseguir la abstinencia. Puesto que el enfoque
terapéutico será distinto en cada una de las fases
es importante, para aumentar las posibilidades de éxito,
esforzarnos por hacer un diagnóstico preciso y situar al
fumador dentro de su propio proceso de abandono del consumo de
tabaco.
Diagnóstico de
las fases de abandono
8.1- ANÁLISIS DE LA
MOTIVACIÓN.
Durante la valoración del paciente fumador es
importante saber si el paciente está dispuesto a afrontar
el esfuerzo que supone un intento serio de abandono. Cuando es el
paciente quien nos demanda ayuda es importante situarle frente al
problema, aclarándole que aunque es posible dejar de
fumar, en función de sus niveles de dependencia y
motivación, va a requerir más o menos esfuerzo por
su parte. El terapeuta durante la entrevista ha de saber si el
paciente está dispuesto a realizar dicho esfuerzo. Se
puede preguntar directamente y valorar su actitud. Además
es conveniente conocer cuáles son las razones, conscientes
o inconscientes, que el fumador tiene para abandonar el consumo
de tabaco. Dichas razones se pueden investigar preguntando
directamente, o bien, ofreciéndoselas al fumador en una
lista abierta o cerrada, para que marque las que son más
importantes para él. En general, las razones de salud
suelen ser las más poderosas.
Además de conocer por qué el paciente
quiere dejar de fumar, es interesante enfrentarle con
cuáles son los motivos por los que fuma.
8.2- QUÉ HACER
Es preciso realizar un trabajo motivacional que
favorezca el cambio, y otro psicoeducativo que permita al fumador
comprender su dependencia de la nicotina de por vida, la
imposibilidad de un consumo controlado, los deseos persistentes
de fumar (inicialmente con mucha frecuencia e intensidad,
posteriormente con menor frecuencia pero parecida intensidad).
Tendrá que aprender a decir "NO" al deseo instintivo de
fumar, ya que la eficacia del tratamiento pasa por no volver a
consumir tabaco.
EL CONSEJO DEBE SER:
Claro: "Pienso que es importante para usted
dejar de fumar ya. Yo le ayudaré".Serio: "Como médico suyo, necesito que
sepa que dejar de fumar es lo más importante que puede
hacer para proteger su salud ahora y en el
futuro".Personalizado: valorar las razones personales
para iniciar el tratamiento (estado de salud, enfermedad,
costes económicos, fumadores pasivos
cercanos…).
8.3- SE PLANTEARÁN PAUTAS COMPORTAMENTALES
COMO:
Pautas higiénico-dietéticas:
comidas ligeras, eliminación de alcohol y estimulantes
(café, colas…), consumo de grandes cantidades de
agua y zumos, aumento del ejercicio físico adaptado a
las características del paciente; pueden ser
útiles complementos vitamínicos.Plantearse metas, como aprender a decir "No
gracias, estoy dejando de fumar" o manejar en la abstinencia
objetivos cortos "Hoy no voy a fumar".Control de estímulos: son estrategias
que tratan de eliminar o alterar los impulsos que llevan a
fumar (retirar los ceniceros, encendedores, cambiarse de
asiento en la mesa a la hora de comer), evitar situaciones de
provocación (el consumo de alcoholo café), o
crear barreras para no poder fumar (sentarse en la zona de no
fumadores, lavarse los dientes tras las comidas).Búsqueda de sustitutos de la oralidad
(un tentempié bajo en calorías, regaliz duro o
de palo, palillos, caramelos o chicles sin azúcar),
tener las manos ocupadas (bolígrafos, llaves,
canicas…), recuperar aficiones.
Es aconsejable dar algún material de autoayuda
por escrito que apoye nuestros consejos.
En nuestra experiencia el tratamiento del tabaquismo
pasa por la combinación de terapia sustitutiva con parche
de nicotina y spray nasal (este sólo en momentos de
importante craving), fármacos antidepresivos (bupropion,
venlafaxina) y ansiolíticos en dosis nocturna para reducir
la ansiedad y mejorar el sueño (bromacepam, loracepam,
ketazolam), que ayudarán a disminuir los síntomas
más frecuentes de abstinencia, la irritabilidad, los
trastornos del sueño, del estado de ánimo y el
anhelo de nicotina. A ello se unen técnicas de
relajación o mínimas estrategias de
afrontamiento.
