Animales vertebrados que dañan los recursos culturales en museos y bibliotecas
En el perjuicio no natural de tipo biótico que puede experimentar
el acerbo, se identifican 3 grandes grupos de vertebrados (animales con columna
compuesta por vértebras).
Roedores
Los roedores (del latín rodentis, "que roe") componen el orden de mamíferos más numeroso con unas 2.300 especies identificadas. Debido al comercio internacional se han dispersado por todo el mundo y hoy se los encuentra en regiones donde antes no existían.
Poseen una alta fecundidad y están presentes en áreas
urbanas y rurales, por lo cual las ratas (Rattus s/p) y ratones (Mus
s/p) son denominadas "especies comensales" por la relación
que tienen con el hombre.
Ratón adulto
Estos pequeños mamíferos tienen la particularidad de trepar, hurgar, nadar y roer. Como están asociados a los alimentos y la basura, se los encuentra en inmuebles que albergan personas, depósitos y otros sitios que reúnan las condiciones para ser colonizados por roedores.
En general establecen su territorio en un radio de hasta 60 metros dentro de un edificio. Se propagan en procura de alimentos, agua y materiales para construir sus nidos, recursos que pueden estar disponibles dentro de las salas y sobretodo los depósitos de museos y bibliotecas.
Las ratas tienen una vida colonial en madrigueras establecidas en las afueras de los edificios o en sus interiores. Roen objetos de todo tipo porque necesitan gastar y afilar sus dientes incisivos de crecimiento constante.
Dientes de roedor
Asimismo almacenan alimentos, orinan el terreno para dejar su rastro, casi todo el tiempo están evacuando heces según exploran lugares, dejan marcas de grasa a lo largo de su camino, arruinan objetos para hacer su nido y se refugian en lugares sorprendentes.
Los roedores muertos, su materia fecal y las escleroproteínas (queratina, colágeno, elastina, fibrina) del pelo desprendido, constituyen parte de la alimentación de algunas especies artropódicas, principalmente insectos (Coleoptra: Dermastidae y otros), quienes pueden propagarse hacia las colecciones.
Éstos mamíferos consiguen llevar sustancias nocivas (como venenos) en sus hocicos y no ingerirlas, por lo tanto pueden contaminar a todo lo que se encuentre en sus recorridos. Asimismo, cualquier objeto que contenga almidón, proteína o grasa (los nutrientes preferidos por los roedores) será consumido, dañado o llevado hacia el nido.
Los excrementos, los ruidos nocturnos, el olor a orina en lugares con magra ventilación, las huellas en áreas polvorosas y los huecos en las paredes constituyen la más certera indicación de presencia de roedores.
Anidan en cajones, debajo de los termotanques y de toda otra fuente de calor no extremo, cajas de cartón, cerca de cabes telefónicos y conductores de electricidad y otras áreas no frecuentadas por humanos.
Cuando una persona está en contacto con orina y saliva de ratas o ratones, puede contraer diferentes enfermedades graves (leptospirosis, salmonelosis) porque esos expurgos suelen portar bacterias y virus patógenos.
La cantidad de heces señalan las áreas con mayor actividad; al barrer esos lugares la materia fecal puede esparcirse, entonces hay que recogerla con cuidado y colocarla en bolsas de plástico que serán cerradas antes de retirarlas de ese sitio. Los roedores poseen el índice de reproducción más alto entre los mamíferos, ya que se multiplican hasta en 10 ocasiones/año con alrededor de 8 crías por parición. Hay que recorrer los exteriores del edificio para buscar signos de actividad y complementar esa información con la proporcionada por el encargado del lugar y el sereno nocturno.
