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Tabaquismo: Una reflexión desde la psicología clínica de la salud (página 2)



Partes: 1, 2, 3

  • B. El síndrome específico de la
    sustancia causa un malestar clínicamente significativo
    o un deterioro de la actividad laboral y social o en otras
    áreas importantes de la actividad del
    individuo.

  • C. Los síntomas no se deben a una
    enfermedad médica y no se explican mejor por la
    presencia de otro trastorno mental.

  • 2.4.3- CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE F17.3
    ABSTINENCIA DE NICOTINA

    • A. Consumo de nicotina durante al menos algunas
      semanas.

    • B. Interrupción brusca o
      disminución de la cantidad de nicotina consumida,
      seguida a las 24 horas por cuatro (o más) de los
      siguientes signos:

    (1) estado de ánimo disfórico o
    depresivo.

    (2) insomnio.

    (3) irritabilidad, frustración o ira.

    (4) ansiedad.

    (5) dificultades de concentración.

    (6) inquietud.

    (7) disminución de la frecuencia
    cardíaca.

    (8) aumento del apetito o del peso.

    • C. Los síntomas del Criterio B provocan
      un malestar clínicamente significativo o deterioro
      social, laboral o de otras áreas importantes de la
      actividad del individuo.

    • D.  Los síntomas no se deben a
      enfermedad médica ni se explican mejor por la
      presencia de otro trastorno mental.

    Estos síntomas son debidos en gran parte a la de
    privación de nicotina y son más intensos entre los
    sujetos que fuman cigarrillos que entre los que consumen otros
    productos que contienen nicotina. La mayor rapidez de los efectos
    de la nicotina conduce a estos fumadores a un patrón de
    hábito intenso que es más difícil abandonar
    por la frecuencia y rapidez del refuerzo y por la mayor
    dependencia física de la nicotina. En sujetos que dejan de
    fumar la frecuencia cardíaca disminuye 5 a 12 lat./min en
    los primeros días, y el peso aumenta 2-3 kg el primer
    año. Con el cambio del consumo de cigarrillos de alto a
    bajo contenido de nicotina, o al interrumpir el consumo de chicle
    o de parches de nicotina, pueden aparecer síntomas de
    abstinencia leves.

    2.4.4- RELACIÓN CON LOS CRITERIOS
    DIAGNÓSTICOS DE INVESTIGACIÓN DE LA
    CIE-10
    .

    DSM-IV y CIE-10 contienen criterios diferentes para el
    diagnóstico de abstinencia de nicotina: entre los que
    propone la CIE-10 se encuentran el anhelo (craving), malestar,
    aumento de la tos y ulceraciones bucales, pero no
    disminución de la frecuencia cardíaca (que
    sí recoge el DSM-IV). En la CIE-10, este trastorno viene
    recogido con el nombre de abstinencia de tabaco.

    2.4.5- TRASTORNO RELACIONADO CON NICOTINA NO
    ESPECIFICADO F17.9

    La categoría trastorno relacionado con nicotina
    no especificado se reserva para los trastornos asociados al
    consumo de nicotina que no se pueden clasificar como dependencia
    de nicotina o abstinencia de nicotina.

    2.4.6- TRASTORNOS RELACIONADOS CON SU
    CONSUMO

    Los efectos del tabaco a largo plazo son físicos.
    Psíquicamente, sería la adicción el problema
    más grave, pues es la droga que más dependencia
    crea y a la que más gente es adicta pese a saber las
    consecuencias fatales que tiene para la salud.

    Los fumadores crónicos tienen un gran riesgo de
    desarrollar enfermedades pulmonares como neumonía,
    bronquitis, enfisema y cáncer, y aumentan la probabilidad
    de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer en otras
    áreas como riñones, boca, laringe, esófago,
    estómago y páncreas.

    DATOS SOBRE LA
    NICOTINA

    • El tabaco es la primera causa de mortalidad
      prematura y produce más muertes que cualquier
      otra droga como la heroína o la
      cocaína.

    • El 70% de las personas que la prueban se
      enganchan (a comparación del 10% de las que
      prueban y se enganchan al alcohol y del 30% a la
      heroína).

    • Sólo el 20% de los que intentan dejar
      el hábito, lo consigue durante dos o más
      años.

    • Hay una probabilidad tres veces mayor de que
      el hijo de padres fumadores lo haga también, a
      que no lo haga.

     

    Tipos de
    fumadores

    • El fumador negativo: Es aquél que fuma
      en situaciones de crisis y utiliza al tabaco como un
      relajante.

    • El fumador hedonista: Es aquél que
      fuma de forma controlada y disfruta del placer del humo del
      cigarro.

    • El fumador habitual o crónico: Fuma
      constantemente sin ser consciente de ello, consume el tabaco
      en grandes cantidades y en la gran mayoría no sabe por
      qué fuma.

    • El fumador drogodependiente: Fuma
      constantemente y se siente incómodo si le faltan los
      cigarros. No puede estar sin un cigarro en la mano y enciende
      uno detrás del otro.

    • El fumador pasivo: Es aquél que no
      consume el tabaco pero que es afectado por el uso de los
      otros que lo consumen. La combustión del cigarro en
      personas que están cerca de los fumadores, por la
      expulsión de sustancias gaseosas contaminan e
      intoxican el organismo de las personas que no están
      fumando, ya que lo que los fumadores expulsan es tres veces
      más toxico que lo que tragan. En el caso que sea un
      niño el fumador pasivo las consecuencias no
      serían las mismas sino que se verían
      agravadas.

    Numerosos estudios alertando de los peligros para la
    salud de este tipo de consumo pasivo han llevado a algunas
    autoridades a prohibir el consumo público de tabaco para
    proteger a las personas de los efectos del humo ambiental de los
    cigarrillos. Los efectos en la salud por la exposición al
    humo del tabaco incluyen cáncer de pulmón,
    cáncer de los senos para nasales, infecciones de las
    vías respiratorias y enfermedades cardíacas. No
    existe una cantidad sana de inhalación pasiva. Los
    niños, las mujeres embarazadas, las personas mayores y las
    personas con problemas respiratorios o cardíacos deben
    tener especial cuidado.

    Efectos del
    tabaquismo pasivo

    Se ha demostrado que el llamado humo de segunda mano
    (que en el caso de cigarros de tabaco es una mezcla de tanto los
    humos liberados por el cigarro durante su combustión y el
    humo exhalado por los fumadores) produce los mismos efectos que
    la inhalación directa del humo de tabaco en los fumadores,
    incluyendo enfermedades cardiovasculares, cáncer de
    pulmón, bronquitis y ataques de asma.

    Los productos del tabaco contienen y emiten durante su
    combustión numerosas sustancias nocivas y agentes
    carcinógenos conocidos peligrosos para la salud humana. Se
    ha demostrado que el tabaquismo pasivo es peligroso sobre todo
    para el feto y para los niños, y que puede provocar o
    agravar problemas respiratorios en personas que inhalen el humo
    del tabaco.

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    4.1- ALGUNOS DE LOS EFECTOS DE UNA EXPOSICIÓN
    PROLONGADA INCLUYEN:

    • Cáncer

    • Cáncer de Pulmón

    • Cáncer de seno

    • Riesgo de infecciones en el oído, nariz y
      garganta.