8.4- SEGUIMIENTO
Es recomendable el seguimiento en las fases
iníciales del tratamiento, con visitas que se irán
espaciando si la evolución es buena. Tales visitas dan la
oportunidad de asesorar y estimular en el curso de la
evolución y valorar cómo afronta las situaciones
que favorecen la recaída, las situaciones con estados
emocionales negativos (sentimientos de tristeza,
frustración, enfado, soledad, ansiedad, aburrimiento,
preocupación y otros estados disfóricos similares),
situaciones que implican estados emocionales positivos,
acontecimientos sociales y el exceso de confianza
personal.
8.5- SITUACIONES ESPECIALES
•Aumento de peso tras el cese del consumo de
tabaco: al hacer el abordaje el profesional no deberá
negar la probabilidad de aumento de peso ni minimizar su
importancia; advertirá sobre la probabilidad de ganar algo
de peso y preparará al fumador para ese
momento.
•Embarazo: aun cuando lo más
beneficioso es dejar de fumar antes del embarazo o en los
primeros momentos del mismo, se siguen obteniendo beneficios para
la salud en cualquier momento. Por ello, una embarazada que sigue
fumando debe ser constantemente animada y ayudada a dejar de
fumar.
•Deshabituación en pacientes con
patología psiquiátrica añadida: si
utilizamos antidepresivos en fumadores con alteración del
estado de ánimo o antecedente del mismo, es aconsejable
manejar dosis más elevadas; si se trata de enfermos
psicóticos o con problemas con otras sustancias adictivas
se debe valorar si hacer una deshabituación y en cualquier
caso el mejor momento para la misma.
9- SALUD RECOMIENDA NO RECURRIR A CIGARRILLOS
ELECTRÓNICOS PARA "DEJAR DE FUMAR"
Dispositivos no son
inocuos.Función no está
avalada por la OMS.Mecanismo produce más
adicción, antes que curar.
La Dra. Claudia Sánchez, Directora del Programa
Nacional de Control de Tabaquismo indicó que la
utilización de los cigarrillos electrónicos
aún no tiene visto bueno de los organismos de salud a
nivel mundial y mucho menos a nivel nacional.
"Se están haciendo estudios para ver el impacto
en el consumo, aunque la estrategia que estamos realizando para
el paciente dependiente de la nicotina, que es lo que provoca
adicción en el cigarrillo, es desaprender la conducta del
fumador. Con el cigarrillo electrónico se preserva es
conducta" el cigarrillo electrónico es un producto que
tiene su costo, porque la persona que depende de este
método, al momento de no poder seguir adquiriendo el
cartucho para recargar el dispositivo, probablemente
recurrirá nuevamente al cigarrillo habitual porque se
preserva la conducta del fumador y por su accesibilidad
económica.
"La nicotina es la sustancia que mantiene la
acción de la persona y los cigarrillos electrónicos
tienen un compuesto de la misma sustancia, en otras proporciones,
pero que produce que la persona lo lleven a la boca una mayor
cantidad de veces", advirtió.
La Directora del Programa Nacional dijo que la
Organización Mundial de la Salud (OMS) no avala este
dispositivo, pues no favorece a la rehabilitación del
paciente. Existen estrategias psicológicas, de
motivación, consejería y otros más que son
implementados por los servicios de nuestro
país.
"En el proceso de rehabilitación tendemos a
deshabituar al paciente de este vicio; con el cigarrillo
electrónico se preserva esa conducta, lo que no favorece.
Hay pocos estudios pero hasta que no tengamos el aval que de
vía libre para ser utilizado como medio
terapéutico, no podemos aconsejarlo",
expresó.
En la región países como Argentina,
Uruguay, Colombia y otros de Centroamérica han prohibido
su venta.
"Los cigarrillos electrónicos no son productos
inocuos, pues generan la conducta fumadora. La Food and Drug
Administration (FDA) de los Estados Unidos afirma que contienen
ingredientes que producen cáncer (como las nitrosaminas) y
otros químicos tóxicos peligrosos para la salud. En
un comunicado de prensa de septiembre del 2008, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que
NO considera que los cigarrillos electrónicos sean un
tratamiento legítimo para quienes están tratando de
dejar de fumar", recalcó Sánchez.
Estos cigarrillos electrónicos fueron creados en
China en el año 2004 y se parecen a un cigarrillo
común; están hechos de acero inoxidable, tienen una
cámara con nicotina líquida en diferentes
concentraciones y son alimentados por una batería
recargable. Pueden contener cartuchos de hasta 24 miligramos de
nicotina.