La presencia de ratas o ratones se puede determinar por medio de signos o evidencias, como:
Excrementos: las defecaciones granulares, cilíndricas y negras pueden encontrarse a lo largo de sus itinerarios o cerca de los refugios. Los deshechos fecales de las ratas, tienen hasta 2 cm de largo y los del ratón alrededor de 6 mm. Estos últimos, a simple vista pueden confundirse con las deyecciones de la cucaracha Periplaneta s/p, pero observados con detenimiento muestran un tamaño algo menor, estrías longitudinales y los extremos achatados. También se asemejan a los excrementos de murciélagos, pero estos al presionarlos con los dedos se rompen fácilmente por la cantidad de restos quitinosos de partes de insectos que los componen. Las manchas de orina (húmeda o seca) pueden encontrarse a lo largo de los senderos o en las áreas de alimentación, aunque no pueden determinarse diferencias entre la orina de ratones y ratas.
Marcas o rastros: por sus pisadas y las rastros dejados por la cola en superficies polvosas o embarradas. Cuando existen sospechas sobre la presencia de roedores en un ambiente, se espolvorea el piso con harina o producto físicamente similar, en una determinada zona antes de la noche. Si los hubiera, al día siguiente podrán observarse pisadas y otros signos en el producto dispersado.
Nidos: son comunes en el caso del ratón y generalmente se los encuentra durante la limpieza de armarios, sótanos y otros lugares reparados. Están constituidos con restos de materiales fibrosos como papel, tela, lana, hilo, madera o telgopor.
Senderos y madrigueras: en el caso de las ratas, pueden encontrarse adyacentes a paredes, cercas o debajo de escombros. Las ratas memorizan los senderos y habitualmente usan las mismas "rutas".
Roeduras: pueden encontrarse marcas de sus dientes en puertas, salientes, materiales almacenados y otras superficies, mientras que restos frescos de viruta de madera, papel y otros materiales, indican una infestación activa. El tamaño de la abertura de las madrigueras es de aproximadamente 4 cm para el ratón y de > 5 cm para las ratas. La marca de los dientes puede ser usada para diferenciar la roedura de ratón y rata.
Manchas: debido a la grasa y suciedad del pelaje, por el roce del cuerpo o pisadas pueden observarse en vigas, tirantes, cañerías, paredes, etc. y a lo largo de los senderos. Las manchas ocasionadas por el ratón pueden ser menos visibles que las producidas por las ratas.
Olores: el característico olor que recuerda al almizcle, es un indicador de presencia de ratones y se puede diferenciar del emanado por ratas.
Sonidos: generan varios tipos de gruñido y diferentes ruidos al roer o correr sobre superficies de plástico, madera, cartón, etc. y al pelearse entre sí.
Ante este cuadro, los responsables de museos y bibliotecas deben implementar continuamente las siguientes acciones: combate directo (desratización activa) y en simultáneo la adopción de medidas para evitar la reincidencia (desratización pasiva).
Enmarcada dentro una actitud rápida, se aplican plaguicidas químicos. Cuando se está frente a una numerosa población de roedores (indica que no se consideró adecuadamente este riesgo), se suelen aplicar dosis altas de rodenticidas (= raticida, es un plaguicida que se utiliza para combatir roedores) lo que implica significativos costos ambientales y económicos, con el riesgo de transformarse en un problema crónico.
Una situación compleja es la elección del rodenticida, porque hay una gran cantidad de productos en el mercado con diferentes formulaciones, componentes y calidades, ingredientes activos con distinta toxicidad, de variadas formas, pesos y tamaño, en diferentes envases y múltiples precios. Un rodenticida convencional está constituido por un cebo, que es atractivo para el roedor, con un ingrediente activo anticoagulante que luego de la ingesta provoca hemorragias internas y envejecimiento prematuro, seguido de la muere del animal en menos de 5 días. Los productos de buena calidad y su correcto empleo hacen que el programa de lucha sea efectivo, económico y seguro.
El método mecánico consiste en la instalación de trampas cebadas que atraen al animal y al pretender comer el alimento, se acciona un mecanismo que atrapa al roedor.
El método biológico radica en el empleo de gatos, perros y bacterias patógenas.
Paralelamente se propone anticiparse a la repetición del problema, evitando que los roedores recolonicen el sitio para lo cual se establecen barreras físicas a los fines de impedir el ingreso de ratas y ratones a los edificios.