    • Problemas respiratorios:

    • Problemas de pulmón

    • Asma

    • En Maternidad:

    • Parto prematuro

    • Bajo peso del producto

    • En general:

    • Empeora el asma, reacciones alérgicas y otras
      condiciones

    • Riesgo en infantes:

    • Síndrome de muerte súbita del
      lactante

    • Asma

    • Infecciones de pulmón

    • Incrementa el riesgo de contraer
      tuberculosis

    • Alergias

    • Dificultades en el aprendizaje y retraso en el
      desarrollo

    • Enfermedad de Crohn

    • Incrementa la posibilidad de que se presenten
      caries

    • Trastornos por sustancias de abuso (I):
      Tabaquismo

    El consumidor de tabaco padece una fuerte
    adicción a la nicotina y al hecho de fumar, que es
    más poderoso de lo que generalmente quiere aceptar. A ello
    se une la complejidad de que es una drogodependencia legalizada,
    que no conlleva normalmente problemas de relaciones
    interpersonales, económicos, legales… Al fumador le
    cuesta demandar asistencia y vive con escasa autocrítica
    un posible fracaso en su tratamiento.

    Russell y otros (1979) ya demostraron que un consejo
    firme y breve (menos de tres minutos) de los profesionales de
    Atención Primaria, la entrega de material de autoayuda con
    instrucciones para dejar de fumar y un posterior control de
    seguimiento, lograba un 5,1por ciento de ex fumadores al
    año de la intervención.

    Esto avala la necesidad de rentabilizar al máximo
    las oportunidades que se presenten de hacer intervenciones
    precoces en los fumadores desde la Atención
    Primaria.

    Consideraciones
    generales

    5.1- EPIDEMIOLOGÍA

    La prevalencia del consumo de tabaco en España se
    encuentra en un 36 por ciento de la población mayor de 16
    años, con un elevado consumo entre los 21y 40 años.
    A partir de los 51 años el hábito de fumar
    desciende de forma muy notable, especialmente entre los grandes
    fumadores.

    Los varones predominan como consumidores, aunque en
    determinados grupos de edad y actividad las mujeres están
    igualando las proporciones de consumo de tabaco de los
    hombres.

    Cuando son preguntados, hasta un 85 por ciento de los
    fumadores declara que le gustaría abandonar esta
    práctica y un alto porcentaje (70 por ciento) dice haber
    realizado un intento serio de dejar de fumar. Es el consejo de un
    profesional sanitario el principal movilizador para iniciar el
    proceso de dejar de fumar.

    5.2- FACTORES A CONSIDERAR EN LA DEPENDENCIA
    TABÁQUICA

    Son muchas las variables que influyen en la
    génesis y desarrollo de un trastorno por el uso de
    tabaco.

    La nicotina es un alcaloide líquido que, al igual
    que otras drogas, produce modificaciones en la
    neurotransmisión cerebral. Se fija
    estéreo-selectivamente a los receptores
    colinérgicos nicotínicos. La exposición
    continua a ella incrementa el número de receptores
    colinérgicos nicotínicos, principalmente del
    subtipo a4-ß2, que representan más del 90 por ciento
    de la fijación de alta afinidad. Además, al
    bloquear la enzima monoaminooxidasa, inhibe la destrucción
    de la dopamina y aumenta la concentración de la misma en
    el sistema dopaminérgico mesolímbico, lo cual
    justifica el efecto estimulante y sus acciones reforzadoras
    primarias.

    La vía inhalatoria de administración
    permite que la nicotina alcance el cerebro más
    rápidamente, incluso, que por vía intravenosa (8-10
    segundos), mientras que la manipulación del cigarrillo por
    el fumador le permite ajustar, sin ser consciente de ello, la
    potencia psicoactiva deseada. La tolerancia se desarrolla
    rápidamente.

    Una vez instaurada la dependencia, la ausencia de
    consumo produce un síndrome de abstinencia. Los signos y
    síntomas del mismo incluyen estado de ánimo
    disfórico o depresivo, insomnio, irritabilidad,
    frustración o ira, ansiedad, dificultades de
    concentración, inquietud, aumento de apetito o de peso, y
    el llamado craving o ansia vehemente de nicotina. Como en el caso
    de otras sustancias, las características genéticas
    del individuo pueden ser un factor predisponente o protector
    frente a la génesis de esta dependencia.

    No hay un perfil específico de personalidad que
    predisponga o cause la dependencia del tabaco; rasgos como
    inmadurez, baja autoestima, inseguridad, conformismo, dependencia
    del grupo, búsqueda de sensaciones, y algunos procesos
    psiquiátricos, como los trastornos afectivos, la
    esquizofrenia, los trastornos de la personalidad y otros
    trastornos relacionados con sustancias, son más frecuentes
    entre los usuarios de tabaco.

    Las características físicas del individuo
    y su salud influyen sobre el daño orgánico que el
    tabaco pueda producir en el consumidor.

    Socialmente el tabaco es una sustancia con laque estamos
    acostumbrados a convivir, de fácil adquisición,
    cuyo consumo juvenil no suele generar tensión en el medio
    familiar y que permite a muchos jóvenes la adhesión
    al grupo.

    El acto de fumar y la nicotina ingerida genera una
    sensación de recompensa ante numerosas situaciones de la
    vida diaria (tomar café o el aperitivo, la sobremesa,
    llamar por teléfono, estrés…), a lo que se une la
    sensación de herramienta psicológica que todo
    fumador crea con el uso del tabaco en sus relaciones
    sociales.

    Los fumadores son conocedores del daño para la
    salud de su conducta adictiva, pero lo ven lejano o no lo viven
    como propios.

    Una patología médica instaurada es el
    principal movilizador para plantearse dejar de fumar; a ello se
    unen en los últimos años factores modales, como
    conseguir una mayor aceptación social o evitar el rechazo
    de los no fumadores.

    Según Prochaska y Goldstein (1991) el
    fumador pasa por varios estadios en el proceso de abandono del
    tabaco.

    • Pre-contemplación: es una fase en la
      que las personas no tienen ninguna intención de
      cambiar en un futuro previsible, es decir, durante los
      próximos 6meses.Los fumadores no tienen
      intención de cambiar su conducta en los
      próximos 6 meses (se considera este plazo de tiempo
      porque parece un período suficiente para que la gente
      planee seriamente cambios en sus conductas de salud); son
      individuos que no conocen o no quieren conocer los efectos
      nocivos del tabaquismo. Los "pros" para continuar fumando
      ganan a los "contras".

    • Contemplación: es una etapa en la que
      las personas piensan seriamente cambiar en los
      próximos 6 meses. La persona empieza a ser consciente
      de que existe un problema, y participa activamente buscando
      información y se ha planteado el cambio seriamente en
      los próximos 6 meses. No están considerando el
      dejar de fumar en los próximos 30 días.
      Generalmente son fumadores que han intentado dejar de serlo
      en varias ocasiones pero han tenido dificultades para
      conseguirlo. Los "pros" y los "contras" se
      igualan.

    • Preparación: es una fase o etapa en la
      que las personas tienen intención de cambiar dentro
      del mes siguiente. El sujeto se ha planteado modificar su
      conducta (dejando el consumo de tabaco) en los
      próximos 30 días. Los "pros" para dejar de
      fumar superan a los "contras".

    • Acción: las personas han modificado
      claramente su comportamiento de riesgo: han dejado de fumar;
      esta etapa dura unos 6 meses y es el período en el que
      corren más riesgo de recaída. Los individuos
      han iniciado activamente la modificación de su
      conducta, llegando a lograrlo con éxito, pero llevan
      aún sin fumar menos de 6 meses. En esta fase es en la
      que existe mayor riesgo de recaídas.