Se ofrecen como una alternativa al cigarrillo
tradicional, destinada tanto al público que desea seguir
fumando sin inhalar las más de 7.000 sustancias
tóxicas del tabaco, como al público que no quiere
dañar la salud de las personas que están a su
alrededor. También son promocionados como alternativas
"saludables" para dejar de fumar.
Experiencias en
relación a estudios de casos
ANÁLISIS E
INTERPRETACIÓN DE DATOS
Resultados de la encuesta a consumidores de
tabacos
Cuadro N° 1: Cuanto tiempo pasa entre el momento
en que se despierta y el momento en que enciende el primer
cigarrillo del día.
Alternativas | Frecuencia | % | |
| 6 | 60 | |
| 2 | 20 | |
| 2 | 20 | |
| 0 | 0 | |
Total | 10 | 100 |
El gráfico muestra que un 60% señalaron
que "SI" fuman en las primeras horas del
día.
Cuadro N° 2: Cuál es el cigarrillo al que
considera que le costará más
renunciar.
Alternativas | Frecuencia | % | |
| 10 | 100 | |
| 0 | 0 | |
Total | 10 | 100 |
El gráfico muestra que el 100% de los
fumadores encuestados consideran que le costará más
renunciar al primer cigarrillo.
Cuadro N° 3: Encuentra difícil no fumar en
lugares en los que está prohibido.
Alternativas | Frecuencia | % | |
| 9 | 90 | |
| 1 | 10 | |
Total | 10 | 100 |
El gráfico muestra que el 90% de los fumadores
encuentra difícil no fumar en lugares
prohibido.
Cuadro N° 4: Cuantos cigarrillos fuma en promedio
por día.
Alternativas | Frecuencia | % | |
| 0 | 0 | |
| 1 | 10 | |
| 3 | 30 | |
| 6 | 60 | |
Total | 10 | 100 |
En el gráfico se observa que el 60% de los
fumadores fuman en promedio de 30 cigarrillos y el 30% fuman
entre 21 a 30 cigarrillos.
Cuadro N° 5: Fuma más a menudo durante las
primeras horas que en el resto del día.
Alternativas | Frecuencia | % | |
| 8 | 80 | |
| 2 | 20 | |
Total | 10 | 100 |
En el gráfico se observa que el 80% fuma
más a menudo en las primeras horas del
día.
Cuadro N° 6: Fuma cuando se encuentra
enfermo.
Alternativas | Frecuencia | % | |
| 7 | 90 | |
| 3 | 10 | |
Total | 10 | 100 |
En el gráfico se observa que el 70% fuma
estando enferma
Cuadro N° 7: Le gustaría dejar de fumar si
pudiera hacerlo fácilmente.
Alternativas | Frecuencia | % | |
| 10 | 100 | |
| 0 | 0 | |
Total | 10 | 100 |
En el gráfico se observa que el 100% de los
pacientes le gustaría dejar de fumar.
Cuadro N° 8: Con que ganas de 0 a 3 quiere
dejarlo
Alternativas | Frecuencia | % | |
| 0 | 0 | |
| 2 | 0 | |
| 6 | ||
| 2 | ||
Total | 10 | 100 |
En el gráfico se observa que el 60% de los
pacientes tienen ganas de dejar de fumar.
Cuadro N° 9: Intentará dejar de fumar en
las próximas dos semanas
Alternativas | Frecuencia | % | |
| 0 | 0 | |
| 5 | ||
| 4 | ||
| 1 | ||
Total | 10 | 100 |
En el gráfico se observa que el 50% dijeron
que quizás intentará dejar de fumar, mientras que
el 40% respondieron que Si dejarán de
fumar.
Cuadro N° 10: Cree que dentro de los
próximos 6 meses no fumará.
Alternativas | Frecuencia | % | |
| 0 | 0 | |
| 5 | ||
| 3 | ||
| 2 | ||
Total | 10 | 100 |
En el gráfico se observa que el 50% cree que
en un lapso de tiempo ya dejará de fumar y el 30% asegura
que sí logrará, mientras que el 20% definitivamente
si lo logrará.