Es frecuente encontrar aberturas o grietas alrededor de tuberías que conectan el exterior con el interior de los edificios y por ellas los roedores pueden ingresar a los mismos. Así, los ratones ingresan a través de un orificio que tenga alrededor de 7 mm de diámetro ó 10 mm en el caso de las ratas. En este caso, sellar dichos resquicios con cemento o fajas metálicas.
Para que los roedores no se desplacen a lo largo de tubos o caños adosados a paredes, se usan bandas metálicas de unos 30 cm de ancho. Igual función cumplen conos o discos metálicos sobre cables y otras instalaciones suspendidas.
En el caso de puertas de madera, usar bandas de metal para prevenir la roedura del borde inferior.
En las edificaciones sin cimientos que descansan sobre columnas o paredes poco profundas, los roedores pueden alcanzar el interior de las mismas excavando por debajo de las paredes, acción que se imposibilita cuando las mismas tienen al menos 90 cm de profundidad.
Cuando el edificio disponga de extractores de aire, aberturas para ventilación, cámaras de aguas residuales o cloacales, cubrir esos espacios con mallas metálicas de tramado inferior a 6 mm.
Las ratas generalmente se dirigen hacia depósitos, galpones y otros sitios donde puede haber alimento y allí buscan refugiarse debajo de los pisos. Lo ideal es que esas superficies exteriores posean zócalos profundos. Además, manteniendo el área libre de vegetación o colocando una capa de grava alrededor de estas construcciones, se logra desalentar a los roedores.
Las construcciones de madera con paredes dobles provistas de materiales aislantes, son ideales para que allí los roedores busquen resguardo. Con el fin de evitar la invasión de estos animales con el consecuente daño por roedura del material aislante, es importante la buena terminación de las construcciones lo cual incluye no dejar aberturas o bordes que les permitan roer e ingresar.
Cuando la descarga de aguas residuales o cloacales se realiza en un
lago, laguna o arroyo, prolongar el tubo de descarga lo suficientemente lejos
de la orilla o borde para que los roedores no puedan saltar o trepar por el
extremo abierto del tubo.
Medidas de lucha disuasivas
Acciones sanitarias o higiénicas: se implementan a partir de la modificación del hábitat, entonces al eliminar todo depósito o resto de alimento y sitios de refugio se produce la no colonización del área por roedores, ya que la falta de higiene es una de las razones de su existencia tanto en áreas urbanas como suburbanas.
Entre las principales prácticas, figuran:
– Eliminar la acumulación de madera y escombros alrededor de las edificaciones para evitar que sean adoptadas como refugio o fomenten la actividad de los roedores. Por ésta razón, las piezas que deban permanecer a la intemperie tienen que estar separadas del suelo y no descansar sobre las paredes.
– Quitar las malezas existentes alrededor de los edificios ya que pueden servir de abrigo para ratas y ratones.
– Mantener la limpieza en lugares donde se desarrollen actividades humanas para evitar la invasión de roedores, especialmente el ratón que puede convivir con personas porque requiere poco espacio y pequeñas cantidades de alimento para sobrevivir. Cuando se encuentren excrementos de roedores en un ambiente que generalmente permanece cerrado, proceder a ventilarlo y rociar los excrementos con hipoclorito de sodio o cloro activo antes de barrerlos y recogerlos.
– Los desperdicios de museos y bibliotecas deben ser cuidadosamente almacenados para su posterior evacuación, manteniéndolos en recipientes de metal cerrados y el lugar debe conservarse limpio. Esos contenedores se colocan sobre una plataforma para reducir o evitar que las ratas se refugien debajo y se previene la oxidación. Retirar tales envases con basura momentos antes del paso de los vehículos recolectores.
– Equipos emisores de ultrasonidos para ahuyentar roedores.
En los depósitos las cajas deberían acopiarse sobre plataformas
separadas del piso y alejadas de la pared al menos 30 cm. Todo ello con el fin
de evitar que sirvan de amparo, para desalentar la actividad de las ratas y
facilitar la inspección periódica. Mantener los pisos limpios
ayuda a descubrir sus signos (por ejemplo, excrementos).