    • Mantenimiento: es una etapa en la que las
      personas se esfuerzan por mantener un estilo de vida
      más sano, una vida sin tabaco. El individuo lleva sin
      fumar un período superior a 6 meses. En esta fase se
      ejecutan las estrategias necesarias (procesos de cambio)
      encaminadas a prevenir la recaída y, de este modo,
      afianzarlas ganancias logradas en la fase anterior. La
      mayoría de la gente no cambia una conducta
      crónica siguiendo un patrón de cambio lineal,
      desde el estadio de pre-contemplación al de
      mantenimiento. El cambio a través de los distintos
      estadios implica un patrón en espiral. En este
      recorrido, la recaída es un evento fruto de la
      interrupción de la fase de acción o de
      mantenimiento, provocando un movimiento hace estadios previos
      de pre-contemplación y contemplación. La
      recaída es un fenómeno sumamente frecuente en
      las conductas adictivas.

    5.3- MODELOS DE LLEGADA

    La mayor sensibilidad social ante los efectos
    perjudiciales del fumar hace que muchas personas de forma
    espontánea demanden información o pidan tratamiento
    para su conducta adictiva.

    Lo habitual es que el médico tenga que tomar la
    iniciativa por la presencia de problemas de salud que claramente
    se beneficiarían del abandono del tabaco.

    Evaluación y
    diagnóstico del paciente

    Es aconsejable efectuar entrevistas clínicas
    estructuradas y analizar la historia de consumo de tabaco, el uso
    de otras sustancias (alcohol, café, psicofármacos)
    y no olvidar las ilegales; además, hay que valorar los
    intentos de deshabituación previos y los hábitos
    higiénico-dietéticos (alimentación,
    defecación, sueño, sedentarismo,
    sexualidad…).

    La evaluación física debe considerar la
    patología cardiovascular (hipertensión arterial,
    cardiopatía isquémica, arritmias,
    vasculopatías periféricas…), la cerebro-vascular,
    la respiratoria (bronquitis agudas, EPOC…), úlceras,
    alteraciones dermatológicas, neoplasias, diabetes y
    pruebas de laboratorio.

    Con frecuencia vemos signos y síntomas propios
    del consumo de tabaco, como el olor del aliento, tos, piel
    arrugada, cambios en el tono de voz, manchas de alquitrán
    en los dedos y, a veces, signos claros de una enfermedad pulmonar
    crónica.

    El examen del estado mental debe evaluar la
    función cognoscitiva, el nivel de ansiedad, el estado de
    ánimo, si existen alteraciones sensorio-perceptivas o del
    curso o contenido del pensamiento. Puede poner de relieve
    trastornos psíquicos añadidos que empeoran el
    pronóstico, como abuso o dependencia de otras sustancias,
    esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión mayor y
    trastornos de ansiedad.

    Siempre que sea posible, se debe incluir una entrevista
    con familiares y valorar su predisposición a colaborar en
    el tratamiento.

    Tanto la CIE-10 como el DSM-IV recogen de forma similar
    los trastornos producidos por el consumo de nicotina (Tabla
    I).

    Algunos cuestionarios usados habitualmente para el
    diagnóstico son los test de Wisconsin y de
    Fargerström.

    Tratamiento de la
    dependencia tabáquica

    El tratamiento dura un año, dependiendo del nivel
    de adicción de la persona se van elaborando diferentes
    estrategias de tratamiento.

    7.1- TERAPIA SUSTITUTIVA DE NICOTINA

    En la mayoría de los estudios realizados se ha
    demostrado su eficacia al conseguir una tasa de éxitos
    de20-40 por ciento al año de tratamiento, con diferencias
    estadísticamente significativas respecto a grupos
    control.

    En nuestro medio, y hasta el momento, están
    comercializados el chicle, el parche y el spray nasal.

    • Chicle: Está comercializado en piezas
      que contienen 2 ó 4 mg de nicotina. Para obtener
      buenos resultados es necesario enseñar al fumador a
      utilizarlo correctamente, lo que es un factor clave en su
      eficacia.

    • Parche de nicotina: En la actualidad existen
      a la venta varios sistemas de liberación
      transdérmica: los que se mantienen durante todo el
      día (24 horas) y los que se quitan por la noche (16
      horas). El parche se pone diariamente sobre la piel en una
      zona seca y sin vello; debe estar perfectamente adherido y
      colocarse cada día en un lugar distinto.
      Adaptándonos a las características del
      paciente, se realizará una reducción gradual
      hasta alcanzar niveles de 7 mg/24 horas pasadas unas6-12
      semanas desde el inicio.

    • Spray nasal: El fumador se aplica 0,5 mg de
      nicotina en cada una de sus fosas nasales, sin sobrepasarlas
      cinco aplicaciones a la hora (5 mg) ni cuarenta al día
      (40 mg). Sus efectos secundarios (irritación de mucosa
      nasal, rinitis, estornudos, tos, lagrimeo, obstrucción
      nasal…) son muy desagradables.

    7.2- TRATAMIENTOS
    FARMACOLÓGICOS

    • Bupropión, un antidepresivo disponible
      con receta médica con el nombre comercial de Zyban,
      fue aprobado por la FDA en 1997 para tratar la
      adicción a la nicotina. Este fármaco puede
      ayudar a reducir los síntomas de la abstinencia a la
      nicotina y las ansias de fumar, y puede ser usado sin peligro
      en combinación con productos de remplazo de nicotina
      (9, 12). Hay varios efectos secundarios asociados con este
      producto. Hable con su médico para ver si este
      fármaco es adecuado para usted.

    • Vareniclina, una medicina que se vende
      sólo con receta médica bajo la marca de
      Chantix, fue aprobada por la FDA en 2006 para ayudar a los
      fumadores de tabaco a que dejen el hábito. Este
      fármaco puede ayudar a quienes quieren dejar de fumar
      ya que puede calmar sus ansias de nicotina y bloquear los
      efectos placenteros de la nicotina si vuelven a fumar. Hay
      varios efectos secundarios asociados con este producto.
      Consulte con su médico para saber si esta medicina es
      apropiada en su caso.

    7.3- PROCEDIMIENTOS
    PSICOLÓGICOS

    Se ha utilizado gran número de técnicas,
    como procedimientos aversivos (fumar rápido, saciado,
    retener el humo, sensibilización encubierta, shock
    eléctrico…), auto observación, relajación,
    control de estímulos, reducción gradual de
    ingestión de nicotina y alquitrán, fumar
    controlado, manejo de contingencias, desensibilización
    sistemática, contratos de contingencias, métodos de
    automanejo y autocontrol…

    En la práctica clínica en nuestro medio lo
    habitual es la utilización de los programas
    multicomponentes, que suelen combinar varias de las estrategias
    anteriormente citadas.

    Se desarrollan en tres fases: la de preparación,
    la de abandono y la de mantenimiento.

    También se ha empleado la acupuntura, la
    hipnosis, las terapias grupales masivas (plan de 5 días),
    fumadores anónimos, electro acupuntura, programas
    multimedia… Todos ellos muestran claras dificultades de
    evaluación científica; cuando ésta se ha
    logrado no han demostrado ser superiores a placebo.

    7.3.1- INSTRUMENTOS DE
    EVALUACIÓN

    Se recomienda interrogar sistemáticamente a todo
    paciente que acuda a la consulta de atención sanitaria
    sobre el consumo de tabaco registrando esta información en
    la historia clínica [GRADO DE RECOMENDACIÓN
    A].