Conclusión
Es deseo mío que con esta monografía; las
informaciones, resultados de investigaciones, estadísticas
sirvan como un mecanismo de reflexión de parte de las
personas fumadoras y no fumadoras, familiares y otros, que puedan
comprender los daños que esto produce. Así
también, a los profesionales nos exige tener un papel
más activo de manera a que nuestros pacientes, dejen a
fumar. Para estos casos es importante los trabajos
multidisciplinarios para poder lograr los objetivos, teniendo en
cuenta que es muy difícil que un consumidor de dicha droga
pueda asistir en más de una ocasión al consultorio,
primeramente por el costo que conlleva y segundo el tiempo que
debe dedicarle al tratamiento.
Sabido es que la cifra de fumadores sube porque aumenta
la población mundial y, a pesar de que muchas personas han
dejado de consumir tabaco, todavía no es
suficiente.
Los últimos estudios en el campo de la
Psicología de la Salud indican sobre estilo de vida y
salud, en general, la necesidad imperiosa de establecer
políticas públicas que se ocupen de la salud de
forma transversal y en particular el Tabaquismo. Está
claro que las estrategias que han pretendido incidir solo en la
información, han fracasado con relación a las de
cambio de comportamiento. Los estudios señalan que no
existe una relación lineal entre los conocimientos, las
actitudes y los comportamientos que influyen en la
salud.
Es posible que los fumadores que presentan una alta
adicción a la nicotina, se encuentren con mayores
dificultades para abandonar el hábito. En este caso,
existen tratamientos farmacológicos que, de forma
complementaria, pueden ayudar a dejar de fumar, como los
tratamientos sustitutivos de nicotina (parches, chicles, spray
nasal, etc.) o el antidepresivo Bupropion, siempre bajo
prescripción y seguimiento
médico-psicológico. El test de Fagerström
ayuda a determinar la baja o alta dependencia en los fumadores y
a partir del resultado se puede trabajar en deshabituación
tabáquica, con independencia de que presenten o no alguna
patología. Esto podría explicar porque
aquéllos que son más dependientes a la nicotina
pueden tener la percepción de menor autocontrol frente al
consumo de tabaco y por ello buscan activamente la ayuda para
dejar de fumar.
Así, se debería intentar motivar a
aquellos fumadores que no desean dejar de fumar, y propiciar que
los fumadores con una dependencia baja a la nicotina sean capaces
de dejar el consumo.
El conjunto de investigaciones sugieren en la actualidad
que un conjunto de factores personales, socioculturales y del
entorno son los determinantes principales de la conducta fumadora
de los jóvenes particularmente, como también toda
persona.
El fumar tiene un componente social, de relación
que hace muy difícil su abandono, pero el fumar siempre es
una opción personal, por lo que se puede, tanto evitar el
fumar, como dejarlo una vez iniciado y por ser una opción
personal, siempre podemos dejar de fumar.
En conclusión, los datos contenidos en el
presente estudio permiten indicar que la información no es
suficiente para adoptar comportamientos saludables, así,
el hecho de recibir formación profesional en áreas
de la salud clínica no es suficiente para producir cambios
en los hábitos de vida, ya que estos están
determinados por factores diversos, entre ellos, las creencias,
las motivaciones y probablemente otros factores aún
inexplorados.
Esto sugiere la necesidad de que las instituciones y
profesionales asuman su responsabilidad frente a la
promoción de una salud de hábitos
saludables.
Los programas de deshabituación deberían
ir dirigidos a reducir el nivel de dependencia, ayudar a los
fumadores a avanzar a través de los estadios del cambio,
y, consecuentemente, disminuir la prevalencia de fumadores en la
población.
Los mejores programas preventivos son los basados en el
tratamiento de las normas y las competencias sociales, y en el
desarrollo de las habilidades para reconocer y resistir la
presión social.
La intención de dejar de fumar puede cambiar a
través del tiempo, a veces espontáneamente e
incluso en cortos períodos de tiempo, con la asistencia de
intervenciones eficaces se podría acelerar este movimiento
deseado.
No debemos dudar en la búsqueda de ayuda en
profesionales de la psicología para dejar este
hábito.
Para que cualquier tratamiento sea efectivo, tiene que
ser el consumidor el que realmente quiera un cambio. Está
comprobado que las recaídas aumentan de modo preocupante
para los terapeutas cuando las personas se desintoxican por
órdenes del médico y no por deseo sincero del
adicto.