Murciélagos
La mayoría de las especies tienen hábitos nocturnos, condición que les impuso el nombre de "murciélagos", palabra derivada del castellano antiguo mur cego, "ratón ciego". Son los únicos mamíferos voladores, para lo cual tienen las extremidades superiores adaptadas para se cometido. Se han identificado unas 1.100 especies de estos vertebrados, que pertenecen al orden Chiroptera (de cheir, mano, y pteron, ala). El tamaño oscila entre 3 cm (Craseonycteris thonglongyai) y 1,5 m (Acerodon jubatus); algunas especies son solitarias y otras forman colonias.
En la cabeza presentan estructuras adaptadas para emitir o potenciar los ultrasonidos; las grandes orejas están dotadas de surcos y de un lóbulo de piel que mejora su capacidad de ecolocación (capacidad de conocer su entorno por medio de la emisión de sonidos y la interpretación del eco que los objetos devuelven). Sus alas delgadas y largas les permite volar a más de 50 km/h y maniobrar de manera rápida y precisa.
Los pequeños quirópteros tienen visión dicromática y baja agudeza visual, por ello utilizan la vista como ayuda para la navegación en distancias largas. Algunas especies que se alimentan con néctar, también perciben la luz UV reflejada por algunas flores. Los grandes quirópteros distinguen los colores, tienen ojos más desarrollados y emplean el olfato y la vista para su orientación.
Ocupan nichos en todos los hábitats, excepto en las regiones polares, los océanos o las montañas. Los murciélagos de vida solitaria y los que conforman colonias, durante el día permanecen en cuevas, agujeros o grietas, ventanas, taparrollos, aleros, paredes y puertas huecas, chimeneas o cualquier orificio mayor a 5 mm. Se encuentran en lugares o edificios próximos a arroyos, ríos y otros espejos de agua o bien, inmuebles en los cuales haya habido una infestación por insectos.
El tiempo de vida de los murciélagos suele ser del orden de los 5 años, aunque algunas especies pueden vivir 30 años.
Tienen hasta 38 dientes filosos cuyas configuraciones se relacionan con los diferentes hábitos alimentarios. La mayoría de las especies son insectívoras, de pequeño tamaño y capturan sus presas en vuelo. Dentro de este grupo, los murciélagos que comen insectos rastreros presentan alas de gran superficie para desplazarse de modo lento y suave entre la vegetación.
Cuando los pájaros insectívoros están inactivos, los quirópteros con hábitos nocturnos no tienen competencia para atrapar insectos y otros artrópodos que salen tras el atardecer. Los murciélagos insectívoros invernan hasta la primavera sin alimentarse, por la escasez de presas.
El 25% de las especies vegetarianas se alimentan de frutos carnosos, flores y hojas; desempeñan un importante rol como polinizadores, por el aporte del guano (que proporciona al suelo nitrógeno, fósforo, potasio y otros nutrientes) y en la propagación de semillas. El 5% de las especies de murciélagos son polinívoras (consumen polen), 10 especies son carnívoras y 3 especies se alimentan con sangre (hematófagas).
Murciélago hematófago
Murciélago polinívoro
Murciélago insectívoro
Como enemigos naturales de los murciélagos se reconocen a las aves rapaces (águilas, buitres), arañas migalomorfas (de cuerpos pesados como las tarántulas), mamíferos carnívoros (ratón), lagartos de gran tamaño, la rana toro, los felinos (gatos), las serpientes arborícolas, parda (muy venenosa con dientes huecos para inyectar veneno) y lobo laosiana (oriunda de China). El síndrome de la nariz blanca es una enfermedad fúngica mortal que se desarrolla en el hocico, oído y alas de los quirópteros.
Murciélago atacado por araña
Síndrome de la nariz blanca
Entre las amenazas de origen antropogénico se encuentran
los aerogeneradores de electricidad, que si bien constituyen un medio de producción
de energía limpia y renovable, el movimiento rotatorio de las aspas produce
en los murciélagos un elevado índice de mortalidad por su sensibilidad
ante las fluctuaciones del aire o porque quedan heridos al ser golpeados con
el movimiento de esas hélices.