    Teniendo en cuenta que el tabaquismo es una enfermedad
    crónica, de alta prevalencia, y que constituye la
    principal causa de morbilidad y mortalidad en los países
    desarrollados, es imprescindible que se dé un correcto
    abordaje al mismo. No existe ninguna otra enfermedad
    crónica de las tradicionalmente atendidas en los programas
    de salud que tenga las consecuencias sobre la salud individual y
    colectiva que tiene el tabaquismo. Los pacientes fumadores deben
    ser considerados como personas con un grave factor de riesgo
    sobre su salud. Si además de ser consumidores de tabaco,
    son dependientes del mismo (como ocurre en la gran
    mayoría), existe una dificultad añadida para el
    abandono del consumo, aumenta el potencial perjuicio sobre la
    salud. Para un correcto abordaje del tabaquismo, ha de
    procederse, al igual que en cualquier otra patología, en
    primer lugar, a una correcta evaluación. De esta forma se
    podrán individualizar y optimizar las intervenciones
    terapéuticas.

    7.3.2- ENTREVISTA

    Datos de filiación.

    Antecedentes personales. Es muy
    importante conocer la posible existencia de otras adicciones
    (alcohol, marihuana, etc.). Nadie mejor que el profesional para
    conocer los antecedentes patológicos de los pacientes
    fumadores. Lo cierto es que cada vez con más frecuencia se
    encuentra que las personas con depresión, ansiedad,
    alcoholismo y esquizofrenia fuman más. Además es
    conocido cómo en algunos pacientes a hora
    sintomatología depresiva cuando dejan de fumar. Por este
    motivo, si al profesional le surgen dudas, puede recurrir al
    empleo de distintos cuestionarios para evaluar estos trastornos
    asociados en fumadores. Entre los más utilizados cuentan
    la Escala de Depresión y Ansiedad de Golberg, el
    cuestionario de ansiedad estado u ansiedad rasgo de Spielberger,
    y el cuestionario de identificación de problemas de
    alcohol AUDIT, así como un amplio etcétera de
    instrumentos, bien generales, o bien, específicos de cada
    trastorno.

    Antecedentes de tabaquismo: historia
    familiar de tabaquismo, edad de inicio, ambiente tabáquico
    en el domicilio, en el trabajo o en el tiempo de ocio,
    número de cigarrillos que se fuman, cómo ha variado
    dicho número en la vida del paciente,…

    Intentos previos de abandono del consumo de
    tabaco
    . Analizar si ha habido o no intentos previos serios de
    abandono, su número, cuánto tiempo se ha mantenido
    la abstinencia, si se ha utilizado algún tratamiento con o
    sin ayuda profesional, y cuáles han sido las causas de la
    recaída (motivos sociales, síndrome de abstinencia,
    miedo a engordar, falsa idea de control…).

    Tabaquismo actual. Conviene conocer
    cuánto fuma en la actualidad, cuanta nicotina contiene los
    cigarrillos que fuma, y valorar cuál es el patrón
    de consumo (si inhala o no el humo, si fuma sólo los fines
    de semana, si se despierta por la noche para
    fumar…).

    — Nivel de exposición al tabaco durante
    la vida del paciente.
    El número de cigarrillos que
    fuma el paciente y el tiempo que lleva fumándolos, se
    engloban en el concepto número de paquetes-año o
    "índice paquetes-año".

    Se calcula multiplicando el número de cigarrillos
    fumados en un día por el número de años que
    se lleva fumando esa cantidad y se divide por 20.

    Este dato es un marcador de exposición al tabaco
    y, por tanto, del riesgo que el paciente tiene de contraer una
    enfermedad relacionada con el consumo de tabaco, así como,
    las posibilidades de éxito o de fracaso en un intento de
    abandono del consumo de tabaco; cuanto mayor sea el número
    paquetes-año, mayor es el grado de exposición al
    tabaco, mayor es el riesgo de padecer enfermedades relacionadas
    con el tabaco y menos son las posibilidades de abandono que tiene
    el paciente. De todos modos, el cálculo de este
    índice tiene más interés por los estudios
    epidemiológicos que para la práctica clínica
    ya que en este caso no suele cambiarla naturaleza de la
    intervención. No hay evidencia científica de que se
    deban usar distinta intensidad terapéutica en
    función de la cantidad de tabaco fumada. El riesgo
    varía relativamente poco en función del
    número de cigarrillos fumados. Es más importante el
    estadio del cambio, la edad de inicio o el patrón de
    consumo.

    7.3.3- VALORACIÓN CONDUCTUAL

    Para abordar adecuadamente el tabaquismo, es importante
    conocer hasta qué punto el paciente está dispuesto
    a cambiar la conducta y cuáles son los motivos que le
    llevan a ello; qué estímulos están
    intrínsecamente asociados a la conducta de fumar, la cual
    como todas las adicciones es una conducta aprendida; y qué
    aporta la conducta adictiva al paciente (mecanismo de
    afrontamiento a las situaciones de estrés o de
    frustración, factor de sociabilidad, control del estado de
    ánimo,…) y de qué recursos alternativos puede
    disponer éste.

    Esto se puede conocer en primer lugar mediante la
    entrevista directa al paciente, en la que es muy importante
    conocer los intentos previos para dejar de fumar y, sobre todo,
    las causas de las anteriores recaídas.

    Además, se pueden aplicar test para
    conocer:

    — La fase de abandono

    Motivación para el abandono del tabaco:
    El test de Richmond puede dar una idea aproximada de
    ésta.

    — Valoración de la dependencia. Puede
    usarse para ello el test de Fagerström que es un instrumento
    sencillo y de validez contrastada, que consta de 6 ítems
    (que pueden reducirse a 2), con una puntuación
    máxima de10. Alternativamente, la existencia de
    dependencia puede analizarse mediante los criterios
    DSM-IV-TR.

    — Autorregistro de cigarrillos
    consumidos.

    Conviene conocer las situaciones y motivaciones
    asociadas al consumo, para identificar las principales
    situaciones que conducen al consumo y así prever los
    momentos con mayor riesgo de recaída. En la mayoría
    de las ocasiones basta con una buena historia clínica.
    Puede convenir evaluar el nivel de auto-eficacia del paciente,
    valorando la percepción subjetiva de control en las
    distintas situaciones. Tanto la valoración conductual como
    los otros componentes exploratorios de la historia clínica
    del tabaquismo pueden ser más amplios.

    7.3.4- ESTUDIO DE LA FASE DE ABANDONO

    Para un mejor abordaje
    diagnóstico-terapéutico del tabaquismo hay que
    tener en cuenta que el abandono del consumo de tabaco no debe ser
    considerado como un hecho puntual en la vida del fumador sino
    como un proceso que pasa por una serie de etapas, que fueron
    definidas por Prochaska y DiClemente (1983). Estos autores
    propusieron un modelo transteórico de cambio, en donde los
    estadios de cambio han mostrado ser un elemento claramente
    predictivo de asistir o no a un tratamiento y sobre la eficacia
    del mismo (Prochaska, Norcross y DiClemente, 1994). Su modelo y
    los estudios que lo sustentan han permitido entender las
    conductas adictivas no como un fenómeno de todo o nada,
    sino como un continuo en la intención a dejar una conducta
    adictiva, como en el mismo proceso de recuperación, el
    cual pasa por toda una serie de fases de recuperación y
    recaída hasta que finalmente se consigue la abstinencia a
    medio y largo plazo. Este proceso de abandonos y recaídas
    puede durar varios años. Aunque su modelo es
    tridimensional, integrando estadios, procesos y niveles de
    cambio, el mayor impacto del mismo está en los estadios
    del cambio. Estos representan una dimensión temporal que
    nos permite comprender cuando ocurren los cambios, ya sea a nivel
    cognitivo, afectivo o conductual (Becoña y Vázquez,
    1996). Los fumadores se encuentran en una fase o en otra en
    función de cuál sea su actitud en cuanto a realizar
    un intento serio de abandono del consumo de tabaco. En una de sus
    formulaciones iniciales (Prochaskay cols.., 1994), consideraban
    seis estadios de cambio: pre-contemplación,
    contemplación, preparación, acción,
    mantenimiento y finalización, aunque esta última la
    suprimirían con posterioridad.