En el consultorio utilizo más la terapia familiar
porque es importante que la familia colabore en el tratamiento
del paciente para ayudarle a prevenir el consumo y a que mantenga
la terapia y las actividades programadas. Además le damos
técnicas de autocontrol en estos casos buscamos que el
paciente se pueda exponer a las situaciones y a los
estímulos que le recuerdan al tabaco y le producen el
deseo de consumir y que no lo haga para que de esta manera rompa
la asociación existente. Es muy importante a la vez la
reestructuración cognitiva, para que aprendan a
identificar pensamientos, esquemas y creencias erróneas o
de desadaptación y el manejo del estrés. Y la
prevención de las recaídas son partes del proceso y
no el punto final que pueda implicar un fracaso completo a la
primera.
Se ha considerado la existencia de una serie de rasgos
de personalidad que hacen más vulnerable a los sujetos
para iniciarse y llegar al consumo abusivo de sustancias
psicoactivas. Características tales como: inconformismo
social, baja motivación para el rendimiento
académico, independencia, rebeldía, tendencia a la
búsqueda de sensaciones nuevas e intensas, tolerancia a la
desviación, tendencias antisociales tempranas.
Del mismo modo, jóvenes muy influenciables son
más vulnerables cuando las personas significativas que les
rodean consumen alcohol, tabaco u otras drogas. La
depresión, el aislamiento social han sido propuestos como
variables potencialmente asociadas con el consumo de
drogas.
La intervención temprana puede disminuir el
consumo de drogas en adolescentes. Es importante sensibilizar a
niños y niñas sobre los efectos del tabaco en la
salud y la exposición pasiva al humo de tabaco ajeno a
través de actividades lúdicas. Lo cual se
podría implementar en instituciones educativas para
prevenir futuros consumidores.
De todos los pacientes que acudieron al consultorio
solicitando ayuda le hemos facilitado el tratamiento
multidisciplinario. Dentro de la psicología recabé
estos datos muy importantes para empezar el tratamiento. Que en
un 60% de los pacientes que fueron al consultorio
señalaron que "SI" fuman en las primeras horas del
día, mientras que el 100% de ellos consideran que le
costará más renunciar al primer
cigarrillo.
El 90% de los fumadores encuentran difícil no
fumar en lugares prohibido. El 60% de los fumadores fuman en
promedio de 30 cigarrillos y el 30% fuman entre 21 a 30
cigarrillos.
El 80% fuma más a menudo en las primeras horas
del día. En el gráfico se observa que el 70% fuma
estando enferma. En el gráfico se observa que el 100% de
los pacientes le gustaría dejar de fumar, el 60% de los
pacientes tienen ganas de dejar de fumar, el 50% dijeron que
quizás intentará dejar de fumar, mientras que el
40% respondieron que Si dejarán de fumar, el 50% cree que
en un lapso de tiempo ya dejará de fumar y el 30% asegura
que sí logrará, mientras que el 20% definitivamente
si lo logrará.
Bibliografía
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Nacional de Control del Tabaquismo, dependiente del
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/mas-empresas-logran-certificacion-por-disponer-ambientes-libres-de-humo-de-tabaco/
www.mspbs.gov.py/v3Dra. Claudia Sánchez, directora del Programa
Nacional de Control del Tabaquismo, dependiente del
Ministerio de Salud
/salud-recomienda-no-recurrir-a-cigarrillos-electronicos-para-dejar-de-fumar/
www.mspbs.gov.py/v3Rigoberto Gallegos Que es el Tabaco
www.monografias.com/trabajos94/que-es-tabaco/que-es-tabaco#ixzz3DNrrB7V9
Anexos
TEST DE RICHMOND
El test de Richmond evalúa el grado
de motivación para dejar de fumar.1.- ¿Le
gustaría dejar de fumar si pudiera hacerlo
fácilmente?
? SI
………………………………………………………………..
1 punto
? NO
…………………………………………………………….
0 puntos
2.- ¿Con que ganas de 0 a 3 quiere
dejarlo?
? Nada
…..…………………………………………………………
0 puntos
? Algo
………………………………………………………………
1 puntos
? Bastante
…………………………………………………………
2 puntos
? Mucho
……………………………………………………………..3
puntos
3.- ¿Intentará dejar de fumar en las
próximas dos semanas?
? Definitivamente NO
………………………………………………
0 puntos
? Quizás
…………….……..……………………………………….
1 puntos
? SI
………………………………..……………………………….
2 puntos
? Definitivamente
SI………………………………………………..
3 puntos
4.- ¿Cree que dentro de los próximos 6
meses no fumará?
? Definitivamente NO
………………………………………………
0 puntos
? Quizás
…………….……..……………………………………….
1 puntos
? SI
………………………………..……………………………….