Si bien algunas especies se alimentan con insectos atraídos por las lámparas de vapor de mercurio, la iluminación externa tiene un fuerte impacto negativo sobre los quirópteros nocturnos que por su vuelo lento, son más vulnerables frente a sus depredadores. A esto hay que agregar las muertes producidas por vehículos.
En las regiones templadas, el descenso del número de murciélagos se debe a la pérdida de hábitat y las matanzas deliberadas o accidentales. La recolección del guano de los murciélagos (gránulos negros de unos 6 mm de largo) es una actividad diurna que los perturba y mueren cuando son molestados reiteradamente durante su hibernación.
El uso intensivo de plaguicidas químicos representa una amenaza para los murciélagos insectívoros, porque pueden intoxicarse con el alimento contaminado con estos biocidas.
Si bien son beneficiosos respecto del rol que desempeñan
en el mantenimiento y regeneración de bosques, como polinizadores, como
medio de lucha biológica contra plagas, los murciélagos pueden
generar diferentes perjuicios debido a su gran movilidad y otras características
biológicas, amplia distribución y comportamiento social.
Las potentes enzimas digestivas con las que cuentan, hace que los quirópteros y sus lugares de reposo, constituyan un problema en museos y bibliotecas. La materia fecal resulta dañina por la cantidad de cucarachas, escarabajos de la familia Dermestidae y otros artrópodos que atraen y luego pueden propagarse al resto del edificio. Su fuerte olor rancio y acre hace de esos sitios lugares verdaderamente intolerables. En el guano se pueden desarrollar colonias de Histoplasma capsulatum, un hongo que puede producir en personas que tomen contacto con él, la enfermedad histoplasmosis que afecta el sistema respiratorio y, si no es tratado a tiempo, puede conducirlo a la muerte.
La orina es muy corrosiva debido a su pH y como se cristaliza, produce una capa blanca en la madera y daña sus fibras.
Medidas de lucha
Los murciélagos resultan ser animales rechazados por las personas debido a su aspecto, olor, ruidos y otros hábitos de vida. Cuando los quirópteros colonizan un sitio o zona que no es su verdadero hábitat, se considera que están adquiriendo el status de plaga.
Para arribar al objetivo final que es la expulsión de la colonia fuera del edificio, no su exterminio, el primer paso es implementar el diagnóstico para determinar los sitios dónde los murciélagos tienen las entradas y salidas del lugar que habitan, sus características y tamaño. Luego se procederá a obstruir esos lugares de ingreso/egreso para lo cual pueden emplearse las redes plásticas que se usan contra el posamiento de aves y en estructuras abiertas cercanas al edificio, se podrá colocar fibra de vidrio como elemento de disuasión; los equipos emisores de ultrasonido no han demostrado ser eficientes. En ambientes cerrados, como entrepisos y áticos se usa la naftalina o betanaftol como repelente químico.
Cuando se encuentra un murciélago dentro de un edificio, habrá que abrir todas las puertas y ventanas que den al exterior, porque de esta forma el murciélago comenzará a percibir aire fresco que llega y así encontrará el camino para retirarse. Otra recomendación es apagar las luces encendidas porque en este caso el murciélago buscará lugares que se encuentren oscuros (por ejemplo, detrás de un mueble).
Es importante destacar, no obstante, que hasta el momento no se dispone de ningún producto o elemento que garantice la total efectividad para luchar contra los murciélagos.
Aves
Las especies urbanas se posan o construyen nidos en edificios, lo que contamina por presencia de parásitos y altera su aspecto. La materia fecal estimula el desarrollo de insectos que necesitan proteínas animales para el desarrollo de su vida y encuentran en las plumas las escleroproteínas (queratina, colágeno, elastina y fibrina) que cubren sus requerimientos.
La exposición a heces, plumas y materiales para construir sus nidos provocan respuestas alérgicas en personas sensibles. Las acumulaciones del guano pueden acarrear peligros para la salud, por lo cual es necesario el uso máscaras respiratorias, de vestimenta protectora y otras prácticas sanitarias cuando se requiera entrar o trabajar en esas áreas. Se pueden utilizar variados métodos de prevención con el fin de evitar la presencia de pájaros en lugares vulnerables.