    En las tres primeras fases la sensibilización y
    motivación que tienen los fumadores para dejar de fumar es
    muy distinta. La intervención terapéutica
    irá encaminada a favorecer la progresión del
    paciente dentro del proceso de abandono del consumo de tabaco
    hasta conseguir la abstinencia. Puesto que el enfoque
    terapéutico será distinto en cada una de las fases
    es importante, para aumentar las posibilidades de éxito,
    esforzarnos por hacer un diagnóstico preciso y situar al
    fumador dentro de su propio proceso de abandono del consumo de
    tabaco.

    Diagnóstico de
    las fases de abandono

    8.1- ANÁLISIS DE LA
    MOTIVACIÓN.

    Durante la valoración del paciente fumador es
    importante saber si el paciente está dispuesto a afrontar
    el esfuerzo que supone un intento serio de abandono. Cuando es el
    paciente quien nos demanda ayuda es importante situarle frente al
    problema, aclarándole que aunque es posible dejar de
    fumar, en función de sus niveles de dependencia y
    motivación, va a requerir más o menos esfuerzo por
    su parte. El terapeuta durante la entrevista ha de saber si el
    paciente está dispuesto a realizar dicho esfuerzo. Se
    puede preguntar directamente y valorar su actitud. Además
    es conveniente conocer cuáles son las razones, conscientes
    o inconscientes, que el fumador tiene para abandonar el consumo
    de tabaco. Dichas razones se pueden investigar preguntando
    directamente, o bien, ofreciéndoselas al fumador en una
    lista abierta o cerrada, para que marque las que son más
    importantes para él. En general, las razones de salud
    suelen ser las más poderosas.

    Además de conocer por qué el paciente
    quiere dejar de fumar, es interesante enfrentarle con
    cuáles son los motivos por los que fuma.

    8.2- QUÉ HACER

    Es preciso realizar un trabajo motivacional que
    favorezca el cambio, y otro psicoeducativo que permita al fumador
    comprender su dependencia de la nicotina de por vida, la
    imposibilidad de un consumo controlado, los deseos persistentes
    de fumar (inicialmente con mucha frecuencia e intensidad,
    posteriormente con menor frecuencia pero parecida intensidad).
    Tendrá que aprender a decir "NO" al deseo instintivo de
    fumar, ya que la eficacia del tratamiento pasa por no volver a
    consumir tabaco.

    EL CONSEJO DEBE SER:

    • Claro: "Pienso que es importante para usted
      dejar de fumar ya. Yo le ayudaré".

    • Serio: "Como médico suyo, necesito que
      sepa que dejar de fumar es lo más importante que puede
      hacer para proteger su salud ahora y en el
      futuro".

    • Personalizado: valorar las razones personales
      para iniciar el tratamiento (estado de salud, enfermedad,
      costes económicos, fumadores pasivos
      cercanos…).

    8.3- SE PLANTEARÁN PAUTAS COMPORTAMENTALES
    COMO:

    • Pautas higiénico-dietéticas:
      comidas ligeras, eliminación de alcohol y estimulantes
      (café, colas…), consumo de grandes cantidades de
      agua y zumos, aumento del ejercicio físico adaptado a
      las características del paciente; pueden ser
      útiles complementos vitamínicos.

    • Plantearse metas, como aprender a decir "No
      gracias, estoy dejando de fumar" o manejar en la abstinencia
      objetivos cortos "Hoy no voy a fumar".

    • Control de estímulos: son estrategias
      que tratan de eliminar o alterar los impulsos que llevan a
      fumar (retirar los ceniceros, encendedores, cambiarse de
      asiento en la mesa a la hora de comer), evitar situaciones de
      provocación (el consumo de alcoholo café), o
      crear barreras para no poder fumar (sentarse en la zona de no
      fumadores, lavarse los dientes tras las comidas).

    • Búsqueda de sustitutos de la oralidad
      (un tentempié bajo en calorías, regaliz duro o
      de palo, palillos, caramelos o chicles sin azúcar),
      tener las manos ocupadas (bolígrafos, llaves,
      canicas…), recuperar aficiones.

    Es aconsejable dar algún material de autoayuda
    por escrito que apoye nuestros consejos.

    En nuestra experiencia el tratamiento del tabaquismo
    pasa por la combinación de terapia sustitutiva con parche
    de nicotina y spray nasal (este sólo en momentos de
    importante craving), fármacos antidepresivos (bupropion,
    venlafaxina) y ansiolíticos en dosis nocturna para reducir
    la ansiedad y mejorar el sueño (bromacepam, loracepam,
    ketazolam), que ayudarán a disminuir los síntomas
    más frecuentes de abstinencia, la irritabilidad, los
    trastornos del sueño, del estado de ánimo y el
    anhelo de nicotina. A ello se unen técnicas de
    relajación o mínimas estrategias de
    afrontamiento.

    8.4- SEGUIMIENTO

    Es recomendable el seguimiento en las fases
    iníciales del tratamiento, con visitas que se irán
    espaciando si la evolución es buena. Tales visitas dan la
    oportunidad de asesorar y estimular en el curso de la
    evolución y valorar cómo afronta las situaciones
    que favorecen la recaída, las situaciones con estados
    emocionales negativos (sentimientos de tristeza,
    frustración, enfado, soledad, ansiedad, aburrimiento,
    preocupación y otros estados disfóricos similares),
    situaciones que implican estados emocionales positivos,
    acontecimientos sociales y el exceso de confianza
    personal.

    8.5- SITUACIONES ESPECIALES

    •Aumento de peso tras el cese del consumo de
    tabaco:
    al hacer el abordaje el profesional no deberá
    negar la probabilidad de aumento de peso ni minimizar su
    importancia; advertirá sobre la probabilidad de ganar algo
    de peso y preparará al fumador para ese
    momento.

    Embarazo: aun cuando lo más
    beneficioso es dejar de fumar antes del embarazo o en los
    primeros momentos del mismo, se siguen obteniendo beneficios para
    la salud en cualquier momento. Por ello, una embarazada que sigue
    fumando debe ser constantemente animada y ayudada a dejar de
    fumar.

    Deshabituación en pacientes con
    patología psiquiátrica añadida:
    si
    utilizamos antidepresivos en fumadores con alteración del
    estado de ánimo o antecedente del mismo, es aconsejable
    manejar dosis más elevadas; si se trata de enfermos
    psicóticos o con problemas con otras sustancias adictivas
    se debe valorar si hacer una deshabituación y en cualquier
    caso el mejor momento para la misma.

    9- SALUD RECOMIENDA NO RECURRIR A CIGARRILLOS
    ELECTRÓNICOS PARA "DEJAR DE FUMAR"

    • Dispositivos no son
      inocuos.