2 puntos
? Definitivamente
SI………………………………………………..
3 puntos
Valoración del test de Richmond (Grado de
motivación)
0 a 3 – Bajo nivel de motivación
4 a 5 – Dudoso nivel de motivación
6 a 7 – Moderado nivel de motivación
8 a 10 – Alto nivel de motivación
CASO 1
Asunción Andersen 53 años de edad fuma
desde los 16 años hasta la actualidad. Llegó a
fumar hasta 20 cigarrillos por día, acude a la consulta
manifestando su intención de abandonar el hábito
tabáquico. Se le explica a la paciente los riesgos y
consecuencias del cigarrillo los cuales ella refiere
conocer.
TRATAMIENTO CLÍNICO
Se indica el tratamiento con Bupropión de 150mg
iniciando los tres primeros días una toma a las 06hs de la
mañana, al cuarto día se agrega una segunda toma a
las 14hs. Se explica a la paciente que la fecha tope para dejar
el cigarrillo se debe marcar entre el día 10 y 14 de
tratamientos.
La misma acude a consulta de control en el día 14
del tratamiento refiriendo que abandonó el hábito
el día 5 (cinco) del plan terapéutico.
Refiere que está tolerando bien la
deshabituación pero que presenta irritabilidad y que
aumentó el volumen y frecuencia de alimentación,
motivo por el cual se le indica interconsulta y evaluación
por psicóloga.
INFORME PSICOLÓGICO
La paciente Asunción Andersen de 53 años
de edad acudió a la consulta por la constante
irritabilidad que presenta.
Según el test psicométrico de Escala de
ansiedad y depresión de GOLDBERG (EADG)la paciente denota
irritabilidad, nerviosismo, dificultad para conciliar
sueño, dolor de cabeza, temblores además de poca
energía, pérdida de interés por las cosas,
dificultad para concentrarse, se siente enlentecido, tendencia a
encontrarse peor por la mañana.
Según Inventario de ansiedad estado – rasgo
(stai) denota una estrategia de afrontamiento orientada a no
enfrentar la situación porque el sujeto se concibe a
sí mismo en una condición de minusvalía e
inseguridad, además manifestaciones orgánicas que
generan preocupación, por su inexplicabilidad
sintomatológica. Refiere sentimientos encontrados que van
desde el deseo de cambio de una situación hasta orientarse
a estados emocionales depresivos.
Según el Test de Valoración del test de
Richmondla paciente denota un Moderado nivel de
motivación.
Según el Test de de Fargerström su grado de
dependencia a la nicotina es muy alta.
RECOMENDACIONES
Movilizar la motivación y el compromiso del
cliente
– Revisar las razones para dejar de fumar y los
beneficios de abandonar los cigarrillos
Auto-observación: aumento de la
concienciación y del conocimiento de la propia
conducta
Establecer el día en que va a dejar de
fumar
Entrenarlo en técnicas de automanejo y
autocontrol
– Utilización de autorregistros para
identificar los estímulos que elicitan la conducta de
fumar
– Identificar posibles conductas alternativas a la
conducta de fumar
– Entrenamiento en manejo del estrés:
relajación o ejercicio
Estrategias aversivas
– Fumar rápido
– Retener el humo
– Saciación
– Sensibilización encubierta
Estrategias no aversivas
– Reducción gradual de ingestión de
nicotina y alquitrán
– Contratos en los que conste el día de la
fecha de abandono
Estrategias farmacológicas
– Bupropión
–Terapia sustitutiva de la nicotina (chicles y parches
de nicotina)
Sesiones de seguimiento
Entrenamiento en estrategias de
afrontamiento
– Estrategias de automanejo para evitar los
estímulos elicitadores de la conducta de fumar y en
conductas alternativas (ej., tomar agua, hacer inspiraciones
profundas)
– Estrategias de afrontamiento
cognitivo-conductual (anticipar situaciones de alto riesgo;
planificar habilidades de afrontamiento)
– Estrategias para evitar el síndrome de
abstinencia: entrenar al sujeto en habilidades conductuales o
seguir administrando terapia sustitutiva de la nicotina (chicles
o parches)
– Estrategias para manejar las recaídas
(ej., aprender de la recaída)
Apoyo social
– Uso de ayuda mutua (entre los participantes del
grupo de tratamiento)
– Buscar el apoyo e implicación de personas
próximas al fumador (esposo/a, amigos, padres,
hermanos).
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