En el ámbito urbano, principalmente se identifican 3 especies de aves: gorrión común, paloma y búho o lechuza.
Gorrión común
Passer domesticus (Familia Paseridae), es uno de los pájaros urbanos que está mas asociado a nuestra vida. Según la información disponible, apareció en el Neolítico con los comienzos de la agricultura en la Mesopotamia de Oriente Medio y desde allí se dispersó por las llanuras de casi todo el mundo
Es un pájaro pequeño, robusto, de patas cortas que se moviliza a saltos, que pesa 35 gramos (la hembra tiene menor talla que el macho), con hábitos gregarios o coloniales. Se alimentan de insectos, semillas, frutos secos, migas de pan y en general diversos alimentos que se encuentran cerca del suelo.
El gorrión se reproduce hasta 3 veces, entre la primavera y el otoño, construye los nidos en primavera con hojas secas, plumas, ramitas y papel. Anidan en recovecos de edificios o debajo del techo. Su vuelo es rápido, con fuertes aleteos seguidos de bajos planeos para recorrer su territorio. Su canto es sencillo y ruidoso, sobre todo al amanecer y atardecer.
Aunque son pájaros muy protegidos y cuidados, pueden generar problemas a la hora de establecer sus nidos en edificios, tanto en el exterior como en los interiores. El problema recae en los olores, en el ruido y el la dispersión de plumas y deyecciones.
Passer domesticus
Palomas
La familia Columbidae cuenta con unas 310 especies de palomas en casi todo el mundo, que incluye las torcazas y otras aves afines.
Son inteligentes, monógamas, con alta tasa reproductiva y celoso cuidado de sus crías, quienes en poco tiempo están aptas para volar. Los nidos están construidos con ramitas, sus propios excrementos, alambres y hasta huesos de palomas, los 2 huevos son incubados por ambos sexos. Las palomas comen 500 gramos/día de semillas, frutos y variados desperdicios urbanos.
Aunque son aves que alegorizan la paz, pueden producir severos inconvenientes al anidar en edificios e invadir los interiores. Su presencia y hábitos en las grandes ciudades son un gran problema por la corrosión provocada por sus deyecciones que deteriora el patrimonio artístico y arquitectónico.
Las poblaciones con gran cantidad de palomas provocan repelencia por su olor. Los ectoparásitos (pulgas, garrapatas, ácaros y otros arácnidos) que se encuentran en las plumas pueden comprometer la salud de humanos y animales. Otros ectoparásitos como la chinche del nido o la mosca de la paloma pueden encontrarse dentro de los edificios.
Entre los endoparásitos se localiza al hongo Hiptoplasma capsula en los excrementos, que se dispersa por el viento y provoca la enfermedad respiratoria Histoplasmosis; a la bacteria Chlamydophila psittaci, que causa Ornithosis y a Salmonella typhurium que produce Salmonelosis. Otros patógenos pueden ocasionar gastroenteritis, criptococosis, pseudotuberculosis y encefalitis.
Búhos y lechuzas
Estas aves rapaces se distribuyen por todo el planeta, a excepción de las regiones ártica y antártica.
La lechuza tiene hábitos nocturnos y se diferencia de los búhos porque este presenta mechones de plumas sobre los oídos.
La lechuza del campanario Tito alba (familia Tytonidae) es la especie urbana
más común de esta familia y se la encuentra nidificando durante todo el año en altillos, edificios, torres y otras construcciones. Tienen gran volumen de plumaje y envergadura alar en proporción con el tamaño corporal y están especializadas para la captura de roedores e insectos para lo cual han logrado desarrollar los sentidos de la vista y del oído.
El búho (familia Strigidae), animal sagrado para muchas
culturas, también tiene gran actividad nocturna durante la cual localiza
peces, insectos, ratones, lagartijas y otros animales vivos para su alimentación.