    • Función no está
      avalada por la OMS.

    • Mecanismo produce más
      adicción, antes que curar.

    Monografias.com

    La Dra. Claudia Sánchez, Directora del Programa
    Nacional de Control de Tabaquismo indicó que la
    utilización de los cigarrillos electrónicos
    aún no tiene visto bueno de los organismos de salud a
    nivel mundial y mucho menos a nivel nacional.

    "Se están haciendo estudios para ver el impacto
    en el consumo, aunque la estrategia que estamos realizando para
    el paciente dependiente de la nicotina, que es lo que provoca
    adicción en el cigarrillo, es desaprender la conducta del
    fumador. Con el cigarrillo electrónico se preserva es
    conducta" el cigarrillo electrónico es un producto que
    tiene su costo, porque la persona que depende de este
    método, al momento de no poder seguir adquiriendo el
    cartucho para recargar el dispositivo, probablemente
    recurrirá nuevamente al cigarrillo habitual porque se
    preserva la conducta del fumador y por su accesibilidad
    económica.

    "La nicotina es la sustancia que mantiene la
    acción de la persona y los cigarrillos electrónicos
    tienen un compuesto de la misma sustancia, en otras proporciones,
    pero que produce que la persona lo lleven a la boca una mayor
    cantidad de veces", advirtió.

    La Directora del Programa Nacional dijo que la
    Organización Mundial de la Salud (OMS)  no avala este
    dispositivo, pues no favorece a la rehabilitación del
    paciente. Existen estrategias psicológicas, de
    motivación, consejería y otros más que son
    implementados por los servicios de nuestro
    país.

    "En el proceso de rehabilitación tendemos a
    deshabituar al paciente de este vicio; con el cigarrillo
    electrónico se preserva esa conducta, lo que no favorece.
    Hay pocos estudios pero hasta que no tengamos el aval que de
    vía libre para ser utilizado como medio
    terapéutico, no podemos aconsejarlo",
    expresó.

    En la región países como Argentina,
    Uruguay, Colombia y otros de Centroamérica han prohibido
    su venta.

    "Los cigarrillos electrónicos no son productos
    inocuos, pues generan la conducta fumadora. La Food and Drug
    Administration (FDA) de los Estados Unidos afirma que contienen
    ingredientes que producen cáncer (como las nitrosaminas) y
    otros químicos tóxicos peligrosos para la salud. En
    un comunicado de prensa de septiembre del 2008, la
    Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que
    NO considera que los cigarrillos electrónicos sean un
    tratamiento legítimo para quienes están tratando de
    dejar de fumar", recalcó Sánchez.

    Estos cigarrillos electrónicos fueron creados en
    China en el año 2004 y se parecen a un cigarrillo
    común; están hechos de acero inoxidable, tienen una
    cámara con nicotina líquida en diferentes
    concentraciones y son alimentados por una batería
    recargable. Pueden contener cartuchos de hasta 24 miligramos de
    nicotina.

    Se ofrecen como una alternativa al cigarrillo
    tradicional, destinada tanto al público que desea seguir
    fumando sin inhalar las más de 7.000 sustancias
    tóxicas del tabaco, como al público que no quiere
    dañar la salud de las personas que están a su
    alrededor. También son promocionados como alternativas
    "saludables" para dejar de fumar.

    Experiencias en
    relación a estudios de casos

    ANÁLISIS E
    INTERPRETACIÓN DE DATOS

    Resultados de la encuesta a consumidores de
    tabacos

    Cuadro N° 1: Cuanto tiempo pasa entre el momento
    en que se despierta y el momento en que enciende el primer
    cigarrillo del día.

    Alternativas

    Frecuencia

    %

    • 5 minutos

    6

    60

    • Entre 6 y 30 minutos

    2

    20

    • Entre 31 y una hora

    2

    20

    • Una hora o más

    0

    0

    Total

    10

    100

    Monografias.com

    El gráfico muestra que un 60% señalaron
    que "SI" fuman en las primeras horas del
    día.

    Cuadro N° 2: Cuál es el cigarrillo al que
    considera que le costará más
    renunciar.

    Alternativas

    Frecuencia

    %

    • El primero del día

    10

    100

    • Cualquier otro

    0

    0

    Total

    10

    100

    Monografias.com

    El gráfico muestra que el 100% de los
    fumadores encuestados consideran que le costará más
    renunciar al primer cigarrillo.

    Cuadro N° 3: Encuentra difícil no fumar en
    lugares en los que está prohibido.

    Alternativas

    Frecuencia

    %

    • Si

    9

    90

    • No

    1

    10

    Total

    10

    100

    Monografias.com

    El gráfico muestra que el 90% de los fumadores
    encuentra difícil no fumar en lugares
    prohibido.

    Cuadro N° 4: Cuantos cigarrillos fuma en promedio
    por día.

    Alternativas

    Frecuencia

    %

    • Menos de 10

    0

    0

    • Entre 11 y 20

    1

    10

    • Entre 21 y 30

    3

    30

    • Más de 30

    6

    60

    Total

    10

    100

    Monografias.com

    En el gráfico se observa que el 60% de los
    fumadores fuman en promedio de 30 cigarrillos y el 30% fuman
    entre 21 a 30 cigarrillos.

    Cuadro N° 5: Fuma más a menudo durante las
    primeras horas que en el resto del día.

    Alternativas

    Frecuencia

    %

    • Si

    8

    80

    • No

    2

    20

    Total

    10

    100

    Monografias.com

    En el gráfico se observa que el 80% fuma
    más a menudo en las primeras horas del
    día.

    Cuadro N° 6: Fuma cuando se encuentra
    enfermo.

    Alternativas

    Frecuencia

    %

    • Si

    7

    90

    • No

    3

    10

    Total

    10

    100

    Monografias.com

    En el gráfico se observa que el 70% fuma
    estando enferma

    Cuadro N° 7: Le gustaría dejar de fumar si
    pudiera hacerlo fácilmente.

    Alternativas

    Frecuencia

    %

    • Si

    10

    100

    • No

    0

    0

    Total

    10

    100

    Monografias.com

    En el gráfico se observa que el 100% de los
    pacientes le gustaría dejar de fumar.

    Cuadro N° 8: Con que ganas de 0 a 3 quiere
    dejarlo

    Alternativas

    Frecuencia

    %

    • Nada

    0

    0

    • Algo

    2

    0

    • Bastante

    6

    • Mucho

    2

    Total

    10

    100

    Monografias.com

    En el gráfico se observa que el 60% de los
    pacientes tienen ganas de dejar de fumar.

    Cuadro N° 9: Intentará dejar de fumar en
    las próximas dos semanas

    Alternativas

    Frecuencia

    %

    • Definitivamente NO

    0

    0

    • Quizás

    5

    • Si

    4

    • Definitivamente SI

    1

    Total

    10

    100

    Monografias.com

    En el gráfico se observa que el 50% dijeron
    que quizás intentará dejar de fumar, mientras que
    el 40% respondieron que Si dejarán de
    fumar.

    Cuadro N° 10: Cree que dentro de los
    próximos 6 meses no fumará.

    Alternativas

    Frecuencia

    %

    • Definitivamente NO

    0

    0

    • Quizás

    5

    • Si

    3

    • Definitivamente SI

    2

    Total

    10

    100

    Monografias.com

    En el gráfico se observa que el 50% cree que
    en un lapso de tiempo ya dejará de fumar y el 30% asegura
    que sí logrará, mientras que el 20% definitivamente
    si lo logrará.