Los hábitos de anidación de los búhos son notablemente
variables: agujeros de troncos, entre las rocas, en los árboles y el
resto anida en el suelo. Como se aprecia, no se asientan en zonas urbanas, pero
es un problema en los museos de campo.
Lechuza
Buho
Medidas de lucha
Los edificios son atractivos para los pájaros urbanos, por lo tanto para combatirlos hay que identificar los sectores donde se posan. Los mismos pueden ser el frente, el contrafrente y los laterales (barandas, ventanas, acondicionadores de aire), el pozo de aire y luz, la terraza, chimeneas, caños y molduras, mientras que los lugares preferidos para hacer sus nidos son los balcones, huecos y espacios < 50 cm. No existe 1 sólo método adecuado para expulsar o ahuyentar pájaros, sino depende de la situación en particular, de la especie, del número de ejemplares y de su vinculación con el lugar. La principal dificultad para combatirlos, recae en su capacidad para volar. Su gran movilidad y la legislación vigente, obliga a la utilización de métodos que presentan variada eficacia. En principio hay que implementar un relevamiento para localizar los nidos, fuentes de alimento, rutas y evaluar las condiciones de los lugares. Luego, se presentan diferentes opciones para cada espacio:
– Redes: se colocan para tapar los agujeros y para rodear las zonas del edificio favorables para el establecimiento de aves
– Pinches de acero inoxidable: de 10 cm de altura, se instalan para evitar que las aves se posen en lugares puntuales, pero no son efectivos en sitios donde anidan.
– Hilos de acero inoxidable forrados con nylon: brindan inestabilidad y desalientan el posamiento de los pájaros; se complementan con soportes y resortes del mismo material. Desestabilizan a los pájaros y los incomodan en lugares muy visibles donde las aves no permanecen mucho tiempo.
– Repelentes auditivos: son sonidos que reproducen el chirrido de depredadores de la especie de aves que se desea combatir. Si bien resultan eficaces en espacios abiertos, se advierte molestia entre el vecindario y no alcanzan una total efectividad porque los pájaros se acostumbran a la repetición sistemática de tales ruidos.
– Repelentes con ondas complejas: esta medida, produce estrés en los pájaros, resulta muy efectiva para ahuyentar palomas.
– Perturbadores de vuelo: son tanzas de nylon transparente instaladas de forma tal que los pájaros se sobresaltan al tocarlas durante el vuelo.
– Gel repelente: se aplica en lugares (edificios históricos o monumentos) donde la estética no puede ser alterada.
– Captura de aves para su posterior liberación en áreas alejadas: se realiza con trampas que protegen la integridad física de las aves. Resulta ser un buen método para evitar que los pájaros deambulen por la zona, luego de la instalación de redes y pinches.
– Cetrería: consiste en colocar aves rapaces en edificios para impedir el acercamiento de pájaros urbanos: Puede resultar un método efectivo, pero estos pájaros se trasladan a otros edificios, por lo tanto el problema no queda resuelto.
– Rotores con alambres en cuyas puntas hay pequeñas esferas: por acción del viento el rotor permanece en movimiento y así las aves no se asientan por la sensación de inseguridad que les provoca.
– Reflector: la luz emitida se orienta hacia el sitio donde se asientan los pájaros, lo que hace que ese ambiente se transforme en un sitio desagradable para los pájaros y así dejen de frecuentarlo.
– Educación: resulta muy importante la modificación de los hábitos de comportamiento de las personas para mantener un sitio dado sin riesgo de colonización por pájaros.
La bibliografía indica que para la lucha directa contra palomas puede usarse un antiséptico intestinal llamado Nicarbacina, que afecta el desarrollo de huevos.
Bibliografía
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– Villa Ramirez, B. Biologísa de los murciélagos hematófagos. Ciencia Veterinaria (Fac. de Veterinaria y Zootecnia, UNAM (1976).
Nota: las fotografías fueron obtenidas de Internet para ser ilustrar este trabajo realizado con el único fin de divulgación científico-tecnológica.
Autor:
Miguel Ritacco
Investigador Consulto CNEA