    Conclusión

    Es deseo mío que con esta monografía; las
    informaciones, resultados de investigaciones, estadísticas
    sirvan como un mecanismo de reflexión de parte de las
    personas fumadoras y no fumadoras, familiares y otros, que puedan
    comprender los daños que esto produce. Así
    también, a los profesionales nos exige tener un papel
    más activo de manera a que nuestros pacientes, dejen a
    fumar. Para estos casos es importante los trabajos
    multidisciplinarios para poder lograr los objetivos, teniendo en
    cuenta que es muy difícil que un consumidor de dicha droga
    pueda asistir en más de una ocasión al consultorio,
    primeramente por el costo que conlleva y segundo el tiempo que
    debe dedicarle al tratamiento.

    Sabido es que la cifra de fumadores sube porque aumenta
    la población mundial y, a pesar de que muchas personas han
    dejado de consumir tabaco, todavía no es
    suficiente.

    Los últimos estudios en el campo de la
    Psicología de la Salud indican sobre estilo de vida y
    salud, en general, la necesidad imperiosa de establecer
    políticas públicas que se ocupen de la salud de
    forma transversal y en particular el Tabaquismo. Está
    claro que las estrategias que han pretendido incidir solo en la
    información, han fracasado con relación a las de
    cambio de comportamiento. Los estudios señalan que no
    existe una relación lineal entre los conocimientos, las
    actitudes y los comportamientos que influyen en la
    salud.

    Es posible que los fumadores que presentan una alta
    adicción a la nicotina, se encuentren con mayores
    dificultades para abandonar el hábito. En este caso,
    existen tratamientos farmacológicos que, de forma
    complementaria, pueden ayudar a dejar de fumar, como los
    tratamientos sustitutivos de nicotina (parches, chicles, spray
    nasal, etc.) o el antidepresivo Bupropion, siempre bajo
    prescripción y seguimiento
    médico-psicológico. El test de Fagerström
    ayuda a determinar la baja o alta dependencia en los fumadores y
    a partir del resultado se puede trabajar en deshabituación
    tabáquica, con independencia de que presenten o no alguna
    patología. Esto podría explicar porque
    aquéllos que son más dependientes a la nicotina
    pueden tener la percepción de menor autocontrol frente al
    consumo de tabaco y por ello buscan activamente la ayuda para
    dejar de fumar.

    Así, se debería intentar motivar a
    aquellos fumadores que no desean dejar de fumar, y propiciar que
    los fumadores con una dependencia baja a la nicotina sean capaces
    de dejar el consumo.

    El conjunto de investigaciones sugieren en la actualidad
    que un conjunto de factores personales, socioculturales y del
    entorno son los determinantes principales de la conducta fumadora
    de los jóvenes particularmente, como también toda
    persona.

    El fumar tiene un componente social, de relación
    que hace muy difícil su abandono, pero el fumar siempre es
    una opción personal, por lo que se puede, tanto evitar el
    fumar, como dejarlo una vez iniciado y por ser una opción
    personal, siempre podemos dejar de fumar.

    En conclusión, los datos contenidos en el
    presente estudio permiten indicar que la información no es
    suficiente para adoptar comportamientos saludables, así,
    el hecho de recibir formación profesional en áreas
    de la salud clínica no es suficiente para producir cambios
    en los hábitos de vida, ya que estos están
    determinados por factores diversos, entre ellos, las creencias,
    las motivaciones y probablemente otros factores aún
    inexplorados.

    Esto sugiere la necesidad de que las instituciones y
    profesionales asuman su responsabilidad frente a la
    promoción de una salud de hábitos
    saludables.

    Los programas de deshabituación deberían
    ir dirigidos a reducir el nivel de dependencia, ayudar a los
    fumadores a avanzar a través de los estadios del cambio,
    y, consecuentemente, disminuir la prevalencia de fumadores en la
    población.

    Los mejores programas preventivos son los basados en el
    tratamiento de las normas y las competencias sociales, y en el
    desarrollo de las habilidades para reconocer y resistir la
    presión social.

    La intención de dejar de fumar puede cambiar a
    través del tiempo, a veces espontáneamente e
    incluso en cortos períodos de tiempo, con la asistencia de
    intervenciones eficaces se podría acelerar este movimiento
    deseado.

    No debemos dudar en la búsqueda de ayuda en
    profesionales de la psicología para dejar este
    hábito.

    Para que cualquier tratamiento sea efectivo, tiene que
    ser el consumidor el que realmente quiera un cambio. Está
    comprobado que las recaídas aumentan de modo preocupante
    para los terapeutas cuando las personas se desintoxican por
    órdenes del médico y no por deseo sincero del
    adicto.

    En el consultorio utilizo más la terapia familiar
    porque es importante que la familia colabore en el tratamiento
    del paciente para ayudarle a prevenir el consumo y a que mantenga
    la terapia y las actividades programadas. Además le damos
    técnicas de autocontrol en estos casos buscamos que el
    paciente se pueda exponer a las situaciones y a los
    estímulos que le recuerdan al tabaco y le producen el
    deseo de consumir y que no lo haga para que de esta manera rompa
    la asociación existente. Es muy importante a la vez la
    reestructuración cognitiva, para que aprendan a
    identificar pensamientos, esquemas y creencias erróneas o
    de desadaptación y el manejo del estrés. Y la
    prevención de las recaídas son partes del proceso y
    no el punto final que pueda implicar un fracaso completo a la
    primera.

    Se ha considerado la existencia de una serie de rasgos
    de personalidad que hacen más vulnerable a los sujetos
    para iniciarse y llegar al consumo abusivo de sustancias
    psicoactivas. Características tales como: inconformismo
    social, baja motivación para el rendimiento
    académico, independencia, rebeldía, tendencia a la
    búsqueda de sensaciones nuevas e intensas, tolerancia a la
    desviación, tendencias antisociales tempranas.

    Del mismo modo, jóvenes muy influenciables son
    más vulnerables cuando las personas significativas que les
    rodean consumen alcohol, tabaco u otras drogas. La
    depresión, el aislamiento social han sido propuestos como
    variables potencialmente asociadas con el consumo de
    drogas.

    La intervención temprana puede disminuir el
    consumo de drogas en adolescentes. Es importante sensibilizar a
    niños y niñas sobre los efectos del tabaco en la
    salud y la exposición pasiva al humo de tabaco ajeno a
    través de actividades lúdicas. Lo cual se
    podría implementar en instituciones educativas para
    prevenir futuros consumidores.

    De todos los pacientes que acudieron al consultorio
    solicitando ayuda le hemos facilitado el tratamiento
    multidisciplinario. Dentro de la psicología recabé
    estos datos muy importantes para empezar el tratamiento. Que en
    un 60% de los pacientes que fueron al consultorio
    señalaron que "SI" fuman en las primeras horas del
    día, mientras que el 100% de ellos consideran que le
    costará más renunciar al primer
    cigarrillo.

    El 90% de los fumadores encuentran difícil no
    fumar en lugares prohibido. El 60% de los fumadores fuman en
    promedio de 30 cigarrillos y el 30% fuman entre 21 a 30
    cigarrillos.

    El 80% fuma más a menudo en las primeras horas
    del día. En el gráfico se observa que el 70% fuma
    estando enferma. En el gráfico se observa que el 100% de
    los pacientes le gustaría dejar de fumar, el 60% de los
    pacientes tienen ganas de dejar de fumar, el 50% dijeron que
    quizás intentará dejar de fumar, mientras que el
    40% respondieron que Si dejarán de fumar, el 50% cree que
    en un lapso de tiempo ya dejará de fumar y el 30% asegura
    que sí logrará, mientras que el 20% definitivamente
    si lo logrará.

    Bibliografía

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      mujeres y el tabaco. (1996). Características ligada al
      género. Psicothema, 13, 559-564.

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      /articulos/la-adolescencia-y-el-consumo-de-tabaco-1077079.html
      20 de Junio de 2008 00:00 HABILIDADES PARA LA VIDA. www.
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    • Dra. Claudia Sánchez, directora del Programa
      Nacional de Control del Tabaquismo, dependiente del
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      www.mspbs.gov.py/v3

    • Dra. Claudia Sánchez, directora del Programa
      Nacional de Control del Tabaquismo, dependiente del
      Ministerio de Salud.
      /mas-empresas-logran-certificacion-por-disponer-ambientes-libres-de-humo-de-tabaco/
      www.mspbs.gov.py/v3

    • Dra. Claudia Sánchez, directora del Programa
      Nacional de Control del Tabaquismo, dependiente del
      Ministerio de Salud
      /salud-recomienda-no-recurrir-a-cigarrillos-electronicos-para-dejar-de-fumar/
      www.mspbs.gov.py/v3

    • Rigoberto Gallegos Que es el Tabaco
      www.monografias.com/trabajos94/que-es-tabaco/que-es-tabaco#ixzz3DNrrB7V9

    Anexos

    Monografias.com
    Monografias.com

    TEST DE RICHMOND

    El test de Richmond evalúa el grado
    de motivación para dejar de fumar.1.- ¿Le
    gustaría dejar de fumar si pudiera hacerlo
    fácilmente?

    ? SI
    ………………………………………………………………..
    1 punto

    ? NO
    …………………………………………………………….
    0 puntos

    2.- ¿Con que ganas de 0 a 3 quiere
    dejarlo?

    ? Nada
    …..…………………………………………………………
    0 puntos

    ? Algo
    ………………………………………………………………
    1 puntos

    ? Bastante
    …………………………………………………………
    2 puntos

    ? Mucho
    ……………………………………………………………..3
    puntos

    3.- ¿Intentará dejar de fumar en las
    próximas dos semanas?

    ? Definitivamente NO
    ………………………………………………
    0 puntos

    ? Quizás
    …………….……..……………………………………….
    1 puntos

    ? SI
    ………………………………..……………………………….
    2 puntos

    ? Definitivamente
    SI………………………………………………..
    3 puntos

    4.- ¿Cree que dentro de los próximos 6
    meses no fumará?

    ? Definitivamente NO
    ………………………………………………
    0 puntos

    ? Quizás
    …………….……..……………………………………….
    1 puntos

    ? SI
    ………………………………..……………………………….
    2 puntos

    ? Definitivamente
    SI………………………………………………..
    3 puntos

    Valoración del test de Richmond (Grado de
    motivación)

    0 a 3 – Bajo nivel de motivación

    4 a 5 – Dudoso nivel de motivación

    6 a 7 – Moderado nivel de motivación

    8 a 10 – Alto nivel de motivación

    CASO 1

    Asunción Andersen 53 años de edad fuma
    desde los 16 años hasta la actualidad. Llegó a
    fumar hasta 20 cigarrillos por día, acude a la consulta
    manifestando su intención de abandonar el hábito
    tabáquico. Se le explica a la paciente los riesgos y
    consecuencias del cigarrillo los cuales ella refiere
    conocer.

    TRATAMIENTO CLÍNICO

    Se indica el tratamiento con Bupropión de 150mg
    iniciando los tres primeros días una toma a las 06hs de la
    mañana, al cuarto día se agrega una segunda toma a
    las 14hs. Se explica a la paciente que la fecha tope para dejar
    el cigarrillo se debe marcar entre el día 10 y 14 de
    tratamientos.

    La misma acude a consulta de control en el día 14
    del tratamiento refiriendo que abandonó el hábito
    el día 5 (cinco) del plan terapéutico.

    Refiere que está tolerando bien la
    deshabituación pero que presenta irritabilidad y que
    aumentó el volumen y frecuencia de alimentación,
    motivo por el cual se le indica interconsulta y evaluación
    por psicóloga.

    INFORME PSICOLÓGICO

    La paciente Asunción Andersen de 53 años
    de edad acudió a la consulta por la constante
    irritabilidad que presenta.

    Según el test psicométrico de Escala de
    ansiedad y depresión de GOLDBERG (EADG)la paciente denota
    irritabilidad, nerviosismo, dificultad para conciliar
    sueño, dolor de cabeza, temblores además de poca
    energía, pérdida de interés por las cosas,
    dificultad para concentrarse, se siente enlentecido, tendencia a
    encontrarse peor por la mañana.

    Según Inventario de ansiedad estado – rasgo
    (stai) denota una estrategia de afrontamiento orientada a no
    enfrentar la situación porque el sujeto se concibe a
    sí mismo en una condición de minusvalía e
    inseguridad, además manifestaciones orgánicas que
    generan preocupación, por su inexplicabilidad
    sintomatológica. Refiere sentimientos encontrados que van
    desde el deseo de cambio de una situación hasta orientarse
    a estados emocionales depresivos.

    Según el Test de Valoración del test de
    Richmondla paciente denota un Moderado nivel de
    motivación.

    Según el Test de de Fargerström su grado de
    dependencia a la nicotina es muy alta.

    RECOMENDACIONES

    Movilizar la motivación y el compromiso del
    cliente

    – Revisar las razones para dejar de fumar y los
    beneficios de abandonar los cigarrillos

    Auto-observación: aumento de la
    concienciación y del conocimiento de la propia
    conducta

    Establecer el día en que va a dejar de
    fumar

    Entrenarlo en técnicas de automanejo y
    autocontrol

    – Utilización de autorregistros para
    identificar los estímulos que elicitan la conducta de
    fumar

    – Identificar posibles conductas alternativas a la
    conducta de fumar

    Entrenamiento en manejo del estrés:
    relajación o ejercicio

    Estrategias aversivas

    – Fumar rápido

    – Retener el humo

    – Saciación

    – Sensibilización encubierta

    Estrategias no aversivas

    – Reducción gradual de ingestión de
    nicotina y alquitrán

    – Contratos en los que conste el día de la
    fecha de abandono

    Estrategias farmacológicas

    – Bupropión

    –Terapia sustitutiva de la nicotina (chicles y parches
    de nicotina)

    Sesiones de seguimiento

    Entrenamiento en estrategias de
    afrontamiento

    – Estrategias de automanejo para evitar los
    estímulos elicitadores de la conducta de fumar y en
    conductas alternativas (ej., tomar agua, hacer inspiraciones
    profundas)

    – Estrategias de afrontamiento
    cognitivo-conductual (anticipar situaciones de alto riesgo;
    planificar habilidades de afrontamiento)

    – Estrategias para evitar el síndrome de
    abstinencia: entrenar al sujeto en habilidades conductuales o
    seguir administrando terapia sustitutiva de la nicotina (chicles
    o parches)

    – Estrategias para manejar las recaídas
    (ej., aprender de la recaída)

    Apoyo social

    – Uso de ayuda mutua (entre los participantes del
    grupo de tratamiento)

    – Buscar el apoyo e implicación de personas
    próximas al fumador (esposo/a, amigos, padres,
    hermanos).

    Partes: 1, 2, 3
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